Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Platón (Filosofía) (página 2)




Enviado por CCB Guaicaipuro



Partes: 1, 2

¿Qué son las ideas según
Platón?

las Ideas representan el núcleo de la
filosofía platónica, el eje a través del
cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada
como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes
aspectos, en varias de sus obras de madurez como "La
República", "Fedón" y "Fedro". Por lo general se
considera que la teoría de las Ideas es propiamente una
teoría platónica, pese a que varios estudiosos de
Platón, como Burnet o Taylor, hayan defendido la tesis de
que Platón la había tomado directamente de
Sócrates. Los estudios de D. Ross, entre otros, han puesto
de manifiesto las insuficiencias de dicha atribución,
apoyando así la interpretación más
generalmente aceptada.

¿Qué es la naturaleza del mundo
dual?

La existencia de un mundo dual es la realidad sensible
sería el ténue reflejo de un mundo ideal en el cual
existirían los arquetipos perfectos de todas las cosas. La
memorable alegoría de la caverna explica claramente su
concepción del universo.

El mito de la caverna describe a personas encadenadas en la
parte más profunda de una caverna. Atados de cara a la
pared, su visión está limitada y por lo tanto no
pueden distinguir a nadie. Lo único que se ve es la pared
de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas de
animales y objetos que pasan delante de una gran hoguera
resplandeciente. Uno de los individuos huye y sale a la luz del
día. Con la ayuda del Sol, esta personave por primera vez
el mundo real y regresa a la caverna diciendo que las
únicas cosas que han visto hasta ese momento son sombras y
apariencias y que el mundo real les espera en el exterior si
quieren liberarse de sus ataduras. El mundo de sombras de la
caverna simboliza para Platón el mundo físico de
las apariencias. La escapada al mundo soleado que se encuentra en
el exterior de la caverna simboliza la transición hacia el
mundo real, el universo de la existencia plena y perfecta, que es
el objeto propio del conocimiento.

¿Qué es la dialéctica y
el conocimiento de las ideas?

Platón entiende la dialéctica de dos
maneras, primero como un camino o método mediante el cual
y gradualmente ascendemos desde la mera opinión
(imaginación y creencia) al verdadero conocimiento
(episteme) de la realidad : la contemplación inmediata e
intuitiva de las ideas (eidós), cuyo logro no es
posible sin cierto ascetismo y renuncia a los sentidos y lo
corporal.

En la República, Platón establece
una correlación entre los grados de conocimiento y los
distintos grados de ser, ocupando las ideas la máxima
jerarquía tanto gnoseológica como
ontológica. Por ello, en esta primera concepción,
la dialéctica, concebida como el camino y el método
del conocimiento y de la ciencia lo es también de la
libertad y la justicia. Sólo el filósofo, como
máximo dialéctico, podrá liberar a la
humanidad de las sombras de la caverna y traer la justicia al
mundo.

En su segunda acepción recogida en el
Filebo, el Parménides y el
Sofista, Platón concibe la dialéctica como
un examen de las distintas ideas y de las relaciones que
mantienen entre sí unas con otras, mostrando su
trabazón (symploké) y comunicación
(koinonía). Las ideas son los
géneros de las cosas, a partir de los cuales y
por división (diaíresis) se definen las
especies o determinaciones de las cosas.

El centro de la filosofía de
Platón lo constituye su teoría de las formas o de
las ideas. En el fondo, su idea del conocimiento, su
teoría ética, su psicología, su concepto del
Estado y su concepción del arte deben ser entendidos a
partir de dicha perspectiva.

Según
Platón cual es el concepto del
hombre, de la ética
y de la política

El hombre es un ser libre, con capacidad de
autodeterminación, es decir, capaz de obrar luego de una
libre elección. Esta elección se lleva a cabo como
resultado de un conocimiento que define el carácter de una
conducta, ya que está vinculado con una conciencia moral
que aprueba o desaprueba un determinado acto.

Tanto la moral, como el derecho y los usos sociales,
forman parte de un todo mayor: la ética. Hablar de
ética es hablar del bien y del mal. La ética no es
una abstracción, es el otro. Cada acto está obrando
directa o indirectamente sobre una vida: "Nunca se roba algo, se
le roba a alguien".

La moral hace referencia a aquellas pautas
interiorizadas por el individuo quien se las auto impone no como
obligación sino como necesidad, por el simple hecho de
provenir o formar parte de "lo bueno".

El derecho es el conjunto de normas emanadas por un
órgano competente. Las mismas constituyen una
prescripción, o sea la imposición de la voluntad de
la autoridad normativa sobre la voluntad del sujeto o
destinatario.

Los usos sociales recogen comportamientos deseables y
aprobados por una comunidad, es decir costumbres sociales. Son
normas consuetudinarias.

El hombre, por naturaleza tiene la capacidad de
perfeccionarse y de superarse día a día, por lo que
tiende a alcanzar la plenitud. Para llegar a tan preciada meta
como lo es la plenitud, es necesario vivir en sociedad; el ser
humano necesita de los demás para construir un mundo o
ambiente propicio en el cual alcanzar la plenitud, causa esencial
de la felicidad.

Es por ello que el hombre necesita de la sociedad
política, pues nada es pleno si no se comparte, confronta
y comunica a los demás, ya que el bien es expansivo,
comunicativo: "De nada sirve la sabiduría si no se la
comunica mediante la educación".

El hombre se reúne en sociedad para el logro de
un bien común a todos. El bien común no es el bien
individual, no es la suma de la porción de felicidad de
cada individuo integrante de una comunidad, pero tampoco es un
bien que nada deba a las partes. Es la integración
sociológica de todo lo que hay de virtud y riqueza en las
vidas individuales, y que tiende a perfeccionar la vida y la
libertad de persona de cada ser. No es utilidad solamente, sino
fin bueno es sí mismo, sujeto a la justicia y a la bondad.
Es el fin último de la vida social.

La política es la ciencia social y
práctica cuyo objeto es la búsqueda del bien
común de los integrantes de una comunidad. El bien
común no es sólo la tarea del poder político
sino también razón de ser de la autoridad
política.

Por lo tanto, es el bien común el principio y fin
ético de la política. Será bueno todo
aquello que beneficie, tienda, acreciente o promueva el bien
común. Será malo todo aquello que tienda a
perjudicarlo, disuadirlo, disminuirlo, etc.

Es deber de todo estado democrático promover el
bien general. El preámbulo de la Constitución de la
Nación Argentina establece:

"…con el objeto de constituir la unión,
afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la
defensa común, promover el bienestar general, y
asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para
nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que
quieran habitar en el suelo argentino…".

El bienestar general se logra por medio de una
auténtica justicia social cuya finalidad es obtener una
más justa distribución de la riqueza entre todos
los grupos sociales. Hace falta la presencia de un estado
capaz de generar este equilibrio. Un estado que no elimine la
responsabilidad de las personas, de las comunidades y de las
organizaciones intermedias. Un estado que no convierta en
dependientes a los ciudadanos y en pupilas a las comunidades y
organizaciones intermedias. Un estado que no les quite sus
obligaciones. Esa orientación de la intervención
estatal ha sido nefasta para la sociedad civil, la ha hecho
débil. Pero tampoco sirve un estado ausente, que deje la
suerte de sus habitantes al juego de la oferta y demanda. Ni un
estado indiferente a los problemas sociales. El estado debe
intervenir para asegurar el mínimo de bienestar para
todos. Sin demagogias.

En resumen, la naturaleza de un estado o de la sociedad
política, es la búsqueda del bien común. El
estado se desnaturaliza, es decir pierde su esencia, cuando se
corrompe. Corromper, entre otras acepciones posibles, es alterar
la forma de alguna cosa; así el estado corrupto ya no
tiende al bien común sino que se desvirtúa
transformándose al provecho de unos pocos.

Según Aristóteles, definiendo las formas
de gobierno, hay monarquía, aristocracia o democracia
cuando el rey, una minoría o una mayoría gobiernan
para el conjunto. Estas serían las formas naturales. En
cambio hay tiranía, oligarquía o demagogia cuando
un tirano, una minoría o una mayoría gobiernan para
sí mismos. Estas serían las formas
desnaturalizadas.

Los factores que conducen a la desnaturalización
del estado, a su proceder éticamente negativo, inmoral,
ilegítimo e ilegal son principalmente: a) el economicismo,
b) la tentación del poder absoluto y c) la pérdida
de un orden político.

a) Este tipo de corrupción se da siempre que el
dinero ocupa un lugar preferencial en la escala de valores de una
sociedad. Y lo cierto es que así parecen estar hoy las
cosas en la mayoría de los países. Lo común
es que un funcionario viole sus deberes de lealtad al pueblo por
alguna condición económica, es decir, porque hay
dinero de por medio.

Max Weber distinguió entre los políticos
que viven para la política y los que viven de la
política
. En el último caso, la
ambición política deja de valer por sí misma
y se rebaja al nivel de un valor instrumental al servicio del
enriquecimiento.

A fines del siglo XIX, Leandro Alem sostenía:
"… el interés material será para un pueblo de
mercaderes, no para el nuestro…", "…no conviene materializar
las sociedades, aflojando los resortes morales de su
espíritu…", "… Se nos quiere halagar con las promesas
de engrandecimiento material. Yo prefiero, porque lo considero
más digno de una sociedad como de un individuo, vivir con
menos lujo y con menos pompa, siempre que me dirija yo mismo.
Prefiero una vida modesta, autónoma, a una vida
esplendorosa sometida a tutelaje…".

b) Todo poder tiende a corromper; el poder absoluto
corrompe absolutamente. Alguien que carece de una sensibilidad
moral excepcional, y que no es sino una persona ordinaria,
común y corriente, puede sucumbir frente a la
tentación extraordinaria que surge de las inmensas
posibilidades del poder, a menos que se la limite y se la
controle. Expresaría Elpidio González: "… El
radicalismo es una fuerza principista. Para la Unión
Cívica Radical los gobiernos son medios de servir al
país y no fines
…".

c) Bajo cualquier sistema político existe un
orden político natural al cual la acción
política debe sujetarse en aras de la estabilidad y el
bienestar de la nación. El orden político es la
única posibilidad de trabajar por el bien común. Su
contraparte, el desorden político, implica el desquicio
general de las funciones sociales, de modo que nadie trabaja en
lo que le compete. Diría Dante: "Siempre la
confusión de la persona es principio del mal de la
ciudad
".

Podemos, lógicamente, reducir los tres factores
de desnaturalización del estado, anteriormente
mencionados, a un solo eje fundamental: la conducta. Según
el diccionario de la lengua española, conducta, entre
otras acepciones, es la manera con que los hombres gobiernan su
vida y rigen sus acciones. Como ya sabemos, el hombre es un ser
libre, capaz de autodeterminarse y que actúa según
una elección. También dijimos que la ética
esta compuesta por la moral, el derecho y los convencionalismos
sociales.

Por lo tanto una conducta será éticamente
positiva siempre que el hombre encamine su vida conforme a las
costumbres sociales y normas jurídicas vigentes, y cuyos
principios morales, que por naturaleza indican qué es lo
bueno, no queden sólo en el campo de la abstracción
o el conocimiento, sino que los concrete mediante su observancia.
En resumen, será una conducta acorde a la ética
aquella conducta virtuosa
. La virtud es la disposición
constante del alma a conducirse de acuerdo al bien y a evitar
rigurosamente el mal. Las virtudes que hacen ética a una
conducta, y que son además indispensables en un estado
democrático, son las siguientes:

  • Austeridad: consiste en llevar una vida
    modesta y de probada honradez.

  • Veracidad: virtud que nos conduce siempre a
    manifestar lo que creemos o pensamos.

  • Lealtad: nos obliga a ser fieles y
    rigurosos en el cumplimiento de los compromisos y
    obligaciones, en la correspondencia de afectos,
    etc.

  • Tolerancia: respeto y consideración
    de las opiniones ajenas. No es aprobar el error, sino
    simplemente, la capacidad de convivir con lo
    diferente.

  • Espíritu de Trabajo:
    Inclinación a realizar con entusiasmo y eficacia los
    labores que se emprenden.

  • Perseverancia: firmeza en los
    propósitos o en la prosecución de algo que se
    ha comenzado.

  • Caridad o Fraternidad: consiste en
    considerar a nuestros semejantes como hermanos. Es el amor al
    otro que se manifiesta mediante acciones de beneficencia y
    benevolencia.

  • Patriotismo: vínculo espiritual que
    nos une a la patria incondicionalmente. Se manifiesta
    sirviendo con amor y abnegación, alentando los ideales
    de la nación, reverenciando sus glorias, amando su
    tradición y respetando sus símbolos.

  • Abnegación: es un sentimiento que
    nos mueve a dejar de lado nuestros propios afectos o
    intereses en servicio de la patria, para el bien de la
    comunidad en general, para el bien del otro.

Es fácilmente entendible entonces que los tres
factores de desnaturalización del estado tienen su semilla
o su fundamento en una conducta éticamente negativa: en el
materialismo, en la mentira, la deslealtad, la intolerancia, el
egoísmo, en la carencia de patriotismo, etc.

Válida es la ocasión de mencionar, sin
entrar en detalles, lo que la Unión Cívica Radical
mantiene doctrinalmente como filosofía de conducta. El
radicalismo cree que el fin no justifica los medios, y que los
altos fines sólo se alcanzan cuando los medios son
adecuados a su altura. Colócanse así los medios en
el plano del deber constante e inmediato, y surge la
filosofía realmente creadora de conducta, que es unidad
e interacción entre el esfuerzo moral-personal y el
político o social que lo incluye.
Esta
filosofía radical de la conducta es la única que
podrá
reintegrar al hombre-espíritu y
salvar a la humanidad del posible desastre de los
siglos.

Krause, filósofo de gran influencia sobre la
doctrina radical, sostenía que la ley moral lleva
implícita la libertad y el orden, siendo su máxima
de conducta más difundida: "Haz el bien por el bien
mismo
".

Plenitud, es una totalidad, integridad. Observaremos
entonces como esta filosofía es el camino para alcanzar la
plenitud del hombre, quien vive en sociedad para alcanzarla,
configurándola al nivel de un bien común, principio
y fin de la existencia de la política.

La historia de nuestro país muestra como,
buscando lo mejor para la concreción de un mejor estilo de
vida al servicio de la consecución del bienestar
común, se han obtenido, en un proceso que comienza el
siglo pasado y que aún no termina, la emancipación
y la independencia, la democracia y la libertad. Pero aún
no hemos concluido, la igualdad y el federalismo verdadero son
tareas pendientes.

Nuestro partido se fundamentó sobre dos grandes
bases. Una es considerar la política como una
concepción ética de la vida. La otra afirmar el
federalismo como la forma institucional de la vida
autónoma argentina, de la libertad ciudadana y de la
soberanía de la nación. Nuestras luchas
anteriores a veces nos han hecho suponer que somos el partido de
la libertad y nada más, si así fuera ya
hubiéramos agotado nuestra razón de existir…
tenemos libertad en la Argentina, pero falta tanto, …queremos
concretar al mismo tiempo la libertad y la
igualdad.(3)

Para concluir, me parece oportuno destacar que la
pérdida del camino ético de la política, no
es más que el reflejo de una sociedad que también
lo ha perdido. Al fin y al cabo, los hombres de la
política, forman parte de la sociedad a la cual
representan y dirigen.

Es increíble cómo la indiferencia
individualista ha llegado a atrofiar nuestros más
profundos sentimientos, cómo nos ha llevado el
egocentrismo a disimular y a enceguecernos frente a aquellas
personas que necesitan y suplican de una mano que las ayude, que
les sirva de guía. Es tal la ausencia de solidaridad que
se presenta, que hemos llegado al extremo de la
extranjería total, mientras, hermanos nuestros mueren
frente a nuestros ojos.

Es imposible pensar que en sociedades corruptas y
desnaturalizadas, que no saben de donde vienen ni adonde van, que
han olvidado su pasado y no tienen visión de futuro, en
donde la hermandad es una palabra cada día más en
desuso ya que cada cual busca sobreponerse al prójimo en
vez de mancomunadamente buscar lo mejor para todos, pueda surgir
una minoría dirigente inmune a tal peligrosa enfermedad
como lo es la corrupción, la extranjería y lo peor
de todo, la indiferencia.

Pero también es cierto que la clase dirigente,
que en realidad no es "clase" sino minoría, es la
encargada de dirigir y de dar el ejemplo a la comunidad y que por
lo tanto, tiene una mayor responsabilidad. Dirigir significa
enderezar, llevar rectamente una cosa hacia un lugar
señalado.

Creo que los argentinos, ya hemos "tocado fondo", hemos
sido fiel imitación de la sociedad anteriormente
descripta. Ahora hace falta un cambio rotundo de mentalidad ya
que es lo único que nos permitirá "salir nuevamente
a flote". Y todo indica que la tierra ya está lo
suficientemente abonada para comenzar a sembrar ese cambio, para
comenzar a sembrar futuro. Afortunadamente nuestro país de
a poco está madurando, está creciendo junto a la
democracia, ha "aprehendido" su dolor y ha aprendido de
él. El argentino ya no quiere limosnas ni favores, quiere
trabajar; el argentino de hoy tiene sed de justicia, se ha
fortalecido en la vida democrática, exige respuestas de
sus representantes, responde a la verdad y condena la
inmoralidad.

La falta de ética en todos los ámbitos es
un problema de fondo. Tenemos que tomar conciencia de que somos
muchos, pero que conformamos uno solo, nuestro país,
nuestra Argentina. Tenemos que replantearnos quienes somos, a
donde vamos y a donde queremos llegar. Sobre la experiencia del
pasado, los valores de aquellos que forjaron la libertad y la
democracia, deberemos empezar de nuevo, pero con los ojos puestos
en el futuro.

 

 

Autor:

CCB Guaicaipuro

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter