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Consideraciones principales en torno al saber filosófico (página 4)



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  • Los Deberes Profesionales. Es bueno considerar
    ciertos deberes típicos en todo profesional. El
    secreto profesional es uno de estos, este le dice al
    profesionista que no tiene derecho de divulgar
    información que le fue confiada para poder llevar a
    cabo su labor, esto se hace con el fin de no perjudicar al
    cliente o para evitar graves daños a terceros. El
    profesional también debe propiciar la
    asociación de los miembros de su especialidad. La
    solidaridad es uno de los medios más eficaces para
    incrementar la calidad del nivel intelectual y moral de los
    asociados. En fin al profesional se le exige especialmente
    actuar de acuerdo con la moral establecida. Por tanto, debe
    evitar defender causas injustas, usar sus conocimientos como
    instrumento de crimen y del vicio, producir artículos
    o dar servicios de mala calidad, hacer presupuestos para su
    exclusivo beneficio, proporcionar falso informes, etc. Cuando
    un profesional tiene una conducta honesta, dentro y fuera del
    ejercicio de su profesión, le atraerá confianza
    y prestigio, lo cual no deja de ser un estímulo que lo
    impulsará con más certeza en el recto ejercicio
    de su carrera.

  • La
    antropología filosófica

    (EL PROBLEMA DEL HOMBRE)

    TITULO VI

    1. EL PROBLEMA DEL NOMBRE

    La Antropología Filosófica significa el
    conocimiento del hombre a la luz de la Filosofía.

    La Antropología Filosófica considera al hombre
    completo (alma y cuerpo) desde las causas radicales de la entidad
    propia del hombre, o sea, una sabiduría acerca del hombre
    (antroposofía).

    2. RESEÑA HISTÓRICA

    GRECIA. Los filósofos griegos buscaron al principio del
    que estaba hecha la(, ( naturaleza pero(, (también
    estuvieron interesados en los temas teológicos y
    psicológicos; estos primeros pensadores a pesar de sus
    carencias, comenzaron a perfilar las nociones de alma, vida y
    animación.

    Los sofistas fueron los primeros en situar el centro de la
    investigación filosófica en el hombre, la
    "sofistica" no hizo en rigor "ciencia" en el hombre, pues
    desembocó en agnosticismo, relativismo y escepticismo.

    Sócrates. Fundó la Ciencia y encabezó los
    pasos del saber filosófico sobre el hombre. El
    oráculo de Delfos: " Conócete a ti mismo".

    Platón. El hombre es básicamente alma espiritual
    y pensante. Dividió el alma humana en tres partes: apetito
    concupiscible, apetito irascible y la inteligencia.

    Aristóteles. Es el primer sistematizador de la
    Antropología Filosófica. Sostiene que el alma
    (forma) y el cuerpo (materia), constituyen el compuesto humano,
    el alma es única en cada hombre, tienen varias facultades
    y realiza diversas actividades: vegetativas, sensitivas y
    racionales. No cualquier alma es apta para cualquier cuerpo.
    Pasando el tiempo, el Helenismo y la Cultura Latina (estoicismo,
    epicureísmo, hedonismo, escepticismo, neoplatonismo) no
    lograron superar las alturas alcanzadas por Sócrates,
    Platón y Aristóteles en la Antropología
    Filosófica.

    CRISTIANISMO. Las tesis básicas de la Patrística
    sobre el hombre son: 1) el origen del alma por creación
    divina, 2) la libertad personal y 3) inmortalidad del alma.

    San Agustín, con sus confesiones y la ciudad de Dios es
    el autor más importante. En la Escolástica hay tres
    grandes concepciones vinculadas con la Filosofía:
    Cristianismo, Islamismo y Judaísmo.

    Tomás de Aquino. Es el autor más importante de
    la Antropología Cristiana. Sus tesis antropológicas
    se encuentran a lo largo de su ingente obra, destacando: "los
    comentarios a los libros del Alma de Aristóteles" y las
    dos sumas, "Suma contra gentiles y Suma Teológica", Summa
    Theologiae, título en latín de la principal obra
    escrita por santo Tomás de Aquino, también conocida
    por el de su traducción española, Suma
    teológica. El autor comenzó su redacción a
    partir de 1265, cuando residía en el convento de Santa
    Sabina de Roma, y la continuó en Viterbo y en
    París. Quedó inacabada debido a que santo
    Tomás falleció, en 1274, cuando aún no
    había concluido su última parte, que integraba
    cuestiones escatológicas llamadas a poner fin a su
    tratado. Éste, no obstante, constituye una las
    máximas muestras del pensamiento teológico
    cristiano de la edad media, enmarcado en el conjunto del
    escolasticismo.

    A final de la Escolástica (XIV y XV) surge una gran
    crisis y preocupación por los problemas prácticos,
    religioso, políticos y circunstanciales; el afán de
    crítica y revisión alcanza su mayor
    manifestación con el nominalismo, protestantismo en la
    Religión y el Absolutismo en la Política.

    Racionalismo y Empirismo. Descartes, el padre del pensamiento
    moderno adopta ciertos aspectos de la tradición: el alma
    humana existe y es una substancia, sin embargo modifica
    considerablemente sus significados, sobre todo por la
    separación de alma y cuerpo.

    Descartes, identifico el yo con la conciencia, admite
    relación entre alma y cuerpo pero los independiza. De
    aquí nace una fuerte división y el predominio de la
    conciencia en la Filosofía moderna, el cogito ergo sum se
    constituye como primera verdad y evidencia de la que depende todo
    saber. La esencia del alma es el pensamiento. Como "pensamiento"
    Descartes entiende todas las operaciones de voluntad, identifica
    "pensar "con toda actividad psíquica. Dio origen al
    Racionalismo y al Empirismo. El Racionalismo se centra en el
    espíritu, sus principales representantes son: Malebranche,
    Spinoza y Leibniz. El Empirismo se centra en lo sensible, los
    autores más famosos son Humme y Locke. Con estas
    corrientes, alma y cuerpo se aíslan más.

    ILUSTRACIÓN. La Ilustración está llena de
    intereses y afanes antropológicos orientados al progreso
    terrestre inmediato; se propuso la realización de la gran
    revolución (revolución Francesa) para cambiar la
    historia y establecer una nueva educación, cultura y
    sociedad; pero había obstáculos que remover: la
    monarquía cristiana y la estructura
    eclesiástica.

    J.J. Rosseau, afirma que el hombre es naturalmente bueno pero
    la sociedad y la civilización lo corrompen; es uno de los
    primeros románticos que debilitan la racionalidad, por
    exaltación de la "libertad" humana. Según Rosseau,
    el hombre se fue degradando, los ricos engañaron a los
    pobres instituyendo las "leyes" y consagrando la servidumbre y la
    desigualdad.

    Aunque Rousseau realizó una gran contribución al
    movimiento por la libertad individual y se mostró
    contrario al absolutismo de la Iglesia y el Estado en Europa, su
    concepción del Estado como personificación de la
    voluntad abstracta de los individuos, así como sus
    argumentos para el cumplimiento estricto de la conformidad
    política y religiosa, son considerados por algunos
    historiadores como una fuente de la ideología
    totalitaria.

    Kant, imprime su fuerte huella en la Antropología. Su
    antropología se refiere al hombre concreto y sensible, las
    críticas tratan del yo y especialmente del hombre moral
    ubicado por encima de la sensibilidad.

    La Filosofía Kantiana se resuelve en
    Antropología. Dice Kant: las preguntas que condensan la
    Filosofía pueden resumirse así: ¿Qué
    puedo saber?, ¿Qué debo hacer?, ¿Qué
    debo esperar? Y ¿Qué es el hombre?. A estas
    preguntas contestan respectivamente la Metafísica, la
    Moral, La religión y la Antropología. , Pero las
    tres primeras cuestiones se refieren a la última.

    Kant admite la existencia del alma, porque sin el alma no
    podría haber ética, ni libertad, ni
    inmortalidad.

    La filosofía kantiana, y en especial tal y como fue
    desarrollada por el filósofo alemán Georg Wilhelm
    Friedrich Hegel, estableció los cimientos sobre los que se
    edificó la estructura básica del pensamiento de
    Karl Marx. El método dialéctico, utilizado tanto
    por Hegel como por Marx, no fue sino el desarrollo del
    método de razonamiento articulado por antinomias aplicado
    por Kant.

    Idealismo. El alma humana ocupa un lugar importante, en
    función de un absoluto, dinámico y evolutivo que es
    y abarca todas las cosas, para Hegel, razón o idea. En el
    sistema Hegeliano, lo "humano" comprende la filosofía del
    espíritu, que se desarrolla en tres grandes etapas
    dialécticas: espíritu objetivo, subjetivo y
    absoluto.

    El idealismo provocó fuertes reacciones: Kierkegaard,
    Positivismo, Materialismo y Vitalismo. Han perdido fuerza y sin
    embargo constituyen cierto patrimonio común de la
    Antropología Contemporánea.

    ÉPOCA CONTEMPORÁNEA. Está representada
    por el Vitalismo, el pragmatismo, la Fenomenología, el
    existencialismo, la Filosofía analítica, el
    estructuralismo y otras posturas que intentan repensar ciertas
    filosofías modernas como Neopositivismo, Neomarxismo,
    etc.. La Antropología Filosófica
    contemporánea rica en temáticas y direcciones y
    asimismo, es compleja, desarticulada y se encuentra en
    crisis.

    El pensamiento cristiano contemporáneo se inicia
    con la restauración a fines del siglo XIX con la obra de
    León XIII.

    3. TIPOS DE PSICOLOGÍA

    Los conocimientos sobre el hombre pueden dividirse en
    analíticos y sintéticos. Los analíticos
    investigan partes que se tratan sin referencia directa al hombre
    completo, la medicina, la sociología, la economía,
    técnicas y artes. Los saberes sintéticos pretenden
    una visión del hombre en general, visión que
    sólo se logra estrictamente en la Antropología
    Filosófica que aspira al establecimiento de las causas y
    principios supremos más universales.

    Tanto los saberes analíticos como los sintéticos
    son valiosos, pero los sintéticos poseen mayor importancia
    y dignidad por su extensión y necesidad. Los tipos de
    conocimiento sintético sobre el hombre comprenden: a) la
    Antropología Espontánea Común, b) La
    Psicología experimental, c) La Antropología
    Filosófica.

    A) LA ANTROPOLOGÍA ESPONTÁNEA COMÚN.

    Constituye el nivel fundamental de conocimiento sobre el
    hombre. No puede demostrar sus conocimientos y verdades, no sigue
    un método y no forma un sistema de juicios bien
    organizado, no establece leyes propiamente dichas.

    Este tipo de Psicología se da por el ejercicio
    espontáneo de nuestros actos. Este nivel elemental alcanza
    todas las dimensiones humanas.

    B) LA PSICOLOGÍA CIENTÍFICA EXPERIMENTAL.

    Superior a la Psicología espontánea
    común, el saber científico sobre el hombre
    comprende dos disciplinas diferentes, la Psicología
    experimental y la Antropología Filosófica.

    Tenemos tres grandes saberes científicos: 1) las
    ciencias experimentales, 2) Ciencias Filosóficas y 3)
    Ciencias Teológicas.

    Las Ciencias Particulares o experimentales se caracterizan por
    estudiar propiedades y objetos delimitados de carácter
    fenoménico o accidental.

    Las Ciencias Filosóficas constituyen un conocimiento de
    la totalidad radical.

    La Teología Sagrada es la ciencia más noble y
    elevada de cuantas puede alcanzar el hombre.

    La Psicología experimental es una ciencia muy reciente
    que se compara con la Antropología Filosófica, su
    adolescente existencia le acarrea ciertas dificultades: una
    insuficiente sistematización; algunos la limitan a la
    conciencia y otros al comportamiento.

    C) ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA.

    Antropología Filosófica y
    Psicología experimental son distintas, no deben
    confundirse. Ambas estudian al hombre, pero difieren en su objeto
    formal, el Objeto Formal de la Antropología
    Filosófica es la entidad propia del hombre, el punto de
    vista de las causas últimas la esencia o naturaleza del
    hombre, de sus operaciones o hábitos.

    La antropología Filosófica busca llegar a
    la raíz de la realidad vital del hombre, determinar la
    estructura substancial que manifiestan los fenómenos; o
    también la existencia y naturaleza de los principios que
    cimentan y posibilitan las actividades anímicas, y que dan
    razón de la unidad y el orden de las múltiples
    actividades vitales; fundamenta la existencia humana el de
    dónde vengo, qué soy, qué sentido tiene mi
    existencia y cuál es mi destino.

    La Antropología Filosófica pertenece a la
    Filosofía de la Naturaleza. La cuestión medular de
    la Antropología Filosófica es: ¿cómo
    debe ser en general un ente, y en particular el hombre para que
    tenga actividad vital?

    La Antropología Filosófica inicia su
    investigación por lo común y esencial de los
    vivientes, el alma es lo más común y esencial de
    los seres vivientes, su conocimiento es central y necesario.
    Distinción no es necesariamente oposición ni
    antagonismo. En cuanto a la dignidad y profundidad del saber, la
    Antropología Filosófica es superior a la
    Psicología Experimental porque la naturaleza o esencia
    substancial de algo es más noble que sus fenómenos.
    En consecuencia, hay mayor necesidad de una guía
    filosófica para el Psicólogo experimental, que una
    necesidad de "guía experimental" para el filósofo.
    Lo que la Psicología experimental puede aportar es un
    mayor o mejor refinamiento de la experiencia.

    4. MÉTODO DE LA ANTROPOLOGÍA
    FILOSÓFICA

    En general, método es el orden a seguir para
    alcanzar un fin. En las Ciencias método es el camino para
    descubrir y alcanzar la verdad, el método depende del
    objeto (formal y material) o verdad de las ciencias y nunca al
    revés.

    Son reglas generales del método: 1)partir de lo
    evidente, 2)analizar o dividir un problema complejo para estudiar
    sus partes; 3)componer o sintetizar las partes distinguidas en
    atención a unidad de lo real y a la unidad del
    conocimiento, 4)revisar los pasos anteriores para evitar
    omisiones o agregados impertinentes.

    Toda ciencia tiene que demostrar y también ser
    capaz de refutar las opiniones falsas.

    El método de la Antropología
    Filosófica comienza con la experiencia, primero de sus
    evidencias, después emplea el análisis y las
    síntesis mentales, define de modo propio, clasifica,
    prueba, refuta, y en particular recurre a la
    introspección. En sentido amplio la introspección
    es la mirada que el hombre orienta a su interior o a la
    conciencia para considerar la naturaleza y el desarrollo de los
    actos psíquicos. Tomás de Aquino afirmaba que la
    ciencia del hombre posee certeza porque la podemos experimentar
    en nosotros mismos.

    5. IMPORTANCIA DE LA ANTROPOLOGÍA
    FILOSÓFICA

    El mayor absurdo y frustración consiste en "vivir
    por vivir", vivir "vegetando".

    Por muchos títulos, la Antropología
    Filosófica es una ciencia excelente y sublime; posee una
    altísima dignidad porque el hombre es lo más
    perfecto que hay en el universo. En cuanto a la vida
    práctica, en cuanto a la vida práctica, la
    Antropología Filosófica resulta quizá el
    saber más servicial de todos cuantos desarrolla el hombre:
    es la ciencia directiva y orientadora de todos sus conocimientos
    y de todas sus actividades. La auténtica filosofía
    está a disposición de l vida humana, vivir
    filosofando y filosofar viviendo con toda intensidad.

    Toda actividad humana depende del conocimiento, cuanto
    la actividad humana se aparta de la verdad o la ignora, sus actos
    y libertad se corrompen.

    Si existe un fin de nuestros actos querido por sí
    mismo, y los demás por él, ese fin no solo
    será bien, sino bien soberano.

    Nuestros tiempos, que ofrecen las maravillas de una
    civilización técnica sorprendente e inconmesurable,
    reclaman angustiosamente la presencia y orientación de una
    sabiduría de lo humano, una antroposofía, que
    recupere la dignidad humana y el puesto directivo del ser del
    hombre en el universo; la técnica es para el hombre, no el
    hombre para la técnica; EL HOMBRE MÁS VALE POR LO
    QUE ES QUE POR LO QUE FABRICA.

    "Conócete a ti
    mismo".

    Filosofía del
    Derecho

    TUTULO VI

    1 CORREINTES IMPORTANTES DEL LA FILOSOFÍA DEL
    DERECHO

    JORGE HEGEL (1770-1831).

    Nacido en Stuttgart el 27 de agosto de 1770.
    Filósofo alemán. Es considerado como la figura
    más representativa de la Filosofía Clásica
    Alemana y, se orientó hacía la formación de
    un sistema idealista objetivo, mejor conocido como el Panlogismo
    Dialéctico.

    Publicó en Nuremberg otro de sus más afamados
    escritos, Ciencia de la Lógica (1812-1816). Poco tiempo
    después, publicó de forma sistemática sus
    pensamientos filosóficos en su obra Enciclopedia de las
    Ciencias Filosóficas (1817).
    Su última gran obra publicada fue La
    Filosofía del Derecho (1821).

    2 EL IDEALISMO ABSOLUTO.

    El fundamento de todos los fenómenos (naturaleza,
    sociedad, espirito humano) es el Espíritu universal y
    eterno, que Hegel denomina: "Idea Absoluta, Espíritu
    Absoluto o Conciencia de Dios". Este absoluto, cosa en sí,
    es cognoscible, por el método dialéctico. Hegel
    identifica el pensamiento con el ser: "todo es pensamiento, nada
    hay fuera del pensamiento, el pensamiento es el ser".

    3 EL PANLOGISMO.

    Es un punto de vista de Hegel, según el cual: "Todo es
    pensamiento y nada hay fuera del pensamiento", a lo cual
    también se le conoce con el nombre de "intelectualismo":
    En el sistema de Hegel las cosas son lo que son pensadas y las
    formas subjetivas del conocimiento son también formas
    objetivas de la realidad. Por eso las leyes matemáticas de
    los fenómenos físicos son también leyes del
    pensamiento; por lo que no hay división entre el hecho y
    la idea; entre la esencia y el fenómeno, versión
    con la cual podemos llegar a la conclusión de que cuando
    el pensamiento se eleva de lo concreto a lo abstracto, no se
    aleja de la realidad sino que se acerca más a ella.

    Su sistema se compone de tres partes: Lógica,
    Filosofía de la Naturaleza y Filosofía del
    Espíritu.

    Para Hegel la lógica es ciencia de la verdad, una
    verdad que no puede conocerse unilateralmente mediante un
    sólo concepto, sino mediante un sistema de conceptos, en
    el cual la verdad del concepto inferior se encuentra en el
    concepto superior, en un recorrido ascendente, de atrás
    hacia adelante, en que cada estadio encuentra su verdad en el
    anterior, hasta llegar a la idea absoluta.

    4 LÓGICA.

    La naturaleza en sí es en sí espacio y tiempo;
    por sí, materia y movimiento; en y por sí,
    mecanismo. La naturaleza por sí o física es en
    sí materia universal; por sí, cuerpos aislados; en
    y por sí, proceso químico. La naturaleza en y por
    sí u organismo es en sí reino geológico; por
    sí, reino vegetal; en y por sí, reino animal.

    5 FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA.

    Para Hegel, espíritu es un momento de la
    evolución del absoluto: "Una entrada en sí mismo,
    la mismidad, el ser para sí". La Filosofía del
    Espíritu trata del espíritu universal que retorna
    de la esfera natural "a sí". En la teoría del
    espíritu, Hegel presenta su teoría de la sociedad,
    estudiada, como es lógico, en forma idealista y hace un
    enfoque de la vida individual y social del hombre. Siguiendo el
    sistema de trinidades dialécticas, reconoce tres grados:
    El espíritu objetivo, el espíritu subjetivo y el
    espíritu absoluto.

    6. EL SISTEMA FILOSOFICO.

    Se manifiesta en tres formas: Derecho, Moralidad y Eticidad o
    Costumbre: Es el mundo de la libertad y, el auto desarrollo de la
    libertad es el Derecho; por ello la doctrina del espíritu
    es la Filosofía del Derecho: "En este estado el
    espíritu objetivo tiene su forma suprema".

    Fuera del hombre, para Hegel existe una realidad espiritual
    que no es de ninguna persona individualmente considerada, sino
    que está representada en el Estado como figura suprema;
    por encima del Estado no hay nadie, sino el absoluto, por lo que
    la libertad se realiza sólo en el Estado y su
    expresión es el Derecho.

    DERECHO

    Para Hegel, cuando la persona jurídica se convierte en
    un sujeto moral, la libertad se eleva a un plano más alto:
    "No se trata del bien de un sujeto determinado, sino, al mismo
    tiempo del bien del otro, el bien de los demás". La
    misión de la Moral consiste encontrar el camino que lleva
    a poner en concordancia o sintonía los actos de diversos
    sujetos, de modo que dicha concordancia no sólo sea el
    resultado de las prohibiciones (Derecho), sino que se desprendan
    del propio sentir de los sujetos.

    MORALIDAD. Principios filosóficos de la
    ética

    ETICIDAD, la fuente costumbrista.

    Es la verdad del espíritu subjetivo y del
    espíritu objetivo; los contiene a ambos, pero
    superándolos y corrigiéndolos. Hegel traza una
    línea divisoria entre Estado y sociedad civil: "La familia
    y la sociedad civil son formas finitas del espíritu
    objetivo; pero el estado se revela en forma infinita".

    7. EL POSITIVISMO.

    El Positivismo "es un movimiento o corriente filosófica
    y, más propiamente un método que surge como
    instrumento aplicable y destinado a actuar en todos los campos de
    la cultura".

    El Positivismo: a) Es antimetafísico, ya que niega la
    existencia de una verdad absoluta; y, B) Todos los
    fenómenos del universo obedecen a leyes que los ligan de
    manera estrecha e indisoluble..

    Su inicio lo encontramos en Francia, siendo Augusto Comte su
    Fundador (Siglo XIX). Sus corrientes y representantes, son:

    8. POSITIVISMO BIOLÓGICO NATURALISTA. Sus
    representantes son:

    Carlos Darwin (1809 – 1889).

    Nació en Shrewsbury (Shropshire), el 12
    de febrero de 1809. Científico británico que
    sentó las bases de la moderna teoría evolutiva.
    Para él, "la lucha por la existencia es la que determina
    la selección natural, donde sobreviven los más
    aptos y desaparecen los más débiles, al no poder
    resistir las terribles luchas".

    Jean Baptiste de Lamacrk (1774 – 1829).

    Lamarck nació en Bazentin-le-Petit. Biólogo y
    zoólogo francés especializado en invertebrados que
    formuló una de las primeras teorías de la
    evolución.

    Publicó una impresionante obra en siete
    volúmenes, Historia natural de los animales invertebrados,
    (1815-1822). Según él, las especies vivientes
    están evolucionando continuamente, de manera que acaban
    diferenciándose notablemente de las formas primitivas.
    Cada transformación ocurre como consecuencia de la
    adaptación de cada una de las especies al medio
    ambiente.

    9 POSITIVISMO BIOLÓGICO EVOLUCIONISTA. Sus
    representantes son:

    Herber Spencer (1820 – 1903).

    Teórico social inglés, considerado el padre de
    la filosofía evolucionista. Spencer nació en Derby
    (Reino Unido) y su formación fue autodidacta.
    Destacó por sus investigaciones sobre el cambio social
    desde la perspectiva evolucionista. "Considera la
    evolución como el paso de lo homogéneo a lo
    heterogéneo, de lo simple a lo compuesto, de lo
    desordenado a lo ordenado".

    Jhon Staurt Mill (1806 – 1873).

    Filósofo y economista británico, nacido en
    Londres. Se le considera figura puente entre la inquietud del
    siglo XVIII por la libertad, la razón y la
    exaltación del ideal científico y la tendencia del
    XIX hacia el empirismo y el colectivismo. En filosofía,
    sistematizó las doctrinas utilitaristas de su padre y de
    Jeremy Bentham en obras como Utilitarismo (1836), donde
    defendía que el conocimiento descansa sobre la experiencia
    humana y ponía de relieve el papel de la razón
    humana. En economía política, defendió
    aquellas prácticas que creía más acordes con
    la libertad individual, y recalcó que la libertad
    podía estar amenazada tanto por la desigualdad social como
    por la tiranía política, ideas que expuso en el que
    quizá sea el más famoso de sus ensayos, Sobre la
    Libertad (1859).

    10. POSITIVISMO JURÍDICO sus representantes son:

    Jhering Rudolf Von (1818 – 1892).

    Nació en Aurich, Alemanía. Jurista
    alemán. Ejerció una gran influencia en el
    desarrollo de las doctrinas jurídicas modernas, al
    considerar el Derecho más como un producto social que como
    una elaboración doctrinal. En su libro El Espíritu
    del Derecho Romano (1852), introduce la definición del
    Derecho Subjetivo como «un interés
    jurídicamente protegido», y posteriormente, en La
    Lucha por el Derecho (1872) y El Fin en el Derecho (1877),
    remarca que «la finalidad es el elemento configurador de
    los institutos jurídicos» y que «el Derecho se
    impone a través de la lucha».

    Georg Jellinek (1851 – 1911).

    Nació en Leipzig – Alemania. Fue un jurisconsulto. En
    sus varias publicaciones sobre Filosofía del Derecho y
    Ciencia Jurídica sostiene que la soberanía recae en
    el estado y no en la nación, tal como se demuestra
    claramente en "Teoría general del Estado", una de sus
    obras más reconocidas.

    Franz Von Liszt (1851 – 1919).

    Nació en Viena – Austria. Orienta al positivismo al
    plano criminológico y penal dentro de una dirección
    finalista. El objeto del Derecho penal es la defensa más
    enérgica de los intereses especialmente dignos y
    necesitados de protección. El delito y la pena tienen un
    carácter social.

    Enrico Ferri (1856 – 1959).

    Nació en Benedetto-Po, Roma. Criminalista y
    político italiano. Fue el autor de un Proyecto de
    Código Penal (1921). Es el máximo representante
    italiano de la Escuela Positivista de Derecho Penal y está
    considerado como el creador de la criminología moderna.
    Destacan sus obras Sociología criminal (1892) y Estudio de
    la criminalidad (1901).

    Cesar Lombroso (1835 – 1809).

    Nació en Verona – Italia. Principal expositor de la
    Escuela Positiva italiana juntamente con Enrico Ferri
    (Sociólogo), y Rafael Garófalo (Jurista) fundan la
    Escuela Positiva. Elaboró su teoría del delincuente
    nato y del genio loco, considerando que las dotes
    psíquicas dependen del organismo, en la misma forma en que
    la fisiología depende de la anatomía. Quiso
    individualizar el tipo de hombre delincuente y también del
    genio, pero para él, delincuencia y genialidad no serian
    otra cosa que dos anomalías orgánicas.

    Rafael Garofalo (1851 –

    Abogado y criminólogo italiano, autor de "La
    Criminología". Luego de Enrico Ferri, es considerado el
    seguidor más importante de Cesar Lombroso. Su
    contribución importante fue la formulación de una
    teoría del "Crimen Natural".

    11. POSITIVISMO JURÍDICO SOCIOLÓGICO: Sus
    representantes son:

    Otto Von Gierke (1841-1921).

    El Derecho es producto de las asociaciones en general y del
    pueblo, del sentido colectivo de la justicia, vale decir que su
    fuente es la conciencia común de la existencia social. El
    Estado interviene no para crearlo, sino para reconocerlo, de modo
    que el Derecho implica coerción o violencia del
    Estado.

    León Duguit (1859 – 1928).

    Sostiene una concepción del Derecho Objetivo y niega la
    existencia de s subjetivos e incluso de la propia noción
    de persona jurídica o sujeto de y que el Estado tenga
    personalidad jurídica.

    Augusto Comte (1798 – 1857).

    Fue el creador del positivismo. Para Comte, la
    evolución de la humanidad había pasado por tres
    estadios, caracterizados cada uno por el criterio con que el
    hombre juzga los fenómenos. Primeramente habla del estadio
    teológico, en el cual el hombre intenta explicar los
    fenómenos mediante cosas que trascienden a la experiencia,
    de modo que son considerados como una realidad misteriosa, fuera
    del fenómeno mismo. El segundo estadio es el que denomina
    estadio metafísico, ya que el hombre trata de encontrar la
    explicación de los fenómenos en algo que trasciende
    a la experiencia, pero lo concibe como interna a él. El
    tercero es el estadio positivo, que surge cuando el hombre ha
    llegado a comprender que la explicación del
    fenómeno está en otro fenómeno ligado a
    él indisolublemente.

    12. EL HISTORICISMO JURÍDICO.
    CONCEPTO.

    Se consagra a estudiar el "Derecho", que es el porqué
    de su existencia y de sus diversas modalidades a través de
    los tiempos y a lo largo de las naciones, considerándolo
    como condicionado al clima, a la geografía y a otros
    factores similares, o bien como producto del espíritu
    objetivo o del espíritu del pueblo.

    PRECURSORES. Sus precursores son:

    Juan Bautista Vico (1668 – 1744).

    Uno de sus pensamientos reza: "La filosofía debe
    levantar y dirigir al hombre caído y débil; no
    retorcer su naturaleza ni abandonarlo en su corrupción".
    Vico dedicó más de cuarenta años de su vida
    a la enseñanza privada, siendo nombrado historiador del
    Rey en 1734.

    Para Vico, el criterio de verdad es lo producido o lo causado:
    verum est factum. El hombre sería, en su mundo, una figura
    análoga a Dios, en tanto que sus verdades las crea
    él. Este mundo de la verdad es el mundo ideal, donde el
    hombre produce su objeto, como en las Matemáticas, la
    Metafísica y la Filosofía de la Historia.
    Así, Dios y la Humanidad son los grandes objetos del
    saber, de la Religión y el Derecho respectivamente.

    Carlos de Montesquieu (1689 – 1755).

    Célebre pensador francés, autor de obras como:
    El Espíritu de las Leyes, Defensa del Espíritu de
    las Leyes, Cartas persas.

    Sostiene la tesis de que la sociedad humana se encuentra
    sujeta a leyes naturales, de la misma manera que el resto de los
    fenómenos del Universo y, en ella podemos apreciar
    diversas etapas, siendo la etapa primitiva un régimen de
    igualdad y paz entre los hombres.

    Los fenómenos sociales están en constante
    transformación, debido a causas determinantes como son el
    clima, el suelo y las particularidades geográficas, o la
    economía, la religión y las instituciones
    políticas, lo cual constituye la llamada "Doctrina
    Geográfica".

    13. REPRESENTANTES DE LA CORRIENTE DEL HISTORICISMO
    JURIDICO.

    Gustavo Hugo (1764 – 1840).

    Sus principales obras fueron el "Tratado de Derecho Natural",
    "Enciclopedia Jurídica e Instituciones de Derecho
    Romano".

    Sostiene que el Derecho evoluciona, conjuntamente, con el
    lenguaje, e igual que éste, el Derecho se va formando de
    por sí, independientemente de toda influencia, sin la
    influencia de otros elementos y sin la necesidad de las
    órdenes de nadie. En resumen, la doctrina de Hugo se
    reduce a sostener que todo lo existente es legal; y en
    consecuencia, los hábitos que se van formando en los
    pueblos, las costumbres que van radicándose, las
    tradiciones que se han afirmado, las instituciones que se
    mantienen, son legales, porque así se han afirmado
    históricamente.

    Federico Carlos de Savigny (1779 – 1861).

    Savigny sostiene que el Derecho, como el lenguaje, tiene un
    carácter peculiar, definido, que les impone la conducta
    particular de un pueblo dado. En el Derecho, como en el idioma,
    como en las costumbres, halla su expresión clara, "la
    convicción general" del pueblo; el Derecho no es la
    declaración arbitraria del legislador que hace la ley,
    sino un producto orgánico "del espíritu del
    pueblo", de la "conciencia popular". Estas expresiones revelan
    una idealización del Derecho y la enunciación de su
    nacimiento hermético.

    Jorge Federico Puchta (1798 – 1846).

    Puchta, seguidor de Savigny, en sus obras "Derecho
    Consuetudinario" (1828) y "Curso de Instituciones" (1841), expuso
    su tendencia nacionalista cerrada; su idea de que el Derecho es
    el resultado de la actividad del pueblo, producto del
    "espíritu popular". Escribe: "La originalidad del pueblo
    se manifiesta en su Derecho, lo mismo que en su lenguaje y en sus
    hábitos". El Derecho es la expresión de la
    "conciencia general del pueblo", de la "voluntad general de todos
    los participantes de la comunidad jurídica".

    La norma jurídica tiene vigencia en virtud del
    reconocimiento que le hace la "convicción general de la
    comunidad". Con estas afirmaciones Puchta le otorga un
    reconocimiento absoluto al Derecho consuetudinario y un rechazo
    al Derecho creado por el legislador (que era el reclamo formulado
    tímidamente por la burguesía de su tiempo). Extrema
    su pensamiento en ésta proposición: "El Derecho
    tiene su propia historia", con lo cual, el Derecho se desarrolla
    independientemente de toda influencia, en los hábitos,
    costumbres y tradiciones del pueblo. De esta manera idealiza la
    actividad popular y hace del Derecho una superstición, una
    mística que considera una realidad orgánica al
    "espíritu nacional", a la "conciencia de la comunidad
    nacional".

    14. LA IZQUIERDA HEGELIANA.

    Más conocida y activa y, efectivamente
    victoriosa en el plano ideológico de la férrea
    coherencia interna de los principios hegelianos. La Izquierda
    Hegeliana procede en sentido contrario a la Derecha, es decir, a
    partir de la demolición radical de toda estructura
    metafísica y teológica del pensamiento, reduciendo,
    por un lado, la realidad propia de la esfera racional a lo finito
    (L. Feuerbach, Gedanken über Tod und Unsterblickeit,
    Nuremberg 1831), y, por otro, el aspecto religioso a la simple
    figura histórica de Cristo (Strauss, Das Leben fesu, 2
    vol., Tubinga 1835-1836). Por eso, su mérito es haber
    visto y denunciado las contradicciones internas de la
    dialéctica de Hegel a todos los niveles (religioso,
    político, especulativo, etc.).

    El cometido histórico de la Izquierda Hegeliana ha
    sido, pues, la superación del punto muerto en que con la
    escolástica hegeliana se encontraba el pensamiento
    moderno, descubriendo precisamente que su esencia y su coherencia
    estaba en la afirmación del ateísmo y de la
    revolución social. En la Izquierda hegeliana conviene
    distinguir una triple dirección o tendencia: a)
    liberal-nacional (en la que se incluyen también algunos
    representantes del Centro; b) individualista-anárquica,
    como B. Bauer, M. Stirner; y, c) radical, como Feuerbach,
    Strauss.

    Nació en Tréveris en 1818, hijo de un abogado
    judío. Estudió en Bonn y en Berlín y se
    doctoró en Jena en 1841 con una disertación sobre
    la filosofía de Epicuro. Marx, que en sus estudios se
    había ocupado principalmente de la filosofía
    hegeliana, tuvo en Francia ocasión de conocer el
    socialismo más de cerca. En 1847, Marx y Engels recibieron
    el encargo de elaborar una declaración de principios que
    sirviera para unificar todas estas asociaciones e integrarlas en
    la Liga de los Justos (más tarde llamada Liga
    Comunista).

    El programa que desarrollaron —conocido en todo el
    mundo como el Manifiesto Comunista— fue redactado por
    Marx basándose parcialmente en el trabajo preparado por
    Engels y representaba la primera sistematización de la
    doctrina del socialismo moderno. Las proposiciones centrales del
    Manifiesto, aportadas por Marx, constituyen la concepción
    del materialismo histórico, concepción formulada
    más adelante en la Crítica de la economía
    política (1859). Según se explica en estas tesis,
    el sistema económico dominante en cada época
    histórica, por el cual se satisfacen las necesidades
    vitales de los individuos, determina la estructura social y la
    superestructura política e intelectual de cada periodo. De
    este modo, la historia de la sociedad es la historia de las
    luchas entre los explotadores y los explotados, es decir, entre
    la clase social gobernante y las clases sociales oprimidas.
    Partiendo de estas premisas, Marx concluyó en el
    Manifiesto que la clase capitalista sería derrocada y
    suprimida por una revolución mundial de la clase obrera
    que culminaría con el establecimiento de una sociedad sin
    clases. Esta obra ejerció una gran influencia en la
    literatura comunista posterior y en el pensamiento revolucionario
    en general; ha sido traducida a multitud de lenguas y de ella se
    han editado cientos de miles de ejemplares.

    15. KART MARX (1818 – 1883).

    Pensador y economista político alemán, fundador,
    junto con Karl Marx, del socialismo científico o
    comunismo. Nació en Barmen (en la
    actualidad Wuppertal) en el seno de una rica familia protestante.
    Desde joven estuvo influido por los trabajos del poeta radical
    Heinrich Heine y del filósofo Georg Wilhelm Friedrich
    Hegel y en 1839 empezó a escribir artículos
    literarios y filosóficos para distintas revistas y
    publicaciones. En 1842 se hizo partidario de las ideas comunistas
    gracias al socialista alemán Moses Hess.

    Ese mismo año conoce a Karl Marx, quien le inicia en el
    cartismo, que abogaba por el derecho de voto de los trabajadores.
    En estos años inicia la carrera de Economía
    política, sin dejar de colaborar en distintas
    publicaciones. Los conocimientos que adquiere le llevan a la
    conclusión de que la evolución económica era
    la base de la historia y que la propiedad privada era la
    raíz de todos los males. A juicio de Engels, sólo
    el enfrentamiento entre las clases y la creación de un
    estado comunista acabarían con estos problemas. La
    línea ideológica de su pensamiento se resume en "La
    situación de la clase obrera en Inglaterra", que publica
    en 1844.

    Si Marx se ocupó de los aspectos políticos,
    Engels se inclinó por el estudio de la economía
    política. En colaboración con éste
    publicó "La Sagrada Familia", "La ideología
    alemana" y "Manifiesto comunista", obra de gran
    repercusión en las esferas comunistas.

    16. FRIEDRICH ENGELS (1820-1895).

    El materialismo histórico quiere ser una teoría
    científica sobre la formación y desarrollo de la
    sociedad. Mediante una teoría económica,
    histórica y filosófica intenta descubrir las leyes
    que rigen el cambio social y presenta un método para la
    interpretación de los conflictos sociales y su
    transformación. La estructura social y el motor del cambio
    no son las voluntades de las personas tomadas individualmente, ni
    las ideas, ni mucho menos la voluntad divina, sino lo material,
    la vida económica y social reales del hombre, las
    necesidades económicas y los intereses económicos
    de los distintos grupos sociales.

    ORIGEN DEL MATERIALISMO HISTORICO.

    Doctrina de Marx, Engels y de sus seguidores. Los factores que
    determinaron la aparición del marxismo fueron: a) la
    economía política inglesa; estudiada y criticada
    por Marx en "El Capital". El marxismo aspira a explicar la
    explotación del hombre a partir de la comprensión
    de los mecanismos y leyes de la vida económica; b) la
    práctica revolucionaria; desde sus mismos orígenes
    el marxismo se presenta como un movimiento revolucionario, por lo
    que la historia del propio marxismo está trabada con la
    historia del movimiento obrero; c) la filosofía alemana:
    Marx se inicia en filosofía con el estudio y
    crítica de la filosofía hegeliana, participando en
    el movimiento filosófico denominado "izquierda hegeliana".
    En esencia, el marxismo es una doctrina consistente en
    interpretar el idealismo dialéctico de Hegel como
    materialismo dialéctico, y que aspira a conseguir una
    sociedad sin clases.

    • EL MARXISMO.

    • EL SOCIALISMO CIENTIFICO.

    Con el Capital, Marx deja claro que la política
    económica dirigida por el capitalismo no llevará a
    nada bueno, lo cual es una crítica radical al capitalismo
    y la sociedad burguesa. Afirma que el trabajador nunca recibe la
    totalidad del valor de su trabajo. Aborda el tema de lo que Marx
    denomina plusvalía, resultado de la explotación del
    trabajador por parte del capitalista o dueños de los
    medios de producción. Esto provocará
    inevitablemente una resistencia de los obreros, que dará
    lugar a un enfrentamiento capital-trabajo.

    Es donde Marx afirma entonces, como las relaciones
    obrero-patronal se desgastan y entran en conflicto dado el modo
    de producción, por lo cual será necesario una
    confrontación para abrir paso a un nuevo modo de
    producción en el que exista la igualdad social y se
    dé la extinción del Estado por sí mismo.

    17. LA DERECHA ANTIHEGELIANA.

    Está formada principalmente por los discípulos
    directos de Hegel y por los pensadores que han aceptado y
    desarrollado, en filosofía y teología, el elemento
    conservador de la especulación hegeliana. Mantienen una
    actitud conservadora, de los valores tradicionales, sobre cuatro
    puntos fundamentales: a) la armonía positiva entre
    razón y fe; b) la centralidad del dogma cristiano,
    trinitario (TRINIDAD SANTÍSIMA) y especialmente
    cristológico (Cristo como Hombre – Dios en el que,
    según Hegel, la humanidad alcanzó la conciencia de
    su identidad con Dios); c) la consiguiente inmortalidad del
    espíritu o elevación (superación) de la vida
    e historia humana más allá de los límites
    del tiempo; y d) como cuestión metafísica de fondo,
    la discusión sobre las relaciones entre lógica y
    metafísica, que Hegel había dejado en la sombra al
    identificar sustancialmente lógica y metafísica. La
    Derecha hegeliana se concentró particularmente en torno a
    estos problemas. En Política y en Economía, la
    Derecha hegeliana se caracterizó sobre todo por su
    tendencia liberal conservadora, favorable a las reformas
    graduables, y hostil a los conflictos abiertos y a la lucha de
    clases.

    Sus principales representantes son los siguientes: C.
    Marheineke (1780-1846); K. F. Góschel (1781-1861); H. G.
    Hotho (1802-73); Fr. W. Carové (1789-1852); J. E. Erdmann
    (1805-92); K. Fischer (1824-1907); E. Gans (1798-1839); H. F.
    Hinrichs (1794-1861); K. L. Michelet (1801-93); K. Rosenkranz
    (1805-79); C. Róssler (1820-96).

    "Es un fenómeno mental originado sólo por la
    esencia interna del individuo cognoscente, dejando al pensamiento
    humano una función que no es la de penetrar en la esencia
    de las cosas y de los fenómenos".

    Sostiene que el Derecho no puede ser el resultado de procesos
    racionales. Afirma que lo que se encuentra más allá
    de las cosas humanas, podrá creerse o vislumbrarse
    místicamente, pero no conocerse o saberse racionalmente,
    ni científicamente. Sustenta la tesis de que el ser y las
    leyes naturales no son absolutas y necesarias, sino contingentes
    o de necesidad relativa. No son necesarias, ni en relación
    a su existencia, ni al principio que lo fundamenta, o sea, la ley
    de causalidad. La teoría irracionalista que más
    influencia tuvo en la formulación de explicaciones sobre
    el Derecho, fue el "INTUICISMO de Henri Bergson, variedad de la
    llamada "Filosofía de la vida".

    Concepto de Irracionalismo Jurídico.

    Esta teoría de Henri Bergson (1859—1941),
    considerada como una modalidad de la Filosofía de la Vida
    es una dirección del racionalismo que permite la
    formulación de explicaciones sobre el Derecho.

    Representa una lucha contra la ciencia y un descrédito
    de la razón por una parte y, por otra una defensa del
    idealismo, suplantando la razón por la intuición
    mística.

    Como la razón no puede penetrar la esencia de las cosas
    ni llegar a conocer en profundidad la vida, limitándose la
    inteligencia a la superficie de los acontecimientos, se precisa
    buscar y utilizar otra vía diferente a la intelectual, que
    no puede ser otra que la intuición.

    La intuición es entendida por Bergson como un aspecto
    de la actividad cognoscitiva llevada al plano de lo absoluto; es
    una capacidad de síntesis de la mente humana contrapuesta
    de manera absoluta al análisis, pensamiento teórico
    y a la experiencia.

    Por la intuición captamos lo absoluto que es impulso
    vital que se abre camino persistentemente a través de la
    materia inerte, animándola, convirtiéndola en
    vida.

    Henri Berson y el Intuicionismo.

    • François Gény y la Teoría del
      Derecho Libre: Lo dado y lo construido.

    Pone de relieve la necesidad de tener bien presente lo
    dado (la realidad social), lo construido (la norma) y el Derecho
    racional y libre.

    Geny sostiene en su obra "Métodos de
    interpretación y fuentes del Derecho privado", que las
    fuentes formales del Derecho no cubrían todo el campo de
    la actividad judicial, dejándosele al juez, en
    consecuencia, un campo libre de acción discrecional,
    dentro del cual él pudiera ejercer una actividad mental
    creadora, como resultado de la investigación
    científica libre y no signada por sus sentimientos
    personales, dirigida a satisfacer los deseos de los litigantes,
    siempre que ello fuera compatible con los fines generales de la
    sociedad.

    Con el movimiento del Derecho libre, el juez no es un simple
    intérprete mediante procedimientos lógicos de un
    sistema conceptual contenido en el Derecho, es un investigador de
    los intereses en pugna.

    Cabe destacarse que la Teoría del Derecho Libre orienta
    a la Ciencia Jurídica hacia la sociología, tratando
    de investigar las bases sociales y económicas del Derecho;
    pero trae sus riesgos, el convertir al juez en un creador y libre
    renovador del Derecho, dejando de ser un simple
    intérprete, celoso y fiel de la ley, sacrificando la
    objetividad, la imparcialidad y la certeza del Derecho, como
    verdadera garantía de la libertad.

    Filosofía
    política

    El Estado surge como un mal necesario a fin de
    garantizar paz y seguridad, así. Como para terminar con el
    estado natural de guerra perpetua entre los hombres.

    THOMAS HOBBES

    TITULO VII

    2. NATURALEZA DE LO POLÍTICO Y AUTORIDAD
    POLÍTICA

    Para hablar de la naturaleza del régimen
    político se hace necesario repasar un poco sobre la obra
    del filósofo cristiano Santo Tomás de Aquino, quien
    dice que el hombre es el producto más notable de la
    naturaleza, pues viene a este mundo desnudo, descalzo y
    desarmado, pero que, en cambio, la naturaleza lo ha dotado de la
    razón, el habla y las manos, con las que logra con el
    tiempo cuidar de sí mismo y satisfacer sus necesidades
    según van surgiendo (Fortin, 1996 p. 248).

    Sin embargo -dice Ernest L. Fortin (1996 p. 248)-, obtener
    todo lo que necesita para mantenerse está más
    allá de la capacidad de un solo individuo. Así, con
    objeto de subsistir durante los años que preceden al
    desarrollo de la razón y la adquisición de
    habilidades manuales, como para vivir más convenientemente
    en años posteriores, el hombre depende de la ayuda que
    recibe de otros.

    A partir de esta primera concepción se desarrolla una
    serie de ideas sobre el tema, empezando por la fundación
    de la familia como la primera institución social y base de
    la sociedad misma. Es el caso del autor Luis Pérez Cruz
    (1998 p. 19), quien sostiene que es a partir de la convivencia
    con otros individuos como el hombre pudo sobrevivir y desarrollar
    sus instrumentos de trabajo.

    Desde los orígenes del hombre -dice Pérez Cruz
    (1998 p. 20) -, la transmisión de los conocimientos ha
    sido a través de la enseñanza y esto se traduce en
    una convivencia prolongada con otros hombres. Las actividades de
    caza y recolección, entre otras, se hacían con la
    colaboración comunitaria y, en consecuencia, el reparto
    era colectivo. Esta forma de organización era muy
    elemental; antes de que el hombre integrara una sociedad
    existieron una serie de pequeños grupos con objetivos
    precisos y con una trayectoria de muchos años. Así
    surgió, como ya se ha dicho, la familia.

    Pero la familia por sí sola no puede aportar todos los
    bienes materiales que el hombre necesita para su sustento y
    protección, ni es capaz de conducir a todos sus miembros a
    la perfección de la virtud (Fortin, 1996 p. 249). De tal
    manera, el hombre se vio en la necesidad de aliarse con otras
    familias para lograr objetivos comunes de acuerdo con las
    capacidades propias de cada grupo.

    Dice Rousseau (1996 p. 9) que, como los hombres no pueden
    engendrar nuevas fuerzas, sino solamente unir y dirigir las que
    existen, no tienen otro medio de conservación que el de
    formar por agregación una suma de fuerzas capaz de
    sobrepujar la resistencia, de ponerlas en juego con un solo fin y
    de hacerlas obrar unidas y de conformidad.

    Así, la asociación auténticamente
    autosuficiente, única capaz de asegurar las condiciones de
    la virtud y de satisfacer todas las necesidades y aspiraciones
    terrenales del hombre es la ciudad (Fortin, 1996 p. 249).

    Como sociedad perfecta, la ciudad abarca todas las otras
    asociaciones que los seres humanos son capaces de formar
    incluyendo la familia, cuyo fin está subordinado al suyo
    propio, que es el bien humano completo (Fortin, 1996 p. 249) o
    bien común, mismo que se ampliará un poco
    más adelante.

    Pero esa sociedad está compuesta por partes diferentes
    que en lo individual pueden tener ideas o deseos que no coincidan
    entre sí, por lo que es esencial que tenga una autoridad
    cuya tarea consista en velar por el bien del conjunto de grupos e
    individuos y mantener su orden y unidad. La autoridad
    política es, por tanto, el elemento clave para lograr
    tales objetivos.

    Así, se tiene que la autoridad política
    constituye el gobierno de hombres libres sobre hombres libres y
    que tiene por objeto el bien de todos los ciudadanos que, como
    hombres libres, existen para sí mismos. Por tanto, el bien
    común y el fin de la autoridad política son la paz
    y la armonía de las diferentes partes que se combinan para
    integrar la ciudad -entendida ésta como "sociedad"-
    (Fortin, 1996 p. 250).

    2. EL BIEN COMÚN

    El filósofo italiano Nicola Matteucci (1991 p. 144)
    dice que el concepto de bien común -que es análogo
    al de naturaleza del régimen político- es propio
    del pensamiento católico y, particularmente, de la
    escolástica en sus diversas encarnaciones desde Santo
    Tomás -de quien ya se habló- hasta Jacques
    Maritain. El bien común es el principio que da forma a la
    sociedad y el fin al que ésta debe tender, desde el punto
    de vista natural y temporal: concierne a la felicidad natural y
    por consiguiente al valor político por excelencia, aunque
    siempre subordinado a la moral.

    El bien común se distingue del bien individual y del
    bien público, ya que el bien público es de todos en
    cuanto que están unidos -dice Matteucci- , y el individual
    es el objetivo de cada persona en cuanto ser aparte de los
    demás ciudadanos. En contraparte, el bien común es
    de los individuos en cuanto que son miembros de un Estado. De
    esta manera, no importa que la persona no lo busque: basta con
    que alguien más lo busque para que ésta, incluso
    siendo apática o indiferente, goce del privilegio de
    tenerlo.

    Matteucci (1991 p. 145) dice que el concepto de bien
    común presenta analogías con el de voluntad general
    -tan importante para la presente investigación, como se
    verá más adelante- , aun cuando aquél es
    objetivista mientras que éste es subjetivista,
    precisamente por el mismo modo de comportarse frente a los bienes
    individuales o a las voluntades particulares, ya que tanto el
    bien común como la voluntad general representan la
    voluntad moral de los individuos.

    Para los efectos de la presente tesina se hace urgente aclarar
    que ambos conceptos encuentran las mismas dificultades en el
    nivel de la práctica -situación de la que se han
    valido los políticos, al menos los mexicanos, para cometer
    algunos excesos y/u omisiones-: como no es posible comprobar
    empíricamente quién es el portavoz de la voluntad
    general, pudiendo ser la voluntad de la mayoría
    únicamente la voluntad de todos, así es
    difícil saber quién es el intérprete del
    bien común (Matteucci, 1991 p. 145). Este hecho es,
    precisamente, el que se intentará revisar y aclarar en el
    transcurso de esta investigación.

    3. EL ORDEN JURÍDICO

    Orden jurídico es el sistema de normas y disposiciones
    públicamente sancionadas, reconocidas y practicadas dentro
    de una comunidad política (el Estado) así como
    dentro de los diversos grupos sociales que se ven involucrados en
    su creación (Sociedad Civil).

    Por tales hechos, el orden jurídico debe ser ubicado
    como un vínculo instrumental que homologa y extiende un
    marco de regulación de la conducta individual y colectiva
    que se dirige hacia la consecución de ciertos fines
    materiales o ideales -v. g. bienestar social, justicia, paz, pero
    sobre todo, la obtención de seguridad y estabilidad-
    (Alarcón y Bermúdez, 1988 p. 84).

    4. ESTADO DE DERECHO

    La ley norma las relaciones entre individuos y gobierno, entre
    las autoridades y entre los mismos individuos. Este orden se rige
    por una ley suprema, es decir, la Constitución, y por las
    normas, reglas o actos que se derivan de ella (Stein Velasco,
    1998 p. 7). Este es, propiamente, un orden jurídico.

    Así, por Estado de Derecho debemos entender que toda
    acción social y estatal debe estar mediada por una ley o
    norma orgánicamente dispuesta dentro de un sistema. Por
    tanto, el correcto funcionamiento del poder político
    estatal debe estar subordinado a un cumplimiento absoluto del
    orden jurídico vigente sintetizado, en la mayoría
    de los casos, por el texto constitucional (Alarcón y
    Bermúdez, 1988 pp. 87-88).

    Finalmente, se debe mencionar que el Estado de derecho
    moderno establece dos premisas fundamentales (Stein Velasco, 1998
    p. 8):

    • Ningún hombre está por arriba de la
      ley, es decir, cada hombre está sujeto a la ley,
      y

    • Ningún hombre puede ser castigado o sufrir
      pena sobre su cuerpo o sus bienes, salvo que haya cometido
      una violación a la ley y así lo determinen las
      autoridades competentes a través de un proceso
      imparcial.

    De tal manera, puede considerarse al orden jurídico
    como la base de la convivencia humana, toda vez que, por medio de
    reglas y normas escritas, regula las relaciones y la conducta
    entre individuos para obtener, en el caso que nos interesa,
    seguridad para ellos mismos.

    Para ello, dicho orden se establece a través de un
    conjunto de leyes que, de manera expresa, marcan la pauta de
    dichas relaciones así como las sanciones a las que se
    harán acreedores aquellos que incumplan con lo dispuesto
    en ellas atentando en contra de la estabilidad y la paz social al
    igual que en contra de la tranquilidad, integridad y derechos de
    los demás.

    En un régimen democrático como el mexicano, el
    orden jurídico se resume en la Constitución, las
    leyes y reglamentos emanados de ella y las leyes locales de las
    entidades federativas y los municipios (constituciones de los
    estados, bandos de policía y buen gobierno, etc.).
    Igualmente, el Estado de derecho es la situación en la
    cual, dicho orden jurídico sirve para dar igualdad de
    prerrogativas y obligaciones para todos los ciudadanos, sean
    gobernantes o no, de manera que ninguno tenga derechos especiales
    o privilegios que le den una posición de superioridad.

    Por tanto, en esta condición, los hombres y las
    mujeres, sin distinción racial, sexual, económica o
    social, son iguales entre sí, y ello se hace tangible por
    medio del orden jurídico vigente.

    5. LA SOBERANÍA

    El concepto de Soberanía no es, desde su origen,
    tal como hoy se conoce, sino que ha evolucionado con el paso del
    tiempo y el avance de las ideologías liberales. Hay,
    fundamentalmente, dos conceptos de Soberanía.

    5.1 CONCEPTO CLÁSICO Y ANTECEDENTES
    HISTÓRICOS

    Numerosos autores han señalado que el concepto de
    soberanía fue formulado por primera vez en el siglo XVI
    por Juan Bodino, quien la concibió como de origen divino e
    indiscutiblemente ligado a la figura monárquica (Etesa,
    1982 tomo 9 pp. 1808-1809); sin embargo, en el Diccionario de
    Política de Norberto Bobbio se afirma que este
    término no fue del todo acuñado en el siglo XVI, si
    bien ello no resta importancia a la forma en que Bodino lo
    definió.

    En esta obra, el filósofo italiano Niccola Matteucci
    (1991 p. 1485) dice que en el Medioevo, la palabra 'soberano'
    indicaba solamente una posición de preeminencia, es decir,
    aquel que era superior en un preciso sistema jerárquico,
    por lo que también los barones eran soberanos en sus
    baronías y, evidentemente, los duques en sus ducados, los
    condes en sus condados, etc. tal como los reyes lo eran en la
    extensión política y territorial de su reino.
    Así, en la Edad Media ya se conocía el
    término "soberano" (aunque no el de "soberanía"),
    según el cual el rey era soberano para todos y 'por la
    tutela general del reino' (Matteucci, 1991 p. 1485).

    De ahí que Juan Bodino ligara el concepto de
    soberanía con el de monarquía, y al ser considerada
    ésta como una facultad de origen divino en aquella
    época, muy poca gente o nadie tenía duda de que la
    soberanía era un poder especial heredado por Dios a sus
    elegidos. El Doctor Germán Pérez Fernández
    del Castillo, en su ensayo "Bodino y la teoría de la
    soberanía" (1985 p. 15) cita a Bodino: El soberano es
    imagen de Dios, el que logre poner paz y armonía deriva de
    la obediencia de los súbditos a las leyes emanadas del
    soberano, y de la adecuación de estas leyes civiles a las
    leyes naturales y divinas.

    Es justo señalar que Juan Bodino, al acuñar el
    concepto de soberanía transformó las ideas
    políticas de la Francia de su tiempo hasta estos
    días y mucho más: la idea de soberanía
    transformó totalmente la política al grado de que
    hoy es imposible concebirlas separadas una de otra en el mundo
    occidental.

    5.2 SOBERANÍA POPULAR

    En las teorías liberales y democráticas de los
    siglos posteriores al XVI, el origen de la soberanía fue
    trasladado al pueblo, si bien ésta permanecía en su
    carácter de poder supremo e irresistible, cualidad vigente
    para los hombres que conviven en Estado Democrático de
    Derecho. De ahí la importancia de aquellas revoluciones
    americana y francesa de finales del siglo XVIII: nunca, antes de
    ellas, se había gestado un movimiento político de
    igual trascendencia para darle poder al pueblo (Etesa tomo 9 p.
    1809).

    Dichas revoluciones, dice el Doctor Mauricio Merino (1995 p.
    21), no hicieron distinción alguna entre clases sociales,
    ni diferencias raciales, pero tampoco concibieron que todo el
    pueblo tomara decisiones en su conjunto, pues la democracia no
    era sólo para una localidad o región, sino para la
    nación entera, por lo que fue preciso crear parlamentos
    para darle curso a la representación popular e instaurar
    métodos y procedimientos para elegir a los nuevos
    representantes.

    Esto dio origen a la llamada Democracia Representativa y
    otorgó a la Soberanía el carácter de
    Popular, es decir, originada y residente en el pueblo y existente
    para beneficio de éste, quien, al no poder reunirse en su
    vasta totalidad para gobernarse, tuvo que elegir a sus mejores
    hombres para que estos le gobernaran en su nombre, conforme a su
    voluntad y mandato, por lo que la facultad soberana seguía
    siendo ejercida por el pueblo, quien en adelante indicaría
    a sus representantes la manera en que habrían de
    gobernarlos.

    De ahí puede concluirse que la soberanía
    es la facultad del pueblo para hacer y aplicar sus leyes, y es
    también su derecho de autodeterminación, o sea, de
    escoger y modificar libremente la forma en que habrá de
    ser gobernado (Rabasa, 1995 p. 151).

    6. CONCEPTO DE ESTADO

    Hay muchas definiciones sobre Estado, pero para efectos de
    esta investigación, se hará referencia a las
    más especializadas una vez que se han estudiado los
    antecedentes más importantes: su origen, su
    evolución, algunos de los factores que determinaron su
    nacimiento, etc.

    La primera definición conceptual la da Miguel Acosta
    Romero (1986 p. 40) dice que el Estado es la organización
    política soberana de una sociedad humana establecida en un
    territorio determinado, bajo un régimen jurídico,
    con independencia y determinación, con órganos de
    gobierno y administración que persiguen determinados fines
    mediante actividades concretas.

    Por su parte, Francisco Porrúa Pérez (1992 p.
    198) dice que Estado es una sociedad humana asentada de manera
    permanente en el territorio que le corresponde, sujeta a un poder
    soberano que crea, define y aplica un orden jurídico que
    estructura la sociedad estatal para obtener el bien
    público temporal de sus componentes.

    Una tercera definición de Estado la dan los juristas
    mexicanos Rafael de Pina y Rafael de Pina Vara (1991 p. 260):
    Estado es una sociedad jurídicamente organizada para hacer
    posible, en convivencia pacífica, la realización de
    la totalidad de los fines humanos.

    Una definición similar la da el maestro Eduardo
    García Maynez (1990 p. 98), quien dice que Estado es la
    organización jurídica de una sociedad bajo un poder
    de dominación que se ejerce en determinado territorio. El
    mismo autor complementa esta definición explicando que el
    Estado actúa como un ente orgánico unitario,
    estructurado jurídicamente bajo la forma de una
    corporación que detenta el ejercicio del poder"
    (García Maynez, 1990 p. 98).

    Finalmente, y trayendo a colación el importante
    concepto de la soberanía, se cita a Juan Bodino, quien
    dijo que todo dominio sobre una pluralidad de familias dotado de
    poder soberano, esto es, revestido de poder supremo e
    independiente en lo exterior y en lo interior, representa un
    Estado (Pérez Fernández, 1985 p. 12).

    7. OBJETO DE LA TEORÍA DEL ESTADO

    Para comprender el objeto de la teoría del Estado es
    necesario conocer antes el origen y la evolución de
    éste. Recuérdese que, originalmente, el hombre
    vivía en un estado natural, libre pero salvaje y
    agreste.

    A partir de que tomó conciencia sobre la urgencia de
    tener seguridad para él y para los suyos, el hombre se
    unió a otros individuos de su misma especie y formó
    la primera sociedad. A este paso se le conoce como Estado
    civilizado. Y la base para lograr el establecimiento de
    éste fue la conciliación. Gracias a ella pudo
    ponerse de acuerdo con sus congéneres y lograr puntos de
    acuerdo que le permitieran sobrevivir ante otras especies mejor
    preparadas para la lucha.

    7.1 STATUS NATURAE

    El Doctor Angelo Altieri Megale (1995 p. 61), investigador
    emérito de la Universidad Autónoma de Puebla, dice
    que el hombre, en su estado más natural, no es bueno ni
    malo, pero llega a corromperse por la acción
    maléfica que ejerce en él la vida social y que,
    como los individuos no pueden dejar de vivir en sociedad,
    Rousseau concibe una forma de asociación política
    en la cual se encuentran más o menos las mismas ventajas
    que en el estado natural.

    Ello es posible suprimiendo las relaciones directas entre los
    individuos y sustituyéndolas por una relación
    debidamente organizada, supervisada y controlada por el Estado,
    que es propiamente esa asociación política a la que
    se refería Rousseau, según cita el Doctor
    Altieri.

    Esto se ve confirmado por las concepciones del filósofo
    inglés Thomas Hobbes, quien decía que "en el status
    naturae (el estado natural, el estado primitivo del hombre) no
    hay seguridad para el contrario, y para conseguir seguridad, el
    hombre intenta sustituirlo por un status civilis, es decir, un
    estado civilizado" (Marías, 1981 p. 242).

    7.2 STATUS CIVILIS

    Dice el filósofo español Don Julián
    Marías (1981, p. 258) que los hombres, desde el estado de
    naturaleza, hacen un contrato tácito que es el origen de
    la sociedad y del Estado. Dicho de otra manera, los hombres pasan
    del status naturae al status civilis después de otorgarle
    al Estado la facultad de ejercer sobre ellos una autoridad que
    les garantice una convivencia armónica y pacífica.
    Claro que para llegar a este punto de acuerdo, fue necesario
    primero, conciliar (Guevara Montiel, 1998 p. 8).

    7.3 CONCILIACIÓN

    En la convivencia social entre individuos con intereses, ideas
    y proyectos muy variados y con fuerzas de distintas magnitudes,
    la conciliación aparece como la posibilidad de llegar a un
    punto aceptado por los conciliados. Este punto implica que las
    ideas de vida, que pueden ser contrarias, acepten temporalmente
    una determinada situación (Reyes Heroles, 1989 p. 71).

    Claro, la conciliación no es algo sencillo y en muchas
    ocasiones no es satisfactoria, dado que no es armonía: es
    sujeción a un mínimo de coincidencia de las
    diferencias. No implica la cesión total, pero tampoco
    implica el medio justo. Puede ser muy desventajosa para todos,
    incluso para los mismos conciliados, y como no supone
    éxito de una parte y derrota de la otra, puede haber
    éxito para todos y derrota para todos (Reyes Heroles, 1989
    p. 72).

    Se puede añadir, finalmente, que la conciliación
    es una manifestación de la democracia, pues como todos los
    actores del escenario concilian, son capaces de lograr acuerdos
    aceptados por todos y que serán útiles para ellos
    en su conjunto.

    Así, el objetivo de la teoría del Estado es que
    el ser humano comprenda cómo fue que sus antecesores
    crearon este sistema de organización y convivencia para
    procurarse seguridad, orden y tranquilidad así como las
    condiciones más ventajosas y efectivas en la lucha por la
    supervivencia ante otros individuos de la misma especie o de
    otras, mejor preparados para la lucha física.

    Además, para poder comprender la relación
    entre Soberanía y Democracia, se debe conocer primero su
    proceso de formación con base en la conciliación de
    los intereses y las fuerzas de los hombres desde su estado
    más primitivo para evolucionar a un estado más
    civilizado.

    8. ELEMENTOS DEL ESTADO MODERNO

    A partir de las definiciones dadas sobre el concepto de
    Estado, resaltan las siguientes características,
    insoslayables para la existencia del Estado, al menos como se le
    conoce en estos tiempos:

    • Es una organización política que
      detenta el poder.

    • Es la organización política de una
      sociedad.

    • Está sujeta a un orden
      jurídico.

    • Ese orden jurídico se aplica a una sociedad
      que habita un territorio.

    • Esa organización política tiene por
      objeto la realización de los fines humanos.

    En las definiciones doctrinales del Estado siempre van a
    encontrarse tres elementos esenciales, sin los cuales no es
    posible concebir la existencia de éste: un pueblo al que
    se puede denominar sociedad, colectividad, nación, etc. un
    territorio y un gobierno, que es, precisamente, la
    organización política que detenta el
    poder.

    Existen, a su vez, muchas definiciones sobre estos
    elementos que componen al Estado. En su aproximación
    más elemental, pueblo o población es el conjunto de
    personas de un lugar, región o país (Diccionario
    Porrúa, 1981 p. 614). El filósofo italoamericano
    Giovanni Sartori, en su obra Teoría de la
    democracia
    (1997 p. 43), dice que lo anteriormente expuesto
    no puede reducirse a menos de seis interpretaciones de la palabra
    "pueblo":

    • Pueblo, que significa literalmente todo el
      mundo.

    • Pueblo, como una gran parte indeterminada, un
      gran número.

    • Pueblo como clase baja.

    • Pueblo como una entidad indivisible, como una
      totalidad orgánica.

    • Pueblo entendido como la mayor parte, expresada por
      un principio de mayoría absoluta.

    • Pueblo entendido como la mayor parte, expresada
      mediante un principio de mayoría
      limitada.

    Evidentemente, para el caso del presente estudio siempre
    nos interesará el pueblo como todo el mundo y
    como una entidad indivisible, como una totalidad
    orgánica.

    Territorio, en una primera instancia, es una porción de
    la superficie terrestre perteneciente a una nación,
    provincia o región. En segunda instancia, territorio es
    una entidad política regida por un gobernador, ocupada por
    un pueblo, sometida a la misma soberanía y separada de los
    pueblos vecinos por límites o fronteras (Diccionario
    Porrúa, 1981 p. 742).

    Gobierno, por su parte, es el conjunto de personas y
    órganos revestidos de poder para expresar la voluntad del
    Estado y hacer que ésta se cumpla (Diccionario
    Porrúa, 1981 p. 357). A su vez, poder es la suprema
    potestad rectora y coactiva del Estado, la cual le da competencia
    y facultad a éste para cumplir con sus objetivos
    naturales(Diccionario Porrúa, 1981 p. 586).

    De esta manera, territorio, población y gobierno
    están sometidas al imperio de la ley para garantizar su
    existencia ordenada y la convivencia política. Como
    complemento a esta afirmación, el politólogo
    italiano Gustavo Gozzi (1991 p. 541) dice que el Estado
    contemporáneo ha sufrido importantes cambios a
    través de la historia, pero que el cambio fundamental lo
    ha representado, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, la
    gradual integración del Estado con la sociedad civil, que
    ha terminado de alterar la forma jurídica -tradicional-
    del Estado, los procedimientos de legitimación y la
    estructura de la administración.

    Ahora bien, el politólogo alemán Reinhold
    Zippelius (1998 p. 47) dice que la comunidad estatal es un
    conjunto de seres humanos cuya conducta se coordina de manera
    específica: en términos generales, la comunidad se
    configura como una estructura de conducta orientada con sentido
    y, la comunidad estatal, en particular, se constituye como una
    estructura de acción, jurídicamente organizada y
    que esta acepción del Estado se aproxima a uno de los
    significados originarios del término status, que designa
    una situación (estado): una determinada
    "constitución" de la convivencia.

    De tal forma, los elementos del Estado contemporáneo
    son el pueblo, el territorio, el gobierno y una serie de cuerpos
    intermedios, es decir, organismos que fungen como voceros del
    pueblo en sociedades muy grandes y complejas. Estos organismos
    recogen, sintetizan e interpretan, o bien, transmiten
    literalmente, la opinión, el sentir, las tendencias del
    pueblo con la fuerza que le da su personalidad jurídica y
    sus recursos legales y financieros. Esencialmente, los cuerpos
    intermedios en México son:

    • Los partidos políticos;

    • Las agrupaciones políticas
      nacionales;

    • Las asociaciones civiles legalmente constituidas y
      reconocidas;

    • Los organismos gremiales también legalmente
      constituidos y reconocidos (sindicatos, cámaras
      empresariales y patronales, etc.).

    • Las instituciones educativas (sobre todo,
      universidades y casas de educación
      superior).

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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