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Sexo en dos mundos (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Fueron los estados de clarividencia que en nuestro
estado erótico se potencial izaba, y nos permitía
ver, como algunos desencarnados aprovechan para comulgar
sexualmente con nosotros. No podíamos soportar más
estas violaciones de nuestra intimidad por parte de desencarnados
obsesores. Por esto, y otras causas, tomamos la
determinación de clausurar mediante promesa solemne,
nuestras relaciones sexuales. Tan valiosa fue esta
decisión, que mi esposa se alivió de los problemas
de salud que Iván en franco deterioro. Y hemos seguido
practicando sexo, empero el sexo sublimado, que consiste en las
buenas atenciones, detalles de consideración y
comprensión, y tantas cosas bonitas que podemos realizar
en el seno del hogar, para consolidar la felicidad
conyugal.

Homosexualismo

Pregunta: El Espíritu como errante, como
prefiere reencarnar, como hombre? O como mujer?

Respuesta—Eso poco le interesa a
él.

Espíritu el escoge según las pruebas que
tenga que venir a superar.

La homosexualidad o transexualidad,
definiéndose en algunos círculos de la ciencia,
definiéndose en el conjunto de sus características,
por tendencia de la criatura para la comunión afectiva con
una u otra criatura del mismo sexo, no encuentra
explicación fundamental en los estudios
psicológicos que tratan el asunto en fuente materialista,
empero es perfectamente comprensible, a la luz de la
reencarnación. Observado el asunto, mas con los
preconceptos de la sociedad, constituida en la Tierra por la
mayoría heterosexual, contrario a las simple realidad de
la vida, esos mismos conceptos van creciendo en intensidad, con
el mismo desenvolvimiento de la humanidad, y vemos en estos
momentos que en todos los Países, extensas comunidades de
hermanos de esa naturaleza, solicitan atención y respeto,
reclaman igualdad de derechos que el de los heterosexuales.
Ejemplo:

Matrimonios consagrados por la misma ley.
Adopción de hijos entre ese tipo de parejas, y otras
tantas reclamaciones verdaderamente contradictorias a la
lógica, Y a la ley Divina

Emmanuel.

Para complementar mejor el tema, estamos anexando
unos importantes capítulos de EL Psiquiatra Jorge Andrea,
quien expone de manera científica, los problemas sexuales
del Alma y en especial el homosexualismo.

También contamos con algunas experiencias
mediumnicas dignas de exponer y que hoy después de leer
una obra tan interesante como EL SEXO MAS ALLÁ DE LA
MUERTE, Dictado por Andre Luys, Al mediumn R. A. RANIERI, nos
animamos a relatar algunas de nuestras experiencias
mediumnicas.

Hace unos Años, nuestro grupo Espirita se
dedicaba con mucho esmero al servicio de atención a
personas obsesadas. Entre estos pacientes, contábamos con
dos hermanos terriblemente perturbados, casos de autentica
subyugación.

Buscando la manera de establecer la tarea de manera
eficaz y correcta, iniciamos con visitas al hogar de los
enfermos, esclareciendo a la señora encargada de la
vigilancia y manutención de sus propios hermanos, pues
esta pobre hermana, tenia que dividir su tiempo a la asistencia
de los pacientes, y de su trabajo y profesión como
bacterióloga.

En una de esas visitas, y después de efectuado el
Evangelio en el Hogar, mi esposa pretendía hacerle fluido
terapia a uno de estos, que ya se reducía a silla de
ruedas. Cuando la pasista se aproximó a este, el la tomo
de los cabellos para agredirla. En otra ocasión llevaron a
los enfermos a la casa Espirita para nuevos tratamientos, y de
igual manera la magnetizadora se aproximó al paciente para
aplicarle el pase, y este, sacó fuerzas y habilidad para
lanzarle fuerte patada, como esas que lanzan los luchadores de
artes marciales, que de no haberle esquivado a tiempo, ella
hubiera rodado por la escalera que conducía al primer
piso, y le hubiera causado grabe accidente.

Haciendo ilaciones sobre el asunto, pude concluir que al
sujeto, no le gustaba la presencia femenina, y que tal vez el
podía ser un desequilibrado sexual. Le Pregunte a la
hermana asistente si ella le había observado alguna
conducta sexual extraña, lo que me confirmó sin
mucha reserva.

No trascurrió mucho tiempo, cuando en mi estado
proyectivo, localicé a ese obseso, en algún lugar
de la espiritualidad, en una situación demasiado chocante,
pues observé que el, se encontraba sentado sobre otro
individuo, que lo tenia penetrado sexualmente, y que los dos se
sentían plenamente complacidos, enajenados al punto de no
registrar nuestra presencia, en la más cruda y terrible
simbiosis sensual, que no permitió mi esfuerzo por
separarlos. Al despertar y al recordar nítidamente esta
triste experiencia, pude concluir que el enfermo se confabulaba
de manera muy complaciente con ese obsesor desencarnado, que como
un autentico parasito y vampiro, sumergido en su ansiedad
homosexual, era inamovible y no le permitía ningún
tipo de adoctrinamiento para ayudarlos en su
liberación.

En otra ocasión también incursionando por
el astral, esta vez acompañado por una de mis hijas,
pudimos observar a un individuo amigo y conocido en el mundo de
los encarnados, en un relacionamiento homosexual con otro
individuo que no conocíamos. Fue una escena tan
vergonzosa, que me sentí incomodo con la
compañía de mi adolescente hija.

Después de estudiar en las fuentes espiritas el
origen o las causas del homosexualismo, me sigo preguntando algo
sobre este asunto.

Sabemos muy bien que las personas que en vidas
pasadas fueron mujeres y que acumularon muchas experiencias en
ese género, vienen manifestándose como mujeres,
así morfológicamente su cuerpo sea masculino o
viceversa en el caso de la mujer. Ahora la pregunta
es:

¿No será mucho más enfermo y
perverso aquel heterosexual que le hace el juego al afemeninado,
o aquella que complace sexualmente a la "marimacho"? y sobretodo,
que la mayoría de estos, también comparten
sexualmente con el sexo opuesto. ¿No será que estos
seres que vulgarmente les llaman todo terreno, estos aún
son más perversos que los otros desequilibrados? Dejamos
esa incógnita para nuestros lectores que nos puedan ayudar
con deducciones mucho más esclarecedoras.

Les pedimos a nuestros lectores, nos dispensen en
nuestro vocablo y estilo para expresarnos respecto a estos temas,
pues no sabemos dorar la píldora para no escandalizar a
los lectores excesivamente prudentes y puritanos, pero deben
aceptar, que es de esta manera que nos hacemos entender de manera
concreta y directa.

¿Qué podrá pensar mi amigo que me
recomienda escribir obras que sean más
Espiritas?.

Sexo y
religión

"Pregunta__ como puede el alma, que
no alcanzó la perfección durante la vida
corpórea, acabar de depurarse?

"Respuesta__ sufriendo la prueba de una nueva
existencia."

" Pregunta__ como realiza esa nueva existencia?
Será por su transformación como
Espíritu?"

"Respuesta__ depurándose el alma
indudablemente experimenta una transformación, mas para
eso le es necesario la prueba de la vida
corporal."

Item n° 166 de "El Libro de los
Espíritus".

Se daría el hecho de insertar alguno de los
impulsos e inquietudes sexuales, simplemente por haber asumido
compromisos de naturaleza religiosa?

Claro que la lógica responde en el
Espíritu de secuencia de la naturaleza.

La criatura que abraza encargos de ese orden
está procurando o aceptando para si misma aguijones
regeneradores o educativos, a la vez que órdenes y
providencias de carácter externo no transfiguran
milagrosamente el mundo íntimo. Las realizaciones de la
fe, por eso mismo, se concretizan en la base de porfiadas luchas
del alma, para consigo misma.

Ninguno se perfecciona de un día para
otro.

De que modo transferir condiciones inherentes a la
propia vida del Espíritu, adormeciendo, en el curso de las
eras, tan solamente en función de afirmativas verbales? Y
entendiéndose que las Leyes del Universo no destruyen el
instinto mas lo trasforma en razón y Angelitud, en el
pasaje de los siglos, por los mecanismos de la
sublimación. De que forma exigir ala extinción de
los estímulos genésicos en alguien, tan solo porque
ese alguien se consagra el Servicio Divino de la Fe, cuando esos
mismos estímulos son ingredientes de la vida y de la
evolución, creados por la misma Providencia Divina para la
sustentación y la elevación de todos los
seres?

Comprendida la inalienabilidad de los problemas
sexuales en las individualidades representativas de las ideas
religiosas en el mundo, es mas que razonable considerar que esas
individualaidades, en su mayoría , solicitaran para si
mimas los controles de afección moral a que
transitoriamente se vinculan, en el intento de extraer de ellos
el provecho máximo, a favor de si mismos.

Efectivamente, Espíritus Superiores y ya
sumergidos en notables campos de elevación,
únicamente por amor y sacrificio, toman asiento en las
organizaciones religiosas de la Tierra, volviendo a la
reencarnación en actividades socorristas, en las cuales
impulsan el progreso de sus hermanos.

Esos misioneros del campo religioso vibran en fajas
de amor sublime, casi siempre inaccesible a la comprensión
de sus contemporáneos.

No ocurren análogas circunstancias entre
aquellos otros que renacen sobre régimen disciplinario,
solicitado por ellos y contra ellos mismos, a la vez que gran
número de esos obreros de las ideas religiosas,
reencarnados en condiciones de prueba, demuestran dificultades e
inhibiciones múltiples, en el cuerpo y en la mente, cuando
no, sufren exagerada tendencia a los desvaríos sexuales__
esa tendencia que habitualmente los mantiene recogidos al miedo
de cualquier expansión afectiva. Temiendo las
manifestaciones de amor y bastas veces condenando indebidamente
los compañeros de la Humanidad, por el hecho de acomodar
las uniones respetables y dignas, generalmente recelan a si
mismos y censuran a los semejantes, en el impulso inconsciente de
copiar la independencia y la conducta.

De ahí surgen los incidentes menos felices__
cuantas veces! ___ en que vemos expositores ardientes y
apasionados, de esa o de aquella idea religiosa, inclinando en
experiencias emotivas, mucho mas complicadas y deplorables de lo
que aquellas otras que ellos mismos reprobaron en el camino y en
la viada de los compañeros!…. Mas allá, se
registra que el fenómeno es mas que justo, por cuanto,
aceptando los distintivos de determinado campo religioso, el
Espíritu impone a si mismo el factor de frenar y auto
pulimento, sin que las marcas exteriores de fe signifiquen mas
que un convite o un desafío a que se perfeccione, de
acuerdo con los principios de purificación que
abraza.

Instrucciones religiosas exteriores no alteran de
improviso, los impulsos del corazón en cuanto se erijan en
fortaleza de luz, amparando la criatura que a ellas se acogen
para el servicio de auto perfeccionamiento.

Cualquier profesor en la tierra se ha de identificar
con los alumnos, en el campo de las experiencias naturales en lo
cotidiano, a fin de que se establezca, entre ellos el filo de la
comprensión mutua, uniendo vanguardia hay retaguardia del
esfuerzo para la escalada del grupo al
conocimiento.

Un ángel y un equipo de criaturas humanas no
entrarían en relación ideal para rendimiento ideal
de la enseñanza. A la vista de eso, nosotros mismos,
Espíritus endeudados ante las Leyes de Universo, que nos
enlazamos unos con los otros, encarnados y desencarnados,
perfeccionando gradualmente las cualidades propias y aprendiendo,
a costa de trabajo y tiempo, como alcanzar la sublimación
que demandamos, en marcha laboriosa para la conquista de los
Valores Eternos.

La internación en un convento, un monasterio o
cualquier tipo de claustro, no garantiza la libranza de la
lujuria o del apetito sexual. Las virtudes se alcanzan llevando
vida disciplinada en existencia normal, en medio de pecadores en
que la miseria moral es el común de la gente; Y nosotros,
llevando vida disciplinada y ejemplar. Es así como se
evoluciona.

Por lo regular vivimos en un mundo de apariencias e
hipocresía. Nos engañamos constantemente
aparentando una vida digna y sana en los estados de vigilia, No
solamente son los actos visibles y palpables los que nos
comprometen Karmicamente. Nuestros pensamientos lodosos por mucho
que tratemos de ocultarlos, estos quedan registrados en lo mas
profundo de nuestra alma y del registro akásico del
espacio infinito, peor todavía, cuando nuestros
pensamientos van acompañados del sentimiento lujurioso,
que nos identifica en la otra dimensión, permitiendo la
imantación de entidades afines a nuestros intereses, y a
la vez comprometiéndonos en actos sexuales cuya
equivalencia karmica no es menor que la de nuestras realizaciones
en el plano material.

Algunos lectores se sentirán sorprendidos o
admirados cuando hacemos referencia a mi propia vida sexual, pero
si muchos de estos quizá hubieran tenido las facultades
psíquicas y psicológicas de que somos poseedores,
tal vez comprenderían que también son infractores
de la ley, en mayor o menor grado.

Emmanuel

Hace un poco más de quince años tuve una
triste y curiosa experiencia mediumnica. Me encontraba durmiendo
solo en una alcoba de la segunda planta de nuestra casa, y mas o
menos a la una de la mañana sufrí una fuerte
pesadilla; pues una entidad obsesora se abalanzó sobre
mí, y minutos más tarde sintiéndome libre de
ese estado tenebroso, me vi desdoblado y en relaciones sexuales
con una mujer que en tiempos de juventud yo había conocido
en un bar, en la ciudad de Cali. Ella era una Pereirana atractiva
y simpática con un cuerpo muy escultural que por algunas
horas se aficionó a mi, sin que más luego
volviéramos a tener encuentro alguno. Cuando tomé
consciencia de mi situación me retire de inmediato de su
lado, cuando otra mujer que se encontraba a mi espalda me
decía:

–ven acá ahora es con migo!. Esta otra mujer
también yo la distinguía desde mis primeros
años de juventud, sin que con ella hubiese tenido
algún tipo de aventura sexual, solamente le observaba
cuando cruzaba por esa calle de prostíbulos en el bus
urbano que cubría por esa ruta hacia mi barrio. Tampoco me
interese por ella, pero el personaje se apreciaba un poco
presagioso.

Cuando identifiqué a las dos mujeres, me
retiré hacia la azotea de la casa, pensando en que la
escena después de haber sido apreciada en estado
proyectivo, seguía siendo observada en un estado de
clarividencia tan efectivo, que con los ojos cerrados o abiertos,
siempre veía lo mismo. Después de pasados algunos
minutos regrese a la alcoba pensando que ya se hubieran retirado:
sin embargo, allí, estaban e insistían en el
convite. Nuevamente me devolví. Pensé que la mejor
manera de librarme de ese estado mediúmnico perturbador,
seria duchándome, sin embargo no surtió efecto. Ya
habían transcurrido más de dos horas.
Resolví prender luces y de esa manera no registre los
siniestros personajes, quise conciliar el sueño, empero me
fue imposible. Apague las luces para sosegarme en el
sueño, y en la penumbra volvía a registrar la
chocante escena. Nuevamente Salí y me senté en una
jardinera donde por algún tiempo hice algunas reflexiones
sobre los problemas que traen la irresponsabilidad sexual y la
irresponsabilidad de aquellos que pretenden alcanzar o
desarrollar facultades en esos grupos de espiriteros,
empíricos, sin tener la suficiente preparación
moral y un conocimiento más concreto sobre
fenómenos de la espiritualidad. Haciendo tantas
consideraciones pasó el tiempo y llegaron las primeras
luces de la aurora, lo que hizo que se concluyera mi estado
mediúmnico tan prolongado con mis visiones
perturbadoras,

En otra ocasión, dormía también sin
la compañía de mi esposa, y de pronto sentí
que se aproximó una entidad de gran tamaño, obesa,
se abalanzó sobre mí, al través de mi cama,
y trataba de no dejarse ver el rostro. Me sentí
inmovilizado con esa mole enzima, y lo que en el momento me
preocupó, fue verificar si se trataba de hombre o mujer,
pues tratándose del género masculino la
cuestión seria más contradictora, y para comprobar
movilice un brazo para palpar con la mano los genitales,
cuestión que logre, verificando que se trataba de una
mujer muy joven y sus vulva era demasiado pequeña en
comparación a su tamañudo cuerpo, otro detalle que
pude verificar, es que carecía de bello pubiano, y estaba
virgen, sin embargo en un profundo estado de lujuria. Quiso
ocultar su identidad, pero descubrí que se trataba de la
hija de un vecino amigo. Fue también la claridad de la
aurora lo que permitió que esta jovencita en estado
proyectivo se retirara y me aliviara de ese peso asfixiante que
posaba a través de mí. Días más tarde
vino a visitarme un amigo espirita y por ende médium, y
esa noche lo alojamos en el mismo dormitorio, en la mañana
siguiente, él me manifestó haber sido visitado por
la misma criatura que me asedió, y me comentó en
detalles las características de su extraña
fisiología o anatomía, igualmente su estado
anímico y sensual.

También en otra ocasión fui visitado por
una adolescente creo que esta estaba desencarnada, se
acomodó a mi lado de manera insinuante, sin embargo la
comparé con mis hijas que podían contar su misma
edad, y sentí profundo pesar entrando a aconsejarle una
mejor conducta y disciplina sexual para su progreso moral,
conmoviéndose al punto de manifestarse en llanto
conmovedor. Semanas más luego, me encontraba fuera de la
Ciudad, y mi esposa ocupó mi aposento, donde
también ella verificó a la misma entidad que al
llegar pregunto por mí.

Los espíritus desencarnados sensuales y
mañosos, tienen muchos ardiles para engañar a los
encarnados en estado proyectivo, algunos se clonan
idénticos a los esposos de aquellas mujeres que no ceden a
sus pretensiones morbosas y hasta logran inducirlas al
relacionamiento sexual: igualmente tanto hombres como mujeres son
hipnotizados en el momento preciso del desprendimiento corporal,
es lo que hemos podido entender, y solamente en el momento de la
erección del hombre, o la mujer de haber alcanzado el
orgasmo, es que se puede descubrir que tristemente nos
encontrábamos en platicas nada gratas y hasta demasiado
decepcionantes, pues pasados los estados de hipnosis apreciamos
la fealdad y la asquerosidad de la entidad obsesora.

No, en todos los casos en el hombre o la mujer, se
somatiza el relacionamiento sexual. Cuando habiendo recordado con
claridad estos hechos, y no sufrimos erecciones, significa que
esto pudo haber ocurrido mediante una proyección o
desdoblamiento, en el que dejamos junto al cuerpo, varias
estructuras.

Tenemos que entender que somos seres integrales y por lo
tanto contamos con muchas estructuras o vehículos vibrando
en diferentes fajas, y que estos tienen mucho que ver con
nuestras facultades y nuestro desenvolvimiento en el espacio y
durante el sueño.

No todas aquellas personas que en condición de
desencarnados tienen encuentros o relaciones sexuales con
nosotros los encarnados, los podemos catalogar como obsesores.
Algunos espíritus vienen vinculados a nosotros de vieja
data, pudieron haber hecho parte de nuestra vida conyugal en
vidas pasadas lo que nos hace creer que aún nos pertenecen
o que estamos en el derecho del relacionamiento carnal. Cuando
decimos carnal, es porque nos referimos también al
periespíritu que en la otra dimensión igualmente es
semejante al cuerpo terrenal.

Recuerdo a un amigo espirita colombiano que me
decía en la ciudad de Guayaquil, que yo tenía
alguna disposición para escribir, pero que debía
escribir libros verdaderamente espiritas. Hoy día, y en
estos precisos momentos, pienso en él, y me pregunto:
¿qué pensará de mí, y de nuestro
libro? ¿Será que por el hecho de hablar de manera
escueta y clara en materia de sexo, desclasifica el texto como
obra espirita?

Aquellas personas espiritas a quienes les propuse la
realización de este proyecto, y quienes lo vieron viable y
útil como orientación para aquellos y aquellas que
por el momento ignoran los inconvenientes que nos traen los
desordenes sexuales, se manifestaron muy interesados en el tema
ofreciendo cooperación desinteresada en la revisión
y otros aportes o apuntes que ellos de buena fe consideren
necesarios.

Al margen del
sexo

"Recordémonos de aquel que juzga en
última instancia, que ve los movimientos íntimos de
cada corazón y que, por consiguiente, disculpara muchas
veces las faltas que censuráis, o condena lo que
disculpáis, porque conoce el móvil de los actos. Y
que vosotros, que proclamáis tan alto: __ ¡anatema!,
quizás habréis cometido faltas mas
graves."

Del Item 16, del cap. X, de El Evangelio Según el
Espiritismo".

Compañeros de la Tierra, al frente de todas
las complicaciones y problemas del sexo abstengámonos de
censura y condenación.

Todos nosotros ___ los Espíritus en
perfeccionamiento en los escenarios del Planeta __ estamos
emergiendo de un pasado multimilenario, en que las tramas del
alma se entretejían en laberintos de sombra, para que las
bendiciones del aprendizaje se nos fijasen en el espíritu.
Aún así, nos hayamos todos muy lejos de la meta por
alcanzar.

Si alguno de vosotros parece caer, sobre
engañaos del sentimiento, calle y espere! Si alguno de
vosotros figura caer en delincuencia, por desvaríos del
corazón, espere y calle!….

Sobre todo, compadezcámonos unos de los
otros, porque, en cuanto, ninguno de nosotros consigue conocerse
exactamente, a punto de saber hoy tal es el tamaño de la
experiencia afectiva que nos aguarda
mañana.

Callad vosotros posibles escritos difamatorios, ante
las supuestas culpas ajenas, por cuanto ninguno de nosotros, por
ahora, es capaz de medir la parte de responsabilidad que nos
compete a cada uno en las irreflexiones y desequilibrios de los
demás.

Somos todos piezas integrantes de una sola familia,
operando en dos mundos, simultáneamente __ aquel de las
inteligencias corporificadas en el plano físico y aquel
otro de las inteligencias desencarnadas que se domicilian en las
regiones de la misma Tierra que habitáis, disputando con
vosotros todo cuanto igualmente entre sí, la
adquisición de recursos substanciales de la
evolución.

No disponemos de recursos para examinar las
consciencias ajenas y cada uno de nosotros, ante la
Sabiduría Divina, es un caso particular, en materia de
amor, reclamando comprensión.

En vista de eso, muchos de nuestros errores
imaginarios en el mundo son caminos ciertos para el bien, al paso
que muchos de nuestros aciertos hipotéticos son trillas
para el mal de que nos descubriremos un
día!….

Bendecid y amad siempre.

Delante de toda y cualquier desarmonía del
mundo afectivo, sea con quien fuere y como fuere, colocad
vuestros pensamientos en el lugar de los acusados, analizando
vuestras tendencias más íntimas y, después
verificáis si estáis en condiciones de censurar a
alguien, escuchad en el fondo de la consciencia, el apelo
inolvidable de nuestro Amado Maestro Jesús: "Amaos los
unos a los otros como yo a vosotros os amo ".

Emmanuel

FUERZAS SEXUALES DEL ALMA

El principio espiritual con los mecanismos de sus
energías creativas, a través de los millones de
milenios, fue expresando el componente sexual. En las plantas
faregonámicas se percibe que inicialmente, la
evolución propició las polarizaciones sexuales
ajustadas, por eso consideramos aquí, un hermafroditismo.
Ya en las plantas criptógamas existe mayor
separación de los respectivos polos sexuales mostrando la
reproducción sexuada, que se amplió bastante en el
reino animal. Con eso, el principio inteligente o espíritu
en el plano evolutivo, va demostrando la necesidad de
reproducción monogámica, ahora aquí y
allí, algunas especies animales pueden revivir en el
hermafroditismo como estado de consolidación
evolutiva.

Ciertos animales pueden activar un potencial sexual
opuesto al suyo en determinada fase de la vida, denotando la
existencia, en su principio inteligente o campo espiritual del
potencial sexual doble, que el espíritu posee exaltando
ciertos principios armónicos.

Figura 1.

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Los animales superiores, inclusive el hombre, poseen en
sus organizaciones físicas tanto en la masculina cuanto en
la femenina, hormonas de los dos sexos. Cualquiera, que sea la
polaridad sexual, un estado de desorganización de los
campos espirituales podrá excitar una determinada hormona,
acarreando deformaciones, defectos llamados heterosexuales de las
gónadas.

La fuerza de energía sexual, en una determinada
faja, femenino o masculino, sería el resultado de
expansión y orientación de los núcleos
espirituales periféricos y sus

consecuentes irradiaciones y orientaciones en el sector
material. Esos mismos núcleos más
periféricos serían siempre orientados por la fuerza
sexual, a través de su propia cadena (figura 2).
Está claro que todo el juego de herencia física ya
constituye reflejos de los campos energéticos del
espíritu.

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La energética espiritual, sin el cuerpo
físico (desencarnados) carga consigo sus dos grandes
fuerzas sexuales (masculinas y femeninas), que deberán ser
exteriorizadas, en una de sus polarizaciones, en conformidad con
la necesidad evolutiva, dentro de una ley perfecta que comanda
todos los ángulos de la vida. Cuanto más esas
fuerzas espirituales se expresan en sus regiones
periféricas (límites del inconsciente actual), el
espíritu tendrá sus tendencias para determinada
faja sexual, tanto englobando en una personalidad
psicológica a ser expresada en el proceso reencarnatorio.
De ahí consideramos las fuentes energéticas
sexuales más periféricas como personificadas,
traduciendo su propio polo sexual de manifestación; si la
predominancia energética fuera de las regiones centrales
del espíritu (límites del inconsciente puro),
tradujese fuerzas impersonales por ser totalizadas.

En esta última posición, es de entender el
caso de los espíritus más evolucionados, no
más necesitado de reencarnaciones, por haber absorbido y
unificado las potencias sexuales, tanto en la polarización
masculina como en la femenina. Es como si esos espíritus
más evolucionados no precisasen más de las
experiencias en la personalidad (cuerpo físico); en tales
casos los más evolucionados son como que integrados en las
dos fuerzas del sexo (masculino y femenino), no necesitando de
las experiencias ni de los diferentes matices que las
reencarnaciones pueden propiciar. Serían espíritus
en la que la estructuración de las fuerzas opuestas del
sexo no sufrirá más variaciones; no haría
falta en una o en otra faja para exigir construcciones y
equilibrios.

El espíritu cuanto no estuviere construido, en el
sentido de integración de las fuerzas sexuales (masculino
o femenino) por las vivencias multimilenarias, estará
siempre condicionadas a reencarnaciones provechosas, único
medio para equilibrio y ascensión. De ahí, se
comprende la necesidad de la reencarnación para el
espíritu, tanto en la faja masculina como femenina, en
búsqueda de un proceso de realizaciones. Es claro que
obedeciendo a ritmos en el tiempo, cuyos cambios de fajas
vibratorias sexuales, algunas veces pueden ser percibidas y
anotadas, es decir, un espíritu que venga ocupando cuerpos
masculinos y por necesidad de la ley pasará a ritmos
femeninos. La fase de transición de una potencialidad a
otra, muchas veces dejará trazos de pasajes convertidos,
en variables matices, sobre el andamiaje psicológico del
reencarnante. Se dice desde luego, que en esos mecanismos citados
no nos estamos refiriendo sobre aspectos enfermizos pero
sí, exclusivamente, sanos.

Por los conceptos presentados. Todo reencarnante
poseerá en su intimidad espiritual, las dos fuerzas con
predominio, mayor o menor, del polo masculino o femenino, con el
fin de buscar experiencias y adquisiciones de aptitudes. Los que
se encuentran con los factores sexuales espirituales
complementados e integrados podrán en condiciones
reencarnatorias, mostrarse en uno de los polos masculinos o
femeninos, con vida sexual normal. Esos individuos, casi siempre
se presentan como misioneros, donde los factores sexuales son
también dislocados en la elaboración de las grandes
construcciones de su propio espíritu. Ejemplos dignos de
registro en esas fajas evolutivas, son las estructuras
psicológicas ya alcanzadas por un Francisco de
Asís, Gandhi, o Teresa de Calcuta.

Denominamos esas fuerzas sexuales del espíritu
masculino como PSI-Y masculina, y PSI-X para la potencia
femenina. Por el desenvolvimiento del tema, se comprende que los
núcleos en potenciación sexuales más
periféricos (vecindad del inconsciente actual)
estarán cargados con fuerzas variables, para el lado PSI-Y
o PSI-X, la nutriría el sexo, masculino o femenino, en la
organización gonádica del cuerpo físico.
Esos núcleos en potenciación ligados al sexo,
abastecidos con las energías preponderantemente masculinas
o femeninas, estarán siempre sobre fuerte
irradiación de su zona más periférica,
constituida por material del inconsciente actual, con el fin de
mantener la necesaria nutrición, orientación de la
organización sexual que el cuerpo físico exige y
necesita. .

Dígase también, que por más que
haya afirmación de uno de los polos sexuales, en
determinado individuo, habrá siempre fuerza sexual
contraria, ahora dominada por la carga preponderante. En cuanto
no hubiere equilibrio y la respectiva construcción de esas
fuerzas, la necesidad reencarnatoria se impone, hasta que las
estructuras alcanzadas sean de tal orden, que el espíritu
reencarnado, en cuerpo masculino o femenino, no tenga necesidad
de las experiencias relacionadas a los órganos sexuales
del cuerpo físico.

En este caso, podríamos decir que el sexo
(periferia) fue sublimado hasta que la castidad pasará a
ser constructiva y que las energías del alma, ya
integradas en la bisexualidad, abren vuelos para posiciones de
ascenso sobre las grandes elaboraciones espirituales. Eso no
quiere decir que, alcanzando cierto nivel evolutivo, las
funciones sexuales no sean ejercidas si hubiere
reencarnación. El ser puede haber alcanzado condiciones
evolutivas de tal orden, que los campos sexuales creativos del
inconsciente estén maduros a expensas de los desfiles
reencarnatorios, pero, en determinado sumergimiento carnal (sexo
masculino o femenino), su respectiva misión puede estar
condicionada a la existencia del cónyuge; de ese modo, las
funciones sexuales realizadas, para constituir nuevas
experiencias, tienden a ampliar las bases del espíritu o
zona inconsciente. Cualquier vivencia por menos expresiva que
sea, jamás será apartada del proceso de
incorporación íntima.

Para que comprendamos mejor las oscilaciones de esas
fuerzas sexuales, ahora en la faja Y o X, vamos a recorrer el
esquema. Figuramos la totalidad de esa energética PSI –
sexual en su respectivo núcleo en potenciación con
la manifestación vibratoria de sus tres zonas (figura 1).
En la zona central del núcleo la faja vibratoria del
inconsciente puro estaría cargada de material bisexual
integrada. En la zona que se sucede, esto es, la del inconsciente
pasado, abría un tenor vibratorio de carga oscilante de
las dos potencialidades sexuales. En la zona más
periférica, con potencia del inconsciente actual, la
fuerza de la sexualidad estará personificada ahora en la
faja Y, la masculina, ahora en la faja X, la femenina.

Hagamos con que las fuerzas PSI- sexuales del
núcleo en potenciación sean proyectadas en dos
triángulos isósceles sobrepuestos. Es claro que
estamos representando el manantial total de las agrupaciones de
núcleos en potenciación, ligados al sexo, en una
unidad PSI- sexual (figura 4), por un lado, el potencial
masculino y, del otro, el femenino. Los triángulos, a su
vez, representarían las telas de manifestación de
las energías sexuales espirituales en el cuerpo
físico, donde cada una de ellas ofrece ahora el potencial
masculino, como el femenino. Como en el esquema esos
triángulos están representando la faja masculina y
femenina, cualquiera que sea el sexo en que el espíritu se
encuentre en determinado cuerpo, existirán siempre las dos
potencias, ahora con mayor o menor predominio de una faja sexual.
Tanto el cuerpo físico masculino cuanto el femenino
presentan las potencias de los dos sexos, donde uno de ellos
tiene más predominio sobre el otro, asunto ya muy bien
ecuasionado por la fisiología.

También, es condición aceptada por la
psicología dinámica la existencia de las fuentes
sexuales (masculinas y femeninas) como fuerzas que se
equilibran.

En nuestro esquema, el triángulo masculino
tendrá mayor área de potencial PSI Y, en cuanto el
triángulo femenino, será área de potencial
predominantemente PSI X, en la zona central, PSI YX, las fajas
son equivalentes en potencial habiendo bisexualidad, por eso en
el sentido de integración sexual, cabiendo mejor la
denominación de unisexualidad por la integración de
sus factores.

Recorriendo el esquema, las vibraciones de
energía PSI sexual se sitúan en diferentes lugares:
en áreas mayores o menores de los triángulos. Eso
significa la posición sexual del encarnado, de acuerdo con
el potencial PSI sexual que cuenta. Si el encarnado estuviera en
cuerpo masculino, en su mayoría PSI Y poseería la
predominancia masculina en su máxima potencialidad,
revestido en su propio andamiaje psicológico. En
idénticas condiciones, en polo opuesto, estarían
los encarnados ocupando la faja PSI X. Esas fajas más
expresivas de las fuerzas sexuales, PSI-Y y PSI X, masculina y
femenina, estarían en las dependencias de las vibraciones
del inconsciente actual de los núcleos en
potenciación, y al mismo tiempo, cargando fuerzas sexuales
contrarias, ahora en pequeñas dosis, conforme muestra las
pequeñas áreas triangulares de las extremidades en
el esquema.

Se comprende, de esa manera, que las fajas PSI-Y y PSI-Y
estarían ligadas al sexo masculino en tonalidades
energéticas menos acentuadas en la periferia corporal,
proporcionadas por las fuerzas del inconsciente pasado del
núcleo en potenciación sexual. La misma estructura,
de potencialidad femenina, estaría en la faja PSI-X y
PSI-X, subordinadas con la masculina, con mayor influencia del
inconsciente pasado del núcleo en potenciación. Con
esa secuencia de presentación se entiende que nos estamos
refiriendo a las condiciones fisiológicas en esquema
psicológico saludables, es decir, fuerzas sexuales
absolutamente sanas, sin cualquier desvío
patológico.

Si el individuo estuviera en su vivencia material,
psicológicamente proyectado en el área central del
triángulo, por lo tanto, directamente ligado e
influenciado por las energías PSI YX ya integradas y
purificadas, ahora en un cuerpo masculino o femenino,
tendría sobre cualquier condición, tal
elevación de esas fuerzas creativas que el campo sexual
estaría siempre en la faja de sublimación. En este
caso, no existiría la necesidad de utilización de
los órganos sexuales externos como mecanismos
adquisitivos; pero, si hubiere desenvolvimiento de la
función sexual, en el cuerpo físico, será
siempre en un sentido específico y con nobleza de
propósitos.

Los individuos que se encuentran en esa faja sexual
pueden sublimar las fuerzas sexuales, sin gran esfuerzo, con
naturalidad y casi siempre de lo que podemos nombrar como
castidad positiva y con sentido. Cosa bien diferente de lo que
desean alcanzar "ciertos estados de purificación" a costa
de una castidad obligatoria, enfermiza y sin sentido, casi
siempre destructiva por la imposibilidad de realizaciones; son
individuos que se encuentran en fajas evolutivas más
inferiores, que no poseen condiciones, por más que deseen
alcanzar otros niveles.

Es el caso de determinada secta religiosa obligando a
sus afiliados a la contención sexual, indiscriminando de
algún modo sin las ajustadas evaluaciones, donde la
mayoría de ellos no poseen las condiciones evolutivas
(experiencias pretéritas constructivas) de realizaciones
en fajas más elevadas.

Los escalones evolutivos tienen que ser vividos, los
saltos violentos son incompatibles con los mecanismos de la
evolución; tiene que existir la vivencia con
incorporación de las fuerzas en acción. En cuanto
no ocurra una integración bisexual, jamás
existirá un espíritu plenamente bisexual. Los
espíritus de esa faja más avanzada encarnados en la
tierra, son raros, son representados por los misioneros, los
sabios, auténticos lideres, que con el potencial que
poseen, consiguen inhibir el instinto inferior y sus emociones
dándole un destino más seguro y casi siempre a
costa de la propia vida en la materia. Son individuos que ya se
encuentran prácticamente proyectados en superior estado de
consciencia.

Aquellos que hacen parte de las fuerzas sexuales
oriundas en las vibraciones regionales del inconsciente pasado,
representando las fajas del esquema: PSI—Y y PSI Y en el
cuerpo masculino y PSI – X y PSI—X en el cuerpo
femenino presentarán las tendencias e influencias conforme
las cargas de la zona inconsciente o espiritual a que
están sometidos.

En esa faja podemos encontrar hombres con sus funciones
sexuales periféricas absolutamente normales, así su
andamiaje psicológico y sus fuerzas psíquicas
posean un alma de colorido femenino, en el caso de las mujeres,
lo mismo que en sus funciones sexuales absolutamente sanas,
presentan tonalidades masculinas en el alma, para menos o para
más, registradas por las actitudes y expansiones propias
de los hombres de andamiaje psicológico femenino, las
segundas mujeres de molde psicológico masculino, ahora
todos ellos sean equilibrados y absolutamente normales en sus
funciones sexuales de periferia o zona material. Así el
esquema nos muestre que los que se encuentran en la faja PSI-Y
bien tendrá más masculinidad psicológica en
relación con aquellos que ocupan faja vibratoria PSI Y,
donde el tenor sexual femenino es mayor- Si consideramos la faja
PSI-X habrá la predominancia femenina con existencia de
energías masculinas impresas en el andamiaje
psicológico de la mujer; esa acentuación de
masculinidad en la estructura psicológica femenina
será aun más expresiva en la faja PSI-X
(obsérvense y compárense las áreas
representativas en los triángulos de la figura
4).

Los que pertenecen a la faja sexual como
proyección de la zona inconsciente actual de los
núcleos en potenciación, poseen los campos sexuales
bien definidos, ahora en el sector masculino PSI-Y, como
también en el sector femenino PSI-X; es decir, que
tendrían en el cuerpo físico la traducción
de la masculinidad y feminidad en sus puntos máximos. Se
comprende bien: esa máxima expresión sexual que es
de un polo de una fase, bien sea masculina, o
femenina.

En el esquema, vemos que el potencial masculino es
máximo en PSI-:Y" y la cuota femenina es muy poco
expresiva. Como también en el sector femenino, PSI-X', el
potencial está pleno sobre su polo y la cuota masculina es
mínima. Existiría siempre, en cualquier estructura
psíquica, los dos polos sexuales con las fuerzas de
predominancia en fase del panorama evolutivo.

En cualquiera de las posiciones sexuales que el
individuo se sitúe habrá siempre mayor o menor
manifestación de sus fases, hasta que en el centro
área PSI-YX, existiría el centro de los dos
potenciales en integración cualitativa, como
expresión máxima de un supersexo que sería
gran parte de la fuerza espiritual creativa que el más
evolucionado podría presentar.

Concluimos que los núcleos en potenciación
sexuales poseerían las fuentes de energías de
acuerdo con la evolución del individuo. Poseedor de las
tres potencias energéticas del inconsciente, el
núcleo en potenciación reflejaría mejor
aquella que se presenta con mayor cuota. Cuando esos
núcleos se encuentran en las vecindades del inconsciente
puro, presentarán potencialidad y predominancia de la
fuente más adelantada. Sucediendo lo mismo con lo que se
encuentra en pleno inconsciente actual, transfundiendo
energías de su propio quilate. Las energías
originadas en las fuentes del inconsciente actual de los
núcleos en potenciación serían las que
definirían la faja personificada del sexo, bien sea
masculino, o femeninas, por la sustentación de sus
irradiaciones bastante afines con los campos físicos o
materiales.

A medida que la energética espiritual va
adquiriendo evolución, por adquisiciones de sus
núcleos en potenciación como resultado de
vivencias, las energías se irán dislocando para
posiciones más adelantadas del inconsciente pasado al
inconsciente puro. Pasaría el espíritu, en
constante evolución, por una serie periódica de
encarnaciones en un determinado sexo y posteriormente en otro,
como si estuviese obedeciendo a una ley de armonía de los
contrastes o equilibro de polarización. Sabemos de la
existencia de esos contrastes, como equilibrio, en muchas fuentes
de la vida: es el día como la noche, el error con el
acierto, el bien con el mal, lo oscuro con lo claro, etc., como
una necesidad de equilibrio en los opuestos. En el caso del sexo
se daría lo mismo, es el masculino con el femenino,
buscándose mutuamente, aproximándose cada vez
más en una incorporación de cualidades, donde el
personificado condensado (masculino o femenino) se torne
impersonal y más rarefacto por la función de esos
campos aparentemente contrarios, pero que son factores de un
único producto.

La energética masculina que la mujer carga en el
inconsciente no podrá jamás dominar a la escena de
su sexo a la zona consciente o personalidad; como también,
la energética sexual femenina que el hombre carga no
podría influenciar su estructuración hormonal. Los
desvíos se drenan en la patología. Los fronterizos,
los que oscilan en el juego de las hormonas y el andamiaje
psicológico; pueden y deben ser corregidos mediante la
reencarnación para su propio equilibrio y conquista
evolutiva; la organización física, por los campos
de experiencia y olvido temporal de las vidas pretéritas,
ofrece condiciones propicias de resarcimiento al lado de las
nuevas adquisiciones en el sentido positivo.

No debemos confundir el alma femenina del individuo del
sexo masculino, en las que las emociones temperamentales se
transfieren en la personalidad, como un natural y necesario
drenaje, en ángulo de normalidad, sin patología.
Igual sucede con el alma masculina, en individualidad femenina, a
verter esa energética de la personalidad, sin
desvíos patológicos de cualquier naturaleza, puede
representar transferencia del polo sexual por la
reencarnación, a ocasionar reajuste, donde las diversas
connotaciones kármicas aparecerán para el
respectivo equilibrio. Es lo que se percibe a menudo, en los
diversos ángulos de la personalidad humana.

Existen ejemplos suficientes que nos llaman la
atención para esa posibilidad. Es de interesante
anotación el caso del matrimonio Chopin y George Sand.
Chopin, con su explosión de genialidad musical, desaguaba
en las múltiples melodías y construcciones
musicales, la fuerza creativa con la tonalidad sexual de
profundidad que cargaba, se hacía presente en su andamiaje
psicológico. El alma de ese gran compositor necesitaba de
la expresión de la sensibilidad que solamente el campo
sexual femenino de profundidad podría ofrecer. Es como si
el haz musical en composición tuviese nacimiento y fuese
filtrado en los campos sexuales del psiquismo, y retocado por la
más expresiva "sensibilidad" que sólo la
polarización femenina puede demarcar. Por eso, Chopin era
el hombre normal, de funciones sexuales normales, pero de alma
femenina por excelencia.

George Sand, también artista, de diferente sector
al de Chopin, se dedicó a la literatura. En las letras y
en la composición de sus frases traía el
ímpetu y resolución de ideas, sin mucho "esmero",
con rapidez y objetividad. Mostraba, a todo momento, en su molde
psicológico, las fuentes turbulentas de los campos
sexuales masculinos en predominancia. Y era de tal orden esa
imposición masculina de su alma, que la transfería
para la literatura y reflejaba en las actitudes y comportamientos
en fase de sus vestuarios. Decía la escritora en
referencia: necesito adoptar el código de los hombres para
ser respetada en mi trabajo. Pero, lo que realmente deseaba era
la imposición psicológica masculina que
transfería en el arte, ahora fuese, físicamente en
el psiquismo consciente o de superficie, fisiológicamente
una mujer

Se llevaban bien, Chopin y George Sand, en la
conjugación de sus sentimientos. Se complementaban por la
gran atracción de sus energías y por la necesidad
de balsamizar sus almas con las fuerzas de polarización
opuestas, con el fin de nutrirse y abastecerse. Ella necesitaba
de la profunda sensibilidad que Chopin exteriorizaba; él
se complementaba en la efusión de energías mentales
decididas y objetivas de George Sand para los hechos de la
vida.

Caso expresivo y que merece referencia es el de Mme.
Ronald, por su actuación durante la revolución
francesa. Famosa mujer por las actitudes correspondientes a su
sexo, por eso, en la realización intelectual, denotaba el
imperio de fuerzas masculinas del alma, expresadas en las
reuniones políticas que promovía, en su hogar, y en
aquella época revolucionaria. Sus actitudes
psicológicas eran profundamente masculinas por la
objetividad de propósitos y por las célebres
connotaciones políticas que consiguió difundir en
cierto grupo de diputados que hacían parte del directorio
francés de la época.

Es que muchas de las personalidades humanas tienen
visibles necesidades de esas oscilaciones y variaciones que
serían para un mejor aprovechamiento de las actitudes en
el sentido evolutivo, ¿o esto ya significaría el
inicio del cambio de polarización sexual para la
próxima reencarnación? En los casos en
cuestión, de Chopín, George Sand y Mme Ronald,
¿dónde se encontrarían sus
espíritus?, Dónde estarían en el sentido
reencarnatorio, y en qué polarización sexual.
¿Continuaría ocupando cuerpos en los mismos sexos
como que complementando la meta psicológica que
deberían experimentar, o ya estacionarían en
cuerpos de sexo opuesto buscando el equilibrio de aquellas
fuerzas creativas del alma?. Acreditamos ser bastante
difícil un análisis de tal quilate, pero eso no
impide la necesaria conceptualización en pauta para el
entendimiento de la temática. Es bastante posible que esas
personalidades citadas en aquella época, que
exteriorizaban en sus psiquismos conscientes, fuerzas sexuales
opuestas, representasen el inicio de una nueva jornada con el fin
de recolectar experiencias futuras en la otra polarización
sexual. De ese modo, ¿Chopín estaría
preparándose para alcanzar dentro de algunas
reencarnaciones un cuerpo femenino y, a su vez George Sand y Mme
Ronald estarían en preparación, para ocupar en el
futuro cuerpos masculinos? Todo esto, dentro de ese concepto,
traduciría a un gran movimiento de equilibrio por la
alternación sexual de las individualidades. En algunos
casos se realizan muchas encarnaciones en cuerpos masculinos y,
siguiéndose, otras tantas en cuerpos femeninos. En la
búsqueda de una integración de potencialidades, la
meta de nuestro sistema. Es que el individuo acabaría
incorporando la bisexualidad espiritual; Sería la
búsqueda de la unisexualidad por la vivencia de una
bisexualidad integral.

En este caso, de cuerpos masculinos exteriorizando
energías de campos sexuales femeninos, estarían
muchos individuos en las que sus potencias de transición
sexual, por la reencarnación, como que se están
afirmando en el nuevo cuerpo, esto es, el individuo que
venía con experiencias femeninas por largos siglos y que
sería obligado, por la gran ley, a vivencias las
experiencias en cuerpo masculino. En la fase transitoria, el
potencial femenino puede demarcar e imponerse en el cuerpo
masculino, así el soma sea fisiológicamente normal.
El resultado lógico de la cuestión es que el hombre
tendrá actitudes psicológicas similares con la
organización femenina y, muchas veces traducidas en
homosexualidad, por la evidencia de actitudes, cuando realmente,
serán transexuales conforme veremos más
adelante.

Claro que los casos varían en graduaciones en
mayor o menor profundidad, y acreditamos que en muchas de esas
posiciones, el individuo "sensible" a los fenómenos
parapsicológicos, que revelan curiosidades
psicológicas de interés científico. Nos
referimos a ciertos médiumns que transmiten mensajes del
mundo espiritual con el más profundo tenor de afinidad
artística, por la posibilidad de ser envueltos en las
energías creativas de las fuerzas sexuales. El mensaje
delicado, de profundo tenor de sensibilidad, para que su carga
vibratoria específica pueda ser bien traducida por el
médium masculino, tendrá que existir un
envolvimiento de sus campos sexuales femeninos de profundidad.
Solamente aquel componente sano y de perfecta intuición de
las vibraciones características del sexo femenino tienen
posibilidad de tornar al médium más lúcido,
más moldeable para aquellos impactos de alta sensibilidad.
En el caso en pauta, no queremos decir que, en todo eso, haya
feminidad del médium masculino, pero sí, trans
bordamiento del polo sexual femenino en el psiquismo consciente
masculino.

El alcance evolutivo estaría en el
perfeccionamiento y sublimación de los instintos sexuales
del hombre primitivo a los estados inmensos de
Intelectualización de los instintos" hasta alcanzar los
grados de sublimación, para esto habrán
transcurrido milenios, los núcleos en potenciación
correspondientes se estarían cargando de bisexualidad
unificada como conquista de la fase humana. ¿Será
que en esa posición más avanzada donde los campos
sexuales se encuentran integrados en sus potencialidades y con el
psiquismo agudizado por superación, habría
necesidades reencarnatorias? Si fuere aceptable, la
ampliación de las energías creativas pueden,
alcanzar máxima madurez con relación a nuestro
orbe, convidando al individuo, en el caso el espíritu, a
tomar nuevas directrices, diversas a las que se venía
sometiendo, para otras esferas más avanzadas con nuevos y
diferentes ecuaciónamientos evolutivos. El espíritu
sería atraído para otras fajas de la
evolución debido a la madurez de sus fuerzas creativas ya
integradas en nuestro sistema.

Frente a la conceptualización expuesta, deseamos
hacer referencia sobre las fuerzas de los núcleos en
potenciación, hasta el momento analizadas, lo fueran en
terreno absolutamente normal y sano. Por lo tanto, podemos
comprender que gran parte de las reencarnaciones, en nuestro
orbe, tiene por finalidad atender necesidades kármicas,
donde las deudas pretéritas necesitan ser neutralizadas y
consecuentemente rescatadas- Las necesidades kármicas
pueden estar enmarcadas en núcleos PSI sexuales enfermos y
distorsionantes. Es de preverse que energías enfermizas
reflejan desequilibrios, que en el caso alcanzarán como
las energías sanas, el cuerpo psíquico en sus telas
receptivas, donde descargarán todo el manantial del cual
son poseedoras. Considerando la figura 6, la energética
espiritual originaría como núcleos PSI sexuales
enfermos, irradiaría para el cuerpo físico, de modo
desconexo, excitando y penetrado otros sectores, por ser afines,
demarcando las anormalidades, con eso, abría
distorsión sexual en el cuerpo físico por la fuente
espiritual distorsionada. Es como si los núcleos en
potenciación sexuales estuviesen con su energética
mezclada y sin armonía, traduciendo en la
morfogénesis humana la transmutación sexual para
reflejarse en una extensa patología en la que el
homosexualismo ocupa lugar de destaque.

Si tomamos ahora el esquema de la figura 6 como base, la
normalidad del núcleo en potenciación
dirigiría sus líneas en los respectivos
triángulos (cuerpo físico) de modo oscilante;
quiere decir, la línea de irradiaciones se
desbordarían en otros departamentos de la zona
física que no son los suyos, causando influencias
deletéreas por los desequilibrios y desarmonías
reinantes en los campos espirituales.

Los casos patológicos jamás deberán
ser confundidos con almas femeninas en cuerpos masculinos, o
cuerpos femeninos con almas masculinas cuyos andamiajes
psicológicos pueden traducir aspectos femeninos en el
hombre o masculinidad en la mujer, así las funciones
sexuales del cuerpo físico sean integralmente
normales.

Esos mecanismos anómalos, como otros semejantes
ligados a los núcleos en potenciación, desencadenan
en el cuerpo físico un contenido de dolores físicos
y morales cuya absorción hará al "espíritu
vibrar" en "tónica desconocida" como llamamiento para una
buena y correcta posición, buscando resarcimiento de la
desarmonía. Es claro y comprensible que, en los casos de
los desequilibrios de la faja sexual, serían necesarias
varias reencarnaciones para la armonización del molde
psicológico del individuo, bastante violentado por la
distorsión de energías sexuales cuyas fuentes
participan del movimiento creativo de las fuerzas de la
psiquis.

Podemos comprender que en esas construcciones del bien,
después de innumerables fases reencarnatorias armonizadas
y en la recolecta de actitudes absolutamente positivas,
tendríamos una evolución espiritual cuyo componente
sexual sería una auténtica medida reguladora del
proceso de realización, para representar la
búsqueda de la faja crística (PSI Y X) que todos
alcanzaremos algún día. En el momento en que nos
encontramos a vislumbrar la faja crística, aun tan
distante de la humanidad, la energética sexual
alcanzaría posiciones evolutivas de tal quilate,
valiéndose la denominación del campo subpersonal, o
campo supersexual; le correspondería a una
integración de los polos sexuales (masculino y femenino)
representados en el esquema de la figura 6 por una mayor
aproximación de los triángulos isósceles
así, en la medida en que el proceso evolutivo fuese
avanzado, los respectivos polos sexuales se irán juntando
con la finalidad de integrarse. Podemos completar la idea, de
modo esquemático (figura 4) haciendo la función de
los dos triángulos representativos de los polos (masculino
y femenino), al colmo de ser transformados en un auténtico
rectángulo.

Atención figura 4

Fusión de los triángulos isósceles
representativos de las telas sexuales, masculina y femenina,
configurando para la unificación en una unidad
integrada.

Ese rectángulo presentaría una
línea divisoria resultante de la unión de los lados
de los triángulos, como consecuente apaciguamiento por la
constante fusión. Prosiguiendo en el proceso de
maduración, la línea divisoria desaparecería
para que el "rectángulo" fuese proyección exclusiva
de la fuerza sexual integral y armonizada del supersexo, ( figura
4 ) donde los núcleos en potenciación sexuales
serían constituidos casi exclusivamente de sustancias
purificadas ( inconsciente puro ) cuando ese dinamismo sexual
estuviere realmente integrado por las potencias de las
experiencias que el cuerpo físico puede ofrecer, el
espíritu ya estaría repleto de otras cualidades
positivas del psiquismo y no obligándose más al
sumergimiento en la condensación de la carne. Las
reencarnaciones en nuestro plano, no serían mas necesarias
dentro de la gran ley de las reencarnaciones periódicas,
debido al equilibrio alcanzado por evolución, y por las
fuentes de las energías creativas.

Intersexualismo,
transexualismo y cambios de polarización sexual en fase de
la reencarnación

HOMOSEXUALISMO

Cada uno de esos tipos debe ser conceptuado para la
comprensión adecuada de los mecanismos a que están
sometidos. En las descripciones, estudios de artículos
sobre la temática en cuestión, existen indebidas
apreciaciones que llevan a la incomprensión y a un
abordaje desarmonizado. El propio intersexualismo presenta
interpretaciones variables por quienes tratan el asunto, debido a
esas diferencias y transiciones. Debemos distinguir esos
títulos, con el fin de situar mejor la
cuestión.

Cuando hablamos de intersexualismo debemos entender como
al individuo que desde el nacimiento presenta la genitalidad
ambigua de manera a exigir cuidadosa investigación en la
definición del sexo. En ese caso, por lo regular hay
alguna predominancia de factores en determinado polo sexual que
contribuye en la evaluación y definición sobre el
sexo. Es lo que podríamos denominar también como
seudo-hermafroditismo, por cuanto el hermafroditismo significa la
existencia de órganos reproductores de los dos sexos, en
potencialidades idénticas en un determinado ser; en este
caso, sería el llamado andrógeno.

El transexualismo presenta el caso en que el cuerpo
está perfectamente definido al lado de la genitalidad, en
la faja masculina o femenina, y a pesar de todo, la estructura
psicológica no corresponde a la realidad física. Es
lo que se ha observado en ciertos moldes masculinos con
actitudes, tendencias y emociones típicamente femeninas, u
organizaciones femeninas con la psiquis masculina.

En el homosexualismo tendríamos esos casos
típicos de desvíos patológicos en que los
individuos tenderían a buscar las solicitudes sexuales con
el parejo del mismo sexo, en actitudes activas o
pasivas.

Sobre esos tres capítulos preferimos conceptuar
como intersexualismo y el transexualismo como desvíos con
inexistencia desarmonizada de la práctica sexual
física.

En el homosexualismo, por lo tanto, habría la
práctica sexual deformada con todas las secuelas
enfermizas para el Psiquismo. Debemos comprender también,
que los desvíos psicológicos del intersexualismo y
transexualismo comúnmente pueden ofrecer campo propicio
para los drenajes patológicos en la organización
sexual periférica, con absorción de las
desarmonías en la estructura del alma o del inconsciente.
Cualquiera de esas fajas de divergencia sexual expresan un bien
dirigido y trascendental proceso que, por motivos comprensibles,
buscan principalmente las dolorosas solicitudes emocionales, o la
recolecta de los sufrimientos esencialmente de carácter
moral por las deformaciones en la organización sexual, que
el espíritu o zona del inconsciente puede propiciar las
correcciones necesarias para las deficiencias que están
situadas en la profundidad del psiquismo.

Las deformaciones periféricas, situadas en la
zona conciencial, son el resultado ineludible de las distorsiones
y desarmonías que un determinado espíritu posee,
necesitando casi siempre, tiempo bien expresivo para su
equilibrio. Algunas veces, habrá necesidad de
transferencia del desvío psicológico sexual para
otras etapas de la vida física (reencarnación),
donde otras personalidades corporales estarían más
propicias a la absorción, de manera integral sobre
aquellos desvíos. Estamos tratando sobre algunos
desvíos sexuales, por lo tanto, el mecanismo en pauta se
refiere a todas las áreas de procesamiento de la
vida.

El espíritu o zona del inconsciente, presentando
estructuras desarmonizadas en sus fuentes, encontrará en
el cuerpo físico la tela específica de las
manifestaciones de sus energías. La organización
física funcionaría como agotador y, también
como tela de filtración y fijación; además
recogerían los dolores consecuentes por los mecanismos
desarmonizados. Solo un pensamiento de ese orden, así en
adelante se halle desenvuelto en los arrayales de la
filosofía y de la metafísica y con algunos
traslados para el terreno científico, daría la
tónica necesaria para la comprensión del tema. No
se puede con sana consciencia, intentar el abordaje de tan
profundos conceptos en la exclusiva tela periférica del
cuerpo físico y en una vida reducida de aproximadamente 65
años. El desenvolvimiento de los fenómenos
psíquicos es de inmensas consecuencias para ser abordado
en el restringido espacio de una sola existencia corporal, o sea
entre la cuna y la sepultura.

La ciencia intenta en su constante esfuerzo e
investigación, esclarecer muchos ángulos de la
vida. En el caso de los desvíos sexuales, por involucrar
gran parte de las fuerzas creativas, la ciencia queda como
embarazada en sus posibilidades, debido al abordaje en posiciones
exclusivamente periféricas o del cuerpo físico;
como en último análisis, será la tela de
manifestaciones a expresar las consecuencias externas del
proceso.

El intersexualismo viene exigiendo procesos de
perfeccionamiento de estudios por parte de la medicina,
principalmente en los recién nacidos, en los casos de
órganos sexuales ambiguos después del nacimiento,
los investigadores echan mano del cariotipo y de la cromatina
sexual de Baar en la que observan, con las refriegas celulares
por el raspado de la mucosa bucal, el número de cromosomas
y el pequeño corpúsculo cromático. En la
especie humana, desde las afirmaciones de Tiio y Levan, en el
año de 1956, ei número de cromosomas es de 46. El
corpúsculo de Baar fue encontrado acoplado a la membrana
nuclear de las células de las neuronas de las gatas y
ausente en los gatos. Esa diferenciación sirvió de
base y aplicación en la investigación
humana.

En el intersexulismo, la definición del sexo
podría ser determinada por el cariotipo que
arrojará un resultado normal. Cuanto al corpúsculo
de Baar, si estuviere presente en el 5% o más en las
células estudiadas, el sexo sería femenino, si
estos están ausentes, será masculino. Eso quiere
decir que las fémeas serán cromatino positivas y
los machos cromatino negativas.

En ciertos casos de intercesión de cromosomas,
principalmente sexuales, como en el caso de Klinefelter donde
existen tres cromosomas sexuales (XXY) en lugar de
dos.

Muchos otros exámenes auxiliares para la
definición o tendencia sexual, en los intersexuales,
pueden ser dirigidos para los endosos hormonales, para la biopsia
de las gónadas, o la misma cirugía, en
exámenes radiológicos y en los dermatoglifos. Este
último examen se refiere a las deformaciones de las
líneas palmares y plantares en correspondencia con las
alteraciones cromosómicas. Después fue Cummins el
pionero de esas investigaciones en el año de
1936.

Consideremos que todos esos análisis están
apenas en la faja de la organización física, que no
debe traducir a la realidad integral del individuo; esta se
presenta en mayor porcentaje y volumen de actuación por
energías profundas del psiquismo. Es en el psiquismo de
profundidad, en las camadas más sutiles del inconsciente o
zona espiritual, que la vida elabora de acuerdo a sus
necesidades, transfiriéndolas para la zona corporal como
quiera que sea la consecuencia: armónica o
desarmónicas, sana o patológica.

La conquista médica tiene que ser valorizada por
las adquisiciones científicas. En el caso de
intersexualismo se tiene por los exámenes y
análisis, llegando a la interpretación de los
órganos sexuales y a su prevalecimiento. Todo eso,
podría conducir al individuo en una faena
específica de su propio caso, donde, en la mayoría
de las veces, la cirugía es aplicada para una
solución definitiva. Igualmente siendo utilizada en una
conducta quirúrgica, hay necesidades, posteriormente de un
ajuste mediante un plano educacional. A pesar de todos esos
cuidados médicos y adecuada orientación, en el
período de la pubertad podrá haber desvíos
por la definición psicológica del sexo con
detenimiento, que no puede ser debidamente evaluado en la fase
infantil, por su duda energética, con todas las
consecuencias provenientes por las insistentes energías
emitidas por el alma.

Si esas energías estuvieran en la faja sexual
donde el examen y tratamiento físico fueran encaminados,
el caso podría serle buena realización; y
contrariamente, habrá siempre distorsiones y dificultades
en cualquiera de los tratamientos habituales, en este
último caso solamente la comprensión bien dirigida
de aquel que carga la perturbación podrá situar
esas fuerzas específicas del alma en terreno más
apropiado, evitando así mayores cargas de absorción
negativa por las vivencias de un sexo distorsionado en la
periferia corporal. Dentro de este cuadro, no dejemos de
considerar la posición kármica del individuo que
podrá estar en fase de agotamiento, donde el tratamiento
exterior bien conducido será revestido por grandes
sucesos. En caso de que las fuerzas kármicas estén
aún actuantes, habrá disturbios, tal vez mayores de
los presentados en el nacimiento sobre el cuerpo
físico.

De tal manera, vemos las dificultades para situarnos en
la verdadera polarización del sexo, en los, intersexuales
con la investigación de la periferia limitada al cuerpo
físico. Entre tanto, no existe otro rumbo, en el momento a
no ser el de las expresiones periféricas en la
organización física.

Tenemos que guiarnos por los datos tomados por aquellos
exámenes anteriormente referidos, con el fin de que
tomemos decisiones y clasifiquemos la tendencia sexual siempre
exigida por el género al que pertenece el individuo. Pero,
días vendrán en que la técnica
biológica poseerá gran auxilio de los campos
espirituales cuyos horizontes más avanzados
permitirán evaluaciones más acreditadas.

Consideremos al transexualismo diferente del
intersexualismo, por no existir modificaciones de la genitalidad
y tampoco necesidad de cirugía correctora. El
transexualismo representaría, en nuestro concepto,
exclusivamente los casos en que el fenotipo, la genitalidad y sus
componentes hormonales estuviesen relacionados con determinado
polo sexual del cuerpo físico. No habría
desvío de cualquier naturaleza; los órganos
genitales externos corresponderían a su expresión.
A pesar de esas connotaciones, dentro de la aparente normalidad,
habría modificaciones psicológicas; quiere decir
que las aptitudes emocionales del individuo, tendrían
correspondencia con el polo sexual opuesto y en variables grados.
Existirían hombres con Órganos sexuales
anatomofisiológicamente normales así sea que el
sector psíquico, corresponda en todo, a la de un alma
femenina, también, para el lado femenino los
órganos sexuales tendrían aspecto y funciones
normales, aunque, la estructura psicológica por las
aptitudes y desenvolvimiento de las actividades, sería
típicamente masculino. Por lo tanto, no conceptuamos sobre
el transexualismo un desvío por la insatisfacción y
desdicha del individuo con el sexo físico que
posee.

Los conceptos emitidos por Harry y Gouthiel, hace dos
décadas aproximadamente, ya diferenciaban ese grupo con
los homosexuales y los intersexuales de nuestro abordaje, ahora
siempre ligados a profundos desvíos en la zona
física. Los investigadores todavía no tienen
posibilidades de conceptuar sobre la temática, con
profundidad, buscando en los laberintos del espíritu los
desvíos que siempre se transfieren a la periferia del
cuerpo físico, donde son percibidos y evaluados. Hablan de
la castración hormonal y quirúrgica pero siempre
tratan la situación de manera superficial, considerando a
los transexuales como auténticos enfermos.

Es cierto que muchos de ellos realmente los son, por lo
tanto existen tonalidades y sutiles modificaciones
psicológicas dentro de la normalidad, así sea que
en la tierra sea realmente asunto raro. En nuestro grado de
ignorancia aún es complejo; desconocemos, casi
integralmente, las posiciones espirituales. Además casi
todos nosotros somos "deudores" y como tal, arrastramos las
impurezas kármicas de nuestro pasado por los diversos
sectores de la actividad vital.

Recordemos las dificultades que ciertos individuos,
dentro de una estructura transexual tendrían para mantener
su posición sexual fisiológica en virtud de las
influencias externas de toda naturaleza, como también, del
panorama educativo en que se sitúen. Individuos de ese
orden, en la fase de la pubertad, pueden desvirasen para el
homosexualismo por las experiencias sexuales deformadas y ligadas
a una educación idénticamente defectuosa. En esos
casos, las marcas podrán ser profundas y el hábito
constante de atender los sentidos de manera patológica,
podría dejar secuelas inapagables y perfectamente nutridas
por la estructura psíquica del sexo que el individuo porta
en su propia alma. Serían deslices, influenciando en la
caída de los fronterizos y oscilantes, si se proyectaran,
inevitablemente, para el homosexualismo.

Debemos comprender que los transexuales
existirían en dos fajas perfectamente analizables. Los
fronterizos que acabamos de situar por ser individuos con
posibilidad de endeudarse frente al plano evolutivo, por la
persistencia en la patología sexual, donde enormes
componentes dolorosos lo aguardarían. La otra faja
correspondería a los transexuales que poseen algún
desenvolvimiento de las fuerzas sexuales del psiquismo que en
plena fase de equilibrio constructivo, serían individuos
más bien dotados en la evolución, lo que les
daría una cierta defensa frente a posibles caídas
dentro de los mecanismos instintivos inferiores.

En caso de esa naturaleza, pueden ser observados como
resultado de transición de la polarización sexual
en el sentido reencarnatorio. Nos referimos a los
espíritus que vienen reencarnando en la faja sexual
masculina o femenina por algún tiempo, y como que de
repente, ocupan generalmente por las misiones y nobles
experiencias cuerpos de sexo opuesto. El resultado sería
que a pesar de construir un cuerpo sano con las energías
sanas que el propio espíritu posee e influencian en la
morfogénesis la fuerza sexual pretérita del alma,
aquellos torbellinos aún abastecidos por las emociones y
experiencias pasadas, no consigue dejar de influenciar el
psiquismo del nuevo cuerpo que apoya órganos sexuales de
tendencias opuestas.

Los transexuales de ese último grupo, ya con
mayores posibilidades evolutivas en las existencias pasadas,
poseyendo las fuerzas del alma de manera noble identificadas con
el equilibrio y la armonía de la vida, jamás
tergiversara o cambiara para la patología sexual; son
individuos que no teniendo aquella necesidad de
"construcción emocional" a través del sexo de
periferia (o utilización de los órganos sexuales
del cuerpo físico), normalmente se construye a
través de la castidad que, en el caso, tiene un sentido
bastante expresivo.

Esa castidad no representaría el aislamiento de
canales de las fuerzas sexuales profundas, por lo tanto, una
efectiva aplicación de energías del espíritu
en las grandes construcciones del bien, donde los frutos de las
artes auténticas dejan muestras de fuerzas creativas en
constante efusión. El resultado de eso se observa en
trabajos literarios, en las incomparables sonatas y
sinfonías que la musicalidad puede ofrecer,
también, en las danzas de los pinceles trazando y
reingeniando la vida de las imágenes y de las cosas.
Muchos de esos artistas, de las letras, de la música y de
la pintura, se pueden situar en esa posición, derivando en
las realizaciones auténticas los hilos de oro que las
fuerzas internas del espíritu poseen. Es como si
dejásemos el sexo de periferia temporalmente apagado, sin
actividad funcional, apenas utilizando otros canales creativos y
más expresivos, por el conjunto de la sexualidad
espiritual. En esta posición la castidad será
siempre constructiva, por eso, en cuanto haya aislamiento sexual,
por estupidez, fanatismo o conceptuaciones poco felices de
carácter religioso y sin sustitución por otras
fuentes dinámicas, la castidad será destructiva y
sin esfuerzo útil. La castidad será siempre
destructiva cuando existiere castración de las fuerzas que
están exigiendo e igualmente implorando por el apetito
genérico, para su construcción en la materia. El
resultado inevitable es la disolución y la
desorganización de las fuerzas sexuales del alma, que no
encuentran compensación con la necesidad física
organizada, aun necesaria para la gran mayoría.

Para los no evolucionados e incapacitados no debe
obstaculizar, en nombre de una bandera religiosa, la necesaria
canalización de esas fuerzas creativas. Existiría
siempre necesidad de dirigir con armonía, equilibrio y
entendimiento, el mecanismo sexual. Algunos individuos
están en posición de practicar una castidad
constructiva, otros por no tener las posibilidades de orientar
sus energías sexuales en planos más avanzados, se
desorganizan en aquello que podemos nombrar como castidad sin
sentido, siempre destructivos. Los transexuales fronterizos aun
poco evolucionados y ligados fuertemente a las fuerzas
instintivas, energías sin suficiente construcción
espiritual, con facilidad se invierten para el sector
patológico, y solamente mediante el tiempo, muchas veces
prolongado durante muchos procesos reencarnatorios y por la
absorción del helo evolutivo.

Los transexuales de transición reencarnatoria
aquellos en que los factores sexuales del alma ya demostraron
alguna madurez, atraviesan esas fajas de la vida con estoicismo y
equilibrio por excelencia. Son individuos que sienten el
pequeño desvío psicológico en fase de la
mayoría todavía instintiva, pero jamás se
permite al dísgregamiento y desequilibrio de su
función sexual en el cuerpo físico. Muchos de estos
tienen diminutas solicitudes sexuales de superficie (cuerpo
material), o las tornan reducidas con su propia voluntad,
prefiriendo tomar la posición de la castidad, que por el
ángulo positivo será un celibato con finalidades;
será una castidad constructiva, porque las fuerzas
sexuales de la estructura espiritual fueron dislocadas para
sectores creativos de ascensos o de avances.

Otros tantos desenvuelven sus funciones sexuales con
regularidad fisiológica, sin excesos propios al sexo en
que se encuentran, así las tendencias patológicas,
como ya nos referimos como son de polarización inversa;
son casi siempre individuos incomprendidos, que están para
merecer un análisis bien criterioso, en lugar de una
evaluación superficial fundamentada en pobres aspectos,
posiciones y actitudes fenotípicas.

La historia ha presentado ejemplos de intereses,
permitiendo mayores elucidaciones como el del matrimonio Chopin y
George Sand. Ampliando los conceptos en pauta podemos decir que
la personalidad de George Sand, por todo lo que se conoció
de su tenor literario, de sus actitudes y métodos de vida,
principalmente con Chopin, nos lleva a clasificar a su
espíritu reencarnado, en aquella época, como en
fase de transición, es decir, la romancista mujer integral
en sus formas y funciones físicas, presentaba un alma
opuesta a la feminidad de su cuerpo por las actitudes, y
resoluciones de carácter masculino, igualmente en el
seudónimo adoptado. Al lado de eso, Chopin con sus
calificativos físicos masculinos, psicológicamente,
emocionalmente, era un alma femenina reflejándose en la
gran sensibilidad del arte que se ampliaba. La base de la
transición de la polaridad sexual cuando realizada dentro
de su grado de normalidad, a pesar de los aspectos exteriores que
puedan imprimir desvíos por falta de una juiciosa
evaluación presenta un cierto colorido del
pasado.

Solamente poco a poco es que los genotipos se muestran
más adecuados a los fenotípos conforme nuestros
entendimientos personales y evaluaciones psicológicas. En
los días de hoy, se entiende el sexo masculino integral en
el Romeo el héroe con sus bravatas de capa y espada, el
hombre arrogante y musculoso buscando sin medidas la mujer; En la
feminidad estaría Julieta de formas hiperfemeninas,
exageradas pero con gestos delicados, llamando la atención
del hombre. Los transexuales estarían entre esas
posiciones y así mismo, en ángulos variables de
conformidad con la evolución y el plan de
transición reencarnatorio. Pero una vez acentuamos en
estas líneas sobre transexualismo, que estamos
exclusivamente, refiriéndonos a las posiciones de
rectitud; por eso, no habrá cualquier abordaje sobre
desvíos psicológicos por los desagües
patológicos en el cuerpo físico.

Todos esos campos son bastante delicados en su
evaluación, pero están siendo aquí anotados
con finalidad de percibir el mecanismo madurativo de las fuerzas
sexuales del espíritu o del inconsciente, en
ángulos necesarios a la evolución con la
transición de polarización sexual.

Un escritor de la lengua portuguesa confiesa que sus
gestos, las actitudes y temperamento son absolutamente femeninos,
por lo tanto, la elaboración del trabajo intelectual
igualmente la voluntad de realizaciones, son típicamente
masculinos. La pasividad de sus actitudes era de su entero agrado
y mucho más vividas y sentidas que su actividad como
escritor. Por eso, reconocía existir en sí mismo un
mecanismo de frustración por la inversión de las
potencialidades sexuales. Tenía recelos, y
preocupación de que la inversión psicológica
de los sentimientos, llegasen al cuerpo físico, porque
cualquier impulso en ese sentido, sería profundamente
humillante. Por esto consideraba los impulsos de sus emociones
como una cascada de sentimientos deformados y se sentía
feliz por conseguir desviarlos a través de la literatura.
En éste caso, tenemos al transexualismo que no se
desvío en la patología, de ese modo con sus fuerzas
contrarias alimentadas en coloridos negativos; tal vez, y casi
con certeza, el panorama kármico estaría por dar
esa connotación de realidad en el cuadro
psicológico en pauta.

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