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Las actitudes laborales; una mirada desde la teoría




Enviado por Vanessa Perdomo



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Panorámica
    general sobre las actitudes
  4. Conclusiones

Resumen

El presente artículo realiza un abordaje
teórico a la problemática de la relación
existente entre las variables actitud y desempeño laboral.
Los objetivos fundamentales que se persiguen se vinculan con la
argumentación teórica de como cada una de estas
variables influye en la otra. Se analiza además las
diferentes perspectivas de los autores sobre cómo es
posible medir y modificar las actitudes y el desempeño
laboral.

Introducción

Actualmente se están haciendo reajustes en
materia laboral encaminados a mejorar indicadores de
desempeño con la finalidad de lograr una mejor
productividad en el trabajo. Esto está teniendo lugar
porque el mundo contemporáneo de hoy se caracteriza por
ser sistemático y profundamente cambiante, originando una
inestabilidad regular que tiene un fuerte impacto en todos los
procesos y esferas de la sociedad, la naturaleza y el
pensamiento, cuyas causas no solo están en factores
económicos, técnicos, políticos, sino
también sociales.

Disímiles son las estrategias que las
organizaciones emplean en todo el mundo para enfrentar estos
cambios, diferentes también son las filosofías de
administración que han ido surgiendo para dar respuesta
acertada a estas transformaciones, pero sin temor a
equivocación todas y cada una le conceden un papel
importante y vital al factor humano.

Concederle importancia al factor humano dentro de las
instituciones significa poner al hombre en el centro de la
organización, pero significa también conocer como
inciden el conjunto de factores socio psicológicos en los
resultados del trabajo.

El estudio del comportamiento que tienen las personas
dentro de una organización es un reto para sus principales
representantes y que hoy constituye una de las tareas más
importantes; la organización debe buscar adaptarse a la
gente que es diferente, ya que el aspecto humano es el factor
determinante dentro de la posibilidad de alcanzar los logros de
la organización.

Ahora bien, de manera general las investigaciones
científicas, en el campo de las ciencias empresariales,
preocupada por el desarrollo del hombre, ha tenido su
crecimiento, pero aspectos como el de las actitudes y los
comportamientos en función del desempeño aún
pudieran ser más trabajados.

DESARROLLO

Panorámica
general sobre las actitudes

A lo largo de la vida, las personas adquieren
experiencia y forman una red u organización de creencias
características, entendiendo por creencia la
predisposición a la acción. La actitud engloba un
conjunto de creencias, todas ellas relacionadas entre sí y
organizadas en torno a un objeto o situación. Las formas
que cada persona tiene de reaccionar ante cualquier
situación son muy numerosas, pero son las formas comunes y
uniformes las que revelan una actitud determinada,

Las actitudes suelen considerarse como predisposiciones
aprendidas que ejercen una influencia y que consisten en la
respuesta hacia determinados objetos, personas o grupos. Las
actitudes son normalmente consideradas como productos de la
socialización y, por tanto, como algo modificable. Debido
a que la conducta de una persona hacia los demás suele
estar asociada a las actitudes que mantiene con ellos, la
investigación sobre cómo se forman, se organizan en
la mente y se modifican las actitudes ha sido un tema de enorme
importancia

Ahora bien, de manera general las investigaciones
científicas, en el campo de las ciencias empresariales ha
tenido su desarrollo, pero vinculado con la sicología
social y específicamente con las actitudes,
comportamientos, desempeño en las empresas no ha sido
generalizado.

1.1.1 Las actitudes; conceptos y
perspectivas

En su acepción latina "Attitudine" tiene dos
raíces (o dos vertientes); "Apto y "acto". La primera,
relacionada con propiedad "se es apto", "se posee algo"; la
segunda con "acto", "postura", "acción". Así como
el concepto "Attitudine"es un"homónimo en inglés,
en castellano "actitud"ha sido siempre tomada y tenida como
"acto

En su acepción corriente, el término de
actitud designa un comportamiento o la manifestación
externa de un sentimiento. Históricamente la noción
de actitud ha tenido innumerables formulaciones, casi tantas como
especialistas se ocuparon del tema, haciendo verdad la frase de
Allport, (1935): "Actualmente se pueden medir las actitudes mejor
de lo que se las puede definir.

Thomas y Znaniecki, (1918) dice de actitud que "es una
tendencia a la acción".

Allport, (1935) en su artículo Artitudines afirma
la existencia de hasta cien definiciones, algunas de las cuales
se recogen a continuación:

"La actitud denota un estado neuropsíquico de
disponibilidad para la actividad mental o física". "La
actitud es un grado de afecto a favor o en contra de un objeto o
un valor"; y, "Las actitudes son procesos mentales individuales
que determinan tanto las respuestas activas como las potenciales
de cada persona en el mundo social. Como la actitud se dirige
siempre hacia algún objeto se puede definir como un estado
de la mente de un individuo respecto a un valor Krech y
Krutchfield, (1948): es un sistema estable de evaluaciones
positivas o negativas, sentimientos, emociones y tendencias de
acción favorable o desfavorable respecto a objetos
sociales.

Kleck & Weaton, (1957): un sistema positivo/negativo
de valoraciones positivas/negativas, de estados emotivos y de
tendencias a actuar en pro o en contra de un objeto
social.

Katz y Stottland, (1959): es la tendencia o
predisposición a evaluar.

Newcomb, (1959): es una forma de ver algo con agrado o
desagrado.

Sarnoff, (1960): es una disposición a reaccionar
de forma favorable o desfavorable.

Sherif y Sherif, (1965) son las posiciones que la
persona adopta y aprueba respecto a objetos, asunto
controvertidos, personas, grupos o instituciones.

Wukmir, (1967): es manifestación de la postura
vital.

Rodríguez, (1978): es la organización
duradera de creencias y cogniciones en general, dotadas de carga
efectiva a favor o en contra de un objeto social definido, que
predispone a una acción coherente con las cogniciones y
efectos relativos a dicho objeto.

Fazio y Roskos-Ewoldsen, (1994): son asociaciones entre
objetos actitudinales (prácticamente cualquier espectro
del mundo social) y las evaluaciones de estos objetos.

Fishbein y Ajzen (1975) y Oskamp(1984) define a la
actitud como una predisposición aprendida para responder
de manera positiva o negativa ante un objeto de sus
símbolos. Los seres humanos poseen diferentes actitudes
hacia objetos o símbolos, según Hernández
(1999). La discusión en materia laboral sobre la actitud
de los empleados con respecto al trabajo no es un debate nuevo,
pero sí relevante en términos de las necesidades de
productividad de las empresas ante los retos que enfrentan en
este tiempo.

Actitud, forma de motivación social que
predispone la acción de un individuo hacia determinados
objetivos o metas. La actitud designa la orientación de
las disposiciones más profundas del ser humano ante un
objeto determinado. Existen actitudes personales relacionadas
únicamente con el individuo y actitudes sociales que
inciden sobre un grupo de personas.

A lo largo de la vida, las personas adquieren
experiencia y forman una red u organización de creencias
características, entendiendo por creencia la
predisposición a la acción. La actitud engloba un
conjunto de creencias, todas ellas relacionadas entre sí y
organizadas en torno a un objeto o situación. Las formas
que cada persona tiene de reaccionar ante cualquier
situación son muy numerosas, pero son las formas comunes y
uniformes las que revelan una actitud determinada.

El estadounidense Gordon W. Allport definió la
actitud como un estado de disposición nerviosa y mental,
organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo
dinámico u orientador sobre las respuestas que un
individuo da a todos los objetos y situaciones con los que guarda
relación. En este sentido, puede considerarse la actitud
como cierta forma de motivación social -de
carácter, por tanto, secundario, frente a la
motivación biológica, de tipo primario- que impulsa
y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Actitud

La Enciclopedia libre plantea que las actitudes, desde
un punto de vista psicológico, se expresan y se hacen
tangibles a nuestros sentidos en tres dimensiones: a nivel
conductual, a nivel ideático y a nivel
emocional.

Las actitudes constituyen una guía
conductual, sintetizada, que resume la manera de comportarnos en
una situación determinada. Nos permiten tratar con la
realidad y reducir la incertidumbre que nos separa de ella. Por
tanto, si hay algo aferrado a nuestro ser son nuestras
actitudes.

Las actitudes son sólo un indicador de la
conducta, pero no la conducta en sí. Sí se pretende
medir actitudes, éstas deben de interpretarse como
síntomas y no como hechos (Papua, 2002). Por lo tanto, las
actitudes son aspectos mentales relacionados con los objetos con
los que interactúa un individuo, pero no necesariamente
tienen que convertirse en conducta. Las actitudes son resultado
de una amplia gama de relaciones que sostenemos como seres
humanos; la escuela y la educación que recibimos forman
parte de estas relaciones (Blum y Taylor), 1977). Estas
podrían predecir las conductas si otras influencias se
minimizan, es decir, si la actitud es lo suficientemente potente
como para incitar a la acción, o si alguna circunstancia
hizo recordarlas. Entonces, puede haber o no una relación
entre actitudes y conductas.

En el cuadro 1.1 se puede apreciar un análisis
conceptual sobre actitudes, que contiene, el año, autores,
definición y la concepción general del
mismo.

Monografias.com

Fuente: Perdomo, V. (2011)

Luego del análisis de todas las definiciones de
actitudes el que más se adecua a la investigación
es el de Gordon W. Allport

  • Tipos de actitudes

  • a) Actitudes Sociales

La actitud, es la variable más estudiada en
psicología social debido a que constituye un valioso
elemento para la predicción de conductas. Los valores por
su parte representan en esencia los motivos que conducen al
individuo a elegir ciertas metas antes que otras. En la
experiencia humana los valores poseen una cierta fuerza
orientadora: los hombres sacrifican la vida por "el deber", "la
libertad" y "el honor".

El concepto de actitud es básico en dos campos:
en psicología social y en la teoría de la
personalidad. A finales de la década de 1920, el
psicólogo estadounidense Gordon W. Allport se
interesó por la investigación de las actitudes
sociales, pero no fue hasta la década de 1940, con la
publicación de El miedo a la libertad (1941) de Erich
Fromm, cuando este concepto empezó a cobrar importancia en
la teoría de la personalidad.

La actitud social es compartida y favorece los intereses
sociales por encima de los individuales.

  • b) Actitudes laborales

Robbins (1992) señala: "Cuando hablamos de las
actitudes laborales y de su influencia en el comportamiento, nos
estamos refiriendo a las evaluaciones positivas o negativas que
la gente hace sobre su trabajo o su empresa. La
satisfacción en el trabajo es la actitud que más se
ha medido en las organizaciones y más recientemente a la
participación en el trabajo y al compromiso
organizacional".

De acuerdo con el estudio realizado por De la
Garza(2002), las actitudes laborales más apreciadas en el
personal técnico son la responsabilidad, el trabajo en
equipo y la adaptación al cambio
organizacional.

Las relaciones entre empleados y organizaciones se
caracterizan porque dan lugar a obligaciones mutuas. De acuerdo a
Davis y Newstrom(2000), "la relación del empleo es
bidireccional. Es incuestionable que la organización tiene
responsabilidades para con los individuos, pero que
también los individuos tienen responsabilidades hacia la
organización". En una situación de empleo, las dos
partes se benefician porque la relación social que existe
entre ambas produce nuevos valores que sobrepasan la
inversión que cada una realiza. Si alguna de estas dos
partes incumple, podría ocasionar que la relación
se deteriore y, por consiguiente, que cada una de las partes
establezca lineamientos más estrictos sobre lo que espera
de la otra. En el caso patronal, se podría establecer un
control más estricto sobre el desempeño de sus
empleados para mantener la buena marcha de la operación
empresarial y, dependiendo del caso, podría llegarse al
conflicto entre trabajadores.

La segunda actitud que se considera indispensable para
los técnicos es el trabajo en equipo , el cual puede
definirse como un grupo de personas con habilidades
complementarias que están comprometidas con un objetivo
común, un conjunto de metas productivas específicas
y un enfoque competitivo, para los cuales se identifica como
mutuamente responsables (Barsse, 2000). Cuando se considera la
formación de equipos en las organizaciones, es muy
importante que los integrantes conozcan e identifiquen claramente
lo que es un equipo, sus características y todas las
ventajas que la formación y desarrollo de equipos conlleva
.

Realizar trabajo en equipo no es una actividad
fácil de lograr debido a las características
propias de este esfuerzo. En algunas ocasiones, a las personas se
les dificulta trabajar en equipos cuando consideran que las
recompensas a lograr no serán concedidas en forma
igualitaria porque existe una mayor carga de trabajo para algunos
miembros y menor para otros, o simplemente por los rasgos de la
personalidad de los individuos implicados.

La tercera actitud hacia el trabajo, en el orden de
importancia citado, fue la de adaptación al cambio. La
adaptación al cambio organizacional puede definirse como
"la modificación de un estado, condición o
situación… una transformación de
características, una alternación de dimensiones o
aspectos más o menos significativos" (De Faria, 2000). En
la actualidad, las empresas y los individuos están sujetos
a cambios continuamente. Estos últimos deben enfrentar
cambios debido a las condiciones de un mundo complejo en que los
divorcios, separaciones, desempleo, situaciones económicas
y demás están siempre presentes, y de la misma
manera las organizaciones deben enfrentar cambios
tecnológicos, económicos, administrativos y otros.
Tales cambios se pueden deber al incremento de la competencia en
un mundo globalizado, o bien a la búsqueda de nuevas y
mejores formas de trabajar que aseguren la productividad de la
organización(cambios tecnológicos o
innovaciones),Las formas en que dichos cambios organizaciones
afectan a los empleados van desde alterar simplemente la forma de
trabajar, hasta crear en ellos una considerable resistencia al
cambio organizacional, lo que puede manifestarse como
estrés o inclusive la renuncia a trabajar, afectando
así la productividad organizacional.

Una persona puede tener miles de actitudes, pero el CO
enfoca nuestra atención hacia un número muy
limitado de actitudes relacionadas con el puesto. Éstas
dan a conocer las evaluaciones positivas o negativas que
sostienen los empleados acerca de diversos aspectos de su
ambiente de trabajo. La mayor parte de la investigación en
el CO se ha ocupado de tres actitudes: satisfacción en el
puesto, involucramiento con el puesto y compromiso
organizacional. (Misumi, J. 1993)

El término satisfacción en el
puesto
se refiere a la actitud general de un individuo hacia
su puesto. Una persona con un alto nivel de satisfacción
en el puesto tiene actitudes positivas hacia el mismo; una
persona que está insatisfecha con su puesto tiene
actitudes negativas hacia él. Cuando la gente habla de
actitudes de los empleados, lo más frecuente es que se
refiere a la satisfacción en el puesto. De hecho, los dos
términos se utilizan de manera intercambiable. A causa de
la gran importancia que los investigadores del CO le han dado a
la satisfacción en el puesto,

El término involucramiento con el puesto es una
adición más reciente a la bibliografía del
CO. (Rabinowitz, S. 1977). Aunque no hay un completo acuerdo
sobre lo que significa el término, una definición
aceptable es que el involucramiento con el puesto mide el grado
en el que una persona se identifica psicológicamente con
su puesto y considera su nivel percibido de desempeño como
importante para su autoestima. (Blaus, G.J. 1985). Los empleados
con un alto nivel de involucramiento con el puesto se identifican
profundamente con la clase de trabajo que realizan y realmente se
preocupan por él.

La tercera actitud que examinaremos en relación
con el puesto es el compromiso organizacional. Se define como el
grado en el que un empleado se identifica con una
organización determinada y sus metas, y desea mantener su
membresía en la misma. (Blaus, G.J. 1985). Así como
un alto involucramiento con el puesto significa
identificarse con el puesto específico de uno mismo, un
alto compromiso organizacional significa identificarse
con la organización que lo emplea a uno.

1.1.3. Características y componentes de las
actitudes

Por encima de pequeñas diferencias entre los
diversos autores, presentamos un esquema simplificado de las
características de las actitudes:

En primer lugar debemos hacer énfasis, en que se
trata de procesos derivados del aprendizaje, de la experiencia, y
que por tanto se forman e integran a lo largo de la vida
individual.

En segundo lugar, aunque derivadas de la experiencia y
modificadas por la misma, ellas condicionan y modifican las
experiencias siguientes y se reflejan en la conducta del
sujeto.

Finalmente pueden distinguirse tres aspectos en toda
actitud:

  • 1.  Objeto: Entendemos por objeto de la actitud
    todo aquello frente a lo cual el individuo puede reaccionar:
    personas, situaciones, ideas, objetos concretos,
    etc.

  • 2. Dirección: La mayoría de los
    autores concuerdan en que las actitudes pueden localizarse a
    lo largo de un continuo afectivo, que puede caracterizarse,
    por los signos "positivo-negativo"o
    "aceptación-rechazo".

  • 3. Intensidad: Las actitudes varían, no
    solamente en el continuo afectivo puro, sino también
    en la dimensión de la fuerza de la
    intensidad.

Componentes de las Actitudes

Es posible encontrar en las actitudes tres componentes
básicos Afectivo, cognoscitivo y conductual.

  • Componente Afectivo: Es el aspecto central de
    la actitud, ya que está estrechamente ligado a la
    evaluación del objeto, es precisamente este componente
    el que diferencia la evaluación que representa la
    actitud de una simple captación
    intelectual.

  • Componente Cognoscitivo: Presenta tres
    características básicas:

  • a) El grado de diferenciación; Se
    refiere al número de elementos cognoscitivos (como la
    cantidad de creencias que se tienen respecto al
    objeto).

  • b) El grado de integración: Se refiere a
    la organización de estos elementos en una estructura
    jerárquica.

  • c) El grado de generalidad o especificidad: De
    las creencias o factores cognoscitivos.

  • Componente Conductual: Se refiere a las
    tendencias de conductas que conducen a acciones para proteger
    o ayudar al objeto de la actitud o por el contrario para
    agredirlo, castigarlo o destruirlo.

En ocasiones tratamos de buscar semejanza entre
actitudes y valores pero las primeras están relacionadas
generalmente con un tipo de objeto, sea este concreto o
abstracto, en tanto que los segundos son orientaciones del sujeto
hacia clases generales de objetos; o sea, las actitudes
individuales se organizan en sistema de valores.

El carácter estructural de las actitudes es lo
que permite estudiar ciertos factores que condicionan su
formación y su orientación o sentido. Cuando
afirmamos que existen diferencias en actitudes y valores entre la
clase media y los trabajadores, por ejemplo, nos estamos
refiriendo a estas constelaciones de actitudes, que son una
consecuencia del medio social donde se han desenvuelto los
individuos.

1.1.4 Cambio de actitudes

Las actitudes suelen considerarse como predisposiciones
aprendidas que ejercen una influencia y que consisten en la
respuesta hacia determinados objetos, personas o grupos. Las
actitudes son normalmente consideradas como productos de la
socialización y, por tanto, como algo modificable. Debido
a que la conducta de una persona hacia los demás suele
estar asociada a las actitudes que mantiene con ellos, la
investigación sobre cómo se forman, se organizan en
la mente y se modifican las actitudes ha sido un tema de enorme
importancia.

El descubrimiento de que las actitudes siguen a las
conductas, y viceversa, emerge de la suposición,
ampliamente demostrada, de que los individuos desean preservar la
consistencia lógica en sus puntos de vista sobre ellos
mismos y sobre su entorno. Algunas teorías sobre la
"consistencia cognitiva" han llegado a ser importantes en el
pensamiento psicosociológico, al subrayar la idea de que
los individuos prefieren pensar que sus acciones son coherentes
con sus creencias, y que si perciben inconsistencia entre ambas,
"disonancia cognitiva", tratan de reducirla lógicamente,
modificando las creencias antes que las acciones.

A través de la investigación
empírica, los psicólogos sociales intentan
comprender las condiciones bajo las que las personas descubren la
disonancia y en las que intentarán reducirla mediante el
cambio de actitudes básicas. Los estudios que apoyan la
teoría de la disonancia predicen que las actitudes de un
individuo hacia un grupo social pueden modificarse si se induce a
aquél a modificar su conducta hacia el grupo; el cambio de
actitudes representa los esfuerzos que el individuo realiza para
que sus ideas sobre ese grupo coincidan con el modo en que se ha
comportado con sus miembros.

¿Puede usted cambiar las actitudes desfavorables
de los empleados? ¡A veces! Depende de quién sea
usted, de la fuerza de la actitud del empleado, de la magnitud
del cambio y de la técnica que elija para intentarlo.
(Fleming y Levie, W.H, 1993)

Es más probable que los empleados respondan a los
esfuerzos para lograr un cambio si éstos los hace una
persona que les agrade, y que sea creíble y convincente.
Si usted le agrada a la gente, es más factible que se
identifiquen con usted y adopten su mensaje. La credibilidad
implica confianza, habilidad y objetividad. De manera que es
más probable que usted logre cambiar la actitud de un
empleado si ese empleado considera que usted es creíble,
que sabe de lo que habla y que es imparcial en su
presentación. Por último, se puede lograr con
éxito un cambio de actitud si se presentan los argumentos
en forma clara y persuasiva.

Es más fácil cambiar la actitud de un
empleado si éste no está comprometido fuertemente
con dicha actitud. A la inversa, cuanto más fuerte sea la
creencia respecto de la actitud, más difícil
será cambiarla. Además, las actitudes que se han
expresado públicamente son más difíciles de
cambiar, porque exigen reconocer que uno se ha
equivocado.

Es más fácil cambiar las actitudes cuando
el cambio no es muy significativo. Pero conseguir que un empleado
acepte una nueva actitud que varía mucho de su
posición actual, exige más esfuerzo. También
puede amenazar otras actitudes profundas y crear una mayor
disonancia.

No todas las técnicas para el cambio de actitud
son igualmente eficaces en todas las situaciones. Las
técnicas de persuasión oral son más eficaces
cuando uno usa un tono positivo y lleno de tacto, presenta una
fuerte evidencia que apoye su posición, modela su
argumento para ajustarse al oyente, utiliza la lógica, y
apoya su evidencia apelando a los temores, frustraciones y otras
emociones del empleado. Pero es más probable que la gente
haga suyo el cambio cuando lo puede experimentar. Las sesiones de
capacitación, donde los empleados comparten y personalizan
sus experiencias y practican un nuevo comportamiento, pueden ser
poderosos estimulantes para el cambio. De acuerdo con la
teoría de la autopercepción, los cambios en el
comportamiento pueden llevar a cambios en las
actitudes.

El problema de la modificación de las actitudes
está de manera general estrechamente ligado con el de su
formación, es decir, no podemos separar los agentes de
modificación de los agentes de formación, ya que se
supone que el hombre, a lo largo de la vida va adquiriendo y
modificando actitudes en virtud de ciertos influjos que debemos
determinar.

El análisis del cambio de actitudes exige el
planteamiento inicial de qué tipo de cambio queremos
lograr por lo que podemos hablar de dos tipos de
cambio:

  • 1. Cambio congruente

  • 2. Cambio incongruente

Podemos denominarlos de una forma, pero lo fundamental
es que por cambio congruente entendemos los intentos de modificar
actitudes en el mismo sentido que tienen originalmente,
sólo que mediante cierto reforzamiento las hacemos
más firmes, más estables, o más extremas. El
cambio incongruente, por el contrario, se trata de modificar
radicalmente la actitud de manera tal que cambie de signo, o sea,
que si era positiva o favorable se convierta en negativa o
desfavorable, y a la inversa.

El primer tipo de cambio resulta evidentemente
más sencillo de lograr que el segundo, ya que las
actitudes de los individuos están constantemente
reforzadas, generalmente por los agentes de cambio que
intervinieron en su formación: la familia, la escuela, la
clase social, el grupo, el sistema social , etc y por otra parte,
es más fácil al individuo someterse a aceptar un
cambio congruente que uno incongruente, ya que este último
implica con frecuencia choques con el ambiente o una
reorganización total del sistema de actitudes del
sujeto.

Por otra parte existen factores generales que
intervienen en el cambio de actitudes, resumidos en los aspectos
siguientes:

  • a) Características del sistema de
    actitudes: En este sentido deben considerarse la intensidad
    de la actitud a estudiar; su grado de complejidad o
    simplicidad; su interrelación con otras actitudes al
    integrarse a un sistema determinado; la consistencia de la
    actitud en relación con sus componentes o su
    estructura interna; la consonancia o congruencia de la
    actitud con otras actitudes dentro del sistema; el valor
    instrumental de la actitud, su capacidad para satisfacer
    necesidades y motivos del sujeto; la centralidad de la
    actitud, es decir, su posición dentro del sistema que
    la puede hacer más o menos vinculada al sistema de
    valores sociales.

  • b) Personalidad del sujeto: Esta incluye su
    inteligencia, escolaridad y vocabulario como capacidades para
    captar el sentido de los mensajes o comunicaciones; sus
    sistema defensivos frente a los intentos de modificar sus
    actitudes; sus necesidades, que lo llevan a la
    autoexposición a los mensajes y sus estilos
    cognitivos, que producen la curiosidad, el deseo de saber, el
    sentido crítico; su persuabilidad.

  • c) Características del grupo: estas
    incluyen el grado de exigencia del grupo respecto a la
    aceptación de sus normas y por tanto, a la
    incorporación de las actitudes predominantes en el
    grupo; la necesidad de afiliación del individuo a un
    grupo determinado y por tanto, el costo psicológico
    que significa dejarlo o ser expulsado del mismo; visibilidad
    de la actitud se refiere hasta que punto se expresa la
    actitud o se establece un compromiso entre el individuo y el
    grupo respecto a determinada actitud, mediante el cual el
    sujeto se compromete públicamente ante su grupo con
    una actitud dada

Conclusiones

  • Después de analizar los conceptos que
    aparecen en la literatura revisada, a juicio de la autora, es
    la actitud una tendencia a la acción que adopta una
    persona al evaluar de manera positiva o negativa objetos,
    asuntos controvertidos, personas, grupos o instituciones, por
    consiguiente las actitudes laborales son entonces
    evaluaciones positivas o negativas que la gente hace sobre su
    trabajo o su empresa. La satisfacción en el trabajo es
    la actitud que más se ha metido en las
    organizaciones.

  • Las actitudes suelen considerarse como algo
    modificable. El cambio de ellas representa los esfuerzos que
    el individuo realiza para que sus ideas sobre ese grupo
    coincidan con el modo en que se ha comportado con sus
    miembros.

 

 

Autor:

Licenciada en Informática Vanessa Perdomo
Rosales

Dr. C Adilen Carpio Camacho

Licenciada Nayrovis del Valle Verde
Ramos

 

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