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Factores de riesgo, ocurrencia y consecuencias de caídas en adultos mayores (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Psíquicas: Generan miedo a caer otra vez, o un
estado continuo de ansiedad, pérdida de confianza en
sí mismo, aislamiento social, y restricción de las
actividades de la vida diaria.

Sociales: Los familiares ante una caída, con
frecuencia reaccionan con ansiedad y se convierten en
sobreprotectores que limitan la relativa autonomía del
anciano. 47

En muchas ocasiones la caída genera una
inseguridad en el paciente ante el potencial riesgo de volver a
caer, diciéndole: "no haga esto, no hago esto otro". Con
esto el anciano se retrae, lo cual debemos combatir por los
riesgos de pérdida de autoestima, tanto psíquica
como física. Esto puede traer consecuencias en la
autovalencia, perfectamente comparables con una fractura de
cadera.Existen factores limitantes físicos y
psíquicos, relacionados con el Síndrome de post
caída, en forma de círculo vicioso. Por lo tanto,
sumado al miedo a caer, que está siempre presente por la
angustia que ello genera, la humillación que se presenta
especialmente cuando el paciente ha necesitado ayuda para
pararse, dado que es incapaz de hacerlo por sí
sólo, acarrea rápidamente un rechazo a salir y el
temor de someterse a la prueba de desplazarse por sí solo,
incluso en su propio hogar, es una de las consecuencias
psicológicas más comunes, que puede llegar en
algunos casos a la depresión reactiva. Desde el punto de
vista físico, la pérdida de movilidad es ocasionada
inicialmente por los dolores del golpe ocasionado por la
caída. A esto se le puede agregar el síndrome de
inmovilidad provocado por el miedo a moverse, favoreciendo
pérdida de masa muscular, rigidez y se asocia a
descoordinación durante la marcha. Estos trastornos no se
deben a problemas ortopédicos ni neurológicos que
sean atribuibles a una patología previa. En los casos
severos, el paciente es incapaz de mantenerse de pie y se afirma
en todo lo que esté cerca (paredes, sillas, etc.). Esto
puede determinar un punto de no retorno y la
institucionalización aparece como consecuencia de una
caída. 61

2.7 Prevención de las
caídas:

Se debe realizar acciones encaminadas a:

  • Promover la realización de
    ejercicios físicos.

  • Entrenar la marcha.

  • Promover programas de educación
    que instruyan cómo, dónde y por qué se
    producen las caídas.

  • Prevenir la Osteoporosis.

  • Eliminar y/o disminuir los riesgos
    domiciliarios y medioambientales del anciano.

  • Reducir la ingestión de alcohol
    y medicamentos.

  • Sugerir visitas periódicas al
    podólogo y el uso de protectores y ayudas
    técnicas para la marcha.

La búsqueda y detección precoz de los
factores involucrados en el riesgo de caer es el primer paso para
lograr la prevención de un problema mayor en
geriatría. 62

Las caídas y sus complicaciones son previsibles.
Esto implica una evaluación periódica de las
condiciones del individuo que puedan predisponerlo a caerse,
así como una revisión de los peligros ambientales a
los que está expuesto.

Sitios más comunes de las
caídas:

1. Sala de estar.

  • Al levantarse de la silla.

  • Sentarse con demasiada fuerza.

  • Levantarse de una silla de ruedas que no está
    frenada.

  • Alfombras sueltas, pisos resbaladizos.

  • Zapatos inadecuados.

2. Baño

  • Piso mojado o resbaladizo.

  • No bancos o asientos en la ducha.

  • No cuenta con barras de apoyo.

  • Mareos (sedantes).

  • Esfuerzos al evacuar orina o heces.

3. Caídas repentinas

  • Pérdida del equilibrio.

  • Rotación rápida de la
    cabeza.

  • Problemas visuales, auditivos.

El 80% de las caídas se producen en el hogar, un
30% son considerados como inexplicables por el paciente y
observador. 26

Lo fundamental en este tema, es su prevención,
pues de hecho, al evitar una caída estamos evitando sus
consecuencias. El trabajo del médico comunitario
deberá estar encaminado fundamentalmente a prevenir las
caídas accidentales, ya que constituyen el mayor
porcentaje; o detectar las causas orgánicas de las mismas
con el consiguiente tratamiento, o interconsulta de los casos que
lo ameriten. Por ello el médico debe recomendar que es
importante mantener una iluminación adecuada en el
área donde se mueve el anciano, evitar colocación
de objetos de baja altura con los que el anciano pueda tropezar,
las alfombras deben estar bien colocadas, no dejar en el suelo
herramientas o juguetes, los animales domésticos no deben
circular por las habitaciones, colocar barandas a ambos lados de
las escaleras, etcétera 63

Otro elemento importante es la corrección, es
decir, el ajuste de las actividades del paciente para compensar
sus incapacidades, tales como: el uso de espejuelos,
bastón, collarín cervical, andadores, etc. Se debe
recomendar rehabilitación con ejercicios que mejoren el
tono muscular, la flexibilidad y la agilidad del anciano sobre
todo después del encamamiento; al igual que la
rehabilitación psicológica para intentar devolver
al anciano la confianza en sí mismo, tras una
caída.

Se deben controlar las enfermedades crónicas que
presente el paciente y brindar educación sanitaria sobre
la correcta utilización de los medicamentos, así
como conocer las principales formas de prevención y
tratamiento de las caídas en el anciano.

El apoyo que reciben de familiares allegados, es uno de
los recursos más importantes en la atención y
tratamiento de estos sujetos. La educación a dichos
familiares sobre el manejo del adulto mayor dependiente
indudablemente es beneficiosa en ese sentido, además de
contribuir a la economía de recursos del Ministerio de
Salud en la atención geriátrica, y evitar gastos
por conceptos de ingresos hospitalarios.

Asimismo, en el orden social la mencionada
educación es muy ventajosa, como lo demuestra la ya
conocida interrelación existente entre la salud del
individuo y los factores sociales. El aislamiento, incomodidad,
dificultades ambientales para realizar algunas actividades, la
ausencia de familia y vecinos que ofrezcan ayuda son factores que
abarcan la dependencia.

El adiestramiento a familiares sobre el manejo del
adulto mayor dependiente los pondrá en condiciones de
brindarle con la efectividad necesaria el imprescindible y vital
apoyo. 64

2.8 Tratamiento de las caídas:

Conducta a seguir ante un adulto mayor que
sufre una caída:

Se debe realizar:

  • Interrogatorio: circunstancias en que se produjo la
    caída, sintomatología previa, presencia o no de
    pérdida del conocimiento, medicamentos que consume,
    etc.

  • Examen físico completo: enfatizar en
    exploración de marcha, fuerza muscular, sensibilidad,
    movilidad. Buscar hipotensión arterial,
    arrítmias, alteraciones podológicas,
    etc.

  • Individualizar factores
    intrínsecos y extrínsecos.

En primer lugar, se impone tratar las consecuencias
ocasionadas por la caída. Estas han de se tratadas en todo
su espectro; la repercusión psicológica y social
puede ser muy evidente y deben recibir un manejo inmediato desde
un inicio, al mismo nivel que las otras complicaciones
clínicas. Es importante, desde ese momento, evitar
limitaciones funcionales por cualesquiera de estas
causas.

El diagnóstico debe continuar con un esfuerzo por
erradicar la causa o las causas que la provocaron. Está
claro que muchos de los factores propios del individuo causantes
de caídas, no son reversibles, pero sí
modificables. En ningún caso, la restricción
funcional definitiva será una solución. Los casos
donde los factores ambientales hayan causado la caída,
exigen la corrección de las causas, sin olvidar una
actuación general sobre el medio, ya que pudieran existir
otros problemas que, si bien no causaran la presente
caída, son un riesgo evidente. 65, 66

2.9 Rehabilitación

El origen multifactorial de las caídas exige un
abordaje multidimensional de su rehabilitación. Esto
incluirá la corrección de aspectos
biológicos, psicológicos, sociales y funcionales,
que incluye los ambientales. La educación debe estar
encaminada a un mayor conocimiento por parte del paciente, de sus
problemas de salud y de medidas que pueden tomar para evitar
caerse, lo que pudiera incluir la recomendación de medios
auxiliares de sostén. El entrenamiento del paciente
incluye como caminar sin obstáculos, bajar y subir
escaleras, sentarse y levantase de la silla, y levantarse del
suelo después de una caída.

Las medidas encaminadas a la modificación del
ambiente, para convertirlo en seguro para el adulto mayor, deben
ser parte del programa de rehabilitación. Las áreas
más importantes son: el mobiliario, los obstáculos
potenciales y la iluminación. Los pasamanos en algunos
lugares, como escaleras y baños, son de utilidad. 67,
68

Nunca será ocioso insistir en el rescate o
mantenimiento de la funcionalidad. Las medidas encaminadas a la
recuperación psicológica, sobre todo la n funcional
por el miedo a caerse y la educación social que evite la
sobreprotección familiar, deben ser también parte
de este esfuerzo.

La pérdida de ocupaciones en la familia, en el
grupo y en el trabajo conducen a inadaptaciones sociales y, de su
intensidad o continuación resultan serias perturbaciones
al nivel de la propia personalidad

El apoyo que reciben de familiares allegados, es uno de
los recursos más importantes en la atención y
tratamiento de estos sujetos. La educación a dichos
familiares sobre el manejo del adulto mayor dependiente
indudablemente es beneficiosa en ese sentido. Asimismo, en el
orden social la mencionada educación es muy ventajosa,
como lo demuestra la ya conocida interrelación existente
entre la salud del individuo y los factores sociales. El
aislamiento, incomodidad, dificultades ambientales para realizar
algunas actividades, la ausencia de familia y vecinos que
ofrezcan ayuda son factores que abarcan la
dependencia.

El adiestramiento a familiares sobre el manejo del
adulto mayor dependiente los pondrá en condiciones de
brindarle con la efectividad necesaria el imprescindible y vital
apoyo.

Algunos consejos

Los consejos 69 que se brindan para evitar las
caídas en los ancianos podemos resumirlos
así:

  • Asegúrese de que su casa es
    segura:

  • Asegúrese de que tiene buena
    iluminación, la luz de casa ha de ser brillante de
    forma que evite tropezar con los objetos que son
    difíciles de ver.  Instale luces nocturnas en su
    dormitorio y cuarto de baño.

  • Las alfombras han de estar firmemente sujetas al
    suelo o disponer de superficie antideslizante, no deje los
    extremos libres.

  • Los cables eléctricos no han de estar en el
    suelo en las zonas de paso.

  • Ponga barandillas en su cuarto de baño, para
    uso en bañera, ducha y retrete.

  • No utilice escaleras sin barandillas a ambos lados
    para apoyarse, asegúrese de que están bien
    iluminadas.

  • En la cocina todo ha de estar a su alcance, no
    coloque las cosas demasiado bajas ni demasiado altas para
    evitar el uso de escaleras.

  • Use zapatos de suela antideslizante, de no
    fricción, y de tacón bajo.  Evite llevar
    zapatillas sueltas que lo haga tropezar.

  • Visite a su médico una vez al año,
    consulte si nota disminución de visión y
    mareos. Si le recomienda usar bastón o andador
    úselo para aumentar su base de sustentación,
    evitando una mala caída.

  • Hable con su médico si observa algún
    efecto secundario al tomar sus medicinas.

Tanto la Asistencia Médica como los Programas de
Seguridad y Asistencia Social

en la actualidad no son capaces de cubrir todas sus
necesidades, lo que conlleva al surgimiento de nuevos modelos de
atención que den respuesta a las particularidades del
proceso salud ­ enfermedad del Adulto Mayor, que los
convierte en los mayores consumidores de servicios sociales y de
salud. Responder oportunamente a esas demandas significa a largo
plazo no solo aumentar significativamente la calidad de vida de
los gerontes que es lo más importante, sino también
disminuir el costo relativo de asistencia social y servicios de
salud.

Por otra parte todos los seres humanos desean llegar a
la vejez y sin embargo se quejan cuando lo consiguen, ya que
biológica y socialmente esto conlleva una serie de cambios
en el individuo, que requieren de un tratamiento especial por
parte de los que lo rodean; y si no existe una visión
social correcta de este fenómeno y no se actúa de
forma consecuente con los ancianos, se puede generar en ellos
sentimientos que lo lesionen. El retroceso que ha dado la
enfermedad ha sido muy importante, y posiblemente en los
próximos años con todos los descubrimientos que se
están haciendo seguirán retrocediendo otros
padecimientos. Y va a ser posible lograr el objetivo, para
algunos quiméricos, pero que al final será
realidad, el vivir satisfactoriamente 120 años.
70

Capítulo I I

Diseño
metodológico

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo,
longitudinal de los adultos mayores del Módulo Barrio
Adentro 1 Chirica Vieja con el objetivo de determinar los
factores de riesgo, ocurrencia y consecuencias de las
caídas de los mismos en el periodo comprendido desde el
1ro de enero al 31 de diciembre del 2010. Se trabajó con
la totalidad de los adultos mayores de dicho Consultorio
Médico (350), coincidiendo el universo con la muestra.
Para obtener la información se utilizaron como fuentes las
historias clínicas individuales, las historias
clínicas familiares y el examen físico,
completándose la información a través de un
cuestionario que se le realizó al paciente o al cuidador,
previo consentimiento informado y teniendo en cuenta los
criterios de inclusión y exclusión.

Criterios de inclusión:
Disposición a participar en el estudio.

Criterios de exclusión: La no
disposición a participar y la no presencia en el
área en el momento del estudio.

Se confeccionó una planilla recopiladora a la
cual se transcribió la información obtenida. Dicha
planilla constituyó el registro primario de la
investigación, las variables estudiadas y su
selección se correspondieron con los criterios que
determinaron la confección de la planilla recopiladora de
datos.

Operacionalización de
Variables.

Variable

Definición Operacional

Escala y valores

Edad

Años cumplidos por el paciente al inicio de
la investigación.

60-69 años

70-79 años

80-89 años

90 y más

Sexo

Características biológicas que lo
distinguen.

Masculino

Femenino

Factores de riesgo intrínsecos

Aquellos que dependen de la biología del
individuo.

Enfermedades cardiovasculares.

Accidente vascular encefálico.

Hipertensión arterial.

Diabetes mellitus.

Enfermedades osteoarticulares:
considerando a la Osteoartritis cervical y la
Osteoporosis.

Enfermedades visuales: se considera la catarata,
el glaucoma y las enfermedades de la retina.

Alteraciones del equilibrio: producidas por
polifarmacia e hipotensión
ortostática.

Alteraciones para la marcha: causadas
por artropatía degenerativa, la hiperqueratosis
plantar y el hallux valgus.

Factores de riesgo extrínsecos.

Aquellos que dependen del ambiente.

Falta de lámpara o interruptor al alcance
de la cama

Camas altas y estrechas

Baño lejos del dormitorio

Baño con piso deslizante

Suelos desnivelado/irregular

Suelos con superficie muy pulida

Suelos con juguetes u otros objetos.

Mobiliario Hacinado.

Mobiliario con cambios frecuentes

Mobiliario en mal estado: se considera cuando los
muebles estén rotos o desencolados.

Mal estado constructivo de la vivienda: se
considera cuando el techo o las paredes se encuentren
visiblemente deterioradas.

Iluminación deficiente: se considera cuando
la fuente luminosa esta muy alta, lejana o no existe en
más de una habitación.

Calzado inadecuado: se considera cuando es
desajustado, con cordones sin atar.

Caída

Consecuencia de cualquier acontecimiento que
precipita al paciente al suelo en contra de su
voluntad.

No

Consecuencias

Manifestación secundaria a

la caída

Fractura de cadera

Otras fracturas: se considera las demás
fracturas óseas

Heridas

Traumas y contusiones

Trastornos Psicológicos: se considera el
miedo a caer.

Polifarmacia

Cuando toma dos o más
medicamentos.

No

Hipotensión ortostática

Cuando la TA disminuye en 20 mm Hg ó
más en la presión sistólica ó
de 15 mm Hg ó más en la diastólica al
cambiar de la posición de decúbito a
bipedestación

No

La información obtenida se llevó al
ordenador personal Pentium 4 almacenándose en una base de
datos creada por el programa Microsoft Excel XP. Se crearon
tablas para buscar asociación entre las distintas
variables estudiadas, y se utilizó para ello el
estadígrafo Chi cuadrado, con un 95% de confiabilidad, por
tratarse preponderantemente de variables. Se determinó la
existencia de relación cuando la probabilidad de
ocurrencia del valor X2 < 0.005(p<0.005). Este
análisis estadístico se realizó con la ayuda
del paquete estadístico Microstat, y por último la
información se presenta en tablas y gráficos en la
que se muestran los valores absolutos y los
porcentajes.

Capítulo III

Resultados y
discusión

El envejecimiento de la población venezolana es
una de las implicaciones demográficas y sociales
más importantes derivadas del descenso de la fecundidad,
la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida. En la
tabla # 1 se observa que de una población total de
1025 pacientes, 350 tienen 60 años y más, esto se
representa en el gráfico # 1 donde se aprecia que
estos adultos mayores constituyen el 34.1%. El presente estudio
coincide con lo planteado por algunos autores en cuanto a que
más del 25% de la población tiene más de 60
años.11, 14, 72

Este trabajo demuestra que a nivel mundial el grupo
etáreo de 60 años y más va en aumento como
consecuencia del aumento de la esperanza de
vida.47

En la tabla # 2 se representa la población
adulta mayor por sexo y edad y se ve como el mayor porciento lo
representa el sexo femenino (52%). Al analizar
estadísticamente estos resultados se observa que no
existen diferencias significativas en cuanto al sexo pero si
entre los grupos de edades siendo el de 60-69 años
altamente significativo con 176 pacientes para un 50%.

Como se manifiesta en la mayoría de los
países que presentan signos de envejecimiento que
enfrentan este proceso, en la población femenina se
observa un mayor porcentaje de personas en edades avanzadas. En
Venezuela, el 15,0 % de la población femenina y el 14,0 %
de la masculina corresponden a personas de 60 años o
más. De igual forma, del total de personas de 60
años y más, aproximadamente el 50,1 por ciento
corresponde al sexo femenino frente a un 49,9 por ciento del sexo
masculino que en cifras absolutas significa que las
féminas superan a los varones en casi seis mil.
47

En la tabla # 3 se relacionan las enfermedades
crónicas por sexo observándose que existe un
predominio de las enfermedades osteoarticulares (33.1%), seguida
de la Hipertensión arterial (31.8%) y de las enfermedades
visuales (30%), todas con un mayor porciento en el sexo femenino
(58.6%, 52.7% y 51.5% respectivamente) siendo altamente
significativa la incidencia de estas enfermedades. Con discreto
predominio de los accidentes vasculares encefálicos y las
enfermedades cardiovasculares en el sexo masculino (66.6% y
55.5%) respectivamente.

En un estudio realizado por Rodríguez y
Martínez 76 de Prevalencia de enfermedades no
transmisibles en adultos mayores de Ciudad de La Habana.
demostraron tasas superiores en el sexo femenino para las causas
seleccionadas y para las enfermedades cerebrovasculares
prevalencia ligeramente mayor en los hombres lo que coincide con
el presente estudio.

Guerra en su estudio encontró que la
Hipertensión arterial constituyó una de las
enfermedades crónicas no trasmisibles más
frecuentes con un 55 %, coincidiendo con este estudio
75

Coincidimos además con González
Sánchez 48 que en su trabajo registra una mayor
prevalencia de diabéticos en mayores de sesenta
años y reporta predominio femenino (56.9%) dentro de los
adultos mayores con esta patología.

En la tabla # 4 se relacionan las
enfermedades crónicas por grupo de edades,

Se aprecia que estas enfermedades son más
evidentes en el grupo etáreo de 90 años y
más, invirtiéndose el orden de las dos
últimas (94.4% las osteomioarticulares, 88.8% las visuales
y 50% la Hipertensión arterial) seguido del grupo de 80 a
89 años (65.7%, 62.8% y 37.1%). Llama la atención
que la Hipertensión arterial fue la predominante en las
edades entre 70 a 79 y 60 a 69 años con un 39.5% y 23.3%
respectivamente.

Al realizar el análisis estadístico se
aprecia que la prevalencia de estas tres enfermedades
crónicas resultan altamente significativas: las
enfermedades osteomioarticulares y las enfermedades visuales en
el grupo de edades de 80-89 años, y en el grupo de 60-69
años lo es la hipertensión arterial, lo que
coincide con bibliografías revisadas las que plantean que
a mayor edad mayor probabilidad de enfermedades
osteomioarticulares y visuales y a menor edad es mas frecuente la
presencia de Hipertensión Arterial. 16, 75,
76

Molina 26 en su trabajo plantea que en la
mayoría de las enfermedades estudiadas se produce un
incremento de su frecuencia a medida que aumenta la edad, y pone
el ejemplo de la HTA con una frecuencia del 52,6 % en el grupo
65-69 y del 63,6% en 80 y más.

En otros estudios revisados se plantea que las tasas que
más se incrementaron fueron las enfermedades del
corazón, seguidas de las enfermedades de arterias y
arteriolas, los tumores malignos, los accidentes
cerebrovasculares, la influenza y la neumonía, que
ocuparon lugares en el orden mencionado. 16, 25 ,39
,40

En la mayoría de los países la prevalencia
de estas enfermedades se encuentra entre un 15% y el 30%, y se
plantea que un 25% de los pacientes Adultos Mayores hipertensos
presentan diagnósticos concomitantes de enfermedades de
las arterias coronarias, insuficiencia cardíaca y
enfermedad cerebrovascular,54 lo cual debe poner en alerta
ante la aparición de sintomatología
sugerente.

Los factores de riesgo fisiológico para el
equilibrio según sexo y edad se representa en la tabla
# 5
donde se aprecia que de un total de 350 pacientes 257
practican la polifarmacia lo que representa el 73,4%, cuando se
analiza por grupo de edades y sexo se observa que el grupo de 90
años y más para ambos sexos son los de mayor
porciento (100% y 87,5% respectivamente), seguido del grupo de
80-89 años en el sexo femenino (86,5%). Al realizar el
análisis estadístico se puede apreciar que la
polifarmacia resulta altamente significativa en todos los grupos
de edades y en ambos sexos.

Del Nogal Manso 77 en su trabajo &uml;Factores de
riesgo de caídas, plantea que la polifarmacia es el factor
de riesgo fisiológico más significativo, lo que
coincide con este trabajo.

Gómez Juanola 1 en su estudio
planteo que los factores de riesgo fisiológicos revelan
que en las alteraciones del equilibrio prevalecieron como sus
causas mas frecuentes, la pluripatología y la polifarmacia
(43 casos; 42,57 % del total de 101 ancianos) incidiendo
más en el sexo femenino (69,77 %), de forma no
significativa.

La investigación realizada por Fernández
Guerra, 78 plantea que la polifarmacia es un
fenómeno habitual que concierne a la práctica
médica geriátrica, condición que preocupa a
las autoridades médicas y es de interés no solo a
nivel científico sino también a nivel familiar y
social pues sus efectos colaterales conducen en muchas
circunstancias a incremento en hospitalizaciones, complicaciones
graves y en ocasiones desafortunadamente a la muerte del adulto
mayor.

Tejeda Álvarez, 79 encontró dentro
de su serie que la polifarmacia unida a otros factores
favoreció la ocurrencia de caídas en el
anciano.

Los problemas relacionados con los medicamentos en los
seniles son numerosos y en ocasiones de naturaleza complicada.
51 El 81 % de los ancianos toma medicamentos y de ellos
las 2/3 partes ingieren más de un fármaco
habitualmente. Esta cifra aumenta con la edad y así hasta
el 30 % de los mayores de 75 años ingieren más de 3
medicamentos. 52

Las benzodiazepinas son el grupo farmacológico
más claramente relacionado con las caídas, y los
antihipertensivos y diuréticos ocupan el segundo lugar,
después de los sedantes. Otros estudios afirman que el 20
% de los ancianos tratados con antinflamatorios no esteroideos
desarrollan inestabilidad y confusión.
51

La tabla # 6 representa los factores de riesgo
fisiológicos para la marcha según sexo y edad y en
la misma se puede observar que el factor predominante es la
artropatía degenerativa con 87 pacientes y un 24.8%, con
mayor predominio en el grupo etáreo de 90 años y
más y en el sexo femenino (80%). Estadísticamente
resulta altamente significativo la presencia de
Artropatías Degenerativas en ambos sexos y en todos los
grupos de edades.

Gómez Juanola 1 encontró en su
trabajo que las artropatías degenerativas (39 seniles;
38,61 % del total de la muestra) constituyeron la causa
más frecuente de alteraciones de la marcha, siendo
predominantes en las ancianas (58,98 %) vs 41,02 %; p > 0,05).
El presente estudio coincide con otras literaturas revisadas.
53, 62, 65

Los trastornos de la marcha y la postura, no sólo
se relacionan con la disminución del control
neuromuscular, sino también con los cambios
osteoarticulares. 62 En el pie del anciano inciden
deformidades osteoarticulares y una serie de enfermedades
(vasculares y metabólicas) que dificultan la marcha y el
mantenimiento del equilibrio. 67 Los resultados en cuanto
a los cambios degenerativos articulares coinciden con otros
estudios. 37, 39

Los Factores de Riesgo extrínsecos según
sexo se muestran en la tabla # 7, en la misma se aprecia
que el baño con piso deslizante, suelos con superficie muy
pulida y la falta de lámpara o interruptor al alcance de
la mano son los tres factores de riesgo extrínsecos mas
frecuentes para ambos sexos representando un 26.8%, 25.4% y 21.7%
respectivamente, resultando en este estudio las camas altas y
estrechas el factor de riesgo menos frecuente con solo un 4.2% de
frecuencia.

Cuando se realiza el análisis estadístico
se observa que de forma general estos factores ambientales
presentan diferencias altamente significativas en el adulto mayor
pero no son significativos en cuanto al sexo.

Gómez Juanola 1 en su estudio
encontró como factor de riesgo frecuente para las
caídas la falta de lámpara al alcance de la mano en
el dormitorio similar a lo encontrado en el presente trabajo.
Otros factores extrínsecos que tuvieron
significación en el estudio de este autor fueron: las
cocinas a alturas inadecuadas, el empleo de calzado desajustado y
de suelas resbaladizas.

Otras literaturas revisadas coinciden con este trabajo
en cuanto a la gran significación que tienen los factores
ambientales en la ocurrencia de las caídas en la tercera
edad. 39, 50, 53

El entorno proporciona un gran número de factores
de riesgo, pues no está adaptado a los defectos
sensoriales del anciano, 4, 5 también hay que
considerar el grado de actividad del geronte, sin restar
importancia a algunos factores personales como calzado, vestidos
y complementos 5-7 y los factores ambientales que
constituyen la causa del 77 % de las caídas en esta
última etapa de la vida.3, 4

En la tabla # 8 se relacionan los adultos mayores
que sufrieron caídas por grupo de edades y en la misma se
observa que el 41,7% de ellos se había caído, lo
que llama la atención la incidencia de caídas en el
grupo estudiado en este período de tiempo y es
representativo en el grupo de 80-89 años con el 82,9%. Al
observar el análisis estadístico se aprecia que
resulta significativo el porciento de pacientes que sufrieron
caídas.

En estudios revisados en la literatura anglosajona
aportados por algunos autores, se postula una tasa promedio anual
de caídas que va de un 15 a un 28% en adultos mayores
sanos entre 60 y 75 años. Esta cifra aumenta al 35% sobre
los 75 años. Estas estimaciones, además, demuestran
una mayor prevalencia en el sexo femenino (relación 2/1)
26, 37

La investigación realizada por Gómez
Juanola, 1 coincide con este trabajo, reportando que cerca
del 50% de los adultos mayores estudiados sufrieron caídas
y siendo los mayores de 75 años los más afectados.
Resultados similares encontraron otros autores y atribuyen este
hallazgo a trastornos de la marcha, la postura, la
disminución del control neuromuscular y los cambios
osteoarticulares que se incrementan a medida que el geronte
envejece. 79-80

Martínez Querol 80 estima que alrededor
del 30 % de las personas mayores de 60 años que viven en
la comunidad, se caen una vez al año por lo menos y este
número aumenta hasta el 50 % para los mayores de 80
años lo que coincide con el presente estudio.

Otras series explican la relación directamente
proporcional entre el incremento de la edad y la ocurrencia de
caídas en el anciano por suceder estas posteriores a un
periodo de declinación gradual de las funciones y al
desarrollo de estados confusionales agudos.
81-3

Las consecuencias más frecuentes de las
caídas en el adulto mayor se ven representadas en la
tabla # 9 predominando para ambos sexos los trastornos
psicológicos, con un total de 111 pacientes (76%),
siguiéndole en orden de frecuencia los traumas y
contusiones con 73 casos para un 50%. La aparición de
consecuencias en los afectados resultó altamente
significativa en nuestra serie, acarreando más de una en
cada caso.

Los trastornos psicológicos se presentaron de
forma significativa con respecto al total de consecuencias de las
caídas y además de igual forma resultó
relevante para ambos sexos.

Las caídas generan miedo a caer nuevamente o un
estado continúo de ansiedad, pérdida de confianza,
aislamiento e incluso, agresividad. Más de la mitad de los
ancianos que caen, admiten vivir con el temor de una segunda
caída y una cuarta parte reconoce que debido al miedo a
caer se han hecho dependientes para bañarse y vestirse.
También los familiares a menudo reaccionan con ansiedad,
otras veces esta reacción termina con la
institucionalización del anciano. En España, el 39%
personas que han sufrido una caída sin repercusión
seria, son internados en Residencias de Ancianos por
petición de los familiares debido a factores
psicológicos. 62

Más de la mitad de las personas que caen lo hacen
repetidamente. Las consecuencias de las caídas son mayores
entre los ancianos que entre las personas de menos edad. Lo que
entre los 30 y 40 años puede ser un hecho sin importancia,
olvidado pasado poco tiempo, en las edades avanzadas pueden
marcar el comienzo del declinar, cuando no, una severa
incapacidad o muerte. 77

En la población estudiada la fractura de cadera
se registró en el 2.7%, nos acercamos a lo reportado por
Flórez Tascón 50 que enuncia: "Las fracturas
son las consecuencias más graves, el índice de
factores de riesgo aumentan con la edad y es más alto en
mujeres, el 1% de las caídas producen fracturas de
caderas, el 5% otras fracturas y un 5% lesión tisular
grave. Las fracturas coxofemorales se encuentran dentro de las
más temidas debido a las complicaciones invalidantes y
letales que de ellas se derivan, así como a los efectos
psicosociales que conlleva. En nuestro estudio resultó
evidente la mayor ocurrencia de esta consecuencia en el sexo
femenino con una relación de 3:1 respecto al
masculino.

El costo de los daños relacionados con las
caídas entre los ancianos se calcula en Estados Unidos, en
más de siete mil millones de dólares al año.
Las facturas de cadera representan el 20% de las estancias en
salas traumatológicas y un tercio de las intervenciones
programadas. Es la lesión ocasionada por la caída
la que con más frecuencia asumen las instituciones
hospitalarias. La durabilidad media de la estadía es el
doble que la de cualquier otra causa del ingreso. En EEUU ocurren
alrededor de 2000 fractura de caderas y el 84% se producen en
ancianos mayores de 65 años. Por esta afección se
gastan al año entre 1000 y 2000 millones de
dólares. 51

Las caídas y sus complicaciones son previsibles.
Los ancianos son más afectados, por el número de
caídas y por sus consecuencias, por lo que en su abordaje
preventivo deben incluirse, no solo evitar la repetición
de las caídas o sus complicaciones, sino prevenir la
primera caída. Esto conlleva a una evaluación
periódica de las condiciones del individuo que puede
predisponerlo a caerse, así como una revisión de
los peligros ambientales a los que está expuesto. Las
caídas pueden considerarse un problema geriátrico
mayor, los desastrosos efectos personales, sociales y
económicos que pueden llevar, determinan que su
evolución deba realizarse con toda la seriedad y
profundidad posible. 68

Las posibilidades del médico comunitario se
convierten en insuperables por otro profesional. El exámen
periódico de salud en este grupo etáreo, debe
incluir la evaluación de los factores de riesgos, los
cuales deben desembarca en un plan de manejo para la
prevención del problema. 84-5

Conclusiones

Predominó el grupo etáreo de 60-69
años y el sexo femenino fue el de mayor porciento, las
enfermedades osteomioarticulares, visuales y la
Hipertensión arterial fueron las afecciones
crónicas más frecuentes, siendo más
significativas las dos primeras en el grupo de 80 a 89
años. De los factores de riesgo intrínsecos la
polifarmacia fue la condición que con mayor frecuencia
altera el equilibrio y las artropatías degenerativas, la
marcha. Dentro de los factores extrínsecos se destacaron
el baño con piso deslizante, suelos con superficie muy
pulida y la falta de lámpara o interruptor al alcance de
la mano. Resultó significativo el porciento de adultos
mayores que sufrieron caídas y los trastornos
psicológicos la principal consecuencia.

Recomendaciones

Diseñar una estrategia de intervención a
nivel comunitario para disminuir la incidencia de caídas
en el adulto mayor a partir del control y disminución de
los factores de riesgo.

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