Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La psicología medica en la medicina (página 2)



Partes: 1, 2

Sin embargo, la decisión de las personas de
comportarse de un modo saludable y el mantenimiento de estas
conductas, está relacionada con múltiples factores
donde se interrelaciona el contexto ambiental con variables
personales. Uno de los marcos conceptuales más ampliamente
reconocidos, ha sido la elaboración de los Modelos de
Creencias de Salud, como el de Rosenstok y otros, a partir de los
cuales se explica la conducta saludable como una función
del vínculo entre la amenaza percibida de la enfermedad y
los beneficios esperados con la conducta recomendada, las
barreras percibidas y las acciones o estrategias desplegadas para
activar la disposición a actuar.3 

También se ha hecho énfasis en el papel de
los factores cognitivos, por ejemplo, la Teoría de la
acción razonada supone que las personas hacen un uso
racional de la información que poseen y que llevar a cabo
un comportamiento depende de las creencias comportamentales y
normativas que posee el individuo que le permiten hacer una
evaluación positiva o negativa de la conveniencia de la
conducta.4 La Teoría de la Acción Social
subraya el papel de los guiones sociales y de los aprendidos en
la familia, la relación con los amigos y otros sistemas de
relaciones.5 

Se ha trabajado en la búsqueda de una
integración conceptual, al considerar los modelos de
aprendizaje, los factores sociales y factores cognitivos
(creencias) como determinantes fundamentales del estilo de vida
saludable y las claves posibles para el análisis funcional
de la conducta preventiva o promotora de salud.5 Este
panorama no ofrece aún respuestas acabadas pero sí
el intento de búsqueda, de modelos explicativos que
permitan elaborar estrategias de promoción de salud
científicamente fundamentadas. 

Otra vertiente muy discutida es la que se refiere a los
modelos salutogénicos, que sustentan la tendencia a la
salud a partir de la elaboración de recursos personales
que se convierten en inmunógenos psicológicos, que
permiten desarrollar estilos de vida minimizadores del
estrés y el desarrollo de competencias para enfrentarse de
una manera activa y positiva a situaciones de la vida, con
inclusión de la propia enfermedad. Entre estos se
encuentra el Modelo de Resistencia Personal, el de Sentido de
Coherencia, el Modelo del Optimismo y el novedoso Concepto de
Resiliencia. 

Entre los factores psicológicos de riesgo para la
aparición de enfermedades, el más estudiado por su
importancia, ha sido la acción del estrés. Para
acercarse a su explicación, se han elaborado varios
modelos de estrés que pueden resumirse en 3
enfoques:6 El enfoque del estrés como respuesta a
estímulos agresores del medio ambiente (papel de eventos
vitales), la concepción del estrés como respuesta
psicobiológica del organismo, que ha permitido establecer
vínculos entre los acontecimientos vitales y determinadas
respuestas psiconeuroendocrinas e inmunológicas y los
modelos transaccionales del estrés, que conciben el
estrés como un tipo particular de interacción entre
el individuo y su entorno y otorgan un papel protagónico a
los afrontamientos7y a las emociones, como estados
psíquicos en los que se fija el estrés. El enfoque,
donde se reconoce el papel de las emociones en el proceso de
estrés, ha sido ampliado con investigaciones realizadas en
nuestro país.6 

Los estudios del estrés como respuesta
psicobiológica del organismo han permitido desarrollar una
prometedora rama de la medicina integrada: la
psiconeuroinmunología. Los datos empíricos han
conducido a su rápido desarrollo en los países
occidentales, y definen esta como el estudio de la
interacción entre el sistema nervioso central como
mediador de procesos tanto psicológicos como
biológicos con el sistema inmunitario, responsable no
sólo de la resistencia a la enfermedad, sino
también de otras funciones
biorreguladoras.8 

La Psiconeuroinmunología ha demostrado en el
transcurso de su evolución, la posibilidad de que el
sistema inmune esté mediado por factores
psicológicos.9 Ofrece estudiar y explicar la creencia
común de que la personalidad y las emociones ejercen
alguna influencia sobre la salud, posee además el
potencial para desarrollar intervenciones psicológicas que
puedan mejorar la inmunidad y por consiguiente modificar la
predisposición al inicio y el progreso de las enfermedades
tanto infecciosas como de tipo
cronicodegenerativas. 

Las investigaciones realizadas hasta la fecha permiten
afirmar que variables psicológicas son capaces de influir
en el sistema inmunitario fortaleciéndolo o
debilitándolo y afectando a través de esta
vía la salud. Existen numerosas evidencias que demuestran
como las situaciones estresantes influyen en el sistema nervioso
y pueden llevar a una supresión de la función
inmune.10 Un ejemplo clave es el poderoso impacto de las
hormonas que se liberan con el estrés. Mientras estas
hormonas aumentan en todo el organismo, la función de las
células inmunológicas se ve obstaculizada,
así el estrés anula la resistencia
inmunológica, al menos de una forma pasajera, pero si el
estrés es constante e intenso esta anulación puede
volverse duradera. 

No menos importante resulta el estudio del papel de la
personalidad y la propensión a enfermar. Los reportes de
investigaciones apuntan más hacia resultados que avalan la
función de las emociones, las cogniciones o los
comportamientos de manera aislada. Sin embargo, aunque no se ha
investigado siempre la influencia de la personalidad como un
todo, sí es importante tener en cuenta el papel de
diversos factores personales que hacen pasar de la salud a la
enfermedad. 

Se han estudiado variables emocionales como ansiedad,
depresión, hostilidad, ira, agresividad y se evidencia que
estas constituyen factores predisponentes al destres, facilitan
el rol de enfermo, los cambios en el sistema inmune, estimulan
conductas no saludables como tabaquismo, alcoholismo y así
se convierten en causa indirecta de cáncer y otras
enfermedades.6 Variables cognitivas como determinadas
cogniciones disfuncionales, pensamientos automáticos,
ideas irracionales desempeñan un papel importante en el
inicio y mantenimiento de trastornos emocionales, que a su vez
tienen la repercusión antes descrita.11 Otras
cuestiones relacionadas con el comportamiento, tales como
hábitos alimentarios inadecuados, cuidado e higiene dental
o la preocupación por la apariencia física, tienen
un sentido psicológico determinado para el individuo y se
reconoce su condición de factores de riesgo para la
enfermedad. 

A pesar de muchos criterios escépticos, las
pruebas de la importancia clínica de las emociones han ido
aumentando considerablemente. Se descubrió que las
personas que experimentan ansiedad crónica, prolongados
períodos de tristeza y pesimismo, tensión continua
u hostilidad, cinismo o suspicacia incesante, tienen el doble de
riesgo de contraer una enfermedad, incluidas el asma, artritis,
dolores de cabeza, úlceras pépticas y problemas
cardíacos.10 Esta magnitud hace pensar que las
emociones perturbadoras sean un factor de riesgo tan
dañino como el hábito de fumar o el colesterol
elevado, en otras palabras, una importante amenaza a la
salud. 

La ira parece ser la emoción que más
daño causa al corazón, pues cada episodio de ira le
añade una tensión adicional, y aumenta el ritmo
cardíaco y la presión sanguínea. Una vez que
se desarrolla la enfermedad cardíaca, la ira es
especialmente letal para aquellos que ya la padecen. Estudios de
seguimiento durante varios años, realizados con personas
que han sufrido un primer ataque cardíaco, demostró
que los que se enfurecen fácilmente tenían 3 veces
más probabilidades de morir por paro cardíaco, que
los temperamentos más serenos.10 

La ansiedad es tal vez la emoción con mayor peso
como prueba científica, al relacionarla con el inicio de
la enfermedad y el desarrollo de la recuperación. Cuando
la ansiedad ayuda a la preparación para enfrentarnos a
alguna situación importante, esta es positiva; pero en la
vida moderna es frecuente que la ansiedad sea desproporcionada y
se relacione con niveles elevados de estrés. Pruebas
evidentes del impacto sobre la salud de la ansiedad han surgido
de estudios en enfermedades infecciosas, como resfríos,
gripes y herpes, donde la resistencia inmunológica de la
persona se debilita, permite la entrada del virus y el inicio de
la enfermedad.10 

Por otra parte, se reconoce el papel que juega la
depresión, sobre todo en el empeoramiento de una
enfermedad, una vez que esta ha comenzado. Parece tener un riesgo
especialmente grave, para los pacientes supervivientes de ataques
cardíacos, complica la recuperación de
intervenciones quirúrgicas y aumenta el riesgo de muerte
en personas con trasplantes. 

Al igual que la depresión, se han estudiado los
costos médicos de la visión mental de la vida
pesimista u optimista, así en una investigación con
122 hombres que tuvieron su primer ataque cardíaco, se
evaluó su grado de optimismo o pesimismo. Ocho años
más tarde, de los 25 hombres más pesimistas, 21
habían muerto; de los 25 más optimistas sólo
6 fallecieron.10 En estos casos, la visión de la vida
resultó ser un mejor pronosticador de la supervivencia que
cualquier otro factor de riesgo. 

De estos resultados se puede inferir, los beneficios
médicos de los sentimientos y las emociones positivas, las
ventajas de la percepción optimista y esperanzadora de la
existencia, a lo que se une el valor de las relaciones personales
como fuentes para compartir los sentimientos íntimos,
mantener estrechos contactos afectivos y encontrar apoyo
emocional y material. Estas son aristas de la intervención
psicológica en individuos supuestamente sanos, con vistas
a reducir los efectos nocivos del estrés y contribuir al
mantenimiento de la salud, así como a la prevención
y la recuperación de las enfermedades. 

Existe un momento muy particular, cuando la enfermedad
no presenta síntomas visibles y se aplican programas para
detectarla. Ej. VIH, cáncer de mama o útero en
estadios muy tempranos. En estos programas es importante
intervenir con respecto a los costos psicológicos de la
participación de la población, por el estrés
que provoca la espera de los resultados y el malestar
físico y emocional ante los procedimientos. También
el riesgo de los falsos positivos con su secuela de miedos y
ansiedades durante años y la desconfianza en los servicios
de salud. En este sentido se trabaja en la labor publicitaria de
los programas, al buscar vías adecuadas para promover las
conductas preventivas. 

La aparición de los síntomas estimula la
búsqueda de ayuda médica y se han investigado los
factores que pueden desencadenarla: una crisis interpersonal que
sirve para llamar la atención, los síntomas son
vistos como signos previos de enfermedades graves que son
amenazantes por su naturaleza (ejemplo dolor) o estos amenazan
una actividad social importante. Sin embargo, el intervalo de
tiempo que media entre el inicio de los síntomas y la
decisión del paciente de buscar ayuda médica es
variable. 

En este proceso inciden factores
sociopsicológicos de diferente tipo: valores y creencias
individuales y familiares, diferencias economicosociales,
situación social concreta en la que aparecen los
síntomas, diferencia de sexos y edades, pero muy
importantes resultan los problemas psicológicos
relacionados con la percepción de la enfermedad, como las
atribuciones y los estigmas. 

Las atribuciones de grupos poblacionales e individuales
con respecto a la salud y a formas específicas de
enfermedad, constituyen las llamadas representaciones sociales de
las enfermedades. Estas variables psicosociales mediatizan el
proceso de búsqueda de ayuda médica. Por ejemplo,
las atribuciones acerca del lugar del control (interno o externo)
favorecen o no este proceso. 

En resumen, todas las enfermedades poseen un conjunto de
atributos formados a partir de las interacciones sociales que
contienen juicios acerca de la relevancia de los síntomas,
la frecuencia de aparición, la visibilidad, el
carácter amenazante, y la reversibilidad. Algunos de ellos
profundamente desacreditantes, los llamados estigmas que fomentan
determinadas actitudes hacia los pacientes que las padecen e
imprimen particularidades a las relaciones interpersonales y
roles sociales de éstos.

Como ejemplo podemos citar las infecciones de
transmisión sexual, el SIDA, el cáncer, entre
otras. 

El tiempo de decisión con su carácter
individual y el proceso de evaluación clínica de
los síntomas, determinan que la enfermedad pueda
permanecer sintomática y sin un diagnóstico preciso
durante un tiempo; sin embargo, el desarrollo normal de su
evolución lleva al diagnóstico y el paso a otra
etapa. 

En el momento del diagnóstico se presentan los
problemas de su comunicación, en el marco de la
relación médico-paciente. Se han investigado
aspectos que se deben tener en cuenta, como las
características y biografía del paciente, sus
necesidades (cuánto y qué quiere saber acerca de su
enfermedad), si cuenta o no con apoyo social, si prefiere estar
solo o acompañado y se han formulado recomendaciones
prácticas, éticas y legales que le imprimen un
carácter eminentemente humano a este acto, sobre todo
cuando se tiene que manejar la comunicación de un
diagnóstico con pronóstico
desfavorable.12 

Una vez que se diagnostica la enfermedad se produce una
diferencia subjetiva entre esta y la forma que la percibe el que
la padece y el significado que le confiere. El significado
personal de la enfermedad influye en la respuesta emocional y las
conductas de afrontamiento a ella. Así, esta puede
percibirse como un fenómeno altamente estresante, como un
reto, una amenaza, una pérdida, un castigo o un beneficio
o alivio a responsabilidades, situaciones personales, etc. En
función de esto el paciente adopta su rol de enfermo. La
aceptación del hecho de estar enfermo, las consecuencias
del rol y los deberes de este, son aspectos psicológicos
muy importantes para la adaptación y ajuste a la
enfermedad, así como para la adherencia al
tratamiento. 

Ha sido interés sostenido en el área de
las ciencias de la salud investigar los móviles que llevan
a los pacientes a cumplimentar o no las prescripciones orientadas
por los terapeutas. Existen conductas que describen problemas en
la adherencia a los tratamientos: dificultades para su inicio,
suspensión prematura, cumplimiento incompleto o deficiente
de las indicaciones, que se expresan en errores de
omisión, de dosis, de tiempo, de propósito
(equivocación en el uso de uno u otro medicamento), la
ausencia a consulta e interconsultas, la ausencia de
modificación de hábitos y estilos de vida
necesarios para el mejoramiento de la enfermedad y con una
acentuada connotación se destaca la práctica de
automedicación.13,14 

Las dificultades en el cumplimiento de las indicaciones
médicas fueron descritas desde épocas tempranas en
la historia de la medicina. Hipócrates ya alertó
sobre la falta de fiabilidad de los informes de los pacientes
sobre la ejecución de los regímenes
terapéuticos prescritos, con el objetivo de evitar
recriminaciones de los médicos.13 

En la literatura médica se emplean
indistintamente 2 términos para referirse a este
fenómeno: uno es cumplimiento y el otro adherencia. Se
define el cumplimiento como el proceso a través del cual
el paciente lleva a cabo adecuadamente las indicaciones del
terapeuta. Se considera que es la medida donde la conducta de una
persona, en término de toma de medicamentos, seguimiento
de dietas, o de realización de cambios de estilo de vida
coincide con el consejo médico o
sanitario. 

El término adherencia se entiende como una
implicación activa y colaboración voluntaria del
paciente en un desarrollo de comportamiento aceptado de mutuo
acuerdo, con el fin de producir un resultado terapéutico
deseado. Este último hace énfasis en los
componentes psicológicos, sobre todo volitivos del
paciente, que lo inducen a estructurar una conducta de
cumplimiento, por lo que es cada vez más frecuente su uso
en campo de la investigación sobre el
tema.13 

Se han señalado un conjunto de variables de
naturaleza social, psicológica, médica y gerencial,
como factores determinantes o influyentes en la conducta de
cumplimiento de los regímenes terapéuticos. Se
considera actualmente, que la combinación de algunos
factores o la aparición relacionada de ellos constituyen
variables que actúan como factores moduladores de la
adherencia, las que se integran en 4 grandes grupos referidos
a:13 -15

  • La naturaleza de la enfermedad.

  • Las características del régimen
    terapéutico.

  • Las características de la interacción
    del paciente con el profesional sanitario.

  • Aspectos psicosociales del paciente.

Relacionado con la naturaleza de la enfermedad se
destaca el papel del tipo de enfermedad: aguda o crónica,
así como la presencia de síntomas de dolor o
incomodidad, en la variación de las tasas de cumplimiento.
Se ha encontrado que las enfermedades agudas con síntomas
de dolor o incomodidad producen mayor tasa de cumplimiento,
mientras que las enfermedades crónicas y las
asintomáticas presentan las menores y que la gravedad no
incide en mayor o menor cumplimiento, si no que depende de la
percepción de gravedad que tenga el
paciente. 

En las características del régimen
terapéutico es necesario distinguir, la complejidad, la
duración y el tipo de tratamiento, si es curativo,
preventivo o rehabilitador. La adherencia disminuye a medida que
la terapia se alarga y que se producen tasas más altas en
las curativas y rehabilitadoras que en las preventivas.
También se destaca la eficacia del tratamiento, la que
tiene una relación obvia con el cumplimiento
terapéutico y funciona según el principio de
extinción; la relación costo-beneficio y la
presencia de efectos secundarios. Los regímenes
terapéuticos que provocan efectos secundarios provocan
disminución de las tasas de adherencia, pues estos pueden
llegar a ser más perturbadores que los síntomas
propios de la enfermedad. 

Con respecto a la interacción con el profesional
sanitario se destacan variables como la satisfacción del
paciente y las características de la comunicación
que establece con su médico. La satisfacción del
paciente consiste en un conjunto de evaluaciones de las
dimensiones del cuidado del profesional sanitario y es una
respuesta afectiva a esta, donde se distingue la
satisfacción específica y la global, la primera
determinada por la percepción de las
características específicas del profesional de
salud y la segunda es una apreciación más general
del proceso de interacción.15 Otro aspecto que se
debe tener en cuenta es la comunicación que permite que el
paciente pueda comprender la información que se le
está dando sobre la prescripción o
recomendación y constituye un primer paso para que la
acepte, la recuerde y la cumpla. 

El cuarto grupo de determinantes está constituido
por aspectos psicosociales del paciente. Se reconoce en primer
lugar las creencias del paciente asociadas a la percepción
de amenaza a la salud o consecuencias ocasionadas por una
enfermedad, a la estimación del riesgo de enfermarse, por
otro lado a la creencia de la persona de ser capaz de ejecutar la
respuesta necesaria y por último a la creencia de que la
respuesta será eficaz. 

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la
motivación del paciente por la salud, las
características de sus procesos cognitivos, especialmente
la memoria y de las redes de apoyo social con que cuenta para
incrementar la ejecución de las prescripciones. El apoyo
social puede contribuir a incrementar la ejecución de las
prescripciones terapéuticas, al animar al enfermo a
mantener el régimen médico y ejecutar las acciones
necesarias para volver a la vida normal. Este puede provenir de
la familia, los amigos o grupos de autoayuda. 

La adherencia terapéutica se ha estudiado en
diferentes grupos de pacientes, en tipos específicos de
enfermedades y en todos se evidencia el papel del
psicólogo como facilitador del desarrollo de la alianza
con el médico y la búsqueda de cooperación
del paciente.16,17 

Si el tratamiento es eficaz se logra la
recuperación; sin embargo, muchas veces no ocurre
así, la enfermedad continúa evolucionando y en
dependencia de la afección en cuestión, pasa a un
estado crónico. Una vertiente de trabajo muy importante ha
sido la calidad de vida del enfermo crónico, si tenemos en
cuenta las implicaciones biológicas, psicológicas y
socioeconómicas que esta tiene. 

Como resultante de la enfermedad puede aparecer una
deficiencia y posterior a esta una discapacidad. La discapacidad
se puede presentar en diferentes actividades: conducta,
comunicación, locomoción, cuidado personal. La
rehabilitación es el componente de la prevención
que se centra en la reducción o eliminación de una
discapacidad. Se impone el estudio psicológico de esta
esfera, especialmente la integración social, el apoyo
familiar y social al discapacitado, así como la
evaluación de los programas de rehabilitación en
todos sus componentes. 

Cuando todos los recursos terapéuticos han sido
agotados sin éxito, inevitablemente sobreviene la muerte.
La muerte es un proceso que por sí mismo es estresante y
tiene, igual que la vida, un condicionamiento
histórico-social muy importante. En las últimas
décadas ha ido surgiendo una nueva cultura que considera
necesario crear un arte humano de morir, que ayude al paciente
terminal a encarar la muerte de la mejor manera
posible.18 

La muerte forma parte del mismo proceso de
vivir, y constituye una situación límite,
íntimamente relacionada con la trayectoria personal,
biográfica y las actitudes que ante la vida se hayan
tenido. Estas actitudes marcarán las vivencias y
orientarán el comportamiento que se manifieste en la fase
terminal. Sin embargo, a nadie se le enseña a morir, ni en
la escuela, ni en el hogar; los padres no suelen hablar de la
muerte con sus hijos, ni los maestros, pero más grave es
que los médicos evitan hablar de ello con sus pacientes,
de esta forma parece que nuestra cultura ignora la muerte. En
ocasiones el propio moribundo inhibe y oculta sus propios
sentimientos al respecto. 

Generalmente no estamos preparados, ni como
profesionales, ni como personas, para afrontar la muerte; sin
embargo, el médico no debe nunca desatenderse de la
asistencia al enfermo terminal, así como tampoco debe
hacerlo la familia. Corresponde a la Psicología de la
Salud investigar y elaborar recomendaciones
científicamente fundamentadas, que permitan lograr
adecuadas estrategias de afrontamiento a la muerte en 3
direcciones:

– La manera como el equipo de salud afronta
la muerte del paciente terminal. - Los afrontamientos de los
familiares. - La manera como el paciente afronta su propia
muerte.

El equipo de salud debe desarrollar
actitudes caracterizadas por cierta proximidad interpersonal,
pero manteniendo un respetuoso distanciamiento, debe centrarse en
el enfermo y respetar la intimidad de este. Debe ayudarlo a
reorientar su marco existencial y enriquecerlo dentro de lo que
sea posible.18-19 

La familia debe prepararse para que no se
le deje solo con su sufrimiento y su atención vaya
encaminada a aumentar la calidad de vida y de la muerte del
paciente. Debe mostrar apoyo constante, que no es estar al lado
del enfermo, sino que este perciba el apoyo y se satisfagan sus
necesidades tanto físicas como psicológicas. Debe
ayudar al paciente a resolver asuntos pendientes, tanto
espirituales como materiales, a encontrar sentido a lo que
está ocurriendo, a buscar nuevos y esperanzadores
objetivos y de este modo reconciliarse con su
situación.18,19 

El paciente debe tener la posibilidad de vivir a
plenitud y con la máxima lucidez, si así lo desea,
la última etapa de su vida y esto lo va a lograr en buena
medida en dependencia del sentido que le haya dado a ella. Se
dice que el hombre muere según ha vivido. 

Se han descrito afrontamientos o estadios
psicológicos por los que pasan los enfermos antes de morir
(negación, aislamiento, sentimientos de ira, hostilidad,
resentimiento, negociación, regateo, depresión y
pena y, por último aceptación). Se debe permitir la
expresión de estos sentimientos y facilitarlos, darles
información siempre que la soliciten, dar apoyo afectivo,
ayudar a pensar mejor sobre lo que les preocupa, mostrar
paciencia y comprensión.19 

Normalidad y salud mental

En esto interviene la subjetividad, la formación
intelectual, la época, la cultura, los elementos
escolásticos, el contexto moral, el entorno social,
ETC

Normalidad: viene de norma, y norma es la regla
general sobre la manera como se debe actuar o hacer una cosa, es
lo que debido al uso o frecuencia no produce
extrañeza.

Un hombre normal es aquel que se encuentra adaptado a su
medio. También podemos decir que es aquel capaz de
convivir con sus congéneres y adaptarse a su entorno,
aún a pesar de sus problemas profundos.

Salud Mental: Aptitudes del psiquismo para
funcionar de modo armonioso, eficaz, agradable, ético y
estético, con manejo de las diferencias para afrontar con
flexibilidad situaciones difíciles. Para Sivadon y Duchene
existen condiciones positivas para definir la salud
mental:

  • La facultad de adaptación al ambiente y a las
    situaciones.

  • La capacidad de aprovechar lo agradable de la
    vida.

La diferencia entre normalidad y salud mental, es que la
primera estiba en un conjunto de normas conductuales aceptadas
socialmente y la segunda se refiere a problemas psicosociales, la
normalidad se puede apreciar desde el exterior, en la manera en
que el individuo se adapta al grupo, en cambio la salud mental es
individual y consiste en como la persona se siente. Se puede ser
normal y no tener salud mental, por ejemplo: una persona
integrada a un grupo (normal), pero se encuentra en un estado
depresivo.

Enfermedad: (C.Bernard) Es el resultado de los
intentos del organismo, aunque insuficientes para restablecer un
equilibrio mediante respuestas adaptativas a los agentes
ofensores.

Stress: (Carga o fuerza externa) La magnitud de
la fuerza externa y la capacidad del organismo para tolerar los
cambios que se suscitan eventualmente el restablecimiento del
equilibrio o bien su
ruptura. 

Medicina y ciencias de la
conducta

Las ciencias de la conducta son ciencias sociales, que
representan un campo de interés más limitado y
coherente que la totalidad de las ciencias sociales, por ello en
términos restringidos nos referiremos particularmente a la
antropología cultural, la sociología y la
psicología y su interés para la medicina, ciertas
áreas de estos campos se superponen de tal manera que las
fronteras de estas disciplinas desaparecen.

Antropología Cultural: La antropología,
como ciencia se encarga de estudiar y comprender al hombre en
todos los fenómenos que lo afectan, la rama cultural de
esta ciencia; Se encarga del estudio de las culturas humanas
dispersas por el mundo, y la manera en que ellas influyen entre
si al contactarse o combinarse. Esto es importante en la
medicina, si se desea saber lo que cabe esperar de un individuo
en la salud y en la enfermedad, para esto es necesario conocer en
que cultura fue educado y no a que grupo étnico pertenece.
Sin embargo, también se debe tomar en cuenta, el libre
albedrío y las circunstancias que rodean al individuo,
como condicionantes de su respuesta.

Sociología: Estudia la naturaleza y funciones de
la sociedad y sus influencias sobre nuestra vida, la
sociología plantea al médico la necesidad de
considerar al paciente no solo como un organismo enfermo, si no
como una personalidad y como miembro de una familia, con un sitio
en la comunidad

Psicología: Estudia el comportamiento y las
funciones mentales, analiza la forma en cómo es recibida
la información del mundo exterior y como es esta
transformada en conocimientos. El objeto de estudio de la
psicología puede enfocarse en distintas perspectivas,
quedan origen a disciplinas especiales, las principales son:

  • Psicología evolutiva; Estudia las
    manifestaciones de la conducta y el desarrollo de la
    personalidad a lo largo de la vida.

  • Psicología diferencial; Estudia lo que es
    propio de cada individuo y lo distingue de los
    demás.

  • Psicología patológica; Tiene por
    objeto de estudio de las conductas anormales, enfermedades
    mentales.

  • Psicología clínica; diagnostica y
    trata problemas emocionales y conductuales, y sus causas. En
    la práctica, son similares a los psiquiatras, solo que
    éstos pueden recetar medicamentos, los
    psicólogos no.

  • Psicología Escolar: Problemas
    pedagógicos y de consulta personal en niños y
    adolescentes en edad escolar, abarcando el entorno del
    niño (padres y maestros) centrándose en los
    logros escolares, la salud mental y la adaptación
    social.

  • Psicología Experimental: Estudia procesos
    psicológicos básicos, tales como la
    sensación, la percepción, el aprendizaje, la
    memoria, la emoción, ETC.

  • Psicología Fisiológica: Esta investiga
    las bases biológicas del comportamiento, especialmente
    el sistema nervioso y el sistema endocrino, las respuestas
    condicionadas que estimulan procesos
    fisiológicos.

  • Psicología Social: Estudia la manera en que
    impresionamos a otros y somos influenciados por ellos, de
    manera grupal o individual. 

Psicopatología y
Psiquiatría

Psicopatología: estudia las bases de la conducta
anormal, investiga las causas y procesos significativos en los
trastornos mentales y sus manifestaciones, su objetivo es
estudiar la evolución y transformación del
psiquismo humano, sin interesarse en la
terapéutica.

Psiquiatría: Estudia el origen, el
diagnóstico la prevención y el tratamiento de los
trastornos mentales y enfermedades de la psique.

Medicina y Psicología médica

La formación del profesional de la medicina, debe
prepararlo, para relacionarse con personas normales y afrontar y
comprender las infinita variedad de reacciones de los seres
humanos enfermos, entre los cuales un médico se
desenvolverá la mayor parte de su vida. De la actitud del
médico al relacionarse con el paciente, dependerá
la facilidad o dificultad para establecer un diagnóstico
exacto e instaurar la terapéutica adecuada.

La psicología médica trata de la
aplicación de los conocimientos y experiencias de la
psicología a todos los problemas de la medicina, esta rama
abarca los aspectos psicológicos de la actividad
profesional del médico, la relación
médico-paciente y la actitud del individuo o grupo, frente
a la enfermedad y otros factores como biografía personal o
familiar, expectativa de muerte, curación o
cronificación, situación y conflictos
vitales.

Funcionamiento
orgánico y procesos mentales

Monografias.com

El ser humano es el más complejo de los seres
vivos, esta complejidad se encarna en su organismo esencialmente
en su Sistema Nervioso y se manifiesta en su comportamiento. Los
fenómenos mentales se producen en el SNC, pensamos que en
nuestra cabeza esta el origen de nuestros recuerdos, pensamientos
e ideas; La anatomía comparada, la fisiología
experimental, la clínica psiquiátrica, la
anatomía patológica y la clínica
neurológica confirman estas ideas.

  • Mediante la anatomía comparada se demuestra
    que el humano es el animal que posee el SNC más
    desarrollado en la escala zoológica y por lo tanto sus
    fenómenos mentales son más
    complejos.

  • La fisiología experimental demuestra la
    relación entre los hechos psicológicos y el
    SNC, por ejemplo:

La actividad intelectual se acompaña del aumento
de los siguientes factores: consumo de glucosa, temperatura
craneana, consumo de Oxígeno, desprendimiento de
anhídrido carbónico, circulación
sanguínea cerebral.

  • Los estudios anatomo-patológicos y la
    clínica psiquiátrica explican que la
    insuficiencia del desarrollo cerebral produce siempre menor
    evolución intelectual. Ejemplo: La menigoencefalitis
    en la niñez, produce retardo mental por el proceso
    inflamatorio que lesiona células cerebrales e impide
    el desarrollo intelectual normal.

  • La clínica neurológica demuestra que
    ante una lesión cerebral, un individuo normal
    presentará disfunciones psíquicas.

  • El sistema Glandular Endocrino y las enfermedades
    orgánicas también tiene relación con el
    funcionamiento del sistema nervioso (y por lo tanto del
    comportamiento), las enfermedades de etiología y las
    enfermedades orgánicas influyen en las funciones
    mentales, pero también las funciones mentales pueden
    ayudar a diagnosticar las enfermedades
    orgánicas

  • La secreción hormonal en proporción
    correcta hace funcionar adecuadamente el organismo. La
    híper o hipo secreción hormonal pueden alterar
    todo el sistema nervioso y por lo tanto provocar
    perturbaciones y alteraciones de la personalidad. Ejemplo:
    hipotiroidismo en el niño: retardo en el desarrollo de
    las funciones intelectuales, hipotiroidismo en el adulto:
    Lentitud ideo-asociativa, el hipertiroidismo puede producir
    angustia acentuada que puede llevar a diagnósticos
    errados de índole psiquiátrico.

Endocrinología sexual, suprarrenal, ETC. (Ver
anexo, fig. 2.21)

Los procesos mentales son importantes para el
diagnóstico de una enfermedad orgánica, por ejemplo
el estado de conciencia indica la gravedad o mejoría de un
determinado estado patológico, si estando lúcida
una persona para al estado de coma, esto significa gravedad, si
es al contrario, significa mejoría. La memoria puede
ayudar a valorar la cronicidad en los
alcohólicos.

 Formación reticular: Vigilia –
Sueño, equilibrio.

Hipotálamo: Media entre cerebro y sistema
endocrino. "Es la fuente de los sentimientos y emociones"
Motivación.

Sistema límbico: Ira, Calma, Memoria.

Corteza cerebral: es el lugar donde pensamos, planeamos,
hablamos, escribimos, recordamos y evaluamos.

Cerebro:

  • Lóbulo Frontal: Planea, predice, juzga,
    Movimientos complejos.

  • Lóbulo Temporal: Aprendizaje, memoria,
    audición.

  • Lóbulos Parietales: Imagen corporal,
    percepción espacial y táctil.

  • Lóbulo Occipital: Visión.

  • Hemisferio Izquierdo: Lingüística,
    numérica y pensamiento analítico.

  • Hemisferio Derecho: Habilidades espaciales
    complejas, percepción de patrones y aspectos de
    ejecución artística y musical.

Enfoque
psicosomático de la medicina

La psicogénesis es un factor etiológico
tan importante como las bacterias, las toxinas y los traumatismos
en la aparición de las enfermedades; toda enfermedad puede
ser considerada como una enfermedad psíquica.

Según Grinker, la medicina psicosomática
es un enfoque que engloba la totalidad de los procesos integrados
entre los sistemas somático, psíquico, social y
cultural. Así sabemos entonces que Psicógeno son
los acontecimientos o dificultades ambientales que
desempeñan un papel importante en la génesis del
trastorno.

El funcionamiento holístico del hombre produce
diversos fenómenos que se sintetizan en las siguientes
situaciones:

  • Procesos inicialmente orgánicos pueden
    repercutir en la esfera psicológica. Por ejemplo,
    demencias seniles y preseniles, traumatismos
    craneoencefálicos, enfermedades endocrinas,
    cáncer, etc estas y otras enfermedades pueden influir
    en la esfera psicológica de una forma negativa como
    reacción al hecho de estar en enfermo o porque la
    misma enfermedad somática afecta al
    cerebro.

  • La aparición y evolución de la
    enfermedad somática puede ser inducida por lo
    psíquico. Está demostrado que los estados
    depresivos y las situaciones de tensión emocional
    prolongada producen disminución de la resistencia a
    los agentes patógenos de cualquier naturaleza. La
    respuesta inmunológica es baja y se pueden presentar
    los síntomas de enfermedades somáticas
    correspondientes. También es universalmente conocida
    la influencia del factor psicológico y ambiental en la
    evolución de las enfermedades orgánicas, un
    enfermo somático en un ambiente placentero y en
    condiciones psicológicas positivas responderá
    mejor al tratamiento y evolucionará más
    rápido hacia su curación, hechos contrario
    estimularán el agravamiento y la
    cronificación.

  • La aparición de la alteración
    orgánica de origen psicológico.

El modelo biopsicosocial es un modelo
participativo de salud y enfermedad que considera al individuo un
ser que participa de las esferas biológicas,
psicológicas y sociales.

El hombre como ser psicosocial.

Debido a que la conceptualización de salud
definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS),
detalla: "es el estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no tan solo la ausencia de enfermedad o
afección". El hombre debe ser considerado como un ente
biopsicosocial, pero para hacer esto primero se debe definir cada
uno de los términos que se encuentran en esta
afirmación:

  • Ente: se refiere a lo que existe o puede
    existir.

  • Bio: Significa vida.

  • Psico: Significa alma, mente o actividad
    mental.

  • Social: Perteneciente o relativo a una
    compañía o sociedad, o a los socios o
    compañeros, aliados o confederados.

El hombre es un ente, porque existe y su componente bio
se refiere a que es un organismo vivo que pertenece a la
naturaleza. Su componente psico se refiere a que además de
ser un organismo vivo tiene mente, lo que le permite estar
consciente de su existencia.

El hombre es un ente social porque recibe influencias
favorables y desfavorables como resultado de la
interacción con la sociedad (constituida por semejantes a
él) que lo rodea y con el medio ambiente físico, en
el cual lleva a cabo su vida. Por lo tanto, se establecen
interrelaciones complejas de los seres humanos con los seres
humanos y con su entorno, dando como resultado que el hombre es
un elemento más de la comunidad social y de un ecosistema.
Que permite enmarcar a la salud como la correcta aptitud para dar
respuestas armónicas que sean acordes y ajustadas a los
estímulos del ambiente (físico y la comunidad) y
que garanticen una vida activa, creadora y una progenie viable,
lo que conlleve al hombre a manifestarse en el óptimo de
su capacidad.

Entre los más antiguos escritos donde se advierte la
influencia y responsabilidad del ambiente en la salud, se
encuentra el tratado de Los Aires, Aguas y de los Lugares,
redactado por el filósofo griego Hipócrates,
quién vivió a mediados del siglo V hasta el primer
tercio del siglo IV y que es reconocido como Padre de la
Medicina; el cuál, hace mención de la
relación permanente de la tierra, el agua y el aire con
los padecimientos del hombre, y muestra una visión
ecológica al citar lo siguiente:

"Quién desee investigar la medicina
adecuadamente, debería proceder en primer lugar considerar
las estaciones del año, y que efectos cada una de ellas
produce (porque de ningún modo son iguales, sino que
difieren mucho entre ellas respecto a sus cambios).
Después los vientos, los cálidos y los
fríos, especialmente los que son comunes a todas las
áreas y después los que son peculiares a cada
localidad. Debemos considerar también las calidades de las
aguas, puesto que así como difieren una de las otras en
gusto y peso, también difieren mucho en sus calidades. Del
mismo modo, cuando uno llega a una ciudad en el extranjero,
debería considerar su situación, como yace, con
respecto a los vientos, y al ascenso del sol; porque su
influencia no es la misma cuando yace, hacia el norte o hacia el
sur, hacia el naciente o al poniente".

Por lo anterior, los pacientes no sólo deben
considerarse como la enfermedad, el caso clínico, o el
dato estadístico; sino como un ser, que como ser posee
vida y además está consciente de ella, el cual vive
en un ambiente determinado y que es un miembro de una familia y
una comunidad social, de los cuales recibe influencias positivas
o negativas que pueden desencadenar su enfermedad, aliviarla o
empeorarla. Todo lo cual debe analizarse en forma integral y
unitaria.

Cerebro y
conducta humana

El Cerebro

El cerebro es un tejido, compuesto por células
como cualquier otro tejido, el número de células
nerviosas, o neuronas, que constituyen los 1,350 gramos del
cerebro humano es del orden de 10 a la una décima
potencia, que viene a ser aproximadamente el número de
estrellas de nuestra galaxia: cien mil millones.

Conducta Humana

La conducta humana es una cualidad propia de los seres
vivos, se trata de una operación vital gracias a la cual
se desenvuelven activamente en su medio. La conducta no es una
respuesta pasiva del organismo al medio, es una respuesta con un
propósito vital, es una respuesta que también es
propuesta.

La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de
características o patrón de sentimientos y
pensamientos ligados al comportamiento, es decir, los
pensamientos, sentimientos, actitudes y hábitos y la
conducta de cada individuo, que persiste a lo largo del tiempo
frente a distintas situaciones distinguiendo a un individuo de
cualquier otro haciéndolo diferente a los demás. La
personalidad persiste en el comportamiento de las personas
congruentes a través del tiempo, aun en distintas
situaciones o momentos, otorgando algo único a cada
individuo que lo caracteriza como independiente y diferente.
Ambos aspectos de la personalidad, distinción y
persistencia, tienen una fuerte vinculación con la
construcción de la identidad, a la cual modela con
características denominadas rasgos o conjuntos de rasgos
que, junto con otros aspectos del comportamiento, se integran en
una unidad coherente que finalmente describe a la persona. Ese
comportamiento tiene una tendencia a repetirse a través
del tiempo de una forma determinada, sin que quiera decir que esa
persona se comporte de modo igual en todos los casos. Es decir,
la personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos
comportamos e interpretamos la realidad, mostrando una tendencia
de ese comportamiento a través del tiempo, que nos permite
afrontar la vida y mostrarnos el modo en que nos vemos a nosotros
mismos y al mundo que nos rodea. Nos permite reaccionar ante ese
mundo de acuerdo al modo de percepción, retro-alimentando
con esa conducta en nuestra propia personalidad. Cada persona al
nacer ya tiene su propia personalidad con ciertas
características propias, que con el paso del tiempo
más el factor ambiental y las circunstancias es como se
definirá esa persona. La personalidad será
fundamental para el desarrollo de las demás habilidades
del individuo y para la integración con grupos
sociales.

La psicopatología

  • Como designación de un área de
    estudio: Es aquella área de la salud que describe y
    sistematiza los cambios en el comportamiento que no son
    explicados, ni por la maduración o desarrollo del
    individuo, ni como resultado de procesos de aprendizaje
    también entendidos como trastorno psicológico,
    enfermedades o trastornos mentales .

  • Como término descriptivo: Es aquella
    referencia específica a un signo o síntoma que
    se puede encontrar formando parte de un trastorno
    psicológico.

  • Como designación de un área de estudio
    en psicología que, en oposición al estado de
    salud (tal y como es definida por la Organización
    Mundial de la Salud: social, psicológica y
    biológica), se centra en estudiar los procesos que
    pueden inducir estados «no sanos» en el proceso
    mental. Así, el papel del aprendizaje, análisis
    de la conducta (Psicología conductista) o cualquier
    otro proceso cognitivo, permite explicar los estados
    «no sanos» de las personas, así como
    posibles aproximaciones de tratamiento. En este sentido,
    enfermedades o trastornos mentales no es estrictamente un
    sinónimo de psicopatología, ya que existen
    aproximaciones que permiten explicar la ausencia de salud.
    Por ejemplo, los procesos de aprendizaje relativos a la fobia
    son bien conocidos, encaje este cuadro clínico o no
    dentro de la categoría psiquiátrica de
    fobia.

Entrevista
médica

La entrevista médica es el momento y el lugar
donde el médico y el paciente se relacionan emocionalmente
y esa relación se tiende a profundizar con el tiempo. Si
bien el termino de entrevista no esta tan difundido como el de
"consulta médica", se podría decir que es un
término más apropiado porque la consulta tiene
más en cuenta los deseos del paciente de recibir ayuda, en
cambio en la entrevista es el médico el que debe intentar
saber o deducir lo que está pasando y a través de
sus conocimientos clínicos actuar
técnicamente.

Algo muy importante para tener en cuenta es que una
entrevista no es un simple estudio de síntomas, sino que
hay que tener en cuenta muchos factores que pueden influir en la
consulta entre los cuales están: el momento en el cual el
paciente se enferma, la historia familiar y personal, la
capacidad del paciente de reconocerse enfermo, etc.

Desde el momento en que una persona empieza a sentirse
enfermo hasta que realiza la consulta pasa un tiempo variable.
Así algunas personas realizan la consulta demasiado pronto
y otras demasiado tarde o nunca. Además a estas
situaciones se suma el hecho de que existen personas que son
propensas al dolor(1). La mayoría de estas personas
(pacientes) sufren repetidamente dolores, muchas veces sin
ningún cambio patológico reconocible y a esto se lo
clasifica como "dolor psicogeno". En estos casos los sentimientos
de culpa (concientes o inconcientes) provocan dolor como una
forma de castigo. Ante este tipo de pacientes el médico
debe intentar deducir de donde viene el dolor y no frustrarse en
el caso de que sus procedimientos y sus estudios no develen la
causa del dolor.

Un momento fundamental de la entrevista es el examen
físico (2), y es en este momento donde pueden hacerse
presentes los sentimientos de vergüenza. "La vergüenza
es un sentimiento que se expresa en forma de humillación,
de estar en falta, con culpa, etc. por ideas o acciones
deshonrosas, reales o fantaseadas referidas a la propia persona y
que ésta teme que los otros conozcan" (textual pag. 126).
Por esto ante esta situación no solo el paciente se puede
sentir incomodo sino que el médico puede tener
también dificultades ante la desnudez y por lo tanto
tratara de evitarla hasta el extremo o de que pase lo más
rápido posible.

Durante la entrevista el paciente señala sus
malestares y el médico después de definir a algunos
como síntomas los utiliza para posibilidades diagnosticas
y a partir de ahí empieza a llevar la entrevista
sutilmente hacia el lado que cree necesario y gradualmente la
organiza alrededor del motivo de consulta principal.

Otro momento muy importante es el del final de la
entrevista, y para que esa situación no sea brusca ni
traumática es fundamental que se llegue a ella de manera
natural y con la sensación de que los motivos que
produjeron la consulta han sido respondidos.

Relación
médica

la relación médico-paciente es
aquélla que se establece entre dos seres humanos: el
médico que intentará ayudar al paciente en las
vicisitudes de su enfermedad y el enfermo que entrega su
humanidad al médico para ser asistido.  Esta
relación ha existido desde los albores de la historia y es
variable de acuerdo con los cambios mismos que ha experimentado a
través de los tiempos la convivencia entre los hombres,
desde la mentalidad mágica dominante en las llamadas
"sociedades primitivas" hasta la mentalidad técnica que
prevalece en los tiempos actuales. 

El fundamento de la relación
médico-paciente, al decir de Laín Éntralo,
es la vinculación que inicialmente se establece entre el
médico y el enfermo, por el hecho de haberse encontrado
como tales, entre sí; vinculación cuya
índole propia depende, ante todo, de los móviles
que en el enfermo y en el médico han determinado su mutuo
encuentro.  Como todo encuentro interhumano, el que
reúne al médico y al enfermo se realiza y expresa
de acuerdo con las modalidades cardinales de la actividad humana,
una de las cuales, la cognoscitiva, en el caso de la
relación médica toma forma específica como
diagnóstico, es decir, como método para conocer lo
que aqueja al enfermo.  No se trata meramente de una
relación dual entre dos seres para obtener algo, como
serían los beneficios de un negocio, sino de una
relación más estrecha, interpersonal.  El
enfermo y el médico se reúnen para el logro de algo
que importa medularmente a la persona del paciente y que
está inscrito en su propia naturaleza: la
salud. 

Ética y
bioética en salud

La ética médica no es sólo una
parte de la bioética, sino que goza además de
especial relevancia en el conjunto de la nueva disciplina. Por la
riqueza de su tradición científica y humana –
ausente en el resto de la bioética- posee un especial
valor que no puede ser ignorado. La pretensión ilusoria de
construir una "ética nueva" que habría de romper
con la ética tradicional no sólo carece de
fundamento sino que deja traslucir una notable ignorancia.
Ciertamente la bioética – y con ella la ética
médica- afronta hoy problemas nuevos, pero cuenta
con los mismos medios de siempre para resolverlos: el uso
juicioso de la razón y la luz de los valores y
principios
coherentes con la específica forma de ser
del hombre. No puede ser de otra forma.

Por el contrario, sí resulta nuevo el talante
dialogante, tolerante y respetuoso que preside el
ejercicio bioético. Así lo exige la diversidad
cultural e ideológica del mundo actual. Sin embargo, ser
tolerante no significa rebajar las exigencias de la realidad, ni
el reconocimiento de sus auténticas implicaciones
éticas. Traduce en cambio la conciencia de que sólo
una actitud de diálogo abierto y honesto, respetuoso con
la legítima libertad de las conciencias, puede permitirnos
avanzar juntos hacia el reconocimiento de los valores y
principios auténticos.

La
psicoterapia

Monografias.com

Psicoterapia es un proceso de aprendizaje y
reaprendizaje sobre aspectos intelectuales, sexuales,
físicos y emocionales. Mediante el análisis, la
reflexión y los "rituales o tareas" se pretende una
recuperación del significado y el goce de vivir. A
través de lo cotidiano, de lo rutinario perdemos el placer
de vivir, no apreciamos aquello que tenemos pues pareciera que es
para siempre hay una proverbio chino que dice "nada es para
siempre" ni lo bueno, ni lo malo, ya que la vida pasa, todo se
acaba, todo termina.

Sin embargo, nos da miedo cambiar y nos aferramos a
situaciones pasadas o a "máscaras" de nuestra personalidad
que en algún momento nos funcionaron pero que ahora
resultan acartonadas, todo eso produce un profundo
sufrimiento.

La psicoterapia individual es una instancia de trabajo
entre un sujeto y un terapeuta, centrada en el
acompañamiento de un proceso personal en torno a una
temática que es vivenciada  como
conflictiva.

Este proceso no tiene una duración definida, para
eso existen distintas modalidades: proceso
Psicodiagnóstico (cinco sesiones), intervenciones en
crisis (cuatro sesiones), psicoterapia breve (doce sesiones),
psicoterapia sin tiempo definido. Estas  van a depender de
diversos factores tales como la temática a tratar, el
compromiso del paciente respecto a su propio proceso, entre
otros.

Las condiciones de trabajo, independientemente  de
la  modalidad del proceso, es una sesión semanal, de
una hora de duración, realizadas en el mismo lugar y en lo
posible a la misma hora.

La medicina
complementaria

La medicina complementaria y alternativa,
según la define NCCAM "es el conjunto diverso de sistemas,
prácticas y productos, médicos y de atención
de la salud, que no se considera actualmente parte de la medicina
convencional", como la acupuntura, la quiropráctica, el
masaje y la homeopatía. La gente emplea terapias de
medicina complementaria y alternativa de diversas formas. Cuando
se usan solas se las suele llamar "alternativas". Cuando se usan
junto con la medicina convencional, se las suele llamar
"complementarias".

La lista de lo que se considera medicina complementaria
y alternativa cambia continuamente, ya que una vez se comprueba
que una terapia determinada es eficaz e inocua, ésta debe
incorporarse al tratamiento convencional de la salud, dejando de
ser alternativa, al igual que cuando surgen enfoques nuevos para
la atención sanitaria. Desde hace unos quince años
se ha promovido la evaluación de estas modalidades de
tratamiento con métodos objetivos o científicos,
con un resultado extremadamente pobre, porque ninguna de ellas ha
conseguido probar así su efectividad.

La medicina complementaria se utiliza
conjuntamente con la medicina convencional. Un ejemplo de terapia
complementaria es el uso de aromaterapia para ayudar a mitigar la
falta de comodidad del paciente después de la
cirugía.

Conclusión

En este trabajo que he preparado e aprendido como la
medicina se relaciona con la psicología en tal forma que
me atrevería a decir que un 70 por siento de la medicina
es psicológica por lo tanto aprendí que un medico
tiene que tener muy buenas relaciones humanas y mucha
psicología para tratar al paciente de forma adecuada es
decir que relacionarse con su paciente y tratar de ayudar a su
paciente tanto en la enfermedad como en la psicología, te
ayuda a ser mejor profesional del área de la salud
también he aprendido que el buen médico debe tener
ética y llevar a cabo una relación de trabajo
adecuada con su paciente. Y acerca de la medicina complementaria
que se utiliza para ayudar al paciente en lo mental es decir que
después de un aborto en caso de que sucediera por razones
no deseadas el medico tiene que tener buena psicología
para poder llevar su paciente hacia una buena salud mental .este
trabajo me a enseñado lo mas importante de mi carrera que
es la relaciones humanas y la psicología para tratar a mi
paciente ya que el paciente no es un instrumento sino un ser
humano con toda la capacidad de pensar y analizar la
situación en la que se encuentra

Bibliografía

  • González Menéndez R. La
    Psicología en el campo de la salud y la enfermedad. La
    Habana: Editorial Científico Técnico;
    2004.

  • www.monografias.com

  • Muñoz R, Eist H.
    People vs. Managed Car. Washington DC:
    Aliance Care;2000.

 

 

Autor:

José Carlos Moreta del
Rosario

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter