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La pantalla más grande del mundo: Apuntes en torno a la historia de la televisión cubana (página 2)




Enviado por Neiky Machado Flores



Partes: 1, 2

También en los últimos días de ese mismo mes, el establecimiento habanero de la Alcázar Electric anunciaba la exhibición de aparatos de televisión que reproducían en las pantallas imágenes fijas y en movimiento por medio de un "sistema especial", pues no existía aún la primera planta emisora en el país (Legañoa y Cabrera, 2007: 62). Mientras que para febrero de 1950, el circuito CMQ recibió del Ministerio de Comunicaciones autorización para poner en marcha el canal 6 de televisión, y luego de tres meses, lo obtuvo Unión Radio.

Todavía en este momento, Gaspar Pumarejo no significaba una amenaza para el monopolio de los Mestre; pero el final ya lo sabe usted: no había sido la CMQ la que pusiera en el aire la imagen. Por el contrario: la televisión atacaba al monopolio radial (Luis, 1981: 290). Tras los micrófonos, Gaspar Pumarejo… Un hombre que, según quienes lo trataron, tenía pocas ideas propias; pero era capaz de apropiarse de la iniciativa ajena y superarla (Bianchi, 2006).

El jueves 12 de octubre de 1950 se efectúa en Cuba la primera prueba, en circuito cerrado, de los equipos de televisión en los estudios de Mazón y San Miguel (actual Canal Habana). Dos días después, a las 4 de la tarde, Gaspar Pumarejo realiza la primera aparición frente a los micrófonos de Unión Radio- Televisión para explicar que a las 7:00 PM se pondría la señal al aire. Posteriormente, el martes 24 de octubre a las 12:30 PM, el presidente de la República Carlos Prío Socarrás, inauguró oficialmente, desde el Palacio Presidencial, la primera emisora de la Televisión Cubana: Unión Radio- Televisión, canal 4.

CMQ inauguró el 18 de diciembre de 1950, el canal 6 de televisión, en el propio edificio de Radiocentro; pero su servicio regular televisivo no inició hasta el 11 de marzo del siguiente año, también con la asistencia del presidente Prío y bendecido por el cardenal Arteaga. Y para julio de 1951, el empresario cinematográfico cubano Manolo Alonso compra Unión Radio y Unión Radio- televisión a Pumarejo. Se inician, entonces, las transmisiones de cortos cinematográficos informativos que reconocieron al canal como la primera televisora cubana en el sector noticioso (Carteles en Velazco, 2005: 66).

Con la adquisición de Unión Radio y Unión Radio- Televisión por parte de Alonso, la empresa televisiva emplea sus relaciones con la radio, el arte teatral y las publicitarias, como nunca antes. Desde este momento son sus importantes fuentes de creación, organización y financiamiento; así como nutrientes del personal técnico- artístico. En 1951, el magnate de la General Motors en Cuba y principal accionista del periódico El Mundo—Amadeo Barletta—, adquirió una planta de televisión RCA- Víctor y sería luego el propietario del canal Telemundo S.A.

La técnica del Kinescopio extendió la televisión al resto del país en el año 1952 con su inauguración en las ciudades de Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba. La citada técnica se desarrolló a través de películas con programas televisivos que se enviaban por avión a las distintas provincias para ser proyectados. En esa fecha, nueve ciudades latinoamericanas poseían ese servicio, cinco eran cubanas (Legañoa y Cabrera, 2007: 65).

Gaspar Pumarejo volvería al panorama mediático cubano en 1958 con el primer servicio de televisión en colores a través del canal 12, que luego de recesar sus transmisiones exclusivas continuó con una programación eminentemente periodística en blanco y negro. (Velazco, 2005). En diciembre de ese mismo año, también transmitía el canal CMBF- TV.

De modo que al triunfo revolucionario existían en Cuba tres cadenas nacionales televisivas, dos televisoras locales: una en La Habana y otra en Camagüey y la televisora "A color" (canal12) de Pumarejo. Con una población de unos seis millones de habitantes, uno de cada 18 individuos poseía un televisor para ver las 273 horas semanales que se transmitían a través de sus canales. El 77% de la programación total correspondía a programas de entretenimiento y el 5% a programas educacionales (Rey en Legañoa y Cabrera, 2007: 67).

De acuerdo con la investigación realizada por Ayrén Velazco, periodista y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana, para la confección de la programación durante toda la etapa pre- revolucionaria se adaptó a la televisión las fórmulas probadas con éxito en la radiodifusión cubana, y se importaron los programas estadounidenses. Por tanto, tal cual había ocurrido con la radiodifusión, las empresas publicitarias se insertaron en el medio para costear sus espacios.

Además, el predominio de una industria radiofónica privada en el continente latinoamericano, con las herencias funcionales que supone la hegemonía norteamericana en este período, evidenciaba la adopción del modelo de la Televisión comercial en el área (Velazco, 2005: 46).

De modo que la televisión surge y se desarrolla en Cuba como un proyecto de carácter privado que, para diciembre de 1958, según un reportaje de la revista carteles (citado por Velazco 2005), había dejado pasar el año decisivo de su consolidación absorbida en su propia rutina, sin que ocurriera nada significativo.

Paso a paso… una nueva televisión.

Según las investigaciones de las periodistas Maylín Legañoa y Diana Rita Cabrera para su tesis de licenciatura, al triunfo de la Revolución Cubana, una cadena de microondas de una sola dirección llegaba a 25 transmisores de televisión instalados en La Habana, Matanzas, Santa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba. Ella facilitaba la recepción de las cadenas nacionales CMQ Televisión, Unión Radio Televisión y Telemundo.

Desde los primeros meses del año 1959, la pantalla cubana comienza a sufrir cambios trascendentales. Los noticieros televisivos, como toda la prensa nacional, se colmaron de noticias sobre las medidas del nuevo gobierno e, incluso, la televisión pasó a ser una de las tribunas fundamentales para la comunicación entre los líderes y el pueblo. Desde la llamada Caravana de la Victoria[3]hasta los discursos de los líderes de la Revolución recibieron una adecuada cobertura.

Quien caminara por las calles de cualquier ciudad o poblado del país, a la hora que hablaba Fidel, no se perdía ni una sola frase de su discurso: televisores y radios sostenían de manera ininterrumpida su voz en el aire. Suceso este, que solo explica el apoyo mayoritario del pueblo a la revolución y el elevado número de televisores y radios con que contaba el país (Bermúdez en Portal y Amaya: 251).

El periodista Melvin Yoel Quincoces en su Estudio de la Televisión Cubana entre enero de 1959 y mayo de 1962, señala que el resto de la programación regular televisiva permaneció casi inalterable durante el primer año de la Revolución, excepto los cambios originados por el éxodo de las primeras figuras. En marzo de 1960, Telemundo S.A. —Canal 10— se convirtió en la primera cadena nacional de televisión confiscada por el Estado por sus vínculos con capitales extranjeros. Tres meses después se denominó Televisión Revolución. El proceso culminó con la intervención de CMQ- TV el 5 de octubre de 1960.

Igualmente, las nacionalizaciones de los monopolios, desde el año 1960, provocaron la emigración de las publicitarias y la disminución de los anuncios. Pero no es hasta el 22 de febrero de 1961 que se decide hacer una prueba de 24 horas sin comerciales en la radio y la televisión, observando la reacción del público que lo aprobó con masividad (Muñoz y Nápoles en Portal y Amaya: 207).

Según Quincoses (1997), en junio de 1961 se pasaron al Ministerio de Comunicaciones las propiedades de todas las empresas vinculadas al medio y se creó la Oficina de Orientación y Coordinación de la Radiodifusión. El 24 de mayo de 1962 surge, con iguales objetivos que el organismo anterior, el Instituto Cubano de Radiodifusión —denominado en 1976 Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). El surgimiento de esta dependencia del Consejo de Ministros constituye la culminación del proceso de institucionalización de la Radio y la Televisión Cubana.

Lo cierto es que con estos ingredientes se gesta en la isla la Televisión de Servicio Público, la cual, según la investigadora cubana Mayra Cué, se apropió de muchos de los géneros, patrones y rutinas productivas de su etapa comercial. Porque para esta especialista la televisión prerrevolucionaria no fue sólo lucrativa. Cué significa las matrices culturales de la sociedad cubana —y hasta del habla hispana— que se evidenciaban en los programas con el fin de captar a la teleaudiencia y satisfacer, de esa forma, los fines comerciales primigenios de los otroras impulsores del medio en la isla.

La estrategia informativa de la televisión estatal cubana ha estado enmarcada, desde entonces, por los intereses políticos, sociales e ideológicos de la Revolución, de acuerdo con su disponibilidad tecnológica. Extender la señal televisiva a todo el territorio nacional a partir del aumento de las torres repetidoras de video, constituyó una de las líneas de trabajo de la Televisión de servicio público.

El 28 de enero de 1962, las torres repetidoras de video que había instalado la Revolución en Pinar del Río, comenzaron a garantizar la recepción de los mensajes televisados en la región más occidental del país (Quincoses, 1997).

La instalación de transmisores que, primero beneficiarían a las zonas de Guantánamo y Baracoa y a otras regiones del país después, permitió que recibieran esos territorios al menos la señal de uno de los dos canales de alcance nacional, a partir del 26 de julio de 1965. En el año 1976, una millonaria inversión instaló una cadena de microondas desde Pinar del Río hasta Guantánamo para garantizar una fidelidad aceptable en las transmisiones. Paralelo al mejoramiento de la infraestructura técnico- material del medio, el Instituto Cubano de Radiodifusión primero y el Instituto Cubano de Radio y Televisión después, llevaron la producción televisiva hacia al interior del país.

Un canal para mi provincia. Surgimiento y desarrollo de la Televisión Regional

Con la salida al aire de Tele Rebelde el 24 de julio de 1968 en Santiago de Cuba, surgió un canal de televisión fuera de la capital cubana. Con un carácter regional, porque su área de cobertura incluía las provincias de Santiago de Cuba, Granma, Guantánamo, Holguín y Las Tunas, transmitió cinco horas y media cada día de la semana, a excepción de los domingos que lo hacía diez horas.

Al año siguiente se creó un estudio en Holguín, para cubrir las noticias que se producían en esa zona del país; pero cuando Holguín (inaugura) (…) se habla desde el primer momento de una infraestructura de producción de programas de televisión para el canal Tele Rebelde en Santiago (Daniel Bellot en entrevista concedida a Legañoa y Cabrera, 2007: 154). Por eso, no es hasta el 5 de diciembre de 1976 que surge Tele Cristal como telecentro para los holguineros

Cuando en 1981 Tele Rebelde se convierte en canal nacional, que transmite desde La Habana, produce programas desde sus tres estudios conjuntamente, de acuerdo con las entrevistas realizadas a los fundadores de este canal por Legañoa y Cabrera, como parte de la ya citada investigación. Aunque bien es cierto, que el canal territorial de Santiago de Cuba se reestructuró y, desde entonces, sería Tele Turquino.

Y para 1983, el canal dos se transforma en Tele Rebelde y da paso a una programación info- deportiva. Este hecho, unido a la habilitación de un pequeño espacio en el Noticiero Nacional de Televisión, desde el 25 de marzo de 1982 para las informaciones que se producían en Holguín y Santiago, devino génesis de las corresponsalías provinciales de televisión. El municipio especial Isla de la Juventud se convirtió en la sede pionera en diciembre de 1983.

Durante el primer trimestre del año siguiente, les fue entregado el equipamiento a Ciudad de la Habana, La Habana, Pinar del Río, Villa Clara y Camagüey. Posteriormente le tocaría el turno al resto de las corresponsalías. Estas primeras sedes se convirtieron en Centros Regionales de Información.

En estas corresponsalías solo trabajaban 5 ó 6 personas, no más, camarógrafo, periodista y un grabador. En aquella época la tecnología no era la de hoy, había una máquina de grabación acoplada a la cámara que la llevaba un técnico (Rafaela Balanza en entrevista concedida a Legañoa y Cabrera, 2007: 161). El proceso de producción estaba marcado por las dificultades tecnológicas: en Santiago de Cuba se editaban sus propios trabajos, los de Guantánamo y los de Granma. Mientras en Holguín editaba además Las Tunas; en Camagüey se trabajaban las informaciones de Ciego de Ávila y en Villa Clara las de Sancti Spíritus y Cienfuegos.

El surgimiento de Telecubanacán (Villa Clara, 1984), TV Camagüey y Tele Pinar (Camagüey y Pinar del Río —en ese orden—, 1985), Sol Visión (Guantánamo, 1986), e Isla Visión (Isla de la Juventud, 1987), marca una segunda etapa en la fundación de los telecentros[4]Por eso, se puede decir que la semilla de los telecentros fueron las corresponsalías (Rafaela Balanza en entrevista concedida a Legañoa y Cabrera, 2007: 161).

A partir de este momento, cada una de estas sedes produce programas propios para sus territorios que cubren dos horas de programación diaria (entre las 4:00 y la 6:00 PM), transmitidas por las frecuencias del canal Tele Rebelde. Entre las funciones de los telecentros también está, desde ese momento, el envío de los reportes periodísticos al Noticiero Nacional de Televisión (NTV).

En mayo de 1990, CHTV se conforma como telecentro para las provincias habaneras. Cinco años después se establece CNC Granma. En 1998 se establece Centro Visión Yayabo, en Santi Spiritus y en 1999 lo hacen Tunas Visión y TV Yumurí (Las Tunas y Matanzas, respectivamente). El establecimiento de la red de canales provinciales de la Televisión Cubana culminó en el año 2000 tras la inauguración de Perla Visión en Cienfuegos y TV Avileña en Ciego de Ávila.

Una revista variada semanal con secciones informativas, deportivas, para la mujer, para el hogar, de orientación social —que se convirtieron en programas independientes de entre 15 y 30 minutos después — iniciaron las transmisiones de cada telecentro. Aunque la prioridad en la parrilla de programación siempre la tuvieron los espacios informativos, amén de la divulgación del acontecer cultural, histórico y tradicional de cada territorio.

Como se ha podido apreciar, la creación de los telecentros en Cuba siguió tres etapas fundamentales, de acuerdo con Legañoa y Cabrera (2007). La primera está vinculada al surgimiento del canal Tele Rebelde en Santiago de Cuba y su estudio en Holguín. Luego en la segunda mitad de la década del ochenta se establecieron las tele-emisoras de Pinar del Río, Isla de la Juventud, Villa Clara, Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo. Por último, entre 1990 y 2000 se completa el Sistema Televisivo Territorial.

Según la profesora y periodista Dagmar Herrera Barreda en su Tesis en opción al grado científico de Máster en Ciencias de la Comunicación, esta periodización de los telecentros en Cuba vive ya su cuarta etapa: "Implementación de las emisoras de cobertura local o canales municipales". Esta cuarta etapa, se extiende desde el año 2003, en el que se manifiestan las primeras pretensiones de ejecutar centros de producción audiovisual en los municipios, hasta la actualidad, en que aún se consolida la experiencia. Estaría subdividida a su vez en dos períodos: un momento inicial de surgimiento y prueba de la experiencia con ocho primeros canales y un segundo en el que, a partir de noviembre de 2006, se amplía la red municipal de televisión, con la implementación de nueve televisoras y 71 corresponsalías municipales, además de la extensión de horarios de los trece telecentros provinciales (Herrera (a), 2008: 70).

La televisión trasciende las fronteras cubanas y se diversifica

En el año 1986, cuando transcurría la segunda etapa de periodización del Sistema Territorial de Televisión, la señal televisiva cubana conquistó nuevas fronteras con el surgimiento de Cubavisión Internacional. Esta televisora, que transmite las 24 horas al día vía satélite, alcanza 21 países de América Latina y a casi todas las naciones del planeta. Su programación se estructura a partir de una selección de los mejores espacios producidos por el Sistema de la Televisión Cubana.

Entre las principales agendas de Cubavisión Internacional pueden mencionarse espacios que significan la realidad cubana: la cultura, costumbres, tradiciones, características de la sociedad, los deportes, las principales atracciones turísticas de esta la mayor de las Antillas, y el servicio informativo de diferentes medios de prensa.

Mientras que el 4 de noviembre de 1989, el canal 6 se convierte en Cubavisión. Actualmente tiene una cobertura que alcanza a más del 98% del territorio nacional y una transmisión diaria de 24 horas. Se perfila como cultural y de entretenimiento, con un peso fuerte en la programación dramatizada.

El tercer canal de alcance nacional de la Televisión Cubana, Canal Educativo, empezó sus transmisiones el 9 de mayo de 2002. Con el propósito de producir y emitir programas educativos en coordinación con los Ministerios de Educación y Educación Superior. Y el domingo 8 de abril de 2004 un nuevo Canal Educativo (II) se inauguró transmitiendo deportes, precisamente la II Olimpiada del Deporte Cubano. Hoy continúa la producción de espacios curriculares para los diferentes niveles de enseñanza del país; además de la exhibición de espacios variados (cubanos y extranjeros), tanto culturales como educativos.

Terminada ya la reseña de los cuatro canales televisivos de alcance nacional, resulta imprescindible realizar una pequeña referencia a las transformaciones que ha tenido CHTV. El otrora telecentro de las provincias habaneras, que al igual que las televisoras de este tipo salió al aire con una revista variada, hoy es Canal Habana. Un cambio en la nomenclatura que incluyó cambios conceptuales referidos a su funcionamiento. Durante todos los días de la semana, esta señal, dirige hacia la capital una programación variada que incluye espacios producidos en la propia televisora y enlatados provenientes de la televisión nacional o extranjera.

De modo que actualmente, el Sistema de la Televisión Cubana consta de un canal internacional, cuatro nacionales, uno provincial y varios telecentros provinciales, municipales y corresponsalías en todo el país. El siguiente esquema muestra la estructuración del Sistema de la Televisión Cubana, de acuerdo con sus públicos:

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Entonces, el Sistema de la Televisión Cubana, en tanto unidad presupuestada, responde a los lineamientos políticos, culturales e ideológicos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y del Estado Cubano. La dirección nacional de programación es quién establece los lineamientos de una política general que considera el alcance de cada área, a partir de las siguientes premisas: elevar constantemente la calidad de cada uno de los espacios; determinar los horarios de los programas a partir de objetivos, intereses y potencialidades de la audiencia; perfeccionar de manera sistemática los esquemas cíclicos de transmisión; ampararse para el cumplimiento de este proyecto en investigaciones sociales (ICRT; 1998).

La señal televisiva va de lo nacional a lo local

Desde el año 2003, o más concretamente desde el 2004, la televisión en Cuba comienza a acercarse a su público a partir del establecimiento de televisoras públicas municipales, cuyos productos comunicativos se pueden concebir desde pequeños espacios geográficos, y para sí mismos. La utilización del talento local y el acercamiento entre emisor y receptor son sus principales características.

Golfo Visión (8, de septiembre de 2004, Manzanillo, Granma), Sagua Visión (28 de enero de 2005, Sagua la Grande, Villa Clara), Nueva Visión Camagüeyana (28 de enero de 2005, Nuevitas, Camagüey), Primada Visión (4 de abril de 2005, Baracoa, Guantánamo), CNTV[5]Caibarién (30 de abril de 2005, Caibarién, Villa Clara), Tele Mar (13 de agosto de 2005, Santa Cruz del Norte, La Habana[6]Televisión Bandera (27 de agosto de 2005, Cárdenas, Matanzas), ArTV[7](3 de septiembre de 2005, Artemisa, La Habana), fueron los primeros canales municipales creados en la isla.

A partir de noviembre de 2006, se fundaron otras nueve televisoras de este tipo: Sandino TV (Sandino, Pinar del Río), Güines TV (Güines, Provincia Habana[8]Tele San José (San José de las Lajas, Provincia Habana[9]Morón TV (Morón, Ciego de Ávila), Canal Azul (Puerto Padre, Las Tunas), Gibaravisión (Gibara, Holguín), Moa TV (Moa, Holguín), Portada Visión (Niquero Granma), Palma TV (Palma Soriano, Santiago de Cuba). De este modo, quedaron ubicados canales municipales en la mayoría de las provincias del país, con la sola excepción de Ciudad de la Habana, Cienfuegos y Sancti Spiritus.

Para Mefesí Eversley (2006), en los resultados de una investigación como parte de su Trabajo de Diploma, los iniciales pasos de estos canales han estado mediados por la inestabilidad de los locales de producción y emisión, el adiestramiento —casi empírico— del personal que en ellos trabaja, la ausencia de soporte para archivar la memoria gráfica de sus producciones, y la carencia de transporte para realizar las coberturas.

Eversley también apuntó similitudes entre las primeras parrillas de programación de los canales de cobertura local y las de la génesis de la televisión provincial. En ambos casos, los espacios fundacionales respondían a una revista variada con diferentes secciones que se fueron convirtiendo en embriones de su futura programación. Igualmente, cada uno de ellos se encadenaba a las 6:30 PM con la Mesa Redonda y a continuación con el NTV.

Desde los primeros momentos, estas televisiones demostraron su utilidad en ocasiones de desastre (uno de los objetivos de su implementación): Tele Bandera y ArTV transmitieron una programación especial (en vivo), ante los azotes de los Huracanes Rita y Wilma (respectivamente). Recientes coberturas informativas a otros organismos ciclónicos también han incluido reportes desde los canales y corresponsalías municipales.

La periodista Dagmar Herrera (2008 (a)) apuntó transformaciones que sufrieron simultáneamente a la creación de estas televisoras municipales, los telecentros provinciales. En primer lugar, tuvieron que capacitar el personal que laboraría en la nueva televisión, hacer propuestas periódicas de planes temáticos, colaborar enviando materiales propios para cubrir las horas de transmisión; a la vez que incorporaban coberturas informativas realizadas por los recientes colegas.

Herrera, quién centró su investigación en las características distintivas del subsistema de televisoras de cobertura local y su relación con el resto de los componentes del Sistema Nacional del Televisión, también recopiló mediante la investigación bibliográfica y la entrevista, las particularidades de los locales que se construyeron para el establecimiento de los telecentros y los recursos humanos previstos para la elaboración de sus productos comunicativos:

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Cada uno de estos centros de cobertura local transmite por la banda de frecuencia Ultra High Frequency (UHF). Banda que tiene como inconveniente que el alcance de las señales es limitado, o al menos está mediado por la altura de las antenas de emisión y recepción, y por la interferencia que pueda ocasionar la orografía de cada región. El montaje de transmisores de este tipo en los trece telecentros provinciales permitió el completamiento de los 30 canales municipales, que transmiten de viernes a domingo entre las 6:00 PM y las 12:00 PM. Golfo Visión y Primada Visión lo hacen de lunes a viernes.

Ahora bien, para Herrera (2008 (a)) estas televisoras de cobertura local y de titularidad pública siguen criterios de homogeneidad en su funcionamiento que permite decir que se está gestando un Modelo Cubano de Televisión Local caracterizado por:

  • 1. Poseer igual base político- ideológica- cultural.

  • 2. Ocupar el mismo lugar dentro del Sistema Nacional de Televisión.

  • 3. Seguir iguales lineamientos, objetivos, funciones y deberes.

  • 4. Tener similares referentes formales y estéticos.

  • 5. Poseer las mismas estructuras organizativas y de dirección.

  • 6. Realizar similares mecanismos de selección y habilitación del personal, con plantillas laborales iguales.

  • 7. Poseer similar infraestructura técnica y material.

  • 8. Diseñar similares perfiles de programación y tipologías de contenidos.

  • 9. Compartir iguales técnicas, herramientas, géneros periodísticos y comunicativos.

  • 10. Transmitir programas enlatados generalmente iguales.

  • 11. Desarrollar similares formas de interactuar con el público y las entidades locales.

A la par, en este modelo que se gesta también se incluye un grupo de televisoras que, con menos condiciones técnico- materiales y recursos humanos, diseñan una programación semanal de entre 12 y 27 minutos, producidas para y desde su comunidad. Porque las corresponsalías municipales de televisión, además de realizar coberturas desde sus municipios, como parte de sus funciones dentro del Sistema de la Televisión Cubana, han establecido procesos productivos propios, fruto de la articulación entre saberes profesionales y conocimientos acerca de las características de la Televisión Comunitaria latinoamericana.

Relación de Corresponsalías de televisión.

Provincia.

Municipios.

Pinar del Río.

1.La Palma; 2. Mantua; 3. San Juan; 4. Consolación del Sur; 5. Los Palacios; 6. Minas.

Artemisa

1. Güira de Melena, 2. Bahía Honda, 3. San Cristóbal.

Mayabeque

1. Nueva Paz, 2. San Nicolás de Bari, 3. Melena del Sur, 4. Batabanó, 5. Quivicán.

Matanzas.

1. Colón; 2. Jagüey; 3. Jovellanos; 4. Los Arabos; 5. Calimete.

Cienfuegos.

1. Cumanayagua; 2. Lajas; 3. Aguada; 4. Rodas.

Villa Clara.

1. Manicaragua; 2. Corralillo; 3. Cifuentes; 4. Santo Domingo; 5. Camajuaní; 6. Remedios; 7. Ranchuelo; 8. Encrucijada; 9. Placetas; Quemado de Güines.

Sancti Spiritus.

1. Trinidad; 2. Yaguajay; 3. Fomento; 4. Cabaiguán; 5. Jatibonico; 6. Taguasco

Ciego de Ávila.

1. Chambas; 2. Primero de Mayo; 3. Majagua; 4. Bolivia; 5. Baraguá; 6. Florencia.

Camagüey.

1. Esmeralda; 2. Florida; 3. Santa Cruz del Sur; 4. Céspedes; 5. Vertientes.

Las Tunas.

1. Amancio; 2. Colombia; 3. Jobabo.

Holguín.

1. Banes; 2. Mayarí.

Granma.

1. Media Luna; 2. Buey Arriba; 3. Yara; 4. Guisa; 5. Cauto Cristo; 6. Río Cauto; 7. Bartolomé Masó; 8. Pilón.

Santiago de Cuba.

1. San Luis; 2. La Malla; 3. Contramaestre; 4. II Frente; 5. III Frente.

Guantánamo.

1. San Antonio; 2. Maisí.

Condiciones materiales y humanas de las Corresponsalías de televisión municipal:

CORRESPONSALÍAS DE TELEVISIÓN MUNICIPAL

RECURSOS MATERIALES

RECURSOS HUMANOS

  • Sistema de edición no lineal.

  • Cámara de TV.

  • Accesorios (trípode, cargador, casetes, cables, baterías, micrófono direccional, bafles).

  • Televisor PANDA.

  • Equipo de video VHS.

  • Computadora de trabajo.

  • Aire acondicionado.

  • 2 buroes de 140 X 70 cm

  • 1 silla giratoria.

  • 3 sillas de confidente.

  • teléfono y línea de conexión.

  • Discos de 3 ½, CD– R y CD/RW.

  • 1. Periodista con el cargo de Redactor- reportero.

  • 2. Camarógrafo de televisión.

  • 3. Editor de televisión.

De acuerdo con las indicaciones entregadas por Telecubanacán, previo a la fundación de las diez corresponsalías de Villa Clara, ellas deben realizar un programa semanal esencialmente informativo, que responda a la política editorial diseñada por el Partido en cada municipio y a los lineamientos de la Batalla de Ideas.

Sus agendas temáticas, por tanto, han de divulgar la superación educacional, histórica, científica y cultural de cada territorio, fomentar la buena conducta, el deporte y la vida sana, satisfacer las necesidades culturales de los pobladores de cada municipio y reflejar la identidad local. Todas estas funciones son realizadas por el equipo integrado por un periodista, un camarógrafo y un editor, que en su mayoría no tenían formación ni escolar, ni empírica, en el trabajo para el medio.

Así, en el proceso de implementación de la programación semanal de las corresponsalías han debido sumarse nuevas personas (en condición de colaboradores voluntarios), para enriquecer los espacios creados en cada municipio. Trabajadores y colaboradores se enfrentaron a un moderno equipamiento y a un discurso artístico- comunicacional nuevo, a la búsqueda de pre y retroalimentación para sus trabajos, y a la creación de sets de filmación para cada uno de los espacios.

Ahora bien, Herrera (2008 (a)) después de analizar las características técnico- organizativas y las funciones de la televisión local en Cuba, decidió distinguir a los telecentros y a las corresponsalías municipales del resto de los componentes que integran el Sistema de la Televisión Cubana. Nombró a los primeros como canales de cobertura local mientras los segundos mantuvieron su nombre original.

Sin embargo resulta insuficiente el nombre de corresponsalías de televisión municipal para referirse a las citadas emisoras. Tal clasificación, aunque reconoce el lugar que ellas ocupan en el Sistema de la Televisión Cubana, pasa por alto que el radio de acción de sus transmisiones no alcanzan la cobertura geográfica de los municipios. Los límites de seis kilómetros para el alcance de la señal televisiva circunscribe a la transmisión al marco local; por eso es más oportuno nombrarlas como: "corresponsalías de televisión municipal con transmisiones locales".

Eso sí, los telecentros provinciales y las televisoras municipales (telecentros y corresponsalías) responden a la Dirección Nacional de Telecentros, cuyo objetivo resulta: satisfacer las necesidades informativas, educativas y de entretenimiento de la población a través de un Sistema de Televisión, integrado por el telecentro provincial, los municipales y las corresponsalías de televisión, con una programación de televisión, partiendo de la cultura y tradiciones del territorio y las distintas comunidades que lo integran (ICRT, 2007:1). En cada provincia el telecentro provincial guía el proceder de los telecentros y corresponsalías de su región.

Desde el año 2008, a través de la frecuencia de estos canales municipales, se transmite el canal Multivisión las 24 horas del día. Este nuevo canal de señal abierta ofrece a más del 50 % de la población cubana espacios informativos, educativos y culturales realizados por televisoras de diversas partes del mundo (Telesur, Tves, TVChina, Venezolana de TV, Televisión Española, DW- TV Alemana, canales Discovery…)

Conclusión

De modo que desde su surgimiento en octubre de 1950 la Televisión Cubana ha transitado por las siguientes etapas:

  • 1. Etapa fundacional ligada a los intereses comerciales debido a sus vínculos con las etapas comercial y monopolista de la Radio Cubana. (1950- 1958)

  • 2. Período de transición de la Televisión comercial hasta su conversión en Televisión pública, que culminó con el proceso de institucionalización de la Radio y TV Cubana al surgir el Instituto Cubano de Radio y Televisión. (1959- 1976)

  • 3. Surgimiento y desarrollo de la Televisión Regional con la creación de los telecentros (1968- 2003)

  • a. Surgimiento del canal Tele- Rebelde en Santiago de Cuba y su estudio en Holguín (1968- 1984)

  • b. Establecimiento de las tele-emisoras de Pinar del Río, Isla de la Juventud, Villa Clara, Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo (segunda mitad de la década del 80)

  • c. Se completa el Sistema Televisivo Territorial a partir del establecimiento de un telecentro provincial en cada una de las provincias del país (entre 1990 y 2000)

  • d. Implementación de las emisoras de cobertura local o canales municipales (a partir del año 2003).

  • 4. Etapa de diversificación de la oferta en función de las exigencias del público. Comprende desde el establecimiento del canal Cubavisión Internacional, Cubavisión, Canal Educativo I, Canal Educativo II y Multivisión (1986- 2008)

Sin embargo, esta monografía quiere dejar claro que esta delimitación por etapas no implica que un período excluya a otro. De hecho la mencionada periodización se hace con propósitos meramente culturales y/o académicos y, por supuesto, tiene en cuenta que hay procesos que aunque se encuentran en etapas diferentes transcurren simultáneos.

Bibliografía

ARMAS FONSECA, P.: "Lo recuerdo
como ayer". Bohemia. La Habana, 13 de octubre de 1995, p.p. 7-9.

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Autor:

MSc. Neiky Machado Flores

Síntesis curricular. Licenciada en Periodismo (Universidad
de la Habana, 2006), Máster en Ciencias de la Comunicación (Universidad
de la Habana, 2009). Profesor Asistente del departamento de Periodismo de la
Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas, institución
en la que labora desde su graduación. Profesora de las asignaturas "Ética
y Deontología del Periodismo", "Fundamentos de la Comunicación
Social" e "Historia de la prensa en Cuba" (pregrado); así
como de "Comunicación Comunitaria" (posgrado). Coordinó
el Diplomado "Tendencias Contemporáneas del Periodismo y la Comunicación".
Desarrolla sus investigaciones en el campo de la historia del periodismo nacional
y en las prácticas comunicativas que se dan al interior de las comunidades.
Los resultados de tales investigaciones han sido publicados en revistas nacionales
y extranjeras. Es tutora de Trabajos de Diploma y ha participado en eventos
nacionales como ponente. Ha recibido cursos de posgrados en el campo de la producción
periodística y de los estudios actuales en Comunicación; así
como cursos de especialización en computación e idioma francés
en la Alianza Francesa de la Habana. Miembro de la Unión de Periodistas
de Cuba (UPEC) y como profesional de la prensa realiza colaboraciones con la
televisión en Villa Clara y en revistas informativas digitales.

Notas:

[1] Propietarios del Circuito CMQ y de la RHC Cadena Azul,
respectivamente. Hacia finales de la d?cada de los cuarenta eran ellos los
empresarios m?s importantes del mundo de la radio.

[2] Entre los negocios que ten?an participaci?n los hermanos Mestre al triunfo de la Revoluci?n en la isla se encuentran: Radiocentro S.A., Circuito CMQ S.A., Radio Reloj, CMBF, Onda Musical, Productos Alimenticios de Cuba, S.A, Bestov Product Inc. General Foods Sales Co., Cook Chemical, f?brica de jugos Vandel, F?brica de Compotas Jals, Kresto, Toddy, Amol?n, Molinos, Norwich y Bettman Nut.
Productos Bon Ami, Empresas y productos Keystone, F?brica de caramelos Alicia, F?brica de Harina y conchillas de ostiones, Circuito Teatral S.A, Cine Arenal S.A., Empresas, Cine, Dulcer?a Radiocentro S.A., North Atalntic Kenaff Corp, Microondas Nacionales S.A., Televisi?n Interamericana de Cuba S.A., Aire Acondicionado Radiocentro S.A., Tremesco Inc. S.A. , Compa??a Teatral La Coca S.A., Baraco? Production Company, Velas El Sant?simo, Convertidora de papel ENICO S.A., Artes Met?licas S.A., Compa??a inmobiliaria BUIGEN S.A., Confituras La Mallorquina, F?brica de Papel de Asfalto, Pastelandia, Mestre y Espinosa? La Occidental, La Cosmopolita (Droguer?as), Fomento y Obras de la Construcci?n S.A. (FOCSA), Vaillant Motors S.A. (autom?viles BUICK), Venta de libretos de radio y Televisi?n? grabaciones? discos de efectos y kinescopios (SIGA S.A.), Agencia de Publicidad Mestre y Conill, Mercado de Santiago de Cuba (arrendamiento por veinte a?os).

[3] La Caravana de la Victoria comprendi? el recorrido de Fidel Castro al frente del Ej?rcito Rebelde desde Santiago de Cuba hasta la Habana.

[4] A diferencia de la tendencia mundial que denomina ?telecentros? a locales para el acceso a servicios de computaci?n e inform?tica, el t?rmino en Cuba se refiere a emisoras de Televisi?n que transmiten regularmente una programaci?n propia, en pos de reflejar los intereses culturales, econ?micos, pol?ticos, sociales, y la vida de los pobladores del territorio donde se encuentran ubicados. (Herrera, 2006: 4).

[5] Centro? Norte Televisi?n.

[6] Desde enero de 2011, Santa Cruz del Norte pertenece a la nueva provincia de Mayabeque.

[7] Artemisa Televisi?n. Desde enero de 2011, Artemisa se instituy? como provincia con igual nombre y este telecentro constituye el canal provincial.

[8] Desde enero de 2011, G?ines pertenece a la nueva provincia de Mayabeque.

[9] Desde enero de 2011, San Jos? de las Lajas pertenece a la nueva provincia de Mayabeque.

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