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El Feminicidio en la República Dominicana



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Planteamiento del problema
  3. Justificación
  4. Marco
    Teórico
  5. República Dominicana tiene mayor
    número de feminicidios en el Caribe
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Bibliografía
  9. Cronograma

Introducción

A partir de la promulgación de la ley 24-97, se
introduce en el derecho penal dominicano la tipificación
de la violencia contra la mujer, sin embargo, los índices
de violencia de género nos muestran fallas en el sistema,
producto de que la aplicación de esta legislación
se hace difícil por la falta de mecanismos efectivos
dentro de la sociedad y del sistema de derecho.

La situación que presenta el feminicidio en
nuestro país es grave. La muerte de 131 mujeres en un
año desborda a toda la sociedad, y obliga a todas las
instituciones de poder, a promover acciones desde la perspectiva
de los derechos humanos de las mujeres, como una cuestión
de justicia social, de salud y de educación. Las
instancias de poder deberán coordinar acciones con la
sociedad civil para preparar estructuras que, a corto, mediano y
largo plazo, puedan dar respuesta al fenómeno de la
violencia de género.

La violencia contra las mujeres se constituye en un
elemento importante del sistema patriarcal, conforma la base del
mensaje de socialización en la masculinidad y se
manifiesta desde las maneras más sutiles hasta el
asesinato de mujeres o feminicidio.

El 27 de enero de 1997, con la promulgación de la
Ley 24-97, la República Dominicana se sitúa entre
los países de la región y del mundo que han
modificado las legislaciones para favorecer a las mujeres y al
igual que ellos, integra al sistema de derecho nacional la
visibilización del tema de la violencia de género.
Además, en ese mismo año se introdujeron otras
leyes de acción afirmativa, como la de cuotas y la de
reforma agraria que otorga la posibilidad de título de
propiedad parcelera a las mujeres.

El 27 de enero de 1997, con la promulgación de la
Ley 24-97, la República Dominicana se sitúa entre
los países de la región y del mundo que han
modificado las legislaciones para favorecer a las mujeres y al
igual que ellos, integra al sistema de derecho nacional la
visibilización del tema de la violencia de género.
Además, en ese mismo año se introdujeron otras
leyes de acción afirmativa, como la de cuotas y la de
reforma agraria que otorga la posibilidad de título de
propiedad parcelera a las mujeres.

Los cambios legislativos de 1997, introducidos a partir
de la normativa, han producido la apertura de tímidas
respuestas estructurales en la que se han ido creando espacios
más o menos interesantes, lo que unido al trabajo
realizado por el movimiento de mujeres y algunas ONGs, desde
antes de la promulgación de la ley 24-97, conforman una
plataforma mínima de vinculación a lo
formal.

Planteamiento del
problema

Una vez establecido que el concepto feminicidio es el de
uso en la República Dominicana, por razones de costumbre,
se coincide en la necesidad de introducirlo en la normativa para
descubrir definitivamente el significado de un crimen que tiene
bases diferentes a las del homicidio conocido en nuestra
legislación. René Garraud, uno de los
doctrinólogos franceses más estudiados por los
abogados y abogadas en nuestro país, en su Traité
Theorique et Practique du Droit Penal Francais, edición de
1924, se refiere a los elementos constitutivos del homicidio,
identificándolos en número de tres: a) la
preexistencia de una vida humana destruida; b) un hecho
voluntario del hombre, causa eficiente de la muerte de otro
hombre, o elemento material; y c) la intención determinada
por parte del autor de producir este resultado o animus necandi.
(Pérez M.; 1983:17)

El animus necandi, es el dolo o elemento moral exigido
en el homicidio de nuestro derecho penal, de origen
francés y arraigado en la normativa de la Francia del
siglo XIX, se reconoce como el designio de dar muerte a una
persona, y es voluntario, intencional y específico,
convirtiéndose en el elemento clave del
homicidio.

En el caso del feminicidio, se está frente a una
intención que sobrepasa el dolo del homicidio por las
connotaciones asociadas a las diferentes violencias de
género que establecen un continuo de violencia contra las
mujeres, que va desde la violación sexual, la violencia
doméstica y de pareja, el acoso sexual, el incesto, el uso
de las mujeres en la pornografía, entre otros, como formas
de la opresión hecha a las mujeres y teniendo en cuenta
que estas modalidades son una propuesta unilateral del hombre a
la mujer, desde el momento en que terminan con la vida de ella,
se convierte en un feminicidio. (Carcedo; 2001:12)

El dolo del feminicidio, está presente en la
categoría masculinidad violenta, es el resultado de una
socialización en el sexismo y conforma una
sintomatología socio cultural compleja, fundamentada en el
poder masculino sobre las mujeres, caracterizando las violencias
previas capaces de terminar en el asesinato de una mujer. Por lo
tanto, se definirá siempre como asesinato, por la
premeditación implicada y la característica de
"muerte anunciada", sobre todo, en el caso de los feminicidios
íntimos, tal y como se verá más adelante. El
hombre violento, que maltrata física o emocionalmente,
sabe que mata algún día, por lo tanto, mantiene una
intención permanente y dolosa.

Finalmente, cuando se habla de violencia intrafamiliar,
debe preocupar a la sociedad entera su trascendencia al entorno
inmediato y el espacio ideal que constituye la familia para la
perpetuación del modelo cultural violento. Varios estudios
indican que la violencia doméstica contra la mujer tiene
consecuencias para sus hijos/as, ya sea como testigos o
víctimas de ella. Estas consecuencias se traducen en
problemas de conducta, problemas escolares y falta de
relación positiva con los compañeros (Jaffe, Wolfe
y Wilson, 1990)[9]. Los niños expuestos a la violencia
contra sus madres tienen igualmente dificultades de
adaptación al medio escolar, incluyendo el ausentismo.
Además del hecho de ser testigos, la victimización
de los niños también perpetúa el ciclo de la
violencia por otros caminos. Se sabe que los niños que
sufren abusos sexuales tienen una escasa autoestima, incapacidad
para rechazar las relaciones sexuales no deseadas y
comportamientos autodestructivos, entre ellos el abuso del
alcohol y las drogas. Igualmente hay una estrecha relación
con la depresión, otros problemas mentales y el abuso
posterior.

Objetivos

OBJETIVO GENERAL

Determinar las causas y consecuencias del feminicidio en
RD.

OBJETIVOS ESPECIFICOS.

  • ESTABLECER LAS ORGANIZACIONES QUE TRABAJAN EN R D
    para erradicar el feminicidio.

  • Determinar cual es el sexo que sufre mas
    violencia.

  • Buscar soluciones a la cantidad de feminicidios
    ocurridos en RD.

Justificación

La irrupción en el panorama nacional dominicano
de un potencial asesino en serie, que habría ultimado en
los últimos diez días a cuatro mujeres,
presumiblemente trabajadoras sexuales, agrega perversidad y
dramatismo al problema de la violencia contra las mujeres en este
país donde, pese a esfuerzos innegables, el crimen contra
ellas no cesa.

En una población de algo más de ocho y
medio millones de habitantes, cada 36 horas una mujer ha sido
baleada, acuchillada o ha perecido golpeada solamente en el mes
de enero.

Otras han aparecido muertas, con su cabeza machacada,
cual parece ser el modus operandi del asesino de Villa Mella y
Boca Chica, dos poblaciones muy cercanas a la capital dominicana,
a menos de una hora del centro, hacia el este, la primera urbana
y la otra de playa turística.

Aunque detalles morbosos no agregan mayores elementos,
hasta ahora las cuatro víctimas halladas han sido lanzadas
en parajes deshabitados, semidesnudas y con evidencias de
violación, según el dictamen forense, lo que
contribuye al clima de intranquilidad donde, no obstante, hay
múltiples matices.

La joven magistrada Roxanna Reyes, procuradora general
adjunta para Asuntos de la Mujer, asegura a SEMlac que la
disminución del 35 por ciento de los femicidios
íntimos, y que un número importante de las
denuncias de las mujeres en el presente, (sean por violencia
psicológica y verbal), habla de los avances que se van
logrando. "Las mujeres no esperan a que les den, cuando observan
que eso viene, van y denuncian", precisa.

La jurista, quien lidera el tema desde
hace casi cuatro años en el Ministerio Público,
mencionó la expresión "femicidios íntimos",
término muy debatido porque enmascara la real
dimensión del problema, si se considera que mujer muerta
es mujer asesinada, sea en una riña callejera o en el
interior

La doctora Reyes Acosta resaltó, sin embargo, "la
trascendencia jurídica de que la noción femicidio
esté aceptada en la terminología pública y
en los medios de difusión", pese a no estar contenida en
Códigos y leyes de país.

"Sabemos bien cuánto le cuesta a una mujer ir a
denunciar, pero cada una que lo hace está consiguiendo
alejar muchísimo la posibilidad de que ese hombre que la
amenaza, que le grita u ofende, llegue a asesinarla",
agregó.

Según la clasificación establecida por la
Procuraduría General de la República, los
femicidios generales son la sumatoria de los femicidios
íntimos y los no íntimos, considerados entre estos
los asesinatos cometidos por hombres o mujeres con quienes la
víctima no tenía ninguna relación pasional.
En esta categoría caen robos, riñas, violaciones
sexuales y hechos ocurridos de manera accidental.

Para la Procuradora, uno de los problemas que afronta en
su trabajo es la falta de recursos: "las limitaciones en el
presupuesto hacen que, por más que yo quiera, no pueda ser
más ejecutiva. No puedo exigirles a los Fiscales si no
tengo herramientas que darles, ni cómo cuidarlos y
cuidarlas, porque se necesita pensar también en los
riesgos del Ministerio Público", comenta.

Reyes tiene, por demás, otras insatisfacciones:
"el Ministerio de Salud Pública tiene que acabar de
entender que la violencia es un problema de salud. Hay un
protocolo que no se aplica. Si médicos y psicólogos
no hacen su parte, las víctimas resultan revictimizadas. Y
también al Ministerio de la Mujer le toca hacer
más", agrega.

El personal de salud no observa ni aplica adecuadamente
las Normas para el Tratamiento de la Violencia. La mayoría
de los casos que llegan a sus manos no son reportados ni reciben
seguimiento, pese al trauma y las consecuencias que suponen tales
actos para la salud de las mujeres.

Una frustración frecuente entre quienes intentan
frenar la violencia en República Dominicana se relaciona
con la actuación de los y las juezas que, no pocas veces,
parecen proteger a femicidas y abusadores al propiciarles
impunidad con tecnicismos legales.

La Procuradora General Adjunta para Asuntos de la Mujer
no suscribe ese punto de vista, aunque reconoce que hay razones
en la gente para sustentarlo. Ella cree que "estamos avanzando
como nunca" y elogia la labor de la presidenta de la
Comisión de la Mujer del Poder Judicial, Eglis Smurdoc,
con quien ha conseguido coordinaciones positivas para la causa
que defienden.

"Poco puede hacer el Ministerio Público cuando se
realizan todos los esfuerzos preparando un caso y luego -so
pretexto de la imparcialidad- los jueces los desestiman y no
actúan consecuentemente, de acuerdo con la Ley. Creo que
se ha ido logrando una mayor sensibilización y se va
reconociendo que un caso de violencia contra la mujer o un
femicidio no puede ser visto ni juzgado como una bronca callejera
o como el robo de una cartera…", argumenta.

República Dominicana tiene desde 1997 una Ley
contra la Violencia Intrafamiliar que no satisface completamente
a quienes entienden el problema, pero ofrece pautas para
sanciones ejemplarizantes. Esas, sin embargo, suelen faltar en la
mayoría de los juicios.

Las Denuncias No Bastan

Sólo en la capital, Santo Domingo, con una
población total de 913.540 habitantes, las denuncias de
este tipo de abusos llegaron a 6.475 el pasado año. Aunque
no se han informado hasta ahora los datos de 2010, las evidencias
hacen presumir que será superada.

Más allá de las estadísticas, los
pasos para que una mujer consiga una orden de protección
-incluida que ella misma haga la notificación al agresor-
son tan tortuosos que no pocas desisten antes de hacer la
denuncia.

Así opina la abogada feminista Susi Pola, quien
participó los días 15 y 16 de marzo en un encuentro
en El Salvador con la Relatora de Naciones Unidas para la
Violencia contra la mujer. Allí presentó un tema,
justamente, sobre femicidios, sobre lo cual habló en
diálogo con SEMlac.

  • Al conocer de manera directa de las situaciones que
    viven las mujeres de otros países de
    Mesoamérica y el Caribe, ¿cómo
    valoraría las realidades dominicanas?

  • En lo que respecta a la violencia contra la mujer,
    estamos muy mal. Cuesta trabajo creer que un país como
    el nuestro, donde hay una legislación penal
    específica desde hace más de 12 años;
    donde el sistema de atención desde la justicia tiene
    una estructura mínima; donde la mayoría de los
    femicidios por violencia contra la mujer son íntimos;
    y donde casi el total de esos crímenes están
    registrados en la justicia, tengamos índices altos de
    impunidad y los asesinatos de mujeres vayan en
    incremento.

Hay que trabajar en la capacitación de los y las
servidores y servidoras, con el registro y las
estadísticas; pero, sobre todo, hay que asegurar una buena
asesoría de género, por personas preparadas. Es
imprescindible que la administración del Estado
transversalice sus programas, proyectos y también las
evaluaciones con enfoques de género.

Marco
Teórico

El Feminicidio en la Republica
Dominicana

Cada día y medio se comete un feminicidio en la
Republica Dominicana.

Entre 2003 y 2009, el número feminicidios en
Centroamérica y la República Dominicana
"prácticamente se duplicó", ya que pasaron de un
total de mil 6 a registrarse unos 2 mil sólo en tres
países.

El asesinato de mujeres en el que incurre un componente
de género, conocido como "feminicidio", y la trata de
personas, son dos fenómenos al alza en los países
de Centroamérica, una región en la que,
además, crece la presencia femenina realizando trabajos
domésticos en condiciones precarias.

La violencia es un acto de maltrato que debiera estar ya
desterrado en una sociedad "civilizada". Lamentablemente, se
sigue actuando como si fuera el único medio, a
través del cual muchos hacen oír su voz, mientras
que quienes son afectados han de seguir aguantando.

La mayoría de los crímenes y agravios en
la sociedad tienen como factor principal la manifestación
de la violencia intrafamiliar. Se ve a diario como madres y
padres dañan tanto física como
psicológicamente a sus hijos y viceversa, creando de ese
modo personas violentas.

El término feminicidio se conoce en el
país desde mediados de los años ochenta cuando el
Movimiento Social de Mujeres comenzó a utilizarlo. Tras la
realización del primer estudio sobre el feminicidio en la
República Dominicana, a partir de una consulta en el
país y con algunas de las feministas de la región,
se optó por mantener este neologismo y conceptualizarlo
como los asesinatos de mujeres por razones de
género.

El feminicidio es una categoría teórica,
desarrollada en los estudios de género por un conjunto de
investigadoras, de las cuales las más conocidas, las que
dieron difusión al tema, sobre todo en la década
pasada fueron Jill Radford y Diana Russell, autoras del libro
"Femicide: The Politics of Woman Killing", es un libro que es una
antología sobre el feminicidio en distintos lugares del
mundo y ellas recogen esta problemática, la sistematizan y
la teorizan.

Conceptualización del
Feminicidio

El término feminicidio se acuñó en
el movimiento feminista internacional, con el fin de identificar
los asesinatos donde las mujeres son las víctimas debido
al afán de control y dominación que sobre ellas
ejerce su agresor, utilizándose la terminología en
todos los casos de homicidio de mujeres en razón de su
género.

Feminicidio o femicidio es un neologismo creado a
través de la traducción de los vocablos ingleses
"femicide" o "gendercide" y se refiere a la muerte evitable de
mujeres que pretende, dentro de la esfera de la violencia contra
la mujer, ir más allá del concepto tradicional de
las acciones violentas contra las mujeres para englobar otras
conductas, que habitualmente no son tenidas en cuenta como, por
ejemplo, la falta de atención médica a problemas
sanitarios femeninos en algunos países. Se trata de
crímenes de odio contra mujeres.

Habitualmente el término no es realmente
entendido y se utiliza como la feminización del
homicidio.

Las mujeres entre los 15 y los 44 años tienen una
mayor probabilidad de ser mutiladas o asesinadas por hombres que
de morir de cáncer, malaria, accidentes de tráfico
o guerra combinados.

La mayoría de las mujeres son violadas y algunas
mutiladas, torturadas o incluso descuartizadas.

De acuerdo al Centro de Ginebra para el Control
Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF) entre 113 y 200
millones de mujeres desaparecen
demográficamente.

El feminicidio no sólo comprende los asesinatos,
sino que abarca el conjunto de hechos violentos contra las
mujeres, muchas de las cuales son supervivientes de atentados
violentos contra su entorno, sus bienes, contra ellas mismas;
encontramos pues, supervivientes del feminicidio de las que se
habla muy poco, casi diríamos que cuando se dice por
ahí "casi la mató a golpes" tendríamos una
superviviente del feminicidio, por lo tanto en el mundo hay
millones de mujeres supervivientes.

¿Como se conforma el
Feminicidio?

El feminicidio se conforma en una violencia social
contra las mujeres; en la sociedad se acepta que haya violencia
contra las mujeres, la sociedad ignora, silencia, invisibiliza,
desvaloriza, le quita importancia a la violencia contra las
mujeres y a veces las comunidades (familia, barrios, cualquier
forma de organización social) minimizan la violencia y
tienen mecanismos violentos de relación y trato con las
mujeres.

La sociedad está organizada de tal manera que la
violencia forma parte de las relaciones de parentesco, de las
relaciones laborales, de las relaciones educativas, de las
relaciones en general de la sociedad. La cultura refuerza de una
y mil maneras esta violencia como algo natural, hay un refuerzo
permanente de imágenes, enfoques, explicaciones que
legitiman la violencia, estamos ante una violencia ilegal pero
legítima, esta es una de las claves del
feminicidio.

Otra clave es que en estos casos de violencia se llega a
la muerte de las mujeres en casos más extremos, pero no en
todos, por lo tanto el feminicidio no sólo comprende los
asesinatos, sino que abarca el conjunto de hechos violentos
contra las mujeres, muchas de las cuales son supervivientes de
atentados violentos contra su entorno, sus bienes, contra ellas
mismas; encontramos pues, supervivientes del feminicidio de las
que se habla muy poco, casi diríamos que cuando se dice
por ahí "casi la mató a golpes" tendríamos
una superviviente del feminicidio, por lo tanto en el mundo hay
millones de mujeres supervivientes.

El feminicidio se compone también de muertes
anunciadas, podemos saber los lugares álgidos donde hay
más riesgo para las mujeres, se debe hacer una
geografía del feminicidio en Dominicana, para detectar
cuáles son los lugares donde se han presentado más
delitos contra mujeres, más formas de violencia contra
mujeres, más denuncias de mujeres y otros indicadores: en
qué lugares las mujeres están en condición
de mayor precariedad, en qué lugares los hombres tiene
posiciones de mayor supremacía y de comportamiento
violento, y así estamos construyendo una
antropogeografía del feminicidio para poder prevenir,
desmontar los fenómenos que producen estos terribles
asesinatos de niñas y de mujeres.

Clasificación del Feminicidio en
Dominicana

En República Dominicana se establecieron varias
categorías de feminicidio:

  • Feminicidio Intimo: Son aquellos asesinatos
    cometidos por hombres con quien la víctima
    tenía o tuvo una relación íntima,
    familiar, de convivencia, o afines a éstas.

  • Feminicidio no Intimo: Son aquellos
    asesinatos cometidos por hombres con quienes la
    víctima no tenía relaciones íntimas,
    familiares, de convivencia, o afines a éstas.
    Frecuentemente, el femicidio no íntimo involucra el
    ataque sexual de la víctima.

  • Feminicidio por Conexión:
    Además del femicidio íntimo y el no
    íntimo, existe una tercera categoría para
    clasificar las muertes por femicidio: los feminicidios por
    conexión. Con esta categoría se hace referencia
    a las mujeres que fueron asesinadas "en la línea de
    fuego" de un hombre tratando de matar o maltratar a una
    mujer. Este es el caso de mujeres parientes, niñas u
    otras mujeres que trataron de intervenir o que simplemente
    fueron atrapadas en la Acción del femicida.

No Cesan Feminicidios en Republica
Dominicana

La irrupción en el panorama nacional dominicano
de un potencial asesino en serie, que habría ultimado en
los últimos diez días a cuatro mujeres,
presumiblemente trabajadoras sexuales, agrega perversidad y
dramatismo al problema de la violencia contra las mujeres en este
país donde, pese a esfuerzos innegables, el crimen contra
ellas no cesa.

En una población de algo más de ocho y
medio millones de habitantes, cada 36 horas una mujer ha sido
baleada, acuchillada o ha perecido golpeada solamente en el mes
de enero.

Otras han aparecido muertas, con su cabeza machacada,
cual parece ser el modus operandi del asesino de Villa Mella y
Boca Chica, dos poblaciones muy cercanas a la capital dominicana,
a menos de una hora del centro, hacia el este, la primera urbana
y la otra de playa turística.

Aunque detalles morbosos no agregan mayores elementos,
hasta ahora las cuatro víctimas halladas han sido lanzadas
en parajes deshabitados, semidesnudas y con evidencias de
violación, según el dictamen forense, lo que
contribuye al clima de intranquilidad donde, no obstante, hay
múltiples matices.

La joven magistrada Roxanna Reyes, procuradora general
adjunta para Asuntos de la Mujer, asegura a SEMlac que la
disminución del 35 por ciento de los femicidios
íntimos, y que un número importante de las
denuncias de las mujeres en el presente, (sean por violencia
psicológica y verbal), habla de los avances que se van
logrando. "Las mujeres no esperan a que les den, cuando observan
que eso viene, van y denuncian", precisa.

La jurista, quien lidera el tema desde hace casi cuatro
años en el Ministerio Público, mencionó la
expresión "femicidios íntimos", término muy
debatido porque enmascara la real dimensión del problema,
si se considera que mujer muerta es mujer asesinada, sea en una
riña callejera o en el interior del hogar.

En esa lógica, los asesinatos así
clasificados habrían sido 92 el año pasado y los
generales 199, mientras que sólo en enero los primeros
fueron 12 y los generales 18.

La doctora Reyes Acosta resaltó, sin embargo, "la
trascendencia jurídica de que la noción femicidio
esté aceptada en la terminología pública y
en los medios de difusión", pese a no estar contenida en
Códigos y leyes de país.

"Sabemos bien cuánto le cuesta a una mujer ir a
denunciar, pero cada una que lo hace está consiguiendo
alejar muchísimo la posibilidad de que ese hombre que la
amenaza, que le grita u ofende, llegue a asesinarla",
agregó.

Según la clasificación establecida por la
Procuraduría General de la República, los
femicidios generales son la sumatoria de los femicidios
íntimos y los no íntimos, considerados entre estos
los asesinatos cometidos por hombres o mujeres con quienes la
víctima no tenía ninguna relación pasional.
En esta categoría caen robos, riñas, violaciones
sexuales y hechos ocurridos de manera accidental.

Para la Procuradora, uno de los problemas que afronta en
su trabajo es la falta de recursos: "las limitaciones en el
presupuesto hacen que, por más que yo quiera, no pueda ser
más ejecutiva. No puedo exigirles a los Fiscales si no
tengo herramientas que darles, ni cómo cuidarlos y
cuidarlas, porque se necesita pensar también en los
riesgos del Ministerio Público", comenta.

Reyes tiene, por demás, otras insatisfacciones:
"el Ministerio de Salud Pública tiene que acabar de
entender que la violencia es un problema de salud. Hay un
protocolo que no se aplica. Si médicos y psicólogos
no hacen su parte, las víctimas resultan revictimizadas. Y
también al Ministerio de la Mujer le toca hacer
más", agrega.

El personal de salud no observa ni aplica adecuadamente
las Normas para el Tratamiento de la Violencia. La mayoría
de los casos que llegan a sus manos no son reportados ni reciben
seguimiento, pese al trauma y las consecuencias que suponen tales
actos para la salud de las mujeres.

Una frustración frecuente entre quienes intentan
frenar la violencia en República Dominicana se relaciona
con la actuación de los y las juezas que, no pocas veces,
parecen proteger a femicidas y abusadores al propiciarles
impunidad con tecnicismos legales.

La Procuradora General Adjunta para Asuntos de la Mujer
no suscribe ese punto de vista, aunque reconoce que hay razones
en la gente para sustentarlo. Ella cree que "estamos avanzando
como nunca" y elogia la labor de la presidenta de la
Comisión de la Mujer del Poder Judicial, Eglis Smurdoc,
con quien ha conseguido coordinaciones positivas para la causa
que defienden.

"Poco puede hacer el Ministerio Público cuando se
realizan todos los esfuerzos preparando un caso y luego -so
pretexto de la imparcialidad- los jueces los desestiman y no
actúan consecuentemente, de acuerdo con la Ley. Creo que
se ha ido logrando una mayor sensibilización y se va
reconociendo que un caso de violencia contra la mujer o un
femicidio no puede ser visto ni juzgado como una bronca callejera
o como el robo de una cartera…", argumenta.

República Dominicana tiene desde 1997 una Ley
contra la Violencia Intrafamiliar que no satisface completamente
a quienes entienden el problema, pero ofrece pautas para
sanciones ejemplarizantes. Esas, sin embargo, suelen faltar en la
mayoría de los juicios.

Las Denuncias No Bastan

Sólo en la capital, Santo Domingo, con una
población total de 913.540 habitantes, las denuncias de
este tipo de abusos llegaron a 6.475 el pasado año. Aunque
no se han informado hasta ahora los datos de 2010, las evidencias
hacen presumir que será superada.

Más allá de las estadísticas, los
pasos para que una mujer consiga una orden de protección
-incluida que ella misma haga la notificación al agresor-
son tan tortuosos que no pocas desisten antes de hacer la
denuncia.

Así opina la abogada feminista Susi Pola, quien
participó los días 15 y 16 de marzo en un encuentro
en El Salvador con la Relatora de Naciones Unidas para la
Violencia contra la mujer. Allí presentó un tema,
justamente, sobre femicidios, sobre lo cual habló en
diálogo con SEMlac.

  • Al conocer de manera directa de las situaciones que
    viven las mujeres de otros países de
    Mesoamérica y el Caribe, ¿cómo
    valoraría las realidades dominicanas?

  • En lo que respecta a la violencia contra la mujer,
    estamos muy mal. Cuesta trabajo creer que un país como
    el nuestro, donde hay una legislación penal
    específica desde hace más de 12 años;
    donde el sistema de atención desde la justicia tiene
    una estructura mínima; donde la mayoría de los
    femicidios por violencia contra la mujer son íntimos;
    y donde casi el total de esos crímenes están
    registrados en la justicia, tengamos índices altos de
    impunidad y los asesinatos de mujeres vayan en
    incremento.

Hay que trabajar en la capacitación de los y las
servidores y servidoras, con el registro y las
estadísticas; pero, sobre todo, hay que asegurar una buena
asesoría de género, por personas preparadas. Es
imprescindible que la administración del Estado
transversalice sus programas, proyectos y también las
evaluaciones con enfoques de género.

  • Pese a que pareciera haber más femicidios por
    la recurrencia con que se reflejan en la prensa, algunos
    criterios autorizados afirman que no, que la
    disminución es notable. ¿Usted cómo lo
    ve?

  • No, no es una impresión, es verdad que van en
    aumento. Basta con analizar los datos. Y eso que son los
    datos oficiales, ¡de un sistema de registros que
    aún es ciego al género!

  • Es importante que todas las personas que trabajan
    con las estadísticas de muerte violenta se capaciten
    para transversalizar los datos y para poder utilizar los
    instrumentos creados, cuyos indicadores para nada sirven
    porque nadie los anota cuando recoge a las víctimas.
    Debe haber un acuerdo entre las instituciones vinculadas con
    el proceso y, en este sentido, en República Dominicana
    falta el aporte de Salud Pública, que no acaba de
    enterarse que la violencia contra la mujer es un problema
    grave de salud.

Nombrar el Problema

En algunos foros expertos se discute si,
conceptualmente, deben considerarse esta violencia y abusos como
"violencia de género", o si, por el contrario, tal
calificación esfumina el hecho y lo mete en un saco que no
se corresponde con la gravedad del crimen, por lo cual se reclama
el uso del término violencia contra la mujer.

Para la académica Lourdes Contreras, directora
del Centro de Estudios de Género de la Universidad INTEC,
"en este, como en cualquier otro tema, el uso de los conceptos
remite a líneas de pensamiento, enfoques e
ideología", asegura a SEMlac.

En su opinión, al no diferenciar los
términos de violencia basada en género y violencia
contra las mujeres, tiende a darse cierta confusión,
derivada de "poner en un mismo plano los conceptos
género-mujer, que evade la esencia de que el concepto
género remite a la relación social entre hombres y
mujeres, que jerarquiza lo masculino", agrega.

"Por otro lado, en referencia a la violencia contra las
mujeres, hay un posicionamiento político sobre el poder
entre hombres y mujeres, que de alguna manera ubica la
procedencia de las formas sistemáticas de
dominación patriarcal y permite acercarse a las
raíces del problema", comenta a SEMlac.

La profesora, reconocida feminista y militante de
izquierda, cree que hay que hablar de mujeres. "De esa misma
manera vale marcar la brecha entre el uso del término
violencia contra la mujer o contra las mujeres, ya que cuando se
explicita 'las mujeres' se trata de evidenciar las desigualdades
de otra naturaleza que confluyen en su condición y
posición, al observarse la cuestión de clases
sociales, origen étnico o nacional, entre otros factores
que también son de mucha importancia".

Es por ello que Contreras se inclina al uso del
término violencia contra las mujeres, "trascendiendo al
tradicional enfoque de familia", pero además "desde la
consideración de que la transformación, el cambio
cultural, imponen el trabajo de prevención que permita
entender por qué y cómo hay que trabajar con los
hombres".

República
Dominicana tiene mayor número de feminicidios en el
Caribe

La República Dominicana es el país con el
mayor número de asesinatos de mujeres dentro del
ámbito doméstico con 22 mujeres por millón,
seguido de Panamá con 15 y Puerto Rico 12.

Centroamérica y El Caribe son dos de las
áreas del continente americano que experimentaron un mayor
índice de violencia contra las mujeres con resultado de
muerte, conocida como feminicidio, en el periodo comprendido
entre los años 2000 y 2006.

La conclusión se desprende de los datos
extraídos del III Informe Internacional "Violencia contra
la mujer en las relaciones de pareja", elaborado por el Centro
Reina Sofía, y presentado hoy en Madrid, en base al
estudio realizado en conjunto en 135 países del
mundo.

Concretamente, y según dicho informe, en 2006,
fueron asesinadas cuarenta mujeres por millón en todo el
continente americano, siendo los países con una mayor
prevalencia los centroamericanos y caribeños.

Así, El Salvador (129 mujeres por millón),
Guatemala (93) y Honduras (45), ocupan junto a Colombia,
único país destacado en el área sudamericana
con 50 mujeres por millón, los primeros puestos en cuanto
a feminicidios en general.

Respecto a los asesinatos de mujeres cometidos dentro
del ámbito doméstico, de los cuarenta países
estudiados, la mayor prevalencia la tuvieron la República
Dominicana (22 mujeres por millón), Panamá (15) y
Puerto Rico (12).

De los 35 países analizados en cuanto al
número de feminicidios ocurridos entre parejas o ex
parejas, el informe destaca que un 25,72 por ciento son
americanos, y una vez más son los pertenecientes al
área latinoamericana los que presentan los índices
más elevados.

Entre ellos, Puerto Rico, Honduras, Paraguay, Costa
Rica, Panamá, Colombia y Nicaragua se sitúan por
encima de la media, establecida por el estudio en cinco mujeres
asesinadas por millón en 2006.

En cuanto a la evolución del fenómeno del
feminicidio en los países de América Latina entre
los años 2000 y 2006, la República Dominicana
destaca como uno de los que ha experimentado un mayor incremento,
a pesar del descenso generalizado en el resto del
mundo.

México y Colombia encabezan la lista de los
países de la zona con un mayor número de mujeres
asesinadas en el ámbito doméstico, mientras que
éste último ocupa, además, el segundo puesto
en relación a los feminicidios entre parejas o ex
parejas.

Las armas blancas siguen siendo, en general, la
principal herramienta para matar, aunque en el caso de Puerto
Rico y Colombia los asesinos eligen con diferencia las armas de
fuego.

El estudio concluye además que, los países
latinoamericanos han avanzado mucho en la elaboración de
leyes contra el feminicidio, pero el principal problema sigue
siendo su ejecución, ya que, según las fuentes
consultadas, principalmente ONG que trabajan en la zona, seis de
cada diez jueces y fiscales no las aplican.

Feminicidios en República
Dominicana…… lacerante realidad

Roxanna Reyes, procuradora adjunta de la mujer, en una
entrevista concedida al Programa Telematutino 11, reveló
que "en el pasado año 2009 en nuestro país, los
feminicidios se redujeron en un 35%, con relación al
2008".

Sin embargo la procuradora adjunta no explicó
cuales fueron las fuentes de sus datos estadísticos, ni
las causales de la disminución.

El análisis frío y objetivo de las
estadísticas de los feminicidios en los años del
2005 hasta el 2009 según los datos publicados por la
Procuraduría General de la República, revelan una
tendencia ligeramente ascendente; aunque si comparamos los casos
registrados en el 2009, versus el 2008, hay una ligera
disminución de apenas de un 2.45% en los feminicidios
generales.

  • Casos de Feminicidios Generales por
    año según Estadísticas de la
    Procuraduría General de la República
    Dominicana. El mes de Diciembre del 2009 fue estimado. Con
    los datos publicados en el mes de Diciembre, los feminicidios
    generales ascendieron a 199.

  • Casos de Feminicidios Íntimos
    registrados por año, según Estadísticas
    de la Procuraduría General de la República
    Dominicana. Los datos de Diciembre del 2009, fueron
    estimados. Los casos reales ascendieron a 92.

  • Casos de Feminicidios No Íntimos
    registrados por año, según Estadísticas
    de la Procuraduría General de la República
    Dominicana. Los datos de Diciembre del 2009, fueron
    estimados.

  • Desde luego la explicación lógica es
    que no pueden disminuir los delitos cometidos contra la
    mujer, si no hay un cambio sustancial y profundo de las
    causales del delito. Niveles de educación
    vergonzantemente bajos, falta de políticas que
    favorezcan el desarrollo pleno de la mujer, con equidad de
    género, derecho a la vivienda, a la salud, derechos
    sexuales y derechos reproductivos, trabajo digno y con una
    justicia que responda con rapidez y energía frente a
    los abusos cometidos contra las mujeres, no hay ninguna
    posibilidad de disminuir los feminicidios.

  • El futuro inmediato no es promisorio. Si las fuerzas
    sanas de la sociedad y el movimiento de mujeres
    (fundamentalmente aquellas de las capas sociales media, media
    baja y baja), organizadas, motivadas y movilizadas, no toman
    en sus manos la bandera de lucha por sus derechos, hay muy
    poco que hacer, salvo aceptar como bueno y válido una
    sociedad podrida, donde las condiciones políticas,
    económicas y sociales son inaceptables. Solo aceptando
    la tétrica realidad podemos iniciar acciones serias de
    lucha por el cambio.

  • Publicado por blogspot.com en 17:18 Etiquetas:
    Abusos, derechos sexuales, Feminicidios, genero, Procuradora
    Adjunta. miércoles 31 de marzo de 2010.

Y también debemos conocer de que la violencia
contra las mujeres no es natural, que la podemos eliminar si
cambian las condiciones de vida de las mujeres, si cambian las
relaciones entre los géneros, si cambian las relaciones
del Estado con las mujeres, y desde luego en un sentido
democrático del género; ésta es la
propuesta, se dice muy rápido y muy sencillo y puede que
para quienes nos dedicamos a esto sea una obviedad, pero no lo es
para quienes no están aquí, para quienes se
comportan desde ideologías preestablecidas que no analizan
lo que está sucediendo, no hay estadísticas
suficientes e investigaciones sobre el problema.

La Ley 24-97

• Es de carácter penal

• Contempla algunas medidas civiles en las
órdenes de protección

• Contenido mayormente coercitivo.

• Contempla medidas para la modificación de
la conducta agresiva.

• Violencia Intrafamiliar: castiga
perpetrantes.

• Violencia Género contra las mujeres:
castiga hombres.

  • Artículo 3: Toda mujer tiene derecho a
    una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
    público como en el privado.

  • Artículo 4: Toda mujer tiene derecho
    al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de
    todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por
    los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos
    humanos.

  • Artículo 7: Los Estados Partes
    condenan todas las formas de violencia contra la mujer y
    convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin
    dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar
    y erradicar dicha violencia.

Instituciones de Apoyo en lo político
cultural

  • Diplomados CEG, INTEC y PACAM/PUCMM.

  • Inclusión género Escuela Nacional del
    M. P. titulados por la Universidad APEC.

  • Trabajo con empresas, CEG/INTEC y
    PROFAMILIA.

  • PROFAMILIA/NAM: programa de detección desde
    el 2001.

  • NAM/CURSA.

  • Ministerio de la Mujer.

  • La Secretaria de Estado de la Mujer
    (SEM).

  • CE-MUJER.

  • Confederación Nacional de Mujeres Campesinas
    (CONAMUCA).

  • Colectiva Mujer y Salud.

  • Confederación Nacional de Unidad Sindical
    (CNUS).

  • Confederación Nacional de Trabajadores
    Unificados (CNTU).

La eliminación de la violencia contra la mujer es
condición indispensable para su desarrollo individual y
social y su plena e igualitaria participación en todas las
esferas de vida.

En Republica Dominicana se Registran 51 Feminicidios
en lo que va de 2010

República Dominicana registró 51
asesinatos de mujeres a manos de sus parejas en lo que va de
2010, diez más que el pasado año por estas fechas,
dijo hoy la procuradora adjunta para Asuntos de la Mujer, Roxana
Reyes, quien manifestó el compromiso del Ministerio
Público para combatir este problema.

Partes: 1, 2

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