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Aspectos geológicos de la carretera Flor de Patria – Árbol Redondo




Enviado por Carla Santaella



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Los
    Andes Venezolanos
  3. Características Tectónicas y
    Estructurales del Estado Trujillo
  4. Formación Árbol
    Redondo
  5. Formación La Quinta
  6. Formación Peñas
    Altas
  7. Formación Mucuchachi
  8. Formación Sierra
    Nevada
  9. Formación La Luna
  10. Reconocimiento Geológico – Estructural
    del tramo Flor de Patria – Árbol
    Redondo
  11. Conclusión
  12. Bibliografía

Introducción

Los estudios geológicos de Venezuela se remontan
al período precámbrico que es el período
más antiguo. Equivale al 88% de la historia de la Tierra,
El Precámbrico, engloba los eones Hádico, Arcaico y
Proterozoico. Comienza cuando ésta se formó, hace
4.600 millones de años, y termina hace aproximadamente 570
millones de años dejando paso al periodo Cámbrico.
A pesar de ser una etapa tan larga y en la que debieron ocurrir
muchos sucesos, los geólogos casi no tienen datos sobre
ella ya que las rocas formadas durante el precámbrico han
sido erosionadas, enterradas o metamorfizadas, en este periodo se
produjeron algunas de las formaciones geológicas
más impresionantes de este país. Entre ellas se
encuentran: El Escudo de Guayana y la Cordillera de Los Andes
Venezolanos.

En este trabajo se estudiaran los aspectos
geológicos de la carretera Flor de Patria –
Árbol Redondo que es el punto más alto en la
carretera Flor de Patria y Boconó, a una altitud de 2.253
m.s.n.m. Se sitúa a 37 Km. de Boconó y a 50 Km. de
Flor de Patria. Su temperatura oscila entre los 8º y 12
º C. Con una población de 2.000 habitantes
aproximadamente. Sus pobladores viven del cultivo de
hortalizas  tales como: ajos, fresas, papas, zanahorias y
tulipanes.

Los Andes
Venezolanos

Los Andes Venezolanos constituyen el sistema
montañoso mas prominente de Venezuela y forman la
prolongación de la Cordillera Oriental de Colombia, la
cual a su vez constituye uno de los tres ramales septentrionales
del gran Sistema Andino. Esta Cordillera Oriental se bufurca en
el nudo de Pamplona formando dos cadenas, una de las cuales
continua hacia el norte a lo largo de los limites
colombo-venezolanos formando la Sierra de Perijá y la otra
se dirije en sentido noreste, penetrando en Venezuela para formar
el ramal de los Andes Venezolanos. Entre ambos ramales se
encuentra la depresión o cuenca del Lago de Maracaibo y al
sureste del ramal andino la depresion o Cuenca de
Barinas.

Características Principales Estructurales
Andinas:

  • Deformaciones mayores originadas durante el
    Cámbrico, Carbonífero, Triásico y
    Paleoceno Inferior.

  • Existencia de un contraste marcado en el estilo
    estructural cerca de límite Paleozoico-Mesozoico.
    Mientras que la deformación pre-mesozoica es de
    compresión lateral originando plegamientos apretados y
    fallas de corrimiento, la deformación post-paleozoica
    es de bloque levantados separados por fosas tectónicas
    o grabens, como ocurre en el núcleo
    merideño.

  • Localmente existen discordancias angulares en las
    directrices de los caracteres estructurales.

  • Los ciclos orogénicos implicaron
    acumulación de espesas secuencias sedimentarias que
    luego fueron deformadas, metamorfizadas e intrusionadas, como
    fue lo ocurrido a finales del Precámbrico. Otros
    periodos orogénicos fueron el ocurrido al final del
    Cretácico y particularmente el del Plioceno-Mioceno,
    que marcó el levantamiento final vertical de la cadena
    andina.

Características Tectónicas y
Estructurales del
Estado Trujillo

El proceso geológico de la Región andina
está muy ligado a la evolución tectónica en
el continuo desarrollo de su formación estructural y
morfológica. Toda la morfoestructura modelada por la
dinámica actual ha sufrido fracturamiento, fallamiento y
diaclasamiento producto del tectonismo.

En los Andes Venezolanos existen dos alineamientos
estructurales de gran importancia; el primer orden con
estructuras de orientación general 35° NE a 55°
NE, este incluye sistemas de fallas mayores como la falla de
Boconó en la porcion central, falla de las Virtudes en la
zona norte, falla de la Soledad en el extremo sur y la falla
Caparo entre otras. La peculiaridad que presenta este sistema de
falla es el localizarse en la zona sur de la falla de
Boconó provocando movimientos verticales y algunos
vestigios de desplazamiento transcurrente.

La conformación tectónica de la parte
Centro-Occidental de los Andes venezolanos es el resultado de la
interacción entre las fallas de Boconó y Santa
Marta como resultado de una componente de máximo stress
horizontal orientado aproximadamente 70° NW. La parte
Centro-Oriental de los Andes está en cambio influenciada
por los movimientos de la falla de Boconó y Oca, esta
ultima directamente relacionada con los movimientos de la placa
del Caribe y la placa sur de América.

En la región de Valera las estructuras dominantes
son las fallas Río Momboy y Río Motatán
paralelas entre si, con rumbo noroeste, producidas por
compresión regional predominante noroeste-sureste
posterior al Triásico.

La actividad de estas dos fallas paralelas tienen un
componente vertical que provienen de un origen compresivo,
produciendo en la formación Betijoque plegamiento local
generando zonas deprimidas (tipo graben) donde se depositaron los
sedimentos de la Formación Carvajal que formaron las
terrazas que hoy en día sirven de base a las ciudades de
Valera y Carvajal.

En esta parte es de hacer notar también
secuencias estratigráficas discontinuas
observándose pequeñas secuencias aflorantes de la
Asociación Río Momboy y la Formación
Peñas Altas que no son producto sino de los componentes
horizontales y verticales de la falla Río de Momboy. Es
importante señalar que después de la
Orogénesis del Permo-Triásico y hasta nuestros
días prevalecieron movimientos esencialmente verticales y
no se observan evidencias de metamorfismo ni de actividad
ígnea, lo cual sustenta el tectonismo como origen
exclusivo de la distribución geológica de la
región.

Existen también fallas menores con
dirección noroeste las cuales presentan una fase Terminal
al norte de las fallas anteriormente mencionadas, estas son
posteriores y fueron seguramente originadas en la
pulsación orogénica del Eoceno o en el Mio-Plioceno
en el levantamiento vertical final de la cadena
andina.

Todas las estructuras tectónicas anteriormente
nombradas son originadas como reajuste de corrimientos como el de
Las Virtudes y fallas principales como la de Boconó,
éstas representan entonces estructuras menores que repiten
la geometría regional.

Formación
Árbol Redondo

Se encuentra ubicada en el Bloque de Trujillo, y esta se
encuentra situada en el Sector Nor-Oriental de los Andes de
Mérida. Conforma una estructura crustal individualizada
dentro del Bloque de Maracaibo, limitado por el Oeste por la
Falla de Valera-Río Momboy y al SE por la falla de
Boconó, el Norte de este Bloque se encuentra recubierto
por aloctono representados por los napas de Lara, la
configuración estructural la conforman un patrón
estructural en anticlinorios y siclinorios desarrollado por un
sistemas de rampas (Faut-bend Folds) como resultado de la
reactivación compresiva y/o transpresiva ocurrida durante
el Neógeno que provocó la inversión positiva
de estructuras distensivas pre-existentes de edad
Jurasico-Cretácico Temprano.

En efecto, estas estructuras de inversión son
perfectamente identificables como es el caso de las fallas de
Árbol Redondo que pone en contacto formaciones
Cretácicas y Paleozoicas y Trujillo que coloca en contacto
formaciones Jurásicas y Paleozoicas marcando los
límites al este y al oeste respectivamente del Graben de
San Lázaro. En esta zona que va desde la carretera Flor de
Patrias – Boconó, se encuentra conformada por
diferentes formaciones que se describen a
continuación:

Monografias.com

Corte geológico interpretativo para los
años 1977 – 1980 del sector Flor de Patria –
Árbol Redondo. (Fuente: Stéphan, 1977. Modficado L.
Gonzalez, 2004).

Formación La
Quinta

Estados Táchira, Mérida,
Trujillo

Zulia

Monografias.com

Formación La Quinta: La localidad tipo se
encuentra en La Quinta, cerca de La Grita Estado  
Mérida. Está formada principalmente por
conglomerados rojos a verdosos, areniscas arcillosas  de
color rojo ladrillo, lutitas con areniscas conglomeráticas
blancas manchadas de rojo. Se le ha  asignado un espesor de
2.400 metros y su edad es la Tríasica superior a
Jurásica inferior.

Consideraciones históricas: La primera
descripción de capas rojas en los andes venezolanos, fue
hecha por Sievers (1888). El nombre de Formación La
Quinta, y la primera descripción formal de una unidad de
sedimentos clásticos rojos en los andes venezolanos,
fueron publicados por Kundig (1938). Recientemente, la localidad
tipo fue descrita en detalle por Schubert et al. (1979), y algo
más actualizada por Schubert (1986). Para una
descripción detallada de los aspectos históricos de
la nomenclatura de la Formación La Quinta, ver Rivero
(1956).

Localidad tipo: Carretera Seboruco a La Grita, al
sur del caserío de La Quinta, estado Táchira (Hoja
5740, 1:100.000, Cartografía Nacional.

Descripción litológica: En este
sector está formada por una secuencia de conglomerados de
color oscuro y verdoso, bien cementados, formados por cantos de
diferente tamaño (hasta cm. de diámetro),
redondeados, angulares y sub-angulares y fragmentos de rocas
(esquistos, filitas, cuarcitas, granitos, limolitas y calizas, de
las Formaciones Sierra Nevada y Palmarito), interestratificados
con capas de espesores variables de areniscas arcillosas blandas
y limolitas micáceas (localmente calcáreas) de
colores rojizos, y lutitas varicoloreadas (marrón, rojo,
verde, gris verdoso). Esporádicamente en la parte inferior
media de la formación, se presentan lentes delgados (10 a
15 cm. de espesor) de calizas arenosas, macizas, duras, de color
gris verdoso, intercaladas entre las lutitas y limolitas
calcáreas.

En la sección tipo (Schubert et al., 1979), la
Formación La Quinta consta de tres intervalos: uno
inferior, compuesto por una capa de toba vítrea de color
violáceo, de aproximadamente 150 m de espesor; uno medio,
consistente de una secuencia interestratificada de toba, arenisca
gruesa y conglomerática, limolita y algunas capas delgadas
de caliza, de color verde, blanquesino, gris o violáceo
(espesor aproximado: 840 m); y un intervalo superior, formado por
limolita y arenisca, intercaladas con algún material
tobáceo, de color rojo ladrillo y marrón chocolate,
de aproximadamente 620 m de espesor. Según Arnold (en
Schubert et al., 1979), la cantidad de rocas piroclásticas
en la Formación La Quinta, decrece de suroeste a noreste
en los andes de Mérida; en el estado Trujillo, Tremaria
(en Schubert, 1986 describió una secuencia puramente
clástica, y en el estado Táchira, al sur de la
sección tipo, Tarache (en Schubert, 1986), tampoco
halló rocas piroclásticas en la Formación La
Quinta. En la sierra de Perijá, Maze (1984)
describió a la Formación La Quinta en la quebrada
La Ge, donde se divide en tres intervalos: uno inferior (700-800
m, aproximadamente la mitad de la secuencia total), consistente
de arcosa marrón a roja oscura, fina a mediana, con pocas
intercalaciones volcánicas, y la cual contiene fragmentos
vegetales y de carbón; una zona de transición
(aproxidamente 100 m), la cual se compone de capas de
basalto-andesita (a más de 20 m de espesor), conglomerado
tobáceo, y arcosa verde, mediana a gruesa, con
intercalaciones de arcosa marrón a rojo oscuro, y lutita
roja a negra (rara vez verde) fosilíferas; y un intervalo
superior (700-800 m), con rocas de grano más grueso
(localmente conglomerado de cantos), consistente principalmente
de arcosa roja oscura a marrón oscura, de grano grueso, y
capas finas de ceniza félsica roja a rosada. El contenido
de rocas volcánicas decrece de norte (donde predominan en
la formación) a sur (hasta menos de la tercera parte del
total).

Espesor: El espesor de la Formación La
Quinta es muy variable. En el estado Táchira se han medido
los siguientes espesores (Schubert, 1986): 1610 m (sección
tipo), 1270 m (San Juan de Colón), 3400 m (Angaraveca-El
Zumbador), 1390 m (La Pulida), 1485 m (San Buenas) y 2400 m
(Pregonero). En el piedemonte de Barinas, Schubert (1968)
midió un espesor de 311 m. En la sierra de Perijá,
Maze (1984) midió un espesor de 1700 m (quebrada La Ge).
Aguasuelos (en, Kiser 1997) reportan espesores entre 1000 y 2000
m en estado Lara. La sección penetrada en el pozo
colombiano Arauquita-1 mide 363 m, sin haber llegado a su
base.

Extensión geográfica: La
Formación La Quinta aflora extensamente en la parte
suroeste de los andes de Mérida (estados Táchira,
Mérida y Barinas), en áreas aisladas en la parte
noreste (estado Trujillo), y en el flanco este de la sierra de
Perijá. Asimismo, ha sido identificada en perforaciones
petroleras, en la parte occidental de la cuenca del lago de
Maracaibo Pumpin, en Schubert, 1986). Aguasuelos (1990, en Kiser,
1997) reportan afloramientos de La Quinta cerca de Curarigua, en
la quebrada Hato Arriba y en las cabeceras de la quebrada San
Pedro, estado Lara. A lo largo de la frontera colombo-venezolana,
en el subsuelo de la cuenca de Los Llanos, se ha penetrado
secciones de La Quinta en los pozos Arauquita-1 y Mata Negra-5
(Colombia), y los pozos Guafita-1X, -2X, -5X y -6X
(Venezuela).

Expresión topográfica: Las rocas de
la Formación La Quinta tienden a formar farallones en
zonas de grandes derrumbes; su color rojo ladrillo a rojo
chocolate, es muy característico.

Contactos: En la sección tipo, la
Formación La Quinta cubre discordantemente a filitas de la
Formación Mucuchachí (Paleozoico Superior) y el
contacto con la Formación Río Negro
(Cretáceo Inferior), es una discordancia paralela o es
transicional (Schubert et al., 1979). Con frecuencia, se
encuentra en contacto de falla con unidades paleozoicas y
mesozoicas. En la sierra de Perijá, el contacto inferior
de la Formación La Quinta es transicional con la Formacion
Macoíta (Jurásico) y el superior es discordante con
el Conglomerado de Seco (González de Juana et al.,
1980).

Fósiles: Kundig (1938) mencionó la
presencia de coprolitos de peces con escamas, placas, dientes y
huesos palatinos, pertenecientes al género ganóideo
Lepidotus. En la sección tipo, se han hallado
Concostráceos (estéridos), ostrácodos,
restos de dientes de peces, palinomorfos y restos de plantas
(Schubert et al., 1979). Entre los concostráceos se
encuentran Isaura olssoni Bock, Cypridea valdensis Sowerby y
Howellites colombianus Bock (Sutton, 1946, Bock, 1953; Useche y
Fierro, 1972; Pérez en González de Juana et al.,
1980). Entre los palinomorfos, se han identificado Circulina
meyeriana Klaus. Classopolis papillatus y Caytopollenites
pallidus (Di Giacomo, en Schubert et al., 1979) en la
sección tipo. Entre los restos de plantas, se han
identificado los siguientes géneros: Dictyophyllum sp.,
Nilssonia sp., Ptilophyllum sp. y Zamites sp. en la
sección tipo (Benedetto y Odremán, 1977; Remy, en
Schubert et al., 1979); en la región del Estado Trujillo,
Benedetto y Odreman (1977), además de estos
géneros, hallaron Otozamites sp. En la sierra de
Perijá, Benedetto y Odreman (1977) hallaron los
géneros Ptilophyllum-Otozamites, Dyctyozamites sp. y
Williamsonnella sp. en la Formación Tinacoa; Tasch (en
Maze, 1984) identificó los concostráceos Cyzicus
(Lioestheria) colombianus Bock y Cyzicus (Euestheria) sp. en la
parte inferior de la Formación La Quinta.

En el pozo colombiano Arauquita-1, Bogotá-Ruiz
(1988, en Kiser, 1997 comentarios enviados al CIEN) reporta los
siguientes palinomorfos: Dictyophyllidites surangei,
Microreticulatisporites (Foveotriletes sp.) Concentricisporites
nevesi, Microreticulasporites opacus, Concentrisisporites
plurianulatus, Cycadopites sp. Tikisporites balmei,
Nathostisporites hopliticus, Leiotriletes gulaferus, Classopollis
torosus, Cyathidites sp., Calamospora keuperiana,
Verrucosisporites thuringiacu,s Calamospora tener,
Cornutisporites sp.,Crybelosporites sp.

Edad: De acuerdo con el contenido
fosilífero, la Formación La Quinta se considera de
edad Jurásico (Benedetto y Odreman, 1977; Schubert et al.,
1979; Maze, 1984; Schubert, 1986). Hargraves y Shagam (1969), en
un estudio paleomagnético de la Formación La
Quinta, en su localidad tipo, concluyeron que sólo la toba
basal de la Formación, tiene un probable paleomagnetismo
remanente primario Triásico (?). Existe, además, un
número limitado de edades isotópicas en rocas
volcánicas asociadas con la Formación La Quinta.
Burkley (en Schubert et al., 1979) determinó una edad
207U/206U de 229 ± 15 m.a. en la toba basal de la
localidad tipo; Schubert et al. (1979), publicaron dos edades
40K/40Ar de 122,5 ± 7,7 y 149 ± 10 m.a. en la misma
toba. Maze (1984) publicó una lista de edades en rocas
volcánicas asociadas con la Formación La Quinta, en
la sierra de Perijá: 140-160 m.a. (O/Pb en
circón), 156-174 m.a. (Rb/Sr en roca total), y 155
± 5 y 146 ± 7 m.a. (k/Ar en roca total). Todo esto
sugiere una edad jurásica para la Formación La
Quinta. Bogotá-Ruíz (op. cit.) coloca La Quinta de
esta área en el Raetiense (tope del
Triásico).

Correlación: Según el Léxico
Estratigráfico de Venezuela (2a Ed., 1970), la
Formación La Quinta se correlaciona con el Grupo Cojoro de
la península de la Guajira, y con el Grupo Girón de
Colombia. Recientemente, Benedetto y Odreman (1977)
correlacionaron a la sección tipo, con las Formaciones
Macoíta, La Quinta y Conglomerado de Seco, en el flanco
oriental de la sierra de Perijá, y con la Formación
La Quinta en la región de Manaure (flanco occidental de la
Sierra, Colombia). También la correlacionaron con la
Formación Montebel, el Grupo Girón y la
Formación Tambor (región de Arcabuco), y la
Formación Bocas, Grupo Girón y Conglomerado Rojo
(río Lebrija), todas en la cordillera oriental de
Colombia. Moticska (1985) hace comparación entre La Quinta
y su "formación Ipire", de edad jurásica (157-162
m.a.) del pozo NZZ-88X en el área Zuata de la Faja
Petrolífera del Orinoco.

Paleoambientes: Con base en las estructuras
sedimentarias, litología y distribución de las
rocas piroclásticas (ver compilación en Schubert,
1986), se puede postular que la secuencia de limolitas de la
formación La Quinta, se originó en una planicie
aluvial. En los intervalos inferior y medio, la presencia de toba
y conglomerado, indica levantamiento tectónico, un aumento
en el gradiente, y una deposición de sedimentos mixtos
(gruesos y finos), bajo un clima árido o semiárido.
El cambio de color entre el intervalo medio (verde, gris,
violeta) y el superior (marrón chocolate), se debe a la
abundancia de toba en el primero. Se ha postulado que la
deposición de lavas, desorganizó el drenaje y
produjo condiciones de laguna o pantano locales, en las cuales
existían condiciones reductoras y una deposición
local calcárea. Cuando cesó la actividad
volcánica, se restableció el drenaje y se
depositó la secuencia de capas rojas superiores. En la
región de Mérida, Odreman y Ghosh (1980)
concluyeron que la secuencia no-roja de la Formación La
Quinta, se puede interpreter como un evento de
progradación sedimentaria, con depósitos de laguna
dulce en su parte inferior. Según este modelo, las capas
rojas representan una facies marginal dentro de la
cuenca.

Ambiente: Los sedimentos de esta formación
son de origen predominantemente continental, acompañados
por incursiones marinas esporádicas.

Relaciones estratigráficas: En esta
región, es discordante sobre la Formación
Mucuchachí (Paleozoico superior) y por debajo de la
Formación Río Negro (Cretáceo
inferior).

Importancia económica: Jefferson (1970)
informó sobre ocurrencias de mineralizaciones de cobre
(azurita. malaquita, cuprita, crisocola y, posiblemente,
antlerita) en la zona de Seboruco, estado Táchira,
asociadas con la Formación La Quinta. Asimismo, Viteri
(1978) publicó un informe sobre la ocurrencia y
génesis de cobre nativo, asociado a rocas
volcánicas básicas, intercaladas en la
Formación La Quinta en la sierra de Perijá.
Además, menciona la presencia de mineralizaciones de cobre
en menor cantidad, tales como calcopirita, djiodeíta,
digenita, covelina, cuprita, temoíta, crisocola, malaquita
y azurita. Finalmente, Tarache (en Schubert, 1986) menciona la
posible existencia de anomalías uraníferas en las
secciones de la Formación La Quinta, de La Pulida y San
Buenas. Contiene mineralizaciones de cobre en algunas
áreas.

Sinonimia: Ninguna.

Formación
Peñas Altas

CRETACICO
(Aptiense-Albiense)

Consideraciones históricas: Aguasuelos (en
Kiser, 1997) citan a García Jarpa et al. (1980) para
revalidar el uso de "Peñas Altas", incluyendo en la
secuencia, en orden ascendente, a "los clásticos basales o
río Negro. Tibú o Apón, Guaimaros,
Peñas Altas o Aguardiente, pero sin incluir a las calizas
de la Formación La Puya". Restringen el nombre a los
estados Lara y Trujillo, al norte de la falla de Boconó y
en el área de Boconó, entre las Fallas
Boconó y La Soledad-Yacambú.

Descripción litológica: Aguasuelos
(op. cit.) describen en la sección de El Jabón, al
oeste de Barbacoas, una unidad inferior compuesta
predominantemente de cuarzoarenitas gris claras, de grano fino,
sacaroideas a friables, con algunas intercalaciones de calizas
masivas gris oscuras, afaníticas y fosilíferas que
alternan con calizas grises coquinoides y lutitas negras
micro-laminadas. En la sección de San Pedro, la unidad
superior se compone de lutitas grises, masivas, de
litología monótona y algunas areniscas cuarzosas
blancas, de grano fino a grueso.

Espesor: Aguasuelos (op. cit.) estiman 930 m en
la quebrada Porras, 700 m en el cerro Peñas Altas y mas de
1300 m en el área de La Loma.

Contactos: Descansa sobre las Formaciones La
Quinta, Mucuchachí o Palmarito con descordancia angular, y
está cubierta concordantemente por la Formación La
Luna, Miembros La Aguada o Chejendé, según el
área.

Fósiles: Mencionan a Chofatella decipiens
y Orbitulina cf. concava texana, mas abundantes
gasterópodos y bivalvos. Identifican a los
icnofósiles Spongeliomorfa, Cochlichnus, Monocriterio y
Thalassinoides.

Edad: Aguasuelos (op. cit.) asignan la
formación al Aptiense Temprano a Tardío (llegando
quizás al Barremiense) en su parte inferior, y al Albiense
Temprano a Tardío en su parte superior.

Correlación: Correlacionan su Peñas
Altas cronológicamente con el Grupo Cogollo en el oeste y
con las Formaciones Borracha, El Cantíl y García de
la Serranía del Interior.

Paleoambiente: Interpretan dos ciclos completos
de transgresión-regresión, con paleoambiente
predominante de plataforma interna, con profundidades entre cero
y 80 m, pero con oscilaciones que varían entre ambientes
de sabka y laguna hipersalina hasta talud superior con
profundidades de 250 m.

Formación
Mucuchachi

(Estados Táchira, Mérida y
Trujillo)

Monografias.com

Consideraciones históricas: Originalmente
usado por Christ (1927) con el nombre de Serie de
Mucuchachí. Oppenheim (1937) utilizó la misma
terminología. Kehrer (1938) señaló la
conveniencia de considerar la Serie Río Momboy, de Liddle
(1928),como perteneciente a la misma secuencia litológica
que la Serie Mucuchachí de Christ. Kündig (1938)
empleó el nombre Serie Mucuchachí en su texto en
inglés, y el de grupo en la versión en castellano
(1938). Sutton (1946) y González de Juana (1951), citaron
la unidad con rango de grupo. Pierce (1960) la asignó al
Devónico y la subdividió en tres formaciones:
Remolino, Libertad y Río Momboy, en orden ascendente,
cuyas secciones tipo fueron descritas por Pierce et al. (1961).
Posteriormente, las Compañías Shell y Creole (1964)
indicaron que las unidades asignadas al Grupo Mucuchachí,
son de edad, en parte más antigua o más joven que
el Devónico, y no son cartografiables, por cuya
razón, recomendaron el rechazo de los nombres de Pierce
(1960) y asignaron rango formacional a
Mucuchachí.

Litología: Secuencia monótona de
rocas pelítícas constituidas por pizarras
laminadas, filitas y esquistos intercalados con capas masivas de
cuarcitas y unos pocos metaconglomerados
interformacionales.

Edad: Identificaciones paleontológicas y
su posición estratigráfica con respecto a unidades
más viejas y más jóvenes en los Andes
sitúan la Formación cronológicamente entre
Carbonífero (Pensylvaniano). En base a las faunas de
invertebrados, y fundamentalmente a la flora fósil, la
unidad se considera de edad Paleozoico Superior,
Pensilvaniano.

Espesor: Las compañías Shell y
Creole (1964), estimaron un espesor promedio de 5.000 m. Marechal
(1983), citando datos de las mismas compañías,
menciona espesores comprendidos entre 3.000 y 4.500 m.

Extensión geográfica: La unidad
aflora en los andes venezolanos, desde las cercanías de
San Cristóbal, Estado Táchira, en extensas zonas de
los estados Mérida y Trujillo.

Expresión topográfica: Donde
afloran las cuarcitas y calizas, forma resaltos con escarpes muy
pronunciados.

Contactos: La unidad suprayace discordantemente
al complejo basal. El contacto superior es de falla o discordante
con otras unidades del Paleozoico Superior, y Mesozoico
(Formación La Quinta y Formación Río
Negro).

Fósiles: Las compañías Shell
y Creole (1964) mencionaron restos de braquiópodos,
bivalvos, criozoarios, corales y crinoideos dentro de la
formación mas recientemente. Pfefferkorn (1977), cita la
presencia de una megaflora, proveniente de la región de
Mijará, estado Mérida, contentiva de: Stigmaria
ficoides (raíz de licopodas arborescentes).
Lepidophylloides (hojas de licopodas arborescentes), Calamites
(esfenopsidas arborescentes) y tallos de Pteridos
permas.

Ambiente de sedimentación: La
asociación litológica de la Formación
sugiere un ambiente de deposición marino, donde los
sedimentos fueron depositados rápida y continuamente y la
acción de las olas y corrientes sobre los mismos fue
leve.

Origen: Los sedimentos pelíticos
originales de Mucuchachi vinieron de fuentes situadas tanto al
norte como al sur. La fuente noroeste debe haber estado en un
área de rocas cristalinas similares o idénticas a
las rocas de la Formación Sierra Nevada. De una manera
similar la fuente sureste debió haber estado compuesta en
parte por los esquistos del basamento de la Formación
Bella Vista y en parte por rocas ígneas y sedimentarias
del Paleozoico inferior.

Correlación: La parte inferior, en el
área de Valera, se correlaciona con la Fm. Los Torres
(GARCIA, 1972). La parte superior de la Formación es
equivalente al Miembro Mocojó de la Fm. Río Momboy
(GARCIA, ibid) y con los Miembros El Gavilán y El
Balcón de la Fm. El Aguila (KOVISARS, 1971).

Metamorfiasmo: Metamorfismo regional progresivo
que vá de la facies de los esquistos verdes a la facies
del almandino-anfibolita.

Paleoambientes: Shagam (1968), atribuye a la
Formación Mucuchachí a una serie de tipo flysch,
según García (1972) eso se tradujo en condiciones
de depósitos más colmados y a gran profundidad. Sin
embargo, las plantas fósiles de la region de
Mijará, indican ambientes de pantanos y
marismas.

Importancia económica: En la región
al sur de Bailadores, Estado Mérida, la formación
presenta importantes concentraciones de sulfuros masivos con
mineralizaciones de cobre, plomo, zinc y plata, los cuales son
económicamente explotables.

Sinonimia: La unidad es sinónima, en parte
con la Serie o Grupo Mucuchachí, Kündig,
(1938).

Formación
Sierra Nevada

PRECAMBRICO TARDIO

Estados Mérida-Trujillo-Táchira

Monografias.com

Consideraciones históricas: Este
término fue introducido por Bass y Shagam (1960), sin
definición formal, para designar las "rocas más
antiguas que se conocen en los andes merideños",
constituídas por gneises, esquistos y rocas
graníticas. Este término fue considerado informal,
debido a la definición inadecuada (L.E.V., 1970). Autores
posteriores, Kovisars (1972), Grauch (1975), García,
Canelón y Harder (1977), realizan estudios detallados de
la unidad, lo que ha llevado a considerarla, como una unidad
formal, con el rango de formación. Marechal (1983) (en
Bellizzia y Pimentel, 1994), hace un análisis exhaustivo
de la unidad; mas recientemente Bellizzia y Pimentel (1994) la
incluyen en el Terreno Mérida, con categoría de
unidad litodemica y con el rango de Asociación.

Localidad tipo: La localidad tipo de la
asociación está ubicada en la porción
nororiental Glaciada, de la sierra nevada, al sur de
Mérida. Hoja 5941 a escala 1:100.000 de Cartografía
Nacional. Buenos afloramientos de la unidad, se observan en la
carretera Mérida-Estanques; en la carretera La Grita-San
José de Bolívar (páramo de Simosica), estado
Táchira, y en la carretera Arbol Redondo-Boconó,
estado Trujillo
. Todas estas localidades, podrían ser
tomadas como secciones de referencia.

Descripción litológica: La
Asociación Sierra Nevada, muestra una gran variedad de
tipos litológicos; presenta alternancia de micaesquistos y
gneises, gneises migmatíticos, anfibolitas, gneises
graníticos y localmente mármoles y
cuarcitas.

Espesor: En la sección tipo, no se
determinó el espesor. Canelón y Ramírez
(1979), en la región del río Michay, determinaron
espesores de hasta 2.000 metros.

Extensión geográfica: La unidad
está ampliamente distribuida en los estados
Táchira, Mérida, Trujillo y Barinas.

Expresión topográfica: Los
afloramientos de la unidad, representan los rasgos
topográficos más importantes de la Cordillera de
Los Andes.

Contactos: El contacto inferior de la unidad, no
se ha determinado. El contacto superior, se considera discordante
con unidades Paleozoicas y Mesozoicas.

Origen: El carácter
cuarzo-feldespático de las rocas de la Formación
sugiere procedencia predominante de sedimentos arenáceos
(arkosas, areniscas cuarzo-feldespáticas) y rocas
ígneas silíceas. Las anfibolitas son de dos tipos:
de origen ígneo y de origen sedimentario.

Fósiles: Ninguno.

Edad: Con base en las relaciones
estratigráficas, y determinaciones radiométricas,
se le asignó una edad Precámbrico Superior a esta
unidad.

Correlación: Las rocas de la
Formación Sierra Nevada, son similares a aquellas de la
Serie Perijá (Hea y Witman, 1960), o Formación
Perijá (Bowen, 1972). Se correlaciona además, con
el Gneiss Bandeado de la Mitisus, en los andes venezolanos, sur
centrales (Schubert, 1969). Kovisars (1972), postula posibles
correlaciones con las rocas del Complejo de El Tinaco y de la
Cordillera de la Costa.

Paleoambiente: Se postulan, los sedimentos
originales de la Formación Sierra Nevada, como una
secuencia espesa y algo monótona de pelitas y arenitas
intercaladas, interestratificadas con margas(?) menores,
asociación típica de la sedimentación
miogeosinclinal.

Importancia económica: Se ha determinado
la presencia de concentraciones de importancia económica
de feldespatos, micas, granates y de cuarcitas
ferruginosas.

Metamorfismo: Regional de grado alto
(anfibolita).

Sinonimia: La Formación Sierra Nevada, es
equivalente a la Facies Sierra Nevada.

Formación La
Luna

CRETACICO (Cenomaniense – Campaniense) Estado
Zulia

Consideraciones históricas: Garner (1926)
publicó originalmente el nombre de caliza de La Luna,
posteriormente descrita en detalle por Hedberg y Sass (1937) con
rango de formación.

Renz (1959) reconoce los cambios litológicos de
la Formación La Luna en los estados Trujillo y Lara y la
divide en tres miembros, que son en orden estratigráfico:
La Aguada, Chejendé y Timbetes. En el estado
Táchira el mismo autor introduce formalmente el Miembro
Ftanita del Táchira.

La unidad es litológicamente
característica, por lo cual la literatura se refiere a
ella con uniformidad. Algunos autores han empleado
términos compuestos (La Luna-Cogollo, La Luna-Urumales,
etc.) cuyo significado se sobreentiende. Renz (1959) y Ford y
Houbolt (1963) suministraron descripciones adicionales. El
término "Rubio", empleado por Gerhardt (1897-98) y otros
autores, es sinónimo en desuso de La Luna. Ocasionalmente
se ha publicado la forma incorrecta "Luna".

Localidad tipo: Quebrada La Luna, unos 200 m al
oeste de la Hacienda La Luna, 16 km al oeste de Villa del
Rosario, distrito Machiques, estado Zulia, sierra de
Perijá. La ubicación y el acceso fueron ilustrados
por Schweighauser y Boomer (1960), la columna
estratigráfica fue ilustrada por Rod y Maync (1954), y
descrita por Jordán y Scherer (1982).

Descripción litológica: La
Formación La Luna consiste típicamente de calizas y
lutitas calcáreas fétidas, con abundante materia
orgánica laminada y finamente dispersa, delgadamente
estratificadas y laminadas, densas, de color gris oscuro a negro;
la ftanita negra es frecuente en forma de vetas, nódulos y
capas delgadas; las concreciones elipsoidales a discoidales de 10
a 80 cms de diametro, son características típicas
de la formación, que permiten reconocerla en cualquier
afloramiento. Muchas de las concreciones tienen amonites y otros
macrofósiles en su interior. Las capas de caliza
varían en espesor de 1 – 2 cms hasta unos 50 cms, con
estratificación uniforme y monótona. Fracturas
frescas de las calizas tienen olor característico y fuerte
a bitumen. Detalles de secciones finas se encuentran en Hedberg
(1931) y Ford y Houbolt (1963).

En la región de Trujillo-Lara, la unidad ha sido
subdividida en tres miembros (O. Renz, 1959) denominados La
Aguada, Chejendé y Timbetes, en orden ascendente. En la
región de Táchira-Barinas, Renz nombró la
Lutita de La Morita, considerada por autores posteriores como
miembro local de las formaciones La Luna y Navay. Otra unidad que
algunos consideran como miembro de la Formación La Luna es
el Chert (Ftanita) de Táchira. En general, la
litología descrita caracteriza a la Formación La
Luna. Una excepción es el Miembro Machiques de la
Formación Apón, apreciablemente más antiguo,
cuya similitud con las calizas de la Formación La Luna
ocasionó confusión e identificaciones
erróneas en algunas de las primeras
publicaciones.

Espesor: Los espesores en la cuenca de Maracaibo
varían entre 100 y 300 metros, con tendencia a aumentar de
sur a norte. En la localidad tipo Jordán y Scherer (1982)
midieron 129 m en una sección fallada, Hedberg y Sass
(1937) estimaron casi 300 m para la misma sección. A lo
largo del frente oriental de la sierra de Perijá la
formación tiene espesores que no superan los 183 m. En el
valle del río Carache tiene 315 m y en el río Buena
Vista en Trujillo tiene 70 – 100 m. El espesor se reduce sobre el
arco de Mérida. En la concesión Barco (Colombia)
varía entre 43 a 86 m. Savian (1993) presenta un mapa
isópaco de la Fm La Luna.

Extensión geográfica: La unidad se
presenta en toda la extensión de la cuenca del lago de
Maracaibo, estado Zulia, como también en los estados
Falcón, Lara, Trujillo, Mérida, Táchira,
Barinas y la península de La Goajira, Colombia.

Expresión sísmica: la
Formación La Luna infrayace a las lutitas de la
Formación Colón en gran parte de la cuenca de
Maracaibo; tiene tres (3) grupos de reflectores fuertes,
contrastantes y contínuos, en la mayoría de las
secciones sísmicas. Estos reflectores se encuentran debajo
del reflector "caliza de Socuy", usado tradicionalmente como
"tope del Cretáceo" en las interpretaciones
sísmicas.

Expresión topográfica: la
formación ocupa una delgada franja de afloramientos en el
flanco oeste de la cuenca de Maracaibo, de topografía baja
limitada por el este por las colinas prominentes de las
formaciones La Sierra y Misoa y por el oeste por la
Formación Maraca, tambien de mayor expresión
topográfica.

Contactos: En la región del lago de
Maracaibo, la Formación La Luna en general suprayace
concordantemente a la Formación Maraca, la más alta
de las calizas conchíferas del Grupo Cogollo, e infrayace,
también concordantemente, a la Formación
Colón. Sin embargo, hacia el sur la unidad grada
lateralmente a la Formación Capacho y su contacto inferior
se define por la variación en sentido descendente a una
alternancia de tipos variables de lutita y caliza. En el contacto
La Luna-Colón, por debajo de las lutitas
características de la Formación Colón, se
presenta una extensa zona glauconítica (Miembro Tres
Esquinas), que localmente infrayace a una caliza
fosilífera (Miembro Socuy). Los primeros autores abrigaron
dudas en cuanto a la formación incluyente de estas dos
subunidades. Actualmente se considera a la caliza de Socuy como
miembro de la Formación Colón, y al Miembro Tres
Esquinas como límite superior e incluido en la
Formación La Luna, Boesi et al (1988), Romero y Galea
(1995).

Fósiles: La Formación La Luna
aparentemente se depositó en una facies euxínica y
contiene pocos fósiles bentónicos; abundan los
foraminíferos planctónicos (Rotalipora,
Globotruncana, Guembelina) y los restos de peces. Los ammonites
(Coilopoceras, Barroisiceras, Hoplitoides, Neoptychites?,
Peroniceras, Texanites) son localmente comunes Renz (1959). El
Turoniense está bien establecido por la presencia del
lamelibranquio de concha tenue Inoceramus labiatus SCHLOTHEIM, y
numerosas especies de amonites (Sutton, 1946; Liddle, 1946; Renz,
1959) entre las cuales Ford y Houbolt (1963) consideran que dos
especies, Texanites texanum ROEMER y Parelenticeras sieversi
GERDHART son índices del Santoniense. Renz (1982)
reportó una fauna de ammonites caracterizada por los
géneros Acanthoceras, Protacanthoceras, Fagesia,
Nannovascoceras, Vascoceras, Paramammites, Pseudoneoptychites,
Neoptychites, Mammites, Watinoceras, Kamerunoceras, Mitonia,
Pseudaspidoceras, Lenticeras, Hourcquia, Ankinatsytes,
Subprionotropis, Hauericeras, Paralenticeras, Eulophoceras,
Forresteria, Prionocycloceras, Harleites y Gauthiericeras. Romero
y Galea (1995) mencionan Bolivinoides culverensis y Bolivinoides
sirticus del Campaniense, recolectados del Miembro Tres Esquinas
en el tope de la formación, donde además destacan
las abundantes bioturbaciones producidas por Planolites y
Thalassinoides, indicando que el diametro de los
icnofósiles aumenta hacia el tope de la
sección.

Edad: Cretáceo: Cenomaniense a
Campaniense.

Correlación: La parte inferior de la
Formación La Luna se correlaciona por transición
lateral directa con la Formación Capacho, más
variable, en la región de los Andes, y con la
Formación Escandalosa, arenosa, en la cuenca de Barinas.
En su conjunto se correlaciona con la Formación Querecual,
litológicamente similar, de Venezuela oriental.

Paleoambientes: La formación La Luna
aparentemente se depositó en un ambiente euxínico
de aguas cuya profundidad ha sido objeto de mucha controversia.
Boesi et al (1988) indica profundidades que van de 100 m en el
Turoniense hasta aproximadamente 800 m en el Campaniense, y
mencionan condiciones euxínicas del Turoniense hasta el
Santoniense. Romero y Galea (1995) mencionan ambientes
disaeróbicos para el Miembro Tres Esquinas del
Campaniense.

Geoquímica: La Formación La Luna es
considerada la principal roca generadora de hidrocarburos de la
cuenca de Maracaibo.Garner (1926) aparentemente fué el
primero en postular la generación de hidrocarburos de las
calizas negras, finamente laminadas de la formación La
Luna. Hedberg (1931) identificó las características
generadoras de la formación mediante el análisis
geoquímico de 9 muestras provenientes del flanco
occidental de la cuenca de Maracaibo. Vierma (1984), Cabrera
(1985) y Andara (1990) han demostrado, mediante diversas
técnicas geoquímicas modernas, la
correlación crudo-roca madre de muchos de los crudos
producidos en la parte norte y central de la cuenca de Maracaibo
con las calizas bituminosas de la Formación La Luna en el
área de Machiques-Villa del Rosario.

Partes: 1, 2

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