PRESENTACIÓN
Venezuela vive momentos estelares. La victoria de agosto
de 2004 y la "Definición del Nuevo Mapa
Estratégico" los días 12 y 13 de noviembre de 2004,
en el Taller de Alto Nivel, dirigido por la Presidencia de la
República, constituyen el salto adelante para continuar en
la construcción de un nuevo país.
Dentro de los diez grandes objetivos estratégicos
definidos, el tercero plantea: "Avanzar aceleradamente en la
Construcción del Nuevo Modelo Democrático de
Participación Popular", para lo cual se definen como
herramientas las siguientes:
• Programas de
Formación Sociopolítica dirigidos a facilitadores,
facilitadoras y participantes de todas las misiones.
• Programas conjuntos
de Formación Sociopolítica a las personas que
ejercen funciones públicas y líderes
comunitarios.
El propósito del Componente de Formación
Sociopolítica de la Misión Vuelvan Caras
está inscrito en la búsqueda de las definiciones
necesarias para consolidar la Revolución Bolivariana en
función de una sociedad libre, cooperativa,
democrática, participativa, autodeterminada, consciente,
que rompa con las relaciones de dominación propias del
modelo capitalista imperante en esta sociedad.
Se trata de una educación liberadora que
contribuya a la construcción del poder popular y a la
emancipación social e individual. Es una formación
para guiar nuestras acciones teniendo presente nuestras ideas
bien claras hacia la afectación de las relaciones de
producción capitalista: de propiedad, mercantiles y la
división social del trabajo. Asimismo, se trata de un
acumulado de valores para llevarlos a la práctica y formar
una nueva ciudadanía, que actúe de otra manera para
investigar sus propias realidades, que logre educarse para
ejercer su autonomía, que haga de la comunicación
liberadora una herramienta para la unidad, y de la
organización una práctica diaria para abordar las
realidades que se deben transformar en función del
interés emancipador.
Los Núcleos de Desarrollo Endógeno de la
Misión Vuelvan Caras serán uno de los campos de
aplicación del Componente de Formación
Sociopolítica, con sujetos y sujetas en contextos
determinados, enmarcado en el propósito estratégico
del cambio de modelo de producción. Por otro lado y bajo
la misma línea de acción, el Componente
de Formación Sociopolítica se perfila hacia
las comunidades organizadas y a las instituciones de la
administración pública.
El Componente de Formación Sociopolítico
está constituido por los siguientes ejes
temáticos:
Cada eje temático se aborda en un cuaderno, con
el propósito de conocer los contenidos, el método y
la didáctica, además se utilizarán recursos
audiovisuales de apoyo para complementar la
formación.
Al tener una concepción y un método
coherentes con el propósito ya definido creemos estar
contribuyendo de manera definitiva y humilde con el reto
planteado, es decir la construcción de una nueva
sociedad.
ELEMENTOS
FUNDANTES
Los elementos que dan origen a la propuesta formativa
del eje temático Ideario bolivariano, proceso popular y
coyuntura histórica, están contenidos en los
materiales siguientes:
•Las obras y discursos
de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y
Ezequiel Zamora.
•El árbol de las
tres raíces y el plan Nacional Simón
Bolívar. Hugo Rafael Chávez
Frías.
•Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela. 1999.
•El Nuevo Mapa Estratégico.
10 objetivos estratégicos para la profundización de
la Revolución Bolivariana. Presidencia de la
República. Fuerte Tiuna, Caracas, noviembre de
2004.
•El Desarrollo
Endógeno y la Misión Vuelvan Caras. Carlos Lanz.
Caracas, mayo de 2004.
•Plan de
Formación Permanente del Minep
•Memoria del 1er. Taller de
Formadores de formadores, Colectivo de Sistematización.
Aragua, enero 2005
•Cuaderno de la Escuela
"Negro Primero". Maracay, Aragua (sin
fecha)
•Simón
Rodríguez, el Preceptor de Bolívar. Leonardo
Depestre. Febrero de 2004.
PRESENTACIÓN DEL EJE
TEMÁTICO
Ideario bolivariano, proceso popular y coyuntura
histórica son unos de los temas principales desarrollados
por el programa de formación sociopolítica. En
él se propone una puesta en común de los
principales elementos que configuran la historia de las luchas
del pueblo venezolano y de los pueblos latinoamericanos contra la
opresión y para conquistar la libertad e igualdad para
todos y todas.
Primeramente, se identifican los elementos principales
que configuran la herencia histórica libertaria de nuestro
pueblo, comenzando por la heroica resistencia de nuestros pueblos
indígenas y afrodescendientes; el movimiento independista
bolivariano; el marxismo y la lucha armada revolucionaria de los
años 60 y 70.
En la segunda sección, se analiza la
vigencia del árbol de las tres raíces,
teoría que rescata y actualiza el pensamiento de
Simón Rodríguez, Simón Bolívar y
Ezequiel Zamora. Si bien existen otras fuentes de gran
relevancia, las ideas de estos tres venezolanos inmortales
configuran las tres raíces principales del
funda mento filosófico de la Revolución
Bolivariana.
Por último, se revisa el desmoro namiento de la
democracia representativa, modelo político
hecho a la medida de los intereses de los
sectores dominantes; y se revisan las luchas recientes del
movimiento popular venezola- no para conquistar una
democracia verdadera, que forman parte de la
herencia histórica libertaria. Finalmente, se presentan
los principales elementos del actual proceso revolucionario, que
se nutre de todas las fuentes de nuestra herencia y
que inicia su consolidación con el triunfo electoral del
presidente Chávez.
I. HERENCIA
HISTÓRICA LIBERTARIA
La historia de los pueblos latinoamericanos está
marcada por un conjunto de hechos, vivencias y experiencias de
rebeldía en contra de las imposiciones de las
oligarquías y los factores de poder externos. Formamos
parte de un continente que fue sistemáticamente violentado
y explotado por los europeos a partir de la invasión (no
"descubrimiento") de estas tierras que luego llamaron
América, y que se inició con la llegada de
Colón en 1492.
Estas luchas y resistencias cruzan toda nuestra
historia, hasta el día de hoy. Por un lado, las clases
explotadoras defienden modelos de desarrollo y de democracia que
excluyen a las mayorías de sus beneficios. Por otro lado,
las mayorías populares luchan por construir alternativas
verdaderamente democráticas, que nos permitan alcanzar una
verdadera democracia al servicio de nuestros intereses como
pueblos.
En correspondencia con las ideas de uno de los grandes
pensadores de nuestra América, el maestro Simón
Rodríguez, creemos en la necesidad de desarrollar ideas y
organizaciones originales, a partir de nuestra realidad como
pueblos. Sólo así podremos resistir las embestidas
del poder y del capitalismo salvaje y el secuestro de nuestras
identidades culturales.
Para ello, partimos de las experiencias del movimiento
popular, y el conjunto de ideas y postulados que le han dado vida
a los procesos populares revolucionarios de Latinoamérica
y el Caribe. Es un esfuerzo consciente por cohesionar un proceso
político que integre la diversidad de las corrientes
revolucionarias. Esta herencia histórica libertaria se
alimenta de diversas fuentes.
1. La resistencia
indígena
Desde el momento en que los invasores europeos llegaron
a Abya-yala –Tierra En Plena Madurez, como llamaban los
indígenas Kuna de Panamá al continente
Americano-los pueblos originarios emprendieron una brava
resistencia contra la dominación extranjera en sus
territorios. Estas primeras rebeliones contra los invasores son
expresiones de lo que hoy se conoce como Guerra
Asimétrica.
Los europeos adelantaron prácticas de exterminio,
sometimiento y en muchos casos de genocidio, contando con una
inmensa superioridad militar. Sin embargo, los esfuerzos
de los invasores por eliminar las culturas y civilizaciones
indígenas fueron en vano. Los "conquistadores" fueron
enfrentados valientemente durante cientos de años, a
través de las distintas formas de resistencia
política y cultural de los pueblos originarios.
Así, la historia de América está
íntimamente ligada a sus heroicas gestas de resistencia y
los levantamientos insurgentes, como el caso de Tupac
Amarú en Perú.
Al llegar la Independencia, las oligarquías que
traicionaron los ideales de libertad e igualdad de nuestros
Libertadores, se negaron a reconocer su existencia como pueblos.
Posteriormente, la mayoría de regímenes
"democráticos" han hecho todo lo posible por eliminar las
culturas de los pobladores originarios, y asimilarlos a una
cultura importada.
Sin embargo, gracias a su heroica resistencia, la
mayoría de pueblos indígenas han logrado mantener
sus identidades contra viento y marea. Hoy, en el marco del
renacer de la América rebelde, se incorporan a las luchas
y conquistas populares y al magno ensayo por encontrar nuestro
camino como pueblos.
En casi todo el continente se mantienen en pie de lucha,
como es el caso del movimiento zapatista en Chiapas
(México), las luchas de los y las indígenas en
Ecuador y Bolivia y la resistencia Mapuche en Chile. En
Venezuela, la Constitución Bolivariana reconoce
ampliamente sus derechos como pueblos originarios y reivindica
sus aportes a la historia patria. En otras repúblicas, las
clases dirigentes se ven obligadas a reconocerlos como
pueblos.
En el caso venezolano, rescatamos el coraje de nuestros
caciques, que todavía hoy nos siguen inspirando con su
ejemplo de entrega y valentía: Guaicaipuro, Tamanaco,
Chacao, Baruta, Aramaipuro, Aricabuto, Tiuna, Guaicamacuto,
Arichuna, Guaratari, Queipa, Catia, Cayaurima, Chicuramay,
Cuaicurian, Conopaima, Sorocaima, Mamacurri, Guarauguta, Manaure,
Mara, Maracay, Meregote, Murachi, Naiguata, Paisana, Paramacay,
Paramaconi, Pariata, Maiquetia, Terepaima, Yaracuy, Yare, Yavire,
Paramaiboa, Pariaguan, Yoraco, Prepocunate.
2. La resistencia
afroamericana
La historia de los afroamericanos y afroamericanas es
también la historia de un genocidio y de una resistencia
heroica. Luego de ser secuestrado el pueblo en diversos lugares
del África Central y obligados a trabajar como esclavos y
esclavas, los africanos, africanas y sus descendientes
desarrollaron múltiples formas de resistencia frente a la
salvaje explotación impuesta por españoles,
ingleses, franceses y portugueses. Estas formas de resistencia
son denominadas "cimarronaje", conjunto de acciones que
realizaban abierta o encubiertamente para luchar por la
libertad.
El cimarronaje logró desarrollar espacios
libertarios en distintos puntos geográficos del
continente, donde los esclavos liberados y las esclavas liberadas
vivían en comunidades libres. En estos enclaves,
denominados cumbes, palenques o quilombos, se
consolidaron relaciones de ayuda mutua y
cooperación al margen de la sociedad esclavista. El
más notorio de los quilombos es el Quilombo dos Palmares,
al nordeste de Brasil, el cual se mantuvo en rebeldía
durante casi cien años. Esta comunidad de hombres y
mujeres libres llegó a contar con un sistema integral que
incluía ejércitos de defensa, escuelas,
producción agrícola y pecuaria, entre
otros.
Entre los cumbes que se conocen en Venezuela, podemos
nombrar el Ocoyta (Barlovento), liderado por el Negro Miguel; el
de Yaracuy, liderado por el Negro Andresote, y el de Cata, en la
costa de Aragua. Asimismo, es preciso destacar la extraordinaria
lucha que llevó a cabo José Leonardo Chirino,
quién logró estructurar un movimiento libertario
armado, y desde las serranías de Coro proclamó la
necesidad de construir una República de iguales en el
año 1795.
A pesar de los esfuerzos de la historia oficial de
limitar el alcance de su presencia, la historia de las
resistencias y la cultura popular latinoamericana y
caribeña están íntimamente ligadas al
extraordinario aporte de las comunidades afroamericanas. Hoy, en
el marco del proceso revolucionario de democratización de
nuestra sociedad, las comunidades afrovenezolanas se incorporan
activamente al proceso de construcción de la
nación.
El presente texto es solo una selección del trabajo
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