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Mitos y verdades de la apicultura ecuatoriana (página 3)




Enviado por Napoleon Jaramillo



Partes: 1, 2, 3

En los procesos de enseñanza aprendizaje debidamente sistematizados en la disciplina apícola, es fundamental considerar la motivación como uno de los elementos didácticos claves para lograr los objetivos propuestos. Es decir, la motivación debe ser permanente y responder a las inquietudes del grupo al cual va dirigido el proceso. El aprendizaje, no se evidencia en sus resultados, si el interesado ha perdido su motivación inicial; de allí la necesidad de estar siempre alerta con las reacciones de quienes están participando en los procesos de la enseñanza aprendizaje. Aquí es necesario hacer una breve aclaración: nadie enseña a nadie, todos aprendemos de todos; es por eso que no hablamos solo de aprendizaje.

En el caso particular de la Didáctica de la Apicultura, considero pertinente señalar las técnicas más dinámicas para el proceso de la enseñanza aprendizaje, sin descartar el uso de otras menos dinámicas, de acuerdo a lo circunstancial y que pueden ser usadas como auxiliares para lograr los objetivos planteados:

La técnica expositiva, tiene vigencia en nuestro medio y en nuestro ámbito de la especialidad, se concreta en el desarrollo de conferencias en los llamados cursos de capacitación. Tienen más éxito si se las refuerza con ayudas audiovisuales: videos, películas, fotografías, etc.; y la utilización optima de la informática que es un aporte revolucionario a la educación de nuestra época. Es aconsejable que el instructor de oportunidad a la participación afanosa de los participantes. En este sentido hay que abrir un espacio para preguntas y respuestas. De acuerdo a las circunstancias del grupo, a veces es necesario repartir hojas para que los asistentes escriban sus cuestiones, las mismas que deben una a una ser respondidas a fin de satisfacer sus inquietudes y que de revote sirven para el grupo en general. Los contenidos de las conferencias deben ser concretos y relativamente cortos; utilizando para su desarrollo el lenguaje de acuerdo a la capacidad del grupo. Los términos técnicos deben ser explicados oportunamente. El facilitador del proceso no debe por ningún concepto olvidarse de la fijación de contenidos, de la evaluación y de la consiguiente retro alimentación. El Instructor del proceso debe mantener el control del grupo y ser claro en las disposiciones para el espacio de preguntas y respuestas y estar atento para no salirse del tema que está desarrollando.

La técnica del Seminario, tiene la peculiaridad de lograr una gran participación del grupo. En este sentido es muy dinámica y eficaz en los procesos de enseñanza aprendizaje. Muy útil y recomendada para el Intercambio de Experiencias. Es muy flexible en relación al tiempo, puede durar una hora, un día como un año; todo depende de la temática a tratarse y de la extensión de la misma. Requiere de una organización previa: de la selección de temas y de expositores especializados, de la elaboración de un reglamento, de la nominación de un moderador y un secretario del evento, del suministro del material necesario para los participantes y de los equipos audiovisuales requeridos, de la previsión del espacio necesario en relación al número de participantes y de otros aspectos que tiene relación a la mejor atención de sus asistentes.

La técnica del debate, muy útil en el caso particular de la apicultura y cuando se presentan posiciones contrarias alrededor de un tema. Es participativa y dinámica en la medida en que se pueda lograr el control del grupo que esta inmerso en el proceso de enseñanza aprendizaje. Para el desarrollo de esta técnica es necesario nombrar un moderador que tiene la responsabilidad de orientar la discusión en un ámbito de tolerancia y de armonía grupal a pesar de las divergencias en los contenidos que se discuten con argumentos lógicos y razonados, con resultados de la experimentación, no con suposiciones o enunciados líricos. Las conclusiones a las que se lleguen se convierten en los contenidos validos para el aprendizaje y que deben ser comprobados en la práctica por los asistentes al evento educativo.

Como se puede deducir de la lectura de estos contenidos, La Didáctica hace un aporte significativo a los procesos de la enseñanza aprendizaje en el ámbito de la Apicultura. Sin embargo, es necesario hacer una aclaración en el sentido de que siendo una actividad más practica que teórica, hay que recurrir a técnicas que precisamente permitan el desarrollo de destrezas a partir de la práctica. No olvidemos que es mucho mejor aprender en gerundio, es decir, se aprende a hacer haciendo. Las practicas apícolas, tienen como objetivo especifico ponerse en contacto con las abejas, para ir descubriendo su mundo en todas sus facetas, teniendo como base la teoría que debe ser confrontada con la realidad a la que tenemos acceso en el momento en que destapamos una colmena. Para que las prácticas arrojen resultados en los procesos de enseñanza aprendizaje, es necesario recurrir a técnicas auxiliares como las fichas de observación, por ejemplo. Para las prácticas es conveniente formar grupos pequeños, a fin de que el proceso sea personalizado. Una colmena con la cual se trabaja, de por si limita el numero de participantes. Esta realidad implica prever el número de instructores en base al número de participantes aprendices.

A manera de conclusión podemos afirmar que, el éxito de los procesos de enseñanza aprendizaje está determinado por el manejo adecuado de las técnicas didácticas y eso se logra a través de la experiencia en la práctica diaria. Uno de los esquemas que nos ayuda al desarrollo y aplicación de las diferentes técnicas es el siguiente:

  • Evaluación inicial o diagnóstica que permite determinar el grado de conocimientos del educando o de los participantes del proceso educativo

  • Motivación, para despertar el interés por los contenidos a desarrollarse

  • Presentación del tema, que permite ubicar en el contexto a tratarse

  • Desarrollo del Tema

  • Fijación de contenidos

  • Evaluación

  • Retroalimentación

OTROS RECURSOS DIDACTICOS PARA LA MOTIVACIÓN, LA INFORMACIÓN Y LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LA APICULTURA

Personalmente, con el afán de motivar a los principiantes de la actividad apícola, en las jornadas de capacitación hago uso de cuentos, fábulas, leyendas alrededor de la temática tratada; por ejemplo:

Cuento y leyenda de la abejita

En el centro de un añejo y frondoso boscaje, impregnado por el aroma de las mil flores en el verano; estaba enclavada la mansión de una doncella que vivía de distantes ilusiones de una mujer platónicamente enamorada y de los recuerdos lejanos e imborrables de su niñez. Se llamaba Leonora, y en su rostro llevaba sellado el paso de los años solitarios. Su majestuosa casa de campo, estaba rodeada de amplios jardines con flores de mil fragancias y matices y de espesas y generosas huertas. Su rincón preferido, era aquel que contenía muchísimas plantas y flores de ilusiones, que las custodiaba con toda la dedicación, puesto que obedecía a la superstición, de que cultivando las ilusiones con amor y ponderado afán, alcanzaría muy pronto su amor preferido y esperado. Además frecuentaba a su altar muy privado, en donde le velaba a su San Antonio puesto de cabeza, con el mismo propósito; ya que, consideraba se estaba quedando solterona.

Todas las mañanas, religiosamente visitaba a sus ilusiones y espantaba a una abeja que atraída por el perfume de las flores, frecuentaba y recogía el néctar para llevarse a su colmena. La espantaba a la abeja, porque creía que estropeaba a sus flores hermosas y entorpecía la realización de sus sueños.

Fueron muchísimas las correrías tras la abeja que día a día se repetía, hasta que, en una noche de luna grande y muy redonda, en el silencio misterioso de su adorado ejido, tuvo un dulce y placentero sueño: Vestida de etiqueta, hermosa cual ninguna, le visitaba muy alegre la abejita, a quién la corría todas las mañanas de su fastuoso jardín; y con la delicadeza de una visitante simpática, al oído le explicaba que no era la única abeja que visitaba a sus flores, que eran muchísimas, muy parecidas y que el único afán, era el de recoger el néctar de las flores para elaborar la miel.

También le decía que en sus patas traseras acarreaban el polen de las flores para el alimento de sus hermanas y hermanos pequeños; pero que al ir de flor en flor ayudaban a que se polinicen para asegurar su fructificación. Que no dañaban a las frutas, debido a que no disponían de mandíbulas trazadoras y que sus únicas herramientas eran la lengua y el buche para succionar y almacenar el néctar, el agua y los propóleos, las patas para acarrear el polen; y en el interior de la colmena las glándulas cereras y faríngeas para la secreción de la cera y de la jalea real, respectivamente.

Además le conversaba que tenía un aguijón muy filudo en el término de su abdomen y que lo utilizaba únicamente para defenderse de algún enemigo que lo atacaría; pero que su veneno servía para la curación de algunas enfermedades como las del reumatismo y la artritis.

Así mismo, con una dulzura única le decía: que vivían en colonias, dirigidas por una Reina que era la madre de la colmena, que tenían varios hermanos de madre que se llamaban zánganos y muchas hermanas obreras que tenían muchísimas responsabilidades y papeles que cumplir dentro y fuera de la colmena, de acuerdo a la edad que iban atravesando; así desde que nacían hasta que morían eran en su orden: nodrizas, productoras de cera y jalea real, barredoras, guardianas, ventiladoras, asistentes de las pecoreadoras; recolectoras de agua, de néctar, de polen, de propóleos. Que la Reina era la única hembra perfecta, es decir, que estaba en capacidad de reproducirse luego del vuelo nupcial y de poner huevos fecundos y no fecundados, que podía poner de dos mil hasta tres mil huevos al día en épocas de abundante floración y de condiciones climáticas favorables. Que podían recorrer hasta tres Kilómetros de distancia para recolectar el néctar y el polen de las flores.

Del mismo modo, acariciándole la cabellera de oro de la solterona y mirándola fijamente a sus ojos claros, la abejita le confesó que, cuando despierte de este apacible sueño y visite su jardín, en la esquina del occidente de su granja, junto a la planta de arrayán, en la casa abandonada de su perro fiel que murió hace un año, se encontrará con una gigante colmena, que ha venido desde el interior del bosque, buscando un lugar seguro para radicarse y continuar con el trabajo laborioso y que vendrán muchísimos enjambres mas y que ella deberá proporcionarles unos cajones de bonitos colores y organizar su apiario que se convertiría en una fuente segura de ingresos económicos, fruto del trabajo abnegado y generoso de las abejitas.

Como nunca, la hermosa solterona se había quedado profundamente dormida, hasta que el sol ya había calentado el ambiente y a media mañana, presurosa, se levantó de su cama, se aseó, preparó y se sirvió su acostumbrado y suculento desayuno. Acto seguido, fue a visitar a sus ilusiones y de pronto recordó su sueño misterioso y el mensaje de la visitante abejita; y, mirando a la esquina de occidente, en efecto vio entrar y salir abundantes abejas en la perrera de su fiel amigo que de viejo se había muerto hace precisamente un año.

Ese día, como de costumbre, vino el hortelano a realizar los trabajos de rutina de su huerta. Ella, por su parte, sentía deseos de compartir su sueño con alguien de confianza y sobre todo el hecho de la llegada de la colmena; y efectivamente así lo hizo, le contó detalladamente a su hortelano, con quién decidieron construir varios cajones para albergar a los enjambres que llegarán para radicarse en su propiedad y establecer un verdadero y gigante apiaro.

Con su granjero asistieron a un curso de Apicultura en la Capital, durante quince días seguidos, en donde aprendieron paso a paso todos los cuidados que debían prodigarlas a las abejas, como revisar al interior de las colmenas, como protegerse para evitar el picado de ellas, como cosechar y extraer la miel bajo las normas más higiénicas, como curarlas cuando se enfermen, como defenderlas de los enemigos, como evitar las enjambrazones, etc.

Leonora, las había tomado tanto cariño a sus obreras sin sueldo, a tal punto que se pasaba horas y horas mirándolas el despegue desde sus piqueras, el aterrizaje de las pecoreadoras y las acarreadoras del polen que venían unas tras otras cargadas dos bolitas de colores en sus patas traseras, la salida de los bulliciosos zánganos que abandonaban sus colmenas para hacer sus necesidades biológicas en horas de fuertes temperaturas, la fila de abejas ventiladoras enfriando el interior de las colmenas con sus movimientos rápidos de sus alas membranosas.

A cada colmena la bautizaba con el nombre de una flor de su jardín y para establecer su registro le proporcionaba un número, que lo marcaba con tinta orgánica proveniente de las semillas maduras de arrayán en el lado posterior

Para la extracción de la miel, dispuso confeccionar un extractor utilizando para el efecto un barril viejo de roble que tenía almacenado en la bodega, en el que tenía también una estructura de madera para poder girar a los panales con una manivela con material no corrosible.

Juntos con el hortelano, fueron aprendiendo y descubriendo muchísimos secretos y aspectos de la vida de las abejas: su reproducción, la metamorfosis, sus necesidades y exigencias biológicas, los productos que elaboran y recolectan, sus formas de vida, las enfermedades y sus tratamientos, como cosechar los productos de acuerdo a las exigencias del mercado; la cosecha de la miel, la extracción y el envasado.

Como tenía abundante miel almacenada en su bodega, era necesario incursionar en el mercado y para ello había que buscar una marca. La búsqueda del nombre y la elección no fue muy fácil. Finalmente, luego de barajar algunos nombres decidió nominarla como "LA GOTA DE ORO", marca que se hiciera famosa en el mercado local y nacional sobre todo porque tenía la garantía de la pureza. Era envasada higiénicamente, en envases nuevos de cristal, esterilizados, bien etiquetados, con información técnica y con una etiqueta con colores llamativos.

Del trabajo abnegado de la apicultura, obtuvo muchísimas satisfacciones, muchas amistadas y fama, suficiente dinero para mejorar y garantizar su calidad de vida y asegurar una radiante y longeva ancianidad, sobre todo porque consumía religiosamente el polen, la jalea real y la miel en el desayuno; propóleos para curarse de los resfríos y de ciertas infecciones; pan de abejas cuando se sentía agotada y anémica; y cuando sentía un dolor de huesos o de la cabeza, acudía al veneno de las abejas que se hacía picar a propósito. Para mantener la delicadeza natural de su rostro, preparaba y se untaba una crema en base a la cera que le producían sus abejas.

Con el pasar de los años: de tantos inviernos y veranos, de innumerables alegrías y contadas tristezas, de muchísimas satisfacciones y de pocas desesperanzas, de largas jornadas de trabajo y de profundas meditaciones, de muy escasos padecimientos y nostalgias, con su rostro surcado pero lleno de gozo, en una noche helada de verano, en su plácida cama que lucía de fiesta de doncella, Leonora le devolvió su vida a la existencia humana, quedando en su fisonomía plasmada una radiante pincelada de eterna placidez.

Cuando las abejitas de su colmenar se enteraron, armaron una gran minga y una verdadera fiesta: con sus zumbidos le entonaron mil cánticos, le bañaron de miel todo su cuerpo y le recubrieron su cadáver con una película de propóleos para que se conservara intacta, hermosa y sonriente por centenares de años.

Del contenido de este relato, el lector podrá dar su versión de cuánto se ha podido informar y que tanto se ha motivado para continuar con la exploración de conocimientos en relación esta, tan noble tarea, cual es la de la Apicultura.

Relato de una crónica de terror

En una mañana de verano con un sol resplandeciente, de pronto empezó a lloviznar y dos abejas pecoreadoras se posaron en el envés de una hoja ancha para guarecerse y de pronto se saludaron amigablemente tocándose las antenitas. Una de ellas comento: como ha cambiado el tiempo, ya no es el mismo de antes que se podía salir a pecorear sin contratiempos. Mientras que la otra, afirmando lo dicho por su semejante, inició un relato un poco mas largo: Estamos a mitad de verano, pocas plantas han iniciado su floración y el flujo del néctar es escaso. En nuestro colmenar hemos superado la escases de miel y de polen, muchísimas abejas han muerto y que decir de los hermanos zánganos que perecieron de frio y de hambre fuera de las colmenas.

Estuvimos empezando a recoger el néctar para elaborar las primeras gotas de miel y vino un frío tan intenso que tuvimos que quedarnos en el interior de la colmena por muchos días.

Hace un mes que iniciamos el trabajo con intensidad; pero el Apicultor que nos cuida, tuvo un problema con su esposa, la víspera de revisarnos se ha ido a embriagar y vino con un olor tan fuerte que no podíamos respirar, para colmo no se había bañado y apestaba que daba arcadas. Su velo estaba tan sucio que daba asco. Pero eso si, vino trayendo un ahumador grandísimo que parecía una chimenea, el humo era tan fuerte e intenso que el mismo estaba tosiendo sin parar, no podio ver por el ardor de sus ojos. Como estaba al parecer apurado, abrió la primera colmena con movimientos bruscos y las abejas guardianas le atacaron sin piedad. En los guantes de cuero que cubrían sus manos quedaron más de doscientos aguijones clavados en ellos. Por estar apurado no se había puesto las botas y mis hermanas guardianas le picaron en los tobillos que le sacaron corriendo. Como el olor del veneno se regó en el ambiente, las guardianas de las demás colmenas se contagiaron de la agresividad y comenzaron a atacar a todo cuanto se movía, no se salvaron las gallinas, los chanchos, las vacas y todos los animales de la vecindad. Era todo un alboroto. Para muestra de lo que había pasado los chanchos que sobrevivieron quedaron sin orejas y sin rabos porque se les han caído por efectos del veneno y sus dueños no han podido venderlos porque son unos verdaderos monstruos.

Solo en mi colmena quedaron mas de quinientas abejas heridas, con los intestinos derramados y tuvieron una fea agonía que les duro dos días, perdimos muchas obreras que trabajan sin sueldo, sin vacaciones y sin descanso los fines de semana. Para recuperar a las muertas hemos tenido que esperar casi un mes. Hoy las guardianas están a la expectativa del mínimo ruido y movimiento y no es para menos, ante el peligro hay que organizarse para defender la vida.

Ya tuvimos una conferencia entre nosotras y ante el daño que nos causa el humo y el mal trato de los apicultores, decidimos enviar unas exploradoras para que busquen un lugar seguro, al otro lado del cerro entre las rocas y lo mas alto posible. Estamos esperando recolectar la suficiente reserva para emprender el viaje tan anhelado. Queremos estar libres, seguras y seguir siendo parte de la naturaleza. Es por eso que muy pronto enjambraremos.

Como había cesado la llovizna, y con ella el riesgo de mojarse las alas que impiden el vuelo, las dos abejitas pecoreadoras se despidieron para continuar con su labor de pecorea y de retorno a sus colmenas respectivas dando cumplimiento a sus obligaciones de verdaderas obreras.

La lectura crítica de este relato, bien podría servir para el análisis de las técnicas violentas que se utilizan actualmente y para la motivación de la introducción de técnicas alternativas menos violentas en el trato de las abejas. En todo caso el lector tiene la posibilidad de utilizarlo de acuerdo a su conveniencia y criterio personal.

El abejero de las barbas de oro

Hace muchísimo tiempo atrás, en una de las comarcas de la serranía ecuatoriana, cuando las Familias estaban integradas por muchos hijos y más parientes cercanos y se dedicaban a la agricultura y al cuidado de pocos animales domésticos. Cuando las casas estaban asentadas a varios kilómetros, y cuando tenían que comunicarse, en casos de emergencia, se subían a los cerros para gritar o tocar el cacho. Las parcelas eran lo suficientemente amplias y la producción muy bien avanzaba para la supervivencia de todos y de todas. Los soberados eran verdaderas bodegas, en donde guardaban los granos para el sustento de todo el año. Los caminos de acceso a los pueblos eran de tierra y en invierno eran llenos de camellones debido a la humedad y al constante deambular de los caballos que servían para el transporte de las personas y de la carga. Había muchos chaparros a la orilla de los caminos vecinales en las cercas de las parcelas; también selva virgen de donde sacaban leña para la combustión y madera para la construcción de las casas. El ambiente estuvo aromatizado por la presencia de infinidad de flores en épocas de verano. Los pájaros eran abundantes y el trinar era una verdadera sinfonía durante las tardes y las madrugadas.

La población masculina de este vecindario a mas de dedicarse a la agricultura, practicaba ciertos oficios: había un carpintero que se ocupaba de la construcción de las casas especialmente en los veranos, un herrero dedicado a la producción de herrajes para los caballos y mulos, un peluquero que además hacia de sombrerero, un sastre, un remendón de zapatos y un tejedor de ponchos, chalinas y cobijas con hilos de lana de borrego, este personaje era de tez muy blanca, pelo castaño y las barbas muy abundantes y de color oro. Entre las mujeres había una partera, una curandera que practicaba la medicina natural. También había una mujer que limpiaba el mal aire y el espanto. Pero también había una que hacia la brujería y se lo identificaba por la vestimenta negra que lo utilizaba y el fuerte olor a ruda, pues en su casa tenía muchas plantas de este vegetal tan aromático.

A misa acudían una vez al año, con ocasión de las fiestas de San Pedro, para lo cual nombraban a un vecino del lugar como prioste, el mismo que gastaba lo necesario para la satisfacción de todos y todas. Había abundante comida, música con una banda de pueblo que lo contrataba con la debida anticipación, juegos pirotécnicos, vísperas de la fiesta y la misa en el día principal en donde la gente tenía la ocasión de lucir las mejores prendas de vestir.

La casita en donde vivía "el barbas de oro", era de madera, con cubierta de cadi, tenía un amplio corredor en donde estaba instalado su telar para el servicio a la vecindad. Desde muy temprano se dedicaba a su labor de tejer y teñir el tejido para dar su terminado con la respectiva cardada y entregar la obra a su debido tiempo. La casa estaba rodeada de un amplio corralón de paredes de tapial, en cuyo interior habían muchas plantas aromáticas, algunos arboles frutales: moras, capulíes, tunas; plantas ornamentales con flores de mil colores y aromas distintos. Estaba ubicada en el partidero, en donde se unían varios senderos de acceso a diferentes barrios y parcelas. El sitio era estratégico, por lo que era visitado permanentemente por diferentes amigos y personajes extraños.

Mientras tejía las obras, a media mañana, tenía la costumbre de servirse una porción de maíz tostado en tiesto de barro que lo hacía religiosamente su esposa; pero un día que se servía la llamada caca de perro que era el tostado preparo con panela, recibió insistentemente la vista de una abejita que atraída por el olor fragante de aquella golosina volaba y volaba con su característico zumbido que ya le sacaba de quicio. A los pocos días, mientras buscaba unos cajones viejos, de aquellos que servían para embalar jabones se encontró con la agradable sorpresa de que precisamente en el mejor cajón se había albergado una colonia de abejas reales, muy rubias y que entraban y salían sin cesar durante el día, en sus patas traseras llevaban unas bolitas de colores que el tejedor no podía dar alguna explicación. Al paso de algunas semanas, el olor a la miel era tan fuerte que la gente podía percibir al paso por el camino. Como el tejedor no sabía leer ni escribir le pidió a su nieto que estaba en la escuela que le leyera una de las revistas que tenía guardada en su baúl, en la cual estaban algunas fotografías de abejas. El niño que mas tarde se hiciera abogado y que tenía muy serias dificultades para deletrear provocó una fuerte decepción al abuelo que estaba ansioso de información. En esas circunstancias, el tejedor se orientó por las fotografías y tratando de interpretar con la lógica, entendió que el humo era bueno para ahuyentar a las abejas y así evitar la picada, también vio que se protegían el rostro con una malla para sacar la miel. Con estos datos y la curiosidad correspondiente, una mañana soleada, se lanzó a la aventura, para lo cual, en una teja de barro puso un poco de fuego para hacer humo, se cubrió el rostro y la cabeza con una tela blanca y sigilosamente se acercó al cajón en donde trabajaban presurosas las abejitas. Dirigió al humo hacia la colmena soplando insistentemente y así pudo ver como las abejitas habían construido unos panales de cera en donde estaba la miel, unos gusanitos blancos, y unos panales tapados con cera obscura, eran las crías de las abejas. No resistió la tentación de la miel y con la ayuda de un cuchillo de cocina cortó unos trozos de panal que lo disfrutó con su esposa y su nieto querido. Recibió algunas picadas en las manos, experimentó el dolor y la hinchazón y más tarde la comezón por el efecto del veneno. Esa noche no durmió debido a la fiebre. Su esposa le puso en las picaduras mentol y le dio de tomar agua para el resfrío.

Con estos antecedentes, acomodó algunos cajones que tenía guardados con la esperanza de que vinieran mas abejitas y así poco a poco se fueron llenando los cajones, pero sin cuadros. A los cajones les había puesto unos techos, tal cual había visto en la revista; así quedaron protegidos de las lluvias y de los rayos solares.

Un cierto día, un mercader que siempre visitaba la comarca ofreciendo algunos trastos para cocina, al paso por el frente de la casa del tejedor de las barbas de oro, se sintió atraído por el fuerte olor a la miel y aprovechó para hacer su negocio; llamó a la puerta del dueño de casa, que de inmediato lo atendió. El mercader que tenía facilidad de palabra, de pronto inició la conversación sobre el tema de la abejas; así aprovechó para contarle la experiencia vivida con las abejitas en su apiario que estaba mejor organizado. Como el tema era de muchísimo interés para el tejedor, éste invitó al mercader al almuerzo para continuar con la conversación y hacerle muchísimas preguntas.

El mercader le comentó que en su colmenar tenía varios cajones con abejas; pero que en su interior contenían unos cuadros de madera distribuidos ordenadamente para que las abejitas hicieran sus panales con la cera que ellas producen y depositar en ellos la miel, las crías, el polen y que eso le permitía sacar la miel con facilidad. Inmediatamente al escuchar esta parte de la conversación el tejedor se acordó de la revista con las fotografías de las abejas y fue a sacar de su baúl para mostrarle al mercader, el mismo que entusiasmado lo fue leyendo en voz alta y en forma pausada para que se pudiera entender bien a cerca del tema. Esta circunstancia hizo que el tejedor valorara el saber leer y escribir y que era una buena oportunidad para enterarse de muchas cosas que ocurrían en el mundo y que se transmitían a través de libros y revistas.

Como se habían identificado con el mundo de las abejas, los dos personajes entraron en confianza e hicieron el compromiso de seguir hablando a cerca de la Apicultura. Por su parte el mercader se comprometió a seguirle visitando en cuanto le sea posible para continuar con las pláticas a cerca de la temática.

Con los conocimientos obtenidos de la conversación, el tejedor, antes de que se olvidara, lo primero que hizo es ir a visitar al carpintero del lugar para que le diera construyendo los cuadros y arreglando los cajones llenos de rendijas y para comenzar a hacer bien las cosas; y, así crear las mejores condiciones de vida a las abejitas.

Como el cajón que albergaba a las abejas era muy pequeño, éste pronto se llenó de obreras y de zánganos, y como es natural en la especie, las nodrizas criaron algunas reinas con la intención de perpetuarla. Así se dio la primera enjambrazón; a pocos metros de la colmena, en una planta de chilca, se apiñaron formando una bola para proteger a su reina. De la conversación que tuvo con el mercader y de la fotografía de la revista, sacó la conclusión de que había que ponerlas en otro cajón que sería la nueva casa para que sigan trabajando. A los seis días, de nuevo encontró otro enjambre más pequeño en la misma planta de chilca; era un enjambre secundario, sin duda con una reina virgen. Otra vez hizo la misma hazaña de recoger a las abejas que no le habían picado ni una sola. Así siempre estuvo atento a la salida de los enjambres para capturarlos y formar su colmenar que mas tarde sería muy grande y el único en la zona.

Como su nieto fue a estudiar en la capital y nunca más regresó a su terruño. El abejero de las barbas de oro que ya había enviudado prematuramente, se quedó relativamente solo. Disfrutó de su existencia junto a sus abejas, se alimentó de lo que le prodigaban los insectos más trabajadores y generosos que habitan la faz de tierra. No sufrió de los achaques de la vejes. Vivió alrededor de los ciento veinte años. Su muerte fue muy dulce; tendido en la cama, se estiró lo suficiente y dejó de respirar. Nadie de la vecindad se había percatado de tal acontecimiento, su perro fiel y compañero se quedó acostado acompañándolo, hasta que sus abejas se dieron cuenta por el mal olor que emitían al descomponerse los dos cadáveres y de inmediato acudieron para cubrirlos con propóleos y embalsamarles.

La genética apícola y crianza de reinas

Con el afán de introducir al lector en este tema trataré de desarrollarlo con términos sencillos, asuntos que son muy necesarios en el quehacer apícola. Del interés que sepa ponerlo, dependerá la comprensión que sin duda va ha generar los elementos necesarios para la discusión y la abstracción correspondiente.

Por considerarse un contenido de muchísima importancia, con la simplicidad que me caracteriza, desarrollo el tema de la Genética Apícola, convencido de que el conocimiento de éste, nos marcará las pautas para hacer o al menos tratar de hacer bien la crianza de reinas, que es uno de los fundamentos para lograr el éxito en la actividad apícola.

La Genética es la Ciencia biológica que estudia los fenómenos de la herencia y la variación. En otras palabras, estudia la herencia, es decir, la transmisión de los caracteres de una a generación a otra, la localización citológica de dichos caracteres y su manifestación externa.

La herencia es la propiedad de auto reproducción que caracteriza a lo vivo frente a lo no vivo.

La variación está caracterizada por el hecho de que los descendientes de una generación determinada difieren entre sí y con sus progenitores en numerosos caracteres. No hay dos individuos exactamente iguales.

Célula es la unidad microscópica y elemental de la materia viva, capaz de multiplicarse.

Los cromosomas son corpúsculos de la célula que están constituidos por unidades elementales denominados genes. En las abejas hembras el número de cromosomas es de 32, mientras que en los machos es haploide, por lo tanto el numero es de 16.

Los genes son los portadores de los caracteres hereditarios

El conjunto de genes que se transmiten de una generación a otra se llama Genotipo. Los Fenotipos son el resultado de la combinación de factores ambientales y de los Genotipos.

La reproducción de las abejas se da por dos formas. Sexual a través de la unión de las células masculinas provenientes de los espermatozoides y las femeninas originadas en los óvulos de las reinas, y la Asexual o mejor dicho, a través de la Partenogénesis que es el desarrollo del embrión a partir de un huevo que no ha sido fecundado.

Especie es el conjunto de individuos pertenecientes al reino vegetal o animal, originaria de padres parecidos a ellos y permanentemente fecundados en las sucesivas generaciones, Ejm. la especie humana.

Raza es el conjunto de individuos dentro de una especie, dotados de caracteres comunes. Ejemplo, la raza negra.

Híbrido es el individuo animal o vegetal nacido del cruce entre individuos de dotación genética distinta. Ejemplo la mula en los animales.

Mutación es la variación del patrimonio genético transmisible a sus descendientes. Puede referirse a un solo gen o a un cromosoma o la totalidad de genes.

Degeneración es la pérdida o atrofia total o parcial de un órgano en el curso de la evolución.

Para entender el alcance y la complejidad de esta ciencia, les invito a reflexionar en la siguiente afirmación:

"Una colmena es una súper familia integrada por varias subfamilias que no tienen un padre común. En una colmena hay varios grupos de obreras con diferentes parentescos".

Está probado que una reina se copula con hasta 17 zánganos y los espermatozoides se almacenan en la espermateca de la reina en paquetes y cada paquete se activa al término del anterior. Por lo tanto hay hasta 17 paquetes de obreras con características diferentes, resultado del cruzamiento con 17 zánganos heterogéneos. Este fenómeno explica algunos hechos raros, por ejemplo en el comportamiento de las abejas, en la coloración y en el tamaño, en la agresividad, etc.

SELECCIÓN GENÉTICA

Es la elección de la mejor calidad de la especie. En abejas se selecciona la mansedumbre, la laboriosidad, la prolificidad, la aptitud de limpieza y la productividad; pero hay que preferir la mansedumbre y la productividad. La colmena debe ser tratada como una unidad genética.

COMO SELECCIONAR LOS CARACTERES

A través de la observación repetida del comportamiento de las colonias que nos interesa fijar en las próximas generaciones a través de la herencia se hace la respectiva selección.

Para el mejoramiento de ciertos caracteres se puede trabajar con el Genotipo, debido a que el ambiente es difícil de controlar y se debe seguir los siguientes pasos:

a.- Seleccionar los individuos superiores para formar la próxima generación.

b.- Interferir en la forma de cruzamientos en los individuos seleccionados.

La importación de reinas para el mejoramiento genético aporta muy poco, si consideramos que los factores exógenos son los determinantes en un alto porcentaje de los caracteres hereditarios a no ser que se haga inseminación artificial o instrumentada.

Los diferentes métodos de reproducción de reinas consta en el folleto Genética y Crianza de reinas, escrito por el autor de este texto.

La investigación científica en el ámbito de la apicultura

La Apicultura, como Saber, tanto en su contenido teórico como práctico, despierta una curiosidad sin fronteras y que a veces se ve restringida por la falta del conocimiento en el manejo de instrumentos investigativos para favorecer al desarrollo de la ciencia que es cada vez más dinámica.

En la diaria práctica de la Apicultura, las personas involucradas, hemos experimentado en carne propia la necesidad de crear y ejecutar nuevas acciones a fin de mejorar nuestras técnicas de manejo de los colmenares, por ejemplo.

En el trabajo habitual, igualmente nos encontramos con hechos y fenómenos que a veces nos vemos incapacitados de explicar el por qué, es decir, sus causas y peor leer con claridad los efectos de esas causas. Nos regimos por la información foránea que podemos recibir y que, la vamos adaptando a nuestra realidad ecológica en los diferentes microclimas en el quehacer apícola. Aspecto que en la mayoría de los casos no surte efecto positivo por ser diferentes las condiciones en las que se han desarrollado, inventado o creado.

Un trabajo de esta naturaleza, evidentemente que exige de mucha responsabilidad, un ponderado conocimiento apalancado por una experiencia ineludible en el ámbito de la investigación científica.

EL POR QUÉ Y EL PARA QUE DE LA INVESTIGACIÓN

Sin duda alguna, el apicultor, en particular y el lector se plantearán algunos interrogantes en relación a la investigación apícola.

La Apicultura, que es una Ciencia especializada, no está plenamente concluida, es decir, tiene la particularidad de ser dinámica como toda actividad que se adapta a un tiempo y a un espacio determinado y a diversas circunstancias ecológicas bajo condiciones peculiares; requiere por lo tanto, del aporte objetivo y científico para su perfeccionamiento.

La Apicultura, siendo una actividad productiva, demanda de nuevas técnicas de manejo de las abejas, de formas alternativas del aprovechamiento racional de los recursos involucrados en el quehacer apícola, de diversas opciones metodológicas para la crianza de reinas y la diligencia genética, etc.

Es necesario comprobar los contenidos teóricos de la Ciencia. Dicho de otra manera, es preciso fortalecer el conocimiento a través de la confrontación de la teoría con la práctica, en un determinado espacio.

Es imprescindible adoptar y adaptar los conocimientos de otros lugares a nuestro medio, en la medida de las posibilidades, sin cometer errores o tratando al menos de minimizar los riesgos.

Es responsabilidad del apicultor ecuatoriano, desarrollar un paradigma que nos identifique, y que responda con objetividad a nuestras pretensiones bajo las normas de una disciplina científica.

Hacemos investigación apícola para fortalecer nuestras experiencias y difundirlas con el sano propósito de contribuir al desarrollo integral de la Apicultura ecuatoriana.

Para optimizar los recursos naturales, materiales y humanos en el desarrollo de la actividad apícola a fin de obtener los mejores resultados en apoyo del progreso de la calidad de vida del apicultor y su entorno.

Para descubrir los fenómenos específicos del entorno apícola, para identificarlos, analizarlos, comprobarlos, caracterizarlos y establecer las respectivas conclusiones científicas, bajo cánones de responsabilidad y ética profesional.

En definitiva, para actualizar los contenidos científicos y fortalecerlos, a favor de un cambio positivo de las actitudes del sector especializado y la búsqueda de las mejores opciones tecnológicas, metodológicas en la práctica cotidiana de la Apicultura ecuatoriana, particularmente; sin ofender al entorno ecológico que es el componente y el aliado fundamental de la Ciencia Apícola.

Más elementos y orientación de la Investigación
están consignados en el Folleto Investigación Apícola,
el mismo que esta descrito en términos sencillos y asequibles al apicultor
ecuatoriano.

Administración apícola

Como toda actividad productiva, la Apicultura requiere del conocimiento y de la combinación de ciertos elementos que intervienen en la Administración, los mismos que son indispensables y que deben ser considerados antes de iniciar una actividad para asegurar el éxito.

En otras palabras, el éxito de la Apicultura, al parecer, está en el conocimiento y manejo de los factores que intervienen en el mercado y aquellos que influyen directa o indirectamente en la producción.

La Apicultura, considerada como un negocio, requiere de un tratamiento técnico en relación a los aspectos, factores o elementos que intervienen tanto en la producción como en el mercadeo de los productos.

OBJETIVO DE LA ADMINISTRACIÓN APÍCOLA.-

Si el objetivo de la Apicultura es: "aprovechar racionalmente los recursos naturales, con técnicas apropiadas, bajo las normas internacionales", la Administración de Empresas pone énfasis en el aprovechamiento eficiente de los recursos humanos, materiales, económicos y técnicos. Dicho así, ésta es un complemento para el cumplimiento de los propósitos propuestos por la Apicultura.

EL NEGOCIO DE LA APICULTURA

Como en todo negocio, antes de iniciar la Apicultura, hay que tomar en cuenta algunas recomendaciones básicas y elementales sugeridas y exigidas por la Administración de Empresas.

El éxito del negocio está en el conocimiento de lo que se va a emprender. Un negocio no es asunto del simple deseo de hacer las cosas, o de emprender lo que emprendió el vecino, el amigo o algún personaje con éxito. Es una compleja combinación de factores que intervienen en los procesos de producción y de mercadeo.

Todo negocio debe arrojar una ganancia. En otras palabras, debe generar utilidades netas que garanticen el bienestar de quien lo realice o por lo menos garantizar la satisfacción de las necesidades vitales de él y de su Familia.

Así el negocio debe tener proyecciones de crecimiento y correr los riesgos determinados por las Leyes de la Oferta y de la Demanda del Mercado. El tema propuesto está lo debidamente ampliado en el folleto titulado Administración de la Apicultura editado por el autor de este texto.

EL PROYECTO.-

Toda actividad humana – o casi todas- está encaminada a satisfacer alguna de sus necesidades; dicho de otra manera, una situación determinada es consecuencia de la combinación de varios factores que se interrelacionan entre sí para dar un resultado.

Las personas, para satisfacer nuestras necesidades, nos interrelacionamos con los elementos de la naturaleza, principalmente.

El aprovechamiento irracional o desmedido de los recursos, provoca desequilibrios, muchas de las veces irreparables.

Una actividad productiva, implica inversión de recursos, sean éstos naturales, técnicos, económicos o de otra índole; pero la inversión debe arrojar resultados traducidos en ganancias o utilidades a más de la recuperación del capital en un determinado tiempo.

La Apicultura es una actividad rentable, en la medida en que se pueden optimizar los recursos involucrados con ella, con la debida Planificación y más elementos que exige un Proyecto.

De lo descrito a breves rasgos, el proyecto es un instrumento técnico o una herramienta apropiada para lograr objetivos concretos, en base a la recolección y análisis de datos. Dicho de otra manera es la propuesta de solución a un determinado problema.

Su importancia está determinada por la posibilidad cierta de organizar un trabajo, tomando en cuenta las diferentes etapas. Mayor información sobre el tema está consignada en su respectivo folleto.

Los productos de las colmenas y sus propiedades curativas y nutricionales

A continuación trascribo el resultado de una investigación bibliográfica realizada por Ana Lucía Oleas, estudiante de Administración de Empresas para la estructuración de una Tesis de Grado en el ámbito de la Apicultura. El contenido de este texto nos permitirá visualizar el alcance optimista de los productos de la colmena tanto en la nutrición como en la Apiterapia. Por ningún concepto, el autor del texto Mitos y verdades de la Apicultura ecuatoriana emite su percepción a favor en contra a cerca del contenido, será el lector quien afirme o niegue estos enunciados:

La miel

En nuestros días, la miel goza de una notoriedad que ha sobrepasado ampliamente las fronteras lingüísticas, culturales y… culinarias. Cerca de un millón de toneladas de miel son producidas cada año en el mundo, pero esta cantidad sólo representa una parte de la capacidad de producción disponible. Pero, en realidad, ¿qué es la miel?

La miel surge del néctar que las abejas liban de las flores. Este néctar no es otra cosa que una solución azucarada producida por las glándulas de la flor, los nectarios. Estas estructuras glandulares tienen como función la de encaminar la savia nutriente de la planta.

El néctar es una fuente energética rápidamente disponible para la abeja, ya que contiene casi exclusivamente azúcares simples, siendo los más frecuentes la sacarosa, la glucosa y la fructosa. Su generosidad nutritiva no está limitada a su contenido en azúcares, ya que es rica también en vitaminas, sales minerales, enzimas, aminoácidos, así como componentes más complejos, como son los ácidos orgánicos o las sustancias aromáticas.

Usos y Beneficios:

  • nutricionales, energéticos, antioxidantes, digestiva, anti-anémicos, antisépticos, pectorales, antitóxicos, emolientes, laxantes, cardioprotector, cicatrizantes, hepatoprotector.

  • Para contrarrestar enfermedades de la garganta, bronquitis, gripes, etc.

  • De uso cosmético, para mascarillas faciales, como exfoliador, astringente, relajante, tónico, incluso para masajes capilares.

  • Limpia la Sangre

  • Beneficia el sistema nervioso, digestivo, inmunológico, endocrinológico (regula la función de las hormonas)

  • Acompañado con ginseng para tratamientos contra la ansiedad.

 La miel en la Apiterapia

Los problemas nutricionales

 Energética y viscosa, la miel se recomienda en los casos de anorexia, especialmente en los niños o lactantes por su sabor agradable siendo una valiosa ayuda. Es adecuada también en los casos de convalecientes, de agotamiento, o durante el cansancio físico o intelectual (deportistas, estudiantes, o estudiantes deportistas) Finalmente, la miel es excelente en la corrección de las carencias nutricionales responsables de los trastornos de crecimiento, la desmineralización ósea, o la mala calidad de la dentición. Encuentra también un lugar adecuado en los regímenes dietéticos para las personas que sufren de hepatitis y en algunos casos de convalecencia después de una afección aguda (ejemplo, la gripe).

 Depresiones, apatías

 La miel y la jalea real, está indicada, por ejemplo, en los estados de apatía debida a una enfermedad o intervención quirúrgica, la falta de apetito, la apatía de las personas mayores o estados depresivos menores. También mejora ciertos estados de ansiedad y los trastornos del humor o algunas formas de insomnio.

 Nariz – garganta – oídos (ORL)

La fama de la miel en este campo está bien establecida, ya que es el remedio tradicional que nos proporcionaban nuestras abuelas para calmar la tos, la laringitis, la faringitis y los dolores de garganta. Su efecto antitusivo, calmante y expectorante está vinculado a la presencia de las sustancias volátiles de la miel y su efecto antibiótico. Ello permite inhibir también el desarrollo del agente responsable de la difteria: Corynebacterium diphteriae.

 Pediatría

La miel añadida a los alimentos, en lugar de azúcar, favorece el crecimiento corporal de los niños. Este efecto podría deberse a la presencia de algunos oligoelementos que permiten la mejor absorción y posiblemente el transporte de minerales, en especial el calcio y el manganeso.

Llagas, quemaduras, escaras, ulceraciones

 La eficacia de la miel en el tratamiento de las quemaduras (de todos los tipos, desde la insolación, hasta la afección de la dermis) es asombrosa, el proceso de curación es más rápido y homogéneo, contrariamente del que proporcionan los productos cicatrizantes

Afecciones gastro-intestinales, parasitosis

El empleo de la miel en las afecciones digestivas no es de fecha reciente. Ello se basa en las propiedades anti-inflamatorias, analgésicas, inmunógenas y antioxidantes de los productos de la colmena. Al nivel intestinal, se le atribuye a la miel una capacidad laxante suave por su concentración de fructosa. Este azúcar induce, por su actividad osmótica, un aumento del aporte de agua en el lumen intestinal y por lo tanto facilita la evacuación de las heces. Este efecto es reforzado también por el polen, que ofrece resultados notables y evita acudir al uso de laxantes irritantes para la pared del intestino y que a menudo crean hábito.

 Actividad antibacteriana y antibiótica de la miel

Varios estudios científicos han demostrado que la actividad antimicrobiana de la miel tiene dos orígenes: la abeja misma, que es capaz de producir agua oxigenada, un fuerte antiséptico, e igualmente origen floral, cuya actividad antiséptica está atribuida a toda una serie de componentes químicos todavía poco caracterizados.

La acción antibacteriana de la miel puede ser determinada por cuatro factores, a saber:

  • El efecto osmótico de la miel, que es hipertónico, puede en parte explicar sus características antisépticas.

  • Ciertos autores también destacan el bajo pH de la miel para explicar sus propiedades antisépticas.

El peróxido de hidrógeno, o el agua oxigenada, que podemos calificar de inhibidora en el sentido anteriormente definido, está presente en las soluciones de miel. El mismo se muestra extremadamente agresivo contra las bacterias.

En lo que concierne a la flor, ella es capaz de trasmitir a la miel toda una serie de flavonoides y ácidos, fenólicos activos, reconocidos por sus propiedades antibacterianas.

Efecto energético de la miel

La miel es un alimento muy energético aporta 350 Kcal. por cada 100 grs., concentrados en poco volumen y abundante en nutrientes esenciales. En el hombre sano, la miel se adapta particularmente a las prácticas deportivas durante las cuales contribuye a obtener un mejor rendimiento físico al prolongar el esfuerzo de resistencia y favorecer la recuperación y la repetición de los esfuerzos. Si ofrece mayor resistencia al cansancio físico, la miel igualmente atrasa el cansancio mental y refuerza el terreno en la lucha contra las agresiones. También ofrece una valiosa ayuda en la asimilación de otros alimentos, como complemento alimentario en todas las carencias nutricionales, sean éstas en aminoácidos o bien en vitaminas, etc. En el hombre enfermo, se recomienda sola o en asociada con otros agentes terapéuticos indispensables en el tratamiento de astenias, anorexias, estados de debilidad y delgadez, así como de varios estados de carestía.

Efecto cicatrizante de la miel

La miel natural demuestra una importante actividad cicatrizante, la cual fue estudiada en el CHU de Limoges (Francia) así como en Cremona (Italia) y en Cuba. Además de su actividad antibacteriana anteriormente descrita, ella goza de propiedades limpiadoras y desinfectantes. Además, su actividad energética se inscribe en beneficio de las células jóvenes, favoreciendo especialmente la multiplicación celular. Los estudios comparativos han mostrado resultados muy interesantes en la cicatrización de quemaduras o de llagas necrosadas.

La miel, vector terapéutico

Además de sus propiedades terapéuticas intrínsecas, las mieles presentan igualmente interés como vector de otros agentes terapéuticos. Ello significa que, gracias a su presión osmótica positiva, las mieles constituyen buenos vehículos que permiten mejorar el grado de asimilación por el organismo de otros productos de acción terapéutica. Esto es algo particularmente bien conocido en la Apiterapia, para transportar dos clases de elementos: el propóleos, por una parte y los aceites vegetales esenciales por otra.

Las mieles favorecen la apertura y la penetración de materias activas concentradas (propóleos, aceites 4 esenciales). Además ellas aportan sus efectos benéficos por sus propiedades terapéuticas intrínsecas.

El polen

La palabra "polen" deriva el griego: palé, que a la vez designaba la harina y el polvo polínico.

Tantas plantas con flores diferentes, así habrá tipos de polen distintos, pero sin embargo cabe notar una homogeneidad y es el modo de polinización de las plantas con ayuda de los insectos entre otros agentes polinizadores.

El polen contiene en efecto glúcidos (un 35%), proteínas (un 20%), aminoácidos (entre ellos los ocho aminoácidos esenciales), enzimas, todas las vitaminas del grupo B, alto contenido en beta-caroteno, las vitaminas C, D y E (pero no en vitaminas A). Así mismo, el polen contiene minerales, oligoelementos, una hormona de crecimiento, substancias antibióticas activas y… un montón de substancias todavía desconocidas hasta el presente.

Generalmente, el polen es consumido como suplemento nutricional, a veces en estado puro con el fin de fortificar el organismo, de luchar contra el nerviosismo o el estreñimiento, de aumentar la resistencia a infecciones, etc. Por ejemplo, el polen se emplea en medicina para el tratamiento de la prostatitis**** y de la hipertrofia benigna de la próstata, en cosmética, en la alimentación del ganado y claro está, en la alimentación de las abejas.

El polen y la colmena

Desde el punto de vista de la abeja, el polen es el producto más importante de la colmena. Desde su aparición en la tierra, hace 90 millones de años, las abejas han evolucionado en perfecta armonía con las flores y por ende con el polen de las mismas. Ellas liban en las flores con el único propósito de asegurar su supervivencia y la de sus larvas. El polen provee efectivamente a la abeja todos los nutrientes necesarios para criar su descendencia así como para asegurar el crecimiento y el desarrollo del adulto. Toda la vida de la colonia está controlada por el polen: sin ese producto, no habrá jalea real, ni huevos y tampoco cera.

El polen en la Apiterapia

La Biblia, el Talmud, el Corán, los manuscritos del Oriente, las escrituras de Grecia y Roma antiguas y de los países del Medio-Oriente, la Rusia, los países eslavos,… todas las culturas, todas las religiones a lo largo de la historia han alabado las virtudes del polen y la miel como una fuente de eterna juventud y una garantía de salud para la gente. Sin embargo, en los tiempos bíblicos no hay referencia especial al polen en las escrituras santas, más bien a los productos de la colmena en general.

Propiedades generales del polen

En los humanos el polen desempeña el papel de regulador de las funciones intestinales que va desde despertar un transito "perezoso", hasta el tratamiento de la diarrea o de las enteritis, gracias a sus propiedades antibióticas naturales (especialmente eficaces contra ciertas cepas de Salmonella). Es también muy activo en casos de agotamiento físico o psíquico, por su efecto tonificante y estimulante, incluso como notorio euforizante. Ciertos trabajos mencionan igualmente sus beneficios en el tratamiento de la hipertensión y de las afecciones hepáticas. Asimismo, el polen es generalmente reconocido por su actividad preventiva en la prostatitis.

Otros:

Actividad tonificante, estimulante y metabólica del polen

Actividad desintoxicante y antioxidante del polen

Actividad antibacterianas del polen

Actividad digestiva y anti-inflamatoria del poten

Actividad cardio-vascular del polen

El pan de abejas

El proceso natural de preparación del polen almacenado en la colmena por las abejas para el consumo, tiene como resultado el pan de abejas. El pan de abejas está formado por el polen colectado y conservado en los panales, después de fermentar por medio de las secreciones salivales del insecto (que son muy ricas en enzimas). En tales circunstancias, en presencia de calor y humedad, el polen germina y luego se desprende de la envoltura que lo protege, para iniciar su fermentación láctica.

El pan de abejas almacenado en la colmena, es el alimento proteico de las abejas; esencialmente para los procesos de cría de pollo y la secreción de jalea real. Una vez fuera de la colmena, la abeja se alimentará casi exclusivamente de miel. Una celda llena de pan de abejas representa la reserva de proteínas necesaria para criar una larva. Las abejas adultas sólo consumen pan de abejas para fabricar las diferentes secreciones que ellas producen, a saber: la jalea real, los fermentos salivales y la cera. Ello ocurre al inicio de su vida de adulta, antes que salgan de la colmena a pecorear.

Propiedades del pan de abejas

Los usos que se dan al pan de abejas como producto terapéutico brindan resultados maravillosos al cabo de sólo pocos días. Él posee todas las indicaciones del polen: anemia, deficiencias coronarias, trastornos circulatorios cerebrales y traumatismos craneales, infarto, gastritis, hepatitis, ulcera gastro-duodenal, alergia, gripe, pérdida de la libido y esterilidad masculina y alcoholismo,… todo ello sólo representa una parte de las múltiples indicaciones médicas y los éxitos históricos del pan de abejas. Este producto puede ser absorbido por las mucosas de la boca, como si fuera un bombón. Lo más conveniente sería mantenerlo en la boca, sin tragar, así como no tomar agua durante la hora siguiente, para no diluirlo. La dosis recomendada es de 2 g/día para un adulto y 0,5 g/día para los niños.

Al igual que el polen del que salió, el pan de abejas posee actividad antiséptica frente a muchas especies bacterianas patógenas.

Finalmente, el pan de abejas alivia los trastornos de memoria en las personas ancianas, corrige las carencias de potasio y disminuye la duración de los estados comatosos. En este caso, hay que administrar al enfermo un gramo de una sola vez bajo la lengua, operación que debe repetirse de cuatro a cinco veces por día. Varias investigaciones han mostrado que puede contribuir a la cura de ciertos tumores benignos.

En sentido general el pan de abejas posee el mismo valor nutricional que el polen. Es rico en proteínas de alto valor biológico, es decir aporta, en cantidad adecuada, los aminoácidos esenciales, así llamados porque no son sintetizados por el organismo. También, es una excelente fuente de potasio y vitaminas del complejo B. Su composición enzimática y pigmentaria es análoga a la del polen, del que sólo se distingue por su fermentación láctica avanzada y su contenido superior de vitamina K (fitomenadiona).

Propóleos

El propóleos es la sustancia que defiende la ciudad de las abejas. Es el medicamento de amplio espectro que la colonia elabora con las materias primas del exterior e interior de que dispone. Para alcanzar su propósito, la colonia elabora la composición del propóleos, aportando las materias activas recolectadas de su ambiente. Para la abeja lo importante no es tanto la composición, sino la actividad de esta substancia. Los análisis han mostrado composiciones distintas, pero los efectos permanecen, para un amplio espectro, muy similares a todos los tipos de propóleos del mundo. Al contrario, algunos poseen ciertas peculiaridades de su composición bioquímica que les confieren características terapéuticas específicas.

La abeja obtiene el propóleos principalmente a partir de las resinas vegetales secretadas por las yemas y la corteza de ciertos árboles como es el álamo.

Es una inagotable fuente de compuestos antioxidantes, que le aseguran la fama de ser uno de los productos más ricos en flavonoides, al igual que el té y el vino.

Las propiedades bactericidas del propóleos se conocen desde la Antigüedad. Fue empleado también en la medicina veterinaria en el tratamiento de las llagas infectadas, o para luchar contra las enfermedades como la fiebre aftosa.

Su actividad cicatrizante y los efectos beneficiosos en la reconstrucción del epitelio, explican su éxito en la dermatología (quemaduras, abscesos, forúnculos, sabañones etc.)

Relativo al propóleos, cabría también mencionar sus propiedades espasmolíticas y antioxidantes (actividad antitumoral, radio protectora, desintoxicante), etc.

El propóleos en la Apiterapia

Avicenna, en el siglo XI, notaba que el propóleos "posee la cualidad de eliminar las puntas de flechas y las espinas y de limpiar las heridas". En Francia, el término propóleos apareció en los escritos de Ambroise Paré en el siglo XVI. Al final del siglo XIX-, en Rusia y en Alemania, el mercado del propóleos conoce su pleno auge. Popular, era empleado como remedio anti-infeccioso, cicatrizante, anti-inflamatorio, en forma de ungüento, emplasto, loción o fumigación.

Los usos corrientes del propóleos en la medicina humana se transmitieron hasta nuestros días, de una generación a otra. Efectivamente, en los últimos treinta años y sobre todo en Europa del Este, en Asia y especialmente en el Japón, la medicina moderna recurrió al propóleos para la terapéutica. Gracias a muchos científicos que lucharon para que este producto llegue a ocupar el lugar que merece.

Propiedades generales del propóleos

El propóleos ejerce también una inhibición categórica de los microorganismos patógenos, lo que explica por que los pequeños pilladores muertos en la colmena y tratados con propóleos no se descomponen. El propóleos es capaz de ejercer una actividad antiviral, que se debe también a la presencia de flavonoides y de moléculas aromáticas.

El propóleos posee igualmente propiedades anestésicas locales, atribuidas a los aceites esenciales que, conforme a ciertos estudios, son tres veces más potentes que los anestésicos corrientes!.

En fin, disminuye la inflamación, el riesgo de trombosis (al impedir la aglutinación de las plaquetas y los glóbulos rojos), ayuda a curar el catarro, los dolores de garganta, la faringitis crónica, las aftas (aplicado como apósito, sirve generalmente para curar todas las lesiones de la cavidad bucal), las úlceras gástricas, la colitis y la hipertonía intestinal, la hipertensión, las afecciones pulmonares (en forma de aerosoles) y la tuberculosis… y esta lista está lejos de ser exhaustiva.

Otros:

Actividad antibacteriana del propóleos

Actividad antiviral del propóleos

Actividad antifúngica del propóleos

Actividad cicatrizante y regeneradora del propóleos

Actividad anticancerosa e inmunomoduladora

Actividad antimicótico del propóleos

Actividad anestesiante del propóleos

Actividad antiparasitaria del propóleos

Actividad anti inflamatoria del propóleos

Actividad antioxidante del propóleos

La jalea real

La jalea real es una substancia secretada por las glándulas faríngeas de las abejas jóvenes (las nodrizas), en un momento determinado de su vida. Su aspecto es viscoso, de color blanco crema o amarillo dorado pálido. Sólo las reinas reciben exclusivamente jalea real como alimento (de ahí su nombre), mientras que las abejas obreras y los zánganos lo reciben solamente durante los tres primeros días de su vida larval.

La jalea real puede presentar diferencias de composición, en función de la raza de abejas que la producen, así como del destino en la colmena (alimento de las larvas de obreras o de zánganos, de larvas de reina o de la reina adulta), pero estas diferencias no son muy acentuadas. Desde el punto de vista cualitativo, el contenido en ácido 10-hidroxi-2-decenóico es un parámetro importante.

La jalea real y la colmena

La jalea real, es el alimento de todas las crías durante los primeros tres días de vida. Después, será la dieta especial de las reinas y las larvas en desarrollo como futuras madres, las que seguirán bañándose literalmente en jalea real, durante otros cinco días. De este modo, una sola reina requiere de bastante tiempo y alimento para que sus órganos sexuales se desarrollen y que sus potencialidades se vuelvan realidad.

Desprovistas de jalea real, las larvas de las futuras obreras no alcanzarán de desarrollo sexual. Ellas reciben como alimento una simple papilla hecha de miel, agua y polen (pan de abejas). A pesar de que el poeta prefiera atribuirle el nombre de harina de arco iris, este pan diario de las larvas de abejas no produce el mismo resultado que la jalea real. Efectivamente, el peso de la reina es de cerca de seis veces más alto que el de una obrera, lo que induce a sospechar que la jalea real contiene factores de crecimiento específicos.

La jalea real le confiere también a la reina una vitalidad fuera de lo común y una mayor resistencia a las enfermedades que padecen las obreras. Mientras éstas últimas tienen una esperanza de vida de cerca de cuarenta y cinco días, la reina vive de cuatro a cinco años como promedio, lo que representa una prodigiosa longevidad, consagrada a la perpetuación de la colonia: durante la temporada reproductiva, ella pondrá hasta dos mil huevos por día, es decir el equivalente de su propio peso!

La jalea real en la Apiterapia

Las virtudes de la jalea real son legendarias desde hace milenios. Ya los griegos de la Antigüedad pensaban que la ambrosía, que les confería inmortalidad a los dioses del Olimpo, estaba en parte compuesta de esta famosa jalea. En realidad, la gente la consume desde hace siglos !sin darse cuenta!. En los tiempos remotos, trituraban la cera que contenía jalea real, la mezclaban con polen y propóleos y la consumían Inmediatamente, muy fresco, este muy rico cocktail. De ahí, su asombrosa eficiencia.

Propiedades generales de la jalea real

De los resultados de muchos ensayos y experimentos efectuados, tanto en el hombre, como en animales, vamos a retener esencialmente los siguientes elementos para fundamentar el uso terapéutico de la jalea real: por un lado, la absoluta inocuidad de la substancia, incluso en fuerte dosis, y por el otro, la realidad de un cierto número de ventajas nutritivas, energéticas y metabólicas.

La jalea real favorece la oxigenación de los tejidos y la actividad de ciertas enzimas, especialmente a nivel del hígado. Ella aumenta la resistencia al frío, estimula el apetito, el humor psíquico y aumenta la vitalidad en general. La jalea real posee también propiedades eritropoiéticas (es decir, estimula la médula ósea a producir glóbulos rojos), eupépticas (facilita la digestión), hipocolesterolemiantes, analgésicas (disminuye la percepción del dolor) y encuentra aplicaciones interesantes en ciertos dolores reumáticos, en los síntomas renales, encontrados durante el embarazo y en el crecimiento de los niños prematuros. Por último, ella ejerce una muy potente actividad antibiótica frente a Proteos y Escherichia coli (gérmenes patógenos), así como ante ciertos virus, como es herpes y el de la gripe.

Otros:

Actividad inmunoestimulante de la jalea real.

Actividad antibacteriana y antiviral de la jalea real

El veneno de abejas

El veneno es secretado por las glándulas de veneno de las abejas hembras, reinas y obreras, y es almacenado en tres receptáculos: dos de contenido ácido y uno de contenido básico. Las obreras lo utilizan para defender la colmena contra los intrusos y las reinas se sirven de él exclusivamente para matar y eliminar a sus rivales. El veneno de abejas está compuesto por una amplia variedad de substancias de gran importancia para el cuerpo humano, principalmente numerosos péptidos y enzimas.

Desdichadamente, la picada de abeja tiene a menudo una connotación dolorosa y goza de una mala imagen que limita su uso por miedo a la picadura de abeja. Efectivamente, las reacciones causadas por las picadas son más o menos inmediatas y/o graves, según los individuos. En algunos sujetos, a un fuerte dolor inicial le seguirá una simple sensación de calor y de hormigueo local momentáneo. En otros, se pueden desencadenar reacciones alérgicas (urticaria, edemas etc.) e incluso hasta accidentes mortales. El veneno de abejas contiene efectivamente una toxina que es capaz de causar un choque anafiláctico (estado de hipersensibilidad, que se traduce por una reacción violenta, a veces fatal) en un sujeto sensibilizado por un contacto anterior con el veneno.

El agente responsable de esas reacciones es la toxina producida por las glándulas del veneno situadas en el abdomen de la obrera. Sin embargo, no hay que olvidar que el veneno de abejas goza también de grandes virtudes terapéuticas.

Propiedades terapéuticas generales del veneno

Los resultados de los tratamientos experimentales muestran que el veneno de abejas está dotado de una actividad biológica muy elevada y por consiguiente es capaz de ejercer múltiples actividades benéficas sobre el organismo. El veneno y particularmente la melitina, su fracción más activa, ejercen una potente influencia en el sistema nervioso, bloqueando la transferencia del influjo nervioso. También, droga la actividad del axis hipófisis-suprarrenal y moviliza, por consiguiente, los mecanismos protectores del organismo. En dosis terapéutica, impide la aparición de los calambres, baja la tensión arterial y provoca una vaso-dilatación, especialmente al nivel de los capilares cerebrales. Pero ante todo, inhibe la reacción inflamatoria y disminuye la percepción del dolor. Cardiotónico, el veneno de abejas es también un potente anticoagulante y un agente inmunológico activo. Como tal, se acude a su uso terapéutico para disminuir el dolor de la inflamación asociada a ciertas patologías, como son la artritis, las mialgias, la ciática, las neuralgias intercostales y las cicatrices dolorosas.

En el animal, el veneno de abejas y, particularmente, la melitina, parece inducir indirectamente a la liberación de la cortisona, el principal corticosíeroide anti inflamatorio natural. Efectivamente, la melitina aumenta la producción de ACTH al nivel de la hipófisis. Esta hormona circula después hacia la glándula suprarrenal, donde estimula la producción de cortisona.

El organismo responde, en su momento, movilizando todas sus defensas (el sistema inmunitario) contra el agresor. Hablamos entonces de inmunomodulación, incluso de inmunoestimulación, lo que está emparentado hasta cierto punto con la vacunación. Este mecanismo complejo actúa, entre otras cosas, como un cebo que reorienta el sistema inmunitario hacia el exterior.

La inyección de veneno de abejas en picaduras, o la inyección de apitoxina, en solución de concentración conocida, se emplea también en pacientes alérgicos alas picadas de abejas, para su desensibilización.

Otras actividades del veneno:

Además de sus notables propiedades anti-inflamatorias, el uso terapéutico del veneno de abejas incluye a veces otros aspectos, así la melitina impide la coagulación sanguínea, lo que permite entrever perspectivas clínicas en el tratamiento de la arteriosclerosis y de las trombosis. Al nivel central, ciertos componentes del veneno intervienen directamente en la percepción cerebral del dolor y otros, como la aspirina, poseen propiedades antipiréticas (calman la fiebre). Finalmente, la melitina seria también capaz de ejercer efectos antibacterianos, antifúngicos y antivirales.

La cera de abejas

La cera es producto de la secreción de 8 glándulas cereras, situadas en la cara ventral del abdomen de la obrera. Estas glándulas se desarrollan del 13° al 18° día de la vida adulta de la abeja, reduciéndose hasta la muerte del individuo. La cera es una substancia grasa, que se solidifica en forma de láminas delgadas, casi transparentes, que la obrera despega por medio de sus patas posteriores, para llevarías hasta sus mandíbulas. Después, la cera es amasada y triturada con otras secreciones propias de la abeja, antes de ser depositada en el borde de los panales en construcción. En estado natural, la cera nueva es de color blanco, pero con el tiempo se colorea rápidamente, por causa de las mieles y el polen y principalmente del propóleos que las obreras aplican a las celdas para su esterilización

La cera en la Apiterapia

Sabemos con certeza que la cera (ceros, de los griegos y cera, de los romanos) gozaba ya de gran fama en la Antigüedad. En medicina, sus propiedades eran valoradas en varías preparaciones (emplastos, cataplasmas) para el tratamiento de las llagas y las quemaduras, así como para cuidar el cutis. Hipócrates la recomendaba como aplicación en el cuello, en caso de amigdalitis purulenta. En el siglo XI, Avicenna, el célebre médico persa, la empleaba para tratar la tos rebelde y estimular la lactancia en la mujer. Los siglos siguientes asistieron prácticamente a la desaparición de la medicina tradicional. Apenas en los últimos dos decenios, con la aparición simultánea de la alimentación biológica y la reconsideración de la medicina verde, la cera ha logrado ser nuevamente parte de los remedios reconocidos. La emplean con éxito en el tratamiento de la artritis, de las inflamaciones de la esfera nasal, de las dermatosis o del asma bronquial. La cera tiene también propiedades antibióticas potentes contra ciertos agentes bacterianos, como las salmoneras.

Propiedades generales de la cera

Cicatrización

Las propiedades de la cera de abejas se encuentran directamente vinculadas con sus cualidades físicas y su composición química. En cosmetología, la emplean para cuidar la piel delicada, especialmente cuando está seca y desvitalizada. Limpia la epidermis, suaviza y alimenta la dermis, previniendo, de esta manera, el envejecimiento cutáneo. En dermatología, sus indicaciones son muchas y apreciadas, especialmente gracias a sus virtudes cicatrizantes** y anti inflamatorias. También, la emplean en forma de preparado en el tratamiento de los abscesos, las quemaduras, hendiduras, escaras, llagas, manchas, etc. En ciertas afecciones reumáticas y ciertas neuralgias, se puede utilizar un emplasto a base de cera amarilla. Sirve igualmente para fortalecer las vendas períodontales (el periodoncio siendo el tejido que fija el diente en su alvéolo) y la usan en las prótesis dentales para realizar moldes de impresión y moldes para los dientes postizos. Forma parte también de la composición de ciertos tipos de supositorios, favorece el tránsito intestinal y, más sencillamente, confiere su brillo a los pulidos comprimidos farmacéuticos

No hay contraindicaciones definidas, pero en ciertos casos, se deben tomar algunas precauciones. Por ejemplo, el lápiz labial puede causar eczemas del área períbucal y, si se deben evitar los colorantes, la cera por su composición puede estar también implicada en esas reacciones, pero ello es muy raro. La piel grasa puede a veces sufrir daños, ya que la aplicación de preparados a base de cera hace la cara brillante, provocando incluso un eritema (unas manchas rojizas, que desaparecen bajo presión). La eventual sensibilización y la susceptibilidad individual desaparecen de inmediato al interrumpirse la aplicación

Empleo de la cera en cosmetología

La razón de su amplio uso en la cosmetología reside, en gran parte, en sus interesantes propiedades físicas, Maleable, flexible, fusible a baja temperatura, insoluble en agua, inocua, mezclable con una amplia gama de productos orgánicos, la cera se presta para usos múltiples. Su empleo es cada vez más frecuente, tanto más que todavía no ha sido encontrado un producto de síntesis que reúna todas sus propiedades. La cera, sirve de excipiente para las pomadas del cutis, las cremas anti-arrugas, los rímeles, las lociones de demaquillantes, en breve, todo lo que hace bellas a las mujeres. La cosmetología es el mayor consumidor industrial de cera de abejas.

Las larvas

Las larvas constituyen la cría de la colmena, aseguran la reproducción de la colonia y, por lo tanto, su perpetuidad. Se distinguen larvas de obreras, de zánganos y de reinas.

La introducción, cada 10 ó 15 horas, de dos o tres semicuadros con panales construidos, permite cosechar grandes cantidades de larvas. Las celdas son desoperculadas, ya que los cuadros son sacudidos, para hacer caer el pollo, o se someten a la aspiración que realiza una bomba a vacío. El uso de alimentos estimulantes (azúcar, polen,…) permite también aumentar el rendimiento de cría de obreras. El período ideal de cosecha pueden ser las grandes mieladas, cuando las abejas transportan enormes cargas de polen.

Consumo de larvas

El consumo de larvas era y es frecuente hoy en día en los Estados Unidos, Canadá y Japón. La cría de abejas es altamente apreciada por sus cualidades nutricionales y especialmente, por su inocuidad total y su relativa riqueza en las vitaminas A y D. Muchas recetas de cocina han sido elaboradas con larvas de abejas. Las preparaciones multiplican las especialidades gastronómicos con larvas preparadas fritas, ahumadas, conservadas en salmuera, flameadas en alcohol…Las larvas recuerdan el sabor de las nueces, y las palomitas de maíz. Dewey M. Carón, de la Universidad de Maryland, estiman que estos concentrados de proteínas pueden ser interesantes en el futuro para cubrir las necesidades siempre crecientes de una población en pleno crecimiento, especialmente aquella que dispone de recursos limitados. En ciertas regiones de Europa, hay apicultores que siguen comiendo larvas de abejas, obtenidas por el prensado de los panales. Los mismos afirman que aquéllas son remedios para todos los males. En ciertos países del África, los niños se tornan golosos y muy aficionados a este plato. Los que consumen larvas regularmente alcanzan mayor desarrollo y se enferman con menor frecuencia.

Propiedades generales de las larvas:

Las larvas de abejas se recomiendan generalmente como estimulante y activador biológico en las astenias y los cansancios de múltiple origen, y en ciertos tipos de convalecencia, en casos de anorexia o pérdida del apetito. De igual modo se recomiendan para los trastornos de crecimiento de los niños, la adolescencia y en ciertas afecciones de la piel. Se recomiendan también como tónico y estimulante para los deportistas. Bajo control médico, asociadas o no con propóleos, polen, pan de abejas o miel, las larvas de abejas pueden entrar también en la terapéutica de ciertos trastornos: digestivos o neuropsíquicos (insomnio), respiratorios y para corregir las carencias nutricionales (especialmente en vitaminas y en minerales).

Gracias por invertir su valioso tiempo. Espero haber provocado la suficiente
motivación al responder a sus inquietudes y estimular a la discusión
en los temas desarrollados que de por sí son controversiales y merecen
un tratamiento especial: una actitud investigativa y una capacidad ética
para el respectivo discernimiento. Espero sus comentarios al siguiente correo
electrónico: njaramillo329@hotmail.com.

 

 

Autor:

Napoleón Jaramillo López

Quito, Abril 27 del 2011.

DIRECTOR ACADEMICO DE CAPIR.

Partes: 1, 2, 3
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