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El Perdón, principal elemento para alcanzar el amor



Partes: 1, 2

  1. Perdón versus
    venganza
  2. El
    perdón, como apuesta ética
  3. Referencias
    Bibliográficas

"A menos que la mente esté
absolutamente libre del temor, toda clase de acción
engendra más perjuicio, más desdicha, más
confusión". Krishnamurti. J.

"El perdón, principal elemento para
alcanzar el amor ".

"No perdonar, es como beber un vaso de
veneno y esperar que tus enemigos mueran." Nelson
Mandela.

Perdón
versus venganza

Qué horrible es el resentimiento, el odio y mucho
más terrible es el deseo de venganza, cuando luchas con
todas tus fuerzas para no desear el mal, a pesar de que tu mente
y tu ser completo lo siente, no sé si me doy a entender,
pero lo he sentido, esa sensación fría en el pecho,
esas ganas de írmele encima a esa persona que me
ofendió y golpearla con toda la fuerza de mi
cuerpo… Es terrible!!, cansado y desgastante
física, emocional y espiritualmente . Pero hacerlo, es
peor, sabes que está mal, que no te controlaste, que
hiciste daño y que no lo puedes reparar. Ahora solo queda
enfrentar las consecuencias que tus actos provocaron, ya no hay
vuelta atrás.

Es por eso que estoy de acuerdo con el hecho de que el
perdón debe iniciar primero con uno mismo, sí,
perdonarse a uno mismo es una obligación, es el primer
paso para sanar-me. Pero ¿es acaso la ira una enfermedad o
un mal sin remedio?, ¿porqué muchas personas pueden
recibir agravios tremendos y tienen la capacidad real y verdadera
de perdonar y ser un ejemplo?.

Cabe pensar que nuestra naturaleza racional delirante,
al parecer nos lleva a la destructividad, la cual según
Morin (2003) es como si "repitiésemos" en nuestra
cotidianidad la historia cósmica, como si ésta
estuviera grabada en nuestra memoria hereditaria. Esto porque el
cosmos se construye al destruirse y se destruye al construirse,
es como si estuviéramos predispuestos a crear y a destruir
al mismo tiempo, a la posibilidad de amar y de odiar, a dar vida
y a quitarla .

Tal es el caso de Nelson Mandela quien fue encarcelado
por 27 años (bajo la consigna de condena a cadena perpetua
y marcado como terrorista por el gobierno de los Estados Unidos
¡!) y tuvo la posibilidad de reconciliar-se y luchar por la
reconciliación de su pueblo, (razón de sus
luchas!!!) hasta llegar al perdón, a pesar del
sufrimiento, no solamente propio, sino de su gente. Por este
testimonio vivo, acompañado de palabras y de acciones, es
que no solamente los sudafricanos, sino el mundo entero se dieron
cuenta que el perdón era la única vía para
reconstruir un país que estuvo dividido durante
años.

En esta línea, Morín (2006) señala
que " lo que une la comprensión con la magnanimidad y el
perdón es la resistencia a nuestra crueldad y a nuestra
barbarie interiores", esto creo que tiene que ver con lo antes
expresado, sobre la "lucha de querer devolver el mal o al menos
castigar con nuestras propias manos a quien nos ha ofendido o
herido" .

Porque como bien lo señala Morin (et,al), es la
resistencia a nuestra crueldad, lo que nos permite no cruzar esa
delgada línea que me separa de un asesino común.
Mandela lo demostró, él pudo vengarse de los
"perpetradores de su pueblo", pero no lo hizo. Propuso el
perdón como política de estado. Eso es
trascender!!!.

Porque si cada uno de nosotros supiera que hay en
sí terroríficas potencialidades asesinas,
dejaría de considerar a quien ha matado como un
extraño radical o un monstruo y le daría la
posibilidad de cambiar. De ahí que es necesaria la
comprensión del prójimo y la comprensión de
sí mismo para poder concebir la posibilidad de
regeneración, tanto del agresor como del agredido, por
creo que ambos intercambian roles, en algún momento de sus
vidas.

O como indica Morin (2003) son cambios temporales de
personalidad, ya que la cólera, el amor, el odio, no solo
modifican nuestras voces y nuestro comportamiento, sino nuestra
persona. Por eso hay que comprender la dinámica para luego
tomar decisiones y también para abstenernos de juzgar a
quienes han realizado un acto "violento" o que nos haya hecho
sentir mal.

De ahí que se afirme que el perdón, en la
dinámica de la mente, adopta la función de onda,
que por su propia naturaleza pertenece a la dimensión
espiritual o como señala Levinstein (2006), "al campo
unificado de todas las cosas", "super campo", a la no materia o
vacío […] a la dimensión donde emerge toda
la creación (p.12).

Perdonar no es olvidar

Otro elemento importante es el hecho de que perdonar no
significa olvidar del todo, sino tener la posibilidad de
redimensionar lo vivido (o sufrido), de manera que esto, como
experiencia, pueda servir-nos como lecciones para la
vida.

Es también un nuevo despertar de la conciencia.
Tal es el caso de Sudáfrica, Chile y Argentina, donde hoy
se conservan los testimonios de todos aquellos que comparecieron
ante las diversas comisiones. Dichas experiencias son un
documento invaluable de recuento histórico, que
servirá a la posteridad para asegurarse de que situaciones
que atenten contra la vida o la dignidad humana, no vuelvan a
suceder.

Partes: 1, 2

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