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La bioética como componente de la actuación científica de enfermería (página 3)



Partes: 1, 2, 3

El estudio de este presupuesto ha sido a través
de la historia un producto controvertido, ya que existen
teorías idealistas acerca de que es conocer, no solo, no
viendo a este como acto donde el medio y el contexto
socio-histórico juega un papel impredecible y de
ahí que defendamos la teoría marxista del
conocimiento
, a partir de la contemplación viva, es
decir lo que sentimos, percibimos, escuchamos y podemos
sintetizar, generalizar, para después concretarlo en la
práctica.

El conocimiento, es un proceso del cual la
realidad se produce como un reflejo por el cerebro humano,
teniendo en cuenta la experiencia que lo ha precedido.

Partiendo en concepto de conocimiento que incluye el
reflejo y reproducción en el pensamiento humano, por la
unidad entre lo que se excluye la actividad práctica, el
fin del conocimiento, es alcanzar la verdad objetiva. En el
proceso del conocimiento el hombre adquiere saber, se asimila
conceptos acerca de los fenómenos reales, va comprendiendo
el mundo circundante. Dicho saber se utiliza en la actividad
práctica, para transformar el mundo; para subordinar la
naturaleza a las necesidades del ser humano, El conocimiento y la
transformación práctica de la naturaleza y de la
sociedad son frutos de un mismo conocimiento
histórico.

La corrección lógica es condición
necesaria (aunque insuficiente) de la veracidad. Criterio de la
verdad medida para valorar alguna cosa. Recurso para comprobar la
veracidad de la falsedad. El criterio de la verdad radica en la
práctica social. Los procedimientos para comprobar la
verdad es la práctica.

Ahora bien, comprobar las teorías
científicas en la práctica
, no significa
convertirla en algo absoluto. En la teoría del
conocimiento, el marxismo ha sido el primero en incluir la
práctica como criterio de la verdad.

Ya que el conocimiento verdadero parte del contacto del
hombre con el mundo y de la experiencia adquirida a través
de la actividad, en la comprobación práctica del
conocimiento como criterio de la verdad. El mismo demuestra 3
niveles: reproductivo, aplicativo y creativo. Siendo en la
actividad donde se aprende, y se demuestra lo aprendido, porque
el hombre es lo que es su actividad.

Hace ya alguno años que el interés
suscitado por el estudio de la filosofía en nuestro
país estaba reclamando la edición de una historia
de la filosofía. No es éste un interés
meramente intelectual, resultado de la curiosidad ociosa
provocada por las conmociones que de vez en cuando sacuden a
ciertos círculos y cuyas causas visibles parten de la
aparición de nuevas corrientes del pensamiento o de
algunos talentosos escritores que se convierten en
"revolucionarios" del mundo especulativo en el que viven algunos
intelectuales.

Los verdaderos procesos de cambio social exigen una
amplia participación en la acción histórica,
y esa exigencia se hace muy presente en la construcción
del socialismo. Por esos caminos andamos y son ellos los que han
determinado el gran movimiento cultural que se desenvuelve en
Cuba. La aspiración es ahondar cada vez más, no
solamente buscando una acumulación de conocimientos, sino
procurando clarificar nuestro pensamiento para convertirlo en un
real y efectivo instrumento de la acción.

Nuestra filosofía, nuestro instrumento
teórico, el marxismo, al que no consideramos como
un conjunto de tesis definitivas cuya fijación nos
dispensa de toda indagación, de toda confrontación.
Lo revolucionario del marxismo, lo que lo hace instrumento, es el
método. Pero no un método como realidad en
sí, como algo que puede ser elaborado en abstracto y
asimilado así para creernos después en
posesión de la verdad absoluta, ya que ello
conduciría a una simplificación deformante. El
método marxista pierde su vitalidad y razón de ser
fuera de toda aplicación. Por ello decimos que nuestra
filosofía es historia, que la práctica es la base
de toda formulación teórica y la que la
teoría que no se prueba en la práctica es meramente
escolástica.

Esta "Historia de la Filosofía" fue
concebida con el propósito de mostrar la esencial
humanidad de los filósofos. Ya que en ella, se puede ver
únicamente desorden y amontonamiento de opiniones; pero
excluye también que se pueda ver en ella un orden
necesario dialécticamente concatenado, para el cual la
sucesión cronológica de las doctrinas equivalga al
desarrollo racional de momentos ideales constituyentes de una
verdad única que aparezca en su plenitud al final del
proceso. ([11])

En verdad la historia de la filosofía es historia
en el tiempo, por lo tanto problemática; y está
hecha con doctrinas y momentos ideales, sino con hombres
solidariamente ligados por la búsqueda común.
Cualquier doctrina sucesiva en el tiempo no es, por esto solo,
más verdadera que las precedentes. Se contrae el riesgo de
que enseñanzas vitales se pierdan u olviden, como a menudo
ha sucedido y sucede; de aquí que debamos rebuscar
incesantemente su significado genuino.

La investigación realizada en el municipio de San
Antonio de los Baños, en la (UC), sobre el comportamiento
clínico-epidemiológico del infarto agudo del
miocardio, está sustentada en el método
materialista dialéctico
pues tiene en cuenta las
leyes del pensamiento, la naturaleza y la sociedad, ya que
a partir de una problemática real diagnosticada con el
empleo de métodos teóricos, empíricos
estadísticos se llega a la verdad existente en la UC de
nuestro municipio.

Los métodos empleados son los que la
ciencia determina como fundamentales en la búsqueda de los
preceptos más actuales teniendo en cuenta el
análisis, la síntesis como
procesos lógicos del pensamiento del hombre lo cual
presupone el enfoque dialéctico de la
investigación porque la misma puede seguir siendo
enriquecida con los elementos que se disponen en el momento de la
elaboración de la misma.

Lo anteriormente expuesto en esta investigación
lleva implícito la aplicación de las leyes de la
dialéctica
:

  • Ley de la Negación de la
    Negación:
    a través de la
    contextualización de la teoría analizada sobre
    algunas consideraciones éticas y bioéticas de
    la actuación de enfermería en el infarto agudo
    del miocardio, el diagnóstico
    clínico-terapéutico que existe y se emplea, en
    Cuba y en el mundo, se produce una primera negación de
    la ética clásica basada en diversas posiciones
    de búsqueda de la verdad por la cristianizada por los
    teólogos medievales en que se esa ética se
    ponía en función de la justificación de
    los dogmas religiosos, de su verdad, sin posibilidad de
    debate, llegando hasta el Tribunal de la Santa
    Inquisición en su defensa, al ser la filosofía
    sierva de la teología, en la segunda negación
    se niega ese dogmatismo en tanto paraliza el proceso y retoma
    de la primera negación lo positivo que en ella se
    encontraba de búsqueda de la verdad

  • Ley en la Unidad y Lucha de Contrarios: se
    analiza por las propias contradicciones que genera el
    diagnóstico reflejado en las opiniones de
    aceptación de las personas que han sufrido un IAM y
    que mantienen hábitos tóxicos, lo más
    importante es el entendimiento de la eliminación de
    los mismos y de esta forma lograr la incorporación a
    la sociedad de los individuos implicados en la lucha por la
    eliminación de lo que lo daña, hábitos
    que por su carácter práctico constituyen las
    costumbres difíciles de eliminar, a pesar del
    conocimiento que ese daño ocasiona.

  • En esta investigación se aplica una ley de
    la lógica (Ley de Identidad):
    es decir que los
    razonamientos que se expresan producto de la
    investigación tiene un solo sentido identificar el mal
    y erradicarlo. En las memorias escritas en esta
    investigación se deja claro con que concepción
    se trabaja y cuál es la expresión comprendida
    como concepto o juicio.

Además se trabaja con la categoría
filosófica
de la libertad y la necesidad, pues
se expresa la relación entre la actividad del hombre y las
leyes objetivas de la naturaleza ya que en esta
investigación se declara cual es la necesidad objetiva con
relación al uso de los hábitos tóxicos y
estilo de vida dentro de los factores de riesgos cardiovasculares
modificables y no modificables y se da la posibilidad de analizar
cuál será la conducta más razonable
según las relaciones de producción que establece la
sociedad, la ética y el desarrollo de los valores, el
sentido de pertenencia hacia la ideología que se defienden
mientras más el hombre conoce las verdades mejor
será su tránsito por el camino de su propia
actividad.

En este trabajo se aplicó el consentimiento
informado como modalidad de la bioética para
obtener toda la información analizada. Se consultó
con los pacientes implicados en la muestra seleccionada y se
tomó declaración de la aceptación de los
mismos a participar en la investigación, con
consentimiento informado, como modalidad de la bioética
para obtener toda la información analizada.

Es bueno señalar que en las circunstancias
actuales que vive el mundo, los países subdesarrollados
siguen siendo las principales víctimas de los cambios que
ocurren en la economía internacional, y el sector de la
salud se halla entre aquellas áreas que han quedado
relegadas. Por otra parte, las injustas políticas de
ajuste económico repercuten fundamentalmente en el
desarrollo social, con un sostenido déficit de recursos
que se refleja en las reducciones de los presupuestos destinados
a la salud, a lo que se le adiciona la persistencia de una
desigual distribución del ingreso nacional, de forma tal,
que amplios sectores de la población quedan marginados al
acceso de la tecnología de punta, sino incluso a los
más elementales servicios de salud.

Es importante enfatizar que a pesar de que los
países ricos poseen amplia disponibilidad de estas
técnicas terapéuticas y de una atención de
excelencia médica y de enfermería, hay sectores de
la población que no tienen acceso a la misma por el costo
de los servicios médicos. La ciencia y la
tecnología médica nos pone frente a nuevos hechos
para los cuales no se tienen respuestas o cuyas consecuencias
cuestionan nuestras más caras convicciones morales y
espirituales; ya que aquellos que manejan nuevas técnicas
disponen de un poder que se hace cada vez mayor, y se requiere
que de alguna manera se adopten regulaciones para limitar este
poder en defensa de los derechos de los afectados.

Los recientes avances experimentados por la
biología molecular, la terapéutica
hemodinámica invasiva y su aplicación a la medicina
abren posibilidades insólitas para la lucha contra las
enfermedades humanas e incluso para el futuro biológico
del hombre; pero cada avance nos pone a su vez ante alternativas
difíciles.

Fidel Castro ha señalado que ¨En tanto
la salud no sea considerada como un derecho fundamental del
hombre y un deber de la comunidad, en tanto no se reconozca la
responsabilidad del estado de cada país en la
atención y cuidado de la salud, en tanto no desaparezcan
las desigualdades en la distribución de los recursos para
la salud a escala nacional e internacional, en tanto no se luche
frontalmente contra la pobreza, el hambre, la ignorancia y la
insalubridad, poco será lo que podrá lograrse en el
mejoramiento de la salud humana en el mundo
subdesarrollado….¨, estas acertadas palabras resume
que solo la voluntad política de una nación permite
disponer los recursos y por tanto de la tecnología de
avanzada a favor de la población y poder disminuir
grandemente la morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares.
([12])

Los problemas éticos de carácter
científico se presentan continuamente en la
práctica médica y especialmente los relacionados
con los adelantos científicos de la cardiología de
carácter diagnóstico, pues el alto costo de estos
recursos obliga a utilizarlos de manera selectiva, y es
entonces cuando surge el conflicto ético, de
quiénes deben beneficiarse de ellos y quiénes no
(principio de Justicia). La justicia requiere que los
beneficios de la investigación sean repartidos
equitativamente entre todos los grupos y clases de la sociedad,
sin tener en cuenta edad, sexo, estatus económico, cultura
y raza.

Una medicina con un mayor grado de desarrollo en su
tecnología de aplicación es, desde luego,
más precisa pero también resulta mucho más
costosa y se le observa así mismo incidir todos los
días, negativamente, en el binomio del que cura con el
que padece
, como si atentara con la aplicación en la
práctica del principio bioético de la
justicia
, el cual se sustenta en la obligación
ética de dar a cada una de las personas lo que
verdaderamente necesita o corresponde, en consecuencia con lo que
se considera correcto y apropiado desde el punto de vista moral.
Si tenemos en cuenta que el principio bioético de
beneficencia o no maleficencia
es en esencia la
obligación ética de aumentar, tanto como ello sea
posible, los beneficios de reducir al mínimo los
daños y prejuicios que el individuo pueda recibir, el no
poder dar al paciente el apoyo tecnológico para aliviar o
curar su enfermedad, pone en detrimento dicho
principio.

La asignación de prioridades a las necesidades
urgentes de cada paciente, por encima de las consideraciones
generales de justicia para todos o de la estructura del sistema
general de atención de salud, permite que el
médico pueda distinguir sus obligaciones
médicas como profesional de sus deberes cívicos
como ciudadano. Por otra parte, las aspiraciones del
paciente, que desea ser examinado con la tecnología
más avanzada, no siempre coinciden con las del
médico, lo cual es también fuente potencial de
conflictos éticos. En la mayoría de los
países pobres los sistemas de salud privados se enfrentan
frecuentemente a conflictos bioéticos, pues estas
instituciones, en su afán de ganancias, propician
soluciones a conflictos sobre a quién atender y con
qué tratamiento, que no son bioéticamente
válidas, pues no ponen al paciente en el centro del
problema.

La práctica actual de la medicina enfrenta
continuamente al médico facultativo con dilemas o
problemas de tipo ético relacionados con los adelantos
obtenidos en el campo tecnológico, ya sean éstos de
carácter diagnóstico o terapéutico. Muchas
decisiones de conflicto determinan que el médico no
siempre desarrolle una conducta de respeto a las esperanzas y los
deseos del enfermo debido a que en muchas directivas de
los políticos, se favorecen más las inversiones
para la sociedad en su conjunto que para el individuo aislado. A
pesar de las indudables bondades tecnológicas de tales
procedimientos, su elevado precio encarece sustancialmente los
servicios médicos, limitando de manera considerable el
número de individuos que pueden tener acceso a los mismos,
aunque realmente necesiten de ellos para un diagnóstico
preciso y de rigor. Esto va en detrimento de la aplicación
consecuente de todos los principios bioéticos:
autonomía, justicia y beneficencia, con
repercusiones adversas sobre la calidad de la medicina primaria,
comunitaria o de familia, incluso de la secundaria y de la
terciaria. Con el daño iatrogénico se violan los
principios bioéticos, los cuales deben prevalecer al
margen de la necesaria aplicación y utilización de
los avances tecnológicos que resultan de la
aplicación, inteligente y consecuente, de los
conocimientos científicos actuales; al margen,
también, de la realización de las imprescindibles
investigaciones biomédicas con sujetos humanos, necesarias
para el conocimiento de los problemas que, al ser resueltos de
manera lógica, van a contribuir de manera significativa a
su felicidad, espiritual y material.

En ocasiones el avance tecnológico en su
aplicación individual no siempre es del todo favorable,
afectando esa necesaria corriente magnética que, cuando se
establecen en forma fructífera, conocemos como
relación médico-paciente.

Generalmente esta tecnología de avanzada se
diseñan y estandarizan en centros de investigaciones donde
existe la tecnología apropiada para ello (nivel terciario)
y donde el personal científico encargado debe tener
ciertas características que se resumen en la palabra
idoneidad, atrás ha quedado la imagen del
científico aislado, que actuaba por sus propios medios en
su laboratorio, han aparecido entonces como parte del desarrollo
científico-técnico otros modelos de
investigación con un fundamento claramente establecido de
la metodología del conocimiento científico donde la
ciencia supone la búsqueda de la verdad, y antepone
producción, difusión y aplicación del
conocimiento y esto lo distingue y lo califica en el sistema de
la calidad humana y lo vincula tanto a la relación
sujeto-objeto como sujeto-sujeto. Toda actividad humana supone el
establecimiento de un sistema de relaciones que hace posible el
trabajo científico, cuya esencia es la producción
científica que a su vez está integrada por
diferentes colectivos de personas relacionadas para
desempeñar tareas específicas que han seguido un
proceso de perfeccionamiento, especialización e
inspiración
que las distingue de otros procesos
sociales. ([13])

Uno de los aspectos de la moral científica
es la actitud del investigador para con su trabajo. El
sociólogo norteamericano Robert K. Merton, al referirse al
científico, dijo que sus virtudes deben ser la honestidad
intelectual o veracidad, la impersonalidad y el desprendimiento,
entre otras. ([14])

En nuestro país, existe la voluntad necesaria
para desarrollar al máximo las tecnologías de punta
en el sector de la salud, cuyo ejemplo más fehaciente ha
sido la creación del Polo Científico de Occidente,
donde se conjuga el conocimiento científico con la
profesionalidad y el humanismo del personal, donde la puesta en
marcha de una tecnología de avanzada tiene como principal
objeto al sujeto, que redunda a su vez en un beneficio para la
colectividad.([15]) Es de destacar la
profesionalidad y la responsabilidad del científico de
nuestros días, de lograr aplicar la nueva
tecnología que emerge buscando nuevas posibilidades, con
rigor, seriedad y sentido de pertenencia. Otro valor es la verdad
y su servicio desinteresado, como se solía proclamar que
el científico está al servicio desinteresado de la
verdad.

Asimismo, el estado cubano reconoce los resultados de
las investigaciones y de impacto tecnológico, estimulando
con ello la creación científica, la visibilidad de
la ciencia cubana como parte del patrimonio nacional y universal,
así como su aporte al desarrollo socioeconómico del
país.

Otro asunto del que se derivan obligaciones
éticas es cómo se asignan los recursos con los que
se financia la investigación. Hay una única manera
de hacerlo bien: evaluando la calidad de los proyectos mediante
criterios internacionalmente aceptados. Si no se procede
así, independientemente de la cantidad de dinero del que
se disponga, el sistema científico se convertirá en
mediocre y, en consecuencia, refractario al cambio. Debemos
exigir a los administradores de la ciencia "idoneidad,
pluralismo y "transparencia".
Ya que el estado cubano no ha
escatimado recursos en poner a disposición del personal de
salud de esta importante tecnología, para beneficio del
paciente y de la comunidad.

Desde el punto de vista de los investigadores
científicos, ellos deben ser capaces además, de
integrar dichos avances al quehacer médico diario, para el
bien y en aras de la conservación de la vida, completando
así la relación más acabada y completa
existente entre el ser humano y las denominadas ciencias de la
salud, ya que la Bioética no se la debe limitar
solamente al ejercicio de la medicina, de su práctica en
el contexto más amplio, cuyo uno de sus objetivos es
encontrar el nuevo marco racional y creativo que sustenta a cada
nuevo avance en el conocimiento científico. Todo esto
redunda en beneficio del paciente y la
comunidad.

La investigación científica debe tener
siempre como punto de partida una sana e integral
antropología que debe subyacer al marco
ético-jurídico en el que se debe desenvolver; en
este sentido toda investigación biomédica
debería realizarse en el contexto de una responsable
solidaridad respetuosa del bien común personal,
socio-familiar y ambiental.
No todos los experimentos
positivos en plantas y animales deben ser necesariamente siempre
aplicados a nivel humano.

Cuba ha sido escenario de varias contiendas y
enfermedades como el dengue y la fiebre porcina introducidos como
arma biológica por los EE.UU., así como la
disminución de los recursos para la hemodinámia
invasiva, proveniente del campo capitalista, el uso de la
tecnología de avanzada ha permitido caracterizar los
mismos y mostrar pruebas irrefutables contra lo que se considera
un acto contra la dignidad humana.

Vivimos un tiempo de incertidumbre moral. Los
descubrimientos científicos y sus consecuencias tienen
cierta responsabilidad por ese estado en que nos encontramos.
Eso, desde luego, no depende sólo de la ciencia y los
científicos. El problema es que la ciencia es un
fenómeno social. La actividad científica es una
actividad humana entre otras y está enlazada con las
restantes dimensiones de lo social: política,
económica, moral, entre otras.

Hoy, más que ayer, somos testigos excepcionales
del renovado despuntar de nuevas proezas, de vastas conquistas y
aportaciones. Nuevos medicamentos, nuevas vacunas, ingeniosos
procedimientos de alta especificidad y sensibilidad para el
diagnóstico, significativos adelantos en la llamada
medicina molecular, terapéutica pasiva-invasiva con
asombrosas aplicaciones terapéuticas y grandes
innovaciones revolucionarias en el campo de la medicina y la
cirugía. Todo ello tiene como objetivo, en definitiva,
llevarnos a una medicina más precisa, a salvar
exitosamente aquella utopía de los médicos de las
épocas ancestrales: el acceso a una medicina y
gestión de enfermería a nuestro alcance para poder
disponer de ella, en el ejercicio médico, como una ciencia
exacta. En este sentido los resultados han sido realmente
benéficos. ([16])

…¨cuando en una sociedad se respetan y
aplican los principios bioéticos, el ser humano logra
alcanzar un grado más alto de humanización, donde
no puede influir ninguna corriente del mundo exterior en
desarrollo, porque siempre se remitirá a la conciencia y a
la dignidad interior de sus principios que, en muchas ocasiones,
serán las respuestas a las diferentes circunstancias en
que se vea sumergido¨.([17]) Es evidente que
el hombre necesariamente tiene que aprovechar las oportunidades
que le da su profesión u oficio para convertirse en un
hombre de ciencia y técnica integralmente preparado,
aspecto este que en nuestro país constituye una idea
esencial y materializada en la concepción de la
vinculación de la escuela con la vida, lo teórico
con lo práctico, ya que es aquí donde el hombre
aprende a ser responsable, colectivo y a enfrentar los propios
problemas que le competen en la sociedad.

Las reformas educativas en el campo de salud exigen
profesionalización de los docentes asistenciales,
reclaman de ellos capacidad investigadora como uno de los
elementos claves e imprescindibles como reto para mejorar la
enseñanza y la calidad de atención a los pacientes
en el campo de salud cubana.

Se necesita entonces considerar que la
investigación científica es propia de la
actividad humana en el contexto donde se tiene en cuenta
la operacionalidad de las diferentes habilidades de
búsqueda, transformación y
constatación de resultados cambiantes en el marco
de enseñanza y aprendizaje donde el hombre necesita
intercambiar con su medio.

Otro elemento ya mencionado a tener en cuenta es el
vínculo teoría práctica en el sistema
de salud por parte de nuestros médicos y enfermeros, este
favorece el carácter dialéctico y
contradictorio
del proceso de búsqueda de
conocimientos científicos al problematizarse tanto la
teoría como la práctica, por eso es
esencial que en el proceso de salud se produzcan contradicciones
entre lo conocido y lo desconocido, entre lo
logrado y las nuevas exigencias. Este
tránsito permite alcanzar una nueva forma de desarrollo,
evidenciándose la flexibilidad como principio del
método científico pues una situación
polémica puede entrañar diferentes problemas,
pueden utilizarse diferentes métodos y técnicas de
investigación en tanto se ajuste el objeto de estudio que
siempre debe enfatizarse en sus génesis , o sea, sus
relaciones causales y su carácter histórico
concreto, es por ello que se hace necesario que se cumpla otro de
los principios del método científico: el
análisis multifactorial, lo que favorece una
comprensión holística del problema, lo que redunda
en el desarrollo del pensamiento científico educativo, la
motivación y el compromiso profesional que debe establecer
el médico y el enfermero para con sus pacientes y la
sociedad, que no se puede quedar en la mediocridad el trabajo
científico sino que debe hacerse un trabajo donde se
consideren los principios del método
científico
.

Por lo que se hace necesario elaborar nuevas estrategias
de capacitación que permitan al profesional de la salud
cumplir con la función docente, asistencial,
investigativa,
ya que siempre que se realice el
diagnóstico correcto de la realidad de forma
científica se abordará el método de la
ciencia en función de la problematización y
aplicación de la práctica educativa.

El componente laborar es entonces el punto de partida
del conocimiento de su profesión, como comprobación
de la teoría y como aplicación de esta en la
práctica, cuando el profesional analiza sus vivencias o
experiencias que se le dan en su actividad diaria pueden ser el
punto de partida del conocimiento favoreciendo el tránsito
de lo sensorial a lo racional, cuando el conocimiento ha sido
utilizado como comprobación de la práctica se
está en presencia de una validación de ellos como
criterio de la verdad. Esto en los actuales y renovadores modelos
pedagógicos de ciencias médicas no es suficiente
porque el docente, médico, enfermero, tutor tiene que ser
productor de conocimientos como parte del perfeccionamiento
continuo y de esta forma estaremos cumpliendo con la
formación del nuevo profesional en el campo de la salud
cubana.

La medicina de hoy aborda los conflictos e
insuficiencias que surgen en un contexto dado, con el fin de
observas, conocer, definir, y así controlar a las personas
mientras al mismo tiempo intenta curarlas y así ayudarlas.
La ciencia médica se alza como ciencia del ser humano,
tanto en cuerpo como en psique, y por ello se considera en el
centro del esfuerzo por comprender a los seres humanos. No
obstante, esta misma objetivación, este tratamiento de
personas como objetos que estudiamos y manipulamos, conduce a los
problemas prácticos que interfieren con el éxito de
la atención a la salud. Como veremos, la
objetivación en sí es una forma de poder o control
sobre otros que induce a problemas en la relación
médico-paciente.

Los médicos, doctores, enfermeros, y estudiantes,
frecuentemente, notan el efecto deshumanizante tanto de su
práctica y de la tecnología que se utiliza como de
la educación que ellos reciben y dispensan, deshumanizante
tanto para ellos como doctores como para sus pacientes

Por lo que la ética médica ha tenido
consecuencias. Puesto que tratamos con cuestiones de cómo
respetar a los pacientes en tanto personas y como lograr el
éxito médico, debemos tener en cuenta que cualquier
explicación asume cierto nivel de razonamiento, cierto
tipo de respuesta que satisfaga adecuadamente la pregunta hecha.
Un campo de posibilidades se encuentra implícitamente
delineado en la misma composición de una pregunta y en los
mismos términos que utilizamos. ([18]) En
el campo de la ética médica, hemos limitado
nuestras interrogantes y nuestras suposiciones en formas que
correspondan con el orden social prevaleciente; al hacerlo, nos
hemos separado de la posibilidad de hacer a la medicina
más humana. Tomamos a un determinado objeto de
investigación (un paciente no saludable) y lo juzgamos
contra el modelo o norma ideal. Suponemos que una
explicación adecuada del problema médico debe
hacerse en términos de la fisiología del organismo
aislado, individual. Tomamos como nuestros objetivos
médicos la erradicación del tejido enfermo y el
control del estilo de vida del paciente (desviante). Damos,
entonces, por sentado, relaciones de poder desiguales entre
doctor y paciente. En estas suposiciones ocultas, nos
constreñimos a ciertos parámetros y posibilidades.
Estas suposiciones, y otras, son parte de la dimensión
subyacente o fundamental de la ética médica.
Ellas son las condiciones de cierre que provienen del contexto
social y raíces históricas de la práctica
contemporánea, con su alcance, la posibilidad de cambio
significativo es improbable.

Al juzgar nuestras vidas en términos de un modelo
saludable, feliz, próspero, colocado ante nosotros, de
hecho escogemos un determinado campo de posibilidades para
nuestra noción de "éxito" médico,
limitamos los lugares donde localizamos los problemas,
responsabilidades, faltas, y reducimos así nuestras
respuestas a formas específicas. La trama social que se ha
tejido desde Europa de los siglos XVII XVIII se centra en
individuos, obliga a que nuestra explicación utilice esa
ontología individualista. Decidir las cuestiones de
"¿Qué son la personas?" "¿Cómo
respetamos a los pacientes como personas?"
al nivel de lo
individual y en términos de una estructura social
establecida deja ese contexto mayor sin responder, sin debatir,
sin contradecir. Tal razonamiento deja intacto, de hecho lo apoya
y perpetúa, el orden social y relaciones de poder que
generaron tal ontología atomística. Como las
personas se definen a sí mismas y al éxito
médico en términos del modelo saludable, limpio,
antiséptico, moral, feliz, productivo hecho para ellas,
enfocan su atención y esfuerzos a este nivel individual.
Ellas aceptan el modelo brindado, cumplen las necesidades a que
sirve el modelo, y aseguran estabilidad para ese orden
social
.

Aunque el actual proyecto de medicina humanizante puede
fracasas, nuestras perspectivas no son desesperanzadoras.
Nosotros necesitamos evaluar de modo más crítico
nuestras suposiciones y objetivos filosóficos y ser
más modestos sobre nuestros logros. La medicina ha
desempeñado un papel central en la totalización de
la sociedad, dispensando las normas y objetivos de una sociedad
saludable. Pero la medicina trabaja en conjunción con las
necesidades de un aparato productivo y con otros mecanismos
disciplinarios; cambios significativos en uno requiere cambios en
otros. Es este mayor entramado social el que necesitamos
comprender y con el que necesitamos trabajar.

Sin embargo, desde las décadas de los años
setenta, ochenta, y noventa del siglo XX se produjeron cambios
epistemológicos importantes. Con justeza y una
correcta interpretación axiológica y
ética, insistiendo en la idea de que la sociedad en
la que vivimos reclama una atención
pedagógica y social en cuestiones que
trascienden los objetivos clásicamente instructivos de la
sociedad industrial y que apuntan hacia la formación
procedimental, actitudinal y ética de la
persona a lo largo de la vida y de las comunidades en el
horizonte de la sociedad civil. La formación
profesional
en particular, debe incorporar el legado
cultural, ético y pedagógico
alcanzado en el contexto universal.

Conclusiones

  • La Bioética es una herramienta
    imprescindible que posibilita la ayuda a nuestros semejantes
    a realizarse a plenitud como personas, sobre la base de las
    leyes que rigen el movimiento y el desarrollo de las ciencias
    de la salud.

  • La aplicación consciente y consecuente de los
    principios de la Bioética lleva, a todas
    aquellas personas responsabilizadas con las investigaciones y
    la prestación de servicios biomédicos, a una
    mayor competencia y mejor desempeño en el ejercicio de
    sus actividades, hacia una excelencia investigativo
    asistencial en el campo de la Biomedicina. Poniéndose
    en práctica el método bioético del
    consentimiento informado para la realización de la
    investigación.

  • La relación médico-paciente
    puede reducirse al final a tres componentes principales: el
    médico, el enfermo y la sociedad, cada uno de ellos
    con una significación moral
    específica.

  • las leyes de la dialéctica, de
    la lógica, el método materialista y las
    categorías filosóficas fueron aplicadas
    en el conocimiento teórico-práctico del
    personal de enfermería en el modo de actuación
    en el infarto agudo de miocardio.

Recomendaciones

  • Continuar el estudio de la evolución de los
    pacientes hospitalizados en la UCC con vistas a incrementar
    los datos evolutivos de los mismos así como la
    utilidad del tratamiento, asistencia médica y
    atención de enfermería en la UC, teniendo en
    cuenta los principios de la ética y
    bioética

  • Continuar perfeccionando al personal de
    enfermería, basándonos en las leyes de la
    dialéctica y en los principios
    éticos-bioéticos, con el empleo de
    técnicas de asistencia al paciente y al
    diagnóstico, con el objetivo de garantizar una mejor
    atención integral al paciente con SCA.

Bibliografía

  • Bibliografía Consultada

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Autor:

Caridad Reyes Morales

Licenciada en Enfermería y MSc. En
Urgencias Médicas.

Profesor Principal Asistente.

San Antonio de Los Baños.

2010.

FACULTAD CIENCIAS MÉDICAS OESTE
HABANA.

HOSPITAL GENERAL DOCENTE

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