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Investigación sobre la sinusopatia (sinusitis o sinurrinitis)



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Monografía destacada

    Luego de cinco años en el ejercicio de la
    otorrinolaringología, me interesé por indagar la
    problemática por demás perturbadora de la
    SINUSOPATÍA, por su cubrimiento avasallador dentro de
    la población enferma, confirmando tiempo después que es
    LA MADRE PRIMITIVA BENIGMALIGNA RESPONSABLE DIRECTA de la
    aparición histórica y rutinaria de siembras de procesos
    sindromáticos tóxicos (infecto-inflamatorios) en
    oídos, nariz y garganta.

    Complicaciones a las que fui sumando con el transcurrir
    del tiempo el descubrimiento de sus radiaciones tentaculares de
    largo alcance, por demás sorprendentes y perturbadoras sobre
    los componentes orgánicos de los sistemas corporales
    viscerales conexos con la faringe, (tubo digestivo, respiratorio,
    etc.), puesto que todos los cuales, por su naturaleza tubular
    facilitan el transporte seguro de las secreciones tóxicas
    mucopurulentas propias de la sinusitis, la más
    continuadamente purulenta de todas las infecciones conocidas.
    Estos componentes de los sistemas digestivo y 0respiratorio, por
    su calibre apropiado y por su continuidad anatómica y
    funcional con la encrucijada aero-ótica-digestiva: la
    faringe; órgano tubular donde convergen las secreciones de
    los ocho senos paranasales. Estos sistemas son recorridos
    totalmente desde la parte cefálica a la podálica (desde
    la nariz y la boca hasta el ano y los alvéolos
    pulmonares).

    En base a este descubrimiento, me concienticé que
    para enfrentar con mucha fuerza el MITO DE LAS SEUDO-SOLUCIONES
    QUIRURGICAS, rutinarias y arbitrarias por ilógicas,
    apuntalados por intereses mezquinos, han tomado por asalto a la
    especialidad Otorrinolaringología, imponiendo de manera
    practicamente exclusiva, las soluciones quirúrgicas, como
    único tratamiento curativo, casi por la fuerza,
    seudosolución que se aplican sin contemplación, desde
    hace mucho atrás, a la inmensa mayoría de procesos
    netamente CLÍNICOS, todos los cuales, por su enorme peso
    numérico, debieran de ser los determinantes en la
    orientación de la otorrinolaringología
    contemporánea, en la dirección lógica de la meta
    clínica por excelencia, dejando una ventana abierta para
    solucionar quirúrgicamente reducidas situaciones, como las
    secuelas por accidentes que comprometen la región
    nasosinusal, poliposis nasal, desviaciones septales y por
    supuesto dejando el campo abierto para la Cirugía
    Estética.

    Como ejemplo, describo lo siguiente: se acepta que la
    sinusitis tiene inicio en los senos etmoidales y desde este punto
    comienza a sembrarse en los otros seis restantes senos (2
    frontales, 2 esfenoidales y 2 maxilares). Entonces, sin
    raciocinio alguno se acomete de la manera por demás
    pragmática y simplista la cirugía de los senos
    maxilares, lo cual arrojaría "resultados cuando más, de
    un cuarto de seudocuración quirúrgica". Y en breve
    tiempo las secreciones chorreantes desde arriba de estos seis
    senos vecinos "ilesos" volverán a enseñorearse en estas
    cavidades intervenidas, lo que reasegura la repitencia de esta
    historia. Otro ejemplo de lo más común es la
    extirpación indebida de amígdalas y adenoides, las
    cuales son organelas, integrantes del SISTEMA DE VIGILANCIA DE
    ALARMA Y ALERTA PARA LA PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA SALUD,
    como circuito periférico primario, especialmente muy
    sensible, que reacciona de forma muy prematura cuando apena
    comienzan a ser tocados por la actividad tóxica de la
    mucopurulencia sinusítica invasora, desde la nasofaringe,
    acontecimiento fácilmente confirmable mediante
    observación directa.

    Sistema de alarma y alerta que se debe de erigir como
    una herramienta de integración paciente–médico:
    mitad paciente, la alarma, aportada por éste, la cual
    debe traducirse a la manera de una respuesta álgica,
    producidas por estas organelas cuando se exhiben congestivas,
    hiperplásicas y/o infectoinflamadas, como resultado del
    contacto irritante mucopurulento sinusítico y, la otra
    mitad: la alerta, que emana de la inteligencia
    esclarecedora del galeno experimentado y conciente. Herramienta
    muy importante, de la cual nos tenemos que valer para confirmar
    abligatoriamente el grado variable de la incesante acometida
    lesionante sindromatopática, teleimplantada de la siempre
    presente sinusitis, por lo que es muy necesario confirmar el
    deterioro que ha ido sembrando este proceso invasivo dentro del
    mapa visceral corporal.

    Es la única manera fácil y práctica de
    confirmar y valorar el grado de penetración y deterioro
    orgánico que está en prosecución, síndromes
    generalmente muy callados en su inicio, de consolidación
    velada y sin pausa, de carácter dinámico, que siempre
    consiguen la meta de la cronicidad, por lo que a todos esta
    lesiones secundarias por derivadas, nunca morbos primitivos,
    tienen que ser detectados antes de que se despierten de su largo
    y acostumbrado letargo asintomático, que utilizan con todo
    sigilo para velarse y de esta manera desconsiderada, profundizan
    el desarrollo de su evolución morboso hasta terminar
    enraizándose, con lo que consiguen su estadio de cronicidad
    y su condición de entes autónomos (nunca primitivos),
    lo cual si se deja continuar hasta la línea de la
    irreversibilidad, comprometerá para siempre la
    morfofuncionalidad de la víscera en cuestión, y de
    forma integral la salud del paciente, como cuando la lesión
    se asienta en el hígado, los riñones, los ovarios y el
    estómago, por solo nombrar algunos ejemplos entre muchos
    otros.

    Su fácil exploración mediante palpación y
    puñopercusión, con lo que se consiguen respuestas
    álgicas positivas, las cuales se deben interpretar como el
    encendido de dispositivos de alarma, que automáticamente
    deben disparar proactivamente las alarmas de alerta preventiva
    por parte del médico examinador, puesto que no se pueden
    ignorar las graves secuelas que con toda seguridad están
    desenrollándose, y de inmediato poner en marcha los
    mecanismos indispensables para difuminar a estas seguras y
    futuras graves complicaciones en su conjunto, con toda facilidad
    en su fase de inicio cuando apenas dan señales de su
    discreta presencia invasora, propósito que solo se consigue
    erradicando definitivamente el proceso madre
    sinusítico.

    Llamo la atención muy respetuosa y muy
    responsablemente, para que este sistema de vigilancia de alarma y
    alerta se coloque con jerarquía, en el más alto grado
    de posicionamiento conciente en cada colega médico, para que
    lo ponga metodológicamente en práctica frente a cada
    paciente, cualquiera sea su motivo de consulta, pues solo tiene
    que recordar que el 80% y más de la población mundial
    sufre de sinusitis.

    Todos los componentes de este sistema de vigilancia,
    guardan la misma compostura que el guardián de turno en el
    cuartel, que suena la diana para despertar la tropa a la hora de
    un asalto enemigo. De estos puntos de alerta, los que están
    situados estratégicamente como activos vigilantes alrededor
    de la única grande e importantísima puerta de entrada
    natural al interior de nuestro cuerpo, son de naturaleza linfoide
    y forman una verdadera alcabala biológica de defensa pasiva
    de alarma alrededor de la encrucijada FARINGEA, cuya
    adquisición por fuerza mayor tuvo que haber consumido
    millardos de siglos de arduo trabajo al proceso evolutivo
    ontogenético, y cuya primera e importantísima
    función, es encender automática y prematuramente las
    alarmas para que se produzca la alerta propositiva del galeno, en
    cada oportunidad cuando éstas se recienten del toque directo
    e irritante del agente nocivo sinusítico, maléfico
    invasor, que en ausencia de estas organelas, por extirpación
    quirúrgica por demás arbitraria, tiene en adelante
    total facilidad por siempre y de la manera por demás callada
    y sin dejar rastro de su paso, de flanquear esta entrada, dando
    lugar a un acceso directo hasta los sistemas conexos, lo cual
    pone linealmente en peligro la totalidad de sus órganos
    viscerales.

    Las reiteradas amigdalitis, adenoiditis o sus
    agrandamientos persistentes son las respuestas
    órgano-funcionales específicas de su naturaleza
    alarmista. Son intentos que se originan en la intimidad de su
    sustancia, que las lleva hasta inmolarse frente a la disyuntiva
    de defender el bienestar integral de la unidad corporal, puesto
    que es su trabajo encomendado por los agentes de la
    evolución.

    Encienden las alarmas gritando, pidiendo literalmente
    auxilio: "QUE EL DR. RESPONDA INTELIGENTEMENTE, CON ALERTA
    ARMAMADA CON LA QUE ERRADIQUE LA FUENTE PRIMITIVA PRODUCTORA DE
    LA MUCOPURULENCIA INVASORA PELIGROSA, QUE DESDE ARRIBA
    (nasofaringe) CHORREA, PROVENIENTE SINE QUA NON DE UNA
    SINUSOPATÍA CRONICA Y QUE CONTINUAMENTE LAS ENVUELVE Y LAS
    INTOXICA". De ninguna manera se debe seguir interpretando como
    hasta ahora se ha hecho, que su grito desesperado encierra la
    petición para que las ayuden a terminar de
    suicidarse.

    Es importantísimo traer a colación, la
    conducta proactiva e inteligente que se desencadena, de manera
    por demás oportuna y siempre con apropiada antelación,
    cuando se produce el despertar de los soldados al toque de diana
    de alerta, frente al inminente ataque del enemigo, que
    automáticamente solo se interpreta como el llamado urgente
    para el combate y defensa integral del cuartel. Luego del
    enfrentamiento victorioso, el comandante, los oficiales y entre
    éstos, médicos militares y todo el cuerpo de tropa,
    agradecidos de por vida, solidariamente exigen que los
    componentes del cuerpo de vigilancia sean condecorados con la
    cruz del mérito, condecoración que encierra el deseo de
    que tengan una feliz y longeva existencia.

    Como resultado de esta extirpación de las
    amígdalas y adenoides, queda "un hueco faríngeo" liso,
    libre, inerme frente a las alimañas visitantes e invasoras,
    cuya incursión tiene en adelante la luz siempre verde a: 1.
    Al oido medio (trompa de Eustaquio); 2. Orificio cefálico
    del esófago (inicio del tubo digestivo) y 3. Orificio
    superior de a laringe (inicio del aparato respiratorio). 4.
    Frontalmente, esta dualidad sinurinitis, y sus secuelas lineales:
    la dacriosolenitis, dacriocistitis, la conjuntivitis, el
    pterigion, etc., son secuelas contragravitatorias directas
    sembradas in situ por la purulencia invasora sinusal, puesto que
    en las fosas nasales, se abren los diferentes ostiums de todos
    los senos paranasales y del conducto lagrimal, el que carece de
    válvulas y su única defensa es la irrigación
    sanguínea, por lo visto muy pobre.

    La encrucijada faríngea y el resto de las
    tubuladuras viscerales orgánicas conexas ya mencionadas, por
    contigüidad, progresivamente van siendo humedecidas por la
    secreción tóxica sinusítica de manera reiterativa,
    provocando linealmente a medida que avanza, procesos irritativos
    tóxicos en éstas y más aún, en las de
    naturaleza cavitaria donde se enlentece su recorrido, se estanca
    por supuesto. Tiempo después ya en estado de cronicidad, con
    empuje autosuficiente, cualquiera de estos síndromes se
    potencia cuando se suma a su proceso irritativo propio, el de la
    siempre presente telegrafiada actividad solidaria y maternal
    sinusitis, lo cual a su vez, profundiza y reafirma el proceso
    enfermante en la víscera metastasiada, proceso invasivo que
    prosigue hasta terminar en el extremo distal de los diferentes
    sistemas: 1:A nivel de la rinofaringe, por vía de
    trompa de Eustaquio: va al aparato auditivo (otitis media) con
    secuelas tiempo después en sus vecinos: interno (mareos al
    agacharse y al levantarse y más tarde vértigos; y en el
    externo: tapones de cerumen y engrosamiento del tímpano, con
    pérdida de su triángulo luminoso. 2:En las fosas
    nasales: sinurrinitis, poliposis nasal, dacriosolenitis,
    dacriocistitis, conjuntivitis, pterigion, catarata prematura,
    glaucoma. 3. A nivel de la orofaringe: a) esofagitis,
    gastritis, estreñimiento o colon irritable, hemorroides. b)
    laringitis, traqueitis, bronquitis, asma bronquial,
    Bronconeumonía.

    De esta manera por ejemplo, en cada
    reagudización de la bronquitis crónica, que multiplica
    la dosis inicial de mucopús sinusítico amarillo 100%
    alergénico que la originó, conjunto tóxico que
    desencadena implacablemente las reacciones alérgicas a todo
    lo largo y ancho de la mucosa de revestimiento del aparato
    respiratorio y que finalmente termina irritando y excitando la
    musculatura bronquial de Reisseisen, cuya respuesta
    automática se concreta en un aparatoso acceso asmático.
    Por lo tanto, la solución racional para estas
    nosologías de irrupción lineal y de común origen
    distante sinusal, que tiempo después muchas de éstas
    adquieren autonomía por habérsele dejado evolucionar
    suficientemente hasta hacerse crónicas al enraizarse, lo
    cual y de manera por demás rutinaria, es el mecanismo
    natural que transita una cualquiera y simple molestia
    sindromática visceral inicial, cuando no desperdicia el
    tiempo de los largos tratamientos fallidos para convertirse en
    morbo autónomo seudoprimitivo, secuela por demás
    común y corriente, hija legítima secular de un
    ejercicio médico clínico muy elemental y obsoleto, que
    conlleva diariamente a consecuencias hasta funestas, que en lo
    sucesivo podrían prevenirse con toda facilidad, con solo
    someter al paciente a la cura radical de la sinusopatía,
    mediante el tratamiento clínico moderno.

    Desde ya, los INTERNISTAS,
    GASTROENTEROLOGOS, OTORRINOLARINGOLOGOS, OFTALMOLOGOS,
    ALERGOLOGOS, NEUMONOLOGOS, NEFROLOGOS, ENDOCRINOLOGOS,
    GINECOLOGOS, etc., deben de ir cambiando el enfoque
    diagnóstico y por supuesto el tratamiento tradicional, para
    ir ajustándolo, a medida que paulatinamente van
    enriqueciendo su experiencia proactivamente, por esfuerzo
    coadyuvante propio, tiendan a reconfirmar que todas estos
    apéndices sindromatológicos originalmente son
    derivaciones sinusopáticas, que históricamente desde
    antes de la edad media, por pifia se han tomado como lesiones
    primitivas, solitarias e independientes e intentadas de curar con
    terapias tradicionales con resultados rutinariamente fallidos,
    conclusión por demás digna de ser tomados en cuenta,
    para prestarse honorablemente a colaborar en busca de una
    lógica alternativa, ya largamente esperada por la humanidad
    sufriente. Así es que, producto de esta conducta
    clínica tradicionalista por demás desenfocada, que solo
    garantiza hasta hoy (comienzo del siglo 21), que estos
    múltiples síndromes se hagan crónicos, lo cual se
    asimila al acto de solo cambiar absurda y obstinadamente las
    bombillas repetidamente inutilizadas, sin nunca pensar en buscar
    la causa más allá de ésta, comenzando por revisar
    la fuente de energía, la cablería, el interruptor,
    etc..

    Se trata específicamente de
    sindromepatías sinusíticas de generación lineal
    primaria, que no pierden tiempo para echar raices propias, con lo
    que se hacen crónicas, con potencial suficiente a su vez,
    para proseguir y diseminar secuelas secundarias y hasta
    terciarias, con la que demuestran el alto grado alcanzado de
    autonomía, situación suficiente para avanzar al estadio
    de irreversibilidad, la delgada línea de confrontación,
    que separa lo caótico benigno y lo maligno
    destructor.

    Por todo lo dicho arriba, la extirpación de
    amígdalas y adenoides como la única salida que se le
    impone al paciente, no tiene basamento científico y menos
    ético. Ingentes recursos (personal médico,
    paramédico, laboratorio, quirófano y días cama de
    hospitalización, etc.,) son distraídos en un teatro
    construido a la medida para satisfacer y llenar las expectativas
    de vida, no del paciente, si no del cirujano
    otorrinolaringólogo, que no debiera de cambiar su ejercicio
    natural y netamente clínico, por prácticas
    quirúrgicas tradicionalmente fallidas en el noble
    propósito de sanar en esta Especialidad. Debe de ignorar la
    praxis acomodaticia y simplona de estas pseudosoluciones
    verdaderamente ilógicas, por lo que su insistencia en
    continuar esta conducta quirúrgica, pone en evidencia su
    falta de análisis profesional y científico. Las
    soluciones quirúrgicas en el terreno de la
    otorrinolaringología clínica, dejan en la mayoría
    de los pacientes maltratados la sensación que "la cura fue
    peor que la enfermedad", y esta práctica solo debe estar
    dirigida a reparar el daño orgánico local luego de
    ocurrir un accidente; la extirpación de pólipos
    nasales, cirugía plástica entre otras
    minucias

    LA CONFIRMACIÓN DIAGNOSTICA DE LA SINUSOPATIA,
    tiene que ser la prioridad mayúscula del gremio médico
    mundial, y su erradicación lo más antes posible, se
    traduce en resultados de naturaleza preventiva por demás
    añorados, que se obtienen de manera automática y
    gratuita, sin tener que agregar esfuerzo adicional alguno,
    conducta que consigue eliminar antes de que nazcan, cada una de
    las múltiples complicaciones sindromáticas
    especialmente viscerales, que en conjunto forman un gran
    archipiélago de calamitosas evolución, cumbre
    preventiva a la cual debe aspirar voluntariosamente todos los
    involucrados interesados en aupar la dinámica evolución
    hacía una grande praxis médica verdaderamente moderna,
    colaborando en mantener fluido el círculo virtuoso que
    empieza con la identificación y descubrimiento sin duda
    alguna, de esta superlesión primitiva, originaria,
    contagiosa y ciento por ciento tóxica
    (infecto-inflamatoria), única dentro del género de las
    benignas, tal vez la única primitiva de altísima
    peligrosidad, cuyo tratamiento tiene que encaminarse desde su
    inicio, a producir su extirpación de raíz, con lo que
    se asegura además la actividad preventiva, o cuando ya
    existen estas complicaciones maduradas, propicia su
    desaparición también automáticamente, con la
    excepción de las que hayan tenido tiempo suficiente, como el
    consumido en tratamientos prolongados y fallidos repetidos, tal
    cual la ya secundaria y ya autónoma úlcera
    gástrica, estadio evolutivo superior inmediato de la
    gastritis primaria, la que siguió siendo irritada por el
    moco de la sinusitis, su agente tóxico propiciador
    específico, que prosigue su acción degradadora por
    siempre, riéndose de los fulanos seudoprotectores
    gástricos, la que subsiguientemente provista ya de
    raíces propias, se clona automáticamente en
    úlcera, con empuje autosuficiente y persistente, que lo
    dirige con fuerza hacía el logro de su encumbrada meta: la
    irreversibilidad, previa estación contigua a la siguiente
    parada, la del cáncer gástrico.

    Dentro del contexto actual de desarrollo en que se
    encuentra la Ciencia Médica Mundial, que clasifica y
    considera a esta lesión sindromática ulcerada de
    entrada, como si fuera un morbo primitivo, diagnóstico
    errado por demás, porque no es más que el mismo
    síndrome primario gastrítico, pero en su fase
    secundaria de maduración, y al clasificarse como con un
    morbo primitivo, se comete un error que solo se puede justificar
    por ahora, más por no saberse que por ignorancia, por lo que
    el paciente a esta altura de la situación, debe ser valorado
    lo antes posible por el departamento de Cirugía, para
    eliminar sin pérdida de tiempo esta lesión irreversible
    premaligna, oportunamente, después de haber recibido este
    paciente la terapia radical de su sinusopatía y de haberse
    reconfirmado que esta lesión crónica
    persiste.

    La verdad verdadera es que por siempre se ha tratado de
    una lesión secundaria sindromática consolidada y ya
    autónoma y para colmo, además, siguirá siendo
    aupada, protegida y repotenciada por el tentáculo vinculante
    y originario de la inexorable sinusopatía, lo cual reasegura
    su supervivencia y longevidad. Sumando los pros y restando los
    contras, pensando en la recuperación post-operatoria a la
    que con toda seguridad será sometido el paciente ulcerado,
    valdría la pena por siempre intentar la aplicación
    preoperatoria de su sinusopatía crónica
    desencadenante.

    Es la MEDICINA PREVENTIVA, la hasta ahora cenicienta
    dentro de la familia de las clínicas, la que ganaría
    por justicia un gran terreno de dimensión cósmica, que
    con luz propia reafirmaría su presencia y recuperaría
    su soberanía, al propiciar un manto de protección
    apropiado naturalmente preventivo, muy especialmente sobre las
    vísceras en general y en especial sobre las organelas que
    integran el sistema de vigilancia de alarma y alerta de
    protección integral de la salud, cuyas integrantes
    repartidas estratégicamente por toda la geografía
    corporal, al ser tocadas por la toxicidad del moco irritante
    sinusítico, con su propio y prematuro proceso gradual
    inflamatorio que sufren y exhiben, nos avisan desaforadamente del
    riesgo de graves complicaciones, que con toda seguridad
    comenzarán a ocurrir en las vísceras respiratorias y
    digestivas situadas aguas abajo de la faringe, si continúa
    la situación concreta de su rebasamiento por este
    tóxico. Como por ejemplo, amigdalitis, adenoiditis, dentro
    del universo de las complicaciones en seguidilla que causa
    directamente esta infección madre, por lo que me ufano en
    afirmar: QUE LAS MUTIPLES AFECCIONES SINDROMATICAS RUTINARIAS,
    QUE CONFORMAN UN GRAN ARCHIPIELAGO YA HISTORICO DE PATOLOGIAS QUE
    AFLORAN EN TODOS LOS SISTEMAS ORGANICOS VISCERALES TUBULARES (Y
    SUS GLANDULAS ANEXAS) CONEXOS CON LA FARINGE, TENIDAS POR ERROR
    HASTA AHORA COMO MORBOS PRIMITIVOS REPITO, SOLO SON REALMENTE
    SINDROMES Y COMO TALES, TODOS TIENEN UN COMUN ORIGEN DISTANTE Y,
    TODOS ABSOLUTAMENTE SE PREVIENEN CON LA MAYOR FACILIDADAD,
    ESPECIALMENTE SI DURANTE LA NIÑEZ ERRADICAMOS SU VERDADEDRA
    RAIZ DISTANTE PRIMITIVA, REPRESENTADA EN LA SUPERINFECCION
    BENIGMALIGNA SINUSITICA MADRE
    .

    Otras complicaciones adicionales que origina la matriz
    sinusopática, son sembradas ya no por contigüidad
    tubular, sino a distancia significativa, mediante tentáculos
    tal vez hemo-linfo-neuro-hormonal como hiperplasia
    prostática en el hombre y endometriosis, orquitis, anexitis
    y consecuencialmente esterilidad femenina. Las toxinas
    resultantes de la difuminación bacteriana propia del jugo
    gástrico, son asimiladas en el intestino y naturalmente por
    vía porta-hepática, en bloque en primera instancia,
    impactan en caliente al hígado, produciendo sufrimiento
    hepatocítico, litiasis biliar. Ya diluidas en la
    circulación general la toxicidad toca, con potencial para
    inflamar y hasta para destruir las delicadas células
    pancreáticas productoras de adrenalina (islotes de
    Langerhans). Esta situación que involucra a estos dos
    órganos, de por sí son más que suficientes para
    producir una falla en uno o en ambos, lo que consecuencialmente
    lleva al paciente sinusítico a la diabetes mellitus (o
    "diabetes sinusítica", con toda justicia).

    De tal manera que la solución quirúrgica
    extirpadora para estos organitos integrantes del sistema de
    alarma, como las amígdalas entre muchos de estos
    dispositivos de alerta, que son capaces de llegar hasta inmolarse
    para acentuar su alarma en pro de la defensa de la salud integral
    de su dueño, ( y lo demuestan en cada oportunidad que se
    inflaman por amor natural, al estilo de una autoflagelación.
    Extirpadora que deja ampliamente muy en claro sin duda alguna, la
    falta de claridad y discernimiento del osado y pragmático
    cirujano que las ataca y tal conducta se puede parangonar con la
    de un taxista bonchón dueño de su auto, que en la
    mañana siguiente le desmonta la alarma a su flamante
    "mascota", porque en la madrugada lo despertó de su
    sueño reparador.

    Esta Investigación sinusopática aporta
    felizmente soluciones muy esperadas, necesarias y urgentes,
    especialmente para los pacientes afectados por complicaciones
    concomitantes en muchas vísceras en los distintos sistemas,
    para quienes se les abren un futuro alentador por demás,
    oferta que debe ser acogida por las Instituciones Públicas y
    Facultades de Medicina de las Universidades, con la urgencia
    apropiada, para facilitar su posicionamiento, con lo cual entre a
    formar lo antes posible parte del material de currículum
    académico.

    Aupado por el deseo de propiciar el inicio de este
    cambio dentro de un futuro no muy lejano, son mis deseos por
    ahora que la buena suerte facilite la apertura de puertas, para
    tener acceso a un auditorio de categoría universitaria, que
    sirva de caja de resonancia para generar la suficiente confianza,
    que facilite y estimule la tarea titánica, repito, de
    posicionar en la conciencia especialmente de los colegas
    médicos jóvenes, para que sin mezquindad se agreguen y
    contribuyan a forzar un cambio general de rumbo de la ya
    histórica percepción errada del galeno
    contemporáneo, frente a la problemática de salud
    insufrible, debido en alto porcentaje a una praxis inoperante e
    improductiva, confirmada por la gran cantidad de paciente
    seudocurados y ya como crónicos, son dejados por lo general
    a la vera del camino, cuadro catastrófico que sigue
    padeciendo la gran masa de la población a escala mundial, en
    esta época moderna.

    Cambio de timón que tiene por fuerza evolutiva que
    concretarse, conm enorme empuje, suficiente para pasar por encima
    de la grandísima resistencia que naturalmente mostrarán
    un número considerable de colegas de experiencia e intereses
    eñejos, defendiendo sus tradicionalismos históricos,
    por lo que la idea de concretar el cambio es difícil pero no
    imposible. Intento que involucrará con seguridad a toda una
    generación de nuevos galenos, los cuales ayudarán con
    su musculatura profesional y moral, metiendo su hombro para
    compartir peso y responsabilidades en la nueva dirección,
    puesto que es muy indispensable iniciar lo más pronto
    posible este giro, hacía el nuevo sendero que nos
    llevará por fin, a conquistar una merecida praxis
    médica indudablemente moderna.

    Con el estandarte de la UNIVERSIDAD DE LOS ANDES por
    delante, representativa de las demás Casas Que Vencen Las
    Sombras, que dentro de sus prioridades está la consigna
    académica "aprender a aprender" , es decir, a generar
    conocimiento novedoso que evolutivamente sustituya a las
    prácticas viejas y obsoletas, para ser utilizados con la
    urgencia del caso, en la promoción con fuerza contundente
    del crecimiento correctamente ascendente de la Academia, norte
    legítimo que natural e irrestrictamente tiene que encontrar
    sin duda alguna, apoyo irrestricto en el Alma
    Máter.

    El propósito primordial de esta investigación
    es enaltecer la grandeza de sus resultados, que terminan
    ratificando y publicitando el descubrimiento de este verdadero e
    indiscutible morbo primitivo, LA SINUSITIS, por su particular
    naturaleza metastasiante, único conocido entre el
    género de los benignos hasta ahora, cuyo historial de muy
    larga data apenas lo identifica de forma por demás
    superficial y simplona, como una cualquiera y vulgar "gripesita",
    pero ya desprovista del ropaje encubridor suigéneris con el
    que se ha ocultado en las sombras por milenio, frente a la
    realidad sufriente de la global humanidad, finalmente se consigue
    identificar y catalogar como la más grande perla negra cuya
    interminable implosión produce dardos mucopurulentos
    infecto-inflamatorios (tóxicos), que con toda seguridad,
    impactan y lesionan la funciomorfología, en especial de las
    vísceras en general, lo que obliga a responsabilzarla como
    la única primitiva raíz morbosa fértil,
    responsable de la siembra de inmensa cantidad de lesiones , que
    van apareciendo linealmente, que comienzan en la cercanía de
    su núcleo sinusal auspiciador, y se van sembrando hasta
    distancia considerable (teleimplantadas), tentáculo
    invisible que además de propiciar su velado origen, les
    asegura su protección y su longevidad martirizante, y algo
    más importante aún, que se debe resaltar
    mayúsculamente, es el hecho de que todos estos
    síndromes, casi sin excepción, han sido tomadas como
    morbos solitarios Y sobretodo por PRIMNITIVOS, pifia que
    sigue con fuerza desde el pasado remoto, siendo la base de
    sustentación importante en el origen y mantenimiento de
    muchas especialidades médicas contemporáneas,
    mayoritariamente todas aquellas que tienen su desempeño en
    el terreno visceral y las tocantes con los órganos de los
    sentidos, las cuales obviamente fueron creadas
    específicamente para el estudio, diagnóstico y
    tratamiento terapéutico de las "patologías primitivas y
    originarias" propiamente verdaderas.

    Por todo lo antes dicho y con toda justicia, este
    agujero negro sinusítico se gana la reputación y su
    reivindicación como La SUPERINFECCION MADRE BENIGMALIGNA
    SINUSITICA, GENERADORA Y DIRECTORA DE UNA GRAN ORQUESTA
    PATOLÓGICA, actividad que sin lugar a ninguna duda
    seguirá ejecutando por muchas década más, muy a
    pesar de su desenmascaramiento, por decisión de individuales
    propietarios de una conducta irresponsable, permisiva y
    conservadoramente retadora por interesada, cuyos ojos no quieren
    ver para seguir manteniéndolos desenfocados, con lo que
    muchísimos colegas en todo el orbe, a lo mejor
    preferirán mantenerse en su rutina "productiva" y muy
    cómodos en su asiento, los cuales optarán por seguir
    haciéndose los ciegos hasta su retiro definitivo. Pero, a
    pesar del gran cerrojo con que traben la puerta, la
    corrosión de éste terminará aniquilándolo,
    con lo que el camino quedará libre para que pase la
    siguiente nueva era, preñada de de esperanza.

    Como punto final hago hincapié, que la cumbre de
    los enfermos sinusíticos, está coronada por los
    sufriente de las siguientes complicaciones sindromatopáticas
    : LAS MIGRAÑOSAS (OS): con mucosidad verde y
    muy espesa, mayoritariamente del sexo femenino. Nota: cuando se
    trata excepcionalmente de un hombre, por lo general es por
    demás necesaria su hospitalización); LOS ASMATICOS
    (AS):
    mucosidad amarilla alergénica, con descargas
    alérgicas generalizadas frente a ingesta de alimentos, o de
    agentes químicos o vegetales en el medio ambiente. Una vez
    concluido a los tres meses el tratamiento antisinusítico,
    con la expulsión total de la purulencia amarilla y
    amarillenta (matriz alergénica), se acaban definitivamente
    las alergias en la nariz, ojos, oidos y en el resto de los
    aparatos digestivo y respiratorio, resultados que deben ser
    tomados muy en cuenta, especialmente por los ALERGÒLOGOS,
    quienes consumen una enorme cantidad de tiempo y procedimientos
    que terminan en resultados generalmente fallidos. LAS
    DIABETICAS(OS): mayoritariamente damas, por aquello que
    carraspean y automáticamente escupen para adentro y terminan
    ingiriendo el 100% de la mucopurulencia día tras día;
    LAS y LOS INDIGESTOS, disfuncionales digestivos, cuyos
    síndromes se van sembrando linealmente, según el
    sucesivo desplazamiento del mucopús tóxico: rinitis,
    faringitis, gastritis, colon irritable o estreñimiento,
    hemorroides, diabetes y litiasis biliar, cirrosis y cáncer),
    etc..

    Nota importante de fácil comprobación:
    no hay faringitis crónica sin sinusitis primitiva
    crónica concomitante; no hay gastritis (u otitis y tapones
    de cerumen) sin faringitis crónica concomitante; No hay
    estreñimiento o colon irritable sin gastritis previa;
    Igualmente hemorroides sin colon irritable o estreñimiento
    crónico; Tampoco ùlcera sin gastritis crónica
    previa, ni cáncer sin ùlcera crónica previa);
    Finalmente Los (las) INSUFICIENTES RENALES; La ESTERILIDD
    FEMENINA
    (RELATIVA Y ABSOLUTA); Los ENFERMOS
    PROSTÁTICOS.

    Todas estas categorías de COMPLICACIONES
    SINDROMÁTICAS, indiscutiblemente importantes por ser tan
    numerosísima, legítimas descendientes de una
    sinusopatía crónica, son fácilmente prevenibles
    totalmente, junto con los prediabéticos (hasta 110mgs),
    etc., etc., con solo erradicar modernamente su sinusitis
    desencadenante. Ya el paciente coronado como diabética(o),
    lamentablemente por ahora, su condición es de por
    vida.-

    Tratamiento moderno de la
    sinusopatía

    Al final del segundo año en mi desempeño como
    otorrinolaringólogo, comprendí que la praxis
    quirúrgica existencial dejaba mucho que desear. Esta
    conducta no es por ningún ángulo la idónea, puesto
    que luce completamente desencajada del inmenso universo
    clínico que tienen que enfocar y resolver
    específicamente nosotros, los otorrinolaringólogos. La
    imposición del bisturí no es más que un MITO,
    producto de mentes pragmáticas, interesadas en expoliar a
    una clientela, a la cual se coacciona para que acepte la
    "única" salida publicitada y tradicional, que consiste en
    operar amígdalas, adenoides, tabique nasal, extirpación
    de un espolón nasal, la antrotomía, entre las más
    comunes. Como un pié de amigo a la acentuada
    insinuación abiertamente quirúrgica como única
    salida, cansados ya del esfuerzo continuado de tratamientos
    clínicos reiterativos y fallidos, y que abiertamente este
    fracaso es aceptado y hasta aplaudido por el propio
    otorrinolaringólogo, la conducta quirúrgica es
    reforzada con una argumentación inequívocamente
    dirigida a terminar de convencer, remarcando terminantemente que
    la solución con antibióticos, seudovacunas,
    antialérgicos, (antigripales) y colutorios ha llegado a un
    atolladero finalmente, donde la única salida que queda
    abierta es la cirugía, plática que termina convenciendo
    al más cauto, generalmente.

    Ya con la experiencia acumulada sobre la sinusitis,
    conociendo su extrema resistencia a los antibióticos, que
    integran parte del esquemas tradicionales de su tratamiento
    clínico, y siendo por demás abrumadoras sus secuelas
    directas infecto-tóxicas sobre amígdalas, adenoides,
    oídos, nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios,
    esófago, estómago, intestino, recto, hígado,
    páncreas, etc., pensé que había primero que todo,
    practicar lo acostumbrado, tratar esta patología con
    cirugía, interviniendo directamente los antros maxilares.
    Tiempo después la reiterada ineficacia de la antrotomía
    me confirmó que no es más que una patraña, una
    falsa solución, tanto que me forzó moralmente a tirar
    esta praxis al cesto de la papelera y finalmente me hizo decidir
    sin ningún tipo de remordimiento, por una solución
    clínica novedosa, que había que inventarla, pues ya
    tenía la experiencia profesional de lo obsoleto e
    inútil de de esta solución quirúrgica. En el
    año 1985, comencé a erigir la estructura de este
    tratamiento. Convencido de la viabilidad de un ataque fulminante
    mediante la aplicación de vacunas, luego de comprobar su
    inexistencia específica en el mercado, tuve la iniciativa de
    crear una" autovacuna", mediante un recurso muy
    rudimentario.

    Tomaba una muestra de mucopurulencia nasal directamente
    con un hisopo y lo aplicaba en l cm2 de la piel de la parte
    superior y lateral del brazo y seguidamente, con una aguja
    estéril hacía hasta 10 punciones epidérmicas. Dos
    años duró aproximadamente esta exploración que
    arrojó resultados nulos y persistiendo en este tipo de
    solución, tuve noticias de un profesor de la Facultad de
    Farmacia (El Dr. León Hernández), y que preparaba
    vacunas para animales.

    Lo contacté con la urgencia del caso y
    prácticamente lo forcé aceptar la petición de
    fabricar autovacunas para mis pacientes. Cinco años
    después los resultados de esta incursión, fueron
    completamente insatisfactorios, lo que aunado a la aparición
    convulsionante y hasta terrorífica del temible SIDA, con el
    sobresalto que me producía la sola sospecha de
    contaminación de la "autovacuna" por este agente viral,
    puesto que el ambiente y la dotación del laboratorio no eran
    confiables, terminé por finiquitar esta aventura.
    Paralelamente a esta actividad exploradora, enfrentado a la misma
    panorámica estática carente de alternativa clínica
    válida, me convencí que había que seguir adelante,
    con la mirada puesta en la meta de inventar un tratamiento
    indudablemente efectivo. Proseguí y en base a las
    incipientes informaciones sobre medicina homeopática
    existentes para ese entonces, comencé a producir soluciones
    mucofílicas, para aplicarlas por las fosas nasales, basadas
    en productos vegetales de uso conocido y hasta usadas
    tradicionalmente por la colectividad, todas las cuales eran
    probadas suficientemente en mi propia sinusitis. Comprobada su
    eficacia e inocuidad por el mismo autor, las comencé a usar
    en mis pacientes: Inicié con soluciones a base de granos de
    quinchoncho, flores de alejandría, esponjilla, hojas de
    guanábana, flores de manzanilla, hierbabuena, perejil,
    repollo morado, etc., etc.

    Al mismo tiempo que yo las aplicaba en mi nariz, se las
    aplicaba a mis pacientes por un tiempo prudencial y cuando dejaba
    de ser prometedora, una nueva solución estaba lista, rellena
    de propósitos de superar parámetro en la expulsión
    de la mucopurulencia sinusítica, así mismo la
    anotación de efectos colaterales no deseados si se
    presentaban. Agregué la ingesta de bicarbonato de sodio
    (media cucharadita diaria en agua) para amortiguar la
    fermentación del moco tragado, generador directo del
    timpanismo abdominal. Para las complicaciones satélites
    traqueo-bronquiales, especialmente ASMA BRONQUIAL sigo
    prescribiendo expectorantes naturales, entre éstos, jarabe a
    base de raíces vegetales y de aceite de pescado sin
    componente antitusivo. De inicio uso solamente una única
    ampolla de una sal de la metasona (inyectable), previo a la
    ingesta de AMPICILINA durante 8 días, afirmándose esta
    pareja farmacéutica como la única fórmula efectiva
    y definitiva en los últimos 20 años de mi ejercicio
    profesional. Repito, única y exclusiva combinación con
    que curo con 100% de seguridad, no solo procesos agudos
    (amigdalitis y etc.), sino también para atacar la
    pronunciada inflamación del proceso crónico propio
    sinusopático, junto con el siempre proceso acompañante
    rino-faringo-traqueal entre otros. Para solo amortiguar los
    accesos de tos sofocante, presente comúnmente en niños
    de poca edad y conciente que este mecanismo es un componente
    aliado importante del sistema de protección integral de la
    salud, único y necesario para desalojar los líquidos
    producidos o mal llegados al árbol respiratorio.

    En las situaciones de mediana sofocación (y
    más aún en las extremas), por tos repetida sin pausa,
    entonces es cuando utilizo cualquier antitusivo apropiado, en una
    dosis muy discreta que permita asegurar la subsistencia menguada
    de este reflejo tusígeno protector. Eliminar la tos es por
    demás fácil, pero es ilógico por contrasentido,
    puesto que se potencian las secuelas inflamatorias de la
    mucopurulencia tóxica retenida, encerrada. Como complemento,
    aproximadamente durante los 2 meses de aplicación de de esta
    neoterapia, se debe estimulando y mantener dinámicamente la
    expulsión de la mucosidad sinusítica, de comienzo
    generalmente amarilla, luego amarillenta y ya finalmente clara de
    huevo y sero-cristalina, le prescribo al paciente, luego de
    recupera el deteriorado aparato digestivo muy característico
    del paciente sinusopático, al término de este
    tratamiento radica, y ya curado de su meteorismo,
    estreñimiento o colon irritable, hemorroides, etc., le
    prescribo la única vacuna polivalente verdaderamente eficaz
    existente en el mercado "Luivac", por vía oral, y de esta
    única manera se evita que llegue inmediatamente al retrete,
    y en cambio se asegura su asimilación en un 100%, a
    razón de 1 tableta en ayunas por 28 días y 2 meses
    después se deben repetir.

    Con el transcurrir del tiempo mis conocimientos
    generales anatómicos, me sirvieron de fundamento para seguir
    enriqueciendo numéricamente las complicaciones propias e
    indiscutibles de esta patología madre: LA SINUSITIS CRONICA.
    Mediante el método muy rigurosos de observación y
    exploración continuo de todo el síndrome general que
    refiere el paciente, (las propias de la especialidad junto con
    las ajenas), y poniendo mucho interés a la constatación
    reiterada en la desaparición de "una dolencia", de manera
    rutinaria, más aún sorprendente cuando ocurre a
    distancia considerable del foco sinusítico, cuando éste
    es el único blanco exclusivamente sometido a la terapia
    radical. Estas favorables y afirmativas respuestas reiterativas
    no buscadas y mucho menos esperadas inicialmente, terminaron por
    confirmar automáticamente el nexo directo e indudable entre
    al agente causal desencadenante directo sinusítico y sus
    múltiples efectos nocivos. La última conquista que
    sumé al inmenso archipiélago de las complicaciones
    sinusopáticas, fue en el año 2004, las mialgias o
    dolores crónicos de los miembros inferiores, generalmente
    ligados a la dismenorrea, las cuales desparecen como por arte de
    magia entre los 7 y 10 días de impuesta la terapia y
    definitivamente no son fibromialgias ni secuelas de várices,
    por lo general.

    Como anotación final, le informo a cada paciente la
    metodología del tratamiento y le exijo el cumplimiento del
    mismo, el cual consume aproximadamente tres meses, con
    obligatorios 4 a 5 controles sucesivos, y el paciente que falta a
    un control se pone en preaviso de exclusión definitiva de
    esta terapia, si reincide un vez más.

    Partes: 1, 2, 3, 4

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