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Así dice Yavé (Lo que la Biblia dice sobre el Mesías) (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

La falsa modestia 6. 1 Tengan cuidado de no practicar
su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos… 3
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que
hace la derecha, 4 para que tu limosna quede en secreto; y tu
Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.

(Sobre Mt 6:1-4) Es necesario observar que,
indirectamente, se favorece la publicidad de lo malo, obligando a
mantener en secreto lo bueno.

Desde esta innecesaria modestia, a la que nos invita el
texto en cuestión, se produce el efecto que observamos a
diario: sólo vemos pasar cosas malas en el mundo. Hasta en
el ámbito familiar muchos no dicen lo bueno que hacen y
sí relatan lo malo que les pasa.

Así, se desalientan las buenas obras porque no se
publican siquiera las pocas que se hacen. Muchos terminan
sintiéndose abrumados por las malas nuevas, que es lo
único que recibe publicidad.

Esto sólo favorece la proliferación del
mal.

Sin hacer alarde de nuestras buenas obras, sí
debemos darlas a conocer con humildad, nunca deben
ocultarse.

*****

El Padre Nuestro 6. 9 Ustedes oren de esta manera:
Padre nuestro…

(Sobre Mt 6:9) Muchos creen que entre los judíos
no preexistía la concepción de Dios y Padre y que
con la aparición de la popular oración del
cristianismo que se cita en el texto de Mateo se establece una
novedosa relación filial antes inexistente.

La realidad nos muestra lo contrario.

Podemos leer en Deuteronomio 32: 6, en boca de
Moisés, lo siguiente: "¿ Así pagas
a
Yavé…? ¿No es Él tu Padre, tu
Creador, que te hizo y te estableció
?".

En 1 de Crónicas 29:10, el Rey David ora
diciendo: "Bendito tú, ¡Oh
Yavé!, Dios de Israel, nuestro Padre desde la
eternidad y hasta la eternidad
".

Isaías 9:6 al mencionar títulos de
carácter honorífico que se darían al
mesías, cita entre ellos el de "Padre Eterno", en clara
alusión a una calidad divina. El mismo profeta en 63:16
dice: "Tú, Yavé, eres nuestro
Padre
".

Es real que la calificación Padre, no es una
mención de uso frecuente en alusión al Dios del AT.
Pero es visible que era una forma conocida y aceptada.

No sólo lo identifican como Padre, sino que
también han delineado un Dios que ha sabido mantener una
relación propia de amigos al menos con un par de sus
siervos: "Entonces Yavé hablaba a
Moisés cara a cara, como habla un hombre con su
amigo"
(Exodo 33:11); "…la entregaste para siempre a
los descendientes de tu amigo Abraham"
(2 Crónicas
20:7); "Pero tú, Israel, mi servidor, Jacob, a quien
yo elegí, descendencia de Abraham, mi amigo"

(Isaías 41:8).

Como podemos apreciar, en el AT, mucho antes de
Jesús, ya preexistía la concepción de
relación filial propia de Padre e hijos.

*****

Lo que hacen los paganos 6. 31 No se inquieten
entonces, diciendo: "¿Qué comeremos, qué
beberemos, o con qué nos vestiremos?". 32 Son los paganos
los que van detrás de estas cosas. El Padre que
está en el cielo sabe bien que ustedes las
necesitan.

(Sobre Mt 6:31-32) El presente párrafo nos
muestra algo que muy pocos tienen presente y que es razón
principal (por su omisión) de la infundada
creencia en una prédica universalista de
Jesús.

Obsérvese que aquí, su prédica, se
centra en diferenciar: "Son los paganos…".

Jesús era un judío que predicaba
sólo para los judíos de su época.

En sus discursos está manifiesta la
separación entre aquellos que son judíos y aquellos
que no lo son: los paganos, gentiles, gentes, naciones, o
cualquier otra forma que adopte su mención según la
versión que se lea.

Algunos NT más modernos tratan de disimular estas
palabras, que muestran una clara separación, y traducen:
"Los que no conocen a Dios…", (Pastoral
Católica, aprobada 26/1/89). De esa manera intentan
desdibujar la división. Pero, para cualquier lector
atento, es obvio que se alude a los que no son
judíos.

Un ejemplo muy concreto y definitivo puede leerse en
Mateo 15:21-28, haciéndose evidente la
discriminación. Allí, una mujer cananea (no
judía), le suplica que cure a su hija, y él le
responde: "No fui enviado sino a las ovejas perdidas de
Israel
", agregando luego ante la insistencia de ella:
"No es bueno echar a los perros el pan de los hijos".
Resulta evidente la división y el criterio del propio
Jesús respecto de los destinatarios de su mensaje. Se
puede observar un tratamiento muy poco feliz por la
condición de no judía de la mujer
igualándola a los perros. Se trata de una forma de
calificación desprovista de esa otra supuesta cualidad
predominante en Jesús: el amor al
prójimo
.

En contraposición a estas actitudes encontramos
algunos pasajes en el AT que muestran un matiz más
universalista.

En el libro de Jonás puede leerse la
preocupación de Dios por salvar a un pueblo no
judío, para lo cual manda a su profeta a Nínive.
Los párrafos finales muestran el desagrado de Dios, ante
la actitud de Jonás por no anhelar la salvación de
todos los hombres justos (Jonás 4:9-11).

El mismo criterio se manifiesta en el diálogo
entre Dios y Abraham sobre el juicio a Sodoma donde la
preocupación latente en el patriarca es que no mueran
inocentes, aunque se trate de no judíos (Génesis
18:20-33).

Debe reconocerse que sólo luego de la
desaparición de Jesús, y tras algunas disputas con
el llamado apóstol de los gentiles, Pablo, se manifiesta
una aceptación de los no judíos en la primera
comunidad cristiana (Hechos 13:47).

*****

No juzgar 7. 1 No juzguen, para no ser juzgados. 2
Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los
juzgará, y la medida con que midan se usará para
ustedes…

(Sobre Mt 7:1-2) Si bien el resto del texto
amplía un poco el sentido general del precepto, la primera
enunciación: "No juzguen, para no ser
juzgados
…", que se suma a los párrafos anteriores
de amar a los enemigos y perdonar para ser perdonados (ver Sobre
Mt 5:43-48), adhiere y llama a una conducta ajustada al criterio
de hacer las cosas para beneficio propio (no juzgo porque yo
también soy injusto y de esa manera eludo ante Dios un
juicio que me pudiera ser adverso) o a la abstención que
recaería en debilitamiento del sentido y el valor de la
justicia (yo soy imperfecto y soy nadie para juzgar a
otros).

*****

Los perros, los cerdos… los no judíos 7. 6
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a
los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan
contra ustedes para destrozarlos.

(Sobre Mt 7:6) Si recordamos el relato sobre la mujer
cananea a la que se iguala a los perros (ver sobre de Mateo
6:31-32), vemos que en el presente párrafo Jesús se
refiere (por primera vez) a los no judíos en esos
términos, añadiéndole la expresión
"cerdos". Esto último está perfectamente usado en
virtud de que apunta, metafóricamente, a la supuesta
impureza de los no judíos, tal como el cerdo era uno de
los animales impuros de la lista de Levítico (ver
Lev.11:7-8).

Remata su discurso, altamente discriminatorio y
degradante hacia los no judíos, calificándolos de
poco confiables, de traicioneros.

Obsérvese que el evangelista Lucas, de origen no
judío, omite la referencia a la mujer cananea y
también la que se cita aquí. No encontrará
usted ningún paralelo en ese evangelio que haga siquiera
mención de aquellos relatos. Incluso se advierte su
cuidado en la traslación de los discursos. Un ejemplo
puede verse comparando la cita de Mateo 5:47: "Y si
saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿Qué
hacéis de más?, ¿No hacen eso también
los gentiles?",
a la de Lucas, donde éste reemplaza
la palabra gentiles por la palabra pecadores
quitándole su valor original (ver Lucas 6:32-34). Esto es
comprensible si se tiene en cuenta que su propósito era
relatar los hechos a sus pares, los no judíos.

*****

La sentencia apresurada 8. 1 Entrando a
Cafernaúm se le acercó un centurión… 10 Al
oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que
lo seguían: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en
Israel que tenga tanta fe. 11 Por eso les digo que muchos
vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a
la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; 12
en cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera,
a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de
dientes".

(Sobre Mt 8:1-12) Este pasaje es el primero de una serie
de otros similares, que nos muestra a un Jesús emitiendo
juicios de valor o sentencias que resultan, a todas luces, fruto
de una evaluación muy precipitada, y que no responden a un
espíritu apoyado en la serena reflexión. Se observa
que, por sólo los dichos de un hombre, augura la
condenación de todo un pueblo.

Si tenemos en cuenta que el mesías sería
el máximo representante de Dios en la tierra y salvador y
rey de Israel, aparece como muy impropio contradecir viejos y
conocidos mensajes de salvación para el pueblo israelita.
En efecto, en el AT puede leerse lo siguiente: "Vengan,
cantemos con gozo a
Yavé. Aclamemos con
júbilo a la Roca de nuestra salvación";
(Salmo
95:1). "Israel será salvado por Yavé con
salvación eterna. No se avergonzarán, ni
serán afrentados, por los siglos de los siglos";
"Haré que se acerque mi justicia; no se alejará. Mi
salvación no se tardará. Pondré
salvación en Sión, y para Israel será mi
gloria"; "Por amor de Sión no callaré, y por amor
de Jerusalén no me quedaré quieto, hasta que su
justicia irradie como luz, y su salvación arda como
antorcha";
(Isaías 45:17; 46:13; 62:1)
"Ciertamente en Yavé nuestro Dios está la
salvación de Israel".
(Jeremías
3:23).

Es provechoso recordar aquí otra
característica atribuida al mesías: "No
juzgará por lo que vean sus ojos, ni resolverá por
lo que oigan sus oídos"
(Isaías
11:3).

*****

Cargando enfermedades 8. 16 Al atardecer, le llevaron
muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó
a los espíritus y curó a todos los que estaban
enfermos, 17 para que se cumpliera lo que había sido
anunciado por el profeta Isaías: Él tomó
nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras
enfermedades.

(Sobre Mt 8:16-17) La profecía a que se hace
referencia es la que se encuentra en Isaías 53:4. Como ya
señalé, se trata de un fragmento de lo que se
denomina el "Poema del Siervo de
Yavé".

Lo volcaré desde el versículo 3 hasta el 5
inclusive, y veremos si se aplica a la circunstancia aludida por
Mateo.

Para ello transcribo la traducción de una
versión judía al español: "Menospreciado
y vedado entre los varones, varón de dolores,
experimentado en enfermedad; y como que encubrimos de él
la faz, fue menospreciado y no lo estimamos. De cierto, nuestras
enfermedades él las llevó y nuestros dolores los
soportó, y nosotros lo estimamos llagado, como herido de
Dios y afligido. Y él angustiado fue por nuestras
rebeliones, majado por nuestros delitos, el castigo de nuestra
paz fue sobre él, y por su tolondro (chichón)
fuimos curados nosotros
".

Será provechoso confrontarlo con la misma
porción pero, esta vez, extrayéndola de una
versión moderna llamada "Dios habla hoy": "Los hombres
lo despreciaban y lo rechazaban. Era un hombre lleno de dolor,
acostumbrado al sufrimiento. Como a alguien que no merece ser
visto, lo despreciamos, no lo tuvimos en cuenta. Y, sin embargo,
él estaba cargando con nuestros sufrimientos, estaba
soportando nuestros propios dolores. Nosotros pensamos que Dios
lo había herido, que lo había castigado y
humillado. Pero fue traspasado a causa de nuestra
rebeldía, fue atormentado a causa de nuestras maldades; el
castigo que sufrió nos trajo la paz, por sus heridas
alcanzamos la salud
".

Lo primero que se advierte es que, independientemente de
la versión que se elija, se nos habla de un hombre:
"menospreciado, vedado entre los varones… no lo
estimamos
", de uno al que "los hombres lo despreciaban y
lo rechazaban"
y "Como a alguien que no merece ser
visto… no lo tuvimos en cuenta
". Para el caso de
Jesús se observa, y ya fue señalado con
anterioridad (ver Sobre Mt 4:23-25), que habría sido
seguido por "grandes muchedumbres", por lo que se puede
concluir que no encuadra como el "hombre no tenido en
cuenta"
de la cita de Isaías.

Puede agregarse lo oportunamente señalado
respecto de que el mesías, según el mismo
"Poema del Siervo de Yavé" (ver Isaías
42:2), tendría una actividad donde el contacto con la
gente, la muchedumbre, no sería moneda corriente, o una
característica principal o sobresaliente, pues leemos:
"No gritará, no hablará recio ni hará
oír su voz en las plazas
". Otra forma más
metafórica de señalar este comportamiento,
particularmente reservado, está también indicado
por Isaías en otra porción del Poema cuando dice:
"Puso mi lengua como cortante espada, me ha guardado a la
sombra de su mano; hizo de mi aguda saeta y me guardó en
su aljaba
" (49:2).

Lo segundo que se advierte es que en el texto de
Isaías no se está dando ningún indicio que
suponga que el Siervo de Yavé curará las
enfermedades y, menos aún, que para ello el mecanismo a
utilizar sea pasárselas a sí mismo. Esta creencia
equivocada es la que da origen a muchas prácticas
curativas supersticiosas, vigentes en la actualidad, por las que
se cree que el curador toma la enfermedad o el mal del curado,
como si se tratara de una transferencia de energía. Esto
es falso, cualquiera reconoce que se trata de una
superchería sin fundamento.

Cuando dice que: "Llevó nuestras
enfermedades… soportó nuestros dolores"
ó,
como queda más claro: "Estaba cargando nuestros
sufrimientos, soportando nuestros propios dolores
", la
referencia alude a su mansedumbre de carácter. Tiene
presente que, siendo el "Siervo de Yavé", se ve
despreciado por los hombres; no se lo tiene en cuenta como era de
suponer; es afectado por la "enfermedad" de corazones ingratos y
ciegos. Simbólicamente hablando, cae sobre él, el
peso de las "enfermedades espirituales" de su pueblo (la falta de
fidelidad a Dios; prácticas religiosas opuestas a la
Biblia -AT-; etc.).

A esa situación alude Isaías.

Es inconsistente la pretensión del redactor de
Mateo de relacionarlo con presuntos milagros curativos de su
maestro.

*****

Los muertos quedan solos 8. 19 Entonces se
aproximó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré
adónde vayas". 20 Jesús le respondió: "Los
zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el
Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". 21
Otro de sus discípulos le dijo: "Señor,
permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre". 22 Pero
Jesús le respondió: "Sígueme, y deja que los
muertos entierren a sus muertos".

(Sobre Mt 8:19-22) En este pasaje Jesús
desatiende la amarga circunstancia de la muerte de un padre
pretendiendo acallarla con la consigna: "Deja que los muertos
entierren a sus muertos
". Es una frase sumamente dura y
carente de sentido humanitario.

Imaginémonos en la misma situación del
discípulo, teniendo que abandonar a un ser amado en esas
circunstancias. Tratemos de encontrar una razón que
justifique el abandono de nuestro padre sin permitirnos ni
siquiera darle un abrazo final y cargado de amor. No se entiende
y no hay justificación posible. Menos aún si se
tiene presente lo que la Biblia dice con relación al
mesías: "Sobre él reposará… el
espíritu de entendimiento y de temor de Yavé"

(Isaías 11:2). Esto puede interpretarse fácilmente
como: entendimiento para comprender las debilidades
humanas y temor de Yavé para respetar y hacer
respetar sus Mandamientos, por ejemplo: "Honra a tu padre y a
tu madre, para que vivas largos años en la tierra que

Yavé tu Dios te da" (Exodo 20:12).

Comparemos el presente pasaje de Mateo con un caso
similar expuesto en 1 Reyes 19:19-21, protagonizado por el
profeta Elías, y se verá la notable diferencia en
el comportamiento humanitario entre ambos relatos:
"Elías partió de allí y encontró
a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Delante de él
había doce yuntas de bueyes, y él iba con la
última. Elías pasó cerca de él y le
echó encima su manto. Eliseo dejó sus bueyes,
corrió detrás de Elías y dijo:
"Déjame besar a mi padre y a mi madre; luego te
seguiré". Elías le respondió: "Sí,
puedes ir. ¿Qué hice yo para impedírtelo?".
Eliseo dio media vuelta, tomó dos bueyes y los
inmoló. Luego, con los arneses de los bueyes, asó
la carne y se la dio a su gente para que comieran. Después
partió, fue detrás de Elías y se puso a su
servicio
".

*****

Perdonando pecados 9. 1 Jesús subió a
la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. 2
Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una
camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al
paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son
perdonados". 3 Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema".
4 Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por
qué piensan mal? 5 ¿Qué es más
fácil decir: "Tus pecados te son perdonados", o
"Levántate y camina"? 6 Para que ustedes sepan que el Hijo
del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados
– dijo al paralítico – levántate, toma tu camilla y
vete a tu casa". 7 El se levantó y se fue a su
casa.

(Sobre Mt 9:1-7) El pensamiento de los escribas, que
según palabras de Jesús es malo (¿Por
qué piensan mal
?), se ajusta a lo que el AT
referencia sobre el particular.

El perdón de los pecados sólo
correspondía al Dios Yavé, exclusivamente. No hay
ninguna mención que refleje otra posibilidad ni tampoco
alguna que atribuya esta facultad al mesías. Las palabras
de Isaías 11 sobre que juzgará con justicia, con
equidad, sólo aludirían a una cualidad del
carácter equilibrado para el análisis de la
realidad y no a un juicio propiamente dicho.

En el libro de Levítico se establecen con
precisión leyes sobre sacrificios para expiación de
los pecados, consagración de los sacerdotes,
purificaciones rituales, leyes de santidad, etc.

A los no judíos, especialmente a partir del
establecimiento de la religión cristiana, les resultan
llamativas, extrañas a sus creencias, las ceremonias y
elementos descriptos. No obstante, ateniéndonos a lo que
dice la Biblia, es la única metodología dictada y
aprobada por el Dios Yavé.

No es malintencionado ni fruto de prejuicios el
pensamiento de los escribas. Se trata, en todo caso, de respeto a
lo establecido en su Ley.

Se añade una curación milagrosa como aval
de las palabras de Jesús. Vemos en el AT que los milagros
no identifican necesariamente a los que andan en el camino del
Dios Yavé; pensemos, por ejemplo, en los magos de Egipto
que se mencionan en Éxodo.

*****

Llamar a pecadores 9. 10 Mientras Jesús estaba
comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y
se sentaron a comer con él y sus discípulos. 11 Al
ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos:
"¿Por qué su Maestro come con publicanos y
pecadores?". 12 Jesús, que había oído,
respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del
médico, sino los enfermos. 13 Vayan y aprendan qué
significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no
he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores".

(Sobre Mt 9:10-13) Observamos aquí una nueva
muestra de su cambiante estado de ánimo.

En el episodio del centurión, ya comentado en
Mateo 8, se pudo apreciar la rápida sentencia condenatoria
de todo un pueblo, Israel. Obviamente, nadie condenaría
algo bueno. Muy por el contrario, lo malo es lo que se
sanciona.

En Mateo 6 pueden leerse críticas a los
"hipócritas que gustan orar de pie en las
sinagogas
" o a los "hipócritas en las sinagogas o
en las calles
" que cuando dan limosna les gusta ser
alabados. Se trataría también de malas
personas.

En Mateo 5 dice: "si la justicia de ustedes no
supera la de los escribas y fariseos, no entrarán en el
Reino de los Cielos
". Nuevamente, estas palabras
señalan a los implicados como malos individuos.

De estos breves ejemplos precedentes surge la
lógica conclusión siguiente: según
Jesús son seres humanos que andan por la mala senda,
alejados de la voluntad de Dios, definitivamente: no están
sanos y por lo tanto están enfermos.

Siendo así las cosas, sucede que a estos enfermos
Jesús les contesta: "No son los sanos los que tienen
necesidad del médico sino los enfermos
".

Sentenció condenatoriamente a todo un pueblo,
llamó hipócritas a muchos de ellos, declaró
faltos de justicia a escribas y fariseos. Luego, cuando algunos
de ellos lo observan –no importa que fuera con
espíritu crítico- comer con cobradores de impuestos
(los aborrecibles individuos, en su mayoría compatriotas
de los judíos, que recaudaban para la corona romana) y
pecadores, él les contesta que debe sanar a esos enfermos,
que está actuando como médico de ellos.

Cabe preguntarse (si la respuesta revistiera
algún grado de coherencia) ¿por qué aquellos
a los que él mismo antes calificó de enfermos no
son merecedores de sanidad?; ¿Por qué ni siquiera
hay una predisposición favorable tendiente a conversar con
ellos en buenos términos?.

Jesús no refleja la plenitud de equilibrio,
serenidad y compasión que el AT le atribuye al
mesías.

*****

No visiten a no judíos 10. 1 Jesús
convocó a sus doce discípulos… con las siguientes
instrucciones: "No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna
ciudad de los samaritanos. 6 Vayan, en cambio, a las ovejas
perdidas del pueblo de Israel.

(Sobre Mt 10:1-6) Este pasaje confirma las
observaciones, ya expresadas, respecto de la exclusión que
hace Jesús hacia los no judíos en cuanto a su
mensaje.

La disposición sólo es alterada luego de
su muerte cuando, tras su supuesta resurrección, se
aparece a los apóstoles y les ordena ir a predicar y hacer
discípulos de todos los pueblos (Mateo 28:19). Esto se
encuentra al final del evangelio y es muy razonable pensar que se
trate de un agregado posterior, teniendo en cuenta el crecimiento
del cristianismo dentro de la comunidad no
judía.

*****

Invocando la paz 10. 11 Cuando entren en una ciudad o
en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan
en su casa hasta el momento de partir. 12 Al entrar en la casa,
salúdenla invocando la paz sobre ella. 13 Si esa casa lo
merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que
esa paz vuelva a ustedes. 14 Y si no los reciben ni quieren
escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad,
sacudan hasta el polvo de sus pies. 15 Les aseguro que, en el
día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas
menos rigurosamente que esa ciudad.

(Sobre Mt 10:11-15) "Los hombres de Sodoma eran
malos y muy pecadores contra Yavé"
(Génesis
13:13). "Vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor
contra ellos ha llegado a ser grande delante de Yavé. Por
eso Yavé nos ha enviado para destruirlo"

(Génesis 19:13). En la Biblia, Sodoma y Gomorra son
sinónimos de: pecado, corrupción, maldad,
abominación, perdición, lo que no tiene más
remedio.

Es común encontrar en boca de Jesús
distintas formas de maldición para siempre, condenas al
fuego eterno, presagios de muerte y dolor sin fin,
acompañando a su mensaje de "salvación". De alguna
manera siempre acompaña a sus "buenas nuevas" con el
terror de sus "malas nuevas".

La calificación que hace Jesús sobre
aquellos pueblos que no escuchan el mensaje vuelve, nuevamente, a
distar mucho de un punto de vista equilibrado. Hay un claro
desprecio al sentimiento de dolor que en el AT suele adosarse a
la personalidad del Dios Yavé frente al castigo a los
pecadores: "¿Acaso quiero yo la muerte del
impío?, dice el Señor Yavé. ¿No
vivirá él, si se aparta de sus caminos?" (Ezequiel
18:23); "Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos. Vuélvase a Yavé, quien tendrá
de él misericordia; y a nuestro Dios, quien será
amplio en perdonar"
(Isaías 55:7).

*****

Ovejas rodeadas 10. 16 Yo los envío como a
ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y
sencillos como palomas.

(Sobre Mt 10:16) Este versículo es el inmediato
siguiente al que acabamos de analizar. Aquí resulta ser
que "las ovejas perdidas de Israel", hacía quienes
envía a los discípulos, son peligrosas como "lobos"
y en su calidad de tales tratarán como a "ovejas" a sus
discípulos.

Podría leerse de otra manera: "Miren que la gente
con la que van a tratar es maligna e inteligente, y frente a
ellos ustedes resultan como niños, así que
cuídense porque ellos tienen muchas posibilidades de
éxito frente a ustedes y los pueden destruir".

Bajo esa perspectiva los discípulos están
muy lejos de ejercer su tarea sin prejuicios.

*****

Cuidado con los judíos 10. 17 Cuídense
de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y
los azotarán en las sinagogas. 18 A causa de mí,
serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar
testimonio delante de ellos y de los paganos.

(Sobre Mt 10:17-18) Se continúa estimulando el
desaliento, con sentencias de enfrentamiento a tribunales y
azotes.

Aquí encontramos una manera sutil de inducir la
creencia en la casi exclusiva responsabilidad de los
judíos por la persecución, maltrato y muerte de los
cristianos. Esto se hará extensivo, luego, a la muerte del
propio Jesús.

El decir: "los azotarán en las
sinagogas",
es una precisión que señala a los
judíos como la causa principal de persecución. Se
trataría de malos individuos especialmente dispuestos a
maltratar a los seguidores de Jesús.

Son muchos los párrafos donde en forma
encubierta, se nos dibuja a la comunidad judía de esa
época (y por extensión a su descendencia) como
ciega y sorda frente a una "verdad revelada". Este constante
señalamiento alcanza su punto más álgido
cuando, por la muerte de Jesús, y creyéndolo de
naturaleza divina o Dios mismo hecho hombre (según se lee
en Juan 1:14: "El Verbo se hizo carne y habitó entre
nosotros
"), se termina por acusarlos de haber matado a Dios,
de ser el pueblo que asesinó a Dios.

Hemos explorado un conjunto de elementos que avalan la
certeza de que Jesús no fue el enviado de Dios, el
esperado mesías. Las circunstancias, testimonios, citas
bíblicas en las que me apoyo son prácticamente las
mismas en las que se pudieron sustentar y aún se sustentan
los judíos para no aceptar a Jesús como
mesías. Examinando sin fanatismos la Biblia se reconoce
que Jesús no es el mesías anunciado
allí.

Los redactores evangélicos se tomaron mucho
trabajo en formar en la mente de sus lectores (de
múltiples y discretas maneras) la firme convicción
de que los judíos son, en definitiva: los asesinos de
Dios, la raza maldita, la vergüenza de Dios como ex pueblo
elegido que negó a "su hijo". Este ataque fue mentiroso en
su sustento bíblico y certero en su objetivo
propagandístico. Aunque muchos se resistan a admitirlo, ha
sido y es una de las causas principales de antisemitismo en el
mundo.

En los párrafos siguientes transcribiré
tres citas evangélicas altamente anti judías que
analizaremos. Sirva este medio para ayudar al lector a visualizar
con mayor facilidad otros textos que denotan un marcado grado de
invitación a la condena del pueblo
judío.

En Hechos 4:8-11, se puede leer: "Entonces Pedro,
lleno de espíritu santo, les dijo: Jefes del pueblo y
ancianos de Israel… Sépanlo todos ustedes y que lo sepa
todo el pueblo de Israel por el nombre de Jesuscristo de Nazaret,
a quien ustedes crucificaron… Jesús es la piedra que
ustedes, los constructores, despreciaron
…". No cabe dudas
que Pedro recalca de manera directa la culpabilidad de los
judíos en la muerte de Jesús. Obsérvese que,
si bien se indica a los jefes del pueblo y los ancianos como los
que lo crucificaron, luego termina incorporando a todos los
judíos al aludir a los constructores. Si tenemos
presente el estado de ánimo de cualquier persona no
judía que pudiera ser seguidor o al menos admirador de
Jesús, queda claro que esa persona no verá con
simpatía a los judíos porque crucificaron a su
líder y habrían mostrado, además, una
actitud incomprensible al despreciarlo.

Lucas 19:47 dice: "Todos los días
Jesús enseñaba en el templo, y los jefes de los
sacerdotes, los maestros de la ley y también los jefes del
pueblo andaban buscando cómo matarlo
". Lucas nos
está diciendo que los dirigentes religiosos y seglares de
la comunidad judía eran unos sanguinarios que sólo
pensaban en cómo asesinar a Jesús. Y aunque Lucas
no lo cite allí, queda bien claro por los testimonios de
los dos evangelistas que le anteceden, que ese deseo fue motivado
tan sólo por "envidia", lo que los transforma en
peores personas aún: "Porque sabía que por
envidia le habían entregado
" (Mateo 27:18);
"Porque sabía que por envidia le habían
entregado los principales sacerdotes
" (Marcos 15:10).
Quienes estudian el manejo de la información y la
comunicación, saben que según lo que se diga y
cómo se lo diga, se produce un efecto determinado en el
receptor del mensaje. Para este caso en particular la
conclusión a la que arriban aquellos que leen estas
palabras de Lucas, cuyo terreno fue abonado antes por Mateo y
Marcos, es la siguiente: Los dirigentes judíos
asesinaron a Jesús por envidia y el pueblo, pese a que
todos los días lo habían escuchado, fue
cómplice con ellos
.

El apóstol Juan, "el discípulo a quien
Jesús más quería"
(Juan 21:7), fue el
que con mayor frecuencia recalcó en su evangelio la falsa
premisa de la culpabilidad asesina de los judíos. Menciona
con frecuencia que los "judíos"
(exceptuándose a sí mismo de dicha
condición) procuraban matar a Jesús, lo
perseguían, sembraban miedo, etc. (Juan 5:18; 7:1; 10:31;
11:8; 11:53; 18:14; 19:7; 5:16; 7:11; 11:54; 5:16; 7:13; 9:22;
19:38; 20:19; 18:12). Es importante prestar atención al
hecho de que Juan siempre asocia la palabra
"judío" a hechos de incredulidad o maldad; sin
embargo, salvo un par de excepciones, su evangelio nunca hace
referencia a los judíos cuando se trata de convertidos o
sanados. De esa manera, intencionalmente o no, se termina por
asociar la palabra "judío" con todo aquel que no
acepta a Jesús.

Esta línea de pensamiento se encuentra desde el
principio en el evangelio de Juan, de un contenido fuertemente
anti judío: "Vino a su propia casa y los suyos no lo
recibieron"
(Juan 1:11), lo que en otras palabras es lo
mismo que decir: "Aunque fue primero hacia los judíos,
los judíos lo despreciaron
". Y no sólo eso, a
continuación, en 1:12 agrega que "a los que lo
recibieron les concedió ser hijos de Dios
…". Esa
afirmación supone dos cosas: a) aquellos que no lo
recibieron (los judíos según el versículo
anterior) ya no son hijos de Dios; b) si no son hijos de
Dios, entonces ahora son hijos del enemigo de Dios.

Alguien puede señalar a la conclusión
precedente como inaplicable a los sentimientos de Juan, pero el
Apocalipsis o Revelación, escrito por este apóstol,
confirma que ese es su punto de vista. Leemos en
Revelación 2:9: "Yo conozco tu tribulación y tu
pobreza–aunque eres rico–, y la blasfemia de los que dicen ser
judíos y no lo son; más bien, son sinagoga de
Satanás
". En 3:9 insiste: "He aquí, yo te
daré algunos de la sinagoga de Satanás, de los que
dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten
".
Sobre 2:9 la Versión Nácar-Colunga dice: "En
los martirios de San Policarpo y San Pionio, mártires de
Esmirna, aparecen los judíos como instigadores de la
persecución contra los fieles
". Sobre el mismo
párrafo el Nuevo Testamento, Versión Pastoral,
aprobado en Quito el 26/01/89, comenta: "Los cristianos por
ser creyentes y pueblo de Dios, son los verdaderos hijos de
Abraham y los verdaderos judíos. Los judíos de
raza, que no creyeron, perdieron su derecho a ostentar ese
nombre. Por lo tanto, su "sinagoga", o sea, su asamblea, pasa a
ser la de Satanás, al oponerse a la
Iglesia
".

Es evidente que el apóstol Juan lleva al lector a
asociar a los judíos con el enemigo de Dios; la
expresión "sinagoga de Satanás" es una
terrible convocatoria al odio a lo judío, una
asociación fatal de la palabra judío con lo
más pervertido y maldito del universo.

A aquellos cristianos a los que puede dolerle este
caudal de conclusiones a las que vamos arribando será
provechoso recordarles un consejo bíblico muy aplicable
para esto: "He escogido el camino de la verdad" (Salmo
119:30).

*****

Odio y persecución 10. 21 El hermano
entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y
el padre a su hijo; Los hijos se rebelarán contra sus
padres y los harán morir. 22 Ustedes serán odiados
por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el
fin se salvará. 23 Cuando los persigan en una ciudad,
huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera.
Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de
Israel, antes que llegue el Hijo del hombre.

(Sobre Mt 10:21-23) El presente párrafo presenta
una profecía efectuada por Jesús. La misma pinta un
panorama apocalíptico donde se distinguen: a) la
división familiar al punto de que sus miembros se
entregarán a la muerte unos a otros; b) el odio
generalizado hacia los cristianos; c) la llegada del Hijo del
Hombre, o sea, el mesías, antes de que se acaben de
recorrer todas las ciudades de Israel.

Sobre este particular, específicamente la
última parte, muchas comunidades cristianas sostienen que
Jesús vendrá nuevamente (segunda venida) y es a ese
momento al que se referiría la profecía.

Cabe señalar sobre esta creencia en el segundo
advenimiento que la misma tuvo su origen después de la
muerte de los últimos discípulos, ya que los
primeros cristianos esperaban verlo con sus propios ojos, tal
cual lo señalan todas las profecías dadas por el
mismo Jesús en los evangelios, como ésta que
citamos aquí. Al no producirse la instalación del
Reino de los Cielos conforme los tiempos que él mismo
había prometido, las generaciones cristianas subsiguientes
debieron configurar una nueva doctrina. Esa doctrina, nueva y
contraria a lo que el AT indica sobre el mesías y la
instauración del Reino de Dios, es la que llegó
hasta nuestros días como segundo advenimiento o segunda
"parusía".

Respecto de esta profecía en particular podemos
observar lo siguiente: Jesús asegura a sus
discípulos que "el Hijo del hombre vendrá antes
que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel
"
(La Biblia de Estudio, 1996, ya citada). No cabe ninguna duda, no
puede caberla, respecto de que se dirige a sus discípulos
de ese momento (no a futuros) porque es a ellos a los que les
habla y los referencia con precisión al decir:
"Ustedes". Por otro lado es claro e irrefutable que
asegura que "antes que hayan recorrido todas las ciudades de
Israel
", el Hijo del Hombre, aludiendo a sí mismo,
llega e instala el Reino de los Cielos. O sea, que los
discípulos no iban a terminar de predicar por todo Israel
cuando de repente serían sorprendidos por la maravillosa
noticia de que el Reino de Dios ya estaba entre ellos
definitivamente.

Sabemos muy bien que esto no pasó en aquel
momento. Sabemos muy bien que distintas iglesias cristianas deben
haber pasado por todo Israel muchas veces en tantos siglos, como
por tantos otros lugares del mundo, y que la profecía de
Jesús no se cumplió.

Nuevamente, Jesús se equivocó al presumir
que era el mesías.

Para esta cita en particular, y para todas aquellas
otras similares que veremos más adelante, es terminante la
consigna bíblica que dice: "¿Cómo
podremos saber que lo que se ha dicho no es la Palabra del
Señor?. Deben tener esto en cuenta: Si lo que el profeta
ha dicho en nombre del Señor no se cumple, es señal
que el Señor no lo dijo, sino que el profeta habló
movido sólo por su orgullo; por lo tanto, no le tengan
miedo"
(Deuteronomio 18:21,22).

*****

Si no me reconocen 10. 33 …Yo renegaré ante
mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de
mí ante los hombres.

(Sobre Mt 10:33) Encontramos aquí una
maldición de Jesús hacia aquellos que renieguen de
él. De alguna manera es igual a decir: "el que no me
siga o el que sienta vergüenza de mí, que se
dé por muerto
".

Jesús vuelve a hablar sobre sí mismo y a
ponerse en el centro de la escena en lugar de centrar la
atención de sus seguidores en el Dios Yavé y en su
voluntad (Ver Sobre Mt 5:11-19).

Ya vimos que esta actitud no se corresponde con la que
el AT asigna para el mesías. Recordemos al efecto una
porción del Poema del Siervo de Yavé y entenderemos
que la maldición dicha por Jesús no se ajusta a la
idea (prevaleciente dentro de las comunidades cristianas) de un
mesías dispuesto a entregarse por todos los seres humanos
o Mesías Sufriente: "…él estaba cargando
nuestros sufrimientos,… soportando nuestros dolores,… fue
atormentado a causa de nuestras maldades,… el Señor
cargó sobre él la maldad de todos nosotros,… fue
maltratado pero se sometió humildemente,… por medio de
él tendrán éxito los planes del
Señor,… y quedará satisfecho al saberlo,… el
justo siervo del señor liberará a muchos, pues
cargará con la maldad de ellos"
(Isaías
53:4-7,10-11).

*****

La tierra sin paz 10. 34 No piensen que he venido a
traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la
espada. 35 Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a
la hija con su madre y a la nuera con su suegra; 36 y así,
el hombre tendrá como enemigos a los de su propia
casa.

(Sobre Mt 10:34-36) Cuando nos referimos a Juan el
Bautista, observamos una profecía evocada indirectamente
por Mateo 11:14, que es la que aparece en Malaquías 3:23 y
dice: "Yo les voy a enviar a Elías, el profeta, antes
que llegue el Día del Señor, grande y
terrible
".

Según algunos intérpretes religiosos,
existe la posibilidad de que esta profecía de
Malaquías no se esté refiriendo a un individuo que
precedería la llegada del mesías. Podría
aludir al mesías mismo.

Es interesante conocer la línea de razonamiento
de los creyentes.

Leamos que dice a continuación: "Él
hará volver el corazón de los padres hacia sus
hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres, para que
yo no venga a castigar el país con el exterminio
total"
(Malaquías 3:24).

Este último versículo es clarificador: la
misión principal de este Elías es "unir padres
a hijos e hijos a padres
".

Podemos concluir sin temor a equivocarnos: a) Si
la cita remitiera a uno que antecede al mesías, luego, es
imposible que el mesías tenga o venga a hacer una
misión diametralmente opuesta. b) Si se trata del
mesías exclusivamente, hay contradicción en la
sentencia de Jesús, al decir que el mesías viene a
hacer exactamente lo opuesto a lo que Malaquías
señala.

Otra vez, Jesús manifiesta contradicción
frente a los oráculos bíblicos y no encaja en los
parámetros fijados para el mesías.

Frente al párrafo de Mateo que estamos viendo, en
muchas Biblias se hace referencia a Miqueas 7:6. Debemos tener
presente que no toda vez que se evoca un texto del AT sobre, por
ejemplo, uno del de los evangelios esto signifique que ese hecho,
palabra o señal producido más recientemente sea
profético. Muchas veces sólo tiene por
intensión mostrar expresiones verbales o circunstancias
similares, no necesariamente una profecía. Tal es el caso
de este texto de Miqueas 7, que no contiene ninguna
profecía, comienza en el versículo 1 y llega hasta
el 7 inclusive, y es de carácter meramente narrativo sobre
la alarmante corrupción que había en Israel en su
tiempo. La profecía viene justamente después de
ello desde los versículos 8 al 13 inclusive. Si se desea
ver alguna profecía en lo anterior apenas podemos
vislumbrar unas palabras de esperanza en el versículo 7
cuando dice: "Pero yo aguardo al Señor, espero en el
Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me
escuchará
!". De ello podemos inferir que el profeta,
lejos de creer que las cosas serían así
eternamente, estaba esperanzado en la salvación de su
Dios.

*****

Por encima de todo amor 10. 37 El que ama a su padre
o a su madre más que a mí, no es digno de
mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a
mí, no es digno de mí.

(Sobre Mt 10:37) Leemos en Juan 5:18: "Por
esta razón los judíos aún más
procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el
sábado, sino que también llamaba a Dios su propio
Padre, haciéndose igual a Dios".

Cuando vimos Mateo 10:17-18, incluimos esta
mención de Juan entre los textos que van marcando y
alimentando un significativo odio hacia los judíos.
Cualquiera que la lea circunscribiéndola exclusivamente a
la sola circunstancia del sábado o de llamar a Dios su
padre, como allí se alude, está
permitiéndose ser persuadido por el escritor sobre que los
judíos eran unos vanidosos malintencionados y que
sería cierto lo que dice Marcos 15:10 respecto de que
"por envidia se lo habían entregado" a
Pilato.

Pero, para acercarnos a la verdad de los
hechos (sin meternos en el probable absolutismo religioso que
envuelve la situación), entendamos que no fue la envidia,
ni un odio ciego ni la cuestión del sábado la que
llevó a los judíos conocedores de la Ley y las
profecías mesiánicas en el AT a rechazar y condenar
a Jesús. Fue la incompatibilidad entre lo escrito en la
Biblia y los dichos de Jesús.

Esto no implica, como algunos pudieran
creer, un juicio de valor favorable ni desfavorable hacia los
judíos. Apunta solamente a reconocer las bases
bíblicas en las que se apoyó su reprobación
de Jesús

Por ejemplo, puede leerse en la Biblia:
"Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se
prolonguen sobre la tierra que Yavé tu Dios te da" (Exodo
20:12); "Maldito sea que el que trate con desprecio a su padre o
a su madre" (Deuteronomio 27:16); "Escucha a tu padre, que te
engendró; y cuando tu madre envejezca, no la menosprecies"
(Proverbios 23:22); "El padre del hijo bueno y sabio tiene
razón para estar feliz y orgulloso; haz pues que tu padre
y tu madre se sientan felices y orgullosos" (Proverbios
23:24-25).

Jesús, en cambio, propone lo
siguiente: "El que ama a su padre o a su madre más que a
mí no es digno de mí"; "He venido a poner al hombre
contra su padre" (Mateo 10:35); "Mientras todavía hablaba
a la gente, su madre y sus hermanos estaban afuera buscando
hablar con él… alguien avisó a Jesús…
Pero Jesús respondió…:–¿Quién es
mi madre y quiénes son mis hermanos?. Entonces
extendió su mano hacia sus discípulos y dijo: ­
He aquí mi madre y mis hermanos!" (Mateo
12:46-50).

Jesús sentencia: "El que ama a su
hijo o a su hija más que a mí no es digno de
mí" (Mateo 10:37). La Biblia señala: "He
aquí, bendición de Yavé son los hijos;
recompensa es el fruto del vientre" (Salmo 127:3).

Jesús no dice: "Den a Yavé la
gloria debida a su nombre; traigan ofrendas y vengan a sus
atrios; adoren a Yavé en la hermosura de la santidad;
tiemble ante su presencia toda la tierra. Digan entre las
naciones: ¡Yavé reina!" (Salmo 96:8-10); "Vengan,
adoremos y postrémonos. Arrodillémonos delante de
Yavé, nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios;
nosotros somos el pueblo de su prado, y las ovejas de su mano. Si
oímos hoy su voz" (Salmo 95:6-7). Como en muchas otras
citas, se presenta como Dios mismo, se convierte en el centro de
la atención.

El AT muestra a Moisés,
Jonás, Isaías y Jeremías (por nombrar
sólo algunos), como humildes siervos que, en primera
instancia, rechazaron el llamamiento de Dios por no considerarse
dignos para representarlo.

También es constante la
calificación bíblica para el Dios Yavé de:
único Dios, Padre, Redentor, Pastor, Fuente de Aguas
Vivas, Salvador, Roca, el primero y el último, etc. Veamos
algunos ejemplos: "Yo, Yo soy Yavé y fuera de
mí no hay
salvador"; "Así dice Yavé, tu
Redentor,…yo extendí el cielo y afirmé la tierra
sin que nadie me ayudara"; "Yo soy el primero y el
último…¿quién hay igual a mí?";
"Tú eres, Oh Yavé, nuestro Padre y Redentor Nuestro
es tu nombre desde la eternidad" (Isaías 43:11; 44:24;
44:6-7; 63:16) ; "Su arco permaneció firme, y sus
brazos se hicieron ágiles, por las manos del
Fuerte
de Jacob; por el nombre del Pastor, la Roca de Israel"
(Génesis 49:24); "Él es la Roca, cuya obra
es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud. Él es
un Dios fiel, en quien no hay iniquidad; es justo y recto"
(Deuteronomio 32:4); "Porque, ¿quién es Dios fuera
de Yavé? ¿Quién es Roca fuera de nuestro
Dios?" (2 Samuel 22:32); "Oh alma mía, reposa
sólo en Dios, porque de
Él es mi esperanza.
Sólo Él es mi roca y mi salvación; es mi
alto refugio; no seré movido" (Salmo 62:5,6); "El Dios
Altísimo es su
Redentor" (Salmo 78:35); "Un doble
mal ha cometido mi pueblo: dejarme a mí, la
fuente de
aguas vivas, para excavarse cisternas agrietadas, incapaces de
retener el agua" (Jeremías 2:13); "Yo soy Yavé
tu Dios; no reconocerás otro dios aparte de mí, ni
otro
salvador, sino a mí" (Oseas 13:4);
"Yavé es mi Pastor, nada me faltará"
(Salmo 23:1).

Las citas son muchas y cualquiera que desee
puede encontrarlas por sí mismo.

Cualquier persona sincera reconoce que
Jesús, con abrumadora frecuencia, se hace igual a Dios,
hecho que no registra antecedentes en la Biblia salvo en falsos
profetas o reyes castigados por Dios.

Por duro que nos parezca y
ateniéndonos a la mentalidad y rigidez religiosas de la
época, debemos concluir que: el propio comportamiento de
Jesús coadyuvó a su condenación a la pena de
muerte. Las autoridades judías, advirtiendo que no se
trataba de un enviado de Dios, habrían hecho que se
cumpliera lo que está escrito en la Ley, Deuteronomio
13:5: "Pero tal profeta o tal soñador de sueños
ha de ser muerto, porque predicó la rebelión contra
Yavé vuestro Dios que te sacó de la tierra de
Egipto y te rescató de la casa de esclavitud. Él
trató de desviarte del camino por el que Yavé tu
Dios te mandó andar. Así eliminarás el mal
de en medio de ti
".

*****

La duda de Juan 11. 2 Juan el Bautista oyó
hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó
a dos de sus discípulos para preguntarle: 3 "¿Eres
tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". 4
Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que
ustedes oyen y ven: 5 los ciegos ven y los paralíticos
caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los
muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres. 6
¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de
escándalo!".

(Sobre Mt 11:2-6) Observamos que la respuesta de
Jesús es ambigua. No dice que sí, no dice que no.
Deja abierta la respuesta para que el destinatario afirme o
niegue.

Recuerda esta situación la que se relata
más tarde cuando Pilato le pregunta: "¿Eres
tú el Rey de los Judíos?, Respondió
Jesús: Tú lo dices
".

Tengamos presente que no dice abiertamente: "no lo
sé", o por ejemplo: "Si Dios lo decide será
así". Se ampara en la ambigüedad.

A estas contestaciones se las suele explicar como obra
de la prudencia o la mesura. Resulta extraña esa mesura
cuando no se observa en otras porciones: "… Uno, mayor que
el templo, está aquí"; "… Uno, mayor que
Jonás, está en este lugar"; "… Uno, mayor que
Salomón, está en este lugar"
(Mateo 12: 6, 41,
42).

Quizá pueda encontrarse una respuesta menos
agradable a los creyentes pero más ajustada a la realidad
del testimonio evangélico: No estaba convencido de su
verdadero papel
.

Seguramente, será esa la razón que lo
llevará a pedir a Dios, en el momento anterior a su
detención, que aparte de él ese trago amargo, o a
gritar desconsolado poco antes de morir: "Dios mío,
porque me has abandonado
".

Se debe reconocer que no es comprensible que un supuesto
enviado de Dios, que, además, dice ser igual a Dios (y
así se sostiene en muchas iglesias cristianas hasta hoy)
se sienta abandonado por Dios o por si mismo, según como
se lo vea. Menos comprensible resulta que se explique esa
situación aludiendo a un "misterio" de Dios.

Sin duda, hay muchas circunstancias y expresiones de
Jesús que, como se ha mostrado, resultan contradictorias,
carentes de originalidad, desconocedoras de los mandatos del Dios
Yavé. Pero todas ellas dejan de ser un misterio cuando se
las confronta al antecedente bíblico y pasan a ser
simplemente las actitudes de un personaje místico y
carismático, arrastrado por la confusión imperante
en su época.

*****

Sólo hacia mí 11. 28 Vengan a mí
todos los que están afligidos y agobiados, y yo los
aliviaré. 29 Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de
mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y
así encontrarán alivio. 30 Porque mi yugo es suave
y mi carga liviana.

(Sobre Mt 11:28-30) Nuevamente Jesús invita a sus
seguidores a imitarlo y a refugiarse en él, renovando su
discurso a favor de sí mismo. No centra su prédica
en el Dios Yavé, a la manera de los profetas
judíos.

*****

Lo que David nunca hizo 12. 3 Pero él les
respondió: "¿No han leído lo que hizo David,
cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, 4
cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes
de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él
ni a sus compañeros, sino solamente a los
sacerdotes?

(Sobre Mt 12:3-4) Quienes no leyeron 1 Samuel 21, donde
se narra el episodio al que alude Jesús, quedarán
con la idea equivocada de que David mismo tomó la
resolución de entrar al templo y acopiarse de panes
sagrados. Eso es lo que deja entender el texto.

Es muy importante leer el relato original. David se
dirigió al sacerdote Ajimelec preguntándole:
"¿Qué provisiones tienes a mano?. Dame cinco
panes o lo que encuentres"
(Versículo 4). Ante ello
el sacerdote le contestó que sólo tenía pan
consagrado y le propuso dárselo siempre y cuando el mismo
David y sus hombres se hubieran abstenido de mujeres. Confirmado
esto, se los entregó.

Queda claro que: David no pidió pan consagrado
sino que le proveyera lo que tuviera a mano; que no fue
determinación propia de David el uso del pan consagrado
sino una atribución asumida por el sacerdote bajo la
palabra de que se cumplía determinada condición en
los destinatarios del alimento.

*****

El tema de guardar el sábado 12. 8 Porque el
Hijo del hombre es dueño del sábado. 9 De
allí, Jesús fue a la sinagoga de los fariseos, 10
donde se encontraba un hombre que tenía una mano
paralizada. Para poder acusarlo, ellos le preguntaron:
"¿Está permitido curar en sábado?". 11
Él les dijo: "¿Quién de ustedes, si tiene
una sola oveja y esta cae a un pozo en sábado, no la va a
sacar? 12 ¡Cuánto más vale un hombre que una
oveja! Por lo tanto, está permitido hacer una buena
acción en sábado". 13 Entonces dijo al hombre:
"Extiende tu mano". Él la extendió, y la mano
enferma quedó tan sana como la otra. 14 Enseguida los
fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de
acabar con él.

(Sobre Mt 12:8-14) El AT indica en Exodo 31:16,17 lo
siguiente: "Los hijos de Israel guardarán el
sábado, celebrándolo como pacto perpetuo a
través de sus generaciones. Será una señal
permanente entre los Israelitas y yo
".

Del pasaje citado se desprenden dos conclusiones:
a) La obligatoriedad de guardar el sábado existe y
esta claramente establecida, quedando manifiesto que el
día sagrado, desde el punto de vista bíblico, es
solamente ese; b) la obligatoriedad rige para los
judíos exclusivamente ya que dice: "como pacto…
será una señal permanente entre los israelitas y
yo
". Los no judíos sólo están obligados
a guardar el sábado cuando se encuentran en territorio
santo: "El séptimo día será
sábado para Yavé tu Dios. No harás en
él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni
tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni el forastero que
está dentro de tus puertas"
(Exodo 20:10).

Con la llegada de Jesús como emisario de Dios,
parecería lógico esperar que se exalte el valor
simbólico del sábado dentro de la comunidad
judía y aun que, sin imponerlo a los no judíos, se
inste a que pueda llegar a ser una celebración para todos
los pueblos.

Sin embargo, en varios pasajes de los evangelios se
presenta a los judíos con un perfil exagerado y alejado
del sentido común con relación al mandato
sabático. La respuesta de Jesús en el texto que
analizamos aquí: "Está permitido hacer una
buena acción en sábado
", parece confirmar esa
aparente irracionalidad judía.

También se observa que sujeta el valor del
sábado en función del hombre cuando dice: "El
sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el
sábado"
(Marcos 2:27).

Desde un punto de vista estrictamente bíblico
este último dictamen es equivocado. La obligatoriedad de
guardar el sábado la establece el propio Dios Yavé.
Claramente expresa que no es para el hombre que lo
estableció sino para su gloria: "Si apartas tu pie por
respeto al sábado, para no hacer tu capricho en mi
día santo; si al sábado llamas delicia, consagrado
a Yavé y glorioso; y si lo honras, no haciendo
según tus propios caminos ni buscando tu propia
conveniencia ni hablando tus propias palabras, entonces te
deleitarás en Yavé. Yo te haré cabalgar
sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer de la
heredad de tu padre Jacob. Porque la boca de Yavé ha
hablado"
(Isaías 58:13,14); "Guardaréis el
sábado, porque es sagrado para vosotros; el que lo profane
morirá irremisiblemente. Cualquiera que haga algún
trabajo en él será excluido de en medio de su
pueblo"
(Exodo 31:14). Es muy manifiesto el error conceptual
de Jesús. El sábado, conforme el AT, es para Dios,
no es para el hombre.

Pero veamos si su respuesta sobre que "está
permitido hacer una acción buena en sábado"

justifica (siempre desde una visión bíblica) la
curación relatada.

Debemos tener presente que la mano paralizada del hombre
aludido, seguramente, como en otras curaciones similares
atribuidas a Jesús, llevaba largo tiempo en tales
condiciones. Aun cuando no fuera así, no parece tratarse
de algo que no pudiera ser atendido en otra oportunidad, por
ejemplo: al día siguiente.

Imaginemos a un sanador judío de religión
que le propusiera a Usted atender sus dolencias físicas o
de salud cualquier día, menos el sábado, por
respeto al Dios Yavé. Sin duda Usted comprendería
la situación. Aguardaría con anhelo ser curado y no
le reprocharía en absoluto haber tenido que esperar que
pasara el sábado para disfrutar el bienestar de su
curación el resto de su vida. Es posible inclusive que, a
partir de esa circunstancia, Usted mismo también comience
a guardar el sábado, quizá como mero homenaje a esa
persona.

Es cierto también que, sin duda, existirán
situaciones límites que obliguen a realizar alguna
acción en sábado. Comprendamos que el precepto
bíblico no obliga a mantenerse inmóvil mientras a
uno lo asaltan impunemente ni mucho menos.

En esta cuestión del mandato sabático, la
Biblia le indica a los judíos que deben aprender a
priorizar, a separar entre lo que puede esperar y lo que hay que
atender irremediablemente. El ejemplo de esta concepción
de saber como respetar el sábado y qué se puede
posponer, aunque sea algo bueno, para otro día, lo
protagoniza el propio Dios Yavé en el desierto: "Mirad
que
Yavé os ha dado el sábado, y por eso
en el sexto día os da pan para dos días. Permanezca
cada uno en su lugar; nadie salga de allí en el
séptimo día"
(Exodo 16:29).

El párrafo citado corresponde al período
en que los israelitas permanecían en el desierto, tras
haber salido de Egipto, rumbo a la "tierra prometida". Se narra
que como no tenían qué comer Dios mismo les provee
el alimento, al que los israelitas llamaron
"maná". Observando detalladamente la
situación podemos concluir que dar de comer a su pueblo,
que estaba hambriento en un lugar tan inhóspito como el
desierto, sería justificable según Jesús
porque se trataría de una buena acción
permitida en sábado
. Sin embargo, el Dios Yavé
mostró que no era necesario violar el sábado.
Podemos leer que para "eso el sexto día os da pan para
dos días
". Dicho de otra manera el viernes les
entregó una ración doble de maná para no
hacerlo el día sábado. No era necesario violar el
sábado, era excelente dar de comer a su pueblo pero
podía hacerse algo bueno sin transgredir lo
sagrado.

La conclusión es una sola: el verdadero
Mesías no haría caducar el mandato del
sábado.

*****

Tres días y tres noches 12. 38 Entonces
algunos escribas y fariseos le dijeron: "Maestro, queremos que
nos hagas ver un signo". 39 Él les respondió: "Esta
generación malvada y adúltera reclama un signo,
pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.
40 Porque así como Jonás estuvo tres días y
tres noches en el vientre del pez, así estará el
Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres
noches.

(Sobre Mt 12:38-40) Jesús, haciendo referencia a
que su muerte estaría profetizada en el AT, cita el relato
del profeta Jonás, que estuvo tres días y tres
noches en el vientre de una ballena. Sobre este particular indica
que él estará tres días y tres noches en el
vientre de la tierra.

Resumiendo, interpreta el pasaje de Jonás como
una señal de que el mesías, luego de permanecer
tres días y tres noches muerto,
resucitaría.

El libro de Jonás es pequeño y puede
leerse en unos pocos minutos. Quien lo haya leído
podrá corroborar los siguientes puntos: 1) En el
relato observamos que el profeta no muere. Dios
tenía planificado de antemano evitar su muerte.
Quería que siguiera viviendo. Por ello dispone de un gran
pez dentro del cual fue alojado vivo el profeta,
permaneciendo en su interior tres días y tres noches;

2) El cumplimiento de la misión personal de
Jonás es exactamente inversa a la de Jesús;
comienza luego de ser sacado del pez, o sea, pasados los tres
días y las tres noches; la de Jesús es anterior a
su muerte; 3) El propósito divino sobre
Jonás era obligarlo a valorar la importancia de cumplir
con su misión y comprender la imposibilidad de eludir la
responsabilidad que Dios le había impuesto. Para eso fue
guardado dentro de la ballena. La resurrección de
Jesús tendría un propósito distinto: mostrar
el poder de Dios sobre el mesías; 4) Jonás
es enviado a predicar a un pueblo no judío, cosa que
Jesús, como hemos visto, no estaba dispuesto a realizar;
5) Si Jonás es una señal de la muerte de
Jesús y su posterior resurrección, esta
señal debería cumplirse plenamente. Tenemos lo
siguiente: Jonás permaneció tres días y tres
noches dentro del pez. Nada autoriza a negar que se trate de
días completos. Jesús murió a las tres de
tarde del día viernes y resucitó a la madrugada
(todavía no había amanecido) del día
domingo. Jesús sólo permaneció muerto "casi"
dos días y dos noches o, con mayor exactitud, entre 36 y
no más de 40 horas.

Resumiendo: a) Jonás no muere al ser tragado por
el pez, por lo tanto no vuelve de la muerte al ser devuelto a
tierra; b) a partir de allí comienza su prédica y
no antes; c) el propósito divino habría sido que le
sirviera para comprender su obligación con Dios y no como
señal hacia otros, ya que fue una vivencia íntima
que sólo conocemos por el relato y no por una multitud de
supuestos testigos del hecho; d) le predica a un pueblo no
judío; e) estuvo dentro de un pez exactamente tres
días completos, Jesús no.

De lo expuesto se desprende que el libro de Jonás
no es una profecía que adelante algún pormenor
sobre la muerte de Jesús y su posterior
resurrección, y por lo tanto no hay señal alguna ni
posible cumplimiento. Es un relato, de carácter
presumiblemente proselitista, con el que se expone el
interés del Dios Yavé en que todos los pueblos se
salven.

*****

Mensaje selectivo 13. 10 Los discípulos se
acercaron y le dijeron: "¿Por qué les hablas por
medio de parábolas?". 11 Él les respondió:
"A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de
los Cielos, pero a ellos no. 12 Porque a quien tiene, se le
dará más todavía y tendrá en
abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que
tiene. 13 Por eso les hablo por medio de parábolas: porque
miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. 14 Y así
se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice:
"Por más que oigan, no comprenderán, por más
que vean, no conocerán, 15 Porque el corazón de
este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y
han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus
oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se
conviertan, y yo no los cure".

(Sobre Mt 13:10-15) La cita mencionada es Isaías
6:9-10. Es la respuesta de Dios frente al ofrecimiento de
Isaías de ser su predicador ante el pueblo. A
través de ella Yavé le indica al profeta que, por
la maldad y ceguera espiritual de su pueblo, el mensaje no
surgirá ningún efecto positivo.

Pero si Usted leyó la cita de Isaías,
quizá se pregunte: ¿Dónde está la
profecía?. Pues bien: no se trata de una profecía;
menos aún de una señal a cumplirse 700 años
más tarde. Sólo es un relato que narra la
vocación de Isaías para el trabajo de mensajero.
Sin embargo, como ya lo hemos visto antes, hay un esfuerzo
significativo por forzar pasajes bíblicos para darles un
sentido profético cuando no lo tienen.

Hay otro elemento interesante. Isaías no
realizó su prédica en forma de parábolas
como lo hizo Jesús. El mensaje de Isaías se
caracterizó por ser mayormente directo y no adornado de
historias que escondieran algún significado a descubrir
(excepción hecha de ciertos pasajes de carácter
definidamente proféticos). Siempre fue muy puntual a la
hora de expresarse: "¡Ay de los que a lo malo llaman
bueno, y a lo bueno, malo!, considerando las tinieblas como luz,
y la luz como tinieblas; lo amargo como dulce, y lo dulce como
amargo. ¡Ay de los que son sabios ante sus propios ojos, y
de los que son prudentes según ellos mismos!. ¡Ay de
los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para
mezclar licor; y de los que por soborno declaran justo al
culpable, y al justo le quitan su justicia!. Por tanto, como la
lengua de fuego devora la paja y la llama doblega el rastrojo,
así la raíz de ellos será como cosa
putrefacta, y su flor se desvanecerá como el polvo. Porque
han desechado la ley de Yavé de los Ejércitos, y
han despreciado la palabra del Santo de Israel"

(Isaías 5:20-24).

*****

Hablaré en parábolas 13. 34 Todo esto
lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de
parábolas, y no les hablaba sin parábolas, 35 para
que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en
parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas
desde la creación del mundo.

(Sobre Mt 13:34-35) La supuesta profecía que
refiere Mateo estaría ubicada en el Salmo 78:2.
Allí puede leerse: "Abriré en sentencias mi
boca"
(Versión Nacar-Colunga), "Abriré mi
boca en proverbios"
(Versión Reina Valera
Revisión 1995), "Voy a hablar por medio de
refranes"
(La Biblia de Estudio –SBU- 1996)

Como puede apreciarse la palabra
parábolas no está citada. Se traduce
sentencias, refranes, proverbios, no
parábolas.

Independientemente de este hecho, que resulta
significativo y muestra por si sólo cómo se
pretende forzar una cita bíblica para poder aplicarla a la
persona de Jesús, puede observarse que no hay ninguna
parábola a lo largo del Salmo 78, que es uno de los
más extensos y, por tanto, podría haber permitido
la incorporación de alguna.

Al leerlo resulta evidente que el escritor del Salmo que
nos ocupa sólo pretendía rememorar la historia del
pueblo de Israel.

Nuevamente, tampoco hay profecía
aquí.

*****

Seguidores del maligno 13. 36 Entonces, dejando a la
multitud, Jesús regresó a la casa; sus
discípulos se acercaron y le dijeron: "Explícanos
la parábola de la cizaña en el campo". 37 Él
les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo
del hombre; 38 el campo es el mundo; la buena semilla son los que
pertenecen al Reino; La cizaña son los que pertenecen al
Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es
el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. 40
Así como se arranca la cizaña y se la quema en el
fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. 41 El
Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos
quitarán de su Reino todos los escándalos y a los
que hicieron el mal, 42 y los arrojarán en el horno
ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes.
43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el
Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que
oiga!

(Sobre Mt 13:36-43) Seguramente, en la historia de la
humanidad, no sólo los judíos han tenido la
capacidad de encontrar evidencia bíblica respecto a la
falta de carácter mesiánico en el mensaje y la vida
de Jesús. Sin duda, ha habido y habrá muchos
estudiosos que también han podido observar varias de las
cosas expuestas en este trabajo y más
aún.

No es menos cierto que muchos cristianos han vivido una
gran angustia en sus corazones al reconocer contradicciones o
evidencias relativas a la falta de pruebas mesiánicas en
los evangelios. Quizá, un infundado temor a que sea el
fruto de su propia naturaleza pecaminosa no les ha permitido
profundizar sobre la veracidad de su propio
razonamiento.

Así llegamos hasta nuestros días sin que
exista un material masivo y uniforme en el planeta sobre este
particular.

En el caso de los judíos, su actitud no
proselitista y su temor a la posibilidad de molestar la
sensibilidad de algunos sectores cristianos, los llevó y
los lleva a ser muy reservados en cuanto a exponer sus pruebas y
puntos de vista. No obstante, existe material de origen
judío al que se puede acceder, aunque su publicidad no es
manifiesta al menos en esta zona del mundo.

En el caso de los creyentes, quizá el temor a ser
considerados emisarios del diablo o anticristos, los ha llevado a
abstenerse de profundizar en sus propias observaciones y a dejar
de lado la perspectiva de un estudio serio, fundado en un genuino
y maduro amor a la verdad. De esa manera han terminado
apoyándose únicamente en su fe.

Resulta extraña la actitud si se tiene presente
la invitación bíblica de buscar siempre la verdad:
"No olvides mis enseñanzas, hijo mío; guarda en
tu memoria mis mandamientos y tendrás una vida larga y
llena de felicidad. No abandones nunca el amor y la verdad;
llévalos contigo como un collar. Grábatelos en tu
mente, y tendrás el favor y el aprecio de Dios y de los
hombres"
(Proverbios 3:1-4).

Contra esta licencia bíblica para buscar la
verdad, el párrafo de Mateo que nos ocupa advierte que
todo aquel que diga algo diferente u opositor a lo que dice
Jesús es un enemigo que siembra cizaña o, lo que es
peor, un aliado del demonio.

Es frecuente la apelación, en los libros del
Nuevo Testamento, al recurso de catalogar de anticristo
a todo aquel que no se ajusta a lo que dijo Jesús o se
opone a ello. Esa es una fórmula que, por medio del temor,
invita a abstenerse de un criterio diferente.

La palabra "Cristo" es el término griego
para traducir la palabra hebrea "mashiaj", que significa
el ungido y de la cual proviene la palabra
"Mesías".

Al observar y concluir a través del estudio de
las profecías y citas del AT que Jesús no se
corresponde con el mesías anunciado, queda claro que no se
es un anticristo ya que Jesús no fue el cristo o
mesías. Se comprende que la palabra "anti-cristo" no es
aplicable en este caso.

Sin embargo, el temor a expresarse libre y
responsablemente, sustentando con respeto y testimonio objetivo
una opinión opuesta a la generalizada, sigue vigente. La
intolerancia hacia un pensamiento contrapuesto al criterio
general, es una triste realidad, presente en varios
campos.

Espero que este respetuoso trabajo mío, tenga
mejor suerte.

*****

Impidiendo milagros 13. 53 Cuando Jesús
terminó estas parábolas se alejó de
allí 54 y, al llegar a su pueblo, se puso a enseñar
a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban
maravillados. "¿De dónde le viene, decían,
esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? 55
¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es
la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos
Santiago, José, Simón y Judas? 56 ¿Y acaso
no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De
dónde le vendrá todo esto?". 57 Y Jesús era
para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: "Un
profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia".58
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe
de esa gente.

(Sobre Mt 13:53-58) Con sutiles rodeos, el relato nos
dice: "Jesús pudo hacer poco o nada allí,
porque esa gente no tenía fe
". En otras palabras se
responsabiliza a otros por lo que él no pudo
realizar.

Resulta totalmente llamativo que aquel que habría
resucitado muertos, curado a ciegos, paralíticos,
leprosos, caminado por el mar, dominado tempestades,
etcétera, fracasara frente a su propio pueblo y familia
que lo conocían.

Aun admitiendo, al menos, algunos de los milagros
relatados, podríamos preguntarnos si no podrían
haber sido el resultado de un fenómeno de sugestión
colectiva. Más aun en aquella sociedad que vivía su
momento de mayor expectativa mesiánica.

Este hecho es bastante frecuente en la historia de la
humanidad y sigue vigente en nuestro tiempo, siendo estudiado por
la sicología de masas.

Al efecto, sirvan de ilustración los siguientes
apuntes: 1) la enfermedad llamada escrófula,
recibió en la edad media la denominación de mal
del rey
, por la creencia de que sólo el contacto con
un rey podía curarla. Entre los soberanos a los que la
historia les atribuye curaciones de este mal figuran: Eduardo III
y Carlos II de Inglaterra y Felipe I de Francia. Todos
coincidiremos en que no se conoce de ningún rey que haya
sido un legítimo enviado de Dios; 2) Cuando yo era
pequeño me llevaron al pueblo de Pilar (?) en el que se
encontraba un curandero muy popular, al que se lo conocía
con el nombre de Tibor Gordon, en una especie de
fundación que se llamaba Arco Iris. Yo no
creía en eso. Allí pude observar cómo un
muchacho que volvió de regreso en el mismo micro, afectado
por la polio en sus piernas, logró caminar unos cuantos
pasos, sin ayuda y sin muletas, incitado por el curandero, frente
al asombro de todos. Un amplio nivel de comercialización
de muñecos y ponchos con supuestas propiedades curativas,
formaban parte de esa organización. Sin embargo, nadie que
sea sensato podrá decir que aquel hombre era un elegido de
Dios.

*****

Caminando por el mar 14. 25 A la madrugada,
Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. 26 Los
discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron.
"Es un fantasma", dijeron, y llenos de temor se pusieron a
gritar. 27 Pero Jesús les dijo: "Tranquilícense,
soy yo; no teman". 28 Entonces Pedro le respondió:
"Señor, si eres tú, mándame ir a tu
encuentro sobre el agua". 29 "Ven", le dijo Jesús. Y
Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el
agua en dirección a él.30 Pero, al ver la violencia
del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó:
"Señor, sálvame". 31 En seguida, Jesús le
tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía:
"Hombre de poca fe, ¿por qué
dudaste?".

(Sobre Mt 14:25-31) Dos apreciaciones interesantes
surgen de este pasaje.

Como primer elemento, las palabras de Jesús:
"Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?",
son una clara amonestación hacia Pedro de la que se
desprende que lo que le sucedió, el fracaso de este
discípulo en el agua, habría sido fruto de su
propia falta de fe, por no creer con todas las fuerzas. La
enseñanza que dejaría esto es la de comprender que,
como asegurará más tarde en Mateo 17:20: "Si
tuvieran fe, aunque sólo fuera del tamaño de una
semilla de mostaza, le dirían a este cerro:
"Quítate de aquí y vete a otro lugar", y el cerro
se quitaría. Nada les sería
imposible
".

Siendo que la fe, conforme las palabras de Jesús,
sería un elemento muy poderoso e insuperable, cabe
preguntarse si la escasa producción de milagros en su
pueblo: ¿No sería el resultado de su propia poca
fe?. Porque si para el que tiene fe nada es imposible, cuando en
determinadas circunstancias no pudo ejecutar milagros, entonces
sólo pueden haber pasado dos cosas o ambas a la vez:
a) el principio enunciado es equivocado ó b)
Jesús mismo no tuvo fe suficiente.

Lo segundo que puede apreciarse es que, en estos casos,
se exalta el valor de la fe, se la transforma en un elemento
fundamental en la vida religiosa de un cristiano: la fe apropiada
habría permitido a Pedro caminar sobre el mar; la fe
podría mover montañas.

Suelen explicarse estas citas como meros ejemplos
pintorescos que apuntarían a insistir en la importancia de
"tener" fe y de "cuidar" la fe. Podemos asegurar que cuando
Jesús reta a Pedro, definitivamente le está
diciendo, sin lugar a otra interpretación (pues fue
él mismo el que le invitó a caminar por el mar)
que, con fe, sería posible realizar ese fenómeno,
tal como él mismo habría estado
haciéndolo.

La palabra "fe" aparece muy pocas veces en el
AT y, en ningún caso guarda un valor similar al que le
otorga el cristianismo, sino que se aplica como un
sinónimo de "fidelidad" o "lealtad" entre las partes.
Quienes puedan acceder a la Versión Reina Valera
Actualizada (Bible On Line), de 1982/86/87/89, de la Casa
Bautista de Publicaciones, encontrarán que tan sólo
en tres versículos de la Biblia se traduce el original
hebreo por la palabra "fe"; esos versículos son: Jueces
9:16 y 19 y Habacuc 2:4 (para este último texto
téngase presente que a la palabra fe se le otorga el mismo
significado que se leyó en Jueces, o sea: de buena fe,
aquel que actuó con honestidad y confianza frente a lo que
Dios ha dicho).

La teología cristiana se ha ocupado
abundantemente en referirse a este elemento tan
característico de su doctrina y a diferenciarla del
concepto hebreo.

Es en el Nuevo Testamento donde la palabra "fe" es
exaltada constantemente. La palabra "fe" se encuentra en todos
los libros que componen el Nuevo Testamento (excepto en II y III
de Juan), o sea, en 25 de los 27 libros.

Podemos preguntarnos: ¿por qué motivo los
escritores del Nuevo Testamento acuden y realzan con tanta
insistencia el valor de la fe?.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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