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Kant: El idealismo trascendental




Enviado por Carolina



  1. Racionalismo y empirismo: formas del realismo
  2. Revolución copernicana: "los objetos tienen que regirse por nuestro conocimiento"
  3. Crítica de la razón pura: Estética trascendental y Lógica trascendental
  4. Juicios analíticos y juicios sintéticos
  5. Deducción trascendental de las categorías
  6. El esquematismo y los principios del entendimiento puro: Analítica trascendental
  7. Dialéctica trascendental
  8. La idea de Dios: Ideal de la razón pura

Racionalismo y empirismo: formas del realismo

El racionalismo sostiene que solo puede conocerse solo con la ayuda de la razón, gracias a la cual se enuncian proposiciones, juicios, que se caracterizan por ser necesarios y universales, es decir, no pueden ser de otra manera (necesarios) y valen para todos los casos (universales). Pero la experiencia no proporciona ningún conocimiento de este tipo, sino que lo que enseña es contingente y particular. Para el racionalismo el único conocimiento verdadero lo da la razón, que tiene la capacidad de alcanzar no lo fenómenos sino la realidad, las cosas en si mismas, permite conocer las cosas tales como son en sí y no como se nos aparecen.

Según el empirismo no puede conocerse absolutamente nada acerca de las cosas en si sino solo los fenómenos que se dan en la experiencia; el único conocimiento legítimo es la experiencia, los datos que proporcionan los sentidos.

El racionalismo y el empirismo son formas del realismo. El realismo sostiene que en el acto de conocer lo determinante es el objeto. El sujeto es comparable a un espejo en el cual las cosas se reflejan, conocer quiere decir reflejar, reproducir las cosas. Para el racionalismo se trata de copiar las cosas en si mismas, y para el empirismo se mostrara solo el fenómeno, las apariencias de las cosas.

Tanto el racionalismo como el empirismo definen la noción de verdad: un conocimiento es verdadero cuando coincide con el objeto conocido, con la cosa a la que se refiere.

Revolución copernicana: "los objetos tienen que regirse por nuestro conocimiento"

Kant sostiene que conocer no es reflejar los objetos, sino operar sobre ellas transformándolas, construir el ámbito de la objetividad, conocer quiere decir elaborar el objeto, elaborar las cosas para que estén en condiciones de constituir objetos. El conocimiento es una forma especial de actividad, de praxis, de elaboración del objeto.

El conocimiento envuelve dos factores:

– La razón

– Las impresiones

La razón, que es independiente de la experiencia, para poder "moldear" los objetos necesita de las impresiones.

La razón está constituida por ESPACIO y TIEMPO que son formas puras de la sensibilidad o intuiciones puras, y por las CATEGORIAS que son conceptos puros del entendimiento, so condiciones de posibilidad del pensar puro y ellas son:

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Espacio, tiempo, y las categorías no son independientes del sujeto, sino que son instrumentos o moldes mediante los cuales el sujeto elabora el mundo de los objetos; y las impresiones son el material moldeable que el sujeto utiliza. Espacio, tiempo y categorías son la forma y las impresiones son la materia o contenido. Este material (impresiones) puede provenir solo de la experiencia, por eso Kant dice que no es posible conocimiento fuera de las fronteras de la experiencia.

"ni conceptos sin intuición, ni intuición sin conceptos pueden dar un conocimiento, porque pensamientos (formas del sujeto) sin contenido son vacíos, intuiciones (impresiones) sin conceptos son ciegas"

El conocer no es mera percepción, sino también elaboración del objeto. Para Kant conocer consiste en construir, en constituir los objetos; el conocimiento es la coincidencia entre las representaciones que tiene el sujeto y las cosas que antes había constituido. Lo determinante en el acto de conocer es el sujeto y no tanto el objeto: teoría del idealismo.

"Los objetos tienen que regirse por nuestro conocimiento"

Que los objetos se rijan por nuestro conocimiento no significa que estos se conviertan ahora en algo subjetivo, en puras representaciones.

"No hay duda que todo conocimiento comienza con la experiencia"

Nuestra capacidad de conocer no puede ponerse en funcionamiento sin objetos que estimulen nuestros sentidos y así proporcionen impresiones que luego el entendimiento se ocupara de unir, separar, comparar, etc. De lo cual resulta el conocimiento empírico. No hay duda, que en orden del tiempo, la empírico. No hay duda, que en orden del tiempo, la experiencia es el primer conocimiento que tenemos. Pero si bien todo nuestro conocimiento comienza en la experiencia, no por eso todo conocimiento se origina de ella.

Las impresiones, que nos de la experiencia, son el estímulo para que la facultad de conocer se ponga en actividad. Entonces, el conocimiento no se origina en su totalidad de la experiencia sino que ella nos proporciona las impresiones, la "materia" y las "formas" provienen del sujeto.

La experiencia esta compuesta por:

Elementos a posteriori (dependen de la experiencia), la "materia" como mera multiplicidad de datos empíricos.

Elementos a priori (independiente de la experiencia), la "forma" como condiciones de posibilidad de conocimiento.

Objeto (obiectum): Ob (frente a, delate de) – iectum (algo que esta ahí, con una cierta figura o aspecto determinado). El prefijo ob alude a la circunstancia de que cuando hay conocimiento hay algo que se nos pone delante, algo que nos enfrenta, algo que nos es dado y eso genera impresiones o sensaciones, pero una mera sensación no es un objeto. El prefijo iectum es lo que hace de esa pura sensación un algo con una figura o aspecto determinado. El sujeto impone la forma a las sensaciones para convertirlas en objetos.

Crítica de la razón pura: Estética trascendental y Lógica trascendental

En terminología kantiana el concepto de representación se refiere a cualquier tipo de conocimiento. Las representaciones se dividen en: Intuiciones y Conceptos.

*Intuiciones: son aquellas que dan un conocimiento inmediato y se refieren a un objeto único, individual

I. Empíricas: sensaciones o impresiones

I. Puras: libres de todo elemento que pertenezca a la sensación y ellos son ESPACIO y TIEMPO.

*Conceptos: son representaciones que dan un conocimiento mediato, indirecto y se refieren a lo que es común en diferentes objetos.

C. Empíricos: (por ejemplo, silla, papel, perro)

C. Puros:

Conceptos Puros del Entendimiento (Categorías)

Conceptos Puros de la Razón (Ideas: Alma, Dios y mundo)

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La Estética Trascendental estudia las condiciones de posibilidad la sensibilidad, de las formas a priori de la sensibilidad. La Estética Transcendental se ocupa de las intuiciones puras de espacio y tiempo.

El sujeto humano es un ente finito y su finitud se muestra justamente en que para intuir el objeto, este tiene que serle dado. La intuición humana no es originaria ni creadora, sino derivada, es decir es una intuición que depende de que el ente antes de ser intuido ya exista de por si y también que este objeto le sea dado. El hombre tiene la capacidad de ser receptivo, de recibir representaciones, esta receptividad se llama sensibilidad.

La receptividad humana tiene condiciones, ciertas formas según las cuales intuye, formas a priori de la sensibilidad o intuiciones puras: ESPACIO y TIEMPO. Espacio y tiempo no son cosas en si sino especie de "moldes" que el sujeto impone a las cosas cuando intuye, formas o condiciones de la sensibilidad.

"El espacio no representa ninguna propiedad de cosas en sí, sino que es la forma de todos los fenómenos del sentido externo, es la condición subjetiva de la sensibilidad, bajo la cual es posible nuestra intuición externa."

"El tiempo no es algo que exista en si, sino que es la forma del sentido interno, es decir, la intuición de nosotros mismos y nuestros estado interno.

El tiempo y el espacio tienen realidad empírica e idealidad trascendental: Realidad empírica significa que espacio y tiempo son validos para todos los objetos que intuimos en la experiencia, que espacio y tiempo contribuyen a construir la objetividad de los fenómenos del mundo exterior.

TODO CONOCIMIENTO ES CONOCIMIENTO DE LOS FENOMENOS Y LAS COSAS EN SI SON INCOGNOSIBLES

Espacio: es la forma de todos los fenómenos del sentido externo, todos los fenómenos del mundo exterior, del mundo físico, los intuimos bajo esta forma o condición llamada espacio. Todos los objetos del mundo exterior son espaciales, no porque lo sean en si mismo sino porque esa es la forma en que actúa la receptividad humana, al intuirlos los somete a esa forma que es el espacio. No existen varios espacios sino que es el mismo único espacio dividido en partes.

El espacio es a priori:

Si el espacio derivase de la experiencia tendríamos que formarnos su representación mediante la abstracción, tendríamos que abstraer de la experiencia las relaciones adelante, arriba, atrás, etc. Pero para que estas relaciones puedan darse debe darse también el espacio mismo, esas relaciones son relaciones espaciales. Por lo tanto el espacio es independiente de la experiencia. El espacio no supone la experiencia sino que la experiencia supone el espacio como condición suya.

Podemos pensar un espacio sin objetos pero si de los fenómenos se elimina el espacio no queda nada, ya que no nos podemos representar objetos sin espacio.

El espacio es una intuición:

Hay un solo espacio, cuando hay diversos espacios es ese mismo único espacio dividido de manera arbitraria.

Cuando una representación se refiere a un objeto único lo llamamos intuición, y al ser el espacio de un objeto único, un único espacio, el espacio es una intuición.

La exposición de espacio como condición a priori permite también entender la posibilidad de la geometría aplicada, la circunstancia de que todos los fenómenos del sentido externo se adecuen a las propiedades del espacio. Por ejemplo, para calcular la superficie de un rectángulo se recurre a la fórmula Base x Altura, tal aplicabilidad se fundamenta en que todo fenómeno del sentido externo se lo intuye en el espacio, porque el espacio es la forma o condición de la intuición externa; por tanto, al ser intuido el objeto, este tiene que adaptarse a la condición formal de la intuición, el espacio y responder a las propiedades de éste.

Tiempo: es la forma del sentido interno de la intuición de nosotros mismo y de nuestro estado interno. Es la forma del sentido mediante la cual tomamos conciencia de nosotros mismos. Como todos los fenómenos del mundo exterior se nos dan a través de las percepciones, y las percepciones son fenómenos del sentido interno, el tiempo es también forma de todos los fenómenos del sentido exterior. El tiempo es la condición formal a priori de todos los fenómenos en general, es la forma universal de toda intuición humana.

El tiempo y espacio no son cosas en si sino solamente formas de nuestra sensibilidad, maneras nuestras de intuir las cosas.

-El tiempo es a priori:

El tiempo no supone la experiencia sino que la experiencia supone el tiempo como condición de la misma; porque la representación del tiempo no se la forma por la abstracción de las relaciones temporales (simultaneidad o sucesión) sino que éstas tienen sentido solamente si ya se supone el tiempo.

Podemos pensar un tiempo vacío, en el cual no haya ningún objeto, pero no es posible representarse ningún fenómeno si no es en el tiempo. A los fenómenos no se les puede quitar el tiempo, pero si se puede sacar del tiempo los fenómenos. El tiempo es a priori, es condición de todo conocimiento de los fenómenos.

-El tiempo es una intuición:

El tiempo es único, más allá de que pueda hablarse de diversos tiempos que son solo partes de un único tiempo, y por ser único, la representación del tiempo es una intuición. El tiempo único contiene en sí todos los tiempos posibles. El tiempo es una intuición, no un concepto, una intuición pura una forma de la intuición a la que debe someterse necesariamente toda intuición empírica.

La Lógica Trascendental estudia las condiciones del pensar a priori. Se divide en Analítica Trascendental y Dialéctica trascendental. Intuir no es conocer, para que haya conocimiento es necesario que el material intuitivo sea pensado, es decir, sea traducido en conceptos. Solo conocemos lo que aquí vemos, no nos limitamos a recibir meras sensaciones sino que además pensamos que, por ejemplo esto es una mesa, es decir le damos sentido a la multiplicidad sensible en función del concepto mesa.

La Lógica Trascendental no se ocupa del pensar en general ni del pensar en particular, sino que se ocupa de averiguar si hay y como es posible un pensar puro, un pensar que sea condición de todo pensar y por ende también del empírico, un pensar que se ocupe con nuestros conceptos a priori de objetos en general de la forma del pensar un objeto en general.

Poseemos conceptos empíricos que se refieren a objetos (árbol, mesa, etc.), los cuales se forman a partir de caracteres comunes a este tipo de objetos que percibimos (árboles: copa, tronco, verde, etc.). También existe la posibilidad de que haya conceptos puros o a priori, que son independientes de la experiencia , conceptos que vales para todos los objetos incluso los de la experiencia, conceptos que no surjan de la experiencia sino que sean condición de la experiencia, conceptos que el sujeto introduce para construir lo que se llama experiencia.

El material que la sensibilidad da solo puede presentarse como conjunto de objetos si esa multiplicidad es enlazada, convertida en objetos., y este enlace no puede hacerlo la sensibilidad ya que es puramente receptiva, pero si puede hacerlo el pensar, que es actividad, espontaneidad.

El estudio de las categorías plantea dos problemas: La deducción metafísica que enseña qué, cuántas y cuáles son las categorías; y la deducción trascendental que se ocupa de cómo las categorías siendo formas del pensar (subjetivas) tienen validez objetiva, es decir, valen para todo conocimiento de objeto.

Deducción metafísica:

El entendimiento es una facultad de conocer mediante conceptos; conocer mediante conceptos quiere decir juzgar, realizar juicios, todos los actos del entendimiento se reducen a juzgar; el juzgar consiste en enlazar representaciones, en todo juicio hay un enlace entre una representación que aparece en el sujeto con otra que aparece en el predicado. Pensar es un acto de síntesis o enlace de representaciones. Los diferentes modos en que el juicio enlaza representaciones constituyen las formas del juicio:

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Esta tabla presenta las formasen que el juicio enlaza las representaciones, independientemente del contenido de las representaciones enlazadas. Estas formas de juicio son a priori a que no dependen de las representaciones que se enlazan.

Cada una de estas formas de juicio es posible porque cada una enlaza al sujeto con el predicado según una determinada unidad de enlace, estas unidades de enlace son las CATEGORIAS. Estos actos que dan unidad al enlace entre sujeto y predicado son las categorías o concepto puros del entendimiento.

"la misma función que da unidad a las diferentes representaciones en un juicio da también unión a la síntesis de diferentes representaciones en una intuición, y esa unidad se llama CONCEPTO PURO DEL ENTENDIMIENTO"

Juicios analíticos y juicios sintéticos

Todo conocimiento está constituido por juicios. Los juicios son afirmaciones o negaciones (la mesa es negra o los polos iguales no se atraen), es un conjunto de conceptos en el que se afirma o niega algo, son estructuras lógicas que pueden ser verdaderas o falsas, un concepto por si solo no es ni verdadero ni falso, en cambio si se afirma o niega algo se dará verdad o falsedad.

Hay dos tipos de juicios:

Juicios Analíticos: el predicado ya está contenido implícitamente en el concepto del sujeto, no tenemos nada más que analizar o desplegar el sujeto para encontrar en el predicado (por ejemplo, "el triangulo es una figura", triangulo incluye el concepto de figura). La verdad de un juicio analítico reside en la identidad entre sujeto y predicado, el principio de identidad. Son juicios cuya verdad se puede estar seguro con toda certeza solo recurriendo al sujeto y predicado, no necesita ir más allá de nuestro pensamiento ni buscar su confirmación en la experiencia. Dado un juicio analítico se aplica el Principio de Identidad o Principio de Contradicción y con esto basta para saber si el juicio es verdadero o falso. Entonces los juicios analíticos son a priori, independientes de la experiencia, por ello no puede ser desmentido por la experiencia porque su valor no depende de ella. Lo a priori, se caracteriza por ser: necesario (lo afirmado es de tal manera y no puede ser de ninguna otra) y universal (vale para todos los casos, no tiene excepciones). Los juicios analíticos no amplían el conocimiento, nuestro saber, sino que son meramente aclaratorios.

Juicios Sintéticos: el predicado no está contenido en el sujeto (por ejemplo, la mesa esta en el salón de clase o la mesa no está en el salón de clase). Para saber si efectivamente es verdad lo afirmado se debe recurrir a la experiencia, por lo que este tipo de juicio es a posteriori, porque depende de la experiencia para comprobar su veracidad, lo a priori se caracteriza por ser contingente y particular, por eso los juicios sintéticos son contingentes y particulares. Son juicios que amplían el conocimiento ya que dicen algo que solo con el concepto del sujeto ignorábamos, y en este sentido son más útiles que los analíticos.

Kant analiza la posibilidad de los juicios sintéticos a priori, el ideal de la ciencia es ampliar nuestros conocimientos, juicios sintéticos, pero también que sean necesarios y universales. En todas las ciencias teóricas de la razón (Física pura, Matemática (Aritmética y Geometría), Metafísica) hay juicios sintéticos a priori.

Por ejemplo:

Aritmética 7+5=12 Si analizamos, el sujeto 7 + 5 no incluye el predicado que es 12 solo muestra que a 7 hay que sumarle 5, para hallar el resultado debemos realizar una operación de síntesis, es un juicio sintético y es a priori porque no puedo llegar al resultado por análisis, a través de la experiencia.

Geometría: "la línea recta es la más corta entre dos puntos" ser la más corta no esta incluido en el concepto de línea recta.

La física: "En todas las transformaciones del mundo corporal la cantidad de materia se mantiene inalterada" es a priori, es necesario porque la física parte del principio de conservación de la materia, es fundamento de la experiencia.

Metafísica: Dios existe, es a priori porque la metafísica rebasa la experiencia.

Deducción trascendental de las categorías

Para que haya objeto de conocimiento se requieren dos factores: INTUICION (contenido) y PENSAMIENTO (forma), que proporcionan contenido y forma (respectivamente) al objeto. Si faltase intuición el conocimiento carecería de contenido, sería vacío; si faltase pensamiento carecería de inteligibilidad o racionalidad, sería sin sentido, sería ciego.

"ni conceptos sin intuición, ni intuición sin conceptos pueden dar un conocimiento, porque pensamientos (formas del sujeto) sin contenido son vacíos, intuiciones (impresiones) sin conceptos son ciegas"

Es imposible pensar sin las categorías ya que éstas constituyen las formas necesarias, sus condiciones, de todo pensar. Es imposible pensar un objeto si no es como unidad o multiplicidad, como substancia o accidente, como causa o efecto, como posible o real o necesario, etc. Conocer implica pensar y el pensar exige el uso de las categorías, ya que éstas, al ser conceptos de un objeto en general, son necesariamente válidas para los objetos del conocimiento.

"toda experiencia contiene además de la intuición de los sentidos, por lo cual algo es dado, un concepto de un objeto que está dado o aparece en la intuición. La validez objetiva de las categorías, como conceptos a priori, se basa en que solo por ellas es posible la experiencia"

"las condiciones de la posibilidad de experiencia en general son a la vez condiciones de la posibilidad de los objetos de la experiencia"

Las intuiciones no nos dan objetos, sino mera multiplicidad; para hacer de esta multiplicidad un conocimiento es preciso enlazarla y construir una unidad o serie de unidades y así hacer de ella un objeto. Este enlace no es obra de la sensibilidad (receptiva) sino que es obra del entendimiento (espontaneidad, capacidad de síntesis), entonces el enlace en cualquiera de sus formas lo designamos síntesis. El entendimiento enlaza (no produce) representaciones, y sus enlace no son otra cosa que las categorías.

Para que este enlace que el entendimiento cumple mediante las categorías se requiere una unidad mas alta, que ya no es categoría de unidad sino una unidad tal que se aplica a todos los conocimientos, no un enlace de tal representación sino de todas las representaciones, este último y fundamental enlace reside en que todas las representaciones pueden ser referidas a una conciencia única o yo único, si alguna representación no yo único, estuviese referida al yo como actividad pensante, al yo pienso, esa representación no sería nada.

El conocimiento consiste en un conjunto o sistema de representaciones llamadas juicios, y estas representaciones son operaciones o actos de una conciencia trascendental, de un yo pienso, el sujeto en general. El espíritu no posee solo sensibilidad, posee entendimiento y la posibilidad de referir sus juicios a un yo único, de modo que mis representaciones sean mis representaciones, es decir que las puedo referir a estas representaciones una autoconciencia única.

"la unidad sintética de la conciencia es una condición objetiva de todo conocimiento; es condición bajo la cual tiene que estar toda intuición para mía, porque sin esta síntesis lo múltiple no se uniría en una conciencia."

La conciencia trascendental enlaza un fenómeno con otro, establece conexiones y constituye ese plexo coherente de fenómenos llamado naturaleza. La experiencia (la naturaleza) es una totalidad unitaria, y lo es por obra de la unidad de la concencia que la piensa, porque la piensa una conciencia única.

Todas las formas de la unidad de la síntesis (las categorías) dependen de una conciencia única y modificadora: la autoconciencia trascendental o yo pienso, que es el fundamento de todas las categorías y de donde brotan todas ellas.

Todo juicio es acto de un sujeto, de un yo pienso, de una conciencia cognoscente; pero en la medida que estos juicios son validos objetivamente, estos juicios no estarán formulados por ningún sujeto empírico o particular, sino por la conciencia trascendental, por el sujeto en general, el sujeto "ideal", abstracto o virtual.

Los fenómenos que se conocen en física son fenómenos perfectamente objetivos y validos para todo sujeto humano en general. Porque esa conciencia trascendental no es individualidad empírica, por eso el conocimiento que de ella brota es objetivo.

Sin la actividad de originaria de síntesis, sin las categorías como sus especificaciones, no existiría el mundo en que vivimos ni habría ciencia. La unidad (la de cada cosa, la de cada relación, la experiencia toda) es necesaria, pero la unidad no está en lo dado sino que la crea la conciencia: el entendimiento es el creador de la experiencia.

Con puras impresiones no tendríamos más que un caos, por eso, para que haya conocimiento tienen que establecerse enlaces entre esas impresiones, pero estos enlaces deben ser necesarios que no dependan del sujeto empírico individualmente considerado, sino de enlaces (categorías) que valgan objetivamente para cualquier sujeto humano que pueda ponerse a pensar. Que esto es posible se demuestra en la ciencia físico-matemática, esta ciencia se nos presenta con la exigencia de ser un conocimiento sintético, necesario y a priori.

El esquematismo y los principios del entendimiento puro: Analítica trascendental

La teoría del esquematismo tiene que resolver el tema de la relación ente categorías y fenómenos, pues el conocimiento debe resulta de la aplicación del concepto de la intuición; pero entre ambos factores hay una gran diferencia: las categorías de índole intelectual y los fenómenos son meramente sensibles. Pero esta relación entre categorías y fenómenos se logra gracias al tiempo el cual es la condición formal de todos los fenómenos y a la vez por su carácter a priori, tiene afinidad con el entendimiento; entonces el problema se resuelve con una especie de temporalizacion de las categorías, de lo cual resulta el esquema llamado a mediar entre entendimiento y fenómeno. Los esquemas son como exhibiciones de las categorías, la condición sensible (temporal) que hace que su sentido sea más rico y concreto.

El concepto como toda categoría pura aislado de toda condición sensible, es enteramente vacío. El concepto logra significación una vez que se le agrega la determinación sensible de lo "permanente en el tiempo". Esta teoría muestra la necesidad de esquematizar las categorías (a cada una de ellas le corresponde un esquema).

Los Principios son juicios muy generales que por ser principios no pueden derivar de otros; son principios de la forma a priori de la experiencia, reglas universales de la unidad de la síntesis de los fenómenos, cuya objetiva realidad como condiciones necesarias, puede mostrarse en la experiencia y aun en su posibilidad. Establecen a priori la constitución del ente empírico en sus rasgos fundamentales, exponen en lo que hace que un objeto sea objeto.

* PRIMERA ANALOGÍA: PERMANENCIA DE LA SUBSTANCIA

La categoría pura (inherencia y subsistencia) temporalizada, esquematizada, da lugar a lo permanece en el tiempo. El principio de permanencia de la substancia establece: "la substancia permanece en todo el cambio de los fenómenos y su cantidad ni aumenta ni disminuye en la naturaleza".

Solo cambia lo inmutable. Todos los fenómenos se dan en el tiempo, en él "como substrato (como forma permanente de la intuición interna) solamente pueden ser representadas tanto en la simultaneidad como la sucesión".

La prueba del principio es:

  • En la experiencia percibimos el cambio de los fenómenos, pero ha de haber allí algo permanente porque de otro modo el cambio no sería perceptible, faltaría todo punto de referencia y el cambio no podría determinarse objetivamente. Nuestra percepción es siempre sucesiva y sin algo permanente jamás se podría determinar si ese fenómeno, como objeto de la experiencia, es simultáneo o se sucede, de no haber en su base algo que existe siempre, algo que queda y permanece. El cambio supone que el tiempo mismo no cambia sino que es permanente., por lo tanto en la experiencia necesariamente hay algo permanente como condición de cualquier cambio. Si bien el tiempo es permanente, este no puede ser la substancia, porque el tiempo por sí mismo no puede ser percibido, por ende, lo permanente será lo que llena el tiempo, es decir que el sustrato de todo cambio se hallara en los fenómenos: en estos deberá hallarse el substrato que represente al tiempo en general, y en el cal todo cambio o simultaneidad puede ser percibida mediante la aprehensión de la relación de los fenómenos con el substrato. El substrato de todas las variaciones es la substancia. "Solo en lo permanente son posibles relaciones de tiempo". Como se trata de algo permanente de lo que no cambia, la substancia tampoco puede disminuir ni aumentar.

La substancia es el supuesto necesario para determinar las modificaciones o alteraciones empíricas y hacerlas así objeto de conocimiento.

* SEGUNDA ANALOGIA: LA LEY DE CAUSALIDAD

Enseña el principio de la sucesión en el tiempo según la ley de causalidad: "todos los cambios se producen según la ley del enlace de la causa y el efecto."

Si a la categoría pura (causalidad y dependencia) la esquematizamos, es decir si se la pone en relación con el tiempo, su esquema resulta ser "la relación entre dos hechos sucesivos tales que, el primero determina necesariamente, produce, la aparición del segundo".

La causalidad encuentra su aplicación en a experiencia, no la categoría pura, pero si su esquema, porque encontramos regularidades, sucesiones según reglas, sin la cual no tendríamos conocimiento de los fenómenos.

La prueba del principio es:

  • Se trata de establecer la relación objetiva en que suceden los fenómenos. Porque sin duda son diferentes el orden temporal subjetivo (el de mis representaciones, que son siempre sucesivas) y el orden en que se manifiestan los fenómenos mismos.

  • El orden de las percepciones es reversible, pero el orden objetivo es irreversible. "la mera percepción (percepción sin pensamiento, sin intervención de categoría) deja indeterminada la relación objetiva de los fenómenos sucesivos"

Para que el conocimiento causal sea objetivo, tiene que referirse a una relación irreversible, a un orden determinado y regular. Cuando el orden de las percepciones es irreversible es señal de que en los fenómenos hay una sucesión objetiva; es índice de que se da un orden necesario, una relación causal: un orden "de lo múltiple según el cual la aprehensión del lo uno (lo que sucede) sigue según la aprehensión de lo otro (lo que antecede)" según una regla, "no puedo disponer mi aprehensión sino precisamente según esta sucesión".

El descubrimiento de Kant consiste en haber visto la necesidad de la categoría como condición del conocimiento y el carácter formal de la misma, lo cual la remite a la experiencia que le proporciona contenido: la sucesión regular de los fenómenos autoriza el empleo del concepto de causalidad, pues él por sí solo, como categoría pura, carece de aplicación.

El entendimiento es el legislador de la naturaleza, en el cual se encuentra lo que el mismo ha puesto en ella en cuanto le ha dado forma.

Somos nosotros mismos los que introducimos el orden y regularidad los fenómenos que llamamos naturaleza.

Estas analogías son fundamentos necesarios de la física y en general de toda ciencia:

  • No podemos pensar racionalmente si no suponemos que la cantidad de materia (o de energía) permanece constante.

  • No puede pensarse sin la noción de causalidad porque de otra manera se abrirían las puertas del azar, de la casualidad, del capricho.

Estos principios del entendimiento puro no se los aprehende empíricamente sino que son a priori y son condiciones que hacen posible la experiencia.

Dialéctica trascendental

La posibilidad del conocimiento necesario y universal en la ciencia de la naturaleza es un conocimiento que no alcanza las cosas en sí mismas sino que se trata de un conocimiento fenoménico lo que conocemos no son las cosas tales como son en sí mismas sino tales como se nos aparece. Esto no supone que nuestro conocimiento sea ilusorio sino que es un conocimiento perfectamente objetivo y valido de cosas reales; no de apariencias sino de cosas que se nos aparecen, pero no como esas cosas son en sí porque ello supondría un conocimiento absoluto que a la finitud del hombre le está vedado.

Justamente como este conocimiento que el hombre logra no es absoluto, no lo conforma nunca por completo. La experiencia nos da siempre conocimiento de algo condicionado, es decir en función de condiciones o limitaciones. Jamás hallaremos fin dentro de la experiencia, a la serie de las condiciones; siempre tendremos que ir más allá sin encontrar fin a nuestras investigaciones. La serie de causa o condiciones, dentro de la experiencia, es una serie infinita. De este modo el entendimiento, por su propia naturaleza se ve llevado a realizar cada vez síntesis mas amplias hasta llegar a un salto más allá de todo lo que la experiencia nos da, cuando realiza este salto, el entendimiento se transforma en razón.

La razón es la facultad de lo incondicionado, de lo que está más allá de todas las condiciones. La razón es la facultad que busca el conocimiento absoluto, porque el hombre si bien es finito, nunca se conforma, siempre busca condiciones más amplias capaces de explicar mayor numero de fenómenos, la razón termina por afirmar el concepto de algo incondicionado, a este concepto de lo incondicionado Kant lo llama idea, por eso la razón puede definirse como la faculta de las Ideas.

Kan distingue tres ideas:

  • La Idea de alma: como unidad absoluta del sujeto pensante.

  • La Idea del mundo: como unidad absoluta de la serie de las condiciones del fenómeno.

  • La Idea de Dios: como unidad absoluta de la condición de todos los objetos del pensamiento en general.

Estas ideas brotan de la organización misma de la razón y en ese sentido son necesarias. La razón afirma necesariamente estas ideas, y también afirma necesariamente lo absoluto, pero la razón no alcanza lo absoluto mismo en el campo teórico, en el campo del conocimiento. La razón afirma las Ideas, pero no puede conocer –ni siquiera saber si existen- los objetos a que estas Ideas se refieren. La razón por su propia naturaleza, produce la idea de Dios, pero si existe Dios o no eso no podemos saberlo, porque para que el hombre tenga conocimiento, algo le tiene que ser dado y justamente al hombre lo absoluto no le es dado. El hombre piensa lo absoluto, pero pensar no es conocer, ya que para que haya conocimiento tiene que unirse al pensar la intuición, la presencia del objeto.

La Idea es el índice de la finitud de la labor que le espera al conocimiento humano, un símbolo de la inacababilidad de la tarea humana de conocer. Las ideas orientan el conocimiento hacia una meta, representa el ideal del conocimiento humano.

"Las Ideas no son nada dado, si no que representan una tarea que nos es propuesta por la naturaleza de nuestra razón", dice Kant.

Las ideas: alma, Dios y mundo tienen nada más que uso regulativo, no les corresponde objeto alguno en la experiencia. Podemos aplicar el espacio, el tiempo y las categorías a nuestro conocimiento sensible porque hay intuiciones (sensaciones) que dan contenido a estas formas, pero no hay ninguna intuición de alma, ni de Dios ni de mundo, por lo tanto no puede haber conocimiento alguno de este terreno.

Se trata de una ilusión involuntaria, engaño natural e inevitable que nos lleva a tratar lo incondicionado.

Lo que Kant niega es que podamos conocer nada: ni la existencia ni tampoco la inexistencia de Dios o del alma, etc.

Kant divide a la dialéctica Trascendental en:

  • Paralogismos de la razón pura: donde se muestra que todos los argumentos tradicionales para demostrar la existencia de alma y el carácter simple de la misma (y por tanto su indestructibilidad, la inmortalidad) son argumentos sofísticos.

  • Antinomia de la razón pura: que se ocupa de la Idea de mundo.

  • El Ideal de la razón pura: donde se trata la Idea de Dios

La idea de Dios: Ideal de la razón pura

Un ente absolutamente necesario es un ente que ya no pertenece al mundo, sino que tiene que pensarse como algo separado e independiente de la serie de los fenómenos, es decir como algo extramundano, con lo cual esta Idea de ente necesario deja de ser una idea cosmológica, es decir, relativa al mundo y se transforma en la Idea teológica.

Dios es, independientemente de que exista o no, la condición de todas las condiciones, el fundamento ultimo respecto de todas las posibles consecuencias.

Según Kant, todas las posibles consecuencias de la existencia de Dios van a parar en última instancia al argumento ontológico.

Aquí se encuentra una de las cumbres del pensamiento kantiano:

El argumento de Descartes, en terminología kantiana, quería ser un juicio analítico, ya que afirmaba que la existencia está contenida en el concepto de Dios; pero Kant, muestra que se trata de un juicio sintético, como ocurre con todo juicio de existencia.

La existencia no es nada conceptual, nada que enriquezca o empobrezca el concepto de algo según que se le atribuya o niegue a ese algo, en otras palabras, "la existencia no pude ser un predicado conceptual, porque el concepto sujeto, como concepto, no varía absolutamente nada en su significado el hecho de que se afirme o se niegue la existencia del objeto a que ese concepto se refiere."

El argumento ontológico, según Descartes, dice: "Dios es un ser perfecto, si es perfecto tiene que existir porque si fuese inexistente sería imperfecto". Kant lo niega porque la existencia, como se ha visto, no es nada conceptual, y si no es nada conceptual no puede estar contenida en un concepto y por ende no se la puede extraer analíticamente de él.

La existencia señala el hecho de que el objeto se me da, la presencia de algo dentro del mundo fenoménico; decir que algo existe significa que algo está dado dentro del ámbito de la experiencia.

Lo que Kant enseña es que no se puede demostrar la existencia de Dios ni tampoco su inexistencia. Desde el punto de vista humano no se puede ni afirmar ni negar la existencia de Dios. No se puede saber si existe o no existe algo de lo que no se tiene intuición.

La Dialéctica Trascendental enseña que los temas de que se ocupa la metafísica tradicional en su parte especia –alma, mundo y Dios- son temas que escapan al conocimiento.

 

 

Autor:

Carolina

 

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