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Política y religión en Guatemala y el mundo (página 2)



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2. En términos del pensamiento, el fin de las
ideologías tuvo su impacto fundamental en las
universidades del mundo, proscribiendo los textos marxistas de su
pensa de estudios(el caso típico lo
constituye la misma UNAM en México, de carácter
estatal, la de mayor tamaño en América Latina), y
en las instituciones de investigación social, modificando
el lenguaje hacia uno ideal que no incluyera los términos
de las clases sociales y, en general, cualquier análisis
que pudiera identificarse con la matriz marxista de la lucha de
clases.

Para los cientistas sociales la disyuntiva
consistió en abandonar dichas matrices o arriesgar el
financiamiento y difusión de sus investigaciones.
Así mismo el quedar afuera o no participar de la
dirección de sus instituciones. Como hemos visto, la
disyuntiva no fue muy difícil para la gran mayoría.
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO, puede
tipificar este hecho. En esos mismos términos del
pensamiento, adquirió la categoría de
científica la noción positivista del mundo: No es
científico todo aquello que provenga de la subjetividad.
Sin embargo, el positivismo concreto del nuevo mundo está
constituido de subjetividad. La subjetividad como tal es
justamente la dimensión humana de la sociedad que es
hipócritamente negada en los llamados círculos
académicos. Ya desde finales del siglo XIX, la escuela de
Frankfort había proclamado esta situación de la
izquierda que, con la bandera del marxismo caía en la
trampa del positivismo.

3. En el ámbito político los estragos
fueron más evidentes, la carrera emprendida por los
políticos tradicionales consistió en competir por
llegar al centro de sus espectros lo más
rápidamente posible. El renacimiento de una
socialdemocracia formal no se hizo esperar demasiado, aun cuando
en el fondo se impulsaban mayormente las posiciones hacia la
derecha. Pero la izquierda, ni lenta ni perezosa
radicalizó más su discurso, derechizando su
práctica. De aquí el aparecimiento de corrientes
denominadas genéricamente como populistas.

De su parte, la derecha no tenía mayores
complicaciones, ya que en el panorama aparecía una derrota
del socialismo pero no el declive del capitalismo. Su discurso se
suavizó un poco porque no tenían enemigo enfrente
que liquidar, como en el escenario de la guerra fría. Les
pareció que en el nuevo mundo alcanzado, sin
ideologías, no valía la pena ser radicales puesto
que se había aceptado que el mejor desarrollo posible
provenía del sistema capitalista. Y sus disputas internas
podían resolverse de otra manera. En Guatemala, desde 1986
se había probado que el mejor camino al poder
político lo constituía, la ausencia de los llamados
radicalismos, triunfando en los comicios el partido
demócrata cristiano que anunciaba en su mismo nombre su
posición y su fe religiosa.

Posteriormente se constituyó francamente el
partido Unión del Centro Nacional, que proclamaba a los
cuatro vientos su distancia de las ideologías.

4. Lo más adecuado, ahora, era dividir el mundo
no entre socialistas y capitalistas como se debatía en el
siglo XX, sino entre buenos y malos. Por supuesto que los viejos
ideólogos capitalistas se transformaban en los buenos y
los caducos ideólogos socialistas devenían en los
malos.

Los gobiernos de Europa contribuyeron de manera
eficiente al degradar a los partidos políticos de
América Latina, considerándolos innecesarios y
sustituyéndolos por las llamadas organizaciones de la
sociedad civil, constituidas particularmente en
oeneges "organizaciones no gubernamentales", sin
control financiero alguno, al servicio de las oligarquías
locales pero autonombrándose defensoras del pueblo, y que
se encargaron de realizar trabajos de mediatización
sectorial asistencialista para desacreditar a los partidos
políticos, a los que se les impidió todo tipo de
financiamiento externo y cuyo financiamiento interno
dependió de su fidelidad al sistema concentrador y
excluyente, así como para ocupar los espacios de
representación mediática sin someterse a
ningún tipo de elección sino dependiendo de la
discreción de los grupos empresariales dominantes,
dueños de los medios de comunicación masiva,
concebidos como voceros del statu quo económico
antes que como vehículos de las diversas expresiones del
pensamiento. Y esto resulto fácil, bastó con no dar
espacio al pensamiento que ponía lo social como base de
sus elaboraciones y no dar espacio a las ideas que siguieron
considerando al Estado como el único capaz de buscar el
equilibrio de la sociedad en el disfrute de de su
trabajo..

5. Visto desde otro ángulo, el fin de las
ideologías nos devolvía al pensamiento primigenio
existente antes de, Maquiavelo, los socialistas utópicos y
Marx, incluso de antes de Rousseau, y esas eran justamente las
ideologías de la fe, la religión. Entonces, para el
siglo XXI lo que quedaba en discusión era a que
religión nos adheríamos, ¿en donde se
encontraba el bien?, y ¿a cuál rechazábamos
o debíamos rechazar?, obviamente en la que se encontraba
el mal. ¿Quiénes eran los seguidores de Dios y
quienes los seguidores del diablo? Por supuesto, los de mi
religión
eran los buenos y los de la
religión contraria
constituían la
maldad.

Si no fuera porque la izquierda cayó en la trampa
tendida por la derecha, sería fácil decir que los
ideólogos de la derecha antigua constituían el
círculo del bien y que los ideólogos de la
izquierda, también antiguos, constituían la maldad.
Pero hete aquí que también la izquierda
dividió el mundo en buenos y malos y procuró seguir
un catalogo internacional que señalaba de antemano quienes
eran los malos y quienes los buenos.

Hugo Chávez, en la sede de las Naciones Unidas,
antes de pronunciar su discurso, señaló que el
lugar olía a azufre porque recién lo había
ocupado George Bush. Lo importante de su tipificación no
era la bandera del capital financiero de la apología de
Bush, sino su procedencia desde el mal. Fidel Castro, en sus
reflexiones, que se leen en todo el mundo y que nunca faltan en
los escritorios de quienes desean contar con su probada
sapiencia, dejó de mencionar centralmente a las
estructuras socialistas y a Marx, cuyo origen judío
podría convertirse en un anatema para una izquierda que
debía condenarlos, de acuerdo al nuevo catecismo de la
izquierda, dejó de analizar la situación social de
Israel, su organización política y social interna,
para centrarse en el tema de quienes debían ocupar
históricamente el territorio donde se asienta ese Estado,
quienes actuaban con bondad y justicia y quienes encarnaban la
maldad y la injusticia. No se refiere en ningún momento a
que quizás Israel sea de los pocos países del mundo
que desarrolla un régimen político de corte
socialista. Eso ya no es importante, lo importante es si en el
prontuario de izquierda aparece catalogado dentro de los malos o
dentro de los buenos. Por cierto que en el mundo desideologizado
de hoy, se discute de nuevo sobre el tema de la responsabilidad
histórica de los judíos en la muerte de
Jesús.

De otra parte, Corea del Norte está dentro de los
malos para USA porque atacó una embarcación de su
aliado de Corea del sur. Para Fidel Castro ese país es de
los buenos porque le tendieron una trampa y realizaron un acto de
provocación los coreanos del sur y los Estados
Unidos.

Ese incidente para Fidel no es nada (hubo 49 muertos)
pero si es grave el ataque realizado por el gobierno de Israel a
una nave de ayuda humanitaria que llevaba además material
bélico para Hamas, donde murieron 9 activistas turcos. De
paso, llama la atención que los izquierdistas de Grecia
culpen a Turquía y USA del descalabro
económico-financiero que padecen, y los activistas de
izquierda turcos culpen a Israel y USA de impedir la ayuda
promovida por Turquía para apoyar a Palestina.

Por primera vez, que yo sepa, Fidel infla el
número de muertos (habla de más de 20) y no se
refiere a que fueron turcos y no palestinos. Por primera vez, que
yo sepa, obvia la agresión de la tripulación de la
nave a los soldados que intentaron detenerlos, sin referirse a lo
que constituye un acto de provocación. Lo
paradójico es que ningún gobierno de izquierda
condenó el asesinato, ocurrido esos mismos días, de
migrantes mexicanos en su frontera con San Diego, USA, ni los
cientos de asesinatos ocurridos por intentar llegar a ese
territorio y menos planteó la ruptura de relaciones por
ese hecho.

Tampoco han condenado el mayor desastre ecológico
de que se tiene noticia en el Golfo de México por el
gigantesco derrame petrolero causado por la British Petroleum y
que pone en riesgo no solo las especies de vida marinas sino la
vida humana misma.. Nicaragua si rompió relaciones con
Israel. Y es que cualquiera sea la actuación de USA en el
campo internacional, el prontuario de izquierda no tiene
contemplada la ruptura de sus relaciones diplomáticas. Es
más fácil y sin costo visible golpear a Israel que
enfrentarse directamente con el Imperio.

También existe abuso de autoridades mexicanas en
contra de migrantes centroamericanos a quienes también les
han causado la muerte en muchos casos, amén de vejaciones
que van desde el robo de sus ahorros y la violación de las
mujeres, así como abusos en contra de sus propios
connacionales indígenas mexicanos y el bloqueo de ayudas
humanitarias que han terminado con la represión y la
pérdida de vidas humanas, que no ameritan ninguna condena
de los gobiernos de izquierda porque no figuran en la
precalificación de acciones debidas a la maldad. Y porque
geopolíticamente no conviene pelearse con ese
País.

De su parte, la derecha ha institucionalizado a sus
oligarquías como las cúpulas de las que emana la
bondad. Su atesoramiento no proviene del despojo de los
nacionales, que en América se remonta a su descubrimiento
y colonización, sino de su arduo trabajo. Los pobres son
pobres, para ellos, por dos únicas razones: porque tienen
muchos hijos y porque son haraganes. De allí que, si
además no tienen ni moral ni religión ni buenas
costumbres, devienen en la delincuencia que hoy azota a toda la
América latina. La delincuencia, así, solo puede
manejarse con mano dura como asienta un militar que pretende la
presidencia de Guatemala: "La delincuencia no se incuba en
la pobreza sino en la maldad, quienes hablan de que se incuba en
la pobreza son malvados que quieren que renazca la lucha de
clases. El delincuente solo entiende con la represión, hay
que aumentar las fuerzas policiales, endurecer las penas y
construir más cárceles para que la sociedad decente
pueda vivir en paz
." Este pensamiento incluye para la
ideología de la derecha en Guatemala, según lo
manifiesta en los diversos blogs de que dispone en sus medios de
prensa, la posibilidad de que en las elecciones del 2012 no voten
los indígenas porque elegirían mal ya que son
analfabetas e ignorantes, para ellos el voto que decide quien
gobierna el país debería surgir solamente de los
centros urbanos donde hay pocos indígenas y la pobreza
puede ocultarse de alguna manera.

La frontera entre la delincuencia y la desigualdad
social se ha vuelto muy tenue. El combate al narcotráfico
se ha convertido en una guerra de aniquilación, en un
combate entre los malos y los buenos. Los malos no son un
resultado de la miseria creciente, provocada por la
concentración del producto en pocas manos, (algunos
países hasta pueden identificar familias), y la
exclusión generalizada del disfrute de los bienes
sociales, que, como señalamos, ha creado una espantosa
miseria particularmente en la América de origen
indolatino. Como ya señalamos también, estos
problemas sociales, para quienes dominan el mundo, no son el
resultado de los modelos excluyentes sino de la maldad, la
sobrepoblación y la haraganería, e
(hipócritamente sostenido, soto vocce), del
origen étnico inferior. Para ellos cualquiera otra forma
de ver los problemas de la delincuencia es ideología,
pensamiento atrasado y caduco.

6. Hay otros casos que representan gravemente el fin de
las ideologías. La unión europea y, en particular
España, han dejado de ser países colonizadores y
ahora son países que cooperan con los del tercer mundo. En
el caso de Guatemala, por ejemplo, nos ayudan con una empresa que
proporciona el fluido eléctrico. Desde luego que por sus
altos costos, la transfieren a la población a precios
más elevados que los que pagan el resto de los
países latinoamericanos. Para desarrollarnos necesitamos
inversión, por eso recibimos con los brazos abiertos las
inversiones en comunicaciones, en sociedades financieras y de
servicios, minería, particularmente inversiones
petroleras. No importa que sean servicios caros ni que destruyan
nuestro ya exiguo medio ambiente.

Los que se oponen son marxistas trasnochados. Pero
también nuestro problema, en el análisis que
realiza la unión europea, se debe a la carencia de
instituciones fuertes, por ello se hace necesaria la presencia de
un adelantado, representante de los arios, que
ponga orden, a la usanza de viejo imperio colonial de la realeza,
no importa si para fortalecer nuestras instituciones primero
tengan que destruir lo poco que queda en pie y no importa si
quien se encarga de otorgarnos nueva institucionalidad, comience
por colocarse por encima de los exiguos poderes del exiguo
Estado. Por cierto que ya se aprobó, de hecho, el delito
de hablar mal del comisionado de la Comisión Internacional
contra la impunidad en Guatemala,, CICIG, que cuenta con todo el
apoyo europeo, mismo que no se le dio a Baltasar Garzón
cuando pretendió juzgar a Franco y el franquismo por las
atrocidades cometidas durante su ocupación del
poder.

Lo que es bueno para los pueblos de indios no es bueno
para los pueblos cristianos. Está bien que se juzgue a
Pinochet, no es suyo, pero está mal que se juzgue a
Franco. Por cierto que en la calificación referente a los
estados fallidos en el mundo (mediante investigación
realizada por el Fondo para la Paz, en su informe Failed
States Índex
2009 y 2010), durante la presencia
de la CICIG, Guatemala aumento tres puntos su riesgo de Estado
fallido y, en los componentes de ese Estado fallido los grupos de
poder que lo vulneran incrementaron su presencia. Curiosamente,
aumentó la relación entre la oligarquía y la
delincuencia organizada y, con ello la concentración del
ingreso.

La ley actual no escrita, en Guatemala, que penaliza
hablar mal del comisionado español, recuerda en Guatemala
la ley, si escrita, que penaba con la cárcel hablar mal
del presidente en la época de dictador criollo Jorge
Ubico(1931-1944). Pero, en contrario, hablar mal del gobierno y
del Presidente en particular y del Estado en general es una
práctica que continuamente se estimula por medio de
periódicos que, como señalamos, son propiedad de la
oligarquía dominante. Los blogs abiertos por los diarios
enumeran principios de participación que no cumplen cuando
se trata de atacar al gobierno y con él al Estado. Se
dejan pasar los insultos y las calumnias y hasta groseras
llamadas a defenestra al presidente justificando un golpe de
Estado al estilo hondureño.

La libertad de la prensa en Guatemala es intocable, pero
no es intocable la libre emisión del pensamiento, como
vemos. Hay pues diferencia entre la libertad de la prensa, para
desprestigiar al gobierno y a las instituciones del Estado, pero
no para expresar opiniones en contra de la oligarquía a la
que hoy se suman la resurrección de las costumbres del
imperio colonial. Es sintomático darse cuenta que el
personaje que dispone de más riqueza material en el
país, dirija y sea dueño de un noticiero televisivo
que protagoniza el mayor diferendo con el gobernante actual de
Guatemala a través de emisiones que son reproducidas por
la prensa sui generis del País. Estos, como ya lo
habrá notado el lector, son los buenos de ahora en mi
país. Los buenos y los malos me parece que ya fueron
identificados, particularmente en los dos últimos
años de 2009 y 2010, dependiendo de su posición
ante lo que se considera bueno o malo.

Y este ha sido en síntesis el transcurrir de las
ideologías en los últimos 200 años:
comenzamos discutiendo si el Estado era una extensión del
poder divino, la religión, o se separaba de él,
particularmente en el pensamiento de Maquiavelo, su
extensión era la predominancia o no del rey como
representante de Dios a través de la Iglesia, con su
vertiente económica del latifundio y los asideros
políticos del conservadurismo, pasamos, inmediatamente
después de Rousseau al antagonismo entre capitalismo o
socialismo y a la batalla inmediata entre comunismo y
anticomunismo. Al interior del socialismo se debatió entre
el socialismo democrático o la dictadura socialista,
particularmente en el pensamiento de Lenin y la Escuela de
Frankfort. Seguimos, después de la guerra fría, a
la disputa entre Mercado y Estado, en el interior del primero, la
lucha que se da en USA particularmente, entre capital financiero
y capital productivo, y ya entrado el siglo XXI, llegamos de
vuelta al fondo religioso de todo lo anterior, permeado por lo
bueno y lo malo, los debates son sobre quien posee lo bueno y con
ello la verdad y quien es portador de lo malo y con ello el falso
conocimiento del mundo. Como esto constituye un acto de fe,
nuestro mundo vuelve, pues, a ser un mundo religioso.

 

 

Autor:

Dr. Carlos Enrique López
García

Partes: 1, 2
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