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Sexo en dos mundos (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Luego surgen semejantes plagas en las labores
domésticas, es razonable que hagan detenidamente un auto
análisis, de lado y lado a fin de que el parásito
destructor de la felicidad sea erradicado
completamente.

Cuando el hombre y la mujer se confían uno al
otro, por los vínculos sexuales, ese rendimiento es tan
absoluto que pasan prácticamente, a vivir una simbiosis de
fuerzas, cual si las dos almas habitasen en un solo cuerpo. En el
ligamiento afectivo, ambas recuerdan el cerebro y el
corazón, vibrando en sintonía en una existencia
específica o individual.

Es comprensible que si uno de los dos
compañeros desaniman en la indiferencia, sin meditar en la
responsabilidad que abrazan uno frente al otro, es la muerte de
la unión que sobreviene inevitablemente, con los
resultados infelices de que se hará indiscutiblemente en
lo sucesivo.

Verificada la presencia del tedio, es imposible
ocultar, cada uno de ellos , en lo íntimo de modo a saber
si el desequilibrio estará enraizado en los
desórdenes poligámicos que les marcarán la
individualidad en existencias pretéritas, a fin de
corregirse en salvadora dieta emotiva, la compulsión que,
por ventura, los arrastre aún para la miseria de placeres
inútiles.

La sexualidad en el matrimonio existe, sobre todo,
en función de alimento magnético entre los dos
corazones que se integran mutuamente y de ahí procede la
necesidad de vigilancia para que la armonía no se pierda,
en ese círculo de fuerzas.

En otros impulsos de la experiencia,
observarán al compañero o a la compañera,
conforme el caso, que la influencia de alguien les alcance el
amago del ser, incitándolos a vinculaciones sexuales extra
conyugales.

Es el pretérito que vuelve, presentando de
nuevo, aquellas mismas criaturas con quien tal vez hayamos venido
platicando en el laberinto de experiencias francamente infelices.
Cargan consigo los mismos ingredientes de seducción, con
que nos alargamos en el camino de obligaciones asumidas,
sugiriéndonos el retorno a procesos de vida incompatibles
con nuestro deber e intentando dislocarnos la mente de los
cimientos del equilibrio en que el tiempo nos
restauró.

Tan solamente en la base de la indulgencia y del
perdón recíprocos, más fácilmente
estructurables en el conocimiento de la reencarnación, con
la disposición que se muestran consecuentes en el equipo
de la familia, conseguirán el compañero y la
compañera del hogar el triunfo esperado, en el combate y
compromisos que abrazan, cerrando a si mismos la puerta de la paz
y la luz de la liberación.

Emmanuel

Vinculaciones

Aquellos que encarnan en una familia, y como
haciendo parte de la parentela, son por lo regular
Espíritus simpáticos ligados en anteriores
relaciones, que se expresan por una afección, reciproca en
la vida terrena.

Del item 8, Cap. XIV, de El Evangelio según EL
Espiritismo.

Estudios e investigaciones se multiplican en los
dominios de la psicología, en que cuanto a las
complejidades del mundo infantil y el examen de las vinculaciones
que se destacan a la vista.

Cada niño es un campo de tendencias innatas,
con tamaña riqueza de material para la observación
del analista, que de balde, le penetrará la conducta de la
individualidad; sin apoyo en el conocimiento de la
reencarnación, no encontrara explicación para la
solución de los enigmas.

Basándonos en el trabajo biológico de
construcción del ser, en numerosos milenios, es indudable
que sorprenderemos en la persona todo el equipo de los impulsos
sexuales prontos a manifestarse, cuando la pubertad le asegure
más amplio control del carro
físico.

El juego afectivo, por vía de regla se
desenvuelve más intensivamente entre el hijo o hija y los
padres, reconociéndose para luego, si los lazos de
existencias pasadas están más fuertemente
entretejidos con el genitor o la genitora.

Debiéndose al impulso sexual, casi todos los
fundamentos de la evolución sobre los cuales se nos
levanta la formación del espíritu, es comprensible
que el sexo aparece en los cuestionamientos de los
pequeñitos en su desenvolvimiento natural, y, en ese
territorio de creaciones de la mente infantil, nos será
fácil definir la dirección de los regateos del
infante, si para los ascendentes paternos o maternos, por cuanto
ahí precisamente revelará las tendencias
traídas de otras estancias que
el pasado
archivó. Con frecuencia empero no siempre, las hijas
propenden más acentuadamente para la afección del
padre, y en cuanto los barones se pronuncian con mayor afecto
para con las madres. (Complejo de Edipo.)

¿No en tanto subsistirá cualquier
extrañeza en eso, cuando no ignoramos que toda la
estructura psicológica, en que se nos yerguen los
destinos, fue manipulada con los ingredientes del sexo, a
través de millares de reencarnaciones? ¿Y aceptando
los principios de causa y efecto que nos imprimen las
experiencias, desconoceremos, acaso, que los instintos sexuales
nos orientaran el trasegar, por milenios y milenios, en el reino
animal, proceso palienginésico edificando la razón
que hoy nos ilumina la inteligencia?

Apreciando eso recordemos los compromisos con las
relaciones poligámicas de que somos egresos, cuanto a los
tiempos transcurridos, y entenderemos, con absoluta naturalidad,
los complejos de la personalidad infantil.

Así sucede porque, heredamos espiritualmente
de nosotros mismos, por las raíces del renacimiento
físico, reencontrando matemáticamente, en la
posición de hijos e hijas aquellos mismos
compañeros de experiencias sentimentales con los
cuáles tengamos cuentas por saldar. Atentos a semejante
realidad, lógicamente somos impulsados a concluir que los
vínculos del niño, de manera alguna, en cualquier
Angulo de progreso y en cualquier clima afectivo, solicita
providencias, que sintetizaremos en una sola palabra:
Educación!

Emmanuel

Ya decíamos anteriormente que los hijos inclusive
los hijastros como también los adoptivos, por lo regular
tienen que ver con alguno de los padres o con los dos conyugues;
sin embargo toda regla tiene su excepción. Pues en algunos
casos nos pueden resultar hijos no programados, y estos vienen
mediante la reencarnación compulsoria,
convirtiéndose estos, por lo regular, en hijos
problemas.

Aquellas parejas que practican relaciones sexuales en
moteles residencias o cualquier lugar caracterizado como
prostíbulo donde los espíritus boyeros y vampiros
se encuentran a granel, son lugares y oportunidades propicias
para reencarnaciones no deseadas. Estos son los hijos problema,
criaturas indóciles, frívolas, rebeldes,
insensibles, ingratos e incomprensibles.

En la obra LIBERACIÓN de SALVADOR GENTILE, y
también en el LIBRO PSIQUISMO Y ELEMENTALES segunda
edición de nuestra Autoría, en el tema sobre brujas
o brujería, encontramos interesante exposición en
la que nos explican los mentores, como es que Silvia, la bella
joven que en condición de Espíritu encarnado, es
criatura sensual y perversa, en condición de
Espíritu desdoblado del cuerpo físico, se aprecia
como una ser horrendo, monstruoso, sorprendiendo de sobremanera a
ese grupo de encarnados también en estado proyectivo, en
vía de aprendizaje sobre asuntos comporta mentales del ser
humano. Cuando surge la pregunta de parte de los
discípulos al mentor, sobre esa ambigüedad, la
respuesta de los instructores es, que Silvia antes de reencarnar
pertenecía a un grupo de espíritus boyeros,
sensuales y obsesores que de manera compulsiva reencarnó
en el seno de una pareja que aunque honrada y poseedora de
algunas virtudes, lastimosamente practicaban las relaciones
sexuales de manera liviana, aberrante y mañosa, lo que
permitió la imantación de esa entidad que fue
previamente tratada por genetistas de las sombras, para darle la
apariencia corporal de mujer bien sexy, encantadora y con ella
poder cumplir mas luego programas obsesivos especializados en
destruir hogares.

Venimos diciendo en algunos de los textos de nuestra
autoría, que este tipo de entidades preparadas y
asesoradas por los Espíritus de las tinieblas, para causar
el caos moral de la humanidad como ya lo venimos viendo, son las
que ocupan las primeras páginas en revistas y
periódicos, e importantes espacios televisivos y del mundo
de la farándula. Son los prototipos de belleza
satánica, la que despierta el apetito lujurioso en los
seres humanos, Modelos con belleza bien diferentes a la mujer
virtuosa; aquellas que Miguelángel Y Vernini tomo como
modelos para esculpir a las Vírgenes de la
cristiandad.

Desvinculaciones

" pregunta__En la opinión de ciertas
personas, la Doctrina de la reencarnación parece destruir
los lazos de familia haciéndolos remontar a las
existencias anteriores?

Respuesta – ella los extiende, empero no los
destruye. La parentela, estando basadas sobre las afecciones
anteriores, a los lazos que unen a los miembros de una familia es
menos precaria. Ella aumenta los deberes de la fraternidad,
debido a que, entre los vecinos o entre los servidores, se puede
encontrar un espíritu que estuvo ligado a vosotros por los
lazos consanguíneos.

Iten 205, de " El Libro de los
Espíritus.

La desvinculación entre los que se aman con
la necesidad de subsanar los engaños y errores del amor,
asumen habitualmente el aspecto de dolorosa cirugía
síquica.

Por esta razón, la Divina Sabiduría
concede a las Almas tiempo y condiciones renovadas en la
preparación gradual de los
acontecimientos.

Esas desvinculaciones por vía de regla, se
verifican con mucha constancia___ la posición de padres e
hijos, incluyéndose en ella los padres e hijos
adoptivos__, a la vez que, en el enternecimiento del hogar, todos
los juegos de la ternura son colocados en la mesa de lo
cotidiano, revestidos de encantamiento constructivo. En el fondo
de la personalidad paterna o materna descansan los remanentes de
grandes afecciones, a veces desequilibradas y menos felices,
traídas de otras estancias, y en los dominios de la
reencarnación.

La libido o instinto sexual en la manera de
energía síquica, tendiente a la conservación
de la vida, permanece en muchos casos, en la caricia de los
padres, vestida de suave manto de cariño y belleza, empero
el amor es aún en lo profundo del espíritu, cual
fuego de vida que se nutre del mismo leño, A la vez en los
entes queridos que retornan a la estación de la esperanza
doméstica, ese mismo afecto repunta insospechable y
genuino, en cuanto metamorfoseada, en los juegos de la
infancia.

Por eso los pequeños recién venidos de
la amnesia natural que la reencarnación les impone, no
consiguen esconder las propias disposiciones en el campo de las
preferencias. Y surgen en ellos, casi siempre las inclinaciones
descontroladas, en los caprichos en que se muestran, exigiendo
especial atención de padres o madres, para demostrar, de
manera clara, para qué rumbo se dirigen los lazos
más fuertes. Generalmente, con muchas excepciones, las
hijas se aficionan a los padres y los hijos hacia las madres
(complejo de Edipo) .quedando patentada la naturaleza de las
ligazones sucedidas en existencias pasadas y prenunciando la obra
de la desvinculación que se ejecutará
inevitablemente, en el futuro próximo.

Es obvio que no todos los hijos aparecen en el hogar
categorizados en la cuenta de la desvinculación afectiva,
por cuanto millones de espíritus humanos toman la
estructura física con el desempeño de misiones
simples o complejas, valiéndose de la colaboración
de los padres, en la calidad de amigos que de manera mutua se
ayudan, en las fajas de la confianza y de la afinidad
recíproca.

Por lo tanto nos referimos, al hogar como pozo de
desligamiento, porque en la tierra, las relaciones entre padres e
hijos y consecuentemente, las relaciones de orden familiar
constituyen clima ideal para la liberación de cuantos
desmanes de orden sexual, ese reencuentro que persiste en
condiciones mas íntimas y mas profundas hasta que los
compañeros del pretérito, reencarnados en la
posición de hijos, alcanzan la juventud en esa nueva
existencia, eligiendo nuevos compañeros para su vida
afectiva, ante la presencia o la supervisión de los padres
o familiares no siempre satisfechos o tranquilos con la
exigencias a que son obligados a asistir o aprobar por las
fuerzas de las circunstancias.

Padres que sufren en la entrega de las
jóvenes que el hogar les confió, a los
compañeros que las requieren o solicitan para el
ministerio del matrimonio, casi siempre están renunciando
a la compañía de antiguas afecciones que ellos
mismos, en el pasado, mal condujeron, al paso que las madres
experimentan análogo experiencia de dilaceración
síquica, separándose de hijos que le recuerdan,
inconcientemente los vínculos envolventes menos felices de
tiempos que ya se fueran

Es a través de las luchas y despedidas en
familia con la creación de núcleos diferentes en la
parentela por la transferencia habitual de los hijos sea las
nueras y yernos o las tareas con diversas experiencias a las de
ellos, los padres, siempre que respeten las necesidades y
resoluciones de sus hijos, alcanzan la victoria sobre si mismos
en el rumbo de la propia emancipación en la
inmortalidad.

Emmanuel

Lo mas generalizado es ver o sentir como aquel grupo
constituido por los hijos, en la medida que crecen y se habilitan
para llevar vida independiente, el hogar queda vacío, y
los padres en adelante saborean una mixtura de sentimientos de
satisfacciones y pesares, sentimientos que más luego se
modifican con el cariño que en algunos casos les prodigan
los nietos, que muy probable fueron sus hijos de otras vidas o
por lo menos hicieron parte del árbol genealógico
en el pretérito. Y de acuerdo en la manera que se haya
construido el amor con los hijos, vendrán los
estímulos, compensaciones, o contrariamente desencantos
por las ingratitudes.

Adversidad
familiar

Los que reencarnan en una familla, sobre todo como
parientes próximos, en la Mayoría de las ocasiones
son Espíritus simpáticos, ligados por anteriores
relaciones, que se expresan por una afección reciproca en
la vida terrena. Empero también puede suceder que esos
Espíritus sean extraños entre si. Esos
espíritus apartados entre si por antipatías
igualmente anteriores, que se traducen en la Tierra por mutuo
antagonismo, que sirve de prueba. No son los de la consaguinidad
los verdaderos lazos de familia, pero si los de la
simpatía y de la comunión de ideas, los cuales
prenden a los Espíritus, antes, durante y después
de su encarnación.

Del ítem 8, del Cap. XIV, del Evangelio
Según El Espiritismo.

Somos enfrentados en todos los ángulos de la
familia humana, por los sucesos de la advección
innata.

Padres e Hijos, hermanos como otros familiares y
parientes posiblemente se repelen, desde los primeros contactos.
Ciertamente verificables son los fenómenos de la
hostilidad, entre adultos y niños, traídos por el
imperativo de la cuna y de la intimidad del día a
día.

Existen Padres expresando antipatía por
algunos o todos los Hijos desde el momento en que estos le
surgen. Y existen Hijos que se manifiestan enemigos de los Padres
tan pronto como se sientan dueños de su personalidad, en
los albores de la reencarnación.

Arraigado en el laberinto de existencias menos
felices, ciertamente el problema de las reacciones negativas,
culpas remordimientos, inhibiciones, venganzas y tantos otros
inconvenientes están presentes en el cuadro familiar, en
que el odio acumulado esta presente, que en estancias del pasado
se exterioriza, por medio de manifestaciones catalogables en la
patología de la mente. En esa base del razocinio,
determinada criatura habrá sufrido esa o aquella
humillación de parte de los padres o tutores en que se
desenvolvió ahogado propósito de esfuerzo, con lo
que se intoxicó así mismo en el curso del tiempo, y
ciertos padres habrán sentido inesperada animosidad por
ese
o aquel Hijo recién nacido, alimentando
presagios negativos, ahora sofocando tal sentimientos, con
benéficas actitudes de convencimiento. Con frecuencia los
noticieros registran infanticidios en los que Padres o Madre
aniquilan los cuerpos de aquellos mismos Espíritus a los
cuales favorecieron con la reencarnación en la
tierra.

Indudablemente, el tratamiento psicológico,
buscando la cura mental y la sublimación de la
personalidad, es el camino ideal para estos pacientes, Urge
entender, por eso, que médicos y analistas Humanitarios
conseguirán efectuar prodigios de comprensión y de
amor, librando a enfermos de esa naturaleza; por lo tanto, el
estudio de la reencarnación es igualmente llamado a
funcionar en las tareas de la obra de
salvación.

¿Cuantos millares de existencias terminan
anualmente en el Mundo, por los golpes de la
criminalidad?

Claro está que las victimas no fueron
arrebatadas para el cielo o el infierno teológico. Pero si
ligadas a las amarras de las leyes del amor y perdón que
disipan los atavíos del odio, se promueve el trabajo digno
en la Espiritualidad a veces en auxilio a los mismos infractores.
En la mayoría de las circunstancias, todavía
persisten en el camino de aquellos que le dilapidaron la vida en
profundidad, transformándose en perseguidores vengativos,
ungidos mentalmente a los antiguos ofensores, y finalmente
conducidos, por los principios kármicos, para el
renacimiento junto de ellos, a fin de sanar, en el clima de la
convivencia, los complejos de crueldad que aún se les
destila del ser.

Cuando eso sucede el apostolado de reajuste a de
iniciarse en los padres, por cuanto despiertos para la
lógica y para el entendimiento, son convocados por la
sabiduría de la vida para el apaciguamiento y la
renovación.

Por lo tanto observamos, que en semejantes dominios
del alma el apoyo de la fe religiosa se erguirá en socorro
y terapéutica.

Es indispensable amar y disculpar, comprender y
servir, tantas veces cuanto se haga necesario, de manera a que el
sufrimiento y la disensión desaparezcan con el fin de que,
en las bases de la comprensión y de la bondad de hoy, los
niños de hoy se levanten en la condición de
Espíritus reajustados, ante la leyes del Universo
garantizando a los adultos, en las faenas de las reencarnaciones
futuras, la redención de sus propios
destinos.

Emmanuel

La adversidad entre Padres e hijos es muy común
en un gran número de familias que aun no asimilan esa
máxima evangélica en la que el divino maestro nos
dice que es necesario perdonar setenta veces siete
veces.

Son espíritus recalcitrantes, rencorosos, crueles
vengativos que no tienen capacidad de cambiar el odio por el
amor. En algunos casos terminan agravando mas los compromisos
haciéndose acreedores a mayores pruebas y prolongando
más reencarnaciones expiatorias.

Relataremos una experiencia nuestra durante una de mis
regresiones durante el sueño
fisiológico:

Me vi en el puerto de un Río muy grande en el que
habían fondeados algunos barcos fluviales construidos en
madera, semejantes a los que conocí en algunos puertos del
Río Amazonas. Yo era un niño de aproximadamente
siete años de edad que me bañaba en medio de un
grupo de niños y adolescentes de esa localidad. De pronto
un jovencito en edad de la pubertad se abalanzó sobre
mí, atenazándome fuertemente con sus piernas y
manteniéndome sumergido, viviendo el drama como si fuera
en estado de vigilia y en esta vida presente. Yo sentí la
angustia el desespero, el horror del ahogamiento hasta lo
declinación de la vida física. Cuando esto
ocurrió, pude ver que la persona que me había
quitado la vida, era mi Padre actual. Una voz masculina me
advirtió que en el día siguiente yo estaría
muy curioso fijando la mirada hacia mi pobre progenitor el cual
también estaría eludiéndome en lo posible.
Al despertar y recordar la triste y terrible escena, sentí
mucho pesar por mi pobre viejo, pues a pesar de ser yo parte de
diez hermanos, Él, siempre se mantuvo más vinculado
a mi, especialmente en mi campo laboral. Yo sentí profundo
pesar y oré fervorosamente al padre celestial para que
él fuera perdonado, ya que de mi parte estaría
absuelto. En verdad al siguiente día ocurrió como
mi Guía me había advertido. Él me
eludió y lo note demasiado pensativo y triste. En cuanto a
mis cuatro hijos e tenido la gracia de conocer las causas que los
vinculó a mi vida en más de una existencia, y que
hoy damos gracias a la maravillosa Doctrina De Los
Espíritus que nos enseño a sacar provecho, para
nuestra bendita redención.

Aborto

¿El aborto voluntario es un crimen en cualquier
tiempo de la gestación?

Existe siempre crimen cuando se transgredí la ley
de Dios. La madre, o cualquier persona, cometerán siempre
crimen segando la vida al reencarnante antes de nacer, porque
está impidiendo al espíritu de soportar las pruebas
de las cuales el cuerpo deberá ser el
instrumento.

Item n° 358, Del Libro de Los
Espíritus.

Hablamos naturalmente a cerca de relaciones
internacionales, sociales, públicas, comerciales,
aclarando las obligaciones que ellas involucran; sin embargo, muy
frecuentemente marginadas a las relaciones
sexuales—aquellas en que se fundamentan casi todas las
estructuras de acción comunitarias.

Habitualmente se olvida, de que el hombre y la
mujer, por vía de regla, experimentan instintivo horror a
la soledad y que, debido a eso, la comunión sexual reclama
seguridad y duración para que se muestre concordante en
las garantías necesarias.

Impracticable sin duda, imponer la continuidad de la
vinculación entre dos personas, a precio de violencia; sin
embargo, en fase a las contingencias y contratiempos por los
cuales el carro de la unión matrimonial debe pasar por los
caminos del mundo, las leyes de la vida muy sabiamente, establece
en los hijos los helos de la comunión entre los conyugues,
atribuyéndoles la función de fijadores de la
organización familiar; con la colaboración de
ellos, los deberes del compañero y la compañera, en
el campo de la asistencia recíproca, es que se revelan
más claramente perceptibles y el hogar se enaltece como
escuela de perfeccionamiento y de evolución en marcha para
la adquisición de más amplios valares del
Espíritu en el Mundo Mayor.

De todos los institutos sociales existentes en la
tierra, la familia es la más importante, desde el punto de
vista de los cimientos morales que rigen la vida.

Es por la confusión sexual entre el hombre y
la mujer que la humanidad se perpetua en el planeta; en virtud de
eso, entre padres e hijos residen los mecanismos de la sobre
vivencia humana, en cuanto a la forma física, en la fase
del Orbe.

Es fácil entender que justamente es
así que nosotros, los Espíritus eternos, atendiendo
a los impositivos del progreso, nos reversamos en la arena del
mundo ahora erigiéndonos en la posición de padres,
además desempeñando el papel de hijos, aprendiendo,
gradualmente en la fisiología del cuerpo carnal, las
lecciones profundas del amor___ del amor que nos surgirá
un día, y en definitivo, de la tierra para el Mundo
Mayor.

Con semejantes notas tan solo destacamos la
expresión calamitosa del aborto criminal, practicado
exclusivamente por las fugas al deber.

Habitualmente, por lo regular no somos nosotros
mismos quienes planificamos la constitución de la familia,
pues antes del renacimiento terrestre, con el amparo y la
supervisión de instructores beneméritos quienes nos
estudian la ficha kármika y nos programan la nueva
reencarnación de manera útil y
provechosa.

Por lo regular nos involucran los antiguos
compañeros de aventuras infelices, programándoles
el regreso a nuestra convivencia, y nosotros
prometiéndoles socorro y oportunidades, en que se le
reedifique la esperanza de elevación y rescate,
perfeccionamiento y mejoría.

Creamos proyectos promovemos sugestiones,
articulamos providencias y exteriorizamos votos respetables,
englobándonos con ellos en saludables compromisos que, si
observados, redundarán en beneficios sustanciales para
todo el grupo de corazones que se nos vinculan en la existencia.
Si por eso, cuando instalados en la tierra, anestesiamos la
conciencia, expulsándolos de nuestra
compañía, con el pretexto de resguardar el propio
confort, no le podemos prever las reacciones negativas, y muchos
de nuestros asociados en los errores de otras épocas, ayer
en el plano espiritual convertidos en amigos potenciales, a costa
de nuestras promesas de comprensión y de auxilio, hoy los
abortados se hacen enemigos, y eso ocurre muchas veces en todas
las comunidades de la tierra. Seres recalcitrantes que se nos
entrañan en la vida íntima con tal expresión
de desencanto y acidez que, en rigor, nos infunden más
sufrimiento y aflicción que si estuviesen con nosotros en
plena experiencia física en condición de hijos
problemas, imponiéndonos trabajos e
inquietudes.

Admitimos que sea suficiente una breve
meditación, en torno del aborto delictivo, para que
reconozcamos en el, uno de los grandes productores de las
molestias de obscura etiología y de las obsesiones
catalogables en la patología de la mente, ocupando bastos
departamentos hospitalarios y prisiones.

Emmanuel

Hoy día, o por estos tiempos, el aborto se
volvió de moda para unos, otros lo consideran como un
derecho, y "una necesidad social". Así piensan los
equivocados en este asunto.

Para llevar a cabo semejante brutalidad hay disculpas
formalismos y justificaciones a granel. Por ahora lo más
común es que son embarazos no deseados, ¿No
será que el deseo sexual, hasta lujurioso, trae la
opción del embarazo debido a que la función
primordial del aparato genital es el de la procreación?
¿Acaso el hombre y la mujer vinieron a la tierra por "obra
y gracia del espíritu santo" y no mediante las relaciones
sexuales?

¿Se equivocaría la naturaleza al crearle a
los animales los órganos genitales para que entren en celo
y mediante el apareamiento se de la oportunidad de
procreación?

Nosotros los humanos aun pertenecemos al reino animal, y
la diferencia es que a los irracionales los guía el
instinto que indudablemente es de origen Divino, y a nosotros los
racionales nos debe guiar la razón y el Evangelio del
Divino maestro

Lamentablemente utilizamos el raciocinio para pervertir
el gusto, las emociones y nuestra fisiología. Cuando nos
referimos al gusto, es porque nos alimentamos de manera
inadecuada en una gastronomía exótica demasiado
suculenta y hasta afrodisíaca; en nuestras emociones,
porque cada día buscamos afanosamente sistemas, maneras,
artimañas, recursos que nos lleven hacia la
aberración y la insaciabilidad sexual. Y en lo
fisiológico, porque la mujer como el hombre en la
expresión gay, busca modificar su cuerpo solo para
promocionarse mejor en el mundo de la sensualidad.

El aborto no puede ser egoístamente ejecutado
bajo pretexto de dificultad laboral, malformación corporal
o por factor económico o vergüenza ante la sociedad o
la familia, pues cuando regresemos a la espiritualidad el
código Divino que valora la vida, solamente
considerará el aborto como un grave crimen que tendremos
que reparar dolorosamente en esas zonas purgatoriales del mas
allá, y en futuras reencarnaciones.

Padres e
hijos

La ingratitud es uno de los frutos más
directos del egoísmo. Por lo regular disgusta a los
corazones honestos. Empero la ingratitud de los hijos para con
los padres, aún es de carácter más
odioso.

Del item 9 Cap. XIV, de El Evangelio Según El
Espiritismo.

Establecida la reencarnación para los
soportes de los fenómenos socio—domésticos,
no es solamente la relación de padres e hijos que asumen
carácter de importancia, mas igualmente la que se verifica
de los hijos para con los Padres.

Los hijos no pertenecen a los padres; tampoco, los
padres pertenecen a los hijos.

Los genitores deben especial consideración a
sus propios hijos, empero el deber funciona bilateralmente, a la
vez que los retoños del grupo familiar deben a los padres
particular atención. Existe padre que agreden a los hijos
y buscan esclavizarlos, como si fuesen objetos de propiedad
exclusiva; todavía encontramos en el mismo orden de
brutalidad, hijos que agreden a los padres y también
pretenden esclavizarlos, como si los progenitores se semejaran a
animales domésticos.

La reencarnación traza rumbos para el mutuo
respeto de unos hacia los otros.

Entre padres e hijos, hay naturalmente, una frontera
de aprecio reciproco, que no se puede ultrapasar en nombre del
amor, sin que el egoísmo aparezca, perturbándoles
la existencia.

Es justo que los padres no interfieran en el futuro
de los hijos, igualmente es justo que los hijos tampoco lo hagan
considerando el pasado de los padres.

Los padres no consiguen penetrar de inmediato, la
trama del destino que los principios karmicos le reservan a los
hijos en el porvenir, y los hijos están inhabilitados para
de pronto, comprender los tramas de las circunstancias en que se
sumergieron sus padres en el pretérito, con el fin de que
pudiesen volver, del Plano Espiritual al renacimiento en el Plano
físico. Únicamente en el mundo de las causas,
después de la des-encarnación, le será
posible el entendimiento claro, a cerca de los vínculos en
que se imantan. En vista de eso se invoca el auxilio de
religiosos, profesores, filósofos, y psicólogos,
con el fin de que la excesiva agresividad filial no alcance los
extremos de la perversidad o de la delincuencia para con los
padres, y que ni la excesiva autoridad de los padres venga a
violentar a los hijos, en nombre de extemporánea o cruel
desvinculación.

Padres e hijos son, auténticamente,
consciencias libres, como hijos de Dios libres, empeñados
en el mundo a la obra de perfeccionamiento, rescate de
débitos, reajuste y evolución. Las leyes de la vida
le engloba la individualidad en el altar de la
consideración.

Nunca es licito el desprecio de los padres para con
los hijos y viceversa.

No configuramos en el asunto cualquier aspecto
lírico en la temática afectiva. Sumariamente
presentamos, principios Universales.

La existencia terrestre es muy importante en el
progreso y en el perfeccionamiento del Espíritu; sin
embargo al mismo tiempo, es simple estado de criatura eterna en
la escuela de la experiencia física, en la manera de
estudiante en el internado

Los Padres recuerdan alumnos, en condiciones
más avanzadas del tiempo, en el currículo de
lecciones, al paso que los hijos se semejan a aprendices
primarios, cuando surgen en la arena del servicio terrestre, con
acceso en la escuela, sobre el patrocinio de los
compañeros que los antecedieran, por orden de
matrícula y aceptación. Y que los hijos
jamás acusen a los Padres por el curso complejo o
difícil en que se vean en el plantel de la existencia
humana, por cuanto en la mayoría de las ocasiones fueron
ellos mismos, los hijos, que en la condición de
espíritus desencarnados, insistieran con los Padres, a
través de afectuoso convenio o suave proceso obsesivo,
para que los trajesen de nuevo, a la oficina de los valores
físicos, de cuyos instrumentos se mostraban carentes, con
el fin de seguir rumbo correcto, en el propósito de la
propia emancipación. Emmanuel

Hace muy poco tiempo que en muchos países se
empezó a legislar a favor de la niñez, tratando de
corregir el abuso o mal trato para con los hijos, empero los
legisladores también son injustos respecto a los derechos
y deberes de los hijos

para con los padres. Sobre todo la situación se
complica mas cuando los hijos llegan a la adolescencia, y estos
engreídos por lo que escuchan respecto a los derechos del
Niño, queriendo pues, manejarse con independencia en
actitud caprichosa y desordenada, y con la idea fija, de que por
encima de todo, los padres tienen la obligación de ser
permisivos, tolerantes y hasta comulgar con sus desatinos, porque
así han interpretado los derechos del
Niño.

En muchas ocasiones, cuando reciben amenazas de
sanción de parte de sus progenitores por mal
comportamiento, algunos de estos amenazan con demandas o
denuncias ante juzgados de menores o Bienestar
Familiar.

Tristemente en los establecimientos educativos no existe
una materia que enseñe, y que conscientise a los
niños sobre los deberes para con sus padres.

Es cierto que en el pasado como en el presente han
existido Padres excesivamente severos y hasta abusivos con la
autoridad paterna o materna, afectando así los
sentimientos de aquellos hijos impotentes para librarse del yugo
de la tiranía y la bestialidad. Guardamos la esperanza que
en la medida que la civilización avanza, padres e hijos
sean más conscientes de sus deberes mutuos para que
bilateralmente, contemos con las obligaciones y respeto forjando
familias armónicas y una sociedad mejor.

Amor
libre

¿Cual de las dos, la poligamia o la
monogamia, es la más conforme con la ley
natural?

La poligamia es una ley humana, cuya
abolición marca un progreso social. El casamiento,
según las leyes de Dios, debe ser fundado sobre el afecto
de los seres que se unen. En la poligamia no hay verdadero afecto
pero si, sensualidad.

Item n° 701, de El Libro de Los
Espíritus.

Se comenta la posibilidad de la legalización
de las relaciones sexuales libres, como si fuera justo escoger
compañías para la sastisfación del impulso
genésico, igualmente como si se tratase de adquirir
golosinas o un plato que nos satisface en el gusto. Sin embargo,
las relaciones sexuales nos traen
responsabilidad.

En referencia al asunto, no se trata exclusivamente
del compromiso en base al matrimonio legalmente constituido. Si
la pareja de la unión sexual tiene deberes a observar
entre si, en fase a los preceptos humanos, y voluntariamente
aceptados, en el plano de los llamados compromisos extra legales,
se hallan igualmente sometidas a los principios de las Leyes
Divinas que rigen la Naturaleza.

¿Cada Espíritu tiene consigo su
santuario intimo, erguido al amor, y algún Espíritu
vendrá a menoscabar "el lugar sagrado" de otro
espíritu sin afectarse a si mismo?.

Conferir supuesta legitimidad a las reglas sexuales
irresponsables sería tratar "consciencias" cual si fuesen
"cosas", y si las propias cosas, en la condición de
objetos, reclaman respeto; ¿que se diría del
acatamiento debido a la consciencia de cada uno?

Es obvio que ninguno se recordará en sano
juicio, de recomendar esclavitud a las criaturas claramente
abandonadas o traicionadas por los propios compañeros o
compañeras a que se entregaran confinantes; por lo tanto,
no autoriza a ninguno a establecer libertad indiscriminada para
las relaciones sexuales que resultarían únicamente
en licencia o descubrimiento.

Instituido el ajuste afectivo entre dos personas, se
levanta concomitantemente, entre ellas, el impositivo del respeto
a la fidelidad natural, ante los compromisos abrazados, sea para
la formación del hogar y de la familia o sea apara la
constitución de obras o valores del espíritu.
Deshechos los votos articulados en doble, claro que la ruptura
corre por la cuenta de aquel o de aquella que la emprendió
con el combustible compulsorio de las consecuencias que advengan
de semejante resolución.

Toda sementera se acompaña de cosecha, con
forme a la especie. Es razonable que nos recordemos de eso, por
cuanto el autor o autora de la defección habida, ante los
principios de causa y efecto, es considerado violador de almas,
asumiendo con las víctimas la obligación de
restaurarlas, hasta el punto en que las injurió o
perjudicó, aún lo mismo cuando en el concepto
incompleto del mundo esas criaturas hallan sido encontradas
supuestamente ya perjudicadas o injuriadas por
alguien.

El diamante en el lodo no deja de ser diamante, sin
perder el valor que le es propio.

La criatura en sufrimiento no deja de ser
creación de Dios, sin perder la inmortalidad que le es
propia, frente al Universo.

Que la tentación de retorno a los sistemas
poligámicos puede ocurrir habitualmente con cualquier
persona, en la tierra, es más que natural—en
circunstancias numerosas, el pretérito puede estar vivo
con nuestras inclinaciones y tendencias, en las estructuras
más profundas de nuestro espíritu. Sin embargo, los
deberes asumidos en el campo del amor, ante la luz del presente,
deben prevalecer, por encima de cualquier impulso inoportuno,
debido a que el compromiso crea leyes en el corazón y no
se damnificaran los sentimientos ajenos sin resultados
correspondientes a la propia vida

Si observamos en los capítulos
del sexo, los designios superiores de la infinita
Sabiduría que nos orienta los destinos es, en ese sentido,
que nos urge considerar que la voluntad de Dios, en la esencia,
es el deber en su más alta expresión trazado para
cada uno de nosotros, en el tiempo llamado "hoy" yace el "ayer",
y depende de nosotros la armonía o el desequilibrio del
"mañana". Emmanuel

Vamos a tratar un poco sobre infidelidad, promiscuidad,
fornicación, adulterio y otros tantos anti-valores que nos
han venido comprometiendo desde que surgimos como seres
racionales.

Siempre que hacemos referencia a estas terribles
debilidades, hacemos énfasis en la vida de encarnados, sin
tener en cuenta, que nuestro comportamiento sexual, puede ser
más comprometedor, en la condición de seres
subconscientes o desencarnados. Poco hacemos referencia a
nuestras vivencias en la otra dimensión cuando nuestros
cuerpos se relajan en el sueño
fisiológico.

Hemos venido haciendo encuestas a hombres y mujeres, Las
preguntas son:

–¿Han tenido sueños eróticos en
los que se han podido ver fornicando o en adulterio con personas
conocidas o no conocidas? Las damas comprometidas, entre diez,
siete dicen que si, tres dicen que no, sin embargo, entre esas
tres solamente una dice la verdad, las otras dos, por
vergüenza mienten. En el caso de hombres tanto comprometidos
como solteros, entre treinta, solamente dos dicen no recordar
este tipo de realizaciones, pues de pronto algunos son castos, o
tal vez el córtex o el subcórtex cerebral no le
funciona en la recordación de los sueños. Pues
bien, queremos recordarles a nuestros apreciados lectores, que
nosotros los espíritus encarnados vivimos o nos debatimos
en dos mundos; dedicando un poco de más tiempo a la
vigilia, y un poco menos en el mundo espiritual durante el
sueño. No obstante, y a pesar de nuestras cortas vivencias
en la espiritualidad, son muchas las oportunidades para llevar a
cavo un gran número de realizaciones, buenas o malas,
allí se pueden realizar muchos de nuestros anhelos,
propósitos o intereses, que en estado de vigilia por
razones de fuerza mayor e inconveniencia, no se pueden o no se
debe realizar acá, como seres conscientes.

Comprendemos la incapacidad de algunos lectores para
aceptar o comprender estas tesis que de manera escasa se expone
dentro de la literatura espirita. Pero que hoy día, los
que poseemos las experiencias, y la facultad mediúmnica,
estamos en el deber sagrado de exponer, ya que llegaron los
tiempos en que esta información es necesaria para aclarar
enigmas y despertar consciencias sin importar que tengamos
necesariamente que entrar en la auto-critica.

La fidelidad, y la castidad, no son virtudes para
exhibir solamente ante el ojo humano. También en
condición de Espíritu en la otra dimensión,
bien sea como seres encarnados o desencarnados.

Decimos esto, porque ya ha quedado demostrado en las
encuestas, mientras nuestro cuerpo reposa en el sueño
fisiológico, con esa otra estructura llamado cuerpo astral
o periespíritu, que es una verdadera réplica del
cuerpo físico, cuenta con los mismos aparatos, sistemas, y
órganos del cuerpo físico, igualmente cargamos con
nuestros instintos, tendencias y emociones, que fácilmente
nos comprometen en adulterios, fornicaciones y toda clase de
actos de promiscuidad, con otros espíritus encarnados en
estado de desdoblamiento, como también con
espíritus desencarnados que vibran en nuestra misma faja
mental, y cuyos pecados tienen los mismos equivalentes a los
cometidos en estado de vigilia.

Más adelante expondremos con detalles esta
fenomenología.

Recomendamos a aquellas personas que acostumbran
acostadse en la noche desnudas, que desistan de ese mal
hábito, pues muchos no saben vestirse en el
desdoblamiento, y conforme se acuestan, así peregrinan en
la otra dimensión.

Control
sexual

Interroguen fríamente sus consciencias todos
aquellos que son heridos en el corazón por las vicisitudes
y decepciones de la vida; remonten paso a paso, al origen de los
males que los torturan y verifiquen si muchas veces no
podrán decir: si yo hubiese hecho o dejado de hacer tal
cosa, no estaría en semejante
condición.

Del item 4, del Cap. V, del Evangelio Según El
Espiritismo.

Existe el mundo sexual de los Espíritus de
evolución primaria, manchado de vinculaciones
irresponsables, y existe el mundo sexual de los Espíritus
conscientes, que ya adquirieron conocimiento de las propias
obligaciones frente a la vida; el primero se constituye de
hombres y mujeres psíquicamente no muy distante de la vida
selvática, remanente próximo de la convivencia con
los brutos, en cuanto que el segundo es integrado por las
consciencias que la verdad ya iluminó, estudiantes de las
leyes del destino a la luz de la inmortalidad. El primer grupo se
mantiene unido a la poligamia desenfrenada, y solamente poco a
poco, despertará para las nociones de la responsabilidad,
en el plano del sexo, y a través de múltiples
experiencias en la hilera de las reencarnaciones. El segundo ya
se levanto para la visión panorámica de los deberes
que nos competen, frente a nosotros mismos, y procura elevar los
propios impulsos sexuales, educándolos por el mecanismo de
la contención.

Hablar de gobierno y administración, en el
campo sexual, a los desvariados en acciones poligámicas
seria exigir del salvaje disciplinas que solamente se le pueden
atribuir al profesor universitario, razón por la cual
será justo detenerse, en el estudio alusivo a la
educación sexual, solamente con aquellos que se muestren
en capacidad de entender las reflexiones exacta, en ese
particular.

Establecida la reserva preguntémonos si
sería lícito abandonar en el mundo, los compromisos
de naturaleza afectiva, asumidos mutuamente.

Así nos exteriorizamos para considerar que la
comunión sexual entre dos seres en la tierra envuelve la
obligación de proteger la tranquilidad y el equilibrio de
alguien que, en algún caso, esta comprometido o
comprometida con persona alguna. Comúnmente Existe el
Mundo Sexual de los Espíritus de evolución
primitiva, colmado de compromisos irresponsables, y existe el
mundo sexual de los espíritus conscientes, que ya
adquirieran conocimientos de sus propias obligaciones, frente a
la vida; el primero se costituye de hombres y mujeres
psíquicamente nada distante de los habitantes de la
floresta, remanentes próximos de la convivencia con los
brutos, en cuanto que el segundo es integrado por las conciencias
que la verdad ya iluminó, estudiantes de las leyes del
destino a la luz de la inmortalidad.

El primer grupo se mantiene inclinado a la
poligamia, en ocasiones desenfrenada, y solo, poco a poco,
despertará para las nociones de la responsabilidad en el
plano del sexo, a través de múltiples experiencias
en el hilo de las reencarnaciones. El segundo ya se
levantó para la visión panorámica de los
deberes que nos competen, delante de nosotros mismos, y procura
elevar los propios impulsos sexuales, educándolos por los
mecanismos de la contención.

Hablar de gobierno y de administración, en el
campo sexual, para los que aún se desviaran en
manifestaciones poligámicas, sería exigir de los
salvajes encomiendas, que solamente son atribuibles al profesor
universitario, razón por la cual será justo
detenerse alguien en ese o en aquel estudio alusivo a la
educación sexual, apenas con aquellos que se muestren
susceptibles de entender las reflexiones exactas en ese
particular.

Establecida la tertulia, preguntémonos
nosotros mismos, si seria licito abandonar, en el mundo, los
compromisos de naturaleza afectiva, asumidos en común
acuerdo.

Así nos conscientisamos para considerar que
la comunión sexual entre dos seres en la Tierra envuelve
la obligación de proteger la tranquilidad y el equilibrio
de alguien que, en el caso, es el compañero o la
compañera mutua, y muy común mente, los dos se
transfiguraran en otros más, en las persona de los hijos y
más descendientes.

Urge de ese modo evitar arrastramientos en el
terreno de la aventura sexual, para que el desorden en los
ajustes propuestos o aceptados no vengan a romper la seguridad de
aquel o de aquella que tomamos sobre nuestra asistencia y
cuidado, con reflejos destructivos sobre todo el grupo, en que
nos arraigamos a través de la afinidad.

No se trata, en nuestras definiciones, del llamado "
vinculo insoluble " creadas por leyes humanas a la vez que,
encontramos en todas partes compañeros y compañeras
afectadas por el comportamiento de aquellos que fueron escogidos
para la convivencia sexual y que, por eso mismo, adquieren,
después de perjudicados el derecho natural de vincularse a
otras personas procurando compañía a nivel de su
confianza y respetabilidad; nos reportamos al imperativo de la
fidelidad que debe ser respondida con lealtad, sea cual fuere el
tipo de unión en que los compañeros se

comuniquen sexualmente del uno al otro, sustentándole
recíproco equilibrio.

Considerado lo expuesto, los participantes de la
comunión afectiva, conscientes de los deberes que asumen,
precisan examinar hasta que punto habrán generado las
causas de la indisciplina o deserción en aquel o en
aquella que desistió de la propia seguridad íntima
para arrojarse a la liviandad. Es justo ponderar que en cuanto a
eso, en muchos sucesos de esa naturaleza, no es solamente aquel o
aquella que se comportan desleales, a los propios compromisos, ni
el único culpable de la ruptura del compromiso afectivo,
más igualmente el compañero o la compañera
que, por desidia o frialdad, egoísmo o irreflexión
en los votos abrazados, indujo al compañero o a la
compañera a resbalar para la inseguridad, en el campo del
afecto, atrayendo perturbaciones de tamaño
imprevisible.

Emmanuel

Uno de los factores que más influye para el
desanimo de la pareja o de uno de los comprometidos, es la
perdida de juventud y atributos corporales que tristemente, la
gran mayoría de los seres humanos tan materializados,
considera como garantía para mantener el encantamiento en
pareja. En este caso y muchos otros, no se aprecian virtudes, o
valores morales que en realidad, son los ingredientes con que se
expresa el legitimo amor; pues lo otro solamente es sensualidad,
interés económico, que traen la intolerancia mutua
de la pareja o de uno de los dos.

Por lo regular en la mayoría de los casos, el
hombre es mayor responsable, sobre todo, cuando tiene poder y
dinero para comprar consciencias y de esta manera, conquistar
concubinas o vive en la búsqueda de aventuras, algo
característico del ser promiscuo. Y la mujer en ocasiones
por venganza olvidando la auto estima o quizás dominada
por la curiosidad o contagiada por los dramas sensuales de las
telenovelas o el cinema, la influencia de otras mujeres
supuestamente amigas que les incitan a perder el miedo y el
pudor, o también por su complejo de juventud, y sus
ambiciones de orden material.

Adulterio o
prostitución

"El que estuviere sin pecado, que le arroje
la primera piedra", dijo Jesús.

Esta máxima hace un deber a la indulgencia,
porque no habrá persona que no tenga necesidad de ella
para si mismo.

Allí nos enseña que no debemos juzgar
al prójimo más severamente de lo que nos
juzgaríamos a nosotros mismos, ni condenar en otro lo que
en nosotros disculpamos. Antes de censurar una falta a alguien,
veamos si la misma reprobación nos puede recaer sobre"
nosotros".

Del Item 13 del cap. 10 de "El Evangelio según el
Espiritismo"

Es curioso anotar que Jesús,
tratándose de faltas y caídas en los dominios del
espíritu, halla escogido a la mujer adultera fallando en
el sexo, para pronunciar su inolvidable sentencia: "aquel que
estuviere sin pecado que tire la primera piedra".

Se diría que en el rol de los defectos,
decepciones, flaquezas y delitos del mundo, los problemas
afectivos se registran de tal manera enclavados en el ser humano.
Que persona alguna en la tierra haya escapado en el caminar de
las existencias consecutivas, a los llamados "errores de
amor".

Penetrando cada uno de nosotros en los archivos del
alma, tratando de conseguir registros de un comportamiento
irreprensible, en el inmediatismo de la vida práctica,
ante los días que corren, indáguese, con
sinceridad, cuanto a sus propias tendencias.

Quien no haya atravesado por situaciones
difíciles, en el área del corazón, en el
periodo de la reencarnación en que se encuentre, que
investigue las propias inclinaciones y ansiedades en el campo
íntimo, y en sana consciencia, verificará que no se
haya ausente del enmarañado de conflictos, como
remaneciente del acervo de luchas sexuales de la
humanidad.

De esos embates multi-milenarios, restan aún,
heridas sangrientas en el organismo de la colectividad, el
adulterio que, en el futuro, será clasificado en la
patología de las enfermedades del alma,
extinguiéndose por fin, con remedio adecuado, y la
prostitución que reúne en si a hombres y mujeres
que se entregan a las aventuras de la sensualidad, sobre todo, en
la modalidad prepago estableciendo mercados
afectivos
.

Así como ocurre con los flagelos de la
guerra, de la piratería, de la violencia homicida y de la
esclavitud que acompañan a la comunidad terrestre hace
milenios, diluyéndose, muy lentamente el adulterio y la
prostitución, aún permanecen en la tierra, como
instrumento de prueba y expiación, destinado naturalmente
a desaparecer, en la ecuación de los derechos del hombre y
de la mujer, que se armonizarán por el mimo peso en la
balanza del progreso y de la vida.

Nótese que el lenocinio o alcahuetería
de hoy, en cuanto situado fuera de la ley, es el heredero de los
burdeles autorizados por regulación oficial, en muchas
regiones como sucedía notoriamente en Grecia y en la Roma
Antigua en que los establecimientos de esa naturaleza eran
constantemente nutridos por reclutamiento de jóvenes o
mujeres orientales, directa o indirectamente adquiridos, como si
fuesen animales, para menesteres de alquiler.

Tantos fueron los desvaríos de los
espíritus en evolución en el planeta__
Espíritus entre los cuales muy raro para nosotros, los
compañeros de la tierra, que no nos hallemos incluido__
ciertamente Jesús, personalizando en la mujer sufriente la
familia humana pronunció la inolvidable sentencia,
convocando a los hombres, supuestamente puros en materia de
sexualidad a lanzar sobre la compañera infeliz la primera
piedra.

Evidentemente, el mundo avanza para más
elevadas existencias. Fenómenos de transición
explotan aquí y allí, comunicando
renovación. Es con semejantes sucesos, que surgen para las
naciones el problema de la educación espiritual, para que
la educación del sexo no se haga irracional con palabras
brillantes enmascarando la liviandad
.

Cuando cada criatura fuere respetada en su fuero
íntimo, para que el amor se consagre por vínculo
Divino, mucho más de espíritu para espíritu
que de cuerpo para cuerpo, con la dignidad del trabajo y del
perfeccionamiento personal luciendo en la presencia de cada uno,
los conceptos de adulterio y prostitución se habrán
distanciado del cotidiano, a la vez que la comprensión
apaciguará el corazón humano y la llamada aventura
afectiva no tendrá razón de ser.

Emmanuel

Para estos tiempos se hace bastante difícil
aplicar la educación sexual a los niños y
adolescentes, pues el imperio de las sombras ha logrado
establecer en la Tierra tesis con conceptos y formalismos que
estimulan conductas tan negativas para la niñez, la
juventud, y adultos mayores.

La vía más eficaz para deteriorar la moral
ha sido la prensa hablada y escrita, los sexólogos de hoy
día, en la mayoría con su materialismo
dialéctico, embarnizado de modernidad y liberación.
En estos momentos la gran mayoría de las chicas y los
chicos, desde la adolescencia quieren experimentarse en el campo
sexual considerándose en un derecho, que solo es propio
dentro del libertinaje irresponsable, trayendo con esto, en la
mayoría de los casos, problemas para los padres que
terminan asumiendo obligaciones debido a la irresponsabilidad de
sus hijos.

Existen dos clases de prostitutas: Las que se mantienen
habidas de sexo, son implacables y hasta lo hacen sin
ánimo de lucro, son enfermas sexuales, igual que aquellos
hombres enfermos insaciables e incomplacientes. Estos son los
Seres que después de la desencarnación por ley de
peso específico son imantados a zonas especiales del
astral inferior, a esos lugares llegan estos Espíritus
enfermos, que cuando encarnados y durante el sueño,
también peregrinaban por ahí. También
existen las que practican sexo, no tanto por deseos lujuriosos,
pero si, por lucrar, lo hacen hasta de mala voluntad y son
incomplacientes, pues ni siquiera sufren emociones porque en
cierto modo, consideran que las utilizan como instrumento sexual,
son criaturas que rara vez aman; sin embargo, permanecen en ese
comercio carnal bajo variados argumentos o
justificaciones.

Décadas atrás se le denominaba como
prostituta a la mujer que permanecía dentro de un
establecimiento dedicado para atender al cliente lujurioso, y
desde luego también prostituto, que compra momentos de
placeres que consideran como el elíxir de la vida; sin
embargo hoy día, la prostitución en la modalidad
prepago, ya se ejerce a domicilio y es muy común y hasta
bien vista y estimulada por la sociedad y muchos estados; pues a
las prostitutas de la alta sociedad las denominan como "Damas de
dulce compañía, a las de la clase media prepago, en
la clase media baja, trabajadoras sexuales, y a las de estrato
uno y dos, prostitutas y rameras." Y el hombre promiscuo,
sobornador, chantajista, acosador sensual, violador,
¿Cómo le llamaríamos? Será que el
machismo nunca va a reconocer la igualdad de derechos y la
igualdad de pecados en los dos géneros?. ¿Acaso no
fue por eso, que el Divino maestro se dirigió igualmente a
hombres y mujeres cuando se quería dilapidar a la mujer
adultera?

Hoy día vemos a muchos adultos mayores y algunos
en avanzada edad, preocupados por la pérdida de capacidad
sexual, buscando medicinas y todo tipo de brebajes
afrodisíacos que los reanime en su pretensión
lujuriosa, y algunos opinan que acabándose ese impulso, la
vida ya no tiene sentido o razón de ser. Son las criaturas
que confundieron la sensualidad o lujuria con el verdadero amor,
y sin entender el verdadero significado de la vida
humana.

El sexo manejado con irresponsabilidad, abusando
demasiado en su práctica, bien sea dentro de parejas
legítimamente constituidas, o de manera deliberada y en la
aventura sexual, como en la prostitución, trae demasiada
decadencia corporal,

Cuando yo era muy joven y me empecé a
experimentar en la aventura sexual, en algunas ocasiones con
mujeres entre los cuarenta a cuarenta y cinco años de
edad, especialmente con aquellas que ejercitaban la
prostitución, hoy día, trascurrido más o
menos cuarenta años de ocurrido los hechos, muchas de
estas aún viven. Y las he venido observando en su estado
de vejez, que en verdad causa mucho pesar su estado
fisiológico en una decrepitud asombrosa, situación
que por lo regular no ocurre en aquellas mujeres u hombres que
fueron moderados en su vida sexual.

La carne joven en realidad, es una ilusión; la
carne envejecida causa desilusión!

Mientras el hombre o la mujer joven despiertan
entusiasmo y ansiedad sexual sin importar mucho las cualidades o
valores morales, la vejes trae desinterés,
desánimo, desencanto, empero a pesar de todo esto, es
probable que el espíritu haya alcanzado valores que lo han
embellecido mucho más que cuando contaba con cuerpo bello
y joven.

No es recomendable que se consorcie parejas con mucha
disparidad de edades, pues en la gran mayoría de casos
prima el interés económico antes que el amor, y el
compromiso conyugal más adelante entra en decadencia y
vienen los desencantos acompañados de la infidelidad y el
tranfuguismo del más joven.

El
celibato

698-¿El celibato voluntario es un estado de
perfección meritoria ante Dios?

Respuesta. – No, y los que así viven
por egoísmo, desagradan a Dios y engañan a todo el
mundo.

699—¿El celibato por parte de algunas
personas, no es un sacrificio con el fin de consagrarse
más íntegramente al servicio de la
humanidad?

Respuesta. Eso es muy diferente. Yo dije por
egoísmo. Todo sacrificio personal es meritorio, cuando es
para el bien; cuanto mayor el sacrificio, mayor el
merito.

Item n° 698—699, de El Libro De Los
Espíritus.

Abstinencia en materia de sexo es celibato, en la
vida de relación se presupone que la experiencia del Ser
en dos fajas esenciales – la de aquellos Espíritus
que escogen semejantes posiciones voluntariamente para el
perfeccionamiento o servicio, en el curso de determinada
reencarnación, y la de aquellos que se ven obligados a
adoptarlas debido a diversas inhibiciones.

Indudablemente, los que consigan abstenerse de la
comunión afectiva, poseyendo ahora en orden todos los
recursos instrumentales para disfrutar del
confort,
prefirieron ser más útiles al prójimo, de
tal manera trazan para si mismo escaladas más
rápidas para las cúspides del
perfeccionamiento.

Actuando así, por amor, al servicio de los
semejantes, y por esa causa, amparando a los hermanos de la
Humanidad a través de diferentes maneras, convierten la
existencia, en comunión sexual, en el camino al asenso y a
la sublimación, ambientándose en diferentes climas
de creatividad, por cuanto la energía sexual no se
estancó en su propio flujo; esa energía simplemente
se canaliza para otros objetivos—los de naturaleza
espiritual. Y en concomitancia con los que alegan conscientemente
ese tipo de experiencias, imponiéndose duros regimenes de
vivencia personal, encontramos aquellos otros, los que ya
renacieran para la vida física inducida u obligada a la
abstinencia sexual, atendiendo a las inhibiciones irreversibles o
a procesos de inversión por lo cual se sanan errores del
pretérito o se recogen las pesadas disciplinas que les
facilitan el desmonte de determinados compromisos, en asuntos del
Espíritu.

En uno y otro caso, identificamos aquellos que se
hacen llamar, según las enseñanzas
Evangélicas, denominados "eunucos por amor a Dios" Esos
eunucos contrariamente a lo que generalmente se afirma, no son
personas psicológicamente asexuadas, respirando en clima
de negación de la vida. En cuanto abstemios de la
emotividad sexual, voluntaria o involuntariamente, son almas
vibrantes, inflamadas de sueños y deseos, que se omiten,
en cuanto les es posible, en el terreno de las comuniones
afectivas, para satisfacer las obligaciones de orden espiritual a
que se imponen.

De ahí se desprende la posibilidad de
dedicarse a cualquier tarea de reparación o de
elevación sin tentaciones, sufrimientos, angustias y
lágrimas y a veces caídas en los dominios del
sentimiento, a la vez que los impulsos de amor en ellas se
mantiene con intensa agudeza, predisponiéndose a la sed
incesante de comprensión y de afecto.

Entendiéndose los valores del alma por
alimento del espíritu, es imposible olvidar que la
efectuación del bien y del perfeccionamiento se realiza a
base de dificultades y desgaste.

La semilla es segregada en el suelo para deshacerse
de los atavíos que la

Constriñen, de manera a producir el pan, y a
rigor no se concreta en horno frió.

La fuerza en el carro no surge sin la quema de
combustible, y el motor no le garantiza movimiento sin calentarse
en nivel adecuado.

Abstinencia y celibato, sea por decisión
súbita del hombre o de la mujer, interesados en
educación de los propios impulsos, en el curso de la
reencarnación, o sea por deliberación asumida,
antes del renacimiento en la esfera física, y en
obediencia a fines específicos, no cuentan indiferencia ni
anestesia del sentimiento.

Celibato y abstinencia, en cualquier forma de
expresión, constituye intento loables del ser –
experiencias de carácter transitorio–, en los cuales el
hambre de alimentos afectivos se les transforma en la imagen del
corazón en fuego purificador, acrisolándole las
tendencias o transfigurando esas mismas tendencias en clima de
producción del bien común, a través de la
cual por la donación de una vida, se efectúa el
apoyo espiritual o la iluminación de otras
innumerables.

Tales consideraciones nos impelen a concluir que la
vida sexual de cada criatura es terreno sagrado para ella misma,
y que, por eso mismo, abstención ligazón afectiva,
constitución de familia, vida célibe, divorcio y
otros sucesos, en el campo del amor, son problemas pertinentes a
la responsabilidad de cada uno, erigiéndose, por esa
razón, en asuntos, no de cuerpo para cuerpo, mas de
corazón para corazón.

Emmanuel

En el curso de nuestra presente existencia hemos tenido
la oportunidad de conocer a muy pocos célibes, y si, a
muchos solterones y entre estos, algunos desajustados y sufridos;
de manera meticulosa les hemos analizado su conducta sexual. En
verdad, existe una gama amplia en cuanto a caracteres,
personalidades, vicios, arquetipos, desequilibrios y
virtudes.

En la antigüedad, especialmente en la edad media,
muchas familias postulaban algunas de sus hijos o Hijas para la
vida monasterial, como un supuesto aporte a la Divinidad
considerando que allí tendrían un representante o
delegado de la familia ante Dios. Pobres criaturas; aquellas
almas que venían todavía incompletas en
adquisiciones de experiencias sexuales, Almas todavía
necesitadas de desaguar emociones represadas, experiencias en la
misión maternal, paternal y conyugal, allí
perdieron toda una existencia, perjudicándose para futuras
reencarnaciones cuyos complejos y estigmas solamente las
candidatizan al desequilibrio y la aberración, así
como aquellas que se les denomina como linfómanas, y hasta
prostitutas, allí tendríamos algunas adolescentes
lujuriosas habidas de sexo.

Y en el género masculino, ese antiguo monje o
sacerdote que esta vez no vino para permanecer en un claustro que
le sirve como camisa de fuerza, que el destino colocó en
el común de la gente para que se experimentase, sin
atavíos, tristemente puede ser el enfermo abusador,
violador o maniático sexual.

Queremos hacer salvedad con esas y estos escasos
religiosos, que se aislaron por su propia voluntad y sin ser
cohesionados por la familia o la sociedad, pues realmente algunos
de estos, han alcahazado el equilibrio de las fuerzas sexuales
del alma y por esto, si pueden ser célibes y castos de
cuerpo y Espíritu. Para un buen ejemplo, tenemos al
venerable Francisco de Asís, Teresa de Calcuta Y en la
Doctrina de los Espíritus, a Francisco Candido Xavier,
Divaldo Pereira Franco, nuestra amadísima Ivonne A
Pereira,
y otros tantos misioneros de la
Cristiandad.

Sin embargo también existen aquellos o aquellas
que se inclinan por la compañía de personas del
mismo sexo congregadas en instituciones religiosas, más
por desequilibrio, que por religiosidad.

Es por esto, que hoy día se suscitan tantos
escándalos de federácia en las comunidades
religiosas, especialmente en las que dicen practicar la castidad
y el celibato.

Siendo yo muy joven, y encontrándome en el
servicio militar, en la Ciudad de Villavicencio, tuve la
oportunidad de establecer de manera clandestina y en el estilo de
Romeo u Julieta, noviazgo con una Monja cariñosa, tierna y
muy espiritual, cuestión que no me sorprendía, pues
entendía que ella era una mujer normal, y que de manera
equivocada hubiera escogido esa vocación; de pronto para
subsanar alguna decepción amorosa y sin entender que en su
corazón podría haber espacio para otro amor, pues
nadie se puede eternizar como exclusivo y
único.

Ella me descubrió en un acto de infidelidad
cuando efectuaba un paseo con otra jovencita por el monumento de
Cristo rey, lo que deterioró nuestro idilio.

Años más tarde en San José del
Guaviare, encontré a otra que yo galanteaba con
persistencia, ella me correspondía y en algunos momentos
reaccionaba y me decía:

–tengo miedo de que me hagas perder la fe! Yo le
decía:

–la fe va de la mano con el amor. También una
mujer linda, muy sexy fueron motivos laborales que me
distanciaron de esa encantadora mujer, que a pesar de su
hábito o atuendo religioso, no me hacia creer que algunas
de ellas, tuvieren condiciones para ser célibes, pero que
también tienen disposición para querer, amar y
hasta llevar vida conyugal. También podemos analizar, que,
otras personas habitantes de los claustros, están
allí, por que les es satisfactorio convivir con personas
del mismo género más que por devoción
religiosa; esto por que la mayoría son desequilibradas
sexuales, a excepción de esos escasos Espíritus que
alcanzaron la virtud de la castidad, por la vía del
tiempo, el sufrimiento y la saturación.

Uno de os motivos para que yo sintiese
inclinación por las religiosas, es que yo tuve
reencarnaciones en la India y poises Árabes, donde la
mujer es bien encubierta y discreta, y su atuendo o vestuario se
párese al que adoptaron ciertas comunidades
religiosas.

Algo que a mi me desanima en la mujer, es la
indiscreción, el nudismo, y la vulgaridad verbal. Como
decía, traigo arquetipos tan arraigados, que aún no
se si valga la pena conservarlos o no.

En pasadas generaciones, dentro de la cultura latina se
mantenía la antigua tradición Española, de
que la mujer soltera tenía que conservarse virgen; esto
como garantía de castidad para aquel que las viniera a
esposar. Hoy día, la mayoría de los hombres
solamente aspiran a que su futura esposa sea lo suficientemente
erótica, dócil para adoptar artimañas, y que
pueda ser suficientemente complaciente en materia de sexo, pues
para muchos prima la aberración, y la bajeza, aprendida en
la pornografía en la más miserable
degradación. Y como no se busca ni se cultivan virtudes,
será una pareja que muy posiblemente llegará al
hastío y al desencanto de su pareja, pues sin sexo sano y
sin amor puro, no se garantiza la armonía duradera en los
cónyuges.

Cuando hablábamos de virginidad, no queremos
decir con esto, que ese estado fisiológico sea la
única manera de demostrar virtudes. Pues aunque parezca
mentira, no es la integridad del himen o del prepucio, lo que
hace la virtud. En el caso de las mujeres, es la
abnegación, el sacrificio, la paciencia, la
resignación y la tolerancia, esas mujeres amorosas buenas
esposas y madres de muchos hijos.

Cuantas mujeres se conservan vírgenes, sin
embargo, sus pensamientos son turbulentos y sensuales,
negándose a la maternidad por cobardía, por
mezquinismo, o por comodísimo.

Hoy día, después de estudiar el
comportamiento de los espíritus encarnados sensuales, sin
embargo en muchos casos aquellas que conservan el himen integro
en condición de encarnadas, realizan sexo en la otra
dimensión, con otros encarnados, como también
desencarnados. Entonces, preguntamos: ¿A que se le llama
castidad y virginidad?

Muchos solterones sienten miedo por conformar hogar,
calentando la idea de incapacidad para la manutención, o
simplemente por sentirse en libertad para mantenerse en la
aventura sexual y/o considerar injusto beneficiar a personas que
se van a encontrar bajo su dispensa,

Entre algunos solterones conocidos míos, uno de
estos tristemente padecía de manera intermitente,
problemas de salud mental, a pesar de esto, persona inteligente y
servicial, se retiro del seno de su familia para llevar vida
independiente, alegando no poder soportar a sus hermanos y
demás convivientes, Tal vez su aislamiento y soledad le
agravó en su salud. Lamentablemente fue victima de
delincuentes que penetraron a su aposento, y le asesinaron de la
manera más miserable.

Otro amigo a quien le prodigo mucho aprecio, y a quien
visito de manera esporádica, un día en las horas de
la mañana, en compañía de mi hijo fuimos a
visitarle.

Que terrible sorpresa nos llevamos al encontrarle
reducido en la cama con sus brazos heridos, y un poso de sangre
mal oliente en el piso de la alcoba; además de una botella
de licor de la cual indudablemente estuvo consumiendo, poco antes
de tomar su decisión suicida. Afortunadamente
sobrevivió al atentado, pero se encontraba en profunda
crisis depresiva, y al bordo de la locura. Tan pronto nos vio,
Exclamó!

–Es un crimen! fue de mi parte!

— yo lo hice, porque quiero morir!

—no deseo vivir más!. – estoy hastiado y
cansado de mis problemas y de mi soledad!

–Últimamente he tenido sueños en el que
me dicen que es tiempo de morir para no sufrir
más…

Yo le dije:

–uno de los factores que más a afectado su
vida, es el de haber optado por el alcoholismo.

El me respondió!

–Es que eso me tranquiliza y me alivia en mis
penas,

Yo le respondí:

–En apariencia cumple esa función, pero el
alcohol es demasiado sigiloso y traicionero. Por eso mire los
resultados.

Y luego le dije:

–su soltería fue por su propio gusto.
¿Por qué no optó por conseguir
compañera y así evitar su aislamiento y su
soledad?

Entonces respondió:

— Quise hacerlo pero nunca se me dio la oportunidad
porque no fui correspondido en mis afectos, muy sanos y sinceros
por cierto.

Yo pensaba en todos esos aspectos, pues El, es una
persona servicial, con buena solvencia económica, y hasta
con conocimientos Espiritas; sin embargo, no me siento en el
derecho a juzgar, solamente entiendo que la gran mayoría
de los solterones y solteronas terminan sus últimos
años de su existencia en terrible aislamiento y abandono
de parte de su familia, pues es de entender que nuestros
hermanos, sobrinos y demás parientes, a medida que pasa el
tiempo, se van desparticularizando, las relaciones cada
día son más deterioradas, en la que solamente reina
la indiferencia, la ingratitud, el egoísmo y la
desconsideración tanto social como
familiarmente.

Hoy día hemos tenido el gusto de apreciar a
nuestro amigo en muy buen estado anímico y físico,
superado después de haber sufrido por espacio de dos meses
insomnio severo, situación que lo llevó al
alicoramiento, con las consecuencias que sabemos. Además
se encuentra estudiando y asimilando la doctrina espirita con la
mentalidad de un niño que reinicia con entusiasmo las
tareas por un tiempo abandonadas.

Por lo regular cuando el espíritu trae
compromisos, misiones, o tareas nobles para realizar en la
tierra, los espíritus obsesores se interponen en el
camino, trazan programas a corto o largo plazo para frustrar el
buen propósito de redención y servicio de estos
hermanos. Afortunadamente para muchos, existen merecimientos de
ayuda y protección, pues por lo regular la luz puede
más que las sombras.

Carga
erótica

Aquí dos sistemas que se enfrentan: el de los
ascetas, que quieren abatir el cuerpo, y el de los materialistas,
que quieren rebajar el alma; dos violencias, que son tan
insensatas la una como la otra. Al lado de esos grandes partidos
hormiguea la numerosa tribu de los indiferentes, que sin
convicción y sin pasión, aman con frialdad y gozan
con economía. ¿En donde está pues, la
sabiduría?

¿En donde está, pues la ciencia de
vivir? En ninguna parte; y este gran problema quedaría
enteramente por resolver, si el Espiritismo no viniese en ayuda a
los investigadores demostrándoles las relaciones que
existen entre el cuerpo y el alma, y diciendo que, puesto que son
necesario el uno a la otra, es preciso cuidar de ambos. Amad
pues, a buestra Alma, pero cuidad también el cuerpo,
instrumento del alma; desconocer las necesidades que están
indicadas por la propia Naturaleza, es desconocer la ley de Dios.
No le castiguéis por las faltas que vuestro libre
albedrío le ha hecho cometer y de las que tampoco tiene
responsabilidad, como no la tiene el caballo mal dirigido, por
los accidentes que causa. Seréis, acaso, mas perfectos, si
martirizando nuestro cuerpo no sois menos egoístas,
orgullosos y poco caritativos con vuestro prójimo? No; la
perfección no consiste en esto; está enteramente en
las reformas que haréis sufrir a vuestro Espíritu;
doblegadlo, sometedlo, humilladle, mortificadle; éste es
el medio de hacerle dócil a la voluntad de Dios y el
único que conduce a la perfección.

(Georges, Espíritu protector, Paris,
1863)

Del item 11, del cpt. XVII, del Evangelio
Según El Espiritismo.

El instinto sexual, expresando amor en
expansión incesante, nace en las profundidades de la vida,
orientando los procesos de la evolución.

Toda criatura consciente trae consigo, debidamente
estratificada la herencia inconmensurable de las experiencias
sexuales, vividas en los reinos inferiores de la
Naturaleza.

De existencia a existencia, de lección en
lección y de paso en paso, por siglos de siglos, en la
esfera animal, la individualidad, erguida a la razón,
sorprende en si mismo todo un mundo de impulsos genésicos
por educar y ajustarse a las leyes superiores que gobiernan la
vida.

El principio, expuesto a los lances adversos de las
aventuras poligámicas, el hombre avanza, de
enseñanza en enseñanza, para su propia
instalación en la monogamia, reconociendo la necesidad de
seguridad y equilibrio, en materia de amor; sin embargo
aún ahí, es impelido naturalmente a cargar el fardo
de los estímulos sexuales muchas veces desorganizado, es
cuando le examinan en el sentimiento, reclamando educación
y sublimación.

Desprendiéndose de eso es que toda criatura
en la tierra transporta en sí misma determinada taza de
carga erótica, de que, en verdad, no se liberará
únicamente al precio de palabras y votos brillantes,
empero si con el esfuerzo de experiencias y trabajo, a la vez que
instintos y pasiones son energías y estados inherentes al
alma de cada uno, que las leyes de la Creación no
destruyen y si auxilian cada persona a transformar y elevar, en
el rumbo de la perfección.

Fácil entender, por tanto, que del erotismo,
como factor de magnetismo sexual humano, en la
peregrinación terrestre, sea en si tratando de
Espíritus encarnados o desencarnados en la Comunidad
Planetaria, no participan tan solamente las inteligencias que ya
se angelizaran, en minoría absoluta en el Plano
Físico, y aquellos hermanos de la Humanidad
provisoriamente internados en las celdas de la idiotez, por
fuerza de luchas expiatorias abrazadas o solicitadas por ellos
mismos, antes de la cuna y para su futura
reencarnación.

Los Espíritus sublimados se atraen de unos a
otros por lazos de amor divino, en cuanto inabordables a
nosotros, otros seres en laboriosa escala evolutiva y que
compartieran de las tendencias y aspiraciones, dificultades y
pruebas del género humano. Y los compañeros
temporalmente bloqueados por cerebros
deficientes y
obtusos atraviesan períodos mas o menos largos de silencio
emocional, destinados a reparaciones y reajustes, casi siempre
solicitados por ellos mismos ___ repetimos __ , ya que se
sentencian a adherencias e inhibiciones , en el campo de
exteriorización de la mente, a través de los cuales
surgen actitudes y reacondicionan impulsos afectivos en preciosas
tomas y retomas de consciencia.

En vista de lo expuesto, es fácil reconocer
que toda criatura humana, siempre nacida o renacida sobre el
patrimonio del sexo, carga consigo determinada carga de impulsos
eróticos que la propia criatura aprende, gradualmente, a
orientar al bien y a valorar para la vida.

Frente al sexo, no nos hayamos de ningún
modo, delante de un despeñadero para las tinieblas, pero
en la presencia de la fuente viva de las energías en que
la Sabiduría del Universo situó el laboratorio de
las formas físicas y la usina de los estímulos
espirituales mas intensos para la ejecución de las tareas
que esposamos, en régimen de colaboración mutua,
observando el rendimiento del progreso y del perfeccionamiento
entre los hombres.

Cada hombre y cada mujer que aún no haya
alcanzado la Angelitud o que no se encuentre en proceso de
bloqueo de las posibilidades creativas, en el cuerpo o en el
alma, trae, evidentemente, mayor o menor porcentaje de deseos
sexuales, y se expresan por sede de apoyo afectivo, y es
claramente, en las aradas de la experiencia, errando y acertando
y tornando a errar para aceptar con mas seguridad, que cada uno
de nosotros __ los hijos de Dios en evolución en la Tierra
__ conseguirán sublimar los sentimientos que nos son
propios, de modo a erguirnos en definitivo para la conquista de
la felicidad celeste y del Amor Universal

Emmanuel

Ya hemos venido hablando de castidad y amor sublimado.
Aprovechamos para ejemplificar un poco.

GANDI, ese maravilloso hombre que nos dejo
extraordinarias enseñanzas de la revolución de la
paz y la independencia, hizo votos de castidad a los 33
años de edad; en mi caso, solamente a los 64 años
de edad y a los cuarenta de vida conyugal. Por una parte siento
tristeza por tanta demora en esa determinación. Que hoy
día considero como muy saludable y necesario.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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