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Fundamentos de educación financiera en familias de clases media y baja en un contexto urbano




Enviado por Abraham Omonte Rivero



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Planteamiento del problema
  3. Marco teórico
  4. Marco contextual
  5. Espacio de intervención
  6. Bibliografía

Introducción

El manejo de las finanzas para una gran parte de la población de Bolivia es un tema que va más allá del interés o la capacidad. Existen muchas familias que tienen dificultades económicas por el desconocimiento de temas puntuales y a la vez importantes como el ahorro, el presupuesto, la deuda y la inversión, por lo que muchas veces se encuentran ante situaciones desesperantes que les llevan a tomar decisiones equivocadas, como huir dejando abandonadas a sus familias.

De esta constatación surge el interés del presente estudio por identificar la información y los conceptos de que disponen los vecinos de una zona en la populosa ciudad de El Alto, caracterizada por una economía doméstica deteriorada y con una estabilidad precaria.

Por otro lado, si se llegara a trasmitir información elemental sobre educación financiera, se podría lograr que los consumidores se conviertan en grandes compradores de bienes y servicios financieros a un costo inferior, y a su vez tendrán las bases que les dé las herramientas de cómo poder optimizar su presupuesto financiero familiar o personal, según sea el caso de que se trate.

La educación financiera puede permitir a los bolivianos aprender también, a elaborar presupuestos familiares, iniciar planes de ahorro, administrar sus deudas, y en su momento a tomar decisiones de inversión en forma estratégica, y con conocimientos que le den seguridad y evitarles caer en altos riesgos, con el agravante en muchos de los casos hasta llegar a perder su patrimonio, como ya sucedió en el pasado.

En la actualidad, los bolivianos tienen una gama de oportunidades en materia de servicios financieros, tales como: ahorro, inversión bancaria, planes de ahorro tradicionales, planes a través de compañía de seguros, afores, sociedades de inversión, sistema bursátil (Nacional e Internacional), y así podrían enumerarse más, que por desgracia son desconocidos por un gran número de bolivianos.

En este campo de la educación financiera, deberán involucrase a los gobernantes (de preferencia en los tres niveles de gobierno) y todo tendrá que hacerse sin fines de lucro, buscando desarrollar la cultura financiera tan necesaria para la población.

Este tipo de educación debiera iniciarse de los niveles de secundaria (aunque algunos países ya lo hacen desde el nivel primario), con lo que se podrá obtener que los conglomerados poblaciones, independientemente de sus posibilidades económicas, puedan acceder a todos y cada uno de los servicios ofrecidos por el Sistema Financiero Boliviano. Educar en este terreno podrá dar el poder de decisión y disponibilidad de hacerse de recursos monetarios que habrán de ayudarles a crecer, a tener mejor nivel de vida, a que puedan diferenciar entre lo que es comprar por comprar, y lo que debiera ser comprar con conciencia de satisfacer una necesidad familiar, una satisfacción deseada, tener apoyos propios para obtener una educación universitaria.

No se puede ni debe olvidar, que administrar las finanzas personales es un asunto extremadamente complejo y que requiere recursos significativos y un compromiso sustancial por parte del consumidor para comprender la variedad de productos disponibles en el mercado de las finanzas. Además este mercado es muy cambiante, pues cada día aparecen nuevos servicios, nuevos productos y una diversidad de proveedores de los mismos, dispuestos a satisfacer la demanda de los consumidores.

No es fácil lograr lo que ahora se comenta, representa un gran reto, no sólo por la complejidad de la materia en sí, sino por el enfoque que en un momento dado habrá que darle a este asunto para responder a las diversas situaciones que puedan plantear los demandantes de este campo financiero.

El deseo del estudio presente es dejar sembrada la inquietud sobre este tema, y ver quién toma la iniciativa de iniciar el planteamiento de un programa educativo, encaminado a generar educación financiera, que lleve no sólo a los habitantes de la zona Santiago II del Distrito II de la ciudad de El Alto, sino a todos los bolivianos a empezar a tener cultura financiera y puedan de esta manera tomar mejores decisiones en materia financiera, para bien personal y de sus familias, pero sobre todo que ayude a generar un manejo sano de las finanzas públicas y privadas.

Planteamiento del problema

La pobreza es uno de los temas recurrentes y más preocupantes que domina el escenario de la discusión pública en los últimos decenios. El caso de Bolivia es uno de los más preocupantes, pues con los $us 3.905 de renta per cápita, es el más bajo de la región, lo que se traduce en un bajo nivel de vida, pese a contar con uno de los costos de vida también más bajos del continente.[1]

Por otro lado, las medidas de cambio están afectando tanto a la economía general del país, como a los salarios de los ciudadanos. Lo más grave: los empleos existentes son insuficientes para que la población aspire a mejorar sus condiciones de vida. A esto se suma el descontento de la población por el alza del costo de vida, la elevación del precio de los alimentos básicos y servicios básicos.

Esta realidad también se refleja en la ciudad de El Alto, una de las más jóvenes del país, y que cuenta también con índices de pobreza elevados. En la actualidad, según cita una fuente de Internet: "壯n sus más de 700 mil habitantes, El Alto se ubica entre las tres ciudades más pobres del país, con un 73% de la población por debajo del umbral de pobreza, afectando en mayor magnitud a mujeres y niños/as en un entorno de disparidades genéricas y generacionales".[2] Estos datos reflejan la dramática situación de la población alteña, y que, como se puede ver, se caracteriza además por afectar en mayor número a las mujeres y niños, debido, entre otros factores, a la desintegración de las familias por el abandono o emigración del padre, sea a la Argentina, Brasil o Chile. Por tanto, el tema de la pobreza se asocia directamente a la capacidad de una región para generar empleo. Sobre el tema laboral, la mencionada fuente presenta la siguientes información:

"Según datos estimados por el Cedla, para 1998 la tasa de desempleo en esta ciudad alcanza aproximadamente al 7%, afectando mayormente a la población masculina (8 de cada 10). Sin embargo, casi tres cuartas partes de la Población Económicamente Activa local (73.5%) trabajan en pequeñas unidades económicas informales en calidad de propietarios u operarios, principalmente en el rubro del comercio".[3]

Además, se observa que "En lo que respecta al salario mínimo nacional, el año pasado Morales lo subió un 13,6 por ciento y para esta gestión aprobó un incremento del cinco por ciento, hasta situarlo en 525 bolivianos (65 dólares)". Estos cambios, pese a demostrar la buena voluntad del gobierno para paliar la situación de pobreza y extrema pobreza de la población en general, aún son insuficientes para plasmarse como un proceso consistente en la superación de la situación en que viven amplios sectores de la población boliviana, lo que también es una realidad en el caso de la ciudadanía alteña.

En este contexto general, las necesidades básicas de la población alteña no son satisfechas, lo que implica que la pobreza va en aumento en lugar de decrecer. Las diferentes zonas de esta ciudad no están exentas a esta situación critica, como el caso concreto de la zona "Santiago II" de esta urbe, donde la pobreza se refleja tanto en la infraestructura vial como en la calidad de vida de sus habitantes, concretamente en la satisfacción de sus necesidades de alimentación, vestimenta y ocio.

1.1 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿La educación financiera de las familias de la zona "Santiago II" de la ciudad de El Alto posibilitará que estos administren eficientemente sus ingresos y egresos de dinero?

1.2 JUSTIFICACIÓN

Periódicamente se tiene conocimiento sobre personas que se suicidan al no haber podido cancelar una deuda. También hay casos de personas que no pueden pagar sus créditos. En años recientes, hubo un importante movimiento social a partir de los intereses penales cobrados por las financieras del país a los microprestatarios. También existen casos en los que una persona que no puede pagar sus compromisos es aprehendida y remitida a un penal. Estos hechos afectan singularmente a la familia, que en ocasiones se desintegra a partir de estas experiencias. Quizá esto no sucedería si las personas recibieran orientación e información sobre la importancia del trabajo, el ahorro, el gasto y otros temas relacionados al dinero, es decir, si recibieran educación financiera que pudiera ser aplicada en sus vidas.

El conocimiento del manejo de dinero tiene mucha importancia en la vida de las familias. Por tanto, se plantea este estudio a fin de identificar las necesidades de educación financiera de las familias de la zona "Santiago II" de la ciudad de El Alto. Pese a que el uso y la forma de administración del dinero es uno de los puntos más importantes para cualquier familia, y que no requiere una explicación teórica compleja, ya que se trata de la economía doméstica, con flujos bajos de dinero y la aplicación de conceptos puntuales y familiares para las personas, como el ahorro, el préstamo y el trabajo. Sin embargo, no puede prescindirse de un estudio teórico, aunque sea básico, ya que el conocimiento detallado de estos conceptos y categorías permitirá identificar los hábitos de gasto y consumo de las familias de Santiago II, es decir, cómo administran sus recursos monetarios.

Sobre esta temática se ha investigado muy poco, puesto que es un tema novedoso en el medio, por que el interés principal de los estudiosos se centra en la pobreza. Empero, la educación financiera ya fue tratada en otros países de América Latina, como Colombia y Ecuador, por citar algunos ejemplos. Esto permitirá que el presente estudio cuente con un fundamento apropiado en base a esas experiencias de investigación.

Consiguientemente, el objeto de la presente iniciativa es analizar la cultura financiera en el marco educativo como agente rector del desarrollo social y económico de todos los bolivianos ubicados, particularmente, en la zona Santiago II de la ciudad de El Alto, considerando la formación de los aspectos básicos de las finanzas en las personas.

2. IDENTIFICACIÓN DEL OBJETO DE INVESTIGACIÓN.

El objeto de investigación del estudio presente es la Educación Financiera (que involucra la Administración de recursos financieros) que tienen, particularmente, las familias de la zona Santiago II, del Distrito II de la ciudad de El Alto.

3. OBJETIVOS DEL ESTUDIO

3.1 OBJETIVO GENERAL

  • Identificar los efectos de la educación financiera de las familias de la zona "Santiago II" de la ciudad de El Alto para que estos administren eficientemente sus ingresos y egresos de dinero.

3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  • Identificar la estructura de ingresos y egresos de dinero de las familias de la zona Santiago II de la ciudad de El Alto.

  • Identificar la información con la que cuentan las familias sobre presupuesto, ganancia, deuda, inversión, ahorro y gasto.

  • Determinar las características del manejo de los recursos financieros que tienen las familias de la zona Santiago II, Distrito II de la ciudad de El Alto.

  • Sugerir la inclusión de la educación financiera en el diseño curricular de la educación formal que sea capaz de generar una cultura financiera en toda la población boliviana.

4. VARIABLES

4.1 VARIABLE INDEPENDIENTE

Educación financiera de las familias de la zona "Santiago II" de la ciudad de El Alto.

4.2 VARIABLE DEPENDIENTE

Administración eficiente de los recursos financieros.

4.3 RELACIÓN DE VARIABLES

La relación de variables es causal, ya que el hecho de recibir educación financiera, permitirá mejorar la administración de sus recursos financieros en las familias de la zona Santiago II. Por tanto, es necesario planificar actividades que brinden educación financiera, además de identificar las necesidades de educación financiera de las familias de la zona Santiago II de la ciudad de El Alto.

Marco teórico

5.1 EDUCACIÓN FINANCIERA

5.1.1 EDUCACIÓN: CONCEPTO E IMPORTANCIA

La educación, en sentido amplio, "女 la acción y efecto de educar, formar, instruir a una persona, especialmente los niños. La educación puede presentar aspectos parciales, según los objetivos más delimitados que le asigna una sociedad cada vez más especializada: educación cívica, educación profesional, educación sexual, educación física, educación prospectiva, educación recurrente, etc. antiguamente la educación era única, es decir, no se diferenciaba la educación familiar de la religiosa o la cívica".[4] Se denomina educación a todo proceso que permite dotar de información y desarrollar las destrezas, aptitudes y habilidades en un determinado segmento de la población, que pueden ser tanto los niños como las personas adultas. Por tanto, la educación es útil para informar y adiestrar a los educandos en los conocimientos básicos o en una rama específica del saber (alfabetización, aritmética, costura, mecánica industrial o actividades físicas, entre otras).

La educación es una de las actividades más importantes en la vida de una sociedad, y su ejercicio está delegado a todos sus miembros. La familia, la iglesia, la escuela y también las fábricas, oficinas y otros centros laborales son los espacios en las que las personas aprenden diariamente, y a partir de ello se puede identificar el vecindario (barrio, zona, distrito) como un espacio apropiado para el proceso enseñanzaaprendizaje. En el caso explicado en la presente investigación, los conocimientos que se pueda impartir sobre administración financiera son válidos tanto para los adultos como para los niños y adolescentes. Por tanto, es prioritario identificar cuáles son los conocimientos actuales de estas personas respecto al manejo del dinero. De esta forma, se podrá diseñar los contenidos apropiados para cada grupo.

Decir que la educación constituye un medio indispensable para acrecentar el desarrollo de nuestras sociedades no es simplemente una propuesta. De hecho, la educación es el proceso propicio que posibilita que los individuos y grupos nutran su crecimiento y desenvolvimiento, y puedan, incluso, elevar sus aspiraciones dentro del competitivo mundo moderno. Por tanto, debemos tomar en cuenta que la educación como medio para el desarrollo se apoya en principios que dan una dirección más precisa con respecto a un fin primordial del proceso: el desarrollo como mecanismo ideal para la superación.

Entonces, es certera la afirmación de que "奬 desarrollo educativo y cultural de una comunidad es fundamental en la solidificación de una sociedad sentada sobre bases democráticas y que la educación es esencial en la formación de individuos solidarios, participativos, productivos y respetuosos. Al sustentar la importancia del desarrollo de una comunidad y el papel del proceso educativo, resulta obvio suponer que ambos conceptos deben estar estrechamente vinculados en una especie de ecuación en la cual el desarrollo corresponde directamente a la educación".[5]

Debe destacarse que el esfuerzo de elevar el proceso educativo como medio para el desarrollo no es exclusivo de los sistemas educativos, ni debe considerarse como tal. El Estado y todos los sectores sociales deben tener una participación activa en la configuración de políticas educativas basadas en la realidad social, las necesidades de la comunidad y el acrecentamiento de la competitividad.

"Cada esfuerzo por definir lo que es educación está relacionado con una serie de conceptos como: formación, enseñanza, aprendizaje, capacitación, información, socialización. Se tiene entonces: "Enseñanza es la transmisión de conocimientos (…). Educación es un proceso más completo más permanente, más continuo, a través del cual se trata de ubicar al individuo críticamente dentro de su contexto histórico, político, social, para que él sea capaz de reaccionar frente a los hechos de la vida" La información también juega un papel importante en cualquier proceso de aprendizaje. Pero eso no significa que informar es lo mismo que educar. Información se refiere a la transmisión unidireccional de datos, mientras que lo educativo va más allá y abarca toda la formación de personas. Por tanto es necesario formar personas con conocimientos financieros para que luego sea aplicado a la vida cotidiana.

En general la educación se considera como un acto intencional. Están presentes intenciones como formar personas, cambiar actitudes, liberar sectores oprimidos, contribuir a la humanización de la sociedad.

5.1.2 TIPOS DE EDUCACIÓN

Según el Artículo 9º de la Ley 1565 de Reforma Educativa, la estructura de Formación Curricular comprende dos áreas: Educación Formal, organizada para toda la población; y Educación Alternativa, para atender a quienes no pueden desarrollar su educación en el Área Formal.

– EDUCACIÓN FORMAL

El Área Formal se organiza en cuatro niveles: pre-escolar, primario, secundario y superior. El Artículo 10º de la Ley de Reforma Educativa establece que el nivel pre-escolar de la educación se inicia bajo la responsabilidad del propio hogar. El Sistema Educativo Nacional tiene el deber de promover la estimulación psicoafectiva-sensorial precoz, y el cuidado nutricional y de salud en la vida familiar.

– EDUCACIÓN ALTERNATIVA

La afirmación de que la educación formal está organizada para toda la población es la aplicación del principio de universalidad de la enseñanza-aprendizaje, pero tomando en cuenta las diferencias que existen y que hacen a cada individuo diferente a los demás. Por otra parte, la norma sobre la educación alternativa hace alusión a los estudiantes que no pueden desarrollar su educación en el Área Formal, para lo cual se toman en cuenta las siguientes circunstancias:

  • Problemas de salud (discapacidades).

  • Dificultades financieras (problemas de dinero).

  • Deserción debida a actividades laborales que demandan gran tiempo.

  • Emigración temporal de la familia.

  • Embarazo precoz.

  • Limitaciones del área formal para educar a los estudiantes con ritmo distinto de aprendizaje.

5.1.3 CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN FINANCIERA

La educación financiera se da como parte de la educación alternativa, pero, como se mencionó anteriormente, no compete sólo a los adultos, sino que también puede ser extensible a los niños, niñas y adolescentes. Las características de la Educación financiera se detallarán en el siguiente subtítulo.

La educación financiera "Es la capacidad de Hacer y de Saber manejar el Dinero de manera ੮teligente para poderlo duplicar, triplicar y exponenciarlo hacía el infinito ࣯mo lo hacen los grandes millonarios y filántropos del mundo, para de esta যrma tener libertad financiera y poder vivir cómodamente como rico frugal, sin depender únicamente de un salario o de que lo mantengan, y también para poder redistribuir esa riqueza a los más necesitados, pues dar para poder recibir es un principio milenario".[6] La educación financiera es importante por las siguientes razones:

Enseña a las personas a controlar su dinero.

Ayuda a las personas a entender cómo fluye el dinero en la vida real para tomar buenas decisiones en las inversiones, las compras, los ahorros y los presupuestos.

Permite alcanzar la libertad financiera y por ende la independencia económica.

Orienta en la forma de hacerse responsables del futuro financiero ya que ni las७presas donde trabajan ni el gobierno lo harán.

La educación financiera no es impartida en los centros de educación tradicional como la escuela, la universidad o los institutos de formación técnica, sino que es adquirida en base a un proceso reflexivo sobre las experiencias positivas y negativas en cuanto al dinero. Además, existe una serie de guías que permiten a los individuos y las familias identificar el uso inapropiado que hacen de sus recursos monetarios, disponibles en libros, artículos de Internet e incluso teleconferencias, donde los especialistas orientan al público sobre los fundamentos de las finanzas y dan orientaciones prácticas para mejorar su uso del dinero. Indican las pautas esenciales para ahorrar, pagar deudas y elaborar un presupuesto.

De alguna forma, es un desafío a la mentalidad tradicional y conservadora que evita correr riesgos con relación al manejo del dinero. El ingreso, ahorro, el egreso, la inversión, el gasto, la deuda, el presupuesto y otros términos vinculados a la educación financiera pueden ser explicados por especialistas que además hayan superado sus dificultades en este orden, y que hayan pasado de la teoría a la práctica, del discurso a la acción.

5.2 RECURSOS MONETARIOS (DINERO)

5.2.1 EL DINERO COMO MEDIO DE CIRCULACIÓN

En este punto puede realizarse la transición del dinero como medida ideal del valor al dinero como medio de circulación. ¿Bajo qué condición puede darse esta transformación de una mercancía particular en un equivalente general? Obviamente, el dinero debe tener una existencia real efectiva.

Supongamos que miles de productores fueran al mercado a ofrecer sus bienes pero que no hubiera dinero. Sin duda, los precios seguirían existiendo y el carpintero seguiría exclamando: "vendo esta silla por una onza de oro". "El dinero como equivalente general e ideal aún seguiría cumpliendo su función de medir el valor. Sin embargo, no podría concretarse ni una sola transacción pues las mercancías concretas desean convertirse en dinero, no en otra mercancía concreta. Por lo tanto, no podría llevarse a cabo el precio de metabolismo social en que el dinero funciona como mediador. En este caso, existe una enorme cantidad de mercancías, de objetivaciones de tiempo de trabajo abstracto que no pueden relacionarse entre ellas porque no pueden convertirse realmente en dinero".

Por lo tanto, aquí vemos que el dinero juega un papel fundamental en el proceso de metabolismo social. Sólo cuando se produce efectivamente la metamorfosis de la mercancía particular en la forma dineraria, el productor sabe que su trabajo concreto forma parte del trabajo social, del cúmulo de valor generado por la división social del trabajo. En otras palabras, gracias a la existencia del dinero, el productor sabe que el fruto de su trabajo es valor.

Entonces, cuando el dinero aparece en su forma real como medio de circulación puede llevarse a cabo el metabolismo social que es el intercambio. En nuestra reformulación de la consigna nos planteábamos en qué sentido el dinero sirve para cumplir con los fines de la mercancía. Ahora vemos que es absolutamente fundamental. Si el dinero no funcionara como medio de circulación, la mercancía no podría realizar lo que le es propio: cambiarse (al menos ésta es la conclusión a la que podemos llegar en este punto del análisis).

El oro que recibe el zapatero es utilizado para comprarle al carpintero quien lo usa para comprar vino, etc. Por lo tanto, aquí vemos que lo propio del dinero como medio de circulación es precisamente circular. El dinero existe para circular y hacer circular a las mercancías. También vemos aquí la importancia del concepto de "valor" en la realización efectiva de este metabolismo.

El pastelero tiene entre sus manos un producto que representa una hora de trabajo humano abstracto. Lo cambia por una onza de oro (que también representa una hora de trabajo). Luego, con esta onza de oro, compra una silla que también es producto del mismo tiempo de trabajo abstracto. De este modo, vemos que el dinero tiene por función el permitir la circulación de distintos valores de uso de iguales magnitudes de valor. Gracias a la existencia del dinero como medio de intercambio, puede realizarse el objetivo de la división social del trabajo: la satisfacción de necesidades específicas a través de distintos trabajos específicos pero que adquieren, como valores, un carácter social. Desde esta perspectiva, el dinero es un medio de cambio, que permite y posibilita la satisfacción de las necesidades, tanto de la familia como de sus miembros.

5.2.2 UNIDAD DEL DINERO COMO MEDIDA DEL VALOR Y COMO MEDIO DE CIRCULACIÓN

Ahora que hemos presentado las dos primeras funciones del dinero, veremos que existe una unidad entre ambas.

La función de medida de valor hace que las mercancías expresen su magnitud de valor idealmente en una determinada cantidad de dinero. La función de medio de circulación hace que se realice efectivamente el intercambio. El problema se presenta de la siguiente manera: en un primer momento, hay un cúmulo de mercancías donde cada una tiene un precio fijado idealmente. Ahora bien, ya hemos mencionado que el intercambio sólo puede realizarse (en este punto del análisis) utilizando al dinero real como medio de circulación.

Marx sostiene que, "en el marco de la circulación pura, no quedan mercancías sin vender. Por lo tanto, todo el dinero ideal se transforma en dinero real pues sólo de este modo se cumple que todas las mercancías encuentran comprador. Es decir que si hay mercancías cuya suma de precios (expresión de valor en dinero ideal) es de 20 onzas de oro, debe haber una cantidad tal de oro que permita que todas las ventas se realicen a esos precios".[7]

Esto no significa necesariamente que la magnitud de valor de la masa de oro en circulación deba coincidir con la magnitud de valor de las mercancías pues también debe considerarse la velocidad de circulación. Si la velocidad de circulación del dinero es más elevada, una menor cantidad de dinero puede permitir la circulación de la misma cantidad de mercancías.

De todos modos, en líneas generales, el dinero en circulación se adaptará a la suma de los precios que deban realizarse. ¿Por qué debe adaptarse necesariamente? Evidentemente, en este punto, consideramos al dinero sólo como un medio de circulación que permite que las mercancías se cambien. Recordemos que habíamos establecido que existe unidad de las funciones cuando éstas sirven para el objetivo de la mercancía. Esto es precisamente lo que ocurre aquí. La función del dinero como medida del valor permite que las mercancías tengan un precio. La función del dinero como medio de circulación permite que el precio se realice. Por lo tanto, estas dos funciones constituyen una unidad. Una mercancía siempre tiene un precio y este precio siempre se realiza en el marco de la circulación pura.

Podríamos agregar también que estas dos primeras funciones son interdependientes. Por un lado, la función del dinero como medida del valor es anterior a la función de medio de circulación. La primera condición que debe cumplirse para que haya intercambio es que las mercancías expresen su valor en el cuerpo del oro. Esta es una conclusión a la que Marx llega aún antes de ingresar en la esfera del intercambio.

Pero al mismo tiempo, hay una razón que explica por qué las mercancías expresan su valor en el oro y no en otro cuerpo. El motivo es un proceso social que así lo determinó puesto que el oro cumplía con ciertas características deseables (posibilidad de fraccionarse, de fundirse etc). En efecto, el capitalismo no puede funcionar con una economía de trueque. De ahí nace la necesidad práctica de contar con un medio de circulación aceptado universalmente por todos los productores. Por lo tanto, en este sentido, el uso histórico del oro como medio de circulación antecede a la expresión del valor. Si no fuera el oro el medio de circulación socialmente aceptado, ninguna mercancía expresaría en él su valor.

Entonces, vemos que hay una unidad entre el dinero como medida de valor y como medio de circulación.

5.3 LA FAMILIA COMO UNIDAD ECONÓMICA

La economía neoclásica dirige su atención hacia el individuo que toma decisiones bajo condiciones de escasez; esto quiere decir que no existen los suficientes recursos para satisfacer las necesidades de cada quien y ante estas circunstancias se requiere hacer elecciones acerca del uso de tales recursos, con miras a maximizar la satisfacción.

En una economía de mercado es al individuo a quien, en últimas, le corresponde comprar bienes y servicios que incorpora como medios para producir satisfacción, los cuales adquiere mediante el ingreso que obtiene por su oferta de mano de obra en el mercado laboral. Este individuo, que es miembro de una familia y ésta, como unidad económica, queda sujeta a las interdependencias de las decisiones personales, lo que implica que tanto el consumo como el ingreso sean inherentes al individuo y la familia.

Como unidad económica, la familia toma decisiones racionales; busca obtener el máximo bienestar al menor costo posible como resultado de la mejor combinación de recursos; este ejercicio se refleja en la maximización de la utilidad o satisfacción del grupo. Es decir, la familia "economiza… efectúa deseos racionales al escoger entre alternativas de acción… La palabra racional significa la elección de cualquier ruta de acción que maximice el bienestar…".[8]

El esfuerzo por alcanzar el máximo bienestar posible requiere una selección de la más apropiada combinación de bienes y servicios como fuentes de utilidad. En una economía de mercado estas fuentes son provistas por la familia mediante la asignación de tiempo para la transformación de mercancías compradas con el ingreso obtenido en el mercado laboral. En la práctica lo que se adquiere en el mercado son medios a los cuales se les debe aplicar tiempo adicional para dejarlos dispuestos para el inmediato consumo o para su uso. Los alimentos requieren ser cocinados e incluso servidos; la casa y su mobiliario necesitan aseo y mantenimiento y a los niños y niñas hay que atenderlos.

De lo anterior podría deducirse que en las familias existe una tecnología para el consumo que incorpora actividades e insumos; estos últimos son tiempo de los miembros y mercancías que se compran en el mercado. La tecnología define actividades intensivas en capital o en trabajo y esto orienta decisiones de compra en el mercado, y configura así patrones de consumo doméstico, los cuales están estrechamente vinculados con los patrones de distribución del tiempo: tiempo destinado en el trabajo remunerado y tiempo en el trabajo de hogar no remunerado; por ejemplo, la demanda de harina y azúcar para hornear pasteles en el hogar está condicionada a la demanda de pasteles y tortas ya horneados.[9]

En el enfoque neoclásico la familia se concibe como unidad, y ello supone unificación de recursos. En cuanto al recurso tiempo, en la oferta de trabajo para el mercado laboral, cada miembro tiene en cuenta las circunstancias de los otros, y de acuerdo con la productividad de cada miembro se decide cuántas horas ofrecer en el mercado laboral y cuántas destinar a las actividades no remuneradas del hogar. También se asume un ingreso unificado; un aumento real de éste puede tener efectos diferentes para cada miembro. Según WAINERMAN (1981), existe evidencia empírica que demuestra que si la capacidad de ingreso de las mujeres no varía, un incremento en el ingreso familiar tiende a reducir su participación en la fuerza de trabajo; en cambio, si el ingreso del resto de los miembros de la familia permanece constante, un aumento del salario de la mujer, se traduce en mayor oferta de tiempo al mercado laboral.

El supuesto anterior hace alusión a la unidad de recursos y a éste se le agrega otro referido a la existencia de una singular función de bienestar para la familia. Desde la propuesta teórica de BECKER (1987) es el caring o las interdependencias de utilidades individuales, lo que permite establecer el bienestar común; el comportamiento maximizador queda en manos del jefe familiar altruista, "quien con suficiente bondad induce altruismo en los otros miembros".[10]

En la base de este altruismo, adquieren forma ciertos principios que sustentan las relaciones entre los miembros; por ejemplo, para algunas personas dar es más importante que recibir; en los comportamientos individuales y en las decisiones de consumo la persona no es totalmente autónoma, por el contrario, con su actuar contribuye a modificar el nivel de satisfacción de los demás; la actividad económica personal no se reduce a la compra de bienes para producir satisfacciones individuales, "sino que integra la asignación de recursos personales que son utilizados por el individuo para actuar sobre los otros con el fin de que éstos produzcan un determinado nivel de bienes o valores sociales…".[11]༯font>

Palmer ilustra y sintetiza los supuestos teóricos anotados anteriormente, cuando aduce que la familia como unidad económica, responde a un modelo que requiere de una persona custodia de los recursos y necesidades del grupo; el esposo trabaja tanto como su esposa y viceversa; los ingresos completos de cada miembro, se convierten en presupuesto del colectivo; en fin, "…esfuerzos y dividendos se distribuyen democráticamente y (…) existe alguna unidad de contabilidad armoniosa bajo un altruista jefe de familia…".

Como unidad económica, la familia en su calidad de consumidora deriva satisfacción de la adquisición de bienes y servicios y usa sus recursos limitados para acceder a ellos; de ahí que llegue al mercado con dos interrogantes básicos: ¿cuánto puedo consumir? y ¿qué prefiero consumir? Al enfrentar la primera cuestión, se entera de la imposibilidad de acceder a todos los recursos que necesita y desea, pues hay una restricción monetaria que a su vez está vinculada con una restricción temporal, como en una economía de mercado, "la renta monetaria no está dada pues depende de la asignación de tiempo entre hogar y mercado" (NERLOVE, 1974). Esto significa que a mayor cantidad de tiempo que dedique a trabajar por un ingreso, mayor es éste, pero a la vez menor es el tiempo disponible para las tareas de la casa.

El segundo interrogante -¿qué se prefiere consumir?- alude a los gustos y preferencias. Las familias como consumidoras y, según sus necesidades, deben administrar una cesta de bienes y servicios; la selección es obligatoria al tener un ingreso limitado; se supone que realizan un ordenamiento –jerarquización- del consumo y, en tales circunstancias, deciden adquirir más o menos de una mercancía, de acuerdo con su renta y con los precios.

Además de la restricción monetaria, las familias enfrentan limitaciones técnicas en su propósito de maximizar su bienestar. Los procesos, en el contexto de la transformación de insumos en la familia, obedecen a las leyes de la biología, la química y la física.[12] A manera de ilustración: la preparación de alimentos requiere ciertos manejos para conservar sus propiedades nutricionales, incluso su sabor, color y textura; si estos procedimientos no se conocen se incide sobre el resultado final; así mismo, los aparatos que abrevian tiempo conllevan una serie de condiciones de manejo que en muchas ocasiones se ignoran y por ello no se optimiza su uso.

También se dan restricciones legales y socioculturales. En cuanto a las primeras, surgen de leyes y regulaciones del contexto en el cual actúa la familia; incluso, su acatamiento puede elevar el precio de ciertos servicios y productos. Es el caso del cumplimiento de normas anticontaminación o el ceñimiento a un horario en sitios públicos. En cuanto a las segundas, ciertas normas sociales y culturales afectan el nivel de satisfacción; por lo demás, la noción de bienestar esta influenciada por la cultura.[13]༯font>

En los nuevos análisis de la función consuntiva de la familia, adquiere importancia el recurso tiempo, que lleva a plantear el supuesto de las preferencias estables. Este establece que las compras y los modos de consumo se modifican con el transcurrir del tiempo más no las preferencias. Es el caso de muchos bienes que hoy en día se compran elaborados y antaño se hacían en casa; -pan, enlatados, conservas…- no significa que hayan surgido necesidades específicas por cada una de las mercancías en mención; lo que se da es una demanda de nutrición que ante el encarecimiento del valor del tiempo da lugar a formas alternativas de proveerse de dicha nutrición. Lo mismo podría argumentarse respecto al carro; no es una necesidad específica pero si lo es el "desplazamiento", y en vista de que el tiempo es costoso, en la medida en que las condiciones lo permitan, más individuos -familias- buscarán la forma de desplazarse lo más rápidamente posible. En síntesis, el supuesto de las preferencias estables dice que "lo que varía no es la estructura de las necesidades del consumidor, sino los medios para satisfacerlas".[14]༯font>

En su actuar en el mercado, se considera a la familia como unidad de consumo. Las actividades domésticas se desarrollan dentro de una unidad de decisión económica llamada consumo. Unidad en tanto que quien decide en ella, es una abstracción de singularidad y recae en todos los miembros; la utilidad derivada del consumo es colectiva. De otro lado, el concepto de unidad de consumo exige no diferenciar por ejemplo, entre "hacer aseo" y disfrutar de la casa limpia; entre "preparar alimentos" y "degustarlos, comerlos y digerirlos"; el acto de consumo encierra los dos, no los separa o, en otras palabras, no aísla el "acto para consumo" -que empíricamente se ve como trabajo doméstico- del "acto de consumo propiamente dicho".

Así entonces, el trabajo doméstico es un "acto para el consumo" inseparable de la acción de consumir. "La teoría moderna del consumo encarna una noción hedonista del consumo; asear la casa es un símil del aseo personal; preparar un café es tan satisfactorio como beberlo… disfrutar del hacer y del consumir no excluye a ningún miembro de la familia; el hacer -acto para el consumo- más el consumir lo hecho, en la función de producción de utilidad es sencillamente consumo del que todos participan, en tanto familia se considera unidad de decisión de consumo".[15]༯font>

5.4 LA CUESTIÓN DEL PRESUPUESTO

Cuando al salario del marido se añade el de la mujer, la gestión del presupuesto se encuentra modificada, y aquí se encuentra un rol importante que, quizá ha evolucionado más. En la familia obrera antigua, el marido daba generalmente a su mujer una cantidad con la que ella debía desenvolverse para alimentar a la familia, ciudad a los hijos. etc. Confiar este rol a la mujer no siempre era valorizante. El esposo conservaba su dinero de bolsillo fijo para sus gastos personales.

El modelo de familias burguesas. Su esposo le entregaba una cantidad que servía para sus gastos personales, pero el marido administraba los gastos, financiaba las grandes compras.

Con el aumento del nivel de vida y la entrada de las mujeres en el trabajo, la gestión del presupuesto de la familia descansa sobre bases diferentes. En primer lugar, los gastos personales del esposo disminuyen, como consecuencia de las transformaciones culturales que han hecho volver al hombre a la casa, y correlativamente aumentan los gastos colectivos, vivienda, bienes de equipo de la vivienda. Además, el salario femenino acentúa la indivisión de la gestión de los recursos familiares.

Un factor importante a tomar en consideración concierne, más allá de los roles, a los sectores de responsabilidades tal como cada esposo los ha interiorizado. Un hombre tiene una profesión, una mujer tiene dos: profesional y familiar, sean cuales sean sus empleos respectivos. El terreno en el que el reparto de roles parece concretarse concierne a la gestión del presupuesto, las grandes opciones de familia. En su conjunto, las mujeres avanzan sobre los roles masculinos, mientras que eso no ocurre en el sentido inverso. La explicación es simple. Si administrar un presupuesto, tiene un valor valorizante para la mujer, puede tomar el aspecto de una promoción social, los hombres no tienen el deseo de cargar el lavaplatos.[16]

La reticencia masculina a compartir las tareas materiales se explica por su desvalorización. El carácter preindustrial de su naturaleza y de su modo de producción constituye la causa. Estas tareas no se prestan a la estandarización, a la racionalización, a un control de la eficacia, atributos de la actividad industrial.

Marco contextual

5.5.1 ANTECEDENTES DE LA CIUDAD DE EL ALTO

La urbanización de la ciudad del El Alto se inicia a partir de 1940, fundándose en esta década la primera zona de Villa Dolores con 1.087 manzanos. A partir de los cambios sociales de 1953 con la Reforma Agraria se produce una migración del campo a la ciudad de La Paz poblándose de una forma desorganizada y con múltiples problemas de urbanización.

En sus inicios la ciudad de EL Alto era el espacio de comunicación con la cuidad de La Paz, al transcurrir los años se van poblando por personas que se reubican al no encontrar espacio para habitar en la hoyada, Por otro lado, la crisis económica que vivía el país repercute en el área rural empujando a sus habitantes hacia la migración del campo a la ciudad desde la provincias Ingavi, Pacajes, Los Andes, Omasuyos y Manco Kapac predominantemente. La caída del estaño tuvo también repercusiones en los habitantes de las minas de los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí , que también migraron a esta cuidad.

Los habitantes alteños fundamentalmente son migrantes, "en 1998 el 88 % de los pobladores de esta ciudad, habían nacido en otras áreas del país, siendo el flujo migratorio más importante el del departamento de La Paz con el 84 % con respecto a las otras regiones (PNUD/Hábitat, 1991). El Alto recibió hasta ese año el 13.7% del total de la población migrante del país" (Nota de prensa, enero 2000)

Cuadro Nº 1. Población alteña

Partes: 1, 2

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