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La Gestión por competencias laborales en la actualidad. Retos y realidades (página 2)




Enviado por Elvis Lopez Diaz



Partes: 1, 2

  • Se refiere a la capacidad productora de un individuo
    que se define y se mide en términos de
    desempeño en un contexto laboral determinado, y no
    solamente de conocimientos, habilidades, destrezas y
    actitudes. Estas son necesarias, pero no suficientes en
    sí mismas para un desempeño efectivo. (CONOCER
    de México).

  • Se definen como algo más que el conocimiento
    técnico que hace referencia al saber y el saber-hacer
    y engloba no sólo las capacidades requeridas para el
    ejercicio de una actividad profesional, sino también
    un conjunto de comportamientos, facultad de análisis,
    toma de decisiones, transmisión de información,
    etc., considerados necesarios para el pleno desempeño
    de la ocupación (INEM de España).

  • Se refieren a la construcción social de
    aprendizajes significativos y útiles para el
    desempeño productivo en una situación real de
    trabajo, que se obtiene no solo a través de la
    instrucción, sino también -y en gran medida-
    mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones
    concretas de trabajo. (POLFORM/OIT).

  • Es la idoneidad para realizar una tarea o
    desempeñar un puesto de trabajo eficazmente, por
    poseer las calificaciones requeridas para ello.
    (OIT).

  • Es el conjunto de comportamientos socio-afectivos y
    habilidades cognoscitivas psicológicas sensoriales y
    motoras que permiten llevar a cabo de manera adecuada un
    papel, una función, una actividad o tarea. (Provincia
    de Québec)

  • Es el conjunto identificable y evaluable de
    conocimientos, actitudes, valores y habilidades relacionadas
    entre sí, que permiten desempeños
    satisfactorios en situaciones reales de trabajo, según
    estándares utilizados en el área ocupacional.
    (Consejo Federal de Cultura y Educación,
    Argentina)

  • Se concibe como una compleja estructura de atributos
    necesarios para el desempeño de situaciones
    específicas. Es una compleja combinación de
    atributos (conocimientos, actitudes, valores y habilidades) y
    las tareas que se tienen que desempeñar en situaciones
    determinadas. (Australia) Esta definición es
    considerada como un enfoque holístico, en la medida en
    que integra y relaciona atributos y tareas, permite que
    ocurran varias acciones intencionales simultáneamente
    y toma en cuenta el contexto y la cultura del lugar,
    permitiendo incorporar la ética y los valores como
    elementos del desempeño competente. Respecto a la
    misma se ofrecerá una mayor explicación
    más adelante cuando hagamos referencia al
    Método Integrado de Competencias.

  • En el Sistema Inglés, más que
    encontrar una definición de competencia laboral, esta
    se identifica en las normas a través de la
    definición de elementos de competencia (logros
    laborales que un trabajador es capaz de conseguir), criterios
    de desempeño (definiciones acerca de la calidad), el
    campo de aplicación y los conocimientos requeridos.
    (National Council for Vocacional Qualifications, NCVQ)
    Además de las referencias anteriores recogidas en el
    citado artículo pueden mencionarse autores de obligada
    referencia como:

  • Las competencias son repertorios de comportamientos
    que algunas personas dominan mejor que otras, lo que las hace
    eficaces en una situación determinada (Levy Leboyer,
    1997). Según este autor, son además observables
    en la realidad del trabajo, e igualmente en situaciones de
    test, y ponen en práctica de manera integrada
    aptitudes, rasgos de personalidad y conocimientos. Por lo
    tanto, las considera un trazo de unión entre las
    características individuales y las cualidades
    requeridas para llevar a cabo las misiones del
    puesto.

  • Las competencias son unas características
    subyacentes a la persona, que están casualmente
    relacionadas con una actuación exitosa en el puesto de
    trabajo. (Boyatzis, 1982).

  • Pueden definirse como un conjunto de comportamientos
    observables que llevan a desempeñar eficaz y
    eficientemente un trabajo determinado en una
    organización concreta. (Pereda, Berrocal y
    López, 2002).

  • Por su parte, la Norma Internacional ISO 9000 en
    Sistemas de Gestión de la Calidad. Fundamentos y
    vocabulario resume que la competencia es la habilidad
    demostrada para aplicar conocimientos y aptitudes.

  • En el caso de Cuba la Resolución 21/99 del
    Ministerio del Trabajo y Seguridad Social establece en su
    Artículo No. 3: b -que la Competencia Laboral es el
    "Conjunto de conocimientos teóricos, habilidades,
    destrezas y actitudes que son aplicados por el trabajador en
    el desempeño de su ocupación o cargo en
    correspondencia con el principio de Idoneidad Demostrada y
    los requerimientos técnicos, productivos y de
    servicios, así como los de calidad, que se le exigen
    para el adecuado desenvolvimiento de sus
    funciones".

  • Otra definición es la de Enrique Cejas Yanes,
    (2004) quien considera que cualquier concepto de competencia
    laboral que se asuma debe, en síntesis, adecuarse al
    esquema que contempla que la competencia de los individuos se
    deriva de la posesión de una serie de atributos
    (conocimientos, habilidades, actitudes, valores…) que se
    utilizan en diversas ocupaciones para llevar a cabo tareas
    ocupacionales).

  • La autora considera que posee competencia profesional
    quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes
    necesarias para ejercer una profesión, puede resolver los
    problemas profesionales de forma autónoma y flexible, y
    está capacitado para colaborar en su entorno profesional y
    en la organización del trabajo. Esto se muestra en la
    figura 1.1.

    Monografias.com

    Figura 1.1.Competencia Laboral. Fuente:
    Elaboración propia

    El futuro del desempeño exitoso del capital
    humano y en especial de los directivos, tendrá que ver
    cada vez más con la aceptación holística
    implicada en las competencias, entendidas así al incluir
    no sólo conocimientos y habilidades para hacer el trabajo
    (saber hacer), sino también actitudes, valores y rasgos
    personales vinculados al buen desempeño en el mismo
    (querer hacer).

    Competencias: Enfoques y
    clasificación

    En los inicios del tercer milenio, el mundo acumula un
    enorme caudal de conocimientos y tecnologías, que
    conjuntamente con los que están por descubrir, hacen
    imposible, que el hombre pueda apropiarse de ellos, por lo que se
    necesita una educación que se base en los pilares
    básicos: aprender a ser, aprender a hacer, aprender a
    aprender y aprender a convivir; (Delors, 1996; Power,
    1997).

    Al referir la autora a la clasificación de las
    competencias, tuvo presente como punto de partida, la diversidad
    de enfoques y perspectivas de análisis que se han
    formulado al respecto. Con este propósito y la finalidad
    de presentar un esquema sencillo y de aplicabilidad
    práctica.

    Los grandes cambios que se operan en el mundo
    contemporáneo unido al desarrollo de las ciencias han
    impactado con fuerza en la esfera laboral, han originado cambios
    en los enfoques teóricos y en los métodos surgiendo
    nuevos conceptos que dan respuesta a nuevas situaciones; es
    así, que el término competencias invade el campo de
    la gestión de recursos humanos, y consecuentemente las
    disciplinas científicas que abordan este objeto.

    En la actualidad dentro del papel preponderante que alcanza la
    gestión de recursos humanos, se habla de la gestión
    por competencias, que inunda todas las áreas de este
    proceso. El estudio y aplicación de estas se enfoca desde
    diferentes ángulos, tanto macro estructuralmente, a nivel
    de la organización como un todo, como desde el punto de
    vista particular de cada colaborador. Así se habla de
    certificación de competencias, capacitación por
    competencias, carpeta de competencias, validación de
    competencias, perfiles de competencia y obviamente impacta los
    procesos de selección.

    En la literatura se habla de competencias, competencias
    laborales o competencias profesionales, en muchas ocasiones
    indistintamente. El criterio de la investigadora en este sentido,
    es que el concepto competencia laboral engloba al concepto de
    competencia profesional, porque lo laboral implica todo lo
    relacionado con el mundo del trabajo, ya sea profesión u
    oficio. En determinados momentos de este trabajo pueden
    encontrarse ambos términos, para respetar la fuente donde
    se ha extraído la definición, por lo demás
    se utiliza el término competencia laboral.

    La competencia laboral es «la habilidad para
    desempeñarse conforme a los estándares requeridos
    en el empleo, a través de un rango amplio de
    circunstancias y para responder a demandas cambiantes».
    (IHCD, en Irigoín y Vargas, 2003: 45)

    "Capacidad objetiva de un individuo para resolver problemas,
    cumplir actos definidos y circunscriptos. El hecho de disponer
    conocimientos y aptitudes o de emplearlas con un propósito
    para expresar una capacidad que manifiesta un dominio exitoso
    sobre determinadas tareas o situaciones problemáticas.
    (Fröhlich, en Cocca, 2003:2)

    Las competencias aluden a las capacidades adquiridas
    (conocimientos, actitudes, aptitudes, perspectivas, habilidades)
    mediante procesos sistemáticos de aprendizajes que
    posibilitan, en el marco del campo elegido adecuados abordajes de
    sus problemáticas específicas, y el manejo
    idóneo de procedimientos y métodos para operar
    eficazmente ante los requerimientos que se planteen (Lafourcade,
    en Cocca, 2003:2)

    Otros autores también la consideran una capacidad
    (Universidad Nacional de San Juan, 2003; Moore, en Irigoín
    y Vargas, 2003; Pissinati, 2002; Brien, en Cocca, 2003; Argudelo,
    2002; Bertrand, en Briasco, 2001; Cordao, 2002; Arbizu, 2002;
    Desaulniers en Vargas, Casanova, Montanaro, 2001; Vargas, 2003;
    Marelli, en Vargas, Casanova, Montanaro, 2001; Graham en Tejada,
    1999)

    Otra tendencia es considerarla una habilidad (Ansorena, 1996)
    o una operacionalización, es decir, la ven de manera
    mecánica, por ejemplos las siguientes definiciones:

    Competencias: Operaciones mentales, cognitivas,
    socioafectivas y psicomotoras que necesitan ser apropiadas para
    la generación de habilidades específicas para el
    ejercicio profesional (Brum V. J y M. R Samarcos Júnior,
    2001:)

    La Competencia Laboral: es «la
    operacionalización (mise en oeuvre), en situación
    profesional, de capacidades que permiten ejercer convenientemente
    una función o una actividad». (AFNOR, en por
    Irigoín y Vargas, 2003:)

    Competencia Profesional: Es la
    operacionalización, en situación profesional de
    capacidades que permiten ejercer convenientemente una
    función o una actividad (Briasco, 2001:19).

    Una competencia es el conjunto de comportamientos socio
    afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas,
    sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un
    papel, una función, una actividad o una tarea. (Provincia
    de Québec en Vargas, 2004:15).

    Para los efectos de nuestro trabajo asumiremos el
    concepto de competencias abordado por el MTSS de Cuba ya expuesto
    con anterioridad por considerar que constituye la
    definición más completa por su carácter
    holístico y su adecuación a las
    características del sistema social socialista que se
    caracteriza por el humanismo.

    Importancia de la
    gestión por competencias en la
    actualidad

    La dinámica competitiva de los tiempos modernos
    demanda de los profesionales de la administración, nuestro
    caso de estudio, el contar con conocimientos adaptados a la
    realidad el presente, que permitan garantizar a las
    organizaciones su éxito, el cumplimiento de su
    misión. De aquí, la importancia de considerar la
    gestión por competencias, hoy requiere que las
    organizaciones tomen muy en cuenta las herramientas que conlleven
    a resultados beneficiosos para todos.

    "Las competencias no se enseñan en un curso, sino que
    son el reflejo de un ambiente productivo, empapado en la
    atmósfera de las empresas, en los códigos de
    conducta y funcionamiento que operan en la realidad, en la
    incorporación de las pautas de trabajo y de
    producción. En fin: sólo una propuesta donde se
    articulan educación/formación, con trabajo y
    tecnología, en un adecuado ambiente, puede ser el
    mecanismo por el cual se transmitan valores, hábitos y
    comportamientos inherentes a las modernas competencias requeridas
    por trabajadores, técnicos y profesionales en las actuales
    circunstancias históricas". (Mertens, 1996:51)

    Las competencias son los conocimientos, las aptitudes y el
    "saber hacer" movilizados; cuyo dominio debe poder evidenciarse
    en una situación profesional dada". (Confederación
    Europea de Sindicatos, 2002:1979).

    Competencia de empleabilidad es un conjunto de capacidades
    esenciales para aprender y desempeñarse eficazmente en el
    puesto de trabajo, incluyendo capacidades de comunicación
    y relacionamiento interpersonal, de resolución de
    problemas y manejo de procesos organizacionales y de
    organización de los propios comportamientos en
    función de los requerimientos del puesto de trabajo. (OIT
    en Briasco, 2001:)

    Vargas (2001) en su artículo "Las reglas cambiantes de
    la competitividad global en el nuevo milenio. Las competencias en
    el nuevo paradigma de la globalización" realiza un
    análisis interesante acerca de la utilización del
    término competencia en el ámbito gerencial
    expresado en las definiciones anteriores y su
    significación desde una perspectiva psicológica. En
    este sentido destaca que las competencias:

    Son características permanentes de las
    personas.

    • Se ponen de manifiesto cuando se ejecuta una tarea o
      un trabajo.

    • Están relacionadas con la ejecución
      exitosa de una actividad.

    • Tienen una relación causal con el rendimiento
      laboral, es decir, no están asociadas con el
      éxito sino que se asume que realmente lo
      causan.

    • Pueden ser generalizadas a más de una
      actividad.

    • Combinan lo cognoscitivo, lo afectivo, lo
      conductual.

    En ese sentido, toma especial relevancia el concepto de
    competencia laboral, entendida como la capacidad productiva de un
    individuo que se define y mide en términos del
    desempeño en un determinado contexto laboral, y no
    solamente de conocimientos, habilidades o destrezas en abstracto;
    es decir, la competencia es la integración entre el
    "saber", el "saber hacer" y el "saber ser". La competencia
    laboral proporciona información sobre el capital
    intelectual que portan los individuos, asegura si realmente
    éstos cumplen con el estándar de calidad
    establecido por rama, industria o área ocupacional, y
    determina el nivel de desempeño de la fuerza de trabajo.
    (Ibarra, 2000:99)

    La nueva calificación "representaría la
    conjunción de cuatro elementos básicos e
    individuales (habilidades, conocimientos, creatividad y
    responsabilidades) requeridos por los trabajadores de
    producción en los nuevos puestos de trabajo, junto a una
    cultura de colaboración para poder operar en equipos de
    trabajo, círculos de calidad, etc. (….)resumen los
    nuevos requisitos de calificación como facultades de
    razonamiento, aumento en las capacidades cognitivas de
    percepción, de abstracción, de resolución de
    problemas, de iniciativa del trabajador, del desarrollo de
    capacidades de cooperación, en síntesis la
    necesidad de saber-ser combinado de diferente manera,
    según el sector, el saber, el saber-hacer, y el saber-ser"
    (Carrillo e Iranzo, en Sepúlveda, 2002:14)

    Competencia laboral es la descripción de las grandes
    tareas independientes que realiza un colaborador en su puesto de
    trabajo. Es, a la vez, la suma de pequeñas tareas llamadas
    subcompetencias. La totalidad de las competencias es la
    descripción total de las tareas de un puesto de trabajo.
    (INATEC, en Vargas, Casanova, Montanaro, 2001:25)

    Competencia laboral es la capacidad de desempeñar
    efectivamente una actividad de trabajo movilizando los
    conocimientos, habilidades, destrezas y comprensión
    necesarios para lograr los objetivos que tal actividad supone. El
    trabajo competente incluye la movilización de atributos
    del trabajador como base para facilitar su capacidad para
    solucionar situaciones contingentes y problemas que surjan
    durante el ejercicio del trabajo. (Vargas, Casanova, Montanaro,
    2001:)

    Competencia laboral, en singular, es esa mezcla de
    conocimientos, habilidades, destrezas y comprensión,
    movilizados para desarrollar eficazmente un trabajo. Competente,
    en singular, es quien ha demostrado esa capacidad en un contexto
    y resultados laborales bien identificados. (Vargas, Casanova,
    Montanaro, 2001)

    Al revisar la literatura con respecto a la
    definición de competencias se puede ver que los autores
    tienen diferentes posiciones respecto al concepto:

    Un primer punto de vista es como la gestión de
    recursos humanos, relacionada con la idoneidad y el
    desempeño del trabajador, a continuación se muestra
    ejemplos:

    La noción de competencia, tal como es usada en
    relación al mundo del trabajo, se sitúa a mitad de
    camino entre los saberes y las habilidades concretas; la
    competencia es inseparable de la acción, pero exige a la
    vez conocimiento. Una vieja definición del diccionario
    Larousse de 1930 decía: en los asuntos comerciales e
    industriales, la competencia es el conjunto de los conocimientos,
    cualidades, capacidades, y aptitudes que permiten discutir,
    consultar y decidir sobre lo que concierne al trabajo. Supone
    conocimientos razonados, ya que se considera que no hay
    competencia completa si los conocimientos teóricos no son
    acompañados por las cualidades y la capacidad que permita
    ejecutar las decisiones que dicha competencia sugiere." Son
    entonces un conjunto de propiedades en permanente
    modificación que deben ser sometidas a la prueba de la
    resolución de problemas concretos en situaciones de
    trabajo que entrañan ciertos márgenes de
    incertidumbre y complejidad técnica.(Gallard y Jacinto,
    1995:60)

    Competencias es el nuevo paradigma del empleo. Los
    atributos que debe disponer un trabajador para ocupar un
    determinado puesto .En las actuales condiciones de competitividad
    y productividad el concepto de competencias se impone en lo que
    se refiere a la formación y desarrollo de capital humano.
    El concepto de competencia busca definir y evaluar las
    capacidades del trabajador según su desempeño en
    situación de trabajo. La competencia laboral no es una
    probabilidad de éxito en la ejecución del trabajo,
    es una capacidad real y demostrada. (Donna, 2001:2)

    Se define a la "competencia profesional "como un
    conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes,
    que un sujeto combina y utiliza para resolver problemas relativos
    a su desempeño profesional, de acuerdo con criterios o
    estándares provenientes del campo profesional. (Programa
    Formujer, 2003: 16)

    Otras autores también asumen este punto de vista
    empresarial son Cuesta (2001); Cocca, (2003); Wordruffe, (1993);
    Sladogna (2000); Bunk, (en Vargas, Casanova, Montanaro, 2001);
    Ferrer (2002); Bolívar (2002); Reis (en Mertens, 1996);
    Arbizu, (2002); Barrios (2000); Spencer y Spencer (1993);
    Páez (2002)

    1.3.1 Funcionalista, Conductista, Constructivista,
    Tradicional Cognitivista, Holístico

    El empleo del término surge como una necesidad
    objetiva, de acercar el estudio, análisis y control de la
    actividad laboral a los procesos reales, por lo que su principal
    característica consiste en partir de los resultados, los
    objetivos y las funciones de la actividad a desarrollar y
    pretende operar contra la subjetivización y la
    atomización en el análisis de la relación
    hombre-proceso de trabajo. No obstante, algunos especialistas
    adoptan posturas extremadamente pragmáticas y conductistas
    al obviar los procesos que se dan en el hombre, como principal
    actor en el desarrollo de las diferentes actividades,
    dándole tratamiento de caja negra, el cual resulta
    improcedente ya que es imposible hacer abstracción de las
    cualidades humanas.

    Los resultados no pueden separarse de los ejecutores y
    sus características, por ser la personalidad la principal
    manifestación de las competencias humanas. Este enfoque,
    el cual se plantea está referido fundamentalmente a la
    selección interna, por las potencialidades de poder
    emplear los resultados de las evaluaciones del desempeño
    al encontrarse los candidatos evaluados dentro de la
    organización lo que supuestamente hace que se pueda
    prescindir de las cualidades personales, limita la
    proyección del concepto, al no tener en cuenta el
    desarrollo y las potencialidades del sujeto por su
    carácter activo y transformador que participa en la
    construcción, formación y desarrollo de sus propias
    competencias.

    Esta clasificación tiene fundamentalmente una
    diferenciación de carácter epistemológica y
    metodológica, en el proceso de cómo se construyen
    las competencias. Se puede agregar además a esta
    clasificación de L. Mertens que en el caso del enfoque que
    el denomina conductista, este debe ser denominada
    psicológico y que dentro del mismo no existe una sola
    tendencia, sino que se pueden identificar: una con un enfoque
    marcadamente cognitivita ya que algunos autores enfocan las
    competencias sólo a esta esfera (conocimientos,
    habilidades y destrezas), soslayando el importante papel de los
    elementos afectivos y las aparentemente holísticas ya que
    se habla de los elementos (conjunto de conocimientos, habilidades
    y actitudes) lo que refleja una imagen de fragmentación,
    opuesta al carácter holístico que caracteriza a
    este término ya que no se refleja la cualidad
    sistémica como aspecto esencial que caracteriza un
    sistema.

    Con relación a los tipos de competencias,
    Mertens, L., (1996) las clasifica en generales y
    específicas; mínimas y efectivas. No obstante, esta
    es insuficiente ya que el espectro de clasificación de las
    competencias es mayor; así se pueden identificar:
    competencias simples y complejas según su estructura;
    competencias actuales y potenciales. Esta clasificación es
    de elevada importancia en los procesos de selección toda
    vez que condiciona los métodos la concepción y la
    organización de dichos procesos. Por otra parte algunos
    autores resucitan la antigua disputa entre lo heredado y lo
    adquirido y clasifican las competencias en poseídas y
    desarrollables. Estas proyecciones nos indican que no por haber
    surgido un nuevo término se han resuelto viejos
    problemas.

    Es importante señalar que la Formación y
    Desarrollo forma parte de los Subsistemas del Sistema de
    Gestión de recursos Humanos, el cual debe estar orientado
    a garantizar el cumplimiento exitoso de la misión y los
    objetivos estratégicos de la organización y hacia
    la búsqueda de la excelencia y la
    competitividad.

    También las pruebas son más estimulantes
    porque el estándar que se tiene que alcanzar no es un
    secreto sino que lo sabe la persona de antemano y esto dirige sus
    esfuerzos de aprendizaje

    El criterio fundamental para evaluar la efectividad del
    sistema, el trabajo de sus dirigentes y de los trabajadores en
    general, debe estar basado en los resultados obtenidos, con
    calidad, eficacia y eficiencia en correspondencia con los
    objetivos generales y específicos, aunque no dejan de
    tener una fuerte implicación aquellos elementos de la
    psiquis humana que no aflorarán en un examen y que forman
    parte del acervo cultural de cada individuo y de su accionar en
    la sociedad.

    La aplicación del enfoque de formación por
    competencias constituye un elemento de inestimable valor para los
    procesos de capacitación y preparación, sobre todo
    de su personal directivo, por las ventajas que este proporciona
    sobre los aplicados tradicionalmente por constituir un
    diseño ad hoc de las necesidades empresariales, creando
    una cultura de aprendizaje continuo en la que se conoce
    qué se espera del evaluado, su situación actual y
    el estado deseado poniendo de relieve la importancia que se le
    concede al capital humano dentro de la organización y
    especialmente al directivo, como es el caso que
    estudiaremos.

    En la OIT, Ducci define la competencia laboral como
    «la construcción social de aprendizajes
    significativos y útiles para el desempeño
    productivo en una situación real de trabajo que se obtiene
    no sólo a través de la instrucción, sino
    también –y en gran medida– mediante el
    aprendizaje por experiencia en situaciones concretas de
    trabajo» (Ducci, en Guzmán e Irigoin,
    2000:).

    Otro criterio, que a juicio de la investigadora
    complementa la definición de competencia es considerarla
    como componente persono lógico del individuo, los
    siguientes ejemplos ilustran el planteamiento:

    "Una configuración psicológica compleja
    que integra en su estructura y funcionamiento motivacionales,
    cognitivas y recursos personológicos que se manifiestan en
    la calidad de la actuación profesional del sujeto, y que
    garantizan un desempeño profesional responsable y
    eficiente" (González Maura, 2002:)

    De forma general se reconoce que la competencia es una
    categoría psicológica que integra determinados
    componentes figurativos, procedimentales, actitudinales y
    personó lógicos en función de lograr un
    desempeño eficiente en un contexto concreto de
    actuación, tal como se destacó previamente.
    (Castellanos B y otros, 2003:)

    Las competencias laborales como una construcción
    social de aprendizajes significativos y útiles para el
    desempeño productivo en situaciones reales de trabajo, los
    que se obtienen no sólo a través de la
    educación formal, sino también, y en gran medida,
    mediante el aprendizaje por la experiencia, resulta ser un
    enfoque necesario de aplicar en la Administración del
    Estado, en favor de sus políticas de modernización.
    (González Soto, 2002:)

    Un último criterio es ver la competencia laboral
    desde la escuela, es decir, en los diseños curriculares,
    los siguientes ejemplos son ilustrativos:

    En síntesis el concepto de competencia que se
    introduce, crecientemente, en las propuestas educativas de esta
    época, representa un modelo derivado del antiguo –y
    ahora superado- concepto de calificación, y remite a
    saberes, habilidades y actitudes individuales anteriormente no
    tomados en cuenta, para el desempeño laboral. El sistema
    educativo orientado por el concepto de competencias es un sistema
    que puede hacer frente a los desafíos de competitividad
    (competencia/competitividad) contenidos en la nueva
    organización mundial del trabajo. (Sepúlveda,
    2002:)

    En efecto, según Roegiers, algunos autores han
    advertido que el traspaso del concepto de competencias al mundo
    de la educación induce a la idea de que un curriculum
    basado en competencias es canal de un modelo de desarrollo
    económico y social que tiende a sustituir valores tales
    como la ciudadanía social, la igualdad y la solidaridad
    por la competitividad. En ese sentido, los programas que se
    estructuran en términos de competencias, constituyen una
    tentativa por reproducir a nivel del sistema educativo, la
    ideología que domina actualmente en el mundo
    económico. "(Sepúlveda, 2002)

    Competencia es la capacidad para actuar con eficiencia,
    eficacia y satisfacción sobre algún aspecto de la
    realidad personal, social, natural o simbólica».
    Cada competencia es así entendida como la
    integración de tres tipos de saberes: «conceptual
    (saber), procedimiento (saber hacer) y actitudinal (ser). Son
    aprendizajes integradores que involucran la reflexión
    sobre el propio proceso de aprendizaje (meta
    cognición)». (Pinto, referenciado en Irigoín
    y Vargas, 2002)

    Competencias son las «características
    personales (conocimientos, habilidades y actitudes) que llevan a
    desempeños adaptativos en ambientes significativos».
    (Masterpasqua, en Irigoín y Vargas, 2002:)

    Según Ravitsky (2002) las consecuencias de las
    competencias son:

    • Es imposible medir la competencia, excepto en el
      puesto de trabajo.

    • La formación inicial tiene una
      ambición más amplia que es de preparar el joven
      a enfrentar el futuro. Por eso, la formación inicial
      debe dar más conocimientos que lo necesario a corto
      plazo

    • El concepto de competencia debe ser visto de una
      manera dinámica (capacidad a enfrentar nuevas
      situaciones de trabajo, a adaptarse, desarrollo de la
      autonomía)

    Aragón (2002) plantea:

    La necesidad de establecer un modelo cubano de
    formación por competencias, basado en nuestro modelo de
    Escuela Politécnica y en nuestro modelo de graduado, que
    posea cultura política, económica,
    preparación fuerte en las ciencias básicas y una
    formación profesional básica.

    Las competencias tienen que ser integradoras de
    conocimientos, habilidades, actitudes y capacidades, tienen que
    ser competencias para formar al hombre para la vida, no
    competencias para formarlos para un puesto de trabajo.

    No formar un graduado trabajador desechable que una vez
    concluido su ciclo productivo planificado, quede desamparado en
    el mundo del trabajo. No formar máquinas sino hombres para
    la vida.

    La competencia: (Rico, 2003)

    • Toma en cuenta el contexto. El contexto esta
      constituido por un conjunto de situaciones reales en donde
      deberán ejercerse las competencias.

    • Es el resultado de un proceso de integración.
      Un objetivo de aprendizaje no es lo mismo que una
      competencia. El objetivo de aprendizaje es lo que el profesor
      espera que el estudiante sea capaz de hacer al final del
      curso, es un dispositivo para la enseñanza. La
      competencia identifica los resultados esperados por el
      mercado de trabajo, en términos del nivel de dominio
      de las tareas y funciones profesionales, donde se integran
      los conocimientos, las habilidades y las
      actitudes.

    • Está asociada con criterios de
      ejecución o desempeño. Los criterios de
      desempeño siempre se establecerán previamente a
      la instrucción e identifican los indicadores de
      evaluación que determinan el éxito en el
      dominio de la competencia, en armonía con los
      requerimientos del mercado de trabajo.

    • Implica responsabilidad. En la Formación
      Profesional Basada en Competencias, el estudiante es el
      responsable de su aprendizaje. El tiempo que tarde en
      alcanzar el dominio de una competencia depende de la
      gestión que haga del mismo.

    De todos estos conceptos y criterios se puede inferir
    que existen tres puntos de vista sobre el concepto de
    competencia:

    Punto de vista empresarial. La competencia vista en el
    desempeño eficiente del trabajador.

    Punto de vista psicológico. La competencia como
    una conformación psicológica compleja, que implica
    componentes motivacionales y afectivos del sujeto.

    Punto de vista del diseño curricular.
    ¿Cómo formar un profesional con los conocimientos,
    procedimientos y actitudes requeridos para ocupar el espacio que
    le corresponde en la sociedad? Es decir, la estructuración
    curricular y didáctica del sistema de conocimientos,
    habilidades, valores, aptitudes, actitudes, motivos que debe
    poseer un individuo para ejecutar sus tareas y su labor con el
    mínimo de requisitos exigidos en el contexto laboral,
    desde la visión de la escuela.

    Pero los tres puntos de vista unidos darán una
    visión más integral, una visión
    holística de esta definición tan compleja y tan
    controvertida. (Cejas y Pérez, 2003)

    La gestión
    por competencias en Cuba

    Los cubanos han alcanzado un alto nivel de
    preparación (calificación, competencia) en los
    recursos humanos, sin duda alguna; es uno de los logros
    incuestionables de la Revolución cubana. Sin embargo, en
    la gestión no tenemos el mismo nivel; aunque no andamos
    alejados del mundo avanzado, en el sentido de que hoy la
    Gestión de los Recursos Humanos es una preocupación
    y objeto de ocupación priorizada.

    Para los cubanos, entre otros nuevos valores culturales,
    la cultura de identidad nacional y humanismo consolidada, tiene
    especial repercusión competitiva. A pesar de las escaseces
    y quizá por ellas determinadas precisamente por el bloqueo
    norteamericano, la ley primera de nuestra república
    propugnada por José Martí conduce a rehacernos en
    búsqueda de una rentabilidad digna. En otras palabras, y
    como se ha constatado en la relación personal con los
    extranjeros — aunque la historia de Cuba ya lo tenía bien
    registrado –: la dignidad es rentable. (Cuesta
    1997)

    En el país, en los últimos años, a
    tono con lo que está ocurriendo en el mundo, se aprecia
    una fuerte concientización del papel del factor humano
    para lograr el éxito empresarial, a pesar de que la
    combinación del subdesarrollo no superado totalmente, la
    desaparición del Campo Socialista y la persistencia del
    bloqueo económico se constituye en un entorno de profundas
    complejidades estructurales que trascienden decisivamente en las
    estrategias y políticas económicas que para el
    desarrollo lleva a cabo el país.

    Metodologías y procedimientos
    existentes para la gestión por
    competencias

    Cada día se incrementa el número de
    organizaciones interesadas en evaluar a sus miembros más
    que por el cumplimiento de sus funciones, por las competencias
    que estos sean capaces de demostrar Se hace referencia a
    continuación, de algunos de los métodos y/o
    técnicas que son utilizados actualmente en el diagnostico
    de competencias.

    1.5.1 Método Evaluación
    360°

    Este método se comenzó a utilizar con
    mayor intensidad a mediados de la década de los 80,
    empleándose principalmente para evaluar las competencias
    de los ejecutivos de alto nivel. Se trata básicamente, de
    facilitar un cuestionario de entorno profesional a las personas
    (superiores, pares y colaboradores) con el fin de obtener un
    retorno de información sobre sus comportamientos y poder
    comparar después los resultados obtenidos con su propia
    percepción.

    Para comprender el impacto que este proceso significa,
    es importante ir a la génesis del problema. En efecto, las
    diferentes representaciones de cada uno con el entorno, la falta
    de comunicación y los malentendidos que se engendran, son
    el origen de la mayoría de los problemas de comportamiento
    y de comunicación de los seres humanos. La calidad de la
    relación que pueda establecerse con los demás, es
    una consecuencia lógica de la imagen que se tenga de ella.
    La percepción sobre los demás y sobre nosotros
    mismos, influencia nuestra relación con los que nos
    rodean.

    El 360º nos permite recibir y enviar un feedback,
    ya que nos enseña a ponernos en causa con un objetivo de
    cambio. Se trata de un enfoque que puede ser desarrollado de
    forma colectiva o enfocado a una sola persona, aporta un marco
    formal que permite al directivo tomar distancia sobre sus
    prácticas y comportamientos y de esta manera, sacar
    enseñanzas y ejes de progreso. De forma anónima,
    tanto los colaboradores como los directivos ofrecen una
    visión particular de cómo perciben el trabajo de
    una persona, un grupo o un área en particular.

    Con la aplicación de este modelo en la empresa,
    es posible el establecimiento de políticas más
    claras de reclutamiento interno, basadas en los resultados de la
    evaluación, lo que permite seleccionar al candidato
    adecuado para el puesto de trabajo solicitado; definir planes de
    capacitación y desarrollo con las personas en base a los
    resultados individuales y/o grupales obtenidos; identificar con
    mayor facilidad a personas exitosas y con potencialidades,
    reforzando, reconociendo y estimulando así sus resultados;
    proporciona información objetiva y cuantificada respecto a
    áreas claves del desempeño "difíciles de
    medir" como son el liderazgo, la comunicación, el trabajo
    en equipos, la administración del tiempo, la
    solución de problemas y las habilidades para desarrollar
    otros y por último, posibilita el desarrollo particular de
    una metodología informática para la
    aplicación, análisis y procesamiento de la
    información que se obtiene.

    En cuanto a las experiencias de aplicación de
    este método en la evaluación de directivos, Martha
    Williams (1999), socio-directora de The Washintong Quality Group,
    señala que en muchas empresas españolas se han
    obtenido mejoras en sólo cuatro rondas de
    aplicación consecutivas de 360°, y destaca
    además que esto a contribuido a que los directivos logren
    clarificar las expectativas que la empresa tiene sobre ellos, y a
    darse cuenta de las habilidades y conocimientos
    específicos que necesitan desarrollar, lo cual les ha
    posibilitado el éxito, tanto en el logro de metas
    empresariales como individuales.

    1.5.2 Método del Assesment
    Center

    El origen de este método se remonta a los
    años 50, cuando la empresa norteamericana AT&T
    destinó un edificio suyo únicamente para la
    efectuar procesos evaluación. Desde entonces, esta
    metodología ha evolucionado notablemente, y en la
    actualidad ha logrado dotarse de un procedimiento aplicable a
    cualquier país y cultura.

    Este método, considerado de gran valor
    predictivo, constituye en esencia, un modelo de evaluación
    actitudinal y aptitudinal del comportamiento, basado en
    múltiples estímulos e inputs. La metodología
    que se aplica para esto se basa en la aplicación de una
    serie de ejercicios que pueden adaptarse a un sector en
    particular, o a un nivel jerárquico determinado, creando
    en torno a esto, situaciones que semejen la realidad laboral en
    la que se desempeña el individuo. Algunos de estos
    ejercicios son el in-try, los grupos de discusión (sin y
    con roles asignados), el fact-find, ejercicios de
    organización, simulación de entrevistas, entre
    otros. Puede agregarse que también emplean los test
    psicológicos, aunque de manera auxiliar.

    Actualmente la utilización de este método
    para la evaluación de competencias directivas se encuentra
    en una curva de ascenso, en la que se han obtenido resultados
    satisfactorios.

    1.5.3 EL Test de Monster

    El Test de Monster surge como una alternativa
    metodológica que permita evaluar y predecir la conducta
    laboral. 

    En función de esto, se plantearon dos cuestiones
    fundamentales:

    1. ¿Qué medir?: determinar que
    competencias son las más importantes en cada
    organización en función de su cultura
    organizacional y sus necesidades.

    2. ¿Cómo medirlo?: Determinar la
    metodología a utilizar. 

    Dentro de los cuestionarios que fueron analizados pueden
    mencionarse: Inventario de la Personalidad de Eyseck (1973)
    (EPI); el Inventario de Percepción y Preferencias de
    Kostick (1977) (PAPI); el 16 PF de Catell (1984); el Cuestionario
    de Personalidad Laboral de Savilli y Holdswoth (1984), entre
    otros. De estos se eligieron aquellos factores o variables que en
    la literatura sobre Psicología Organizacional aparecen
    como mejores predictores del rendimiento en el contexto
    laboral.

    Como consecuencia de este análisis,
    surge un listado de competencias (dando respuesta así a la
    primera cuestión planteada en relación a qué
    medir). Las competencias fueron las siguientes: competencias de
    liderazgo, competencias de desarrollo de Negocios, competencias
    de relaciones interpersonales, competencias de
    comunicación, competencias de estilos de trabajo y
    competencias de personalidad.

    Definidas las competencias, se procede a
    dar respuesta a la segunda cuestión del test en
    relación a como medirlas. Para esto, se determinaron los
    puntos o ítems que definen cada competencia para
    confeccionar el Test de Monster, el cual se subdividió en
    dos partes:

    1. Test de conductas laborales, que incluye
    la valoración de las competencias de personalidad
    emocional, de enfrentamiento a una tarea y de relación con
    las personas.2. Test de conductas directivas, que incluye
    además de las anteriores, las de capacidad de mando y
    capacidad de negocios.

    Cada competencia tiene de quince a veinte
    preguntas presentadas en una escala tipo Likert. Se le
    pregunta al candidato sobre su conducta actual manifiesta en los
    dos últimos meses y este debe escoger una opción
    expresada en términos de frecuencia: siempre, casi
    siempre, a veces o nunca. El evaluado elegirá dentro
    del grupo de competencias, aquellas (máxime cinco) que
    considere claves para el buen desempeño del puesto a que
    aspira. La valoración que se realiza de los evaluados en
    cada competencia, se contrasta con las puntuaciones obtenidas en
    un perfil ideal -previamente elaborado- y se traslada a una
    escala de desviación típica de seis y media cien,
    obteniéndose así el perfil del
    individuo.

    1.5.4 EL Software de Evaluación de
    Competencias S.O.S.I.A

    Es el resultado de la adaptación de "SOSIE"/ ECPA
    y Leonard Gordon, un producto originado en Francia, que lleva
    años funcionando en Europa. SOSIA integra en un solo
    instrumento la valoración de la personalidad (entendida
    como un conjunto de rasgos relativamente estables y como la
    predisposición a ponerla en funcionamiento de manera
    espontánea y constante); y los valores intra e
    interpersonales, en el sentido de preferencias y objetivos que
    guían la conducta, suponen el motor y la fuente de
    motivación que inspiran los
    comportamientos. 

    Este instrumento informatizado consta de 98 elementos y
    evalúa 21 competencias genéricas, englobando todas
    las características subyacentes de la persona que
    están relacionadas con una actuación de
    éxito en un puesto de trabajo que se agrupan en cuatro
    ejes, así como define cuatro estilos de comportamiento
    laboral.

    • Método Delphi

    El método de expertos o Delphi por rondas se
    emplea en la práctica empresarial para determinar las
    competencias de directivos. Por la experiencia adquirida, no son
    excluidos los restantes métodos, ellos son acogidos como
    complementarios al método de expertos.

    En la aplicación del método Delphi por
    rondas debemos tener en cuenta los siguientes pasos:

    1-. Creación del grupo de expertos

    2-. Primera ronda: listado de competencias por los
    expertos.

    3-. Segunda ronda: Determinación del nivel de
    concordancias.

    4-. Tercera ronda: ordenamiento de las competencias
    según la importancia en el desempeño.

    5-. Cuarta ronda: Determinación del nivel de
    consenso mediante la aplicación del coeficiente de
    concordancia Kendall.

    6-. Elaboración del perfil de competencias del
    puesto de trabajo.

    7-. Conclusiones

    • Otros instrumentos de evaluación de
      competencias

    Algunos autores como: Levy Leboyer (1997) también
    dedican un espacio al tema de la evaluación de
    competencias. Desde la perspectiva de este autor, el
    diagnóstico de competencias implica también
    diagnosticar los "medios útiles para adquirirlas" y por
    otra parte, considerar el aspecto "desarrollo", ya que este
    está indisolublemente ligado al concepto de competencias y
    menciona tres tipos de instrumentos que pueden ser utilizados con
    estos fines, los cuales clasifica en tres categorías: los
    signos, las muestras y las referencias.

    Siguiendo esta línea, destaca tres tipos de
    test:

    Test de inteligencia general. Considera que estos tiene
    un gran valor predictivo en la medición de las cualidades
    intelectuales del sujeto, las cuales considera de gran
    importancia en la adquisición de nuevas competencias,
    informaciones, procedimientos, y en la resolución de
    problemas y tareas difíciles. 

    Test de aptitudes. Dentro de estos se encuentran los de
    aptitudes verbales, numéricas, de razonamiento espacial y
    el de aptitudes motrices. Señala que estos solo deben
    utilizarse si se ha demostrado con el análisis de puestos
    que las referidas aptitudes son claves para el desempeño
    de la actividad o en la adquisición de nuevas
    competencias, necesarias para la actividad. 

    Test de personalidad. El uso de este tipo de test puede
    resultar efectivo siempre y cuando el instrumento esté
    bien construido, y siempre que no incluya un número de
    preguntas bastante reducida para evaluar cada dimensión
    (establece como mínimo 10 ítems). Refiere que en
    investigaciones recientes donde se ha empleado el análisis
    factorial, se ha demostrado que la personalidad puede describirse
    atendiendo cinco factores: extroversión, estabilidad
    emocional, sociabilidad, apertura intelectual y una
    dimensión con diferentes denominaciones que asocia la
    conciencia moral y el control de sí
    mismo. 

    La segunda categoría de instrumentos son las
    muestras o también llamados Test de situación.
    Según Leboyer, estas se definen como situaciones
    simplificadas que tienen lugar en un determinado período
    de tiempo y que son semejantes a las actividades profesionales
    claves que desempeña el individuo. Estas, como en el caso
    de los test no son el resultado de investigaciones
    teóricas previas, dirigidas a definir los conceptos que
    miden, aún cuando sean fiables y
    válidos.

    Finalmente, menciona tres variantes de referencias:

    Biodata: se evalúan las competencias a
    través de informaciones biográficas analizadas
    sistemáticamente. Raramente se aplica ya que su
    construcción es trabajosa, pues supone el acceso a una
    población de referencia bastante numerosa, donde se
    requiere reunir datos sobre una determinada muestra poblacional,
    como grupo comparativo, así como de su éxito
    profesional.

    Historial de logros: donde se entrega a los candidatos
    una lista de competencias requeridas para el puesto con sus
    respectivas definiciones, y se les pide que describan siempre que
    sea posible, uno de sus logros pasados que pruebe que posee la
    competencia considerada como "requerida". Seguidamente las
    respuestas son objeto de un análisis de contenido y de una
    valoración precisa. 

    La entrevista: en este caso se presenta estructurada,
    con puntos preestablecidos sobre el pasado personal y
    profesional, así como en casos pequeños en los que
    se sitúan a los candidatos en situaciones
    problemáticas concretas (semejando un Test de
    situación), donde se les pregunta qué estrategias
    seguirían para darle solución, obteniéndose
    de esta forma una mayor validez.

    Como puede observarse, existen a disposición de
    cualquier investigador una serie de métodos y/o
    instrumentos que pueden ser utilizados para diagnosticar
    competencias. Algunos responden a concepciones tradicionales y
    otros, a partir de estas han ido evolucionando y
    enriqueciéndose, hasta convertirse en sendos cuerpos
    teóricos con una metodología propia. Considero que
    sin dudas, todo esto tiene la ventaja de poder aplicar un
    método u otro, e incluso de combinarlos, en función
    de obtener la mayor cantidad de información posible y con
    toda la objetividad requerida.

    Por otra parte, puede decirse que, si por una parte, el
    diagnóstico es un momento muy importante (no solo porque
    en él se revela el nivel de desarrollo de las competencias
    de los individuos en un momento determinado, sino también
    porque de los resultados que se obtienen en este se derivan las
    futuras acciones de desarrollo), por la otra, también
    puede afirmarse que su efectividad depende de dos momentos
    esenciales que lo preceden: primero, la determinación de
    las "competencias requeridas" y segundo, la definición
    operacional de estas, momentos en los cuales el investigador debe
    proceder con el mayor rigor .

    No obstante, pienso que con los métodos y/o
    instrumentos descritos anteriormente, no se agotan todas los
    vías, pues la creatividad y la práctica nos abren
    todo un camino de posibilidades, siempre y cuando no perdamos de
    vista nuestros propósitos, y los recursos a nuestro
    alcance. 

    Importancia de la
    determinación de competencias en la
    Dirección
    Provincial de Economía y
    Planificación

    Para la determinación de las competencias en la
    Dirección Provincial de Economía y
    Planificación es imprescindible tener en cuenta los
    cambios ocurridos en el entorno nacional e internacional al
    definirse la planificación como el modelo de
    funcionamiento de nuestra sociedad, a ella no le es ajena ninguno
    de los procesos que ocurren en estos tiempos entre los que se
    destacan la crisis económica mundial, la
    globalización impulsada por los cambios
    tecnológicos y el dominio transnacional que conecta a las
    naciones independientemente de las ideologías, sistemas
    políticos y niveles de desarrollo. Los hechos ocurridos en
    los principales centros del poder impactan de forma inmediata en
    todas las naciones, subordinando el destino de los países
    a los caprichos y vaivenes de las nuevas oligarquías
    transnacionales haciendo de la incertidumbre un estado permanente
    de las cosas ejemplo de ello:

    El entorno económico internacional se viene
    caracterizando por una explosiva elevación del precio de
    productos vitales como, el petróleo que alcanzó un
    récord histórico en valores en el año 2007 y
    la tendencia alcista de los precios en los alimentos que se viene
    manifestando desde hace dos años y que se prevé
    continuará en el futuro inmediato, que ha hecho
    experimentar cambios muy profundos en la última
    década en la planificación, que demandan
    organizaciones cada vez más ágiles, flexibles, con
    especialistas que apliquen correctamente los instrumentos y
    procedimientos de la planificación con trabajos más
    especializados y exigentes al tiempo que
    versátiles.

    En el plano nacional, los procesos asociados al
    desarrollo del periodo especial en nuestro país y su
    impacto en nuestra sociedad hacen que pasen a un primer plano
    competencias asociadas a los valores, a la ética de los
    profesionales. La inversión de la pirámide social
    en el país asociada a la no realización del
    principio de distribución con arreglo al trabajo, hace
    necesario que los valores y los principios se impongan por encima
    de las propias condiciones objetivas. En el caso especifico de
    nuestra provincia la diversidad y oferta de empleos en los
    llamados sectores emergentes y en aquellos asociados a programas
    priorizados en el país hace necesario el desarrollo de un
    sentido especial de pertenencia y de una comprensión de la
    importancia de la labor del planificador para nuestro país
    un atributo indispensable del planificador en la Dirección
    Provincial de Economía y Planificación.

    Recientemente se está hablando ya de una
    emergente Sociedad del Conocimiento (1) (OCDE, 1998), que se
    caracteriza por incorporar la información y el
    conocimiento a todos los procesos materiales de producción
    y distribución, generando innovaciones técnicas,
    comerciales, financieras, sociales y jurídicas, que
    afectan a las organizaciones y a los ciudadanos y que son la base
    de la competitividad y el liderazgo. En este nuevo contexto, se
    hace preciso asentar de manera creciente en la generación
    de recursos intangibles, por lo que la clave del desarrollo y de
    la competitividad en el futuro próximo estará en la
    capacidad de obtener, procesar y generar información y
    conocimiento de forma ágil, rápida y flexible. El
    conocimiento y su gestión se erige en el recurso
    estratégico principal de la sociedad global (Grant,
    1996).

    Importancia de la
    determinación de Competencias del Especialista
    Global

    Teniendo en cuenta el entorno anteriormente
    caracterizado se impone la necesidad de la visión en la
    capacidad de anticiparse en condiciones de incertidumbre,
    así como la capacidad de abarcar la situación de
    conjunto e identificar prioridades elemento importante para una
    economía bloqueada en un mercado incierto, hay que
    visionar el escenario y anticipar las acciones necesarias para
    poder llegar a él.

    Al mismo tiempo esto se hace en condiciones de la
    economía del conocimiento y la era de la
    informatización por lo que lo anterior no pude realizarse
    de forma rudimentaria sino teniendo en cuenta estas herramientas
    lo que es decir, es necesario visionar, construir escenarios y
    anticiparse apoyándose en el máximo uso de la
    información y los medios para obtenerla y teniendo en
    cuenta la celeridad de los cambios.

    Ante tan complejo escenario se requiere tener capacidad
    para abarcar el todo y al mismo tiempo identificando sus
    elementos, establecer las prioridades y el camino más
    eficaz para realizarlo.

    Es criterio de la autora que por la relevancia de lo
    antes expuesto se hace imprescindible que el capital humano que
    ocupa la responsabilidad de ser Especialista Global sean
    competentes dada las misiones asignadas y en esencial la de
    garantizar el cumplimiento de las indicaciones en la
    materialización del Plan de Economía de la
    provincia.

     

     

    Autor:

    Elvis López
    Díaz

    Partes: 1, 2
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