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Raíces africanas (página 4)




Enviado por ARISTO MACHADO MENA



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Sin ninguna discriminación acepto en
el Seminario alumnos que demostraban querer emprender esta
experiencia de vida. El reglamento interior fue el de los
seminarios del interior del país, con las necesarias
adaptaciones. Fue el primer proyecto en favor del nativo con
proyección al futuro.

Al mismo tiempo fundó,
Monseñor Valencia Cano, otros establecimientos y
apoyó otros más, con la misma visión de
valores nativos y de apertura: el Instituto Industrial, el Hogar
de Jesús Adolescente, la Normal de Señoritas, el
Colegio San Vicente, el Instituto de la Anunciación y
apoyó el Colegio Pascual de Andagoya, el Liceo Femenino
del Pacífico y el Instituto Teófilo Roberto Potes,
trajo a Buenaventura el SENA y creó muchas escuelas. Hoy
día le dan la razón innumerables profesionales y
hombres de industria, imposible de concebir hace 40
años.

En la década de los 70, las
condiciones sociales mundiales y la misma disciplina religiosa,
sufrió cambios notables. Los llamados "Seminarios
Menores", desaparecieron realmente. El Seminario no cerró
sus puertas sino que, comprendiendo los signos de los tiempos,
hizo el viraje necesario: Conservó intacta su
visión y su compromiso con la sociedad porteña; su
convencimiento religioso, también propio del entorno
étnico y social; sostuvo su disciplina de
comprensión y exigencia y consiguió mantener su
prestigio y la estimación de la sociedad que hasta hoy le
exige que permanezca como uno de los centros de mayores
esperanzas para la ciudad y su entorno que ahora reúne
350.000 habitantes y muestra un crecimiento industrial,
intelectual y urbanístico extraordinario.

Estamos en el principal puerto de Colombia,
el municipio más extenso del Valle, uno de los mayores en
población y en riqueza tanto económica como
ecológica. Cosmopolita como pocas. Todo ello nos ofrece un
panorama y un campo bien específico.

No se debe restringir el diagnóstico
al entorno inmediato, pues las realidades del Puerto hacen que la
escuela extienda su campo de influencia a todos los niveles, y
sus alumnos vienen de todos los lugares del
Pacífico.

El Seminario San Buenaventura, a lo largo
de su vida, ha comprendido mejor este medio con sus valores y
falencias, ha encontrado allí el origen de su
diagnóstico y de acuerdo a ello elabora sus proyectos y
realiza su gestión. Es importante conocer el Decreto por
medio del cual Monseñor Valencia crea el
seminario:

DECRETO No. 088

Nos, Gerardo Valencia Cano, m.x.y., por
la Gracia de Dios y de la Santa Sede, Obispo titular de Resaina y
Vicario Apostólico de Buenaventura,

CONSIDERANDO:

  • Que es deber ineludible de todo
    Ordinario de Misión tratar de tener en el menor tiempo
    posible Clero Autóctono. 

  • Que la feligresía del
    Vicario Apostólico de Buenaventura es en casi su
    totalidad bautizada en la religión
    católica. 

  • Que los quince mil estudiantes que
    hay en la ciudad y en las escuelas rurales indican un
    ambiente cultural que no puede dispensarse de la
    profesión sacerdotal. 

  • Que cada año los Colegios de
    Bachillerato están dando excelentes candidatos a las
    Universidades. 

  • Que el Vicario Apostólico
    está en mora de tener sacerdotes
    propios.

DECRETA:

Art. 1. Erígese
canónicamente en esta ciudad el Seminario Menor San
Buenaventura, para formación de los costeños que
aspiran a seguir la vocación sacerdotal.

Art. 2. Adóptase para el
funcionamiento del Seminario Menor el Pénsum Oficial de
Colombia, el Latín como lengua propia de la Iglesia y las
directivas de la Sagrada Congregación de Propaganda
Fide.

Art. 3. Destínanse como dote de
sostenimiento del Seminario los auxilios con dedicación
especial de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide,
las colectas de los primeros domingos, las pensiones de los
seminaristas, los estipendios de binación y
trinación, y las donaciones de los fieles con destino
especial al Seminario.

Art. 4. Desígnase el día
3 de Octubre del presente año para iniciación de
las tareas, por celebrarse en ese día la fiesta de Santa
Teresita del Niño Jesús, Patrona Universal de las
Misiones y Patrona Principal de nuestro Instituto de Misiones de
Yarumal. Art. 5. Nómbrese para la dirección y
administración del Seminario a los Reverendos Padres
siguientes:

Rector: Milcíades
Marín;

Síndico: Antonio
Ruiz;

Prefecto de Disciplina y de Estudios:
Jaime Ossa;

Director Espiritual: Gerardo
Jaramillo;

Confesores Ordinarios: Arnulfo Arango y
Fabio Zuluaga;

Confesor Extraordinario: Rodrigo
Velázquez;

Art. 6. Las Juntas de que trata el
Canon 1.359 quedan integradas así:

1º De Disciplina: Padres Gilberto
Gil y Luis Enrique Ferrer;

Administración de bienes
temporales: Padres Hernán Pareja y Carlos
Barrera;

Art. 7. El Revendo Padre Rector
tomará posesión de su cargo el día 1º
de Septiembre del presente año ante nuestro Vicario
Delegado.  

Dado en Buenaventura, a 31 de Julio de
1.964

(Fdo.) +Gerardo Valencia Cano,
m.x.y.

(Fdo.) Hernán ParejaVicario
Apostólico de BuenaventuraCanciller

  SEMINARIO
AFROCLARETIANO EN EL CHOCO (1978)

En 1978, por iniciativa de los misioneros
claretianos del Chocó, se impulsó la idea de crear
un seminario local, para la formación de las vocaciones
nativas en una región donde esta congregación
venía misionando desde principios del siglo XX, pero sin
haber formado vocaciones autóctonas, después de 70
años. El padre Jaime Salazar fue el escogido para liderar
esta iniciativa. En la ciudad de Quibdó se
consiguió una casa en el barrio la Esmeralda y se
empezó la formación con una docena de
jóvenes con intenciones vocacionales, quienes hasta el
momento formaban parte de los grupos juveniles de las parroquias
de la ciudad.

Estos jóvenes vivían en la
casa de formación y asistían a sus clases en los
colegios de secundaria de la ciudad. Los fines de semana
hacían actividades pastorales como catequesis con los
niños, acompañamiento a grupos juveniles, visitas a
las familias y servicios parroquiales. En el grupo
recibían formación para la vida en común y
análisis de la realidad cultural y social del
Chocó.

Esta experiencia fue apoyada por la
Provincia Claretiana de Occidente pero vista con desconfianza por
algunos Obispos, incluido el Vicario local, quienes creyeron ver
en ella un germen de Iglesia racista porque sus aspirantes eran
todos afrocolombianos. Esto se debía simplemente al grupo
social chocoano en donde se desarrollaba el proyecto. Igualmente
la formación social crítica que recibían los
estudiantes le generó incomprensión entre algunos
sacerdotes de la región y de la
congregación.

Esto determinó el final de la
experiencia tres años después. El Padre Jaime
Salazar fue asignado a otra misión, y los seminaristas se
dispersaron. Tres de ellos perseveraron en otras casas de
formación hasta alcanzar el ministerio
sacerdotal. 

[48]
MONTOYA UPEGÜI, Laura, Autobiografía de la Madre
Laura de Santa Catalina
Carvajal S.A., Cali, 1991,
2º ed. Pag. 200ss.

[49]
Ibid, p. 203

[50]
Ibid, p. 608

[51]
Ibid, p. 622, 623

[52]
MEJÍA U, Mariela, Profetas de esperanza en la selva
Homenaje a las Cofundadoras
, en Caminando Juntas,
Boletín informativo General, Misioneras de María
Inmaculada y Santa Catalina de Siena, Madre Laura No. 13,
Medellín, marzo 2000, p. 82

SEMINARIO AFROCOLOMBIANO DE GUAPI
(1980)

El Padre Miguel Angel Mejía,
visitó varios países del continente africano; en
este recorrido conoció la espiritualidad del pueblo negro
africano, y se encontró con la historia de los 21 santos
mártires de Uganda; entre ellos Carlos Luanga, Kisito
Muyanguirre, Nohema Magali y Matía Mulumba.

Al retornar a Colombia, siendo sacerdote
secular del Vicariato de Buenaventura, hoy Diócesis, se
encontró con Monseñor Gerardo Valencia Cano, quien
en su labor pastoral venía trabajando en beneficio del
pueblo negro en esta ciudad y el litoral.

El Padre Miguel Angel Mejía le
expresó a Monseñor su deseo de trabajar en
beneficio del pueblo afroamericano y le propuso crear en el
Vicariato el Instituto Matía Mulumba; esta idea fue bien
acogida y procedieron a crear el Instituto. Posteriormente
partió para Istmina y con el Obispo de este Vicariato
chocoano, Monseñor Gustavo Posada Peláez, fundaron
el Instituto Carlos Luanga, para trabajar social y
espiritualmente por los afrochocoanos.

El 21 de Enero de 1972, en un accidente
aéreo perdió la vida Monseñor Gerardo
Valencia Cano; y en su lugar fue nombrado Monseñor
Heriberto Correa Yépez. El padre Miguel Ángel
Mejía continuó liderando estas obras, y como
había observado la ferviente Iglesia africana con tantos
Obispos, Sacerdotes, Religiosos, Religiosas y Laicos
comprometidos, proyectando el despertar de la religiosidad de los
africanos; se propuso crear el Seminario
Afroamericano.

En 1980 convocó a los primeros
jóvenes que expresaban tener vocación sacerdotal.
Pensó iniciar en el Vicariato Apostólico de
Buenaventura, en el lugar llamado Tortugas, pero no fue posible,
entonces partió para la Prefectura de Guapi, donde fue
acogido por el Prefecto Apostólico Monseñor
José Miguel López, y se procedió a darle
apertura el 2 de Febrero de 1981; se inició usando como
sede tres casas arrendadas al INCORA.

La formación académica se
recibía en la Normal y en el Colegio Integral San
José de Guapi-Cauca. La Filosofía en el Seminario
Mayor y en la Universidad Santo Tomás y la Teología
en la Universidad Javeriana. Filosóficamente el Seminario
se fundamentaba en tres elementos principales: la Oración,
el estudio, y el trabajo.

El seminario fue muy acogido por la
comunidad y los religiosos de la Prefectura, pero debido a malos
entendidos el Nuncio Apostólico Monseñor Angelo
Acerbi envió como visitador a Monseñor José
Luis Serna Alzate. En 1982 Monseñor José Miguel
López renunció y la Santa Sede nombró a un
nuevo administrador Apostólico, Monseñor Alfonso
María Guerrero quien cambió el nombre del Seminario
Afrocolombiano por el de Seminario de la Prefectura
Apostólica de Guapi.

En diciembre de 1983 envió cartas a
los familiares de los seminaristas para que no regresaran al
seminario pero Arnulfo Mina, Francisco Rodríguez, y
Trífilo Viveros, que ya habían iniciado la
Filosofía regresaron a continuar su
formación.

En 1985 se presentaron dos opciones para
continuar los tres seminaristas en Tumaco con Monseñor
Miguel Ángel Lecumberry o con Monseñor Pedro
Rubiano Sáenz, Arzobispo de Cali en esa época.
Así el grupo continuó en la Fraternidad Sacerdotal
y Monseñor Pedro Rubiano Sáenz le asignó al
Padre Miguel Ángel Mejía la Parroquia de San Rafael
Arcángel en los barrios la Rivera, Chiminangos, Guayacanes
y Barranquilla en la ciudad de Cali.

Al grupo se unió el joven mestizo
Gabriel Romero, oriundo de Umbitá, Boyacá, y un
estudiante de Teología oriundo de Kampala, Uganda, John
Mary Sakayima. Al terminar los estudios de Filosofía y
Ciencias Religiosas en la Universidad de Santo Tomás en
1989, Monseñor Pedro Rubiano Sáenz les brinda la
posibilidad de incardinarse a la Arquidiócesis de Cali,
pero también tenían la propuesta de Tumaco y eligen
esta última para estar en el Pacífico, menos
Gabriel Romero quien se quedó en Cali y se ordenó
sacerdote.

En enero de 1989 continúan los
estudios teológicos en la Ceja, Antioquia, en el Seminario
Nacional de Cristo Sacerdote. En 1990 se retira por dificultades
familiares Trífilo Viveros. Arnulfo Mina, Francisco
Rodríguez y John Sakayima se ordenaron sacerdotes. El
Padre Miguel Ángel Mejía continuó apoyando a
los jóvenes Afro en su vocación, entre ellos al
padre Primo Feliciano, actual párroco de la Catedral de
Buenaventura.

La intuición del Padre Miguel
Ángel Mejía y de los jóvenes que
participaron de la experiencia del Seminario Afroamericano hayan
llegado a la ordenación o no, deja un precedente que se
convierte en reto para la iglesia colombiana.

Entre los criterios válidos de esta
experiencia se pueden subrayar:

  • La prioridad para las vocaciones
    Afrocolombianas.

  • Apertura para recibir los
    jóvenes Afro.

  • Involucrar religiosas Afro en el Equipo
    formador, pues desde el inicio de la experiencia el Padre
    Miguel Ángel invitó a la Hermana Alma de Uganda
    para apoyar el grupo.

  • Ubicación en territorio de
    mayoría Afro, Buenaventura, Tumaco, con apertura para
    la formación.

FRATERNIDAD MISIONERA DE MARIA
(2003)

Actualmente se realiza en la
Diócesis de Tumaco, con el apoyo de Monseñor
Gustavo Girón Higuita la experiencia de fundación
de una Congregación afrocolombiana, con el entusiasmo y
entrega de la Hermana Elsa Gutiérrez, Carmelita Misionera.
La Hermana Elsa es nativa de Guachal-Río Mira y ha sentido
su inspiración en la realidad de la Costa Pacífica
y en María, la mujer humilde y pobre que sabe servir y
entregarse y que estuvo al lado de los Apóstoles cuando
nacía la Iglesia.

La marginación, el analfabetismo, la
pérdida de los valores propios, la falta de identidad, la
pobreza extrema, el conflicto armado, son entre otros los
elementos de la realidad de la Costa Pacífica que llevaron
a la Hermana Elsa a solicitar un permiso en su
Congregación para dedicarse al sueño de propiciar
una nueva Congregación de mujeres entregadas y audaces que
acompañen el proceso del pueblo.

Como objetivo se busca rescatar la
espiritualidad del pueblo de la Costa Pacífica para
así poder apoyar la propia región, no se excluye
que posteriormente se pueda tener una proyección a otras
regiones, pero la inspiración inicial es " Desde la costa
pacífica para la costa pacífica" por la urgencia
actual y las amenazas contra la vida del pueblo.

Teniendo en cuenta las dificultades que se
presentan al realizar la Pastoral vocacional en la región
el nuevo Instituto se propone tener como punto de partida la
cultura del pueblo del Pacífico, en su gran mayoría
afrocolombiano, donde la identidad se expresa en el ritmo, la
alegría, los cantos y un profundo sentido de familia
extensa. Generalmente las familias se preocupan por apoyar el
estudio de sus hijas e hijos con el objetivo que ellos a su vez
respalden económicamente a sus padres y hermanos, cuando
consigan un empleo mejor remunerado; esta realidad ha truncado
muchas vocaciones pues la joven por el voto de pobreza debe
renunciar al manejo de los ingresos que pueda percibir y todos
entran al fondo común de la respectiva
Congregación, de esta forma es imposible pensar que se
pueda apoyar económicamente a la familia.

Para superar esta situación la
hermana Elsa se propone trabajar de manera integral la
formación espiritual y la capacitación para
conformar algunas microempresas de acuerdo a los recursos del
medio, puede ser relacionado con la pesca, la agricultura, la
minería, una panadería, una tienda comunitaria y
las ganancias serán para el mantenimiento del grupo y la
designación de un porcentaje para apoyar a las respectivas
familias.

Explicando el significado del nombre
elegido encontramos que en el concepto de Fraternidad se quiere
resaltar uno de los valores más fuertes del pueblo
afrocolombiano de la costa pacífica, la capacidad de
acogida, la alegría, el compartir, la solidaridad.
Misionera por el llamado concreto a trabajar por los más
pobres buscando su promoción integral y de María
por encontrar en ella la inspiración inicial de la
fundación.

Actualmente la Fraternidad Misionera de
María cuenta con 13 aspirantes y la construcción de
la tercera parte de la casa San José en Chajal, como casa
madre, pretenden inaugurarla en diciembre de 2003 con la
celebración de la navidad, como el mejor regalo para el
pueblo afronariñense e iniciar el proceso de
formación en marzo de 2004.RELIGIOSOS Y RELIGIOSAS AFRO
EN DIFERENTES CONGREGACIONES

Según la Conferencia de Religiosos
de Colombia, CRC, Sección Afrocolombiana y la CLAR son muchas las Congregaciones
Religiosas en Colombia que posibilitan el ingreso a
jóvenes afrocolombianas vocacionadas, a pesar de que en
muchos casos no se ha logrado una reestructuración del
proceso de formación que tenga en cuenta las diferencias
culturales de las diferentes etnias. Entre las Congregaciones con
significativa presencia de religiosas afrocolombianas podemos
enumerar: Hermanitas de la Anunciación, Teresitas,
Terciarias Capuchinas, Presentación, Salesianas, Lauritas,
entre otras.

Religiosos y religiosas Afro aportan
creatividad a las celebraciones litúrgicas

La multietnicidad y la pluriculturalidad
son la nota características de los distintos contextos en
los que nos movemos hoy. Paradójicamente en un mundo cada
vez más globalizado las particularidades de cada persona
de cada grupo y el reconocimiento del otro y la otra como
diferente están hoy más que nunca al orden del
día.

A esta realidad no escapa la vida
religiosa, que antaño fue discriminatoria, las distintas
congregaciones han abierto sus puertas para que personas de
distintas etnias se unan a sus causas. Este es un gran
desafío pero también es la gran posibilidad que
tienen las congregaciones e institutos religiosos de seguir
viviendo y de responder a la realidad que nos plantea el mundo de
hoy. "La vida religiosa es pluriétnica y multicultural o
tiende a desaparecer".

Sin lugar a dudas la presencia de los y las
afrodescendientes dentro de las Congregaciones e institutos
religiosos ha hecho de esta una vida religiosa más
realista, capaz de enriquecerse con lo diferente en vez de mirar
con sospecha todo lo nuevo y lo distinto. Esta presencia un tanto
nueva plantea para los religiosos y religiosas afro-descendientes
algunos desafíos:

  • Es necesario trabajar la identidad de
    los religiosos y religiosas afrodescendientes para que se
    identifiquen como personas y como miembros de un grupo humano
    con una historia que buena o mala es la que ha permitido que
    estemos aquí. 

  • A nosotros y a nosotras nos toca hacer
    dialogar la espiritualidad cristiana con la espiritualidad
    que han ido creando y recreando nuestros antepasados como un
    elemento valido de resistencia y de sobrevivencia,
    entendiendo que el Dios de la vida ha estado y está
    presente en nuestras comunidades cuando esclavizadas,
    humilladas, marginadas, excluidas han entendido y resistido
    buscando nuevas alternativas de vida. 

  • Es deber y compromiso sin tregua de los
    y las religiosos y religiosas afro-descendientes motivar a la
    vida religiosa y a la Iglesia para que se comprometa con el
    proceso de liberación integral que se está
    gestando en América Latina y el Caribe para los
    pueblos afro-descendientes, no podemos perder de vista que
    ante la situación de esclavitud, la pobreza y el
    etnocidio cometido en todos los tiempos contra el pueblo
    africano y afro-descendiente a la Iglesia le ha faltado una
    voz profética y evangélica en contra de los
    poderes de turnos y mas bien, se ha acostumbrado a convivir
    con los sistemas y estructuras aún cuando sean
    injustos. 

  • La Iglesia ha discriminado a las
    personas de descendencia africana, fue en muchos de sus
    frentes esclavistas, condenó a alguna gente por su
    compromiso con los afrodescendientes y con los
    indígenas y en muchos momentos justificó los
    atropellos y el genocidio contra los hombres y las mujeres
    africanas o su descendencia, esta es una deuda no pagada.
    Nosotros los afro-descendientes podemos y debemos impulsar a
    nuestras congregaciones e institutos religiosos para que
    asuman compromisos directos con la población
    afro-descendientes en áreas que vayan encaminadas a
    restaurar todo el daño hecho a lo largo de nuestra
    presencia en América y el Caribe.

Desde los principios evangélicos la
Iglesia es enviada a continuar la obra salvadora de Jesús
quien fue ungido "para traer la buena nueva a los pobres,
para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que
pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y para
proclamar el año de gracias del Señor"


Lc. 4, 18
. Jesús opta por personas, comunidades y
pueblos concretas, esta opción de Jesús puede ser
hoy visibilizada mediante un compromiso real de la Iglesia y la
vida religiosa en favor de los afro-descendientes para que tengan
las mismas oportunidades de todas las otras personas con quienes
se comparte esta patria grande, para que el tapiz
multiétnico y pluricultural de América y el Caribe
sea un aporte a todo los pueblos del mundo como una posibilidad
de construcción de unidad en la diversidad y donde es
posible llamar al otro hermano, hermana mas allá de las
diferencia que hacen particular a cada uno, a cada
una. 

  • Ser hoy religioso, religiosa
    afro-descendiente es tener la posibilidad de hacer dialogar
    una Iglesia europensante con una identidad afro-descendiente
    que se ha ido construyendo en América y el Caribe y
    que de una u otra forma ha recreado las vivencias
    espirituales de África y a acogido de manera muy
    particular toda la doctrina cristiana con el único fin
    de apostarle a la Vida. Gracias a esta apertura la Vida
    Religiosa puede ser enriquecida con la participación
    dentro de las congregaciones e institutos de algunas personas
    afro-descendientes. No es necesario crear una vida religiosa
    o una Iglesia para los y las afro-descendientes pero si es
    necesario abrir, optimizar los espacios que se tienen tanto
    dentro de la Iglesia como dentro de las Congregaciones e
    Institutos Religiosos para que estén más en
    favor del desarrollo integral de los pueblos
    afrodescendientes de América y el
    Caribe. 

ENCUENTROS DE VIDA RELIGIOSA
AFROCOLOMBIANA

Recordemos que los Encuentros de Pastoral
afrocolombiana habían comenzado en 1991 y a ellos
asistían laicos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y
religiosas. A todos al mismo tiempo nos unía un mismo
espíritu, una misma temática, un mismo ideal en la
gran novedad de irnos conociendo.

Venidos desde los diversos rincones del
país, desde diversas congregaciones, con experiencias
distintas pero, con el anhelo de compartir prácticas
pastorales para enriquecernos mutuamente. En este compartir se
fueron produciendo encuentros espontáneos y en estos
espacios se gestó la idea de encontrarnos con
dinámica propia para conocernos mejor, saber como se
vivía la vocación, las dificultades, las fortalezas
que brinda la Vida Consagrada, qué aportes
estábamos haciendo y sobre todo revisar y optimizar el
compromiso con nuestro pueblo.

Esta idea embrionaria dio pie para ponernos
en contacto con algunos agentes de Pastoral de Brasil que ya
tenían ciertos recorridos en Encuentros de Obispos y
padres negros, tales como Fray David Raimundo Santo, Padre
Sabastiao, Padre Antonio Aparecido da Silva, Hermana Sonia
Querino, entre otros, todos ellos influyentes en nuestro
caminar.

Posteriormente nos dimos a la tarea de
escribir a los diversos Institutos de Vida Consagrada, a los
Seminarios y Sacerdotes, con el objetivo de identificar a los
Agentes de Pastoral Afrocolombianos y Afrocolombianas.
Después de haber obtenido una información valiosa
con los que respondieron, procedimos a realizar nuestro primer
encuentro en el año 1996.

El principal objetivo fue, habilitar un
espacio propio y autónomo como religiosos y religiosas,
seminaristas, sacerdotes afrocolombianos, para compartir nuestras
experiencias de consagrados, reflexionar el compromiso con la
causa del pueblo negro de Colombia y de América para
aportar al proceso de liberación que vive este
continente.

La respuesta fue muy satisfactoria,
asistieron 63 religiosos y religiosas vicentinas, franciscanas,
lauritas, sacerdotes diocesanos, religiosos franciscanos, del
Verbo Divino, Jesuitas africanos, entre otros. Aunque hubo mucha
participación, por la respuesta a la convocatoria, el
objetivo no se cumplió en su totalidad, puesto que la
calidad de los participantes de todas las edades y principalmente
la presencia significativa de las y los religiosos mestizos no
propició el ambiente para un diálogo más
amplio y sincero sobre nuestro ser y quehacer en la vida
religiosa sin ser condicionados. En el plano de la experiencia
personal el encuentro no fue satisfactorio, pero el plano de la
perspectiva pastoral fue todo un éxito. Se expusieron las
diversas experiencias en contexto de afroamericanos, se
constató que los religiosos están más
profundamente comprometidos con el carisma de sus congregaciones
y se desempeñan en salud, colegios, cuidado de adultos
mayores, y no hay una preocupación concreta para apoyar el
proceso del pueblo afrocolombiano. El compromiso, el tiempo y el
espacio para estudiar y difundir la Ley 70 y apoyar los Consejos
Comunitarios no existe o es casi nulo.

El segundo encuentro se realizó en
los Pomos, Medellín, en 1998. Fue emocionante y
fructífero por el reencuentro, en el compartir
manifestaron la satisfacción por haber logrado socializar
por primera vez lo afro en sus Congregaciones, Seminarios, en la
práctica de grupos y movimientos, se daba inicio a una
nueva participación y sensibilización hacia el
mundo del afrocolombiano, desconocido e
invisibilizado.

De este encuentro salieron tareas
como:

  • La necesidad de realizar un censo para
    saber el número de religiosos y religiosas
    afrocolombianas. Para ello se enviaría una carta a las
    comunidades religiosas. Esta actividad se realizó,
    hubo poca respuesta, pero se tabuló con las que
    respondieron. La invitación continúa abierta
    para los religiosos y religiosas
    afrocolombianos. 

  • Que los Institutos de Vida Religiosa,
    en la medida de lo posible ubiquen a los afrodescendientes
    religiosos y religiosas en lugares de presencia del pueblo
    negro para afianzarse en un mayor compromiso con su pueblo
    pobre. 

  • Esta experiencia fue articulada,
    ampliada y enriquecida con los encuentros de vida religiosa
    continental, realizados en Quito, Ecuador y en Buenaventura,
    Colombia, dinamizados por la CLAR.

  VIDA SACERDOTAL
AFRODIOCESANA

Hasta en los vientos del sur que mueven las
aguas del majestuoso río Atrato se descifraban el grito
negro del regocijo. El arrebolo se armó y la calentura
explotó: Mi gente, tenemos su cura negro como
nosotros
. Toda esa alegría salía del
¿Cómo así que no
podemos?

El día se veía llegar, el
padre Antonio Mena Mena nos venía a visitar. Toda la selva
aplaudió, todas las montañas se inclinaron, los
espantos se asustaron, el río Atrato corrió
pa´ arriba, los pescados saltaban en el agua y los
afrodescendientes en seco; Río Sucio se paralizó y
su corazón con un latido ancestral a todos
entusiasmó.

Pero el gozo no terminó, desde los
ochenta el grito se prolongó: Alirio, Evelis y Neil,
nuevos curas hijos de la Selva, renovaron el eco del pueblo:
Tenemos sus curas negros, re, mi raza.

Esto demuestra que nuestros pueblos afros
se identifican con sus sacerdotes y religiosas afros. Pero
¿la estructura de la iglesia permiten su formación,
que los afroreligiosos avancemos en el crecimiento por los
valores culturales y en la fortaleza de la identidad? ¿o
acaso la inculturación no se habrá confundido con
la conquista?

Traduciendo sistemas culturales y
religiosos de otros lados se la han pasado
dijo una
señora. Además cuando uno es buen
católico tiene que abandonar lo que es y lo que ha sido
cuando es negra
.

El clero afrodiocesano ha de sentir y
exigir la atención real del pueblo negro. Pues la
evangelización de Jesús no elimina la cultura, la
valora y a ella sirve para promoverla. Hemos de pensar hasta que
punto los uniformes, los ritos, usos y costumbres que celebramos
y tenemos pertenecen al espíritu de un cristianismo
renovado y liberador.

La inculturación es como el
retoño de la semilla que sale de la semilla, pero para
producir otra semilla con la misma identidad natural. ¿Por
qué la evangelización de muchos sectores ahoga los
pueblos, si las semillas del verbo están esparcidas en las
culturas?

El sacerdote afrodiocesano parece ser uno
más del montón estructural, sino ahonda en la
búsqueda de sus raíces y se preocupa por renovar su
identidad.

Las diócesis han de procurar
implementar la pastoral afrocolombiana que opere, y sea planeada
con el pueblo y para él.

La vida afrodiocesana se sume en la
tranquilidad y la quietud, lujo, lucro y comodidad
institucionalizada; cuando un afro conoce y ha visto la
humillación de su pueblo y recuerda que hizo nuestro
hermano Moisés por su pueblo de Israel; ha de sentir el
llamado de los ancestros a la rebelión interior y comenzar
un proceso de desaprendizaje para que nuestras comunidades no
ahoguen su grito de gozo y libertad.

En nombre de nuestros antepasados hagamos
las cosas lo mejor que podamos y no entristezcamos al
espíritu de nuestros ancestros.

Los afrocolombianos somos la esperanza de
la renovación de la iglesia.

Que el poder que hemos recibido lo
utilicemos al servicio de las comunidades y pueblos; quebremos
los ladrillos de los rezos y abramos el corazón al llamado
del Dios de la vida.

El sacerdote afrocolombiano debe ser
sujeto activo en el proceso actual de su
pueblo
 

Huellas de
africanía en Colombia

  AFRICANIA EN LA COSTA
CARIBE

Es común escuchar la
afirmación "en el Pacífico es fácil que la
población se identifique como afrodescendiente, pero en el
Atlántico no", su población reivindica la
ubicación geográfica y prefiere ser reconocida como
caribeña. De la mano de una investigadora reconocida en el
marco nacional e internacional como Nina S. de Friedemann[53]
encontramos, entre otras, las siguientes huellas de
Africanía en el Caribe:

a) El Carnaval de Baranquilla: El
estudio del carnaval contemporáneo en Barranquilla, Santa
Marta y Ciénaga, ha permitido encontrar en el ritual una
historia de su organización que se remontan hasta los
tiempos en que los esclavizados se organizaron en
Cabildos.

Las rivalidades tribales africanas que
fueron estimuladas por la sociedad esclavista de la colonia se
plasmaron en Cartagena con identidades de memoria africana –
Carabalí, Mina, Mandinga, Congo, Arará –
propiciando una proyección cultural en el Carnaval que se
arraigó en Barranquilla: Los Congos, una danza de hombres.
La danza ha llegado hasta nuestros días como un ritual de
guerreros ataviados con colores fulgurantes enormes bonetes con
colas tapizadas de símbolos y el desafío de los
sables que alterna con el reto del toque de tambor de cada grupo.
Los recuerdos del hábitat de la selva y de las sabanas
africanas aunados al ambiente del trópico suramericano se
expresan en manadas de máscaras de animales danzantes:
Tigres, micos, pájaros, perros, toros, insectos enmarcan a
los congos que danzan batallas alegóricas de defensa
territorial en sus barrios. Luego se desplazan en
representación teatral por las calles céntricas de
la ciudad. El carnaval con el paso de los años y las
urgencias de afirmación de identidades regionales en el
país, se ha convertido, no sólo en un perfil del
Caribe colombiano, sino que ha sido adoptado como uno de los
símbolos de la nacionalidad cultural
colombiana.

b)La música costeña:
Entre los ritmos musicales denominados costeños
están la cumbia, el bullerengue, el chandé, el
mapalé, el abozao, la gaita o porro tapao, el vallenato,
los cantos de zafra, de vaquería y los cantos de
Lumbalú.

La cumbia, una danza de hombres y mujeres,
es otro de los símbolos regionales de cultura negra que
han sido adoptados como emblemas de nacionalidad; empezó a
configurarse en el ámbito de la esclavitud en Cartagena de
Indias para las fiestas religiosas españolas de La
Candelaria:

"hombres y mujeres en gran ruedo,
pareados pero sueltos, sin darse las manos, dando vueltas
alrededor de los tambores, las mujeres enfloradas la cabeza con
profusión …Balanceándose en cadencia muy erguidas
mientras el hombre ya haciendo piruetas dando brincos, ya
luciendo su destreza en la cabriela, todo al compás…
Bailaban a cielo descubierto al son del atronador tambor
africano"

(Posado Gutierrez 1929)[54]

Con el correr de los tiempos, la cumbia
definió sus perfiles, los músicos se subieron a
tocar en tarimas altas alrededor de las cuales negros, mestizos y
mulatos disfrutaron las fiestas. Durante muchos años,
antes de que las danzas populares fueran integradas al carnaval
de Barranquilla, allí los grupos danzantes se
reunían en barrios tradicionales como Rebolo a bailar en
sitios llamados cumbiambas. Este término produce
la voz cumbia y a su vez se relaciona con el vocablo
cumbancha cuya raíz kumbaproviene del occidente
africano: es gentilicio mandinga, también el país
del Congo y su rey se llamó rey de Cumba.
Además entre los congos el término, significa
gritería, escándalo, regocijo y nkumbi es
un tambor[55].

Se reconoce que la cumbia también
tiene influencia de las tradiciones indígenas por el uso
de las gaitas y de la española por el atuendo, pero su
ritmo dominante es el de los tambores africanos, y la cadencia
del cuerpo evoca las danzas sagradas y guerreras de algunas
tribus de la madre África.

El Vallenato es una canción con
ascendiente y presencia negra. Tiene sus raíces en los
cantos de trabajo en las haciendas y también en los grupos
de bogas en la colonia. El vallenato canta y narra, es mordaz con
humor y gracia, es crítico en la política, la
religión y el trabajo, gime con el amor y llora con el
desamor. Sus narrativas siguen viajando de pueblo en pueblo y son
un registro de leyendas, mitos, e historias en amplias regiones
que son ganaderas y están pobladas por descendientes de
"cimarrones negros, de negros libres y, desde luego, del
resto de gentes que allí confluyeron
"[56].

Igual que en el caso de la cumbia, para ser
fieles a la investigación, es preciso reconocer la
influencia de las coplas españolas en la mayoría de
los versos que hoy hacen parte de la música popular en
Colombia, no obstante vale recalcar que la esencia narrativa del
Vallenato, la expresión gestual de sus interpretes y, por
encima de todo, la intención de la canción es la
entrega de un mensaje. El cantor arruga el rostro, gesticula, se
comunica. El acordeonero es capaz de dejar el instrumento para
hablar con las manos. Aquí no se puede menos que evocar la
figura del griot de los territorios africanos del
occidente, en el antiguo Mali en el siglo XVI vestido con
máscaras de pájaros recitaba la historia, la
leyenda, la genealogía, la sabiduría de la
artesanía y de la religión. Eran una especie de
casta de juglares, a la vez poetas y músicos encargados de
preservar la tradición.

Entre los instrumentos tradicionales con
que se toca el Vallenato está la guacharaca, que es un
instrumento de fricción, hecho del tallo de una
caña a la que se tallan estrías. Con una costilla
de res o con un trinche se raspa la caña. La guacharaca
fue el primer instrumento que con voz similar a la de una pava
silvestre, que anuncia la lluvia, se unió a los cantos de
vaquería de donde saldría el vallenato. El
acordeón es un instrumento típico de muchos puertos
del mundo, que parece haber llegado a Colombia y al vallenato a
finales del siglo XIX. La trilogía básica la
completa la caja, de clara estirpe africana, con memoria de
tambores, con un parche que inicialmente era de la piel del buche
del caimán, y después fue reemplazado por cueros de
venado, chivo o carnero[57].

Con el tiempo, al vallenato han ingresado
otros instrumentos y de él han surgido otros ritmos que lo
han convertido en un pozo de creatividad: Puyas, merengues,
sones, paseos o tamboras, forman una intrincada genealgía
musical. Esta confluencia ha contribuido a que el vallenato se
haya constituido en otro símbolo de la identidad cultural
de Colombia. Tiene la inagotable huella del legado africano, no
sólo en la conformación socio-histórica del
hecho artístico, sino en la misma esencia del
fenómeno musical.

d) Africanías en la obra de
Gabriel García Márquez:
El premio Nóbel
de Literatura, que constituye una gloria para Colombia, construye
una realidad fantástica ubicada en Macondo; este vocablo,
en la lengua bantú,designa al plátano y conlleva
significados mágico-religiosos. El autor De Granda afirma
que Macondo es un símbolo de "la sociedad abigarrada,
multirracial, mulata, que describe García Márquez y
que corresponde por entero a la fisonomía de un territorio
en el que indios, blancos, y sobre todo africanos, han vivido
juntos durante varios siglos
"[58].
Este territorio es zona de cultivos intensos de plátano y,
de acuerdo con García Márquez, el nombre es una
memoria de sus años infantiles y jóvenes en las
vecindades de Aracataca, donde existía una hacienda con
ese nombre[59].

e) El Palenque de San Basilio: En
las tierras de plátanos y de ganados, en las
cercanías de Cartagena, pervive hasta nuestros días
huellas de la presencia africana en la vida cultural y social del
Palenque de San Basilio. Dueños de una lengua criolla
propia, considerada como una reliquia lingüística en
América, tiene vocablos bantúes de las hablas
Ki-kongo y kimbundu.AFRICANIA EN EL
PACIFICO

a) Ombligados de Ananse o la
práctica de ombligar a niños y niñas:
En
el Baudó existen dos rituales focalizados en el ombligo
del recién nacido: El primero se celebra cuando alguien
nace. La madre entierra la placenta y el cordón umbilical
debajo de la semilla germinante de algún árbol
escogido por ella y cultivado en la zotea desde que sabe que
está embarazada. En lugares del Alto Baudó, como
Chigorodó, las zoteas siempre tienen cocos en
retoño con los cuales las madres hermanan a su
descendencia. Cada niño o niña distingue con el
nombre de "mi ombligo" a la palmera que crece nutriéndose
del saco vitelino enterrado con sus raíces el día
del alumbramiento. Esta práctica se extiende por casi todo
el Pacífico colombiano.

En Surinam los miembros del winti,
una religión emparentada con el vudú del actual
Benín, tienen ceremonias comparables. Sus practicantes
femeninas, no sólo toman los mismos baños rituales
de las afrobaudoseñas, sino que también entierran
la placenta y sobre ese punto del jardín plantan un
árbol.

La segunda y última ombligada ocurre
cuando es necesario curar la herida que deja el ombligo al caer.
Como en otros lugares del Afropacífico, antes de realizar
el rito los padres tienen que haber escogido un animal, planta o
mineral cuyas cualidades formarán parte del
carácter del niño o niña y las cuales
irán siendo incorporadas a partir de que se esparzan los
respectivos polvos sobre la cicatriz umbilical. Por esta
razón es usual que, al observar a alguien la gente trate
de inferir como fue ombligado[60].
Algunas referencias de ombligados pueden ser con la hormiga
conga, para que no sienta dolor si es picado por hormigas y para
que su saliva cure a quienes han sido picados, con la hormiga
arriera para que sean trabajadores, con mancua, para que sean muy
atractivos y atractivas al sexo opuesto, con araña o
ananse para que sean astutos….

Jaime Arocha explica que Anansi es
una voz del idioma akán, emparentada con Kwaku
Ananse
, Annacy y Nansy, como muchos
pueblos de la Costa de Oro del África Occidental bautizan
a una de las encarnaciones del creador del caos. En Costa Rica,
Belice, Nicaragua, Panamá, Surinan y en las Islas de
Jamaica, Saint Vincent y Trinidad y Tobago tambien conocen al
embaucador Anansi, a quien además apodan Bush
Nansi
, Compé Nansi y Aunt Nancy. En
el archipiélago colombiano Anansy ha sido llamada
Miss Nancy, Gama Nancy y Breda Nancy.
La Ananse o araña es la encarnación de un
dios o diosa de los pueblos fanti-ashanti del Golfo de
Benín. Es importante que donde todavía viven
comadronas y parteras que conocen estas prácticas nos
cuenten quien se las enseñó y para que
sirven.

b) Tradiciones del ritual mortuorio:
El ritual mortuorio es uno de los sellos más visibles de
la identidad afrocolombiana especialmente en la región del
Pacífico; por eso desde el CEPAC y la Sección
Pastoral de Etnias de la Conferencia Episcopal se motivó
una investigación desde cuatro dimensiones: Experiencia de
Dios, Experiencia de humanidad, Ritual en sí mismo y
Perspectiva para la pastoral afroamericana. A través de
estas categorías se intentó globalizar la
experiencia de este ritual en la relación de lo
trascendente con lo inmanente. Se lograron sistematizar y
socializar, entre otras, las siguientes conclusiones:

La muerte se relaciona tanto con este
mundo, como en la vida del más allá. La persona
muerta, vive y participa de todo lo que está sucediendo a
su alrededor, no es una persona que se ha ido, sino un hermano o
un amigo que sigue participando de la vida.

Los muertos viven en el corazón de
todos los de la comunidad. En las comunidades afrocolombianas del
Pacífico se demuestra el amor por los muertos, a
través de manifestaciones fuertes de llanto, de los cantos
como los alabaos porque ante el dolor de la muerte se canta y
llora en un solo momento.

El camino del difunto hacia la otra vida
depende mucho de las actividades de los vivos. Un ejemplo de esto
es cuando un vivo, ofendido por el difunto cuando todavía
vivía, no quiere perdonarle ni aún después
de su muerte; esta actitud le retrasa la llegada ante Dios o al
descanso al difunto. Así mismo cuando alguien de la
comunidad trabaja el día de la muerte de otro miembro de
ella, le obstaculiza el camino del difunto porque éste
sigue al vivo.

Igual ocurre cuando un difunto ha dejado un
entierro o cualquier prenda donde no se den cuenta, él se
manifiesta a alguien en sueño para que mueva el objeto del
lugar en el que se encuentra, y así poder quedar libre, en
paz con Dios y descansar.

La relación de los vivos con los
muertos es muy importante porque son los vivos quienes le
facilitan el viaje al difunto al cumplir todos los ritos o
creencias tradicionales. La no observancia de las tradiciones
rituales mortuorias, como por ejemplo no hacerle el velorio al
difunto hace que el alma reclame y se aparezca, porque no llega
al reino de los cielos. Lo que traería además como
consecuencia, el rechazo y la crítica a la familia, por
parte de la comunidad.

Los vivos les ayudan a los muertos a
disminuir sus penas a través de los rezos y cantos. Por
eso hay que rezar y cantar con mucho respeto, y además sin
equivocarse, y en caso de hacerlo se debe comenzar a rezar de
nuevo. También al rezar por un muerto se le refresca, se
les da agua.

Si se reza por los difuntos de igual manera
en el momento de la muerte propia, alguien rezará. En la
relación entre vivos y muertos, existe una experiencia de
miedo que se calma ayudando en el entierro del difunto y
participando en su novenario.

A través del ritual mortuorio se
presentan signos de libertad, ya que el difunto deja atrás
toda una vida de lucha, de privaciones, y se busca a
través de estos ritos, ayudarle a salvar el alma para la
otra vida.

La muerte convoca más que la
enfermedad, porque en la enfermedad hay todavía la
esperanza de que la persona no muera. Mientras que una vez
muerto, ese día es de él, ya que no va a estar
más con los vivos. Por lo tanto se suspende toda actividad
para dedicarle al día en despedida, porque es lo
último que se lleva la persona consigo.

De forma tal que la muerte congrega porque:
Es el último servicio que se le presta a la persona; por
temor a lo desconocido, para evitar las posibles venganzas del
difunto, para asegurar la compañía en la futura
muerte, sea la de un familiar o la propia; para que los muertos
sean los aliados mientras se está en esta vida, y ayuden a
llegar a ver la cara de Dios, cuando llegue el turno de cada uno.
El fin de la vida en este mundo se vuelve un llamado de
atención sobre la forma de vivir.

Los muertos son intermediarios entre los
vivos y el más allá, por eso es necesario ganarse
los favores del otro mundo, preparando el camino que cada persona
debe recorrer. Y esto se logra a través del rito
mortuorio.

La muerte, al convocar a toda la familia y
a la comunidad, ayuda a reforzar la unidad y a superar los
conflictos que se hayan presentado.

A través de la conservación
de la tradición, se valora la cultura como fuerza de
unidad, en donde la familia y la sangre o comunidad, ocupa un
lugar destacado, con la muerte se llega a la experiencia esencial
de la vida.

La no observancia de las tradiciones
rituales mortuorias, pueden producir desgracias en la comunidad,
porque el muerto queda resentido[61].

Analizando la influencia de tradiciones
africanas en el ritual mortuorio es muy significativo que en el
libro "Ombligados de Ananse", el autor Jaime Arocha presenta una
relación entre el moño negro en forma de mariposa,
que se coloca en la parte superior del altar donde se realiza el
velorio del difunto, y el hacha de Changó, a que hacen
referencia los pueblos afrodescendientes de Cuba y Brasil por
efecto de la influencia Yoruba[62].

Forma tradicional de arreglar la
tumba para la última noche del velorio, en el
Pacífico colombiano

En la situación actual estas
tradiciones se conservan y aún resurgen con más
fuerza, representan la valoración de la identidad como
pueblo afrocolombiano. Algunas comunidades y personas se ven
afectadas por la realidad del conflicto actual, los
desplazamientos masivos, la influencia de la sociedad de consumo
que sólo valora lo que produce ganancia y eficiencia y
sobre todo el abuso extremo de actores armados que, además
de asesinar a los miembros de las comunidades, prohibían
recoger los cadáveres para sepultarlos.
 

[53]
FRIEDEMANN, Nina S. de, La saga del negro, publicaciones
U. Javeriana, Bogotá, 1993, p.93

[54]
Ibid, p.94

[55]
ORTIZ, Fernando, Nuevo catauro de cubanismo, Editorial
Ciencias Sociales, La Habana, 1985, p.184

[56]
Ver n.53 p.95

[57]
Cf. QUIROS OTERO, Ciro, Vallenato: hombre y canto, ICARO
editores, Bogotá, 1983, p.192

[58]
DE GRANDA, Germán, Un afortunado fitónimo
Bantú: Macondo
. Estudios lingüísticos
hispánicos, afrohispánicos y criollos, Editorial
Gredos, Madrid, 1978, p.234

[59]
Ver n.53 p.97

[60]
Cf. AROCHA, Jaime, Ombligados de Ananse, Utópica
Ediciones, Bogotá, 1999, p.16

[61]
SECCION PASTORAL DE ETNIAS
de la Conferencia Episcopal de Colombia,
interpretación del ritual mortuorio en
Boletín PUEBLOS, Nº 4 de enero 1994, p.40

[62]
AROCHA, Jaime, Ombligados de Ananse, Hilos ancestrales y
modernos en el Pacífico colombiano
, o.c.,
p.144

 

Algunos
héroes y heroínas de nuestra historia
afrocolombiana

AGUSTINA

Agustina fue esclava del en el sector de
Tadó, Chocó (1795), poseedora de una gran belleza
corporal que enloquecía a cualquier admirador. La
permanente codicia machista y lujuriosa del esclavista Miguel
Gómez logra seducirla coercitivamente, finalmente queda
embarazada. Para un esclavista tener un hijo con una esclava y
reconocerlo constituía un escándalo. El amo quiere
obligar a la esclava a abortar, pero esta mujer negra rebelde se
niega y es torturada por su amo. Agustina procede a demandar al
amo ante el juez Álvarez Pino y el gobernador de ese
entonces José Michaeli. Estas autoridades, protectoras de
los esclavistas, fallaron a favor de Miguel Gómez quien
sólo fue amonestado. La negra Agustina en respuesta a la
injusticia procedió a quemar varias haciendas y
factorías de Pueblo Viejo, hoy Tadó[63].AMIR
SMITH CORDOBA

Amir Smith Córdoba, nació en
Cértegui, antiguo corregimiento del municipio de
Tadó, hoy cabecera municipal de Unión Panamericana,
en el departamento del Chocó, el 19 de julio de 1948.
Sociólogo y Periodista, colaborador de algunas
publicaciones nacionales y extranjeras, conferencista nacional e
internacional, fundador y director del Centro de Investigaciones
para el Desarrollo de la Cultura Negra en Colombia, creador y
director del periódico "Presencia Negra". Fue uno
de los pioneros en esta etapa moderna de la lucha por los
derechos civiles y políticos de las comunidades
afrocolombianas.

Amir, con su desaparición el pasado
13 de agosto de 2003, nos deja un gran vacío, pero
también un gran legado en su incansable lucha por los
derechos humanos, pero sobre todo, el respeto a la dignidad del
pueblo afro en Colombia. Nunca descansó en su tarea
incesante de generar conciencia étnica, identidad y
compromiso con su pueblo, en combatir el racismo soterrado y
anquilosado en el inconsciente, subconsciente y consciente
colectivo de la sociedad mestiza, autodenominada blanca, que
domina, reproduce y recrea preconceptos racistas de la herencia
colonial esclavista que aún subsisten en nuestro
país.

En los últimos tiempos, un poco
solitario, con el premio de la ingratitud, desconocimiento e
intolerancia de sus corraciales lo llevó a una
situación de extrema pobreza, pero jamás
dejó de conceptuar, analizar, educar y generar conciencia
entre propios y extraños. Se le rechazó por aquella
herencia de la esclavización doméstica, que no
permite que alguien se atreva a remover esquemas mentales de
sometimiento, y aún más, que hace que la mayor
rivalidad posible sea entre nosotros mismos.

Autor, productor y compilador de varias
publicaciones, entre las cuales, podemos destacar: Visión
Sociocultural del Negro en Colombia, Cultura Negra y
Avasallamiento Cultural -Vida y Obra de Candelario Obeso y el
Negro Robles, entre otras.

Hoy, que Amir ha partido antes que nosotros
hacia el panteón de los ancestros, no sólo las
comunidades afrocolombianas sino el país en general, le
debemos un reconocimiento terrenal, por su aporte a la paz y a la
construcción y el pensamiento de este país[64].
BARULE

Esclavo negro que lideró las
más grandes insurrecciones en el Chocó durante la
colonia (1728), junto a los hermanos Antonio y Mateo Mina. Barule
fue proclamado soberano y rey del Palenque de Tadó con
más de 120 cimarrones. Logró confederar ahí
mismo cerca de 2000 esclavizados procedentes de la zona de los
ríos Nóvita y San Juan. Sobre fecha y lugar de
nacimiento no se tienen datos,sólo aparece en el censo de
esclavos de la provincia del Chocó de 1759.

Sobre la ascendencia africana de Barule
existen varias hipótesis: chamba, mandinga, mina, o
carabalí, esto por la integración y
comunicación que mantuvo con los minas y su tendencia a la
rebeldía, propia de estos grupos.

Entre las causas de la insurrección
de los esclavos se tuvo que el Estado Libre de Tadó (1715)
incrementó el trabajo esclavo, ya de por sí
sometido al régimen de hambre y de castigos infrahumanos,
violación de las mujeres y desmembramiento familiar. A
finales del 1727 los esclavos de una hacienda al frente de
Barule, Antonia y Mateo Mina, organizan su cabildo y un
día inesperado del mes de noviembre, se inició la
acción de guerra. Matan al esclavista y catorce
españoles más. Dominado el territorio por los
Cimarrones tadoseños, Barule es proclamado REY, el
palenque estructuró su propio gobierno y
organización militar.

El 18 de Febrero de 1728, se da la batalla
entre los cimarrones y el ejército español por la
recuperación del territorio, la deficiencia
logística y la falta de comunicación entre los
cimarrones originó una desventaja, salieron triunfantes
los españoles. El diecinueve de Febrero de 1728 Barule y
los hermanos Mina son delatados y fusilados por el teniente Tres
Palacios Mier. El movimiento de Barule constituyó su
pensamiento en el principio de libertad y de dignidad de la
comunidad negra[65].BENKOS
BIOHO

Monumento a Benkos Biojó en el
Palenque de San Basilio

Según la historia, nace en la
región de Biohó, Guinea Bissau, Africa Occidental.
Fue un monarca muy hábil, conocido como el Rey del
Arcabuco. Es capturado por el asentista Portugués Pedro
Gómez Reynel y vendido como esclavo al Español
Alonso del Campo en 1.596 en Cartagena. Es colocado como boga en
el río Magdalena, la embarcación donde viaja se
hunde y huye. Lo re- capturan vuelve a la boga. Hacia 1.599
escapa nuevamente y se interna en los terrenos cenagosos alejado
de Cartagena y organiza un gran ejército, logra dominar
todas las montañas de Sierra María en el
Departamento de Bolívar. Su sueño era tomarse
Cartagena y desde allí regresar al
África.

Según testimonios históricos,
jamás pudieron dominarlo ni vencerlo. En 1605 Benkos
Biohó y el Gobernador de Cartagena, Suazo, establecen un
tratado de paz que reconoce la autonomía del Palenque de
la Matuna. Una noche de descuido, Benkos es sorprendido por la
guardia de la muralla, queda preso y lo descuartizan el 16 de
marzo de 1621 en el puerto de Cartagena.

El pueblo habla de los poderes
mágicos que utilizó para provecho personal y del
pueblo. No daba descanso a su cuerpo, iba y venía por
campos y caminos en su activa campaña libertadora, luchaba
por el derecho de los africanos y sus descendientes a la vida, la
tierra, la cultura, la libertad y la paz.

En los Palenques que gobernaba era maestro
de la guerra y de la paz, de la justicia y del trabajo. No
descuidó el gobierno ni se dejó arrastrar por
propuestas de los gobernantes coloniales que pretendían
que dejase las armas contra ellos y las dirigiera contra otros
líderes del propio pueblo, traicionando la lucha
cimarrona.CATALINA LUANGO

Mujer Cimarrona del palenque de San
Basilio, constituida en un personaje mitológico, cuenta la
tradición oral que era una mujer luchadora y protectora de
la población. Su obra humanitaria la dedicó a curar
los prisioneros africanos. Después de su muerte,
comenzó a aparecer en la laguna del Palenque, siendo
idolatrada por los palenqueros[66].DIEGO
LUIS CORDOBA

Nació en Negua, comunidad negra del
chocó el 21 de julio de 1.907, y murió en ciudad de
México, el 1º de mayo de 1.964. Aprendió las
primeras letras en su pueblo natal, continúo hasta el
4º de bachillerato en el Colegio Carrasquilla de
Quibdó y se graduó de bachiller en el Colegio San
José de los Hermanos Cristianos en Medellín. En la
universidad de Antioquia inició sus estudios de Derecho,
los concluyó en la Universidad Nacional de Bogotá.
Recibió el título de Doctor en Derecho y Ciencias
Políticas, el 30 de noviembre de 1932 y se
especializó en Ciencias Económicas.

Tuvo el honor de ser el primer abogado
chocoano; era estudiante universitario cuando abrazó las
ideas socialistas, se vinculó al partido Liberal porque no
existía un partido Socialista. En poco tiempo,
comenzó a destacarse como líder, orador y defensor
de los derechos de los sectores populares y marginados, en
especial, de las comunidades negras, las clases obreras y los
campesinos.

En 1930 organizó la Juventud Liberal
Universitaria, y en 1937 ya era elegido diputado suplente del
Doctor Carlos Lleras Restrepo en la Asamblea de Cundinamarca. Fue
uno de los socialistas más reconocidos y amados por el
pueblo colombiano en su tiempo por su capacidad de liderazgo y su
inteligencia.

Entre 1943 y 1947 fue representante a la
Cámara, primero por Antioquia, y luego por el
Chocó. Fue senador por el Chocó desde la
fundación del Departamento en 1947 hasta su
muerte.

Diego Luis Córdoba durante toda su
vida actuó con grandeza y honradez y concib&ioacute;
la política como servicio y entrega en beneficio de la
comunidad. Actuó como representante político del
Chocó, se convirtió en el más digno vocero y
representante de las Comunidades Afrocolombianas, y puso la
identidad negra, la de su etnia, como emblema y fuerza en todas
sus luchas.

Una de sus grandes preocupaciones fue la
conquista del respeto, la independencia y la igualdad
política de la persona negra dentro del Chocó y en
el país. No aceptaba que el Chocó fuese considerado
intendencia y tratado con desprecio por el Gobierno y la
población blanca. Concibió un proyecto de vida con
dignidad para el pueblo negro, proclamó sus derechos
humanos contra el racismo e hizo temblar con su voz y su verdad
el Capitolio Nacional. Luchó hasta conquistar una reforma
de la Constitución Nacional para crear el Departamento del
Chocó y lograr la independencia política frente el
colonialismo antioqueño. Uno de los discursos más
importantes pronunciados en el Congreso de la República
por el Doctor Diego Luis Córdoba fue "Elogio a La Raza
Negra
".

Nunca se limitó a una sola rama del
saber y vivió estudiando cada día. Su gran
personalidad y brillantez intelectual fue resultado de sus
estudios como abogado, economista, político,
filósofo y lingüista; además del
español, su lengua materna, aprendió griego,
latín, francés, inglés y alemán;
cuando fue sorprendido por la muerte estudiaba el
ruso.

En su lucha por un proyecto de vida para el
pueblo negro se destaca lo que podrían ser tres de sus
mayores realizaciones:

  • La creación del Departamento del
    Chocó y su independencia política de Antioquia.
    Quiso hacer del Chocó la patria libre del pueblo negro
    dentro del territorio nacional. 

  • El reconocimiento real del derecho a la
    educación para las personas y las comunidades negras.
    La educación es la base para la lucha del pueblo
    negro, para la eliminación del racismo y la conquista
    de los derechos. Su frase magistral es "por la ignorancia
    se descienda a la servidumbre; por la educación se
    asciende a la libertad

  • El respeto y enaltecimiento que
    logró a la presencia, protagonismo, inteligencia y
    valores de la persona negra y las comunidades
    afrocolombianas[67]. 

JOSE CINECIO MINA

Negro liberto del Cauca, coronel de la
guerra de los mil días. Reconocido como hechicero por ser
inmune a las balas, llegó a tener cien hombres bajo su
mando, organizó y defendió a los terrajeros y
campesinos negros de Barragán, Obando, Quintero, Guengue,
Sabanetas y otras veredas del Norte del Cauca. Los hombres de
Cinecio Mina luchaban movidos por el terror de volver a ser
esclavizados y por el dominio de la tierra. Cinecio murió
envenenado por el terrateniente Jaime Gómez,
después de compartir unas copas para celebrar un nuevo
pacto. Tras la muerte de Cinecio, los campesinos continuaron
organizándose y crearon la Unión Sindical del Cauca
como todo un movimiento agrario[68]. 

JOSE PRUDENCIO PADILLA

Militar mulato nacido en Riohacha,
departamento de La Guajira (1788-1828). A su regreso de
España fue nombrado como mozo de cámara de la
Marina Real, y posteriormente Almirante de la Gran Colombia. En
la guerra en Trafalgar contra los ingleses fue prisionero durante
tres años. En 1811 participó en la
revolución de Cartagena. Por su proeza en el combate
marino, fue premiado con el grado de Gran Alférez de
Fragata de la Marina de la República. El General
Simón Bolívar le otorga el grado de Teniente de
Navío. El 24 de junio de 1821, Padilla ataca el fuerte de
San Felipe de Cartagena y derrota al ejército
español. Posteriormente se desplaza a Venezuela y
participa en su liberación en la batalla de
Maracaibo.

Las contradicciones con el General O'Leary
por problemas raciales le ocasionan la cárcel. El 25 de
septiembre de 1828 es fusilado en la Plaza Mayor de Bogotá
por negarse a apoyar a los bolivarianos. Como
contradicción social, el nombre del Almirante José
Prudencio Padilla quedó vinculado a una Institución
militar que no da oportunidad de participación a las
personas negras, una de las instituciones mas racistas del
país. Padilla fue uno de los jefes de la
sublevación de militares negros contra Bolívar por
el incumplir el pacto de liberación de esclavos[69]. 

MANUEL SATURIO VALENCIA
(1.867-1.907)

Poeta, pedagogo y dirigente popular
chocoano, fue el último hombre oficialmente sentenciado a
la pena de muerte en Colombia, acusado de incendiario contra los
intereses de la sociedad blanca chocoana. Saturio fue
autodidacta, profesor de música y cantos en las escuelas;
juez y personero municipal considerado como el primer literato
negro del Chocó. Por la misma opresión racial, sus
obras quedaron inéditas. El fusilamiento de Saturio se
efectuó en Quibdó el seis de Mayo de 1907 comandada
por la aristocracia blanca de Quibdó[70]. 

POLONIA

Cimarrona del ejército de Benkos
Biohó. En 1581 organizó en la región de
Malambo, cerca de Cartagena, un grupo armado de palenqueras que
derrotó al Capitán Pedro Ordóñez
Ceballos; le obligaron a pactar la entrega de tierra y la
libertad del grupo, integrado por 150 mujeres. Pedro
Ordoñez violó el pacto y en la primera oportunidad
emboscó a Polonia. Esta mujer cimarrona es el
símbolo patrio de la mujer afrodescendiente en la lucha
popular[71]. 

WIWA

Mujer de Benkos Biohó, reina del
palenque de Sierra María, madre de Orika y de Sando.
Después de la muerte de Benkos Biohó, sus hijos
continuaron los proyectos de libertad y crearon los palenques de
San Miguel, Sierra María y San Basilio en el departamento
de Bolívar[72].

[63]
Ibid p.4.

[64]
Mensaje por internet de Luis Carlino Valencia Mendoza

[65]
PEREA H., Fabio Teolindo, Diccionario Afrocolombiano.
O.C., p.16-17.

[66]
Ibid p.98

[67]
Ibid p.38

[68]
Ibid p.112

[69]
Ibid p.138

[70]
Ibid p.178

[71]
Ibid p.150

[72]Cf.
PEREA H., Fabio Teolindo, Diccionario Afrocolombiano,
publicado por el Centro Experimental Piloto CEP (Chocó) y
Codechocó p.20

Conclusiones

Arará, Lucumí,
Carabalí, Balanta, Congó, Angola, Bente,
Biáfara, Mina, Biojó, Popó, Bran, Mandinga,
Conú, Zapé, Aracú, Polú,
Ocoró, Aponsá, Kalonge… Son, entre muchos, los
posibles pueblos de donde fueron secuestrados los africanos y
africanas traídos/as a Colombia en calidad de
esclavizados/as.

Durante la época colonial
esclavista, los africanos y africanas con toda su diversidad
étnica y cultural fueron convertidos e identificados por
los europeos sólo a partir del color de la piel y la
condición de esclavizados. Se les quitó su nombre,
su historia, su cultura, su religión, su dignidad, y el
derecho de ser personas.

Desde su llegada a Colombia, en
condición de esclavos/as, los africanos/as y sus
descendientes, siempre han luchado por su libertad. En un primer
momento como Cimarrones constituyeron palenques, después
participaron en los movimientos y luchas por la independencia,
hasta lograr la abolición legal de la esclavitud y,
últimamente, el reconocimiento étnico, territorial,
cultural y social a través de la Ley 70.

La sociedad capitalista, machista e
individualista ha discriminado a la mujer negra de tres formas:
Explotándola como trabajadora, como mujer y como negra. Se
le valoró sólo como "hembra" y se la
ignoró como persona con valores sociales y
espirituales.

Ha pesar de todas estas circunstancias
adversas, a lo largo de este pequeño escrito, hemos
descubierto el liderazgo y la capacidad de lucha de hombres y
mujeres africanos y afrocolombianos. Han sido capaces de
sobrevivir y trasmitir la esencia de la cultura a sus
descendientes, creando y recreando nuevas formas de convivencia
interna, con los otros pueblos, con la naturaleza y con las
fuerzas espirituales.

Desde la Pastoral afrocolombiana se
está haciendo realidad el reconocimiento del aporte del
pueblo negro a la vida de la Iglesia y de la sociedad, de forma
concreta en la liturgia, en la valoración y defensa de la
vida, en la vivencia de la solidaridad, en el liderazgo de las
mujeres negras, en la presencia de Sacerdotes y Religiosos/as,
animadores y animadoras afrocolombianos, y en el apoyo decidido
al proceso integral del pueblo afrocolombiano.

Somos conscientes de que falta mucho por
hacer: Muchas personas aún no asumen su identidad afro, la
violencia afecta muchos territorios ya titulados a las
comunidades negras, la situación de marginación y
pobreza extrema sigue siendo un denominador común, la
reflexión teológica propia apenas se ha empezado a
sistematizar. Pero el camino recorrido y los logros obtenidos
permiten soñar en la realización del Reino de Dios,
como un futuro afrocolombiano bonito. AXE!
 

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Glosario

AFROAMERICANO: Grupo humano oriundo de
América con raíces culturales africanas.
Según los países y regiones también se usan
afrocolombiano, afroperuano, afrocaucano.

AFRODESCENDIENTE: Quien desciende de
africanos o tiene ancestros en Africa. Sueli Carneiro introdujo
este término en el taller sobre etnicidad e identidad en
el mundo de habla portuguesa dentro del 4º Congreso
Luso-Afro-brasileño de Ciencias Sociales, celebrado en el
Instituto de Filosofía y Ciencias Sociales de la
Universidad Federal de Río de Janeiro, del 1º al 5 de
septiembre de 1996.

AGOGÓ: Instrumento musical de
hierro, compuesto de una doble campanilla de un mango, que el
tocador golpea con una baqueta del mismo material.

ANCESTRO: Cualquier ascendiente difunto,
paterno o materno. Los antepasados ocupan un lugar central en el
sistema religioso y en la vida del africano. Hacen parte de este
grupo los espíritus de los ancianos y de hombres y mujeres
virtuosos, aunque hayan muerto jóvenes. Los
espíritus de los antepasados constituyen el vínculo
más fuerte entre los seres humanos y el más
allá. Ellos siguen los acontecimientos familiares y
protegen a sus parientes.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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