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El desempleo en Panamá (página 2)




Enviado por Marianela González



Partes: 1, 2

1.4.2. Hipótesis nula

El índice de desempleo nos va a llevar a
condiciones extrema de necesidad.

  • JUSTIFICACIÓN

Es importante conocer la situación
por la que atraviesa nuestro país, en especial el alto
nivel de desempleo que se está generando y va en
aumento.El trabajo les brinda a las personas la posibilidad de
lograr ingresos, por tanto acceder a bienes y servicios, y
así satisfacer sus necesidades. En la medida que logren
satisfacer mejor sus necesidades, mejor será su nivel de
vida,   y el de los jóvenes del futuro, ya que
teniendo un empleo se pueden sustentar los gastos familiares, y
se puede otorgar una mejor educación a los hijos. Es por
eso que existe un fuerte vínculo entre el desempleo y la
pobreza, ya que con el alto porcentaje del desempleo que existe,
la pobreza también va en aumento.

Nuestra justificación hace
énfasis a la prevención, el desempleo provoca
cambios en el medio que pueden ser considerados como
determinantes del bajo nivel de salud mental de las personas que
están en una situación de desempleo. Entre esos
cambios que caracterizan dicha situación podemos destacar
los siguientes:

Reducción de ingresos.

Restricción de la variedad de la vida
personal.

Reducción de metas y actividades.

Disminución en la toma de decisiones.

Menor desarrollo de los conocimientos y capacidades
personales.

Exposición a actividades psicológicamente
desestabilizadoras.

Incremento en la inseguridad acerca del
futuro.

Restricción de las relaciones
interpersonales.

Pérdida de la posición y el estatus
social.

CAPITULO 2

Conceptualizaciones
teóricas

  • CONCEPTO DE DESEMPLEO

El desempleo no es más que el paro forzoso o
desocupación de los asalariados que pueden y quieren
trabajar pero no encuentran un puesto de trabajo

: "Todos los hombres, como muy bien observa sir
William Temple, están más dispuestos a la holgura y
al placer que al trabajo […] no tienen nada que les impulse
más que la satisfacción de sus necesidades, a las
cuales es prudente aliviar pero desatinado curar."
BERNARD,
Mandeville, "La fábula de las abejas"

2.1. Medición del desempleo

El método más utilizado para medir el desempleo
se desarrolló en Estados Unidos en la década de
1930; muchos países utilizan este sistema bajo la
recomendación de la Organización Internacional del
Trabajo. Con un seguimiento mensual de una muestra de familias
representativas de toda la población civil se obtiene
información sobre la actividad de cada persona en edad
activa. Para asegurar la precisión de los datos y
facilitar su recopilación, los encuestadores preguntan
qué es lo que hizo la gente en una semana determinada. Una
persona que realizó cualquier tipo de trabajo durante esa
semana para recibir una paga o un beneficio, trabajó
quince o más horas como un trabajador sin paga en una
empresa familiar o tuvo un trabajo del que estuvo temporalmente
ausente, es considerado como empleado. Una persona que no estuvo
trabajando pero que buscaba trabajo o estaba despedido y
disponible para trabajar se considera como desempleado. A
continuación, el número de desempleados se divide
por el número de personas de la fuerza laboral civil (es
decir, la suma de empleados y desempleados) con el fin de
calcular la tasa de desempleo. En algunos países, en vez
de elaborar una encuesta especial, la estimación del
desempleo se realiza a partir de los datos de la cantidad de
personas que buscan empleo a través de las oficinas
públicas de empleo o de la cantidad de personas que
reciben compensaciones por desempleo

2.2. Causas del desempleo

Los economistas han descrito las causas del desempleo como
friccionales, temporales, estructurales y cíclicas.El
desempleo friccional se produce porque los trabajadores que
están buscando un empleo no lo encuentran de inmediato;
mientras que están buscando trabajo son contabilizados
como desempleados. La cuantía del desempleo friccional
depende de la frecuencia con que los trabajadores cambian de
empleo y del tiempo que tardan en encontrar uno nuevo. El cambio
de empleo se produce a menudo y un importante porcentaje del
desempleo es friccional y sólo dura un corto espacio de
tiempo. Esta clase de desempleo se podría reducir de
alguna manera con servicios de colocación más
eficientes. Sin embargo, siempre que los trabajadores puedan
abandonar libremente su trabajo se producirá un desempleo
cíclico. El desempleo temporal se produce cuando las
industrias tienen una temporada de baja, como durante el invierno
en la industria de la construcción o en otros sectores de
producción cuyas tareas se realizan a la intemperie.
También se produce al finalizar el año escolar,
cuando muchos estudiantes y licenciados se ponen a buscar
trabajo. El desempleo estructural se debe a un desequilibrio
entre el tipo de trabajadores que requieren los empresarios y el
tipo de trabajadores que buscan trabajo. Estos desequilibrios
pueden deberse a que la capacitación, la
localización o las características personales no
sean las adecuadas. Por ejemplo, los desarrollos
tecnológicos necesitan nuevas cualificaciones en muchas
industrias, y dejan sin empleo a aquellos trabajadores cuya
capacitación no está puesta al día. Una
fábrica de una industria en declive puede cerrar o
desplazarse a otro lugar, despidiendo a aquellos trabajadores que
no pueden o no quieren desplazarse. Los trabajadores con una
educación inadecuada, o los trabajadores jóvenes y
los aprendices con poca o ninguna experiencia, pueden no
encontrar trabajo porque los empresarios creen que no
producirán lo suficiente como para que merezca la pena
pagarles el salario mínimo legal o el salario pactado en
el convenio colectivo con los sindicatos. Por otro lado, incluso
los trabajadores muy cualificados pueden estar desempleados si no
existe una demanda suficiente de sus cualificaciones. Si los
empresarios discriminan a algún grupo en razón de
su sexo, raza, religión, edad o nacionalidad de origen, se
puede dar una alta tasa de desempleo entre estas personas aunque
haya muchos puestos de trabajo por cubrir. El desempleo
estructural es especialmente relevante en algunas ciudades,
profesiones o industrias, para aquellas personas con un nivel
educativo inferior a la media y para otros grupos de la fuerza
laboral. El desempleo cíclico es el resultado de una falta
de demanda general de trabajo. Cuando el ciclo económico
cae, la demanda de bienes y servicios cae también y, por
lo tanto, se despide a los trabajadores.Un aspecto
político muy relevante se refiere a la relación
entre el desempleo y la inflación. En teoría,
cuando la demanda de trabajo se eleva hasta el punto de que el
desempleo es muy bajo y los empresarios tienen dificultades a la
hora de contratar a trabajadores muy cualificados, los salarios
aumentan, y se elevan los costes de producción y los
precios, con lo que se contribuye al aumento de la
inflación; cuando la demanda se reduce y aumenta el
desempleo, se disipan las presiones inflacionistas sobre los
salarios y los costes de producción.

Modelos del mercado de trabajo y el desempleo

Para estudiar el desempleo existen dos teorías
básicas de la economía que no se pueden dejar de
mencionar:

  • Modelo Neoclásico

Los economistas neoclásicos
consideraron el mercado del factor trabajo en la misma forma que
al resto de los mercados de factores bienes, y servicios. Los
salarios son el precio que hay que pagar por los servicios
prestados por el factor trabajo. Cuanto mayores sean los
salarios, menor será la cantidad demandada y mayor la
cantidad ofrecida.El análisis neoclásico se basa en
el supuesto de la flexibilidad de los salarios. Los
desplazamientos que se puedan producir en las funciones de
demanda y oferta de trabajo provocarán reajustes
salariales que en cualquier caso quedarán determinados en
el punto en que se igualen la oferta y la demanda. Hay dos clases
de paro, voluntario e involuntario, que pueden producirse dentro
de este esquema. En el punto de equilibrio todos los trabajadores
que lo deseen encuentran un empleo, pero habrá una cierta
cantidad de personas que no estarán dispuestas a trabajar
por encontrar excesivamente bajos los salarios, eso será
desempleo voluntario. Si algún factor externo -sindicatos,
gobierno– impide el reajuste de los salarios, aparecerá el
paro involuntario.La persistencia de un cierto nivel de paro
involuntario permanente es explicada en el modelo
neoclásico mediante dos tipos de razones: el desempleo
friccional y el estructural. Incluso en la coyuntura
económica más favorable, en las situaciones de
pleno empleo, permanecerá siempre un cierto número
de trabajadores en paro por razones friccionales o estructurales.
Es la llamada tasa "normal" o inevitable de paro.

  • Modelo keynesiano

En el modelo keynesiano, la causa principal del
paro hay que buscarla en la insuficiencia de la demanda agregada.
Un simple cambio negativo en las expectativas de los empresarios
puede provocar una disminución de su demanda de bienes de
inversión lo que originará una serie de reacciones
en cadena en la que se irá perdiendo empleo sucesivamente
en diferentes ramas industriales. La consiguiente
disminución en la capacidad adquisitiva de los
trabajadores puede agravar el círculo vicioso prolongando
indefinidamente la situación de desempleo. Los keynesianos
rechazan la capacidad del mercado laboral de ajustarse a la nueva
situación modificando los salarios. Y si el equilibrio en
el mercado de un factor o un bien no puede alcanzarse por la
vía de los precios, se conseguirá por la vía
de las cantidades, apareciendo una disparidad entre las
cantidades ofrecidas y demandadas. Es la rigidez a la baja de los
salarios la que impide que la disminución de la demanda se
traduzca en descensos salariales por lo que se producirá
una situación de desempleo involuntario. El supuesto de la
rigidez de los salarios puede suavizarse si se considera que los
trabajadores tienen ilusión monetaria, es decir, que lo
que negocian en sus convenios son salarios nominales, no reales,
por lo que, si se dan simultáneamente situaciones de
desempleo e inflación, puede producirse un cierto reajuste
de los salarios reales. Esta posibilidad quedaba excluida por las
modernas propuestas del modelo de las expectativas racionales: No
hay ilusión monetaria, por lo que la política
monetaria expansiva se traduce inmediatamente en subidas de
precios y salarios sin que tenga ningún efecto sobre la
producción real.

Los keynesianos, en respuesta, dieron la vuelta
al argumento. Aceptando el supuesto de las expectativas
racionales conjuntamente con el de la rigidez de los salarios
nominales, dedujeron que las políticas expansivas
sí pueden tener efecto sobre la producción real.
Por ejemplo, el anuncio de un aumento en la cantidad de dinero en
circulación provocará subidas en los precios, pero
no en los salarios nominales, por lo que los salarios reales
bajarán; esto permitirá el aumento del empleo y de
la producción realPero si los trabajadores tienen
expectativas racionales ¿Porqué serían
rígidos los salarios nominales? Actualmente, cuando se
firman convenios colectivos suele incluirse una cláusula
de revisión condicionada al comportamiento del IPC por lo
que los aumentos salariales acordados son reales. Además,
si los salarios nominales fueran rígidos, los salarios
reales actuarían anti cíclicamente, bajando en los
procesos inflacionistas y subiendo en los deflacionistas, lo que
no sólo no es lógico sino contrario a la
experiencia empírica.El modelo del mercado interno de las
empresas trata de explicar porqué la existencia de
trabajadores en paro, teóricamente dispuestos a aceptar un
empleo a cualquier precio, no provoca la caída de los
salarios. En cada empresa hay un gran número de puestos de
trabajo que requieren cierto grado de confianza en la persona que
los ocupa. Para esos empleos se buscarán trabajadores
conocidos, que ya lleven un tiempo en la empresa.

Muchos otros puestos exigen una formación
muy especializada que sólo se consigue permaneciendo mucho
tiempo en el mismo empleo. Por tanto los trabajadores en paro no
sirven para ocupar esos empleos y, aunque estuvieran dispuestos a
aceptar salarios más bajos, no representan una competencia
real para los que ya están empleados desde hace tiempo en
la empresa. El modelo del pago de la lealtad se fija en ciertos
comportamientos que, aunque no sean fácilmente explicables
racionalmente, todo el que haya trabajado en una empresa sabe que
son muy comunes. Hay un amplio grupo de trabajadores que se
esfuerza más de lo que les exige la empresa. Es
comprensible por tanto que la empresa les pague más de lo
estrictamente necesario para que permanezcan en sus puestos. Se
produce una especie de lealtad mutua entre empleados y
empleadores. El modelo de los salarios anti-escaqueo (shirking)
considera que la empresa no puede estar detrás de cada
trabajador controlándole minuto a minuto para que cada uno
rinda al máximo posible. La mejor forma de incentivar el
trabajo es ofrecer buenos sueldos. Si los salarios fueran bajos
no se tendría miedo al despido y los trabajadores
adoptarían comportamientos indolentes. Es interesante
constatar que en los países comunistas del este de Europa,
la falta de temor al despido y los bajos salarios provocaba que
el rendimiento de los trabajadores fuese mucho más bajo
que en los países occidentales; ésa está
considerada una de las razones principales de la caída de
aquel sistema.

El modelo de la selección inversa subraya
el temor de los empleadores a que, en el caso de que bajasen los
salarios cada vez que la empresa atravesara una coyuntura
difícil, los primeros trabajadores en abandonarles
serían los mejores, los que se sintieran confiados en
encontrar fuera otro puesto mejor pagado. Se produciría
así un fenómeno de selección darwinista de
los menos eficaces que redundaría en perjuicio de la
empresa. Es preferible por tanto no bajar los salarios y
adaptarse a las crisis mediante reajustes de personal en los que
se despidan sólo a los peores.Es fácil detectar
algunas características comunes a todos estos modelos.
Consisten principalmente en análisis de tipo
psico-sociológico sobre el razonamiento seguido en la
adopción de decisiones por los empleadores y sobre los
mecanismos de funcionamiento interno de las empresas. Ciertamente
consiguen complementarse mutuamente para explicar porqué
los salarios permanecen altos en coexistencia con altas tasas de
desempleo en el mercado laboral. Comparten un cierto
"espíritu" keynesiano ya que, al mostrar la incapacidad
del mercado de trabajo para alcanzar automáticamente el
equilibrio, están justificando la necesidad de
intervención del Estado: la única solución
para el desempleo consiste en hacer crecer la demanda
agregada.

  • LAS POLÍTICAS DE EMPLEO

La intervención del Estado para fomentar el
empleo topa con grandes dificultades. Las políticas
expansivas pueden producir desagradables efectos secundarios,
provocando inestabilidad monetaria y otros desequilibrios. Si lo
que se busca es una oferta de empleo bien remunerado, sostenida a
largo plazo, habrá que actuar de forma muy cuidadosa para
que no sea peor el remedio que la enfermedad. El aumento de la
demanda de trabajadores puede conseguirse con medidas fiscales
que reduzcan los costes salariales para las empresas, bien
reduciendo las contribuciones obligatorias a la Seguridad Social
(que tendrían que ser substituidas por otros ingresos del
Estado), bien subvencionando la contratación de
trabajadores que por alguna circunstancia sean menos eficientes,
minusválidos, jóvenes en su primer empleo, etc. La
flexibilización de los empleos, autorizando contratos
temporales y facilitando los despidos, supone de hecho abaratar
los costes laborales de las empresas aunque a costa de la
precarización del empleo.

Finalmente siguen siendo muchos los partidarios de las
tradicionales medidas keynesianas de aumentar la demanda agregada
mediante el aumento del gasto público, bien mediante
contratación directa por el Estado-patrón, bien
mediante la realización de obras o inversiones
públicas. A pesar de las argumentaciones, los programas y
gobiernos socialdemócratas siguen siendo partidarios de
políticas activas de creación de empleo
especialmente en países con tasas altas de
paro.

 

 

Autor:

Marianela González

Partes: 1, 2
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