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La Unión Europea llama a revisión al Euro la casa está en llamas I (página 6)




Enviado por Ricardo Lomoro



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¿Nadie entre los 27 países
de la UE y los 16 de la eurozona tenía idea sobre la
dimensión del déficit fiscal griego? El Banco
Central Europeo -supuesto ejemplo de rectitud fiscal y ortodoxia
financiera-, con sus equipos de economistas, ¿estuvo de
vacaciones todos estos años?

El problema no es nuevo.

Según comenta a BBC Mundo Ansgar
Belke, del Instituto Alemán de Investigación
Económica, las primeras señales de alarma sonaron
antes del lanzamiento del euro en 1999.

"Muchos economistas se opusieron a una
creación prematura del euro porque no teníamos un
nivel de integración política y económica
que pudiera sostener la moneda. Esto no ha cambiado".

Críticos de la actual estructura de la UE
señalan que, si se procedió a avanzar con el euro,
se debe al cuarto pecador de la crisis griega.

4) Desregulación financiera

En una carta al actual presidente de la Comisión
Europea, José Manuel Barroso, en mayo de 2008, es decir
antes de la explosión de la crisis financiera mundial, uno
de los artífices de la actual UE, Jacques Delors, ex
mandatarios como Helmut Schmidt y Lionel Jospin, ex ministros de
Economía y líderes socialdemócratas
reclamaban medidas urgentes bajo una consigna: los mercados
financieros no nos pueden gobernar.

En medio de la actual crisis griega, el primer ministro
Giorgios Papandreu obtuvo el apoyo retórico de Angela
Merkel (Alemania) y Nicolas Sarkozy (Francia) para neutralizar a
los mercados financieros.

Pero, por el momento, en la práctica estos
mercados siguen tan desregulados como siempre.

"La UE se encuentra condicionada por su
dependencia de inversores foráneos y fondos especulativos
que revolotean por el mundo en busca de alta rentabilidad bajo la
opacidad de las finanzas globales", dijo a BBC Mundo Juan
Hernández Vigueras, miembro de la Tax Justice Network y
autor de "La Europa opaca de las finanzas" y "Los paraísos
fiscales".

En este escenario que comercia seguros
sobre deuda soberana y apuesta a altísimas tasas de
interés, los intereses creados de gobiernos e
instituciones financieras suelen entremezclarse, como muestra -a
continuación- el caso de Goldman Sachs.

5) El amigo estadounidense

A comienzos de 2002, Grecia y Goldman
Sachs llegaron a un acuerdo beneficioso para ambas partes. La
deuda soberana griega en dólares y yenes era canjeada por
deuda en euros, que luego de un determinado período
volvía a ser canjeada por la divisa original.

Con un masaje intenso del valor de la
moneda, el monto de la deuda griega cambiaba hasta convertirse en
un espejo ideal que permitía un mayor endeudamiento del
gobierno a tasas de interés relativamente
bajas.

Esta imagen fiscal empezó a temblar con la crisis
financiera y la cercanía del vencimiento de los bonos
emitidos por el Estado, que debía honrar sus deudas en su
moneda de origen: a los acreedores no se los puede arreglar con
masajes o maquillajes.

Los justos

Estas crisis suelen impactar más
a justos que a pecadores.

Las medidas de austeridad que el Parlamento
aprobó en marzo incluyen un aumento del 19% al 21% del
impuesto al valor agregado, un incremento de los tributos al
combustible, tabaco y alcohol, y fuertes recortes de salarios en
el sector público.

"Los pobres y los jóvenes son los
que más sufrirán el impacto. No sorprende que sean
los que más están protestando", dice a BBC Mundo
Megan Greene.

Muchos analistas consideran que este
ajuste es inevitable y hasta saludable como una medida de
"sincerar" la economía.

El problema es que, a menos que la
economía crezca, la crisis fiscal no se
solucionará.

Según las proyecciones de la Unidad de
Análisis de The Economist, Grecia no volverá a
crecer hasta 2012. La contracción del consumo que sigue a
todo plan de ajuste no va a ayudar a solucionar la crisis y, si
la Argentina de 2001 es un ejemplo, el ajuste que todos reclaman
puede ser la ruta perfecta para la temida cesación de
pagos.

"Con 400 euros por mes, uno no alcanza a final de mes",
comentó un pensionado a The Economist. Tampoco alcanza
para que los griegos consuman y reactiven una economía
exangüe.

Los otros "bad boys"
(Club Med, PIGS, STUPIDS, and all the rest)

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"Temores sobre las finanzas de los gobiernos del
mundo se propagaron a los mercados el martes, a medida que varias
reducciones de calificación de riesgo sirvieron para
recordar la fragilidad de la recuperación global"…

La tormenta en Grecia acentúa los temores acerca de
activos riesgosos (The Wall Street Journal –
9/12/09)

Fitch Ratings redujo la calificación de riesgo de
Grecia al nivel más bajo de los 16 países de la
zona euro, lo que causó temores de que el país
pueda desatar la peor crisis fiscal jamás vista en los 10
años de la unión monetaria europea. La
calificación de compañías estatales de
Dubái fue reducida, lo que renueva la preocupación
sobre el emirato árabe. Moody's Investors Service
también informó que la calificación del
Reino Unido corría riesgo si éste no reducía
su déficit.

Incluso a medida que se afianza la recuperación,
el deterioro de los balances de algunos gobiernos representa un
riesgo latente. Para algunos países, como Grecia, estos
problemas preceden a la crisis, mientras que para otros, como
Estados Unidos y el Reino Unido, son consecuencia directa de sus
esfuerzos por combatir la crisis financiera y
económica.

La situación de Grecia presenta un dilema para el
Banco Central Europeo y la Comisión Europea:
¿deberían rescatar al país o permitir que
colapse un miembro de la zona euro? La primera opción
podría reducir la presión por disciplina fiscal
mientras que la segunda perjudicará la credibilidad del
gran experimento europeo de una moneda única.

Monografias.com

Los inversionistas reaccionaron a los acontecimientos
alejándose de activos más riesgosos, en busca de la
relativa seguridad del dólar en detrimento del euro y la
libra esterlina. Los bonos de países más riesgosos
cayeron. El Promedio Industrial Dow Jones declinó 104,14
puntos, a 10.285,97, su mayor caída desde el 27 de
noviembre, después de que Dubái dijera que
retrasaría los pagos sobre la deuda emitida por una firma
estatal.

El euro es la pieza central del camino
de Europa hacia la unificación política, pero los
escépticos han advertido por mucho tiempo que la
unión monetaria no es sostenible sin un gobierno
pan-europeo más fuerte.

El ministro de finanzas ruso se sumó al coro de
preocupaciones, al decir el 8 de febrero que su país sigue
siendo "un eslabón débil" en la economía
global y correría riesgo si el flujo de dinero que ahora
entra en Rusia revirtiera su curso. En los próximos meses,
Rusia intentará obtener préstamos en moneda
extranjera por primera vez en una década.

Los problemas de Grecia son
especialmente significativos porque representan las primeras
brechas en la unión monetaria de Europa desde su
creación en 1999. La unión comparte una sola moneda
y una sola política monetaria, pero sus 16 miembros tienen
políticas fiscales individuales.

Fitch redujo la calificación de
Grecia a BBB+, citando la falta de acción por parte del
país para controlar su déficit presupuestario. Los
problemas de una deuda ascendente y una economía deprimida
son comunes a la mayoría de miembros de la zona euro en
distintos grados, incluidos Portugal, Irlanda y España, lo
que crea el riesgo de contagio si los inversionistas abandonan
los activos griegos.

"Esto pone en entredicho la viabilidad a largo plazo de
la membrecía actual del euro", dice Simon Tilford,
economista jefe del Centro para la Reforma Europea, un centro de
investigación de Londres. "Según la tendencia
actual", añade, "acabaremos con un estancamiento
económico y más tensiones políticas en la
zona euro y, en el peor de los casos, crisis fiscales y una
erosión del apoyo político para una
membrecía continuada".

La prima que los inversionistas piden por tener bonos
del gobierno griego a 10 años comparado con los bonos del
gobierno alemán, considerados más seguros,
alcanzó su punto más alto desde abril. Eso
encareció la refinanciación de la deuda para Grecia
y aumentó sus problemas fiscales.

"Zapatero tiene razón en que España
lidera la Champions League, pero no la del crecimiento
económico, sino la del riesgo financiero: según un
análisis de Crédit Suisse, nuestro país es
el sexto más peligroso del mundo, por delante de
economías tan poco sólidas como Turquía,
Ucrania, Bulgaria, Egipto, Indonesia, Colombia o
Kazajistán. Además del banco suizo, Deutsche Bank y
el propio BCE alertan de que el necesario desapalancamiento
(reducción del endeudamiento) de nuestra economía
supone un enorme obstáculo para la
recuperación"…
España lidera la "Champions"
del riesgo: tiene más peligro financiero que Egipto,
Indonesia o Colombia (El Confidencial –
11/12/09)

Este ranking se elabora mediante un indicador
sintético que tiene en cuenta el déficit por cuenta
corriente (5% en el caso español), el déficit
público (11% del PIB estimado al cierre de 2009), la deuda
pública (58%), la deuda del sector privado (177%), la
deuda exterior (-76%), el crecimiento potencial de la
economía (2,1%), el precio del CDS (que el 9/12
llegó a 96 puntos básicos) y el rating de cada
país. Con más riesgo que España sólo
aparecen Islandia, Grecia, Hungría, Rumanía y
Lituania.

El informe de Crédit Suisse se muestra
durísimo con la economía española, a la que
considera en peor situación que la griega en varios
aspectos muy relevantes. Por ejemplo, considera que si medimos la
paridad de poder de compra (PPP), es decir, lo que se puede
comprar con los mismos euros en cada país de la
Unión Monetaria, los precios en España están
sobrevalorados en un 10% respecto a la media europea (en eso
sólo es superada por Islandia).

"Por tanto, ¡la única
opción es la deflación!", exclama esta entidad.
Algo que choca con la doctrina oficial del Ejecutivo
español, que considera a la deflación el mayor de
los males y está deseando el retorno de la
inflación, justo lo contrario de lo que se necesita
según este informe. "Con un crecimiento salarial del 4%,
no ha habido todavía ningún ajuste, por lo que es
imprescindible una caída del 10% de los precios y los
salarios en España". Y no hay que esperar que se pueda
salir de la crisis con mejoras de productividad, después
de un crecimiento cero de esta variable en los últimos 20
años.

Más llamativo todavía es su opinión
sobre los elevadísimos déficits gemelos
(público y exterior) y el crecimiento de nuestra deuda
pública. Sin el efecto moderador de los diferenciales de
compartir la misma moneda, el diferencial del bono español
con el Bund alemán debería situarse en 3,69 puntos
porcentuales en vez de en los 0,69 alcanzados tras la rebaja de
la perspectiva del rating por Standard & Poor's. Este
diferencial teórico sólo sería superior en
Portugal (4,11 puntos), mientras que el de Grecia se
situaría en 2,73 y el de Irlanda, en 2,13.

Respecto al mercado inmobiliario, el banco suizo afirma
que la vivienda sigue sobrevalorada en toda la Europa
periférica, pero especialmente en España: un 12%
según el FMI, pero teniendo en cuenta que el ratio del
precio de los pisos respecto a los salarios se mantiene en 6,2
veces, "está mucho más sobrevalorada".

Este siniestro panorama se completa con el grado de
apalancamiento (endeudamiento) de la economía
española. El propio BCE aseguraba en su informe mensual
(10/12) que el "ajuste de balances" es uno de los factores que
pueden hacer descarrilar la recuperación. Deutsche Bank
opina que este riesgo se va a materializar: "Creemos que un ritmo
rápido de desapalancamiento empresarial tras los excesos
del pasado, en un contexto que anticipa un drástico ajuste
fiscal, está frenando de forma significativa el rebote en
España, Irlanda y Grecia".

Deutsche estima que el crédito al sector privado
en España supone el 89% del PIB y Crédit Suisse
cifra el exceso de apalancamiento en el 20% del PIB respecto al
PIB per cápita; pero si además sumamos el
endeudamiento público, tanto España como Irlanda
están peor que Grecia, al que todo el mundo considera el
peor país de la UE tras la rebaja de su rating del lunes y
la grave crisis financiera que atraviesa.

Todo esto provoca un círculo vicioso,
según el banco alemán: el desequilibrio financiero
de partida restó capacidad a España para resistir
la crisis, lo que ha provocado un mayor deterioro del
déficit público que ha hecho saltar las alarmas de
los inversores internacionales; eso obligará al Gobierno a
adoptar una política fiscal extremadamente restrictiva, lo
que reducirá aún más la demanda interna en
2010 y 2011. Y eso, a su vez, llevará a las empresas a
reducir aún más su apalancamiento, lo que
contraerá la demanda de crédito, inversión e
inventarios. Obviamente, no contratarán a más
trabajadores, con lo que tampoco mejorará el
consumo.

Esta situación de los
países periféricos en general y de España en
particular sólo tiene dos posibles soluciones, a juicio de
Crédit Suisse: o el BCE rescata a estos países con
más dinero barato (algo que se está acabando), o
los países centrales de Europa aceptan que mantengan unos
enormes déficits públicos para contrarrestar la
deflación causada por la pérdida de competitividad
(también improbable).

"Cuando el Banco Central Europeo anunció a
principios de este mes que comenzaría a retirar sus
medidas crediticias de emergencia, el ministerio de
Economía griego sintió que la tierra temblaba bajo
sus pies.

Gran parte de los 200.000 millones de euros de
dinero barato que el BCE ha distribuido entre los bancos de la
eurozona este año fue usado para comprar deuda soberana de
sus países. Eso ayudó a los gobiernos a financiar a
buen precio los déficits presupuestarios, con lo que se
pospuso el día del juicio final para países como
Grecia, Irlanda y España, cuyos déficits son cerca
de cuatro veces superiores al límite del 3% para la
eurozona. Ese día ha llegado"…
2010 no será
fácil para los países derrochadores
(Expansión – 11/12/09)

La crisis financiera ha obligado a los
gobiernos a asumir muchas de las deudas que el sector privado era
ya incapaz de soportar. Las más afectadas han sido las
economías poco competitivas, como Grecia e Italia. Los
siguientes han sido países como España, Irlanda,
Reino Unido y, posiblemente, EEUU. Durante el boom, disfrutaron
de abundantes ingresos fiscales procedentes de los sectores,
inmobiliario y de servicios financieros. Ahora que estos ingresos
se han desplomado, sus déficits presupuestarios han
explotado.

La rentabilidad sobre los bonos griegos a dos
años ha subido casi dos puntos porcentuales entre
noviembre y diciembre. Los diferenciales de la deuda
española e irlandesa sobre los bonos alemanes han
aumentado. Irlanda ha respondido con feroces recortes de gastos.
España ha prometido austeridad, pero más adelante.
Reino Unido también ha demorado la reducción del
gasto, gracias a su relativamente baja deuda neta. Grecia, con
una deuda que alcanza ya casi el 100% del producto interior
bruto, no puede permitirse ese lujo.

En general, los inversores están
evaluando si la rentabilidad sobre los bonos soberanos compensa
adecuadamente el aumento del riesgo crediticio. El fantasma de un
impago soberano sigue siendo remoto. Pero para los países
derrochadores, el año 2010 no se presenta
fácil.

"Nunca en al menos los dos últimos
años los analistas se habían mostrado tan negativos
en sus perspectivas para la deuda pública. Y dentro de
este sombrío panorama reflejado en la encuesta global de
Bloomberg, las mayores dosis de pesimismo las generan la deuda de
Reino Unido, Suiza y España"…
Reino Unido,
España y Suiza: con las peores perspectivas para
inversores en renta fija (Expansión –
13/1/10)

A diferencia del buen tono que presenta
la renta fija corporativa al inicio de 2010, las más de
5.400 respuestas de expertos recopiladas en el Bloomberg
Professional Global Confidence Index coinciden en reflejar su
mayor pesimismo desde al menos 2007 sobre la evolución de
la deuda pública.

El incremento de los déficits y
la avalancha de oferta provocarán nuevas caídas
generalizadas en este mercado. De acuerdo con los analistas, el
precio de la deuda de Estados Unidos, Brasil, Francia, Alemania,
Japón, México, Suiza, Reino Unido y España
no podrá evitar los descensos.

Puestos a evaluar este pesimismo en sus previsiones, la
peor parte se la lleva la deuda de Reino Unido, Suiza y
España, según se desprende del sondeo global
elaborado por Bloomberg (enero 2010).

La agencia estadounidense destaca
también a España, junto a Grecia e Irlanda, entre
los países que han acusado en mayor medida en el precio de
su deuda pública el incremento de las dudas sobre el
deterioro de la calidad crediticia.

Las agencias de rating siguen recordando
las incertidumbres que provoca la emisión a ritmo
récord de deuda pública. Moody's ha señalado
(13/1) que 2010 puede ser un año difícil para los
emisores europeos de deuda soberana por la duda que genera las
estrategias de salida de los programas de ayuda.

Según Moody's hay dos factores que
predominarán las calificaciones de la agencia en 2010 en
Europa. Por un lado, se pregunta si los países que han
adoptado políticas no cíclicas durante la
desaceleración podrán implementar con éxito
estrategias de salida. Por otro, se pregunta también si
los países que afrontan más problemas fiscales o
económicos podrán superarlos.

"Nunca los Gobiernos se habían endeudado
tanto como desde que estalló la crisis. En los mercados
financieros ya hacen cábalas con los primeros en no
atender a los pagos y quebrar"…
España, entre las
diez naciones con mayor riesgo de impago (Libertad Digital –
14/1/10)

Los llamados CDS, acrónimo de Credit Default
Swap, son un seguro que contratan los acreedores para asegurarse
el pago en caso de quiebra del deudor. Cuantos más
inversores se refugian en un CDS más altas son sus
primas.

La prima de riesgo, es decir, la probabilidad de que el
deudor, en este caso el Estado, no pague a los inversores se mide
en un porcentaje. Por ejemplo, España tiene una prima de
riesgo del 1,1%, lo que implica que, si un inversor desea
contratar un CDS para protegerse de un hipotético impago
del país, habrá de cargar con ese 1,1% anual sobre
la cantidad que quiera asegurar. Esto, lógicamente,
encarece la financiación.

Las primas de riesgo se fijan en el mercado mediante la
información macroeconómica que ofrece cada
país y a través de las calificaciones que ofrecen
las llamadas agencias de rating. Las principales son S&P,
Moody"s y Fitch, que, aunque su prestigio quedó seriamente
comprometido tras la quiebra de Lehman Brothers, siguen siendo un
instrumento indispensable en los mercados financieros
internacionales.

Lo más que puede tener un deudor
es la categoría AAA, que es sinónimo de solvencia
completa. Lo menos la categoría CCC, que significa que
está a las puertas de la insolvencia. Los inversores miran
muy mucho estos ratings antes de comprar deuda, pues una de las
peores inversiones es comprar deuda soberana de un Estado que
quiebra.

Los países con más riesgo de impago son
los siguientes:

1.- Argentina

Los bonos del estado argentino tienen una prima de
riesgo del 9,6%, es decir, la más alta del mundo. Hace 9
años Argentina presentó suspensión de pagos.
La economía, fuertemente intervenida, no ha despegado
desde entonces y Argentina se ha convertido en un exportador de
materias primas y, como tal, sujeto a los vaivenes de
éstas en el mercado internacional. Los desastrosos
gobiernos peronistas del matrimonio Kirchner también han
tenido mucho que ver en la arrastrada situación financiera
del país.

2.- Ucrania

Con una prima del 9,2% la antigua república
soviética se encuentra al borde mismo del impago. S&P
califica al Gobierno ucraniano con una categoría CCC, la
más baja posible. La crisis financiera ha golpeado
severamente a la economía ucraniana, que se ha
contraído un 15% en 2009. La producción industrial
se ha derrumbado en los dos últimos años y el
país, sumido de nuevo en la miseria, ha tenido que recibir
líneas de crédito del FMI y del Banco
Mundial.

3.- Venezuela

La república bolivariana tiene, a diferencia de
otros países, un seguro que ha permitido a su Gobierno
ciertas expansiones: las reservas de petróleo. Pero ni eso
ha conseguido salvarla de la pésima gestión de Hugo
Chávez, que ha dilapidado la riqueza del país
llevándolo al borde de la ruina. La inflación, que
ya estaba disparada, ha subido aun más tras la
devaluación de esta semana.

Tiene una prima de riesgo del 8,1% y S&P califica
Venezuela con un BB-. Aquí la agencia, "peca" de optimista
porque el régimen venezolano, que juega a la
revolución socialista desde hace una década, puede
suspender pagos en cualquier momento por un simple arrebato de
Chávez, quien, por añadidura, no anda muy bien de
la cabeza.

4.- Pakistán

En Pakistán se junta el hambre con las ganas de
comer. Al terrorismo islámico que no cesa, se une la
fuerte devaluación de rupia, un 30% en dos años. La
inflación sobrepasa el 10% y el déficit comercial
registra máximos históricos. Para colmo de males,
la inestabilidad crónica del país ha provocado la
huída de capitales a los tranquilos países del
golfo Pérsico. Por todo esto, la prima de riesgo es del
7.1%.

5.- Letonia

La república milagro del Báltico, que
crecía desde el año 2003 a tasas superiores al 7%
anual, colapsó en la segunda mitad de 2008. Hoy es el
país de Europa con la tasa de paro más elevada y el
PIB se ha despeñado un 20% desde el inicio de la
recesión. Se la ha rebautizado como la "Argentina
europea", aunque, todo sea dicho, prestar dinero al recién
elegido primer ministro letón, Valdis Dombrovskis,
entraña mucho menos riesgo que hacerlo a su
homóloga argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
La prima de riesgo del bono letón es del 5%.

6.- Islandia

El pequeño país situado entre Europa y
Groenlandia junto al círculo polar ártico es la
más paradigmática víctima de la crisis
financiera. Con poco más de 300.000 habitantes, la deuda
de sus tres principales bancos era seis veces el PIB del
país. Quebraron los tres y los absorbió el Estado,
que, indigesto tras el trago, está al borde mismo de la
bancarrota. El FMI ha destinado a Islandia una línea de
crédito de 2.000 millones de dólares. Quizá
por eso el bono islandés es arriesgado, pero no tanto como
el argentino o el ucraniano. S&P otorga al Gobierno de
Reikiavik una calificación BBB, que no está mal
para un país quebrado.

7.- Dubái

Los fuegos artificiales en la inauguración del
Burj Dubai el pasado día 4 de enero marcaron el fin de la
fiesta dubaití. En pasado mes de noviembre el emir
advirtió a los mercados que no podía pagar la deuda
de los conglomerados estatales Dubai World, Nakheel y Emaar
Properties, artífices de la expansión
urbanística sin parangón que ha sufrido el emirato.
La sobreoferta de inmuebles ha provocado que una de cada cuatro
casas esté vacía y el 25% del espacio de oficinas
no encuentre arrendatario. Invertir en bonos del emirato tiene
una prima del 4,2%.

8.- Grecia

En Grecia no cuadra ningún número. Las
estadísticas del Gobierno son falsas y el déficit
que tienen previsto para 2010 es del 13%, 10 puntos por encima
del pacto de estabilidad. Las agencias llevan dos años
rebajando la calidad crediticia del Estado griego, lo que
está estrangulando aún más su capacidad de
financiación en el extranjero. Como miembro de la zona
euro, el fantasma de la quiebra se ha colado dentro de la
Unión Europea. Los pecados del Gobierno han sido gastar
más de la cuenta llevando la deuda pública hasta el
113% del PIB. El FMI y la Comisión Europea han solicitado
reformas en profundidad para intervenir.

9.- Rusia

El hombre enfermo de Europa, que ya estuvo al borde de
la quiebra en 1998 con motivo de la crisis del rublo, ha vuelto a
caer tras una década prodigiosa de crecimiento basado en
la exportación de materias primas. En cuanto éstas
han frenado su alza o su precio se ha derrumbado, el globo ruso
de ha desinflado. La inflación y la pérdida de
valor del rublo frente al dólar y el euro han hecho el
resto. Con todo, la prima de riesgo no es excesivamente alta,
sólo un 1,5% y la calificación BBB.

10.- España

España, que, según Zapatero, jugaba en la
Champion"s League de la economía mundial, ha descendido a
segunda división perdiendo el partido contra Italia, a la
que aventajaba hasta finales del año pasado. La prima de
riesgo de la deuda española es ya del 1,1%, lejos del 0,8%
del Reino Unido, del 0,35% de Estados Unidos o del 0,27 de
Alemania. La agencia S&P ha rebajado la calificación,
que era triple A, a doble A plus, propia de países
emergentes.

La otra lista

Junto a esta lista, elaborada con los datos más
recientes de prima de riesgo y calificación de agencia,
existe una oficial que coloca periódicamente a todos los
estados del mundo por orden, ascendente, de probabilidad de
quiebra. Se conoce como el Informe de riesgo de deuda soberana o
CMA Global Sovereign Credit Risk y está basada en la
evolución de los CDS a 5 años.

A diciembre de 2009 esta lista estaría compuesta
por:

1.- Venezuela

2.- Ucrania

3.- Argentina

4.- Letonia

5.- Islandia

6.- Dubái

7.- Lituania

8.- Rumanía

9.- Líbano

10.- Grecia

En esta lista España figura aún en un
cómodo puesto 34, entre Polonia e Italia, gracias a los
buenos años anteriores a la crisis, cuando sobre el Estado
español no había amenaza alguna de recesión.
En el otro lado, la deuda soberana más segura del mundo es
la de Noruega, Alemania y Finlandia, economías que no se
han librado de la crisis, pero que la están llevando mejor
que otros países.

– Niño Becerra: "Después de Grecia van a
ir España y Portugal" (El Confidencial –
20/1/10)

(Por María Igartua) Lectura
recomendada

Los que creían que lo peor de la crisis ha pasado
ya y aquellos que anuncian que la recuperación
económica ha empezado, se equivocan. Al menos será
así si se vuelven a cumplir las predicciones de Santiago
Niño Becerra.

Para los que le conocen, sobran las explicaciones, pero
para aquellos que escuchan hablar por primera vez de él, a
este Catedrático de Estructura Económica de la
Universidad Ramón Llull de Barcelona se le conoce como "el
profeta de la crisis". No en vano, advirtió hace cuatro
años que se avecinaba inevitablemente un segundo "crack
del 29" y el tiempo le ha dado la razón.

Ahora ha publicado una
continuación de sus tesis de entonces. En "El crash de
2010" vuelve a ponerse un paso por delante y defiende que lo
visto hasta la fecha sólo ha sido un aperitivo de lo que
está por venir.

Con su expresión irreverente y
políticamente incorrecta, Niño Becerra habla claro
para Cotizalia.com. "Estamos en el punto en el que hay que
olvidarse de poner en marcha medidas hasta que toda la mierda de
las entidades salga a la luz", asegura. "Es algo de lo que ya no
se habla porque no interesa, son las que hacen que todo el
tinglado funcione, pero te aseguro que acabará
saliendo."

De hecho, explica como uno de los lectores de su blog le
escribía ayer sin ir más lejos para comentarle
sobre una caja de ahorros que no va a ejecutar a uno de sus
clientes que no puede pagar su crédito. "Si lo ejecutara
tendría que dotarlo, porque es un impagado y la pregunta
es ¿puede hacerlo, a él y a los otros tantos en la
misma situación?".

En este sentido, Niño Becerra sostiene que el
primer problema que se plantea es que se está calificado
como moroso lo que en realidad es un impago. Además, las
entidades financieras han sobrevalorado sus activos y encima van
a tener más morosos a medida que el desempleo
aumento.

"Estoy seguro de que el señor Botín
(Presidente del Banco Santander) está
asustadísimo… y el señor Paco
González (Presidente del Banco Bilbao Vizcaya)
también," afirma. "El problema no es que tengan agua en
casa, que esa ya la conocen, sino la ola que se les va a venir
encima".

Y es que, según explica el
profesor, ya no es un problema financiero, sino físico,
"no es sostenible la deuda que hay". En España, sumando la
pública y la privada, la deuda supone el 250-260% del PIB
y la propia estructura del mismo "es totalmente
artificial".

"A una mala, a Estados Unidos, por
ejemplo, todo el mundo le debe a través del dólar,
pero en España no tenemos nada". En este sentido,
Niño Becerra apoya la teoría de la prensa
anglosajona en que "después de Grecia van a ir
España y Portugal".

Conocida la enfermedad, el Catedrático apuesta
por que la solución pasa porque los políticos dejen
la economía y la pongan en manos de técnicos
coordinados a nivel internacional y sostiene que es fundamental
concienciarse de que hay deudas que no se van a cobrar nunca,
tanto públicas como privadas. "Hay que empezar de
cero".

Y todo esto se va a producir en un entorno en el que los
recursos van a ser más escasos. "Ésta es una crisis
sistémica, como la de los años 30 y el cambio
vendrá a través de la eficiencia y la
productividad, lo que significa no soluciones políticas y
elaborar los bienes y servicios absolutamente
necesarios".

Pero además hay un problema añadido.
"Cuando el político de turno diga que la crisis se ha
acabado veremos como lo que hay es una burrada de
paro".

Con la sociedad camino de convertirse en una olla a
presión, Niño Becerra no bromea cuando asegura que
el 2012 o 2013 veremos cómo el Gobierno legaliza la
marihuana. "Estoy convencido de que se va a aprobar la marihuana
como se hizo tras la Gran Depresión con el levantamiento
de la Ley Seca". En este sentido, el Catedrático argumenta
que "con esta medida no sólo consigues calmar a la gente,
sino que además logras dinero para las arcas a
través de los impuestos y sacas a la luz toda la industria
sumergida."

Así, lejos de que 2010 marque el
inicio de la recuperación, será el año en el
que se compruebe que "todo esto que parecía que funcionaba
no eran medidas para curar y vendrá realmente la
caída".

No obstante, "la Gran Depresión fue terrible y se
salió y saldremos ahora, pero de forma distinta", asegura.
"La solución no es ni de partido ni nacional, será
lenta, dura y dolorosa y tendrá que venir de fuera",
concluye.

"Se multiplican los llamamientos de alarma sobre la
credibilidad económica de Grecia, Portugal y España
para imponer un rigor imprescindible para la estabilidad del
euro.

Y se suceden los llamamientos a una "deseable"
intervención europea en las economías de esos
países, calificados de "frágiles", para intentar
frenar los riesgos crecientes para la credibilidad y estabilidad
de la moneda común europea"…
Expertos europeos
piden a la UE "intervenir" la economía española
(ABC – 22/1/10)

Jacques Marseille, historiador de la
economía, en la Sorbonne parisina estima, desde principios
del año 2010, que el euro está actualmente
hipotecado a las titubeantes economías de Grecia, Irlanda,
Portugal y también España, comentando: "La historia
nos enseña que no puede haber divorcio durable entre la
soberanía monetaria y la soberanía política"
(Le Point, L"Euro à l"épreuve de la
Grèce).

Por su parte, algunos economistas de
referencia, como Laurence Bonne, economista en jefe de Barclays
Capital (Francia), teme lo peor: que Grecia, Portugal y
España sean incapaces de conseguir el rigor presupuestario
imprescindible para la estabilidad del euro. Y avanza una
proposición políticamente devastadora: una
"intervención" política y económica de la
UE, para evitar que "mañana" (dentro de unos meses) sea el
FMI quien se vea forzado a intervenir en esos países
"frágiles", como si se tratase de países en
vías en desarrollo.

Laurence Bonne propone un sofisticado
mecanismo europeo, para "ayudar" a unos gobiernos
frágiles, imponiéndoles un rigor con dinero pagado
por los contribuyentes europeos: el presupuesto común de
la UE pagaría parte de los compromisos presupuestarios de
los Estados "frágiles", quienes, a cambio, deberían
comprometerse institucionalmente a una "restauración
rápida" de sus amenazados equilibrios
presupuestarios.

La propuesta de Laurence Bonne, avanzada en el matutino
francés de referencia (Les Echos, Grèce, Irlande,
etc.: L"Europe doit payer) tiene algo de "provocación". Y
sería evidentemente rechazada por los países
calificados insistentemente de "frágiles". Pero refleja
con precisión la opinión e inquietudes de una
cierta elite financiera europea.

"Grecia, Irlanda, Portugal y Malta son, por este
orden, los únicos países de la eurozona a los que,
en estos momentos, los inversores exigen una rentabilidad
más elevada que a España por colocar la deuda en
los mercados"…
España: el gran país del euro
que más paga por su deuda (Expansión –
27/1/10)

Y es que crece la impaciencia en el mercado a la espera
de que se presente un plan contundente de consolidación
fiscal, principalmente desde que Grecia desató las alarmas
en diciembre del año pasado.

El rendimiento del bono español a diez
años alcanzó (26/1) el 4,028%, por lo que, por
primera vez desde finales de 2007, se sitúa por encima del
de Eslovaquia a ese plazo, que ayer cotizaba en el 4,018%. Por
otro lado, superó al italiano, que en esa fecha
rendía un 4,021%, algo que no ocurría desde finales
de 1999.

Pese a que Fitch y Moody's mantienen la triple A de
España, frente al AA+ de Standard & Poor's (S&P),
el inversor exige ahora más rentabilidad al Gobierno
español que a países como Bélgica, Italia o
Eslovaquia, que mantienen una calificación inferior (ver
gráfico). Por otro lado, se encuentra lejos de
países como Francia la rentabilidad del bono a diez
años se sitúa en el 3,257%, que también
cuenta con la máxima calificación por parte de
Fitch y Moody's.

Desde que S&P rebajó la perspectiva del
rating español hasta negativa en diciembre, momento en el
que también comenzaron las tensiones en Grecia, se
inició la tendencia al alza del riesgo soberano. El
diferencial de rentabilidad entre el bono español y el
alemán a diez años alcanzó (26/1) los 82,19
puntos básicos, máximos desde junio.

Por otro lado, varias firmas internacionales han
empezado ya a recomendar vender deuda española frente a la
de otros países. Silvio Peruzzo, economista de RBS,
apuntó el 25 de enero, que prefería "mantener bonos
irlandeses a diez años, frente a españoles". Lo
mismo que Abhisek Singhania, de Deutsche Bank, porque "Italia
ofrece una mayor retribución, en relación a su
riesgo, que España".

También Goldman Sachs y Nomura han aconsejado
cubrirse del riesgo de impago de España con la compra de
CDS o derivados de crédito. "Los bonos españoles
cotizan caros en relación a los de otros países
como Italia", explica Jim McCormick, responsable de renta fija de
Nomura. Y, sin ir más lejos, Bill Gross, el gestor de
renta fija más reconocido en el mundo, también
expresa sus dudas sobre la evolución de la deuda
española.

El experto de la gestora de EEUU, Pimco, incluye a
España entre las ocho economías desarrolladas cuyas
emisiones deberían evitar los inversores, entre las que
también figuran Irlanda, Reino Unido, Francia, EEUU,
Grecia, Italia y Japón. El gurú norteamericano
sitúa al mismo nivel a España y Grecia por "su
excesiva dependencia de la deuda".

Este escenario, que adelanta mayores costes de
financiación, llega en un momento en el que los estados
deben emitir un récord de deuda. Según Fitch,
dieciséis gobiernos europeos necesitarán 2,2
billones de euros de los mercados de capitales en 2010 para
financiar su deuda, lo que equivale al 19 % de su PIB.

Monografias.com

  • (1) Vencimiento 22/3/2018

  • (2)  Vencimiento 8/5/2021

(*) No tienen un bono de referencia a ese plazo que se
pueda comparar

El FMI en su último informe sobre la estabilidad
financiera mundial (enero 2010), indica que la solvencia de la
banca internacional lejos de estar asegurada corre peligro. Y
mucho. En particular en los países avanzados (los
más ricos). Para avalar su argumento recuerda que los
bancos no sólo se enfrentan "a la tarea de recaudar
más capital", sino que también pueden tener en el
futuro "graves problemas de financiación". Es decir, la
antesala de otra crisis bancaria.

El Fondo Monetario Internacional recuerda que "se
vislumbra una avalancha de vencimientos" en el periodo 2011-2013,
"fruto de la preferencia durante la crisis" por operaciones de
más corto plazo. Y la conclusión que saca en su
análisis no puede ser más evidente: "Si la
confianza se tambaleara, los bancos podrían tener graves
problemas para refinanciar esa deuda". Es decir, que el camino
hacia la recuperación del sistema financiero mundial
está todavía por despejar.

¿Y cuál puede ser la consecuencia de este
camino de piedras por el que transita la banca internacional?
Pues un endurecimiento del crédito, lo cual sería
letal para algunas economías -como la española- que
llevan un considerable retraso en la salida del pozo, tal y como
se manifiesta en la actualización de las previsiones
macroeconómicas publicadas también ayer por el
propio FMI. En particular, en aquellas economías que han
vivido una burbuja inmobiliaria, como es el caso
español.

El Fondo Monetario no habla de
ningún país en concreto, pero recuerda que
"están surgiendo riesgos nuevos como consecuencia del
respaldo extraordinario" proporcionado por los bancos centrales
para apuntalar la maltrecha situación de la banca. "Ese
respaldo sin precedentes", sostiene el FMI, "tiene por costo un
aumento considerable del riesgo para los balances soberanos (los
países) y, en consecuencia, un aumento de la carga de la
deuda que acarrea riesgos para la estabilidad financiera futura".
Es decir, que el fuerte endeudamiento público puede
convertirse en un serio problema si no se vuele a la ortodoxia
presupuestaria. Aunque sin excesos y sin correr
demasiado.

Una frágil recuperación

El FMI sostiene que "dado el
carácter aún frágil de la
recuperación", las políticas fiscales "tienen que
seguir apoyando la actividad económica en el corto plazo".
Y por ello reclama que el estímulo fiscal planificado para
2010 "debe ponerse plenamente en marcha". Ahora bien, sin
trampas. El Fondo Monetario sugiere que los países que se
enfrentan a "crecientes inquietudes acerca de la sostenibilidad
fiscal deben avanzar en la elaboración y
comunicación de estrategias de salida
creíbles".

Y es que las cosas no están nada claras. El Fondo
recuerda que la liquidez depende de las medidas extraordinarias
aprobadas por los bancos centrales, por lo que si las medidas de
estímulo se retiran de forma prematura "existe el riesgo
de que resurjan los trastornos en el sector bancario y se
produzca una pérdida general de confianza, lo cual
podría tener implicaciones sistémicas".

El FMI echa mano de las estadísticas y sostiene
que "el crecimiento del crédito bancario aún no se
ha recuperado en los mercados maduros, pese a las mejoras
recientes de las perspectivas económicas". Las
restricciones, por lo tanto, continúan, lo cual lastra la
posibilidad de una recuperación económica robusta
en los países avanzados. Asegura el Fondo que "las
encuestas oficiales de crédito muestran que las
condiciones crediticias continúan endureciéndose en
Estados Unidos y la zona del euro, aunque en un grado
sustancialmente más moderado".

En contra de la normalización del
crédito también cuenta otro factor. El FMI asegura
que "la incertidumbre en torno al futuro marco regulatorio (en el
sistema financiero) también podría influir en las
decisiones de crédito de los bancos". Existe, igualmente,
otro riesgo. En concreto, el llamado crowding out, que no es otra
cosa que la expulsión del sector privado del mercado de
crédito ante la avalancha de emisiones públicas
(los bancos prefieren prestar a los estados sin correr riesgo
alguno).

Monografias.com

Según el Fondo Monetario
Internacional "existe el riesgo de que la emisión de deuda
pública en los años venideros desplace el
crecimiento del crédito del sector privado, haciendo subir
poco a poco las tasas de interés para los tomadores
privados y frenando la recuperación
económica".

Esta avalancha de emisiones explica que
los mercados sean cada vez más exigentes a la hora de
seleccionar a qué Estado compran deuda pública, lo
que está produciendo un aumento de las primas de riesgo en
la zona del euro. "Los participantes en los mercados
financieros", dice el FMI, "están prestando cada vez
más atención a la estabilidad fiscal de las
economías avanzadas" El caso de Grecia, como se refleja en
el gráfico, es el más representativo.

El FMI, por último, identifica un último
riesgo. La posibilidad de que se produzca un fuerte aumento de
las rentabilidades de la deuda pública, lo que
metería en problemas a muchas entidades financieras, ya
que en paralelo se produciría una caída de los
precios, lo que dañaría su balance. En palabras del
Fondo Monetario, "un riesgo más grave es un alza
rápida de las tasas de interés de la deuda
pública". Dicha alza, asegura, acompañada de una
curva de rendimientos más empinada, "podría tener
un impacto negativo en una amplia variedad de instituciones
financieras y en la reactivación a medida que se reajustan
los valores de la deuda soberana".

– If I had a pound, peseta, drachma or a
deutsche-mark… (Financial Times –
27/1/10)

(Posted by Izabella Kaminska on Jan) Lectura
recomendada

…the real effective rate would be:

Monografias.com

Or rather, that"s the purchasing power of the euro in
each of the countries featured.

As BNP Paribas notes the rates currently suggest Ireland
and Spain are operating at a higher effective euro rate than
Greece. More worryingly, the Greek and Spanish rates are
continuing to diverge.

In which case -and in light of BBVA"s rather larger than
expected loan provisions announced Wednesday- can we expect all
eyes to fall upon the likes of Spain soon?

We"d be rather inclined to say yes. What"s more, we"d be
inclined to make a freshly-minted euro wager that "EU competitive
gap" becomes the buzz phrase of the month.

BNP Paribas" FX team does not disagree. As they noted on
Wednesday (emphasis FT Alphaville"s):

Risk takers will remain on the back foot. Fitch has
expressed its disbelieve regarding Portugal"s budget proposals,
while Spanish banking sector results are weaker than expected due
to loan provisions.

Inner EMU spreads have continued to widen discouraging
EUR investment as Europe no longer offers a homogenous bond
market. The inner EMU competitive gap will remain an issue, but
the surprising finding on this side is that the Spanish and
Portuguese real effective exchange rate is higher than the Greek
EUR, suggesting that markets might soon turn their focus to Spain
and Portugal (See Chart 1).

This would put the EUR crisis into a new dimension, as
Greece is only 3% of European GDP, while Iberia"s weighting is
almost 20%. Europe"s periphery will have to reduce its
competitive gap to keep EMU functioning. The related deflationary
shock will keep the ECB on the sideline for longer than currently
priced into interest rate and FX forwards. Hence, we remain
outright EUR bearish across the board.

On the issue of the EU competitive gap, meanwhile, A
Fistful of Euros" Edward Hugh observed on Wednesday:

According to Strupczewski the "new European Commission
report has expressed concern about gaps in competitiveness that
could undermine confidence in the euro zone and point to tensions
related to wage levels and capital flows in the 16-member club".
The report was prepared for the finance ministers meeting on
January 16.

Of particular interest the report acknowledges that the
real effective exchange rate for Greece, Spain and Portugal is
overvalued by more than 10 percent -I would put the Spanish
figure at nearer 20%, but still, a start is a start- and this
gives us an indication of how much either wages and prices in
these countries have to fall, or productivity rise, to make them
competitive again, given that they are locked into the
euro.

Perhaps make that a freshly-minted pound coin wager
then?

– España es ahora el principal riesgo para la
eurozona (Expansión – 1/2/10)

(Por Wolfgang Münchau) Lectura
recomendada

Primero Grecia, luego Portugal,
¿y después qué? El proyecto de la
unión monetaria europea entra en la fase más
peligrosa de sus 11 años de historia. La semana pasada,
los gobiernos de la eurozona iniciaron, por primera vez, los
preparativos para rescatar a uno de sus miembros. Es probable que
Grecia necesite un crédito puente en algún momento.
Algo que también podría suceder en el caso de
Portugal. Pero son países pequeños. Suceda lo que
suceda, no hundirán el euro.

El claro riesgo actual para la eurozona
es España. Daniel Gros, del Centro de Estudios de
Política Europea expuso en estas páginas la semana
pasada que España se encuentra en mejor posición
que Grecia debido a su mayor tasa de ahorro bruto nacional. Pero
creo que es probable que desperdicie esa ventaja. Al igual que
Grecia, España sufrió una extrema pérdida de
competitividad durante el período en el que se
sirvió de la burbuja inmobiliaria para generar
prosperidad. Mientras que el Gobierno griego comienza al menos a
reconocer la necesidad de una reforma, tal vez demasiado tarde,
la clase dirigente española sigue
negándola.

Así que, ¿qué
sucederá si España sufre problemas? ¿Se
tambaleará la eurozona, tal y como predijo la semana
pasada en una entrevista Nouriel Roubini, profesor de
economía de la Universidad de Nueva York? Es una
cuestión que no tiene respuesta. Considero más
constructivo preguntar qué tendrá que hacer la
eurozona para sobrevivir a las presiones que la aguardan. En mi
opinión, la supervivencia exige tres medidas esenciales; y
otras tres más casi en el mismo grado.

La primera de las condiciones
básicas es un sólido y transparente sistema de
gestión de crisis. Tal vez el rescate griego sirva de
modelo para ese sistema. Pero en cualquier caso, tendría
que ser elaborado formalmente y aprobado por los parlamentos
nacionales para lograr el máximo grado de legitimidad. No
debería imponerse por decreto.

Un buen sistema de resolución de crisis
también debe minimizar el riesgo moral. Los países
que se beneficien de ayudas tendrán que aceptar una
pérdida parcial de soberanía, y por este motivo es
necesario que ese régimen obtenga el respaldo
político de todos los estados miembros. Aunque los
miembros de la eurozona carecen de voluntad política para
efectuar rescates incondicionales, aceptan la necesidad de
ayudarse mutuamente durante una crisis. Pero esta ayuda
está condicionada a que el receptor tome medidas
correctivas.

El segundo prerrequisito esencial para
la supervivencia es una reducción de los desequilibrios
internos, claves en el desarrollo de la actual crisis. Esta
cuestión requiere que se tomen medidas tanto en los
países con grandes déficit por cuenta corriente,
como Grecia y España, como en los países que
gestionan importantes superávit, como Alemania. Mientras
que España, por ejemplo, necesitaría reformar su
mercado laboral para realizar ajustes en los salarios reales,
Alemania debería implementar políticas para
estimular el consumo, incluida una reforma fiscal que
tendría que haberse realizado hace tiempo. El aumento de
estos desequilibrios es el motivo subyacente de que el problema
de Grecia se fuera de las manos.

El lugar para gestionar esta coordinación es el
eurogrupo de los ministros de Finanzas de la eurozona que, bajo
el Tratado de Lisboa, constituye ahora una institución
oficial de la UE. Jean-Claude Juncker, el primer ministro de
Luxemburgo y presidente del eurogrupo, debería hacer de
los desequilibrios el asunto clave de su agenda y proponer
políticas vinculantes.

Tercero, la UE debería retomar en
algún momento la propuestas de supervisión
financiera, en la actualidad casi totalmente carentes de esencia.
Lo que nació como un conjunto de recomendaciones mediocres
del comité De Larosière, acabó aún
más atenuado a medida que pasaba por los trámites
legislativos de la UE. El sistema financiero sigue siendo la
mayor amenaza única para la estabilidad a largo plazo de
la economía de la eurozona. Una regulación
financiera fragmentada carece de sentido en una unión
monetaria, y resulta potencialmente letal.

Más allá de esos pasos esenciales, hay una
serie de actuaciones políticas que la eurozona puede, y
debería, llevar a cabo para fortalecer su cohesión
política y económica. La más importante de
ellas es mantener el equilibrio político adecuado en el
Banco Central Europeo (BCE), que merece confianza y respeto en
países tan diversos como Grecia y Holanda. Si Angela
Merkel, la canciller alemana, consigue instalar a Axel Weber, el
presidente del Bundesbank, como próximo presidente del
BCE, temo que este equilibrio pudiera alterarse. No hablo de la
diversidad geográfica entre las principales autoridades
del BCE en términos numéricos, algo que puede
mantenerse con facilidad. El motivo de mi preocupación es
que Alemania percibirá invariablemente que tiene el
control del poder durante un período extremadamente
delicado.

Segundo, la eurozona debería organizar su
representación exterior. La presencia de autoridades
nacionales alemanas y francesas en organizaciones como el Fondo
Monetario Internacional, cada una defendiendo la postura de sus
respectivas naciones, es patética. La eurozona tiene que
fortalecer su voz en los debates macroeconómicos vitales
para ella, siendo el más importante el del futuro del
sistema monetario global.

Finalmente, la UE -no la eurozona- debe reconstruir el
mercado interno, dañado durante la crisis. Esto
representa, sin duda, la mayor oportunidad para que la UE
estimule el aumento de la productividad necesario para mantener
la prosperidad.

La razón de que haya crecido mi escepticismo
sobre las perspectivas a largo plazo para la eurozona no es el
aspecto económico inherente de la unión monetaria.
Es que dudo de que exista la voluntad política para hacer
lo que es necesario.

(The Financial Times Limited 2010. All Rights
Reserved)

"Fuego abierto contra los mercados españoles.
Las bolsas y la prima de riesgo han sufrido un duro castigo
auspiciado por la debilidad de las finanzas públicas.
Aunque la presa perseguida puede ser otra: la eurozona"…

Objetivo España: los especuladores internacionales atacan
de nuevo (El Economista – 7/2/10)

Han vuelto. Mejor dicho, nunca se habían ido. Lo
que ocurre es que en la mayoría de las ocasiones pasan
desapercibidos. Pero siempre están ahí, al acecho.
Pendientes de encontrar el hueco que les conduce a la
oportunidad. A la rentabilidad. Se trata de los especuladores.
Para unos, son los maestros del mercado. Los que lo lubrican al
vender cuando todos compran y comprar cuando todos venden; los
que ponen a los precios en su sitio. Para otros, unos
destructores. Los carroñeros que se precipitan sobre la
presa cuando ésta flaquea y se benefician de los males
ajenos. O como los definió Gregory Millman en el libro que
los tenía como protagonistas, titulado Especuladores
internacionales: los nuevos vándalos.

Su mano, tantas veces invisible, se ha visualizado a
principios del mes de febrero en España. Unos han atacado
por la renta variable. Otros lo han hecho por el flanco de la
deuda pública y los seguros contra el impago de la deuda
(CDS). E incluso por los dos frentes a la vez. Su rastro se ha
seguido por el reguero de consecuencias dejado. En los
parqués, el Ibex 35 ha bajado un 7,7 por ciento en el
conjunto de cinco jornadas, el peor balance semanal desde marzo
de 2009 y un descenso que eleva las pérdidas en las
primeras cinco semanas del año hasta el 15,4 por ciento.
Además, semejante caída le ha devuelto a los
10.103,3 puntos, su nivel inferior desde julio.

Pero la desconfianza ha ido más allá. Se
ha reflejado en la prima de riesgo que supone la diferencia entre
la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10
años. A finales de la primera semana de febrero
creció hasta los 103 puntos básicos -ó 1,03
puntos porcentuales-, la brecha más amplia desde febrero
de 2009. Y el CDS de España llegó a alcanzar los
183 puntos básicos en la mañana del 5/2, el nivel
más alto de la historia, para moderarse luego hasta una
zona situada entre los 160 y los 170 puntos.

Reparto de culpas

"No hay duda. Tras una oleada así se encuentran
los hedge funds -fondos de inversión libre- y los grandes
bancos. Han visto que España es una oportunidad y se han
abalanzado", reconoce una operadora de renta fija. La maquinaria
de la especulación girando de nuevo. Y con la debilidad de
las cuentas públicas españolas como
combustible.

Y en este río revuelto, los especuladores han
pescado -y ganado- a su antojo. ¿Cómo? "Los
inversores están vendiendo deuda pública
española y comprando los CDS. De esta forma, incentivan
más aún las caídas de la renta fija",
comenta Miguel Ángel Bernal, profesor del Instituto de
Estudios Bursátiles (IEB). La otra opción, en las
bolsas, ha consistido en operar a préstamo para
beneficiarse de las caídas. La primera maniobra ha
disparado la prima de riesgo de España y la segunda ha
nutrido el descenso de las cotizaciones, en un proceso que ha
retroalimentado la desconfianza. Y que, por supuesto, ha lucrado
a sus autores. "Ha habido inversores que han comenzado vendiendo
cuanto podían para generar incertidumbre y que luego,
cuando el pánico aparecía, volvían a comprar
más barato. Así, una y otra vez, causando la
volatilidad que les conviene", manifiestan fuentes del
mercado.

De este modo, el hambre, proporcionado por el
déficit público y la debilidad económica de
España, se ha juntado con las ganas de comer de unos
inversores ávidos de ganancias y… de ambiciones
mayores.

Pieza mayor

Porque España, como antes Grecia
y también Portugal, puede ser la llave hacia una presa
mayor: la eurozona. "Grecia no es suficiente. Pero España
sí, y desde centros financieros como el de Londres hay
lobbies muy interesados en romper el euro y en que entidades como
Santander no sigan ganando cuota de mercado", asegura un
economista que prefiere permanecer en el anonimato.
"España es suficientemente grande como para hacer
daño a la eurozona, pero suficientemente pequeño
como para ser atacada sin necesidad de contar con demasiado
dinero", añade. "Parece un ataque contra la eurozona
más que contra el euro, que está teniendo
éxito gracias al runrún de rumores, falacias,
profetas de las profecías autoverificadas,
indecisión de los gobiernos, etcétera", expresa
Juan Ignacio Crespo, de Thomson-Reuters. Por el momento, el euro
se depreció el 5/2 hasta los 1,3595 dólares, su
cambio más bajo desde mayo, y ya cae un 5 por ciento en
2010.

Como telón de fondo, una vez más, las
dudas generadas en la región. Un cebo perfecto para atraer
inversores. "Sigo pensando que ha sido un error prolongar la
presión sobre Grecia, dando la sensación de que
estaba sola en el ajuste. Dio tiempo a los inversores a meditar
(y a preocuparse) sobre la posibilidad de crisis de la deuda en
otros países. Al mismo tiempo que descubrieron las
deficiencias de la región en términos de
convergencia fiscal y mecanismos de disciplina en caso de que
esta convergencia falle", argumenta José Luis
Martínez Campuzano, estratega de Citi en
España.

PIMCO, el mayor gestor de fondos soberanos, cree que
hay que tener "cuidado" con los países del "Círculo
de Fuego". A saber, Japón, Italia, Grecia, Francia, EEUU,
Reino Unido, Irlanda y España. Su abultada deuda
pública y privada reducirá su crecimiento
potencial. Son "los más vulnerables en 2010"…
El
"Círculo de Fuego" de PIMCO – Japón, Francia, Reino
Unido, EEUU y PIIGS, los más vulnerables (Libertad Digital
13/2/10)

"¡Cuidado con el Círculo de
Fuego!". Ésta es la advertencia que lanza a sus clientes
Bill Gross, director ejecutivo de PIMCO, el mayor gestor de
fondos soberanos del mundo, en su carta de febrero dirigida a los
inversores. Gross señala que la recuperación
económica será muy distinta, según los
países. Son varias las alertas que lanza el prestigioso
inversor de bonos.

En primer lugar, prevé un alto crecimiento
económico durante los próximos años en los
países emergentes, mientras que algunas de las
economías más desarrolladas del mundo se enfrentan
a un período de exiguo crecimiento potencial.

En concreto, PIMCO recomienda no invertir en las
potencias que incluye su particular "Círculo de Fuego",
por el siguiente orden: Japón, Italia, Grecia, Francia,
EEUU, Reino Unido, Irlanda y España. Es decir, potencias
del G-20 más los conocidos PIIGS (Portugal, Italia,
Irlanda, Grecia y España), a excepción de Portugal
que no aparece en el "Círculo" debido a su escaso
tamaño.

Y ello, debido al espectacular aumento de los
desequilibrios fiscales que presentan estos países
así como al todavía abultado apalancamiento de sus
economías.

Ha habido numerosas bolas con efecto y bolas curvas en
los mercados financieros durante los últimos 15 meses
aproximadamente (…) Ahora que se ha impartido una apariencia de
estabilidad a la economía y a sus mercados, están
en marcha el intento de desintoxicación y el
desapalancamiento del sector privado.

Habiendo sobrevivido gracias a una dosis constante por
parte del gobierno de dos billones de dólares o más
(…), algunos esperan que el sector privado global se
desintoxique y vuelva a su agenda cíclica normal donde los
instintos y la disposición a tomar riesgos tomen la
delantera y el centro. Sin embargo, hay un problema.

Monografias.com

Mientras que las corporaciones quizás avancen en
esa dirección debido a las curvas de rendimiento en picado
y a los cheques extendidos por el gobierno para parcialmente sus
balances generales, sus clientes (los consumidores) permanecen
totalmente apalancados y descapitalizados, con poca esperanza de
escapar mientras el desempleo permanezca en tasas del 10-20% en
todo el mundo.

En su análisis, señala que vale la pena
los ejemplos históricos donde, tras el estallido de una
crisis financiera, confluyen el "desapalancamiento" y la
"reregulación". Para ello, toma como referencia "dos
excelentes estudios".

Por un lado, un estudio de ocho siglos
de crisis financieras de Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff
titulado "This Time is Different" (Esta Vez es Diferente), y el
informe del McKinsey Global Institute sobre "Debt and
deleveraging: The global credit bubble and its economic
consequences" (La deuda y el desapalancamiento: La burbuja del
crédito global y sus consecuencias
económicas).

De ambos se pueden extraer conclusiones valiosas,
según Gross:

1) El verdadero legado de las crisis bancarias es un
mayor endeudamiento público, mucho mayor que el coste de
los paquetes de rescate iniciales. En promedio, la deuda
pendiente de pago de un país casi se duplica en los tres
años siguientes a la crisis.

2) Las secuelas de las crisis bancarias están
asociadas con un incremento medio de siete puntos porcentuales en
el desempleo, que se mantiene elevado durante cinco
años.

3) Una vez que la deuda pública de un país
excede el 90% del PIB, la tasa de crecimiento económico
disminuye en un 1%.

El gestor de PIMCO señala que "a las crisis
bancarias les sigue un desapalancamiento del sector privado"
gracias a la sustitución de la deuda privada por una
creciente deuda pública. ¿Problema? El mayor peso
del Estado disminuye a su vez el crecimiento económico y,
como resultado, "bajan las rentabilidades de las inversiones y
los activos financieros".

Los países más vulnerables en 2010 se
muestran en el gráfico de PIMCO "El Círculo de
Fuego". Los países de la zona roja tienen el potencial de
que su deuda pública supere el 90% del PIB en el plazo de
unos pocos años, lo que ralentizaría el crecimiento
del PIB en un 1% o más. Las áreas amarilla y verde
se consideran las más conservadoras y potencialmente
más solventes, con un mayor crecimiento
potencial.

Otro estudio diferente realizado por el
Grupo McKinsey analiza el apalancamiento actual en la
economía total (la deuda doméstica, la corporativa
y la estatal) y revisa la historia para encontrar 32 ejemplos de
desapalancamiento sostenido en el período posterior a una
crisis financiera. Concluye lo siguiente:

1) Normalmente, el desapalancamiento comienza dos
años después del inicio de la crisis (2008 en este
caso) y dura unos seis a siete años.

2) En el 50% de los casos aproximadamente, el
desapalancamiento provoca un período prolongado de ajuste
que ejerce un efecto negativo importante sobre el crecimiento del
PIB. En el resto, el desapalancamiento se traduce directamente en
default (quiebras) corporativos (empresas) y soberanos
(países), o bien en una inflación acelerada, todos
anatemas para el inversor.

3) Las condiciones iniciales son importantes. El nivel
bruto de deuda pública y privada se muestra en el
siguiente gráfico:

Monografias.com
 

Gross indica que la capacidad de un
país de responder a una crisis financiera está
relacionada con el "peso de su deuda existente", ya que marca "el
futuro potencial de su financiación".

Monografias.com

De ahí, precisamente, que "China,
India, Brasil y otras economías en vías de
desarrollo hayan salido mucho mejor paradas que los
inquebrantables del G-7", destaca.

Y, en este sentido, los países
desarrollados se enfrentan a altos niveles de deuda
pública en los próximos años, tal y como
revela el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"¿Qué debe hacer entonces un
inversor?"

Por todo ello, los inversores deberían tener en
cuenta las siguientes recomendaciones, afirma Gross:

1) Los activos orientados al riesgo/crecimiento (como
así también las divisas) deberían dirigirse
hacia países asiáticos o en vías de
desarrollo menos apalancados y menos propensos a crear
burbujas.

"Cuando el precio sea adecuado, vaya
hacia donde está el crecimiento, donde el sector de
consumo aún está en pañales, donde los
niveles de deuda nacional son bajos, donde las reservas son
altas, y donde los superávit comerciales prometen generar
reservas adicionales por varios años más". En
definitiva, "busque una economía orientada al ahorro (…)
China, India, Brasil y otros ejemplos serían excelentes
ejemplos".

2) Los mercados de bonos de economías
desarrolladas presenta aspectos interesantes que merecen ser
observados: Japón con su envejecimiento demográfico
y su necesidad de financiación externa; EEUU, con su gran
déficit y sus programas de protección social en
crecimiento; la Zona Euro con sus miembros dispares -Alemania el
ahorrador extremo y eficiente productor, España y Grecia
con su excesiva dependencia de las deudas-; "Reino Unido, con el
más alto nivel de deuda y una economía orientada a
las finanzas, expuesto, como Londres, a las largas y frías
noches invernales del desapalancamiento".

Entre los países del G-20, a la hora de invertir
en renta fija, Gross se decanta por Canadá, ya que su
banca conservadora "nunca participó realmente de la crisis
inmobiliaria" y, además "ha permanecido más cerca
del equilibrio fiscal que cualquier otro país".
También destaca Alemania como "la alternativa soberana
más segura y de mayor liquidez, aunque habrá que
vigilar su liderazgo y la postura de la UE con respecto al
rescate de Grecia e Irlanda".

Por último, el exitoso inversor advierte que es
"obligatorio evitar Reino Unido. Una deuda elevada con el
potencial de devaluar la moneda presenta un alto riesgo para el
inversor de bonos. Además, sus tipos de interés ya
están influenciados artificialmente por estándares
contables que el año pasado produjeron tipos de
interés reales a largo plazo de 0,5% y más
bajos".

– Tribuna: La primera crisis del euro – Las
consecuencias en España Paul Krugman – La creación
de un "eurocaos" (El País – 16/2/10) Lectura
recomendada

Últimamente, las noticias
financieras han estado dominadas por crónicas de Grecia y
de otros países de la periferia europea. Y con
razón.

Pero me ha inquietado la información que se
centra casi exclusivamente en las deudas y en los déficit
europeos, con lo que da la impresión de que todo se reduce
al derroche gubernamental (lo cual le da la razón a
nuestros halcones del déficit, que quieren recortar
drásticamente el gasto a pesar de enfrentarnos a un paro
masivo y ponen a Grecia como ejemplo de lo que pasará si
no lo hacemos).

Pero la verdad es que la falta de disciplina fiscal no
es la única, ni la principal, fuente de problemas de
Europa, ni siquiera en Grecia, cuyo Gobierno, efectivamente,
sí ha sido irresponsable (y ocultó su
irresponsabilidad con contabilidad creativa).

No, la verdadera historia que
está detrás del eurocaos no se basa en el
despilfarro de los políticos, sino en la arrogancia de las
élites; concretamente, las élites políticas
que instaron a Europa a adoptar una moneda única mucho
antes de que el continente estuviera preparado para un
experimento de este tipo.

Fijémonos en el caso de España, que en
vísperas de la crisis parecía ser un ciudadano
fiscal modelo. Sus deudas eran bajas: un 43% del PIB en 2007, en
comparación con el 66% de Alemania. Tenía
superávit presupuestario. Y su regulación bancaria
era ejemplar.

Pero con su clima cálido y sus playas,
España era también la Florida de Europa y, al igual
que Florida, experimentó un enorme auge inmobiliario. La
financiación de este boom provenía principalmente
del extranjero: hubo entradas gigantescas de capital procedentes
del resto de Europa, en especial de Alemania.

La consecuencia fue un crecimiento rápido
combinado con una inflación significativa: entre 2000 y
2008, los precios de bienes y servicios producidos en
España aumentaron un 35%, en comparación con un
incremento de sólo un 10% en Alemania. Debido a la subida
de los costes, las exportaciones españolas fueron
perdiendo competitividad, pero la creación de empleo
siguió siendo fuerte gracias al boom
inmobiliario.

Y entonces estalló la burbuja. El paro en
España experimentó un drástico repunte, y el
presupuesto incurrió en un profundo déficit. Pero
la avalancha de números rojos -que estuvo provocada en
parte por la forma en que la depresión redujo los ingresos
y en parte por el gasto de emergencia para limitar los costes
humanos de la depresión- fue una consecuencia, no la
causa, de los problemas de España.

Y no hay mucho que el Gobierno español pueda
hacer para mejorar las cosas. El principal problema
económico del país es que los costes y los precios
se han desmarcado de los del resto de Europa. Si España
siguiera teniendo su antigua moneda, la peseta, podría
remediar rápidamente el problema con una
devaluación (por ejemplo, reduciendo el valor de la peseta
un 20% con respecto a otras divisas europeas). Pero España
ya no tiene su propio dinero, lo que implica que sólo
puede recuperar su competitividad mediante un lento y doloroso
proceso de deflación.

Ahora bien, si España fuera un estado de Estados
Unidos y no un país europeo, la situación no
sería tan mala. En primer lugar, los costes y los precios
no se habrían desmadrado tanto: Florida, que, entre otras
cosas, podía atraer libremente a trabajadores de otros
estados y mantener bajos los costes de la mano de obra, nunca
experimentó nada remotamente parecido a la
inflación relativa de España. Y en segundo lugar,
España recibiría una gran cantidad de apoyo
automático en la crisis: el sector inmobiliario de Florida
ha pasado de la expansión a la recesión, pero
Washington sigue enviando los cheques de la Seguridad Social y
del Medicare.

Pero España no es un estado de Estados Unidos y,
por tanto, está metida en un buen lío. Grecia,
naturalmente, está en un lío aún peor,
porque los griegos, a diferencia de los españoles, fueron
realmente irresponsables desde el punto de vista fiscal. No
obstante, Grecia tiene una economía pequeña, cuyos
problemas importan principalmente porque se están
extendiendo a otras economías mucho más grandes,
como la de España. Así que el origen de la crisis
es la inflexibilidad del euro, y no el gasto financiado con el
déficit.

Nada de esto debería
extrañarnos demasiado. Mucho antes de que naciera el euro,
los economistas advertían de que Europa no estaba
preparada para una moneda única. Pero se hizo caso omiso
de estas advertencias y se produjo la crisis.

¿Y ahora qué? La
disolución del euro es prácticamente impensable,
por meros motivos prácticos. Como dice Barry Eichengreen
de Berkeley, un intento de reintroducir una moneda nacional
desencadenaría "la madre de todas las crisis financieras".
Así que no hay marcha atrás: para hacer que el euro
funcione, Europa tiene que avanzar mucho más en la
unión política, para que los países europeos
empiecen a funcionar más como estados de Estados
Unidos.

Pero eso no va a suceder de hoy para
mañana. Lo que veremos probablemente a lo largo de los
próximos años es un doloroso proceso de remiendos:
rescates acompañados de exigencias de una austeridad
despiadada, y todo con un trasfondo de desempleo muy elevado,
perpetuado por la dolorosa deflación que ya he
mencionado.

Es un panorama feo. Pero es importante
entender la naturaleza del fatal fallo de Europa. Sí,
algunos Gobiernos han sido irresponsables; pero el problema
básico ha sido el orgullo desmedido, la arrogante idea de
que Europa podía hacer que funcionara una moneda
única a pesar de los fuertes motivos que había para
creer que no estaba preparada.

(Paul Krugman es profesor de Economía en la
Universidad de Princeton y premio Nobel de Economía 2008.
© 2010 New York Times News Service)

"Creemos que España es una
preocupación mayor que Grecia". Con estas palabras titulan
los analistas de Credit Suisse su último informe sobre la
crisis soberana. Además, señala que España
es "too big to bail out"…
Credit Suisse alerta:
"España es demasiado grande para ser rescatada" (Libertad
Digital – 18/2/10)

En los últimos meses, en los periódicos
económicos se ha repetido el conocido dicho "Too big to
fail" (Demasiado grande para quebrar), en referencia a aquellos
bancos o compañías (AIG, General Motors,…)
que tienen una dimensión tan enorme que su caída
podría significar un riesgo sistémico para toda la
economía, por lo que el Gobierno tiene que hacer todo lo
posible para evitar su quiebra.

Sin embargo, los analistas de Credit
Suisse dan la vuelta a la frase para decir que, al revés
que Grecia o Irlanda, la economía española
podría ser "too big to bail out" ("demasiado grande para
ser rescatada"). Es decir, el nivel de deuda del Estado
español en términos absolutos es tan descomunal
(aunque en términos relativos sea menor que el griego) que
si España tuviese los mismos problemas que la
economía helena, el resto de sus socios europeos
tendrían que dejarla caer para no poner en peligro sus
propias finanzas.

Quizás por eso es por lo que el
banco suizo habla de una "preocupación mayor" en el caso
español que en el griego. De hecho, tal y como reconoce el
economista jefe del Deutsch Bank, la quiebra de España
pondría a "Francia y Alemania de rodillas".

El documento, un exhaustivo análisis sobre el
estado de la economía española y sobre las
turbulencias del mercado de deuda pública, destaca hasta
once riesgos potenciales para sus cuentas que podrían
agruparse en tres grandes epígrafes:

1) "Extremo apalancamiento": el principal problema de la
economía española, según los analistas de
Credit Suisse es, sin duda alguna, el elevado nivel de
endeudamiento que soporta. Así, el documento señala
que España es "la única economía de la OCDE
con un extremo apalancamiento", tanto por parte de los hogares
como de las empresas.

Monografias.com

Además, destaca que el elevado nivel de
déficit público y el saldo negativo en la balanza
por cuenta corriente (exporta mucho menos de lo que importa) ha
llevado al país a una "necesidad de capital exterior" que
incrementa el precio de la financiación y le deja en manos
de inversores internacionales.

Si a esta circunstancia se le añade que
"más del 90% de las hipotecas" de las familias
españolas tienen "tipo de interés variable", el
resultado es que soportará un riesgo mucho mayor que el de
sus vecinos europeos ante una más que probables subida de
tipos.

En este sentido, Credit Suisse alerta
sobre la seguridad de la deuda pública española. En
su opinión, el diferencial (spread) entre el bono
español y el alemán debería ser hasta 3
veces superior al actual (en torno al 0,8%).

La semana pasada rozó el 1% y el Gobierno
socialista culpó de la situación a un supuesto
ataque especulativo concertado desde el exterior. Sin embargo, el
banco suizo cree que el margen podría subir
fácilmente hasta 2,63%, lo que encarecería
enormemente la financiación de instituciones
públicas, empresas y familias.

Monografias.com

Fuente: FMI, Credit Suisse

2. "La incapacidad del Gobierno": el informe
también destaca la "incapacidad" que, en su
opinión, tendrá el Ejecutivo para controlar las
finanzas públicas. Así, su "dependencia de partidos
regionales" y la estructura descentralizada del Estado, que
supone que "dos tercios del gasto público" provenga de las
autonomías, hará muy difícil para
Rodríguez Zapatero cumplir sus promesas de
reducción del déficit.

Junto a este problema, el estudio destaca la "falta de
competitividad" de las empresas españolas y asegura que
será "necesaria una caída de los salarios" del 6%
hasta 2014 para asegurar la recuperación. (ver Figure
34)

Monografias.com

3. Mercado bursátil e inmobiliario
"sobrevalorado": como consecuencia de todo lo anterior, el
informe señala que tanto el mercado bursátil como
el inmobiliario español están "sobrevalorados", y
alerta de un ajuste (en el caso de la vivienda que ya está
en marcha) que hará descender la renta de los nacionales.
En esta línea, cifra en 1,5 millones el excedente en el
número de inmuebles construidos en los últimos
años. (ver IMF house price overvaluation y Figure
39)

Monografias.com

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Quienes verán reflejado en sus balances todos
estos problemas con más intensidad serán los bancos
españoles. Según Credit Suisse, el aumento del
riesgo de la deuda pública española debería
suponer un descenso en la valoración de sus activos de
hasta 5.000 millones de euros en 2010.

El deterioro de las cuentas
públicas coloca a España como uno de los
países de mayor riesgo internacional. En concreto, ocupa
el quinto puesto del ranking de riesgo soberano que elabora la
entidad helvética, por detrás de Islandia, Grecia,
Hungría y Portugal.

Monografias.com

En definitiva, un panorama muy negativo que
tendrá como reflejo "una salida de emigración neta"
y un "incremento" del precio que tendrán que soportar
todos aquellos españoles (ya sean particulares, empresas u
organismos públicos) que quieran endeudarse en los
próximos meses.

(El Informe de Credit Suisse completo,
se puede solicitar por correo electrónico a:
rlomoro2@yahoo.es)

Un TAC de los PIGS (por el momento la I de Irlanda
reemplaza a la I de Italia)

Monografias.com

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"Las dudas acerca de la capacidad de pago de Grecia
y otros países en apuros han volcado la atención de
los inversionistas a otro gigantesco dolor de cabeza. Las
economías europeas han recurrido a complejas, y a veces
secretas, transacciones financieras, con el fin de ocultar la
verdadera dimensión de su endeudamiento"…
Las
maniobras contables, otro problema para Europa (The Wall Street –
23/2/10)

Los países que comparten la
moneda europea tienen un rico historial de echar mano a
exóticas maniobras contables con tal de ceñirse a
las normas de la zona euro que exigen que su deuda no exceda el
60% del Producto Interno Bruto (PIB) y que sus presupuestos
anuales no tengan un déficit superior al 3% del PIB. A
pesar de las críticas, muchos líderes europeos
estimaron que estas maniobras eran aceptables.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11
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