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Las “externalidades” de la globalización: ¿Cuán peligrosa es la economía global? (página 6)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

Citaremos al profesor Wade: "Los bancos fueron
privatizados en el año 2000 mediante un precio
rápido y dirigido políticamente. La propiedad
pasó a personas que tenían estrechas relaciones con
los partidos de la coalición conservadora gobernante que
apenas tenía experiencia en la banca moderna". Los
reguladores bancarios "prefirieron una reglamentación
reguladora lo más liberal posible". (Robert Wade, The
Financial Times, 1/7/2008). Por supuesto lo que quiere decir el
buen profesor es que la elite islandesa vio la oportunidad de
hacer negocios con el sistema bancario y por lo tanto
arregló todo para que así fuese. La democracia
parlamentaria simplemente fue un medio para conseguir este
objetivo. Estas acciones, por supuesto, fueron aplaudidas por la
clase capitalista mundial y alabada por instituciones como el
FMI.

Los bancos, de trabajar principalmente como bancos
comerciales internos, extendieron sus operaciones a la banca de
inversión. La desregulación permitió a los
bancos, empresas e individuos pedir prestadas grandes sumas de
dinero y este capital ficticio provocó un boom masivo. La
mayor parte de este dinero procedía de fuera de Islandia
en lo que se conocía como "bicicleta financiera"
(operaciones en las que se toma dinero prestado en una moneda a
tasas bajas para colocarlo en otra moneda a tasas más
altas. N. del T). Era una forma que tenían los
especuladores capitalistas de pedir dinero prestado fuera de
Islandia, es decir, a la Eurozona, a tipos de interés
bajos, a cambio de coronas islandesas y después prestar a
los bancos, empresas e individuos islandeses a tipos de
interés más altos.

Mientras los tipos de interés en zonas como la
Eurozona estaban bajos y el crédito en estos lugares era
fácilmente accesible, la fiesta continuó. Los
bancos y las empresas se endeudaron para financiar inversiones
tanto en Islandia como en el extranjero. Se dedicaron a comprar
valores en Europa incluidas muchas empresas hipotecarias
británicas. El Banco Central de Islandia levantó
los requerimientos necesarios de reservas e intentó frenar
el aumento de la inflación causado por el boom financiero
incrementando los tipos de interés hasta un 15 por ciento.
Esto provocó una afluencia de capital extranjero, un
aumento de la bicicleta financiera y más boom. Se
proclamó el milagro de la economía islandesa,
incluso algunos ideólogos burgueses llegaron a anunciar
que era "el primer país del mundo gestionado como un fondo
de alto riesgo", eso hacía que Islandia fuese el modelo
para el futuro.

Por supuesto, la fiesta no podía durar
eternamente. Durante el último año, en la medida
que la crisis económica se ha intensificado, los bancos
empezaron a ser reticentes a prestar dinero y han estado pidiendo
la devolución de sus préstamos. La bicicleta
financiera en Islandia terminó y los préstamos a
los bancos islandeses debían ser devueltos. El problema es
que ahora los bancos islandeses tienen un alto nivel de
apalancamiento, es decir, deuda con relación a los activos
reales. The Financial Times informaba el 8 de octubre que
según el Banco Central de Islandia, el dinero adeudado por
los bancos del país al extranjero en el segundo trimestre
de 2008 era seis veces el PIB de Islandia. A los ojos de los
capitalistas Islandia se ha convertido en un "sistema bancario
razonablemente grande con un pequeño país acoplado"
(The Financial Times. 8/10/2008), pero el sistema bancario
también estaba en crisis. El gobierno islandés
aprobó medidas de pánico y ordenó a los
bancos vender sus activos en el extranjero y repatriar el dinero.
El 5 de octubre el gobierno anunció que no había
necesidad de introducir medidas especiales. En medio de la crisis
financiera mundial el parlamento aprobó una ley, con el
apoyo de la oposición, que permitía al gobierno
hacerse cargo de los bancos. Ese mismo día el primer
ministro se dirigió a la nación y anunció
"la perspectiva es desalentadora para muchos".

Se suspendió la bolsa y como los bancos no
tenían suficiente dinero para cubrir sus deudas, uno por
uno fueron nacionalizados. Landsbanki fue nacionalizado el 7 de
octubre, lo que empujó al gobierno británico a
congelar unos 4.000 millones de libras en valores de Landsbanki
recurriendo a la ley antiterrorista. La justificación
legal fue combatir una "acción que iba en detrimento de la
economía británica", el gobierno británico
dijo que había utilizado sus poderes para proteger a los
pequeños depositarios británicos porque no estaba
claro que Landskanki pudiese cubrir sus obligaciones. Como
explicaba The Financial Times: "Para aquellos con dinero atado a
su sistema bancario (el de Islandia)… las pérdidas
amenazan con ser grandes" (8/10/2008). No contento con etiquetar
las acciones de un banco como acciones terroristas, al día
siguiente el gobierno británico se hizo cargo de la
administración de la filial británica del banco
islandés, Kauphting, provocando que la empresa con base en
Islandia entrase en bancarrota técnica. El gobierno
islandés se vio obligado a nacionalizar también
Kaupthing.

Por supuesto esta es la manera en que los capitalistas y
sus representantes se tratan entre sí. El gobierno
británico no representa a los trabajadores de Gran
Bretaña ni el gobierno islandés representa a los
trabajadores islandeses. Cuando están amenazados los
beneficios de su clase capitalista, el gobierno británico
hace lo que sea, sobre todo si es contra un país
pequeño y menos poderoso. Así que incautaron los
bienes de los bancos islandeses en Gran Bretaña
independientemente del efecto que eso tenga para su aliado. A
cambio el gobierno islandés tuvo que recurrir a la carta
nacionalista e intentó culpar al gobierno
británico. En realidad lo que hay detrás es la
locura del sistema capitalista.

Los bancos de Islandia no estaban expuestos a las
hipotecas basura cuando se desencadenó la crisis del
crédito el año pasado. Pero sí estaban
metidos en la burbuja especulativa que ha experimentado el
capitalismo mundial durante el último período, una
burbuja que ahora ha pinchado. El gobierno ha nacionalizado los
bancos, el estado no tiene recursos para hacer frete a todas las
obligaciones de los bancos y ahora se enfrenta a la bancarrota.
En el año 2000 los activos combinados de los bancos
islandeses eran inferiores al PIB anual de ese año, ahora
se calcula que esos activos, basados en la deuda, son
aproximadamente 10 veces el PIB.

Dicen que el gobierno está negociando un
préstamo con Rusia y otro con el FMI. Como saben los
trabajadores argentinos, el FMI se asegura de que la clase obrera
pague las extravagancias de la clase dominante. En cualquier
caso, independientemente del endeudamiento adicional que
contraiga el gobierno para hacer frente a la crisis a corto
plazo, está claro que sobre la base del capitalismo no hay
soluciones creíbles para los trabajadores islandeses. En
medio de las nacionalizaciones de los bancos en la prensa
británica citaban a una mujer que decía: "No
tenía dinero antes, no tengo dinero ahora (…) Conozco a
un chico que antes del último fin de semana tenía
3.000 millones de coronas y después 600 millones. Pero su
esposa aún compra en Prada". (The Guardian. 8/10/2008). Se
trata de una comparación de los sacrificios que hace cada
clase cuando se trata de la crisis. Desgraciadamente, este
sólo es el principio, las condiciones para la clase obrera
empeorarán. Pero este contraste entre los privilegiados y
los pobres no se tolerará mucho tiempo

(Fuente:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=75380)

La "exuberancia
irracional"… de los vikingos (¿Un caso de "menos
muertos"?)

Hemeroteca

– Islandia se perfila como el primer país
víctima de la crisis financiera, según el
"Financial Times" (ABC – 27/3/08)

El diario británico Financial Times
señaló ayer a Islandia, un país con menos de
300.000 habitantes repartidos en 103.000 kilómetros
cuadrados, aunque con uno de los niveles de vida más altos
del mundo, como la primera víctima de la crisis financiera
internacional, al anunciar que el banco central de ese
pequeño país había subido por sorpresa los
tipos de interés 1,25 puntos porcentuales hasta el 15% en
un intento de restablecer la confianza y alejar la posibilidad de
una recesión en su economía.

La institución monetaria del país del
norte de Europa justificó la medida por el "deterioro de
las condiciones de crédito en los mercados financieros
internacionales". En lo que llevamos de año, el krona, la
moneda islandesa, se ha depreciado un 22% frente al euro, por lo
que la entidad advierte que si no se invierte esta tendencia la
economía del país afronta una "espiral alcista de
la inflación, los sueldos y los precios de las
exportaciones".

"Sólo el tiempo dirá si la medida
funciona", ha afirmado el gobernador del banco central
islandés, Ingimundur Fridriksson, al rotativo
británico. "Islandia es una economía pequeña
pero dependiente del exterior y expuesta, por lo tanto, a los
movimientos en la economía
internacional"…

– La crisis convierte a Islandia en el Bear Stearns del
Atlántico Norte (El Mundo – 27/4/08)

El pequeño país nórdico afronta una
crisis que ha puesto en peligro los cimientos de su
economía, hasta ahora una de las más sólidas
de Europa.

(Por Pablo Pardo / Washington)

La economía de Islandia se funde más
deprisa que sus glaciares cuando les estalla uno de sus famosos
volcanes al lado. En lo que va de año, la corona se ha
depreciado un 27% frente al euro. Y todo a pesar de que el banco
central de ese país ha subido los tipos 125 puntos
básicos, hasta el 15,5%. Una medida a la desesperada que
no ha evitado que, por segunda vez en cinco meses, Standard and
Poor's rebajara la semana pasada la calificación de la
deuda de ese país.

Islandia se enfrenta a una tormenta perfecta: alta
inflación, derrumbe de la divisa y una recesión
que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI),
provocará una caída del PIB del 1,8% en 2009. Toda
una catástrofe para una nación modélica.
Porque Islandia es un país que, en lo que va de
década, ha crecido a un escalofriante 5% de media anual y
que, según la ONU, es la nación del mundo con mejor
Índice de Desarrollo Humano, un modelo estadístico
que muchos economistas consideran el más idóneo
para evaluar la situación real de un país, ya que
computa tanto variables económicas -como el PIB per
cápita- como otras sociales, entre las que están la
educación o la esperanza de vida. Pero ahora, semejante
joya es calificada en Wall Street como "el Bear Stearns del
Atlántico Norte", en referencia al quinto mayor banco de
inversión de EEUU, que se colapsó en
marzo.

Y toda esa crisis viene de la contracción del
crédito que comenzó en EEUU hace 10 meses.
Islandia, una economía pequeña -con apenas 305.000
habitantes y un PIB de 13.500 millones de euros- corre el peligro
de ser la primera nación en convertirse en víctima
del colapso del crédito ocasionado por la explosión
de la burbuja inmobiliaria americana.

Claro que no todo lo malo viene de EEUU. En realidad, el
impresionante crecimiento de Islandia tenía mucho de
ficticio. Como explicaba Standard and Poor's en la nota a sus
clientes en la que explicaba la nueva bajada del rating, "el
apalancamiento de la economía (de Islandia) ha alcanzado
un nivel sin precedentes".

En los últimos cuatro años, el
crédito concedido por los bancos como porcentaje del PIB
se ha disparado del 130% al 384%. Y la deuda del sector privado,
que equivalía al 184% del PIB en 2004, llegó en
2007 al 400%. En 2006, el déficit por cuenta corriente de
Islandia -que mide la cantidad de ahorro externo que necesita una
economía para financiar su crecimiento- fue de un surreal
25,4% del PIB. En otras palabras: los islandeses habían
construido un paraíso a crédito. Y ahora el
crédito se ha terminado.

Es una situación que recuerda a la de otro
país que se está viendo tremendamente afectado por
la crisis: España. Porque, según el FMI, el
déficit por cuenta corriente islandés se
reducirá este año al 8%, es decir, 2,5 puntos menos
que el de España. La gran diferencia es que España
obtiene gran parte de los capitales que necesita de otros
países de la zona del euro, con los que no existe riesgo
de tipo de cambio. Aunque, a cambio, nosotros no podemos
devaluar, de modo que nuestra crisis sólo puede
solucionarse con recortes de los salarios reales.

Así que la súbita contracción del
crédito desatada por la crisis inmobiliaria de EEUU ha
atrapado a Islandia. El heroísmo suicida de su banco
central al subir más y más los tipos no está
teniendo efecto en un mercado en el que, simplemente, no hay
liquidez. Encima, las autoridades no están siendo
precisamente un modelo de gestión. El gobernador del banco
central islandés, David Oddsson, ha culpado de la crisis a
los especuladores "faltos de escrúpulos", y ha amenazado
con actuar como hizo Hong Kong en 1998: interviniendo masivamente
con dinero público en todos los mercados. Pero a Oddsson
se le ha olvidado el pequeño detalle de que el Gobierno de
la ex colonia británica literalmente nadaba en
dólares, mientras que Islandia tiene unas reservas
inferiores a 2.000 millones de euros. Como ha declarado el
economista islandés Thor Herbertsson al Financial Times:
"Islandia no corre más peligro que los bancos de Wall
Street". Lo que, visto cómo están los bancos de
Wall Street, no es precisamente ningún llamamiento a la
calma.

Apoyos

Europa del este y el Báltico corren el mismo
peligro

Islandia puede ser la primera economía de la
periferia de Europa que sufra un contagio brutal de la crisis del
crédito. Pero tras ella pueden venir otras. De hecho, toda
la zona del euro podría acabar rodeada de países en
crisis. Esa es una posibilidad que preocupa al FMI, debido a los
enormes déficits por cuenta corriente de varias
economías ex comunistas. Y también al sector
privado.

En una nota para sus clientes, el banco de
inversión Merrill Lynch explicaba la semana pasada que
"seguimos preocupados por el potencial de que haya shocks en
ciertos países europeos con desequilibrios
significativos", en referencia a Rumanía y
Letonia.

Para Moritz Kraemer, de Standard and Poor's, "la
restricción del crédito global podría
golpear a la deuda soberana de los mercados emergentes europeos
con más dureza que a los de otras regiones". Para Kramer,
además de Rumanía y Letonia, también son muy
vulnerables Turquía, Kazajistán, Hungría,
Polonia, Bulgaria, Lituania y Ucrania.

La economía se desacelera

El país nórdico ha crecido en lo que va de
la década a un increíble ritmo del 5%
anual.

Islandia ocupa el primer puesto en el Índice de
Desarrollo Humano de Naciones Unidas.

La deuda del sector privado llegó en 2007 a un
400% del PIB, cuando en 2004 era sólo del 184%.

El FMI cree que el PIB caerá un 1,8% en 2009. Su
déficit por cuenta corriente fue del 25,4% en
2006.

Los islandeses han construido su paraíso
económico a crédito. Y el crédito se ha
terminado…

– El capitalismo "en entredicho" – Islandia nacionaliza
los tres mayores bancos del país y podría pedir
ayuda al FMI (Expansión – 9/10/08)

La debacle del sistema financiero de Islandia se ha
completado hoy con la nacionalización de su mayor banco,
Kaupthing, de forma que el Estado escandinavo, ahogado por el
déficit, pasa a tener el control de los tres mayores
bancos del país. Para dar este nuevo paso, Islandia,
después de las ayudas económicas recibidas de Rusia
y Suecia, estudia recurrir al FMI.

La oleada de nacionalizaciones en la banca se produce en
una situación extrema en las cuentas públicas del
país. No en vano, en las últimas jornadas el
Gobierno ha tenido que salir al paso de los rumores de una
posible "suspensión de pagos". Las agencias de
calificación crediticia han aumentado si cabe estos
temores, con los recortes de rating emitidos por S&P y
Moody´s en los dos días precedentes.

La falta de recursos económicos, con un
déficit público disparado y una divisa desplomada,
ha forzado al Gobierno islandés a recurrir a otros
países para financiar estos planes de salvamentos
bancarios. Primera fue Rusia, con el inicio de negociaciones para
una préstamo de 4.000 millones de euros, y ayer la
"vecina" Suecia, con 518 millones de euros para garantizar la
liquidez de la división sueca de Kaupthing.

Las garantías del banco central sueco (Riksbank)
no han sido suficientes para evitar, hoy, la
nacionalización del mayor banco islandés. En el
día de ayer el Riksbank señalaba ya que Kaupthing,
todavía, era solvente, pero advertía que las
condiciones del mercado financiero islandés hacían
difícil asegurar sus obligaciones de pago.

Sin apenas recursos para llevar a cabo la
nacionalización de Kaupthing, el primer ministro
islandés ha reconocido que estudia solicitar ayuda
financiera al Fondo Monetario Internacional. La deuda del sistema
bancario de Islandia es equivalente, nada menos, que a 12 veces
la economía del país, según
Bloomberg.

La crisis extrema del país escandinavo
forzó al banco central a intentar fijar un tipo de cambio
fijo para su divisa, la corona islandesa, y evitar así la
continuidad de su desplome. Pero una vez más la falta de
recursos para estabilizar la divisa llevó al banco central
a abandonar ayer estos intentos.

– Reino Unido congela los activos del banco
islandés Landsbanki (El Confidencial –
10/10/08)

El Gobierno británico ha congelado todos los
activos del banco islandés Landsbanki en el Reino Unido
después de que fuese nacionalizado y declarado insolvente,
informaron hoy los medios locales. El primer ministro
británico, Gordon Brown, en unas declaraciones anoche a
los medios en Londres, criticó la negativa de Islandia de
garantizar los depósitos de los ahorradores del Reino
Unido.

Tras la nacionalización de Landsbanki el pasado
martes, unos 300.000 clientes británicos de IceSave,
subsidiaria de esa institución islandesa, no pudieron
acceder a sus depósitos. Además, unas noventa
administraciones locales y otros entes públicos del Reino
Unido tienen depositados unos 717 millones de libras (910
millones de euros) en los bancos islandeses.

Según fuentes oficiales, funcionarios del Tesoro
británico viajan hoy a Reikiavik para analizar con las
autoridades de ese país la crisis bancaria y sus efectos
en los ahorradores. Brown ha criticado las medidas de la
Administración islandesa y las ha calificado de "ilegales"
y "completamente inaceptables".

El jefe del Gobierno islandés, Geir Haarde,
criticó al Reino Unido por recurrir a medidas
antiterroristas para congelar los activos. Las administraciones
locales del Reino Unido han solicitado al ministro de
Economía, Alistair Darling, que ofrezca a sus
depósitos en los bancos islandeses nacionalizados las
mismas garantías que anunció el miércoles
para los ahorradores privados británicos.

Tras garantizar la totalidad de los ahorros de los
clientes particulares en las filiales británicas de los
bancos islandeses Kaupthing y Landsbanki, Darling indicó
que el Gobierno no puede garantizar los ahorros de las
administraciones locales porque en su caso se trata de
"inversores informados".

Las autoridades locales británicas, "pilladas" en
Islandia

Las autoridades locales están irritadas por esa
resistencia del Gobierno central ya que, afirman, invirtieron en
la banca islandesa siguiendo los consejos del ministerio de
Economía de llevar el dinero adonde diese mayor
rentabilidad. Las cifras más altas corresponden al
gobierno del condado de Kent, con 50 millones de libras (63
millones de euros), al ayuntamiento de Nottingham, con 42
millones (unos 53 millones de euros), Brent, con 27 millones de
libras (34 millones), y a la administración del barrio
londinense de Westminster, con 17 millones de libras (21,4
millones).

La Autoridad Supervisora Financiera Islandesa (FME)
dispuso esta semana la nacionalización de Kaupthing, el
mayor banco del país, después de asumir el control
total sobre el tercero, el Glitnir, y de hacer lo mismo con el
segundo, el Landsbanki. El Gobierno británico
indicó el miércoles que va a emprender acciones
legales contra Islandia después de que el país
nórdico le informara de que no tiene dinero para cumplir
con sus obligaciones de garantía de
depósitos.

– Gran Bretaña demanda a Islandia por un
"corralito" a los depósitos (El Economista –
10/10/08)

El Primer Ministro británico, Gordon Brown, ha
condenado a Islandia por su decisión de nacionalizar dos
de sus principales bancos, que derivó en la
práctica en el primer "corralito", y su incapacidad para
garantizar los ahorros de hasta 350.000 británicos. Brown
anunció que tomará "medidas legales contra las
autoridades islandesas para recuperar el dinero perdido"
depositado por los británicos en filiales de bancos
islandeses en el Reino Unido.

El ministro de Economía británico,
Alistair Darling, precisó que la intención es
recurrir primero al programa de compensación oficial de
Islandia, aunque se sospecha que "no tiene ningún
dinero".

"El gobierno islandés, créanlo o no, me
dijo ayer (por el martes) que no tenía intención de
cumplir con sus obligaciones" en Gran Bretaña,
declaró Darling a la prensa.

El Estado de la isla del Atlántico norte
nacionalizó el martes al 100% el Landsbanki, y al 75% el
Glitnir, segundo y tercer bancos del país. El Landsbanki
tenía en el Reino Unido las filiales Icesave -por
Internet– y Heritable Bank.

No retira dinero

El banco online Icesave advertía el martes en
página Web que no recibía depósitos ni
atendía pedidos de retiro de efectivo. El banco tiene
más de 350.000 clientes en el Reino Unido y Holanda, que
habrían depositado más de 7.000 millones de euros
(casi 10.000 millones de dólares).

El gobierno islandés, que el lunes
advirtió que el país está al borde de la
quiebra -pese a ser líder en desarrollo humano,
según la ONU- garantizó los "depósitos
domésticos", pero no los realizados en el extranjero. De
ahí las acciones legales anunciadas por Londres, en un
intento por tranquilizar a los ahorristas
británicos.

Frente al colapso de los bancos islandeses, el gobierno
de Brown anunció que asegurará los ahorros que
tengan los británicos en esas entidades. Las autoridades
de Londres informaron que los clientes británicos del
banco Icesave podrán recuperar sus ahorros mediante el
Programa británico de Compensación de los Servicios
Financieros (FSCS, en inglés). Además, acordaron
traspasar al banco holandés ING parte de las cuentas
depositadas en filiales británicas de entidades
islandesas.

Al mismo tiempo, el Ministerio de Economía dijo
que ha dado los primeros pasos para congelar los activos del
Landsbanki en el Reino Unido hasta que se aclare la
situación de la entidad.

Más tarde el premier islandés, Geir
Haarde, afirmó que su gobierno está buscando "una
solución mutuamente satisfactoria" con Gran Bretaña
por los depósitos realizados por unos 300.000 clientes en
el Icesave.

Islandia está "determinada a no permitir que la
actual crisis financiera ensombrezca la larga amistad" con
Londres, aseguró Haarde. El mayor banco de Islandia,
Kaupthing, también está en dificultades y ha
recibido préstamos tanto del Banco Central de ese
país y del Banco Nacional de Suecia, en este último
caso para proteger a los inversores suecos…

– Islandia se convierte en el "país subprime" de
la banca europea (El Mundo – 10/10/08)

(Por Eduardo Suárez / Corresponsal)

Londres.- El efecto mariposa que convirtió a un
conjunto no demasiado elevado de hipotecas estadounidenses de
mala calidad en el mayor desestabilizador de la economía
mundial en 80 años puede tener su reflejo europeo en
Islandia. La quiebra del sistema financiero de este ignoto
país de apenas 300.000 habitantes amenaza con resquebrajar
aún más al del Reino Unido, cuyos bancos, empresas
y hasta ayuntamientos han acudido en los últimos
años a la volcánica isla tras sus jugosos tipos de
interés de más del 14%.

Si el premier Gordon Brown, que acaba de nacionalizar
buena parte de su banca, no ataja la infección,
ésta puede afectar a todo el sistema financiero
europeo.

La amenaza se antoja exagerada pero es real.
Básicamente por las conexiones entre las instituciones
financieras de los dos países, fluidas, promiscuas y
fructíferas durante la última década. Los
problemas llegan ahora que la economía de la
pequeña isla volcánica se tambalea por la tormenta
bursátil y el Gobierno de Reykjavik no es capaz de
capearla.

El primer ministro islandés, Geir Haarde,
anunció ayer dos medidas urgentes. La primera, la
suspensión de la actividad de las Bolsas hasta el
próximo lunes para frenar la especulación. La
segunda, la tercera nacionalización de una entidad
financiera en menos de una semana. Esta vez le tocó el
turno al Kaupthing, el banco más grande de la isla. Antes
habían pasado a manos del Estado el Landsbanki y el
Glitnir.

El colapso bancario islandés responde a dos
grandes causas: la regulación deficiente de su banco
central y el tamaño insuficiente de sus entidades. En
relación con la primera, el gran error del regulador fue
concentrar sus esfuerzos en la lucha contra la inflación.
¿Por qué? Porque creó una atmósfera
propicia para los especuladores, que llevaban su dinero a
Islandia atraídos por los altísimos tipos de
interés y una moneda -el krona- completamente maleable.
Cuanto más alto eran los tipos, más dinero
foráneo llegaba. Y cuanto más dinero foráneo
llegaba, más se disparaban el crecimiento y la
inflación. Y cuando más se disparaba la
inflación, más subían los tipos. Así
se fue alimentando una burbuja que ahora ha pinchado.

La segunda causa de la debacle es el tamaño
desmesurado de los bancos de la isla, que manejan un volumen de
negocio que multiplica por 10 el PIB islandés. La
mayoría son instituciones creadas sobre fundamentos
sólidos, y bien gestionadas. Su vulnerabilidad no nace de
su insolvencia sino de sus problemas de liquidez, que un Estado
minúsculo como Islandia no puede remediar.

Hasta aquí el origen de la crisis de Islandia.
Pero, ¿cuáles son sus ramificaciones en el Reino
Unido? Dos. La primera tiene que ver con la actividad de los
bancos islandeses en suelo británico. Muchos ciudadanos
dejaron en ellos sus ahorros atraídos por sus altos tipos
de interés. Lo hicieron también decenas de
municipios y autoridades locales, que querían maximizar el
dinero de las contribuciones. Unos y otros se ven atrapados ahora
en el laberinto. A los primeros el Gobierno británico les
ha garantizado sus ahorros con varios apaños: a los
clientes de Kaupthing, adjudicándole a ING el negocio del
banco; a los de Landsbanki, congelando sus activos de la mano de
la legislación antiterrorista.

Peor lo tienen las autoridades locales, que invirtieron
su dinero en las entidades islandesas por consejo del Tesoro y a
las que ahora el Tesoro se resiste a ayudar. Según la
oposición conservadora, el montante podría ascender
a 1.300 millones de euros, todos dinero de los
contribuyentes.

La otra ramificación de la crisis de Islandia en
el Reino Unido es la que conduce a la economía real. En
los últimos años, muchos empresarios
británicos han recurrido a los bancos islandeses en busca
de financiación. Es una lista larga que va del chef Gordon
Ramsay al magnate inmobiliario Robert Tchenguiz pasando por
supermercados como Sainsbury o tiendas de ropa como Karen Millen
o House of Fraser. Como anécdota, cabe decir que entre las
víctimas está un equipo de fútbol -el West
Ham-, cuyo dueño es islandés Bjorgolfur
Gudmundsson.

Está por ver si todos aguantan el tirón de
la crisis en un momento en el que conseguir dinero se antoja cada
vez más complicado. Si no lo hacen y la economía
británica se contagia, Brown y su ministro Darling -que
parecían haber evitado el abismo con su plan de rescate-,
podrían volver a coquetear con el precipicio.

Por el momento, el premier ayer hizo dos cosas. En
primer lugar llamó al presidente español,
José Luis Rodríguez Zapatero, para explicarle los
pormenores de su plan de rescate bancario. En segundo,
emitió una furibunda bronca a los banqueros a
través de la televisión, a quienes exigió
que asuman sus responsabilidades por los problemas del
sistema.

– En una semana, Islandia pasa de nación rica a
país exangüe (El Economista –
11/10/08)

La tormenta financiera se abatió con fuerza sobre
el Atlántico Norte y en una semana Islandia pasó de
ser una nación rica con un éxito económico
casi insolente a un país exangüe al borde de la
quiebra.

"Es una semana excepcional que espero que no volvamos a
vivir", declaró el viernes el primer ministro
islandés, el conservador Geir Haarde, durante una rueda de
prensa, en la que afirmó que el país no está
al borde de la bancarrota. Y sin embargo fue él quien el
lunes agitó el fantasma de una isla arruinada en un
discurso a la nación que dio la nota en una semana en la
que abundaron las malas noticias.

Frente a un sector financiero hipertrofiado (de ocho a
diez veces el PIB) aislado ahora de los capitales extranjeros, el
gobierno eligió el método fuerte, incluso
dirigista. Primero se dotó de un arsenal legislativo sin
precedentes en Europa otorgando al Estado la posibilidad de
dirigir al conjunto del sector bancario y luego anunció la
toma de control de los tres principales bancos del país:
Glitnir, Landsbanki y Kaupthing, provocando asombro en los medios
financieros y poniendo punto final a la confianza que
había en la economía islandesa. En ese contexto
pidió auxilio a Rusia, con la que el martes
negociará un préstamo de 4.000 millones de
euros.

Islandia, una pequeña isla de 313.000 habitantes,
que no es miembro de la Unión Europea (UE), era hasta
ahora uno de los Estados más ricos de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE). En los últimos diez años,
su economía creció como promedio un 4% anual con un
salto del 7,7% en 2004.

"El gobierno no ha hecho más que agravar los
problemas paso a paso", estimó Benedikt Stefansson, ex
economista del banco Landsbanki, ahora en el paro, al igual que
cientos de empleados de los 8.700 del sector bancario. Igual que
Gunnar Haraldsson, director del Instituto Nacional
Económico, Stefansson acusó al Banco Central y a su
gobernador, David Oddsson, ex primer ministro que en los
años 1990 impulsó la liberalización del
sector bancario.

Y explicó que la entidad emisora negó un
préstamo en títulos a Glitnir y aconsejó al
gobierno que se hiciera con el control del tercer banco del
país. En ese momento, "el derrumbe total del sistema
bancario fue inevitable", dijo, antes de hacer hincapié en
el deterioro de las agencias de calificación financiera,
la caída libre de la corona islandesa y la crisis de
liquidez posterior. "Era perfectamente previsible y podría
haberse evitado, aunque hubiera que pagar un precio elevado",
aseguró.

A pesar de este análisis que comparte la
opinión pública, en una mezcla de impasibilidad
nórdica y de optimismo, los islandeses de a pie no
parecían muy afectados y mucho menos proclives a la
rebelión contra la atípica coalición
gubernamental, formada por el Partido Conservador y el Partido
Socialdemócrata. Claro que dos manifestaciones, hecho
rarísimo en la isla, se llevaron a cabo de forma
espontánea el miércoles ante el Parlamento y el
viernes ante el Banco Central, para pedir la renuncia de David
Oddsson.

Pero el viernes por la noche, el ambiente era relajado
en bares y restaurantes con bastantes clientes en este periodo de
crisis. "No sirve de nada quedarse encerrado en casa", afirmaba
Gudmundir, de 23 años, uno de los muchos jóvenes
superendeudados de la isla.

La crisis, que debería superarse en algunos
años, según el jefe del gobierno islandés,
no tuvo siquiera una pausa durante el fin de semana. Este
sábado, Islandia y Gran Bretaña anunciaron haber
logrado un "avance significativo" y acuerdos de principio para
que los clientes británicos del Icesave, una de las
sucursales del Landsbanski, sean reembolsados, después de
que sus cuentas fueran congeladas. "Se ha logrado un avance
significativo sobre los ahorristas del Icesave con acuerdos de
principio para un rápido reembolso", indicó un
comunicado conjunto. Según la prensa británica,
más de 300.000 británicos tienen una cuenta en ese
banco islandés por un total estimado en 5.100 millones de
euros.

Paralelamente, Reikiavik alcanzó un acuerdo
similar con Ámsterdam para los clientes holandeses del
Icesave, en virtud del cual el país nórdico se
comprometió a reembolsar a cada ahorrador hasta 20.887
euros…

– Un modelo en escala de la economía de
casino

Tal vez, por vivir en un pequeño
archipiélago en el Atlántico (Islas Canarias). Tal
vez, por haber escuchado relatos de los últimos 50
años y haber sido testigo del desastre ecológico en
los últimos 20 años, encuentro alguna semejanza en
lo que doy en llamar un fenómeno de daño
ecológico económico
. Resultado de experimentos
"catastróficos" (casi siempre, especulativos) en un
Universo en Miniatura.

Intentaré explicarme. Los que realizan estudios
biológicos preparan experimentos científicos en
escala reducida y de ser posible con cobayas (a veces humanas
-lamentablemente-, si se trata de países en desarrollo).
Deben ser "conejillos de Indias" (nunca mejor dicho) de las
mismas características genéticas (todos hermanos o
hijos de hijos) para que las pruebas no se distorsionen.
Finalmente, se proyectan los resultados del ensayo a toda la
población.

Para aquellos a los que interesen los ensayos
médicos, les adjunto el mail que me remitió el gran
científico argentino (y amigo) Prof. Ricardo Negroni, en
respuesta a mi solicitud de "fe de erratas". Ustedes
podrán dar o quitar razón a mi
hipótesis

"En los ensayos de los medicamentos hay un cronograma a
seguir que no puede ser alterado, so pena de recibir, no
sólo penalidades muy serias sino también el total
rechazo de la sociedad y de sus pares. Los cobayos (en la
Argentina son masculinos), al igual que las ratas, los ratones y
los perros son usados para estudiar tanto los efectos de las
drogas como la fármaco-cinética de las mismas, es
decir lo que pasa con estas drogas una vez que ingresan al
organismo de un mamífero, también se estudian los
efectos colaterales del fármaco administrado durante
tiempos cortos, medianos y largos y a diferentes dosis, estos
últimos incluyen su capacidad cancerígena y
mutagénica. Sólo cuando estas etapas han finalizado
se puede pasar a su aplicación en el humano, inicialmente
se estudia la fármaco-cinética en "voluntarios
sanos", estos voluntarios reciben una paga de alrededor de 5.000
dólares por someterse a las pruebas, que duran entre un
día y una semana. A continuación se estudian los
efectos de la droga sobre los pacientes que sufren la enfermedad
que se pretende curar y este estudio debe ser hecho en forma
comparativa y en doble ciego contra la droga que es habitualmente
usada en ese momento para el tratamiento de la afección.
En el doble ciego el médico tratante no sabe que droga
está dando, tampoco lo saben los evaluadores de los
resultados; sólo cuando todos los resultados están
disponibles se rompen las claves secretas y se conoce la verdad.
Los pacientes deben firmar un consentimiento informado al
ingresar al protocolo de investigación y tienen derecho a
salir del mismo en cualquier momento sin mediar
explicación alguna. Todo protocolo de investigación
clínica es rigurosamente examinado por los comités
de investigación y de ética de las instituciones en
donde se llevan a cabo los estudios y por las autoridades
sanitarias del país. Las empresas farmacéuticas han
comprendido finalmente que las mentiras tienen patas cortas,
traen desprestigio y grandes pérdidas económicas.
Cada droga que sale a la venta significa alrededor de 10
años de estudio, 1.000 drogas similares descartadas y una
inversión de 200 a 300 millones de dólares, En
general se prefiere para los ensayos clínicos
países que cuenten con un buen nivel médico,
personal entrenado en ensayos anteriores y grandes instituciones
de salud que tengan un flujo importante de pacientes. En Latino
América los países preferidos son Argentina,
Brasil, Colombia y México. Lo de usar a los humanos como
cobayos ha pasado a la historia y pertenece a la era
pre-talidomida".

En alguna medida (por tamaño, lejanía y
homogeneidad), Islandia ha sido el más perfecto
laboratorio en escala humana para probar los efectos letales de
la financierización de la economía. Ahora, los
diletantes de Wall Street pueden continuar jugando con sus
experimentos especulativos. Una ingeniería financiera que
se parece mucho a una ingeniería genética. Un
"campo de concentración" financiera donde probar nuevos
productos, nuevas fórmulas, distinta farmacopea y ver sus
efectos. Auschwitz, Dachau, Buchenwald,… la rutina
cotidiana. Ángeles de la muerte.

¿Es Islandia un "cisne negro"? ¿O
importa poco, por tratarse de un caso de "menos muertos"?
Terminar como cobayas… ¿Qué será del
mañana…?

¿Qué es un cisne negro? Para empezar,
es un hecho improbable, sus consecuencias son importantes y todas
las explicaciones que se puedan ofrecer a posteriori no tienen en
cuenta el azar y sólo buscan encajar lo imprevisible en un
modelo perfecto. El éxito de Google y YouTube, y hasta el
11-S, son "cisnes negros".

¿Por qué no reconocemos el
fenómeno de los cisnes negros hasta que éstos se
producen? Según Nassim Nicholas Taleb (El cisne negro – El
impacto de lo altamente improbable – 2008), los seres humanos nos
obcecamos en averiguar lo específico, cuando nos
deberíamos centrar en las generalidades. Somos incapaces
de estimar realmente las oportunidades, demasiado vulnerables al
impulso a simplificar, narrar y categorizar, y no lo bastante
abiertos a recompensar a quienes saben imaginar lo
"imposible".

Nuestro cerebro está hecho para ver más
orden del que realmente hay. Y aunque esto pudo ser de mucha
ayuda en las circunstancias dentro de las que vivieron nuestros
más remotos antepasados, no nos sirve de mayor cosa a la
hora de predecir, por ejemplo, una drástica caída
de los precios accionarios.

Estamos programados para crear historias simples
sobre fenómenos muy complejos y variados; de modo que
siempre terminamos falseando la realidad. El resultado de esto es
que perdemos control de la realidad y nos volvemos incapaces para
predecir cualquier anomalía
estadística.

¿Qué es un caso de "menos muertos"?
Hickey y Egger son los dos autores que detentan el mérito
de haber estudiado a las víctimas de los asesinos en serie
con más profundidad. En uno de sus estudios, el primero de
ellos desvelaba que la mayoría de ellos son mujeres y
niños, es decir, personas vulnerables y fáciles de
controlar. Comprobó que, en general, los asesinos en serie
han victimizado a más mujeres adultas (el 65% del total
estudiado) que a hombres adultos, pero la mitad de todos los
delincuentes investigados había matado por lo menos a un
hombre adulto y el 24% al menos un niño.

En base a los referidos estudios de Hickey ("Serial
murderers and their victims" – 1991) y los suyos propios, Egger
ha desarrollado el perfil típico de las víctimas de
los asesinos en serie y el concepto de "less-dead" (los "menos
muertos"). Para este autor, son "aquellos que en la
mayoría de los casos se encuentran indefensas o son
percibidas como incompetentes dada su situación, el lugar
o el status social que detentan en su entorno". Algunas de estas
víctimas, procedentes de estratos sociales devaluados
cuando están vivas (vagabundos, "sin techo", prostitutas,
inmigrantes, homosexuales, niños, desaparecidos,…)
se convierten en "menos muertos".

Para la sociedad, pierden cualquier importancia que
pudieran tener, ya que representan estigmas indeseables que, en
realidad, merecen desaparecer. Para algunos autores, estos mismos
prejuicios también influyen en la policía que,
según ellos, no toma el mismo interés en la
resolución de estos crímenes que en la de otros
casos en que la "importancia social" de las víctimas
implica una mayor presión de la opinión
pública para la pronta resolución del asunto. Algo
que conocen los asesinos y que explica, también, el por
qué los "less-dead" son con tanta frecuencia elegidos como
víctimas.

Islandia era el lugar adecuado para las cobayas de
una utopía. Un caso paradigmático de contagio
económico. Una tormenta perfecta en la isla encantada. Un
caso de "menos muertos". Una fórmula macabra (como en la
guerra): "más muertos de ellos por menos muertos de
nosotros". Sadismo de fábrica. Las metáforas de un
día.

Los científicos locos que se inventaron todos
esos derivados que casi destruyen al sistema financiero mundial
jamás se preguntaron (tampoco interesaba): ¿Son
menos muertos las víctimas?… ¿Están menos
muertos por ello?… ¿Duraran menos
muertos?

Seguramente ya vendrán los "talibanes del
mercado" (¿Cato Institute?) a afirmar (estómagos
agradecidos) que el fiasco financiero es una "consecuencia
involuntaria". La transformación de activos en valores
supuestamente debía repartir el riesgo a personas
dispuestas a manejarlo, pero en cambio terminó
concentrándose en manos de gente que no lo
entendía. O sea, un efecto colateral (dicho sin
retintín).

Reykjavik, la capital de Islandia, había sido
en los últimos años un modelo para todas las
ciudades del mundo por el crecimiento de su riqueza. En la
última década, este pequeño país de
313.000 habitantes había sido un ejemplo a copiar, una de
las economías pujantes de Europa, la sexta nación
más rica de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sin
embargo, ahora es vista como "un canario en una mina",
según los expertos de economía. Un débil
animal capaz de detectar -y sufrir- el peligro antes que
nadie.

Wall Street (Islandia fue un laboratorio de
ingenuidad) implosionó, en gran medida, debido a que los
internos, los corredores estrella y los genios locos, se
apoderaron del manicomio.

El fin de la "saga" islandesa cierra la etapa
esplendorosa de la última década, impulsada por la
expansión del sector financiero, que representa nueve
veces el Producto Interior Bruto (PIB), pero que se ha derrumbado
en unos días y ha arrastrado al abismo a todo un
país, el más golpeado hasta ahora por la crisis
financiera internacional…

Coda (3/4/11): Islandia "enjaula" a sus
banqueros

Se busca. Hombre, 48 años, 1,80 metros, 114
kilos. Calvo, ojos azules. La Interpol acompaña esa
descripción de una foto en la que aparece un tipo bien
afeitado embutido en uno de esos trajes oscuros de 2.000 euros y
tocado con un impecable nudo de corbata. Se ve a la legua que se
trata de un banquero: este no es uno de esos carteles del salvaje
Oeste. La delincuencia ha cambiado mucho con la
globalización financiera.

El tipo de la foto se llama Sigurdur Einarsson. Era el
presidente ejecutivo de uno de los grandes bancos de Islandia y
el más temerario de todos ellos, Kaupthing (literalmente,
"la plaza del mercado"; los islandeses tienen un extraño
sentido del humor, además de una lengua milenaria e
impenetrable). Einarsson ya no está en la lista de la
Interpol. Fue detenido hace unos días en su mansión
de Londres. Y es uno de los protagonistas del libro más
leído de Islandia: nueve volúmenes y 2.400
páginas para una especie de saga delirante sobre los
desmanes que puede llegar a perpetrar la industria financiera
cuando está totalmente fuera de control.

Nueve volúmenes: prácticamente unos
episodios nacionales en los que se demuestra que nada de eso fue
un accidente. Islandia fue saqueada por no más de 20 o 30
personas. Una docena de banqueros, unos pocos empresarios y un
puñado de políticos formaron un grupo salvaje que
llevó al país entero a la ruina.

La fábula de una isla de pescadores que se
convirtió en un país de banqueros tiene moraleja:
"Tal vez sea hora de volver al comienzo", reflexiona su
presidente. "Tal vez todo ese dinero y ese talento que absorbe la
banca cuando crece demasiado no sólo se convierte en un
foco de inestabilidad, sino que detrae recursos de otros sectores
y puede llegar a ser nocivo, al impedir que una economía
desarrolle todo su potencial", dice el presidente
Grímsson.

La magnitud de la catástrofe fue espectacular. La
inflación se desbocó, la corona se desplomó,
el paro creció a toda velocidad, el PIB ha caído el
15%, los bancos perdieron unos 100.000 millones de dólares
(pasará mucho tiempo antes de que haya cifras definitivas)
y los islandeses siguieron siendo ricos, más o menos: la
mitad de ricos que antes. ¿De quién fue la culpa?
De los bancos y los banqueros, por supuesto. De sus excesos, de
aquella barra libre de crédito, de su desmesurada codicia.
Los bancos son el monstruo, la culpa es de ellos y, en todo caso,
de los políticos, que les permitieron todo eso. OK. No hay
duda. ¿Solamente de los bancos?

"El país entero se vio atrapado en una burbuja.
La banca experimentó un desarrollo repentino, algo que
ahora vemos como algo estúpido e irresponsable. Pero la
gente hizo algo parecido. Las reglas normales de las finanzas
quedaron suspendidas y entramos en la era del todo vale: dos
casas, tres casas por familia, un Range Rover, una moto de nieve.
Los salarios subían, la riqueza parecía salir de la
nada, las tarjetas de crédito echaban humo", explica
Ásgeir Jonsson, ex economista jefe de
Kaupthing.

La guerra de las
divisas (EEUU utiliza el "arma de destrucción masiva" de
la flexibilización monetaria o "Quantitative Easing",
contra sus "socios" comerciales)

– "Estamos en medio de una guerra cambiaria
internacional"

"Las palabras del ministro de finanzas del Brasil
Guido Montega el lunes destaparon un secreto a voces en circuitos
gubernamentales y financieros"…
La guerra de las divisas
(BBCMundo – 1/10/10)

El primer ministro de Japón señaló
que seguiría interviniendo en los mercados de divisas
"cuando fuera necesario".

La Cámara de Representantes de EEUU votó a
favor de un proyecto de ley que podría allanar el camino a
sanciones comerciales a China como represalia por la
política cambiaria de este país.

"Estamos presionando a China porque su moneda
está subvaluada", explicó el presidente Barack
Obama.

El problema es que lejos de ser excepciones, China y
Japón encabezan una larga lista de países -de Corea
del Sur a Colombia y Suiza- que han intervenido en los
últimos meses (2010) en el mercado de divisas para
controlar el precio de la moneda nacional.

Según los detractores, se trata de una medida
"desleal" para mantener artificialmente bajo el valor de la
moneda y favorecer las exportaciones a fin de ganar
competitividad en el comercio internacional.

El gran temor es que una generalización de estas
políticas obstaculice la frágil recuperación
económica mundial como sucedió en la crisis de los
años 30.

La posibilidad de una guerra comercial entre EEUU y
China, los dos motores de la economía mundial, es el
principal peligro.

Según la presidenta de la Cámara de
Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, si China no
interviniera en el valor de su moneda, EEUU crearía
"millones de puestos de trabajo y reduciría el
déficit comercial en unos 100 mil millones de
dólares".

Según el gobierno chino, EEUU está
desviando la atención de sus problemas internos por
motivos políticos (elecciones de renovación del
congreso en noviembre).

En una reunión bilateral el 23 de septiembre
(2010), el primer ministro chino, Wen Jiabao, le advirtió
al presidente Barack Obama que China no iba a cambiar de
política porque una valorización del Yuan del 20%
llevaría a una masiva pérdida de puestos de trabajo
y bancarrotas sin otorgar ningún beneficio a
EEUU.

El conflicto sino-estadounidense ha estado
cocinándose a fuego lento en los últimos cinco
años.

El 15 de septiembre se añadió a la
cocción un ingrediente inesperado.

El Banco Central de Japón intervino por primera
vez desde 2004 en los mercados de divisas con una venta masiva de
yenes y, como aclaró este el primer ministro Naoto Kan, va
a seguir haciéndolo.

El gobierno de Kan lo justificó por la crisis
económica que atraviesa el país que no ha logrado
despegar de la burbuja financiera e inmobiliaria que vivió
a fines de los 80.

En Estados Unidos el congresista republicano Tim Murphy
lo interpretó como la luz verde que la política
intervencionista china estaba dando a países como
Japón.

En la Unión Europea, los 16 miembros que manejan
el euro como moneda, acusaron a Japón de
irresponsabilidad.

"Acciones unilaterales de este tipo no son apropiadas
para lidiar con los desequilibrios globales",
señaló el presidente de los países de la
eurozona Jean-Claude Juncker. La palabra clave es
"unilateral".

¿Acuerdo posible?

Una manera de evitar devaluaciones competitivas como la
de los años 30 es llegar a acuerdos internacionales que
den una mayor previsibilidad a la política monetaria
internacional.

Los acuerdos de Bretton Woods de 1944 tomaron esta
experiencia en cuenta para establecer un sistema de tipo cambio
fijo que rigió hasta principios de los 70, pero el modelo
histórico que muchos empiezan a analizar para evitar una
guerra cambiaria son los acuerdos del Hotel Plaza en los
80.

En septiembre de 1985, Estados Unidos, Francia, Alemania
Occidental, Japón y el Reino Unido se reunieron en el
Hotel Plaza en Nueva York y acordaron una depreciación
coordinada del valor del dólar estadounidense.

Estados Unidos pudo mejorar su desequilibrio comercial
con las otras naciones y el acuerdo fue la base para una
coordinación macroeconómica internacional de los
países del G7 de ahí en adelante.

Pero el acuerdo no es visto con buenos ojos por China
que es consciente del alto precio que pagó
Japón.

"Con la competitividad de sus exportaciones
dañada por la apreciación de su moneda y con la
presión estadounidense para que redujera su
superávit de cuenta corriente, Japón eligió
una expansión monetaria que terminó en una burbuja
y la década perdida de los 90", puntualizó esta
semana el editor del Financial Times, Martin Wolf.

La estrategia del gobierno estadounidense parece apuntar
a aumentar la presión sobre China de cara a la cumbre del
G20 en Corea del Sur en noviembre.

En la cumbre de Toronto en abril esta presión no
dio el resultado deseado.

El canciller de Brasil, Celso Almorín,
dejó en claro a finales de octubre (2010) que no
formaría parte de una campaña para obligar a
Pekín a apreciar su moneda. Como recordó Amorin,
"China es nuestro principal socio comercial".

Lo que está claro es que, a octubre de 2010, no
hay acuerdo internacional en la "guerra de las
divisas".

– La gula insaciable de los inversores (conozco esta
canción)

La deuda en moneda local abre el apetito de los
inversionistas foráneos (The Wall Street Journal –
4/10/10)

(Por Mark Gongloff y Alex Frangos)

La carrera global de los inversionistas para obtener
retornos más altos los está haciendo comprar deuda
de los mercados emergentes emitida en moneda local, lo que agrega
las fluctuaciones del tipo de cambio a la lista de riesgos que
enfrentan los tenedores de bonos.

La más reciente evidencia se conoció el
lunes cuando el Banco de Desarrollo Asiático (BDA)
informó que los inversionistas extranjeros se están
quedando con una porción cada vez mayor de la deuda en
moneda local. Los inversionistas de Estados Unidos, en
particular, calculan que se pueden beneficiar tanto de las
relativamente altas tasas de interés de los mercados
emergentes como por la debilidad del dólar
estadounidense.

Para las empresas y gobiernos de los países
emergentes, la deuda en moneda local alivia el riesgo cambiario
de endeudarse en dólares u otras monedas duras.

Los inversionistas extranjeros controlaban a fines de
julio el 27% de la deuda en moneda local del gobierno de
Indonesia, por ejemplo, lo que representa una alza respecto al
16% de un año atrás. En el caso de Malasia la cifra
ascendió a 18% en junio, muy por encima del 10% de un
año atrás, de acuerdo con el organismo.

Los inversionistas tienen buenas razones para comprar
bonos de mercados emergentes para el largo plazo, incluyendo sus
mejores perspectivas de crecimiento, el fortalecimiento de las
divisas locales con respecto a las del mundo desarrollado y
niveles más bajos de deuda pública y déficit
fiscal. Al mismo tiempo, parte del dinero que se está
volcando a los mercados emergentes proviene de los bolsillos de
inversionistas que aprovechan las bajísimas tasas de
interés en las economías desarrolladas,
particularmente en EEUU, para hacer ganancias fáciles
prestando dinero a los intereses más altos que imperan en
otros países.

Los riesgos, sin embargo, están aumentando. La
deuda denominada en moneda local hace más fácil a
los deudores devolver el dinero en caso de un pánico
financiero en el cual las monedas se debilitan bruscamente. Pero
una abrupta caída de las divisas también reduce el
valor de los bonos para los inversionistas
foráneos.

Los inversionistas globales han inyectado US$ 39.500
millones en los fondos dedicados a la renta fija de los mercados
emergentes en lo que va del año, de acuerdo con el
proveedor de datos EPFR Global, lo que ya batió un
récord anual.

Monografias.com

Entre los beneficiarios está México que en
el pasado se declaró en cesación de pagos de su
deuda denominada en dólares. México ahora cuenta
con su mercado de bonos en moneda local capaz de financiar tres
cuartas partes de sus necesidades. Los extranjeros han sido
responsables de una gran parte de la demanda en los
últimos meses, señala José Antonio Ordas
Porras, jefe de mercados globales de BBVA México. "Hemos
observado un movimiento hacia la compra de deuda mexicana en
pesos y eso va a continuar. Los gobiernos locales prefieren
endeudarse en sus propias monedas más que en
dólares. Ese fue un pecado del pasado, el pecado de la
década de los años 80", explicó.

Los bonos soberanos de los países emergentes han
tenido rendimientos de casi 13,3% este año, según
Barclays Capital Indexes. El retorno está muy por encima
del 6,5% de los bonos estadounidenses que arrojan mayor
rendimiento. El Promedio Industrial Dow Jones, por su parte,
acumula un incremento de 3,1% para lo que va del
año.

"No puedo pensar en muchas clases de activos que tengan
grado de inversión y liquidez con este tipo de retornos",
dice Francisco Javier Murcio, viceadministrador de portafolio
para estrategia de mercados emergentes en Standish Mellon Asset
Management.

La deuda soberana de Brasil a diez años en
reales, por ejemplo, rinde casi 12%, lo que supera ampliamente el
retorno de 2,5% que brinda el bono de Estados Unidos a diez
años. Standard & Poor's califica la deuda de Brasil a
largo plazo en moneda local de BBB+, lo que lo deja holgadamente
en el terreno de grado de inversión.

El flujo de moneda extranjera genera dolores de cabeza
para las autoridades domésticas que combaten la
inflación e intentan impedir un sobrecalentamiento de sus
economías.

En los últimos doce meses, los gobiernos de Asia
y América Latina en algunos casos han amenazado con tomar
y en otros han tomado medidas para debilitar sus monedas y
reducir el flujo de fondos. El lunes, sin ir más lejos,
Brasil aumentó el impuesto sobre la inversión
extranjera de portafolio.

Los analistas recalcan que aunque a menudo estos
esfuerzos no son efectivos, constituyen un riesgo para los
inversionistas foráneos.

Los rendimientos son altos en esos países en
parte para compensar el riesgo de enfrentar políticas
oficiales hostiles, los sobresaltos cambiarios y otros factores
de incertidumbre.

– Bernanke se va a la guerra (envileciendo el
dólar frente al resto de las divisas)

""Es una guerra monetaria internacional".
Éste fue el anuncio de Brasil, confirmado ahora por el
FMI. La FED envilece el dólar con su política
monetaria, provocando pérdidas a los tenedores de activos
y dañando a las potencias exportadoras. Los emergentes,
China y Japón, ya han declarado la guerra a la
FED"…
Bernanke desata la primera "guerra monetaria" a
nivel mundial del siglo XXI (Libertad Digital –
6/10/10)

La crisis financiera y económica que
estalló en 2007 se está transformando ahora en una
guerra monetaria a nivel mundial con importantes implicaciones a
nivel geopolítico. En una primera fase, los principales
bancos centrales del planeta, liderados por la todopoderosa
Reserva Federal de EEUU (FED), aplicaron una bajada
histórica de tipos hasta niveles próximos al 0%.
Posteriormente, se lanzaron a poner en marcha programas
extraordinarios para expandir el crédito mediante la
compra masiva de todo tipo de activos (deuda pública,
bonos hipotecarios y corporativos), el llamado quantitive
easing.

Sin embargo, nada ha funcionado hasta el momento para
impulsar la ansiada recuperación económica. Tras
tres años de política monetaria inédita a
nivel internacional desde hace décadas, la FED trabaja
ahora de forma intensa para intentar envilecer el dólar
frente al resto de divisas, y así tratar de impulsar las
exportaciones de la economía estadounidense al tiempo que
inyecta más dinero en los circuitos bancarios para generar
inflación y monetizar deuda.

Alta ingeniería monetaria para salir del
atolladero. La estrategia de la FED está logrando su
primer objetivo: el dólar cae respecto al euro, la libra,
el yen japonés y las divisas de los países
emergentes, entre otras. Como resultado, las materias primas
suben y el precio del oro bate récords -la onza
marcó ayer 1.340 dólares en el mercado de Nueva
York-. No obstante, el billete verde sigue ejerciendo un papel
hegemónico en el mercado monetario como divisa de reserva
internacional.

Sin embargo, la política del presidente de la
FED, Ben Bernanke, ha desatado la guerra. Brasil lo
advertía claramente a finales de octubre (2010): "Estamos
en medio de una guerra monetaria internacional", en el que cada
país, a través de su respectivo banco central,
trata de debilitar su moneda para impulsar la competitividad
exterior.

El dólar ha bajado cerca de un 25% respecto al
real brasileño en los primeros nueve meses del año
2010. Brasil ya ha intervenido, al igual que Corea del
Sur.

A mediados de octubre (2010), el banco central de
Japón (BoJ) entró directamente en el mercado para
devaluar el yen. En la primera semana de noviembre (2010) ha
reducido el tipo oficial de interés hasta el 0% y ha
aprobado un nuevo programa para comprar deuda pública y
bonos corporativos por valor de 60.000 millones de
dólares.

Desde entonces, son varias las potencias y países
emergentes que se han ido sumando a esta pugna por depreciar sus
divisas. Los bancos centrales de Reino Unido, Nueva Zelanda,
Australia, Canadá y el propio Banco Central Europeo (BCE)
están ahora estudiando con atención estos
últimos movimientos, que amenazan con revalorizar sus
monedas restando competitividad a sus economías. El franco
suizo alcanza también máximos históricos
contra el dólar, por lo que su banco central podría
volver a intervenir.

Tal y como muestra el siguiente gráfico elaborado
por el analista David Rosenberg, la guerra ya ha estallado y
ahora tan sólo se intensifica. Los bancos centrales
compiten entre sí desde 2007 para devaluar sus respectivas
monedas.

Monografias.com

Pero lo que hasta hace poco parecía realizarse de
forma coordinada bajo la tutela de la FED, ahora se está
desarrollando al grito de "sálvese quien pueda". No
obstante, en la reunión del G20 de abril de 2009 en
Londres, las principales potencias del planeta se comprometieron
a "abstenerse de todo tipo de devaluación competitiva",
mientras que en la pasada reunión de Toronto, celebrada en
junio (2010), insistieron en la necesidad de que los tipos de
cambio estén orientados hacia el "mercado", es decir, que
"reflejen los fundamentos económicos subyacentes" para
"contribuir a la estabilidad de la economía mundial".
Compromisos que son ya papel mojado.

Y es que, en la actualidad, no sólo está
en juego el comercio exterior sino también las inversiones
en activos nominados en dólares. China posee cerca de
847.000 millones de dólares en bonos del Tesoro de EEUU, y
desde el pico alcanzado el pasado junio (2010) el valor del
dólar ha bajado un 12,4%.

Monografias.com

Así, el principal acreedor de EEUU ha perdido
unos 100.000 millones de dólares en términos reales
debido al envilecimiento del billete verde (pérdida de
poder adquisitivo). El caso de Japón, el segundo gran
acreedor estadounidense, es similar: algo menos de 100.000
millones en pérdidas, aproximadamente.

¿Hasta cuándo estará Pekín
dispuesta a consentir esta erosión intencionada en sus
inversiones? Por el momento, el Gobierno chino lleva meses
diversificando su compra de deuda pública (comprando
europea, por ejemplo) y activos (materias primas) al tiempo que
reduce su exposición a los bonos del Tesoro de EEUU. De
hecho, compró recientemente deuda nipona a fin de forzar
una intervención del BoJ en contra del
dólar.

Al mismo tiempo, Washington y Bruselas siguen
solicitando a Pekín que permita revaluar su moneda, cuyo
valor está ligado al dólar. Según los
analistas de la Casa Blanca, el yuan está subvalorado un
25% respecto al dólar. Pero el Gobierno chino se niega en
redondo a que su moneda fluctúe libremente, al menos, por
el momento. Y es que, revaluar el yuan implicaría
más pérdidas en sus activos nominados en
dólares.

Es más. Recientes informaciones apuntan a
negociaciones secretas entre China y Francia para establecer una
"mayor coordinación en los tipos de cambio" o, lo que es
lo mismo, buscar alternativas al dólar. La
sustitución del billete verde como reserva de referencia
internacional lleva discutiéndose de un modo creciente
desde el inicio de la crisis y parece que volverá a ser
abordado en la próxima reunión del G20 en noviembre
(2010). Rusia y las potencias emergentes de América latina
ven también con buenos ojos una moneda alternativa al
dólar como divisa de reserva internacional.

El problema es que esta guerra monetaria podría
desencadenar efectos secundarios sobre el comercio mundial. En un
contexto de tímida demanda y débil
recuperación económica, las devaluaciones
competitivas a nivel mundial podrían desencadenar una
guerra comercial mediante barreras proteccionistas.

Y es que no todas las potencias podrán aumentar
simultáneamente sus balanzas exteriores. Ganar
competitividad mediante el envilecimiento de la moneda,
dañando de paso al vecino, amenaza con aumentar los
aranceles y las barreras comerciales a fin de frenar el impacto
sobre sus economías internas.

Gran Depresión

La actual situación recuerda, pues, mucho a la
guerra, primero monetaria y después comercial, que tuvo
lugar durante la Gran Depresión de los años 30. La
devaluación competitiva no benefició a nadie
entonces, ya que todas las monedas se devaluaron unas contra
otras. Sin embargo, sí causó importantes y
negativos efectos, tales como crecientes tensiones
políticas, mayor incertidumbre en el mercado sobre el tipo
de cambio y, finalmente, proteccionismo comercial.

– Manipulador de su divisa (una verdad
incómoda)

– La estafa de los tipos de cambio flotantes (Libertad
Digital – 6/10/19)

(Por Antal E. Fekete – Tribuna Libre)

Al presionar a China para que siga el
ejemplo de Japón revaluando el yuan contra el
dólar, los doctores monetaristas americanos parecen no
entender que están pidiendo a China que asuma una
pérdida semejante a la que ya asumió
Japón.

La teoría de Milton Friedman sobre los tipos de
cambios flotantes es el pilar sobre el que se fundamenta el
sistema monetario desde 1971. Pero ha dado lugar a un
régimen coercitivo porque los estatutos del FMI
prohíben a los países miembros estabilizar y fijar
entre ellos el valor de sus monedas. Cualquiera que lo intente
queda etiquetado como un "manipulador de su divisa" y es
amenazado con sanciones comerciales.

Esta prohibición es perfectamente
comprensible, pues se ha diseñado para proteger el esquema
que permite a EEUU robar furtivamente los dólares
excedentarios que consiguen en sus balances los países
exportadores.

Funciona de la siguiente manera: EEUU
atrae con sus cantos de sirena a los confiados países
exportadores para que se zambullan en el agujero negro de la
revaluación monetaria contra el dólar. A partir de
ese momento, un buen pedazo de sus excedentes monetarios en
dólares, son succionados por EEUU. En efecto,
Norteamérica fuerza a sus socios comerciales que incurran
en un fuerte superávit comercial para que subvencionen a
continuación y sin darse cuenta una cancelación
parcial de la deuda americana mediante la revaloración de
su moneda.

Es así como funciona este robo, donde EEUU hace
el papel de banca en la partida, porque al final de la jornada se
apropia de buena parte de las fichas del resto de jugadores. Y
esto lo consigue gracias a ese juego de espejos que es la libre
flotación de divisas. Pero ningún régimen
que se base en el robo puede perdurar. El único sistema
monetario que opera en igualdad para todos los países es
el de cambios fijos. Y la única forma de construir un
sistema de este tipo es hacer que el conjunto de monedas
internacionales sean canjeables por oro.

La teoría de Friedman es una gran mancha en la
ciencia económica y mancilla la buena fe en la que
deberían basarse las relaciones comerciales entre EEUU y
sus socios.

Cambios fijos contra cambios flotantes

Al presionar a China para que siga el ejemplo de
Japón revaluando el yuan contra el dólar, los
doctores monetaristas americanos parecen no entender que
están pidiendo a China que asuma una pérdida
semejante a la que ya asumió Japón, por valor de
varios billones de dólares. Porque China lleva sus libros
contables en yuanes. De forma que si su moneda se revalorizara un
10% contra la moneda americana, automáticamente se
produciría una reducción también del 10% en
la cuantía de sus reservas en dólares nominadas en
yuanes.

Pero entonces surge la siguiente
pregunta. ¿Con qué derecho un país con
déficit exteriores crónicos como EEUU, y que ya
incumplió el pago de sus obligaciones el 15 de agosto de
1971, puede pedir a China que cancele parte de su
deuda?

Aún hay más. Si China cede a la
presión americana y revaloriza el yuan, esto
significaría no sólo una reducción directa
de la deuda, sino mantener el compromiso de que otros
países se deberán añadir a
continuación a esta peculiar disciplina monetaria impuesta
de forma unilateral. Dejando a la altura del betún la idea
de que son naciones libres e independientes las que comercian
entre ellas por su propio beneficio. Este hecho haría de
China un vasallo de EEUU, un papel no puede aceptar por propia
dignidad nacional.

Incumbe al deudor y no al acreedor hacer
los ajustes necesarios para corregir los desequilibrios
comerciales. La posición contraria es la que defiende
Keynes y es una falacia. Vuelve las cosas de arriba a abajo
porque penaliza el ahorro y el trabajo de los acreedores, al
mismo tiempo que premia la indolencia y el derroche de los
deudores.

La lenta tortura de Japón

Inmediatamente después de
conseguir que el dólar fuera una moneda inconvertible,
EEUU comenzó a desarrollar un déficit comercial
imparable. Usando la falsa teoría de Milton Friedman
según la cual los tipos de cambios flotantes hacen
más fuerte la moneda del país con excedentes
comerciales, los japoneses comenzaron a exportar mientras los
americanos se cruzaban de brazos. Llegado el momento, los
americanos movieron ficha y Japón se vio obligado a
revalorizar su moneda sin darse cuenta que estaba incurriendo en
una pérdida de reservas monetarias equivalente a la
revalorización.

Es decir, si un dólar pasó
de 300 a 100 yenes, entonces la deuda americana con Japón
se redujo un 66%. O lo que es lo mismo, el excedente de divisas
quedó reducido a un 33%. Esta clara intervención
fue llamada en su momento como una opción de "libre
mercado", cuando es evidentemente una estafa. Los japoneses
estuvieron trabajando muy duro más de 20 años para
exportar a los americanos, pero llegado el momento sólo
han cobrado un 1/3 de lo estipulado.

Evidentemente, los timos a esta escala
tienen sus consecuencias. De hecho es lo que está haciendo
quebrar a Japón, que era precisamente uno de los
países con mayor fortaleza financiera del mundo. Porque
cuando ha llegado la hora de usar las reservas almacenadas,
resulta que se han evaporado gracias a los funestos acuerdos del
Hotel Plaza.

Cuando los japoneses han protestado, los doctores
americanos del dinero se han apresurado a explicar que la
solución consistía en que Japón se endeudara
para incurrir en gasto público. Pero nunca han dicho que
EEUU iba a corregir su balanza comercial, que es precisamente lo
que se debería haber hecho. Por eso Japón ha pasado
de ser un país prácticamente sin deuda a
encontrarse ahora mismo con el agua al cuello, de forma que hasta
China tiene que comprar la deuda nipona para impedir que suban
los tipos de interés en el país y evitar su
colapso. Todo un detalle que a buen seguro China sabrá
aprovechar en su momento.

EEUU ha jugado con Japón el papel
de un matón, vendiendo en esta partida internacional de
póker de las monedas inconvertibles un farol, que consiste
simplemente en que los dólares son instrumentos monetarios
válidos para cancelar las deudas. Pero esto no es cierto y
ya va siendo hora de que alguien destape el farol antes de que
nuevos países sucumban a la presión y pierdan sus
excedentes de reservas. Puede ser que China sea el primer
país en despertar. Y si además permite monetizar el
oro, entonces resolverá el actual embotellamiento de la
deuda. A continuación EEUU perdería su liderazgo
monetario mundial, evidentemente.

(Antal E. Fekete, experto en teoría
monetaria)

Los países
emergentes son "inundados" por la expansión monetaria de
la Fed

"Las economías de los mercados emergentes,
desde Sudáfrica hasta Brasil pasando por Tailandia, se
están llevando la peor parte de las medidas monetarias
expansivas que el mundo desarrollado ha adoptado, a medida que el
dinero fluye a los mercados que ofrecen altos rendimientos,
impulsando sus divisas y complicando sus políticas
económicas"…
Los países emergentes pagan los
platos rotos por el estímulo monetario del mundo
desarrollado (The Wall Street Journal –
7/10/10)

"La Fed está inundando los mercados con liquidez,
Japón está inundando los mercados con liquidez y el
Reino Unido está inundando los mercados con liquidez. El
problema es que un montón de dinero no se está
quedando donde fue puesto", explicó David Carbon,
economista de DBS en Singapur.

Los inversionistas toman dinero prestado a tasas de
interés que están casi en cero en las
economías desarrolladas que están atravesando
problemas y lo envían a países como Brasil,
Indonesia y Sudáfrica, donde los retornos son más
altos y el crecimiento más robusto.

Impulsando la reciente ola de flujos está la
creencia de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed)
reanudará sus esfuerzos para estimular el crecimiento a
través de compras de deuda soberana, lo que
inyectará más dinero en el sistema bancario, una
práctica conocida como "flexibilización
cuantitativa".

"Con los billones de dólares de la primera fase
de la flexibilización cuantitativa todavía para
quemar y con otro billón de una segunda etapa
aparentemente en camino, seguramente va a tomar más que
algunas semanas o meses o trimestres hasta que este tren se
detenga", señala Carbon. Calcula que US$ 2.000 millones
por día fluyen de los mercados desarrollados a las
economías emergentes de Asia, basándose en que
varios países han acumulado cerca de US$1 billón
(millón de millones) en reservas desde que los mercados
financieros comenzaron a recuperarse en abril de 2009.

Monografias.com

Ese flujo de dinero está causando dolores de
cabeza, encareciendo las monedas y perjudicando a los
exportadores. Esta enorme cantidad de dinero también puede
crear distorsiones económicas en países más
pequeños, incluyendo un alza de la inflación y
temores de que los fondos podrían irse tan rápido
como llegaron, lo que afecta a los mercados y los sistemas
financieros.

"Muchas economías que están recibiendo
importantes flujos de capital tienen que tomar medidas para
evitar (que se creen) burbujas y problemas en sus
economías", dijo el director gerente del Fondo Monetario
Internacional, Dominique Stauss-Kahn, en una conferencia de
prensa el jueves durante la apertura de la reunión anual
del organismo (2010).

A largo plazo, aseveró, dejar que
las monedas se aprecien es la mejor forma de lidiar con la
situación, aunque no especificó a cuáles se
refería. A corto plazo, agregó Stauss-Kahn, los
países que reciben dinero pueden aumentar las regulaciones
y las reservas de los bancos centrales y tomar otras medidas para
controlar los flujos de capital. Durante muchos años, el
FMI se había opuesto a los controles de capital, pero esa
postura ha cambiado últimamente.

Complicando la situación para muchos
países están los esfuerzos de China por controlar
férreamente el valor de su moneda. El mayor exportador del
mundo dejó que el yuan se apreciase menos de 2% contra al
dólar desde que anunció que modificaría su
régimen cambiario en junio (2010). Mientras tanto, divisas
como la rupia indonesia, el baht tailandés y el real
brasileño se fortalecieron 10% en relación a la
moneda estadounidense en ese lapso. La disparidad hace que muchos
otros países emergentes teman que China esté
ganando una ventaja competitiva para sus exportaciones, lo que
los ha llevado a intervenir en el mercado para evitar que sus
monedas suban demasiado rápido.

"El centro del problema es el desequilibrio entre China
y EEUU", consideró el presidente del banco central de
Israel, Stanley Fischer, esta semana. "Esta situación
está causando agudas tensiones en los mercados
mundiales".

Las intervenciones en los mercados cambiarios provocan
que el dinero que ya es barato se derrame por la economía
mundial todavía más. A medida que los países
intervienen, absorben el flujo de dinero y en general lo reciclan
comprando bonos del Tesoro estadounidense. Esto mantiene baratos
los costos de tomar dinero prestado en EEUU. Los inversores
entonces toman el dinero y lo colocan otra vez en los mercados
emergentes que ofrecen altos rendimientos.

Brasil también tomó medidas en la primera
semana de noviembre (2010) para controlar los flujos de capital a
su economía, duplicando un impuesto a las inversiones
extranjeras en algunos bonos brasileños e incrementando el
dinero que el banco central tiene disponible para intervenir en
los mercados cambiarios. En el año 2010, Indonesia y
Taiwán implementaron medidas más tibias para
disuadir los súbitos flujos y salidas de
capital.

La opinión de
los que saben ("las políticas de enriquecimiento a costa
de los demás sólo conseguirán empobrecernos
a todos")

– Las políticas de enriquecimiento a costa de los
demás empobrecen la economía mundial (Project
Syndicate – 7/10/10)

(Por Raghuram Rajan)

CHICAGO – El capital mundial no para. Como unos tipos de
interés bajísimos en los países industriales
envían capital por todo el mundo en busca de rendimientos
mayores, varios bancos centrales de países con mercados en
ascenso están interviniendo intensamente, comprando las
entradas de capitales extranjeros y reexportándolos para
impedir que sus divisas se aprecien. Otros han estado imponiendo
controles de capital de un tipo o de otro. En las últimas
semanas, el Japón ha pasado a ser la primera gran
economía industrial que ha intervenido directamente en los
mercados de divisas.

¿Por qué nadie quiere
entradas de capital? ¿Qué políticas
intervencionistas son legítimas y cuáles no?
¿Y en qué acabarán todas esas
intervenciones, si continúan
ininterrumpidamente?

La porción de entradas de capital
que no es reexportada representa las entradas netas de capital,
que financian el gasto nacional en productos extranjeros.
Así, pues, una razón por la que a los países
no les gustan las entradas de capital es la de que significan
más "pérdidas" de demanda interna hacia el
extranjero. De hecho, como las entradas de capitales hacen con
frecuencia que se aprecie el tipo de cambio interno, fomentan un
mayor gasto en productos extranjeros, porque los productores
nacionales dejan de ser competitivos.

Otra razón por la que a los
países no les gustan las entradas de capitales extranjeros
es la de que parte de ellos podrían ser dinero
especulativo, deseoso de entrar cuando los tipos de
interés extranjeros son bajos y los precios de los activos
locales están aumentando y que se apresura a salir a la
primera señal de problemas o cuando vuelven a atraerlo las
oportunidades en sus países de origen. Las corrientes
volátiles de capitales inducen volatilidad en la
economía que las recibe, al hacer que los auges y las
crisis sean más pronunciados de lo que, en caso contrario,
habrían sido.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
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