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Comunicación, comportamiento y efectividad en las organizaciones




Enviado por Alina González Rams




    Comunicación, comportamiento y efectividad en las
    organizacionesMonografias.com

    Comunicación, comportamiento y
    efectividad en las organizaciones

    Por más diversas que puedan ser las posiciones
    que la teoría organizacional ha formulado en torno a la
    problemática del liderazgo, ellas convergen en la
    aceptación de que el estilo del directivo es uno de los
    determinantes esenciales de la eficacia. La literatura sustenta y
    el presente trabajo comparte también la tesis de que los
    estilos de liderazgo pueden ser comprendidos como modelos de
    comunicación entre el directivo y sus subalternos.
    "Liderazgo es la influencia interpersonal ejercida en una
    situación y dirigida, a través del proceso de
    comunicación humana, a la consecución de uno o
    diversos objetivos
    específicos…"[1]

    En general, en la dinámica de las organizaciones,
    el proceso de la comunicación se realiza
    básicamente a través de tres dimensiones
    diferenciadas que son:

    • la comunicación como flujo de
      información,

    • la comunicación como trasmisión de
      mensajes,

    • y la comunicación como relación
      interpersonal o psicosocial, es decir, como proceso de
      interacción entre individuos.

    A nuestro juicio es la última de ellas la que
    caracteriza al liderazgo como proceso de influencia interpersonal
    ejercida en una situación y dirigida, a través del
    proceso de comunicación humana, a la consecución de
    los objetivos organizacionales. Las prácticas directivas,
    en las que subyacen, inevitablemente, diferentes modelos de
    comunicación, tienen un impacto en el funcionamiento
    grupal que es multileral y decisivo.

    El presente artículo considera ese impacto no en
    relación con todas, sino con algunas dimensiones del
    comportamiento grupal e individual que sin duda son fundamentales
    para la determinación de la eficacia. Entre el conjunto de
    las dimensiones que consideraremos relativas al funcionamiento
    grupal y al comportamiento de los individuos, le concederemos
    cierta preeminencia a aquellos aspectos relacionados con lo que
    conceptuamos como "variables de crecimiento", que son relativas a
    la personalidad integralmente concebida.

    Es conocido que la literatura sobre la
    administración, fundamentalmente la que se ha producido en
    las últimas décadas, ha puesto un énfasis
    particular en los aspectos relativos al crecimiento. La tendencia
    a que nos referimos se manifiesta, sobre todo, en aquellos
    enfoques donde la teorización se orienta hacia la
    consideración del factor humano y de los resultados de su
    actividad, desde una perspectiva holística y en
    desarrollo.

    La presente es una contribución a la
    investigación de los impactos que tienen, sobre el
    comportamiento de los individuos y grupos en las organizaciones,
    los modelos de comunicación subyacentes en las
    prácticas directivas. Dicha contribución comparte
    los resultados de una investigación, realizada en la
    Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, que
    se planteó el problema concreto de determinar cómo
    afectan los modelos de comunicación del directivo
    (mediante la utilización de sus métodos y estilos),
    ciertas dimensiones fundamentales del comportamiento individual y
    grupal en las organizaciones.

    La definición de las variables estudiadas en la
    investigación es la que sigue:

    Modelo de comunicación: es la forma de la
    relación activa desplegada por el directivo hacia sus
    subalternos en el proceso de trabajo, con el fin de influir
    efectivamente sobre ellos de modo que su comportamiento satisfaga
    las metas organizacionales. En la mayoría de las
    teorías sobre la eficacia directiva esta variable se ha
    formalizado bajo la categoría general de "estilo de
    liderazgo". Consideraremos aquí, en calidad de modelos de
    comunicación, los estilos caracterizados como los cuatro
    puntos básicos del Grid Gerencial de R. Blake y J. Mouton
    y las dimensiones de "autoritarismo"- "democratismo" establecidas
    por K. Lewin.

    Modelo " 9.1": Modelo de comunicación
    entre el dirigente y sus subalternos, definido en 1964 por Robert
    Blake y Jane Mouton como uno de los estilos extremos de la "malla
    administrativa". Se caracteriza por concederle mayor importancia
    a las metas de la organización y a la satisfacción
    de las necesidades del trabajo, que a las metas de los
    subordinados y a la satisfacción de las necesidades
    personales de éstos.

    Modelo "9.9": Modelo de comunicación entre
    el dirigente y sus subalternos que se caracteriza por concederle
    mucha importancia tanto a las metas de la organización
    como a las metas y necesidades personales de los
    subordinados.

    Modelo "1.9": Modelo de comunicación entre
    el dirigente y sus subalternos que se caracteriza por concederle
    mayor importancia a las metas de los trabajadores y a la
    satisfacción de las necesidades personales de éstos
    que a las metas de la organización y a las necesidades del
    trabajo.

    Modelo "1.1": Modelo de comunicación entre
    el dirigente y sus subalternos que se caracteriza por concederle
    poca importancia tanto a las metas de la organización como
    a las metas y necesidades personales de los
    trabajadores.

    Modelo "Democrático": Modelo de
    comunicación entre el dirigente y sus subalternos definido
    por Casales (1999), como "aquel en el cual el dirigente comparte
    las funciones de dirección con los miembros del grupo,
    alentando (estimulando) la participación de estos en la
    determinación de las metas y en el planeamiento y
    dirección de las actividades del
    grupo".[2]

    Modelo "Autoritario": Modelo de
    comunicación entre el dirigente y sus subalternos,
    definido por Casales, como "aquel en el cual el dirigente juega
    un rol directriz decisivo al fijar las metas del grupo y en el
    planeamiento de las actividades de los miembros. Apenas delega
    algunas de las funciones de dirección, dando pocas
    posibilidades de participación a los miembros en el
    proceso de toma de decisiones". [3]

    Y las dimensiones del comportamiento individual y grupal
    en la organización que fueron consideradas son:

    "Compromiso con la organización": Valor
    internamente inherente al individuo que se expresa en su
    capacidad para ser leal a una organización y en sus
    esfuerzos por satisfacer las expectativas que ella genera.
    [4]

    "Motivación": Grado de interés,
    orientación y predisposición sostenida al esfuerzo
    y la acción hacia el logro de las metas de la
    organización.[5]

    "Cooperación": Forma de actividad que
    procura el beneficio mutuo en las interacciones humanas, que
    supone la acción coordinada y armónica de los
    esfuerzos de los individuos que integran la organización y
    que genera la creencia en que el éxito de una persona no
    se logra a expensas o excluyendo el éxito de los otros.
    [6]

    "Creatividad": Valor propio de la personalidad
    que tiende a pensar y a solucionar problemas en formas distintas
    a las ya conocidas, y que desarrolla un gusto por la novedad y el
    riesgo que capacita al individuo para moverse con éxito en
    ambientes inestables y desconocidos.
    [7]

    "Clima de relaciones": Medio
    ambiente que caracteriza a la organización desde el punto
    de vista de la calidad y los efectos de la interacción
    entre sus miembros sobre las dimensiones de apoyo,
    responsabilidad, recompensa, identidad, comodidad, conflicto,
    etc.[8]

    "Confianza": Es el sentimiento de
    seguridad que tenemos respecto de la conducta y la integridad de
    otro ser humano. [9]

    "Eficiencia": La capacidad de la
    organización para ayudar al logro de los objetivos de la
    empresa con un mínimo de consecuencias o costos
    imprevistos. [10]

    La investigación se orientó según
    la hipótesis de que los modelos de comunicación de
    los directivos caracterizados por los puntos "9.1" y "1.1" del
    Grid, así como por la dimensión
    "Autocrática" de la clasificación de Lewin,
    producirían un impacto negativo y un marcado
    empobrecimiento en los nexos dirigente-subalterno,
    afectándose el crecimiento humano en la
    organización. Supusimos que, como tendencia, la realidad
    se comportaría así, en virtud de que, como
    planteara tempranamente la teoría organizacional
    humanista, la dirección que se concentra unilateralmente
    en la función económica, descuidando la
    función social de su gestión, multiplica la
    insatisfacción entre los miembros de las organizaciones y
    mutila el crecimiento de los subordinados.

    Los modelos de comunicación del dirigente hacia
    sus subalternos que desatendiendo la importancia de los factores
    humanos y las necesidades de las personas, se enfocan solo en la
    tarea concreta a realizar, tienen como premisa la
    consideración unilateral de las personas involucradas en
    el proceso de trabajo. Quiere esto decir que, en lugar de
    considerar a las personas en toda la riqueza de sus necesidades y
    expectativas –incluyendo, naturalmente, el aspecto de sus
    habilidades y su capacidad para el trabajo-, las consideran
    exclusivamente desde este último ángulo, con lo
    cual convierten al hombre en un mero apéndice del proceso
    de trabajo entendido como una actividad encaminada a toda costa a
    la búsqueda de la competitividad y la ganancia.

    Pero puede resultar que a largo plazo las
    prácticas directivas orientadas unilateralmente a la
    competitividad resulten nocivas o inhibidoras respecto del
    desarrollo de aquellas dimensiones fundamentales de la
    personalidad cuyo conjunto desemboca en el crecimiento humano. La
    literatura organizacional contemporánea permite
    identificar una corriente que respalda la idea de que la
    orientación unilateral hacia la ganancia genera una
    orientación concomitante y desmedida por la competencia
    que, contradictoriamente, produce efectos inhibidores sobre los
    resultados de la producción y sobre la propia ganancia,
    los cuales tienen que ver con la manera como los individuos
    entran en el proceso de trabajo, si más abstractamente
    -considerados sólo como "objetos" de producción-, o
    si más concretamente, considerados como sujetos o como
    personalidades.

    La investigación actual permite identificar
    posiciones para las cuales la efectividad del liderazgo, a la
    hora de describir el tipo de vínculo que tiene lugar entre
    el directivo y sus subordinados, está más
    próxima a la forma de la relación S ? S que a la
    forma de la relación S ( O. Es decir, que la mayor
    efectividad grupal se consigue cuando el directivo, en lugar de
    reducir al empleado a ser un mudo receptor y cumplidor de
    encargos, lo asume como un colaborador que tiene iniciativa e
    ideas que aportar para mejorar el trabajo conjunto, lo cual
    significa que en vez de tratarlo como un objeto lo trata como un
    sujeto.

    Para S. Covey, por ejemplo, el liderazgo que convierte
    al subalterno en una persona obligada a asentir por medio del
    recurso a la autoridad y a la fuerza, genera una debilidad, por
    así decir, de dos colas: "…debilita a quien toma esa
    fuerza (al directivo) porque refuerza la dependencia respecto de
    factores externos para conseguir que las cosas se hagan… y
    genera debilidad en la persona obligada a prestar su asentimiento
    (en el subalterno), impidiendo el desarrollo del razonamiento
    independiente, el crecimiento y la disciplina interna. Y,
    finalmente, genera debilidad en la relación. El miedo
    reemplaza a la cooperación, y las dos personas
    participantes en el intercambio se vuelven más arbitrarias
    y defensivas." [11]

    Una concepción distinta a la de Covey que, no
    obstante, éste interpreta como equivalente a la suya,
    aunque traducida al "idioma del análisis transaccional",
    es el modelo del liderazgo transformacional de Bernard Bass, cuya
    "…teoría explica que los líderes deben
    incentivar a sus seguidores a trascender sus propios intereses
    por el bien del grupo, de la organización y de la
    sociedad, al mismo tiempo que deben fomentar la autoconfianza de
    los subordinados y tener siempre en cuenta sus intereses
    personales…" [12]

    De acuerdo con Bass, son inspiracionales los
    líderes que logran ganar la confianza y el aprecio de sus
    subordinados, comunican el sentido del trabajo y presentan
    desafíos, dan el ejemplo y son capaces de visualizar y
    expresar objetivos y futuros atractivos. Esos líderes
    propenden al estímulo intelectual, porque ayudan
    a sus subordinados a desempeñarse en forma más
    innovadora donde tal conducta sea apropiada y a la
    consideración individualizada porque se ocupan de
    las necesidades individuales de sus subordinados…" Estas
    condiciones cristalizan en el que Bass llama liderazgo
    'transformacional'
    , propio de los líderes fuertemente
    identificados con su misión e interesados en cambiar el
    status quo, que inspiran y estimulan a sus seguidores. Bass dice
    que, por el contrario "…la gente intimidada en la
    obediencia hacia regulaciones arbitrarias tiene poca lealtad a
    sus líderes y, asimismo, a la misión por ellos
    encomendada". [13]

    El primer estilo, cuya cualidad "transformacional" lo
    convierte en el modelo realmente efectivo es un modelo de
    interacción comunicativa, donde los dos individuos que
    intervienen en la interacción lo hacen en calidad de
    sujetos, lo que significa que la influencia se da en los dos
    sentidos, del directivo al subalterno y de este a aquel. El
    directivo ve al subalterno como una personalidad, de modo que en
    su consideración éste interviene no sólo
    abstractamente como "fuerza de trabajo", sino en un espectro
    amplio y profundo de cualidades y necesidades. Ello conduce a la
    efectividad del modelo en la gestión empresarial y,
    más ampliamente, al desarrollo de las cualidades y
    potencialidades de los hombres en todos los restantes
    ámbitos de su vida.

    La eficacia de las organizaciones se determina
    significativamente por las acciones comunicativas emprendidas por
    sus dirigentes en interés de facilitar la
    cooperación entre quienes las integran, lo que confirma
    que "…la cooperación de diversos individuos,
    cualesquiera que sean sus condiciones, de cualquier modo y para
    cualquier fin… el modo de cooperación es, a su vez, una
    "fuerza productiva"…".[14] Es esta una de las
    presunciones contenidas en las investigaciones de Douglas Mc
    Gregor en torno a la importancia del lado humano de las
    organizaciones. Dichas investigaciones tienen antecedentes, como
    se conoce, en la obra de Elton Mayo, a partir de las cuales toma
    forma la doctrina de las "relaciones humanas" en las
    organizaciones.

    El impacto de las relaciones humanas -entendidas como
    relaciones de comunicación- sobre el rendimiento de las
    organizaciones, es el eje de una investigación que sobre
    el tema fue aplicada a cierto segmento del ámbito
    organizacional cubano. El estudio se realizó en dos
    muestras diferentes: en una empresa de construcción y
    montaje de obras de arquitectura para la salud, la
    educación y el deporte y en una facultad de
    estomatología de la enseñanza
    universitaria.

    Los resultados pusieron de manifiesto que en ambas
    organizaciones los respondientes identificaron similares
    tendencias características de los estilos de
    comunicación de sus dirigentes: un alto grado de
    democratismo y la concesión de mayor importancia a las
    metas de la organización que a la satisfacción de
    las necesidades personales de los subalternos, lo que indica,
    para ambas organizaciones la presencia mayoritaria de los mismos
    modelos: "9.1" y "Democrático".
    [15]

    El análisis del comportamiento de las
    'dimensiones del funcionamiento grupal' en relación con
    las variables seleccionadas indica que también en ambas
    organizaciones fueron apreciadas como de mayor impacto para los
    resultados las mismas dimensiones, a saber, las "Relaciones" y la
    "Cooperación para el desarrollo del trabajo".

    Tabla 1: Modelos de Comunicación de los
    dirigentes identificados por los trabajadores de la Empresa
    Constructora:

    Monografias.com

    Tabla 2: Modelos de Comunicación de los
    dirigentes identificados por los trabajadores de la Facultad de
    Estomatología:

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    "Coop" = Cooperación "Mot" = Motivación
    "Creat"= Creatividad "Rel" = Relaciones "Efic" = Eficiencia
    "Comp"= Compromiso "Conf"= Confianza

    Tabla 3: Comportamiento de las dimensiones del
    funcionamiento grupal en la muestra de los

    trabajadores de la Empresa Constructora:

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    Tabla 4: Comportamiento de las dimensiones del
    funcionamiento grupal en la muestra de los trabajadores de la
    Facultad de Estomatología:

    Monografias.com

    Tabla 5: Correlación de los modelos de
    comunicación con las variables de comportamiento en ambas
    muestras:

    Monografias.com

    La matriz de correlaciones de la empresa constructora,
    en la que se compara la percepción de las pautas del
    estilo con las dimensiones del comportamiento individual y
    grupal, permite observar que el modelo "9.1" aparece conectado
    negativamente con todas las dimensiones del funcionamiento
    grupal. El impacto más negativo tiene lugar sobre la
    "Motivación" (-.43), cuyo puntaje es muy bajo en
    relación con el próximo más bajo que es la
    "Eficiencia" (-.37).

    De acuerdo con esta percepción grupal, incluso el
    modelo "1.1" del directivo –desvalorizado por Blake y
    Mouton como de "administración empobrecida"- sería
    preferible, porque aún cuando no está conectado con
    la eficiencia, produce un efecto menos desfavorable que el del
    modelo "9.1". El grupo aprecia que el modelo "1.1" daña
    significativamente el nivel de "Relaciones" del grupo, por cuanto
    su impacto de -.44 ocupa el lugar más bajo, seguido de
    cerca por el "Compromiso" (- .43). El modelo "1.9" tendría
    sólo un impacto discretamente positivo sobre la
    "Relaciones".

    Pero el modelo "9.9" es el más altamente
    conectado con las variables organizacionales. Impacta
    positivamente con altos puntajes en absolutamente todas las
    dimensiones del funcionamiento consideradas, y muy especialmente
    con el "Compromiso", el cual alcanzó el valor +.60,
    seguido por la "Motivación" con +.55. Y el tercer impacto
    de importancia es la "Eficiencia", que tiene un significativo
    peso de +.41. Como puede apreciarse, el modelo de
    comunicación "9.9", caracterizado por una alta
    orientación tanto hacia las tareas como a las relaciones,
    y, por lo tanto, cercano al tipo de interacción
    comunicativa, es el que se identifica como modelo generador del
    desempeño óptimo de las personas en la
    organización.

    El modelo "Democrático", que es afín,
    igualmente con el tipo de interacción comunicativa, es el
    segundo en importancia desde el punto de vista de los impactos
    positivos. Este modelo, según los resultados, incide en la
    obtención de logros en todas las dimensiones del
    desempeño -excepto en la "Confianza"-, los cuales son
    particularmente fuertes en las variables "Cooperación" (+
    .69) y "Relaciones" (+.68) y considerables en la variable
    "Eficiencia" (+ .41). El modelo "Autocrático", por su
    parte, arroja resultados significativamente negativos en todos
    los casos.

    De acuerdo con la percepción de la segunda
    muestra, el modelo "9.1" sólo está conectado
    significativamente, aunque sin un valor alto, con la
    dimensión "Confianza" (- .28) y los modelos "1.1" y "1.9"
    no tienen impacto en ninguna de las dimensiones del
    funcionamiento.

    Pero el "9.9" es percibido como el modelo generador del
    mayor impacto, el cual, en orden de importancia, correlaciona muy
    favorablemente con la "Eficiencia" (+.43), con la "Confianza"
    (+.41), y con las variables "Relaciones" y "Cooperación",
    alcanzando la misma puntuación en ambas (+
    .34).

    Este resultado fundamental confirma la hipótesis
    en el mismo sentido que lo hicieron las correlaciones inherentes
    al análisis de este modelo en la primera muestra. Coincide
    también con las posiciones que la literatura actual
    sustenta en relación con la importancia de las que hemos
    aquí llamado "variables de crecimiento.

    Valdría la pena comentar a propósito la
    ponderación que hace Stephen M. R. Covey conceptuar la
    confianza como variable crítica en el
    desempeño al interior de las organizaciones.

    TRUST. More important than VISION? Yes! No
    matter how grand a vision, the

    high cost of low trust will prevent you
    from attaining that vision profitably.

    TRUST. More important than STRATEGY? Yes!
    While high trust can"t make a poor strategy succeed, the high
    cost of low trust will derail an otherwise impeccable
    strategy.

    TRUST. More important than SYSTEMS and
    STRUCTURE? Yes! No degree of re-engineering or quality control
    can overcome the sabotage and tax of a low trust culture. TRUST.
    More important than SKILLS? Yes! No matter how skilled a group,
    the high cost of low trust will inhibit their ultimate success.
    And face it, nothing repels real talent like a high-control,
    low-trust workplace. [16]

    Resulta interesante observar, en otro sentido, que el
    modelo de comunicación "9.9" no se ve, como en el caso de
    la muestra precedente, conectado con la motivación por el
    trabajo. Ello podría explicarse por la madurez
    característica del grupo (integrado mayoritariamente por
    doctores en estomatología) cuyo nivel de desarrollo
    profesional y personal determina que la motivación por el
    trabajo no se deba a la manera externa en que se comunica el
    jefe, sino que sea una cualidad interna de la personalidad de los
    sujetos, y/o que esté asociada a otros determinantes que
    no fueron estudiados. Asimismo, el estilo "Democrático"
    resulta para ese grupo el siguiente en importancia desde el punto
    de vista de sus impactos, dado que es el segundo más
    conectado – se relaciona con cuatro dimensiones del
    funcionamiento- y lo es principalmente con la "Confianza" (.48) y
    la "Creatividad" (.38). Hay que apuntar asimismo que, aunque el
    modelo "Democrático" no impacta tan generalmente en el
    desempeño como lo hace, según esta
    percepción, el estilo "9.9" -que se conecta con todas las
    variables-, apreciamos que la mayor intensidad de los impactos
    registrados en toda la muestra es la que ese modelo produce en
    las cuatro dimensiones con las que se conecta.

    En definitiva, los resultados de la investigación
    permitieron corroborar la existencia de un nexo interno entre el
    modelo de comunicación del directivo y las dimensiones del
    desempeño individual y grupal más esenciales en las
    organizaciones, y confirmaron que, en particular, los modelos de
    comunicación "9.9" – según la definición de
    la malla administrativa de Blake y Mouton- y "Democrático"
    -en términos de Lewin-, son los que más
    positivamente impactan sobre los resultados grupales relativos
    tanto a la eficiencia como a las variables de
    crecimiento.

    Dichos resultados confirmaron asimismo que los modelos
    de comunicación "9.1", "1.1" y "Autoritario" registran el
    impacto más negativo tanto en la eficiencia como en las
    variables de crecimiento.

    En virtud de ellos puede decirse, por último, que
    cuando los modelos de comunicación del dirigente se
    aproximan a la estructura de interacción que hemos
    caracterizado como interacción comunicativa (S(S), se
    obtienen resultados grupales que favorecen el crecimiento humano
    en el sentido del desarrollo de compromiso, de motivación,
    de cooperación, de creatividad y del establecimiento de un
    clima de relaciones entre el dirigente y los subordinados basado
    en la confianza, y que, paralelamente, favorecen y multiplican la
    eficiencia.

     

     

    Autor:

    Alina González
    Rams

    Master en Comportamiento Directivo y
    Desarrollo Organizacional (Universidad de La Habana,
    2002)

    Doctor en Ciencias Filosóficas
    (Universidad de La Habana, 2004)

    Profesora Titular de "Comunicación y
    Solución de Conflictos en las Organizaciones", de la
    Maestría en Comportamiento Directivo y Desarrollo
    Organizacional, Facultad de Psicología, Universidad de La
    Habana

    [1] Tannenbaum, R., et al, (1970), Liderazgo
    y organización, Atlas, Sao Paulo.

    [2] Casales, J. C., (1999), Cuestionario para
    la medición del estilo de liderazgo, en: Revista Cubana
    de Psicología, Vol. 16, No. 1, pp. 67

    [3] Ib. pp. 68

    [4] Covey, S. R., (2000), Los siete
    hábitos de la gente altamente efectiva, Paidós,
    Bs. As. Pp. 232

    [5] Ib. pp 232

    [6] Ib., pp.238

    [7] Labarrere, A., (2000), Desarrollo de la
    creatividad en directivos, en: Maestría en
    "Psicología, comportamiento directivo y desarrollo
    organizacional", Fac. de Psicología, UH.

    [8] Koontz, H. y Weihrich, H., (1991),
    Elementos de Administración, Ed. Mc Graw Hill,
    México pp. 117

    [9] Covey, S. R., Ib. pp. 69

    [10] Koontz, Ib. pp. 176

    [11] Covey, S., Ib. pp. 180

    [12] Bass, B. M., (1998), El Liderazgo en el
    Ejército después del Próximo, (Military
    Review, Vol. LXXVIII, sep-oct, pp. 43

    [13] Bass, B., Ib. pp. 46

    [14] Marx, C., Manuscritos económicos
    y filosóficos de 1844, Progreso, Moscú, (1989),
    pp. 47

    [15] El modelo democrático es
    percibido en los dos grupos como la participación de los
    trabajadores en los asuntos relativos a su trabajo, aunque el
    estilo "Democrático", en sentido estricto, no consiste
    en tener una preocupación alta por las necesidades de
    los trabajadores.

    [16] Stephen M. R. Covey, The Speed of Trust,
    en:
    http://www.coveylink.com/about-coveylink/how-we-define-trust.php

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