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Ocaso. Capítulo 1 (página 2)



Partes: 1, 2

Después de cerrar la puerta, Atsuko corrió y
corrió, ya parecía un relámpago de lo
rápido que iba. Metro a metro se acercaba a su destino,
lástima que al llegar ya había tocado la campana,
por lo que Atsuko tuvo que apresurar su paso. Casi que no llega,
pero su energía la hizo más rápida logrando
llegar en el último segundo. Su respiración era apresurada, tenía
los hombros caídos y gotas de sudor resbalaban desde su
frente.

Atsuko abrió la puerta de su aula de clases y
observó a todos sus compañeros, algunos conversaban
y reían, otros aún estaban medio dormidos y otros
realizaban otras actividades, luego, ella miró por todos
lados intentando encontrar a su Maestro.

-¡Qué bien! ¡Hurra! el Maestro aún
no ha llegado, de seguro se le
pegaron las cobijas je, je o se quedó atascado en su cama,
pues con tremenda panza y un traserote que más parece
montaña de lo enorme, quien no… ja, ja, ja-
Musitó Atsuko mientras se reía

-¿quién tiene una tremenda panza y una
montaña de trasero, niña Takahashi?- Expresó
el Maestro muy enojado y con los brazos en las caderas

Atsuko sintió un frio helado recorrer cada una de
recónditas partes de su cuerpo y dando un brinco, se dio
media vuelta y Dijo

-Un gustazo verlo agradable Maestro, eh…en esa pose se
lo ve muy bien je, je-

-¡Ay!, sólo ve a tu ASIENTO- Gritó a
Atsuko quien se apretó fuertemente los oídos por el
tremendo alarido del Maestro.

-sí señor, como usted ordene- Expresó
Atsuko poniendo sus dedos juntos a un lado de su frente como si
fuese un soldado y se sentó velozmente en su asiento.

El Maestro caminó al centro del aula y se
dirigió ante sus alumnos y llamó su atención.

-Buenos días alumnos… el día de hoy
culminan las clases escolares, así, sólo se
dedicaran a mejorar sus habilidades, su fuerza, sus
técnicas, etc., puesto que, al recibir
ambas su tiempo no era
el suficiente como para realizarlas con bastante
concentración y precisión….-

"Mmp aún así no tendré tiempo para
entrenar como se debe" Suspiraba Atsuko cruzando sus brazos que
estaban apoyados a la mesa y colocando su cabeza en medio de
ellos.

-…Sin embargo, en esta hermosa mañana les
terminaremos la clase que
quedó inconclusa, la clase de leyendas de
Japón…-

"¡Ay no!, ya basta con el sueño que tengo como
para quedar más que dormida con esta
clase…Aaaay… ¿por qué justamente
hoy?, uff bueno pues, no me quedará de otra que mantenerme
despierta lo más que pueda" Se lamentaba Atsuko y sin
más ni menos, intentó atender a la clase. Aunque al
principio ésta estaba aburrida, algo despertó el
interés
en ella.

-…Les narraré una de las leyendas más
destacadas de todos los tiempos, que pocas personas tienen el
privilegio de escuchar y que aún es secreta para tantas
otras, la cual se titula la leyenda del Dios del
tiempo
…-

Todos los alumnos prestaron mucha atención al relato
del maestro, pues les resultaba bastante interesante.

-… Hace muchos pero muchos siglos, existían 12
Dioses que tenían ciertas preferencias por proteger
lugares en específico. Uno de ellos era el Dios del
Tiempo, quien tenía la habilidad de manipular el tiempo a
su antojo y como él quisiera, este dios se llamaba Hayate
y protegía con gran esmero a Yokohama producto de
ello ahora es uno de los más importantes puertos de todo
Japón.

La descripción del aspecto físico de
Hayate no se puede explicar porque la mayoría de los
dioses toman una figura humana para tener una mejor comunicación con nosotros, pero se afirma
que el aspecto humano que poseía era un colosal
adonis.

Como algunos sabrán, antiguamente existían
muchos clanes los cuales eran enormes y estaban formados por
muchos miembros que incluso llegaban a ser un número tan
grande que dentro del clan habían más clanes y
éstos ocupaban un territorio que en este caso era
Yokohama. Todos eran muy unidos, organizados y formaban grupos de ataque
y defesa para cuando se produjera una guerra o
cuando fuese necesario.

En uno de estos clanes vivía una mujer muy
hermosa, de cabellos largos con puntas gruesas, ojos
cafés, de espíritu alegre y soñador, ella se
llamaba Yoko que significa Niña del sol o Niña
Positiva. Su belleza cautivaba a todos los hombres de su clan,
quienes siempre estaban detrás de ella e intentaban
cautivar su corazón y
ser dueños de él por siempre; sin embargo, ella no
les prestaba mayor atención.

Hayate el dios del tiempo se había encariñado
mucho con Yoko. Al principio eran amigos y todo era perfecto,
Hayate ayudaba y contribuía con el progreso del clan
mejorando el material que ellos poseían para pescar,
aumentando sus implementos para que se produzca más
trabajo y
más alimento. Se entregó por completo a Yokohama,
le dio todo lo que estaba a su alance, todo lo que le
pedían él se los concedía. El progreso de
Yokohama era enorme y todo marchaba muy bien. Dentro de
más lapso pasaba, más estaban juntos Hayate y Yoko,
se veían todos los días y permanecían juntos
todo el tiempo hasta que el sol se
ocultara y Yoko regresara a su clan, puesto que, sus encuentros
eran secretos temían que la gente pensara mal y los
separara a costa de ello.

Sin darse cuenta Hayate y Yoko se habían enamorado, tal
vez se pregunten ¿cómo pueden enamorarse un Dios y
una humana? Pues en los tiempos antiguos era algo normal y
frecuente así que no les sorprenda que desciendan de
dioses, ja, ja…- Relató el maestro y se
carcajeó tan fuerte que los alumnos se rieron con
él por la gracia que les daba su risa más no por lo
que haya dicho les resultaba gracioso.

El maestro prosiguió -… Es muy importante
recalcar que, las relaciones amorosas entre dioses y humanos no
estaban tan respaldadas por los dioses, pues era algo inusual y
reciente en el tiempo en el que trascurre esta leyenda.

El amor que se
tenían los dos era tan puro y sincero, Yoko ya no era la
misma, estaba más risueña, más
lúcida, era una mejor mujer de lo que ya era.

El clan empezó a sospechar que algo extraño
sucedía entre ellos, los murmullos no cesaban, todos
comentaban sus hipótesis al respecto de lo pensaban de su
relación. Algunos cavilaban que Hayate y Yoko planeaban
algo en contra de su pueblo, otros, que ellos ya tenían
acuerdos con clanes enemigos y que en cualquier momento los
atacarían; y, unos tantos estaban en lo correcto, pues era
su pensar que ellos estaban enamorados y que querían estar
juntos.

Ellos decidieron enfrentar su situación por lo que
Yoko, al no ser comprendida, no tuvo más remedio que huir
con Hayate y hacer una nueva vida con él. Hayate y Yoko
pasaron por muchas dificultades y problemas,
pero estaban juntos y fruto de su amor nació un
varón a quien llamaron Jo que significa Dios
aumentará.

Habían pasado muchos años y el Dios del Tiempo
miraba a su mujer envejecer, lo cual le disgustaba. Él
quería verla igual que siempre pero el envejecer es algo
que todo ser vivo tiene que pasar, eso es algo que todos saben
perfectamente; sin embargo, Hayate no aceptó que esto
sucediera, así que, después de pensar por largo
lapso, tuvo una gran idea.

Hayate creó una esfera que era capaz de atrasar el
procedimiento
de envejecimiento haciendo que éste se alargara. Lo que
una persona envejece
en un año lo haría en siete años. A
éste novedoso invento lo nombró la esfera Yoko en
honor a la mujer que
amaba y por quien lo había hecho. Hayate colocó a
esta esfera en la montaña más alta de Japón:
Fuji Yama, dónde la esfera emitía su energía
a todo Japón e incluso algunos mencionan que llegaba a
todo el mundo.

Aunque todo parecía estar maravilloso, los dioses se
enteraron de este acto que ni siquiera fue mencionado por parte
del Dios del Tiempo. Ellos se pusieron de acuerdo en que Hayate
debía ser castigado por haber hecho algo sin su
consentimiento, además ellos creyeron que esto no era
necesario y que él solo lo había hecho por una
humana. Lo peor de todo fue que Hayate ni siquiera tuvo la
decencia de presentarles a Yoko pues todos los Dioses eran muy
unidos y expresaban sus opiniones acerca de todos los temas y
situaciones que sucedían.

Hayate fue juzgado por los Dioses los cuales determinaron que
él debería dejar a Yoko o en caso contrario
él tendría que sufrir la pena más grande que
se impone a un Dios la cual es secreta para nosotros.

Algunas personas creen que el Dios del Tiempo aún sigue
cumpliendo la pena impuesta por los otros Dioses, otras personas
piensan que culminó su labor hace ya vario siglos y que
ahorita es feliz con su mujer. ¿Cuál es la verdad?
De eso nadie está seguro lo que es cierto es que se
desarrolló aquí mismo en Japón y que el Dios
del Tiempo jamás abandonó a su mujer. Y bien
díganme sus opiniones acerca del tema-Expresó el
Maestro mirando fijamente a sus alumnos.

No pasaron ni 5 segundos después de que el Maestro
habló y todos comenzaron a hacer preguntas, algunos
cortésmente alzaban la mano esperando que les cedan la
palabra, otros sólo preguntaban haciendo una tremenda
bulla.

-¡Silencio!… uno por uno pregunte, no todos a la vez
porque no logro escuchar a nadie- Y, justamente antes de que
alguien alcanzara a pedir la palabra, sonó la campana para
salir al recreo y todos salieron amontonados por la puerta.

Atsuko salió al último como de costumbre,
pasó por el pasillo que conducía a un patio.
Observó a todos a su alrededor, a los más grandes y
a los más pequeños. Ella vio a Isamu en una esquina
con otros compañeros de él conversando y como
Atsuko estaba sola decidió acercarse a ellos.

-¡Hola amigos de Isamu!, díganme,
¿qué tan divertido es tener cinta roja?,
¡debe ser de lujo!- Dijo muy emocionada y sonriendo.

-¿la conoces?- Indagó con seriedad uno de los
amigos de Isamu y él le contestó después de
un silencio prolongado

-No… mejor vámonos que este sitio ya me
aburrió- Musitó Isamu con frialdad y se
marchó con sus amigos.

Atsuko agachó su cabeza por un momento y dijo un poco
triste –Mmp siempre es lo mismo… ¡ah ya se!-
Alzó su cabeza y con una enorme sonrisa se dirigió
al árbol central del patio dónde se encontraban
unos niños
menores que ella, para ser exactos, tenían 7 años y
estaban estudiando la asignatura de ciencias
naturales. Atsuko se les acercó, miró
detenidamente lo que estaban haciendo y dijo muy alegre:

-aaaaah, están estudiando ciencias
naturales, ¡esa era mi materia
favorita! porque es muy interesante, y ¿qué les
están enseñando ahorita?-

Los niños murmuraban entre sí tapando con su
mano derecha su boca para que Atsuko no se diera cuenta que
hablaban de ella.

-Ella es la niña rara de la que todos
hablan…-

-Hay que tener cuidado con ella…-

-Yo he escuchado que lastimó a todos los niños
de su grado en un abrir y cerrar de ojos…-

-Es muy peligrosa y muy tonta, he oído que
es la peor alumna de su grado…- Murmuraban hasta que el
más avispado de cabello negro y ojos negros
también, indagó–Chicos me olvidé mi
cuaderno en el aula, ¿me acompañan?-

-claro, vamos muchachos- Expresaron todos y se esfumaron
rápidamente.

Atsuko se había quedado sola de nuevo, se sentó
entrecruzada las piernas en la banca situada
debajo del árbol y allí se quedó hasta que
se acabara el recreo.

La campana sonó después de veinte minutos y
todos los alumnos entraron a clases. El Maestro les volvió
a decir que quien desea preguntar algo levante su mano y le
será concedida la palabra.

Atsuko alzó la mano

-Sí, Atsuko puedes preguntar- Dijo el Maestro

-Maestro… ¿Podemos irnos a casa?- Expresó
Atsuko contenta.

Kazahaya, una niña muy bonita, de cabellos
teñidos color rubio que
ocultaba su verdadera cabellera negra. De estatura normal, ojos
pequeños y cafés; su ropa consistía en una
prenda superior que cubría sus pequeños senos y
unos cuantos centímetros más para abajo, cuyo color
era roja; dos mangas sueltas cubrían sus brazos; una falda
larga con dos aperturas desde la cadera, de igual color que la
pupera; un short negro por debajo de la falda y unas sandalias
bajas que hacían juego con el
conjunto. Ella era la persona con quien menos se llevaba Atsuko,
aunque ella sólo cruzaba unas cuantas palabras con Ryusei
un niño coqueto.

Kazahaya le dijo –Pero que estúpida eres que no
ves que el Maestro nos está pidiendo nuestras opiniones y
preguntas de la leyenda que él nos relató, que
atolondrada-

-Es que yo pensé que…-Atsuko fue interrumpida
por Kazahaya.

-¿pensaste?, eso es algo nuevo en ti, atolondrada-

Todos se rieron y comenzaron a hacer rebullicios hasta que el
Maestro los paró.

-bueno, bueno ya basta de insultos, los que deseen preguntar
algo acerca del tema…-Dijo el maestro mirando a Atsuko y
continuó –…pregunten-

-Yo tengo una pregunta muy coherente y razonable no como la de
Atsuko- Musitó Kazahaya

-Muy bien, has tu pregunta-

-si esa leyenda fuera verdad, ¿qué
sucedió con la esfera de Yoko? Y ¿por qué
envejecemos rápido? ¿Acaso no deberíamos
envejecer lento por causa de la esfera?-Kazahaya indagó al
Maestro

-Esa es una muy buena pregunta…-Dijo el maestro
mientras Kazahaya miraba a todos con orgullo y le viraba los ojos
a Atsuko.

-…Se dice también, que la esfera de Yoko era muy
codiciada por todos ya que en su interior guardaba una fuerza
oculta y por ello todos querían ser acreedores a esta
fuerza; sin embargo, se dice que por un descuido esta esfera fue
fragmentadas y que sus fragmentos se hicieron polvo y desde
allí, el tiempo ha transcurrido como ahora- Contó
el Maestro de una forma muy misteriosa.

Todos estaban confundíos, no estaban seguros si esa
era una leyenda cierta o falsa. Naomi, una niña que se
había quedado huérfana de sus padres adoptivos
alzó la mano y después de que el Maestro le
indicara que podía hablar, ella manifestó:

-yo no creo que se algo así pasó, pues es algo
increíble, de seguro a de ser algo que inventaron para
fomentar el turismo en Japón-
Dijo con mucha confianza en sí misma. Inmediatamente de la
participación de Naomi, la campana sonó puesto que
ya era la hora de salida. Todos los alumnos salieron
rápidamente; sin embargo el maestro les dio un aviso de
último momento

-Mañana tendrán las respuestas a su desempeño y si es que están en las
mejores condiciones para pasar el año y dedicarse a su
entrenamiento,
los esperamos a la misma hora de siempre- El Maestro se
despidió calurosamente de sus alumnos con una sonrisa
mientras se percató de la presencia de una persona en la
puerta, observándolo todo desde el inicio de la clase.

Atsuko terminó de escuchar al maestro y se fue, ella
tenía que ir rápidamente a su casa a almorzar y,
luego iría a la academia Tsuki para obtener el resultado
de su progreso.

En el próximo capítulo de Atsuko:

-¿qué el director va a ser nuestro
maestro? Atsuko/ -Yo entrenaré a los que sean capaces de
resistir a mi entrenamiento el cual es el más
difícil de todos- Daisuke /

Nos vemos en el capítulo 2: ¿pase o no? Una
difícil prueba.

Partes: 1, 2
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