La Biblia, Corazón Universal del Templo Masónico y de la Masonería
La Biblia, corazón universal del templo
masónico y de la Masonería –
Monografias.com
La Biblia, corazón universal
del templo masónico y de la
Masonería
Desde hace unos ciento cuarenta años se viene
discutiendo el uso de la Biblia al interior de las logias
masónicas centro y sudamericanas, francesas y
españolas. El precepto que dispone la necesidad usar la
Biblia en los templos masónicos está contenido en
el Landmark N° 21 de los 25 antiguos límites definidos
por Albert G. Mackey, y aceptados por el 95% de las logias
masónicas del mundo.
El fenómeno ha ido de la mano con el proceso de
secularización de la sociedad occidental. El alma de este
hemisferio se ha descristianizado a gran velocidad, y no ha
dejado de afectar la vida interior de las logias.
Para evitar el predominio de esas tendencias
agnósticas, ateas, y francamente anti-teistas o
anti-cristianas del mundo contemporáneo, las logias
reaccionaron definiendo por escrito una larga nómina de
Landmark, los que anteriormente se aceptaban y se
transmitían en forma de tradición oral o de leyes
consuetudinarias, pues nadie las discutía.
Pero esas antiguas marcas o antiguos límites de
la tradición, que identifican la esencia espiritual de la
masonería y sus elementos diferenciadores respecto de
otras instituciones no han sido suficientes para evitar los
conflictos y las divisiones dentro de la
institución.
Se han introducido preceptos dudosos e incluso falsos en
materias religiosas y metafísicas, que inducen malos
entendidos en numerosos temas dentro de los talleres, tanto de
las logias azules como de las logias capitulares. Tales preceptos
han entrado en contradicción con los landmarks de esencia
religiosa, y sin embargo nadie o muy poca gente parece observar
tal contradicción.
El autor de esta monografía ha escuchado a
maestros masones chilenos y argentinos que hace gala de ser
ateos, y que afirman no ser necesario el uso de la Biblia sobre
el ara de los talleres masónicos. Y también masones
creyentes que afirman lo mismo.
Tales afirmaciones causan grave perturbación en
la mente y el corazón de aprendices e incluso de profanos,
que realmente esperan algo mejor en personas que buscan la
sabiduría o que ya han avanzado algo dentro de los templos
de la Augusta y varias veces centenaria Orden.
Ha resultado una especie de escándalo (piedra de
tropiezo) esta actitud anti-bíblica en medios externos a
la masonería. Y como tal ha servido de pretexto para que
grupos evangélicos y católicos las emprendan contra
las enseñanzas espirituales de la francmasonería,
acusándola de institución atea, satanista y
luciferina. Y eso, para los que saben, está muy lejos de
ser verdad.
Para no dar lugar a más escándalos, ni
alimentar prejuicios y detener el avance de la ignorancia en el
mundo, e incluso para orientar a algunos masones despistados por
sus propios hermanos mayores, vamos a destinar este trabajo a
aclarar las razones profundas que obligan absolutamente al uso de
la Biblia como la primera joya que debe adornar el ara de los
templos masónicos, junto a la escuadra y al
compás.
Primero. Debe quedar claro que este trabajo no
está escrito desde el punto de vista confesional o el de
la defensa de alguna militancia en iglesias específicas.
Está escrito desde el punto de vista de la coherencia
interna de la doctrina masónica consigo misma, de su
propia cosmovisión, que tiene una sólida
posición supra-confesional, pero que se apoya y deriva de
confesiones religiosas pre-existentes y ya consolidadas en el
tiempo.
La biblia es la piedra fundamental del edificio de esa
coherencia y unidad espiritual. Sin ella se desploma todo el
edificio doctrinal, toda su lógica espiritual, y todo su
simbolismo pedagógico. Es decir, no está puesta en
el ara por razones arqueológicas, o de mera defensa de una
tradición vacía de significado.
No hay masonería sin la biblia abierta en los
templos masónicos. Sin la biblia la masonería
sería un cuerpo sin corazón, o un buque sin
brújula y sin timón. Vamos a explicar paso a paso
aquello, pues es importante ese análisis.
El objetivo central de este estudio es demostrar que
todo el simbolismo arquitectónico o constructivo de la
masonería y su doctrina esotérica surgen de la
Biblia. Y que, por eso, toda la argumentación presentada
por diversos tratadistas contrarios a la presencia de la Biblia
en los talleres no hace más que arañar y resbalar
sobre el edificio espiritual de la masonería.
Por eso serán siempre argumentos externos y
fútiles, basados en superficialidades y en un enorme
incomprensión acerca del misterio sagrado que esconde la
Augusta Institución. Es muy lamentable que grandes
racionalistas hayan perdido su tiempo en disparar contra la
presencia de la Biblia dentro de las logias, y al hacerlo
muestran su ceguera, tal como si su venda iniciática
aún no hubiese caído de los ojos de su
entendimiento.
A la entrada de todos los templos masónicos
existen dos columnas grandes, generalmente doradas, o negra y
blanca, o de otros colores, sobre cuyos capiteles se observa un
globo terráqueo y un globo celeste, con los mapas de las
estrellas inscrito. Una de las columnas se llama Boaz y la otra
Jakin.
Según los ritos pueden que Boaz esté a la
izquierda del que entra o a la derecha, y lo opuesto jakin. Pero
los nombres de esas dos columnas y su ubicación a la
entrada de los templos vienen de la Biblia, del libro de Reyes y
de las Crónicas.(2° Libro de Crónicas 3,15-17).
Allí se describen las columnas y sus nombres y su
ubicación a la entrada del templo de Dios en
Jerusalén, construido por mandato del rey
Salomón.
Las logias azules se llaman logias de san Juan Bautista,
pues la J y la B del nombre de san Juan Bautista están
precisamente indicados por la J y la B de las dos columnas del
templo masónico.
Elimine Ud. La Biblia y no sabríamos porque
están dentro del templo esas dos columnas. Elimine Ud.
Esas dos columnas y ya no tendríamos templo de
Salomon.
En el libro del Profeta Amós se dice que Dios ha
puesto una plomada de albañil en medio de su pueblo
Israel.(Amós 7,7-8). Así los israelitas
construirán sus muros espirituales siguiendo la
verticalidad de la ley de Dios.
El profeta Zacarías, predicando ante un auditorio
judío que contempla una Jerusalén semi-destruida y
un templo en insipiente proceso de construcción, dice que
Dios ha prometido alzar la plomada sobre la ciudad y habitarla
espiritualmente de nuevo, y llamarla Ciudad de la Verdad y de la
Paz. Si ese no es un lenguaje y una clara doctrina
masónica o constructiva en sentido moral y físico,
algo grave hay en nuestra cabeza. (Zacarías 8, 3 y 8,
16-17).
Veamos en palabras textuales algunas de las inspiradas
palabras de Zacarías: "Así ha dicho Yahvéh,
yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia, en ella
será edificada mi casa, dice Yahvéh Tsabaot, y la
plomada será tendida sobre
Jerusalén".(Zacarías 1,16). Y agrega: "Y se
unirán muchas naciones a Yahvé, en aquel
día, y me serán por pueblo, y moraré en
medio de ti…". Zacarías 2,11).
El texto es una clara alusión la unión de
las naciones bajo el estandarte constructivo y espiritual de la
masonería. Construir la ciudad de la verdad y de la paz es
un deber de todos los masones del mundo.
En otro texto del libro sagrado se dice que el altar de
sacrificios de Israel ha de ser construido con doce Piedras
brutas, o sin labrar, sin pulir, no tocadas por herramientas de
hierro.(Deut. 27,5-6). Si esto no es simbolismo masónico
no sabemos que será. Pues tanto la plomada como la piedra
bruta están dentro de todos los templos masónicos
del mundo.
Justamente en el lado meridional del templo
masónico se exhibe una piedra bruta a los pies del sitial
del Segundo Vigilante. Y se enseña que esa piedra bruta ha
de ser devastada y pulida hasta convertirse en una piedra
cúbica, con la ayuda del mazo, del cincel y de la
escuadra. Y junto al sitial del Primer Vigilante se ve una
plomada colgando de un triángulo que también sirve
de nivel.
En el libro del Exodo se dice que el altar de los
perfumes dentro del tabernáculo de Dios ha de ser un
mueble o Ara de doble cubo, o de base cuadrada y con el doble de
alto que de ancho. Y precisamente esas son las medidas de un
verdadero altar central masónico o Ara de los
juramentos.(Exodo 30,1-2).
Las palabras Tubal-caín, boaz, jakin, shibbolet,
moab, Yah, Elohim, Emanuel, Yahvéh, Noé, INRI,
Kadosh, Nahash, Tsabaot, Enoc, Eheíeh ashr Eheíeh,
Elí, Rafael, Hiram, Salomón, Nueva Jerusalén
y muchas otras, tomadas de los textos bíblicos por
profundas razones morales y teológicas, sirven en diversos
grados masónicos como palabras sagradas y de
reconocimiento o de santo y seña o de palabras de pase,
para entrar en academias superiores de trabajo
masónico.
Eliminemos la Biblia y entonces, ¿Qué
palabras usaremos? Por podar tanto las ramas, nos quedaremos sin
árbol.
El profeta Isaías dice que el templo de Dios de
Jerusalén es "casa de Dios para todas las naciones".
(Isaías 56,7). Cuando el Rey Salomón eleva una
poderosa oración al Dios del cielo, no sólo reza
para consagrar el templo de Jerusalén a la gloria de Dios
y para el bien de Israel, sino también para que cualquier
ser humano de otras naciones que mire y ore hacia el templo de
Jerusalén reciba su cuota de bendición y de
guía divina. (2° libro de Crónicas 6,32-33 y
1° de Reyes 8,41-43).
No hay por lo tanto un separatismo o exclusivismo
religioso, sin por el contrario ya existe una mirada
universalista sobre la humanidad ya en la mente de Salomón
y en la de Isaías, 900 y 700 años antes de Cristo.
Mirada universalista que desde luego no es ajena a la
inspiración divina de esos hombres y de los textos
sagrados escritos por su mandato.
Justamente son las palabras del profeta Isaías
las que iluminan y adornan el salón principal del Edificio
de las Naciones Unidas en Nueva York: "…Y VOLVERAN SUS
ESPADAS EN REJAS DE ARADO, Y SUS LANZAS EN HOCES, NO
ALZARÁ ESPADA NACION CONTRA NACIÓN, NI SE
ADIESTRARÁN MÁS PARA LA GUERRA". (Isaías
2,4). Las palabras de Isaías son reforzadas por las del
profeta Zacarías, mencionadas anteriormente.
Tal vez algunos masones del Gran Oriente de Francia y
sus admiradores de Sudamérica como el Gran Oriente Federal
Argentino y el Uruguayo, quisieran sacar ese texto de la entrada
al salón de las Naciones Unidas, porque está tomado
de la Biblia, actuando del mismo modo como han actuado dentro de
sus templos eliminando la Biblia y toda referencia al Gran
Arquitecto del Universo en sus rituales.
Incluso en el Korán y en la tradición
islámica se hace respetuosa y piadosa mención del
templo Dios de Jerusalén, desde donde el Profeta Mohamed
inició su esotérico viaje astral por los siete
cielos, después de conversar con Jesús,
Moisés y Abraham, montado en su caballo místico
Al-Burák y acompañado de Gabriel.
Mohamed asciende a los siete cielos por la
mística escalera que narra Jacob cap. 28 del
Génesis, escala espiritual que la tradición
masónica sitúa sobre el Ara central del templo, o
altar de los juramentos, y apoyada sobre la Biblia, se alza hacia
aquella dimensión que está más allá
del tiempo y del espacio, en la eternidad, poniendo al alma del
masón en contacto con El Eterno mismo.
Justamente por amor a Dios, y por veneración al
lugar impregnado de santidad donde estuvo el templo de
Salomón, el califa Omar ordenó construir
allí mismo la famosa Mezquita Al Aqsa o Mezquita de "la
Roca" de Jerusalén. Y allí también se
desplegó un gran caudal de conocimientos
geométricos y arquitectónicos, como antaño
hizo el maestro Hiram Abí.
Justamente las medidas matemáticas de ese templo
de Salomón deberían ser las medidas de todos los
templos masónicos del mundo. Diez metros de ancho y
treinta de largo. O bien en codos, como dice el texto sagrado.
Veinte codos de ancho y sesenta codos de largo.(ver 2° Libro
de Crónicas 3,3).-
No hay duda que existen super-templos masónicos
con medidas dos y tres y hasta cuatro veces más grandes
que los mencionados aquí. Verdaderas Catedrales
masónicas. Pero existen decenas de miles de templos
pequeños en todo el mundo civilizado con medidas cercanas
a las del templo primitivo de Jerusalén. Es la gran
mayoría. Pero los hay incluso más
pequeños.
Estas medidas en codos señaladas por la Biblia
son muy importantes, pues si se mencionaran en metros, se pierde
el mensaje numerológico kabalístico de los textos
sagrados.
Los masones hablan mucho acerca del cubo sagrado, o el
cubo de oro, como ser el cubo de Mitatrón, y de la piedra
cúbica en sus doctrinas iniciáticas, por ser esa la
forma del lugar santísimo del templo de Salomón.
(1° Libro de Reyes 6,20) Y por ser la forma de la Nueva
Jerusalén, arquetípica ciudad de oro, que baja del
cielo para manifestarse en la tierra como la civilización
divinamente iluminada del amor, la paz y la verdad. (Apocalipsis
21,16 y 21,2).
Como sabe toda persona culta no existe kabalah o
esoterismo judaico ni kabalah cristiana sin Biblia. Justamente
los estudios kabalísticos, tanto de vertiente judía
como cristiana, son parte de importantes e inseparable de los
estudios masónicos, sobre todo en los grados superiores.
Es más, gran parte de la estructura física y de los
movimientos rituales en todos los grados masónicos, son de
inspiración bíblica y
kabalística.
Pero como la gente no conoce la Biblia, y muchos masones
la leen con un solo ojo, debiendo utilizar tres, no pueden ver
estas cosas ni comprenderlas.
Observando ahora la Biblia como Libro de la Ley Divina o
de la Ley Moral Universal, no hay duda que los diez mandamientos
de Dios, transmitidos por Moisés, son de aplicación
planetaria. ¿Puede haber acaso una sociedad donde se rinda
culto a la mentira y al falso testimonio? ¿o una sociedad
donde se deshonre por principio al padre y a la madre? ¿O
donde se rinda culto al asesinato? ¿O donde se cultive
como un valor superior a la codicia? Con esas preguntas pretendo
asentar que no puede existir vida humana civilizada sin los
preceptos básicos de la ética, sintetizados en el
famoso Decálogo. Es un error tremebundo pensar que esos
mandamientos pertenecen a una o a dos religiones y no a toda la
humanidad.
Es lo mismo que la Biblia. Algunos masones, cegados por
sus propias ideas anti-eclesiásticas o antirreligiosas, no
se han dado cuenta que en perspectiva masónica la Biblia
ya no es sólo patrimonio de una religión
determinada, sino que pertenece a toda la humanidad que anhela
construir un mundo mejor y una civilización más
elevada.
Construir sabiamente un templo de piedras humanas
vivientes unificadas por el amor fraternal y abierto al Infinito
Ser Trascendente y Eterno, representado en la inmensidad y la
luminosidad de la bóveda celeste que se muestra en todos
los templos masónicos del mundo. Esa es la meta que
honestamente persigue la Augusta Orden sobre la
tierra.
Cada religión tiene su propia versión de
los diez mandamientos, con muy pequeñas variantes. Por lo
tanto la Biblia no deja de estar en sintonía con una moral
universal. Los errores morales que el texto sagrado contiene son
para mostrarlos como pecados, no para ser imitados. Se equivocan
por eso quienes rechazan la Biblia por sus narraciones
supuestamente inmorales.
Es la palabra Dogma lo que dificulta el buen
entendimiento de estas cosas. En su origen griego ese vocablo
indica UNA DOCTRINA FIJADA por un grupo o escuela
filosófica, religiosa o política, incluso
científica.
Existen dogmas de todos colores y tamaños. Se
trata de una doctrina o enseñanza fijada o mantenida como
dato permanente de referencia para la dirección del
pensamiento de escuelas como la Masonería, el Pitagorismo,
el Platonismo, el Catolicismo, o el Budismo, el Hermetismo o el
Taoísmo.
En masonería los ritos, el simbolismo, los
landmark, la biblia y las leyendas referidas a la
construcción del templo de Dios en Jerusalén, junto
a sus palabras sagradas y de pase, tomadas de la biblia, y la ley
moral, son LOS DOGMAS DE REFERENCIA OBLIGADA. A esos elementos
fijados se agregan en los grados capitulares la Historia de
Noé y de Enoc, y la de Moisés con su serpiente de
bronce, y la de Jesús junto a la nueva
Jerusalén.
Si todos esos elementos se toman de la biblia,
¿Porqué no ha de estar ella en el altar central del
templo? Sería incoherente e incongruente que no estuviera.
Las otras religiones y sus libros sagrados NO USAN EL SIMBOLISMO
CONTRUCTIVO O ARQUITECTONICO COMO EJE DE SUS ENSEÑANZAS
COMO LO HACE LA MASONERIA.
Por eso su uso es indispensable. Por eso se dice que es
irregular la logia que trabaja sin Biblia abierta en el ara. Cosa
que no impide que se AGREGUE otro libro sagrado cuando
corresponda jurar a un creyente de otra religión. Pero la
Biblia está puesta porque resume y contiene un conjunto de
símbolos arquitectónicos vinculados a una
visión espiritual del mundo y de la vida
humana.
Y es más, pues el uso del simbolismo
arquitectónico en la Biblia no se restringe al Antiguo
Testamento. En el Nuevo Testamento también hay numerosos
ejemplos de ese tipo de lenguaje simbólico
constructivista: Juan, Pedro y Jacobo el Mayor ERAN CONSIDERADOS
COMO LAS TRES COLUMNAS EN QUE SE ASENTABA LA IGLESIA
PRIMITIVA.(Gálatas 2,9) La misma iglesia es presentada por
Pablo COMO COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD.
Cristo es presentado como la Piedra Viva a la cual se
deben unir las piedras vivas de cada creyente.(1° Carta de
Pedro 2,4-5). "Acercaos a él, PIEDRA VIVA, desechada
ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y
preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio santo".
El propio Jesucristo habla de su cuerpo como de un
templo, en el cap. 2°, 19-21 del Evangelio de san Juan ,
cuando dice a sus adversarios: "…Destruir este templo y en
tres días lo levantaré". Dijeron los judíos:
en cuarenta y seis años fue edificado este templo y tu en
tres días lo levantarás?. Más él
hablaba del templo de su cuerpo".
Cada discípulo de Cristo es un Templo de Dios o
un Templo del Espíritu Santo.(1° Corintios 3,16-17). Y
el Propio Jesucristo es presentado por san Juan en el Apocalipsis
como LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA, es decir,
como la Estrella Flamígera con la G, al oriente de todos
los templos masónicos del mundo.(Apoc. 22,16).
Incluso el concepto de Dios como Arquitecto es utilizado
por San Pablo, cuando comenta la fe y la esperanza de notables
creyentes del pasado, dice en Hebreos 11,10" ….Porque
esperaba LA CIUDAD QUE TIENE FUNDAMENTOS, CUYO ARQUITECTO Y
CONSTRUCTOR ES DIOS".
Y en la Epístola a los Efesios Pablo hace un
discurso netamente masónico, cuando dice: "Así que
ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos y miembros de la familia de Dios, EDIFICADOS SOBRE EL
FUNDAMENTO DE LOS APOSTOLES Y PROFETAS, SIENDO LA PRINCIPAL
PIEDRA DEL ANGULO JESUCRISTO MISMO, EN QUIEN TODO EL EDIFICIO,
BIEN COORDINADO, VA CRECIENDO PARA SER TEMPLO SANTO EN EL
SEÑOR, EN QUIEN VOSOTROS TAMBIÉN SOIS JUNTAMENTE
EDIFICADOS PARA MORADA DE DIOS EN EL ESPÍRITU".(Efesios
2,19-22).
Pablo se considera a si mismo maestro arquitecto, cuando
afirma, en la Primera Carta a los Corintios 3,9-11 : "Porque
nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de
Dios, EDIFICIO DE DIOS. Conforme a la gracia de Dios que me ha
sido dada, YO TAMBIEN, COMO MAESTRO ARQUITECTO PUSE EL
FUNDAMENTO, Y OTRO EDIFICA ENCIMA; PERO CADA UNO MIRE COMO
SOBREEDIFICA, PUES NADIE PUEDE PONER OTRO FUNDAMENTO QUE EL QUE
ESTA PUESTO, EL CUAL ES JESUCRISTO".
Y muy justificadamente, para que Jesucristo no sea
piedra de tropiezo para personas creyentes pero no cristianas, la
masonería moderna ha puesto el énfasis en lo que se
llama EL VERBO o el LOGOS de Dios. Es decir, en un concepto
más filosófico y teológicamente más
amplio y universal que el Jesús como Hombre
Histórico.
Así el Jesús Dios es la Razón
infinita o Logos cósmico, que ordena el universo con sus
leyes y lo limpia de la escoria del pecado. Por eso se jura sobre
el Primer Capítulo del Evangelio de san Juan.
Allí dice: "En el Principio era el Verbo, y el
Verbo era con Dios y Dios era el Verbo". O bien. En el Principio
era el Logos y el Logos era con Dios y Dios era el
Logos".
En una interpretación más Hermética
podemos decir: En el Principio era el Pensamiento, y el
Pensamiento era con Dios y Dios era el Pensamiento. Hegel lo
interpretaría como "En el Principio era la Razón, y
la Razón era con Dios y Dios era la Razón".
Así hasta Heráclito estaría de acuerdo con
nosotros.
Esa noción del Verbo de Dios sirve hasta para
entroncar con el Bhagavad Guita, donde se nos dice que el propio
Sri Krisna es la palabra AUM creadora, preservadora y destructora
del universo.
A ambos lados del Venerable Maestro de los talleres
masónicos puede verse un sol dorado y una blanca luna.
Entre los dos símbolos se muestra un gran triángulo
con un ojo al centro. Ese sol y esa luna, como símbolos
del padre y de la madre, aparece en los sueños del
patriarca José, hijo de Jacob, en el libro del
Génesis, capítulo 37, vers. 9 y 10.
Y con ese mismo significado han sido puestos dentro del
templo, para representar la masculinidad y la femineidad como
arquetipos celestes. Y las dos columnas del templo como sus
respectivas proyecciones terrestres. Si esas representaciones del
sol y de la luna están dentro del templo, y con el mismo
significado que en la Biblia, para qué eliminar la Biblia,
que contiene la interpretación precisa del
símbolo?. Y prácticamente con los mismos
significados se usa en el lenguaje alquímico, al cual se
le agregan los metales equivalentes del oro y de la plata. Los
que también se mencionan en el texto sagrado, por ejemplo,
diciendo que el silencio es oro y la palabra es plata.
Si se enseña que la masonería es
alegórica en sus enseñanzas, ¿Por qué
eliminar la Biblia, que es fuente de excelentes alegorías
morales y teológicas?
¿No será acaso porque quienes la leen
tienen la mente prejuiciada y retorcida?
En realidad, si todas las logias del mundo
desaparecieran por alguna catástrofe cósmica o
política, y se salvara una sola Biblia, sería
posible reconstituir a partir de su texto la masonería
entera y sus templos, con todo su riquísimo simbolismo y
enseñanza espiritual, pues la Biblia contiene el ADN de la
masonería universal.
Cierro esta nutrida exposición, sin necesidad de
explotar más profundamente la profunda mina de oro que es
la Sagrada Escritura, citando unas palabras de un documento
oficial del Gran Oriente Nacional de España, donde se
afirma que la masonería española "RECONOCE Y
PROCLAMA LA ARMONIA DE LOS MUNDOS, CREADA Y SOSTENIDA POR EL GRAN
ARQUITECTO DEL UNIVERSO, QUE ES CAUSA ETERNA, LEY PRIMORDIAL Y
SUPREMA RAZÓN DEL UNIVERSO". (Página 125 del Libro
"Fundamentos Masónicos", leyes tradicionales y principios
modernos, del erudito masónico chileno Benjamín
Oviedo, edición de 1992, para circulación interna
entre los hermanos de las logias adscritas a la Gran Logia de
Chile).
Autor:
Profesor Fernando Laredo
Cárter.