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La trascendencia humana y la sociedad perfecta (página 5)




Enviado por Rodolfo Plata Coria



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

1) Reinaba una gran desconfianza (que no ha desaparecido) con respecto de las obras juveniles de Marx. Las autoridades ideológicas del movimiento obrero marxista y comunista presentían no sin razón que la lectura de esas obras recién publicadas, introduciría grandes cambios en la comprensión del pensamiento de Marx. Como dirigentes habituados a operar según los métodos de acción y de organización política que practicaban, tomaron la delantera: endurecieron su dogmatismo, para conservarlo y protegerlo contra las luchas partidarias. En el momento preciso en que aparecían conceptos hasta entonces desconocidos (alienación, praxis, hombre total, totalidad social, etc.), en que los lectores de las obras del joven Marx allanaban así el camino al redescubrimiento de Hegel1, los dogmáticos seguían el camino opuesto: acentuado desdén por Hegel y el hegelianismo rechazo de las obras de juventud de Marx consideradas como contaminadas, de idealismo y anteriores a la constitución del materialismo dialéctico, ruptura entre Marx y sus predecesores, entre los escritos considerados filosóficos y los considerados científicos en el interior de la obra de Marx, fetichización de los textos de Stalin y en especial del excesivamente celebrado capítulo teórico contenido en la Historia del Partido Comunista de la URSS, etc. El dogmatismo era fuerte; disponía de la fuerza, la del poder, la del Estado y sus instituciones. Además, tiene sus ventajas: es simple, se enseña fácilmente; elude los problemas complejos, y tal es por cierto su sentido y finalidad da a sus partidarios un sentimiento de afirmación vigorosa y de seguridad a la vez. Los críticos disidentes eran tenidos y perseguidos como enemigo del el Estado

2) Se llegaba a una simplificación del marxismo y del materialismo, reducidos al reconocimiento del mundo práctico y material "tal como es" sin agregados ni interpretación. La metodología también retrocedía. A pesar de los textos "clásicos" precisos de Marx, Engels y Lenin, los marxistas oficiales refutaban la validez de la lógica formal por considerarla herencia de Aristóteles y de las "superestructuras" ideológicas de la sociedad antigua o medieval. Las leyes de la dialéctica podían entonces enseñarse como las leyes de la naturaleza, omitiendo la mediación de la lógica y del discurso, saltando por encima de los problemas que plantea esta mediación. Es interesante notar que esta ontología simplificada de la naturaleza material sucedía a otras simplificaciones no menos abusivas. Durante un período bastante prolongado, el de la gran crisis económica (1929,1933) y sus consecuencias, el marxismo fue reducido a una ciencia: la economía política. Había devenido un economismo. Los dogmáticos de esta tendencia rechazaban alegremente las otras ciencias de la realidad humana: la sociología (como contaminada de reformismo) la psicología (como definitivamente aburguesada). En esta simplificación se manifestaban ya lamentables tendencias: la que sometía la teoría a las exigencias de la práctica pedagógica y la que la sometía a los imperativos de la situación política momentánea. Se transformaba la teoría en instrumento ideológico y en superestructura de una sociedad determinada. La teoría perdía su profundidad en nombre de un practicismo estrecho y robusto a la vez. Así, durante el período en el que fueron predominantes los problemas específicamente económicos (crisis en los países capitalistas y comienzos de la planificación en la URSS), hizo estragos el economismo.

3) La transformación del marxismo en filosofía de la naturaleza esconde algo peor "una vasta maniobra evasiva". En tanto que se discurre sobre las ondas y los corpúsculos y sobre la dialéctica objetiva de lo "continuo discontinuo", mientras se discute "libremente", las cuestiones candentes se escamotean. El centro de la reflexión se aparta de lo que constituye verdaderamente el problema; se aleja tanto como es posible para hundirse en las profundidades de la naturaleza y las especulaciones cosmológicas. Stalin y los stalinistas supieron utilizar de manera admirable estos procedimientos de distracción. Luego del asesinato de Kirov (cuyo promotor fue Stalin, según sabemos hoy por N. Kruschev) y a la vez que se desencadenaba el terrorismo, precisamente entonces fue promulgada con gran solemnidad la "Constitución democrática" de 1936. La sistematización del materialismo dialéctico en filosofía científica de la naturaleza data de la misma época y persigue el mismo fin: enmascarar los verdaderos problemas teóricos y prácticos. La tesis de la dialéctica en la naturaleza puede perfectamente sostenerse y aceptarse. Lo inadmisible es darle una importancia enorme y hacer de ella el criterio y el fundamento del pensamiento dialéctico.

4) Por razones oscuras y múltiples, el marxismo institucional no quiere oír hablar de alienación. Un pugna este concepto que admite sólo con reservas y precauciones. Los dogmáticos no ven en él más que una etapa del pensamiento de Marx, bien pronto superada por el descubrimiento del materialismo dialéctico como filosofía, por un lado, y por la constitución de una economía política científica (El Capital), por el otro. El empleo del concepto de alineación, fuera de toda sistematización idealista, para servirse de él en el análisis critico de lo "real" y para incorporarlo en la categoría de las ciencias sociales (y especialmente en la sociología), les parece aberrante. O al menos, así intentan considerarlo. ¿Por qué? Evidentemente por razones políticas de cortas miras y reducidos alcances. El uso del concepto de alienación no puede, en efecto, limitarse al estudio de la sociedad burguesa. Si bien permite descubrir y criticar numerosas alienaciones (la de la mujer, la de los países coloniales o excoloniales, la del trabajo y del trabajador, las de la "sociedad de consumo", y las de la burguesía misma en la sociedad que estructura según sus intereses, etc.), permite también desenmascarar y criticar las alienaciones y políticas en el socialismo, en particular durante el período staliniano. Para evitar este riesgo y suavizar esta aspereza, se prefiere rechazar el concepto. Parece innecesario destacar que este libro no ha sido escrito con plena conciencia de este conjunto de problemas. De todas formas, tiene su centro vi los movimientos dialécticos que tienen lugar en el interior de la realidad humana y social. Pone en primer plano el concepto de alienación -como concepto filosófico y como instrumento de análisis- y no la dialéctica en la naturaleza. Deja de lado la filosofía sistematizada de la cosa material. El capítulo último y fundamental, la producción del hombre", rechaza tanto el economismo y el sociologismo vulgares como el acento puesto sobre la materialidad fuera de lo humano. Es decir que, tal como es, el dogmatismo no lo afecta más que muy parcialmente y el autor no vacila en librarlo una vez más con sus debilidades a la lectura y a la crítica.

Marx en su tesis doctoral sobre la filosofía de la naturaleza en Demócrito y Epicuro, señala que en el devenir de cada sistema filosófico existe un movimiento dialéctico en contradicción reciproca entre las ideas y los hechos; de tal modo que un sistema filosófico como tentativa siempre renovada nos plantea nuevos problemas en el devenir de su ensayo. Lo cual resalta la importancia del seguimiento de la dialéctica entre las tesis y la praxis durante el ensayo de una Filosofía para poder hacer un inventario crítico señalando las contradicciones entre los fines, los medios y los hechos que revelan las desviaciones. Inmediatamente después de que se publicó el escrito: La Ideología Alemana, Marx comenzó el inventario crítico del hegelianismo. Dos actitudes, dos posiciones, tienen lugar en Alemania. Una quiere suprimir la filosofía sin realizarla (en tanto que formulación teórica de la realización humana) la otra cree poder realizar la filosofía sin suprimirla (en tanto que formulación solamente teórica y abstracta del hombre, de su libertad, de su realización). La misión del proletariado, en Alemania pero no sólo en Alemania, es en particular superar la filosofía, es decir, realizarla suprimiéndola como tal. "Del mismo modo que la filosofía encuentra en el proletariado sus armas materiales, el proletariado encuentra en la filosofía sus armas intelectuales… La filosofía es la cabeza de esta emancipación, el proletariado es el corazón. La filosofía no puede ser realizada sin la supresión del proletariado, el proletariado no puede ser suprimido sin la realización de la filosofía". Nunca volvió Marx, ya fuera para refutarla o rechazarla, sobre esta teoría de la superación de la filosofía como tal; es decir tomada en todo su desarrollo, desde los griegos hasta Hegel. Podemos decir, en lenguaje actual (que no es el de Marx) que la filosofía tuvo para él un carácter programático. Aportaba y aporta todavía un programa para lo humano, o si se quiere, un proyecto del hombre. Este programa o proyecto debe confrontarse con la realidad, esto es, con la praxis (práctica social). La confrontación introduce elementos nuevos y plantea otros problemas que los de la filosofía. Esta teoría se integra en el marxismo; el pensamiento de Marx procede por extensiones e integraciones sucesivas en conjuntos o totalidades (parciales) cada vez más vastas y al mismo tiempo más cercanos a la praxis. Ningún elemento o "momento" desaparece. Especialmente, el momento de la crítica radical y de la negatividad (que encierra la critica de la religión, de la filosofía, del Estado en general) se ubica en este desarrollo sin reabsorberse en provecho de una pura y simple "positividad". El pensamiento marxista no puede por lo tanto reducirse ni a la actitud positivista que resuelve a la filosofía en un pasado concluido ni a la actitud de aquellos que perpetúan la sistematización filosófica. En el momento en que el dogmatismo se diluya y se agote, estos textos pasarán a primer plano. Permitiendo restituir la problemática del pensamiento de Marx y del marxismo.

El anhelo de justicia social como base para alcanzar la sociedad perfecta, se convierte en tarea de la Economía Política encargada de formular teorías y doctrinas socioeconómicas o ideologías que permitan a los ciudadanos desarrollarse realizando sus anhelos y potencialidades. Implantado el modelo económico, es tarea de la sociedad y el gobierno, señalar las desviaciones o errores que han impedido alcanzar las metas propuestas. Max: (El Capital) apostó por el comunismo para alcanzar el ideal social de una sociedad sin clases, La cuestión que Sartre se planteó en Crítica de la razón dialéctica, fue la de cómo constituir una antropología estructural e histórica que no sacrifique la concreción del objeto estudiado en un sistema fijo de conceptos, entonces reparó en que la antropología marxista puede servir para tal propósito, pero con la condición de que ésta se fundamente en la comprensión de lo humano que supone el existencialismo. No obstante, si el materialismo histórico de Karl Marx es cierto, entonces la historia es dialéctica, una totalización: ¿pero hay una razón dialéctica? ¿O bien la racionalidad positivista de las ciencias es suficiente para estudiar al hombre? Sartre señaló el método a emplear para establecer la existencia de la razón dialéctica: no se trata de postular a priori, como hacía Georg Wilhelm Friedrich Hegel, sino de descubrirla en una experiencia dialéctica, que partirá de la praxis individual para llegar a esta "totalización sin totalizador" que constituye la historia. Se trata pues de un método crítico, parecido al que utilizaba Immanuel Kant, y que se opone a todo dogmatismo, bien se trate del hegeliano o del de la dialéctica de la Naturaleza, que extrapola los fenómenos naturales de la estructura dialéctica de la acción humana, es decir de la praxis. Porque si la razón dialéctica sirve, sólo puede ser en el mundo histórico y social del hombre, y no como una ley trascendente que se impone a priori a los fenómenos. Sartre parte del individuo como única realidad para este "nominalismo dialéctico"; porque si hay una dialéctica histórica, es porque la praxis individual desde su forma elemental que es la necesidad, es desde el primer momento dialéctica; dicho de otro modo, porque supera el medio dado en un proyecto que lo totaliza, que le da unidad. La praxis es, en este sentido, ante todo una comprobación practica de las ideas, que nos permite perfeccionarlas estableciendo una dinámica perpetua que va de las ideas a los hechos y de los hechos a las ideas. Esta dialéctica entre los hechos históricos y las ideas no solo es la matriz del progreso de las artes, las ciencias, las técnicas, sino también el fundamento de las relaciones humanas que se dan como reconocimiento recíproco de la libertad y los derechos de cada uno.

Marx y Engels refieren en el Manifiesto Comunista como el afán de lucro del capitalismo es la causa del nacimiento del proletariado, y la creciente opresión del proletariado lentamente da lugar a una creciente unidad y organización de la clase obrera para defender su derecho a participar de los frutos de su trabajo. Finalmente la injusta repartición de los beneficios de la producción capitalista y la creciente injusticia social, detona la creciente conciencia de clase y la organización de los obreros ofrece la oportunidad de expropiar a los explotadores. Dando lugar a nueva clase dirigente que explota y oprime a los trabajadores implantando un régimen totalitario. Si comparamos las expectativas de Marx y de Engels con los acontecimientos que se dieron en el totalitarismo comunista, se contradicen algunas de las suposiciones en que se basa el Marxismo clásico {LA GUERRA ES LA PAZ-LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD-LA IGNORANCIA ES LA FUERZA}. Supuestamente la historia esbozada en el Manifiesto Comunista debería moverse hacia un futuro más luminoso, hacia una libertad más grande para todos. Primero: La transformación de las relaciones de producción causada por la abolición de la propiedad privada de los medios de producción tendría amplias repercusiones. Introducirán una nueva era de libertad, igualdad y comunidad. Segundo, la historia extraña un cierto orden, un cierto sentido; es decir los acontecimientos que se suscitan por voluntad de los protagonistas, siguen el sentido que le dieron los planes elaborados (por los judíos bolcheviques de expropiar y someter o eliminar a los no judíos impunemente, enarbolando la tiranía del proletariado como pantalla) antes de iniciarse el movimiento revolucionario. Tiene sentido precisamente en cuanto que asegura el progreso y, {perpetuidad de la clase dirigente (judíos bolcheviques) y la esclavitud de los proletarios no judíos} Tercero, las instituciones sociales están conectadas entre sí por relaciones solidarias de interés mutuo. De aquí que los cambios revolucionarios de una institución se diseminan a lo largo y ancho del mundo y la sociedad. Países enteros podrían ser arrastrados hacia el cambio revolucionario. En consecuencia, había una estrategia clara para llegar al socialismo. "La meta inmediata de los comunistas es la misma que la de todos los demás partidos proletarios: la formación del proletariado como clase revolucionaria, la subversión de la supremacía burguesa, la conquista del poder político por el proletariado."

Como Marx y Engels suponían que la abolición del capitalismo no era más que una cuestión de tiempo; es decir hasta el momento en que el proletariado hubiera ganado poder suficiente y las contradicciones del capitalismo fueran inaceptables para causar la revolución. Podían darse el lujo de esperar y ver en detalle como se iba a desarrollar la nueva libertad, la nueva democracia, el nuevo estado obrero, sin tener que preocuparse de los detalles del socialismo. Estaban convencidos de que la democracia socialista, iba a ser muy diferente de los sistemas que conocemos como democracia y, que la alienación que todos sufrimos bajo el capitalismo iba a ser sustituida por la comunidad socialista. No tenían duda que la cruel competición que existía bajo el capitalismo iba a ser sustituida por una sociedad "en que el desarrollo libre de cada uno fuera la condición del libre desarrollo de todos." El trabajo de los proletarios consistía en subirse al tren bolchevique que estaba corriendo hacia la tierra prometida; podían ayudarlo en su viaje pero estaba moviéndose en la dirección correcta. No tenían que preguntarse por los detalles que encontrarían una vez llegados a la meta. El tiempo lo probaría. Transcurridas diez décadas de haber ensayado el comunismo, podemos confrontar la teoría marxista con la realidad y dilucidar si los tres presupuestos de Marx son erróneos o verdaderos, constatando, si: a) la historia se mueve o no hacia una clara dirección; es decir en donde concuerden los ideales perseguidos y los hechos; b) el progreso está o no esta asegurado con la socialización de los medios de producción controlados por el Estado Totalitario; c) la repartición equitativa de los beneficios de la producción socialista entre: los campesinos, los obreros, los militares y sus dirigentes, asi como entre los dirigentes del Partido Comunista, el Cogreso y el Gobierno del gobierno, sin privilegios contrstantes para ninguno de sus integrantes _ es o no es lo único necesario para obtener repercusiones justas en la sociedad entera?

Hoy día poca gente cree que el socialismo es inevitable. Hemos abandonado la creencia Marxista sobre el progreso del socialismo comunista. Hoy más que nunca debemos releer a Marx porque la historia desmintió los presupuestos marxistas. Comunistas y socialistas izquierdistas están unidos en franca oposición al capitalismo. Pero como algunos socialistas se oponen específicamente a diferentes aspectos del capitalismo, hay diferentes enfoques socialistas:1) Para los economistas la abolición de la propiedad privada de los medios de producción constituye el corazón de la transición al socialismo. En esta visión el socialismo se concibe como una de una variedad de posibles esquemas económicos alternativos desde los impuestos hasta una economía centralizada; 2) para los alienados, el centro del socialismo lo constituye la supuesta democracia socialista; 3) los humanistas ponen el énfasis en las relaciones sociales y conciben el socialismo como una especie de comunidad; 4) para los moralistas ingenuos el punto crítico mayor del capitalismo tiene que ver con los imprativos morales, ya que suponen que el socialismo se caracteriza por la ausencia de la explotación y corrupción, 5) los justicieros apuntan hacia la justicia social y jurídica, a fin de acabar con el abuso, la corrupción, el crimen, el robo, el saqueo y la impunidad criminalidad; 6) para otros la cuestión clave es la transición a la Solidaridad, es decir cómo podemos cambiar la naturaleza egoísta del hombre, abrogando las diferencias sociales por cuestiones ideológicas, racistas, religiosas o políticas raza y religiosas acentuando la solidaridad más bien que la codicia individual y las diferencias jerárquicas. Sin embargo, las ideas y los ideales, al individualizarse pueden desarrollar contra-finalidades: vg. el comunismo como ideal de sociedad perfecta, proclamando la tiranía del proletariado, esclavizó a los proletarios como exigencia de subordinación de los individuos al Estado. El impacto neurótico que significó para la humanidad este engaño, provocó la alineación de los que lucharon por este ideal. Los que poco a poco salimos del letargo, la devoción que teníamos por el socialismo de izquierda, nos convirtió en críticos del totalitarismo comunista.

Tercer considerando: El genocidio de los pueblos del Este de Europa ejecutados por Lenin y Stalin en cumplimiento a las directivas criminales y genocidas del Libro de Israel

Las directivas criminales de Lenin:

  • "No importa exterminar el ochenta por ciento de la población si con ello se consigue el triunfo de nuestra causa",

  • "Si para alcanzar nuestros fines, debemos eliminar al 80% de la población rusa, no vacilaremos un instante"

  • "Una revolución sin pelotones de fusilamiento no tiene sentido"

  • "¿Creéis realmente que podemos salir victoriosos sin utilizar el terror más despiadado?"

  • "La dictadura de proletariado, nuestra dictadura, es un poder que se apoya directamente en la violencia y no esta sujeta a ninguna ley" Telegrama al presidente del comité ejecutivo del soviet de Nizzhni- Novgorod 9/ 8/1918

  • "Con tantos hambrientos que se alimentan de carne humana en los caminos congestionados con miles de millares de cadáveres, la sublevación de los campesinos y los granjeros kulak en vuestros cinco distritos debe ser aplastada sin piedad, los intereses de la revolución lo exigen. Telegrama de Lenin: al comité ejecutivo del soviet de Penza 10/ 8/1918

  • 됡ra deshacernos de nuestros enemigos debemos atraer de nuestro lado al proletariado ruso. En cuanto a los otros, no tenemos nada que decirles. Deben ser aniquilados렱9/ 9/1918. Severnaya Comuna No.109, pag. 2, (Grigori Zinoviev Apfelbaun: Libro Negro 93)

  • "En manos comunistas, el Estado es una máquina destinada a aplastar la resistencia de los adversarios de clase. En esto la dictadura del proletariado no se diferencia de ninguna otra dictadura"

  • "Hay que plantear abiertamente el principio que motiva la esencia y la justificación del terror, su necesidad y sus límites, justo políticamente y no en estrechos términos jurídicos" Carta de Lenin dirigida a los miembros del Buró político 19/ 3/1922

  • "El Tribunal revolucionario no debe suprimir el terror, decirlo sería una mentira, sino fundamentarlo, legalizarlo claramente en los principios del Estado Soviético, sin disimular ni maquillar la verdad" Carta de Lenin a Kursky, comisario del pueblo para la justicia (17/ 5/1922)

  • A la prensa extranjera y a los que buscan a familiares desaparecidos: "Teniendo en cuenta que para el Congreso Comunista las Tchecas son un órgano de combate que lucha en el frente interior contra los enemigos del Estado, y por ello, no juzga ni perdona, ni informa sobre los detenidos sino que extermina a los contra revolucionarios."

  • "Me han informado que existe una inconformidad manifiesta por parte de los ferroviarios, y por parte de los obreros de Izhevesk, estoy sorprendido que los toleréis y no procedáis a ejecuciones masivas por sabotaje"

  • "Proceda a fichar a los parientes de los oficiales que se nieguen a disparar sus cañones contra los sublevados, haciéndoles saber que cualquier acto de insubordinación sería castigado con represalias contra sus parientes" Telegrama a Dzerjinsky director de la CHEKA (Comisión Panrusa contra la Contrarrevolución y el Sabotaje)

  • "A todas las comisiones provinciales de lucha contra los desertores: "Después del plazo de gracia de siete días concedido a los desertores para que se entreguen, todavía es preciso reforzar las sanciones contra esos incorregibles traidores. Sus familias y todos aquellos que ayudan a los desertores, serán considerados delincuentes y tratados como tales": Decreto de fecha 12/ 5/1920.

Siguiendo estas directivas, en la toma de Kiev se batieron todos los récords de brutalidad y de infamia. Por las calles corrieron ríos de sangre de la aristocracia, los terratenientes y la clase media ilustrada rusa. 녬 piso del local que ocupaba la policía bolchevique: (Checa), estaba cubierto por una gruesa capa de sangre coagulada mezclada con sesos, cuero cabelludo y otros restos humanos. Las paredes entintadas con sangre de la victimas mostraban millares de perforaciones de bala. Habitualmente después de atormentar y ejecutar a los detenidos, de inmediato los cadáveres masacrados eran transportados a un bosque cercano y enterrados en una fosa común, y en cuanto desalojaban los restos de los ajusticiados, el local de la Checa se llenaba de nuevas victimas que eran de inmediato atormentados y ejecutados por los carniceros bolcheviques. Millones de cadáveres de la población rusa fueron mutilados en vida y arrojados a las fosas comunes, algunos destripados, otros descuartizados, otros decapitados, otros partidos por la mitad, otros amputados de sus extremidades, otros presentaban en el cuello y el tronco profundas heridas, otros tenían estacas enterradas en el pecho, había cabezas partidas por la mitad o les cortaron la lengua o les sacaron los ojos, etc.뮠Carnicería inaudita que delata el acentuado rasgo criminal y genocida de los hijos de Israel inculcado desde hace cuatro mil años por los rabinos. Las mismas escenas dantescas se suscitaron en todas las ciudades, pueblos provincias y territorios zaristas (S.P. Melgunov: Le terror Rouge en Rusie de 1918 a 1923) Payot 1927, pag 161. En el diario de Edimburgo, `The Scotsman䠤el 7 de noviembre de 1923, el profesor Farola cita algunas cifras de los ejecutados en algunas provincias:"28 obispos, 1.219 sacerdotes, 6,000 profesores, 9.000 doctores; 54.000 oficiales, 260.000 soldados, 70.000 policías, 12.950 propietarios, 355.250 intelectuales y profesionales liberales; 193.290 obreros y 815.000 campesinos". Comunicado de la Agencia Reuter (Rostov 31 de julio de 1919) reproducido por diversos periódicos occidentales (entre otros Vieille France, nº 137), relató las atrocidades de la Cheresvichaika, 냯misión de la Cheka judeobolchevique려e Kharkov. (Ev. Kommin: Roul 3-VII-1923).

El papel jugado por los revolucionarios judíos en el genocidio y sometimiento del pueblo ruso es indudable. En 1917 el influyente rabino Stephen Wise, declaró al New York Times: Creo que de todos los logros de mi pueblo ninguno ha sido más noble que lo logrado por los hijos de Israel en Rusia 뮠El mismo Lenin alabó a la comunidad judía mundial, no solo por sus contribuciones económicas a la insurrección rusa, sino por proporcionar las inteligencias hebreas para establecer el primer Estado dominado por los hebreos: El futuro historiador de nuestra revolución tendrá la tarea de evaluar adecuadamente la importancia de los judíos en la victoria de octubre del 12 de octubre 1917, es muy poco probable que hubiéramos sido capaces de alcanzar la victoria sin la ayuda de la comunidad judía mundial quienes hicieron todo lo posible para favorecer a nuestra causa facilitando los administradores, funcionarios y regidores necesarios para controlar el país, una vez que los rusos opositores fueron eliminados뮠The American Hebrew publicó, el 10 de septiembre de 1920: 댡 Revolución bolchevique en Rusia fue obra de cerebros judíos, de la insatisfacción judía, de la planificación judía, cuyo objetivo es crear un orden nuevo en el mundo. Lo que de tan excelente manera fue realizado en Rusia, gracias a cerebros judíos y a causa de la insatisfacción judía y mediante la planificación judía será también, a través de las mismas fuerzas mentales y físicas judías, una realidad en todo el mundo뮼em>

El genocidio del pueblo ruso aconteció no solo durante sangrienta revolución comunista y toma del poder de los bolcheviques judíos, sino durante el gobierno totalitario de Stalin, aduciendo crímenes contra el Estado a fin de justificar el destierro, encarcelamiento, tortura, trabajos forzados y muerte de millones de ciudadanos no judíos que se opusieron a sus designios supremaciítas. Ucrania sirvió como ejemplo del exterminio y sometimiento científico sin escrúpulo alguno de los pequeños agricultores independientes. De 1932 a 1933, la camarilla de Stalin planificó el genocidio por hambre de diez a catorce millones de campesinos ucranianos expropiándoles sus cosechas y penalizando con diez años de trabajos forzados o fusilamiento, la comercialización o pago en especie de salarios o suministros. La magnitud del genocidio silencioso mediante la hambruna artificial (holonodur) no tiene paralelo en la Historia y sin embargo la eficiente maquinaria propagandista del Kremlin ha sido capaz de mantenerla en secreto hasta nuestros días; por ello es que para el pueblo judío el caudillismo de Stalin significa victoria pero para el pueblo ucraniano significa holocausto y sometimiento ante la indiferencia mundial; lo cual dificulta la revisión histórica, pero conocemos el nombre y apellido de los criminales genocidas (todos y cada uno de los funcionarios del Soviet Supremo y miembros del Congreso del Partido Comunista de la URSS desde Stalin hasta que cayó el Muro de Berlín) quienes no pudieron borrar todas las evidencias que los incriminan. La hambruna artificial (holodomor) como instrumento de exterminio de un cuarta parte de la población programada por el Soviet supremo, no tenía otra justificación que el holocausto silencioso y sometimiento del pueblo cristiano ucraniano porque la cosecha de la fecunda tierra ucraniana era habitualmente abundante; pero el Estado la confisco y la vendió al extranjero. A pesar que la propaganda judía había tendido una cortina de humo sobre los excesos criminales ejercidos por el totalitarismo Soviético contra la población no judía, la comunidad internacional conocía la magnitud y el alcance de la hambruna en Ucrania. El profesor O. Shulhin, Jefe de Gobierno de la República Democrática de Ucrania (UNR), exiliado en Paris, dirigió una contundente denuncia del holocausto silencioso a que estaba siendo sometido el Pueblo Ucraniano a la Liga de las Naciones y a la Cruz Roja Internacional. Sin embargo la comunidad internacional fue amordazada por el Lobby Internacional judío encargada de la desinformación mediática y la propaganda del régimen Stalinista. La poetisa Lina Kostenco expresó: El holodomor documentado en los archivos oficiales desclasificados recientemente, traspasa las fronteras del dolor, el sufrimiento y degradación de la vida y la dignidad humana de hombres mujeres y niños que no pueden ser relegarlos a una simple cifra estadística, y reclama su denuncia y enjuiciamiento de los responsables en la Corte Penal Internacional. En 1986 el científico James Macen presidió una Comisión del Congreso Norteamericano que dictaminó el Holodomur como genocidio programado contra el pueblo ucraniano. En 1987, una Comisión de eminentes juristas presidida por el Dr. Jacob Sandberg de la Universidad de Stockholmo, ratificó que el Holodomur fue un genocidio silencioso programado contra el pueblo ucraniano. El 14 de mayo de 2003, al conmemorarse el 70º aniversario del Holodomur, el Parlamento (Verjovna Rada) proclamó: El Holodomur fue concientemente organizado por los jerarcas del Soviet Supremo en tiempos de Stalin; y por ello debe ser condenado cualquier intento de ocultamiento de la verdad histórica y conmemorado mundialmente como uno de los más grandes genocidios del siglo XX.

En la 58ª Sesión de la Asamblea General de la ONU, se declaró al Holodomur como una tragedia mundial: Los parlamentos de trece países han reconocido al Holodomur como un genocidio contra el pueblo ucraniano con el propósito de destruir el centro vital de la humanidad amante de la libertad: el Argentino el 23 de septiembre del 2003, el Canadiense el 19 de junio del 2003, el Congreso Norteamericano el 20 de octubre del 2003. En la reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General de la ONU el 15 de septiembre del 2005 el actual presidente de Ucrania Victor Yushchenko, apeló a los jefes de Estado presentes a esclarecer toda la verdad sobre el crimen de lesa humanidad que significa el Holodomur, para tener la seguridad que la indiferencia y la impunidad no alentara a los criminales a cometer otro genocidio. Apelación Reiterada por el Dr. Boris Tarasyuk, Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, ante la Asamblea de Derechos Humanos de la ONU. El 28 de noviembre de 2006, el Parlamento de Ucrania a iniciativa del Presidente Victor Yushchenko, de acuerdo a la definición de genocidio de la jurisprudencia internacional aceptada, aprobó un decreto de Ley declarando genocidio del pueblo ucraniano, el Holodomur de 1932/1933, y declarando ilegal la negación pública del holocausto silencioso del Holodomor porque es una burla a la memoria de millones de victimas inocentes y una humillación a la dignidad del pueblo ucraniano; y debido a su lucha por la independencia de su país de las garras de Rusia y su valiente denuncia del Holodonur, el Presidente Yushchenko fue envenenado con plutonio radioactivo por la camarilla judía. Este holocausto silencioso es un crimen de lesa humanidad que no puede quedar impune, porque se alienta a los genocidas a repetirlo donde y cuantas veces lo necesiten; por ello es de interés genérico el revisionismo histórico de la cuestión judía en relación a los acontecimientos que se dieron antes y después de la SGM.

Sin una adecuada información y análisis de en sus aspectos históricos, legales, morales, políticos y sociológicos es difícil comprender la esencia misma del totalitarismo implantado por la camarilla judía que ejercía el poder en el Soviet supremo esbozado por Orwell en su obra: "1984". Lo cual motivó del surgimiento del nacional socialismo en Alemania ante la amenaza de que triunfara el bolchevismo en su patria. La derrota de los bolcheviques judíos por el Partido Nacional Socialista, fue la causa de que la mafia judía internacional declarara el boicot comercial a Alemania, antes de que Xitler subiera al poder. El triunfo de la economía nacional socialista sobre el imperio mundial de la banca judía, ponía en peligro el imperio judío sobre las naciones, y los intereses comerciales de los imperios británico y francés; y por ello desencadenaron la SGM. Al finalizar la SGM, antes de la ocupación aliada, Winston Churchill presionado por los presidentes y primeros ministros judíos en los EEUU y Francia, se vio obligado a bombardear las ciudades Alemanas de tal modo que no quedara piedra sobre piedra, a fin de exterminar el pueblo alemán __ lo cual constituye no solo un crimen de guerra y crimen de lesa humanidad, sino un crimen fraticida cometido por las naciones cristianas aliadas de la mafia judía contra Alemania cristiana por no doblegarse a sus designios supremaciítas__ De enero a julio de 1945, 600.000 civiles murieron durante los bombardeos aliados sobre las ciudades Alemanas. El 13, 14 y 15 de febrero de 1945 la ciudad de Dresde fue arrasada desde sus cimientos por tres oleadas de bombarderos que arrojaron 776,460. bombas incendiarias y explosivas calcinando quince kilómetros cuadrados desde sus cimientos, y mientras los aviones cazas ametrallaban a los niños, mujeres, ancianos y heridos que trataban de escapar, pereciendo 350,000 habitantes. En julio de 1945, debido a los inmensos incendios en la ciudad de Hamburgo 45.000 personas murieron asfixiados en sus sótanos (Siegfried Ellwanger: Holocausto:¿judío o alemán?) (J沧 Friedrich: Sitios de Fuego). El historiador Giles Mc Donogh en su libro: "La brutal historia de la ocupación aliada" revela que desde la liberación de Viena y el puente de Berlín murieron dos y medio millones de alemanes.

El libro del investigador canadiense James Bacque titulado Other Losses. Trata un tema que nadie se atreve a rebatir: El ejército rojo entró en terreno alemán el 19 de octubre de 1.944, y ya el mismo día se hizo la primera masacre de civiles alemanes en Nemmersdorf, Prusia Oriental. Lo que le siguió fié una interminable serie de asesinatos, masacres, saqueos, violaciones que obligaron a millones de personas a huir en pánico. El número exacto de cuantos murieron congelados en las carreteras hacia el oeste, o de hambre y enfermedades, nunca lo sabremos. De los cerca de 8 millones de soldados alemanes prisioneros de los aliados, dos millones fueron detenidos en campos de concentración del lado Oeste. Seis millones fueron remitidos a los campos de concentración de la URSS, donde fueron atormentados y asesinados 1"7 millones nunca volvieron a casa, o sea, cerca del 20%. Nadie discute la cifra, solo se acusan mutuamente. Veamos que aconteció a los civiles: Derrotada Alemania, Stalin fijó las nuevas fronteras de Alemania con Polonia en los rios Oder y Neisse. Despojando a Alemania de una quinta parte de su territorio. 100.000 km⮠Al mismo tiempo, la URSS se apropió de: Prusia Oriental. El periodista Jhon Sak en su libro "Ojo por Ojo" reseña que en octubre de 1944, Stalin decidió deshacerse de los ciudadanos alemanes oriundos de los territorios anexados a Polonia y Rusia como botín de guerra. Para hacer "polacos" y "rusos" estos enormes territorios, la población alemana de unos 16.000.000 de habitantes, había que aniquilarla o expulsarla. La resolución de las expulsiones de los 16 millones de alemanes de los países del este se decidió por los aliados en Jalta en febrero de 1.945 y en Postdam en julio y agosto de 1.945. De inmediato, el vocero oficial de Stalin: Ilja Ehrenburg en sus comunicados de prensa exhortaba a los soldados rusos a violar a las mujeres alemanas, arguyendo: "los alemanes no son personas. Desde ahora la palabra "alemán" es la peor de las maldiciones (…) Matad a los alemanes! Te lo manda tu anciana madre. Mata a los alemanes. No pierdas la ocasión. No hagas fallos Mata" (Heinz Nawratil, pag. 76). Dos millones de alemanes en su mayoría mujeres (violadas tumultuariamente), niños y ancianos fueron masacrados y asesinados en los "pogroms" o en los campos de concentración recién liberados donde los habían detenido después de la guerra, y muchos otros murieron de frió y privaciones durante su éxodo hacia el Oeste.

Según las militantes de izquierdas alemanas Barbara Johr y Helke Sander (véase: "Befreie und Befreiter", 1992) un total de 2.000.000 de mujeres alemanas fueron violadas por los rusos. De ellas, 200.000 fallecieron a causa de tales salvajadas. Entre las víctimas೥ contaban decenas de miles deனñas (y niños) de hasta 10 años, pero también ancianas de 75 años. Las vejaciones sexuales no se limitaron al॰isodio de la ocupación de Alemania, sino que fueron reiteradas, continuadas๠se prolongaron de 1945 a౹49. El historiador Anthony Beevor, en su célebre obra sobre la batalla de Berlín, avala estas cifras. Otra fuente sobre el tema es el libro de Catherine Merridale "La guerra de los ivanes", donde son los propios soldadosలoletarios quienes describen las atrocidades que cometían sus compañeros. También el anónimo "Una mujer en Berlín". El mismo trato sufrieron los sobrevivientes alemanes que residían en Checoslovaquia, Hungría, Rumania y Yugoslavia. Las expulsiones y las masacres comenzaron en el otoño de 1.944. En el lado Este, la Oficina Estatal que tenía a su cargo 1.255 campos de concentración para alemanes, exterminó al menos 20% de los prisioneros. Conservadoramente 2.111.000 víctimas la mayoría ancianos, mujeres y niños. La Oficina estatal, estaba dirigida en 90% por criminales judíos comandados por Jacob Berman. Entre sus ayudantes estaban Lola Potok Ackerfeld, Itzak Klein, Adela Glickman, Moshe Grossman, Shimon Nunberg, Salek Zucker, David Feuerstein, Ayzer Maka, Aaron Lehman, Jadzia Gutman Sapirstein, Shlomo Singer, Chaim Studniberg, Hanka Tinkpulver, Shlomo Morel, Efrain Lewin, Moshe Maka, Barek Einsenstein, Major Frydman, Jacobowitz, Mordecai Kac, Moshe Kalmewicki, Josef Kluger, Nachum Solowitz, Moshe Szajnwald y Schmuel Kleinhaut ( John Sack, p. 182-183).

En Polonia: 1) En el campo de Schwientochlowitz, los guardias empezaban el día golpeando 15 veces con garrotes de madera a cada prisionero. Los prisioneros que no eran apaleados hasta la muerte, eran obligados noche tras noche a permanecer en agua helada hasta que mueren. (Sack, p. 109). A veces cambiaban la paliza por la pena de muerte, para lo cual tomaban al alemán de pies y manos y como un espolón con la cabeza por delante lo golpeaban contra la pared. Durante siete meses Shlomo Morel asesino a tres cuartas partes de los alemanes, y dijo: "Lo que los alemanes no habían conseguido en cinco años en Auschwitz, lo he conseguido yo en Schwientochlowitz en sólo cinco meses" (Sack, p. 106). El año 1.992 querían en Polonia procesarlo por esta masacre. Morel huyó a Israel, que se niega a extraditarlo a Polonia. 2) El campo de la muerte de Lamsdorf funcionaba de la siguiente manera: "Día tras día Czeslaw recibía una lista con los nombres de los alemanes muertos y siempre decía lo mismo: "¿Porqué tan pocos"? (…) Los mas desgraciados entre los alemanes eran las mujeres de Grüben. Durante la guerra los SS enterraron en un prado unos 500 polacos muertos por tifus cerca de Lamsdorf. Czeslaw mandó a las mujeres de Grüben a desenterrarlos. "Echaos encima", las mujeres hacían lo que les mandaban y los guardias volvían a chillar: "Abrazadlos, besadlos, fornicad con ellos". Con las culatas de los fusiles golpearon a las mujeres en la cabeza hasta que los ojos, la nariz y la boca estaban dentro de la carne podrida de los cadáveres. Los guardias, psicópatas, que obligaban a las mujeres a beber orina, o sangre, o excrementos humanos, o les introducían un billete en la vagina y le pegaban fuego. "Día tras día Czeslaw recibía una lista con los nombres de los alemanes muertos y siempre decía lo mismo: "¿Porqué tan pocos"? (Hans Esser: Lamsdorf. Dokumentation über ein polnisches Vernichtunglager", (Laumann-Verlag, Dülmen, 1.977). Según el doctor Essen 8.064 alemanes fueron emplazados en este campo de los horrores. 6.488 murieron, o sea, el 80%. La cifra total corresponde a la que nombra Sack. Además Esser cita supervivientes alemanes que cuentan el uso de torturas y otros métodos de exterminio descritos por Sack.

En Yugoslavia tras la "liberación". Oficialmente los ciudadanos alemanes fueron declarados "fuera de la ley". En noviembre de 1.944 la "Liga antifascista para la liberación nacional" declaró lo siguiente: 1) Todas las personas que viviesen en Yugoslavia y fuesen de origen alemán, perdían automáticamente la ciudadanía yugoslava y todos los derechos civiles. 2) Todas las propiedades de las personas de origen alemán, pasaban a ser propiedad del estado. 3) Las personas de origen alemán no tienen ningún derecho ni pueden dirigirse a ningún tribunal para pedir protección. O sea, que cualquier alemán podía ser robado, encarcelado, maltratado y asesinado. Esta decisión fue dada a conocer por el comisario político de Tito, Moshe Pijade. En Trieste "Durante 40 dias (…) los partisanos de Tito practicaron una cruel y sangrienta venganza. En unas semanas desaparecieron unos 70% de los prisioneros. Más de 1.100 prisioneros de guerra alemanes fueron bestialmente masacrados y arrojados a unas cuevas-agujeros que hay a unos kilómetros de Trieste (…). En "Foiba Miniera" debería haber los restos mortales de unos 4,600 prisioneros de guerra Así estaba. Reseña Erich Kern en su libro "Verbrechen am deutschen Volk", K. W. Schütz Preuss., Oldemburg, 1.964, sobre la situación en los campos de concentración en: 1) Rudolfsgnad en Theiss. Allí los partisanos de Tito, internaron 23.000 mujeres y niños alemanes. Los comunistas mataron esta gente indefensa a conciencia dejándolos morir de hambre. Un testigo cuenta: "A los prisioneros de los campos de concentración no se les dio nada para comer durante varios días. Durante unos meses de invierno murieron 7.400 mujeres y niños. Un solo día murieron de hambre 113 mujeres y niños que fueron arrojados en una gran fosa en Hutweide (…) . El comandante del campamento presumía de que con sus métodos en el campo de Rudolfsgnad había liquidado 5.000 alemanes de los demonios sin pegar un solo tiro. (Kern, p. 222). 2).

En Checoslovaquia, El gran maestro de ajedrez Ludek Pachmann cuenta lo siguiente sobre lo que ocurrió a los alemanes en Praga: "Si hay un infierno en la tierra, estaba en Praga el 5-5-1.945. En las farolas de mi amada ciudad había colgados de los pies y como antorchas vivientes, hombres de las SS (…). Bandas armadas que se llamaban partisanos expulsaba gente de sus casas. En la desembocadura del Wassergasse colgaban tres cadáveres desnudos, con amputaciones que los hacían irreconocibles, les habían sacado todos los dientes, la boca era un agujero sangrante. Otros alemanes eran obligados a arrastrar a sus muertos en Stefangasse. Ancianos, mujeres, niños eran torturados, castigados hasta la muerte. Violaciones, bárbaras atrocidades ("H沠zu", 5 noviembre 1.982). Sobre la masacre de Aussig (Ústi) el 30 de julio de 1.945, cuenta una mujer que fué testigo: "Estaba en una pequeña peluquería en Markplatz en Aussig, de allí veía casi toda la plaza. Poco después vi como ferroviarios checos con uniforme y también civiles checos perseguían alemanes que habían sido obligados a llevar brazaletes blancos. En grupos de 30 o 40 se arrojaban sobre una víctima y la pateaban hasta la muerte. La cabeza y la cara no eran mas que una masa sangrienta deforme. Vi al menos 12 alemanes en esa situación. Entre las víctimas había también mujeres y chicas jóvenes. Pude escuchar los gritos de las jóvenes cuando eran apaleadas. Al mismo tiempo venían trabajadores del turno caminando sobre el puente nuevo, en el que la "caza del hombre" se desarrollaba de la misma manera. Entre 30 y 50 trabajadores alemanes fueron arrojados en Brückenplatz, y arrojados por los soldados checos a la mina si aún daban señales de vida. Muchos alemanes malheridos fueron arrojados al Elba, y se les disparaba si flotaban. Los supervivientes de este baño de sangre fueron trasladados al campo de Lerchenfeld. John Sack cuenta lo que ocurrió en uno de los campos de concentración en Checoslovaquia: Era de cinco pisos, y los alemanes detenidos no estaban en celdas, sino en las escaleras. Mujeres, niños y ancianos alemanes subían y bajaban sin descanso por las escaleras, cuando un alemán se caía, nadie se paraba a ayudarle, sino que le pasaban por encima, todos los alemanes estaban desnudos, y los checos en los cinco pisos les gritaban: "deprisa cerdos alemanes, raza de señores, ¡Heil Hitler!, y cuando caían les pegaban con porras de goma y los obligaban a seguir. (Sack, 96).

En Alemania Occidental las potencias aliadas de ocupación, siguiendo la directiva Morguentau JSC/1067, que proponía en su intento de exterminar a los alemanes sobrevivientes: castrar a los niños alemanes y esterilizar a las mujeres jóvenes, ahorcar a los alemanes que valientemente lucharon por su patria, confiscar sus bienes y patentes industriales, desmantelar la industria y enviarla a Rusia, demoler las ciudades y convertirlas en campos y hortalizas etc. Siguiendo esta directiva, privaron a los alemanes de alimentos medicinas, ropa, impidiendo la producción industrial y agrícola de Alemania, unos 10.000.000 de alemanes murieron de hambre y enfermedades. Hay que puntualizar que esto ocurrió acabada la guerra, o sea, en tiempo de paz, cuando los aliados occidentales lo controlaban todo y tenían almacenes llenos de comida. Además la Cruz Roja había entregado 13 millones de paquetes de comida que cada uno de ellos podía mantener a una persona adulta un mes. Estos paquetes no fueron repartidos a sus destinatarios: los prisioneros alemanes. En la República Federal Alemana, un ministerio sobre desplazados, publicó el año 1.961 una obra en varios volúmenes sobre los expulsados alemanes del este y central Europa: "Documentation der Vertreigung der Deutschen aus Ost-Mitteleuropa, herausgegeben von Bundesministerium für Vertriebne, Flüchtlinge und Kriegsgesch䤩gte", DTV, München, 1.984, edición igual a la de 1.961. Otra fuente de información es el trabajo de Heinz Nawratils "Die deutschen Nachkriesverluste", Herbig, München-Berlín, 1.988, al igual que la obra del historiador hispano-estadounidense Alfred Maurice de Zayas "Amnerkungen zur Vertreibung der Deutschen aus dem Osten", Kohlhammer, Stuttgart, 1.986. Estos autores se han esforzado en fijar el número de muertos. Las de Heins Nawratis están basadas en material estadístico de la Statistisches Bundestamt de la RFA. No solo incluyen las cifras de expulsados sino también de los que fueron trasportados a la URSS donde perecieron, alemanes de Hungría y Rumania, Prusia Oriental: 299.000 víctimas, Pomerania: 364.000 víctimas, Brandemburgo: 207.000 víctimas, Silesia: 466.000 víctimas, Danzig: 83.000 víctimas, Báltico, 51.000 víctimas, Checoslovaquia con Sudetes: 272.000 víctimas, Polonia (fronteras de 1.939): 185.000 víctimas, Hungría: 57.000 víctimas, Yugoslavia: 135.000 víctimas, Rumania: 101.000 víctimas, "suma: 2.230.000 víctimas. El autor remarca que con gran seguridad son cifras "a la baja". Aquí tampoco se cuentan los alemanes de Rusia, víctimas de la URSS por represión o deportaciones. Un especial y amargo capítulo fue la violación tumultuaria de 1,220,000 mujeres y jóvenes alemanas perpetradas por las tropas de ocupación aliadas durante la ocupación (Das Ostpreussenblat del 4-2-1.995)

Los ríos de sangre, el terror, la deportación, el destierro, el exterminio, los campos de concentración, fueron la constante durante la instauración de los gobiernos comunistas en todos los países de la orbita soviética, y posteriormente durante el ejercicio del totalitarismo de Estado implantado y ejercido por los bolcheviques judíos (Vladimir Paulovich Naumor: Las Puertas del Infierno). No solo los residentes alemanes fueron masacrados y exterminados en los países del Este de Europa. En Polonia, al inicio de la SGM, Rusia invadió los territorios del este de Polonia, y de inmediato apresó a dos mil oficiales polacos y los ejecutó en el bosque de Kantinga. En Hungría, el judío criminal Bela Kuhn (Cohen), recorrió el país en su ferrocarril particular adornado con una gran horca instalada en un furgón a manera de distintivo. Lo acompañaban en su lujoso camarote, su secretaria judía R. S. Salkind, alias Semliachkay, el jefe de la checa húngara, el judío Szamuelly, y treinta judíos terroristas escogidos como verdugos y guardias de seguridad, sembrando el terror y la muerte. A lo largo del recorrido de aquel tren de la muerte, quedaron cientos de cadáveres desnudos u mutilados, hombres colgados de los árboles y la sangre corría por el suelo뮠En Yugoslavia el 10 de febrero de 1945 las hordas de Tito entraron a Croacia y exterminaron cuatrocientos mil cristianos en los campos de concentración (Ton Sonic: Mais Killings and Mistreated of German Prisioners in postwar Yugoeslavia). El fracaso de la tiranía del proletariado que propicio la caída de la Unión Soviética, causaron la desilusión, el enojo, escepticismo, el resentimiento y el silencio de los interlocutores del dialogo que sostenían los ideólogos liberales, nacionalistas, socialistas y comunistas, respecto al papel del Estado como promotor del desarrollo y bienestar social. Antes de reanudar el dialogo es necesario señalar el saldo rojo que dejó la impunidad de los carniceros sionistas en Rusia porque aún perduran los tiranos que mantienen secuestrados a sus pueblos. Ya que en nombre de la tiranía del proletariado, los judíos bolcheviques no solo saquearon los tesoros del zar, la aristocracia, los terratenientes y el clero, sino acabaron y contaminaron los bosques, las estepas, los lagos, mares y ríos, lo yacimientos minerales, dejando yermos y agotados los campos petroleros Baku, y calcinados los de Chernobil y se llevaron a Israel los profesionistas y profesores judíos que habían sido educados por la URSS. La bancarrota y devastación de los pueblos y países que integraron la Unión Soviética, y sus satélites del Este y sureste de Europa, desmiente el mito de que los hijos de Israel a semejanza del bíblico administrador de los graneros del faraón son grandes administradores, y en cambio es la prueba más contundente de la barbarie, maldad y voracidad de Israel, que dejó como saldo una juventud sin fe y esperanza a manos de una elite y mafia judía que se apodero del saldo patrimonial del Estado Soviético, privatizándolo y saqueando miles de toneladas de armamento de los almacenes del ejercito para proveer a los traficantes judíos de armas utilizadas en los recientes genocidios perpetrados en África occidental, los Balcanes, Medio Oriente y Sud América, etc. Y a pesar de haber despojado impunemente: todas las propiedades y fuentes de riqueza de los pueblos integrantes de la U.R.S.S al haberlas socializado y adjudicado a los jerarcas judíos. Y haber despojado el alma rusa de sus rasgos humanistas y culturales, el folclor y las tradiciones ancestrales de las diferentes etnias, __abrogado el amor, la esperanza, la dignidad, los derechos humanos, la fe, la lealtad fraternal entre amigos, conocidos y familiares, la libertad, el orgullo, el patriotismo__ fomentando la cultura de la sospecha y la denuncia, manipulado la información interior y exterior, a fin de esclavizar y someter a todos los pueblos ex integrantes de la U.R.S.S뮠Y a pesar de la multitud de agravios de lesa humanidad cometidos por los bolcheviques judíos que durante mas de medio siglo mantuvieron encarcelados dentro de la cortina de hierro mas de ciento sesenta millones de ciudadanos de la URSS, abrogando todos los derechos humanos como libertad de pensamiento, libertad de expresión, liberad de asociación, libertad religiosa, libertad de elección no solo política sino de múltiples aspectos cotidianos como donde residir, estudiar o trabajar, deportando a Siberia a veintiocho millones de posibles opositores al Estado Totalitario, etiquetándolos de contra revolucionarios condenados a trabajos forzados hasta que fueron aniquilados. Y a pesar de que sienten orgullosos de haber conquistado y doblegado el Imperio Alemán, el Imperio Austro Húngaro, y el Imperio del Zar, mantienen este logro histórico en secreto debido a que no fue un ataque valiente contra las potencias enemigas, sino un artero crimen de lesa humanidad perpetrado encubiertamente, crimen que siguen agravando traficando anualmente medio millón de niños y adolescentes secuestrados en los países ex integrantes de la URSS hacia occidente para esclavizarlos y explotarlos sexualmente.

Cuarto considerando: El derrumbamiento y desintegración de la URSS

En la segunda mitad del siglo XVIII, las sociedades secretas judío masónicas arrastraron a los intelectuales a la causa de Israel, ideando planes y programas para derrocar a los reinos cristianos enarbolando la bandera de la fraternidad, la igualdad y la libertad republicana comenzando por Francia para proseguir la revolución en Alemania, Rusia y los pueblos de Europa del Este. La revolución francesa permitió a los judíos ocupar posiciones privilegiadas ahogando en un mar de sangre a medio millón de cristianos y despojar a de sus bienes a la realeza y los terratenientes. Agotadas las sociedades secretas la ideología marxista atrajo grandes multitudes a la causa de Israel críticamente, canalizando sus esfuerzos para derrocar a los Imperios Ruso, Alemán y Austro húngaro, e implantar la tiranía del proletariado exterminando no solo a los nobles, terratenientes, industriales y comerciantes sino a la clase pensante: artistas, escritores, intelectuales, profesionistas, técnicos, industriales, etc. es decir los ilustrados, el corazón de Rusia, utilizando a los obreros y campesinos analfabetos, fáciles de engañar y manipular para encumbrar y perpetuar una clase gobernante inaccesible a los no judíos; de tal manera que en el Estado Totalitario solo existían dos clases sociales __los judíos bolcheviques que integraban la clase gobernante acaparando el poder y la riqueza del Estado para perpetuar sus privilegios, y los proletarios cristianos y musulmanes privados de todos los derechos humanos para servir al Estado. Los intelectuales de hoy en día no han reconocido y confesado moralmente un hecho gravísimo: La inteligencia occidental se plegó al comunismo y al marxismo soviético durante decenios. Ante la abrogación de los derechos humanos que atentan con la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión, etc. Omitió su deber de criticar el totalitarismo comunista haciendo las necesarias mediaciones de una reflexión ética, social, económica y cultural confrontando los ideales con la realidad. Significativamente, en los diálogos de Salzburgo los sociólogos, filósofos, economistas, los intelectuales no comunistas brillaron por su ausencia. Tras el silencio de los intelectuales ante las atrocidades que ocurrían detrás del muro soviético, las preguntas inexorables son: ¿Quien o que contribuyó más al ocaso del imperio soviético, la inteligencia o la dignidad humana, la fe o la voluntad, el diálogo o la resistencia, o los sangrientos levantamientos que ocurrieron en Alemania del Este, Polonia, Checoslovaquia, Hungría? El estalinismo, o lo que devino el bolchevismo, no sóloॲa un sistema de control social draconiano consumado por un dictador implacable, sino la imposición del despotismo del yugo judío bolchevique sobre los países de Europa del Este fraguado por Roosevelt y Stalin en la conferencia de Yalta. Las revisiones que afanosamente buscaban Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia en la década de los sesenta, en la glasnost gorbacheviana y en las reformas chinas de Den Xiaoping, ya habían sido bosquejadas por Nicolás Bujarin al borde de ser fusilado por el delito de presentar una alternativa al estalinismo en la que había concluido que el marxismo en la práctica era un fracaso. A una consideración parecida arribaba en su exilio de México León Trotsky. Tras asumir el poder montados en los tanques del Ejército Rojo. Los minúsculos partidos comunistas de la Europa del Este extendieron su control incontestable, a los niveles más básicos en sus sociedades. Si la militarización se transformó en la piedra de toque del sistema utópico, los ejércitos "nacionales" no serían la espina dorsal de estos regímenes comunistas, era el partido comunista el agente del imperio bolchevique judío, instrumento del ejército de ocupación.

Las elites judías del "Estado burgués de Europa del Este", luego de valorar que los intereses judíos podían prevalecer en el nuevo orden, se reciclaron al comunismo para poder ocupar los cómodos sillones del poder y, como sus paisanos del Kremlin, transitar en஥gros limousines de reunión en reunión. Pero la legitimidad formal para retener la autoridad definitiva resultaba impensable sin una ideología que actuase como excusa general, que suplantase la iniciativa individual. Fue así que el monopolio de la interpretación ideológica (del marxismo) se tornó en el meollo del totalitarismo comunista. Puede decirse que la centralización económica y social, convirtió a los bolcheviques judíos en la clase gobernante que estableció la dictadura judía sobre los no judíos, no la de los proletarios. Más que procurar el desarrollo y el bienestar social, la clase gobernante se avocó a perpetuase en el poder. Privilegiando la industria bélica sobre todas las demás manufacturas. No solo escatimó la producción de enceres domésticos y automóviles, sino también la satisfactores básicos como alimentos, medicinas, ropa, vivienda, transporte público, centro de esparcimiento, etc. En los albores de los abordajes comunistas, los jóvenes radicalizados, tropa de choque militante, asumieron la vanguardia y ascendieron en las filas partidistas de la burocracia en expansión. La eufórica inteligencia se alineó en masa, y se sometió a la catarsis experimental. En la década de 1970, los húngaros Gy沧y Konrád e Iván Szelényi, utilizando categorías del marxismo, que por la época aún retenía cierta vitalidad, especulaban que bajo las condiciones de la posguerra en la Europa del Este, la inteligencia había devenido en una clase dominante. Y es que la proclamación de una sociedad ordenada científicamente ejerció gran atractivo en la inteligencia, sobre todo porque sus talentos fueron convocados para la construcción del nuevo orden. Los cautivó la supuesta oportunidad de eliminar los escollos que históricamente impidieron el pleno desarrollo de la sociedad perfecta. Los convenció la revelación de un compendio científico que barrería tales obstáculos mediante una planificación racional. Si para la claque comunista el camino al poder fue rápido, para los intelectuales fue largo, penoso, y para la mayoría, vedado. Los que lograron sacudirse de la sospecha burguesa fueron reducidos mediante el lavado de cerebro, re-educación, regulaciones políticas humillantes, espía y escucha de sus actividades, intimidación, persecución o soborno, etc. Los que olfatearon a tiempo la dirección del viento y lograban posiciones periféricas, languidecerían bajo el sospechosito, la ineptitud de sus superiores. Los osados que murmuraban signos de rechazo, fueron execrados de la casta intelectual. Para muchos intelectuales, la vida real de autonomía individual, el espacio posible de esperanza, se redujo al círculo familiar, a la esfera étnica (como el caso de los países bálticos) o religiosa, como en Polonia.

Con el monopolio de los medios masivos de comunicación, de las instituciones culturales y editoriales, la élite eliminó la libertad de creación intelectual y artística, e impidió la publicación de toda obra o cualquier expresión cultural que se distanciase un milímetro de la línea oficialista. Al coartar al productor y reprimir la expresión pública, desapareció la crítica abierta o la defensa pública contra los cargos hechos por la propaganda oficial. La arena pública en la cual, desde la Revolución Francesa, el ciudadano buscaba modificar la sociedad, se revelaba aquí como un vacío coliseo, saturado de retórica triunfalista y carente de sentido. La mayoría de los intelectuales comprendió que no había lugar para ellos en la élite. Aunque desistió de sus ambiciones políticas, y en su fuero interno rechazaba el monopolio del poder de la nueva clase, sin embargo llegó a un convenio cínico con el régimen. Así, frustrados por la garra soviética en sus países, pero atentos al precio elevado que acarreaba la confrontación, muchos intelectuales simplemente abandonaron el campo político. Los pensadores de Europa del Este, se auto justificaron aislándose en la torre de marfil cultural y artística, bajo la creencia de que tal retirada implicaba una crítica virulenta contra un régimen que obligaba a la participación de todos en la vida pública, sin reparar en que para el Estado monopartidista cualquier área cultural que implicase la libertad de expresión rápidamente se transfiguraba en un hecho político. El presidente checo Václav Havel se refirió a esta conformidad ante el control totalitario, en la que el deterioro moral no era exclusivo sólo de los gobernantes, sino de todos los integrantes de la sociedad checoslovaca, incluyendo a los distanciados intelectuales. Para Havel, los que crecieron acostumbrados al sistema totalitario y lo aceptaron como un hecho inmutable, en esencia actuaron en su favor, lo que convertía a la generalidad no sólo en la víctima sino también en la responsable. En el terreno político, esta etapa inicial estuvo preñada por el absurdo de desenmascarar a los "espías titoístas" en todo el bloque soviético. El primer inculpado lo sería el canciller húngaro Lázló Rajk, un combatiente de la guerra civil española y líder del maquíਦuacute;ngaro. En un escandaloso proceso, y tumefacto por las torturas, Rajk se "confesó" culpable de los absurdos cargos de ser agente secreto de la CIA, sólo para ser fusilado minutos después. Rajk sería uno de los mártires que enarbolaría el levantamiento húngaro de 1956. Otro proceso infame, fue el de Traicho Kostov, el comunista búlgaro detestado por Stalin. En Checoslovaquia se dieron las purgas más vastas en 1952, supervisadas por Anastas Mikoyan, y que concluyeron con el fusilamiento de Rudolf Slánsk, ex jefe del partido comunista, acusado de troskista.

Después del famoso discurso de Nikita Jruschov en el XX Congreso del PCUS denunciando los desmanes del estalinismo, para muchos comunistas aún esperanzados en la utopía proletaria se hizo evidente que el socialismo en construcción requería de un rostro más humano. El deshielo inicial que siguió a la muerte de Stalin produjo el octubre polaco y la revolución húngara de 1956, que, conjuntamente, definieron los límites de tolerancia soviética: la de un cierto comunismo nacional que nunca desafiase su hegemonía o al papel dirigente del partido comunista. Desde la revolución húngara de los años cincuenta, hasta el aplastamiento de la Primavera de Praga en 1968, la noción de renovación o cambio en el bloque soviético se centraba en las reformas concebidas por la élite comunista, y con el apoyo de la membresía de base. En la década de 1960 eran palpables la ruptura y el conflicto entre China y la Unión Soviética, la búsqueda rumana de una autonomía en política exterior, el aumento de la apertura yugoslava, y los aires de reforma en Checoslovaquia. Las pugnas grupales dentro de los partidos comunistas de Europa del Este estaban centradas en la aceptación de la desestalinización o su rechazo, y es en esa dicotomía donde se enmarcó el experimento checo de la Primavera de Praga, y la represión en Varsovia de ese mismo año. Tales posiciones y criterios, sin embargo, fueron muy difíciles de preconizar luego de la invasión del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia. La respuesta brutal de los soviéticos al intento de establecer un "humanismo socialista" sobrevino en ocasión del relajamiento entre los dos campos (comunista y capitalista), durante la Guerra Fría. Meses después, Leonid Brezhnev expresó en una reunión del Partido Comunista de Polonia que la Unión Soviética consideraría irreversible cualquier transición al socialismo, y apoyaría tal criterio con sus fuerzas armadas. Así nacía la famosa঱uot;doctrina Brezhnev".

ࠠComo expuso el intelectual polaco Adam Michnik, en su libro The New Evolutionism, a partir de entonces cualquier cambio significativo al sistema se dilucidó fuera del Partido Comunista y de la burocracia estatal, en comunidades de intelectuales, de ex comunistas purgados, de agrupaciones sociales. El objetivo ya no se circunscribiría a modificar el Estado-Partido, sino en la restauración de la sociedad civil para obligarle a adecuarse a un escenario distinto donde accediese a entregar esferas de la sociedad. Así surgió la contracultura del samizdat y, sobre todo, de la Carta 77 en Checoslovaquia, que daba fin a la esperanza revisionista de un socialismo con rostro humano, y con una de sus vertientes más reiteradas: el Eurocomunismo. La no-violencia como el método de lucha de los reformistas y de la disidencia, ya fuese de Solidaridad, de la Carta 77, o del Foro Húngaro. Nacía de la consideración pragmática de que las insurrecciones armadas y los levantamientos populares no se imponían en el marco de un Estado totalitario con pleno dominio de sus órganos represivos, como demostró Hungría en 1956 y Checoslovaquia en 1978. En palabras de Havel: "La causa del peligro de guerra no son las armas en sí, sino las realidades políticas. No obtendremos una paz duradera y auténtica oponiendo tal o tal sistema armamentístico, porque dicha oposición sólo se refiere a las consecuencias, no a las razones". O como diría Michnik: "La opinión pública occidental se ha dejado convencer por la lógica armamentista del pensamiento soviético, que las armas son más importantes que las personas. Pero esto no es cierto. No hay arma que mate por sí misma". No existe un momento específico en el cual el individuo de la sociedad totalitaria despierte a la verdad del vacío público.

Como patentizaron los estudios realizados por Ferenc Munich, a fines de los años ochenta, en Hungría había quienes aún creían en el sistema estalinista; mientras que, tan temprano como en 1956, otros como el premio Nobel Czeslaw Milosz y más de 50.000 húngaros que huyeron de las bayonetas soviéticas, no tuvieron dificultad en expresar su insatisfacción. Para los que permanecieron en la Europa del Este, en el ciclo que arranca con la Primavera de Praga en 1968 hasta Solidaridad en Polonia, la desilusión devino consciente. Los temas ya no serían la reforma del socialismo, la búsqueda de su humanismo, sino los morales, los éticos, los derechos humanos, la cultura, e incluso, casos como el de Konrád Adenauer, el completo rechazo a la política (la antipolítica) como un modo apropiado de conducta social. Entre los intelectuales, la oposición siempre fue una agenda ideológica, cultural y ética; el tema de la reforma económica era preocupación de los reformistas dentro del aparato comunista. Las reprobaciones y rechazos de los intelectuales contra el régimen totalitario fueron masivas, al punto de inundar las filas de la disidencia y la oposición, desempeñando un papel prominente en la contienda por la transición del comunismo a la democracia. La campaña del respeto a los derechos humanos se tornó en un dolor de cabeza para los nomenclaturistas, al incluir puntos de seguridad geopolítica; lo cual, originó una corriente crítica a la utopía comunista y a los valores en nombre de los cuales se empleaban todo tipo de medios en contra de minorías, pueblos y naciones para someterlos y despojarlos legalmente de sus derechos y posesiones__ generando una severa represión y censura oficial para los disidentes y críticos__ quienes evitaron ser sancionados y silenciados, disfrazando su crítica con todo tipo de géneros literarios tratando de visualizar las consecuencias futuras de las fallas pasadas en los esfuerzos que ha realizado la humanidad en su intento de alcanzar la sociedad perfecta. Las revueltas en la Europa del Este no fueron desarrolladas por los trabajadores o los campesinos, ni fueron alimentadas por los periódicos, la radio o la televisión que estaban controlados por el Estado. Las revoluciones anticomunistas fueron gestadas por los intelectuales al ser expuestas las lacras del totalitarismo en sus obras literarias que denunciaban los excesos que sufrían los pueblos secuestrados por los judíos bolcheviques que traicionaron las esperanzas depositadas en el socialismo para alcanzar una sociedad perfecta. Obras prohibidas por los jerarcas del Partido que mediante la censura, los espías, el miedo y la represión habían conseguido amordazar a un tercio de la humanidad, que fueron manuscritas en las mazmorras donde fueron recluidos en condiciones infra humanas los críticos al Partido o al Estado. Muchos manuscritos (samizdat: auto edición: Cadena de copias manuscritas o mecanografiadas y calcados al carbón para hacerlas circular sigilosamente entre los conocidos para burlar la censura), fueron distribuirlas clandestinamente por sigilosos activistas. Actualmente se conservan doce mil manuscritos, miles fueron descubiertos y destruidos, otros siguen escondidos bajo los recubrimientos de pisos y paredes de prisiones y kulaks en espera que alguien los encuentre, con la esperanza de que en un futuro próximo se les haga justicia, se enjuicie a la pandilla criminal que secuestró y amordazó, a un tercio de la población mundial tras la cortina de hierro. En los manuscritos denuncian que fueron apaleados, asfixiados, electrocutados, encadenados en mazmorras, expuestos sin ropa a las inclemencias del tiempo durante días, drogados, privados de agua, alimentos y medicamentos; y sometidos a todo tipo de experimentos clínicos, trepanados sus cerebros o extirpados alguno de sus órganos, por criticar al régimen totalitario.

En una muestra de textos samizdat manchados de sudor, vomito y sangre exhibidos en Praga en la plaza Senovázné, se encuentran obras de autores conocidos: {George Orwell: (1984, Rebelión en la granja), Alexander Solzhenitsin: (Archipiélago Kulak, Carta abierta a los dirigentes soviéticos, etc), el dramaturgo y posterior presidente checo Václav Havel, el historiador Bronislaw Geremek, el editor polaco Tadeusz Mazociecki, el pintor berlinés Barbel Boehley, el director de orquesta de Leipzig Kurt Masur, los filósofos húngaros János Kis y Gáspar Miklos Tamás, el escritor-presidente húngaro Arpád Goncz, el ingeniero rumano Petre Román y su compatriota el poeta Mircea Dinescu, el pianista lituano Vitautas Landsbergis, el profesor azerbaiyano Abdulfaz Elcibey, el lingüista armenio Leván Ter-Petrosián, el físico ruso Andréi Sajarov. Iván Klima que en su ensayo crítico: El espíritu de Praga, revela la problemática que enfrentan los escritores disidentes ante la censura y prohibición del Estado totalitario de ejercitar su derecho a pensar y a expresar sus ideas: "No existe poder en el mundo que no haya dependido en alguna forma del terror. El hombre vivió no sólo temeroso a los invasores que podrían llegar furiosamente desde la distancia, vivió con miedo a los dioses o a Dios y sus representantes en la tierra. Vivió con miedo a la autoridad de oficiales y de los administradores de sus propios maestros, temeroso de perder su alimento, su hogar, su trabajo o su tierra, que necesitaba para permanecer vivo. Cada esfuerzo por liberar al hombre ha sido en realidad un esfuerzo por liberarlo de su miedo, para crear las condiciones en las cuales pudiera dejar de sentir su dependencia como una amenaza. (…) El miedo que descansa en las camas de los que no tienen poder, da un fuerte ímpetu a sus sueños y sus acciones. Una persona sin poder anhelando escapar de su ansiedad, usualmente encuentra solo dos caminos: escapar más allá del poder hostil o convertirse en poderoso él mismo. El miedo engendra sueños de grandeza.

Durante los setenta, la oposición continuó su dinámica, pero su capacidad de movilizar la población se había estancado ante la creencia de que se estaba en medio de un progreso económico. A partir de los ochenta, la situación cambió drásticamente al ser expuesta crudamente la crisis del comunismo en los círculos intelectuales. Los niveles de vida comenzaron a desplomarse, la inflación compareció, la deuda externa lastró las finanzas, y la escasez de alimentos y productos domésticos no sólo propició las protestas sino que hizo más obvia la necesidad de reformas. Dos décadas después de la caída del Muro de Berlín, a pesar la desclasificación y apertura de los archivos del Estado comunista de la ex República Democrática de Alemania (RDA), es escaso el conocimiento que tienen las nuevas generaciones sobre la pesadilla que vivieron los ciudadanos indoctrinados día y noche por la ideología del Partido difundida mediante una campaña intensa y permanente de desinformación y manipulación de los hechos; el monopolio y control estatal de la comunicación y los medios informativos: el teléfono, las radiodifusoras, la prensa y las editoriales; la vigilancia de los intelectuales por la policía del pensamiento (Stasi: policía política), testaferros encubridores del cinismo, dualidad y maniqueísmo del discurso oficial __avocados a controlar y reprimir a los críticos y denunciantes del totalitarismo del Estado, los privilegios de la clase gobernante, la escasees crónica de alimentos, medicinas, ropa, vivienda, y la privación de los derechos humanos de los gobernados__ mediante el terror y el chantaje implantado a través de una tupida red de espías y delatores; el encubrimiento en Occidente del totalitarismo de Estado y la esclavitud de la población no judía en el imperio soviético, orquestado por el judaísmo internacional a través de los medios encargados de ocultar el fracaso de la economía soviética magnificando los supuestos logros de la política económica y los planes quinquenales. Durante el imperio soviético, desde su origen hasta la caída del muro de Berlín, se negó a la prensa libre la visa de los reporteros occidentales; aunado a la desinformación divulgada por la prensa controlada por el judaísmo internacional; lo cual propició que el discurso intelectual en Occidente estuviera acaparado por los intelectuales comunistas empeñados en adoctrinar a la juventud de la falacia marxista y el progreso soviético, mientras que los críticos occidentales permanecieron ciegos y perplejos ante los acontecimientos que se suscitaron detrás de la cortina de hierro. Sólo una voz solitaria se enfocaba hacia ese páramo político más allá del Muro de Berlín, la del Papa Juan Pablo II, cuyo pontificado tenía como tema central el futuro de las iglesias en los países de Europa del Este y la reafirmación de la Europa cristiana desde el Atlántico a los Urales. Su primera visita a Polonia, en junio de 1979, marcó el viraje que minaría al Estado-Partido, y el nacimiento del sindicato Solidaridad, el cual negoció la transición a la democracia. Este merito de S.S. Juan Pablo II, es suficiente para elevarlo al altar de los héroes de la humanidad, la democracia y el cristianismo; pero no al altar de los santos, aunque haya llevado una vida santa, debido a la sutil apostasía que cometió al diferir de la sentencia dictada por Cristo contra los seguidores de la doctrina y la conducta de Israel, abrogando la doctrina milenaria de la Iglesia surgida de los Concilios en defensa contra el judaización del cristianismo promovida por los esbirros de la Sinagoga, y fuera del contexto teológico, exonerando los crímenes de lesa humanidad cometidos por los bolcheviques judíos criminales en el Imperio soviético al considerar a los judíos nuestros hermanos mayores en la fe. Agotado el comunismo, el discurso recalcitrante de los intelectuales comunistas se silenció por completo. Pero llegó el tiempo de revisar los hechos históricos acaecidos en la URSS para sacar conclusiones y deslindar responsabilidades sobre el genocidio de los pueblos ex integrantes de la URSS, perpetrado por los bolcheviques judíos, siguiendo las directivas criminales de Libro de Israel, el fecalismo talmúdico, los protocolos judeo masónicos y el manifiesto comunista al sangriento compás del himno internacional socialista.

Toca el turno de revisar lo acontecido antes, en y después de la SGM no solo para que se ratifique quienes fueron las victimas y quienes los agresores en este acontecimiento histórico sino porque esta de por medio el progreso de la humanidad hacia la trascendencia humana y la sociedad perfecta, que esta detenido en espera de que se reanude la dinámica dialéctica enmarcada dentro de la crítica al cristianismo.Ya que para que la humanidad no vuelva a padecer los rigores de una tercera guerra mundial, es necesario investigar la exterminación programada y premeditada de decenas de millones de patriotas cristianos y musulmanes de las naciones ex integrantes de la URSS y sus satélites en los campos de concentración instalados por los judíos bolcheviques del Comité Central del Partido Comunista que se apoderaron de los mandos altos y medios del ejercito y el gobierno comunista a fin de hacer realidad los designios supremaciítas de Israel, y para evadir ser enjuiciados flanquearon su defensa con el holocausto fingiendo ser victimas inocentes. Desde luego que los responsables tergiversaron los hechos históricos, borraron evidencias, oponen legalismos y falsos moralismos para ocultar el exterminio programado de millones de ciudadanos cristianos y musulmanes a manos de los judíos bolcheviques en todos y cada uno de los países ex integrantes de la URRS siguiendo las directrices criminales y genocidas del Libro de Israel proclamadas por Lenin. Es por ello que recurrimos a los autores del revisionismo histórico, pues sus obras extensamente documentadas con los reportajes de los acontecimientos momento a momento, permitiéndonos visualizar los hechos sin la censura tendente a falsificar y sustituir la realidad, a fin de exonerar a los agresores y justificar sus acciones criminales {Anyat: Los protocolos de Auschwitz, Aretz: La tabla de la bruja, Bachoca: La historia de los vencidos, Baquet: Crimen y misericordia, Ceresole: La falsificación de la realidad, Faurison: El Antiguo Testamento, fuente inagotable de odio y crueldad, Garundi: Los mitos fundadores de la política israelí, Harwood: ¡Murieron realmente seis millones?, Reed: La controversia de Sión, Whitlock: No culpable en el proceso de Nuremberg, Rassinier: El drama de los judíos europeos, Ties: La mentira de Auzchwitz, etc.}, desde luego que los argumentos revisionistas han sido replicados por la parte contraria en defensa de los criminales y extensamente difundidos por los medios {El diario de Ana Frank, Olga Lengyel: Los hornos de Xitler, Dowidowicz: La guerra contra los judíos, Hilbert: El exterminio de los judíos europeos, Levin: El holocausto, Reitlinguer: La solución final, etc.}.

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