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Origen de la masoneria (página 4)




Enviado por HERBERT



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La Masonería, desde mediados de la década de los 30 del siglo XVIII, hasta los días de hoy, concibió una gran cantidad de Ritos con el fin de atender unas determinadas circunstancias históricas y sociales, o interiorizar en su seno diversas corrientes metafísicas, políticas, monacales, laicas y caballerescas en boga entre la clase alta de la época, la cual las introdujo a la Orden al ingresar masivamente a las Logias. Había más alcurnia para los Masones, si la Orden descendía de los Templarios, y anteriormente de los misterios del antiguo Egipto, que si fuera una derivación de los prosaicos gremios de albañiles y constructores.

El Rito Masónico es el conjunto sistemático de ceremonias y entrelazamientos de concepciones. Ellos han variado de acuerdo con un período histórico, una connotación, un objetivo y una temática, considerados por sus practicantes.

De los Ritos que llegan al siglo XXI, los más difundidos en el mundo, son el Escocés Antiguo y Aceptado, el de York, el Francés, el Francés Moderno, el Schröeder, el de MemphisMizraim, el de Adonhiram, el Emulation, el de los Caballeros de Oriente y el de Heredom. Igualmente existen Ritos nacionales como el Brasilero, el Ecléctico Lusitano y el Mexicano. Algunos de estos Ritos poseen variaciones menores y/o adaptaciones geográficas y culturales. También existen muchas Grandes Logias que sostienen que no practican ningún Rito.

Sin embargo, los Ritos más practicados hoy en día, teniendo en cuenta el número de Masones que lo observan, son el de York y el Emulation, los cuales se mantienen focalizados en el mundo anglosajón. No obstante, el más difundido geográficamente en el planeta es el Escocés Antiguo y Aceptado.

Los Ritos distintivos de las dos Obediencias simbólicas más emblemáticas de la Orden desde el siglo XVIII son:

Gran Logia Unida de Inglaterra: Practica el Rito Emulation (Rito de la Emulación) estructurado en 1816 y 1823, que es el oficial desde entonces y tiene la característica de que solo fue publicado por escrito en el año 1969. Antes de esa fecha debía observarse de memoria. Según el ex Presidente de CLIPSAS y ex Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica de España, Javier Otaola este Rito representa una corriente practicista muy del gusto anglosajón, influida por las iglesias Reformadas y el humanismo filantrópico individualista.

Gran Oriente de Francia: Practica oficialmente el Rito Francés, llamado Francés Moderno desde principios del siglo XIX. Fue estructurado inicialmente desde los años 1740, codificado y adoptado en 1786 e impreso en 1801. En la segunda mitad de los años decimonónicos, así como en 1935 fue reformado dos veces, al igual que en 1970, cuando se le simplificaron las pruebas y los viajes. Este Rito es el más antiguo de Europa continental. El mismo J. Otaola afirma que es una corriente racionalista que aproxima a la ciencia y al progreso a través de distintas fases: la espiritualista (Newton, Goethe…), la racionalista crítica (Kant), la positivista (Comte), que se van imbricando sucesivamente.

El Mandil y sus modificaciones

El Mandil que usaban los Masones, sobre el que no existen dudas de su uso a partir de los trabajadores de la construcción en la Edad Media y el Renacimiento, estaba elaborado con la piel de un animal, probablemente de oveja, y era lo bastante grande como para cubrir al Masón de pies a cabeza. Una correa de cuero alrededor del cuello lo sostenía y a la altura de la cintura otra permitía atarlo al cuerpo. Aunque el uso de este Mandil rústico continuó por muchos siglos, el Mandil tejido y adornado usado por los Masones modernos es comparativamente reciente. Data del siglo XVIII.

Probablemente, la primera referencia oficial a la vestimenta Masónica se encuentra en la séptima cláusula de las Regulaciones Generales sancionada por la Gran Logia de Londres en 1721, pero hay que aclarar que allí no se mencionan Mandiles específicamente.

Las representaciones más lejanas en la Masonería moderna se encuentran en un grabado de Antony Sayer, primer Gran Maestro de la Gran Logia de Londres en 1717, y en la ilustración del frontispicio del primer libro de las Constituciones de 1723, elaborado por John Pine. En el primero, solamente la parte superior del Mandil es visible, y se observa levantada una especie de babeta. En el segundo caso un ayudante está portando unos Mandiles grandes que tienen unas tiras largas que parecen ser de cuero y capaces de cubrir a un hombre del pecho a los tobillos. El modo de atarse de estos Mandiles es el de los Masones operativos, método que continuó incluso cuando eran elaborados de seda y/o de lino.

El uso del Mandil de cuero no desapareció tan fácilmente, a pesar de la utilización de materiales más suaves posiblemente a partir de 1740 sobrevivió hasta por lo menos 1811. La evidencia de esto es la referencia al Mandil encontrada en las actas de la Gran Logia de Londres del 17 de marzo de 1731: el Gran Maestro y los guardias de las Logias particulares pueden alinear sus Mandiles de cuero blancos con la seda blanca, y pueden colgar sus joyas en las cintas blancas sobre sus cuellos. Esta regulación fue repetida en la reforma constitucional inglesa de 1738 y en sus siguientes ediciones, incluida la de Noorthouck (1784), que era la anterior a la de 1815.

No hay consenso sobre cuándo los Mandiles largos comenzaron a dejar de usarse, pero debió ser en la década de los 30 del siglo XVIII, a juzgar por las láminas y retratos de la época. Al principio la babeta aparece en las ilustraciones colocada hacia arriba pero pronto esta costumbre varió. La babeta fue cortada o usada hacia abajo.

Sin embargo, es evidente que en los primeros tiempos de la Masonería moderna los Mandiles fueron diseñados para ser usados con la babeta hacia arriba, para que esta fuera sujetada por medio de un ojal a un botón cosido en la capa o el chaleco. Muchos de estos viejos Mandiles tienen un ojal en la babeta, pero parece haber existido una tendencia entre los Masones más importantes a usar la babeta hacia abajo o a dispensarla por completo.

En Francia, los Compañeros llevaban la babeta flexible y al parecer abrochada a la chaqueta (L.Ordre des Francos Maçons Trahi, 1745, pág., 116, y Les Francomaçons Ecrasés, 1747, pág. 221). En el acta de la ceremonia de Posesión de la Logia Parisina Salomón en Toda Su Gloria, en 1766, el Venerable Maestro consignó: …. el Gran Maestro deshizo el ala flexible de mi Mandil que estaba atado a uno de los botones de mi chaleco, y me dijo que en calidad de Venerable Maestro, yo estaba en libertad de permitir que se cayera….

A partir de 1731 el Mandil comenzó a asumir una forma más cortesana. El cuero fue reemplazado por telas: seda, satén, terciopelo, lino y gamuza más suave. La babeta, adquirió una forma triangular o semicircular.

La parte inferior del Mandil fue cortada con cuidado, las esquinas fueron arregladas generalmente para dar igualmente una forma semicircular, y las correas de cuero fueron desplazadas por las cintas.

Algunos Masones Modernos, oponiéndose al Mandil de trabajo de los operarios, introdujeron un nuevo modo de usarlos: al revés, la pieza más grande se la sujetaban al abdomen y la babeta se ubicaba hacia abajo, para dejar claro que no eran Masones Operativos. Esta usanza duró poco.

Muchos de los Mandiles tejidos, bordados y pintados eran hechos en casa, y adornados con diseños simbólicos. A partir de 1760 aparecieron los Mandiles impresos y grabados, muchos de ellos eran coloreados posteriormente a mano.

La tendencia a adornar los Mandiles Masónicos con diseños simbólicos comenzó en los 1730 y entre 1740 y 1790 esta práctica llegó a ser muy común. La tinta india, la pintura y el bordado fueron utilizados comúnmente para esta ornamentación. Los diseños más populares incluyeron generalmente un ojo, dos columnas, el mosaico y el compás.

En 1892 H. Rylands, miembro de la Logia de Investigación Quatuor Coronati No. 2076, jurisdiccionada a la Gran Logia Unida e Inglaterra, publicó en Ars Quatuor Coronatorum un ensayo resumiendo así la situación: Al rededor de 1784 se presentó una gran reducción del tamaño del Mandil, había existido durante mucho tiempo una laxitud considerable al respecto, y no había ninguna disposición acerca de su uniformidad. Siempre y cuando el material fuera blanco, su frente se permitió que se adornara con un gran número de símbolos, a veces no Masónicos, con tal de que no se coincidiera con las insignias y distintivos de los Grandes Oficiales, que utilizaban un ribete púrpura en sus Mandiles. El tamaño se había reducido cada vez más haciéndose más pequeño, estaba absolutamente dentro de la creatividad de cada Masón el inventar para sí casi cualquier Mandil que le satisficiera.

En el Reino Unido, entre los Antiguos se convirtió en una práctica común dibujar o pintar en sus Mandiles los emblemas de su Gran Logia, y en las vestimentas de los Modernos se adoptó la misma costumbre; de hecho, estos hicieron gala de mayor libertad en los diseños y el uso de adornos que sus rivales. La situación llegó a tal extremo que el 2 de septiembre de 1772, el Gran Maestro de Londres prescribió que es de público conocimiento que varios Hermanos han aparecido últimamente en público con el cordón y la franja de oro, junto con muchos adornos en sus Mandiles, lo cual es contrario a la dignidad, la propiedad y las antiguas costumbres de la Orden, por lo que resuelvo y pido que en el futuro ningún Hermano, excepto las Grandes Dignidades, aparecerá con cordón de oro, franja de oro, bordado de oro, o cualquier material que se asemeje al oro, en sus vestimentas u ornamentos Masónicos. Esta medida solo afectó la utilización del oro pero no prescribió la uniformidad del diseño.

Al extenderse la Orden por todos los continentes y florecer numerosos Ritos y formas de Masonería, fueron apareciendo muchas clases de Mandiles, aunque todos del tipo pequeño que se impuso a lo largo del siglo XVIII. Hoy los encontramos cuadrados y redondeados, de fondo azul, verde, blanco, amarillo, morado, etc.; con una joya distintiva del cargo que se ocupa en la Logia o con la decoración propia de un Grado; con la babeta hacia arriba o abajo. Algunos son simplemente decorativos (poseen cintas, borlas, rebordes coloreados, flecos, rosetones, paisajes, lentejuelas), y otros muestran que sus dueños ostentan una gran vanidad. También se pueden obtener a través de almacenes especializados, comerciantes minoristas, mandados a elaborar y por Internet en tiendas virtuales.

De todos modos, hay consenso de que el Mandil es emblema de trabajo.

La libertad de conciencia y la autonomía

El diferendo entre las dos Grandes Logias inglesas (Gran Logia de Inglaterra fundada en la ciudad de York en 1705, y la Gran Logia de Londres fundada en Londres en 1717), se prolonga hasta 1813, en que se unen para dar lugar a la Gran Logia Unida de Inglaterra. En esta ocasión la nueva Obediencia hace reformas a las Constituciones de Anderson tornándolas más deístas.

Lo siguiente que hacen los ingleses, es pretender que toda la Masonería mundial acate lo que ellos acuerden, y acepten de paso su primacía jerárquica sustentados en la falsedad de que la Gran Logia de Londres fue la primera en instalarse en la historia. Derecho de primogenitura, del que nadie en la Masonería había oído hablar hasta entonces.

Como es natural, esta pretensión solo prospera entre aquellos que tenían un interés particular en subordinarse a la Gran Logia Unida de Inglaterra; entonces Londres procede a agraviar y descalificar a la Masonería que se practica en la Europa Continental, principalmente la Masonería política de Francia y la aristocrática alemana, por no sujetarse a sus dictados.

Desde entonces, las diferencias conceptuales políticas alrededor de temas muy sensibles para el imperio Británico como son la defensa que hace la Masonería francesa del ideal de la República, de la democracia liberal y de la laicidad, van creando distancia entre las dos Masonerías a lado y lado del Canal de la Mancha. Finalmente, las relaciones son rotas abruptamente por la Gran Logia Unida de Inglaterra al aprobar el Gran Oriente de Francia en 1877 un viraje radical de su Constitución hacia la libertad de conciencia, profundizado en 1884 con el cambio de sus rituales. En ambas oportunidades se aprobó que fuera opcional la creencia en Dios y en la inmortalidad del alma por parte de los Masones, así como el uso de la Biblia en las Tenidas, y la invocación al Gran Arquitecto del Universo.

El nuevo texto constitucional francés rezaba: "La Masonería tiene por principios la absoluta libertad de conciencia y la solidaridad humana. No excluye a nadie por razón de su credo".

A partir del rompimiento, la Gran Logia Unida de Inglaterra organizó todo un sistema discriminatorio internacional de reconocimientos y regularidades que ha llegado hasta hoy.

Ya en este tema de la libertad de conciencia, conviene detenerse un poco, por la trascendencia que reviste para el desarrollo de la Orden, en las palabras del Pastor protestante Federico Desmons al proponer a la Asamblea General del Gran Oriente de Francia llevada a cabo en París en 1877, la supresión de la obligatoriedad de la creencia en Dios:

Pedimos la supresión de esta fórmula porque si es embarazosa para la Veneratura y para las Logias, no lo es menos para los profanos que, animados de sinceros deseos de formar parte de nuestra grande y bella Institución, generosa y progresista, se ven detenidos por esta barrera dogmática que su conciencia no les permite saltar.

Pedimos la supresión de esta fórmula porque nos parece extra, inútil y extraña al objeto que persigue la Masonería. Cuando una sociedad de sabios se reúne para estudiar una cuestión científica ¿se siente obligada a poner en la base de sus Estatutos una fórmula teológica cualquiera? No, esto no se hace. Los sabios estudian la ciencia independientemente de toda idea dogmática o religiosa. ¿Por qué no se debe hacer lo mismo en Masonería? ¿Es que su campo no es bastante vasto, su dominio lo suficientemente extenso, para que no le sea necesario poner pie sobre terreno que no sea el suyo?

Dejemos a los teólogos el cuidado de discutir los dogmas, dejemos a las Iglesias autoritarias al cuidado de formular sus Syllabus, pero que la Masonería quede en lo que debe ser, es decir, en una Institución abierta a todos los progresos, a todas las ideas morales elevadas, a todas las inspiraciones amplias y liberales. Que no descienda jamás a la arena ardiente de las discusiones teológicas que no han aportado jamás, creedme lo que os digo, más que turbulencias y persecuciones. ¡Que se guarde muy bien la Masonería de querer ser una Iglesia, un Concilio, un Sínodo, porque todas las Iglesias, todos los Concilios, todos los Sínodos han sido violentos y perseguidores! Y esto por haber querido tener siempre el dogma como base. El dogma que por su naturaleza es esencialmente inquisidor e intolerante.

Que la Masonería, pues, se cierna majestuosa por encima de todas estas cuestiones de sectas o iglesias, que domine en toda su altura las discusiones, que permanezca siendo el vasto abrigo siempre cubierto a todos los espíritus generosos y valientes, a todos los investigadores de la verdad, concienzudos y desinteresados, a todas las víctimas, en fin, del despotismo y la intolerancia.

La Resolución del Gran Oriente de Francia, en realidad fue el resultado de una larga discusión que comenzó cuando ella misma cambió su Constitución en 1849 para establecer, como requisito para ser admitido en la Masonería, la creencia del candidato en Dios y en la inmortalidad del alma.

Se suele citar como punto de partida final para la aprobación de la reforma constitucional de 1877 la siguiente anécdota, que narra así el historiador Masón Eugenn Lennnhoff:

En 1875, el obispo Dupanloup solicitó la baja en la Academia, en protesta por la elección del eminente positivista Littré, autor del Diccionario Etimológico, y solicitó ingresar al Gran Oriente de Francia. Preguntado antes de la iniciación si creía en Dios, respondió:

Un sabio de la antigüedad, a quien un rey preguntó lo mismo, reflexionó durante muchos días, y nunca se sentía capacitado para responder. Yo os ruego que tampoco de mí exijáis afirmación ni negación.

La ciencia no niega una Causa primordial, porque no halla en parte alguna nada que la niegue ni la demuestre. Todo saber es relativo. Cada vez hallamos nuevas esencias y leyes primordiales cuyo profundísimo fondo desconocemos.

Quien resueltamente diga que no es creyente ni ateo, no hace sino demostrar su incomprensión del problema del origen y fin de las cosas.

Dos años más tarde el Gran Oriente suprimió la fórmula del Gran Arquitecto del Universo.

El clérigo protestante Desmons había defendido la proposición encaminada a esta supresión, alegando la necesidad de que el principio de la libertad de conciencia quedase expresado tan claramente como fuese posible. Esto tuvo efecto mediante esta fórmula.

El Pastor protestante Frederic Desmons también propuso en 1869, en una Convención del Gran Oriente de Francia, la Iniciación femenina siendo rechazada por el máximo cuerpo legislativo de esa Obediencia, el Consejo de la Orden. No obstante, a partir de esa fecha se tomó la costumbre de invitar a mujeres conferencistas a sus instalaciones, entre ellas a la prestigiosa periodista Maria Desraime en 1868 a hablar sobre los derechos de la mujer, quien el 14 de enero de 1882 sería Iniciada en la Logia Librepenseurs de la ciudad de Pecq, Francia, jurisdiccionada por entonces a la Gran Logia Simbólica Escocesa.

Cuando en la Convención de 1877 Frederic Desmons fue elegido Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, olvidó su iniciativa de 1869 sobre las damas y se concentró en profundizar la laicización de la Masonería Francesa.

Un ejemplo actual del pensamiento Masónico contrario, lo trae la Revista D¨FRENTE, de Guatemala, en la que aparece una entrevista, concedida por Carlos Sandoval Cardona, Gran Maestro de la Gran Logia de Guatemala, dentro del marco de la reunión de la Conferencia Masónica Americana (CMI) celebrada del 5 al 9 de abril de 2006 en Tegucigalpa, en la que afirma en términos absolutos que uno de los principios básicos de la Masonería es creer en Dios y en la inmortalidad del alma, agregando piadosamente a continuación: Yo, por ejemplo, soy católico, y devoto del Señor de Esquipulas.

Dicho sea solo de paso, y a manera de información, el Señor de Esquipulas es el nombre como se conoce comúnmente al Santo Cristo Negro de Esquipulas, un doloroso crucifijo milagroso del siglo XVI, objeto de peregrinaciones y turismo religioso, que según la tradición, de la noche a la mañana, apareció completamente oscuro, gracias a un milagro que hizo Dios para complacer a sus hijos del pueblo de Esquipulas, situado a 220 kilómetros de Tegucigalpa en la parte suroriental del departamento de Chiquimula, República de Guatemala, cerca de la frontera con Honduras.

Aquí encontramos una constante del paisaje Masónico internacional: cada Masonería se parece al país en donde está situada ya que está necesariamente permeada por los valores fuertes de la cultura local.

La decisión de la Gran Logia Unida de Inglaterra de romper relaciones con el Gran Oriente de Francia, se encuentra enmarcada dentro del gobierno conservador de Victoria I, Reina de Gran Bretaña e Irlanda (18371901) y Emperatriz de la India (18761901), y sus intereses imperiales de relacionamiento con las castas reinantes y religiosas europeas.

En efecto, la elección de Albert Edward, príncipe de Gales (posteriormente Rey Edward VII) como Gran Maestro en 1874 le dio gran ímpetu a la Masonería inglesa. El príncipe desde muy temprano entendió el enorme beneficio que podía reportarle al imperio una institución que como la Masonería podía nuclear las clases dirigentes de las colonias. Aparecía regularmente en público, tanto en Inglaterra como en sus viajes al exterior, como Gran Maestro al colocar las piedras de la fundación de edificios, puentes, astilleros e iglesias, con ceremonial Masónico. Su presencia aseguró publicidad a la Orden y los informes de las reuniones Masónicas en todos los niveles, aparecían regularmente en la prensa nacional, local y extranjera. La Masonería estaba constantemente ante la mirada pública y los Masones eran conocidos en sus comunidades como personas caritativas. En 1814 la Gran Logia contaba con 637 Logias y en 1901, cuando el príncipe Albert renunció a la Gran Maestría para convertirse en Rey, poseía 2,850, extendidas principalmente en las colonias británicas y en países en donde vivía un número importante de ingleses. Como Argentina, por ejemplo.

Naturalmente, el heredero de la corona no podía aparecer en público
presidiendo una institución que asumía como consustancial de ella
la libertad de conciencia y la defensa de la república. Los alcances
reales de la decisión de abrir el pórtico a los no creyentes y
los ímpetus libertarios de los Masones franceses acusados de reicidas
seguían sin armonizar con el complejo ajedrez geopolítico de la
era victoriana. La solución fue declararlos irregulares y solo establecer
relaciones con las Grandes Logias que aceptaran su potestad reglamentadora.

Las logias Prince Hall de negros en EE.UU.

Mientras en Europa la Masonería inglesa y francesa, discutían alrededor de los intereses imperiales, el republicanismo, la laicidad y la libertad de conciencia, en la Masonería de los Estados Unidos de América, se presenta una tendencia segregacionista que representa una vergüenza de la Orden.

A finales del siglo XVIII, Prince Hall, un Masón de raza negra, fundó una Logia, en Boston, con Carta Patente expedida por la Gran Logia de Inglaterra, que representó la materialización del sueño de la incorporación sistemática de hombres de color libres a la Orden en el hemisferio occidental. Era un gran paso en el largo y doloroso camino de la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos.

Esta iniciativa no gustó a los Masones anglosajones de los Estados Unidos, en especial a los de los Estados esclavistas sureños. A medida que el fenómeno de la segregación racial se profundizaba en la Unión, las Grandes Logias de blancos hacían eco de la discriminación. Entonces, por reacción, se crearon las Grandes Logias de negros una por cada estado de la Unión, se titulan Prince Hall, en honor a su fundador, y trabajan independientemente.

El polo de la segregación racial de los Masones norteamericanos, en el siglo XIX y gran parte del XX, se ubicó en la ciudad de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, uno de los puertos de mayor actividad del sureste de Estados Unidos. Charleston había contado con un pasado de riquezas y de lujo en el siglo XVIII, pero a partir de 1800, su economía se había concentrado en los cultivos de algodón, y la mano de obra negra esclava era el pilar de su economía agrícola.

El 31 de mayo de 1801, en Charleston, se creó el Supreme Council, 33°, Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry, Southern Jurisdiction, United State of America, con sede actual en el 1733, NW, de la ciudad de Washington, D. C. 20009 . 3103, el cual pasa hoy por ser el más antiguo en existencia. La calidad simultánea de sus integrantes de ciudadanos sureños, hacendistas y Masones, hizo que para la Masonería la segregación racial fuera una posición natural e institucional, a lo largo de toda esa centuria y parte de la siguiente.

Fueron hechos distintivos de esta infamia los siguientes:

a) En 1843, en el importante puerto de Baltimore, en el Estado de Maryland, con la intención de excluir de la Masonería a las Grandes Logias Prince Hall, se aprobó la, Doctrina Americana, mediante la cual no podrían funcionar dos Grandes Logias en un mismo estado. En consecuencia la Masonería Prince Hall se declaraba irregular y las visitas a sus Talleres prohibidas.

b) Se prohibió la iniciación de negros en las Grandes Logias regulares de Norteamérica;

c) Albert Pike, el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33o para la Jurisdicción Sur de los Estados Unidos, durante 32 años, desde 1859 hasta 1891 cuando murió a los 82 años de edad, Albert Pike, redactó el manual de procedimiento del Ku Klux Klan.

d) El Supremo Consejo del Grado 33o para la Jurisdicción Sur de los Estados Unidos y gran parte de las Grandes Logias de blancos de la Unión, apoyaron al Ku Klux Klan públicamente hasta la década de los 50 del siglo XX, y aún hoy el 80% de ellas no tienen relaciones con las Grandes Logias Prince Hall.

e) El Supremo Consejo para el Distrito Sur de los Estados Unidos, y gran parte de las Grandes Logias de blancos de la Unión coadyuvaron para que la Suprema Corte promulgara en 1896 la decisión del caso Plessy Vs. Ferguson, la cual se reputa como el soporte legal y jurídico de la segregación en la Unión.

En el caso Plessy Vs. Ferguson el asunto que se discutió era la determinación de si se le podía pedir a los negros que abordaran un vagón de ferrocarril distinto al de los blancos. La Suprema Corte expresó con ocho votos a favor y uno en contra claramente el principio separado pero igual como la base para conservar la práctica. El caso envió la señal de que la costumbre de tratar a negros y blancos de manera diferente no se interrumpiría. El magistrado John Marshall Harlan, manifestó su desacuerdo argumentando que la Constitución es daltónica.

Casi 60 años después, en 1954, la Suprema Corte cambió de parecer. En el caso Brown, el máximo tribunal constitucional de los Estados Unidos sostuvo que las escuelas públicas que practicaban la segregación racial violaban de manera deliberada la cláusula de protección igualitaria de la Decimocuarta Enmienda. El acontecimiento que motivó esta nueva decisión de la Suprema Corte se presentó en 1948, en Topeka, Kansas.

En septiembre de ese año, el pastor Oliver Brown trató de inscribir a su pequeña hija Linda en un colegio localizado a unas pocas cuadras de su casa, recibiendo como respuesta la negación del cupo por ser de raza negra. Como quiera que la separación entre blancos y negros era completamente ajustada a la ley desde 1896, el pastor Brown debió inscribir a su hija en una escuela para negros ubicada a cinco millas de distancia de su residencia. Pero, no conforme, demandó y ganó el caso el 17 de mayo de 1954.

Aunque en esta nueva decisión, la Suprema Corte no se pronunció sobre la segregación racial en los restaurantes, parques, baños públicos, etc., y solo se limitó a abolirla en las escuelas, sí sostuvo que la segregación practicada en 21 estados era inconstitucional, lo cual en la práctica echó por tierra la decisión del caso Plessy Vs. Ferguson de 1896.

La visión del Magistrado Harlan de 1896 respecto a la Constitución quedaba reivindicada, y aunque el fallo de 1954 solo se refería de manera directa a las escuelas de la ciudad de Topeka, Kansas, el principio que expresaba llegaba a cada escuela pública de la nación. Además de esto, el caso debilitó la segregación en todos los empeños gubernamentales y colocó a la nación en un nuevo rumbo respecto a tratar a todos los ciudadanos por igual.

Hoy la Masonería Prince Hall de Estados Unidos cuenta con cerca de 500,000 miembros activos, que aún no son medidos en los censos elaborados por los Masones norteamericanos blancos, a pesar de que poseen medio centenar de Grandes Logias, que agrupan cerca de 4,500 Logias.

Entre los Masones Prince Hall destacados en los Estados Unidos podemos contar a Martin Luther King, clérigo y premio Nobel de la Paz, y uno de los principales líderes del movimiento para la defensa de los derechos civiles e importante defensor de la resistencia no violenta a la represión racial en USA. Igualmente se distinguen Alexander T. Augusta, el primer afroamericano que dirigió un hospital en los Estados Unidos; Marion Barry, ex alcalde de Washington, D.C.; Henry Blair, el primer negro en recibir una patente de marca americana; Nathaniel Nat King Cole, conocido cantante de talla internacional; Martin R. Delany, primer Negro en matricularse en Harvard y el primero en alcanzar una alta graduación en el Ejército Norteamericano; Duke Ellington, cantante y director de orquesta; Alex Haley, escritor; Jesse Jackson, respetado pacifista y líder político; Don King, promotor de Boxeo; Lewis Howard Latimer, inventor del filamento del carbón para la luz; Daniel Hale Williams, primer cirujano en realizar una cirugía de corazón abierto, y Sugar Ray Robinson, campeón de Boxeo de peso pesado; entre muchos otros.

En la Masonería anglosajona, y en la estructura de valores de los anglosajones de los Estados Unidos, existen fuertes razones de racismo y conservadurismo, muy enraizadas, que no permiten mayor espacio para la adopción de decisiones históricas, y que en vez de corregir desafueros han extendido la exclusión hacia los Masones latinos inmigrantes de Norteamérica, sin distingos de si son regulares o no. Y ni hablar de la discriminación de género.

Los Landmarks

A mediados del siglo XIX, también en los Estados Unidos, se inicia una marcada tendencia, entre los estudiosos, para definir los exactos límites del fenómeno de la Masonería, es decir aquellas premisas que de no cumplirse cambiarían la naturaleza y esencia de la Orden. El ejercicio intelectual consistía en establecer a ciencia cierta cuáles son esos linderos (Landmarks) de los que se hablaba de manera abstracta en muchos documentos escritos después de las Constituciones de Anderson.

La primera lista de Landmarks que se redactó en la historia contaba dieciséis y corresponde a la publicada por Robert Morris, de la Gran Logia de Minnesota, en su obra Jurisprudencia Masónica, en el año 1856. Antes de esa fecha no se conoce listado alguno.

Características de los Landmarks

. Esencialidad: Que denota que se trata de unas reglas que contienen valores culturales, sociales, éticos, jurídicos y políticos que expresan lo fundamental de la institución Masónica.

. Preexistencia: Indica que siendo derivado de la propia naturaleza de la Masonería no necesitan ni para su existencia, ni para su vigencia de las codificaciones o normas positivas de la institución, por ello no requieren estar escritos ni codificados.

. Son subordinantes: Ya que son regla superior o principal con importantes consecuencias en el sistema jurídico de la Orden Masónica, por cuanto significan las directrices inmodificables del mismo y la dinámica cohesión del conjunto de constituciones, estatutos y reglamentos Masónicos que le están sujetos haciendo de ese ordenamiento jurídico un cuerpo lógico y racional.

. Universalidad: Señala su referencia general a las actividades, finalidades y razón de ser de la institución Masónica, porque los antiguos límites proceden de una apreciación objetiva e institucional y constituyen una preceptiva común de la denominada Masonería universal.

. Inmutabilidad: Expresa la condición de permanencia que poseen los Landmarks en cuanto cumplen una misión garantizadora y de preservación de la esencia de la Masonería; si se alteran estos antiguos límites se tendrían consecuencias graves en la naturaleza de la institución Masónica que se transformaría en otra cosa, dejaría de ser lo que ha sido, es, y seguirá siendo.

Funciones de los Landmarks.

Tiene que ver con las tareas que cumplen dentro de la organización del sistema jurídico y que son básicamente:

. Función fundamentadora: Indiscutiblemente cualquier actividad, obra, proyecto o misión que se contemple dentro de la organización Masónica debe ser fundada en los Landmarks para que surja en consonancia con la realidad esencial de la Masonería y no en contravía de esta, sustentándose en sus valores.

. Función interpretadora: Estos principios constituyen referencias ineludibles y valiosas guías en el entendimiento y fijación del alcance y límites de las reglas escritas o de los antiguos usos que constituyen la doctrina Masónica. La labor hermenéutica o de interpretación es una tarea permanente de los aplicadores de la ley Masónica.

. Función integradora: Permite solucionar bajo la recta orientación de sus luces, todas aquellas situaciones en las cuales se evidencia la ausencia de una normatividad reguladora, que se requiera para resolver una situación concreta. Jurídicamente se habla de los vacíos legales que se desprenden de la innegable realidad que en la dinámica de las instituciones sociales rebasa permanentemente la ley escrita.

. Función reguladora: En este sentido los Landmarks al contener los principios fundamentales hacen posible, junto con la utilización de otras reglas lógico racionales, la construcción de mecanismos de regulación no previstos en el derecho positivo. Solución que de esta forma será acorde, conforme y correspondiente con un sistema general de derecho Masónico presidido jerárquicamente por los antiguos límites.

. Función limitadora: Constituye una importante tarea de fijación de linderos, que permiten establecer con propiedad aquello que le es de su naturaleza a la orden Masónica y aquello que rebasándola queda por fuera y le es ajeno. No se podría por vía de ejemplo, en la elaboración de una constitución, estatuto o reglamento, crearse una norma que riñera con algún Landmark, por ejemplo que estableciera, violando el principio de la igualdad de los seres humanos, alguna forma de discriminación de género o raza o contra algún grupo de personas.

Son muchos los autores y las Grandes Logias que han intentado redactar o adoptar un listado de Landmarks, .verdaderos., y resultaría muy extenso relacionarlos. También muchas Grandes Logias, entre ellas la Gran Logia Unida de Inglaterra, descartan el que se pueda hacer una lista de ellos y no consideran válida ninguna de las que se han intentado.

A manera de ilustración de lo que puede ser una experiencia académica Masónica interesante y esclarecedora, se puede empezar el estudio con los siguientes listados, los cuales solo tienen el mérito de haber sido redactados por Masonólogos destacados. Muchos de estos Landmarks son evidentemente falsos a la luz de la historia de la Orden, a pesar de que gozan de un importante acatamiento dentro de la Masonería Regular.

A) Según Roscar Pound los Landmarks son siete:

1. Creencia en Dios.

2. Creencia en la inmortalidad del alma.

3. Un libro de la ley como parte indispensable del ajuar de cada Logia.

4. La leyenda del tercer grado.

5. Secreto.

6. El simbolismo del arte de la construcción.

7. Que el Masón ha de ser hombre libre y de edad viril.

B) Según Alexander Bacon los Landmarks son tres:

1. La creencia en Dios y en la inmortalidad del alma como elemento religioso de la Masonería.

2. Un código basado en las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, como elemento moral de la Masonería.

3. La división de la Masonería en solo 3 Grados. La Logia es fuente de todo gobierno Masónico. La suprema autoridad reside en las Logias que establecen su propio gobierno como elemento democrático de la Masonería.

C) Según A.S. McBride los Landmarks son doce, agrupados en cuatros segmentos, cada uno de tres acápites:

Usos que distinguen el mundo Masónico del profano:

a. La manera de reconocerse sus miembros.

b. La reserva de las reuniones de las Logias.

c. La calificación de los candidatos.

Usos que marcan los grados de Masonería:

a. Un modo secreto de reconocerse los miembros de un mismo Grado y distinguirse de los Grados superiores.

b. Las reservas de las reuniones de un Grado respecto de los miembros de un Grado inferior.

c. Las condiciones requeridas para la exaltación de un Grado a otro.

Usos que marcan las diversas ceremonias:

a. Los puntos principales en la apertura de los trabajos.

b. Los principales puntos de la iniciación, afiliación y exaltación.

c. Los principales puntos de la consagración, instalación, primera piedra y servicio fúnebre.

Usos que marcan las facultades y deberes de los oficiales, los derechos de los oficiales y los derechos y deberes de los miembros:

a. Facultades y deberes del Gran Maestro y los Grandes Oficiales de la Gran Logia.

b. Las facultades y deberes del Venerable y oficiales de una Logia.

c. Derechos y deberes de los miembros sin cargo.

D) Según John Simond los Landmarks son quince:

1. Creer en la existencia de un ser supremo y en la inmortalidad del alma.

2. La ley moral, que entre otras cosas prescribe la caridad, la honradez, laboriosidad, templanza, es la regla y guía de todo Masón.

3. Respeto y obediencia a la ley civil del país y a los estatutos y reglamentos Masónicos de la jurisdicción en que el Masón resida.

4. El candidato ha de ser libre de nacimiento, mayor de edad y sano al solicitar su ingreso a la Orden.

5. Los modos y medios de reconocimiento y los ritos de los tres grados de la antigua Orden Masónica.

6. No apelación contra la decisión del Venerable Maestro o del Vigilante que lo sustituya.

7. Nadie podrá ser elegido Venerable Maestro de una Logia regular sin haber desempeñado durante un año el cargo de Vigilante.

8. El Masón recién iniciado no solo es miembro de la Logia que lo inició sino que también es miembro de toda la familia Masónica y por tanto tiene el derecho de visitar Masónicamente todas las Logias excepto cuando la visita amenace perturbar la armonía o interrumpir los trabajos de la Logia que se propone visitar.

9. La prerrogativa del Gran Maestro de presidir toda reunión Masónica dentro del territorio de su jurisdicción y de conferir grados a primera vista en una Logia regular y otorgar licencia para formar nuevas Logias.

10. Nadie podrá ser iniciado en Masonería sino en una Logia regular debidamente reunida, después de la solicitud del candidato aceptado unánimemente por balotaje, excepto cuando lo inicie a primera vista el Gran Maestro.

11. La votación por bolas debe ser rigurosamente secreta.

12. Una Logia no puede procesar a su Venerable.

13. Todo Masón está sujeto a las leyes y reglamentos de la jurisdicción en que resida aunque sea miembro de una Logia de otra jurisdicción.

14. Toda Logia tiene derecho de estar representada en la Gran Logia y de instruir a sus representantes.

15. El general propósito y organización de la Masonería, tal como la heredamos de nuestros antepasados, hemos de conservarla intacta y transmitirla en perpetuidad a nuestros sucesores.

E) Según Albert Mckey los Landmarks son veinticinco:

1) Nuestros modos de conocimiento son inalterables.

2) La Masonería se divide únicamente en tres Grados: Aprendiz, Compañero y Maestro Masón.

3) La leyenda del Tercer Grado es inalterable.

4) El gobierno supremo de la fraternidad está presidido por un oficial llamado Gran Maestro, electo entre los miembros de la Orden.

5) Es una prerrogativa del Gran Maestro presidir cualquiera Asamblea Masónica.

6) Es prerrogativa del Gran Maestro conceder dispensa de intersticios para conferir grados en cualquier tiempo incompleto.

7) Es prerrogativa del Gran Maestro conceder dispensas para abrir o mantener Logias.

8) Es prerrogativa del Gran Maestro hacer Masones a la vista.

9) Todos los Maestros Masones tienen la obligación de congregarse en Logias.

10) El Gobierno de la Fraternidad, cuando se congrega en Logias, se ejerce por un Venerable Maestro y dos Vigilantes.

11) Es deber de todas las Logias cuando se congregan, estar protegidas de toda indiscreción de profanos.

l2) Todo Masón tiene derecho a ser representado y a dar instrucciones a su representante, en las Asambleas de las que forme parte.

13) Todo Masón puede apelar a la Gran Logia de las decisiones de sus Hermanos congregados en Logias.

14) Todo Masón en uso pleno de sus derechos, puede visitar cualquier Logia regular.

15) Ningún visitante desconocido puede penetrar en las Logias sin ser cuidadosamente retejado.

16) Ninguna Logia puede intervenir en los negocios de otras Logias.

17) Todo Masón está bajo el dominio de las Leyes y reglamentos de la jurisdicción en que resida, aunque no sea miembro de las Logias de la Obediencia.

18) Las mujeres, los cojos, los lisiados, los esclavos, los mutilados, los menores de edad y los ancianos no pueden ser iniciados.

19) Es ineludible, para todo Masón la creencia en la existencia de un principio creador o de Dios.

20) Todo Masón debe creer en la resurrección a una vida futura.

21) Un libro de la Ley, no debe faltar nunca en una Logia cuando trabaja.

22) Todos los Masones son iguales.

23) La Masonería es una sociedad secreta.

24) La Masonería ha sido fundada como ciencia especulativa sobre un arte operativo, tomando simbólicamente los usos de este arte.

25) Ninguno de estos Landmarks podrá ser cambiado nunca en lo
más mínimo.

La regularidad

En realidad, el término Regular proviene del latín Regularis, que a su vez deriva de la palabra Regula, que significaba regla, y se emplea para toda asociación que desde la temprana Edad Media se constituyó a partir de una Regla o reglamento inicial.

A ese tipo de asociaciones unidas por una Regla en común se les denomina Orden, y las Órdenes que se mantienen fieles a esa Regla se conocen como Regulares. La historia ha conocido las de tipo monásticas, místicas, militares, mendicantes, de caballería y Masónicas, entre muchas otras.

Históricamente, la Regularidad es un concepto más que todo religioso, cuyo origen documentado parece derivarse de los Preceptos (Praeceptum) promulgados por San Agustín en el Monasterio de Hipona en el año 397. Posteriormente las más importantes para la cristiandad serán las Reglas de San Basilio, Obispo de Cesarea, las de Pacomio en Egipto, las de los Cuatro Padres de la Abadía de Lérins, en el siglo V, y la de San Benito reconocida en el año 816 en el Concilio de Aquisgrán.

Luego, en los Concilios de Letrán de 1123, 1139, 1179 y 1215, la iglesia Católica unificará las Reglas a partir de las de San Agustín, San Benito y San Basilio, a las que se añadirán la Regla de San Francisco de Asís en 1223. Únicamente los Jesuitas no respetaron esta disposición obteniendo un reconocimiento posterior para su Regla.

En conclusión: una asociación se constituye como una Orden, cuando posee una Regla, y, entonces, se dice que esa Orden es Regular por cuanto se ajusta a sus disposiciones fundacionales, que en el caso de la Masonería serían los Landmarks. Y aquí vuelve y surge una gran confusión inoperante. Para no ir muy lejos, desde el año 1000 de nuestra era hasta 1723, en que se expiden las Constituciones de Anderson, los Masones y sus antecesores constructores tuvieron más de 15 reglamentos conocidos, sin contar los que destruyó el mismo Anderson. Cada escuela de arquitectura, cada corporación de albañiles, fueran alemanas, italianas, inglesas, portuguesas o francesas, tenían su propio Reglamento interno a partir del cual se habían constituido y se podrían definir como Regulares.

El punto crítico se presenta cuando en el siglo XIX a unos Masones ilustres se les dio por redactar los que ellos creían que debían ser los Landmarks correctos para todos los Masones del mundo. Y ahí ardió Troya. Todavía una parte de las Grandes Logias Regulares de Latinoamérica, bajo la influencia de las Grandes Logias Anglosajonas de Estados Unidos, no han podido quitarse de encima los 25 que redactó Albert Gallatín Mckey en 1864 en los Estados Unidos, a pesar de su anacronismo manifiesto y su inconveniencia evidente. Lo curioso del caso es que, como hemos visto, la Gran Logia Unida de Inglaterra no tiene incorporado a su normatividad ningún listado de Landmarks; para ellos las únicas normas para evaluar si una Gran Logia es Regular o no son sus ocho puntos de 1929, con las reformas de 1989. Y punto. Es más, como hemos visto en páginas anteriores, en su última redacción de 1989 aclara expresamente que los Antiguos Landmarks y los usos son lo mismo.

Los defensores del status quo, basados en el listado de Mckey, sostienen contra toda evidencia que cada uno de sus 25 mandamientos redactados como Landmarks son de una antigüedad incontestable; lo cual es una falsedad que no resiste el más ligero análisis histórico. Por ejemplo: No solo existe amplia y suficiente documentación que prueba que en las viejas Logias Operativas trabajaban lisiados, cojos, ancianos, mutilados y mujeres, sino que la misma existencia de un funcionario denominado Gran Maestro se da por primera vez en 1717 como consecuencia de la fundación espuria de la Gran Logia de Londres; antes de esa fecha, y desde 1598, al dirigente o líder de una Federación de Logias se le denominaba Vigilante General y para ese entonces solo existían los Grados de Aprendiz y Compañero. Es más, nadie en la Masonería escenificaba la leyenda de Hiram.

La leyenda de Hiram solo llega a la Masonería a mediados del siglo XVIII; no existen menciones a la muerte de Hiram, como parte del ritual Masónico, en documentos anteriores a esta centuria; y se atribuye a un monje benedictino del siglo IX llamado Walafrid Strabón su redacción en la forma que la conocemos, tomando como base las tradiciones hebreas del Antiguo Testamento (1 Reyes 5; 2 Crónicas 3).

La historia, como ciencia, progresa. De continuo surgen nuevas investigaciones cuyas hipótesis se contraponen a veces con la visión romántica de nuestros orígenes. Y no es una decisión fácil elegir entre el análisis científico y la magia de las leyendas en instituciones que como la Masonería descansan sobre las profundas raíces sicólogas del rito.

No obstante lo anterior, las Grandes Logias que giran alrededor de las decisiones inglesas sostienen que la "Regla" a seguir para la definición de una Gran Logia como Regular es la observancia de los ocho puntos de Londres de 1929 y sus modificaciones de 1989, recogidos en las diversas confederaciones regulares.

Es una confusión sobre la que no se pronuncian oficialmente las Grandes Logias Regulares y sobre la que existe una especie de pacto tácito de no cuestionar formalmente por prudencia, y para no colocar en peligro la tan preciada Regularidad. Sobra mencionar que este tema está proscrito de las conclusiones de las reuniones de la CMI, a pesar de que cuando ocasionalmente algún asistente lo trae a colación corre el peligro de que le contesten como lo hicieron a un Gran Maestro Regular de Colombia en el año 2003: Hermano, yo creo que usted se equivocó de Masonería.

Entonces tenemos, para resumir, que los verdaderos Landmarks modernos, cuya no observación total o parcial desune a los Masones son los ocho puntos en mención. De ninguna antigüedad incontestable se trata. Solo eso: un requisito diplomático de relacionamiento promulgado unilateralmente por una Gran Logia monárquica, dogmática y conservadora que ha utilizado a la Masonería como un instrumento más de la política colonial del imperio británico.

Lo paradójico del caso, es que aún desapareciendo el interés geopolítico de hacer uso de la Masonería para nuclear la clase dirigente local colaboracionista de las colonias, el concepto de Regularidad sobrevive en las relaciones diplomáticas interpotenciales a partir del desconocimiento general de su origen y sentido real, y/o los conflictos internos Masónicos que se viven en cada país.

En el idioma castellano se entiende por "regularidad" la exacta observancia de una Regla, entendida ésta como la ley o el precepto universal que debe observar un cuerpo religioso.

Pero para la Masonería no es lo más adecuado, al menos en forma generalizada, que se le atribuya la posesión de una Regla, sino que debemos considerar los distintos Linderos, término propio de constructores para referirse a las marcas de separación entre lo Masónico y lo profano; y también las Declaraciones de Principios, Constituciones y Estatutos, documentos más acordes con la época actual y con organizaciones democráticas.

En esta perspectiva, un análisis detenido nos lleva a concluir que no existe una norma superior única que rija la Masonería, sino normas superiores de cada Rito y Obediencia, de lo que constituyen ejemplos: los Landmarks de la Masonería inglesa, aparentemente inspirados en la Constitución de Anderson de 1723, con sus reformas conservadoras de 1738, concretados en las normas de reconocimiento de 1929 y su actualización de 1989; los Antiguos Linderos del Rito Primitivo de Francia, emitidos en París en 1523 y reformados en Londres en 1651; las Grandes Constituciones de 1786 y sus reformas del Convento de Lausana de 1875, de la Confederación de Supremos Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado; los Cinco Principios de 1825 que constituyen los Antiguos Límites del Rito Nacional Mexicano; y las Declaraciones de Principios, Constituciones y Estatutos de todas las obediencias que han establecido a estos documentos como su ley Masónica suprema.

Es comprensible que la Masonería inglesa, que tuvo como antecedente formativo unos gremios-cofradías católicos y que se caracteriza por su religiosidad, entienda la regularidad en la forma tradicional religiosa y que, debido a la naturaleza del sistema jurídico inglés, no haya coincidencia exacta de cuál es el contenido de la Regla a seguir y por tanto, la Gran Logia Unida de Inglaterra se haya visto obligada a emitir unas Normas de Reconocimiento que pretenden incorporar lo fundamental de lo que, en criterio de ésta obediencia, ella abarca. (…)

Sobre todo en tierra francesa, el histórico Gran Oriente de Francia ha velado por su soberanía y por tanto le han tenido sin cuidado las posibles descalificaciones inglesas por su forma de entender, practicar y regular la Masonería, sin que por esto deje de ser regular, es decir sujeta a una "Regla", pero a su propia Regla, que no ha sido otorgada o heredada, sino libre y democráticamente acordada y actualizada, es decir, su Constitución.

Sin embargo, tanto la forma inglesa como la francesa de entender la Masonería se han extendido por el mundo. La primera lo ha hecho por medio de "Patentes", rezago de unas costumbres monárquicas que nos vienen de épocas en las que los derechos, entre ellos el de libre asociación, no eran reconocidos como inherentes a la calidad humana, sino que se adquirían por concesión graciosa de monarcas y poderosos. La segunda ha surgido de forma más natural y no siempre debido a la influencia francesa, sino en ejercicio de la soberanía de cada potencia.

Cuando lo que priman son las patentes y las actitudes imperialistas y coloniales, una sola potencia impone a las otras su forma de ver las cosas; pero cuando prima la libertad y el respeto, surgen las organizaciones internacionales en que cada potencia integrante actúa en igualdad de condiciones que las demás y entre todas buscan líneas de entendimiento común.

Un caso paradigmático que ilustra esta forma de concebir una soberanía Masónica libre de ingerencias foráneas lo ofrecen los cinco puntos que rigen el Rito Nacional Mexicano, aprobados el 22 de agosto de 1825. Ellos son:

1) El Rito Nacional Mexicano es libre e independiente como la nación mexicana;

2) El Rito Nacional Mexicano consta de un Supremo Gran Oriente y de una Gran Logia, bajo cédulas propias y legalizadas;

3) Los grados simbólicos serán tres (Aprendiz, Compañero y Maestro); y los altos grados serán seis con las denominaciones que después se adoptaron de Maestro Aprobado, Caballero del Secreto, Caballero del Águila Mexicana, Perfecto Artífice, Gran Juez y Gran Inspector de la Orden;

4) En cada estado de la República se instalaría una Gran Logia compuesta por lo menos de 5 logias; y

5) Se trabajará por el mejoramiento del hombre y sus virtudes, en aras de la sabiduría, la concordia y la fraternidad.

En desarrollo de esta iniciativa, la primera Gran Logia Nacional Mexicana se instaló el 26 de marzo de 1826, con el nombre de La Luz, conformada por cinco Logias: La Anahuacense, Igualdad, Despreocupación Indiana, Luz Mexicana y la Logia Independencia, en la que fue iniciado Benito Juárez.

Grandes rasgos de la Masonería de hoy

Tres son las concepciones Masónicas que desde el siglo XIX se diferencian según las condiciones de implantación, la historia y la religión dominante de la población en que se desarrollan. Ellas determinar las relaciones interobedenciales y los criterios para determinar la Regularidad. Las podemos agrupar de la siguiente manera:

a) La de los países escandinavos y Prusia, en donde la Masonería es cristiana protestante y conservadora;

b) La del Reino Unido y los países angloparlantes, sea la de Masones blancos o la de negros, en donde está considerada como una institución filantrópica y caritativa que afirma reunir a creyentes de diferentes confesiones, aunque en la práctica hay muy pocos que no son cristianos. En este grupo, se destaca el amor al país y la devoción a sus ideales que profesan los estadounidenses y el apoyo de los ingleses a los intereses del imperio británico; y

c) La de Europa continental y la inicial de América Latina, en donde la Orden se ubica en las huellas de la Revolución Francesa, la independencia de las naciones americanas, la referencia a los Derechos Humanos, la exigencia opcional en la creencia en un Dios y en la inmortalidad del alma, y una opción laica y progresista, sobre todo en los países de mayoría católica, que la hostilidad de la iglesia Católica ha ayudado a fortalecer. Este sector de la Orden, posee valores más universales que los dos anteriores, por eso ha sido el más permeado por el ingreso de la mujer.

Naturalmente, este cuadro es esquemático, y en la práctica varias concepciones pueden coexistir en una misma Gran Logia.

A grandes rasgos, cada grupo se mueve como placas tectónicas en la Masonería, y todos a la vez enfrentan con diferentes respuestas la llegada masiva de la mujer a la Orden.

Para citar un solo caso: el Gran Oriente Latinoamericano GOLA en una reunión de su Gran Consejo de la Orden celebrada en mayo de 2004, dejó de definirse como una Obediencia mixta para en lo sucesivo hacerlo como una Gran Logia de personas. Indiscutiblemente es una respuesta que la sociedad actual admira y respeta más que la teoría que sostiene que la Masonería es una Orden conformada exclusivamente por hombres, en donde las mujeres solo pueden adelantar obras benéficas de apoyo.

Esto hay algo crucial, porque la forma como perciba el mundo contemporáneo a la Masonería, dependen las posibilidades de que ella progrese. Si esas calificaciones son favorables, crece significativamente la probabilidad de contar con más y mejores aspirantes. Si no, el futuro se hace más difícil de prever.

Algo muy parecido se puede afirmar de las tendencias esotéricas y racionales que coexisten al interior de la Orden. Algunas personas que vienen de contextos intelectuales y académicos de preocupaciones sociales y métodos científicos se han quedado mudos al iniciarse en una Logia mística cuyos trabajos se mueven alrededor de las antiguas tradiciones egipcias, rosacruces, órficas, pitagóricas, cabalísticas, etc. Igualmente, Masones con inclinaciones esotéricas se la pasan

renegando porque la Masonería no se dedica enteramente a estos trabajos iniciáticos y se distrae con asuntos de interés social que consideran impropios de los estudios tradicionales. Esta amalgama es difícil de entender para un extraño a la Orden, pero no para los Masones que conviven con ellas sin mayores problemas fraternales. Algunos aprenden a convivir dentro de la Orden con esa parte inesperada de la Masonería y otros simplemente optan por retirarse buscando otros campos más afines con lo suyo en la sociedad civil.

Se deben evaluar seriamente muchas de las obras que efusivamente se recomiendan a los aprendices. Una cosa es enseñar los contenidos de los símbolos y la forma subjetiva en que deben ser interpretados de acuerdo a una particular conformación sicológica e intelectual, en desarrollo del método de construcción Masónica; y otra muy distinta es leer los famosos Manuales de Magister, que aportan poco acerca de lo fundamental para un Masón, como es la libertad de pensamiento y de conciencia, la autonomía personal, la tolerancia frente a lo que es sensatamente tolerable, el combate activo contra el mal, el uso de la razón y la educación del intelecto.

Los proselitismos ideológicos, políticos, metafísicos, teosóficos, tradicionalistas, esotéricos, místicos, cabalísticos, pitagóricos, órficos, dionisianos, religiosos, teológicos, o de cualquier otra índole, corresponden a otros espacios más específicos de adoctrinamiento.

Lo realmente Masónico es el punto de encuentro neutral y respetuoso de personas que piensen y tengan (o no tengan) creencias distintas, y es lo que permite enriquecerse con el contacto con lo diferente. Esta es la virtud que diferencia el método de construcción Masónico del rol del mismo ciudadano en otras sociedades filantrópicas, organizaciones no gubernamentales (ONG), clubes de servicios, tertulias, etc.

De todos modos, lo históricamente comprobado, es que la asociación que se crea en Londres en 1717 tiene una vocación enteramente secular. Las Constituciones de Anderson no poseen ninguna referencia esotérica ni en ellas se habla de Iniciación.

La cuestión del género en la Masonería

El siglo XX presencia un acontecimiento importante al interior de la Orden: la mujer se incorpora de lleno a los trabajos de la Masonería Especulativa en igualdad de condiciones con el hombre. Aunque el fenómeno no era nuevo, ya que existe antecedentes importantes en la Masonería Especulativa desde el siglo XVIII, especialmente en Francia y España. Y contaba con precedentes innegables de 6 siglos de antigüedad en la Masonería Operativa. El Manuscrito Regio de 1380 menciona las características, la fuerza y la difusión.

En el Perú la masonería femenina ya trabajaba desde 1879 siendo figura importante la masona Clorinda Mattos de Turner, quién dirigía el semanario "El Perú Ilustrado", que tuvo un serio revés por la publicación del relato Magdala del escritor brasileño Henrique Coelho Netto (23-VIII-1890), considerado sacrílego, fue causa de que el arzobispo de Lima Manuel Antonio Bandini prohibiera bajo pena de pecado mortal la lectura, venta y difusión de El Perú Ilustrado. Aunque Clorinda Matto alegó que el relato había sido publicado sin su consentimiento. La Iglesia inició una campaña en su contra, que ocultaba el motivo real del enfado: la publicación un año antes de la novela Aves sin nido, en la que se hacía denuncia de la corrupción del clero. Finalmente, tras ser excomulgada, el 11 de julio de 1891 Matto presentó su renuncia para que se levantase la censura eclesiástica contra el semanario, algunos estudiosos masones afirman que la cuestión de fondo fue que Clorinda era masón y la iglesia por entonces tenía un sentimiento anti masón muy exacerbado.

En Europa el detonante de esta adaptación de la Masonería a las nuevas condiciones sociales, lo constituyó la iniciación de la prestigiosa periodista y feminista Marie Desraime en la Logia Los Librepensadores de Perq, ubicada en Perq, una pequeña ciudad cerca de París, Francia, el 14 de enero de 1882. Cuatro meses después, ante la polémica desatada por la novedad se le suspendía la calidad de Masona. Ante esto, Marie Desraime de 68 años de edad con la colaboración del Dr. George Martín, médico y consejero municipal de París por el Radicalismo, de 48 años, fundó el 4 de abril de 1893, la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano, que hoy cuenta con cerca de 30.000 miembros pertenecientes a casi 2.000 Logias, en 75 países de todos los continentes; y que por otra parte, ha generado casi un millón de Masones y Masonas partidarios de la mixticidad trabajando sin problemas en múltiples Obediencias mixtas y femeninas, en los principales Ritos Masónicos.

La primera Gran Logia de mujeres creada en el mundo lo fue la Gran Logia Femenina de Rumania, en 1922, y la segunda, la Gran Logias Femenina de Francia en 1945, de mucha mayor proyección y actividad internacional, por lo que suele encontrarse en la literatura histórica de la Orden que la francesa fue la pionera.

La Logia Los Librepensadores de Perq, era una de las doce Logias que se retiraron del Gran Oriente de Francia el 8 de agosto de 1880 para fundar la Gran Logia Simbólica Escocesa.

Inicialmente redactó sus reglamentos de tal forma que permitieran la iniciación de mujeres, pero al no ser autorizados estos Reglamentos por su Obediencia, en un acto de rebeldía decidió iniciar a Marie Desraime, cambiando para siempre el rumbo de la Masonería.

La Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano, deja a opción de sus Logias jurisdiccionadas el trabajar: A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y/o Al Progreso de la Humanidad, y se declara respetuosa del laicismo y de todas las creencias relativas a la eternidad o no eternidad de la vida, aclarando que sus miembros buscan ante todo, concretar en la Tierra y para todos los humanos el máximo desarrollo moral e intelectual. Igualmente han elevado a mandato constitucional el que los principios y el método de trabajo adoptado son los de las Grandes Constituciones de 1786, revisadas por la convención de los nueve Supremos Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado que fueron representados en Lausana, Suiza, el 22 de septiembre de 1875 (Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano. Constitución Internacional, Arts. 3 a 8, 2002).

En la cúspide de la estructura organizacional de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano, se encuentra el Supremo Consejo de Soberanos Grandes Inspectores Generales de la Orden Masónica Mixta Internacional, El Derecho Humano fundado el 11 de mayo de 1899, integrado por Masones y Masonas poseedores del Grado 33° del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, por un dignatario con el título de Muy Ilustre Presidente Gran Maestre de la Orden y también Muy Poderoso Soberano Gran Comendador.

Las Logias no se federan en Grandes Logias, sino en Jurisdicciones, bajo la dirección de un Delegado del Supremo Consejo, si se da la circunstancia de que trabajen, en un mismo país, por lo menos dos Logias y 20 Maestros Masones. Pero si laboran en una misma nación un mínimo de cinco Logias Simbólicas con cien miembros entonces se constituye una Federación.

En 1902 se fundó la primera Logia del Derecho Humano en Gran Bretaña, en 1903 en los Estados Unidos y en 1919 en Latinoamérica.

El impacto de la incorporación masiva de la mujer a la Orden a partir de la iniciativa de Perq ha sido tal, que, un siglo después, en pleno siglo XXI, muchas Grandes Logias y Grandes Orientes masculinos aún no se sobreponen, ni aceptan la realidad de un hecho que ya está consumado.

¿Qué decir de la Masonería mixta, que está presente en más de 60 países del mundo? ¿Y de la femenina, que actúa como por espejo y no admite a los hombres? De la existencia actual de estas Grandes Logias femeninas, y de Logias independientes o jurisdiccionadas a ellas, que así discriminan a los hombres, existen datos ciertos en las siguientes 42 naciones: Francia, Inglaterra, Bélgica, Suiza, España, Luxemburgo, Letonia, Lituania, República Checa, Italia, Polonia, Rusia, Rumania, Bulgaria, Serbia, Líbano, Alemania, Grecia, Hungría, Turquía, Portugal, Isla Mauricio, Marruecos, Togo, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Congo, Benin, Senegal, Guadalupe, Martinica, Venezuela, Brasil, Puerto Rico, Haití, México, Chile, Perú, Bolivia, Estados Unidos y Canadá. Ninguna de ellas de adopción y la mayoría practicando el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en primer lugar, y el Rito Francés en segundo.

Para facilitar la propagación de la tendencia femenina en el mundo se ha dispuesto por parte de algunas Grandes Logias Femeninas el mecanismo de crear Logias llamadas Itinerantes que viajan al lugar en que existen mujeres con deseos de ingresar a la Orden, las inician, les aumentan el Salario, las Exaltan, y cuando existe la posibilidad de Levantar las Columnas de una Logia Justa y Perfecta, lo hacen bajo su jurisdicción. Luego esperan que el nuevo Taller crezca, les ayudan a crear dos o más Talleres, para finalmente fundar una nueva Gran Logia Femenina. Entre las más activas en esta política, parece estar la Logia Rosa de los Vientos, creada en París el 12 de marzo de 1978, bajo los auspicios de la Gran Logia Femenina de Francia, que se dedica a la iniciación de mujeres en todo el planeta.

El impulso de la Masonería Femenina es tan fuerte, que en solo la década de los 70 del siglo XX se levantaron las Columnas de 76 Logias de este estilo en el territorio de Francia, y al cerrar el año 2005 la principal Obediencia Femenina francesa contaba con 11.500 Masonas activas, un guarismo cuatro veces superior al del total de los Masones que ostenta Colombia, y mayor que el del número de Masones de los 5 países independizados por Simón Bolívar.

En París, en el año 1982, las Grandes Logias Femeninas de Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Portugal, Suiza y Grecia, crearon el Centro de Enlace Internacional de la Masonería Femenina (Centre de Liaison International de la Masonnerie Femenine CLIMAF), el cual se ha venido reuniendo puntualmente cada dos años, aumentando siempre el número de Grandes Logias participantes. En la fecha de su fundación CLIMAF acordó que su objetivo sería el de …. crear para las Obediencias miembros un espacio de reflexión y de acción común para promover los valores de la Francmasonería universal..

De las Masonas que han sido orgullo de la Orden y han prestado sus luces a la humanidad, podemos destacar en el siglo XIX a la escritora francesa y defensora de los derechos de los trabajadores y la igualdad de la mujer Flora Tristán, y a la anarquista y heroína del pueblo de París Louise Michel; en el siglo XX se distinguen con luz propia la franco americana cantante, bailarina, defensora de los derechos civiles de los negros y miembro de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial, Josephine Baker, así como el primer latinoamericano en recibir el Premio Nobel de Literatura, la chilena Gabriela Mistral.

La Masonería y las opciones sexuales

El día 9 de septiembre del año 2006 la Agencia France Press (AFP) anuncio a todos sus abonados del mundo entero, la celebración de la Gran Logia Femenina de Francia (GLFF), para el Reconocimiento Conyugal de una pareja de lesbianas. En esta ocasión la Masona, profesora de unos sesenta de años de edad, declaraba a la agencia noticiosa que ."Hacemos esto porque este gesto tiene alcance político, para aproximarnos la igualdad de los derechos, sin ninguna exclusiva" añadiendo a continuación que "No hay persecución o exclusión en la GLFF, pero no hay posición al respecto y nuestra idea busca que la pareja homosexual sea normalizada ".

A la ceremonia asistieron gran cantidad de Masones y Masonas de otras Grandes Logias y Grandes Orientes que con su presencia ratificaron un contenido más incluyente que el tradicional para la libertad y el respecto a las diferencias.

Aunque la noticia sorprendió por lo novedoso del tema, colocó sobre el tapete el viejo tabú de la Orden de la existencia de homosexuales de ambos sexos en sus columnas. Ya desde hacía un año y motivada por múltiples discusiones al respecto, la misma GLFF había aprobado una reforma constitucional para que las parejas de lesbianas pudieran participar en estas clases de ceremonias sin ningún problema.

La verdad es que siempre han existido Masones homosexuales. La Orden se enorgullece en público de la calidad de Masón de Federico II, Rey de Prusia, a quien se le atribuye la redacción de las Grandes Constituciones por las que se rige el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, a pesar de su inocultable conducta homosexual. Igualmente, se honran los Masones de haber contado en de sus filas a homosexuales de la talla de Leonardo da Vinci y Oscar Wilde, entre muchos otros. Sin contar, con que en cada Gran Logia se dice en voz baja la condición de gay de algunos de sus miembros.

Pero en Francia la Masonería ha llevado más lejos la tolerancia frente a los gays y las lesbianas. Allí existe desde hace varios años una asociación denominada Los Hijos de Cambaceres (Les Enfants de Cambacérès) integrada por homosexuales de ambos géneros que pertenecen a diferentes Grandes Logias, la cual honra la memoria del Masón homosexual Jean Jacques Regis de Cambaceres, (1753 . 1824), Duque de Parma, Archiduque del Imperio, segundo cónsul de la República francesa, después del 18 de brumario, de 1799 a 1804, miembro de la Academia de Francia, jurisconsulto destacado y de los autores principales del Código Civil Napoleónico al cual además le redactó su prólogo.

Jean Jacques Regis de Cambaceres, en su vida Masónica desempeñó la dignidad de Gran Maestro Adjunto del Gran Oriente de Francia desde 1806 hasta 1815, periodo en el cual se crearon 1.200 bajo su influencia, y además fue miembro del Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Los Hijos de Cambaceres, en su página web (http://www.cambaceres.net/) manifiestan que esa agrupación es: Una fraternidad Masónica interobedencial que brinda un espacio de libertad de expresión y de oportunidades para los Masones y Masonas gays y lesbianas en Francia. Ella trabaja sobre diferentes reflexiones con el fin de promover sus ideas de progreso y de tolerancia.

Después de varios años, un grupo de Masones ha buscado un lugar para que, en plena libertad de expresión, puedan abordar un tema que toca sus propias vidas privadas y que no pueden expresar sin dificultad en sus respectivas Logias: el homosexualismo..

Declaración des Enfants de Cambaceres

Hace algunos años, cada día más y más, masones y masonas estaban en la búsqueda de un lugar de intercambios y de palabra, donde pudieran exponer lo que ellos y ellas viven de más personal en lo privado y de lo cual no podían hablar sin dificultad en las logias, es decir, de la homosexualidad.

Sea que, la organización interna de las obediencias no está concebida para tratar de otra cosa que temas simbólicos y en ese caso la homosexualidad no es un tema posible, o bien, las obediencias practican un ostracismo de manera larvada cuando se trata justamente de abordar esta cuestión.

El mundo profano ha cambiado mucho en este sentido en los últimos años y no teme hablar de ello de manera muy clara. El ciudadano ha sido, y sigue siendo, bien informado de los debates sobre el PACS, la homo-parentalidad y todos aquellos temas que interesan a los homosexuales.

Al interior de las Obediencias, el silencio pesa sobre estos temas como si fueran un tabú todavía. Desde los comienzos de la masonería especulativa, muchos hermanos y más tarde las hermanas han sido también homosexuales. De nada sirve negarlo. Al contrario, la masonería puede y debe sentirse orgullosa que hermanos y hermanas hayan podido combatir por las libertades y la tolerancia, lo que representaba a veces un riesgo para sus propias vidas.

Masones y masonas son hoy en día miembros activos en las organizaciones de lucha contre el Sida y esto prueba que sus compromisos personales son tan importantes como los espirituales y esto va de acuerdo con el juramento dado a la entrada en masonería. De esta manera ellos y ellas practican a un alto nivel la virtud masónica, que los rituales definen diciendo, preferir a todo la Justicia y la Verdad. Esto muestra la luminosa Victoria sobre las tinieblas de la ignorancia y la exclusión.Este espacio requerido por hermanos y hermanas fue creado en 1999 al exterior de la Obediencias. Se trata de la Fraternal " Los Hijos de Cambacérès ".

Jean-Jacques Régis de Cambacérès era Arquicanciller del Imperio, Administrador General y después, Gran Maestro-Teniente del Gran Oriente de Francia, Soberano Gran Comendador del Supremo Concejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Gran Maestro de los Caballeros Benefactores de la Ciudad Santa e igualmente redactor del Código Napoleón. Habiendo escogido esta figura emblemática, que intervino por la despenalización de la homosexualidad e hizo que dejara de ser considerada como un delito a través de las sucesivas publicaciones del código civil, y es así que hemos querido rendir un homenaje a este maravilloso Hermano que nunca ocultó su homosexualidad y que representa un modelo para los masones del mundo entero.

Nuestra fraternal, la primera de este género en el mundo, está compuesta de hermanos y hermanas de diferentes Obediencias, que decidieron no quedarse atrás en la sociedad civil y reunirse mensualmente para hablar libremente entre ellos y ellas de temas que nunca son abordados en sus talleres respectivos. La fraternal posee un comité de diez miembros y una carta que contiene exigencias éticas, similares a las de todas las Obediencias, en lo que se refiere al funcionamiento de este tipo de estructuras inter-obedienciales.

Les Enfants de Cambacérès se enriquece de valores de tolerancia y progreso, de elevación de espíritu y de espiritualidad, que se reciben al comienzo en las Logias y que hoy rinden honor a las formas modernas y tradicionales de la masonería. Estamos así orgullosos de ser los depositarios y herederos.

En nuestras reuniones mensuales, recibimos intelectuales, hombres y mujeres de la política, periodistas, magistrados, responsables asociativos, que aceptan de compartir con nosotros diversas ideas, con el fin de luchar contre la calamidad que es la homofobia.

Nuestra fraternal había funcionado de manera muy confidencial hasta el día en que una revista reveló nuestra existencia, con términos elogiosos, lo que provocó que nos hallamos encontrado involuntariamente frente al punto de mira mediático.Teniendo en cuenta nuestra identidad doblemente minoritaria (puesto que nosotros escogimos la masonería, mientras que la homosexualidad fué involuntaria pero finalmente asumida) nosotros formamos igualmente un laboratorio de ideas que mezclamos de manera original. Reflexionamos sobre conceptos nuevos, a los que nuestras Obediencias deberán confrontarse en razón de la evolución de las costumbres y los comportamientos del mundo profano en el cual ellas escogen sus futuros miembros.

Más concretamente. Cómo explicar a hermanos y hermanas que la homofobía representa una forma de racismo y como tal, no debería existir dentro de un Orden que implora la tolerancia ? Puede una Logia rechazar la entrada en masonería a un profano que contrató por ejemplo un PACS y de esta manera la Obediencia desobedece a las leyes de la República, mientras que durante une ceremonia de iniciación, la misma Obediencia declara a sus miembros someterse a sus leyes? Nosotros sabemos que ciertas Logias han rechazado profanos por esa razón. Sabemos también, y ciertas experiencias lo han mostrado, que la homosexualidad ha sido un obstáculo para el acceso al Veneralato y a responsabilidades dentro de las Obediencias, como si ser diferente fuera sinónimo de deshonor para el Taller o el Orden entero. El ejemplo de Jean-Jacques Régis de Cambacéres nos permite afirmar que ser homosexual no impide en nada el hecho de asumir importantes responsabilidades.Sin embargo, algunos hermanos y hermanas se sienten aislados dentro de sus Logias, a pesar de haber esperado encontrar allí Fraternidad y Tolerancia. Que decepción al constatar que los principios de la masonería parecen no ser que vanas palabras, de los cuales parecen satisfacerse ciertos Talleres incapaces de hacer buen uso de ellos, en caso de homofobia latente o claramente expresa. El desamparo de ciertos masones deja de ser una simple idea y se vuelve una dura realidad.Estamos convencidos, y es todo el interés que tiene nuestra asociación (llamada " fraternal " justamente) y ahora podéis entender mejor su razón de ser para una comunidad que ha pagado y sigue pagando caro su propia existencia, desde los campos de concentración, hasta la hecatombe del Sida.

Sin duda alguna, tenemos aquí una manera original para que Hermanos
y Hermanas de buena voluntad puedan contribuir a la construcción del
edificio masónico, y que su calidad de Universal no sea usurpada, estando
así en completo acuerdo con la citación sobre la masonería
que ahora os proponemos (fue sacada de la página internet de un obediencia
francesa): " Qué caracteriza el universalismo de la masonería
? Es la expresión de nuestro "saber ser" que aparta los prejuicios
y la intolerancia, que reconoce y recibe al "otro" cualquiera que
sean sus particularidades espirituales, culturales y sociales, pues lo importante
es que sencillamente sea un Hermano "

 

 

Autor:

Herbert

herberthore1[arroba]hotmail.com

Partes: 1, 2, 3, 4
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