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El Embarazo (página 2)



Partes: 1, 2

Ciertamente, la embarazada sufre algunos
trastornos propios de la gestación que constituyen
inconvenientes muy superables, en especial con la ayuda del
tocólogo y su consejo.

Algunas mujeres sufren problemas
psicológicos derivados a su deformación
física o de la ansiedad ante el acontecimiento que se
aproxima. Unos y otros deben desecharse racionalmente.

Conviene, por lo tanto, rechazar durante el
embarazo las situaciones conflictivas, los disgustos, depresiones
de ánimo, exceso de trabajo, preocupaciones, etc.,
situaciones que, en algún caso, podrían llegar a
provocar un aborto o malformaciones del feto.

El más positivo estímulo que
puede recibir la embarazada es la comprensión, delicadeza
y esperanza confiada del esposo, responsable como ella del
acontecimiento que se aproxima.

El marido o compañero es, sin duda,
la personaque más y mejor puede ayudar a la embarazada, no
sólo animándola, sino ayudándole en muchas
de las tareas cotidianas del hogar que en los últimos
meses quizás resulten más pesadas para
ella.

También es muy interesante que el
padre se interese por todas las circunstancias del embarazo y se
esfuerce en comprender los estados de ánimo de la futura
madre, interesándose por sus preocupaciones, tratando de
distraerla y animarla y colaborando con ella en los preparativos
del próximo nacimiento.

  • VISITAS
    MÉDICAS:

Durante todo el embarazo así como en
el parto, el médico realiza una serie de exámenes
periódicos a la mujer embarazada, a fin de mantener un
control estricto sobre la viabilidad del niño, las
dificultades que éste pueda presentar al nacer, la salud
de las madres, etc.

  • ALIMENTACIÓN:

Durante el embarazo la alimentación
debe ser completa y variada para conservar la salud y la del
niño. A lo largo del embarazo el peso aumentará
entre 9 y 13 K. Es recomendable:

Que los alimentos como la carne o el
pescado sean cocinados a la plancha o hervidos, sobre todo si
existe un aumento de peso excesivo.

Que se aumente en forma moderada las
frutas, verduras, pan con preferencia integral, arroz, pasta y
legumbres.

Beber entre medio y un litro de leche al
día, o su equivalente en yogur o queso fresco. Que se
reduzca los alimentos con excesiva cantidad de grasa de origen
animal, como tocino, mantequilla, embutidos, etc.

Que se reduzca los alimentos con mucha
azúcar, como pasteles, dulces, especialmente aquellos
prefabricados, caramelos, chocolates, etc.

Evitar consumir mucha sal que podría
hacerla retener líquido e hincharse. Evite alcohol,
Aumentar las cantidades de calcio consumiendo productos
lácteos o suplementos de calcio diariamente,
preferiblemente en la noche. Un adecuado suministro de calcio al
organismo la hará menos susceptible a
calambres.

Moderar las cantidades. No "comer por dos".
Una ganancia elevada de peso puede hacer la labor de parto mucho
más difícil. Se recomienda no ganar más de
13 kg. durante todo el embarazo.

Minimizar la ingesta de alimentos
procesados o enlatados e intentar comer alimentos preparados
frescos. Mientras se está embarazada, se es más
susceptible a las
intoxicaciones. Algunos aditivos e ingredientes artificiales
pueden ser dañinos para el bebé e inclusive causar
daños congénitos Mantener una dieta balanceada que
le permita a la mujer adquirir todos los nutrientes necesarios
para su bienestar y el de su bebé. Debe asegurarse que la
dieta incluya suficientes vitaminas y nutrientes.

Formas del
útero

Signo de Noble-Budin

A partir de las ocho semanas de la
gestación la presión del producto de la
gestación hace que se ocupen los fondos de saco que se
forman en la unión de la vagina con los lados del cuello
uterino.8
De modo que se percibe en el tacto vaginal, la forma redondeada y
turgente del útero al explorar los lados profundos del
cuello uterino.

Signo de Hegar

A partir de la sexta a octava semana del
embarazo, durante el examen bimanual del útero se siente
blando en exceso, pastoso y elástico—en especial el
istmo del útero—9
en contraste con la dureza y firmeza del cuello
uterino.

Signo de Piskacek

Al realizar la exploración
física del útero, en especial si la
implantación del embrión ocurrió cercano a
uno de los orificios de las trompas de Falopio, se percibe una
asimetría con prominencia hacia el cuerno uterino que
sostiene la implantación.9
Es un signo que puede observarse también con el uso de
anticonceptivos orales.8

Signo de Goodell

Relacionado con cambios del cuello uterino,
el cual se vuelve blando con el embarazo a diferencia de su
consistencia dura en estados no gestacionales.8
Se hace la analogía de sentir el cuello uterino como tocar
los labios bucales, en vez de sentirlo normalmente como
sería el tocarse la punta de la nariz.9

Parto
normal

En condiciones normales, cuando el embarazo
va llegando a su término, la madre y el hijo entran en la
fase de preparación para el trabajo de parto. El
bebé ha crecido y madurado lo suficiente para sobrevivir y
adaptarse a la vida en el medio externo. El organismo de la
madre, por su parte, ha experimentado numerosos cambios durante
la gestación que la han preparado para el parto y la
maternidad.

La labor del equipo de atención
médica (médicos, enfermeras, preparadores de
psicoprofilaxis obstétrica, etc.) comprende el control
juicioso y prudente del curso del embarazo para detectar y dar
solución a los factores denominados de alto riesgo que
pueden poner en peligro la vida de la madre o del feto durante la
gestación, el parto o el postparto, la preparación
física y emocional de la mujer durante el embarazo para
que comprenda y enfrente con naturalidad y sin miedo los cambios
implicados en el proceso del parto y la crianza, y la vigilancia
estrecha del proceso del parto para estar atentos a la
aparición de situaciones anormales que entorpezcan el
curso normal y que obliguen a la intervención sobre alguno
de los factores o la terminación anticipada del proceso
mediante la cesárea.

El trabajo de parto se desencadena por
múltiples factores, que intervienen en la aparición
de las contracciones uterinas del trabajo de parto y pueden ser
tanto de origen materno como fetal. Se habla de los efectos de
ciertas sustancias de la placenta, de la madre o del feto, y de
factores mecánicos como el tamaño del bebé y
su efecto sobre el músculo uterino. Al parecer, los
efectos coordinados de todos estos factores son la causa de la
aparición de las contracciones.

De manera general se puede decir que el
parto es el proceso mediante el cual el feto, la placenta y las
membranas dejan el útero, cruzan por el canal del parto y
salen al exterior. Hay varios mecanismos implicados en el proceso
y éste se divide en varias etapas que se explican a
continuación:

Preparto

Es el periodo de cerca de dos semanas que
antecede al parto. Durante él, la mujer experimenta varios
cambios que pueden ser indicios de la proximidad.El primero de
ellos es el descenso del útero en el abdomen, que parece
estar causado por el encajamiento de la cabeza fetal en la pelvis
materna, principalmente en las primerizas. Esto trae un alivio
relativo de la respiración y la digestión, que
estaban siendo dificultadas hasta cierto punto por la
presión de útero sobre el diafragma y el
estómago. No obstante, el mismo fenómeno tiene el
efecto de hacer reaparecer la frecuencia urinaria (polaquiuria) a
causa de la presión de la cabeza del bebé sobre la
vejiga de la madre. El segundo signo es el aumento de la
frecuencia y la intensidad de las contracciones de
preparación que normalmente hacen su aparición en
el octavo

mes. Otro signo es el aumento de la
descarga o flujo vaginal y la posible aparición de moco de
color marrón o vino tinto (tapón mucoso)
proveniente del cérvix. El cérvix sufre un proceso
de maduración, por el cual su consistencia se hace
más blanda y su posición cambia con relación
al suelopélvico. En las primíparas el cérvix
primero se borra (adelgaza) y luego se dilata durante el trabajo
de parto. En las multíparas, en cambio, puede haber
dilatación en este periodo de preparto, y el borramiento
se produce más adelante, cuando ya hay contracciones
regulares y el bebé está descendiendo. Otro
fenómeno corriente e interesante es un aumento
momentáneo de energía que la madre usualmente
aprovecha para arreglar la casa y dejar todo en orden.

Trabajo de parto
verdadero

Las contracciones tienen tres
características: frecuencia, o sea el número de
contracciones por unidad de tiempo; duración, o sea el
tiempo que toma una contracción individual de comienzo a
fin; e intensidad, o sea la fuerza de cada contracción,
que en general es una medida subjetiva del endurecimiento de la
pared uterina a la palpación. Se habla de trabajo de parto
verdadero cuando la frecuencia es de tres contracciones en un
periodo de diez minutos, la duración es de 45 segundos a
un minuto y la intensidad es buena (la pared abdominal se palpa
rígida). A partir de este momento comienza a
contabilizarse el tiempo del parto.

El trabajo de parto en su totalidad puede
tomar entre 8 y 12 horas en una primeriza, o entre 6 y 8 en una
multípara y puede dividirse en tres etapas: el primer
periodo
, que va desde el momento en que se regularizan las
contracciones hasta cuando se completan la dilatación y el
borramiento; este periodo puede dividirse a su vez en dos fases,
una inicial o de latencia, que va desde la regularización
de las contracciones hasta los 5 o 6 cm de dilatación del
cérvix, que es la más prolongada, principalmente en
las primerizas, y otra final, denominada fase activa, que va
desde los 6 hasta los 10 cm de dilatación; su
duración es más corta y se caracteriza por el
encajamiento y el descenso progresivos del bebé en el
canal del parto; el segundo periodo, o expulsivo,
comienza cuando la dilatación y el borramiento
están completos y termina con la salida del niño.
Su duración es variable y depende de la actividad de las
contracciones, de la reserva de energía de la madre, del
tamaño del bebé y del uso de anestesia o analgesia
obstétrica. Puede estar entre 45 minutos y dos
horas.

El tercer periodo del parto se
denomina alumbramiento y va desde la expulsión del
feto hasta la salida completa de la placenta y las
membranas

En condiciones normales tiene una
duración de pocos minutos, hasta un máximo de 45.
En la actualidad se habla de un cuarto periodo que
sería el de recuperación inmediata, es decir las
primeras 2 horas del nacimiento del bebé, durante el cual
debe haber una observación estrecha de la madre y el
hijo

Factores que influyen
en el parto

Son varios los factores que intervienen en
el trabajo de parto. Los cinco más importantes pueden
resumirse como sigue: el pasajero (o sea, el feto, las membranas
y la placenta), el canal del parto, las contracciones, la
posición de la madre y su respuesta psicológica o
emocional. Los primeros cuatro forman la base para la
comprensión del trabajo de parto como un proceso, en tanto
que el último, en el cual también intervienen
factores culturales y educacionales, tiene enorme influencia
sobre los otros cuatro y puede hacer que una misma experiencia
sea percibida por una mujer y su familiacomo un acontecimiento
natural de gran significado afectivo y poco o ningún
sufrimiento físico o psicológico, o bien como un
suceso negativo, doloroso, peligroso y atemorizante.

Cuando se habla del pasajero del trabajo de
parto, se incluyen todas las estructuras que ocupan la cavidad
uterina durante el embarazo. Es decir, bebé, placenta,
membranas y líquido amniótico. En general se ha
contemplado al pasajero como un sujeto pasivo que tiene muy poca
participación en la parte mecánica del trabajo de
parto. Sin embargo, en condiciones normales las membranas y el
líquido tienen una función importante ya que sirven
como un amortiguador por delante de la cabeza del bebé
durante su descenso por el canal del parto. La presión
descendente ejercida sobre el bebé por las contracciones
uterinas se transmite a la porción de líquido y las
membranas que están situadas por delante de la cabeza y
tiene el efecto que se describirá más adelante
sobre el cuello uterino. Las membranas pueden romperse
espontáneamente antes de que comience el trabajo de parto
(ruptura prematura) o durante el curso de éste (ruptura
precoz). Siempre que ocurre la ruptura, el trabajo de parto se
estimula y la protección contra la infección que
proporciona la membrana desaparece. En muchas ocasiones el
médico obstetra es quien rompe la membrana durante el
trabajo de parto para estimular las contracciones y provocar el
encajamiento de la cabeza del bebé
(amniotomía).

Puede decirse que hay dos factores del
bebé que influyen sobre el curso del parto: su
tamaño (especialmente el de la cabeza) y su
posición:

Tamaño de la cabeza. Durante
el embarazo y un tiempo después del parto los huesos de la
cabeza del bebé no están solidificados. Se unen
entre sí mediante uniones membranosas (llamadas suturas) y
en los lugares donde los huesos se encuentran, quedan espacios
también cubiertos por una membrana que se llaman
fontanelas. Conforme la cabeza se introduce y desciende por el
canal del parto, las suturas y fontanelas permiten que haya
cierta superposición de los huesos del cráneo, con
lo que se logra la adaptación de la cabeza al canal. Este
fenómeno se denomina moldeamiento, que puede ser bastante
notorio. La forma de la cabeza de los recién nacidos se
recupera en unos pocos días.

Una vez que la cabeza ha salido del canal
del parto, el resto del cuerpo y la placenta salen con facilidad
porque los diámetros que presentan en relación con
el cuerpo de la madre son mucho menores que los de la cabeza. En
ocasiones, sin embargo, sobre todo en fetos de gran
tamaño, la salida de los hombros puede suponer un
problema.

Posición del feto. En la gran
mayoría de los partos en la especie humana (96%) el feto
viene de cabeza (en la llamada presentación
cefálica o de vértice). El bebé adopta esta
posición hacia el final del embarazo gracias al peso de su
cabeza (la estructura más pesada de su organismo) y la
forma de la pelvis materna. Por lo general, en las
primíparas la cabeza del feto se encaja en la pelvis al
cumplir el séptimo mes de embarazo. En las
multíparas este evento puede tener lugar un poco
más tarde. La denominada presentación de pelvis o
podálica (es decir, aquella en la cual los pies o las
nalgas del feto están encajados en la pelvis materna) es
considerada en la actualidad por la mayoría de los
médicos obstetras como de alto riesgo por el peligro que
representa la retención de la cabeza en el último
momento del parto. Por eso la presentación de pelvis y la
llamada situación transversa, en la cual el bebé
viene atravesado, son indicaciones de cesárea.

Embarazos de cuidado especial

Hay embarazos que, por sus especiales
circunstancias, requieren un cuidado y un seguimiento
específico. En ellos pueden surgir complicaciones o
problemas imprevistos que deben ser atendidos pronta y
profesionalmente para evitar colocar a la madre o al bebé
en situación de riesgo.

Embarazos en adolescentes

El 40% de mujeres en países en
vías de desarrollo tiene un parto antes de cumplir 20
años. Muy pocos de estos embarazos son planeados o
deseados por las adolescentes. Muchas de ellas son forzadas por
las presiones sociales a tener matrimonios tempranos y embarazos
tempranos, o son resultado de adolescentes a las que se les
negó libre acceso a anticonceptivos. El embarazo en
adolescentes puede tener consecuencias adversas para la salud
tanto de corto plazo como de largo plazo. En el corto plazo el
resultado del embarazo será muy probablemente
desfavorable. Una razón es biomédica. La
niña adolescente embarazada es más propensa a
sufrir toxemia de embarazo y desproporción
cefalo-pélvica cuando los huesos de la pelvis no se han
desarrollado completamente. y tiene más probabilidades de
tener un bebé con bajo peso de nacimiento. Otro tipo de
consecuencias a largo plazo son las fístulas
obstétricas, que a consecuencia del trabajo de parto
prolongado u obstruido, es un orificio entre la vagina y la
vejiga o el recto, lo cual causa que la mujer padezca de
incontinencia crónica. Este padecimiento afecta a
más de dos millones de niñas y mujeres en todo el
mundo y se estima que cada año se agregan entre 50.000 y
100.000 nuevos casos.

Embarazo
ectópico

El embarazo ectópico se
desarrolla fuera del útero, por lo general en una de las
trompas de Falopio, pero puede ser también en los ovarios,
en el cuello uterino, o en órganos intraabdominales. Puede
provocar dolor abdominal por el crecimiento del embrión en
la trompa o por una hemorragia abdominal interna.
Desgraciadamente, es difícil diagnosticar un embarazo
ectópico y todavía hay mujeres que mueren como
consecuencia de ello. Hay una serie de condicionantes que
favorecen el aumento de riesgo de padecer embarazos
ectópicos. Entre ellos, una historia anterior de
infección pélvica, el uso de un dispositivo
intrauterino contraceptivo (aunque no la espiral de Mirena) y un
embarazo ectópico previo. Las mujeres que reúnan
alguno de los condicionantes referidos son controladas de
inmediato en un centro maternal para asegurarse de que el
desarrollo del embarazo es normal. El embarazo ectópico
debe ser tratado mediante cirugía o con un fármaco.
Las operaciones consisten en cirugía laparoscópica
o abierta, dependiendo de las circunstancias y de las condiciones
de la madre, y suelen conllevar la extirpación de la
trompa afectada. Suelen causar una reducción de la
fertilidad.

 

 

Autor:

Karen Cabezas Salinas

Partes: 1, 2
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