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Manifestaciones de Crueldad en la sociedad (página 2)




Enviado por gaby eli



Partes: 1, 2

De un lado lo individual y del otro lo social, pero
ligados por la pulsión. Pulsiones de vida en las ligaduras
libidinales pero pulsión de muerte en la destructividad.
Si en la pulsión siempre está lo social, en
la pulsión de muerte ¿qué
representaciones están tomadas de lo social?. Un
ideal puede gobernar la fuerza de la destrucción aunque
más bien podríamos decir ¿un anti-ideal?
Dado que este tiene como meta la destrucción del otro, el
daño o la aniquilación. Ya no es crueldad de
auto-conservación, porque no responde a la amenaza de un
objeto hacia el Yo. Es una crueldad que satisface un ideal. Ideal
que a la vez sostiene una identidad. Este ideal puede ser el de
la superioridad, el nacionalismo, una idea religiosa o
política (como en el caso de los terroristas).

"En la vida anímica del individuo, el otro
cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como
auxiliar y como enemigo, y por eso desde el comienzo mismo la
psicología individual es simultáneamente
psicología social en este sentido más lato, pero
enteramente legítimo
", nos recuerda Freud en la
introducción de "Psicología de las masas y
análisis del Yo".

Podríamos decir que desde el comienzo mismo la
crueldad individual es simultáneamente crueldad social. El
otro cuenta en la pulsión y el otro cuenta en la
formación del Ideal del Yo.

Otro autor, Winnicott, nos presenta el concepto de lo
transicional. Lo transicional es lo que el niño crea pero
que a la vez ya está creado, es un espacio que no es la
madre ni es el niño, es una paradoja. Lo transicional es
un 'entre': entre la madre y el niño.

Lo social presente en la formación del ideal del
Yo, del mismo modo que lo transicional, es la madre y
no es la madre, es lo individual y es lo social. Entre la madre y
la sociedad. Si algo fracasa en ese momento creativo, queda
atrapado en la idealización, no puede abandonar al
objeto, no puede dar paso a la identificación, ni accede a
la sublimación.

Madre y ambiente se prestan a lo transicional, al lugar
del juego y de la cultura dirá Winnicott. Así, la
sociedad y los modelos que ésta proponga como valores
tendrán su cuota de responsabilidad. Espacio que luego
pueden ocupar líderes de un momento social, ideas,
ideologías o religiones.

Freud en malestar en la cultura resalta "La cultura
tiene que movilizarlo todo para poner límites a las
pulsiones agresivas de los seres humanos, para sofrenar mediante
formaciones psíquicas reactivas sus
exteriorizaciones"

¿Qué ocurre entonces cuando la cultura
descuida valores como la tolerancia o la solidaridad y en su
lugar propone -por ejemplo y por citar algunos- el individualismo
y el rechazo a las diferencias? ¿Será de
extrañar el hecho de que aumenten las patologías de
la agresión?

Tal vez el intento de Freud en Malestar en la cultura,
era el de advertirnos de los límites de esta tarea,
allí nos anticipaba que fruto de la falta de
armonía entre las exigencias pulsionales del hombre y
las exigencias de la cultura. El malestar estará siempre
presente. Malestar para algunos difícil de
aceptar.

En el psicoanálisis se ha dado a la crueldad un
substrato pulsional único y fundamental en el concepto de
pulsión de muerte.

El concepto de pulsión de muerte es un concepto
controvertido dentro de la teoría. Freud se ve llevado a
establecer su existencia por distintas razones, como la
clínica de la melancolía, el sadismo y los
fenómenos de repetición.

Podría pensarse que la salida agresiva de la
pulsión no es la destrucción, sino la
satisfacción de un narcisismo absoluto. Narcisismo que hoy
en día encuentra puntos de apoyo en ciertos valores de la
cultura.

En vista de lo anterior desarrollaremos el siguiente
trabajo dándole una perspectiva psicológica, desde
la opinión de distintos autores, con un enfoque social y a
modo de ejemplo comentaremos diferentes manifestaciones de
crueldad.

La
crueldad

La crueldad, que puede definirse como una respuesta
emocional de indiferencia o la obtención de placer en el
sufrimiento y dolor de otros o la acción que
innecesariamente causa tal sufrimiento o dolor, ha sido
considerada desde hace mucho tiempo como un signo de disturbio
psicológico.

Freud considera la crueldad como una pulsión
parcial que se halla entre las manifestaciones de la sexualidad y
que se trata en sus orígenes de la ferocidad con que es
incorporado el objeto que presta el amoroso auxilio. Esta no
consideración por el objeto, se hallara en el
núcleo de la definición de la crueldad.

En la experiencia de satisfacción de la
necesidad, la piel será un lugar de contacto y punto de
diferencias; lugar de limite entre un "afuera" y un "adentro",
zona de marca en el cuerpo del deseo del otro.

La piel es la zona erógena correspondiente a la
pulsión de crueldad; lugar de contacto y de dolor, de
sensación interna y externa, podrá constituirse en
zona de erogeneidad y de expresión de síntomas;
zona donde se distingue la disparidad entre la presencia y la
ausencia del objeto primordial.

Se podría afirmar entonces, que el punto de
origen de la crueldad, de parcializacion de la pulsión, se
encuentra en el momento en que el sujeto vivencia la diferencia
de goce, pues es ahí cuando se despierta la voracidad, el
deseo de incorporar al objeto, de poseerlo
eternamente.

La exposición precoz al exceso pulsional es,
junto al canibalismo, el otro punto conectado a la
crueldad.

Según Liliana Denicola, el punto fundamental de
las pulsiones de dominio y de crueldad se halla en el traspaso
del límite frente al prójimo. El ideal de amar a
nuestro prójimo se opone a la idea de traspasar los
límites, de vencer toda consideración hacia el
otro.

La inclinación a la crueldad, que se construye
sobre la tendencia al dominio sobre el par y que es la base de la
atracción por el poder, se halla en nuestra esencia y
quizás sea su renuncia el factor fundamental en la
generación del malestar de estar en la cultura.

Crueldad y sadismo se solidarizan en alcanzar el
sufrimiento del otro, la crueldad es coactiva del sadismo. Y es
aquí, donde se produce una detención gustosa e
insistente en el sufrimiento del objeto; hay un
ensañamiento con ese objeto, una suspensión en el
deleite; se produce la exteriorización de la
pulsión de muerte, donde se genera una repetición
sistemática, ordenada y sin variaciones.

Entonces, si la crueldad y el sadismo son coactivos y su
solidaridad se sustenta en ser expresiones de la pulsión
de muerte, y a la vez sostener el narcisismo eludiendo la
destrucción del objeto que permanece en el límite
de su desaparición.

Se puede afirmar que la crueldad es, el medio de superar
la experiencia de la perdida del objeto amado; con la crueldad se
retiene al objeto. El impulso a la destrucción del objeto
queda detenido; la exaltación se logra en esa
detención en actividad, por la que el objeto permanece
eterno y a la vez, responde al movimiento permanente.

El sufrimiento es, entonces, el medio para la
conservación del objeto y su suspensión en el
deleite es el punto de fusión de la crueldad y el sadismo;
la crueldad y el sadismo son instrumentos de la neurosis para
restaurar heridas narcisistas.

La crueldad es propia de las patologías
compulsivas, es un intento de recuperación del goce
perdido por la castración; es auto erótica, con el
autoerotismo instrumentado por el narcisismo y donde la no
consideración por el objeto la releva como sutura de la
herida narcisista engendrada por la castración. El sujeto
mediante el ensañamiento, recupera y retiene el objeto
perdido.

Psicología
– conceptos básicos

Salud Psicocentrica

Según Miguel A. Materazzi la persona que tiende a
la salud posee una estructura neurótica, esta está
basada en una triada:

-Plasticidad psicológica: La plasticidad
psicológica es la característica que posee todo ser
humano de adaptarse activamente a las diferentes situaciones que
se le plantean en la vida.

-Aporte creativo: Es lo que le permite a todo ser
humano no aceptar pasivamente lo que masivamente le propone su
entorno

-Participación: Debe ser activa tanto en
las crisis propias como en las de sus contextos.

Series Complementarias:

Según Inés J. Puig, las series
complementarias fueron utilizadas por Freud para comprender la
etiología de la neurosis. Las mismas son tres y se
complementan mutuamente:

constitución.

-Disposición.

-Factores desencadenantes actuales.

Complejo de Edipo

Según Rodolfo N. Pérez el complejo de
Edipo se desarrolla durante la emergencia de la etapa
fálica; así como en la fase oral la
oposición descripta por Freud es sujeto – objeto; el
anal es el activo – pasivo; en la fase fálica la
oposición es fálico – castrado, debido a que
es en este momento en el cual el niño cree que todo ser
humano tiene pene, hasta que la experiencia lo llevara a observar
a un semejante (niña desprovista de pene).

El Edipo no es solamente una ambigüedad entre amor
y odio sino una estructura legal preexistente al sujeto. Se debe
entender como la prohibición efectiva de algo, que ordena
i distribuye lugares.

Esta estructura legal tiene su fundamento sobre la ley
del Nombre del Padre; el efecto que produce la castración
es el sepulta miento del contenido Edipico; causando la
aparición del súper yo, donde se encuentran lo
ideales y la conciencia moral como interiorización de
exigencias y prohibiciones parentales.

Al declinar el Edipo el cual sucumbe a la
represión secundaria, queda constituida la estructura del
sujeto, el cual podrá ser neurótico (reprime la
castración) o perverso (reniega la
castración)

Instinto y Pulsión

Habría que señalar la diferencia
más importante, con respecto al tema que estamos
desarrollando, entre animales y seres humanos. Esta es que, los
animales son instintivos, se manejan mediante el instinto;
mientras que los seres humanos son pulsionales, la pulsión
los rige y direcciona.

Para comenzar, habría que señalar las
diefencias entre instinto y pulsión:

Según Rodolfo N. Pèrez "La palabra
pulsión proviene del alemán, significa empuje y
subraya el carácter de dicho empuje mas que la fijesa del
fin y dicho objeto.

Mientras que la palabra instinto se utiliza para
designar un comportamiento fijado y que aparece en una forma casi
idéntica en todos los individuos de una misma
especie."

Instinto

Es todo acto no intelectualizado que tiende a la
satisfacción de una necesidad natural.

En efecto si bien estos impulsos poseen siempre un fin
(satisfacer el instinto) el animal carece de la capacidad de
conocer la dirección de este fin, mientras que el hombre
dotado de pensamiento y de juicio posee la aptitud para saber
cual es el fin de su impulso.

Por tal razón en el hombre, sus instintos
constituyen tendencias o vivencias tendenciales y los impulsos
que los ponen en marcha representan vivencias pulsionales o
pulsiones.

Pulsión

"la pulsión es un proceso dinámico
consistente en un empuje (carga energética) que hace
tender al organismo hacia un fin" (J. Laplanche y
J.Pontalis)

El efecto que causa el Nombre del Padre en el sujeto es
la perdida del objeto A, la pulsión entonces será
un movimiento que intentara recuperarlo, produciendo solo un
encuentro fallido con el objeto, debido a que por el movimiento
pulsional el sujeto hallara distintos objetos pero nunca
recuperara el objeto perdido.

La pulsión tiene cuatro caracteres:
Presión, fin, objeto y fuente.

Los destinos posibles de la pulsión son:
Transformación en lo contrario, retorno contra la propia
persona, la represión y la sublimación.

La pulsión de muerte cuando se orienta hacia el
exterior se convierte en pulsión de destrucción, de
agresión y no de muerte. En ocasiones, Freud resalta que
esta pulsión destructiva puede orientarse hacia la propia
persona, adquiere la forma de pulsión de
autodestrucción.

La pulsión de muerte, silenciosa, es la mas
natural de las pulsiones, quizás la mas
instintivo-pulsional . La pulsión de muerte recupera su
dimensión benéfica al servicio de la naturaleza y
en ese trabajo de reciclaje entre vida y muerte asoma su eminente
lugar de potencial de vida; la pulsión de muerte se
convierte en la pulsión de la especie humana por
autonomasia, en una fuerza directriz de renovación,
imprescindible para la continuidad e la vida.

Nuestro asesino interior- según la
expresión freudiana- habrá de ser domesticado en el
curso del desarrollo gracias a una persistente e interminable
educación en el amor y la ética. El mal toma
refugio en el interior del alma donde es cobijado y entendido,
retenido por el trabajo de la ética y auto ética su
eficacia es neutralizada.

La domesticación de las pulsiones requiere del
dominio, trabajo y esfuerzo de una estructura psíquica
saludable.

Por otra parte, la pulsionalidad es eminentemente
vincular, otro o varios otros (familia, medio social, cultura)
aportan cuotas e influencias que se internan por la mente del ser
en movimiento. Estos otros inciden sobre lo mejor como sobre lo
peor de uno mismo, potenciando y nutriendo las fuentes
pulsionales.

Los intentos psíquicos positivos aspirarán
a la producción de la hegemonía de Eros. En ese
territorio de contención, las aleaciones pulsionales
sádicas y masoquistas no alcanzan niveles patógenos
graves y la misma pulsión de destrucción logra
cierto grado de sublimación.

Sociedad y
crueldad

La psicología social o colectiva tiende a ver al
individuo como parte de un grupo amplio (casta, tribu, pueblo,
institución) y menos como parte de un grupo más
restringido (familia).

Por el solo hecho de integrar una multitud, los
individuos adquieren una especie de alma colectiva que, a pesar
de sus diferencias individuales, los hace obrar, sentir y pensar
de manera distinta a como lo harán de manera
individual.

La personalidad individual desaparece y cada individuo
empieza a actuar a partir de una fuerza inconsciente de tipo
social o colectivo. Queda así al descubierto una base
inconsciente común, nivelándose todas las
diferencias.

En la masa, el individuo puede liberar su instintividad
refugiándose en el anonimato y eludir su responsabilidad.
Entendemos que esto no es un fenómeno nuevo sino una mera
exteriorización de una tendencia del inconciente
individual.

Además, en una multitud todo acto y sentimiento
es contagioso, lo que desemboca en la homogeneidad de la
masa.

La multitud es impulsiva, versátil, irritable, se
deja llevar casi siempre por el inconsciente, es muy
influenciable y crédula, y va rápidamente a los
extremos porque reacciona sólo a estímulos muy
intensos.

La psicología colectiva debe poder explicar
qué es lo que enlaza a los individuos en una masa, y Mac
Dougall recurre para esto a un principio de inducción
directa de las emociones por medio de la reacción
simpática primitiva. O sea un afecto provoca otro similar
en quien lo observa. Esta intensificación del afecto se
favorece porque da al individuo la sensación de mucho
poder, y de permitirle sortear peligros invencibles.

Consideramos dos ideas importantes: que la masa se
mantiene unidad por la fuerza del Eros, y además que
cuando el individuo renuncia a su individualidad dejándose
sugestionar por otros, lo hace más por estar de acuerdo
con ellos (por "amor" a ellos), que contra ellos.

Conocemos la identificación como la forma
más temprana de enlace afectivo a otra persona, y
está en la base del complejo de Edipo. El niño
comienza identificándose con su padre y
simultáneamente o algo más tarde, comienza a tomar
a su madre como objeto de amor. Ambos enlaces afectivos coexisten
durante cierto tiempo sin interferirse, hasta que finalmente
confluyen: de esta confluencia nace el complejo de Edipo normal.
El niño advierte que su padre le prohíbe a su
madre; la identificación adquiere un matiz hostil y
empieza a desear estar en el lugar del padre para estar
más cerca de su madre.

Es una identificación ambivalente, pues coexiste
el cariño con la hostilidad. Como se ve, es una
ramificación de la fase oral, donde el sujeto incorporaba
el objeto amado o ansiado, y así lo destruía. Los
caníbales por ejemplo han permanecido en esta fase oral:
comen a quienes aman.

Tenemos un doble nacimiento: el biológico, que
está inscripto en las marcas de nuestro propio cuerpo y el
institucional, que desde la legalidad médica, nace con la
inscripción civil, la trama familiar. Dos nacimientos que
no son sino uno, el que nos constituye en sujetos de la
cultura.

Pensamos al sujeto inscripto en una dimensión
ética y política, por lo tanto es siempre en
relación al otro.

Se dice entonces que no hay un psiquismo cerrado,
constituido y estructurado de una vez y para siempre, sino que
por el contrario hay un trabajo psíquico permanente. Y es
en ese trabajo que se funda la posibilidad ética de que
nuevos acontecimientos, vivencias y experiencias posibiliten
apropiarse del capital libidinal simbólico para poder
así, establecer relación con la filiación,
con los ideales y con formas de lazo solidarios.

La determinación inconsciente no es la
única que sirve para entender las diferentes vicisitudes
de los lazos sociales. Somos efecto de la cultura y su
malestar.

La subjetividad se soporta en tres registros: en lo
real, no hay trabajo, ni comida, ni educación, ni salud;
en lo imaginario no hay ilusión que posibilite
algún tipo de proyectos futuros y en lo simbólico
en lugar de Ley, muchas veces hallamos impunidad.

El sujeto se constituye a partir del imperativo de una
Ley universal, del reconocimiento por el Otro de su
condición de sujeto y de la posibilidad de proyectarse
como tal en un futuro posible.

La crueldad social, el Terrorismo de Estado y todo tipo
de violaciones a los Derechos Humanos, nos enfrenta a la
dimensión inabarcable del horror que produce, significando
una fractura no sólo en el devenir histórico
colectivo sino también en el devenir subjetivo.

La pulsión de muerte se expresa y se desata en un
"más allá del límite". Al borde de ese
confín las sociedades actuales empujan y son empujadas a
la destructividad extrema. En este sentido la noción de
trauma parece haberse convertido en un concepto nodal y global
tanto para la psiquiatría y el psicoanálisis como
para la sociología y esto es así porque nos pone al
límite de la comprensión ya que las experiencias
traumáticas producen el efecto de interrupción y
fisura al pretender ser pensadas. Pero el trauma no sólo
destruye, sino que también deconstruye, al obligarnos a
pensar de nuevo.

Como señala Cathy Caruth, "el poder del
acontecimiento (traumático) surge precisamente del colapso
de su comprensión". Lo traumático y la crueldad por
definición son lo impensable, es lo que desborda mientras
sucede, toda posibilidad de elaboración. Es puro exceso,
un exceso que arrasa con las barreras protectoras del sujeto. Y
como las réplicas después del terremoto, la escena
de lo traumático no deja de repetirse una y otra vez
siempre siniestramente igual.

Desde el poder se busca responsabilizar a los sectores
más empobrecidos y excluidos de los episodios de crueldad,
como una forma de encubrir así su propia responsabilidad y
accionar represivos. Cuando el Estado pretende asociar violencia
social con acciones delictivas, ingresa en el riesgoso terreno de
ampliar la brecha social, de fragilizar y producir la ruptura de
los lazos sociales generando aún más crueldad.
Cualquier tipo de legitimación que incremente la violencia
jurídica e institucional sólo promoverá, en
el cuerpo social más descrédito, desconfianza y
aislamiento.

Crueldad, como otro modo de traumatización,
está asociada a actos de bestialidad y por lo tanto a
manifestaciones que se hallarían por fuera de lo humano.
Sin embargo sería fundamental rescatar el concepto de
Crueldad en su función de analizador de fenómenos
históricos. Entonces, encontramos allí un efecto
paradojal: la Crueldad, se dice, es inhumana, y sin embargo,
expresa algo del orden de lo humano mismo como tal, y por lo
tanto de la relación con el otro.

La aceptación de la Crueldad como una
región que pertenece a lo humano parece que pusiera en
peligro algo del orden mismo de la naturaleza humana.

Sin embargo, la violencia en sí misma no
necesariamente equivale a la Crueldad, aunque la
facilita.

Hablando de crueldad, el solo hecho de intentar
definirla es un problema ya que inclusive una verdad transmitida
en forma inadecuada puede trasformarse en una situación
cruel. Sin embargo hay algunos datos objetivos, otros
psicoanalíticos que permiten definir un acto
cruel.

Según la psicoanalista Janine Puget un acto es
cruel porque encuentra al otro sin recursos para hacer algo, sea
pensar –asimilar– protegerse en uno de los aspectos
esenciales de su ser, de sus vínculos, de su
pertenencia.

Parecería que la crueldad no tiene límites
y que el ejercicio del poder no es a esta altura un tema de
clases sociales sino simplemente de grupos de poder. Los
indefensos son sometidos por los poderosos
diariamente.

Algunos de nuestros actos sociales tiene un mismo sello:
una demostración de fuerza para humillar al
oponente.

Recordemos que quien implementa una acción cruel
persiste en la escena mientras que el damnificado ha sido
expulsado de la misma. Creer que se puede avanzar destruyendo la
individualidad e integridad del otro es un error conceptual
importante, sin embargo forma parte del hacer política
cotidianamente.

La crueldad sólo se podría comprender si
la inscribimos en el campo social, ya que es allí donde
cobra su verdadera dimensión y recupera su complejidad y
significado. Quizá la complejidad se sitúe en esa
tensión irreductible que se produce entre las
potencialidades individuales y las condiciones sociales y
políticas de despliegue. Situarla sólo en uno de
los dos lugares sería, en el primer caso, una forma de
banalizar un hecho que contiene múltiples determinaciones.
En tanto que situarla sólo del lado de las condiciones
materiales de despliegue, significaría una forma de
desresponsabilización de los autores reales de hechos
aberrantes.

Es decir, que una explicación posible
deberíamos ubicarla en el punto de encuentro entre lo
individual, lo social y lo político, entre la culpa
(moral) y la responsabilidad (legal y ética). Ya que nada
sucede fuera de los individuos, puesto que estos producen aquello
que el sistema tolera como posible.

Camille Dumoulié dice respecto a la Crueldad que
"…introduce a la experiencia de la intimidad dolorosa que
sería el contrario exacto de la piedad y que, en un solo
acto, hace participar a la víctima y al verdugo de la
misma violencia."

Medios de
comunicacióncine – manifestaciones de
crueldad

La exhibición de escenas sumamente
crueles y sádicas en los medios de comunicación han
forjado una estética de la crueldad de la que, como
espectadores, nos resulta cada vez más difícil
huir. Pero una vez que nos acostumbramos a que cualquier cosa
puede mostrarse, ¿cuánto más sufrimiento
será posible soportar?

La explicitud puede ser pensada como una decisión
estética, cuyo contrario consiste en sugerir.

Cuando una película muestra un acto sádico
en detalle, sin elipsis, de modo tal de enfatizar la autenticidad
del contenido, el espectador puede vivir esa experiencia como un
reto: ¿será capaz de mantener los ojos abiertos
hasta el final de la escena? Lo explícito, entonces,
siempre es rechazado por razones ajenas al arte y no porque se
trate de un tipo de puesta en escena que se optó como un
recurso para llamar la atención.

Representar un acto tal como se realiza fuera de una
película, en principio, no es, estéticamente
hablando, ni mejor ni peor que sugerirlo: el problema, para el
caso, es de qué acto se trata.

La imaginación humana, no sólo la
artística, parece mostrarse más amplia con respecto
al dolor.

Los géneros de terror siempre han prometido
acciones sádicas de alto vuelo. La diferencia es que, en
la actualidad, no existen obstáculos para mostrar esas
acciones tal como serían si fueran realizadas fuera de una
película. Entre lo explícito y lo audiovisual hay
una afinidad.

La explicitud requiere de una puesta en escena y la
puesta en escena ideal para que una acción pueda volverse
explícita es un dispositivo tecnológico que
registre los pasos entre el inicio y el resultado de esa
acción y que los registre con un grado de autenticidad que
incluya el tiempo y el detalle.

Por eso, registrar las acciones por medio de una
cámara terminará volviéndose una de las
condiciones de posibilidad para que las acciones crueles se
vuelvan explícitas. Por más que la explicitud pueda
ser un efecto del lenguaje verbal o escrito, no sólo de la
imagen, en el caso de la palabra, salvo que esté
incorporada al registro audiovisual de la puesta en escena y
sirva para reforzar su significado, su poder es el de apelar a la
imaginación para sugerir una imagen.

Que ciertas imágenes sean mostradas o no, depende
de la autorización pública que exista en cada
época para hacerlo. La cultura condiciona lo apto para el
público.

La pregunta que debería plantearse, entonces, es
¿por qué hasta cierto momento sólo los
géneros de terror habilitaban a gozar del dolor ajeno y
por qué recién a partir de cierto otro momento fue
posible ver y filmar de manera explícita las escenas donde
ese dolor era provocado?

En el cine clásico, crueldad significa prometer,
hacer desear, y no dar, una experiencia cuyo valor
didáctico fue el de crear espectadores de cine. En el cine
moderno, en cambio, por no haber géneros, la crueldad por
excelencia es la de hacerle sentir al espectador que, durante la
proyección, el tiempo existe, y hacérselo sentir
impidiendo que se olvide de sí mismo.

Si olvidarse de uno mismo, por no sentir el tiempo
mientras pasa, es lo que se busca en el entretenimiento, la
crueldad del cine moderno es la de negarle al espectador el
derecho de entretenerse.

Los años ochenta y noventa fueron testigos de una
nueva tendencia en lo que a películas de violencia, terror
y acción se refiere. Hasta entonces, la aludida violencia
era una de las herramientas principales que los productores de
Hollywood utilizaban para captar público. Pero a
partir de ese momento una escalada de crueldad, perversión
y sadismo sin precedentes comenzó a superar lo
imaginable.

Es una demencial carrera entre productoras para ver cual
de ellas impone "lo más original". Lo preocupante es que
esa originalidad se basa en la obtención del producto
más morboso, horrendo y repulsivo. Y lo peor es que esta
escalada no parece tener fin ¿A qué extremos
llegaremos?

Dado que la representación de acciones crueles,
en una película, el espectador no puede medirla con la
vara de la realidad extracinematográfica, será
entonces el grado de entrenamiento audiovisual el que le permita
decidir cuánto más sufrimiento ajeno es capaz de
soportar.

Antes que con la crueldad, el cine fue explícito
con la violencia. La crueldad, respecto de la violencia,
constituyó un estadio superior de lo explícito, a
pesar de que en el cine contemporáneo una acción
violenta siempre es posible que se convierta en cruel.

Se trate de violencia o de crueldad, el impacto lo causa
el contenido explícito de la escena y no la forma en que
los hechos se disponen dentro de la trama, el suspenso como
tensión acumulada, porque la crudeza de lo que ve el
espectador no puede anticiparla ni por los acontecimientos que
preceden a la escena ni por el tono general de la película
(la película puede ser ligera y la escena, seria) ni por
el género (la escena puede aparecer dentro de una
película que no es de terror).

Por eso la crueldad sólo puede ser diferente de
la violencia sobre un suelo común que las hace, en primera
instancia, parecerse: las acciones aplicadas a otro ser humano,
en ambos casos, implican un daño físico que puede
llevar a la muerte. Pero lo que hace que la violencia (el uso de
la fuerza) se convierta en crueldad es el quebrantamiento de una
ley no escrita, la de no gozar con el sufrimiento ajeno. Esa ley
afecta a la mirada en la misma medida en que involucra a la
moral. De ella se deduce que querer matar no es lo mismo que
querer hacer sufrir y que lo primero es menos malo que lo
segundo, y que, incluso, bajo ciertas circunstancias, matar puede
ser justo, pero no si se lo hace de una manera cruel: disfrutar
del dolor ajeno empeora la acción.

No hay un límite para la representación de
acciones crueles: si el espectador no estuviera preparado para
verlas (porque está desprevenido) la imagen misma le
servirá de test para saber lo que es capaz de ver. De
hecho, se puede ver una película cerrando los ojos cada
vez que sea necesario. Ahora bien, cerrar los ojos mientras dure
la crueldad (intuyendo por lo que se escucha cuál es el
momento en que cesa) es índice de terror, y el terror
está perfectamente incorporado dentro de los
límites de lo estético para los medios
audiovisuales.

El límite de lo estético sólo se
habría cruzado si, ante la demostración de
crueldades extremas, desapareciera la conmoción que a
algunos los hace gritar y a otros, cerrar los ojos, y en su lugar
apareciera el asco.

Este sería el caso de las escenas de tortura en
las películas de denuncia. En ellas, la tortura
está filmada de manera explícita como para que el
espectador sienta asco y que ese asco se convierta en
indignación moral.

La crueldad, cuando persigue fines moralizantes, se
mantiene dentro del sistema clásico de la catarsis. Este
sistema hacía que el espectador se identificara con la
víctima, sintiendo por ella piedad y terror (piedad y
terror que en realidad estaban dirigidos hacia el propio yo,
puesto en el lugar del yo de la víctima).

La progresión, en este tipo de películas,
fue de la puesta en escena del asesinato —como en las sagas
de Pesadilla, Noche de Brujas o Martes 13— a
la puesta en escena del suplicio y la tortura —como en
Hostel 1 y 2, Visitor Q, Audition, Living
Hell
, o El juego del miedo—.

Ahora bien, si el cine de terror sigue el nuevo canon
estético de lo explícito, está destinado a
desaparecer. ¿Cómo se hace para impactar al
espectador —sea por medio del terror o por medio del
asco—, si el espectador está acostumbrado a vivir
bajo la sensación de que cualquier cosa puede suceder en
cualquier momento (tal como le enseñaron los medios,
primero y ahora, Internet) y, cuando ve cine de terror, lo hace
con la expectativa de un impacto más novedoso, más
extraño, y más intenso que el que ya conoce? El
obstáculo para llegar tan lejos como se pueda, en un
momento donde no hay obstáculos, es doble: por un lado, el
público está a la vanguardia de la operación
—es él el que pide más y obliga a los
cineastas a superarse— y, por el otro, lo explícito,
para impactar, tiene que ser crudo, y, para ser crudo, debe
limitarse a usar los recursos del realismo integral.

Pero entonces, el género de terror se
transformaría en una exhibición de atrocidades sin
rango estético, con lo cual, para competir con la TV y con
Internet, terminaría pareciéndoseles.

Que hoy cualquier película puede tener escenas
explícitas de crueldad extrema indica que la tolerancia
del público ha generado un nuevo estatuto de las
imágenes cinematográficas. Por primera vez, el
público sabe que en una película puede suceder
cualquier cosa, precisamente porque él es capaz de ver
cualquier cosa.

Canibalismo

El Canibalismo en la Historia

Basándonos en lo escritos de Cecilia Ruiz de
Ríos, algunas tribus indígenas de América
solían comerse a los prisioneros de guerra tras rituales
como el que se daba en culturas aztecas o mayas tras el
sacrificio ritual en el cual el corazón de la
víctima le era extirpado. Estas costumbres vinieron
decayendo conforme los españoles se fueron
adueñando de América, pero en otras partes del
mundo y en casos aislados en América, el canibalismo se
siguió practicando.

El gran toqui araucano, Lautaro, lo practicó
cuando capturó al español Pedro de Valdivia,
conquistador de lo que luego sería Chile. Primero
torturó a Agustinillo, el criado del conquistador. Luego
Pedro fue torturado, desnudado y con unas conchas filosas
llamadas pellos, Lautaro hizo arrancar la carne de los antebrazos
del español. Esta carne fue asada ante los ojos de
Valdivia y luego consumida por Lautaro, quien así se
desquitaba de tantas atrocidades cometidas por Valdivia contra
los araucanos.

Atahualpa se ha visto acusado de canibalismo, pero la
realidad es que Atahualpa solía tomar bebidas en el
cráneo de su hermano Huáscar, a quien hizo
asesinar. Posteriormente Atahualpa fue asesinado por
Pizarro.

En la antiguedad, Artemisia de Halicarnassus
consumió las cenizas de su marido y hermano, Mausolos.
Tras cremar las cenizas de Mausolos, Artemisia tomó una
porción de ellas, las disolvió en vino dulce y lo
bebio. Lo que quedó de sus cenizas fue enterrado en una
lujosa tumba, y desde entonces el nombre de Musoleo recuerda al
rey Mausolos, cuyo cuerpo fue parcialmente consumido por su
viuda.

En Africa, muchos reyes practicaron el canibalismo en
tiempos antiguos. Mtombazi,ancestra de los zulúes,
solía comerse los senos de sus rivales dado que
creía que así asimilaba más potencia sexual
y fertilidad.

Atila el Huno es considerado uno de los caníbales
más sangrientos de la historia. No solo se conoce la
leyenda negra de que se comió el corazón de su
hermano Bleda, a quien asesinó, sino que se afirma que se
comió a dos de sus numerosos hijos.

Dos grandes exploradores acabaron siendo comidos por
nativos de los pueblos por donde pasaron:

– El portugués Fernando de Magallanes, al
servicio de la corona española, fue el primer hombre en
navegar oficialmente el mundo, pero al final de su viaje iba a
encontrarse una espantosa sorpresa. Los nativos de Mactam (cerca
de lo que hoy son Las Filipinas) estaban de muy mal humor cuando
él pasó por ahí; se sublevaron y atacaron a
los europeos, y el cadáver de Magallanes acabó
mutilado.

-El 14 de febrero de 1779 el gran navegante
inglés James Cook encontraría un final similar; los
nativos de Hawai(entre ellos Gania, un príncipe
isleño) se rebelaron contra los ingleses después
que una tormenta azotó las naves de estos. Para los
isleños, quienes creían que los ingleses eran
dioses y luego se decepcionaron al ver que eran impotentes ante
la tormenta, los invasores merecían ser catigados por
mentirosos.

Se abalanzaron sobre el capitán Cook y sus
marineros armados de filosos cuchillos, partes del cuerpo de Cook
fueron devoradas por los nativos.

En el siglo XX, varias incidencias más de
canibalismo sacudirían al mundo: el mexicano Diego Rivera
afirmó haber comido carne humana en uno de sus viajes; el
marido de Frida Kahlo dijo haber comido senos
femeninos.

Una de las incidencias más espeluznantes de
canibalismo se dio cuando un avión que viajaba por los
Andes se estrelló, quedando atrapados en la nieve unos
jóvenes uruguayos que se vieron obligados a consumir carne
de los cadáveres para sobrevivir mientras los
rescataban.

Dos dictadores africanos cargaron con el estigma del
canibalismo en el siglo XX: Jean Bedel Bokassa e Idi Amín
Dada de Uganda.

-Bokassa se hizo emperador de Centroafrica imitando la
ceremonia de coronación de Napoleón Bonaparte, se
hizo maestro del crimen y la megalomanía y acabó
muy mal tras haberse comido partes de niños escolares que
protestaban por el alza en los uniformes.

– Idi Amín Dada por su parte se comió el
hígado de varios enemigos políticos suyos siguiendo
una tradición de guerreros que consumían las
vísceras de sus enemigos derrotados para apropiarse del
valor de ellos.

Caso de canibalismo en Francia: un preso
podría haberse comido a parte de su compañero de
celda tras asfixiarlo

La autopsia del cadáver de un preso confirma la
falta de ciertos órganos, lo que hace "muy probables" las
afirmaciones de otro reo de que se comió parte de su
compañero de celda después de matarlo
,
indicó el viernes el fiscal de Ruán (noroeste
de Francia).

El fiscal Joseph Schmit, que la víspera
había desechado las "auto acusaciones de canibalismo por
el presunto autor del crimen", dijo el viernes que, al
disponer de los últimos elementos de la autopsia, se trata
muy probablemente de un caso de canibalismo.

La ausencia de dos trozos de un músculo en un
espacio intercostal y de la parte superior del lóbulo
izquierdo del pulmón de la víctima, que no han
sido hallados en el lugar del crimen
, hace que sean "muy
probables las auto acusaciones de canibalismo" por su presunto
autor, afirmó Schmit en un comunicado.

El reo, de 35 años y que cumplía una
sentencia por robo con violencia, había afirmado que se
comió el corazón de otro detenido, de 31
años
, después de matarlo. Los dos
compartían con un tercero una celda en la cárcel de
Ruán.

Según la Administración Penitenciaria, que
ha abierto una investigación administrativa, los tres
presos habían pedido compartir la misma celda, a finales
de diciembre. Los hechos tuvieron lugar durante la noche del
pasado martes al miércoles y fueron descubiertos ese
día por guardianes
por la mañana.

Según el fiscal, el presunto asesino molió
a golpes a su compañero de celda antes de intentar
estrangularlo y de finalmente asfixiarlo con una bolsa de
plástico.

El autor del crimen y el otro reo, que ha reconocido que
no dormía en el momento de los hechos, serán
imputados por homicidio voluntario
con
premeditación, indicó el fiscal, que también
ha pedido su procesamiento por atentar contra "la integridad del
cadáver".

Según la Administración Penitenciaria, el
único precedente de canibalismo en una prisión
francesa se remonta a 2004, cuando un reo le rompió la
cabeza a otro y se comió parte del cerebro.

Caníbal degustaba partes de su novia fritas
con limón

José Luis Calva Zepeda, el apodado
"caníbal mexicano" y aficionado a la escritura,
experimentaba con el sabor de los miembros de su novia
descuartizada, algunas de cuyas partes frió en una
sartén y las iba a ingerir condimentadas con limón,
según el fiscal del caso. El fiscal dijo que en el momento
de la detención, la semana pasada, "se encontró un
antebrazo en una caja de cereales, el cual no estaba solamente
cocido, no solamente pasado por fuego, estaba frito".Calva Zepeda
es sospechoso también de haber matado y descuartizado a
otras dos mujeres

En la vida de José Luis Calva Zepeda existe una
persona que lo ha marcado de fondo: su madre, a quien describe
como una mujer dura y castrante.

Los investigadores han hallado también copias de
vídeos snuff en los que participa el dueño de casa,
y guiones, poemas, cuentos y novelas escritos por él,
más de uno con el canibalismo como asunto central. Cuando
fue atrapado, el hombre trabajaba en una novela titulada
Instintos caníbales o 12 días.

Sus ídolos culturales; sobre todo dos, que parece
percibir como uno solo: el actor Anthony Hopkins y el personaje
Hannibal Lecter, que Hopkins interpretó.

PERFIL CRUEL EN LA HISTORIA

Según el Dr. Juan C. Cosaka – Dra.
Haydeé C. Kohan

Adolf Hitler sirve de ejemplo de un personaje malvado,
de alguien para quien el otro es solo un obstáculo a
eliminar. Se puede ver como Hitler, de acuerdo a la
aritmética del malvado, cuando ya no e quedaban
obstáculos para eliminar termino pegándose un tiro.
Entre sus ideas primordiales, reinaban las de: brutalidad,
venganza, saqueo.

¿Quién era entoces Adolf Hitler? Llevo
a la tumba a 50 millones, destruyo gran parte de Europa, y quiso
borrar a un pueblo del planeta… ¿ Era un
mounstro?¿o alguien terriblemente comun que surgió
de la apatía de un pueblo y el resentimiento de un
hombre?
(Haydeé C. Kohan)

Su objetivo era "purificar" al planeta de los
judíos pero de las formas mas terriblemente pensadas,
practicaba el antisemitismo a través del uso de
cámaras de gas entre otras prácticas.

Lo que hay que rescatar es que fue el Fuhrer el que
llamo alimañas a los judíos, siendo que a una
alimaña se la extermina y a una persona se la
asesina.

Hace falta algo más, un plus que transforme al
otro de semejante a un no humano, exterminable. Esto se logra en
virtud de una voluntad de abolición, de nadificacion del
otro, donde se transforma al sujeto en objeto. El nazismo
como sistema, separa al sujeto del campo discursivo, esto es,
humano como tal, y lo declara fuera de dicho campo, lo expulsa de
ese modo y así, su exterminio pasa a ser necesariamente
lógico
(Juan C. Cosaka).

La operatoria del sistema es la de una
determinación perversa, donde la voluntad de goce es la
voluntad de abolición del sujeto como tal, y en su
ideología se fomento el hecho de matar sin odio. Este
sistema permitió el anonimato de victima y
victimario.

Se puede afirmar que, la maldad; consiste en dividir a
la humanidad en un grupo sano, puro, dominante que eliminara a
otro inferior, impuro, contaminante.

El efecto que va a causar va a ser que, una vez que se
declara a un sujeto paria ya esta casi muerto, y su
eliminación es un paso irrelevante.

El Holocausto

Cuando Hitler, en 1933, logró convertirse en
Canciller, en Alemania se comenzaron a poner en práctica
actitudes discriminatorias hacia las minorías que ellos
consideraban inferiores. Judíos, gitanos e indeseables
fueron víctimas de un trato diferenciado hasta que el
inminente conflicto bélico tomó lugar, en esa
instancia la misión no era sólo rechazarlos sino
también exterminarlos.

Los métodos de asesinato fueron los mismos en
todos los centros de exterminio, que fueron operados por la S.S.
Las víctimas llegaban en vagones de tren, la
mayoría de ghettos y de campos de la Polonia ocupada, pero
también de casi todos los países europeos. A su
llegada, los hombres eran separados de las mujeres y los
niños.

La minoría seleccionada para trabajos forzados
quedaban, después de largas cuarentenas, vulnerables a la
malnutrición, expuestos a epidemias, experimentos
médicos y a la brutalidad; muchos perecieron como
resultado. El deterioro físico era inimaginable. Su piel
era el único abrigo eficaz para combatir el frío.
Sus cuerpos eran esqueletos que contenían almas y un
débil corazón que latía a fuerza de fe y
esperanza.

El futuro de los prisioneros era incierto. Cualquier
cosa podía causarles la muerte. Muchas veces a quienes
estaban muy ancianos o deteriorados por el trabajo los fusilaban
en masa.

Pero algunos se mostraban fuertes ante las torturas y el
trabajo. Su juventud y quizás su esperanza los hacia
seguir adelante. Para el aparato Nazi las balas eran demasiadas
costosas y debían ser usadas en el combate.

Entonces se procedió a idear un sistema en el
cual se acabará con el mayor número de vidas con el
menor costo posible. Así como si fueran empresarios en
busca de la ganancia, crearon las cámaras de gas y los
hornos de incineración.

En las primeras, con la dosis justa de veneno, era
posible asesinar aun gran grupo en pocos minutos; los prisioneros
eran forzados a desvestirse y a entregar todos sus valores. Eran
llevados desnudos hacia las cámaras de gas, que estaban
disfrazadas como duchas, y dentro de ellas era utilizado el
monóxido de carbono o Zyklon B (una forma de ácido
cristalino, también utilizado como
insecticida).

En los segundos se quemaban los cadáveres y, en
algunas ocasiones, a quienes agonizaban. Con las cenizas
resultantes se procedía a fabricar
jabón.

Los campos de detención en
Argentina

Se levantaron centros clandestinos de detención y
torturas. En estos laboratorios del horror se detenía, se
torturaba y se asesinaba a personas.

Se encontraban en el propio centro de las ciudades del
país, con nombres tristemente famosos, como la ESMA, el
Vesubio, El Garage Olimpo, El Pozo de Banfield o La Perla.
Existieron 340 distribuidos por todo el territorio.

Locales civiles, dependencias policiales o de las
propias fuerzas armadas fueron acondicionados para funcionar como
centros clandestinos.

Estas cárceles clandestinas tenían una
estructura similar: una zona dedicada a los interrogatorios y
tortura, y otra, donde permanecían los
secuestrados.

Ser secuestrado o "chupado", según la jerga
represora, significaba ser fusilado o ser arrojado al río
desde un avión o helicóptero.

La tortura

Todos estaban incluidos en la categoría de
"enemigos de la nación". La metodología
implementada consistió en la desaparición de
personas, las cuales en realidad eran llevadas a centros
clandestinos de detención, operados por las FFAA., donde
se los sometía a interrogatorios basados en tormentos
físicos de toda índole.

Crueldad hacia
animales

Miles de animales son maltratados diariamente por sus
propios dueños; algunos de ellos son llevados hasta la
extenuación, mutilación, parálisis,
daños irreparables, al borde de la muerte o a la muerte
misma. Esto lo hacen individuos que han elegido tener un animal
en su casa.

La mayoría de los sujetos abusadores comparten
una historia de castigo brutal y rechazo por parte de sus padres
o tutores. Este abuso acaba llevando a estos sujetos a un
comportamiento cruel con los animales y violento con las
personas.

Para un perro, gato, etc. su dueño lo es todo; si
pierde a su dueño, pierde todo. Si además, quien
debe protegerle es precisamente quien le agrede, podemos imaginar
cuál es el estado de ansiedad y la sensación de
abandono de estos animales.

Perros atados a coches y arrastrados durante km.,
cachorros quemados vivos, galgos ahorcados lentamente por un mal
año de caza, perros apaleados hasta la muerte; todo esto
es considerado por ley como falta grave. Pero la mayoría
de las veces ocurre que los dueños no son identificados
(por falta de chip en el perro), de modo que no se les puede
aplicar la pena que les corresponde y su delito queda, por
desgracia, impune.

Estos son algunos ejemplos:

Industria peletera

“La crueldad no es elegante

La industria peletera explota y mata miles de animales
al año; estos animales viven encerrados en pequeñas
jaulas que no son ni remotamente parecidas al ambiente natural
donde debieran vivir. Los más valorados son el
visón y el zorro.

Tipos de muerte

Hay varias formas de acabar con estos animales; las dos
más utilizadas son intoxicación por monóxido
de carbono, técnica en la cual se introduce al animal en
una pequeña caja en la que se liberará una cantidad
de monóxido de carbono, que le producirá una lenta
y agónica muerte que dura unos 30 minutos.

Otro tipo de muerte con el objeto claro y sádico
de no dañar la piel consiste en la utilización de
electrodos; lejos de producir la muerte, estos electrodos tan
solo producen la paralización del animal, que
posteriormente será despellejado vivo. Al animal le
introducen un electrodo por la boca y otro por el ano, este
último acompañado de una barra metálica que
normalmente, al ser introducida, le desgarra los intestinos,
agravando un poco más todavía esta cruel y lenta
agonía.

Experimentos en laboratorios

Miles de animales mueren cada día como
consecuencia de los experimentos salvajes a los que son sometidos
en laboratorios (también en universidades); otros tantos
animales quedan mutilados y dañados hasta el punto de
verse incapacitados para andar y desenvolverse con
normalidad.

Finalmente son sacrificados; conejos albinos, gatos,
perros, monos (los monos que acaban en laboratorios han sido
comprados clandestinamente, ya que su venta está
absolutamente prohibida porque alrededor del 90% muere en el
transporte), ratones, cobayas, etc. que tienen que sufrir
quemaduras de productos abrasivos en los ojos, vivisecciones,
tumores provocados, mutilaciones, descargas eléctricas,
hambre, sed, aislamiento… verdaderas torturas.

Las cifras finales resultan verdaderamente
escalofriantes: la masacre de estos animales sirve en un 60% para
aprender cómo matar en experimentos con fines
bélicos, un 30% tiene fines cosméticos y
únicamente un 10% tiene una finalidad
sanitaria.

Vivisección significa, literalmente, "cortar"
animales vivos, pero se ha convertido en un término que
designa de manera general todos los experimentos con animales (en
vivo), como los tests de toxicidad (veneno), que no suponen un
procedimiento quirúrgico. Hay técnicas de
investigación sin animales como cultivos celulares,
modelos de ordenador o sistemas artificiales.

Corrida de toros

“Esto es una corrida de toros

Primero, el toro es encerrado en un chiquero
-cajón oscuro de pequeñas dimensiones- con el
objetivo de desorientarlo y aterrorizarlo. Ya antes de soltarlo
al ruedo, al toro le clavan la divisa -un arpón con punta
de acero-, de modo que el animal sale al ruedo asustado y herido
dando la apariencia de ser un animal furioso, cuando no es
más que un animal aterrorizado buscando una
salida.

Después, los puyazos le provocan heridas de hasta
14cm. de profundidad y 40 de extensión,
produciéndole intensos dolores. Algunos picadores
retuercen la pica para aumentar la profundidad de
penetración, provocando fuertes hemorragias y
perforación de pulmón. Un toro recibe como media de
3 a 4 puyazos.

Los pases de muleta sirven únicamente para
prolongar la agonía de este animal mientras los
sádicos ignorantes que miran desde la grada disfrutan del
patético espectáculo.

A cada toro le clavan también de 4 a 6
banderillas -que acaban en afilados arpones metálicos de
unos 5cm., aún más largos en las banderillas
negras-. Con el movimiento del toro la carne es desgarrada por
las banderillas. Este dolor, sumado al anterior, acaba haciendo
que los músculos del cuello resulten dañados, de
modo que el toro no puede siquiera aguantar la cabeza.

Cuando ya se va a entrar a matar el torero trata de
clavar una espada de casi 1m. cerca de las vértebras con
el objetivo de dañar el corazón o algún vaso
sanguíneo importante. Pero son muy pocos los que consiguen
esto al primer intento, de modo que el toro resulta dañado
una vez más en los pulmones y gime lastimosamente,
vomitando y tragando su propia sangre, e incluso pierde
orina.

La puntilla, parte final del sangriento
espectáculo, pretende seccionar la médula espinal
del animal. Muchas veces esto no se consigue y la médula
resulta dañada, provocando al toro parálisis pero
permaneciendo todavía vivo y consciente. Así es
arrastrado muchas veces, y en ocasiones ha habido toros que han
llegado a levantarse durante el arrastre. Aun en el caso de que
la médula espinal resulte seccionada, la cabeza del toro
sigue viva y consciente unos minutos, los suficientes para sentir
el dolor por el corte de orejas; de hecho, nunca llega totalmente
muerto al lugar donde es finalmente descuartizado.

Podemos entonces destacar que:

-Los testigos o víctimas de la violencia hacia
los animales y las personas suelen hablar más
fácilmente sobre el abuso hacia los animales: esto
comienza un diálogo con las autoridades que puede conducir
a descubrir al responsable de la violencia a las
personas.

-La violencia es violencia: una persona que abusa de los
animales no tiene empatía hacia otros seres vivos y tiene
el riesgo de generar violencia hacia las personas.

-El abuso hacia los animales puede indicar la existencia
de un problema profundo: los niños que abusan de los
animales pueden vivir en situaciones de abuso y pueden estar
graduándose en la violencia hacia las personas.

-La crueldad hacia los animales puede ser el
único signo visible de una familia donde existe abuso:
mientras el abuso hacia los niños y las mujeres suele
ocurrir en privado, el abuso hacia los animales suele cometerse
de forma abierta.

-El sistema judicial que sufre una sobrecarga de trabajo
no considera la crueldad animal como una prioridad frente a los
casos de asesinato, violación, maltratos y otros
crímenes violentos: el tratamiento eficaz de la crueldad
hacia los animales por la policía, fiscales y jueces puede
representar la diferencia entre controlar la violencia o dejar
que siga creciendo.

-El procesamiento no es suficiente: el tratamiento y
monitorización también son cruciales para romper el
ciclo de la violencia. Los programas de apoyo psicológico
pueden ayudar a reconocer y/o mejorar otras formas de violencia.
Los programas innovadores que utilizan la interacción con
los animales pueden ofrecer tratamiento a delincuentes juveniles
de manera que aprendan a generar empatía, confianza y
habilidad para comunicarse de forma no violenta.

Ley de Protección al Animal
(14346)

Sanción: 27 septiembre 1954 –
Promulgación: 27 de octubre 1954

Art.1) Será reprimido con prisión
de 15 días a un año, el que infligiere malos tratos
o hiciere víctima de actos de crueldad los
animales.

Art.2) Serán considerados actos de
maltrato:

  • 1. No alimentar en cantidad y calidad
    suficiente a los animales domésticos o
    cautivos;

2. Azuzarlos para el trabajo mediante
instrumentos que no siendo de simple estímulo les
provoquen innecesarios castigos o sensaciones
dolorosas;

3. Hacerlos trabajar en jornadas excesivas sin
proporcionarles descanso adecuado, según las estaciones
climáticas;

4. Emplearlos en el trabajo cuando no se hallen
en estado físico adecuado;5. Estimularlos con
drogas sin perseguir fines terapéuticos;

6. Emplear animales en el tiro de
vehículos que excedan notoriamente sus fuerzas.

Art.3) Serán considerados actos de
crueldad:

  • 1. Practicar la vivisección con fines
    que no sean científicamente demostrables y en lugares
    o por personas que no estén debidamente autorizados
    para ello;

2. Mutilar cualquier parte del cuerpo de un
animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento,
marcación o higiene de la respectiva especie animal o se
realice por motivos de piedad;

3. Intervenir quirúrgicamente animales sin
anestesia y sin poseer el título de médico o
veterinario, con fines que no sean terapéuticos o de
perfeccionamiento técnico operatorio, salvo el caso de
urgencia debidamente comprobada;

4. Experimentar con animales de grado superior en
la escala zoológica al indispensable según la
naturaleza de la experiencia;

5. Abandonar a sus propios medios a los animales
utilizados en experimentaciones;

6. Causar la muerte de animales grávidos
cuando tal estado es patente en el animal y salvo el caso de las
industrias legalmente establecidas que se fundan sobre la
explotación del nonato;

7. Lastimar y arrollar animales intencionalmente,
causarles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por
solo espíritu de perversidad;

8. Realizar actos públicos o privados de
riñas de animales, corridas de toros, novilladas y
parodias, en que se mate, hiera u hostilice a los
animales.

Crueldad
inducida

No es infrecuente ver actos de crueldad inducidos por
abusos de sustancias, desde una simple pelea callejera hasta el
asesinato.

El alcohol y las drogas producen un estado de
desinhibición tal que una persona es capas de cometer las
mas increíbles atrocidades.

Aquí no hablamos de una patología
psicológica instalada previamente, sino que estos actos
crueles se desencadenan tras la ingesta de sustancias, entonces
posteriormente sobreviene un sentimiento de culpa cuando ceden
los efectos si la persona recuerda lo sucedido.

El incremento del consumo de sustancias en este ultimo
tiempo trae aparejado un aumento de manifestaciones crueles, esto
no es un detalle menor, puesto que las condiciones
psicológicas per se limitan la puesta en escena de lo
indescriptible al ser un hallazgo menos frecuente.

Esto se puede apreciar en todas las edades, pero la
franja de los más jóvenes sobresale a la hora de
difundir los actos cruentos en los medios de
comunicación.

No sorprende de enterarse de actos delictivos manchados
de excesiva crueldad y tampoco es raro que la causa de estos sea
por que ocurrió en manos de una persona bajo el estimulo
de sustancias.

Lo que se quiere recalcar con esto es que no siempre la
crueldad es producto de una patología mental netamente en
si tal como el sádico o el perverso, sino que puede
desencadenarse por la ingesta de estimulantes (o depresores del
SNC) que inducen al sujeto a comportarse de un modo extremista.
Lo que esta claro es que bajo esa necesidad de consumo se esconde
un malestar psíquico, tal vez por hechos
traumáticos pasados, pero esto no es similar a una
patología de base (trastornos de la personalidad) como se
ha dicho anteriormente.

Conclusión

Hemos notado que el auge de la crueldad se demuestra en
un aumento en la demanda clínica y en los efectos de la
globalización.

Podemos considerar a la crueldad desde la auto
conservación cuando se realiza en un intento por
sobrevivir, y una crueldad sadomasoquista cuando se deposita la
agresión en otros.

Tanto si hablamos de pulsión como si hablamos de
ambiente, esta presente lo social, al igual que su proceso
psíquico.

Los valores e ideales obtenidos en primera instancia,
surgen del grupo primario, la familia, y luego el individuo
comienza a internalizar los valores de la cultura. Entonces,
podemos decir, que surge una separación entre lo
individual y lo social pero ambos conceptos no se desligan y se
influencian recíprocamente.

El otro, cuenta como: modelo, objeto, auxiliar y
enemigo. Esto, enlaza lo individual con lo social.

Podría pensarse que, la salida agresiva de la
pulsión no es la destrucción sino la
satisfacción de un narcisismo absoluto.

Habiendo tratado el tema de la crueldad en los medios
audiovisuales, se puede resaltar que la misma logra que el
espectador crea que el tiempo no existe, estando relacionado con
el hecho de negarle al individuo el derecho a
entretenerse.

Se puede destacar que lo que caracteriza a la crueldad
en este caso, es el impacto de lo explicito de la escena y el
quiebre que se produce en la ley no escrita. Todo esto, se
vería limitado si en vez de aparecer el "disfrute" o
"emoción" de lo que se esta viendo, apareciera el asco; se
ha creado una mayor tolerancia en este publico.

Introduciéndonos en las diferentes especies hay
que explicar la gran diferencia que poseen los seres humanos de
los animales, esto es la pulsionalidad que nos caracteriza a
nosotros y nos distingue de las otras especies. Es aqui, donde
debemos señalar a la pulsión de muerte como uno de
los principales procesos dinámicos que direcciona la vida
de todo individuo y trata de recuperar el objeto perdido sin
poder lograrlo nunca.

Se podría señalar, que la crueldad hacia
los animales puede indicar la existencia de problemas profundos
en el individuo. Es factible, que una persona que abusa de los
animales, no tenga empatía hacia otros seres
vivos.

Los niños que viven en situaciones de abuso, es
probable que sean abusadores y maltratadores de los animales, y
pueden ser que sean violentos hacia las otras personas. Puede
ser, el indicador de problemas familiares en el cual este
presente el abuso.

Por otra parte al tratar el tema de crueldad inducida
recalcamos que es importante que los adolescentes conozcan sobre
la temática que subyace hoy en dia con respecto al consumo
y abuso de sustancias, ya que es el puntapié para cometer
las más increíbles atrocidades. Para luego,
transcurrido el efecto de las sustancias, producirse sentimiento
de culpa al recordar los actos cometidos.

Resumiendo y considerando las diferentes manifestaciones
de crueldad en la sociedad diremos que mas allá de las
explicaciones psíquicas o no que puedan avalar estos actos
existe algo superior al "porque" y eso seria las graves e
indignantes consecuencias de la puesta en marcha de la
misma.

Bibliografía

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1984

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"Sobre la violencia: una
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Uribarri, F." La psique imaginación
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Materazzi, M.A. y Colaboradores,Salud mental: enfoque
transdiciplinario, Buenos Aires, Salerno, 2006.

 

 

Autor:

Gabriela N. Elizarraga

Partes: 1, 2
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