El Tercer Sexo y los Trastornos del Desarrollo Sexual

"Pero ustedes deben creerme cuando les
digo que me ha sido imposible sobrellevar la pesada carga de mi
responsabilidad y cumplir con mis obligaciones como rey, como yo
desearía hacer, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que
amo." (Discurso de abdicación al trono inglés
del Rey Edward VIII, el 12 de diciembre del 1936.)

"¡Un caballo, un
caballo! ¡Mi reino por un caballo!" Richard III
Act 5, scene 4, 7–10 (William Shakespeare.)

"La Naturaleza— que, inevitablemente,
es "mujer" — representa algo que a Freud eludiera, cuando
éste expresara en desmayo sincero:
"¿Qué quieren las mujeres?" ("Was will
das weib?")." Los estados intersexuales: Nature vs
Nature (FEFL)

Esta lección es tanto acerca de los
trastornos de desarrollo sexual, del "tercer sexo" y de los
efectos psicológicos que estas disfunciones producen en
las personas afectadas. Como también lo es acerca de
intriga, de espionaje y del narcisismo patológico
(NP).

¿Quién, o — mejor aun
— qué, soy?

Entonces, demos comienzo a esta jornada
intelectual

Dicen, quienes componen guiones para el
teatro y para los medios en general, que, para que todo nuevo
proyecto sea exitoso, que éste debe de combinar: Misterio,
sexo, dinero y (de ser posible) religión.

En esta presentación, que contiene
todos los ingredientes susodichos, hemos añadido, como
dividendo adicional, el componente inesperado de la ciencia.
Aspecto este último que la torna singular, como ya
tendremos la oportunidad de apreciar.

Para proseguir, primero, definiremos
algunos conceptos esenciales para satisfacer el aspecto
metódico que guía esta lección:

Hermafrodita:

Animal o planta que posee
simultáneamente las características de los dos
sexos. En estos organismos el individuo está dotado con
huevos y esperma.

Pseudohermafrodita:

Es el término que describe a
personas que poseen atributos simultáneamente masculinos y
femeninos. El vocablo tiene su origen en la mitología
griega, aplicándose al hijo de Hermes y Afrodita:
Hermafrodito.

Salmacis y Hermafrodito

Hermafrodito, fue criado por las ninfas
en Frigia. Muy buen mozo de apariencia. Un día mientras
caminaba en la cercanía de un lago, la ninfa Salmacis lo
encontró y se enamoró perdidamente de
él.

Rechazando a la ninfa, Hermafrodito, se
sintió más atraído por la apariencia del
agua cristalina de un lago cercano, se desvistió y se
zambulló en las aguas, ignorando a su
enamorada.

Salmacis, en un gesto impulsivo y
cariñoso, lo abrazó y le pidió a los dioses
que nunca los separaran.

Los dioses le concedieron su deseo;
fusionándolos en un solo cuerpo.

Hermafrodito a su vez, pidió a
los dioses que todo quien se bañase en el mismo lago
perdería su virilidad. Deseo que asimismo fuera
concedido.

Por lo visto: ¡Los dioses griegos
son tan extraños, como los seres humanos!

O que, por ventura, Big Pharma (siempre
promoviendo las medicinas para la impotencia) había
sobornado al héroe de la fábula, como tanto hace
con quienes le prestan servicios.

(Para más detalles vayan a:
http://www.monografias.com/trabajos49/tunel-carpiano/tunel-carpiano)

Sin ir más lejos, consideremos, por
un instante, el determinismo que ejercen en nuestras vidas las
fuerzas inexorables del destino:

La Naturaleza y el
determinismo

"Nos parece trivial y paradójico
estudiar las diferencias que separan, los que logran vivir y
permanecen vivos, con los que temprano mueren. Un fenómeno
similar sucede cuando nos aventuramos a discernir las causas de
nuestras fortunas, coincidencias y miserias

"Aceptamos que la vida es un dilema,
aún para quienes pretenden haber sido privilegiados, desde
la cuna al sepulcro

"Pero, aunque vivamos en medio de las
incertidumbres que nos gobiernan, nos alienta pensar que si nos
adherimos a un conjunto de creencias fijas que los albures que la
vida, normalmente, trae nos serán
favorables

"Uno de los genios más grandes
de la historia, el físico Sir Isaac Newton,
creyó en la nigromancia, el espiritismo y la alquimia para
lograr un sentido de coherencia personal.

Sir Isaac Newton

"A él no le bastaron
las leyes físicas que descubriera, y que,
inmutablemente, nos gobiernan desde su sede
universal.

"Newton deseaba, como tantos,
trascender los límites de su ser
finito impuesto por la mortalidad
ineluctable

"Para otros, confrontando los mismos
dilemas, la paz proviene del estudio de nuestro pasado. De
nuestra anamnesis personal y
de la organización de nuestras
reminiscencias como especie."

"Palabras de la Regla
del DNA. Adaptadas de mi artículo: De
cómo la regla del DNA gobierna un mundo de incertidumbre
ciertas en monografías.com."

http://www.monografias.com/trabajos72/evolucion-fuerzas-naturaleza-dos-actos/evolucion-fuerzas-naturaleza-dos-actos2

Ahora veamos, lo que algunos arriesgan
cuando soslayan las influencias que ejerce el albur.

Mi reino por un
caballo

Esta frase es la que resume el final de la
vida del rey inglés Ricardo III, muerto en la batalla de
Bosworth el 22 de Agosto de 1495, a la temprana edad de 32
años.

Ricardo III

Pero de hecho no fue un personaje
cualquiera, sino el propio Shakespeare, quien inmortalizó
el suceso, poniendo en perspectiva la importante enseñanza
que esta muerte nos ha deparado.

Aquella mañana, el rey Ricardo se
preparaba para la refriega más importante de su
vida.

Amenazado por el ejército de Enrique
Tudor, Conde de Richmond, y pretendiente a la corona
de Inglaterra. Ricardo ambicionaba, por encima de todo,
ganar la, inminente, batalla, salvar su cabeza, y preservar su
corona.

Naturalmente preocupado, y quizás
ansioso, frente a los eventos en espera, el monarca envió
a un escudero a confirmar que su caballo favorito estaba listo
para el combate.

El ayudante, diligentemente, apremió
al herrero, para que dispusiera de la montura del soberano, sin
ninguna dilación.

Con la premura y gravedad del momento, el
asustado forjador, fundió las cuatro herraduras, como
mejor pudiera, las que se aprestó a clavar en  los
cascos del bruto.

Pero al llegar a la cuarta pezuña,
advirtió que, para completar la tarea, le faltaba un
clavo.

Ante lo urgente de la situación, y
para salir del paso, el forjador, improvisó lo que pudo, y
entregó el caballo, aunque el último hierro no
quedó tan seguro en su lugar como debiera.

En medio del fragor de la batalla, el
soberano intuyó que sus fortunas no les estaban siendo muy
favorables, ya que notaba la indecisión de sus soldados
frente a la carga resoluta de los hombres de su adversario,
Enrique.

Tratando de incitar sus tropas, Ricardo —
en gesto de intrepidez gallarda — espoleó su corcel,
cuando éste perdió la precaria herradura que le
habían clavado, causando que su jinete se desplomara al
suelo estrepitosamente.

Ya derrotado, y confrontado su fin
inevitable, Ricardo gimoteó: ¡Un caballo!
¡Mi reino por un caballo!

La moraleja tradicional de esta historia
es:

Por un clavo se perdió una
herraduraPor una herradura se perdió un caballoPor un
caballo se perdió una batallaPor una batalla se
perdió un reino

http://www.euribor.com.es/2010/10/18/mi-reino-por-un-caballo/

Acerca de esta leyenda pueden hacerse
reflexiones de índoles prácticas y de sentido
común que, aunque eluden nuestro propósito en esta
ponencia, serán consideradas en breve.

Por ejemplo, Ricardo, ¿Por
qué no tuviste el buen juicio de alistar la montura antes
de que llegara lo inminente de la batalla?

Y, nunca es buena idea, eso de dejar las
cosas importantes para el último instante.

Quizás, Ricardo, ya que disfrutas
del tiempo disponible, te convendría tomar un curso acerca
del procrastinar. Chequéalo aquí:
http://www.mailxmail.com/curso-malos-habitos-dejarlo-todo-despues

Wallis Simpson

Continuemos

Mi reino por una
mujer (¿estamos seguro de que, en este caso lo
fuera?)

En un lugar de la Mancha de cuyo nombre
no quiero acordarme…

Así comienza el Quijote y así
comienza esta historia, aunque la nuestra es la de una
extraña mujer, que nace — no en un lugar de la Mancha
— sino en las cercanías de la ciudad de Baltimore,
Maryland.

Su nombre no era Dulcinea y su galán
no era el trastornado, idealista, e hidalgo caballero, don
Quijote de la Mancha, epónimo de la novela de
Cervantes.

No. Su nombre era Wallis, y las andanzas,
de su vida — como la del Quijote — eran henchidas de
experiencias variadas — y, a veces espeluznantes.

Wallis contaba con una legión de
solicitantes masculinos siempre en espera. A quienes ella —
decían las malas lenguas — desde muy tierna edad,
cautivara con sus destrezas eróticas.

En otras palabras, que Wallis, se
suponía autoridad experta en el arte de la
estimulación sensual y la conquista carnal, especialmente,
en lo que al hombre atañera.

La mujer en cuestión, aparentemente,
disfrutaba de un amplio entendimiento de este ventajoso talento,
el cual pusiera a buen uso.

Los detalles de su aprendizaje, los
discutiremos más adelante.

Acerca de de lo último, reza un
aforismo yiddish, que cuando la verga se enhiesta, la
razón se desploma.

Cleopatra

Digresión breve

Mientras escribimos, cavilamos. E,
inevitablemente, vienen a la mente los nombres de algunas de las
mujeres que fueran seductoras irresistibles (femme
fatale), cuyas vidas puntúan las páginas de la
historia.

Cleopatra, Mata Hari, y, ahora,
Wallis.

Continuando

La reseña que sigue es la de una
pareja famosa: Wallis y Edward, basada en hechos reales. Y,
asimismo contiene la descripción, circunstancial, de una
condición médica que a muchos confunde y a todos
desconcierta.

Casi todos la conocen como "el tercer
sexo".

Wallis Simpson
(1896-1986) y Edward, Duque de Windsor (1894-1972): Vidas
paralelas

Wallis Simpson

De acuerdo al biógrafo Charles
Higham, Bessie Wallis Warfield nació, hija ilegitima
(cuando nacer fuera del matrimonio era mal visto), el 19 de junio
del 1895.

Sus inmaduros progenitores eran
despreciados por ambas familias.

El papá murió a los 26
años, víctima de la tuberculosis pulmonar, antes de
que su hija cumpliera el primer año de vida.

Posteriormente, la niña
creció entre familiares de la adinerada familia del padre,
donde se distinguiría por su terquedad, resistencia a toda
disciplina, y necesidad de ser siempre la primera en todo, y en
tomar cargo de los demás. (Para un esboce de la
personalidad que Wallis mostrara, vayan a:
/trabajos49/personalidad-mimetica/personalidad-mimetica)

Como estudiante, la joven, fue mediocre,
pero como atleta ella se distinguió, ya que, por su
agresividad, todos la describirían como
"marimacho".

Marimacho

Lo antedicho fue de poca duración,
ya que, característico de su comportamiento, la impulsiva
adolescente, desertó su equipo de manera impetuosa. Lo que
hiciera, para jamás retornar.

La belleza no lo es todo

A pesar de una apariencia física
poco atrayente, Wallis se jactaba de tener más
pretendientes que todas las jóvenes que la
rodeaban.

Muy precozmente, la niña vaticinaba
que estaba destinada a casar con hombre muy rico.

Como casi todas las alumnas enroladas en un
colegio exclusivo para hembras, hicieran, Wallis forjaría
ensueños románticos envolviendo el legendario
Príncipe de Gales.

El Príncipe Azul de los cuentos de
hadas.

Este era el gallardo y rubio, personaje —
aunque de escasa estatura — el de los ojos glaucos, y heredero
al trono de la corte de Saint James.

Pero, mientras en espera para la
realización de sus fantasías, Wallis se
distinguió en esos días, por su coqueteo
imprudente, por sus avances incitantes hacia todos los varones y,
más que nada, por su oposición total a toda
autoridad.

Una de sus profesoras reparó en que
Wallis ingería cantidades enormes de dulces,
haciéndolo hasta que, no pudiendo comer más, el
vómito seguiría. (Muchos, en esta coyuntura,
sospecharían bulimia).

Otro detalle reportado, que se considerara
de algún interés, fue la tendencia dramatizada que
la joven exhibiera, a "sufrir" de dolores
inespecíficos.

Win Spencer

Hastiada de su monótona existencia,
la inquieta mujer, decidió utilizar el subterfugio del
matrimonio temprano, para emanciparse de las restricciones
impuestas por la familia, que limitaban sus libertades y deseos
de aventura desenfrenados.

Un aviador naval atrajo su atención
y, por supuesto, el apuesto militar sucumbió a los
encantos de nuestra Dulcinea.

El 14 de noviembre del 1916, Wallis, en una
elaborada y despampanante ceremonia, contrajo nupcias con su
primer marido, el Capitán de corbeta, Earl Winfield
Spencer ("Win").

Desde su comienzo, los asuntos con la
pareja no marcharían bien.

Recién casada, Wallis mantuvo
relaciones extramaritales con un sinnúmero de amigos de la
pareja. Lo que, se rumora, que Win, ignorara, ya que éste
admitiera, que siendo bisexual, las infidelidades de su
cónyuge poco le importaban.

En esos días, y, por sus
simpatías y relaciones con partidarios del Tercer Reich y
el fascismo, los servicios de inteligencia de los Estados Unidos
y la Gran Bretaña, comenzaron a acumular un dossier en la
joven recién casada.

Unos párrafos atrás, les
prometimos a nuestros lectores la dimensión de lo
misterioso en esta ponencia. Lo, que, en este espacio ya hemos
hecho.

Pero, falta más…

El espionaje, a Wallis imputado,
adquiriría, de manera progresiva, dimensiones alarmantes,
según los reportes de los servicios secretos de los
gobiernos aliados que la vigilaban.

Wallis, por todas las apariencias,
fungiría como informante, y como panegirista entusiasta al
servicio de los intereses del Führer y del Duce.

Como reiteración, todos los
acontecimientos, que aquí relatamos, y que tuvieron lugar
en los años citados; están documentados en los
archivos de los organismos secretos involucrados.

Entre los acaecimientos de la mayor
importancia que transformaran la vida de esta mujer recién
casada, fueron los tiempos que dedicara a viajar sola en Hong
Kong y por gran parte de la China. País que estaba en
medio de una guerra civil entre el comunismo revolucionario y las
fuerzas aliadas al Generalísimo Chiang
Kai-Shek.

Ernest Simpson

Durante esos viajes, Wallis tuvo la
oportunidad de visitar numerosos burdeles, donde se dice que
aprendiera las técnicas sexuales que la hicieran objeto de
admiración proverbial.

Entre éstas se destacan algunas,
como el "Apretón Chino", cuyo nombre deja muy poco a la
imaginación de quien pregunte de qué se
trata.

Asimismo, sería durante esos tiempos
de libertad desenfrenada e insólita, para mujer casada,
cuando tuvo envolvimientos románticos con muchos
personajes importantes. Entre ellos, Alberto da Zara, agregado
naval de la embajada italiana en China (y más tarde
almirante en la armada de su país) y el Conde Galeazzo
Ciano, quien se dice que fuera responsable por un embarazo, por
Wallis, inesperado.

Condición que terminara en un aborto
chapucero.

Edward, Príncipe de
Gales

Ciano, aunque todavía interesado en
Wallis, desposaría la hija de Benito Mussolini, a quien
sirviera como miembro de su gabinete, hasta que su suegro lo
mandó a ejecutar por traición.

El episodio de esta muerte representa el de
un hombre que, rehusando la banda para cubrir sus ojos,
confrontara el escuadrón de fusilamiento, de manera
desafiante.

Dice la leyenda, que se necesitaron tres
tiros de gracia para que el Conde, finalmente,
sucumbiera.

En diciembre del 1927, Wallis, cansada de
su vida matrimonial y del alcoholismo de su marido, obtuvo un
divorcio de Win, empezando una relación inmediata con su
próximo esposo, Ernest Simpson.

Simpson era un respetable y exitoso hombre
de negocios, cuya familia había cambiado su sobrenombre
para ocultar su ascendencia hebraica.

En el 1934 Wallis contrajo nupcias con
Ernest, con quien mantuvo una relación conyugal, tan laxa,
como abierta, hasta que se divorciaron en 1936, para abrir paso
para que la obstinada mujer pudiera aspirar a ser la consorte del
futuro rey de Inglaterra, Edward VIII.

Mientras estuvieron casados, Ernest
permitiría que su esposa se convirtiera en amante de facto
del futuro soberano.

Edward VIII

Nacido durante los tiempos
románticos cuando Rodolfo Valentino brillaba, en el mundo
del celuloide, como símbolo de la apostura
masculina.

Lo que no presentaba competencia al miembro
de la familia real, quien se consideraba la atracción
mayor de su época.

El Príncipe de Gales fue el primero
de los cuatro hijos procreados por el Rey George V con su
consorte, la Reina Alexandra.

Como padres, los reyes, han sido
caracterizados por la historia, como personas reticentes y
frías. El monarca comportándose como hombre
disciplinario, rígido e implacable con sus
hijos.

De los cuatro vástagos, puede
decirse, que todos presentaron problemas de ajuste y de
identificación sexual. En tiempos cuando muy poca
tolerancia para éstos existiera.

El Rey Edward VIII pronunciando su
discurso de abdicación

Edward, se consideró hombre
sexualmente impotente, de acuerdo a su amante Thelma Furness, la
misma persona que lo introdujo a Wallis, su "amiga", la que no
tardaría en usurpar su lugar con el
Príncipe.

Asimismo, los allegados más
íntimos del futuro rey, lo describirían como un
travestido, inclinado a disfrutar del acto de ser ataviado como
un bebé en pañales, y de ser empujado en un
cochecito de niño, mientras fingía ser un
infante.

No obstante los últimos detalles, la
vida de Edward estuvo salpicada por la frecuencia de
envolvimientos románticos con personas de ambos sexos, con
una discreta tendencia a la orientación gay.

Edward (o "David"), como sus personas
más íntimas lo llamaran, obsesionaba con el
tamaño de su cintura, hacía calistenia todos los
días, consumía comidas escuetas, disfrutando de una
sola colación diaria.

Los Duques de Windsor

Con frecuencia el Príncipe era
crítico de aquellos miembros de su cortejo que osaran
aumentar libras perceptibles.

En esto no era diferente de Charles, el
actual, Príncipe de Gales. Quien, de acuerdo a su fenecida
ex esposa — la princesa Diana –– la que, en medio de una
entrevista reveló, que cuando los futuros cónyuges
se conocieran para ultimar los detalles de su matrimonio de
conveniencia, le puso la mano en la cintura, susurrándole
al oído: "Estás gordita".

Dicen las mala lenguas palaciegas, que este
detalle pudo haber sido factor contribuyente a los problemas que
la Princesa tuvo con la bulimia. (La bulimia retorna en este
narrativo).

(Para artículos de relevancia a este
contenido, vayan a: /cgi
bin/search.cgi?query=princesa%20diana%20larocca)

Para todos, el Príncipe,
exhibía ciertas tendencias femeninas, aunque, por
temperamento, era persona de inclinaciones odiosas y
vengativas.

En lo último era como
Wallis.

Durante sus años en la Universidad
de Oxford, el futuro rey de Inglaterra, se distinguió
solamente por su mediocridad de estudiante y por su
relación muy sospechosa con su tutor Henry Peter
Hansell.

Debido a la naturaleza controversial y
misteriosa de esta asociación, la "pareja" era conocida,
discretamente, como Hansel y Gretel.

Políticamente el Príncipe
simpatizaba con Hitler y con todo aquello que fuera
teutónico. Lo que parece que fuera natural, ya que su
ascendencia era germánica.

El matrimonio de Wallis y
Edward

Wallis hacía poco esfuerzo en
ocultar su desdén por Edward y la familia real. Lo que
hiciera desde el comienzo de la relación amorosa
asimétrica que, entre ambos existiera.

Después de la muerte de George V,
ambos amantes (Wallis todavía era la esposa de Ernest) se
involucraron en una campana fallida para superar las trabas a su
matrimonio con Edward, que obstaculizaban los miembros de alta
jerarquía de la iglesia anglicana. (Con este detalle,
llenamos el requerimiento de incluir la religión en esta
ponencia de carácter histórico).

Hitler y los Duques de Windsor

El desenlace: La abdicación, en
menos de un año de asumir la monarquía, de Edward
VIII, a favor de su hermano Albert. Quien ascendió al
trono como George VI.

Desde entonces, y hasta el final de sus
días, la pareja vivió al margen de la familia real,
en un exilio forzado, impuesto por el nuevo rey y por miembros
influyentes del gobierno y de la iglesia.

Siempre bajo sospechas de ser pro Nazi y
pro Fascista. Entre otro de los tantos errores que, de manera
insensata, ambos cónyuges cometieran, la pareja
accedió a visitar a Hitler en calidad privada. Visita que
fuera utilizada como instrumento de propaganda por el gobierno
alemán y mal vista por el gobierno
británico.

Más adelante, y, para darle algo que
hacer, a Edward se le asignó el cargo menos deseable de
todos los existentes, dentro del gobierno de la Mancomunidad
Británica: Gobernador de las Islas Bahamas.

Cargo que los esposos resintieron, pero del
que se aprovecharon para multiplicar sus fortunas sin que
importara si los medios para hacerlo fueran legales o
ilegales.

Durante esos años, cuando las bombas
de Hitler sembraran miseria, espanto y dolor en Inglaterra, el
Duque y la Duquesa de Windsor, vivieron una existencia disipada y
enormemente social. Encomiando al Führer en toda
ocasión que, para hacerlo, se les ofreciera.

Mientras tanto

Los esposos demostraron pocos
escrúpulos para extraer beneficios indebidos del erario
británico o para discretamente, remover piezas de arte del
Fuerte Belvedere, residencia oficial de Edward cuando éste
fuera sucesor en línea al trono.

Sin embargo, Wallis, nunca obtuvo lo que
siempre anhelara: que se le otorgara el tratamiento de "alteza
real".

Conde Galeazzo Ciano

Como única concesión final,
ambos esposos lograron que se les permitiera ser sepultados, en
tumbas contiguas, en el cementerio de la familia real.

Ahora, continuamos con la
parte clínica de esta lección

"Una mujer no puede ser ni muy rica ni
muy delgada." (Wallis Simpson Duquesa de Windsor)

Una pregunta que, por muchos años,
se recicla en los recovecos sociales del Reino Unido
es:

¿Wallis Simpson:
era, realmente, una mujer?

Hoy se examinan nuevas evidencias para
tratar de resolver este dilema.

La primera vez, cuando Thelma Furness, se
la presentó al Príncipe, Wallis hizo muy poca
impresión en Edward.

Después de todo, ella no era ni
joven ni gozaba de ninguna belleza especial.

Su rostro era masculino, con un
mentón cuadrangular, compuesto por la presencia de una
verruga que disminuía su apariencia personal.

Caster Semenya

Su voz poseía una cualidad
áspera, de acuerdo a quienes la conocieran.

Pero, para Wallis y su esposo de entonces,
Ernest Simpson, tener la oportunidad de codearse con el futuro
monarca representaba una oportunidad envidiable.

La historia dice, que a pesar de las
dificultades, que al principio, tuviese, que la astuta mujer se
las ingenió para cautivar a Edward, quien
sucumbiría a un hechizo de amor tan poderoso, que muy
pronto no podía tolerar la ausencia de su
amada.

Tanto la quería, que renunció
al trono para casarse con ella.

Muchos se preguntan, ¿cuáles
eran sus secretos?

La rechazada Thelma Furness, hizo de
conocimiento público el detalle de que el Príncipe
era un amante inadecuado por sus tendencias a la
eyaculación precoz y por la diminuta envergadura de su
órgano sexual.

Decía el Presidente John F Kennedy:
"Yo no perdono, yo me las empato". Aparentemente Thelma
creería en el espíritu de esta filosofía
cuando corriera la cortina en secretos de alcoba, para el consumo
social.

Sus revelaciones causarían que, muy
pronto, el rumor se difundiera que la Simpson era una femme
fatal que podía hacer que el palito de fósforo
— del hombre así dotado — se percibiera como si fuera
un cigarro.

Trastornos del
desarrollo sexual y la noción de un "tercer
sexo"

Investigaciones recientes sugieren que
Wallis pudo haber nacido con una condición que hoy se
conoce como un Trastorno del Desarrollo Sexual (TDS), o
intersexualidad, que, anualmente afecta unos 40,000 recién
nacidos, solamente en los Estados Unidos.

Algunas de sus manifestaciones son tan
discretas, que todavía, obstetras que examinan
niños con genitales ambiguos, no pueden determinar con
certeza el sexo del recién nacido.

Lo que no significa que Wallis era un
hombre o algún fenómeno monstruoso de
circo.

De hecho, es muy posible, que, por mucho
tiempo, ella misma no advirtiera que algo en su cuerpo no era
normal.

Sin embargo, este diagnóstico
representa algo más que una arriesgada conjetura, debido a
que existe evidencia persuasiva, aunque circunstancial, de que
Wallis no era enteramente mujer.

Aparentemente, cuando Wallis vivía
en París, ella discutiría su sexualidad con algunos
médicos. Uno de ellos describió algo que ella
compartiera con ciertas de sus personas allegadas. Por lo
expresado entonces, y en consulta con expertos, para preparar
este artículo, se conjetura que esta mujer, probablemente,
sufría el Síndrome de la Insensibilidad
Androgénica.

Los duques el día de su
boda

Una niña que nace con este
síndrome es, genéticamente un varón, por el
hecho de que posee el cromosoma XY.

Pero, debido a que sus receptores
somáticos son insensibles a las tremendas cantidades de
testosterona que su cuerpo produce, sus apariencias externas son
la de una mujer.

Sin embargo, cuando la pubertad sobreviene,
la acumulación de testosterona puede resultar en piernas
largas, manos muy grandes y músculos prominentes, que
pueden realzar las habilidades atléticas.

Todos son rasgos que Wallis
poseyera.

La otra posibilidad es que ella
nació como un pseudohermafrodita, con los órganos
reproductivos de un sexo y los externos del otro.

¿Pudiera que este fuera el caso con
Wallis?

Puede que sí, de acuerdo a lo que
ella confiara a una, íntima, amiga.

Jamie Lee Curtis. Síndrome de la
Insensibilidad a los Andrógenos

La mujer nunca tuvo relaciones sexuales con
ninguno de sus dos primeros maridos, ni tampoco había
permitido que nadie la tocara debajo de la cintura. De ser
así, entonces, ¿cómo lo hizo Ciano? O
¿sería ésta una historia falsificada para
pretender ser mujer?

Sin el beneficio de la
ultrasonografía, entonces, en espera de ser inventada. El
diagnóstico nunca pudo haber sido formulado cuando Wallis
naciera.

Antes del comienzo de la pubertad estas
mujeres pasan como personas prepúberes
normales.

Luego del comienzo de la pubertad se
distingue un desvío hacia las características
externas del varón, con estructura ósea y muscular
masculinas y la evidencia de una voz áspera y
profunda.

En este respecto, el biógrafo James
Pope-Hennesy, que la entrevistó en el 1958, comentó
lo siguiente: "Wallis era una de las personas más
raras que yo haya conocido."

"Ella es fenomenal. Es lisa, angular y
poco curvilínea en el sentido femenino. Yo no
podría clasificarla como una mujer."

No serían solamente sus
características físicas las que demostraran las
tendencias masculinas.

Un bien conocido grafólogo
alemán, que recibiera un ejemplo de su caligrafía,
sin saber su identidad, concluyó que la persona que
escribiera fue: "una mujer con una inclinación
pronunciada masculina en el sentido de actividad, vitalidad e
iniciativa.

"Ella tiene que dominar, tener
autoridad, y sin una descarga suficiente para sus poderes puede
tornarse muy desagradable. Esta persona es gobernada por impulsos
contradictorios." (¡Bingo!)

De acuerdo a otros expertos, las
características físicas y del comportamiento de
Wallis, muy claramente, se ajustan al estereotipo de la
intersexualidad.

• Wallis nunca consumó relaciones
  sexuales con sus primeros dos esposos.

• Su mentón angular, casi
  cuadrado, y su cara de atributos masculinos, indican una
  carencia de la hormona femenina, estrógeno.

• Las características masculinas
  aparentan ser más obvias cuando se examina una foto de
  Wallis acompañada de otras mujeres.

• Es un hecho bien establecido que la
  falta de ovarios afecta la forma del cuerpo y el desarrollo
  de los senos.

De hecho, muchas modelos exitosas, dotadas
con cuerpos extremadamente delgados, se ha comprobado, que son
mujeres con Trastornos del Desarrollo Sexual.

Wallis, cuando niña, era tan flaca
como un galgo, solía decir una tía.

Más adelante, la mujer se
consumió con la idea de mantener una silueta delgada, que
es de importancia crítica para las mujeres intersexuales
quienes desean evitar una apariencia sólida masculina sin
una cintura discernible.

Para estas mujeres el problema es:
¿cómo se confirma que una es mujer si sus
respuestas biológicas no son como las de otras
mujeres?

A menudo, para una hembra carente de
órganos femeninos, enloqueciendo, sexualmente, a los
varones es una estratagema típica.

Los "hijos" de Wallis

La otra, es casándose tan pronto
como les sea posible, como si fuera diciéndole a los
demás que ella es una mujer normal.

No sólo es el matrimonio temprano la
norma, sino que también lo es la necesidad de vestir en
manera que las haga lucir femeninas para ajustarse a la
sociedad.

En el caso de Wallis, ella se volvió
famosa por sus estilos de moda y por sus joyas.

A menudo, las mujeres con la
condición intersexual creen que una de las maneras
más poderosas de reafirmar su condición de mujer es
proporcionando placer inmenso al hombre.

La penetración vaginal es, a veces
posible, aún, cuando la vagina sea poco
profunda.

La última confirmación de ser
mujer, por supuesto, es salir embarazada — algo imposible para
quienes carecen de útero. Así que parece muy
posible que Wallis evitaría este tema
totalmente.

Wallis nunca hizo referencia de sufrir
pesadumbres por no procrear hijos.

Su propia mamá, Alice, en su lecho
de muerte expresó que su hija nunca tendría sus
propios retoños. (Parece que Alice, en el momento, supiera
o sospechara algo).

Muchos expertos concurren en que estas
mujeres mantienen una posición narcisista y
egocéntrica para evitar dar la impresión de que se
sienten taradas. Afectando el aire de superioridad narcisista que
caracterizaría a Wallis toda su vida.

En
resumen

La ambigüedad genérica en
individuos que pertenecen a especies sexualmente dimorfas, como
es la nuestra, crea problemas en el desarrollo psicosexual y en
el ajuste ulterior de sus víctimas.

Madre e hija (lean el resto de la
historia en:
http://www.dailymail.co.uk/news/article-2032929/Who-I-mum-The-baby-monkey-born-June-hasn-t-named-zookeepers-t-tell-sex.html#ixzz1WttO4oqJ)

No creemos que el caso sea idéntico
en otras especies, en las que el impacto social de la
orientación sexual es de irrelevancia absoluta.

Asimismo, para muchos géneros
dotados de instintos gregarios, los contactos homosexuales son de
apariencia común con pocas repercusiones en el medio donde
viven.

Para otras especies estos contactos son
resultado de circunstancias que residen fuera del control de
quienes los practican.

Veamos, en primer lugar, el caso de un
simio nacido en el jardín zoológico de Edimburgo
hacen seis meses.

Al monito aun no se le ha dado nombre,
debido a que los expertos no han podido determinar a cuál
género pertenece.

Aunque para mí este problema lo
resolvería un análisis cromosómico. Aunque,
como hemos visto en esta lección — si fuera humano —
psicológicamente, la preferencia sexual del mono
sería determinada por otros factores
accesorios.

El antropoide en cuestión es un
cercopiteco de L'Hoest (Cercopithecus l"hoesti), cuya
madre ha permanecido totalmente ajena a la conmoción que
la indefinición morfológica de los órganos
reproductivos de su vástago, en todos, ha
causado.

Ahora enfoquemos en "calamares
homosexuales"

En calamares de la especie
Octopoteuthis deletron, se ha determinado que los machos
copulan con miembros de su género con igual frecuencia
como lo hacen con hembras.

Los biólogos marinos especulan que
este apareamiento indiscriminado puede representar una ventaja
adaptiva para animales solitarios que viven en un medio ambiente
totalmente inmerso en la oscuridad.

Si todo procede sin obstáculos, el
macho inserta un paquete de esperma en un orificio especial en el
cuerpo de la hembra receptiva, la que lo almacena hasta que
ésta está lista para inicial la
fertilización.

Sin embargo, a profundidades de 800 metros,
el entorno es muy oscuro, y encuentros con miembros de la misma
especie son raros.

En cuyo caso, los cefalópodos optan
por hacerle el amor (si así puede decirse) al calamar
más cercano.

Para quienes tienen interés en la
zoología, aquí pueden disfrutar de esta historia:
http://www.cosmosmagazine.com/news/4761/same-sex-squids-mate-dark

Octopoteuthis
deletron

En nuestro género — en lo que
respecta a los trastornos del desarrollo sexual — con sus
respuestas a fuerzas complejas — imbricadas con las influencias
provenientes de los genes, del entorno y de la
constitución mental del individuo — las condiciones se
complican, como ya hemos visto, en otras ponencias relacionadas
al tema.

En este caso, nos preguntamos, qué
ventajas adaptivas confiere a una especie la presencia de
individuos que no pueden perpetuar el género, por razones
anatómicas, como en los trastornos del desarrollo sexual,
o por decisiones personales, como parece ser el caso en la
bisexualidad, o por orientación exclusiva, como parece ser
en el de la homosexualidad.

No lo sabemos, aunque puede que esté
asociado con un mecanismo para controlar la explosión
demográfica. (Para ver más:
/trabajos88/homosexualidad-latente-y-machismo-homofobico/homosexualidad-latente-y-machismo-homofobico)

En el caso de Wallis Simpson, aunque el
jurado continúa deliberando, nos parece que el
diagnóstico está claro.

Wallis fue una mujer que viviera en el
cuerpo de un hombre.

"Señores, vámonos poco a
poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros
hogaño. Yo fui loco, y ya soy cuerdo: fui Don Quijote de
la Mancha, y soy ahora, como he dicho, Alonso Quijano el
Bueno."

Honi soit qui mal y
pense

Fin de la
Lección

Bibliografía

• Larocca, FEF: Evolución y lo
  Ineluctable de las Fuerzas de la Naturaleza: Una
  Reseña en dos Actos en
  monografías.com

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  del efecto San Mateo en La Economía de
  Mercado, virtudes e inconvenientes  Universidad de
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• Larocca, FEF: Los estados
  intersexuales: Nature vs Nature en
  monografías.com

• Larocca, FEF: "Marimacho": Un
  Estudio de la Masculinidad Femenina y de la Feminidad
  Masculina en monografías.com

• Larocca, F: (2007) Donde se aprende
  de los estados intersexuales… en
  monografías.com

• Larocca, F: (2008) El cambio
  quirúrgico del sexo en
  monografías.com

• Larocca, F: (2009) "Marimacho": Un
  estudio de la masculinidad femenina y de la feminidad
  masculina. El hombre que las mujeres no quisieran ser. O la
  mujer que los hombres envidian: Viragos en la historia
  en psikis.cl y en monografías.com

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