La Angustia Señal y la Comunión con los Astros

"Los relojes biológicos o los
ritmos circadianos son elementos esenciales que regulan
nuestras funciones vitales y la de
otros animales". El Determinismo
Cósmico. (FEFL)

La angustia
señal

"Cuando la ansiedad se vuelve
demasiado abrumadora, es entonces el lugar del ego de emplear
mecanismos de defensa para proteger al
individuo. Sentimientos
de culpa, vergüenza y la
vergüenza a menudo acompañan a la
sensación de ansiedad. En el primer libro definitivo
sobre los mecanismos de defensa, El Ego y los Mecanismos de
Defensa (1936), Anna Freud reintrodujo el concepto de
angustia señal, ella declaró que "no era
directamente una tensión conflictiva, sino una
señal que ocurre en el ego de una tensión
instintiva anticipada". La función de
señalización de la ansiedad es vista como un tema
crucial y biológicamente adaptada para advertir al
organismo de peligro o una amenaza para su equilibrio. La
ansiedad se siente como un aumento de la tensión corporal
o mental y la señal de que el organismo recibe de esta
forma le permite la posibilidad de tomar medidas defensivas hacia
el peligro percibido. Los mecanismos de defensa trabajan por
impulsos que distorsionan la Identificación en forma
aceptable, o por un bloqueo inconsciente o consciente de estos
impulso". (Para leer más:
http://en.wikipedia.org/wiki/Defence_mechanism).

Un principio fundamental de la
teoría psicoanalítica — y podría decirse
de una teoría completa de la mente — es la existencia de
un inconsciente psicológico. Años de
descripciones anecdóticas sobre la naturaleza de los
procesos inconscientes han facilitado el desarrollo del
psicoanálisis como método terapéutico,
aunque no como disciplina científica. 

No obstante, investigaciones
empíricas de los procesos mentales inconscientes, no han
progresado a la par con la investigación
clínica.

Con pocas excepciones, los esfuerzos
llevados a cabo para comprender los, procesos inconscientes —
mediante rigurosos ejercicios experimentales — han permanecido
fuera del ámbito psicoanalítico, donde,
sólo, recientemente, han comenzado a
proliferar.

El psicoanálisis, hasta el presente,
ha sido refractario a la investigación científica
del modo que la reconocemos.

Aunque lo último no fuera compartido
por el mismo Freud.
(http://www.mailxmail.com/curso-kunh-futuro-pensamiento-neurocientifico/proyecto-psicologia-cientifica)

El inconsciente y
los síntomas

"El psicoanálisis es el
descifrar nuestras emociones y conflictos más
recónditos desplegados en torno a lo
inconsciente. Sus investigaciones llevaron a Freud a
comprender que si una persona era capaz de admitir esos
contenidos inconscientes podían desaparecer los
síntomas que perjudican el bienestar psicológico,
pero observó que era difícil conseguirlo, ya que el
paciente oponía resistencias. De ahí la
necesidad de crear un dispositivo para vencer esos frenos. Para
el psicoanálisis, un síntoma es el dato que revela
que algo no marcha bien. A partir de esos síntomas y de
las interpretaciones facilitadas por el terapeuta, el individuo
comienza a descubrirse, a conciliarse consigo mismo y a dar con
las claves que le permitirán estructurar mejor
su personalidad y su vida. Según la
técnica psicoanalítica, descubrir lo inconsciente
alivia los síntomas y permite un cambio profundo
en la persona, que descubre que ha estado llevando una
vida alejada de sus necesidades, objetivos, deseos o
preferencias, y le ayuda a tomar decisiones orientadas a que su
vida se aproxime más a ellos". (Para ver más:
http://www.monografias.com/trabajos50/psicoanalisis/psicoanalisis#incons)

En este trabajo, un enfoque
interdisciplinario se efectúa hacia el entendimiento de un
aspecto del funcionamiento mental inconsciente, lo que A. Freud
denominó originalmente angustia señal
("signal anxiety"). La angustia señal se
examina utilizando la información proveniente de la
psicología cognitiva, la teoría del aprendizaje, la
psicofisiología, la neurociencia del comportamiento y la
teoría psicoanalítica. 

Aunque el concepto original de la angustia
señal es apoyada por investigaciones nuevas, se concluye
que esta angustia señal es probablemente la mejor idea de
cómo no se explica el efecto de la ansiedad
neurótica, sino como un subconjunto de los procesos
mentales involuntarios que tienen una función de
indicación de peligro
anticipándolo. 

http://www.medicalnewstoday.com/printerfriendlynews.php?newsid=238508

Expresándolo de otra manera, que
esta ansiedad puede ser categorizada como una pulsión
refleja — no derivada de conflictos opuestos por mecanismos
defensivos — compartida con otros géneros animales, al
servicio del proceso de la auto-preservación.

Werner Heisenberg (1901-1976)

Prosiguiendo

El ser humano, por su curiosidad innata y
capacidad de abstracción — desde que conocemos su
historia — ha mantenido un vínculo importante con el
espacio infinito del que nuestro planeta y su vida forman
parte.

El objetivo de esta disertación
será, asimismo, poner en nueva perspectiva, la influencia
que los astros han ejercido en nuestro pensamiento,
comportamiento y destinos y de cómo su
contemplación puede asistirnos cuando la fe — componente
importante de nuestras vidas instintivas — nos pretende
desertar.

La importancia de
la Astronomía

La Astronomía — derivada de la
capacidad de abstracción — nació al mismo tiempo
que la humanidad. Los hombres primitivos se maravillaron con el
espectáculo que ofrecía el firmamento y los
fenómenos que allí se presentaban. Ante la
imposibilidad de encontrarles explicación alguna,
éstos se asociaron con la magia, buscando en el Cielo la
razón y la causa de los fenómenos ocurridos en la
Tierra. Todo lo antedicho, junto con la superstición y el
poder que daba tratar de leer nuestros destinos en las estrellas
— perteneciente al campo de la astrología —
dominaría las creencias de nuestros antepasados por
milenios.

El cielo resultaba prodigioso e
incomprensible.

Contemplar el firmamento con
admiración y, convencidos de su influencia en la vida
humana, yacería la fundación de las primeras
creencias religiosas.

Astronomía:
¿magia, religión, o ciencia?

Buena pregunta…

El astrónomo por Jan
Vermeer (1632-1675)

La periodicidad en la sucesión de
las fases de la Luna condujo a la institución del mes
lunar; de donde surgió la determinación
cíclica del período de la mujer — algo que, para
nuestros remotos antepasados, no sería mera
coincidencia.

La mujer, a su vez, fue investida — en
ojos de los miembros de la tribu — con las propiedades
extraordinarias, y asimismo con los tabús, que aún
forman parte de su esencia.

La regularidad en la salida y la puesta del
Sol, así como su trayectoria de levante a poniente,
resultaría en la noción del día solar lo que
resultó en establecer un sistema preciso de calcular el
tiempo.

La Astronomía en la
antigüedad

La observación de los astros
solucionó los problemas inmediatos de las primeras
civilizaciones: la necesidad de establecer con alguna
precisión las épocas adecuadas para sembrar y
recolectar las cosechas, para las celebraciones y cultos, y para
orientarse en las expediciones y marchas nómadas, lo que
para animales y aves migratorias fuera libre de problemas, ya que
estos hacían las mismas determinaciones de manera
instintiva.

Modelo Estructural de Freud

Pronto, el conocimiento de los movimientos
cíclicos del Sol, la Luna y las Estrellas mostraron su
utilidad para la predicción de ciertos fenómenos,
como fueran el curso de las Estaciones, de cuyo conocimiento
dependía la supervivencia de cualquier grupo
humano.

La
incertidumbre

Respondiendo al hecho de que el
fenómeno de la entropía, como segunda ley de la
termodinámica — que explica la tendencia al
desequilibrio, inherente al que gravita todo sistema estable —
nos proponemos a explorar en qué consiste el principio de
la incertidumbre, otro concepto teórico fundamental y de
importancia singular para nuestro designio en esta
ponencia.

Para nosotros, quienes laboramos frente al
espejismo incierto que nos transmiten las emociones humanas —
forjando una teoría de mente — ser versados en las
ciencias es imprescindible, el entendimiento de las aplicaciones
de la astrofísica es fundamental.

Heisenberg y el Principio
de Incertidumbre

El físico alemán Werner K.
Heisenberg es conocido por formular el Principio de
Incertidumbre, una contribución importante al desarrollo
de la teoría cuántica.

El ser humano en
búsqueda de una definición

De acuerdo a Heisenberg, como sucede con el
universo mismo, nosotros no somos entidades estáticas,
sino que somos substancias palpitantes y dinámicas siempre
en expectación de la evolución y el cambio, y —
para quienes los aplican y los entienden — de los efectos en
nuestras vidas de los principios de la Incertidumbre y de la
Entropía.

Ablutomania

Principio de
Incertidumbre

"En mecánica
cuántica, la relación de
indeterminación de Heisenberg o principio de
incertidumbre establece el límite más
allá del cual los conceptos de la física
clásica no pueden ser empleados. Sucintamente, afirma
que no se puede determinar, en términos de la
física clásica, simultáneamente y con
precisión arbitraria, ciertos pares de variables
físicas, como son, por ejemplo, la posición y el
momento lineal (cantidad de movimiento) de un objeto dado. En
otras palabras, cuanta mayor certeza se busca en determinar la
posición de una partícula, menos se conoce su
cantidad de movimiento lineal y, por tanto, su velocidad. Esto
implica que las partículas, en su
movimiento, no tienen asociada una trayectoria definida
como lo tienen en la física newtoniana. Este principio fue
enunciado por Werner Heisenberg en 1927."
(http://es.wikipedia.org/wiki/Heisenberg).

A lo que añadimos, desde un punto de
vista que toma en cuenta el funcionamiento
psicológico:

"Uno de
los principios más aceptados por escolares que
se dedican al entendimiento de la psicopatología del ser
humano, es el de la Incertidumbre. Principio el cual, debido a
sus carencias propias de manifestaciones claras, se reconoce por
el provoque de ansiedad y de síntomas de
angustia.

Este "Principio de la Incertidumbre"
opera de un modo dinámico, cuyas líneas
de desarrollo han sido bien estudiadas.

Del modo como procede es el siguiente:
Las falta de signos concretos y
de señales claras en cualquier situación
humana, producen ansiedades que derivan del sentimiento
angustiante de no discernirse con certeza cuáles son los
chances de salir airoso cuando se arrostra la situación
confrontada". (Para leer más:
http://www.monografias.com/trabajos50/remuneracion-justa/remuneracion-justa2

En el Universo todo cambia y todos quienes
lo habitamos, con éste, asimismo
cambiamos…

Mirando hacia el firmamento y contemplando
la paz, belleza y armonía del infinito, para muchos es un
método de renovar sus energías y de combatir las
incertidumbres ciertas que la vida nos depara.

El pensamiento
mágico y el pensamiento científico
revisitados

Nuestras rutas y derroteros, en nuestras
existencias breves y limitadas, están iluminadas por lo
que conocemos, basados en la ciencia pura y reflexiva, y en los
conocimientos que derivamos de nuestro pensamiento
mágico-instintivo-intuitivo. Guiados por ese mismo
pensamiento que nos dicta que las cosas poseen esencias, que los
objetos están dotados de energías, que el
pensamiento se transmite — y que eventos y hechos
extraordinarios frecuentemente suceden, a pesar de que en su
apariencia no conformen a las leyes naturales y físicas
conocidas — que los milagros ocurren, aunque no sea con la
frecuencia espectacular con que el charlatán los
proclama.

Tan importante es el pensamiento
mágico/intuitivo, que la mayoría de los pensadores
científicos — Leonardo y Freud entre ellos — de toda
época lo consideraron digno de su atención y de su
interés como lo fueran los fenómenos probados que
ellos mismos explicaran con asombrosa certitud. (Véase la
Regla de los Árboles de da Vinci:
http://www.physorg.com/news/2011-11-uncovering-da-vinci-trees.html)

La historia
clínica heurística esta vez es la de
Genoveva

Genoveva (nombre cambiado) nació a
mediados del siglo pasado, cuando sus padres vivieran en la
ciudad de Santiago de los Caballeros, en la cercanía del
Parque Central, en una cuadra donde tropeles de nombres ilustres
surgieron en tiempos pasados. Su nombre completo fue dado como:
Eulalia Teresa Genoveva de Jesús, seguido por los
apellidos de su padre y luego el de su madre, como entonces se
acostumbrara.

En la casa, en que además de ella,
sus hermanos y sus progenitores vivían, también
residían una hermana solterona de la mamá, las dos
abuelas, ya viudas, y un séquito de sirvientas que
trabajaban al servicio de la familia.

Relatividad por M C Escher
(1898-1972)

Beva (su apodo de niña)
creció "para vestir santos", para ser monja.
Decisión que hiciera sin el aliento de nadie, ya que fue
la única de los hermanos que no se educó en un
colegio de religiosas.

La familia tenía conexiones en el
extranjero, y para su noviciado, prefirieron que ella se mudara a
España, donde se ordenó de Carmelita
Descalza.

Todos los familiares inmediatos estuvieron
presentes para la gloriosa ocasión.

La llegada a los Estados
Unidos

Cuando se necesitaran monjas para una
misión de enfermeras graduadas, recién establecida
en Baltimore, Sor Teresa (como enfermera calificada)
ofreció sus servicios haciendo el viaje a esa ciudad
remota. Allí se alojó con las Hermanas de la
Caridad en el, entonces famoso, Seton Psychiatric
Institute donde yo me entrenaba bajo el prestigioso Leo H.
Bartemeier.

Las coincidencias y las
simetrías

La coincidencia no fue que ella hubiese
nacido en la cercanía de mi hogar en Santiago, sino que
Sor Teresa se convirtió en el primer caso que yo atendiera
del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) con ablutomania, del que
padeciera en secreto desde su adolescencia, y cuyo implacable
dolor psicológico fue determinante en su decisión
por la vocación religiosa.

Mortificada por el impedimento serio que
sus rituales le imponían, la joven religiosa
consideró ahorcar los hábitos y retornar a la vida
secular. Su existencia era dominada, entonces, por un impulso
incontrolable de lavarse las manos, hasta que éstas
sangraran y de repetir frases blasfemas en su mente — lo que a
nadie lo había confiado por miedos y
escrúpulos.

Hizo penitencias, se flageló, hizo
promesas, sin que nada la ayudara, mientras que proseguía
en su terapia en la que desarrollara muchos entendimientos acerca
de sí misma, aunque nada sustantivo, en la mejoría
de los síntomas, sucediera.

Foto añeja de las Hijas de la
Caridad posando frente a Seton

La
premonición

Como neófito en el arte de la
terapia psicoanalítica, yo no estaba satisfecho con el
progreso de mi paciente, a pesar de que, en su resignación
sin límites, Beva me alentaba expresando su confianza en
mí y recordándome que "estas cosas
sobrevinieron con el tiempo y [que] tomará tiempo
para resolverlas". El sufrimiento, que la joven monja
padeciera, me hacía sentir impotente, porque deseaba
aliviar sus ansiedades y no sabía cómo
lograrlo.

¿Serendipia o
entropía?

Una mañana — después de mi
ausencia por el mes de agosto — llorando, la joven mujer
religiosa entró a mi oficina en el piso más alto de
la estructura gótica que era Seton Institute. Me
dijo que había notado que sus pensamientos impíos
recurrían con mayor frecuencia, que había
desarrollado tics de apariencias faciales y guturales, y que
temía comer porque la comida podría estar
contaminada por bacterias. Había ostensiblemente perdido
muchas libras de peso y reportó la cesación de sus
períodos.

La incertidumbre

Para mis supervisores, y aún para
mí, temíamos ser testigos de un proceso
psicótico severo — lo que fuera extraño era que
la paciente careciera de todos los síntomas
clásicos de la enfermedad que sospecháramos: la
esquizofrenia.

Los albures

Buscando algo para entender lo que, a mi
paciente afligía, acudí al Dr. Walter Jahrreiss, un
vetusto psicoanalista de origen alemán que servía
como supervisor en nuestro programa.

Reunión de
astrólogos

Éste me aconsejó que buscara
en la biblioteca del Instituto algo acerca de las contribuciones
de Georges Gilles de la Tourette, médico francés
que había estudiado la anorexia psicogénica o
nervosa y el síndrome que lleva su nombre.

La trayectoria se
altera

Armado con nuevos conocimientos,
procedí a seguir el tratamiento usando medicaciones
específicas (ßbloqueadores) que hicieron
que las obsesiones y los tics remitieran con un retorno temprano
de Sor Teresa a sus quehaceres habituales.

En resumen

Más adelante, durante su terapia,
Sor Teresa me informó que ella, en su
desesperación, solía pasar las noches contemplando
el firmamento desde su alcoba porque no podía
dormir.

En sus vigilas había encontrado una
estrella que en su titilación le "decía" que ella
estaba encaminada y siendo guiada por manos expertas. Que no
perdiera las esperanzas — lo único que, a veces temiera,
fue que yo perdiera las mías.

Mi hallazgo de serendipia acerca de la
asociación de la anorexia y el síndrome de Tourette
fue publicado en el International Journal of Eating
Disorders abriendo una ventana de oportunidad para el
entendimiento de ambas condiciones.

Si los fenómenos físicos nos
influyen o no, y si las coincidencias nos afectan, es algo que
uno debe de decidir por su propia cuenta. Para mí la
respuesta es que sí…

La angustia señal es
prueba.

Venus
anadiómena por Tiziano (1477-1576)

Una vieja
misiva

Lucero de la alborada. Venus, estrella
añorada

La carta que hoy se reproduce la usamos para ilustrar
cómo evoluciona el tratamiento de la "depresión
exógena". Las palabras de esta paciente son genuinas, sus
detalles personales se alteraron para ocultar su
identidad.

"Santo Domingo DN (03/07/95)

"Mi querido doctor:

"Son las 5:00 de la mañana y me acabo de
despertar. Hoy salí al balcón de mi apartamento y
me dije a mí misma: "Estoy viviendo". Cuando era
niña era tímida, callada y estudiosa, me encantaba
leer y lo que más feliz me hacía era levantarme
todos los días a esta misma hora y salir (escondida de mi
padre que decía que [eso] era peligroso) al patio de mi
casa, adoraba sentir la brisa de la mañana y, como estaba
aún oscuro, siempre me fijaba en una estrella grande en el
este (yo decía que ese era mi lucero, era bello, grande,
puro y siempre estaba ahí, y pensaba que cuando yo fuera
grande sería como él). Ahí me quedaba hasta
que amanecía y como a eso de las 6:00 AM, ya saliendo el
sol, unos pajaritos iban a los árboles de mi casa y
cantaban, desde que esto sucedía, entraba yo a la casa
pues sabía que pronto [mi papá] se
despertaría. Ese es el más lindo recuerdo que tengo
de mi niñez… pues era mi mayor
felicidad.

"Hoy, sentí de nuevo esa alegría
tranquila pues sentí la brisa fresca y vi mi lucero. No
puedo esperar [a] ver los pajaritos aquí en la ciudad,
pero no importa, ellos cantan en mi mente. Para mí es como
si los últimos años [de mi vida] yo hubiese estado
dormida, dejándome llevar por el tren de la vida, sin
poder manejarlo. No sé, pero es como si la brisa, los
libros, el lucero, el amanecer, todo, hubiese desaparecido desde
este planeta, pues aunque estaban ahí, yo no los
podía apreciar. Y qué bueno es apreciar, sentir con
alegría las cosas que la vida me da. Antes, me gustaba ir
a una escuela de un barrio pobre en mi ciudad y me hacía
feliz el poder jugar con esos niños, dejé de ir
porque [me] decía que eso me estaba deprimiendo, pero sabe
qué hoy tengo deseos de ir pues sé que mis amigos
van a estar allá y quiero demostrarme [a mí misma]
que no me va a deprimir.

Estrella de la mañana

"Me siento como si estuviese naciendo de
nuevo.

"Poder beber las bellezas de la Naturaleza, poder
concentrarme en una buena lectura, poder reír con el
corazón, poder compartir con otros y gozar con lo que
ellos gozan, poder hacer reír a otros son de las cosas que
me dicen: "No quiero dejar de despertar. La vida me da muchas
cosas y [tengo] muchos años por delante, y mi única
responsabilidad es ponerle vida a esos años". Con amor,
alegría e inteligencia (que, modestia aparte sé que
la tengo) se que podré "vivre" mucho.

"Para concluir sólo quiero decirle "gracias"
Usted ha sido el lucero que salió en medio de mi noche
obscura y [que] ha ido devolviendo en mí lo que ahora
mismo es mi mayor felicidad: ¡Vivir! Cada vez que hablo con
usted es como si muriera una hora más de mi noche obscura.
Por todas las veces que usted me ha dado permiso para llorar, por
todas sus llamadas telefónicas, por sus palabras de
ánimo, por las sonrisas suyas y la de su esposa, le
estaré eternamente agradecida. Gracias, mi muy querido
Doctor."

Así terminaría esta carta, cuando
después de haberla rubricado, Eugenia (como llamaremos a
la autora) añadió las siguientes
palabras:

"A mis hijos les encantará tener a un abuelo
como usted."

En nuestro grupo de apoyo mutuo, el cual se
reunía todos los martes, esta misiva se discutió, y
ahí, fuese donde se decidió que debería de
ser diseminada para el beneficio de otras personas quienes
aún habitan las regiones obscuras de una
depresión.

Una de las preguntas diagnósticas que hacemos a
pacientes quienes parecen "sufrir" (sin saberlo), de problemas
con el narcisismo, es la siguiente: "¿Puedes nombrar a
alguna persona, cuya vida ha sido mejorada por algo que tú
le hayas hecho?". Las respuestas, a veces son asombrosas. En este
caso no lo fue.

El famoso escritor norteamericano William Styron, en una
de sus obras famosas describe la oscuridad sórdida y
aterrorizante del estado depresivo… pues, entonces:
¡Qué se haga la luz!… (Y dijo Dios: "Sea la
luz; y fue la luz". Génesis 1:3)

Nota:

La estrella de nuestro grupo de apoyo mutuo, y el lucero
de la mañana, al que Eugenia se refiere en su carta, es
Venus de la mitología romana. Diosa de los jardines y de
las cosechas. Luego, habiendo sido identificada con Afrodita, la
deidad griega del amor y de la belleza. Durante los tiempos del
Imperio se le rendía culto de muchas maneras. Como Venus
Genetrix se le veneraba como la madre del héroe Eneas,
fundador del pueblo romano. Como Venus Felix, la proveedora de la
buena fortuna, como Venus Victrix la que aseguraba las victorias,
y como Venus Venticordia la protectora de la virtud femenina…
Venus era asimismo la madre de Cupido el dios del
Amor.

Fin de la lección

Bibliografía

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  the Theory of Sexuality SE

•  Freud, A: (1937) El Ego y los
  Mecanismos de Defensa Hogarth Press y el Instituto
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  Sabiduría: Lo que nos Hace Sentir que Somos
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  Dis. Vol., No. 3, Spring 1984. Pp. 89-93

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• Larocca, FEF: Magia: Forma Arcaica
  de Explicar Nuestros Misterios en
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• Larocca, FEF: La Sincronía y
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• Larocca, FEF: Psicosis
  Mono-sintomática, la Lexicografía y el
  Nacimiento de un Diccionario en
  monografías.com

• Larocca, FEF: La Depresión
  Anancástica y su Importancia Diagnóstica
  en monografías.com

Autor:

Dr. Félix E. F.
Larocca