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Segmund Freud, un profeta de la sospecha (página 2)




Enviado por Eduar Arleyo Erazo



Partes: 1, 2

Según Schopenhauer el hombre sólo es
consciente de una pequeña parte de esa voluntad
cósmica que envuelve a todos los seres, puesto que,
sólo se conocen los efectos en el después del
devenir[55]la mayor parte de su accionar
está oculta a los hombres, lo que para Freud es el gran
dilema del yo, pues tiene que satisfacer al Ello, al Super-yo y a
las representaciones del mundo externo, por lo cual, sólo
es consciente de muy pocas de sus acciones porque aunque no
quiera actúa inconscientemente satisfaciendo de manera
económica a sus tres "jefes".

La voluntad adquiere así una
característica muy importante, la de no tener cuerpo, no
se puede objetivizar, «la voluntad es ciega no "ve" lo que
hace, no es inteligencia de sí sino obrar sin
inteligencia; no tiene amor ni odio para lo que crea, es
indiferente para con su obra, sólo quiere ser lo que ya
era, repetirse»[56]. Lo anterior, se puede
interpretar como el sometimiento del hombre a una fuerza externa
llamada voluntad, que no le permite ser lo que él quiere
ser; en palabras de Freud no todo lo que el hombre hace es
consciente como se pensaba.

Así, según Schopenhauer, la voluntad prima
sobre la autoconciencia del hombre[57]En
términos psicoanalíticos, hay pensamientos que como
fenómenos aparecen sin saber su procedencia, sin poder
expulsarlos y que dominan al Yo. Freud afirma "el yo no es amo de
su propia casa"[58], para designar la incapacidad
que tiene el yo para dominar conscientemente todos los procesos
físicos y mentales.

Ahora bien, el pensamiento de Schopenhauer está
emparentado con el pensamiento de Kant, lo que significa que
conocía con gran claridad sus planteamientos y que
también, hizo uso de las formas a priori del
conocimiento, el espacio y el tiempo para explicar la
composición de la voluntad.

Con lo anterior, se puede explicar el significado del
inconsciente en Schopenhauer y en Freud. "…lo inconsciente
schopenhaueriano es el atributo más primitivo y originario
de la voluntad, aquello que aparece como impulso ciego, esfuerzo
misterioso, sordo, oscuro que atraviesa estructuralmente todo lo
dado, el inconsciente freudiano, plantea una dimensión de
lo psíquico irreductible a la conciencia, del cual el
sujeto es el lugar de sus efectos, cuya causa él desconoce
fundamentalmente"[59]. El primer planteamiento de
lo inconsciente como misterioso lleva a concluir la imposibilidad
del estudio del mismo, por lo cual se desconoce su naturaleza y
composición. La curiosidad del profeta de la sospecha lo
lleva a hondar en la investigación de lo inconsciente y a
tener conocimientos claros del mismo.

El estudio de Freud lo llevan a negar la
metafísica sin desvincularlo de la filosofía,
porque son validos los recursos utilizados en el estudio de la
conciencia y la mente humana[60]Al contrario, se
enlazan con la elaboración de una metapsicología
que él define como "la forma de aprehensión
racional apropiada a la objetivación del
inconsciente"[61]. Esta metapsicología se
encuentra marcada por el pensamiento kantiano, pues retoma la
cosa en sí, pero no en su sentido completo porque mientras
Kant la mantiene en el orden de exterioridad-mundo, Freud la hace
funcionar hacia la interioridad del ser humano, poseedora de
dinámica y energía que busca el exterior llevando
claramente a la conclusión que la cosa en sí de
Kant, no es la misa de Freud[62]

2.1.2 Representaciones y percepciones externas.
La otra parte del pensamiento de Schopenhauer está basado
en el principio de inmanencia: "todo lo que existe, existe para
el pensamiento; el universo entero es objeto sólo por
referencia a un sujeto, sólo es percepción para un
espíritu perceptor"[63].

En la existencia de las cosas, el universo mismo al que
se refiere Schopenhauer, también se halla ubicada la
pregunta de su origen que se debe a la observación hecha
por los filósofos de la naturaleza. "La mayoría de
los filósofos primitivos creyeron que los únicos
principios de todas las cosas eran los de índole
material…"[64]. La anterior y primera
inquietud sobre el origen de las cosas, es la misma pregunta
metafísica que se hace sobre el origen de lo real con la
observación detenida de los fenómenos de la vida
humana y del mundo en general[65]

Así, el mundo es la misma representación
que constituye lo real o existente, lo que para Freud son las
percepciones externas. Al parecer, Freud tuvo como referencia
este principio, pues el universo representa el mundo exterior,
uno de los tres factores incidentes en el papel que desarrolla el
Yo. Ahora, es innegable la existencia de las percepciones
externas para un sujeto que contempla lo que existe.

Pero, ¿qué son las representaciones o
qué es la representación? Los planteamientos de
Schopenhauer establecen como primera fuerza imperante: "el mundo
es mi representación", en palabras de Kant, el mundo se
reduce al conjunto de fenómenos o de
representaciones[66]Es patente el fenomenismo; la
realidad se convierte en lo que aparece en los objetos, aclarando
que estos son los entes ajenos o externos al agente
observador.

2.1.3 Los instintos y la voluntad de vivir.
Anteriormente, se veía cómo Schopenhauer planteaba
la voluntad como una fuerza que busca existir, que está
preparada para ser y se manifiesta en la voluntad de vivir;
asimismo, los seres en la esfera de la voluntad se convierten en
contingentes, lo que necesariamente obliga al exterminio de unos
para dar paso a otros.

La contingencia de todos los seres lleva a Schopenhauer,
a "negar el valor de la existencia de modo categórico: la
vida es dolor, caducidad y miseria; la existencia un completo sin
sentido. La única salvación que el hombre puede
esperar es el reposo en la nada"[67]. Al parecer,
no vale la pena vivir, todo lo que la existencia del universo
posee no es suficiente para la total felicidad del hombre, el
dolor que el hombre padece no se compara con los bienes, pues
estos no le son suficientes. De ahí que Schopenhauer
abarca en una frase su pesimismo: "en esencia, toda vida es
dolor"[68].

Sigmund Freud respecto a la muerte alude que no es
simple inercia de la naturaleza, sino que el peligro mortal se
encuentra en el empuje ciego hacia el deseo que se
repite[69]constantemente en el devenir de la
voluntad, que nunca terminará y donde finalmente reina el
instinto de muerte, el Thanatos, a lo inorgánico
o inanimado.

Esta última afirmación de Freud marca
claramente la relación estrecha con el pensamiento de
Schopenhauer; de igual manera, el nuevo pensamiento freudiano se
distancia de otros en búsqueda del sentido y del bien.
"Así, no es de extrañar que Freud encontrara en
Schopenhauer un anclaje para esta teoría; Freud reconoce
no solo su carácter especulativo, también la base
biológica a la que acude"[70].

La argumentación fatídica de Schopenhauer
alude que los seres contingentes poseen un principio o
razón de ser, más conocido como principio de
razón suficiente*, una ley para el entendimiento, pero sin
valor para la cosa en sí (la voluntad); por lo tanto, el
mundo y lo existente carece de razón, que parece absurdo,
pues se contradice. Así, el hombre está destinado
al sufrimiento y a la desgracia[71]En la
filosofía Antigua, los epicúreos afirman que el
dolor es la única causa que puede comprometer la felicidad
y que su plenitud se halla consiguiendo en el máximo de
placer y éste se define como la ausencia de
dolor[72]En cambio, Freud, sostiene que soportar
la vida a la tarea propia de los hombres, también que la
dicha del hombre no está contenida en el plan de la
Creación[73]

Pero, el último escalón de la voluntad se
encuentra en el hombre, en el cual "alcanza su mayor grado de
conciencia: sabe qué quiere y conoce lo que quiere.
¿Y qué quiere? La vida, la vida individual, ante
todo por el instinto de conservación y con mayor
profundidad la vida de la especie, por el instinto de
procreación, es pues la voluntad de vivir, o querer
vivir"[74]. En este planteamiento se encuentra la
tercera gran consonancia entre el pensador Sigmund Freud y Arthur
Schopenhauer, pues vale recordar que el primero plantea la
existencia de dos clases de instintos: uno de muerte y otro de
vida, siendo este último la voluntad de vivir, del
pensador alemán.

Con la astucia de un desconfiado, Freud ha logrado
establecer desde el campo de la razón la ciencia del
inconsciente que ha dado al mundo la posibilidad de conocerse a
sí mismo y de manera más clara; ha superado la
incapacidad del pensamiento científico que tenía
para mostrar clara y distintamente a la luz de la razón.
Freud es la respuesta a datos inefables, que la teoría del
inconsciente ocultó hasta él.

Freud y su propuesta
sospechosa

Es enorme el campo de acción de las ciencias,
desde la partícula más pequeña en la Tierra
hasta el inmenso cosmos en el cual se encuentre puesto el
planeta, hay seres tratando de hallar verdades que expliquen su
existencia. Tan complejo es el universo, pero cuanto más
lo es el hombre. Ahora bien, en el siglo XIX un inquieto
observador, Sigmund Freud ha establecido un paradigma, complejo
como todas las acciones y movimientos de los seres humanos, una
nueva manera de ver al hombre, de acercarse a él y su
entorno, pero ante todo entrar en las profundidades de lo que
desconoce y existe en él. "Freud busca resolver lo
misterioso y sobrenatural de los actos humanos, el absurdo
aparente de ciertos hechos –síntomas, sueños,
lapsus-, mediante un proceso causal que tiene su propia
lógica y sus leyes de funcionamiento, preservando su
inconsciente de cualquier noción de fuerza ciega y oscura,
zona de sombra, opacidad muda e
inefable…"[75]

LA HERMENÉUTICA DE LA SOSPECHA

Es conveniente precisar el calificativo de "profeta de
las sospecha"; ¿a qué hace referencia?
¿Cuándo nace? ¿Quién lo
planteó?

El término fue utilizado por primera vez por Paul
Ricoeur, al referirse a "la teoría de una
hermenéutica como pluralista y
conflictiva"[76], desde este punto de vista, el
trabajo de la interpretación de los símbolos y la
realidad no es unívoca según el planteamiento de
Ricoeur, asimismo, "la filosofía se convierte en una
hermenéutica ilustrada por los diversos estilos de
interpretación. Dos son para él estos grandes
estilos, el primero considera el signo y el lenguaje general como
disfraz y máscara que es necesario
reducir"[77]. El segundo estilo de
interpretación "…considera el lenguaje como una
sugerencia, un logos que impulsa a la escucha del mensaje oculto
e invita a una reinvención o hallazgo del sentido
encubierto"[78]. Por lo anterior, describe que:
«Es la hermenéutica de "la sospecha" provenientes de
los tres grandes desconfiados: Freud, Marx y Nietzsche,
unánimes en considerar la conciencia como falsa, y al
lenguaje como encubridor de esta falsedad que se abriga en la
noción del sujeto consciente »[79].
Los tres dan un giro a la ilusión de la conciencia, una
crítica radical del sujeto como conciencia, cuyo
cuestionamiento parte desde la escuela
cartesiana[80]

Así, los desconfiados o mejor conocidos "profetas
de la sospecha" han llevado más allá, el trabajo
filosófico común, para plantear nuevos paradigmas
como el inconsciente, pues "Ricoeur analiza esta
hermenéutica reductora a través sobre todo de la
obra de Freud"[81]. Es así, como nace la
hermenéutica de la sospecha, un inmenso estudio sobre el
consciente e inconsciente, aquello que la filosofía nunca
tocó como objeto de estudio profundo. Aunque algunos
filósofos se hayan referido a él; como Espinoza
quien dice: "la conciencia es inconsciente de sus actos"; San
Agustín, afirmaba: "si me engaño existo"; Leibniz
se refiere a lo inteligible como experiencia interna; Maine de
Biran de "El hombre doble"; Rimbaud, dirá: el yo es un
otro; Silesius, va mas allá de Descartes al decir: "pienso
luego soy pensado por mi"[82].

Freud en desconfía de los sistemas anteriores a
él, por lo cual quiere fundar una nueva ciencia, para lo
cual no duda en relacionarla con la filosofía. Pero,
¿cuál fue el trabajo que se propuso y que
realizó Sigmund Freud para ganarse el título de
profeta de la sospecha?

Acercamiento
preliminar a la teoría del autor

Hubo dificultades en el desarrollo del pensamiento
freudiano, las que, al parecer, incentivaron la
orientación crítica de sus estudios que,
posteriormente, lo llevaron a realizar la bien llamada
revolución científica, en el campo de la
psicología y la sociología y al establecimiento de
un nuevo paradigma basado en el descubrimiento de lo
inconsciente[83]

Este paradigma tiene como base el conjunto de
coordenadas puestas después del estudio del inconsciente,
colocando a Freud como inaugurador de una nueva
revolución, de una nueva concepción del
hombre[84]Ahora, una nueva visión del
hombre desde nuevos parámetros lleva a una
observación y curiosidad, que puede causar
escándalo, por el sólo hecho de ser
novedosa.

¿Qué se entiende por
psicoanálisis?

…«No existe hecho humano que no se
encuentre afectado y trastornado por la doctrina
psicoanalítica: el niño se convierte en un
"perverso polimorfo"; el "pecaminoso" sexo de la tradición
se coloca en primer plano, con objeto de explicar la vida normal
y, sobre todo, las enfermedades mentales; el "yo" y su desarrollo
se enmarcan dentro de una nueva teoría; las enfermedades
mentales se afrontan apelando a técnicas
terapéuticas antes
impensadas,…»[85].

Esta es la novedad de los planteamientos de Sigmund
Freud, métodos que pueden explicar situaciones de la vida
cotidiana de los hombres; basado solamente en teorías
comprobadas sobre la sexualidad. Nunca antes se había
pensado en esta clase de acercamiento a las profundidades del
inconsciente del hombre, sólo un desconfiado que plantea
su existencia (del inconsciente) y que da gran relevancia a la
problemática del hombre. Estudios antropológicos
tan profundos que dan una nueva visión, aunque se muestren
como hechos extraños, pero más allá de lo
novedoso se convierten en herramientas para comprender y para
contemplar la profundidad del hombre, que antes de Freud se
desconocía[86]

La novedad del pensamiento freudiano termina influyendo
en fenómenos como el arte, la moral, la religión e
incluso la educación, pues choca contra la realidad
existente antes de dichos pensamientos. De allí, que "el
psicoanálisis es y ha sido desde entonces tema
polémico"[87]. Hubo inconformidad por parte
de muchos filósofos y psicólogos, incluso hasta de
sus mismos discípulos[88]a muchos de los
pensadores contemporáneos no les es posible acepar tales
planteamientos. Quizá por "extraños", pues nadie
había escuchado algo parecido, o al menos, no
comprendieron la complejidad de la teoría.

El problema del choque mencionado anteriormente puede
hallar su razón en la utilización del lenguaje, que
por ser novedoso complica el entendimiento; por ejemplo
términos como complejo de Edipo, censura,
sublimación, inconsciente, superyó, transferencia,
etc., hacen parte hoy del lenguaje común del desarrollo de
la humanidad, por su validez y son herramientas de trabajo para
la aplicación del psicoanálisis. Que se
hacía necesario, pues es una teoría novedosa y sin
precedentes de un profeta de la sospecha que habla de al
conciencia.

2.3.1 Definiciones del Psicoanálisis

  • Psicoanálisis:
    "Nombre que se da a un método
    específico para investigar los procesos mentales
    inconscientes y a un enfoque de la psicoterapia. El
    término se refiere también a la
    estructuración sistemática de la teoría
    psicoanalítica, basada en la relación entre los
    procesos mentales conscientes e
    inconscientes"[89].

  • Psicoanálisis: "Disciplina
    técnico-científica fundada por Sigmund Freud
    que trata de estudiar la significación de la conducta
    humana a través de las estructuras profundas de la
    personalidad (especialmente el inconsciente) y las relaciones
    objetales"[90].

  • El psicoanálisis para Sigmund Freud si se
    toma como una ciencia, es una subdivisión de la
    medicina o de psicología, que sería una mera
    cuestión académica carente de todo
    interés práctico. Aunque, no lo convence porque
    cree que el punto en cuestión es la aplicación
    del análisis del tratamiento. Pero lo admite
    sólo por no ir en contra de la
    ciencia[91]"Freud postula que la vida
    psíquica no es un continuo de la energía
    física sino un derivado de ella, por lo cual no puede
    ser percibida y estudiada con los métodos de las
    ciencias naturales"[92].

  • "Es necesario remarcar que el psicoanálisis
    no es exclusivamente un práctica
    terapéutica:

  • Es un método de investigación de las
    actividades inconscientes.

  • Es un corpus de saber sobre la vida psíquica
    y

  • Es un método de tratamiento de las
    enfermedades"[93].

Antropología
freudiana

El ser humano ha ido evolucionando en su búsqueda
del saber, llevando a plantearse interrogantes acerca de su misma
composición física. Él, como objeto del
conocimiento se ha visto definido por modelos de
evolución. Entre estos, el modelo evolutivo de Sigmund
Freud, basado en una teoría sexual. "El desarrollo del
individuo exige una serie de adaptaciones a nuevas situaciones y
estas exigen la puesta en marcha de una serie de mecanismos.
Freud describe los siguientes mecanismos: identificación,
desplazamiento, fijación, regresión,
proyección y formación
reactiva[94]

El estudio antropológico parte de afirmaciones
como esta: "existen procesos psíquicos inconscientes y que
es en ellos donde hay que buscar la explicación de muchas
anomalías del comportamiento y de otras perturbaciones
menos importantes"[95]. Así, el estudio
interno del ser es tan complejo que sólo vale desglosar
sus componentes para entenderlos, por eso para empezar, uno de
los principales temas de la teoría freudiana es: el
psicoanálisis, desde aquí se comprende la novedosa
propuesta antropológica de Freud.

Consciente e
inconsciente

Es aquí donde los planteamientos de Freud
alcanzan su reconocimiento, una nueva estructura de la conciencia
que incomodó a muchos porque no la creían posible,
pero detrás de ella se encontraba la verdad.

Freud compara la estructura de la conciencia con un
iceberg (Anexo B): «la parte pequeña que emerge es
el "consciente" (es decir, la parte racional, consciente;
pensamientos sentimientos recuerdos) mientras la parte sumergida
es el inconsciente, es decir, una parte psíquica
enteramente desconocida para la conciencia del sujeto por la
presencia de fuerzas mentales (llamadas por Freud
resistencias),…»[96]. Aquí
vale la pena destacar otra novedad del "desconfiado", pues la
comparación hecha anteriormente no se logra con
métodos científicos conocidos, sino a través
del mismo psicoanálisis. Por esta razón, Freud no
aceptaba el hecho de llamarlo rama de la medicina, pues es un
tratamiento práctico que merece ser una
disciplina.

La explicación del iceberg es apropiada para dar
a entender la teoría freudiana, pues la conciencia del
individuo o la parte que emerge es pequeña mientras que la
mayor parte de los trabajos mentales se realizan debajo de la
superficie en completo misterio, pero hay que añadir que
"Freud distingue tres planos de la conciencia: el consciente,
el preconsciente y el inconsciente
"*, lo anterior significa
que el inconsciente se fracciona en dos partes, en preconsciente
y en inconsciente como tal.

Ser consciente es pues un término descriptivo que
se basa en la percepción más inmediata y
segura[97]es la misma realidad que se presenta
ante los sentidos (intuición) de la cual no cabe duda que
es, pero se convierte en un estado transitorio, en un momento que
ya no lo es aunque se presente con condiciones similares, es como
el río de Heráclito "donde ciertamente no es
posible entrar dos veces"[98]. Entonces,
consciente es la representación que se halla presente en
la conciencia aunque se redunde en su
definición.

Llamamos inconsciente a un proceso psíquico cuya
existencia nos es obligado suponer, por cuanto deducimos de sus
efectos, pero del que nada sabemos. Estamos entonces con
él en la misma relación que con un proceso
psíquico de otra persona, con la sola diferencia de que es
nosotros donde se desarrolla. Y si aun queremos ser exactos,
diremos que llamamos inconsciente a un proceso cuando tenemos que
suponerlo activo de presente nada sepamos de
él[99]

Al inconsciente pertenecen las representaciones
latentes, de éstas se tiene algún fundamento para
sospechar, pues se hallan instaladas en la vida anímica
como ocurre en la memoria[100]Anteriormente, se
creía que la idea latente era así por la debilidad
y que cuando tomaba fuerza se volvía consciente; Freud
cree que hay ciertas ideas latentes que por más fuerza que
tomen, nunca se volverán conscientes, es así como
la parte inconsciente se divide en dos partes: preconsciente, se
denomina a las ideas latentes que llegan a ser conscientes, e
inconscientes, las ideas que no se harán conscientes por
más fuerza que tomen[101]Ahora bien, no se
pueden separar los términos consciente e inconsciente,
puesto que afirmar uno es la negación de otro, es decir,
que una idea es consciente o inconsciente, pero no de las dos
maneras al tiempo.

El sistema inconsciente se halla formado por impulsos o
instintos que no llegan, que no se separan y que actúan a
la vez en cualquier condición, lo anterior indica que de
ninguna manera, se anulan entre sí, sino que consiguen
conciliar un fin coexistiendo de manera inconsciente. "Los
procesos del sistema inconsciente se hallan fuera del tiempo; es
decir, que no aparecen ordenados cronológicamente, no
sufren modificación ninguna por el paso del tiempo y
carecen de toda relación con
él"[102], también los procesos
inconscientes no tiene relación con la realidad y dependen
exclusivamente de su fuerza.

Ahora, fácilmente surgen preguntas acerca de la
transformación del inconsciente ¿puede una idea
inconsciente volverse preconsciente, es decir, pasar de la
imposibilidad de volverse consciente a al menos tener la
posibilidad de serlo? Es aquí donde se plantea la
teoría de los sueños.

Durante el día, todo individuo realiza una serie
de actividades y de pensamientos, en la noche estos pensamientos
y recuerdos de las acciones se ponen en contacto con los deseos
inconscientes que desde la infancia están presentes en su
vida anímica, por lo general están reprimidos* y no
pueden ser conscientes; por medio de la energía del
inconsciente se ponen en funcionamiento y surgen en la conciencia
como un sueño[103]También aclara
Freud que "…sólo puede hacerse consciente lo que ya
fue alguna vez una percepción consciente (…( y desde el
interior tiene que intentar transformarse en percepciones
exteriores,…"[104].

Estructura de la
psique

El consciente adquiere otros nombres para identificarse,
es el Yo, asimismo, el inconsciente que lo componen el
Ello y el super-Yo. Además, en la estructura
psíquica influyen las representaciones externas, que
aunque no pertenezcan al cuerpo mental, sí lo hacen al
trabajar.

3.6.1 El ello. « "Es" pronombre
alemán de la tercera persona del singular neutro que
corresponde al español "Ello" y al pronombre latino "Id"
»[105]. Está formado por los
instintos** que Freud clasificó en dos grupos: los
instintos sexuales o el Eros o instinto erótico y
el instinto de muerte que es un instinto de agresividad, de odio
y de destrucción, "cuya misión es hacer retornar
todo lo orgánico animado al estado
inanimado…"[106]. Mientras que los
instintos de muerte tienden a llevar al individuo a lo
inorgánico, los instintos de vida o eróticos
tienden a la reproducción continua de la
vida[107]Además, el ello está
conformado por materiales olvidados por la conciencia, que son
las vivencias de la infancia, que están, pero no son
conscientes.

La lucha entre Eros y el
Thanatos

"El instinto de vida se manifiesta mediante el amor, la
creatividad, espíritu constructivo. El instinto de muerte,
mediante el odio y la destrucción"[108]. El
Eros es considerado como el instinto de vida y el
Thanatos es el instinto de muerte. Estas dos fuerzas
contrarias a menudo entran en conflicto y no se puede desmentir
ninguna de ellas, ni poner prevalencia una sobre la otra.
Así las pulsaciones emocionales no son manejadas por el
hombre ni tampoco se puede resistir a ellas.

Ahora bien, como no se puede separar y son pulsaciones
indispensables, no vale reducirlas a los valores del bien y del
mal[109]porque no se hace referencia a un
calificativo de acción, sino a la composición
antropológica, es decir, que no depende del hombre o de su
voluntad.

De ninguna manera, una pulsión o instinto
(Thanatos o Eros) puede actuar aislada, pues
ambas están conectadas entre sí o, de alguna
manera, una está cargada con otra, lo que la modifica o en
ocasiones la subordina en determinadas
condiciones[110]Lo más curioso de esta
lucha entre pulsiones, es que se hallan plenamente coordinadas,
de tal manera que no llegan a contradecirse; cuando son
inconciliables se activan al mismo tiempo sin anularse de uno a
otro sino que forman un fin
intermedio[111]

Dentro de este planteamiento se encuentra uno de los
pilares que identifica a Freud como un profeta de la sospecha,
pues ninguna de las acciones de los seres humanos está
hecha según su propia voluntad.

3.6.2 El Yo. o consciente, tercera parte de la
conciencia, «que por una parte, deriva del inconsciente y
se diferencia de él bajo el influjo del mundo real
externo. El Yo es por tanto, el fruto de la experiencia propia y
equivale al "individuo consciente de
sí",…»[112]. La realidad de
los hombres, la intuición, la que aparece como un
fenómeno a los sentidos del hombre es lo que Freud
considera como el consciente, la razón o la
reflexión, mientras que el ello representa las pasiones
indómitas[113]

El yo en comparación con el ello es como el
jinete que maneja y refrena la fuerza de su cabalgadura, superior
a la suya con una diferencia: el jinete lleva a cabo sus acciones
con sus propias energías, mientras que el yo, con
energías prestadas. Pero, algunas veces el jinete se ve
obligado a dejarse conducir por la cabalgadura, de esta misma
manera, el yo en ocasiones se ve obligado a transformar en
acción la voluntad del ello, como si fuera la
suya propia[114]Ahora bien, vale aclarar que el yo
o consciente hace parte del ello, éste sea inconsciente,
es decir, el iceberg de la mente o sique es una unidad,
sólo que sus partes se hallan sumergidas o no. El yo es,
entonces, el consciente de sí, de lo que piensa y de su
realidad, por así decirlo, es el juez entre el mundo
externo e interno, pues en ambas dimensiones puede
observar.

Para referirse a la segunda parte del inconsciente, el
super-yo, hay que enmarcarlo en la relación con el ello,
pues es inconsciente de todas maneras, sólo que tienen
propiedades diferentes.

3.6.3 El super-yo (ideal del yo). Ahora, en la
relación super-yo – yo, el primero no es más
que una fuerza, que se explica a través del
complejo de Edipo* y de la represión del
mismo[115]¿Cómo actúa esta
fuerza o super-yo? La conciencia o yo ordena sin ser consciente,
ser como el padre o no serlo con mayor o menor intensidad
según la eliminación se haya sustituido el complejo
de Edipo[116]es decir, nada de lo que se cree
consciente es cien por ciento consciente, pues el super-yo lleva
al extremo su fuerza o ideal adquirido previamente, pero regulado
siempre por el yo que determina y elije sin percatarse de la
influencia del super-yo.

…«el super-yo es la parte de la mente que
se opone a los deseos del ello reforzando las restricciones
morales y luchando por lograr una perfección
"ideal"»*. De esta manera, entran en juego los
tres campos de la psique; el ello, el yo y el super-yo. El ello,
la parte instintiva y egoísta, no tiene moral, lo mismo
que el yo; por lo cual éste último se plantea la
satisfacción de los impulsos, mientras el super-yo frena y
limita la actividad del yo y del ello por ser la parte moral de
la estructura[117]En definitiva, el papel del
super-yo consta de equilibrar los impulsos instintivos a
través de sanciones o de culpa de la conciencia. "Muchos
de nosotros dice Freud, no robamos, asesinamos, no porque no
queramos sino porque nuestro super-yo consigue mantener estos
deseos a raya"[118].

Respecto al sistema inconsciente vale aclarar que no por
ser inconsciente deja de ser importante y que sólo el yo
por ser consciente tiene validez; el sistema inconsciente posee
una gran vitalidad y mantiene una serie de relaciones con el
preconsciente entre la que se destaca la
cooperación[119]Así también,
hay que declarar que "todas las percepciones procedentes del
exterior (percepciones sensoriales) y aquellas otras a las que
damos el nombre de sensaciones y sentimientos, son
conscientes"[120]. Finalmente no se pueden
establecer fronteras precisas entre los diferentes componentes de
la psique.

Análisis de la
estructura mental

Es fácil distinguir gráficamente (anexo A)
que el yo (ego) es una parte del ello (id), modificada por las
percepciones exteriores; de la misma manera el super-yo se
sumerge en ello, asimismo se distingue que es éste, el
más alejado de las percepciones del mundo exterior y
sólo entra en relación con éstas a
través de yo. "El yo se esfuerza en transmitir a su vez al
ello dicha influencia del mundo exterior. El yo
se esfuerza en transmitir al ello dicha influencia del mundo
exterior, y aspira a sustituir el principio de placer, que reina
sin restricciones en ello por el principio de la
realidad. El yo representa lo que pudiéramos
llamar la razón o la reflexión, opuestamente al
ello que contiene las pasiones"[121].

El grafico (Anexo B) no determina con exactitud lo que
en realidad es estructura de la mente, además, posee un
error, el espacio el espacio que ocupa el ello inconsciente
debería ser incomparablemente mayor en comparación
con el yo consciente[122]

Las actuaciones del yo que se creen conscientes muchas
veces no son así, pues el yo se halla involucrado en
varios procesos que no son precisamente los de ser consciente de
la realidad. Un proverbio advierte la imposibilidad de servir a
la vez a dos señores. El yo posee más
dificultades pues tiene que servir a tres severos amos y se
esfuerza por conciliar sus exigencias y sus mandatos. Tales
exigencias parecen siempre entrar en conflicto y a su vez se
vuelven inconciliables; nada, pues, tiene de extraño que
el yo fracase en repetidas ocasiones durante el
desarrollo de su tarea. Sus tres amos son el mundo exterior, el
super-yo y el ello[123]Ahora
bien, el yo,

"En su empeño de mediación entre el
ello y la realidad se ve obligado muchas veces a
revestir los mandatos inconscientes del ello –con
sus racionalizaciones preconscientes–, a esfumar los
conflictos del ello con la realidad, a fingir, con
insinceridad diplomática, una atención a la
realidad, aun aquellos casos en los que el ello ha
permanecido rígido en inflexible. Por otra parte, es
minuciosamente vigilado por el rígido super-yo,
que le impone determinadas normas de conducta, sin atender alas
dificultades por parte del ello y del mundo exterior y
le castiga, en caso de infracción, con los sentimientos de
inferioridad y culpabilidad. De este modo, dirigido por el
ello, observado por el super-yo, rechazado por
la realidad, el yo lucha por llevar a cabo su
misión económica, la de establecer una
armonía entre las fuerzas y los influjos que actúan
en él, y comprendemos por qué, a veces, no podemos
menos de exclamar: « ¡Qué difícil es la
vida!»[124].

El yo, "siempre que le es posible procura permanecer de
acuerdo con el ello; superpone sus racionalizaciones
preconscientes a los mandatos inconscientes del mismo; simula una
obediencia del ello a las advertencias de la realidad, aun en
aquellos casos en los que el ello permanece inflexible, y
disimula los conflictos del ello con la realidad y con el
super-yo"[125].

Entonces, la primera función que realiza el
super-yo es la observación que es simplemente preparar el
juicio y el castigo; lo cual se cree son las funciones de lo que
se llama conciencia moral. El ser humano se siente inclinado a
realizar algo que le causa placer, pero deja de hacerlo con el
fundamento de que la conciencia no lo
deja[126]

Ahora bien, la segunda función del yo tomada en
sus determinaciones se ve afectada por el super-yo el cual se
"hace riguroso en extremo: riñe, humilla y maltrata al
pobre yo; le hace esperar los peores
castigos,…"[127]. La anterior prueba, que
el yo aunque es consciente, se ve, en muchas ocasiones sometido a
fuerzas inconscientes, en este caso a las del super-yo que tiene
energía propia y busca intensiones de su
interés.

Para explicar la conciencia moral y la labor del
super-yo es necesario remitirse a la niñez. Un niño
es amoral, la influencia de los padres lo gobiernan otorgando
pruebas de cariño, de amenazas o de
castigos[128]de la misma manera super-yo vigila,
dirige y amenaza al yo como los padres al
niño[129]

Entonces, al super-yo se le han atribuido las funciones
de auto-observación, conciencia moral e ideal. Es claro
que a él pertenecen todas las restricciones morales,
funciona como un abogado de todas las aspiraciones que tiene un
individuo, es decir, las respalda o las
enjuicia[130]El super-yo actúa severamente
o exige al yo según su formación como se
veía anteriormente en la comparación de éste
con los padres de un niño; ahora, es un juez que da
veredicto sobre la maldad o bondad de un objetivo que se quiere
alcanzar. Éste es el ideal del yo, título adquirido
por la anterior razón porque busca que el yo sea
según califique el super-yo.

Lo siguiente puede parecer una contradicción o
puede desmentir lo anteriormente planteado: el super-yo y el yo
son inconscientes de alguna manera, en algunas de sus partes, lo
anterior quiere decir que el sujeto no conoce nada de lo que
ellos contienen[131]Pues, la mayor parte del
iceberg (Anexo B) se encuentra sumergida; sitio que el Yo
desconoce, debido a la profundidad del mar
inconsciente.

Anteriormente se dio a conocer que el individuo, es
consciente o inconsciente y que éste último se
fracciona en dos partes, a saber: el preconsciente y el
inconsciente como tal, pero de todas maneras son inconscientes.
Freud explica:

Advertimos que no tenemos derecho a llamar sistema de lo
inconsciente al sector anímico ajeno al yo, toda
vez que la inconsciencia no es un carácter exclusivo. Por
tanto, no emplearemos ya el término
«inconsciente» en sentido sistemático y
daremos a lo que hasta ahora designábamos así un
nombre mejor y ya inequívoco. Apoyándonos en el
léxico nietzscheano y siguiendo una propuesta de G.
Groddeck, lo llamaremos en adelante el
«ello»[132].

De esta manera, se contempla el nacimiento de uno de los
tres términos que componen la psique. Entonces, ahora se
contempla el inquietante mundo del yo, el ello y el super-yo, del
cual tanto se habla, pero que es difícil de
comprender.

Ahora, es necesario precisar las posibilidades que tiene
el inconsciente para convertirse en consciente. Lo anterior es
sinónimo de pasar del ello al yo, este proceso ocurre a
través de dos caminos distintos: uno es directo y el otro
debe traspasar el ideal del yo, es decir, el super-yo.
Ésta es otra demostración sobre la angustia que
vive el yo al tener que responder ante sus amos; también
es evidente el papel del yo al servir como mediador entre el
contenido del ello y el mundo
exterior[133]

Actualidad de Sigmund
Freud

El desarrollo de la ciencia a través de la
historia, ha tenido grandes dificultades, con el paso del tiempo
se ha visto sometida a un modelo normativo de racionalidad
científica que ha puesto a la ciencia como una empresa
racional[134]Estos requerimientos de la ciencia
influyeron en el desarrollo del pensamiento freudiano.

Lo anterior, puede justificarse en la actualidad por las
rigurosas medidas que se tomaron, para obtener toda
investigación una verdad que puede en cualquier momento
desmentirse. Así,

(…( 2. Normalmente, se rechazan teorías
simplemente porque presentan anomalías, así como
tampoco, en general, se las acepta por el mero hecho de estar
confirmadas empíricamente.

3. los cambios de las teorías científicas,
y las controversias sobre ellas, se resuelven en cuestiones
conceptuales, más que de apoyo empírico.

4. Los principios específicos y "puntuales" de
racionalidad científica que los científicos emplean
al evaluar teorías no están fijados de manera
permanente, sino que se han modificado sustancialmente a
través de la historia de las ciencias.

6. Hay un espectro de niveles de generalidad de las
teorías científicas que desde las leyes, en un
extremo, hasta los amplios marcos conceptuales, en el otro. Entre
estos niveles, parecen variar significativamente los principios
de puesta a prueba, comparación e
evaluación

9. La coexistencia de las teorías rivales es la
regla, y no la excepción, de modo que a la
evaluación de las teorías es una actividad
primordialmente
comparativa[135]

"Así pues, echando una ojeada retrospectiva a la
obra de mi vida, puedo decir que he sido el iniciador de muchas
cosas y he prodigado numerosas incitaciones de las que algo
saldrá en el futuro. Yo mismo no puedo saber si
será mucho o poco. Pero tengo derecho a formular la
esperanza de haber abierto el camino a un importante progreso en
nuestro conocimiento"[136]. Estas palabras de
Sigmund Freud en su momento pudieron haber sido igual a un
cuestionamiento o una incertidumbre por desconocer el valor que
sus teorías tenían para la ciencia y la
filosofía.

Hoy todo el mundo conoce la importancia de la
antropología freudiana respecto a los temas más
sobresalientes que ella contiene. Pues, sus planteamientos parten
del hombre, de sus enfermedades psíquicas, del enigma de
su conciencia, de las acciones inconscientes que realiza y en un
punto distante de la cultura a la que pertenece el
hombre.

3.8.1 Cuestionamiento de la teoría. Las
hipótesis y métodos introducidos por Freud fueron
polémicos durante su vida y lo siguen siendo en la
actualidad, pero pocos discuten su enorme impacto en la
psicología y la psiquiatría"[137].
Ya se advertía en el capítulo segundo las grandes
controversias que había suscitado Freud en su momento,
ahora, se mantiene por esa misma línea, pero en un campo
diferente al filosófico. Ahora bien,

Si atendemos a la recepción de la biología
evolucionista de Darwin, de las teorías
psicoanalíticas de Freud, del conductismo de Skinner o de
la moderna mecánica cuántica, se repite la misma
pauta. Junto con la enumeración de las anomalías
empíricas y de los problemas empíricos resueltos,
tanto los críticos como los partidarios de una
teoría traen a menudo a colación criterios de
valoración teórica que no tiene nada que ver en
absoluto con la capacidad de una teoría para resolver los
problemas empíricos del dominio científico en
cuestión[138]

3.8.2 Aporte al desarrollo de la ciencia. Con los
postulados de los "profetas de la sospecha" se enlaza una nueva
visión ante la ciencia y el pensamiento filosófico
que generó un despertar que hoy continua, un desarrollo
acelerado de la ciencia y la tecnología que permite al
hombre mejor calidad de vida. "Sin Newton, Darwin, Freud y Marx
(por mencionar tan sólo los casos más obvios)
nuestra imagen del mundo sería muy diferente de la que
es"[139].

Las teorías experimentales han dado al hombre el
desarrollo que hoy provee, estas proporcionan explicaciones
detalladas de los fenómenos naturales. Sigmund Freud
desempeña un papel fundamental en el desarrollo de estas
teorías con su investigación, sobre lo que
él llama el complejo de Edipo. Cabe advertir que no
sólo Freud ha dado sus aportes a la ciencia de hoy, sino
que también otros lo han hecho, por ejemplo: Einstein con
la teoría del efecto fotoeléctrico, Marx y su
teoría de la plusvalía, además,
teorías como la atómica, la teoría de la
evolución, o teoría cinética de los
gases[140]

Así mismo, los avances del pensamiento freudiano
ayudan en la actualidad a calificar como verdadera o fantasiosa
la realidad de algunos testimonios de personas que creen tener
visiones o sensaciones de fenómenos extraordinarios. "Toda
tendencia reviste en seguida la forma que la representa como
satisfecha, y no cabe duda de que complaciéndonos en las
satisfacciones imaginarias de nuestros deseos, experimentamos un
placer, aunque no lleguemos a perder la conciencia de su
irrealidad"[141].

3.8.3 La religión y el pensamiento de
Freud.
Respecto a la posición de Freud en la
religión, fue declarado ateo y rechazaba todo Credo. Aun
así, se ocupó del fenómeno
religioso[142]Respecto a lo anterior, no cabe
ninguna discusión, por importante o fundamentada que sea,
ahora, vale la aplicación de las investigaciones
freudianas en la actualidad.

Freud respecto a la región se refiere en 1901 en
"Psicopatología de la vida humana" con una
visión naturalista comparándola con un conjunto de
procesos psicológicos proyectados sobre el mundo
externo[143]Así mismo en un breve ensayo
titulado "Los actos obsesivos y las prácticas
religiosas",

…da comienzo a la aplicación de los
métodos psicoanalíticos a la interpretación
delas manifestaciones religiosas. En este breve ensayo, publicado
en el primer numero de la revista "Zeitschrift für
Religionspsychologie", compara los rotos del neurótico
obsesivo (per ej. el tener que lavarse las manos un numero
excesivo de veces) con algunas prácticas religiosas
(rezar, hacer genuflexión, arrodillarse, etc.) poniendo de
relieve cómo en ambos casos se daba un sentido de
constricción interior, acompañado del temor mas o
menos difuminado de incurrir en desgracia (castigo) sise
omitían tales ritos[144]

De la misma manera Freud explica que la relación
del hombre con Dios, proviene del complejo paterno afirmando que
Dios es un padre transfigurado, ya que la necesidad de la
religión tiene su raíz en este complejo, en otras
palabras, esta relación es como la del niño con el
padre en sus primeros años de
edad[145]

Conclusión

Ante la anterior sustentación y exposición
de uno de los temas centrales del pensamiento de Freud,
¿cómo negar que realmente sea un profeta de la
sospecha? El paradigma de la conciencia ahora tiene una cara
desvelada, gracias al trabajo incansable, que ante las
críticas prosiguió con sus investigaciones,
haciéndose acreedor al título de profeta de
sospecha.

La ubicación del autor en su contexto es
indispensable para entender, desde la misma posición
filosófica hasta el mismo pensamiento individual. Lo
anterior, debido a que muchas veces los innovadores
planteamientos son rechazados, cuestionados, desfigurados por las
críticas y, en repetidas ocasiones destruidos, pero nunca
surge la pregunta del por qué se hizo, por qué tal
filósofo piensa así de determinado tema.

La inserción de Freud en un proceso evolutivo del
pensamiento filosófico y científico, hace que sus
planteamientos sean creíbles y demostrables. Así,
en la comparación con otros pensadores y autores
contemporáneos halla su propia fundamentación que
significó mucho en la conquista de tan honorable puesto
como profeta de la sospecha.

La relación Schopenhauer – Freud, es accidental,
pues el propósito del segundo nunca consistió en
imitar, copiar o continuar un proceso del pensamiento anterior a
él. Esta conclusión es uno de los pilares que
sostiene a Freud como profeta de la sospecha. Pues, la principal
característica de estos hombres es salirse de los esquemas
normales de pensamiento e investigación. De lo contrario,
nunca se hubieran hecho merecedores al título.

Los avances en la investigación
antropológica, dieron pasos gigantescos con la ayuda de
Freud. Se obtuvo grandes soluciones a problemas comunes, los
cuales hallaban respuestas mediocres en suposiciones, en
creencias, en imaginaciones y hasta en mitos. La ciencia
filosófica de Freud es pues, un cimiento inamovible, que
sólo con el estudio profundo de sus obras puede
comprenderse.

La conciencia halla en Freud el rostro que casi nunca
mostró, pero fue descubierto por el buscador desconfiado,
con razones altísimas que le permitieron afirmar de ella
las propiedades experimentadas. Freud crea una filosofía
de la conciencia, fundamentada en el conocimiento positivo,
así, tal trabajo en la estructura de este gigantesco
proyecto sólo puede entenderse desde lo increíble,
por lo minucioso y delicado de los materiales de su
constitución.

Ahora, tal estructura está formada por el Ello,
el Super yo y el Yo. Este último es la conciencia misma,
es el comunicador de la realidad o percepciones con la realidad
de las pasiones del Ello y los condicionamientos morales del
Super yo. Trabajo que lo hace esclavo de tres amos, todos
mencionados, pero para más claridad éstos son: el
Ello, El Super yo y las percepciones externas a quienes tiene que
responder de manera económica.

El trabajo realizado por el Yo, que en la actualidad es
el ser consiente de sí mismo, se realiza casi en su
totalidad de manera inconsciente. Sus acciones no son más
que órdenes que recibe de lo profundo del inconsciente,
manifestadas en pasiones y normas morales; además, el Yo
se encuentra condicionado por las normas de la realidad externa a
las cuales tiene que acogerse por el sólo hecho de
pertenecer a los parámetros de la normalidad de la misma
realidad. De lo anterior, se entiende la exclamación:
"¡Qué difícil es la
vida!"[146].

La teoría de Freud no se reduce a un simple
biologismo, que demuestra una función de la estructura
física del hombre, sino al contario, es una completa
teoría filosófica que sostiene positivamente,
según lo demostrado, que la conciencia lleva el control o
el timón del hombre, pero en todo momento se halla
sometida a órdenes inconscientes.

Las críticas reducen el pensamiento freudiano a
la sexualidad y a los impulsos de esta naturaleza, argumentando
que en ella encuentra Freud las bases de sus planteamientos, sin
tener en cuenta las demostraciones que a su vez refutan tales
críticas. Sin embargo, se concluye que Freud, sólo
planteó lo investigado y comprobado, sin ir en contra del
desarrollo del pensamiento.

Los aportes de Sigmund Freud a la ciencia tienen valor y
que hoy son apremiantes para la mejor comprensión del
complejo problema del hombre. Así mismo, nunca antes en la
historia, un hombre había entrado en lo profundo, en las
entrañas, en lo escondido del hombre: la
conciencia.

Bibliografía

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WWW.foropsicoanalíticopaisvasco.org.

WWW.nonopp.com/ar/Psicologia/99/Freud_filosofia.htm.


WWW.noticiasdegipuzkoa.com/ediciones/2006/05/06/opinion/d06opi5.182627.php
.

WWW.xtec.es/~irebollo/temas/filosofia.htm.

Anexos

ESTRUCTURA GRÁFICA DE LA
PSIQUE

Monografias.com

Monografias.com

"EL ICEBERG DE LA CONCIENCIA"

DEDICATORIA

A quien no veo pero sé que
está allí…

A quien me llama cada día a ser
mejor…

Al que su Espíritu manda para
hacerme compañía en la soledad…

A mi Padre que me ama tanto, que no alcanzo
a comprenderlo…

Al que amo como Él me
ama…

EDUAR ARLEYO ERAZO.

AGRADECIMIENTOS

Gracias Padre del cielo por tu bondad, a Ti
principalmente, a tu Hijo por ser camino hacia la verdad y a tu
Santo Espíritu por su fortaleza e inteligencia. "Si Padre
porque así lo has querido, porque así te ha
parecido mejor".

También a ustedes Padres Formadores, por su
paciencia, amabilidad y aceptación de este trabajo
monográfico. A todos lo que de alguna manera se reportaron
con ayuda espiritual y económica. Pero, de todas las
personas anteriores quiero dar un agradecimiento
especialísimo al Pbro. Héctor León Zapata,
quien amablemente asesoró esta monografía y a la
Lic. Gloria Alegría encargada de las correcciones
ortográficas y sintácticas.

Finalmente, agradezco al curso Tercero de
Filosofía, a Sebastián Barrera, a Ely Ernesto
Rojas, a Alexander Palacios y a Mauricio Jiménez. Gracias
compañeros por mantenerse unidos para el buen desarrollo
de este trabajo.

 

 

Autor:

Eduar Arleyo Erazo
Gallardo

SEMINARIO MAYOR "SAN
JOSÉ"

TERCERO DE FILOSOFÍA

Monografía Para Concluir el Ciclo
Filosófico

ASESOR

Pbro. HÉCTOR LEÓN ZAPATA
MARTÍNEZ

Popayán, 22 de septiembre de
2008

[1] Cf. URDANOZ, Teófilo. Historia de
la filosofía. Siglo XX: Neomarxismos. estructuralismo.
Filosofía de inspiración cristiana. T. VIII.
Madrid: Católica, 1985. p. 408.

[2] FREUD, Sigmund. Los textos fundamentales
del psicoanálisis. Barcelona: Altaya, 1993. (Grandes
obras del pensamiento) p. 548.

[3] Cf.
http://www.nonopp.com/ar/Psicologia/99/Freud_filosofia.htm.
Acceso el 7 de febrero de 2008.

[4] FOLIAS EN CLASE DE FILOSOFÍA
CONTEMPORÁNEA con Edilberto Botía,
Presbítero. Seminario Mayor “San
José”. Popayán, agosto de 2007.

[5] FISCHL, Johann. Manual de historia de la
filosofía. Barcelona: Herder. 2002. p. 328.

[6] VERNEAUX, Roger. Historia de la
filosofía contemporánea. Barcelona: Herder, 1977.
p. 7

[7] Cf. ídem.

[8] Cf. Ibíd., p. 19.

[9] Ibíd., p. 20.

[10] Ibíd., p. 32.

[11] Cf. "Arthur Schopenhauer."
Microsoft® Encarta® 2007 [DVD]. Microsoft Corporation,
2006.

[12] Cf. "Karl Benz." Microsoft®
Encarta® 2007 [DVD]. Microsoft Corporation, 2006.

[13] Cf. Línea del tiempo.
Microsoft® Encarta® 2007 [DVD]. Microsoft Corporation,
2006. Categoría: ciencia y tecnología; lugar:
Europa, años 1800-2005.

[14] Cf.
http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1021.
Acceso el 7 de febrero de 2008.

[15] Cf. FISCHL, Johann. óp cit. p.
340.

[16] Cf. VERNEAUX, Roger. óp. cit. p.
15.

[17] Ibíd., p. 17.

[18] Cf. FISCHL, Johann. óp. cit. p.
341.

[19] Cf. ídem.

[20] Ibíd., p. 349.

[21]
http://es.wikipedia.org/wiki/Materialismo. Acceso el 2 de marzo
de 2008.

[22] NICOLA, Abbagnano. Diccionario de
Filosofía. Sevilla: Olimpia, 1987. p. 1193.

[23] Cf. VERNEAUX, Roger. óp. cit. p.
45.

[24] Ibíd., p. 58.

[25] ídem.

[26] Cf. FISCHL, Johann. óp. cit. p.
493.

[27] Cf. QUINTANILLA, Miguel A. Diccionario
de Filosofía Contemporánea. Salamanca:
Sígueme. 1985. p. 149.

[28] ídem.

[29] Cf. ídem.

[30] FISCHL, Johann. óp. cit. p.
511.

[31] Ibíd., p. 514.

[32] VERNEAUX, Roger. óp cit. p.
47.

[33] Cf. Ibíd., p. 48

[34] Ibíd., p. 50-51

[35] Cf. QUINTANILLA, Miguel A. óp.
cit. p. 149.

[36] FISCHL, Johann. óp. cit. p.
374.

[37] Ibíd., p. 375.

[38] VERNEAUX, Roger. óp. cit.
72-73.

[39] Ibíd., p. 74.

[40] Cf. Ibíd., p. 75.

[41] ídem.

[42] Cf.
http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1021.
Acceso el 7 de febrero de 2008.

[43] Cf. URDANOZ, Teófilo. óp.
cit. p.408.

[44] DE CASTRO KORGI, Sylvia. En entorno a el
Malestar en la Cultura: Un debate de Freud con la
Filosofía. En: Universitas Philosophica 34-35, (pp
13-34) junio-diciembre 2000, Bogotá, Colombia. p.17.

[45] ídem.

[46] Ibíd., p. 16

[47] VERNEAUX, Roger. óp cit. p.
45-46.

[48] Cf. DE CASTRO KORGI, Sylvia. p. 16.

[49] VERNEAUX, Roger. óp cit. p.
48.

[50] Cf. DE CASTRO KORGI, Sylvia. p. 19.

[51] ídem.

[52] FISCHL, Johann. óp. cit. p.
334.

[53] Cf. VERNEAUX, Roger. óp. cit. p.
49.

[54] QUINTANILLA, Miguel A. óp. cit.
p. 450.

[55] YARZA, Iñaki. Historia de la
Filosofía Antigua. Pamplona: Eunsa, 1987. p. 34.

[56] Contingencia: significa además de
movilidad contradictoriamente opuesta a necesidad, es decir, la
posibilidad de ser, de no existir de un objeto. Lo contingente
excluye no solamente lo necesario, sino también lo
imposible, designando, por lo tanto una esfera intermedia, es
decir todo aquello que puede ser o no ser

[57] Cf. FISCHL, Johann. óp. cit. p.
334.

[58] QUINTANILLA, Miguel A. óp. cit.
p. 450.

[59] Cf. DE CASTRO KORGI, Sylvia. p. 20

[60] ídem.

[61] Ibíd., p. 21.

[62] Cf. Ibíd., p. 22.

[63] ídem.

[64]
Cf.http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1021

[65] VERNEAUX, Roger. óp cit. p.
47.

[66] YARZA, Iñaki. óp. cit. p.
24.

[67] Cf. DE CASTRO KORGI, Sylvia. p. 16.

[68] Cf. VERNEAUX, Roger. óp cit. p.
47.

[69] QUINTANILLA, Miguel A. óp. cit.
p. 451.

[70] Cf. DE CASTRO KORGI, Sylvia. p. 26.

[71] Cf. Ibíd., p. 25.

[72] Ibíd., p. 24.

[73] Principio formulado por Leibniz,
“todo debe tener una razón suficiente por la cual,
es lo que es y no otra cosa”. En cuatro órdenes:
ser, llegar a ser, obrar y conocer.

[74] Cf. VERNEAUX, Roger. óp cit. p.
50.

[75] Cf. YARZA, Iñaki. óp cit.
p. 192.

[76] Cf. DE CASTRO KORGI, Sylvia. p. 26.

[77] Cf. VERNEAUX, Roger. óp. cit. p.
50-51.

[78] DE CASTRO KORGI, Sylvia. p. 22.

[79] URDANOZ, Teófilo. óp. cit.
p. 407.

[80] Ibíd., p. 407-408.

[81] Ibíd., p. 408.

[82] ídem.

[83] Cf. ídem.

[84] ídem.

[85] Cf.
http://www.xtec.es/~irebollo/temas/filosofia.htm. Acceso el 7
de febrero de 2008.

[86] Cf.
http://www.xtec.es/~irebollo/temas/filosofia.htm. Acceso el 7
de febrero de 2008.

[87] Cf.
http://www.xtec.es/~irebollo/temas/filosofia.htm. Acceso el 7
de febrero de 2008.

[88] REALE, Giovanni y ANTISERI,
Darío. Historia del pensamiento filosófico y
científico: del romanticismo hasta hoy. T III. Madrid:
Herder, 1988. p. 805.

[89] Cf. ídem.

[90] QUINTANILLA, Miguel A. óp. cit.
p. 407.

[91] Cf. CERDÁ, Enrique. Una
psicología de hoy. Barcelona: Herder. 1985. p. 53.

[92] "Psicoanálisis." Microsoft®
Encarta® 2007 [DVD]. Microsoft Corporation, 2006.

[93] QUINTANILLA, Miguel A. óp. cit.
p. 407.

[94] Cf. FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. p. 100.

[95] CERDÁ, Enrique. óp. cit.
p. 52.

[96]
http://www.xtec.es/~irebollo/temas/filosofia.htm. Acceso el 7
de febrero de 2008.

[97] CERDÁ, Enrique. óp. cit.
p. 53.

[98] Ibíd., p. 52.

[99] DACQUINO, Giacomo. Religiosidad y
psicoanálisis. Madrid: central catequística
salesiana, 1982. p. 36.

[100] FOLIAS EN CLASE DE PSICOLOGÍA
GENERAL con Diego Luís Vásquez,
Presbítero. Seminario Mayor “San
José”. Popayán, primer semestre 2006. p.
13.

[101] Cf. FREUD, Sigmund. El yo y el ello:
Tres ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos.
Madrid: Alianza, 1983. p. 12.

[102] YARZA, Iñaki. óp. cit. p.
33.

[103] FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. p. 613.

[104] Cf. Ibíd., p. 178.

[105] Cf. Ibíd., p. 180.

[106] FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. óp. cit. p.
208.

[107] La represión es el estado en el
que las representaciones se hallaban antes de hacerse
conscientes.

[108] Cf. Ibíd., p. 183.

[109] FREUD, Sigmund. El yo y el ello: Tres
ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. p. 17.

[110] DACQUINO, Giacomo. óp. cit. p.
36.

[111] Se definen como “instintos”
aquellos impulsos innatos que tienden a una satisfacción
particular. Tales tendencias fundamentales primitivas, de cuya
presencia y manifestación puede no tenerse conocimiento
alguno, están presentes ya desde el nacimiento mientras
que algunos aspectos del temperamento y, sobre todo, los
elementos del carácter, se forman durante el crecimiento
psicológico.

[112] FREUD, Sigmund. El yo y el ello: Tres
ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. p. 32.

[113] Cf. DACQUINO, Giacomo. óp. cit.
p. 37.

[114] REALE, Giovanni y ANTISERI,
Darío. óp. cit. p. 814.

[115] Cf. Traducción de BARBERI, Marco
et al. Atlas Universal de filosofía. España:
Océano s. f. p. 978.

[116] Cf. Ibíd., p. 979.

[117] Cf. FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. p. 207.

[118] DACQUINO, Giacomo. óp. cit. p.
37-38.

[119] Cf. FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. p. 620.

[120] Cf. FREUD, Sigmund. El yo y el ello:
Tres ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. p.
20-21.

[121] Complejo de Edipo: de la obra de teatro
griega Edipo rey, de Sófocles. Según Freud todos
los varones inconscientemente desean matar a su padre y poseer
sexualmente a su madre. No hay que olvidar que es un deseo
inconsciente del que los niños no pueden percatarse.
Como esos impulsos son inaceptables la conciencia los bloquea,
pero el deseo de cometer incesto se mantiene en el ello
inconsciente, donde genera una grave intranquilidad. Dicho
complejo se presenta en la etapa fálica (de 3 a 6
años de edad), la tercera del modelo evolutivo de
Freud.

[122] Cf. Ibíd., p. 27.

[123] Cf. ídem.

[124] FOLIAS EN CLASE DE PSICOLOGÍA
GENERAL con Diego Luís Vásquez,
Presbítero. p. 15.

[125] Cf. Ibíd., p. 14.

[126] Ibíd., p. 15.

[127] Cf. FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. p. 211.

[128] FREUD, Sigmund. El yo y el ello: Tres
ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. p. 16.

[129] FREUD, Sigmund. El yo y el ello: Tres
ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. p. 20.

[130] Cf. FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. p. 622.

[131] Cf. Ibíd., p. 621.

[132] ídem.

[133] FREUD, Sigmund. El yo y el ello: Tres
ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. p. 45.

[134] Cf. FREUD, Sigmund. Los textos
fundamentales del psicoanálisis. p. 602.

[135] Ibíd., p. 603.

[136] Cf. Ibíd., p. 604.

[137] Cf. Ibíd., p. 605.

[138] Cf. Ibíd., p. 609.

[139] Cf. Ibíd., p. 613.

[140] Ibíd., p. 615.

[141] Cf. FREUD, Sigmund. El yo y el ello:
Tres ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. p.
44.

[142] Cf. LAUDAN, Larry. El progreso y sus
problemas. Madrid: Encuentro, 1986. p. 9.

[143] Ibíd., p. 10.

[144]
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/ediciones/2006/05/06/opinion/d06opi5.182627.php.
Acceso el 16 de agosto de 2008.

[145]
http://www.foropsicoanalíticopaisvasco.org. Acceso el 16
de agosto de 2008.

[146] LAUDAN, Larry. óp. cit. p.
78-79.

Partes: 1, 2
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