Monografias.com > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Lactancia materna y respuesta clínica a las infecciones en transicionales



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Materiales y
    métodos
  4. Resultados
  5. Discusión
  6. Conclusiones
  7. Referencias
    bibliográficas

Resumen

Se realizó un estudio explicativo, no
experimental y retrospectivo (casos y controles), sobre la
respuesta clínica a las infecciones en transicionales que
mantuvieron la lactancia materna hasta el segundo año de
vida pertenecientes al Policlínico Universitario Manuel
González Díaz, del Municipio Bahía Honda, en
el período comprendido entre Junio de 2008 a Junio de
2009. El universo de trabajo estuvo constituido por los 177
transicionales que presentaron síndrome infeccioso y que
mantuvieron la lactancia materna. La muestra a estudiar estuvo
constituida por 35 niños (20% del universo). El grupo
control lo conformaron 105 transicionales que sufrieron alguna
enfermedad infecciosa que no incluyen en su dieta la lactancia
materna. Ambos grupos fueron escogidos por muestreo aleatorio
simple y se les aplicó una encuesta donde se
recogió: tiempo durante el cual se alimentó con
lactancia materna, si presentó morbilidad infecciosa
durante la etapa transicional, complicaciones, estadía de
la enfermedad y de la convalecencia. Los datos se obtuvieron de
las historias clínicas individuales, se ubicaron en tablas
de contingencia, aplicándoseles el test de Chi Cuadrado y
el Odd Ratio con un intervalo de confianza del 95%. Las
principales entidades infecciosas en el grupo estudio fueron las
EDA (22.85%), las IRA (22.85%) y el Parasitismo Intestinal (20%),
solo el 11.42 % sufrieron complicaciones (P=0.0177), el
período de estado en el 74.28 % fue menor de 7 días
(P=0.019), y el 71.14 % presentó un
período de convalecencia inferior a 7 dias
(P=0.0158), siendo las diferencias
estadísticamente significativas con relación a los
controles.

Palabras Claves: LACTANCIA MATERNA/Complementada;
COMPLICACIONES;

PERÍODO DE ESTADO; PERÍODO DE
CONVALESCENCIA.

Introducción

La historia ha sido testigo de la transmisión
intergeneracional a través del ejemplo, la
comunicación verbal y escrita, y por diferentes
manifestaciones artísticas, por lo que ha constituido,
durante milenios, el recurso nutricional más importante
para la supervivencia humana. Desde tiempos remotos existieron
culturas, como la espartana, que establecían, por ley, la
obligatoriedad de amamantar la descendencia, al punto de que se
afirma de que al primogénito de Temistes se le
privó del derecho a heredar el reino por haber sido
amamantado por una nodriza, pasando a ser el sucesor del rey su
segundo hijo, quien fue amamantado por el seno de su madre. En el
papiro de Ebers se alude a técnicas de estimulación
del flujo de leche en las madres lactantes y desde el siglo II
a.n.e existe documentación referida a la lactancia
materna. (1)

En el siglo XVIII existían teorías que
apuntaban las bondades de la lactancia. William Mossdo,
cirujano de la maternidad de Liverpool, en 1794,
escribió:"Se ha observado repetidamente que el alimento
que se proporciona en la lactancia seca – lactancia
artificial- causa cólicos y suelta el intestino y que es
muy difícil dar sustituto adecuado para el pecho. Por lo
tanto, no es de extrañar que haya niños que no
pueden mantenerse o existir sin él- el pecho".
(2)

En los inicios del siglo XX, con el auge de la era
moderna de la alimentación artificial, se
intensificó el abandono de la lactancia materna. Se
lograron los primeros sustitutos de la leche humana, lo que
atrajo la atención de los médicos, y se
establecieron las reglas generales para la alimentación de
los lactantes. (3)

En 1989, con la declaración OMS/UNICEF,
se inicia un movimiento mundial para la promoción y el
apoyo de la lactancia materna y en septiembre de 1990 la
Asamblea de las Naciones Unidas, aprobó la
declaración sobre la supervivencia, la protección y
el desarrollo del niño, donde se anota: lograr que todas
las mujeres amamanten a sus hijos durante 4 a 6 meses y
continúen la lactancia hasta bien entrado el segundo
año. (4)

La leche materna contiene IgA y lactoferrina, sustancias
no absorbibles que le confieren al organismo propiedades
antiinfecciosas protectoras del tracto gastrointestinal.
También contiene IgM, componentes del complemento y
algunas veces trazas de IgE. Contiene además
células vivas, con abundantes macrófagos (Cuerpos
de Donne) que secretan lisosimas y lactoferrina, linfocitos que
producen IgA e interferón, así como
neutrófilos y células epiteliales. En algunas
culturas la leche humana inmadura fresca ha sido usada para
tratar la conjuntivitis. Se ha demostrado su capacidad para
destruir trofozoitos de diversos protozoarios. (5)

En nuestra labor pediátrica hemos constatado con
gran preocupación la tendencia creciente al abandono de la
práctica de la lactancia materna incluso de forma
complementada, con el incremento de la morbilidad infecciosa
asociada en niños de uno a dos años, lo que ha
motivado a la realización de este trabajo con el objetivo
determinar la respuesta clínica a las infecciones en
transicionales beneficiados con esa práctica,
distribuyendo las principales entidades infecciosas, la
incidencia de complicaciones, así como la duración
de los períodos de estado y convalecencia.

Materiales y
métodos

Se realizó un estudio explicativo, no
experimental, retrospectivo, del tipo de casos y controles, sobre
la respuesta clínica a las infecciones en transicionales
que mantuvieron la lactancia materna hasta el segundo año
de vida en nuestro municipio pertenecientes al Policlínico
Universitario Manuel González Díaz del Municipio
Bahía Honda en el período comprendido entre Junio
de 2008 a Junio de 2009. El universo de trabajo estuvo
constituido por los 177 niños transicionales que
presentaron síndrome infeccioso en cualquiera de sus
formas clínicas o localizaciones y que mantienen la
lactancia materna. La muestra a estudiar estuvo constituida por
35 niños, 20 % del universo de acuerdo a la experiencia de
estudios previos. El grupo control lo conformaron 105
transicionales que sufrieron alguna enfermedad infecciosa (3
unidades por cada unidad del grupo estudio) que no incluyen en su
dieta la lactancia materna. Ambos grupos fueron escogidos por
muestreo aleatorio simple empleando el sistema informático
Epidat 3.1.

A ambos grupos se les aplicó una encuesta (Anexo
No 1) donde se recogieron los siguientes datos: tiempo durante el
cual se alimentó con lactancia materna exclusiva, si la
mantuvo después del año, si presento morbilidad
infecciosa durante la etapa transicional, y especificar de que
tipo, y si requirió hospitalización por cuanto
tiempo, presencia de complicaciones, estadía de la
enfermedad y de la convalecencia. Para la recolección de
los datos utilizamos las historias clínicas individuales y
colectivas ubicadas en sus respectivos consultorios
médicos. La encuesta fue aplicada por un medico y una
enfermera de la familia previamente entrenados para este
fin.

Los datos recolectados fueron ubicados en una base de
datos en Microsoft Excel-2003 (volcamos los resultados de cada
planilla de encuesta), tanto para el control, como para el
estudio; de dicha base de datos se obtuvieron los resultados, los
cuales se ubicaron en tablas de contingencia, y se le
aplicó el test de Chi Cuadrado con un intervalo de
confianza del 95%, para determinar el nivel de
significación. En algunos objetivos se aplicaron
métodos de la estadística descriptiva, como los
valores porcentuales para de esta manera ilustrar mejor nuestros
resultados.

Aspectos éticos: Dada la necesaria
participación directa de los sujetos de
investigación en el desarrollo de la misma y teniendo en
cuenta el cumplimiento de los principios estipulados en el
Código de Nuremberg (1947) y la Declaración de
Helsinki (1964, 1975, 1983, 1989), la cual contiene las
Recomendaciones a los Médicos en la Investigación
Biomédica en Seres Humanos y cumpliendo con los principios
de la ética médica, solicitamos el consentimiento
informado explícito de los familiares de los niños,
de ser tomados como miembros de una investigación, luego
de ser informados correctamente sobre qué,
por qué y para qué hacemos el
estudio, y decirle que es libre de elegir su participación
en la misma.

Definición de variables:

-Morbilidad infecciosa: se consideró cualquier
proceso patológico de etiología presumiblemente
infecciosa diagnosticada por la clínica, los estudios de
laboratorio, microbiología o estudios radiológicos,
que presente el niño durante su etapa de transicional,
diagnosticado y documentado por facultativo tanto de la
atención primaria como de la atención
secundaria.

– Complicaciones:

Complicaciones de la enfermedad: se consideraron
aquellas producidas directamente por el agente
infeccioso.

Complicaciones de la terapéutica: se consideraron
aquellas relacionadas con el uso de medicamentos.

Período de estado de la enfermedad: Menos de 7
días, entre 7 y 14 días y más de 14
días

Período de convalecencia de la enfermedad: Menos
de 7 días, entre 7 y 14 días y más de
14 días

Resultados

El Cuadro No. 1 muestra la distribución
de las principales entidades infecciosas sufridas en etapa
transicional en ambos grupos, observándose que en el grupo
estudio, las enfermedades que más incidieron fueron la
Infección Respiratoria Aguda (IRA) y la Enfermedad
Diarreica Aguda (EDA) ambas con un 22.85%, seguidas por el
parasitismo intestinal con el 20 %. Similar comportamiento
mostró el grupo control. No se hallaron diferencias
estadísticamente significativas
(P=0.7670).

Cuadro No. 1: Distribución de las
principales entidades infecciosas sufridas en etapa transicional
en ambos grupos. Policlínico Universitario Manuel
González Díaz. Bahía Honda 2008 –
2009.

Monografias.com

Fuente: Historia clínica
individual.

En el Cuadro No. 2 estudiamos las entidades
infecciosas que se complicaron a partir de la infección
inicial, donde solo el 11.42 % del estudio sufrió alguna
complicación, a diferencia del 38.09 % de los controles,
siendo las diferencias estadísticamente significativas
(P=0.0177).

Cuadro No. 2: Casos complicados y práctica
de lactancia materna. Policlínico Universitario Manuel
González Díaz. Bahía Honda 2008 –
2009.

Monografias.com

Fuente: Historia Clínica
Familiar.

Al analizar la duración del período de
estado (Cuadro No. 3), observamos que en el 74.28 % del
estudio fue menor de 7 días, con diferencias
estadísticamente significativas respecto al control
(P=0.0019).

Cuadro No. 3: Duración del período
de estado y práctica de lactancia materna.
Policlínico Universitario Manuel González
Díaz. Bahía Honda 2008 – 2009.

Monografias.com

Fuente: Historia Clínica
Familiar.

Al analizar la duración del período
convalecencia (Cuadro No.4) encontramos que en el 71.14
% de los estudios el mismo fue de menos de siete días a
diferencia de los controles, donde el 55.23 % presentó
este comportamiento encontrándose diferencias
estadísticamente significativas
(P=0.0158).

Cuadro No. 4: Duración del período
de convalecencia y práctica de lactancia materna.
Policlínico Universitario Manuel González
Díaz. Bahía Honda 2008 – 2009.

Monografias.com

Fuente: Historia
Clínica.

Discusión

Al analizar la morbilidad infecciosa predominante en los
transicionales objetos de estudio en el presente trabajo,
observamos un comportamiento similar al que se reporta en Cuba y
a nivel internacional. En Cuba, las EDA y las IRA se encuentran
entre las primeras causa de morbilidad y consultas, así
como una de las 5 primeras causas de muerte en todas las edades,
no obstante nuestras cifras de morbilidad y sobre todo mortalidad
nos coloca con cifras similares a las de los países
más desarrollados según Riverón (6) y
Gonzáles Valdés (7). Valdés Martín
(8) por su parte plantea que existe en la población
mundial 1 110 000 personas infectadas por cestodos; 240 000000
por trematodos y 3200 000000 por nemátodos. De igual
manera se acepta que del 20 a 50 % de la población mundial
se encuentra afectada por Giardia y Ameba. Otros autores reportan
estadísticas similares (9, 10, 11).

Como es conocido, las EDA y las IRA encabezan las listas
de entidades infecciosas en esta etapa de la vida, y por lo tanto
reportan el mayor número de complicaciones, algunas de
ellas graves, lo cual parece estar relacionado con el abandono de
la práctica de la Lactancia Materna a edades muy
tempranas. En 1978, la OMS emprendió el Programa Mundial
de Control de las Enfermedades Diarreicas, con el objetivo de
reducir la morbilidad y la mortalidad por estas enfermedades y la
desnutrición acompañante, basándose
fundamentalmente en el uso de las Sales de Rehidratación
Oral y el fomento de la Lactancia Materna. Según
Riverón varios comportamientos de las personas contribuyen
a la propagación de los enteropatógenos y por
consiguiente incrementan el riesgo de contraer diarrea entre los
que se destacan la ausencia de lactancia materna así como
el uso de biberones para amamantar a los niños (6). La
ausencia de lactancia materna está también
considerada como un factor de riesgo relacionado con el
huésped de adquirir neumonía, tuberculosis o morir
en el curso de una Infección Respiratoria Aguda (IRA)
(12). La leche materna contiene anticuerpos, lactoferrina,
células y productos celulares que impiden la
colonización del aparato respiratorio superior por
bacterias patógenas y protegen al niño pasivamente
contra múltiples agentes infecciosos: virus sincitial
respiratorio y virus de la influenza, estreptococo B, neumococo,
haemophilus influenzae y otros. Nuestros resultados concuerdan
con lo planteado por autores como González
Valdés(7), que al comparar niños pequeños de
acuerdo con la alimentación recibida, reportan doble
incidencia de hospitalizaciones por IRA, mayor frecuencia de
Otitis media Aguda, bronquiolitis severa y neumonías
graves, así como incremento de la mortalidad en
niños que no recibieron leche materna. Kendigs-Chernick
(13) y Factor (14) reportan resultados similares.

El período de estado y de convalecencia fue
marcadamente reducido para aquellos transicionales que aún
se benefician con la práctica de la lactancia materna, lo
cual se explica pues como se ha demostrado la lactancia materna
contiene propiedades antiinfecciosas que protegen al niño
de infecciones por virus, bacterias y parásitos en los
primeros meses de vida (15). En la leche madura, la que ingieren
estos niños, existen limosinas, que son factores
antimicrobianos no específicos, con acción
bactericida contra bacterias gram positivas y gram negativas; las
inmunoglobulinas –IgA, IgG, IgM-; la principal es la IgA
secretora, cuya función consiste en proteger las mucosas y
proporciona protección local intestinal contra poliovirus,
E. coli y el V. cholerae. La lactoferrina tiene acción
bacteriostática contra E. coli y C. albicans, mediante la
privación del hierro que requieren para su crecimiento
(2). La lisozima (muramidasa) se halla en concentraciones de
hasta 20 mg/L, varias veces más alta en la leche materna
que en la leche de vaca. Esta enzima es bacteriolítica
sobre las bacterias grampositivas y enterobacterias, y
probablemente algunos virus incluyendo el herpético.
Según Jiménez Acosta (16), la etapa de
amamantamiento es el único momento en que el ser humano
recibe todos los nutrientes de un único alimento por
tiempo prolongado, que además, debe ser apto para las
características de inmadurez funcional del aparato
digestivo y renal, y del sistema inmunológico del
niño pequeño, haciendo este último
más competente, lo que podría favorecer la
reducción de los períodos de estado y convalecencia
al compararlos con niños no beneficiados con esta
práctica. (17)

Conclusiones

En más de la mitad de los niños de ambos
grupos, las enfermedades infecciosas que más incidieron
fueron: las enfermedades diarreicas agudas, las infecciones
respiratorias agudas y el parasitismo intestinal. Menos de la
octava parte de los niños del grupo estudio, sufrió
alguna complicación de la infección inicial. Las
tres cuartas partes aproximadamente de los niños del grupo
estudio, presentó períodos de estado y
convalecencia de menos de 7 dias.

Consideramos que la práctica de la lactancia
materna complementada hasta los dos año es un
método natural y seguro para reducir la morbilidad
infecciosa en niños transicionales.

Referencias
bibliográficas

  • 1. Aliño M, Céspedes O. Lactancia
    Materna. En: Valdés R, et al. Nutrición del
    recién nacido. Ciudad de la Habana: Ecimed; 2010.pp.
    117 – 145.

  • 2. Lemus Lago, E.R., Báez
    Martínez, J.M. Lactancia Materna. En:
    Álvarez Sintes R., et al. Medicina General
    Integral
    . 2da ed. Ciudad de la Habana: Ecimed; 2008. pp.
    184– 185.

  • 3. Álvarez Sintes, R. Salud
    Familiar; manual del promotor
    . 2da ed. Maracay: Ed.
    MSDS/IAESP/Misión Barrio Adentro/MES/Misión
    Sucre; 2005. pp. 89-93.

  • 4. Lemus Lago E.R., J.M. Báez
    Martínez. Alimentación y Nutrición;
    lactancia Materna
    . En: Álvarez Sintes, R., et al.
    Temas de Medicina General Integral. La Habana: Editorial
    Ciencias Médicas; 2001.pp. 112– 22.

  • 5. Amador García, M., Martines
    González, A., Hermelo Treche, M. Bases de la
    alimentación y la nutrición del niño
    sano
    . En: De la Torre Montejo E., Pelayo
    González-Posada, E.J. Pediatría Autores
    Cubanos. Ciudad de la Habana: Ecimed; 2006. pp. 169 –
    198.

  • 6. Riverón Corteguera, R. Diarreas
    agudas y persistentes
    . En: De la Torre Montejo, E.,
    Pelayo González-Posada, E.J. Pediatría
    Autores Cubanos
    . Ciudad de la Habana: Ecimed; 2006. pp.
    479 – 486.

  • 7. González Valdés, J.A., Abreu
    Suárez, G., Rojo Concepción, M., Razón
    Bear, R. Infecciones Respiratorias Agudas. En: De la
    Torre Montejo, E., Pelayo González-Posada, E.J.
    Pediatría Autores Cubanos. Ciudad de la
    Habana: Ecimed; 2007. pp. 866 – 944.

  • 8. Valdés Martín, S., Gomes
    Vasallo, A. Temas de Pediatría. 2 a ed.
    Ciudad de la Habana: Ecimed; 2006. pp. 52 –
    75.

  • 9. Hernández Garcés, R.H., Hevia
    González, L.E., Silverio García, C.E., Espinosa
    Álvarez, R.F., Soneira Pérez, M. Afecciones
    digestivas
    . En: Álvarez Sintes R., et al.
    Medicina General Integral. 2da ed. Ciudad de la
    Habana: Ecimed; 2008. pp. 227– 314

  • 10. Álvarez Sintes, R. Afecciones
    respiratorias
    . En: Álvarez Sintes R., et al.
    Medicina General Integral. 2da ed. Ciudad de la
    Habana: Ecimed; 2008. pp. 26– 82.

  • 11. Ruiz Espinosa, A., Núñez
    Fernández, F.A., Rodríguez Peña, M.S.,
    Duménigo Ripioll, B.E., Ginorio Gavito, D.E.
    Parásitos. Generalidades. En: De la Torre
    Montejo E., Pelayo González-Posada, E.J.
    Pediatría Autores Cubanos. Ciudad de la
    Habana: Ecimed; 2008. pp. 1712 – 1797.

  • 12. Marrero A, et al. Programa nacional de
    control de la tuberculosis en Cuba. Manual de normas y
    procedimientos. 2da ed. Ciudad de la Habana: Ecimed;
    2010.

  • 13. Kendigs-Chernick, E.D. Disorders of the
    respiratory tract in children
    . 7h Ed. Philadelphia: W
    Saunders; 2006.

  • 14. Factor, S., La Claire, J., Bronsdon, M.,
    Suleymanova, F., Altinbaeva, G., Kadirof, B., Shamieva, V.,
    et al: Streptococcus Pneumoniae and Haemophilus
    Influenzae type b carriage Central Asia
    . Emerg Infect
    Dis 2005; 11(9): 1476 – 80.

  • 15. Riverón, R. Valor
    inmunológico de la leche materna
    . Rev Cubana Ped
    1995; 67 (2).

  • 16. Jiménez Acosta, S.
    Alimentación y Nutrición en el
    niño
    . En: Álvarez Sintes R., et al.
    Medicina General Integral. 2da ed. Ciudad de la
    Habana: Ecimed; 2008. pp. 195– 205.

  • 17. Instituto de Nutrición e Higiene de
    los alimentos (INHA). Guías Alimentarias para
    niñas y niños cubanos hasta 2 años de
    edad. Documento técnico para los Equipos de Salud.
    Ciudad de la Habana, Cuba, INHA; 2009.

 

 

Autor:

Dr. Carlos Enrique Piña
Borrego1

Lic. María de Lourdes
Fernández Fernández2

1 Médico Pediatra, Profesor
Asistente de Pediatría, Especialista de Primer Grado en
Neonatología, Especialista de Primer Grado en Medicina
Familiar.

2 Licenciada en Enfermería,
Profesora Asistente de Enfermería Pediátrica
Comunitaria, Residente de Primer Año de Enfermería
Comunitaria.

Dirección para la
correspondencia:
Dr. Carlos Enrique Piña Borrego.
Calle 26, edificio 6, apartamento 28, Bahía Honda,
Provincia Artemisa.

Teléfono de la Residencia:
52288813

Teléfono Celular:
53279157

Institución: Policlínico
Universitario Manuel González Díaz, Bahía
Honda, Provincia Artemisa, República de Cuba.

2011

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter