Factores de riesgo presentes en la aparición de lesiones premalignas y malignas del complejo bucal

Las neoplasias en la cavidad bucal alcanzan magnitudes importantes y su prevención primaria consiste realmente en evitar el inicio del proceso cancerígeno y aumentar así las posibilidades de cura; lo que sólo puede lograrse cuando se identifican uno o varios factores de riesgo, de ahí que la detección precoz de lesiones precancerosas las cuales tratadas oportunamente evita su transformación en maligna. Por este motivo se realizó un estudio observacional descriptivo de corte transversal en una zona urbana del municipio San Antonio de los Baños Provincia La Habana, Cuba, en el período comprendido entre Mayo 2008 a Enero 2009, en la población comprendida entre 35 y 70 años de edad, con el objetivo de evaluar la población que practica algún factores de riesgo que favorece la aparición de lesiones premalignas y malignas del complejo bucal. Observando que el hábito de fumar es el factor de riesgo más practicado por nuestra población, no se constató ninguna lesión maligna, la lesión premaligna que prevaleció fue la Leucoplasia, así como los carrillos la zona más afectada. En el estudio se utilizó como método estadístico el Estadígrafo de Chi Cuadrado (x2) de independencia con un grado de significación menor de 0.05.

Palabras claves: lesiones premalignas, factores de riesgo.

Introducción

El cáncer constituye uno de los mayores problemas que enfrenta la humanidad, no sólo en el ámbito de la Salud Pública sino también para las ciencias en general. Para el médico, es imprescindible ampliar sus conocimientos sobre afecciones bucodentales a fin de lograr que la población atendida por el mantenga una buena salud bucal y por consiguiente, prevenga la mortalidad que ocasionan los problemas dentales (1)

La experiencia del médico de la familia marca una nueva etapa en el desarrollo progresivo de los servicios de salud y para cumplir con sus objetivos es necesario analizar los factores de riesgo que pueden influir en el desarrollo de las distintas enfermedades. (2)

Para el desarrollo satisfactorio de las acciones de salud el ministerio de salud pública en nuestro país , en 1983 creó El Programa Nacional de Detección del Cáncer Bucal y en el año 1992 El Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral, dichos programas tienen como finalidad agrupar las acciones de salud dirigidas a mantener al hombre sano (3). En su práctica diaria, el personal estomatológico observa muy comúnmente lesiones premalignas y tumores benignos, puesto que ambos procesos invaden las mucosas y tejidos bucales y pasan inadvertidos para las personas por ser asintomático y provocar modificaciones estructurales mínimas; por tales razones, el odontólogo debe poseer los conocimientos suficientes para detectarlas clínicamente en sus estadios iniciales e indicar el tratamiento adecuado para su erradicación (4)

Es imprescindible la labor de prevención y tanto el médico como el estomatólogo deben alertar a los pacientes sobre la eliminación de los llamados factores dentales y los irritantes locales (5).

Las neoplasias en la boca alcanzan magnitudes importantes y su prevención primaria consiste realmente en evitar el inicio del proceso cancerígeno en las células y aumentar así las posibilidades de cura; lo que sólo puede lograrse cuando se identifican una o varias de las causas desencadenantes. (6).

A la luz de los conocimientos y recursos actuales una actividad importante para disminuir la mortalidad del cáncer es el diagnóstico temprano (7), pero más eficaz es definir una estrategia para evitar que se desarrolle el cáncer. En la boca, esta premisa alcanza su máxima expresión, pues el carcinoma epidermoide de la boca (CEB) está influenciado por un grupo de condiciones que se relacionan entre sí con una función adyuvante recíproca (8).

El cáncer bucal incluye: el cáncer de labio, la cavidad oral y la bucofaringe y es una de las diez primeras localizaciones de incidencia en el mundo (8,9).

Las lesiones no neoplásicas o precancerosas tienen características variables, por lo que deben conocerse bien para garantizar su correcto diagnóstico e interpretación clinicomorfológica, ya que al no eliminarse el agente causal, pueden evolucionar hacia un estado de mayor agresividad biológica y acompañarse de alteraciones místicas como: hipercromasia, hiperplasia, hiperqueratosis, aumento de los clavos interpapilares, atipia celular y otras; de ahí la importancia de identificarlas lo más precozmente posible para preservar la salud del paciente(10).

En su práctica diaria, el personal estomatológico observa muy comúnmente lesiones premalignas y tumores benignos, puesto que ambos procesos invaden las mucosas y tejidos bucales y pasan inadvertidos para las personas por ser asintomáticos y provocar modificaciones estructurales mínimas; por tales razones, el odontólogo debe poseer los conocimientos suficientes para detectarlas clínicamente en sus estadios iniciales e indicar el tratamiento adecuado para su erradicación (11,12).