Mao Zedong, el hombre del milenio –
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Mao Zedong, el hombre del
milenio
El 9 de Septiembre de 1976, en Beijing y después
de "una larga marcha", a los 83 años de edad, murió
Mao Zedong. Había nacido en la provincia de Hunan, en el
poblado Shaoshan, en el seno de una familia de campesinos
acomodados. Fue el más grande marxista – leninista
del siglo XX.
En muy pocas oportunidades convergen, en una sola
persona, tantas y tan extraordinarias capacidades humanas. En Mao
Zedong se potencializaron todas las cualidades acumuladas por el
pueblo Chino a través de miles de años: fue
maestro, calígrafo, escritor, poeta, filósofo,
militar, estadista, humanista, historiador, economista y
diplomático.
La civilización china es una de las más
antiguas; su historia posee fuentes escritas de casi 4000
años. En el año 221 a.n.e., Qin Shi Huang
unificó las letras, la unidad de medida y la moneda,
estableció el sistema de prefecturas y distritos,
construyó la famosa Gran Muralla y también el
palacio, la tumba y la residencia temporal, para si mismo. Sus
construcciones sobre el suelo fueron destruidas en la guerra,
pero los objetos en el subsuelo quedaron guardados para siempre.
Los "guerreros y caballos de terracota", importante hallazgo
arqueológico en la tumba del emperador, se conocen como la
octava maravilla del mundo. (1) la invención del papel, de
la brújula, de la imprenta y de la pólvora hacen de
China una de las culturas más importantes de la humanidad.
Guante el periodo de los reinos combatientes (475-221 a.n.e),
hubo un gran desarrollo académico, artístico e
ideológico. Lao Zi, Menciò, Sun Wu y Confucio,
desarrollaron un conjunto de preceptos, principios y normas que
fueron acogidos por los chinos y reconocidos como grandes
maestros.
EL MAESTRO: La enseñanza, la capacidad y el
coraje de trasmitir el conocimiento, alcanzaron en Mao Zedong el
más alto grado de desarrollo. Estudió magisterio en
su provincia natal y a lo largo de toda su vida enseño y
orientó al pueblo chino en la consecución de los
más grandes ideales materiales y espirituales. El
único titulo que reclamó para sí, fue el de
maestro. "Los derechistas son excelentes maestros por lo
negativo. Así ha ocurrido siempre en China: Ha habido
maestros por lo positivo y también maestros por lo
negativo. El hombre necesita ser educado con ejemplos tanto
positivos como negativos. Los imperialistas Japoneses fueron para
nosotros los primeros magníficos maestros por los
negativo". (2)
EL CALIGRAFO: La caligrafía en la China
antigua-como en la actual también – es un arte que
exige esmero y dedicación. China produjo calígrafos
famosos. Las dinastías se caracterizaban por cierto estilo
y forma. Mao cultivó la caligrafía con profundidad
y detalle y nos legó extensos textos con la mayor
pulcritud y limpieza. Es considerado como un valioso
artista.
EL ESCRITOR: Dotado de una inteligente superior, de una
memoria excepcional y ante la necesidad de resolver miles de
problemas a cada momento, se dedicó a la escritura de sus
propias ideas. Con un estilo claro, sencillo, contundente y con
gran sentido de la economía nos dejó magistrales
producciones de todo tipo: textos políticos,
económicos, poéticos, filósofos,
militares…
EL POETA: La mayor y mejor expresión que puede
alcanzar un intelectual, escritor o científico, es la
poesía. China tiene una larga tradición
poética. En la poesía de Mao Zedong se integran
todas las cualidades líricas de los grandes poetas
universales. Con un profundo conocimiento de la naturaleza
humana, inspirado en los inmensos y bellos paisajes de su extenso
territorio, nos trasmite, por medio de la poesía, grandes
ideas.
"LLEGADA A SHAOSHAN"
Retorné a Shaoshan el 25 de junio de
1959, tras una ausencia de 32 años.
¡Malditos los días que
huyeron, recordados como un sueño confuso!
Mis antiguos lares de hace treinta y dos
años.
La bandera roja alzó las alabardas
de los siervos.
Mientras la garra negra mantenía en
alto el látigo tirano.
Del sacrificio nace la decisión
heroica:
Atreverse a crear un nuevo cielo para el
sol y la luna.
Dichosa visión: olas sucesivas de
arroz, de mieses,
Y héroes que vuelven, por todos los
senderos,
En el atardecer borroso.
Shaoshan es el pueblo natal del poeta. Retorna al lugar
donde había nacido sesenta y cinco años antes y
donde creció. Mirando hacia atrás, todo se
concentra en la imagen de la revolución. Donde
antaño restallaba el látigo del tirano, ahora los
campesinos de su patria crean nuevos valores. Es inconfundible su
orgullo por la victoria, conseguida por un descendiente de esos
campesinos. (3)
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