Monografias.com > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Historia de los paradigmas en salud




Enviado por Alejandro Vela Quico



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Concepto
  4. Paradigmas en
    salud
  5. Atención
    primaria de la salud
  6. Medicina
    comunitaria
  7. Moderno o
    científico
  8. Campos de la
    salud
  9. Vigencia de los
    paradigmas

Resumen

Los paradigmas son modelos de explicación
integral de los procesos de salud y enfermedad. Establecen lo que
es normal o legítimo como conocimiento e
intervención, mientras sean coherentes con el paradigma
vigente. Los paradigmas expresan y se explican en determinado
contexto histórico, de los cuales son importantes los
procesos: económico, político y
cultural.

Algunos suelen considerar a los paradigmas de salud como
un asunto "histórico", perteneciente al pasado o a algo
sólo "teórico", pero no perciben que actualmente
estamos inmersos en un paradigma, es más, hemos sido
formados en él y asumimos que es obvio, natural y
verdadero.

A través de la historia se han ido constituyendo
diversos paradigmas, con diferentes concepciones de la salud,
agentes y medios de intervención.

Los principales paradigmas a través del tiempo
han sido: el mágico religioso, el miasmático, la
medicina social, la atención primaria de la salud, la
medicina comunitaria, el moderno o científico y el de
campos de la salud.

En sociedades con diferentes niveles de desarrollo y
diversos grupos culturales, estarían vigentes algunos
paradigmas de diferentes épocas históricas, pero
actualmente el dominante en el mundo es el llamado: la Medicina
Científica o Moderna.

Introducción

Al revisar los hechos de la Medicina retrospectivamente,
por ejemplo: las concepciones y prácticas sobre la
epilepsia, la esquizofrenia, la peste bubónica, la
gestación, la vida y la muerte, no podemos dejar de
sorprendernos con cierta conmiseración por los
conocimientos que se tenían en tiempos antiguos y sus
formas de tratar a los enfermos,[1] mucho de lo
cual nos suele parecer obviamente equivocado, absurdo o
incipiente.

La historia de la Medicina "oficial" actual pone
énfasis y se estructura con base a rasgos o elementos
identificados a través del tiempo que pueden ser
coherentes con la Medicina Científica Moderna, a los
cuales llama precursores y aportes, así como describe un
desarrollo de la ciencia a partir de personajes, siendo los
más destacado: Hipócrates, Galeno, Avicena,
Paracelso, Vesalio, Harvey, Pasteur, Koch, Lister, Bernard,
Pavlov, entre muchos otros, y así se llega a: Fleming,
Watson y Crick, Christiaan Barnard y Richard J.
Roberts[2]todos unidos por el mismo paradigma.
Esta es una historia contada como una evolución larga y
progresiva, de sumas y saltos, pero dentro de un solo camino: la
racionalidad y objetividad de la
ciencia.[3]

Ahora nos parece obvio y hasta fácil saber que
por las venas y arterias circula sangre y no aire, que la peste
se explica por el contagio de una bacteria y no por olores
extraños del ambiente, que un esquizofrénico se
puede aliviar con un tratamiento de clorhidrato de
trifluoperazina y no es necesario las duchas heladas o invocar a
los dioses para que lo liberen de sus demonios.

El conocimiento del presente es entendido como superior
al del pasado, como resultado de un largo proceso de
evolución de la ignorancia a la ciencia. Posesionados en
la ciencia actual, se reordena los hechos del pasado y
éstos se describen como antecedentes incipientes o
escalones de la nueva ciencia.[4]

Simultáneamente nos desconsuela sospechar que
dentro de algunos siglos nuestras formas de explicar y tratar las
enfermedades, podrían parecer tremendamente ingenuas,
equivocadas o poco científicas, con base a los "nuevos
conocimientos" del tiempo futuro.

Afirmamos que las formas de comprender y actuar en
salud, como en todos los campos sociales y del conocimiento,
tienen historia, se mueven o cambian, movilizadas por procesos
profundos en contextos más amplios y en el mismo campo.
Estos procesos pueden son: el económico, el cultural y el
político, de allí la necesidad de considerarlos
para comprender el origen, vigencia y declive de un
paradigma.

El presente trabajo se propone definir: qué son
los paradigmas, describir, didáctica y abreviadamente los
principales paradigmas en salud a través de la historia,
así como analizar su presencia en algunos países
donde coexistirían diferentes paradigmas. Debemos
mencionar que han existido otros modelos, pero que han tenido una
acogida muy limitada en la sociedad o se han quedado en espacios
intelectuales y académicos.

Nos hemos propuesto en cada paradigma identificar los
siguientes elementos:

  • Contexto económico, social, político y
    cultural.

  • Elementos descriptivos del paradigma.

  • Implicancias para la investigación, las
    políticas y la intervención.

  • Estado actual.

Concepto

Un paradigma es un modelo, una teoría, un enfoque
o una concepción que proporciona una explicación
integral a los procesos de salud y enfermedad, en este caso. Los
paradigmas establecen lo que es normal o legítimo como
conocimiento e intervención, mientras sean coherentes con
el paradigma vigente.[5]

Luego, es característico de los paradigmas: su
condición de vigencia dominante o hegemónica, de
aceptación casi absoluta en la comunidad o sociedad
respectiva, así como en sus portadores y practicantes;
pues con este paradigma son educadas las nuevas generaciones y la
misma sociedad está organizada con sus principios, de
allí también el carácter de oficial y
coercitivo de su presencia. Discrepar o incluso pensar y hacer
algo diferente al paradigma dominante se constituye en riesgosa
herejía o potencialmente en crisis, revolución y
cambio del paradigma.

Los paradigmas expresan y se explican en determinado
contexto histórico, destacan a ciertos actores sociales y
a ciertos procedimientos como legítimos y válidos.
Son portados no sólo por sus instrumentadores formales
sino por sectores sociales, a manera de un elemento cultural. Un
nuevo paradigma puede incluir elementos de otros y no ser
totalmente diferente.

De manera esquemática podemos identificar en cada
paradigma en salud los siguientes elementos: el concepto de
salud-enfermedad, los agentes de curación y los medios de
diagnóstico y de curación.

Paradigmas en
salud

  • 1. MÁGICO RELIGIOSO

Surgido en épocas antiguas de todas las
sociedades, donde el ser humano vivía en grupos
pequeños y errantes, gobernados de manera comunitaria y
líderes carismáticos. Su economía era de
subsistencia y autoconsumo basada en la recolección, la
caza y la pesca, con desarrollo rudimentario de herramientas y
técnicas. La vida dependía profundamente del curso
de la naturaleza, los hombres se percibían como
débiles o inferiores ante los fenómenos naturales
pues no lograban explicarlos eficazmente.

Posteriormente se descubre la agricultura y esta lleva a
la constitución de las ciudades, al aumento de la
productividad y de la población así como a la
aparición de los primeros Estados.

Las explicaciones de la salud y enfermedad eran
sobrenaturales, míticas y religiosas; entre ellas destaca:
el castigo o gracia de los dioses, la posesión del cuerpo
por espíritus malignos o de los muertos, una prueba a la
templanza humana o por algún designio superior
desconocido. En Grecia, los dioses de la salud eran Apolo, Higia
y Esculapio, en Egipto era Imhotep y en la India Dhanu-Antari era
la encarnación médica de Dios. La salud, el
bienestar y el pensamiento se percibían como un estado de
equilibrio entre: el hombre y lo divino, el hombre y la
naturaleza, el calor y el frio, el cosmos y la tierra, la
alimentación y el cuerpo, la moral y la conducta, los
humores y las energías, entre otros elementos.

Debemos reconocer que, adicional y supeditadas a esta
práctica mágica y religiosa predominante de la
salud, existían algunas dolencias o situaciones de salud
explicadas por mecanismos naturales y empíricos o de
evidente causa como la traumática directa, por ejemplo;
frente a las cuales se usaban procedimientos empíricos
para tratarlas, entre ellas: infusiones de hierbas para lavar
heridas o calmar el dolor, colocación de emplastos,
trepanación de cráneos para retirar los fragmentos
de hueso, reposición de dislocaciones y fracturas con
tablillas.

Otras explicaciones naturalistas incipientes fueron las
concepciones hipocráticas (en "De los aires, las aguas y
los lugares") sobre los humores y la influencia del clima en la
vida y la salud. Precisamente esta fue la forma antigua en que se
originó el paradigma de la Medicina Científica
Moderna.

Regresando al paradigma mágico religioso diremos
que es característico de todos los sistemas de salud de la
antigüedad y se llaman "Medicinas Tradicionales" a sus
expresiones actuales, entre ellos son muy reconocidos los
siguientes sistemas: la Medicina china, el Ayurveda de la India,
la Medicina Pránica, la Medicina Andina de América
latina, entre muchos otros.

Los agentes de sanación eran los sacerdotes como
intermediarios entre los dioses y los seres humanos, o eran los
curanderos, los chamanes, las parteras, los hierberos, los
adivinadores, los brujos y otros especialistas elegidos por los
dioses y con capacidad para reconocer la causa de la enfermedad
y/o tratarlas, luego, el ser sanador era un don divino y su
práctica era un servicio.

En otras culturas los sanadores eran elegidos por alguna
cualidad y formados en escuelas donde aprendían de los
maestros, también había un mecanismo de herencia de
padres a hijos o a allegados que convivían con los
maestros. Los sanadores tenían jerarquía y
especialidades que iban desde los más
mágico/religiosos hasta los más empíricos o
naturistas. Con la experiencia y las virtudes podían
mejorar su desempeño, así como su ejercicio era
respetado y protegido por la sociedad y los
gobernantes.

Los procedimientos de diagnóstico eran variados:
examen físico directo, interrogatorio al enfermo y a los
familiares, lectura de hojas, del canto de los pájaros,
del clima, de los sueños, de las entrañas de
animales, del humo, etc. Su uso dependía de la experiencia
del sanador.

Los medios de curación dependían del
diagnóstico realizado. Podían ser mediante el uso
de recursos materiales que incluían una dieta especial, el
uso de hierbas por su carácter de cálidas o
frías o por sus efectos biológicos, además
usaban diversos minerales y órganos de
animales.

Los procedimientos mágicos consistían, por
ejemplo, en sesiones donde un brujo convoca a los
espíritus malignos para exigirles abandonen el cuerpo de
paciente, llamar a los espíritus de los muertos en un
cementerio o del paciente, en el casos del "susto" o
pérdida del ánima.

Los procedimientos religiosos incluían rituales
de reconciliación o satisfacción de los dioses, a
veces mediante sacrificios de animales o humanos, todo lo cual
debía ser orientado por los sacerdotes. Los templos o
lugares sagrados eran centros de curación de los enfermos.
Se trataba con conjuros, danzas, ritos mágicos, talismanes
o buscaban hacer inhabitable el cuerpo al demonio con
apaleamientos, ayuno, vómitos y otros
procedimientos.

Si no curaba cierta dolencia, se podía recurrir a
otro sacerdote o sanador con más experiencia o poderes, lo
cual podía implicar mayores esfuerzos o un curso tortuoso
para el paciente. Otra opción también era invocar a
otros dioses y hacer mayores sacrificios para obtener su gracia.
Si aun así, no curaba un enfermo se interpretaba como un
misterio o el designio divino indescifrable.

Dentro de este paradigma, las sociedades y gobernantes
hacían grandes esfuerzos individuales y colectivos para
guardar el respeto y equilibrio con las fuerzas divinas o en
general superiores, como las naturales. Había fechas
establecidas para ciertos rituales importantes que a veces
incluían sacrificios de animales e incluso
humanos.

Actualmente muchos sectores de la población
popular de cultura tradicional e incluso entre los mismos
profesionales de la salud con formación científica
en países como el Perú, recurren a la
religión (cristiana generalmente) con: oraciones, misas,
actos de sacrificio, penitencias, peregrinaciones, procesiones,
bendiciones, etc. para curar sus males o tener éxito en
los tratamientos médicos. Asumen la curación como
la voluntad de su dios y al profesional de la salud como un
intermediario de dicha voluntad.

Se puede observar por doquier en las instituciones de
salud, capillas o altares e imágenes donde las personas
realizan oraciones para la salud de sus familiares. Hemos
encontrado en los consultorios de hospitales, afiches donde se
observa a jesucristo entre los cirujanos guiando la mano del
profesional; esto además refuerza la imagen del
médico como próximo a lo divino. Tenemos
referencias directas que esto mismo se puede encontrar en los
hospitales de España, donde un esposo de religión
islámica realizaba rituales con agua para pedir por la
salud de su esposa en el trabajo de parto.

También se puede observar actualmente diversos
rituales tradicionales no religiosos para proteger la salud, el
bienestar, curar enfermedades o simplemente para mantener el
equilibrio con la naturaleza y los seres superiores, por ejemplo:
el pago a la tierra, el llamado del alma, el Kayka, el ojeado,
etc., en poblaciones andinas.[6]

Las políticas de salud y la intervención
de los profesionales de formación científica y
oficial, en poblaciones de cultura tradicional, suelen encontrar
resistencias para asumir sus diagnósticos e indicaciones,
lo cual algunos lo interpretan como ignorancia y
terquedad.[7]

Además podemos afirmar que una expresión
actual de las primeras concepciones naturalistas de
Hipócrates es la Medicina
Homeopática.[8]

  • 2. MIASMÁTICO

En la edad media o feudal, la economía estaba
sustentada principalmente en la agricultura, desarrollada en
grandes propiedades, con tecnología básica para la
irrigación, la rotación de suelos y el cultivo con
algunas herramientas de hierro, dirigida a la sustentación
directa y menos a la comercialización. El poder
político era clasista y estaba en manos de una escala
piramidal de familias feudales y sus vasallos, quienes pagaban
tributos o trabajaban para un señor.

Continuaba predominando el pensamiento mágico y
mítico pero se hace profundamente más religioso,
dada la extensión y poder del cristianismo católico
y sus prácticas extremas de control del espíritu y
de los Estados. Se pensaba que el ser humano poseía un
cuerpo mortal y un alma eterna que provenía de dios. El
cuerpo era sólo el receptáculo del alma y fuente de
tentaciones y vicios, por lo tanto no tenía mucho sentido
preocuparse por el gozo del mismo o la prolongación de la
vida terrena, cuando lo importante era la salvación del
alma.

Estaba prohibida la exploración del cuerpo y por
ello no se llegaba a superar las descripciones anatómicas
de la antigüedad como las de Galeno (siglo II). Las
epidemias de peste que arrasaban a gran parte de la
población, eran interpretadas como castigos de dios por
los pecados de la humanidad, y recurrían a oraciones, el
uso de reliquias sagradas, las peregrinaciones a lugares santos,
incluso surgieron movimientos de cristianos extremistas como los
flageladores que se practicaban así mismos el sufrimiento
o lo imponían a los pobladores, a veces hasta provocar la
muerte, para expiar el pecado y obtener la compasión de
dios.

La Medicina de esta época combinaba lo religioso
con el empirismo naturalista. Desde Hipócrates y Galeno se
heredaron diversos procedimientos que se hicieron más
abundantes y eficaces, pero con escaso conocimiento de los
componentes anatómico y la fisiología, debido a las
prohibiciones religiosas. Las ideas hipocráticas sobre la
influencia del ambiente evolucionaron y dieron origen al concepto
de miasma.

Los miasmas eran definidos como efluvios que se
desprendían de los pantanos, de la materia en
descomposición o del agua estancada, entre otras fuentes.
Creían que eran responsables de la corrupción del
aire y que éste viajaba por el espacio produciendo las
pestes.

Otros atribuían el origen de los mortales miasmas
a fenómenos naturales como los terremotos, los rayos, los
meteoritos y las erupciones volcánicas, que liberaban
vapores insalubres desde las profundidades de la tierra.
Asumían que emanaciones malolientes se desprendían
del cuerpo de los enfermos e ingresaban por vía
aérea al cuerpo de las personas próximos a ellos,
pero no era la concepción infecciosa de la enfermedad, que
implica un microorganismo, que se tendría tiempo
después. La concepción miasmática
básica asocia el ambiente físico a la
salud.

Las pestilencias eran comunes en la vida medieval, las
viviendas insalubres no tenían un sistema de
eliminación de sus desechos ni alcantarillado y la higiene
personal no era una práctica extendida. Los mataderos de
los carniceros, los pantanos, las viviendas de los pobres, los
almacenes y otros lugares, eran muy impopulares en tiempos de
epidemias. Los cuerpos en descomposición de los muertos,
así como sus pertenencias y vestimentas eran temidos en
especial, por lo que se los incineraba a veces de manera violenta
o se los enterraba de manera compulsiva.

Al igual que las normas para mejorar la higiene y el
saneamiento, se ordenaron restricciones del movimiento de la
gente y de las mercancías, el aislamiento de los
apestados, su expulsión de las ciudades o su retirada a
hospitales periféricos ("casas de apestados"),
enterramientos improvisados ("foso de pestosos") de las
víctimas en cementerios extramuros y la quema de sus
vestimentas. Se prendían fogatas en las calles cercanas a
los muertos o enfermos para de alguna manera bloquear a los
miasmas.

Como se conceptuaba que el aire maloliente era nocivo,
para contrarrestarlo se utilizaban perfumes, aromas agradables,
la quema de especias e inciensos en los interiores, otros
colgaban en las puertas de las viviendas o al cuello, cebollas y
ajos, por sus olores intensos. Tras la introducción de las
hierbas procedentes de las indias exóticas del Nuevo
Mundo, se pensó que el consumo de tabaco era
efectivo.

La intervención era principalmente sobre el
ambiente y el agente de intervención principal
tenía un carácter de "policía sanitaria" por
el uso del poder represivo de los gobiernos locales, que buscaba
controlar algunas conductas sociales como la mendicidad, la
vagancia, la entrada de extranjeros y la prostitución,
así como también para el control de los apestados y
las personas en riesgo. La medicina de base empírica era
incipiente y paliativa, los hospitales fueron inicialmente
centros de consuelo caritativo de la iglesia.

Actualmente en los sectores populares se puede encontrar
que interpretan algunas enfermedades o brotes de resfríos
comunes como causados por los cambios en el clima, así,
cuando inesperadamente amanece nublado u ocurre un sismo, la
gente sostiene que "habrá enfermedad". Durante la epidemia
del cólera en el Perú en 1991, algunos sectores de
la población tenían la concepción de que el
cólera era producido por una especie de nube invisible que
se movilizaba por los aires de la ciudad y que se
introducía al cuerpo de las personas
débiles.

Algunas variantes actuales de este paradigma atribuyen
al clima de las regiones como el determinante de la conducta, la
moral y la salud de las poblaciones, así, habría
personas perezosas, melancólicas, alegres, sensuales o con
tendencia a ciertas enfermedades en función del
clima.[9] En la ciudad de Arequipa Perú,
por ejemplo, se llama "nevada arequipeña" al
carácter hosco que pueden tener temporalmente sus
habitantes cuando los tres volcanes de la ciudad se cubren de
nieve.

  • 3. MEDICINA SOCIAL

En el siglo XIX la economía capitalista se
revoluciona con la aparición de la máquina
haciéndose más productiva e industrial. Se extiende
por Europa con sobreexplotación de los trabajadores, las
mujeres y los niños, con jornadas de trabajo de 16 horas y
sin respeto a la dignidad humana y la seguridad laboral. Las
nuevas industrias atraen a la población rural y
ésta se concentra en las cercanías de las
fábricas en improvisadas ciudades, las cuales
crecían de manera desordenada, con hacinamiento y sin
servicios de saneamiento básico. Los desechos
domésticos y humanos se arrojan a la vía
pública o a los ríos cercanos.

La vida social y política era clasista, donde los
propietarios de las crecientes industrias imponían las
condiciones laborales, guiadas por el pensamiento liberal de Adam
Smith (1723 – 1790): la libertad como el principal valor y
el lucro como la mayor motivación de la conducta humana y
ordenador social.

La iglesia cristiana católica, muy poderosa
cultural, política y económicamente,
persistía en sus concepciones antiguas sobre el origen
divino del mundo, de la vida y del hombre. Instituyen el Oficio
de la Inquisición para acosar, entre otros, a los
revolucionarios científicos de pensamiento moderno como
Charles Darwin. La iglesia reclama templanza y paciencia al
pueblo, desarrolla mayor control de la educación
evangelizadora de la infancia y de nivel superior, con un enfoque
escolástico.

El concepto infeccioso de algunas enfermedades y de la
ciencia moderna aún era incipiente y aislado, pero
sólido. Los conceptos hipocráticos y
galénicos eran aún dominantes en la medicina
formal, pero rivalizaban con las prácticas tradicionales
mágicas, muy extendidas en los sectores
populares.

El paradigma de Medicina Social, surgido en la segunda
mitad del siglo XIX en Europa, en sectores intelectuales de
crítica al sistema económico y social, que se
indignan por la abusiva explotación del obrero en las
fábricas y por la indolencia del Estado ante la
insalubridad de las ciudades.

Destaca la participación y aportes de los
alemanes Salomón Neumann (1819 – 1908) y Rudolf
Virchow (1821-1902), quienes definen la salud como un derecho.
Plantean que las condiciones de vida y de trabajo de la
población, la pobreza, el hambre y la miseria, que
actúan sobre las condiciones biológicas y
físicas, son las responsables de la salud y la enfermedad.
Afirmaban que las condiciones atmosféricas y
cósmicas no causaban epidemias por sí mismas, sino
que eran debidas a la situación social en que la gente
vivía.

En consecuencia, las estrategias de la Medicina Social
se dirigían al nivel político y al Estado, para
realizar reformas laborales y en las condiciones materiales de
vida de la población; pero incluían también:
la atención médica para el indigente, el derecho al
trabajo, la higiene y la seguridad laboral, así como
cambios en la conducta de las personas a través de la
educación sanitaria.

Virchow sintetiza las relaciones de la medicina con los
problemas sociales en la frase: "La medicina es una ciencia
social, y la política no es más que medicina en
gran escala". Atribuía la epidemia de fiebre tifoidea de
1987 a un conjunto de factores sociales y económicos y en
consecuencia esperaba poco de cualquier tratamiento
exclusivamente médico como sostenían los
bacteriólogos. Proponía, en cambio, reformas
sociales radicales, que en general comprendían:
"democracia completa y sin restricciones", educación,
libertad y prosperidad.[10]

Su movimiento se extendió por toda Europa y se
expresó no sólo en manifiestos, sino también
en investigaciones, en luchas reivindicativas y políticas
del proletariado que logran reducir la jornada de trabajo,
mejorar las condiciones laborales para las gestantes, la
prohibición del trabajo infantil y la inversión
estatal en saneamiento básico. Otro impacto fue la
creación de la Seguridad Social en Alemania, en la
época del Canciller Otto von Bismarck, con la Ley del
Seguro de Enfermedad, en 1883, el primero en la historia
mundial.

Quizá también este fue el origen
más definido de la Salud Pública como ciencia que
enfrenta la salud como un asunto de colectividades y que requiere
una intervención de políticas de Estado.

De este paradigma se desprendía la necesidad de
investigar la distribución de las enfermedades y la
mortalidad por estrato social, donde se observaba la
estratificación de las clases sociales del perfil
epidemiológico. A esto contribuyeron los estudios de John
Snow (Inglaterra 1813 – 1858), padre de la
epidemiología moderna, al demostrar en 1854 que el
cólera era causado por el consumo de aguas contaminadas
con materias fecales, la clausura de esta fuente de agua
disminuyó los casos de la enfermedad. Snow introdujo un
método de estudio lógico y racional que asociaba
los hechos y evidencias con los casos, que sustentaba la
intervención.

Este enfoque actualmente es portado por muchos gremios
profesionales de salud y los movimientos de la sociedad civil en
salud que propugnan una mayor participación del Estado en
salud y no dejar que el mercado sea el regulador. Denuncian la
mercantilización de la salud y el predominio de los fines
de lucro en la orientación de la investigación y el
desarrollo de la Medicina. Proponen un sistema único de
salud donde se enfrente las inequidades y la
mercantilización, se establezca la
descentralización política y el rol rector del
Estado.

Atención
primaria de la salud

En los 70s se vivía un clima mundial de
entusiasmo por el desarrollo de la ciencia y la
tecnológica que había comenzado luego de la Segunda
Guerra Mundial, pero que no alcanzaban a superar las
desigualdades sociales y la pobreza en el mundo.
Políticamente el mundo estaba bipolarizado en todos los
campos por lo que se llamó "la guerra fría", que
enfrentaba el modelo de desarrollo capitalista, encabezado por
Estados Unidos, con el modelo socialista floreciente, encabezado
por la URSS. Estas tensiones implicaron un extraordinario
desarrollo tecnológico bélico y las estrategias de
ambos lados para ampliar sus áreas de influencia
geopolítica.

Paralelamente se fortalece el llamado movimiento de los
países no alineados en diversas conferencias y
declaraciones con una agenda diferente a los dos bloques de la
guerra fría. Los gobiernos básicamente
seguían el modelo de Estado benefactor en diferentes
niveles. Los no alineados levantaban la autodeterminación,
la oposición al apartheid, la no-adhesión a pactos
multilaterales militares, la lucha contra los colonialismos
así como a la carrera armamentista y las guerras.
Sustentaban la defensa de los fines originales y la autoridad de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) deteriorada
por las dos potencias mundiales. Avanzan en acuerdos para la
cooperación económica internacional en condiciones
de igualdad.

En este contexto de entusiasmo por la
concertación internacional no alineada, pacífica y
por la justicia, diversos procesos sanitarios y experiencias de
organizaciones públicas y privadas sin fines de lucro,
así como antecedentes aislados[11]confluyen
en la convocatoria por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y el Fondo Internacional de Ayuda a la Infancia de las
Naciones Unidas (UNICEF) a la Conferencia de Alma Ata (URSS) en
1978, a la cual asistieron 134 países y 67 organizaciones
internacionales. Sus conclusiones se expresan en la llamada
"Declaración de Alma-Ata" y el lema/meta: "Salud para
Todos en el año 2000" y define a la Atención
Primaria de la Salud (APS), como la estrategia para
alcanzarla.

Los fundamentos teóricos de este paradigma fueron
el concepto de "Historia Natural de la Enfermedad" (triada
ecológica: huésped, medio ambiente y agente) y los
"Niveles de prevención". La Conferencia define la salud
como el "estado de total bienestar físico, social y
mental, y no simplemente la falta de enfermedades o malestares",
se la define como un derecho humano fundamental y meta social
más importante a nivel mundial, cuya realización
requiere de la participación de los gobiernos, de otros
sectores sociales y económicos, así como de la
población.

La enfermedad se explicaba por el desequilibrio en uno o
más de los componentes de la tríada
ecológica por falla de las acciones de prevención.
La enfermedad tenía una etapa prepatogénica donde
interactuaban dichos factores. Al perderse el equilibrio,
provocando la aparición de los primeros síntomas y
signos, los cuales se podían detectan precozmente y evitar
que la enfermedad evolucione y, cuando la enfermedad se
encontraba en etapa avanzada, la intervención podía
dirigirse a curar al paciente, evitando las secuelas o la muerte.
Por lo tanto la atención de salud tenía una
estructura por niveles, donde en hospital se reservaba para los
casos de atención especializada.

Monografias.com

Cuadro 1: Historia Natural de la
Enfermedad y Niveles de Prevención

De este modelo se desprendía un sistema de
atención por niveles de complejidad, donde la prioridad
era la prevención primaria, pues se esperaba que
aquí se evitara la enfermedad, se atienda la mayor
cantidad de casos y que sólo los que lo ameritaban, fueran
derivados a los hospitales de apoyo, luego a los hospitales
generales y finalmente, llegaran a los hospitales especializados
los casos realmente necesitados de este nivel de atención
(sistema de referencia y contra referencia). La lógica de
la APS incluía la atención hospitalaria y a la
más alta especialización y
tecnología.

El primer nivel de atención, a cargo de los
Puestos y Centros de Salud, de acción sobre la comunidad y
la familia, las medidas eran principalmente de prevención
y promoción de la salud. Las profesionales pertinentes
eran principalmente los no médicos, como las enfermeras,
asistentas sociales, educadores, antropólogos,
médicos generales o de familia, entre otros, así
como implicaba un decidido trabajo coordinado con la
población y sus agentes como son los promotores de salud,
las parteras y los curanderos tradicionales.

La APS implicaba una revolución en los sistemas
económicos y políticos de los países,
así como un nuevo orden mundial. Los medidas sobre las
condiciones sanitarias de la población, incluían
intervenciones decididas de los gobiernos para la dotación
de servicios de agua, disposición de excretas y residuos
sólidos, mejoramiento de las viviendas, la
formación profesional, entre otros cambios.

La Declaración de Alma-Ata tenía los
siguientes principios básicos:

  • Distribución equitativa de los recursos:
    todos los grupos de la sociedad tienen los mismos derechos a
    la salud, lo que incluye el acceso económico y
    geográfico a los servicios.

  • Participación comunitaria: alentar y dar
    oportunidad a las personas de involucrarse de manera activa
    en las decisiones sobre su propia salud y sobre los servicios
    de salud para su comunidad.

  • Tecnología apropiada: los cuidados primarios
    de la salud deben estar basados en métodos asequibles,
    ética y culturalmente aceptables para los individuos y
    la comunidad, y ser apropiados para las condiciones en las
    que van a ser aplicados.

  • Cooperación entre los diferentes sectores:
    colaborar y seguir estrategias comunes con otros sectores
    cuyas políticas están relacionadas con la
    salud, como la agricultura, la educación y la
    vivienda.

  • Énfasis en la prevención sin excluir
    los cuidados curativos: incorporar la promoción y la
    educación sanitaria sobre cómo controlar y
    prevenir los problemas de salud más
    habituales.

Este paradigma tuvo rápidamente acogida formal en
los gobiernos de los países no alineados que lo asumieron
como estrategia oficial de sus sistemas de salud, los organismos
no gubernamentales de desarrollo con compromiso popular y
sectores intelectuales y profesionales de ideología
social.

Pero inmediatamente después de dicha conferencia
empezó un proceso para deformarla, reducirla y quitarle su
carácter revolucionario. El Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional, la Organización Mundial de
Comercio e incluso la UNICEF, dentro de su plan de ajustes
económicos por la crisis del sistema capitalista,
sostienen que los principios de Alma Ata eran idealistas e
impulsan la llamada "Atención Primaria de Salud Selectiva"
dirigida a lograr algunos indicadores estadísticos de
salud (lactancia materna, suplementos alimentarios,
alfabetización de mujeres, planificación, terapia
de las diarreas mediante la rehidratación oral,
inmunizaciones), todo lo cual no implicaba mejorar la realidad
social que afectaba a la salud.

El lema "Salud para todos en el año 2000" fue
víctima de simplificaciones conceptuales. Se asumió
el concepto de primario como sólo el primer nivel de
atención por lo que se dijo que la APS era una estrategia
para la atención en los servicios periféricos y la
comunidad, pero la atención hospitalaria y especializada
siguió igual.

Los gobiernos no cambiaron sus políticas y el
sistema de salud, pero crearon un departamento de APS para
aislarla. Especialmente los médicos y profesionales de
salud boicotearon los intentos de formar y trabajar con un
enfoque de APS, porque ellos resultaban desplazados por otros
personajes como las enfermeras y la comunidad. La atención
médica reparativa y centrada en la enfermedad se mantuvo
privilegiada.

Tampoco se comprendió que la salud es una
realidad social y no sólo biológica o
médica, que requiere una acción multisectorial.
Regresó la concepción paternalista de los
profesionales hacia la población y la participación
comunitaria se redujo a ser usuarios de los servicios o
colaboradores de los programas del sector.

Con motivo de haberse llegado al año 2000 y que
en muy pocos países se alcanzó la meta de "Salud
para todos", es que desde muchos sectores e instituciones se
hicieron balances acerca de esta famosa estrategia. Se
afirmó que las condiciones que dieron origen a la meta de
"Salud para todos" y a la estrategia de la APS subsisten
actualmente y se han profundizado como las grandes inequidades y
la injusticia que afecta a vastos sectores
poblacionales.

Otros han levantado la APS con un sentido más
ideológico y convocan a persistir en su desarrollo.
También algunos sectores públicos la han tomado en
sus políticas pero realmente con grandes sesgos y
deformaciones y ninguna consecuencia en sus principios,
repitiendo la reducción de la APS a la atención en
al primer nivel de atención.[12]

Medicina
comunitaria

En los años 60 y 70 y especialmente en
Latinoamérica, se vivía una crisis económica
y social acrecentada por el fracaso de los gobiernos de
países dependientes que implementaron modelos de
desarrollo dictados por Estados Unidos y sus organizaciones
internacionales. Las políticas económicas no
lograban mejorar los niveles de vida de la población y se
profundizaban los reclamos sociales por el acceso a los servicios
como la salud y la educación, así como se
consolidaban los movimientos antiimperialistas y diversas
estrategias autónomas de sobrevivencia en la
población.

Políticamente, la guerra fría se
agudizaba. Al interior de los países, los movimientos
sociales se polarizaban entre las fuerzas conservadoras de
antiguos poderes y quienes luchaban por el cambio social, de
creciente influencia.

Los antecedentes del paradigma de Medicina Comunitaria
se pueden encontrar en las experiencias de los años 50 y
60, como la de los "médicos descalzos" en China y otros
países[13]así como diversas
experiencias de ONGs en el mundo, que buscaban empoderar a la
población, capacitar a promotores de salud, organizar
servicios de salud y botiquines, entre otras acciones, con gran
acogida y buenos resultados en la prevención y
atención básica de salud en lugares a donde no
llegaban los servicios gubernamentales.

Los fundamentos de este paradigma fueron:

  • La ética solidaria de sectores intelectuales,
    profesionales y políticos, con los más pobres y
    necesitados.

  • Los conceptos de comunidad e identidad, que asumen
    la existencia de grupos poblacionales ubicados en un
    determinado espacio, con problemas y objetivos comunes,
    así como estatus sociales definidos y roles
    comunes.

  • La prioridad de la acción por las poblaciones
    o comunidades rurales y de la participación
    comunitaria.

  • El rol de liderazgo de los profesionales de salud,
    especialmente de los médicos, que se acercaban a la
    comunidad para darle atención, educación y
    hacerla protagonista de cambios en su conducta
    sanitaria.

Esta forma de Medicina, surgió en crítica
al modelo dominante de tipo intrahospitalario, "intramural",
asistencialista y reparativo; pues amplios sectores de la
población no accedían a los servicios de salud por
razones de pobreza o desconfianza cultural. Este paradigma no
portaba una nueva concepción de la salud, diferente o
cuestionador del biomédico dominante, sino que
pretendía superar las limitaciones de dicho modelo, con
acciones particulares y estrategias de acercamiento a los
más necesitados, sin necesariamente llegar al nivel de las
políticas gubernamentales.

La Medicina Comunitaria, desde la perspectiva
gubernamental, fue una estrategia de ampliación de
cobertura sanitaria por acción de los profesionales y de
la comunidad, más allí de las posibilidades de los
hospitales y de la forma de trabajo del sistema de salud oficial.
Carlos Vidal Layseca la define como "conjunto de acciones intra y
extrahospitalarias de medicina integrada que realiza un equipo de
salud con la participación activa de la
comunidad".[14] Pero en la práctica los
gobiernos no dedicaron recursos ni incentivos para la
construcción de establecimientos de salud,
provisión de equipamiento y medicamentos ni incentivos
para el trabajo de profesionales en dichas zonas.

La Medicina Comunitaria fue planteada en el nivel
académico, como una expresión del llamado
"apostolado" de la Medicina, e incluso con un sentido
ideológico, de opción por los pobres, que los
convocaba a buscar a las familias y a la comunidad, en sus mismos
lugares de residencia, para desarrollar acciones principalmente
educativas, de saneamiento básico y de atención
básica de salud.[15] Había una
actitud paternalista y asistencial, que se nutría incluso
de sentimientos cristianos de amor a los más
necesitados.[16]

Pero el trabajo comunitario de las ONGs, tuvo como
estrategia central a la educación, la que se
fundamentó en el enfoque llamado de "Educación
Popular", que destaca la importancia del proceso de
transformación de la persona y de las comunidades a
través de la "toma de conciencia" de su realidad y su
conversión a protagonistas de su futuro. No se preocupa
a priori de los contenidos a ser comunicados ni de los
efectos en términos de comportamiento, cuanto de la
interacción entre las personas y su realidad, del
desarrollo de sus capacidades y de su consciencia. Es un modelo
pedagógico desarrollado por Paulo Freire, quien la llama:
"educación liberadora" o "transformadora", de clara
orientación social, política y
cultural.[17]

Se incentivó la investigación y la
publicación de las experiencias, conocimientos y
percepciones de la población, así como textos de
capacitación a la población para el autocuidado y
la atención.[18] Se revaloró el
conocimiento popular y por esa ruta se encontró un gran
bagaje en la Medicina Tradicional y sus agentes: curanderos,
parteras, hierberos, hueseros, brujos, sorteadores y
otros.

Este paradigma tuvo resistencia para ser asumido
masivamente por los profesionales de salud y se restringió
a algunos profesionales con grandes motivaciones morales o
ideológicas y a las ONGs de orientación
"concientizadora" que trabajaron a veces con altos
financiamientos extranjeros.

Actualmente este paradigma no existe. Las
políticas de salud han logrado extender la cobertura de
los servicios de salud a casi todos los rincones de los
países, incluso mediante programas de equipos
multidisciplinarios itinerantes que llegan a las poblaciones
más alejadas. Los profesionales y el personal de salud,
trabaja o elije trabajar en zonas alejadas, no por motivaciones
éticas o ideológicas, sino porque son recompensados
en sus remuneraciones o en puntaje para su currículo.
Además, se extinguió el ideal del cambio social y
la existencia de comunidades se ha reducido por el crecimiento de
la moral individualista y de las urbes.

Moderno o
científico

Se constituyó desde el siglo XIX paralelamente al
pensamiento moderno y al sistema económico liberal, con
todos sus valores y expresiones sociales. Este paradigma es
actualmente el dominante en el mundo, llamado también por
sus críticos como: biologista, biomédico dominante
o hegemónico.

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter