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Historia de la policía peruana en el siglo XX (página 2)



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Es pues el policía en Piura o en cualquier parte de la Patria, un ente de servicio social, regulador del ejercicio de las libertades en defensa Persona Humana y el respeto de su dignidad y aparece pues en la misma actividad social del hombre, permitiéndole protegerse y resguardarse de manera individual y también de forma comunal.

CAPÍTULO II

1. Cambios radicales en la policía peruana.

Los cambios en las estructuras gubernamentales, debido a la explosión demográfica, permitió modificaciones en las diversas instituciones del Estado, incluidas entre ellas las fuerzas del orden, que a pesar de encontrarse legalmente bajo el comando militar en lo relacionado al orden público, desarrolló modernas modificaciones que en su momento permitieron el control del orden público y de la delincuencia.

1.1. Conflictos sociales y diversidad de gobiernos.

Concluidas las acciones belicistas por el conflicto armado con Chile, las riendas del Estado estuvieron nuevamente en poder militar, que no fue del agrado de la población civil, esto motivó una alianza entre el Partido Demócrata y la Unión Cívica, que culminó con el rechazo total al militarismo y el posterior ingreso a la casa de Pizarro de Nicolás de Pierola, quien promovió una política de austeridad estatal, con la finalidad obtener recursos para satisfacer las necesidades del pueblo. En este período de gobiernos civiles, salvo Billinghurst, estuvo dominada por una élite económica y social, formada por hacendados, hombres de negocio, catedráticos y profesionales que buscaban imponer en el Perú un modelo de desarrollo similar al europeo o los estados unidos; la vida política se vió sacudida por las características de los inicios de un nuevo siglo.

Desde los primeros años del siglo XX, las actividades policiales se desarrollan conforme se incrementa la población, los problemas internos son cada vez mas tensos, crisis sociales, inestabilidad motivan la reacción del campesinado mediante sublevaciones como las de Huanta o Rumi Maqui, o la realización de actividades subversivas, asesinatos de personalidades, agitaciones de sindicalistas, marchas, huelgas, paros generales que reclamaban solución a sus problemas. Un descontento popular general. No se trataba de pequeños grupos de personas, a los que se podía controlar fácilmente, recordemos que en este período se presentaban marchas, paros que congregaban a más de treinta mil personas en demanda de sus reclamos (Ver Figura 04), era entonces ineludible de implementar una policía moderna con mejores adelantos que puedan hacer frente a las actividades delincuenciales o sociales, ya que a pesar de ponerse en vigencia el código penal aprobado el 28 de Julio de 1924, no contuvo la ola delincuencial. Al no tener respaldo jurídico necesario, las detenciones por la alteración del orden público u otros delitos se veían disminuidas por leyes, que muchos infractores tomaban de escudo para su defensa como era el caso del Habeas Curpus, que garantizaban su libertad, encontrándose en vigencia desde 1897. Era necesario primero investigar para luego detener a los infractores, y así no ser denunciado por realizar una mala intervención o tener problemas contra la administración de justicia.

Figura 04

Es evidente que en los gobiernos realizados por presidentes civiles, se buscaban la reducción de los gastos militares, la crisis económica por la que se atravesaba era un motivo especial para justificar el reajuste o en otros casos por el temor de ver peligrar sus gobiernos presidenciales; es por ello que en su manifiesto de 1919, el Presidente José Pardo, hizo referencia especial al hecho de haber sido objetos de reiterados acerbos ataques de sus enemigos por no atender el progreso del ejército y no hacer las adquisiciones de material de guerra indispensables para la eficaz defensa de los derechos de la nación. El presidente Pardo justifica su decisión manifestando que imperiosas necesidades de orden financiero, a las que no se podían dejar de lado, determinaron reducir los efectivos del ejército al comienzo de su administración.[19]

La antesala al segundo gobierno del presidente Augusto B. Leguía no fue placentera ya que tuvo como preámbulo diversas manifestaciones sindicales en busca de mejoras salariales. Una de las protestas más radicales se realizó el 13 de Enero 1919, fue organizada por la mayoría gremios, teniendo una importante acogida, quedando la ciudad capital paralizada y sin alimentos durante los días 13, 14 y 15 de Enero, fue privada de los servicios básicos, que continuó con choques entre gendarmes y obreros, dejando graves consecuencias, así como nuevos rostros en la política local, como es el caso de la delegación de estudiantes universitarios integrada por Víctor Raúl Haya de la Torre; posteriormente se registró otro paro de diversos gremios que se inicio el 27 de Mayo culminando el 02 de Junio.

A pesar de que Augusto B. Leguía, aún no se encontraba en el territorio peruano, (primer paro), el clamor popular significaba un adelanto a los posibles problemas sociales que debía de enfrentar, incluidas las acciones extremistas cuyos grupos de huelguistas vitoreaban, haciendo alarde con bandera roja en mano. El acrecentamiento de los problemas se agudizó con el desarrollo de la primera guerra mundial (1914-1918), sus efectos y repercusiones en nuestro país dejaron consecuencias económicas y sociales incontrolables.

Definitivamente que los antecedentes que marcaron la Historia Peruana, demuestra que la reorganización policial iniciada por augusto B. Leguía, obedeció al igual que en muchos otros, a intereses políticos, partidarios, particulares y sociales; primero por la necesidad de reducir las tropas militares evitando posibles golpes de Estado como el ocurrido en su primer gobierno; segundo, por la necesidad de implementar una policía moderna que permita defender los intereses del Estado debido a los constantes problemas sindicales realizados por las malas condiciones laborales, gremiales; tercero, que le permitan por lo menos la confianza y seguridad en la casa de gobierno, ya que en su primer periodo, se produjo la toma de palacio, por un grupo de avezados delincuentes que ingresaron a palacio y lo tomaron de rehén sin lograr culminar su propósito, supuestamente en complicidad con el jefe de Estado Mayor, un oficial francés que se encontraba en nuestro país desde la administración del ex presidente Nicolás de Pierola. Jorge Basadre (1963, Tomo VIII, pp. 3558-3559) nos detalla en el siguiente texto las mínimas condiciones de seguridad que tenía en ese entonces el palacio de gobierno:

El 29 de Mayo 1909, el hermano y dos hijos de Pierola y algunos de sus amigos más decididos realizaron contra el presidente Leguía la revolución más audaz que registra la historia del Perú, desde el día en que los "caballeros de la capa" asesinaron a Francisco Pizarro. Pasaban según se dijo más de doscientos los conjurados, todos ellos fervorosos partidarios del caudillo demócrata; pero sólo alrededor de treinta acudieron a la cita. Un grupo encabezados por Carlos, hermano de Nicolás de Pierola y también por los hijos de éste, atacó, poco después de las dos de la tarde, la puerta llamada de honor en la calle palacio. El centinela de esta puerta Alejandro Champa y Quispe, murió por un disparo, otro soldado Pedro Potenciano Choquehuanca, fue herido de cuatro balazos en el pasillo que conducía a la sala de espera; otro grupo de revolucionarios, más pequeño mandado por Orestes Ferro, avanzó por la calle pescadería, sorprendió a la guardia de la Intendencia de Policía, desarmó a los soldados y se adueño de la Prefectura y el Ministerio de Gobierno, lograron apoderándose del presidente Leguía con tal, simplicidad, obligándolo a firmar su renuncia con una orden de transferencia en el mando del ejército, documento que se negó firmar.[20]

Con el antecedente relacionado a la disminución del presupuesto del ejército en gobierno del Presidente José Pardo, en la pronunciación de su manifiesto, al final de su gobierno, de igual manera pasó con el Presidente Augusto B. Leguía en su primer gobierno, no olvidemos que días antes de la revolución del 29 de Mayo, que por poco lo destituye de la presidencia de la república, él había firmado un decreto para reducir el número de efectivos del ejército con motivo de la difícil situación hacendaría.

Las presiones a las que estuvo expuestas el presidente en su primer mandato hicieron que tome las medidas necesarias, para mantener su estadía en este segundo período de gobierno, conforme lo corrobora el ex General GC Merino Arana, quien describe que el presidente Augusto B. Leguía, con Resolución Suprema emitida en Febrero de 1924 conformó un Batallón de Ametralladoras para seguridad de palacio de gobierno, al mando del Mayor Teodosio Alejandro Solís, que fue desactivada el 5 de Setiembre de 1930, por la junta militar presidida por el Comandante EP. Luís Sánchez Cerro, disponiendo el pase de aquella unidad al Ministerio de Guerra, bajo el argumento de que el orden estaba asegurado, olvidando de que se trataba de una fuerza destinada a prestar servicio de seguridad policial al presidente de la república, al personal que presta servicios bajo sus ordenes inmediatas y al local del palacio de gobierno.[21]

Figura 05.

1.2. Creación de nuevos cuerpos y servicios policiales.

La administración del presidente Augusto B. Leguía (Ver figura 05), en su segundo gobierno llevó a cabo una radical reforma en la institución policial, ella fue iniciada por Decreto Ley Nº 1163 del 07 de agosto de 1919, que reorganizaron la Dirección General de Policía, dando nueva distribución a los batallones de Gendarmes, formulando normas especiales para la nueva institución, creando una escuela de policía para los futuros guardianes del orden, cuya estructura quedó determinada en el decreto del 3 de Julio de 1922, estando conformada de tres secciones: superior o de oficiales para los cuerpos de Guardia Civil, Seguridad y Vigilancia; inferior o de tropa y de aspirantes a clases de los mismos cuerpos; y Especial de aspirantes a sección de Investigaciones y Vigilancia y a su anexa de Dactiloscopía.

1.2.1. Creación del Batallón de la Guardia Republicana del Perú.

Con la necesidad de poder controlar a los presidiarios o detenidos en proceso de investigación judicial se hace necesaria la conformación de un grupo de efectivos policiales que custodien el impedimento de la libertad, cuidando también la integridad física de los mismos. El primer elemento que parece existir sobre la creación de la ex guardia republicana, es el decreto de Manuel Pardo de 1873, que en su inciso 4 del Articulo 13º, se concreta la vigilancia de las cárceles en las capitales de los departamentos, primera misión de aquel cuerpo.

La partida legitima de su creación, la suscribe Augusto B. Leguía, por Decreto Supremo del 07 de Agosto de 1919, cuyo primer artículo dice textualmente: "Los Batallones de Gendarmes numero 1 y 2 tendrán la misma organización regimentaría de los cuerpos del ejército con sus efectivos y presupuesto actual, denominándose el primero Guardia Republicana al mando de un Tnte. Coronel, con 27 oficiales y 431 efectivos de tropa distribuidos en dos batallones de 2 compañías cada una; una sección de ametralladoras y la banda de músicos"

El 10 de febrero de 1931, se dió una nueva Resolución Suprema de reorganización de la Guardia Republicana, poniéndola al mando de un coronel, aumentando sus unidades con un batallón, así como al personal de la banda de músicos reconocida como la más famosa del país.

La junta de gobierno presidida por David Samanez Ocampo, en 1931, convirtió a la Guardia Republicana en el segundo regimiento de Infantería de seguridad, con el propósito de unificar las fuerzas policiales. (Ver Figura 06).

Figura 06

El presidente Sánchez Cerro el 29 de Febrero de 1932 reorganizó nuevamente la Guardia Republicana con plana mayor, servicios especiales, banda de músicos, sección fuera de línea, compañía de ametralladoras y 6 compañías de fusileros. A cargo de Crnl. Enrique Herbozo Méndez, como el primer jefe del regimiento de infantería (Ver figura 07)

La ley No 8072, fue la base orgánica de la ex Guardia Republicana dándole carácter de Instituto Militar, sin embargo el 17 de Agosto de 1942, Manuel Prado, reorganizó nuevamente al tantas veces reorganizado cuerpo, implementándolo con tres batallones, media compañía para Madre de Dios y sus servicios incluyendo banda de músicos, posteriormente su jefe tomó el nombre de Comandante General y luego el de Director General de la Guardia Republicana, creando ya en el año de 1963 su centro de instrucción, que le permitió cumplir de la mejor manera la misión de seguridad de establecimientos penales, custodia y seguridad de los Poderes Públicos, Ministerios, Prefecturas, Bienes y Servicios Públicos, auxilio a las Autoridades, detención y formulación de atestados a autores de delito flagrante y la vigilancia de las fronteras.[22]

La ex Guardia Republicana, se desempeño como parte de las tres de las instituciones tutelares de la policía y con funciones propias, cuya actividad fue siempre al control fronterizo, la seguridad de establecimientos públicos y privados y el resguardo de la parte exterior de los penales del país.

Figura 07

1.2.2 Creación del cuerpo de Investigaciones y Vigilancia.

Con nuevas leyes que obligaban a las fuerzas del orden primero investigar y luego detener se implementa la policía de Investigaciones dándose el decreto de 1873, que se refiere a agentes de policía secreta, que según estas investigaciones el antecedente más lejano de la organización de la ex policía de investigaciones del Perú.[23]

El 25 de noviembre de 1914, se creó el servicio de identificación en la sección antropométrica de la intendencia de policía de la capital, introduciendo la ficha dactiloscópica, a fin de sustituir la insegura forma de filiación a base del sistema de bertillón

El Decreto Supremo del 07 de agosto de 1919 en su artículo cuarto
destina cuerpos del entonces llamado cuerpo de investigación a las siete
comisarías, más tarde con la contratación ante el gobierno
de su majestad Alfonso XIII, de la misión española de la Guardia
Civil y la creación de la escuela de la Guardia Civil y policía
en 1922, se instruyó al personal de ex Policía de Investigaciones,
destinándole una sección a cada una de las comisarías de
la capital de balnearios y provincias, cuyo número variaba según
la importancia de la jurisdicción, constituyéndose la Guardia
Civil, Investigaciones y el Cuerpo de Seguridad y la Guardia Republicana en
un solo cuerpo policial, bajo un comando único que luego ha ido dispersándose
en multiplicidad de comandos.

En 1946, se crea la Dirección del Cuerpo de Investigaciones y Vigilancia dentro de la Dirección General de la Guardia Civil y Policía, posteriormente el 15 de Setiembre de 1948 se construye una Dirección autónoma, dependiente del Ministerio de Gobierno y Policía. Simultáneamente los cadetes de la Cuerpo de Seguridad y Vigilancia, que eran formados en la Escuela Nacional de Policía abandonan el alma mater de la institución para formar una escuela de formación autónoma. El 09 de Noviembre de 1955 se faculta el ingreso de personal femenino y el 02 de Mayo de 1956 egresa de esta escuela la primera promoción de mujeres agentes pertenecientes al cuerpo de investigación y vigilancia.[24] (Ver Figura 08)

La policía de Investigaciones ha prestado importantes servicios en la investigación de delitos y en la captura de delincuentes como es el caso del famoso bandolero Eduardo Arnao Pérez, quien fue capturado y muerto el 11 de Febrero de 1934, después que éste sembró pánico con la perpetración de asesinatos victimando inclusive al vigilante Cesar A Bazalar Montes, el 09 de Diciembre de 1933.

1.2.3. Creación de la Guardia Civil con el lema "El Honor es su Divisa".

Al inaugurar su gobierno Augusto B. Leguía en 1919, dispuso un cambio radical en la Policía, en 1921 contrató una misión de la Guardia Civil Española, para reorganizar las fuerzas de Policía y Gendarmería de la República. La Gendarmería de convierte en la Guardia Civil para el ámbito rural y en Cuerpo de Seguridad para las ciudades., según como lo detalla Luís Malpartida en su Derecho de Policía (1998, pp. 41-42). "El servicio policial se efectuada a través de tres cuerpos, La Guardia Civil en el área rural, el de Seguridad en el área urbana y el de Investigación y Vigilancia para los delitos y faltas en las Comisarías encontrándose bajo un sólo comando"[25]

Después de la segunda promoción de oficiales y de cabos egresados de la escuela de policía (Ver Figura 09) y a propuesta de la misión Española, se emitió un Decreto que comprendía la cartilla de la guardia civil, el reglamento militar, y el reglamento para servicio, todos reunidos en un solo cuerpo (Guardia Civil), constituyendo la piedra angular y más fuerte de las organizaciones policiales del Perú.[26]

Figura 09

Los miembros de la misión de guardia civil sentaron este principio al organizar y educar al nuevo cuerpo y el gobierno en todos sus actos y disposiciones, afirmó tan necesaria situación. El Honor es su Divisa de la Guardia Civil como la madre patria; una vez perdido no se recobra jamás. La frase "como la madre patria" fue introducida por el presidente Augusto B. Leguía en expreso reconocimiento de lo que era y es la Benemérita Guardia Civil española, con el evidente deseo de que la peruana fuese exactamente igual.

1.2.4. Creación de la sanidad de gobierno y policía.

Una historia destinada al conocimiento integral de la policía peruana no puede dejar de mencionar este importante servicio. El antecedente más remoto de la aparición de la sanidad de gobierno y policía, está en los decretos de Pardo de Diciembre de 1873.[27]

Es allí donde aparecen nombrados médicos destinados a la atención de los miembros de la policía de la capital y encarga esta misión a los titulares en el resto de la república recomendándoles atención preferente. El decreto de Augusto B. Leguía del 07 de Agosto de 1919, estableció una enfermería en cada comisaría; sin embargo hay algo más importante: la sexta sección del Estado Mayor de Policía estuvo constituida por la asistencia pública que entonces dependía del Ministerio de Gobierno.

El mencionado decreto creó también un servicio especial de camilleros, para el traslado de los accidentados que hoy no existe a pesar de tener una mayor población y un alto índice de accidentes. La actual sanidad se inició por decreto supremo del 12 de agosto de 1929, promulgado por Augusto B. Leguía.

El primer director de sanidad fue el Coronel Carlos Rospligliosi Vigil, quién llegó procedente del ejército a reorganizarla, teniendo en su haber servicios meritorios tales como su participación asistencial en el conflicto con el Ecuador, donde destacaron los Capitanes: Luís García Arrese, Jaime Herrera Ardiles, Washington Barrera Pajares, Luís García Duran, Pablo Lozano Vásquez y el sargento segundo enfermero: Ricardo Arana Aguayo quién inclusive actuó como combatiente. Son diferentes hazañas en las que los integrantes de la sanidad destacan por su entrega y arrojo.

1.2.5. Creación de la Escuela de Policía.

El decreto supremo del 07 de agosto de 1919, se contempla la contratación ante el gobierno de su majestad Alfonso XIII, de una misión española de la Guardia Civil y la creación de la Escuela de la Guardia Civil y Policía, conforme lo dispuesto por el presidente Augusto B. Leguía, quien no sólo se buscaba tener tres instituciones con funciones específicas, sino que deseaba perfeccionarlas en una sola escuela impartiéndoles conocimientos sobre las diferentes materias traídas de España, llegando a funcionar en 1922, en las mismas condiciones que los miembros de la misión militar francesa que operaba en el ejército, dictando el 16 de agosto de 1921 la siguiente resolución: información que es corroborada por el señor General GC Merino Arana, sobre la creación de la escuela de policía según lo describe en el siguiente texto:

La Policía española tendrá la misión técnica de la escuela de policía y se encargara: a) de organizar las fuerzas de policía y gendarmería de la república; b) redactar para su sometimiento a las cámaras legislativas cualquier proyecto de ley referentes a ascensos, haberes, premios, situaciones de los servicios; reglamentar las leyes; c) reglamentar las leyes que el congreso expidiera sobre los asuntos a que se contrae el inciso anterior, para su aprobación por el gobierno; 2 La misión referida dependerá del Ministerio del ramo, con lo cual entenderá por conducto de la dirección de policía.- Regístrese comuníquese y archívese.- rubrica del presidente de la Republica.[28]

Ya en nuestro territorio la misión española integrada por el Teniente Coronel Pedro Puyol España, el Capitán Bernardo Sánchez Visayres, el Teniente Adoilo Carretero Parreño y el sargento José Gómez Hernández, ascendidos en el Perú, a mérito del contrato, desarrollaron una deslumbrante labor que permitió en menos de 30 días la presentación al gobierno peruano de 12 proyectos que contenían temas relacionados a la finalidad, organización y funciones de las instituciones policiales, así como leyes de ascensos, de reenganches, de pensiones y retiros montepío y viudez, extranjería, reglamentos y la ley sobre la prostitución y profilaxis social. Este fecundo trabajo determinó al gobierno a dictar el decreto del 3 de Julio de 1922, información que es corroborada por el señor General GC Rómulo Merino Arana, según lo describe en el siguiente texto:

Que se halla en esta capital la misión española contratada para regentar la escuela de policía, mandada a crear por decreto ley de 07 de agosto de 1919, y estando para determinar el local consagrado al mencionado instituto, es urgente proceder a la organización y apertura del mismo, llamado a prestar a los custodios del orden público y de la seguridad personal, la instrucción que han de menester para el mejor desempeño de sus funciones; DECRETA:-1º.- Créase la Escuela de Policía de la República: 2º Es finalidad de la Escuela: a) La organización de un cuerpo de Guardia Civil similar al del Benemérita Española, sobre la base de los actuales Gendarmerías de la República: b).- La organización de otro cuerpo de Seguridad o de Orden Público, sobre la base de la actual Guardia Civil: c) la creación de un cuerpo de Investigación y Vigilancia.-Dado en la casa de gobierno, en Lima a los tres días del mes de Julio de mil novecientos veintidós.[29]

Esta nueva reorganización que permite la creación de la primera Escuela de Policía en el Perú, que promueve en 1923 (Ver Figura10), la primera promoción de oficiales y de cabos integrada por seis capitanes encabezados por Don José de Crusillat, Federico Fernald, German Medizabal, Arturo Zapata, Emilio Vega, Daniel Matto; tres Tenientes como Alberto Panizo, Carlos Chamorro, Maule Sevilla; 29 alfereces entre ellos Don Amílcar García, Isidro Ortega, Oswaldo Castañeda y 58 cabos.

Figura 10

1.3. Preconización de la moral y disciplina.

Luego de las primeras promociones de oficiales en la escuela de policía peruana, una de las preocupaciones fue elevación de la moral y el desarrollo de una sólida disciplina. El ejemplo constituyó un valioso medio para predicar moral, que los integrantes de la misión española lo presentaban irreprochablemente, la enseñanza diaria de la cartilla, no era otra casa que un amplio tratado moral y por último la sanción enérgica de la más leve falta, fueron elementos que hicieron de la moral doctrina y práctica acrisolada, rito y deber que nadie que se sintiera auténtico guardia, podía ni debía violar.

Tan profundamente se arraigaron los principios morales y disciplinarios, que al cometerse una falta el propio personal pedía severa sanción, la cual venía implacable. La orden de la Comandancia traía 15 y 30 días de rigor, por las más pequeñas faltas y la expulsión seguida de 30 días de rigor y corte de pelo a ras, era la medida extrema que sufrieron quienes no se identificaron en cuerpo y alma con la moderna doctrina. Fueron estos un número considerable, habiendo entrado muchos sin verdadera vocación creían fácil transgredir las disposiciones reglamentarias. Así también la disciplina y el porte militar se exteriorizaban en todas circunstancias y ante cualquier superior tanto, que al entrar un simple cabo a los dormitorios o encontrar a un grupo de guardias, el más caracterizado mandaba atención y saludaba al superior, dicho sea de paso que la austeridad y comportamiento de los clases, claro esta, la de los oficiales, como el ascendiente que ellos supieron ganarse, lograron estas manifestaciones automáticas y bellas de la disciplina que tanto bien hicieron a la disciplina policial.

1.4. Modernos servicios policiales para a la sociedad peruana.

A medida que se incrementaban los delitos y conforme aumentaba el crecimiento poblacional, los servicios policiales tenían la necesidad de ir incrementándose, modernizándose e ir ampliando su campo funcional a fin de poder satisfacer las demandas cada vez más extensas de la población, es por ello que conforme va pasando el tiempo la modernización de las unidades policiales va en aumento, así mismo es necesaria una mayor cantidad de personal y un mejor equipamiento.

Las actividades industriales, comerciales, laborales, administrativas y también delincuenciales se ven concentradas en la ciudad capital y con mayor incidencia en los departamentos con mayor índice poblacional, tal como se puede observar en la tabla (Ver tabla 01), que detalla la cantidad población según los censos realizados el 9 de Junio de 1940 y el 02 de Julio de 1961, donde las cifras en muchos casos entre un censo y otro superan un aumento poblacional en más del 50%, y por los consiguiente el aumento de unidades policiales se amplía de acuerdo a las necesidades producidas por el aumento desmesurado de la población. Las tres instituciones policiales, aumentan sus servicios de acuerdo a su campo de acción, aumentando la cantidad de personal, el apoyo logístico, acorde con el aumento demográfico poblacional.

La actividad delincuencial en 1932 en el departamento de Piura, tenía también resultados perjudiciales pero poco comparables con la problemática actual, Enrique López Albujar en sus caballeros del delito nos detalla información estadística de condenados en el año judicial de 1932, emitida por la Corte Superior de Justicia de Piura, donde se señalan los delitos cometidos en el departamento de Piura (Ver tabla 02).

CENSO DE POBLACIÓN REALIZADOS EN LOS AÑOS 1940 Y 1961

Tabla 01

DEPARTAMENTOS

CAPITALES DE CIUDADES

09 DE JUNIO DE 1940

02 DE JULIO DE 1961

Arequipa

Arequipa

60.725

135.358

Ayacucho

Ayacucho

16.642

23.768

Cajamarca

Cajamarca

14.292

22.705

Prov. Constitucional del Callao

Callao

69.406

155.953

Cuzco

Cuzco

40.657

79.857

Huancavelica

Huancavelica

7.949

11.039

Huanuco

Huanuco

11.966

24.646

Ica.

Ica

20.896

49.097

Junín

Huancayo

26.729

64.153

La Libertad

Trujillo

36.958

100.130

Lambayeque

Chiclayo

31.539

95.667

Lima

Lima

520.528

1436.231

Loreto

Iquitos

31.828

57.777

Madre de Dios

Pto. Maldonado

1.032

3.518

Moquegua

Moquegua

3.718

7.795

Pasco

Cerro de Pasco

17.882

21.363

Piura

Piura

19.027

42.555

Puno

Puno

13.786

24.459

San Martín

Moyabamba

7.046

8.373

Tacna

Tacna

11.025

27.499

Tumbes

Tumbes

6.712

20.855

Fuente: Jorge BASADRE. Historia del Perú. p. 4692.

Debido a la escasa información obtenida de los tres ex cuerpos policiales (Guardia Civil, Guardia Republicana, Policía de Investigaciones del Perú), no se ha determinado si los aumentos presupuestales eran equiparables con el aumentó la población, sin embargo conforme se ha sido el tiempo es notoria la creación de diversas unidades policiales al servicio de la comunidad. Elizabeth Acha referencia sobre este caso de la siguiente manera: Siento que me he aventurado a transitar por sectores vedados. Debo señalar al respecto que al inicio de mi investigación, fueron vanos mis intentos por acceder a la Policía Nacional, tanto desde el Ministerio de Interior, como desde la Dirección General.[30]

CORTE SUPÈRIOR DE JUSTICIA DE PIURA

Estadística de condenados en el año judicial de 1932

Tabla 02

Hombres: 166 Prisión : 115

Mujeres : 6 Prisión Condicional : 27

Multa : 9

T o t a l 172 T o t a l 172

Edad de 19 a 21 años 14 Casados 61

Edad de 21 a 30 años 81 Viudos 5

Edad de 30 a 50 años 68 Solteros 106

Edad de 50 a más años 9 T o t a l 172

T o t a l 172

Analfabetos 111 Blancos 4

Alfabetos 56 Indios y mestizos 168

Instrucción Media 5

T o t a l 172 T o t a l 172

Autores 171 Agricultores 35

Cómplices 1 Jornaleros 44

Empleados 9

Diversos 84

T o t a l 172 T o t a l 172

De los 172, 6 son reincidentes.

Fuente: Enrique López Albujar. Los Caballeros del Delito.
Estudio criminológico del bandolerismo en algunos departamentos del Perú.
p. 267.

1.4.1. Servicio de Correrías.

El servicio se establece por correrías, en sus respectivos emplazamientos y puestos de la línea de Puente Piedra, Santa Rosa, Lurigancho, y Lurín. Estas se extenderán desde las afuera de la capital en un radio de cinco kilómetros en los sectores indicados recorriendo las parejas los fundos, viviendas y tambos contenidos en dichos sectores presentándose a los dueños administradores o encargados para enterarse de las novedades y practicar los servicios reglamentarios en los casos de que no los hubiere.[31]

1.4.2. Escolta de Trenes.

A pesar que las actividades relacionadas al transporte de trenes se inician mucho antes de la modernización llevada a cabo en el gobierno del Mariscal Ramón Castilla, estas se ven implementadas en cada uno de los trenes de pasajeros correspondientes a las líneas de Ancón, Chosica, Lurín y Rió blanco custodiaba una pareja de la Guardia Civil, encargada del servicio de ellos.[32]

Estas parejas de efectivos del orden regresaran en el mismo tren y en caso de que éste no volviera el mismo día deberían aparecerse en la última estación donde encuentren tren de regreso para volver a su cuartel. El comandante jefe del cuerpo tomaba las disposiciones para arreglar este servicio de acuerdo con sus respectivos itinerarios a fin de que no quede tren sin sus respectivos custodios. Las parejas para este servicio se encontrarían en las estaciones media hora antes de la salida de cada tren, viajaran en segunda clase y observarían en su delicado servicio las prescripciones contenidas en el reglamento para la cual serían instruidas previamente por el jefe de la línea de infantería de la capital.

1.4.3. Policía de Tránsito.

Con una población superior a los 400 mil habitantes en la capital, era necesario implementar mejoras en lo relacionado al tránsito vehicular y peatonal, con un control aparentemente deficiente realizado por las autoridades municipales fue necesario la creación de una unidad que se encargara de controlar el tránsito en la ciudad, logrando iniciar sus funciones en le mes de Enero del año 1929, a mérito de la Ley 6468, en sustitución de la policía municipal que ejercía este control de manera deficiente a pesar de no existir un parque automotor de gran capacidad. La unidad de tráfico incorrectamente así llamada, inicio su instrucción en la escuela de la Guardia Civil y Policía a principios del expresado año y la continuó hasta Noviembre del mismo año.[33]

La instrucción estaba dividida en dos partes: la primera correspondiente a la formación general del entonces guardia de seguridad, de tal modo que estuviera preparado para actuar policialmente en cualquier momento y la segunda a una educación especializada de control de tránsito a cargo de profesores expertos, se seleccionaba al personal entre los de mayor talla, buena presencia y mayor preparación. La educación especializada estuvo a cargo de los profesores Cesar Ugarte y Maule Butta Farfán. Se les dió uniforme adecuado y se mostró interés por que la nueva unidad tuviera la eficacia requerida para cumplir su misión. La Unidad estuvo compuesta por un mayor jefe y dos compañías en un total de doce oficiales y 125 hombres entre clases y guardias. El primer comandante fue el Mayor Edilberto Salazar Castillo quien inició el servicio en la ciudad de Lima, el 02 de Noviembre de 1929.

1.4.4. Tropas de Asalto.

El 30 de diciembre de 1935 el gobierno del general Oscar R. Benavides dictó un decreto por el cual creó la compañía de asalto, destinada a la conservación del orden público y social y desempeño en servicios especiales. Dicha unidad estaba comandada por un capitán e integrada por dos tenientes, dos alfereces y 94 hombres del personal subalterno entre clases y guardias, siendo designado primer comandante el entonces Capitán Luís Rizo Patrón Lembeck. La citada unidad fue alojada en el cuartel San Francisco estando sujeta a rigurosa disciplina y una sólida formación moral.[34]

1.4.5. Policía de Caballería.

Este servicio vigilaría las carreteras del Callao, y avenida del Progreso, hasta el límite de la jurisdicción de la Prefectura del Callao; Avenida de la Magdalena, hasta Magdalena del Mar; avenida de Lurín hasta el Cascajal; y el camino de Chosica hasta Vitarte.[35]

Posteriormente, el 17 de marzo de 1930, el Presidente Augusto B. Leguía, mediante Decreto Supremo dispone la autonomía de la función de caballería en la Policía. Es en este momento histórico en que se traslada completamente la Unidad de Caballería Policial, jinetes y caballos de la Quinta Presa al Cuartel El Potao, quedando como Jefe del Regimiento de Infantería del Cuerpo de Seguridad de la República el Coronel Rufino Martinez y el Teniente Coronel Manuel Pella Cáceda fue nombrado como el flamante Jefe de Regimiento de Caballería en el Cuartel El Potao.

1.4.6. Radio Patrulla.

Con el nombre de Escuadrón de Radio Patrulla, fue creada esta unidad por la junta militar presidida por el general Manuel Odría el 08 de Junio de 1949, inicio sus actividades con un total de diez carros y el personal de oficiales, tropa y chóferes necesarios para conducirlos, dependiendo jurisdiccionalmente de la novena región de policía, siendo nombrado el Tnte. Coronel Isaac Ingunza Apolinario como primer jefe, dados los buenos resultados del servicio se creó la 29 Comandancia aumentando sus efectivos. (Ver Figura 11)

Figura 11

En 1950 se adquirieron 48 unidades móviles más, mejorando el servicio. Se estableció una estación central radiotécnica destinada a dirigir el servicio de los patrulleros alojándose el personal y sus servicios en el cuartel de la 21 Comandancia que tenía amplitud para regular las labores y atender a su mantenimiento y formular su reglamento.[36] Continuando su creación de unidades a nivel nacional.

1.4.7. Reconocimiento de la Policía de Investigaciones.

En 1956 nace la Escuela de Formación Autónoma de la Policía de Investigaciones, Vigilancia e Identificación y en 1960, mediante Decreto Supremo del 03 de Junio, se aprobó el Reglamento General de esta Institución cambiando de Nombre de Cuerpo de Investigación y Vigilancia, por la Policía de Investigaciones del Perú, cuya función policial fue la investigación de delitos, comunes y especializados que tenían que ver con la organización de bandas u organizaciones delictivas que operaban en las principales ciudades del país posteriormente se fueron creando en todo el territorio nacional con la finalidad de dar mejor protección a la ciudadanía que se veía asolada por delitos de esta naturaleza.

1.4.8. Batallón Antisubversivo "Llapac Atic".

Con incidentes subversivos que desde inicios de la República asolaron diversas zonas de nuestro territorio, hacía necesaria la creación de unidades especiales para combatir este flagelo, creándose en el mes de Agosto del año de 1960 el batallón anti subversivo al cual se le denomino los "llapac Atic", que fueron policías integrantes de la ex Guardia Republicana del Perú, que con una férrea preparación en esta materia lograron sofocar diferentes actos subversivos, contrarrestando cualquier contingencia que se pudiera presentar en cualquier lugar del territorio nacional, en esta época ya se habían advertido los primeros brotes guerrilleros en nuestro país. Preparados para vencer o morir, imbuidos de una mente con un sexto sentido temple de acero y corazón de hierro, una agilidad felina y una fortaleza a toda prueba. La denominación quechua "LLAPAC ATIC"[37] (Que todo lo puede).

1.4.9. Unidad de Desactivación de Explosivos (UDE).

Con las acciones subversivas realizadas a lo largo del territorio nacional, se hacía necesario una unidad de prevención de esta naturaleza; coches bomba, artefactos explosivos dejados en lugares estratégicos nos dejaban una sensación de que en cualquier momento se produciría una explosión, es por ello que el 31 de agosto de 1981 mediante Resolución Ministerial No 02501, fue creada la Unidad de Desactivación de Explosivos con personal de la Ex Guardia Republicana, estos en base a su participación en la lucha antiterrorista y las experiencias adquiridas por sus integrantes en las instituciones militares extranjeras que cumplían similares funciones teniendo como objetivo principal participar activamente en el mantenimiento del orden interno y preservar la vida y los derechos del ciudadano sin distinción alguna, así como mantener intangible los patrimonios públicos y privados contra las acciones destructora de los elementos sediciosos.[38]

1.4.10. Policía de Turismo.

Los diferentes lugares turísticos con los que cuenta nuestra patria permitieron el incremento del turismo en nuestro país, es por ello, que el 04 de Junio de 1974, se creó la Policía de Turismo, con la misión de la contribuir al desarrollo, vigilancia y control de las zonas turísticas a nivel nacional, realizando un efectivo servicio, otorgando protección y seguridad a los turistas extranjeros y nacionales. (Ver Figura 12)

Desde su creación hasta nuestros días, la policía de turismo ha obteniendo diversos logros, que han servido de modelo a los países extranjeros como la Republica de Costa Rica, Bolivia, Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, por su alta preparación y fructífera labor.

Figura 12.

1.4.11. La policía Ferroviaria.

Las actividades ferroviarias han tenido un desarrollo importante en nuestro territorio, estas empezaron sus operaciones antes del gobierno del presidente Ramón Castilla, y en la actualidad continúan como medio de transporte de turistas y minerales.

Esta unidad fue creada en abril del año 1981, en nuestra sierra permiten el abastecimiento de minerales a los importantes centros industriales, así mismo permites el abastecimiento de mercadería y productos alimenticios, siendo en muchos casos blanco de atentados terroristas, es por ello la necesidad de contar con un resguardo policial, con la finalidad de brindar seguridad y vigilancia a todo el sistema ferroviario garantizando el normal desarrollo de las actividades tanto del personal que labora en la empresa, como de sus usuarios.[39]

1.4.12. La Policía Canina.

Con el incremento de diferentes actividades delincuenciales donde la astucia de un integrante de la policía no era basta, se creo el Centro de Adiestramiento Canino, el mismo que según Resolución Directoral No 030- DIRPLAN/GRP, el 30 de Marzo de 1982, permitía la utilización de estos ejemplares por ser elementos importantes en las tareas de custodia de las torres de alta tensión, en la lucha antisubversiva, el control de penales, detección de drogas y explosivos, barras bravas entre otros. (Ver Figura 13)

Barreras infranqueables son estos hábiles animales frente a quienes quebrantan la Ley y que sirven de elementos auxiliares al personal policial encargado de cumplir un sinnúmero de funciones riesgosas en resguardo de la seguridad y tranquilidad pública.[40]

1.4.13. Policía de Seguridad Energética.

Uno de los servicios más sacrificados que cubría la ex Guardia Republicana del Perú, es el que pertenece al suministro de energía eléctrica en nuestro país, ya sea por lo difícil de la geografía en la que se encuentran sus torres de alta y media tensión y por ser el blanco preferido por elementos terroristas con el derribe de las torres y por ende el corte de fluído eléctrico causando zozobra y pánico en la población.[41]

La energía eléctrica, es hoy en día una fuente vital para el desarrollo de cualquier Estado y es por ello que resulta importante brindarle la seguridad policial necesaria que permita cumplir con el adelanto de sus pueblos. Por esta razón la ex Guardia Republicana del Perú creó la (FUSE), Fuerza de Seguridad Energética, como una de sus unidades operativas a cargo de esta delicada función.

Figura 13.

1.4.14. Policía de seguridad de Telecomunicaciones.

Los adelantos científicos y tecnológicos, en estos tiempos difíciles no podían cumplir su propósito debido a los constantes ataques terroristas, es por ello que la ex Guardia Republicana del Perú en cumplimiento de sus funciones creó la unidad denominada FUSTEL, iniciando su labor el 20 de Enero de 1984, según Decreto Supremo No 035—83-IN, como una unidad operativa cuya misión es brindar seguridad integral y protecciones de las instalaciones, equipo, materiales, antenas retransmisoras locales, usuarios y al personal que laboraba en la desaparecida compañía peruana de teléfonos y empresa nacional de telecomunicaciones.[42]

1.4.15. Creación de la Policía Femenina.

Conforme pasaba el tiempo, la mujer tomaba roles protagónicos en nuestra sociedad, y por que no decirlo en todos los campos de la actividad humana, por este motivo era necesaria su participación en la institución policial ya que las actividades delincuenciales no son sólo producidas por elementos varones, sino que en muchos casos también forman parte de estas ilícitas actividades grupos organizados de mujeres. En el año de 1954 se utiliza por primera vez los servicios de la mujer en un departamento de policía, con la responsabilidad de cuidar a las mujeres arrestadas denominándoseles en aquel entonces como "Matronas" y otras "Celadoras"[43]

Sabemos que la primera promoción de mujeres en la ex policía de Investigaciones se realizó en el año 1956, posteriormente su presencia fue más notoria en las demás instituciones. La mujer se ha convertido en un factor necesario y muchas veces indispensable en la función policial. En la Guardia Republicana del Perú, por Resolución Ministerial No. 0261 del 20 de Junio de 1981 se permitió el ingreso de mujeres a esta fuerza del orden.[44] (Ver Figura 14).

Figura 14

1.4.16. Conformación de nuevas unidades al servicio de la sociedad.

Con la finalidad de cubrir de manera más eficaz los servicios policiales se crearon nuevas unidades especiales como: Los Sinchis, Unidad de Acciones Rápidas, Unidad Contra Motines, Investigación Criminal, Seguridad de Estado, Unidad de Rescate, UPAR – GRP, Migraciones, Control de Carreteras, Dinoes, Policía Ecológica, Alta Montaña, División de Homicidios, División de Robo de Vehículos, Policía de Fronteras, División de Delitos Contra El Patrimonio, Delito Monetario, Sub Unidad de Acciones Tácticas, Interpol, EPA. Etc (Ver Figura 15).

Figura 15.

2. Bandolerismo en el Perú.

Un bandolero era un hombre armado que se dedicaba al robo y al pillaje, más raramente al contrabando y al secuestro, este fenómeno es universal y muy antiguo. Por lo general, atacaban a los viajeros en los caminos peligrosos de las montañas. No solían actuar en solitario, sino organizados en cuadrillas.

El bandolerismo es, en esencia, la acción de un grupo de hombres armados, que cometían sus actos con mayor o menor grado de violencia, actividad destinada generalmente al lucro ilegal de los componentes del grupo, llevado todo ello a cabo, preferentemente, en un marco rural.

El bandolerismo en el Perú, apareció desde los tiempos del virreinato, y fue un fenómeno principalmente de carácter económico en la costa,[45] la miseria lanzo a los más necesitados audaces al asalto y robo y muchas veces al asesinato, apoyados por la falta de carreteras o por la soledad de los parajes áridos de la región. El bandolero del siglo diecinueve y principios del veinte esperaba a los transeúntes que viajaban a pie o a caballo y los desvalijaban, o bien atacaban los pueblos, haciendas o moradas desamparadas de toda autoridad y fuerza policial.

Más tarde entre los años 1920 y 1933, probablemente, las películas policiales de argumentos delictivos influyeron en el bandolero, tal influencia fue declarada a la prensa y a la policía por los mismos forajidos quienes presto despilfarraban el botín obtenido, quedándose con el estigma de su delito y con la persecución de la policía y de la opinión pública, que ya no les permitía enmendar rubros y regenerarse aunque lo hubieran querido.

En la sierra el bandolerismo tuvo raíces diferentes, exceptuando a Luís Pardo famoso bandolero, cuya peligrosidad partía con su romántica generosidad. El gobierno tuvo que movilizar tropas desde Lima hasta Ancash para exterminarlo.

Las raíces bandoleras fueron el ancestral espíritu de venganza indígena contra los abusos de la colonia que llevando su alma primitiva e incivilizada de odio y de ferocidad, lo hacía cometer los hechos más repudiables, tales como: matar por el placer de ver el gesto de la muerte, extraer los testículos, cortar la lengua, echar a la víctima a peroles hirvientes o cortarla y echarla a pedazos arrojando a la voracidad de los animales, tal tipo de crímenes se vieron en Huanuco, Chota, Cutervo, Ayabaca, Huamachuco, Bagua y en otros lugares.

Pero existió también, otra causa importante y menos delictuosa: el caudillismo político. Muchos hombres como hemos de ver al estudiar el bandolerismo, en Cajamarca fueron cabecillas de los grupos provincianos que disputaban el poder, y no habiendo autoridad, fuerza, ni Ley, imponían a balazos su voluntad electoral agrupando a elementos que cometían toda clase de fechoría.

2.1. Diversas modalidades de asalto en la época del bandolerismo.

La modalidad de los bandoleros variaba según el medio y la región donde actuaban. Así en Lima los asaltos se producían en los alrededores aprovechando e imponiéndoles quietud absoluta "manos arriba", mientras otros vaciaban los bolsillos, si el asalto era cometido dentro de una casa o establecimiento comercial, vaciaban los cajones y las cajas de fierro extrayendo el dinero, las alhajas y los objetos de valor encontrados, luego se daban a la fuga en medio del pánico de las víctimas para enfrentarse o avisar a la policía, en otros casos la banda maniataban a los asaltados facilitando el saqueo.

Otra modalidad de la banda era el asalto en las carreteras a los vehículos que circulaban con pasajeros, los bandoleros hacían alto desde el centro del camino al carro elegido como presa, luego unos revólver en mano imponían al chofer y a los pasajeros total inmovilidad, mientras otros lo saqueaban, aunque se tratara de las más modestas personas o de mujeres y no obstante el fruto del saqueo fuera mísero.

2.2. Bandoleros en los primeros años de la Policía en la República.

2.2.1. Víctor Neyra Portugués.

Uno de los bandoleros que forma parte de esta galería delincuencial peruana fue Víctor Neyra Portugués, quien puso en aprietos los poblados del sur del país, sus acciones agresivas que culminaron el 17 de febrero de 1932, cuando el Teniente. Augusto Dávila Egoavil, con diez policías lograron sorprenderlo dentro de una mísera casa abandonada en el lugar denominada Huayabal, cerca de San Vicente de Cañete. Neyra al verse rodeado por las fuerzas del orden hizo resistencia, acompañado de Pedro Calahua Puno, armados ambos con fusiles de guerra, que el primero robo al fugar de la cárcel de Ica y de dos revólveres. El tiroteo duro media hora hasta que Neyra cayó muerto y herido Calahua, encontrándose dentro de la choza los cadáveres de dos criaturas, muertas por balas del tiroteo realizado. Sin lugar a dudas que la decidida acción de la policía, aunque lamentando la muerte de los menores, devolvió la tranquilidad a los vecinos que elogiaron a los miembros del cuerpo.[46]

2.2.2. Daniel García.

Este terrible bandido que asoló los valles del departamento de Ica, entre 1926 y Octubre de 1928, hijo de delincuente, de baja estatura, moreno y de ojos achinados, inició su carrera criminal, asesinando a Salvador Moreno e hiriendo a Eleuterio Barco, en Junio de 1926, en el distrito de San Juan departamento de Ica, llevándose el botín de unos cuantos quintales de algodón. Posteriormente y en ese mismo año, saqueo a tres asiáticos a quienes luego asesinó, el Jefe de la banda integrada por tres forajidos, quiénes obedecían ciegamente sus órdenes y tal era su influencia entre la gente del hampa, que el famoso bandolero, Toribio Franco se puso bajo sus órdenes.

El atraco a los ómnibus llenos de pasajeros auque fueran modestos sus ocupantes, fue también una rama de especialización y es así como en mayo de 1928, asaltó en Tacaraca a los ómnibus "Estrella" y el "Ideal" a cambio de un miserable botín; luego asesinó a Eleuterio Franco, enemigo suyo.

La mayor fechoría realizada, según aparece en la monografía del coronel Delgado Carrillo, según el ex General GC Merino Arana, se realizó en el recreo en "El Sapo" ubicada en un tramo de la carretera a Ica, el 02 de Junio de 1928, donde García se presentó y capturó un automóvil particular conducido por el chofer de apellido Mena y ocupado por hombres y mujeres que iban de paseo, a quiénes en medio del pánico generado sometió a su obediencia, ordenándoles a las mujeres que bailaran y una de ellas se dispuso a complacerlo ejecutando el charlestón, baile de moda en esos tiempos pero la falta de parejas impidió el espectáculo, mientras otras deberían preparar la comida para reparar las gastadas energías de los bandidos, posteriormente ordenó desvalijar los pasajeros apropiándose entre dinero y alhajas de cuatro mil soles, sin merecerle la menor compasión el llanto de las mujeres. Luego piloteando el automóvil abandonó a sus víctimas bajo la promesa de dejar el coche en los potreros de Caucato. Hasta allá fue tranquilo y después de apartar algunas pacas de algodón que obstaculizaban el paso y pagar el arbitrio por el pasaje del Puente Huamaní, dejó el coche en el sitio prometido, no sin antes haber pasado por delante del propio comisario rural y de la gendarmería.[47]

Así continuó su carrera el audaz criminal, hasta que el 14 de Octubre de 1928, la policía logró detenerlo, luego de haber robado alhajas en una casa imperial en posesión de un arma de fuego, luego, al producir el traslado a la ciudad de Lima por su alta peligrosidad, el 17 de Octubre, sus secuaces de García atacaron a la pareja de guardias que lo conducían con el objeto de rescatarlo, cayendo muerto en la refriega.

2.2.3. Toribio Franco.

Toribio Franco fue sin duda uno de los últimos bandoleros más peligroso de esta época, con el cual puede dar por terminada la labor policial en la campaña contra el bandolerismo en la capital. Verdad que en 1933 apareció Andrés Ramos y en 1935 Eduardo Arnao que colmaron de espantó a los moradores de la capital y de Ica, pero ninguno de los dos tuvo banda organizada, habiendo sido individual su acción delictiva.

Franco fue por lo menos dos veces prófugo de establecimientos de detención: la primera de la escuela correccional cuando era un adolescente donde efectuó quizás su primer robo de ganado caballar. Después inicio una etapa de robos y asaltos en compañía del famoso salteador Daniel García, a cuyas órdenes actuó.

En Mayo de 1928 asesinó en Santa Teresa de Ica, al cabo de gendarmería de la guarnición de Chincha, Fortunato López y al chofer del automóvil Clemente Mataheus, quienes a órdenes del comisario rural Marqués de aquella jurisdicción, salieron en persecución del bandolero, sorprendiéndolo en un fortín libando licor en compañía de García. La reacción de los bandoleros fue tan inmediata que los efectos de la sorpresa que el comisario creyó darles resultaron al revés. Rápidamente dispararon tres tiros al cabo y uno al chofer matándolos casi instantáneamente, en tanto el comisario hubo de refugiarse en una casa vecina, mientras los criminales se dieron a la fuga determinando el mayor fracaso policial de aquellos tiempos. Franco continuó cometiendo fechorías entre 1928 y 1930, sin que se le pudiera detener. Cuando la Guardia Civil extendió su jurisdicción a Ica, Franco traslado su centro de operaciones a Ayacucho y Castrovirreina (Huancavelica), pero en 1930 la Guardia Civil amplió sus servicios a estos departamentos y el cabo Demetrio Vásquez Ampuero, comandante del puesto de Pauranga -Castrovirreina, logró sorprenderlo y apresarlo, enviándolo luego custodiado a Huancavelica, donde nuevamente logró fugar por un forado que el mismo preparó miccionando sistemáticamente sobre uno de los lados de la delgada pared del calabozo para humedecerla, sin que las guardias relevadas diariamente se dieran cuenta, de modo que el día que decidió fugarse le fue fácil abrir el forado probablemente con los pies. Franco fugó una mañana del mes de Junio de 1930 y ante los vanos esfuerzos para recapturarlo, el criminal burlándose de ellos inicio una nueva etapa con mayores crímenes sin poder precisar la fecha de su muerte.

2.2.4. Luis Pardo. "El Bandolero"

Telmo Luís Pardo Novoa, nació en Chiquián, Ancash, el 19 de agosto de 1874 y murió el 5 enero de 1909, hijo de hacendado ancashino, perseguido por la ley por tomar justicia por su propia mano y posteriormente convertido en figura romántica. Conocido en la historia como Luis Pardo, el bandolero.

A los 11 años de edad, su padre fue asesinado por los hermanos Alvarado debido a una disputa territorial. Su madre, llena de pesar murió al poco tiempo. Luís Pardo vengó a su padre matando a los Alvarado con una carabina, comenzando así su vida al margen de la ley.

Su abuelo se encargó de su educación, después de haber cursado los primeros años de estudio en Chiquián lo envió a Lima para seguir estudios secundarios en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Al alcanzar la mayoría de edad asume el control de la hacienda Pancal.

A diferencia de los grandes terratenientes que explotaban a sus criados, él hacía cumplir los derechos de igualdad, retribuyendo su trabajo. Los días de descanso solía reunir a sus trabajadores para enseñarles a leer y escribir, orientándoles reglas de urbanidad, como la puntualidad, orden y limpieza.

A los 17 años contrajo matrimonio con Julia Ramírez con quien no tuvo hijos y se separaron años después. Cerca de los 25 años se enamoró de Zoila Tapia, y formó vida conyugal con ella. Pero su felicidad no duró mucho: Zoila falleció al dar a luz a su hijo, quien murió poco después. Estos hechos marcarían profundamente a Luís Pardo, hundiéndolo en la depresión.

En ese tiempo ya integraba las filas de los Montoneros de Andrés Avelino Cáceres. Cerca de Barranca, el grupo tuvo un sangriento combate con los soldados de Pierola, siendo derrotados y tomados prisioneros. Luís Pardo, huyó de la cárcel y desde ese momento fue constantemente perseguido por la justicia. Se enfrentó innumerables veces a la fuerza pública, en incursiones que dejaron varias muertes y con lo que se le declaró abiertamente como un bandolero.

Luís Pardo se convirtió para los pobladores en un justiciero que se había rebelado contra la tiranía y la injusticia institucionalizadas, defendiéndolos de los abusos y atropellos de los poderosos ante la imposibilidad de contar con una justicia que no fuera sorda ni corrompida.

Las historias de sus correrías tuvieron lugar a fines del siglo XIX e inicios del XX y han sido contadas por los pobladores en distintas versiones, pero todos concuerdan que fue un hombre solidario, generoso, y con un alto sentido de justicia frente a la opresión y al descontento social, un excelente jinete y hábil tirador. También contaban que frecuentemente lo veían escribir poemas y canciones porque era un amante de la lectura y de la música.

La aparición de Luís Pardo Novoa, motivó el temor entre los hacendados y mineros. Bastaba la más ligera indicación de que en tal hacienda se hubiera cometido un abuso contra algún indígena, para que Luís Pardo y su "banda" se hicieran presentes, conminándolos a dar trato justo a los trabajadores. Muchos de los defendidos se unieron a su "banda" y juntos atacaban a sus opresores, a quienes imponía cupos, que luego distribuía entre los más necesitados. La fama de Luís Pardo como revolucionario y justiciero social se extendió y en los pueblos lo veían como un protector de pobres y desamparados.

De carácter temerario, mostraba constante desprecio a su propia vida, en una ocasión ingresó solo, a la fiesta que organizaba uno de sus enemigos, entregándose a la diversión con tal aplomo y valentía que sus rivales no se atrevieron a enfrentarle. En otra oportunidad, estando en la ciudad de Supe contemplaba una corrida de toros, exponiéndose a la vista de todos. Pronto fue descubierto por las autoridades y ante la inminente captura, se lanzó al ruedo y poncho en mano se abrió paso entre los animales, toreándolos, mientras la concurrencia lo celebraba con atronadores aplausos, y la fuerza pública no puso impedir su huída.

A pesar que se había puesto precio a su cabeza, Luís Pardo y su banda reinaron el norte de Perú por muchos años, hasta que en el gobierno de Augusto B. Leguía, se organizó un destacamento para capturarlo. Desde Lima salió un contingente de 50 gendarmes al mando del sargento Álvaro Toro Mazote, quiénes enrumbaron al norte.

Al llegar a Chiquián y después de varios días de persecución le dieron caza en una cueva cercana, en un lugar llamado Jacar, donde lo mataron junto a Celedonio Gamarra, luego de sitiarlo por dos días. Antes de morir en manos de sus perseguidores, Luís Pardo, creyendo una posible huída, prefirió lanzarse con su compadre a las aguas caudalosas del río Tingo (que el día de hoy lleva su nombre), pero allí fueron acribillados. Río abajo, fueron recogidos por los pobladores y llevados al centro del pueblo. Un alférez, sacó su revólver y disparó a su cabeza lo que motivó la ira del pueblo que evitó el ultraje de su cadáver. Los cuerpos fueron fotografiados como prueba de su muerte y expuestos casi todo un día en la plaza de Chiquián para escarmiento de los pobladores. Luís Pardo murió el 5 de enero de 1909 a los 35 años de edad.

El grupo que muchas veces lo acompañó, siguió actuando después de su muerte, por lo cual otros pobladores creían que no había muerto. Años más tarde, bajo el gobierno del Subprefecto Francisco Moreno Descalzi, recién se pudo doblegar el último reducto de aquellos rebeldes.

Los pobladores que se beneficiaron de su generosidad, lloraron su muerte. Sus historias fueron con el tiempo, anécdotas que formaron parte de la historia de su pueblo, Chiquián, En 1955, Chiquián, su pueblo natal, erigió un mausoleo a Luís Pardo Novoa, declarándolo "Hijo Ilustre y Benefactor de los Pobres." Dicho busto fue cincelado por el escultor peruano Vidal León. La propia Beneficencia Pública de Chiquián se asoció al homenaje, cediendo gratuitamente cuatro metros de terreno en el cementerio local.

La figura de Luís Pardo ha sido tratada por escritores, compositores y poetas como: José Diez Canseco, Enrique Cornejo Villanueva, Alberto Carrillo Ramírez, Abelardo Manuel Gamarra Rondo "El Tunante", Manuel Justo Arredondo, Raúl Zárate Aquino, Oscar Colchado Lucio, Julio Rosas Olivera Ore, Alfredo Grados, Darío Mejía, Pedro Arana Quiróz, Filomeno Zubieta Núñez, Vidal Alvarado Cruz, Mario Reyes Barba, Alejandro Aldave Montoro, Alex Milla Curi, Héctor Gamarra Espinoza, Mauro Aquino Albornoz, Guillermo Pardo Novoa, Sonia Pardo Loarte, Luis A. Ramírez S., entre otras pródigas plumas que le han escrito semblanzas, cuentos, poemas, dramas, canciones e himnos.

En 1929 se filmó la película "Luís Pardo" con la dirección de Enrique Cornejo Villanueva. Este filme terminó de consagrar a Luís Pardo como un luchador social y una figura romántica. (Ver Figura 16).

Figura 16

2.2.5. Eleodoro Benel. Político y bandolero.

Nacido en la Provincia de Chota, en la ex hacienda Montan, actual Provincia de Santa Cruz de Succhabamba (Cajamarca), fue un hacendado heredero de gran cantidad de tierras, participó en la vida política y en muchas oportunidades estuvo perseguido por las autoridades por rencillas de diversa índole. Físicamente un hombre de talla mediana, trigueño, de firmes facciones, nariz aguileña, amplia frente, altivos bigotes, de ojos negros y de mirada penetrante, además tenía una voz enérgica y persuasiva.

En 1894 Eleodoro Benel se enrola en la montonera pierolista contra el gobierno de Cáceres. En 1906, Benel alcanza una posición predominante en la zona central del departamento gracias a la adquisición de tierras, el ingreso a los nuevos circuitos comerciales y el "enganche" de mano de obra andina para los latifundios costeños. Crecientes rivalidades con otros hacendados culminan en un intento de asesinato por sus mortales enemigos los hermanos Ramos, quienes llegaron hasta su casa y le prendieron dinamita. Benel y los suyos rechazaron el ataque que costó muchas vidas, desde entonces tuvo que mantenerse alerta y le acompañaba en todo momento su fiel e inseparable sobrino Misael Vargas.

En 1912 Benel apoya la candidatura de Billinghurst y ocupa Santa Cruz
para decidir el voto. En 1914 arrienda la hacienda Llaucan, propiedad del Colegio
San Juan de Chota. Los campesinos de Llaucán influenciados por los enemigos
de Benel, se oponen a que éste asuma la administración de la hacienda,
por lo cual solicitó la intervención del Prefecto de Cajamarca.
Entonces, el 3 de diciembre de 1914, el Prefecto de Cajamarca Sr. Ravines llega
con tropas gubernamentales para darle posesión, los campesinos le salieron
al encuentro para oponerse. Los ánimos se exaltaron y de las ofensas
verbales pasaron a los hechos, una campesina llamada Manuela Huamán,
coge las riendas del caballo del prefecto y con una varilla para hilar golpea
a éste; el capitán Ravines, hijo del prefecto sale en defensa
y descarga cinco tiros sobre esta mujer. El fuego de la fusilería dejó
el campo cubierto de cadáveres, niños, mujeres y hombres fueron
arrastrados de sus casas y asesinados. Otros fueron derribados mientras escapaban
por los caminos rurales o se escondían en los campos. Al final del día,
más de 150 campesinos habían perecido, mientras que las tropas
sólo tuvieron a un hombre levemente herido.

Como consecuencia de esta masacre, en 1917 Benel fue apresado y enjuiciado en Cajamarca. En 1919, Benel ayudado por su hijo Casinaldo, con una orden fraguada, franqueó la puerta de la cárcel para huir velozmente, por la ruta de Llapa, protegido por 50 jinetes armados, empieza a convertirse en figura legendaria. Apoya la candidatura oficialista de Aspíllaga y ocupa Chota para decidir las elecciones parlamentarias tras el golpe de Leguía. Desde entonces, hasta su muerte, viviría Benel en abierta pugna contra la ley, en franca rebeldía contra el gobierno local y nacional.

Cuando parecía que se había olvidado de él, el Subprefecto de Chota envió un fuerte contingente de gendarmes reforzados con la gente civil, para capturarlo. Después de 3 días de combate los asaltantes fueron rechazados con grandes bajas. Quince gendarmes quedaron prisioneros y Benel los remitió a Chota, dejándolos amarrados en las afueras de la ciudad, con una "carta de devolución" dirigida al Subprefecto.

En 1923, su hijo predilecto Castinaldo cae fulminado a balazos por los Ramos en la puerta del templo de Santa Cruz, Benel jura luchar hasta el final y no perdonar nunca la muerte de su hijo.

En 1924 se produce la revolución de Chota, Germán Leguía y Martínez, Ministro de Gobierno renuncia a la cartera y junto con otros políticos, entre ellos Arturo Osores, pasaron a la oposición para combatir la reelección del presidente Augusto B. Leguía. Poco después, Arturo Osores, el Coronel Samuel del Alcázar y el Tnte. Carlos Barreda, deportados en el Ecuador, ingresaron subrepticiamente al país, y se concentraron en la hacienda Sillangate, en la provincia de Cutervo. Organizaron un grupo armado y planearon una revolución anti leguiísta. A este grupo se le unieron diversos grupos armados, establecidos desde algún tiempo en la región entre otras las encabezadas por Eleodoro Benel, Avelino Vásquez de Cutervo, Benjamín Hoyos, Alberto Cadenillas, Régulo Regalado, Arturo Acevedo y N. Arrascue. En su primer ataque, los revolucionarios lograron tomar Chota, manteniéndola en su poder cuatro días. Sin embargo la repentina enfermedad de Osores, la presencia de los regimientos de Artillería Nº 1, de Infantería Nº 11 y Gendarmes de Infantería de Lima, así como la ayuda prestada por los bandoleros Anselmo Díaz, Leoncio Villacorta y Vidal Avellaneda, en Churucancha, donde se habían concentrado las fuerzas de Osores y Benel, deciden la acción a favor de las fuerzas del gobierno.

Benel se retiró a Silugán en Cutervo tanto porque carecían de municiones, como por que querían la paz, salieron de la Samana con 60 fusileros fieles, sumaban unas doscientas personas entre mujeres y hombres. La ruta que siguieron fue, La Esperanza, La Cordillera de Huambos, Mababamba, Callayuc y al final las montañas y bosques de Silugan, el viaje duró cuatro días.

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