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Ecuador, crisis del 30 Set (página 2)




Enviado por Arturo Clery



Partes: 1, 2, 3

Ya en el hospital, fue atendido y durante toda su estadía se mantuvo en contacto telefónico, recibió a gente e incluso autorizó que se declare estado de excepción por 5 días (cuyas aplicaciones concretas no se precisaron). Al caer la noche, en vista de que el Hospital estaba rodeado por policías sublevados, se había preparado una vía de salida con protección que garantizaba la integridad del mandatario, pero éste prefirió aguardar al operativo militar que terminó en un cruce de balas, con muertos y heridos, frente a la casa asistencial. Según una paciente, Correa había manifestado que él debía salir "con la frente en alto"[2].

Parece claro que lo que hubo fue una huelga policial y no un intento de golpe. Por definición, todo golpe de Estado involucra tomar el poder político mediante medidas de hecho. En Ecuador no sucedió esto: el Presidente mantuvo sus facultades (tanto así que declaro el estado de excepción), y ninguna persona o grupo intentó o siquiera dejo vislumbrar intenciones de asumir el poder. Históricamente, los presidentes ecuatorianos han caído al perder el respaldo de las fuerzas armadas, lo que tampoco pasó en este caso.

Entonces, ¿cómo se confunde motín con golpe? Pareciere que la respuesta se encuentra en el aparato de comunicación que ha creado el Gobierno: pocas horas tras iniciado el paro, ya se había ordenado el enlace de toda radioemisora y estación televisiva con el canal del Estado y la radio pública.  Estos últimos se destacaron por su manejo unilateral de la información, y el desfile de funcionarios públicos que presentaron a su obligada audiencia, efectivamente cercenando el derecho a la libertad de expresión y de prensa.

Adicionalmente, lo que en otros lugares pudiere haber sido simplemente una interrupción de la actividad policial, en Ecuador resultó en inseguridad generalizada, ya que desde hace más de un año el actual gobierno ha impulsado una serie de medidas que disminuyen las iniciativas privadas de seguridad [3].

A final de cuentas, pareciere que el saldo para el oficialismo es positivo, ya que tras presentar el motín como un ataque de las oligarquías y la oposición a la Revolución Ciudadana durante una cadena indefinida e ininterrumpida, la aprobación del Presidente ha aumentado en un 10% en las encuestas. Por otro lado, el saldo para los hombres y mujeres del Ecuador es un negativo absoluto: 13 muertos, 193 heridos, una institucionalidad aún más debilitada, un irrespeto frontal al Estado de Derecho y a la libertad de expresión y, por si fuera poco, largas horas de saqueos

Bibliografia: la movida

Publicación: 02 de octubre

30 DE SEPTIEMBRE: DÍA NEGRO PARA ECUADOR

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El jueves 30 de septiembre del 2010 será recordado como un día negro para el país y la ciudadanía entera. El revolucionario hecho ocurrido en Quito en el Regimiento No. 1 de la Policía Nacional, ha dejado evidente de lo que puede ser capaz un organismo de control, de lo valiente que puede ser un Presidente al desafiar a una multitud de policías cabreados por la eliminación beneficios y bonos que supuestamente se habían eliminado en la Ley de Servicio Público. Luego del intento de asesinato al Jefe de Estado, la población sin resguardo policial, el secuestro del 'presi' en el Hospital de la Policía y lo peor de todo, la balacera producida entre militares y policías en las afueras de la mencionada casa de salud. A todo esto, ¿se sacó algo productivo?.

La respuesta es NO. De productivo nada. De reprochable y cuestionable mucho.

Critico la conducta del Primer Mandatario, al tener conocimiento de las consecuencias que produjo su presencia en el Regimiento No. 1, al desafiar a los enardecidos policías a que lo maten en vez de buscar un diálogo acorde o explicarles a manera de lección de escuela a los gendarmes, lo beneficioso de la Ley; al ordenar un Estado de Excepción, coartando las libertades de información; al echar la culpa a grupos políticos sin tener pruebas suficientes y provocando aún más, la rivalidad entre frentes ideológicos. Reconozco su intento de dialogar y tratar de solucionar el problema pero no en el Regimiento, donde las 'papas queman'; por su solidaridad y tristeza ante los fallecidos y heridos en la balacera; y sobretodo de seguir convincente a su decisión de no dar un paso atrás para reformar la ley de Servicios Públicos.

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Critico la conducta de los policías por haber golpeado y agredido a periodistas que solamente trabajaban para mantener informada a la ciudadanía; del atropello a la integridad del Primer Mandatario; de no buscar una manera coherente y pensante de dialogar para aclarar o solucionar los problemas; de haber secuestrado al Presidente en un Hospital sin pensar de que ahí adentro habían más pacientes, niños y ancianos inocentes aterrados por las circunstancia que ocurría en las afueras del centro de salud, medir consecuencias; la 'guerra' entre propios organismos de control y las víctimas que resultaron muertas o heridas en el lugar de los hechos. De ellos no puedo reconocer nada, estaban desubicados, con la sangre caliente en la cabeza y con un solo objetivo: O el Golpe de Estado o un intento de asesinato al Presidente.

Critico la violenta incursión de los militares que obedecieron la orden presidencial para su rescate. Ellos tampoco midieron las consecuencias, disparaban como si estuvieran en un campo de batalla, lanzaban bombas lacrimógenas cerca del Hospital introduciéndose ese humo a las habitaciones de los pacientes. Siguieron con el tiroteo aún después de haber rescatado al Presidente. Tampoco reconozco nada de ellos. Era una medición de fuerzas entre militares y policías.

¿Qué se ganó con todo esto? ¿La Policía Nacional, solucionó los problemas? ¿Qué pasará con las víctimas, los heridos, los familiares? ¿Quién ganó la 'guerra'? Son algunas preguntas que salen a luz pública luego de semejante hecho.

Lo que también critico y repudio totalmente como periodista que soy, es el abuso de la disposición del Estado de Excepción al limitar la información con una sola tendencia noticiosa, la de los medios Públicos. Fueron cerca de 6 horas de desinformación pública, es decir, el Ecuador entero no sabía qué seguía ocurriendo a nivel nacional, no se conocía una postura equilibrada ni objetiva. Lo que se evidenció fue un show mediático de la televisión y la radio del Estado para difundir a la ciudadanía muestras de apoyo, respaldo al Presidente de la República por parte de funcionarios públicos y simpatizantes afines al gobierno de Rafael Correa Delgado. Se violó totalmente la Constitución porque no mostraron una información veraz, oportuna, contextualizada; sino parcializada hacia el lado oficialista. Fue ese día 30 de septiembre del 2010, cuando la ciudadanía más necesitaba estar informada y conocer lo que ocurría en Quito, en Guayaquil y en otras ciudades del país ante este impredecible acontecimiento.

Es digno de reconocer la valentía que tuvo Ecuavisa como canal que puso el 'ejemplo' y arriesgó la concesión de su frecuencia al salir en vivo a las 20h00 con su noticiero Televistazo, mostrando lo que ocurría fuera del hospital, en las calles, en el Regimiento. Minutos después lo hizo Teleamazonas, Canal Uno, RTU y TC Televisión. Digno de admirar y aplaudir la valiente y arriesgada labor de los periodistas, camarógrafos, equipo de producción de los diferentes medios de comunicación privados y por mostrar el lado real de los hechos, no una pantomima y un show como lo hizo Ecuador TV.

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Como respuesta de rechazo y de indignación, entraron violentamente al medio estatal, cientos de ciudadanos que querían ser escuchados, ya que Ecuador TV y la Radio Pública eran los únicos medios que estaban al aire por disposición del Estado de Excepción, porque estaban cansados de escuchar lo mismo y lo mismo de gente afín al gobierno.

Ojalá el Señor Presidente, Rafael Correa, haya aprendido la lección de que no se juega con las leyes ni tampoco con la multitud enardecida y que se comunique de mejor manera los beneficios de sus vetos y de sus leyes. Ojalá la Policía Nacional vuelva a poner el orden en las ciudades del país. Ojalá no se vuelvan a suscitar estos malos entendidos y hechos como estos que simplemente hieren más al país y a un Ecuador que cada vez y cuando se ve más golpeado y resquebrajado por los malos manejos que ha vivido desde hace varios años.

Ecuador solo quiere vivir en paz, quiere ser un país de paz, unido, de diálogo. Quiere ser un país verdaderamente Democrático.

Bibliografía:Movimiento Al Socialismo

Publicación: 03 De Octubre Del 2010

ANTE LOS HECHOS DEL 30 DE SEPTIEMBRE

Frente a los hechos ocurridos en el país el 30 de septiembre, cuando se produjo una revuelta de las tropas policiales, con un lamentable resultado de pérdidas humanas, el MAS sección ecuatoriana de la LIT-CI  manifiesta los siguientes planteamientos:

1.  Nuestro rechazo a cualquier golpe de estado promovido por los grupos más reaccionarios de la burguesía, la derecha y las agencias de inteligencia de los países imperialistas, como ha ocurrido muchas veces en diversos países latinoamericanos. Los casos más recientes son los de Venezuela y Honduras.

       

2.  Sin embargo, consideramos que lo ocurrido en el Ecuador el día 30 de septiembre no presenta las características de un golpe de Estado. Lo que ocurrió es una sublevación corporativista de una institución represiva del estado en contra de la imposición de la Ley Orgánica de Servicio Público LOSEP, que suprime beneficios económicos al conjunto de trabajadores de dicho sector y en el caso de policías y militares les reduce bonificaciones y condecoraciones. Consideramos que existe un golpe de estado cuando algún sector político o social reivindica la salida de un gobernante para sustituirlo por otro, en esta dinámica juega un papel importante el apoyo de las FFAA. En el caso ecuatoriano no hubo ninguna fuerza política o social que planteara la destitución de Correa y su reemplazo por otra persona. La cúpula de la policía manifestó su apoyo irrestricto a Correa ya que en los años del gobierno esta institución ha recibido grandes privilegios e impunidad, tanto es así que los casos investigados por la comisión de la verdad no se han podido judicializar.

 

El golpe de estado no fue planteado por la cúpula policial ni tampoco por la militar. Al contrario, prácticamente todos los grupos políticos de la derecha y numerosos movimientos sociales e instituciones, se pronunciaron en contra del supuesto "golpe de estado" y a favor de la "democracia". De igual manera, a nivel internacional, hubo un pronunciamiento unánime de los gobiernos, incluido el imperialismo  norteamericano, y de los organismos internacionales como la OEA y la UNASUR, apoyando a Correa y a la vigencia del "estado de derecho". Un sector claramente minoritario de la policía y de las fuerzas armadas que reivindican a Lucio Gutiérrez intentó pescar a rio revuelto, pero la correlación de fuerzas les fue totalmente  desfavorable. Es decir no existen condiciones ni internas ni externas para que se concluya que hubo un intento de golpe de estado, por el contrario se trata de un discurso montado por el gobierno, aprovechándose de la situación, para legitimarse.

 

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3. Consideramos que los hechos ocurridos son producto de un proceso político marcado por el bonapartismo autoritario del gobierno, son una expresión tergiversada del descontento popular, que se da por la imposición de las leyes que recortan derechos democráticos a los trabajadores públicos, a los campesinos, a las universidades y que se extienden a los aparatos represivos del estado la policía y las fuerzas armadas. Desde que fue aprobada la nueva Constitución  se ha iniciado la reestructuración jurídica política del Estado burgués con la imposición-aprobación de una serie de leyes. Una de las más polémicas fue la Ley de Minería, aprobada por la Asamblea a comienzos del 2009 que da paso a la minería a gran escala por parte de las transnacionales y que provocó la protesta del movimiento indígena, campesino y de numerosos grupos sociales y ecologistas debido a que afecta al medio ambiente y a las poblaciones que habitan las zonas aledañas donde se realizará la explotación minera. Sin embargo, el gobierno la impuso, cayendo en contradicción con los artículos constitucionales que defienden los derechos de la naturaleza y el sumak kausay (buen vivir) y confirma la continuación del modelo extractivista semicolonial, al punto de querer convertir al Ecuador en el quinto exportador de cobre a nivel mundial. Luego se trató de imponer la polémica Ley del Agua, pero el gobierno se vio obligado a archivarla por la resistencia del movimiento indígena y campesino. A continuación vino la Ley de Hidrocarburos, aprobada por el ministerio de la ley, sin discusión alguna en la Asamblea Nacional, que abre la posibilidad de entregar los recursos petroleros del país a través de la figura de asociarse con las empresas nacionales de otros países, como ocurre con el campo Sacha entregado a PDVSA. Con la Ley de Planificación busca legalizar un agresivo endeudamiento externo (sobretodo con China) que le permita cubrir el déficit presupuestario y  realizar algunos proyectos para consolidar su imagen.

 

4.  En este último periodo el gobierno ejerció su facultad de veto sobre tres polémicas leyes: Ley de Educación Superior (LOES), el Código Territorial (COOTAD) y la Ley de Servicio Público (LOSEP) que fue el detonante de la insubordinación policial. Estos vetos una vez más entraran por el ministerio de la ley, pisoteando la propia democracia burguesa, debido a que el domingo 03 de octubre se cumplió el plazo para ser discutidas en la Asamblea.

 

En el caso de la LOES atenta contra principios básicos de la universidad como la autonomía y el cogobierno estudiantil. El COOTAD abre la posibilidad de que los municipios incrementen impuestos y tasas a la población, y de que se privaticen la educación y la salud. La Ley de Servicio Público LOSEP irrespeta el derecho a la jubilación y pretende enviar a la desocupación a miles de servidores públicos. En todos los casos se percibe un afán de control del ejecutivo que vulnera los derechos democráticos del sistema; además se desconoce los acuerdos entre los sectores sociales involucrados y la Asamblea Nacional. Es por ello que se ha producido un flujo de movilizaciones y actos de protesta contra la imposición de estas leyes por parte de los sectores sociales afectados. Han sido particularmente significativas las movilizaciones protagonizadas por las universidades, los maestros y los servidores públicos realizadas en las últimas semanas.

 

5.  Frente a esto el régimen estaba experimentando un desgaste por la aprobación de las últimas leyes que provocaron que importantes sectores empezaran a movilizarse. Las más importantes instituciones del estado, como la Asamblea Nacional, el sector judicial (recordemos el escándalo en que estuvo involucrado el Fiscal Pesántez, miles de delitos que quedan en la impunidad) y el propio ejecutivo por sus actitudes bonapartistas y autoritarias, con su pedido de amnistía a Alberto Dahik, inculpado por graves delitos de corrupción en el gobierno de Sixto Duran Ballén, experimentaban una caída de popularidad y configuraban una crisis del régimen. El empantanamiento jurídico en la Asamblea llegó a tal nivel de contradicción, que inclusive algunos de los propios miembros del bloque gobiernista tenían reparos con el ejecutivo, por lo que Correa planteó disolver la Asamblea Nacional y convocar a nuevas elecciones para la presidencia y la Asamblea Nacional con la "muerte cruzada".

 

6. La maniobra anunciada del "golpe de estado" ha permitido al gobierno salir airoso de la crisis, al menos por el momento. Correa proyecta una figura de víctima, pero a la vez de héroe por su "valentía y decisión", que concita el apoyo popular. La oposición de derecha (sobretodo  Lucio Gutiérrez y la Sociedad Patriótica) queda deslegitimada por la acusación de golpismo. Igual ocurre con la débil oposición de  izquierda (Pachakútik y MPD que aparecen como los "infantiles" que le hacen el juego a la derecha). También neutraliza a los más críticos de su propio movimiento y los somete a la disciplina partidaria. El gobierno asume la reestructuración de la Policía con plena legitimidad. En definitiva, el gobierno busca revertir la crisis del régimen y avanzar en su proyecto de reestructuración jurídica del Estado, del que se favorecen, en mayor medida, sectores emergentes de la burguesía nacional e internacional, y en menor medida los sectores más pobres de la población a través de las concesiones (bonos, créditos, subsidios, regalías, etc.) bajo la imposición de las controvertidas leyes consideradas prioritarias y de "carácter urgente". Posiblemente ya no necesitará de la "muerte cruzada" que implicaba un alto riesgo político.

 

7. El discurso del "golpe de estado" generó una falsa polarización a nivel nacional, pero sobre todo a nivel internacional, como nunca antes la Secretaria de Comunicación del Estado orquestó toda una campaña mediática a través de los medios de comunicación controlados por el gobierno llamando a defender la "democracia", con la participación de las instituciones y personajes mas recalcitrantes de la burguesía como las cámaras de comercio y el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot entre otros personajes. Es así como el aparato gobiernista busca movilizar a las masas en respaldo a Correa para justificar y hacer aceptable para ellas el carácter bonapartista y totalitario del gobierno en la aprobación de las leyes. Gran parte de la izquierda mundial se ha sumado al apoyo al gobierno dejándose llevar por el discurso del presidente y sus acólitos.

 

8. Por otro lado las contradicciones estructurales que son la base de las confrontaciones se mantienen, el salario básico permanece en $240, mientras la canasta básica bordea los $500, el desempleo alcanza el 7.7%, el subempleo bordea el 51%, es decir de cada 10 ecuatorianos en edad activa, apenas 4 tienen empleo formal mientras la banca sigue obteniendo enormes utilidades, en el año 2009, años de la crisis, recibió utilidades del 13%, lo mismo podemos decir de los grupos importadores de agroquímicos, comercializadoras de alimentos que han obtenido enormes utilidades por las políticas gubernamentales. De igual manera se ha profundizado la participación del gobierno en el Plan Colombia con el envió de tropas a la frontera norte, situación que explica la inmediata respuesta de "solidaridad" de Santos, presidente de Colombia contra el supuesto golpe.

 

9. El MAS lamenta la pérdida de vidas humanas en el 30 de septiembre, así como el drama de los numerosos heridos a consecuencia de la irresponsable acción policial y del gobierno que son parte del Estado burgués. Considera que no fue prudente ni ponderada la actitud de Correa al acudir al cuartel del Regimiento Quito  a confrontar con la tropa sublevada, que concluyó con el trágico operativo del rescate militar y de las fuerzas de élite de la propia policía.

 

10. Por ultimo consideramos que existe la posibilidad cierta que el gobierno profundice su carácter represivo y bonapartista a pretexto de un nuevo "golpe de estado" y restringa ciertas libertades democráticas como lo ha hecho con el estado de excepción, por lo que hacemos un llamado a la clase trabajadora, a la izquierda mundial y a los movimientos sociales que han sido afectados por las políticas y las leyes del régimen bonapartista de Correa, así como por la criminalización de las luchas y la persecución a los dirigentes populares, a unir sus fuerzas en torno a una plataforma común de lucha  y mantener una actitud de independencia, que nos permita exigir al gobierno un auténtico proceso de transformación de las condiciones de injusticia social, desempleo,  discriminación y falta de derechos que afectan a la mayoría de los trabajadores y demás sectores populares en el Ecuador.

Bibliografía: la libertad

Publicación:04 de octubre

LO QUE PASÓ EL 30 DE SEPTIEMBRE DEL 2010 EN ECUADOR

Monografias.com

El inicio mediático del ciclo de la violencia

Lo era una simple protesta por beneficios perdidos por parte de la policía nacional del Ecuador, fue maximizado por un gobierno irresponsable y mediático que explota cada momento de confrontación para así auparse políticamente.

Muchos dirán que se inicio el ciclo de la violencia en Ecuador, pero eso no es cierto, el uso de la fuerza y el ciclo de la violencia empezaron en la primera posesión de Rafael Correa, al no jurar la anterior constitución y luego al convocar a una asamblea constituyente la cual interrumpió la democracia y el orden constitucional del Ecuador, no olvidemos ecuatorianos que han pasado casi dos años y todavía se completan las complicadas formas e instituciones jurídicas que contemplan la constitución correísta. Es decir todavía vivimos el famoso periodo de transición.

Remarco este acto de no jurar la constitución porque fue el inicio de una serie de rupturas constitucionales que se han ido dando en este periodo. En las siguientes tomas del poder Correa tampoco nunca ha jurado su propia constitución, hecho que debería ser un poco más visible y comprendido por la sociedad. La violencia legal por parte de quien debía representar al estado.

Muchos dijeron que el 30 de septiembre del 2010 en el Ecuador fue una revuelta del socialismo para el socialismo, pues es cierto que muchos de los beneficios reclamados por la policía también tocan al resto de servidores públicos incluidos militares. Pero que es lo grave de afirmar que las cosas así pasaron, es ponernos a los liberales como extremistas, que no queremos la existencia de un estado.

Y para muchos esa es la premisa, pero para otros es redefinir el rol del estado y dejarlo limitado a sus 4 roles principales: Seguridad, Sistema jurídico, Educación y salud.

No nos hace bien a los que defendemos la libertad asumir que el estado desaparecerá de la noche a la mañana, es un proceso que tomará años y quizás siglos hasta que los individuos estén conscientes de la importancia de sus vidas y su coordinación espontánea en lo que se conoce como sociedad. La libertad es un proceso evolutivo y debemos trabajar para que ello sea así.

Volviendo al tema que nos interesa: Correa se convierte así en un mártir ante la opinión pública e internacional. Es tan fingida la situación que nadie ha tomado en serio el famoso intento de golpe de estado. Todos los medios independientes enfocaron el tema tal y cual como fue: un conflicto armado por el propio Correa al exponerse a ir al regimiento policial a provocar a los policías.

En lugar de ocupar con respeto y dignidad el cargo de presidente de la república, este individuo se ha dedicado a insultar y violentar la ley y la honra de muchas personas, ha usado el poder de la manera más enfermiza posible y todo esto ha sido posible gracias a un país lleno de resentidos sociales y parásitos del estado.

El uso de la violencia está destruyendo al país y está destruyendo la mente de muchos ecuatorianos. Piensan que la violencia y la fuerza son la mejor arma para tomar decisiones, no usan herramientas como el diálogo y la tolerancia. Muchos de los medios que han narrado la tragedia de los saqueos y las muertes en el enfrentamiento en el hospital han sido producto de los testimonios desgarradores de las personas que les tocó vivir esos momentos de angustia.

¿Cómo es posible que un presidente no haya querido salir de un hospital?, donde no se encontraba secuestrado, donde el ingresó por sus propios medios, pero que por caprichos o problemas mentales haya querido salir aupado por la supuesta multitud de sus simpatizantes que le esperaban afuera del hospital y que lo habían ido a "rescatar". Testimonios de pacientes del hospital delatan estas actitudes de Correa, muchos de éstos le sugirieron que salga cuando la policía ya tenía listo el operativo de seguridad para que se traslade al palacio, pero él no pudo escuchar a esta gente, una vez más pudo la soberbia, la fatal arrogancia de la que se llenan pobres diablos y mequetrefes como éste llamado ser humano por algunos.

En el momento del ataque ordenado por este "secuestrado" (el cual tenía acceso a internet, acceso a teléfonos móviles y convencionales, y había hablado con medios de comunicación estatales de Ecuador y el mundo, presidentes de otros países, amigos y colegas de este cáncer llamado socialismo del siglo XXI. ) había muchos pacientes convalecientes en el hospital entre los cuales se encontraban ancianos, mujeres, niños y recién nacidos los cuales vivieron los momentos más traumantes de sus vidas al recibir continuamente gases lacrimógenos y balas por parte del ejército. Estos momentos de pánico seguro no fueron un simple "rescate" más bien opino que lo puedo calificar temerariamente como una orden directa para matar a los policías rebeldes que se encontraban en los interiores y exteriores del hospital. Correa no tenía porque haber ido a enfrentar a los policías, no tenía porque haber ordenado la muerte de los rebeldes cuando exponía la propia vida, así como la de cientos de inocentes instalados en el hospital.

Una vez más queda expuesto que a este gobierno le interesa un bledo el diálogo y que es capaz de matar por mantenerse en el poder. Correa en los episodios del jueves negro, reflejo lo que es hábil de hacer para perpetuarse. La violencia se desata en el Ecuador mientras su presidente y los medios públicos nos repiten todos los días que "La patria ya es de todos", y que "La revolución ciudadana está en marcha".

Se desata la tiranía en una sociedad que está fracturada entre los que creen en estas ideas y los que defienden la paz, nadie debería justificar los hechos del jueves, pues sangre inocente corrió por el país, vidas se perdieron las cuales tienen un valor mayor a los desmanes de los saqueos, donde a muchas familias se les arrebató en segundos del capital reunido durante todas sus vidas.

Ecuatorianos y amigos de todo el mundo, voy a usar una de las frases de este macabro personaje llamado Rafael Correa: "Prohibido olvidar". No olvidemos nunca lo que pasó este jueves, para que hechos similares no se repitan y para que actores similares a Correa no gobiernen en el futuro a nuestros países.

El lenguaje del jueves fue de violencia y posiblemente un mensaje subliminal de miedo, para acallar a los medios independientes, a la oposición política y a los sectores de la sociedad que no comulgan con el socialismo. Antes Ecuador había iniciado el ciclo de la violencia y el uso de la fuerza verbal y jurídica, ahora Ecuador inicio el ciclo de la violencia y fuerza física.

Bibliografía: 100%noticias

Publicación: 04 de octubre del 2010

ECUADOR: DECLARAN ESTADO DE EXCEPCIÓN

Monografias.comEcuador 30 Septiembre 2010

El gobierno de Ecuador declaró el estado de excepción ante la sublevación de unidades policiales en Quito y otras partes del país luego de una disputa salarial.

Miembros de la Policía ecuatoriana se tomaron este jueves los cuarteles policiales en Quito y varias ciudades del país en rechazo al veto presidencial a la Ley de Servicio Público, el cual elimina una serie de beneficios que venían recibiendo los miembros de las fuerzas del orden.

La protesta policial generó un ambiente de caos en diversos sectores del país, en especial en Quito, donde el aeropuerto ha sido cerrado, al igual que varias carreteras.La seguridad del presidente de Ecuador, Rafael Correa, estuvo en riesgo la mañana de este jueves cuando el mandatario confrontó a centenares de efectivos policiales que desde tempranas horas habían tomado las instalaciones del Regimiento Quito, un cuartel policial de la capital.

El jefe de Estado acudió al Regimiento Quito en compañía del ministro del Interior, Gustavo Jalkh, y desde la ventana de un edificio del lugar confrontó a los policías enardecidos al explicar las razones de su veto.

El presidente ecuatoriano dijo que necesitó tratamiento médico y acusó a los agentes de conspiración y traición.

"Antes ganaban sueldos de miseria", dijo Correa en medio de los gritos de los policías, y añadió: "Se están eliminando todas las canonjías, canastas navideñas, bonos adicionales, seguros de salud privados. La política es tratar de maximizar los sueldos, y de esa forma todos puedan dignamente adquirir los servicios que necesitan".La discusión subió de tono cuando el mandatario señaló: "Señores, si quieren matar al presidente, aquí está, mátenlo, pero seguiremos con una sola política de justicia, de equidad (…). Si quieren destruir la Patria, destrúyanla, aquí está, pero este presidente no dará ni un paso atrás".

Correa salió caminando del recinto policial, y mientras se dirigía al vehículo presidencial bombas lacrimógenas fueron lanzadas muy cerca del lugar por donde caminaba el mandatario. En una entrevista posterior con medios locales dijo que necesitó tratamiento médico y acusó a los agentes de conspiración y traición.Después de esto, los dirigentes de la policía señalaron que buscan el diálogo con el gobierno. "Estamos pidiendo que se nos respeten nuestras condecoraciones, y nuestros ascensos. No estamos en contra del señor presidente, le pedimos que se derogue las disposiciones de la Ley de Servicio Público que elimina las condecoraciones por el tiempo de servicio público", dijo al mediodía de este jueves el jefe de Estado Mayor de la Policía, Florencio Ruiz.

Mientras las protestas policiales, y de diversos grupos sociales se extienden en Quito, Guayaquil, Cuenca, Ibarra, y otras ciudades, el presidente Correa analiza la posibilidad de aplicar la denominada "muerte cruzada", un mecanismo constitucional que lo faculta para disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones generales anticipadas.Así lo afirmó la ministra de la Política, Doris Solís, tras una reunión efectuada la noche de este miércoles con el primer mandatario para discutir la posición adoptada por una parte del bloque oficialista en la Asamblea Nacional, el cual decidió sumarse a la oposición en el rechazo a varios artículos del veto presidencial a la Ley de Servicio Público."La muerte cruzada es una de las posibilidades, nosotros estamos en un proyecto de cambio, necesitamos construir leyes de consenso", dijo Solís, al calificar de "inconsecuencia" la actitud asumida en la Asamblea por un sector del oficialista Alianza País.La Constitución ecuatoriana señala que el presidente de la República "podrá disolver la Asamblea Nacional cuando, a su juicio, ésta se hubiera arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional; o si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna".

El mandatario puede aplicar la "muerte cruzada" sólo una vez en los tres primeros años de su mandato.

"La muerte cruzada no es el escenario que nadie quisiera, pero es una posibilidad cuando no hay condiciones para ir a un proceso de cambio", insistió Solís.Entre tanto, el bloque parlamentario de Pachakutik, brazo político de las organizaciones indígenas, demandó este jueves la renuncia del presidente Correa y llamó a los sectores sociales a conformar un frente de unidad nacional

Bibliografía: Expreso

Publicación: 06 De Octubre Del 2010

EL ECUADOR: 30 DE SEPTIEMBRE

Monografias.com

Para entender los fenómenos desatados el 30 de septiembre es necesario poner las cosas en el contexto histórico, que nos permita tener el cuadro completo.

El Ecuador viene siendo el escenario, desde hace algunos meses, de la intensificación y ampliación de las luchas sociales que diversos sectores del pueblo trabajador, los sindicalistas, indígenas, campesinos, maestros, la juventud estudiantil, servidores públicos, pequeños comerciantes, jubilados, desarrollan para resistir y oponerse a las políticas neoliberales del gobierno de Rafael Correa, que lesionan en los hechos los intereses del país, de los pueblos y de sus organizaciones, reanudan las privatizaciones y el entreguismo.

QUÉ HAN RECLAMADO LOS TRABAJADORES Y LOS PUEBLOS

Las acciones levantadas por los trabajadores han estado dirigidas a la defensa de los derechos sindicales, que han querido ser anulados por parte del Gobierno. Los pueblos indígenas combatieron en todo el país en defensa del agua como un recurso humano vital, las comunidades campesinas e indígenas oponiéndose a la naturaleza entreguista y depredadora de la Ley de Minería, los maestros exigiendo mejores garantías para la educación nacional, opuestos a unas evaluaciones retaliatorias y excluyentes; los estudiantes y todas las universidades del país, contra una Ley de Educación Superior que elimina la autonomía universitaria, el cogobierno estudiantil, el libre ingreso, otras conquistas y derechos; los servidores públicos se han movilizado defendiendo su estabilidad, sus conquistas alcanzadas tras largas luchas, los jubilados para mejorar sus pensiones y su atención por parte del Seguro Social; los pequeños comerciantes han estado en las calles por una Ley que garantice su derecho al trabajo, la seguridad social y otras conquistas.

Estas movilizaciones y protestas también han denunciado la posición del régimen para favorecer a los monopolios imperialistas petroleros, mineros, de telecomunicaciones; de favorecer el endeudamiento externo, en condiciones desventajosas; de involucrar al país en el Plan Colombia y de impulsar una política lesiva a la soberanía nacional en la suscripción de la Convención de los Derechos del Mar (Convemar).

El Presidente Correa ha  respondido a  estas acciones de lucha y las denuncias de las organizaciones sociales, con una política represiva que va dejando víctimas fatales, heridos y grandes daños materiales, como en los casos del ataque a la población de Dayuma, a los mineros del Azuay, el asesinato del profesor shuar Bosco Wisuma, el desalojo violento  a los mineros de Zamora y otros hechos. Dirigentes de organizaciones obreras, indígenas, campesinas, estudiantiles, de maestros, han sido detenidos, enjuiciados y perseguidos; son objeto de abominables ataques y calumnias a través de una sonora y atiborrante campaña  de los grandes medios que el gobierno controla, acusándolos de "mediocres", "terroristas", "corruptos", etc.

LAS TROPAS AMOTINADAS RECLAMAN DERECHOS

En el marco de esta situación, el 30 de septiembre se produce en distintos lugares del país, la rebelión de las tropas policiales, la toma de los cuarteles, su salida a las calles, en respuesta a la aprobación que se diera en la Asamblea Legislativa a la Ley de Servicio Público y al veto presidencial, que significa arrebatarle a este sector una serie de beneficios, conquistas, subsidios, que los habían logrado en el transcurso de varios años.

Las tropas amotinadas denuncian estos hechos, exigen incluso el cambio de la cúpula de la institución, pero en ningún momento se pronuncian por un cambio de gobierno, por su derrocamiento y más bien solicitan el diálogo, el cese de las actitudes autoritarias y que se atienda su situación. En estas condiciones, esa lucha de las tropas policiales, se añade a la de otros sectores populares en defensa de sus aspiraciones, de sus derechos y conquistas.

Antes de que el gobierno declare el Estado de Excepción, los policías de la tropa pudieron hacer público ante los medio de comunicación sus demandas, que en lo fundamental pedían que se derogue la Ley de Servicio Público, que se restablezcan las condecoraciones y bonificaciones, establecieron que no se los podía tratar de igual forma que a otros servidores públicos, porque trabajan más horas que el resto, en condiciones distintas; rechazaron también que se les haya retirado el bono por el día de la Policía y la canasta navideña y reclamaron que no era justo que un oficial recién graduado gane 1.400 dólares frente a un sargento que, después de 25 años de servicio, gana 1.200.

Es una falacia acusar de que estas acciones formen parte de una "conspiración" en contra de la democracia, del gobierno constituido y que sea parte de un intento de "golpe de Estado" de los "fascistas", de la "derecha", con la "participación de la izquierda", sin que se demuestre para nada estas implicaciones.

En realidad, la democracia representativa nunca estuvo en peligro, ninguna fuerza social ni partido político, a excepción de Lucio Gutiérrez, hablaron y plantearon la salida de Correa, todos hablaron de la necesidad de resolver el conflicto por la vía de la negociación y el diálogo, que incluso el mismo Vicepresidente de la República lo planteó desde Guayaquil.

La insistente denuncia del régimen sobre el supuesto "golpe de Estado contra la democracia ecuatoriana" trajo inmediatamente los respaldos del gobierno norteamericano y de la ONU, pero a la vez generó también los pronunciamientos de la Unasur, de los gobiernos de la región como Venezuela, Bolivia, Argentina, Paraguay, y también de Colombia, Chile y Perú.

Corresponde señalar que  la mayoría de organizaciones sociales que han reivindicado sus aspiraciones, han deslindado campos y denunciado las reales o supuestas acciones de conspiración de la derecha, de la partidocracia, de las oligarquías y el imperialismo. De esta manera se pronunciaron Conaie, Ecuarunari, las Centrales Sindicales, el Frente Popular y todas sus organizaciones, de modo que las acusaciones de conspiración caen por su propio peso.

El mismo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Ernesto González, respaldó el orden constitucional,  insistió en el pedido para la revisión o anulación de la Ley de Servicio Público, causante de los conflictos, al comparecer en la cadena indefinida y obligatoria ordenada por el Gobierno a todos los medios de comunicación del país; igual fue la petición de todos los voceros de los policías insubordinados, mientras los canales y medios pudieron recoger esos pronunciamientos para que se atiendan sus necesidades. La famosa "conspiración contra la democracia" que el Gobierno y sus servidores denuncian, no aparece por ninguna parte.

LOS ACONTECIMIENTOS EN EL REGIMIENTO QUITO

Los acontecimientos eran graves y generalizados, pero se desbordaron cuando haciendo gala de prepotencia, en abierta actitud imprudente, Correa fue a enfrentarse con los rebeldes y recibió el rechazo, incluso los irascibles excesos de quienes se hallaban en el Regimiento Quito; quedó asilado en el Hospital de la Policía, desde donde en horas de la noche fue sacado en medio de un sorprendente y desproporcionado operativo militar, que fuera difundido por radio y TV a todo el país, poniendo en grave riesgo la vida del propio mandatario, provocando varias víctimas fatales en dicha acción, decenas de heridos, graves daños a las instalaciones de esa casa de salud.

Luego de su espectacular salida, Correa llega en medio de aplausos y vítores de sus partidarios a la Plaza Grande, para repetir las poses autoritarias, prepotentes y conminatorias: acusar sin pruebas, deformar la verdad y llamar a la "vindicta pública", que "no habrá perdón ni olvido" frente a los conspiradores, etc.

Es necesario establecer aquí que la democracia es una conquista de los trabajadores y los pueblos a lo largo de centenas de años y por ello la defienden, a pesar de sus limitaciones y exclusiones. La democracia representativa es una expresión del poder de las clases dominantes, resguarda sus intereses; para la gran mayoría, para las clases trabajadoras, sigue siendo una retórica en cuyo nombre se los excluye y atropella. Teniendo claro estos conceptos, la lucha social, las acciones de los trabajadores y los pueblos, la propia rebelión de la tropa de la policía, no se propuso ni plantea quebrar la vida institucional del país y menos es resultado de los afanes conspirativos y golpistas de la derecha, la partidocracia y el imperialismo. El camino de los trabajadores y los pueblos, de la izquierda revolucionaria está claramente definido, es la marcha independiente en busca de su liberación definitiva y cotidianamente en la lucha por sus derechos, aspiraciones, conquistas sociales y democráticas.

Es necesario afirmar, sin embargo, que la prédica gubernamental de que se producía un "golpe de Estado",  tuvo éxito y confundió a un  sector de la opinión pública del país y del exterior. En el ámbito popular las cosas están claras. Los acontecimientos de ayer son un nuevo episodio de la lucha social.

Más allá de las actitudes vengativas, retaliatorias y de las sanciones que aplique el régimen, ello deja profundas heridas en las tropas policiales y en varios sectores sociales; el gobierno de la "revolución ciudadana" que ahora canta victoria, debe saber que la lucha de los trabajadores, la juventud y los pueblos continúa; porque seguimos en crisis, sigue la injusticia, las desigualdades sociales aumentan, se desborda y no se sancionan los actos de corrupción. La efervescencia, la lucha social y la aspiración  del verdadero cambio se va constituyendo en una bandera de cada vez mayores y más grandes sectores de nuestros pueblos. Crece la conciencia popular.

Aún y pese a estos acontecimientos los dirigentes y las organizaciones de  trabajadores continúan exigiendo la anulación de los vetos presidenciales y de los elementos antipopulares y antinacionales que contienen las leyes conexas como las reformas a la Ley de Hidrocarburos, la Ley de Ordenamiento Territorial, de Servicio Público, Educación Superior, el Código de las Finanzas Públicas y otras que perjudican a los trabajadores, la juventud y los pueblos. Del mismo modo, por la derogatoria inmediata del "Estado de Excepción", pues desde el Gobierno se señala que no hay ninguna conmoción interna.

¿GOLPE DE ESTADO?

La actitud imprudente y desafiante con la que Correa llegó al Regimiento Quito, la actitud no conciliadora en la que podría haberse dirigido se convirtió en una reprimenda a los gendarmes y en un desafío a que lo "maten" provocó desmanes y gritos de "Correa mentiroso", "Correa traidor"; luego en medio de gases y agresiones fue evacuado hacia el Hospital de la Policía, donde fue atendido de las dolencias en su pierna.

Cerca de la una de la tarde, Ricardo Patiño arengó a la gente concentrada en la Plaza Grande para ir a "rescatar al Presidente", lo mismo hicieron los periodistas Xavier Lasso y Giovanna Tassi desde la Radio Pública, luego de las declaraciones del presidente Correa en el sentido de que estarían por entrar a su habitación en el hospital para agredirlo o para matarlo. A las 12 h0ras, aproximadamente, se declara el estado de excepción y en esas condiciones,  el Gobierno ordena  a los medios de comunicación encadenarse con los medios públicos. Desde ese momento empieza a posicionarse con más fuerza la idea del intento de un golpe de Estado, todos los entrevistados que son funcionarios del Gobierno, tienen el papel de reforzar esta idea, que se difunde profusamente en el país y en el exterior.

Según informaciones periodísticas, los militares que debían asumir el control de la situación, esperaron a que se concretara un acuerdo con el ministro de Defensa, Javier Ponce para hacerlo, al parecer esa negociación dio resultado y los militares asumieron el control del país.

Un poco más tarde se conoce que habría un operativo militar para liberar al Presidente, esto mientras en los alrededores del Hospital se enfrentaban simpatizantes del Gobierno y la policía que los dispersaban con gases.

UN ESPECTÁCULO MACABRO Y MANIPULADOR

El operativo autorizado por Correa se puso  en marcha, el objetivo era "rescatar al presidente cautivo". Se hicieron anuncios, llegaron a los celulares invitaciones para ir a la Plaza Grande a recibir al Presidente, antes de que fuera rescatado. En esa Plaza se colocó una gran pantalla para que la gente viera, en vivo, el operativo. Todo listo para el espectáculo. Un operativo confuso, que lo menos era es de rescate, y que irresponsablemente ponía en riesgo la vida del Presidente.

Por el discurso de Correa en la Plaza Grande, el primer mandatario no está dispuesto a dar pie a tras, nada de revisar las leyes, sanción para los que intervinieron en esta asonada, que aunque el Presidente diga que son solo un puñado de malos elementos e "infiltrados", se pudo ver que la medida tenía el respaldo de la mayoría de la tropa.

Esto quiere decir que no habrá rectificaciones, que las leyes de corte neoliberal continuarán, que la prepotencia seguirá siendo la línea de conducta del Gobierno, que la amenazas se pondrán al orden del día, lo mismo la criminalización de la protesta social, que será sofocada a sangre y fuego.

Por ello, las organizaciones sociales deben continuar trabajando más insistentemente por la unidad de todos los sectores, para defender sus justas aspiraciones, conquistas sociales y derechos; por quienes luchamos por un futuro mejor. En esto reside, sin duda, la fortaleza de los pueblos, en ello está la garantía de la victoria!!

Bibliografía: Viajantesincamino

Publicación: 06 de octubre

SUCESOS DEL 30 DE SEPTIEMBRE EN ECUADOR…

En los hechos ocurridos el 30 de septiembre de 2010 en Ecuador, en donde los policías reclamando algo justo y que tienen todo el derecho de poder protestar y reclamar algo que les corresponde pero que este hecho se les fue de las manos. Y ahí muchas cosas que quedaron y las cuales voy a expresar por este medio.

En primer lugar creo que los policías al hacer su reclamo, que se les fue de las manos, solo actuaron  y no  pensaron como corresponde. Porque ellos juraron defender a los ciudadanos del país y en ese momento se olvidaron de su juramento, y dejaron al pueblo ecuatoriano desprotegido sin posibilidad ante cada ladrón, que justo en ese momento al ver como estaba la situación salieron, como salen los sapos antes de llover, de todos lados tranquilamente, estaba el clima  para ellos ya que no tenían a nadie que los enfrentara de ninguna manera, por lo que ellos hicieron de las sus suyas. La policía no midieron consecuencia solo actuaron y el que podía solo tenía una opción; encerrarse en su casa para estar lejos de las manos de algún delincuente que rondaba por las calles esperando algún distraído que no estaba totalmente enterado de lo que estaba sucediendo.

Los saqueos empezaron justamente por este acto de los policías y la gente, acá también se sumaba gente que quizás nunca en su vida robaría,  se aprovecho de esta situación sin protección, los negocios estaban muy tentadores, mas para la gente que quizás nunca en su vida tendría la mínima posibilidad de comprar un televisor plasma, y acá lo podía conseguir, muy tentadora situación… no justifico este acto, porque por más que sea gente común, en ese momento actuó como un delincuente.  Acá en esta situación cuando la policía quiso intervenir ya fue demasiado tarde.

Esto lo de los saqueos solo sé que paso en Guayaquil, yo estaba en esmeraldas, acá se vivió tensión, no hubo saqueos, si robos.

El segundo lugar, muchos le echan la culpa total a los policías, y con mucha razón, pero creo que también había gente infiltrada seguro, que de llegar a ser un reclamo, llego a ser un caos. No sé si lo pensaron como un golpe de estado, pero lo intentaron en ese momento, de un reclamo llego a ser un intento de asesinato al presidente de ecuador Rafael Correa.

Ahora yo creo que si fuera ecuatoriano seria Correista pero acá hay cosas que no me cierran y aunque creo que me cae bien correa acá lo tengo que decir. Son preguntas sin respuestas: porque correa se fue a solucionar el problema sin  todos sus guardaespaldas al lado suyo??? Entiendo que quisiera haber tratado de solucionar el problema hablando, pero sin todos sus guardaespaldas… mmmmmm… se arriesgo muchísimo.

Bueno acá paso también que la televisión solo era transmitida por ecua-tv en cadena nacional, canal del estado… no dejaban transmitir a tele amazonas el canal de la contra, no me gusto mucho esto, dicen que era para calmar a la población, pero no transmitían realmente todo lo que pasaba, por lo que tele amazonas hubiera mostrado también casi lo mismo, en un momento prácticamente ecua-tv solo se dedico a entrevistar y no mostraba la realidad, si bien con el estado del decreto de excepción el estado tiene derecho de hacerlo, no me pareció lo mejor, pero tampoco es para atacar como quisieron hacerlo al canal. Pero bueno sucedió esto y hoy hablo de todo.

Ahora también en el reclamo me pareció ya exagerado cuando correa estaba encerrado en el hospital, queriendo sacarlo a toda costa para matarlo, desde acá muchos todavía critican a correa porque no se iba del hospital para que otros enfermos descansen como se merecen, sin ruidos, pero porque la gente no ataca a los policías que no dejaban en paz el hospital??? Acá no tiene la culpa correa, vallamos a la verdad de los actos.  Los militares fueron atacados y respondieron al ataque. Lamentablemente hubo un muerto y esto o hubiera pasado si en el reclamo no usaran armas, pero era la policía un poco difícil, no imposible.

Monografias.com

La gente en esmeraldas después que se calmaran un poco las cosas salieron a las calles para apoyar a correa.

Ahora también en el reclamo me pareció ya exagerado cuando correa estaba encerrado en el hospital, queriendo sacarlo a toda costa para matarlo, desde acá muchos todavía critican a correa porque no se iba del hospital para que otros enfermos descansen como se merecen, sin ruidos, pero porque la gente no ataca a los policías que no dejaban en paz el hospital??? Acá no tiene la culpa correa, vallamos a la verdad de los actos.  Los militares fueron atacados y respondieron al ataque. Lamentablemente hubo un muerto y esto o hubiera pasado si en el reclamo no usaran armas, pero era la policía un poco difícil, no imposible.

Después en algunos lugares yo solamente vi en las calles a gente que apoyaba a correa, y ninguna marcha para que se valla, o lo echen, y más la gente de clase baja quien son los que lo apoyan. Muchos lo critican a correa por que les da bonos y no les de trabajo,  se enojan con el presidente porque dicen, y de alguna manera estoy de acuerdo, *que les de la caña de pescar y no el pescado*   pero también yo les digo también que el hambre es un crimen, el hambre no puede esperar, estoy de acuerdo que sería mejor un trabajo y no bonos pero mientras tanto si no se puede generar empleos que??? Que se mueran de hambre??? No, no hermanos.

Quizás algunos puedan estar de acuerdo o no con mi relato y mi opinión de las cosas, pero bueno son solo eso mi opinión… en estado de democracia.

Bibliografía: correctroing

Publicación: 07 de octubre del 2010

Fernando Buendía forma parte de la Fundación María Luisa Gómez de la Torre de Ecuador

Monografias.com

El día 30 de Septiembre en Ecuador, varios centenares de policías tomaron los principales cuarteles en Quito, contra la nueva Ley del Servicio Público (LOSEP) que les retira derechos de bonificaciones y condecoraciones. Esta acción se esparció a otros cuarteles en varías ciudades. Un sector minoritario de las Fuerzas Armadas adhirió a la revuelta aunque por poco tiempo y un grupo de militares de la Fuerza Aérea tomó el aeropuerto de Quito que estuvo varias horas cerrado durante ese día.

Frente a estas protestas el presidente Correa fue directamente al cuartel de la policía de Quito y en una actitud desafiante acusó a los policías de conspiradores y traidores, habiendo sido alcanzado con gas lacrimógeno por los policías insubordinados. En consecuencia, el presidente fue llevado al hospital de la policía en el interior del cuartel donde permaneció largas horas.

El presidente afirmó que estaba siendo blanco de un golpe de estado. Su permanencia en el Hospital fue anunciada como un secuestro. Dentro del Hospital el presidente mantuvo negociaciones con los policías y ya había acordado su salida del cuartel. A la vez, fue montado un operativo por el ejército y fuerzas especiales para sacar al presidente del Hospital, lo que llevó a enfrentamientos con los policías. El presidente Correa salió del hospital, alertó contra los golpistas, anunció firmeza y castigo a los policías revoltosos. La calma volvió a Ecuador.

Una revuelta policial, no un golpe

Está en la memoria de los trabajadores de

América Latina que en décadas pasadas el imperialismo utilizó el método de los golpes de estado para garantizar sus intereses en la región. Miles de trabajadores, activistas y militantes perdieron su vida por golpes de estado, que impusieron dictaduras sangrientas. Contra un golpe militar seríamos los primeros en llamar a la movilización democrática en las calles. Sin embargo, no pensamos que este sea el caso de lo que ocurrió en Ecuador el pasado 30 de Septiembre. Dos aspectos centrales nos llevan a afirmar que no existió un golpe en Ecuador.

En primer lugar, ni la cúpula militar y ni la cúpula de la policia estuvieron apoyando las movilizaciones de los revoltosos, siendo desde el principio fieles al gobierno. Por el contrario, las protestas de los policías que incendiaron el país el día 30 de Septiembre, habían sido llevadas a cabo por los bajos y medianos mandos de la policía, contra la voluntad de sus dirigentes jerárquicos.

En segundo lugar, no existía ninguna dirección -ni siquiera la de los policías revoltosos- que reclamase la destitución del presidente. Los policías reclamaban la

revocación de la ley de servicio público, pero no destitución del presidente por la fuerza. Por otro lado, todos los representantes del estado burgués y de la burguesía se pronunciaron contra el presunto golpe y por la defensa de la "democracia". Tanto las instituciones políticas como militares del estado burgués, mostraron su apoyo a Correa. La mayor expresión de eso es que el estado de excepción es una medida que da poderes excepcionales al Presidente para legislar por decreto y más fuerza al ejército para intervenir. Sin embargo, el estado de excepción fue impuesto por el gobierno (y no por los policías), apoyado en los militares que estaban con el gobierno desde el comienzo. Además, durante todas las operaciones (inclusive desde dentro del hospital), Correa mantuvo el mando del gobierno y del país, comunicándose libremente con el exterior.

Además, fueron los propios militares los que sacaron a Correa del Hospital donde estaba ingresado (para ser tratado por médicos). Fueron las fuerzas especiales de la policía los que liberaron al Presidente de su presunto secuestro, en una acción innecesaria pues ya estaba acordada su salida del Hospital.

Por último, es de subrayar que Correa tuvo desde lo inicio el respaldo no sólo en los gobiernos "progresistas" con quienes se relaciona más próximamente como Chávez y Evo Morales, sino también de los gobiernos más de derecha de América Latina como los de Chile, Colombia y Perú, habiendo llegado los países fronterizos a cerrar las fronteras. Finalmente, tanto la UNASUR como la OEA y la ONU salieron en defensa del Presidente Correa y de la legalidad democrática. La embajadora de EE. UU. Hizo declaraciones en el mismo sentido, al igual que otros países imperialistas como España. Por ello el presunto golpe contra Correa sería extremadamente raro, pues tendría contra sí desde el principal país imperialista hasta a los gobiernos "progresistas".

Una protesta contra los ataques de Correa a los trabajadores públicos

Esta protesta policial no puede ser entendida como un acto aislado. Por lo contrario es una expresión distorsionada del descontento popular, que se da por la imposición de leyes que recortan derechos a los trabajadores y también a la policía.

Por ello, lo que hace explotar la actual situación es la aprobación de la Ley del Servicio Público LOSEP, que reduce derechos a los trabajadores públicos. En el caso de la policía, recorta directamente las bonificaciones y condecoraciones, lo que llevó a la reivindicación de exigir la revocación de la ley.

Esta protesta se da en el contexto de un desgaste más general de varios sectores con las políticas y leyes aprobadas por el Gobierno de Correa como los estudiantes con la LOES, los indígenas y campesinos con la Ley de la Minería y de los trabajadores públicos con la Ley del Servicio Público.

Esta sublevación de los policías fue, como no podría dejar de serlo, utilizada por un sector de la oposición, dirigido por Lucio Gutiérrez, para ganar espacio contra Correa.

El descontento frente a la Ley del Servicio Público tuvo además reflejos en el proceso de votación en la Asamblea. El Presidente Correa no consiguió, por ejemplo, que los asambleístas de Alianza País (movimiento dirigido por Correa) aceptasen la ley tal como fue presentada por el presidente y votasen contra la propuesta de que los trabajadores se jubilen a los 70 años.

Correa usa la amenaza de golpe para continuar atacando a los trabajadores

Todos estos elementos conforman un creciente desgaste del régimen y del gobierno de Correa ante la reciente aprobación de las leyes de enseñanza superior (LOES) o la de hidrocarburos. En el caso de otras leyes el presidente no consiguió que fuesen aprobadas, como fue el caso de la Ley de la Comunicación y la Ley del Agua que tuvo que ser archivadas por la resistencia indígena.

Todo este panorama ha provocado la bronca de importantes sectores de trabajadores, campesinos, indígenas, estudiantes, servidores públicos que se empezaban a movilizar. Además, algunos de los propios miembros del bloque gobiernista empezaron a cuestionar algunos aspectos de las leyes señaladas. Las más importantes instituciones del estado, como la Asamblea, el sector judicial (recordemos el escándalo en que estuvo involucrado el Fiscal Pesántez, miles de delitos que quedan en la impunidad) y el propio ejecutivo por sus actitudes claramente autoritarias, experimentan una caída de su popularidad y configuran una crisis del régimen.

Frente a esta situación, incluso antes de los acontecimientos del día 30 de Septiembre, el gobierno ya había lanzado la posibilidad de decretar el mecanismo constitucional de "muerte cruzada" que le permite disolver la Asamblea y convocar nuevos comicios. Es decir, utilización de medidas autoritarias para conseguir llevar a cabo su política antiobrera, garantizando así mejores condiciones para los intereses imperialistas en la región.

Asociar las movilizaciones de la policía con un intento de golpe, sirve así plenamente a las necesidades del gobierno Correa, es decir, para tener más mano dura y avanzar contra los trabajadores. El discurso del golpe y su resolución le permiten así salir más fortalecido -después de diversas manifestaciones nacionales en su apoyo- y desprestigiar a la oposición de derecha e izquierda. Le permite además justificar varias medidas autoritarias que habían ayudado a disciplinar diversos sectores a su política. . Neutraliza a los más críticos de su propio movimiento y los somete a la disciplina partidaria. El gobierno asumirá la reestructura de la Policía con plena legitimidad, a más de que esta institución tiene una mala imagen ante amplios sectores de la ciudadanía por su corrupción y sus abusos contra los derechos humanos. En definitiva, el gobierno busca revertir la crisis del régimen y avanzar en su proyecto de reestructuración jurídica del Estado a través de la imposición de las controvertidas leyes consideradas prioritarias. Posiblemente ya no necesitará de la "muerte cruzada" que implicaba un alto riesgo político.

La mayoría de la izquierda capitula a Correa

La CONAIE, principal organización indígena de Ecuador, y otros sectores políticos de izquierda como el MPD habían denunciado la maniobra del gobierno Correa. Sin embargo, a pesar de los diversos datos apuntando para la no existencia de un golpe, la amplia mayoría de la izquierda a nivel internacional apoyó Correa contra el "supuesto" intento de golpe.

Con esto, la amplia mayoría de las organizaciones no hizo más que apoyar directamente el gobierno burgués de Correa que ataca los trabajadores para mejor garantizar los intereses del imperialismo en la región. Las manifestaciones contra el presunto golpe, no fueron más que maniobras de distracción para lo que está realmente pasando en Ecuador y en muchos otros países dirigidos por supuestos gobiernos "progresistas" que gobiernan para las burguesías contra los trabajadores.

Para conseguir la aplicación de sus leyes al servicio de los intereses del imperialismo, Correa ya había recientemente reprimido las movilizaciones indígenas y campesinas contra la minería y Ley de los hidrocarburos para la explotación de las multinacionales. Esta política de la mayoría de la izquierda de apoyo a cualquier llamado de movilización contra el presunto golpe desarma la clase trabajadora contra las medidas antidemocráticas y la represión que el gobierno de Correa lleva a cabo para implementar sus políticas. Por ello estamos contra cualquier castigo a los policías que se movilizaron, puesto que sólo sería una medida más del gobierno para cercenar la libertad de protesta y contestación.

Sin embargo, la capitulación a estos gobiernos desarma también a los trabajadores y los pueblos para luchar contra la verdadera política del imperialismo, de rapiña de los recursos naturales y explotación cada vez mayor de los pueblos de América Latina, que es llevada a cabo por gobiernos como los de Correa, Evo Morales, Lula, etc. Cuando Chávez y Evo Morales acusan a los EE UU por el presunto golpe, en realidad están escondiendo la sumisión de Correa y de sus gobiernos a los intereses del imperialismo.

La gran amenaza para los trabajadores y pueblo de Ecuador hoy es el gobierno Correa

Nosotros estamos contra los golpes militares, pues defendemos las más amplias libertades democráticas para que la clase trabajadora y la población pobre puedan llevan a cabo las más amplias luchas para derrumbar el capitalismo.

Sin embargo, la gran amenaza hoy a las libertades democráticas de los trabajadores es el gobierno de Correa por la represión que lleva a cabo contra los trabajadores y las medidas autoritarias de gobernar por decreto y por veto cuando no consigue lo que le interesa en la Asamblea. Las medidas autoritarias del gobierno son una necesidad de su política de sumisión al imperialismo y de ataque a los trabajadores.

Por ello estamos contra cualquier apoyo a Correa y nos recusamos a participar de cualquier frente para defender a este gobierno de una amenaza de golpe que no existe. Defendemos también la total independencia de clase de las organizaciones de los trabajadores frente al gobierno como la única forma de impulsar una amplia movilización que pueda derrotar estas leyes antiobreras y autoritarias.

Bibliografía: Revista Pueblos

Publicación:09 De Octubre

Ecuador: Algunas claves de interpretación de los sucesos del 30 de septiembre

La vida política ecuatoriana ha estado plagada de acciones violentas que rompieron el orden institucional existente y que siendo en su curso "inorgánicas y azarosas", en todos los casos el desenlace final de la acción estuvo conducido por los actores dominantes del país. Como ha sentenciado algún analista refiriéndose a la ruptura y caída de Mahuad: que todo cambie, para que nada cambie.

En estas escaramuzas, los diversos grupos sociales, institucionales y políticos han intervenido como piezas de un ajedrez en el que los jugadores principales (casi siempre invisibles) han conducido la estrategia, pues, contaban con los medios de poder principales para direccionar los acontecimientos.

Una sublevación "policial" con muchos ingredientes de conato golpista (que son de dominio público), supera con largo la aparentemente "ingenua" interpretación de que apenas si se trato de la revuelta de una facción descontenta de la fuerza de seguridad ciudadana. Sin embargo, cabe la posibilidad de que muchos de los participantes hayan sido instrumentalizados por intereses ajenos a su voluntad y que conforme se desenrollaron los acontecimientos comprendieron que habían entrado a una vía sin retorno.

ANTECEDENTES

Descontento en el bloque dominante:

Después de siete derrotas electorales continuas; de la promulgación de una nueva Constitución que implica un cambio de ciento ochenta grados en la direccionalidad del país [1]; del impulso de políticas públicas que empiezan a resquebrajar el viejo e injusto ordenamiento existente, las mismas que han sido impulsadas por un gobierno cuyo estilo fuertemente apegado a la ciudadanía le ha mantenido con un altísimo apoyo popular; los banqueros, petroleros, agroempresarios, comerciantes, etc., vinculados al bloque dominante, han sentido una profunda preocupación y angustia al constatar que el sistema de explotación y privilegios en el que han sustentado el crecimiento de sus fortunas empieza a desmoronarse.

A pesar de las tradicionales diferencias existentes entre unos y otros sectores del bloque dominante, la oposición y resistencia al gobierno y a las propuestas de cambio han ido cohesionando su actuación, la misma que ha devenido en una práctica reiterada de rechazo a toda iniciativa gubernamental. Uno de los ejes de este enfrentamiento es el escenario legislativo y la oposición sistemática a las leyes propuestas por el ejecutivo y el bloque de gobierno, que siendo la minoría más numerosa ha conseguido la aprobación de la mayor parte de leyes propuestas.

Aunque algunos sectores, pensando en llegar a la revocatoria de mandato o al 2013 con posibilidades electorales de recuperar el poder perdido, han apostado por el sistemático desgaste utilizando la crítica y rechazo permanentes a todas las iniciativas del gobierno, la Asamblea Nacional, y las demás instituciones estatales; la posibilidad de la conspiración para llegar inclusive al golpe de estado para "acabar con la Constitución y derrocar al gobierno", aparece para otros sectores dominantes como la vía rápida y necesaria para el logro de los objetivos estratégicos de la oposición, pues, la vía electoral, además de tardía, puede ser incierta. [2]

En el marco de esta tensión los sectores del bloque dominante mantienen el termómetro político permanentemente encendido, midiendo las condiciones del apoyo social e institucional al gobierno, sin descartar que pueda producirse el clima propicio para ejecutar un golpe de estado.

Manipulación en las filas policiales:

Pese a que pudiera parecer un argumento muy fino, no se debe dejar de lado la historia de vinculaciones de un sector extenso de la oficialidad y tropa policiales con fuerzas de seguridad estadounidenses. Desde 1985 cuando a instancias del régimen de Febres Cordero se conforman las unidades antinarcóticos y antiterroristas dentro de la policía, esta ha sido objeto de una constante influencia por parte de los organismos de seguridad norteamericanos [3], a través del entrenamiento, equipamiento, asesoramiento y aún de la entrega de emolumentos económicos a muchos oficiales. Mediante la gestión de la estación de la CIA en Ecuador por casi dos décadas se conforman entre oficiales y policías "hermandades" para protegerse, ejercer tráfico de influencias, recibir información, etc., y posteriormente derivarse hacia el apoyo político a la familia Gütierrez y a Sociedad Patriótica.

Aunque durante los hechos posteriores a los sucesos de Angostura se reveló la existencia de estos vínculos, por lo cual se suspendió la asistencia estadounidense a la policía, quedaron intactas las redes y relaciones conformadas, las mismas que se han activado para la oposición al gobierno de Rafael Correa y a la nueva Constitución.

Un segundo elemento de antecedente a los hechos del 30 de septiembre es la presentación y difusión del informe de la Comisión de la Verdad, que pone al descubierto el involucramiento de muchos oficiales y policías en las trágicas violaciones de los derechos humanos perpetradas durante el gobierno de Febres Cordero y posteriormente la reapertura de las investigaciones sobre el caso Fybeca y otros hechos de violaciones a los derechos humanos, lo habría generado una sensación de persecución entre algunos miembros de la institución policial.

El tercer antecedente es la aprobación del Código de Ordenamiento Territorial (COOTAD) que en la parte de competencias de los gobiernos autónomos, de acuerdo con la Constitución, entrega a los municipios la responsabilidad de planificar, regular y controlar el tránsito en sus territorios. Es ampliamente conocido que numerosos oficiales y policías, aprovechando que la institución policial ha tenido esta responsabilidad, han utilizado la misma para poner unidades en el servicio público y efectuar otras actividades irregulares. La transferencia obligatoria de esta competencia añadió una nueva situación de descontento entre las filas policiales.

El veto presidencial a la ley de Servicio Público y principalmente la desinformación sobre esta ley fue únicamente la nota final que cohesionó a la oficialidad y tropa en torno a las fuerzas de la oposición y resistencia al gobierno.

Desencuentros en los sectores sociales:

Luego de la Asamblea Constituyente y debido por una parte a las limitaciones de la agenda programática de los sectores sociales y por otra parte a la poca voluntad de determinados sectores conservadores del gobierno que miran con desconfianza a los movimientos sociales, viene provocándose una dinámica de distanciamiento respecto de sectores que deberían convertirse en aliados estratégicos del gobierno, como el movimiento indígena, ciertos sectores del movimiento laboral, los trabajadores y servidores públicos, los estudiantes y docentes universitarios, entre otros.

A pesar de que algunas posiciones de ciertos movimientos sociales puedan ser inapropiadas y también de que algunas actitudes del sector gubernamental hayan sido poco tolerantes y consideradas inadecuadas, a todas luces es evidente que se trata de desencuentros normales al interior de lo que podría consolidarse como un bloque que sustente el proyecto transformador de la Constitución y el gobierno. Es de sospechar los pronunciamientos de algunos dirigentes y líderes de opinión que han contribuido a echar más leña al fuego, tornando en principales contradicciones que son eminentemente secundarias, así como también la persistencia de determinadas políticas que no estarían en una línea transformadora, como en el caso de la participación estudiantil en el cogobierno universitario.

El nudo conflictivo que se ha producido, en unos casos ha provocado la desactivación de grupos y líderes sociales, con cuyo apoyo se ha dejado de contar, y en otros casos ha llevado a que otros grupos terminen coincidiendo con las filas de la oposición en una colusión antinatural.

Por otra parte es evidente que el apoyo electoral, la base social de los programas estatales y los simpatizantes y adherentes de Movimiento País, son insuficientes para garantizar el sustento político y la continuidad del proceso transformador. Aunque en el episodio que hemos vivido se ha producido un multitudinario respaldo al gobierno principalmente en las provincias del interior, en Quito, pese a ser muy numeroso no llegó a alcanzar las dimensiones de otros momentos como cuando la caída de Mahuad.

LOS HECHOS DEL 30 DE SEPTIEMBRE

La rebelión policial se presentó como una paralización de las actividades de vigilancia y seguridad en la mayor parte de provincias y cantones del país, junto con el bloqueo de las vías interprovinciales y también dentro de las ciudades, además de la provocación de desmanes y enfrentamientos con la ciudadanía por parte de miembros de la policía. Este escenario de indefensión de la población originó además una ola de asaltos a locales comerciales, bancos e inclusive domicilios, en las principales ciudades del país.

Además de ocupar los cuarteles y las vías aledañas, la escolta legislativa se tomó las instalaciones de la Asamblea Nacional, impidiendo mediante el uso de la fuerza, el acceso principalmente de los asambleístas de gobierno y provocando con ello la neutralización de la función legislativa.

Se incorporaron además a la rebelión grupos de estudiantes universitarios y secundarios ligados al MPD, así como también unos cuantos grupos de trabajadores estatales y servidores públicos y varios miembros del movimiento Pachakutik.

Contribuyendo a agravar el clima de temor y provocando un efecto de amplificación de la protesta, los medios de comunicación dominantes interrumpieron su programación para magnificar los acontecimientos y llamar a la ciudadanía a cerrar sus negocios y correr a refugiarse en sus domicilios.

Si no hubiera ocurrido nada más, al caer la tarde el país entero hubiera quedado paralizado y atemorizado, provocándose como resultado final un estado de ingobernabilidad propicio para que sobre la ausencia de la Asamblea Nacional y el pronunciamiento de instituciones ligadas a los grupos dominantes, se llame a las FFAA a asumir el control del país, restablecer el orden y perpetrar el golpe de estado a la Constitución y al gobierno nacional.

El libreto que hemos descrito no llegó a producirse ante la presencia inesperada del Presidente de la República en el Regimiento Quito, generándose al interior del cuartel incidentes que le condujeron a quedarse retenido en el interior del Hospital de la Policía, donde se refugió luego de ser severamente agredido, hasta ser liberado por la noche en un sangriento operativo militar que produjo entre los miembros de la fuerza militar y de los grupos del GOE y del GIR (leales al presidente), cuatro muertos y varias decenas de heridos.

La difusión inmediata de los acontecimientos que ocurrían en el cuartel, a nivel nacional e internacional a través de la radio y la televisión estatales permitió la activación y movilización de la población, así como también la respuesta inmediata de los gobiernos latinoamericanos y de otros países. La declaración del Estado de Excepción obligó además a todos los medios a unificar su señal en torno a la televisión pública y a transmitir directamente la información de los acontecimientos, aclarando el mensaje de que estaba en riesgo la democracia.

La movilización social que de forma inmediata se produjo, llevó a la plaza grande a miles de funcionarios públicos, adherentes del Movimiento País, miembros de organizaciones sociales afines al gobierno y ciudadanos que se manifestaron en defensa de la democracia, mientras que en las calles aledañas al Hospital de la Policía un grupo multitudinario de simpatizantes del gobierno respondía a la consigna de "vamos a rescatar al Presidente Correa", trazando un cerco que se mantuvo hasta cuando se inició el operativo militar.

La reacción inmediata y enérgica de los presidentes latinoamericanos, así como también de otros gobiernos del mundo, dejó totalmente establecido el respaldo al gobierno de Ecuador y la absoluta condena a la situación de privación de la libertad del presidente de Ecuador.

Al comienzo de la tarde los factores desestabilizadores sobre los que se sustentaba la intentona golpista quedaron neutralizados en parte, y ello convenció finalmente al comando de las FFAA, (siete horas más tarde de la retención del Presidente) a emitir un pronunciamiento de respaldo al orden democrático y de acatamiento al Presidente de la República. Cuando esto ocurrió, los rebeldes se quedaron sin salidas llegando en su desesperación a intentar el magnicidio para probablemente negociar una amnistía con quien sucediera al presidente.

Epílogo

Cuando el Presidente asomó en el balcón del Palacio, los simpatizantes agolpados en la Plaza Grande y los millones de personas que a través de la televisión miraron la escena, se conectaron fuertemente con su mensaje, lo cual generó el clima apropiado para retornar a la calma el día viernes por la mañana. La encuestadora de opinión CMS ha revelado que el 70% de los consultados el fin de semana expresó su criterio favorable al gobernante del país.

El conato de golpe llegó a abortar y lejos de dejar un gobierno debilitado más bien ha contribuido al fortalecimiento de su imagen pública. Deberán trabajar mucho los opositores para vencerle en las elecciones del 2013, o para obtener el millón y medio de firmas para impulsar la revocatoria del mandato presidencial.

Con la sensible pérdida de posibilidades para recuperar el poder por la vía democrática, aún quedarán opositores vinculados a la derecha económica del país que continuarán buscando pescar a río revuelto, aprovechando cualquier episodio de desencuentro entre el régimen y los diversos sectores sociales.

Conclusiones

La primera conclusión de está rápida reflexión es que sin duda hemos vivido un nuevo episodio de un conato golpista, que se ha larvado y crecido a través de la acción intrigante de grupos mafiosos insertos en la institución policial. De forma que la ley de servicio público fue un pretexto buscado para lanzar a la policía en contra de la Constitución y del gobierno.

La persistencia de actitudes antidemocráticas en la oposición derechista evidencia su limitación para adecuarse a las nuevas reglas y condiciones del juego político y económico, surgidas del mandato constitucional. Acostumbrados a acumular capital de la renta petrolera, de la sobreexplotación laboral, de la especulación bancaria, de la depredación de los recursos naturales, del intercambio desigual con la economía campesina, así como también de la corrupción y el tráfico de influencias; no se amoldan a un régimen de economía solidaría, de equidad social y territorial, de desarrollo endógeno y de soberanía nacional.

Por ello, no se puede descartar que se pretenda generar nuevos momentos de conmoción política para romper el orden democrático constituido. Hay que estar preparando para prevenir y enfrentar otros hechos de esta naturaleza.

La segunda conclusión es la urgente necesidad de desmantelar las redes mafiosas enquistadas en la policía y en otras instituciones del Estado conformadas al calor del apoyo de los programas de asistencia y colaboración en seguridad estadounidenses o de cualquier otro gobierno. Debe llevarse a cabo y con energía las recomendaciones del informe de la Comisión de investigación sobre la infiltración de organismos de seguridad extranjeros en la policía, FFAA y otros organismos estatales. La necesaria investigación y purga sobre los responsables de los sucesos del 30 de septiembre no puede quedarse únicamente en los autores materiales, sino que hay que llegar hasta los autores intelectuales.

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