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El Profeta Daniel




Enviado por Eduardo Bombelli



  1. Introducción
  2. Marco
    histórico
  3. Los
    géneros literarios del libro
  4. El
    profeta en acción
  5. Un
    sueño que se interpreta y se
    realiza
  6. El
    Anciano y el Hijo del Hombre
  7. Daniel, el carnero y macho
    cabrío
  8. Tiempo
    de angustias y promesas de
    resurrección
  9. Daniel
    contra los cultos paganos
  10. La
    lectura espiritual que nos ofrece Daniel
  11. Conclusión
  12. Bibliografía
    consultada

Introducción

DANIEL

Religioso, Sabio, Profeta, lo es todo, un personaje
increíble, un libro del cual como muchas obras maestras se
desconoce el autor.

Según Philippe Gruson "Un libro desconcertante el
de Daniel. Nunca se sabe muy bien dónde se encuentra. La
Biblia de Jerusalén lo pone entre los profetas, mientras
que la TOB (Traducción Ecuménica de la Biblia) lo
sitúa entre los escritos antes de Esdras".

Cuenta la historia de un Judío obligado a vivir
en el destierro, donde pasará su vida al servicio de un
Rey terrenal y adorando firmemente al Dios de la creación,
todo esto se desarrolla en el siglo VI antes de
Cristo.

De su autor poco o nada se sabe, se estima que
vivió en el siglo II antes de Cristo en tiempo de la
sublevación de los Macabeos.

Escrita en tres lenguas bíblicas, HEBREO, ARAMEO
y GRIEGO, es un libro más que interesante, a la vez que en
muchas ocasiones difícil de interpretar, sólo basta
mencionar la figura del * HIJO DEL HOMBRE *.

Cualquier persona aunque no haya leído los textos
sagrados no desconoce a " Daniel en el foso de los Leones", o la
salvación de Susana gracias a su intrépido sentido
de justicia.

Audaz, Apocalíptico, visionario, se destaca de
los demás profetas pudiéndolo llamar el más
grande.

Su texto es fuente de inspiración o por lo menos
muy tenido en cuenta por diversos escritores sagrados del antiguo
y nuevo testamento, además de ejemplo permanente de Fe
para Judíos como Cristianos.

Generalmente la lectura de los libros Sagrados se
realiza de una forma individual e intemporal, por encima de todas
las convulsiones geopolíticas actuales, el libro de Daniel
puede aplicarse a las dimensiones del mundo, de la historia, la
gran historia del Cristo Resucitado.

Resultaría demasiado pretencioso de parte de este
alumno querer analizar un texto sagrado desde la pequeñez
del conocimiento adquirido. Sería propio de necio
pretender captar en su plena dimensión lo que el autor
sagrado pretendió manifestar, razón por la cual
simplemente trataré de poner el acento de mi estudio en el
" personaje profeta", el cual superó su tiempo del antiguo
testamento, procurando enriquecer el texto con datos y
comentarios que revelen de alguna forma la grandiosidad del
Profeta, justiciero de Dios.

Marco
histórico

En la Biblia, no ocupa el mismo lugar, la hebrea no lo
ubica en la categoría de Profeta, junto a Isaías,
Jeremías, Ezequiel y los doce, sino en los Escritos
(ketubim) detrás de los salmos. En la Biblia Griega se
encuentra ubicado entre los cuatro Profetas Mayores.

Debemos recordar su fecha de composición la cual
se calculó en función de su contenido
interno.

Paradójicamente el pueblo elegido por Dios, debe
experimentar la angustia de la inseguridad, pueblo errante,
parece no tener derecho a la tierra prometida.

La persecución religiosa parece ser el estigma
que signará hasta nuestros días la vida del pueblo
de Israel.

Dentro del marco persecutorio que vivía Daniel no
escapó a los sufrimientos y padeceres del resto de la
comunidad, Nabucodonosor, se convierte para él en
precursor de su destino de destierro.

En el año tercero del reinado de Joaquín,
Rey de Judá, cuando Nabucodonosor, Rey de Babilonia se
apodera de Jerusalén, se apodera de cuanta cosa valiosa
tenía a su paso, sobre todo del tesoro del templo para
llevarlo al templo de sus dioses en Babilonia.

Nabucodonosor deportó al rey Judío y a
mucha gente más, entre ella a jóvenes que
podían ser empleados como pajes del rey, todo esto
ocurrió el año 606 a.c..

En el año 605, Babilonia vence a Egipto en
Karkemish.

El rey da instrucciones para que los jóvenes sean
instruidos en la lengua y la literatura caldea, ordenó
además que les sirvieran una ración diaria de la
mesa real y del vino que bebía.

Para encuadrar esto dentro del marco histórico,
es preciso recordar que las comunidades judías, tras la
conquista de Palestina por Alejandro Magno, y de sus conquistas
en Egipto, Babilonia, Irán y la India. Al morir
éste finalmente en Babilonia, Judea y sus vecinos,
quedaron sometidos a la dinastía Greco-Egipcia. Le
reconocieron la ley, su Torah fijada definitivamente desde los
tiempos de Esdras. Esto suponía cierta dependencia
económica a cambio de una protección militar. Esta
fue la historia Judía en el Imperio de los Lagidas y
también de las comunidades de Mesopotamia en el imperio de
los Seleucidas, cuya capital se fijó en la ciudad de
Antioquía, fundada en el 300 por Seleuco.

La tensión entre ambos fue constante, las pocas
treguas se sellaban mediante matrimonios de los hijos de las
dinastías reinantes.

Es bajo el mandato de los Tolomeos, que gozó un
tiempo de paz bastante apreciable. Muchos Judíos emigraban
a Egipto, en Alejandría se encontraba una suerte de barrio
Judío, los hombres podían alistarse en el
ejército y esto les permitía gozar del beneficio de
colonos. Otros, en cambio, se dedicaron a la agricultura y el
comercio aprovechándose de la autonomía que le
otorgaba una ley particular, se reunían en torno a los
lugares de oración.

En este marco debemos colocar la tradición griega
de la Torah, regla de vida. (Nomos) que reconocía a su
favor la administración de los Tolomeos. Era la lectura
que se hacía oficialmente en las reuniones celebradas el
Sábado, (sentido primero de la palabra "Sinagoga"). Esta
traducción griega de la Torah, fijada probablemente
después de varios ensayos de traducción
provisorios, gozaban también de la aprobación de
las autoridades de Jerusalén.

La situación evolucionó desde el momento
que el Rey de Siria, Antioco III, emprendió una
ampliación de sus dominios, anexándose la franja
Judeo-Palestina. En el 200 a.c. sus tropas derrotaron a Tolomeo
V, así pasó Judea a pertenecer a Siria.

A partir de entonces se multiplican las discusiones,
Daniel, ll, describe todo este período histórico
para subrayar la difícil situación de
Judea.

Esta crisis es política y religiosa. Judea pierde
la autonomía, se encuentra involucrada en un movimiento de
Helenización que contó con el apoyo del grupo
comerciante y sacerdotal, estos pensaban que el helenismo era el
modernismo, en contra de las tradiciones de la Torah.

Por el año 174 a.c. el hermano de Onías
III, Jesús simpatizante del Helenismo, había
Helenizado su nombre llamándose Jasón, se
aprovechó de las circunstancias para usurpar el
pontificado e instaurar en la Ciudad Santa las costumbres
Helénicas.

Por aquel entonces, Antíoco IV, renunciando a
dirigirse a Egipto para el matrimonio de Tolomeo VI, llegó
de Jafa a Jerusalén para hacerse aclamar.

En el 171 a.c. Menéalo, se aprovechó de
una misión que le encomendará Jasón de
llevar dinero al rey, expulsando a Jasón del pontificado.
Pero tenía un obstáculo, la existencia de
Onías III, refugiado en Dafne, cerca de
Antioquía.

En el 169 a.c. al volver de una expedición
infructuosa contra Egipto, Antíoco llegó a
Jerusalén y saqueó el templo.

Transcurrido algún tiempo, la sublevación
estalla, teniendo como instigador al sacerdote Matatías y
sus hijos, especialmente Judas quien se puso al frente de las
tropas rebeldes.

Así Jerusalén queda liberada, y el templo
después de haber estado profanado y dedicado a cultos
paganos fue purificado y reconsagrado.

Los géneros
literarios del libro

Nadie en la época de los Asmoneos, encabezados
por el Sacerdote Matatías y su familia, menciona un
Profeta llamado Daniel. Por el contrario es preciso dedicar una
atención minuciosa a dos géneros literarios muy
particulares: EL RELATO DIDÁCTICO Y EL ORÁCULO
APOCALÍPTICO.

Debemos entender que en las sagradas Escrituras no hay
relatos preocupados únicamente por la exactitud
histórica de los hechos, desde los más antiguos
como los referidos a los patriarcas y el éxodo, a los
más cercanos en el tiempo como David.

En estos escritos siempre está presemnte el
trasfondo de la tesis religiosa, pero en el Pentateuco, los
profetas anteriores, Josué, Jueces, Samuel y Reyes. En las
crónicas de los Macabeos los relatos tienen cierta
precisión con la realidad propia del momento. El pueblo de
Israel, fue sin duda alguna quien se mostró más
preocupado por mostrar la historia lo más exacta posible,
dado que esto implica la historia que los vincula como pueblo
elegido de Dios.

El historiador judío Flavio Josefo, es quien
orientó la lectura del libro por los Cristianos
poniéndole Los Cánones de la literatura Griega. Es
él, quien muestra un Daniel profeta que sobresale del
resto, El Mayor de los Profetas lo llama, pues explicaba que no
sólo predijo acontecimientos futuros, sino que
reveló la fecha en que ocurrirían. La palabra
Apocalipsis significa en Griego revelación, y Daniel se
puede decir que fue un experto en el tema. Los misterios
revelados por él no se refieren más que al
desarrollo del designio de Dios sobre la historia.

Daniel se ve relacionado con los Caldeos dedicados a los
temas secretos del universo que intentaba resolver la ciencia
Babilónica.

Pero Daniel es el Profeta de Dios, al cual se
dedicó a servir durante toda su vida.

DESARROLLO DE LOS
CAPÍTULOS

El profeta en
acción

Los catorce versículos del libro de Daniel son
completamente enriquecedores.

Desde un principio el joven se muestra fiel a su Dios.
Desde un primer momento enfrenta y cuestiona las costumbres que
intentan inculcarle y con sagaz proceder rechaza las raciones
destinadas para él y sus amigos, Ananás, Misael y
Azarías, convenciendo al guardia que haga la prueba de
suministrarles sólo una dieta consistente en vegetales,
fruta y agua, el guardián aceptó la propuesta del
Joven Israelita guardándose para sí la comida de la
mesa real.

Transcurrido un tiempo el guardia pudo observar que los
cuatro jóvenes se encontraban gozando de mejor semblante
que el resto de sus compañeros. Este tema que para
nuestros días puede parecer irrelevante, no lo era para
los Israelitas y es uno de los ejes de la historia de Daniel,
esta costumbre de la ley Mosaica se acreciente durante el dominio
Seleucida.

Los Jóvenes Judíos gozaban de mucho
prestigio, el cual puede entenderse como la confrontación
con el paganismo y será como consta en la Biblia de
Jerusalén el hilo conductor de la primera parte del
libro.

Recordemos que estos Jóvenes tuvieron la gracia
de parte de Dios de dominar las ciencias de la literatura y todas
las ramas del saber, además de todo esto fue Daniel quiens
e destacó por interpretar toda clase de sueños y
visionas.

Transcurrido el tiempo acordado por el rey los
jóvenes fueron llevados ante Nabucodonosor, quien no
encontró ningún joven superior a Daniel, su
inteligencia lo deslumbró , motivo por el cual se
convirtió en el hombre de consulta permanente. Recordemos
que Nabucodonosr es el prototipo del Rey pagano, de repente
tirano, de repente no. Ya desde el primer capítulo se
conserva cierto recuerdo de la conquista la deportación
del Rey Jeconías, el secuestro de los tesoros del templo,
hecho que caló en lo profundo del sentimiento religioso
del pueblo de Israel. La deportación de la familia real y
los notables, la costumbre de elegir jóvenes hermosos como
pajes reales, costumbre ésta que se desarrolló
sólo en la época Helenista, que le permite poner en
acción a Daniel y sus compañeros.

Debemos tener en cuenta que el detalle de la comida y la
bebida impuesta a los pajes no tiene en el libro otra finalidad
que elogiar la abstinencia practicada por Daniel y sus
compañeros, estos alimentos "Kasher" demuestran la
superioridad del pueblo elegido sobre los paganos. Pero los
jóvenes no sólo son instruidos en la literatura
pagana, sino que reciben de Dios la gracia de una
Sabiduría superior, lo que los hace acreedores a ser el
centtro de una envidia sin límites. Se trata de esta forma
de destacar la superioridad de la sabiduría
Judía.

Nabucodonosor tiene el primer sueño vinculado con
Daniel, un día despierta totalmente desconcertado, ni
él mismo recuerda el sueño que lo perturba, pero,
en ejercicio de un poder absoluto pretende que los sabios y
adivinos de la corte recuerden e interpreten por él.
Quizá este sueño tenga alguna comparación
con el sueño que aterrorizó a Nabónides que
le hizo reconstruir el templo del dios sin en Harrán. Pero
aún habiendo recurrido a cuatro categorías de
adivinos no logra obtener respuesta alguna, es cuando preso de
furia ordena matar a todos los Sabios, Daniel al ser buscado para
correr igual suerte pide ser llevado ante el rey al cual solicita
un tiempo para obtener de Dios la revelación del
"misterio", es aquí donde entramos en el género
apocalíptico. El Dios de Israel revela a Daniel en una
visión nocturna, es cuando Daniel bendice a Dios como
Señor de la historia, fuente de Sabiduría y
revelador de misterios. Daniel se presenta ante el rey y le dice
que "por la gracia del Dios del Cielo" podrá revelar su
sueño, al tiempo que intercede por los magos los cuales
junto con él y sus compañeros debían morir
empalados en una viga recogida de los restos de su propia casa,
esta costumbre data de la época de los reyes persas(Esd
2,6-11). El sueño en cuestión es del tipo de los
que se refieren a la serie de los días, es decir al
desarrollo futuro de la historia.

Tanto el sueño como las visiones mentales vienen
de Dios "revelador de Misterios"; este misterio en particular se
le ha revelado a Daniel, después de que ningún
adivino fuera capaz de hacerlo, esto demuestra la
predilección de Dios con que contaba. El sueño en
cuestión se trataba de una estatua de distintos metales
los cuales decrecían en valor e importancia, teniendo como
sustento barro e hierro. Cada uno de estos metales manifestaba en
forma decreciente la degradación progresiva de la realidad
presente, los cuatro materiales representaban los cuatro imperios
neobabilónicos: (oro) Medo, (plata) Persa, (bronce)
Macedónico de Alejandro Magno, (hierro y barro) la
desaparición de todos ellos ante la aparente
insignificancia de una piedra pequeña del Reino de Dios.
Así, los imperios que se van a sucederen Oriente,
Babilonioa y su soberano. Luego del reino de plata que representa
a los medos, le sigue el reino de bronce que domina toda la
tierra y representa a Persia. Finalmente el reino de hierro que
va a estropearlo todo es la Grecia de Alejandro, pero los pies
son de barro, lo que refleja el poco sustento. Una
catástrofe destruirá los imperios del mundo y luego
el Señor de los cielos establecerá un reino de
gloria en la tierra.

Nabucodonosor queda deslumbrado frente al joven
judío, lo recompensa poniéndolo a él y sus
amigos al frente de la provincia y de sus Sabios. Pero lo
más importante es que reconoce la grandeza del Dios de
Daniel, el Dios único.

Nabucodonosor hizo una estatua de treinta metros de alto
por tres de ancho, y la hizo instalar en la llanura de Dura,
luego convocó a todos los dignatarios de su reino, a los
sabios, los abogados, tesoreros, etc., en resumen todo el reino
se encontraba presente, luego por medio de una proclama
ordenó que al son de instrumentos musicales de todas las
zonas, todo habitante del reinado debía postrarse, y
adorar la estatua de oro, aquellos que no se postrasen y la
adorasen serían echados en el horno de fuego
ardiente.

Lo importante de este particular es el caso de
conciencia que se les lantea a los jóvenes, cuya conducta
significaría un ejemplo para el tiempo de
persecución. Recordemos que los instrumentos mencionados
involucraban a hebreos, fenicios, y griegos, los miembros de la
corte se postraron sin ningún problema pero fueron los
caldeos los que denunciaron a los tres jóvenes amigos de
Daniel de no querer postrarse ante la estatua pagana.
Nabucodonosor, pierde los estribos y los amenaza con el suplicio
del horno, es aquí donde les plantea "¿Qué
Dios podrá librarlos de mi mano?" Pero ante la negativa de
los jóvenes el rey ordena calentar siete veces más
el horno, con lo cual, después de ser fuertemente atados
con todas sus ropas son arrojados al fuego, éste era de
tal magnitud que quema a los guardias que los habían
arrojado. Es en este momento que el Griego inserta la
oración de Azárias, no sin señalar que los
tres jóvenes caminaban cantando bendiciendo a Dios. (3,24)
esta oración es un texto litúrgico compuesto en una
lengua Semita. El segundo movimiento comienza con una
súplica "¡Que Dios no abandone a su pueblo en la
humillación!" Un ángel baja del cielo para salvar a
los tres jóvenes, los cuales pronuncian el canto
litúrgico más antiguo que va enumerando las obras
del Creador. El horno ardiente ofrece de ello una
representación simbólica, por esa misma
razón se hablará de las llamas del infierno. (cf.Lc
16,23-24; Mt 3,12; 5,2 etc.) podemos decir que el relato tiene un
simbolismo que prefigura la salvación de la muerte para
los mártires de la crisis macabea, ya en el
capítulo 12 se mostrará más explícito
este tema. Al oir cantar a los jóvenes el rey los hace
salir y reconoce la grandeza de Dios que salva del fuego
(3,27-28) los jóvenes quedan restablecidos en sus cargos
pero nunca más vuelve a hablar de ello. El relato
claramente exhorta a los fieles a llegar hasta el martirio en
defensa de su fe.

Un sueño que se
interpreta y se realiza

Nabucodonosor es presentado angustiado, contrariado,
tuvo un sueño y ninguno de los adivinos del palacio pudo
interpretarlo, es el momento de Daniel, a pesar de preferir no
ser llamado pues sabe bien lo que ocurrirá,
(4,15-16).

Los sabios fallan porque la explicación de Daniel
no está en ningún manual de quiromancia,
sólo puede ser develada por el que posee la
sabiduría.

Seguramente, se paralizó por un momento al pensar
en lo que tenía que decir pero cumplió así
con su deber; el rey llamándolo BALTASAR, le pide que no
se inquiete por el sueño ni por su interpretación,
"¡Ojalá el sueño y su interpretación
se refiera a los que te odian!" El árbol frondoso y a alto
que llega al cielo, bajo cuya sombra reposan los animales del
campo eres tú, oh rey, te has hecho fuerte, has crecido, y
has llegado hasta el cielo, pero también Daniel como el
rey advirtieron un vigilante, un ángel del Señor
que dijo: derriben el árbol, destruyan todo, pero dejen en
tierra el tronco con sus raíces, pero encadenado, de
manera que lo empape el rocío de la noche y comparta su
suerte con los animales del campo, hasta que reconozcas que el
altísimo tiene razón, que su reino es más
poderoso que todos los de la tierra juntos, tu
permanecerás así hasta que reconozcas su
supremacía. Nabucodonosor hizo caso omiso de lo dicho por
Daniel, al cabo de doce meses, estando contemplando sus riquezas
y su poder oyó una voz que bajaba del cielo, las palabras
del altísimo se cumplieron de repente y el rey al instante
se encontró comiendo hierbas con los animales del campo,
pero al cabo de un tiempo levantando los ojos al cielo
recobró la razón, reconociendo la grandeza de Dios
le fue devuelto su poder terrenal. (4, 33-34).

Este orgullo de Nabucodonosor no pudo más que
llevarlos a la catástrofe, el autor se inspira en la
tradición relativa al último rey de Babilonia,
Nabonides, que estuvo ausente de la capital durante diez
años, viviendo en Taiman, Arabia del norte hasta que se
convirtió por un vidente Judío. Lo de Nabucodonosor
no se trata de una transformación física, sino de
una locura en su comportamiento.

Durante el reinado de Baltasar, regente de Babilonia, se
cuenta que durante un banquete celebrado por éste, en el
mismo momento en que la ciudad era tomada por el enemigo llegado
de Irán, Baltasar profana los vasos robados del templo de
Jerusalén, esto puede tener un paralelo con la fiesta de
los Bacanales celebrada en Jerusalén bajo Antioco
Epífanes en el 168 (cf.2 Mac6,7: las fiestas
dionisíacas) luego de lo cual el relato se torna un tanto
fantástico, casi espiritista, "-Una mano
ectoplásmica traza una inscripción en la pared-" ,
el rey llama a los adivinos que no pueden leer lo escrito por la
mano, el rey comenzó a inquietarse, según el relato
cambió de color en ese momento la reina le recuerda que en
palacio el jefe de los adivinos era el más sabio de todos,
Daniel es llevado delante del rey y comienza a leer, lo hace en
lengua Acadia, porque entonces no resulta comprensible para el
resto de los adivinos? Probablemente porque no tenía
más que signos que correspondían a cifras. Estas
palabras evocan los verbos contar, medir, pesar y dividir. El rey
ve su reino medido, va a alcanzar su fin, pesado sin que llegue a
dar el peso debido, por eso su reino será dividido dado a
los medos y los persas esta adaptación es un juego de
palabras indescifrable para nosotros, Daniel recibe la recompensa
que lo coloca tercero en el triunvirato que rige la
nación, pero esa misma noche Baltasar es asesinado y
Darío el Medo se convierte en rey en su lugar.

Daniel en el foso de los leones:

El final del capítulo quinto evoca la toma de
Babilonia. El rey Darío el Medo no pertenece a la historia
real, sirve acá de nombre falso en un relato que pone al
Profeta Daniel como centro del relato, héroe verdadero, su
situación de gran visir, acompañado de dos
viceministros sólo sirve para poner en relieve la
grandiosa prueba que le toca pasar. La natural envidia humana no
estaba fuera del relato ni fuera de la realidad, Daniel es
acusado ante el rey de no respetar el nuevo decreto, de no elevar
oración alguna que no esté dirigida al rey, Daniel
tenía en su casa en el psio superior una ventana que
miraba hacia Israel, tres veces por día se postraba y
rezaba alabanzas a Dios como era su costumbre. (6,
11-12)

De inmediato acudieron al rey y le informaron sobre la
actitud de Daniel. (6,13-16) Como es de fácil
deducción nada costó para que el rey se sintiera
humillado, este relato tiene un profundo sentido
didáctico, que muestra al rey caer en su propia trampa,
destino inevitable del que cree que todo lo sabe. De esta manera
es que comienza una de las más apasionantes aventuras de
Daniel, quien confía ciegamente en Dios.

El rey ordena traer a Daniel, y arrojándole a la
fosa de los leones le dice "-¡Que tu Dios, a quien sirves
tan fielmente, te salve"-" (6,22)

Luego de esto manda sellar la entrada de la fosa, la
lacró con su sello y se retiró al palacio, donde
ayunó y no recibió concubinas, casi no concilia el
sueño, a la mañana siguiente ni bien se
levantó se dirigió a la fosa y con voz angustiada
lo que denota claramente la intención del autor de
demostrar pesar por lo ocurrido) gritó "Daniel Siervo de
Dios vivo ¿ha podido tu Dios a quien sirves con tanta
fidelidad, librarte de los leones?"- (6-21). Daniel
respondió, mi Dios ha mandado un ángel para sellar
las fauces de los leones, Daniel fue sacado sin un rasguño
de la fosa, luego de esto el rey envió por los acusadores
de Daniel y los arrojó, no habían terminado de caer
que ya habían sido devorados. Luego de esto, el rey
Darío, decretó que en todo su imperio sea respetado
el Dios de Daniel. Este relato tiene un fuerte mensaje de
esperanza en tiempos de persecución por lo cual lo vemos
citado en 1 Mac2,60 y en los apócrifos: 3 Mac 6,7 y 4 Mac
16,3.21. Se había convertido en un ejemplo tan
clásico que también el Nuevo Testamento lo
suscribe. (Heb 11,13-14 remite a Dn 3 y 6).

El Anciano y el Hijo del
Hombre

Todos los paralelos con Dn2 y las referencias a lo ya
conocido hacen de este artículo el centro del libro. Todos
los elementos son simbólicos. La división de Daniel
en el capítulo siete reviste una importancia especial. Era
primeramente, la coronación del opúsculo arameo.
Presentaba como oposición cuatro reinos terrenos a un
reino venido del cielo que después del juicio de Dios se
establecía sobre la tierra entera. Esta escena de visiones
nocturnas, es decir, de sueños premonitorios, muestra a
cuatro fieras que suben del mar, de este lugar simbólico
surgen unas realidades que tienen un valor ambiguo. Se trata de
algo parecido y por qué no igual al sueño de la
estatua cuatro reinos que desempeñaron mal su
papel.

El león alado representa a Babilonia (7,3-4),
según parece esta imagen pudo estar inspirada en
Jeremías 50,17. Así, siguiendo esta corriente, el
oso representa a los Medos, pero en ningún relato aparece
nada referido a las tres costillas.

La tercera fiera el Leopardo representa a los persas en
Babilonia.

La última y quizá la peor, por
lógica puede ser el imperio de Alejandro, y los Seleucidas
están representados por los Diez cuernos.

Daniel tiene una visión anticipada del cielo,
él puede observar a Dios en su trono soberano. Dios
vestido de un blanco impecable y la escena del juicio que se
prolongará hasta el definitivo, luego se cierra como una
nueva visión y allí lo más grande para
Daniel contempla el poder del Hijo del hombre quien tiene poder y
gloria. Este simbolismo represente el poder compartido sin tener
que identificar a nadie, sólo da a entender que
recibirá de Dios participación en su
gloria.

La promesa de una soberanía universal para los
pueblos Santos. Daniel guarda celosamente este secreto hasta el
día indicado.

Daniel, el carnero y
macho cabrío

En esta ocasión se refiere a Medos y Persas
representados por el carnero de dos cuernos, para extender su
poderío el animal embiste hacia occidente, hacia el norte
ya hacia el Sur, pero llega otro animal en este caso un macho
cabrío, se trata de Alejandro y derriba al carnero, lo
cual puede entenderse como una victoria sobre el imperio Persa
(8,5-7) el gran cuerno se parte, muere Alejandro y éste se
divide en cuatro, son sus cuatro generales (8,8), estos se
dividen pero de uno de ellos sale un cuerno más
pequeño que se dirige al Sur (8,9) llegando hasta Judea,
un ángel pregunta hasta cuándo, se da un tiempo que
puede ser el que estuvo interrumpido el templo. La visión
de los tiempos es guardada en secreto por Daniel, el que
después del desmayo sufrido estuvo enfermo varios
días, luego de lo cual siguió sirviendo al
rey.

ORACIÓN DE DANIEL:

Durante el año primero del reinado de
Darío, se encontraba Daniel ocupado en los asuntos de su
pueblo, no cesaba de orar y preguntarse cuánto tiempo
más duraría la ruina de Jerusalén, para
pedir a Dios que le aclare es que Daniel ayuna, se cubre con
ceniza y ora, la oración empleada muy antigua, de la que
podemos ver otras formulaciones en Esd 9,6-15. Esta es una
oración penitencial, reconoce la gloria de Dios y confiesa
los pecados de su pueblo según la ley de Moisés.
Tal como quedó fijada desde Esdras, teniendo presentes las
maldiciones de que son pasibles los infieles. Pide perdón
a Dios y suplica en forma fervorosa la liberación de
Israel. Daniel, ciertamente fue un elegido de Dios, el
Señor no tardó en enviar a Gabriel para anunciarle
que su súplica fue escuchada, le transmite el plazo de
setenta semanas le transmite el ángel. Debemos recordar
que los números son simbólicos. Se anuncia la
destrucción del ídolo introducido en el templo. El
horizonte sigue siendo la restauración del templo y del
altar. Está claro que el término del designio de
Dios en la historia humana constituye siempre el horizonte de lo
apocalíptico, algo lejano, sin precisiones.

Daniel y el Hombre vestido de Lino:

Daniel el Judío fiel, sigue haciendo ayuno,
guarda luto, se priva del gozo de la pascua, se dirige a orillas
del río Tigris, la descripción del ángel
puede estar inspirada en Ez 1 y 9, pero sus vestidos tienen un
aire sacerdotal. Con la túnica de lino y el
cinturón de oro la visión hace que los
compañeros de Daniel alejen, Daniel se asusta tanto que
cae, pero es ayudado por la visión misteriosa la que le
encarga una comisión importante para su pueblo.

El diálogo trata de alentar a Daniel, que se
encuentra muy angustiado, alguien que tiene la apariencia de
hombre le toca la boca y le infunde ánimo, el ángel
liberador habría realizado esta labor en el momento en que
se realizó la liberación del desierto. Toda esta
cronología es evidentemente ficticia, ya que, se
contará la historia luego de sucedida.

La guerra entre Seléucidas y
Lágidas:

Todo este capítulo está plagado de
enfrentamientos permanentes entre los dos reinos. Poco tiempo de
paz espera a estos pueblos, se trata de un plagio de la historia
que tiene como meta poner en situación las circunstancias
presentes sobre el futuro, se trate entonces de una
teología de la historia, ya que ésta se presenta
como un plan elaborado y dirigido por los patronos celestiales.
Es una historia rápida y llena de giros se reconoce una
alusión a Darío I y a las guerras médicas.
Sin dejar de pasar por la complicada trama de los reyes persas. A
partir de 11,40 "cuando llegue el momento final…" el autor se
imagina en términos convencionales las persecuciones
guerreras. Luego de algunos acontecimientos el autor imagina un
regreso al plan guerrero que va contra la morada de Dios. El rey
desaparece en esta confrontación sin que nadie acuda en su
ayuda.

Tiempo de angustias y
promesas de resurrección

"Tú Daniel mantén ocultas estas palabras y
ten sellado el libro hasta que llegue el momento final…"
(12,7). Nuevamente Daniel, el de la confianza de Dios, quien debe
guardar lo revelado en su corazón, el texto pasa a una
forma poética, se aleja del mundo terrenal y es Miguel
quien como gran caudillo, y Príncipe elgido del
ejército celestial, el fin es inminente, el pueblo elegido
se salva, no de una manera temporal sino de la forma celestial.
Los miembros que se encuentran en los registros del bien
pasarán a la vida eterna; para los otros les tocará
la vergüenza y el hastío de la faltad e Dios. En este
momento se vuelve al tema de la visión, el hombre vestido
de blanco, el ángel revelador. Concluyendo con la promesa
para el profeta "recibirá su lote al final de los
días", tendrá la participación de la vida
eterna prometida al comienzo del capítulo
(12,1-3).

Daniel y Susana:

El profeta aparece intrépido, justiciero no
permite que la maldad de quienes no cumplen con la ley
triunfe.

Estos agregados que se encuentran solamente en las
versiones Griegas. El nombre de Susana designa una flor en
Hebreo, quiere decir Azucena, y a esta hermosa flor casi le
cuesta la vida la codicia de dos jueces que abusando de su
condición al no lograr los favores de la mujer planean
matarla. Luego de la acusación y cuando casi era condenada
por adulterio, aparece Daniel, quien ejerce sobre los ancianos lo
que en nuestros días podríamos llamar careo, cada
cual dirá su verdad por separado, por supuesto que no
coinciden y así demuestra la inocencia de
Susana.

Daniel contra los cultos
paganos

En tiempos de Ciro el persa Daniel tiene otra prueba
contra los cultos paganos, un día el rey preguntó a
Daniel por qué motivo no rendía culto a Bel, como
lo hacía, todo su pueblo y él mismo. Daniel no
dudó en responderle que él no rendía culto a
dioses paganos fabricados por el hombre, el rey enfureció
y quiso llegar a la verdad del asunto. Después de que
Daniel descubre el engaño que padecía el rey de
parte de los sacerdotes y su familia, los manda matar y entrega
la estatua a Daniel. Lo cual se ve claramente como una
sátira popular contra el paganismo.

Daniel y el Dragón:

Otra sátira popular situada artificialmente en el
ambiente de Babilonia, en esta zona no se adoran animales
sagrados, esto ocurre en Egipto, sobre todo en los tiempos
helénicos, donde tuvo muchísimo éxito.
Daniel se niega a adorarlo y le da de comer una bola hecha de
pescado, pelos y grasa lo que hace reventar al animal (14,23-27)
para vengarse los babilónicos consiguen que nuevamente
Daniel sea arrojado al foso con los leones, esto mismo sucede en
el capítulo 6, Daniel permanece con los leones seis
días, se alimenta de lo que le alcanzara Habacuc que es
trasladado de Judea a Babilonia. Daniel da gracias a Dios y el
rey al comprobar que está vivo saca a Daniel del foso y
manda matar a los acusadores. La leyenda tiene un objetivo muy
claro, destacar elocuentemente que Dios siempre protege a los que
lo aman.

La lectura espiritual
que nos ofrece Daniel

Daniel es sin lugar a dudas el Profeta de Cristo, aunque
parezca mentira, que un libro signado por los acontecimientos del
pueblo judío y su historia pre-Cristiana pueda estar
"preparando la venida de Cristo", aunque más no sea en
forma literaria, el Nuevo Testamento con sus relecturas que en
este punto nos ofrecen una orientación indispensable. Es
sumamente evidente que el Dios de Daniel es el Dios de los
Cristianos.

En todos los tiempos, tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento, la historia de Daniel y los leones no tiene
límites para expresar la fe, la fe en un Dios vivo y
cotidiano, mártires de todas las épocas sufrieron
lo mismo que Daniel.

Si bien es cierto que a Daniel lo hacen aparecer con una
fuerte instrucción babilónica, también lo es
que nunca se desprendió de su fe. Daniel no cedió a
ninguna tentación, la vanidad humana no fue hecha para
él.

Plena vigencia tiene el relato de Susana en nuestros
días, ¿cuántas Susanas habrá? La
defensa de la castidad conyugal es un valor digno de resaltar
pero lo más importante es que no duda en poner en
evidencia la hipocresía religiosa de los jueces que violan
en secreto la ley.

Daniel y los gobernantes, es aquí donde el autor
destaca la paranoia del poder, que puede y pudo acechar a
cualquiera que se aferra a lo temporal olvidando lo trascendente
de la vida futura.

La fe es la gran protagonista, nada debe hacernos perder
de vista que en todos los tiempos hay un Dios maravilloso capaz
de cerrar las fauces de las fieras con tal de defendernos, pero a
esta maravilla hay que responderle como lo hizo Daniel. Los
miembros del pueblo de Israel están incluidos en este
mensaje de salvación por la Nueva Alianza que nos une al
pueblo elegido de Dios y hace de ambos un pueblo
Santo.

Bajo este perfil el Apocalipsis de Juan recoge los temas
principales de Daniel, llevados a una situación de crisis
final en donde la imagen del HIJO DE HOMBRE,
representación primitiva del pueblo santo se concreta en
el Cristo Resucitado.

Conclusión

Los hombres tenemos un motivo más para dar
gracias a Dios. Este motivo es precisamente el libro de Daniel,
Profeta Mayor sin lugar a dudas, hombre sin tacha de todos los
tiempos. El autor nos presenta el modelo a seguir por
excelencia.

Cuántas cualidades podemos encontrar en el
transcurso del libro, Apocalíptico, Poético,
Santo.

Tres fueron las lenguas bíblicas que dedicaron su
letra a Daniel, Hebreo, Arameo y Griego, movedizo se encuentra en
un lugar, se encuentra en otro, es tomado como profético,
es tomado como un escrito, pero lo más importante, no se
puede dejar de incluirlo.

No es extraño que el autor haya rodeado a Daniel
de sueños, paganismo, tentaciones, pero Daniel constituye
el ejemplo de todos los tiempos.

Desde sus compañeros de Babilonia, el
sueño de la estatua, los jóvenes en el horno, el
sueño del árbol grande, la descripción del
festín de Baltasar, pasando por el foso de los leones, la
visión de las cuatro fieras y el HIJO DE HOMBRE, la
visión del carnero y el macho cabrío, las setenta
semanas, la gran visión, Susana y el dragón.
Constituyen una gran riqueza para la fe.

¿Podría faltar el libro de Daniel en la
Biblia? Posiblemente sí, pero de seguro no sería lo
mismo. Recordemos que el libro de Daniel es el único libro
de la biblia judía que afirma la resurrección de
los muertos. El primero en llamar el HIJO DE HOMBRE, el mismo
término que Jesús usara.

Daniel puede decirse con franqueza que es el Apocalipsis
del Antiguo Testamento. Si pensamos que sus profecías se
diferenciaron de las de otros profetas por su exactitud y porque
además Daniel anunciaba la fecha en que ocurrirían
los hechos, no podemos dudar de que fue el fiel elegido de
Dios.

Autores del Antiguo como del Nuevo Testamento lo
consultan, lo citan, su panorámica visión de la fe
no tiene límites.

Daniel pone el colorido necesario en cada relato,
nutriéndolo de una información por demás
enriquecedora. Como estudiante siento el desafío de
profundizar más en su libro, seguramente en mi desarrollo
y conclusión mi impericia haya provocado la pérdida
sutil que abre al pensamiento nuevos caminos. Como cristiano
haber leído a Daniel bajo este aspecto más formal
pone en mí un compromiso que debe acrecentarse día
a día, ejemplo cabal del prototipo de seguidor de
Cristo.

Bibliografía
consultada

BIBLIA DE AMÉRICA. Edición
Popular. Paulinas, segunda edición, año
1997.

BIBLIA DE JERUSALÉN. Edición
Española, año 1975.

EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS.
Fundación Palabra de Vida, décimo novena
edición, 1998.

EL LIBRO DE DANIEL. Pierre Grelot.
Cuadernos Bíblicos. Verbo Divino. España,
1996.

LOS LIBROS DE LA HISTORIA DE LA BIBLIA.
Padre Luis Rivas. San Benito, segunda impresión, junio
2001.

Internet – SERVICIO CRISTIANO.
Área de Investigación.

Enciclopedia Británica

 

 

Autor:

Eduardo Bombelli

 

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