- ¿Qué es el suelo? Relacionar con
perfil del suelo, edafología,
pedólogo - ¿En qué consiste el material
parental? ¿Existirá en el
Ávila? - Diferencia entre rio y quebrada.
¿Existen ríos en el
Ávila? - ¿Cómo se forma un suelo?
Características - Definir y dibujar: delta, abanico aluvial,
meandros (tipos), terrazas, nacimiento de un rio y
quebrada
¿Qué es el suelo? Relacionar
con perfil del suelo, edafología,
pedólogo
Se denomina suelo a la parte superficial de la
corteza terrestre, biológicamente activo, que tiende a
desarrollarse en la superficie de las tierras emergidas por la
influencia de la intemperie y de los seres vivos. Constituye un
conjunto complejo de elementos físicos, químicos y
biológicos que compone el sustrato natural en el cual se
desarrolla la vida en la superficie de los continentes. El suelo
es el hábitat de una biota específica de
microorganismos y pequeños animales que constituyen el
edafón. El suelo es propio de las tierras emergidas, no
existiendo apenas contrapartida equivalente en los ecosistemas
acuáticos. Es importante subrayar que el suelo así
entendido no se extiende sobre todos los terrenos, sino que en
muchos espacios lo que se pisa es roca fresca, o una roca
alterada sólo por meteorización, un regolito, que
no merece el nombre de suelo.
Desde el punto de vista biológico, las
características del suelo más importantes son su
permeabilidad, relacionada con la porosidad, su estructura y su
composición química. Los suelos retienen las
sustancias minerales que las plantas necesitan para su
nutrición y que se liberan por la degradación de
los restos orgánicos. Un buen suelo es condición
para la productividad agrícola.
En el medio natural los suelos más complejos y
potentes (gruesos) acompañan a los ecosistemas de mayor
biomasa y diversidad, de los que son a la vez producto y
condición. En este sentido, desde el punto de vista de la
organización jerárquica de los ecosistemas, el
suelo es un ecosistema en sí y un subsistema del sistema
ecológico del que forma parte. Los suelos no son uniformes
en el sentido vertical o en la profundidad, presentando
variaciones en capas de diferente composición y color. En
un suelo normal distinguimos varias capas verticales, o sea en
profundidad, denominadas horizontes del suelo.
La sucesión de distintos horizontes se
denomina perfil del suelo. Los horizontes son consecuencia de
procesos de formación y desgaste de los suelos. Al
principio sólo existía la roca madre, que se conoce
como horizonte C. Por la descomposición de la roca madre y
la acción de los seres vivos, que añaden materia
orgánica a la roca descompuesta, se forman otros
horizontes. Un suelo normal y bueno para la agricultura tiene
generalmente cuatro horizontes:
Horizonte O: De color negro y con materiales
orgánicos en diferentes etapas de
descomposición. Es la parte más fértil
del suelo.Horizonte A: De color pardo o marrón, con
materias orgánicas e inorgánicas (arena,
arcilla, limo, cascajo).Horizonte B: De diferentes colores según la
composición (castaño, amarillo, blanco, rojo).
Predominan las materias inorgánicas (arena, arcilla,
piedras, compuestos minerales, etc.).Horizonte C: Es la roca madre, que puede estar muy
superficial o a gran profundidad.
En un perfil del suelo no siempre están presentes
todos los horizontes. Esto se debe a dos causas
principales:
Por la erosión, o sea, el desgaste causado
por el agua o el viento, uno o varios horizontes han sido
eliminados. Por estos procesos pueden desaparecer el
horizonte O (materia orgánica); los horizontes O y A,
y, en casos graves, los horizontes O, A y B.Por falta de culminación de los procesos de
formación del suelo pueden faltar uno o varios
horizontes. Esto es frecuente en las zonas desérticas,
donde por la aridez no se han desarrollado las plantas y no
se han formado los horizontes 0 y A.
Un ejemplo puede ser, Si faltan los dos primeros
horizontes (O y A) el suelo es de poca fertilidad y muy poco apto
para las actividades agropecuarias.
El perfil del suelo está sujeto continuamente a
tres procesos: adiciones, pérdidas y transformación
interna.
Adiciones al suelo: son elementos aportados desde el
exterior, como el agua (por precipitación,
condensación o riego); elementos de la
atmósfera (oxígeno, CO2, nitrógeno,
azufre, etc.); materia orgánica de los seres vivos, y
energía solar.Pérdidas desde el suelo: elementos eliminados
desde el suelo, como el agua por evapotranspiración;
el C02 por descomposición microbiana; nitrógeno
por denitrificación; volumen por erosión; y
energía por radiación.Transformaciones en el mismo suelo: Se refieren
esencialmente a la circulación de nutrientes (ciclos
biogeoquímicos), materia orgánica en humus,
formación de compuestos minerales, reacciones entre
materia orgánica y arcilla, y formación de
estructuras y concreciones.
Estos procesos son importantes para la
conservación de los suelos y serán tratados
más adelante con mayores detalles, por ser de importancia
para una buena producción.
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