Marcadores manuales en el discurso narrativo en la lengua de señas venezolana
RESUMEN
Una nueva visión de la lingüística es
impulsada a partir de los estudios funcionalistas y en particular
de los desarrollos de la Pragmática y más
recientemente de los aportes de la Lingüística
Textual. En este marco, ha sido posible abordar fenómenos
antes excluidos del interés científico como es el
caso de los marcadores del discurso. Si bien es cierto que el
estudio de los marcadores en las lenguas orales es reciente lo es
más en el caso de las lenguas de señas. La escasez
de investigaciones en el ámbito internacional y
particularmente la ausencia de trabajos acerca del tema en el
caso venezolano pone de relieve lo relativo a que los marcadores
del discurso son un terreno fértil de estudio, Es por ello
que el objetivo general de este trabajo es realizar una
indagación sobre el uso de los marcadores manuales del
discurso en textos narrativos producidos en Lengua de
Señas Venezolana (LSV) por adultos sordos. En la
perspectiva teórica de este estudio se suscribe el
funcionamiento de los marcadores en el ambito del discurso cara a
cara y se asume la definición y funciones de estas
partículas discursivas siguiendo a Domínguez
(2004c). La metodología se circunscribe al terreno de los
estudios cualitativos. El análisis realizado,
además de identificar los marcadores manuales, pone de
relieve, entre otras cosas, las siguientes categorías
funcionales de marcadores manuales: (a) Marcadores con
Función de Apertura Discursiva, (b) Marcadores con
Función de Continuación, (c) Marcadores con
función de Formulación y (d) Marcadores con
Función de Cierre. Asimismo alerta sobre tres posibles
esquemas narrativos en los que pueden operar dichos marcadores
manuales en la LSV.
Palabras clave: Discurso cara a cara,
marcadores del discurso, lengua de señas
venezolana.
INTRO
DUCCIÓ N
Los fenómenos del lenguaje vinculados con la
oralidad han sido tradicionalmente marginados de la
indagación lingüística ante una historia de
los estudios de esta ciencia caracterizada por ser eminentemente
gramatical, logicista y prescriptiva. Tal tendencia
privilegió la escritura como ideal de la lengua y, en el
mejor de los casos, estudió la oralidad con criterios
provenientes del buen escribir. Sin embargo, una nueva
visión teórica cobra cada día más
fuerza:
los lingüistas discursivosfuncionales
consideran que el discurso es decir, el lenguaje hablado,
señalizado, o escrito que usan las personas para
comunicarse en situaciones naturales – es el ámbito
apropiado para estudiar las gramáticas de las lenguas del
mundo, por ser no sólo el lugar
donde la gramática se pone en uso, sino
también la fuente a partir de la cual se forma o "surge"
la gramática (Hooper, 1988). Desde esta perspectiva, la
gramática se origina en los patrones recurrentes en el
discurso, y estos patrones continuamente la configuran. Esta
manera de abordar la gramática difiere de lo que
podría llamarse el enfoque "autonomista", según el
cual la gramática tiene una existencia enteramente
independiente de sus usos comunicativos (Cumming y Ono,
2000, p.171).
Una concepción como la antes descrita es
impulsada a partir de los estudios funcionalistas y en particular
de los desarrollos de la Pragmática y más
recientemente de los aportes de la Lingüística
Textual. En este marco, ha sido posible abordar fenómenos
lingüísticos antes excluidos del interés
científico como es el caso de los marcadores, operadores o
conectores del discurso.
Adentrarse al tema de los marcadores es pisar un terreno
movedizo donde parece sólida solo la certeza
de que este asunto ha sido recientemente investigado. En los
trabajos de Domínguez (2004a y 2005) es posible advertir
que el uso del término marcador y su reconocimiento
despojado de prejuicios como unidad lingüística que
opera en una dimensión diferente a la oracional y,
además, en el terreno de la oralidad, se puede ubicar a
mediados de la década de los ochenta. Desde entonces hasta
ahora, se ha constituido una línea de investigación
sobre los marcadores con el trabajo de varios autores entre los
que Sorensen (1998), advirtiendo no hacer una lista exhaustiva,
destaca a: Schegloff (1982) Obregón (1985), Schiffrin
(1987), Redeker (1991), Cortés Rodríguez (1991),
Lamiroy y Swiggers (1991), Rabanales y Contreras (1992),
Martín Zorraquino (1992), Briz (1993) y Portolés
(1994).
Si bien es cierto que el estudio de los marcadores en
las lenguas orales es reciente lo es más en el caso de las
lenguas de señas. En efecto, Massone (s/f) destaca
que: la mayoría de las investigaciones
realizadas desde la década del 60 hasta el presente sobre
el análisis lingüístico de las lenguas de
señas se concentraron mayormente en la descripción
de las características estructurales de las señas y
de sus combinaciones en unidades del tamaño de la
oración ( s/p)
No obstante, Massone (op cit) señala que en los
últimos años se han desarrollado estudios sobre la
producción de las lenguas de señas, análisis
de la referencia tanto en el discurso como en su
vinculación con el espacio, la mayoría de los
cuales responden a una perspectiva textual.
Se suman a esas investigaciones en diferentes lenguas de
señas una escueta lista de trabajos que abordan directa o
indirectamente el tema de los marcadores del discurso. Dentro de
estos trabajos cabe destacar el de Roy (1989), Mather (1992), el
de Metzger y Baham (2000), Divley (2001) y Santiago (s/f). En el
arqueo bibliográfico realizado no se encontró
ninguna investigación sobre los marcadores del discurso en
la Lengua de Señas Venezolana (LSV). Los trabajos
anteriormente citados son específicos de la Lengua de
Señas Norteamericana (American Sing Language, ASL). Es
importante destacar que en las lenguas visogestuales hay
señas manuales y señas no manuales y que en los
estudios mencionados se ha indagado, especialmente, sobre los
marcadores manuales. Solamente en el de Santiago (s/f) se
estudió lo relativo a un marcador no manual. Por lo
demás, en ninguno de ellos, se encontró un estudio
que mostrase el repertorio de los marcadores manuales ni el de
los no manuales en la ASL.
La escasez de investigaciones en el ámbito
internacional y particularmente la ausencia de trabajos acerca
del tema en el caso venezolano pone de relieve lo relativo a que
los marcadores del discurso son un terreno fértil de
estudio que se presenta, a todas luces, interesante y necesario
de indagar, pues su abordaje redundaría positivamente en
la profundización del conocimiento de la LSV. Dicha
profundización tendría importantes implicaciones:
por una parte, en el desarrollo de la lingüística de
esta lengua de señas y en el de las lenguas de
señas en general. Y, por otra, en la educación
bilingüebicultural de los sordos venezolanos. Esta
educación defiende la LSV como la primera lengua de los
sordos del país y el papel insustituible de la misma en el
desarrollo integral de los niños y jóvenes sordos
de Venezuela, así como el aprendizaje del español
como segunda lengua (Sánchez,1991). Las implicaciones
educativas estarían vinculadas con el aprovechamiento de
este conocimiento lingüístico en los espacios que se
deben procurar en la escuela para la apropiación de la LSV
por parte de los sordos, en la enseñanza de esta lengua a
los futuros docentes de sordos a fin de que sean realmente
bilingües, así como en la formación y el
trabajo de los intérpretes de
LSVespañol.
El objetivo general de este trabajo es realizar una
indagación sobre el uso de los marcadores manuales del
discurso en textos narrativos producidos en Lengua de
Señas Venezolana por adultos sordos. Y los objetivos
específicos son:
1. Establecer las categorías de los
marcadores del discurso encontrados.
2. Comprender las funciones que cumplen
esos marcadores en las producciones estudiadas.
3. Proponer posibles esquemas narrativos en
los que pueden funcionar tales marcadores.
MARCO R
EFERENCIAL
La presente sección tiene por objeto mostrar el
sustento teórico que orientará el estudio, a saber:
(a) Los Estudios de la Lengua de Señas Venezolana, (b)
Texto, Tipos de Texto y Órdenes del Discurso, (c) Discurso
Cara a Cara y (d) Marcadores.
Los Estudios de la Lengua de Señas
Venezolana
Las descripciones estructurales de las formas de
comunicación visogestuales empleadas por las
comunidades de sordos realizadas a partir de los estudios de
Stokoe en 1960, condujeron al reconocimiento de tales sistemas
como lenguas naturales por cuanto son instrumentos efectivos de
comunicación.
El "descubrimiento de Stokoe" (Behares, 1997, s/p)
constituye el hito inicial de los estudios en el ámbito de
la lingüística de las lenguas de señas, al
poner en evidencia el carácter doblemente articulado del
sistema de comunicación utilizado por los sordos
norteamericanos (ASL). A los trabajos de Stokoe, se han sumado
múltiples investigaciones que en principio permitieron
avanzar en el modelo propuesto por el referido autor y con ello
revelar que las lenguas de señas se podían
describir en niveles de análisis en los que
tradicionalmente se han escrito las lenguas habladas (Boyes
Braem, Liddell y Jhoson, citados por Oviedo, Pérez y
Rumbos, 2004). Tales desarrollos hicieron posible profundizar y
constatar, en las lenguas de señas estudiadas, otros
rasgos indispensables para conferir a cualquier sistema de
comunicación humano el estatus de lengua
natural.
Luego de los años sesenta el ámbito de
investigación de la lingüística de las lenguas
de señas se fortalece. En efecto, Oviedo, Pérez y
Rumbos (2004) advierten que a partir de la década de los
ochenta el estudio descriptivo de estas lenguas
visogestuales consideró todos los niveles de
análisis. Asimismo, en las precisiones hechas por estos
autores, se constata la participación de investigadores
movidos por intereses ubicados en diferentes territorios
disciplinares vinculados con el desarrollo de los sistemas
de transcripción y/o escritura de las lenguas
de señas, la psicolingüística, la
sociolingüística, entre otros. La incursión en
las áreas mencionadas, alerta no solamente sobre la
importancia de profundizar en los conocimientos ya alcanzados,
sino además pone de relieve sectores aún no
investigados.
En el caso particular de la producción de
conocimientos en torno a la Lengua de Señas Venezolana
(LSV) es necesario señalar que encuentra sus
orígenes, a finales de los años ochenta, en el seno
del Departamento de Lingüística de la Universidad de
los Andes (ULA) y liderado por la Dra. Lourdes Pietrosemoli, como
respuesta ante solicitudes de la Dirección de
Educación Especial del Ministerio de Educación
(ME). Tales solicitudes, se plantearon debido al cambio que se
disponía implementar ese ente ministerial en la
educación del sordo y que fue sistematizado en 1986 con la
Propuesta de Atención Integral al Niño Sordo
(PAINS) (Pérez y Sánchez s/f). La referida
propuesta estuvo enmarcada, tal como se señaló en
la introducción, dentro de los postulados
pedagógicos bilingüesbiculturales que defienden
la Lengua de Señas Venezolana como la primera lengua de
los sordos del país y el papel insustituible de la misma
en el desarrollo integral de los niños sordos
(Sánchez, 1991).
Los trabajos surgidos en respuesta al Ministerio, hasta
el año 1993, ofrecen argumentos que sustentan el estatus
lingüístico de la LSV (Oviedo, Pérez y
Rumbos, 2004). A partir de la fecha aludida los
propulsores del cambio en la educación del sordo, por
razones políticas, son sustituidos y con ellos la
revolucionaria propuesta pedagógica. Esto se
reflejó negativamente en el ritmo de desarrollo de las
investigaciones de la LSV, pues ya no parecían ser tan
urgentes.
Sin embargo, a partir de 1994 se realizan esfuerzos
dirigidos a planificar de manera sistemática la
descripción de esta lengua. A tal hecho se refieren
Oviedo, Pérez y Rumbos (2004) al señalar que se
recogió un corpus videograbado (Oviedo, 1994), se
inició la conformación de una biblioteca
especializada, se consiguieron algunos equipos necesarios para un
pequeño laboratorio de video.
Es así como derivados de esos esfuerzos se
desarrollaron diversos estudios. Oviedo (2003) los agrupa en
atención a una clasificación de cinco
categorías. Ellas parecieran perfilar líneas de
acción en el ámbito de las investigaciones de la
LSV. Así pues, con base en la clasificación de
Oviedo y la lista de referencias presentada por este, es posible
señalar que una primera línea es la del nivel
subléxico, la segunda línea es la
de la estructura interna de las señas, la tercera es
la estructura del léxico de la LSV, la cuarta es la del
nivel sintáctico y la quinta y última es la del
discurso.
A los efectos del presente trabajo interesa destacar que
dentro de la quinta línea, se registra el trabajo de
Oviedo (1996a) en el cual señala las siguientes
estrategias gramaticales seguidas por los hablantes de la LSV
para las operaciones de referencias en el discurso
monológico narrativo: (a) uso de señas nominales,
(b) introducción de información nueva, (b)
señas nominales como información vieja, (c) uso
gramatical del espacio, (d) espacio de las señas como
lugar de referencia, (e) los espacios mentales, (f) señas
direccionales, (g) relato enunciado desde la perspectiva del
agente, (h) uso del rasgo C+ y (i) orden de aparición de
las señas en las proposiciones.
Las anteriores estrategias forman parte del
conocimiento sobre cómo se narra en esta lengua. Ahora
bien, interesa destacar particularmente lo referido al rasgo
C+: el rasgo C+, descrito como el mirar el
señante a los ojos de su interlocutor, tiene en la LSV una
clara función gramatical, que consiste en marcar la
información relativa a participantes (cuando se los
refiere a través de señas nominales) y a los no
eventos (aclaratorias, digresiones, evaluaciones, etc) (Oviedo,
1996, p.94)
En tal sentido, esta investigación así
como la de Oviedo (1996b) en la que el autor trata,
específicamente, lo relativo a ese rasgo, aborda de manera
indirecta el tema de los marcadores, pues dichas marcas
discursivas son, en efecto, no eventos.
Todo el anterior recorrido bibliográfico permite
reconocer el valor que aportan los referidos estudios al
conocimiento de la Lengua de Señas Venezolana y poner de
relieve que, tal como se explicó en la
introducción, no se ha abordado directamente el tema de
los marcadores del discurso, por lo que la presente
investigación, aún con carácter preliminar,
es pionera en este sentido y requiere de ciertas precisiones
teóricas que aclararán el terreno donde operan los
marcadores. Tales precisiones, se abordarán en los
apartados sucesivos.
El presente texto es solo una selección del trabajo
original.
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