Plan de actividades comunitarias de juegos tradicionales

RESUMEN

La Investigación se desarrolló en la
comunidad de Campo de Oro del Estado Mérida con el
objetivo de elaborar un plan de actividades que potencie la
utilización de juegos tradicionales y posibilite el
rescate de las tradiciones en niños de 6 – 8
años.

Para diagnosticar la situación actual de la
temática investigada y constatar la pertinencia o el plan
de actividades, se utilizaron métodos en nivel
teóricos, empíricos y matemáticos
estadísticos.

Con la elaboración de estas actividades los
promotores contaran con estrategias adecuadas para desarrollar en
los niños habilidades y destrezas a través de los
juegos contribuyendo a una formación integral,
además de apropiarse de un conjunto de elementos en el
orden didáctico metodológico; así como su
contribución espontanea en la búsqueda de
satisfacciones convenientes de mantener la práctica de los
juegos tradicionales.

Por otra parte quedaran plasmadas estrategias de juegos
novedosos teniendo en cuenta gustos y preferencias de los
investigados y permitirá elevar la participación de
los niños de estas edades en las actividades planificadas
con juegos populares.

Palabras claves: Juegos, Comunidad,
Tradiciones

INTRODUCCIÓN

Desde nuestros ancestros, los juegos han formado parte
de la cultura de los pueblos en todas las etapas de la vida del
hombre, y en las comunidades se han realizado teniendo en cuenta
las características propias de cada lugar, así al
pasar de los años los juegos se han relacionado con el
medio y las diferentes etapas en que ha vivido el hombre, en el
caso de los juegos tradicionales mantienen una importancia vital
para la cultura de nuestro país y especialmente para el
empleo del tiempo libre. Por tal razón el plan de
actividades comunitario que se pretende realizar esta encaminado
al rescate de las tradiciones a través de los juegos
tradicionales, además se abordan algunas reflexiones a
favor del desarrollo de estos.

En nuestro país constituye una
problemática hoy en día, que cada vez sean menos lo
niños que practican estos juegos por lo que se considera
que con la ocupación del tiempo libre, sea una vía
apropiada para el rescate de estos juegos con actividades
novedosas basados en sus gustos y preferencias, intereses y
estados anímicos, para que se manifieste de una manera
espontanea en la búsqueda de satisfacciones consientes de
mantener las tradiciones a partir de la práctica de juegos
tradicionales ya que a través de estos se puede trasmitir
a los niños valores, formas de vida, tradiciones del
país y de esta forma se facilita una vía de acceso
a la cultura local y regional de nuestro país.

Es importante la participación de la colectividad
comunitaria partiendo del convencimiento del valor educativo del
juego en el desarrollo integral infantil, lo que lo
llevará a pensar y planificar una cantidad de elementos
que faciliten una actividad lúdica en el desarrollo
integral del niño. El componente lúdico favorece el
desarrollo de las capacidades y el equilibrio personal, potencia
actitudes y valores, como el respeto por el derecho propio y de
los demás, aprendiendo a pactar, a llegar a consensos, a
saber esperar, a discutir en vez de pelear.  Las capacidades
motrices se desarrollarán en un sin número de
actividades y momentos de juego.  Las actividades motrices
de mayor precisión se podrán trabajar, manteniendo
su carácter lúdico.  Las capacidades
cognoscitivas y de lenguaje se estimularán en cualquier
momento en que el niño/niña a experimente, observe
y solucione problemas utilizando el lenguaje como medio de
comunicación, u otros como el lenguaje gestual o
gráfico .

Nadie dudaría, a estas alturas, que los
niños y niñas son felices jugando, sólo esta
afirmación justificaría la inclusión del
juego y las actividades tradicionales en la elaboración de
una alternativa de actividades comunitarias y el papel relevante
que las actividades lúdicas y tradicionales deben tener en
esta. Jugar es participar de una situación interpersonal
en la que están presentes la emoción, la
expresión, la comunicación, el movimiento y la
actividad inteligente, por lo que el juego pasa a ser un
instrumento esencial en el desarrollo y potenciación de
las diferentes capacidades infantiles, que es el objeto
último de la intervención educativa dentro de la
comunidad.  

El empleo de los juegos tradicionales, puede
incrementarse si los promotores comunitarios se lo proponen
durante las diferentes actividades extraescolares, contribuyendo
a que estos no desaparezcan. Algunos de ellos se pueden
incorporar a las diferentes manifestaciones culturales; asimismo,
hasta el momento, no se aprecia como parte de las misiones
comunitarias el trabajo dirigido a la utilización de las
actividades lúdicas, encaminadas a la reactivación
de la cultura tradicional de los niños y niñas como
parte de su formación integral.