Monografias.com > Historia
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La Guerra de las Malvinas




Enviado por matias prieto



  1. Introducción
  2. Inicio
    del conflicto
  3. La
    lucha por la soberanía
  4. La
    decisión del gobierno
  5. El
    doble objetivo
  6. Mecanismos para conseguir el apoyo de la
    población
  7. El
    papel de los medios de comunicación
  8. La
    cobertura de los medios gráficos
  9. Conclusión

Introducción

El año 1982 quedara para siempre en
la memoria de los argentinos.

El general Leopoldo Fortunato Galtieri, que
había llegado al poder en el año 1981, designado
por la junta militar de gobierno, anunció la
ocupación de las islas Malvinas, el 2 de abril, en el
marco de una creciente tensión política y social
que tenía lugar en el país. Esta decisión
llevó a una absurda guerra que enfrentó a la
Argentina no solamente con Gran Bretaña, sino
también con la OTAN y con Estados Unidos.

Este enfrentamiento le costaría a la
Argentina cerca de dos mil millones de dólares. En tanto
la situación económica del país era
catastrófica, declarándose estado de emergencia.
Esta guerra a generado a lo largo de los años una
multiplicidad de opiniones y discusiones sobre los verdaderos
motivos que llevaron a que el gobierno argentino tomara semejante
decisión, por eso es necesario realizar un análisis
de los hechos y de la situación en la que se encontraba
Argentina, para salir de las confusiones y las dudas y poder
sacar conclusiones.

Inicio del
conflicto

El enfrentamiento entre Argentina y Gran
Bretaña, comienza por las actividades empresariales de un
argentino, Constantino Davidoff. Su actividad principal eran los
negocios relacionados con la chatarra.

En septiembre de 1979 firmó en
Londres un contrato con la empresa Cristian Salvensen de
Edimburgo, adquiriendo las instalaciones balleneras abandonadas
en las islas Georgias. Para desmantelar las instalaciones era
necesario transportar a las islas el personal y los
equipos.

A Davidoff le fue negado el pedido del
buque antártico HMS Endurance, en la embajada
británica de Buenos Aires, por lo que la armada argentina
s puso a su disposición para llevar a cabo la
tarea.

En diciembre de 1981 Davidoff, habiendo
notificado previamente a la embajada británica,
zarpó con destino a Puerto Leith, en el rompehielos
Almirante Irizar para inspeccionar y fotografiar las
instalaciones. El 9 de marzo de 1982 Davidoff informó a la
embajada que 41 trabajadores viajarían en el buque de la
armada "Bahía Buen Suceso", en el que cabe aclarar, no
había personal militar, ni armas de guerra y que
permanecería unos cuatro meses en la isla realizando las
tareas de desmantelamiento. Al desembarcar el 19 de marzo, se
produce el hecho que se utilizaría como desencadenante del
conflicto y por el cual las autoridades británicas
acusaron a los argentinos: el izado de una bandera
argentina.

Como consecuencia de este hecho Gran
Bretaña ordenó el día 21 el envío del
navío Endurance, con el objetivo de obligar a los
operarios a arrear la bandera y a evitar además el
supuesto desembarco del personal militar y de las armas de fuego.
El 23 la junta militar argentina envía el transporte
"Bahía Paraíso" para evitar que los marines
ingleses del Endurance desalojaran por la fuerza a los
trabajadores argentinos. Cabe destacar que la presencia de estos
argentinos no representaba ninguna amenaza, porque no eran
militares y porque en Georgias no había población,
solo estaba el personal de investigaciones
antárticas.

El gobierno argentino quería
realizar una ocupación no violenta de las islas.
Estableciendo presencia firme en ellas para así provocar
que los diplomáticos británicos tomaran iniciativas
para encontrar una solución de fondo sobre la
soberanía en Malvinas. Gran Bretaña solo
podía establecer un panorama geo-político tal que
indujera al gobierno argentino a considerar la ocupación
militar de las islas como única solución
viable.

El 29 de marzo la primera ministra Margaret
Tatcher decidió el envío de un submarino nuclear y
el 30 el ministerio de defensa decide duplicar el número
de infantes de marina de la guarnición en Malvinas y
confirma la orden de enviar un segundo submarino nuclear. Se
había llegado a un punto sin retorno, el 2 de abril se
iniciarían operaciones bélicas que durarían
hasta el 14 de junio.

La lucha por la
soberanía

Argentina venía reclamando al Reino
Unido la soberanía de las islas desde enero de 1833, pero
con resultados infructuosos. La isla había sido declarada
integrante de la corona británica, tal que un día,
el comandante de la fragata británica tomó el
archipiélago para protegerlo de "los animales salvajes que
habitaban en ellas". Los argumentos argentinos tampoco
tenían mayor valor, ya que consideraban a la isla una
herencia legítima del dominio colonial español,
cuando éste se retiró de la
región.

Durante muchos años existieron
negociaciones, en agosto de 1968 el Reino Unido llegó a
afirmar que reconocería la soberanía argentina. En
1971 se firma el convenio de comunicaciones, en junio de 1974 el
embajador inglés manifiesta la disposición de
compartir la soberanía, opción que el presidente
Perón estaba dispuesto a aceptar. Pero en 1975, debido a
un informe que revelaba la existencia de cuencas
petrolíferas en el área de las Malvinas, se produce
un cambio de actitud. En 1976 Gran Bretaña envía
una misión de exploración que provoca la
reacción de la cancillería argentina. El 13 de
enero se produce el retiro de embajadores y el 4 de febrero el
destructor Storni efectúa disparos de
advertencia.

Ante la ausencia de avances
diplomáticos, el 1 de marzo de 1982, ya durante el
gobierno militar, el gobierno produce reuniones mensuales, para
dejar en claro que "mantiene el derecho a elegir el procedimiento
que mejor responda a sus intereses".

Las personas que eran partidarias del
régimen militar y aquellas que justificaban la
decisión de la guerra, sostienen que las fuerzas armadas
no llevaron al país a la guerra por una necesidad de
mejorar su imagen y mantenerse en el poder. Se justifican en que
Galtieri asume la presidencia el 22 de diciembre de 1981, cuando
ya se habían previsto las elecciones y la entrega del
poder en marzo de 1984. También dicen que si la
decisión hubiese sido arbitraria, no se explica la
reacción de la opinión pública, que apoyaba
la defensa por la fuerza, de Malvinas en un 90 %. Para ellos el
gobierno argentino no podía aceptar la exigencia de
desalojar los obreros de Davidoff, ni obligarlos a presentar sus
pasaportes por varios motivos. En primer lugar estaban en un
territorio en disputa, segundo se había cumplido con todas
las formalidades y además admitir el uso de pasaportes
hubiera significado aceptar la pretensión británica
de soberanía sobre las islas. Si Argentina toleraba el
desalojo por la fuerza o aceptaba el visado de pasaportes
estaría abdicando al derecho de soberanía sobre el
atlántico sur. Ya no había alternativa
válida para la Argentina, la decisión e ir a la
guerra no fue sorpresiva ni caprichosa como muchos dicen, sino
que se produjo un agravamiento que la hizo inevitable.
También la iglesia católica apoyo esta postura
declarando que una vez agotados todos los medios de acuerdo
pacífico no se puede negar a los gobiernos el derecho de
defensa. En este caso se dieron todos los requisitos para
considerarla una guerra justa.

Para el gobierno militar el plan no fue
irracional. Como es normal en todas las fuerzas armadas el estado
mayor preparaba planes por si tenia que recurrir a la fuerza, por
ejemplo Gran Bretaña ya temía su plan de
contingencia para el caso de que Argentina eligiera la vía
militar. El inconveniente es que el envío de la flota
podía provocar o precipitar la acción que se
quería disuadir ya que el tiempo de navegación
seria de 20 días. Finalmente esto fue lo que
ocurrió.

El objetivo de la ocupación de las
islas no era el de comenzar con una escalada bélica, por
el contrario se buscaba forzar una negociación seria y en
el caso de que surgiera un gesto de buena voluntad antes de la
ocupación la operación sería anulada. Se
preveía que las negociaciones tendrían el apoyo de
la ONU y de Estados Unidos. Respecto a la posibilidad de que las
naciones unidas exigieran un acuerdo, existían varios
antecedentes como la ocupación de Egipto en 1956, del
canal de Suez, donde la ONU presionó para que Gran
Bretaña y Francia no atacaran a Egipto que finalmente se
quedó con el canal.

Este particular punto de vista es muy
discutible si se siguen cuidadamente el desarrollo de los hechos
y se estudia el momento social, político y
económico que atravesaba la Argentina.

La
decisión del gobierno

La decisión del gobierno se baso en
los siguientes supuestos políticos militares: las naciones
unidas se habían adherido recientemente a la doctrina de
la guerra justa aprobando resoluciones que reconocían la
legitimidad de las guerras de liberación contrarias a la
opresión racial, etc. Además varias acciones del
gobierno británico entre 1981 y 1982 fueron interpretadas
por la junta militar como signos de desinterés por las
islas y su futuro, por ejemplo:

  • Debido a recortes de presupuesto el
    ministerio de defensa británico decidió
    prescindir de sus 2 portaaviones, sus 2 buques de desembarco
    de tropas y del patrullero antártico HMS Endurance,
    Varios argentinos afirmaron que el Reino Unido abandonaba la
    protección de las Islas Malvinas.

  • La nueva ley de nacionalidad relegaba a
    la mayoría de los nativos Malvinenses a una segunda
    categoría y les negaba la ciudadanía
    completa

Además de esto:

  • La guarnición Británica
    en las Islas Malvinas era reducida y la lejanía a la
    metrópolis impedía la llegada de refuerzos a
    tiempo.

  • La capacidad de guerra anfibia del
    Reino Unido a medio mundo e distancia no parecía estar
    a la altura de las circunstancias

  • No parecía probable que el Reino
    Unido realizara un contraataque a gran escala por una
    cuestión colonial sobre unas islas remotas.

Basándose en lo anterior el gobierno
argentino diseñó un plan para recuperar los 3
archipiélagos en disputa, llamado "operación
rosario". La operación fue creada a finales de 1981 y
principios de 1982 por el almirante Jorge Isaac Anaya, que era
miembro de la junta presidida por Galtieri. En los frecuentes
contactos que existieron con Vernon Walters, ex jefe de la CIA y
embajador de Ronald Reagan, se había convencido de que si
la ocupación de las Malvinas fuese limpia, es decir sin
victimas inglesas no habría respuesta.

Como era de prever, las conversaciones que
tuvieron lugar en febrero en Nueva York no tuvieron resultados.
Pero tanto los diplomáticos argentinos como los ingleses,
que estaban habituados a estos resultados, se sorprendieron de la
fuerza inusual de la declaración posterior de Buenos
Aires: "Argentina mantiene el derecho de poner término al
funcionamiento de este mecanismo y de elegir libremente el
procedimiento que mejor consulten sus intereses"

El principal error del gobierno militar fue
que su percepción del mundo no se ajustaba al a realidad
internacional de 1982. En primer lugar creyó que el Reino
Unido no enviaría a pelear a sus soldados al sur, por un
puñado de islas que no tenían ni dos mil
habitantes, además Galtieri estaba convencido de que
Estados Unidos respaldaría ala Argentina en caso de una
guerra ya que había contado con su apoyo encubierto en la
represión interna. El general también estaba seguro
de que los militares argentinos eran importantes para Washington
en la guerra contra los sandinistas en Nicaragua y también
manifestó que la casa blanca no olvidaría el favor
de haber ayudado a terminar con los enemigos
comunistas,

Después de la guerra Galtieri
confesó que por entonces el "juzgaba escasamente probable
una respuesta inglesa y absolutamente improbable". En el peor de
los casos el amigo americano le pararía la mano a Gran
Bretaña. Galtieri creía en Ronald Reagan como el
aliado que habían tenido todas las dictaduras
latinoamericanas durante toda la década del 80, pero en
esta oportunidad "el enemigo de mi amigo era su amigo y un amigo
más importante"

Entonces el régimen decide lo que
mejor sabe hacer un grupo de militares criminales, hacer la
guerra para beneficio propio. Para los dictadores no se trataba
solamente de un acto de reivindicación patriótica,
para ellos la represión la persecución el terror y
la guerra se habían convertido en legitimas herramental
políticas desde que accedieron al poder, tras derrocar a
un gobierno constitucional. La junta decide entonces invadir el
archipiélago de las Malvinas, Galtieri asumió que
los británicos, reducidos a ser una potencia media durante
los años de la guerra fría, no se
molestarían en recuperar las islas, pero las Malvinas
estaban dotadas de una humilde riqueza ganadera, unas aguas ricas
en pescado (hoy se sabe que también hay petróleo
allí) y su principal atractivo era su enorme valor
estratégico para los ingleses. Cualquier potencia europea
podría dirigir fácilmente sus operaciones en el
hemisferio sur desde allí. Por lo tanto el gobierno
británico de Margaret Tatcher, no tenia ninguna
intención de quedarse de brazos cruzados, mucho menos en
la víspera de unas elecciones que ponían en duda la
permanencia de su partido Tory (conservador) en el poder, se ice
que el partido conservador por entonces, tenia un 75% de imagen
negativa. El Reino Unido tocado en su orgullo imperial,
reaccionaria como pocos creían que se atrevería. Se
trataba de una potencia imperial buscando recobrar su antigua
gloria bajo el mando de una primer ministra a quien se la apodaba
"la dama de hierro". El 3 de abril Tatcher convoco al parlamento
por primera vez un sábado. Allí se tomó la
decisión de enviar la aun poderosa flota británica
para recuperar el territorio. Los ingleses no tardaron en imponer
su superioridad táctica y militar sobre un grupo de
militares argentinos sin experiencia. El Reino Unido buscaba una
victoria segura y la junta argentina prefería perder
estrepitosamente a una retirada sin combate. El triunfo en esta
guerra aumentaría la popularidad de Margaret Tatcher, lo
que hizo que se garantizara su reelección en 1983 y se
estableciera el dominio de su partido durante el resto de la
década y la primera mitad de los noventa. La guerra
marcó también el comienzo de una estrecha
cooperación entre este país y los Estados Unidos,
que apoyó abiertamente a los británicos en una
descarada violación a la doctrina Monroe.

Son muchas las personas que critican la
decisión misma de ir a la guerra, por ejemplo estos son
algunos testimonios:

  • "Galtieri imaginó que la
    ocupación militar de las islas Malvinas
    oxigenaría el régimen y que el mismo
    podría proye4ctar una larga duración en el
    poder" Morales Sola (periodista)

  • "Fue un desatino" General Balza (2 de
    abril de 1998)

  • "La funesta idea de un general
    borracho" Angeloz (junio del 88 en campaña
    presidencial)

  • "La derrota en las islas Malvinas
    produjo la felicidad de la democracia" Di Tella

No es de extrañar que sean muchas
las personas que critiquen la decisión de ir a la guerra
ya que la derrota parecía anunciada, era evidente que la
Argentina no estaba preparada ni psicológica ni moralmente
para una guerra. Además no contaba con el armamento ni con
el entrenamiento necesario para enfrentar al ejército
británico, uno de los principales y más antiguos
ejércitos del mundo.

La historia se ha encargado de resaltar los
desequilibrios que determinaron el resultado final de la batalla,
por un lado se encontraban los soldados argentinos, que no
contaban con la ropa de invierno suficiente, tenían solo
armas ligeras, la mayoría contaba con poco entrenamiento
militar y estaban casi sin alimentos. Los soldados que enviaba el
gobierno eran chicos de 18 años, recién ingresados
al servicio militar obligatorio y para colmo eran discrminativos
en la elección ya que primero mandaban a los de color de
piel más oscuro y a los del norte del
país.

Por el otro lado estaba la elite inglesa
(comandos, marinos, paracaidistas), con la vestimenta adecuada
para enfrentarse a los vientos australes, visión
infrarroja para pelear de noche y armamento de última
generación. Todo esto sumado a la información clave
que llegaba desde los satélites
norteamericanos.

El coronel Horacio Ballester presidente del
CEMIDA, en una entrevista que se le realizo en un medio argentino
sostiene que la argentina ni siquiera tenia una hipótesis
de guerra. Cuando se le preguntó sobre este tema
respondió:

"Por supuesto que no, díganme que
hipótesis de guerra presento la cúpula de
comandantes en jefes para invadir el
archipiélago"

La guerra de Malvinas fue uno de los
últimos actos de crueldad de la dictadura militar y fue
una operación militar sin estrategia militar.

El doble
objetivo

No se puede desvincular de las causas
externas a las internas que llevaron a semejante
situación. Las causas internas muestran a un gobierno de
facto en decadencia, que fracaso en lo político social y
económico con una escasa visión de la
política internacional, haciendo un derramamiento de
sangre y provocando heridas muy difíciles de cerrar por el
dolor de las desapariciones de miles de personas, sumadas
además a las muertes de esta guerra. La
recuperación de las islas tuvo un doble objetivo, el
oculto consistió en apagar el fuego que crecía en
el país. Incluso dentro de las filas militares muchos
decían que su deber de exterminar a la guerrilla ya estaba
cumplido. Inicialmente la ocupación militar
consistía en el desembarco, la ocupación y el
retiro inmediato de las islas, de este modo se buscaba obligar al
gobierno ingles a una negociación. Sin embargo, una vez
producido el desembarco, la junta decidió permanecer en
las islas porque se dio cuenta de que la campaña militar
por la recuperación de la soberanía podía
generar grandes beneficios para la política interna, ya
que los militares necesitaban de una acción espectacular
que desviara la atención del público de los
conflictos sociales. Ante los resultados nefastos e la
gestión, el régimen había entrado en una
crisis casi terminal, por lo que este era el momento justo para
utilizar un pretexto que desviara la atención de otros
temas y pasar a la ofensiva. La guerra de Malvinas, una causa de
larga tradición les permitiría también
conseguir el apoyo de varios sectores sociales que comenzaban a
mostrar su disconformidad y su oposición a la dictadura
(los políticos, los sindicalistas ya estaban organizados y
poco antes de lo de Malvinas, habían hecho una marcha por
la vuelta de la democracia), pero los que querían seguir
en el poder inventaron lo de Malvinas pensando que esto
uniría nuevamente la fuerza y luego de la marcha en contra
tuvieron su marcha a favor. Según un memorando escrito por
el coronel y funcionario del ministerio del interior que actuaba
de enlace entre la casa rosada y las fuerzas políticas y
sindicales, se proponían 3 puntos centrales para la
estrategia del presidente Galtieri:

  • Terminar con el feudalismo quebrando el
    mecanismo según el cual los ministros militares del
    gabinete eran mas leales al comandante de su fuerza que al
    presidente

  • Invertir el sistema de lealtad desde
    las provincias para que los gobernadores respondieran a la
    casa rosada y no al ejercito, la armada o la fuerza
    aérea, como venia sucediendo

  • Crear una nueva fuerza política
    que soportara en el futuro la candidatura presidencial de
    Galtieri

El gobierno militar argentino había
protagonizado desde el golpe de estado de 1977 una
represión despiadada de la disidencia y en el año
82 la situación del país se hallaba en un punto
crítico. El descontento popular por el deterioro de la
situación económica y política, sumado al
conocimiento sobre las violaciones e los derechos humanos,
llevaron a la junta militar a un callejos sin salida. El proceso
de reorganización nacional desarticuló la
producción nacional, además de provocar un enorme
endeudamiento con el exterior. En los años iniciales e la
dictadura se produjo una gran especulación llamada "plata
dulce" que perjudico enormemente a la economía, en tales
circunstancias en el 78 se organiza el mundial de futbol. La
situación económica del país era
catastrófica, declarándose estado de emergencia. El
año anterior el peso se había depreciado más
del 600%, la producción nacional había caído
en casi una cuarta parte y el PBI un 11,4% como consecuencia del
colapso de la política neoliberal. En 1981 el general
Roberto Viola fue reemplazado por el general Leopoldo Galtieri,
pero Galtieri no era político, Viola al traspasarle el
poder le recomendó que saliera de los cuarteles y hablara
con los interlocutores sociales. La acción militar en las
Malvinas era algo que le venia mejor a su personalidad, no solo
por el tono heroico sino también porque podía
distraer a la población de sus quejas y crear un fervor
patriótico con él como gran líder nacional.
La situación social del país también era
crítica, en este marco mientras la crisis económica
se agudizaba marcada por nuevas devaluaciones, aumentos de la
inflación. La recesion. Las quiebras y un aumento
inmanejable de la deuda externa, los sectores gremiales y algunos
partidos políticos habían comenzado a organizar
acciones de protesta. El 30 de marzo, la CGT convoco a una
movilización en todo el país en contra del
régimen militar. Esta movilización fue duramente
reprimida por la policía con un saldo de varios detenidos
muchos heridos y un muerto. Los manifestantes no pudieron
acercarse a la plaza de mayo debido al cerco que establecieron
las fuerzas represivas en todo el centro de la ciudad. Esta
decisión de la CGT, de confrontar con el gobierno y el
intento de acercarse a la plaza de mayo de muchos manifestantes
eran síntomas de que el temor a la dictadura y la
parálisis política de esos años comenzaban a
disiparse. En los años anteriores, el terror desatado no
solo había exterminado a la guerrilla urbana y rural y a
los disidentes más importantes, sino que también
había controlado a los sindicatos que antes tenían
un extraordinario poder en el país, pero esta realidad
parecía estar llegando a su final.

Mecanismos para
conseguir el apoyo de la población

Cada bando considero necesario exaltar al
extremo el nacionalismo en las poblaciones de sus países,
pero solo a uno de los dos le resultaría rentable. El
general Galtieri, pensando que a través del consenso
popular la dictadura se salvaría recurrió al
sentimiento patriótico de la sociedad argentina. Miles y
miles de argentinos llenaron la plaza de mayo para dar su
respaldo a la medida. Forzado por el reclamo popular para que
saludara desde el balcón de la casa rosada, Galtieri
apareció e improviso un mensaje de circunstancias: "estoy
seguro e que cada uno de ustedes, hombres, mujeres, están
sintiendo como yo siento, alegría y una tremenda
emoción por este acto". La gente se conmovió al
escuchar este discurso donde la recuperación de las islas
parecía un hecho.

Ocho días después fue
convocada otra multitud para presionar al mediador estadounidense
que se hallaba en el país. La población se lanzo a
las calles y lleno nuevamente la plaza desmayo para proclamar una
victoria inventada por el general Galtieri y reflejada por los
medios de comunicación. Esta vez si el presidente fue
más enfático, y con un tono prepotente y
grandilocuente, al más puro etilo fascista hablo de no
ceder ni un metro cuadrado de la geografía nacional. Mas
tarde incurrió en una afirmación temeraria: "si
quieren venir que vengan, les daremos batalla." Los intentos por
arribar a una salida negociada poco a poco le iban dejando el
paso al lenguaje de los gladiadores.

La sociedad argentina se vio arrinconada
contra una paradoja: el régimen que había sumido al
país en una de sus etapas más tenebrosas,
aparecía como el defensor de una vieja
reivindicación nacional.

En principio, la actitud triunfalista del
gobierno se extendió a todo el pueblo, que apoyo con
fervor y entusiasmo el desembarco de las fuerzas armadas en las
islas. Desde el mundial de futbol de 1978 los jefes militares no
tenían semejante "baño de multitudes". La guerra
fue apoyada por todos los políticos argentinos, desde el
liberalismo hasta el partido comunista, así como por las
centrales obreras y organizaciones sociales. Una encuesta
registra un 90% de adhesión a los militares. El pueblo
recibiola recuperación militar de las islas con un
entusiasmo digno de comedia negra. Con la victoria en el mundial
de 1982, la euforia patriótica estaba disparada y los
voluntarios no paraban de aparecer por todas las regiones del
país. Todos querían dar la vida por su patria. La
gente también mostró su apoyo donando ropas, joyas,
dinero y todo lo que podía ser de ayuda para los chicos en
la guerra. Así, el clima de euforia aumentaba y siguiendo
instrucciones oficiales, los medios de comunicación eran
los encargados de informar sobre este episodio, con la misma
pasión con que se transmite un partido de futbol y con la
misma seguridad de que el partido estaba ganado. Es así
como entonces la sociedad mantuvo un espíritu
triunfalista.

El papel de los
medios de comunicación

Por estos días casi todos los medios
publicaban ediciones especiales tratando de explicar las causas
que llevaron a la Argentina a enfrentarse con Gran
Bretaña. Muchos de estos medios analizan los errores del
gobierno militar, pero no realizan una autocrítica de la
participación que tuvieron. Salvo excepciones, la
mayoría de los medios gráficos, televisivos y
radiales se sumaron al triunfalismo que proclamaba el gobierno
militar. Recorrer las páginas de los medios
gráficos de la época es la más clara prueba
de la mala información. La credulidad de los argentinos se
basaba en los medios de comunicación que mostraban una
situación que estaba muy lejana a la realidad. Algunos
argentinos que tenían contacto con personas que estaban
viviendo en el exterior, accedían a información
absolutamente contradictoria a la que se generaba en su
país. La cara más visible de la mala
información fue la del conductor del noticiero 60 minutos
ya que su vehemencia era tal que al oírlo y al verlo
parecía que Argentina era una superpotencia y ganaba la
guerra. Desde las tapas de los principales matutinos se
acompaño y arengo la euforia de la población. Las
tapas e los diarios y revistas se cubrieron con títulos
como "euforia popular por la recuperación de Malvinas",
"estamos ganando", o "en las Malvinas hay gobierno argentino". En
los medios de comunicación se limitaban a levantar las
noticias que transmitían la agencia y el canal estatal.
Una de las situaciones mas claras del poder que tenían los
medios de comunicación y la gran euforia argentina, fue la
gran cadena solidaria que se realizo cuando desde ATC se convoco
a todo el pueblo para ayudar a los soldados. Fueron 24 horas en
las que se recaudaron 22 mil millones de pesos, 40 kilos de joyas
y toneladas de comestibles no perecederos. Las máximas
figuras de la política, ciencia, el deporte, y el
espectáculo estuvieron presentes. En cada pueblo y en cada
ciudad Argentina se ponía de manifiesto esa mezcla de
solidaridad con euforia triunfalista, impulsada desde las
imágenes de la televisión.

La cobertura de
los medios gráficos

Horas después de iniciado el
conflicto, "La Razón" titulaba: "se recupera una zona de
gran riqueza" y el diario La Voz del Interior de Córdoba,
decía: Argentina reconquista las islas Malvinas".
Clarín titulaba: "euforia popular por la
recuperación de Malvinas" y La Nación se sumaba con
un:"alborozo ciudadano por la reconquista de Malvinas". El titulo
que Eligio Crónica fue: "Argentinazo: las Malvinas
recuperadas".

Solo 3 periodistas argentinos fueron a las
Malvinas a cubrir la guerra. Uno de canal 7 y otros 2 de la
agencia estatal TELAM. Los medios oficiales eran controlados por
el gobierno y no permitían filtrar ninguna noticia que se
opusiera con el discurso de triunfalismo. En Buenos Aires la
información genuina que podían levantar los medios
era muy limitada por lo que nunca hubo una intención de
investigar lo que en realidad ocurría con los 5000
soldados que desembarcaron en las islas. Las revistas
también hablaron de victoria, revistas como Gente o Somos,
se llenaron con fotos de jóvenes de 18 años "dando
la vida por la patria". La revista Gente publico en su tapa del 6
de Mayo de 1982 un titulo que quedo grabado en la memoria de los
argentinos: "estamos ganando". Una semana después su
próximo numero fue titulado: "Gran Bretaña
asesina". El 27 de mayo insistió con "seguimos ganando" y
detallo: "estamos destruyendo la flota británica, 6 buques
hundidos, 16 averiados, 21 aviones y 16 helicópteros
derribados. La revista Somos también formo parte de esta
tendencia triunfalista. El 9 de abril publico un numero titulado
"victoria y ¿ahora que?

La euforia malvinista la transmitieron
también periodistas como Mariano Grondona y Bernardo
Neustadt. Las revistas Humor y La Semana no cayeron en este
fervor triunfalista y sufrieron las consecuencias de tener su
punto de vista. La Semana a cargo de Samuel Gelblung, publico un
articulo del periodista Jack Anderson, en el que se decía
que el futuro de la guerra de Malvinas era para la Argentina poco
prometedor. Esta visión crítica desencadeno una ola
de censura por parte del gobierno que se extendería en
poco tiempo a varios medios y que le provocaría a Gelblung
una serie de amenazas que hicieron que dejara el país a
causa de su posición. El diario Buenos Aires Herald
también siguió por esta línea pero no fueron
censurados. Pero ningún medio contaba con una fuente
propia, entonces nadie hablaba de los muertos, ni de las
condiciones en las que se encontraban los soldados, ni de las
verdaderas estrategias para poder ganar una guerra que
parecía perdida de antemano. Luego llegaron las preguntas,
cuando hubo que anunciar la derrota y nadie pudo creerlo, ante
los titulares que solo mencionaban la victoria. El 14 de junio
tras un mes y medio de conflicto, la junta militar admitió
la derrota que costo la vida de 649 soldados argentinos y la
credibilidad de los medios.

Conclusión

La guerra de Malvinas pudo haber sido
evitada, pero esta era la oportunidad perfecta para el gobierno
militar de argentina de hacer popular un gobierno claramente
antipopular. La junta militar utilizo el conflicto bélico
como un método para permanecer en el poder y tapar los
conflictos sociales, a través del dominio de los medios de
comunicación que solo transmitían noticias de
triunfalismo. Generaron una gran euforia y agitaron al extremo el
nacionalismo de la población que creía que el
conflicto era para defender el honor nacional. De esta manera se
buscaba desviar la atención de temas como la inestabilidad
económica, las marchas por los salarios y la
reorganización de los partidos políticos a
través de la multipartidaria.

 

 

Autor:

Matias Prieto

 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter