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Criminología (página 3)



Partes: 1, 2, 3

  • 2) El Biotipo. Las investigaciones
    hechas en base a la biotipología han llegado a
    conclusiones imprecisas, por lo tanto aquellos que tienen
    características temperamentales, creemos que ha hay
    escasas posibilidades de afirmar que existe estrecha
    relación entre constitución
    biotipológicas en inclinación hacia el
    alcoholismo peor si existe mucha diferencia cuando la
    estudiamos en forma individual por ejemplo.

  • – El esquizotímico. Hay prevalencia de
    causas internas según su propia psicología
    (descontento con el mundo y de la vida, angustia, deseo de huir
    del mundo, etc.)

    – Los ciclotímicos. En ellos suelen
    prevalecer las ambientales (imitación, mal ejemplo
    familiar, etc.)

    • 3) Enfermedades mentales o de otro
      género
      . Esto nos demuestra que el alcohol produce
      efecto mucho más profundos y duraderos en el individuo
      predispuesto por alguna enfermedad, sobre todo mental, en
      muchos casos las enfermedades son causas del alcoholismo y no
      su causa, esto nos conduce de que el alcohólico no
      deje de beber pese a que sufre penosas consecuencia, como la
      pérdida de trabajo, del prestigio, tormentos
      físicos y otras miserias.

    • 4) Deseo de huir de situaciones dolorosas de
      la vida
      . Y consiguientemente, de buscar en ciertos
      medios, como el alcohol y los estupefacientes, un remedio
      para dolores físicos y psíquicos.

    • 5) Por ansia de mayor felicidad. Por
      anhelo de placeres nuevos motivos estos que se encuentran no
      solo en las personas pobres o enfermas, sino que en personas
      de cultura refinadas y buena posición
      económica, al individuo que está cansado de la
      vida y que busca por todas partes la excitación de
      sensaciones nuevas, por ejemplo en la forma más
      aberrada en la excitación sexual.

    • 6) Transformación no advertida del
      bebedor en alcohólico
      . Sucede a menudo que una
      pequeña dosis de alcohol concluye por crear un
      hábito del que luego resulta imposible librarse y que
      exige siempre más para ser satisfecho, aquí lo
      único evidente es que uno no llega a saberlo, ni
      quererlo, al lado de estos factores individuales, existen
      otras causas prevalentemente externas.

    Factores externos.-

    • 1) La temperatura, sobre todo extremada,
      tanto el frío como el calor excesivo facilitan la
      asimilación del alcohol.

    • 2) El ambiente familiar, la
      imitación tiene carácter más acentuado,
      en muchos hogares en que los padres son alcohólicos,
      los hijos también lo sean y no por supuesta
      transmisión hereditaria sino por fuerza de la
      imitación.

    • 3) La situación económica,
      se puede hallar alcohólicos en todas las
      categorías económicas en número y
      calidad, los pobres para huir de las amarguras de la miseria
      a través de la embriaguez, entre los ricos existe un
      buen porcentaje de alcohólicos por razones ya
      expuestas.

    • 4) La moda, es otra forma de
      imitación de base más extendida, esto demuestra
      como el alcoholismo se va haciendo más común a
      través de costumbres sociales, está demostrado
      también que a raíz de la igualdad de los sexos,
      hubo un aumento desmesurado de éste vicio entre las
      mujeres.

    Formas de alcoholismo.-

    La división más aceptable, principalmente
    desde el punto de vista criminológico es la
    siguiente:

    • a) Embriaguez patológica. Es
      aquella que conduce, como su nombre lo indica, hasta estados
      patológicos, se dan inclusive delirios y
      alucinaciones. En lo criminal, acostumbra manifestarse por
      graves delitos de violencia sin causas aparente alguna o con
      causas desproporcionadamente pequeñas.

    • b) Embriaguez alcohólica aguda
      ordinaria
      . Es la menos grave de la que se enumera, se
      produce por ingestión relativamente considerable de
      alcohol, la que trae por consecuencia no sólo un
      trastorno en la composición química de la
      sangre sino también muchos síntomas
      psíquicos que la hacen semejar a las otras psicosis de
      origen tóxicos.

    • c) Alcoholismo crónico. Siempre
      el individuo presenta efecto de alcohol inclusive cuando el
      individuo no está ebrio, la degeneración
      personal es más profunda y permanente, y es resultado
      del uso continuo del alcohol, sus grados son muy variados;
      van desde sus inicios; cuando las alteraciones personales son
      apenas notadas en la familia o por los familiares, hasta los
      estados de demencia en que el manicomio es lugar obligado de
      internamiento.

    Síntomas del
    alcoholismo
    .-

    La ingestión de alcohol se manifiesta, en primer
    lugar, por las alteraciones producidas en la constitución
    química y en el funcionamiento del cuerpo. Las primeras
    dosis operan a modos de excitantes del sistema nervioso. Aumenta
    el número de pulsaciones cardíacas, se experimenta
    vasodilatación, aumento en la frecuencia respiratoria, es
    excitada la actividad funcional del tejido muscular, la
    secreción urinaria y (un poco menos), la salivar; la
    temperatura del cuerpo levemente desciende por la
    dispersión del calor producido por la
    vasodilatación.

    Las alteraciones químicas se evidencias
    principalmente en la sangre, que actúa como
    vehículo en la alteración de diversos tejidos,
    principalmente en el nervioso. Se nota gran excitación
    sexual, especialmente en el primer momento de la
    intoxicación aguda, pero con el progreso de ducha
    intoxicación puede fácilmente llegar al extremo
    opuesto, de la impotencia.

    Los nervios sensitivos funcionan cada vez con menos
    agudeza, especialmente los que atienden la sensibilidad
    dérmica, queda disminuido los sentidos del equilibrio, del
    movimiento.

    En cuanto a síntomas corporales y
    psíquicos encontramos la gastritis de defensa, con dolores
    de estómago, náuseas, etc., sobrevienen
    mitos que son verdaderas tentativas de defensa
    orgánica, los riñones, con la orina.

    A medida que el alcoholismo se agrava más o sea
    que alcance como forma de hábito crónico, estas
    características se agravan más ya se manifiesta
    desórdenes permanentes en el hígado, alteraciones
    en el tejido nervioso, atrofia de la corteza cerebral, trastornos
    en los riñones, órganos sexuales y otros de los
    sentidos.

    Anormalidades de acuerdo a los tipos de
    fenómenos psíquicos
    .-

    • 1º Vida representativa: La
      intoxicación se traduce en la pérdida de gran
      parte de la agudeza y precisión de los sentidos con la
      consecuencia de que se pierde simultáneamente claridad
      y precisión en los elementos básicos para la
      vida representativa superior, que son las sensaciones. Las
      imágenes se deslizan y encadenan
      velozmente.

    • Ilusiones y alucinaciones. Ambas
      anormalidades son síntomas de falta de
      adecuación al mundo real. Las imágenes
      resultantes son sumamente variadas, desde la muy agradable
      que se presenta en los primeros momentos de la
      intoxicación, hasta las terroríficas que se dan
      durante el delirium tremens. Las alucinaciones son de todos
      los tipos; visual, auditivo, dérmico y menos
      frecuentemente gustativo y olfativo.

    Del terror, del miedo, suele pasar a la reacción
    cuya comprensión también supondrá el estudio
    de la personalidad anterior del sujeto. En efecto hay individuos
    que se encierran en sí mismos, aterrados, pero
    también los hay que tienden a reaccionar violentamente
    contra la supuesta hostilidad ambiental. En cuanto al deseo de
    fuga del mundo, el aislamiento, llegando hasta el extremo del
    suicidio.

    • Delirios: Característica durante el
      período inicial del hábito, el alcoholismo
      crónico y la demencia alcohólica. En los
      primeros delirios generalmente de persecución, es
      posible que persista, en otros aspectos, la personalidad
      normal y que el paciente pueda seguir desempeñando su
      profesión u oficio, hay crisis de mal humor que dura
      largo tiempo. Desde el punto de vista criminológico,
      tienen gran relieve, en la intoxicación
      alcohólica, los delirios de celos que se presentan en
      la etapa crónica aunque se los puede a veces observar
      antes.

    El alcohólico, precisamente por el vicio de que
    es esclavo, causa repugnancia a propios y extraños,
    incluyendo a su esposa, amante. Esto ocurre a causa de la
    decadencia moral, de la brutalidad, su desconsideración,
    la tornan poco atractivo. El alcohol, en un comienzo, tiene
    acción afrodisíaca; esto significa que el hombre
    quiere realizar el acto continuamente, estos actos son
    prolongados porque el alcohol retrasa la eyaculación, por
    lo que resulta un martirio para la mujer. Luego, entre el
    instinto exacerbado y la falta de delicadeza moral y de
    inhibiciones, el alcohólico busca satisfacciones aberradas
    que repugnan al cónyuge que termina por odiar la
    intimidad. Esto lo advierte en alcohólico y no
    tardará en atribuir a la existencia de un amante a causa
    de la resistencia y falta de interés del cónyuge,
    esto a lo largo inclusive lo lleva a la clara infidelidad y no
    siempre sospechado entre personas ajenas al círculo
    familiar; y es señalado culpable el hijo, padre, hermano,
    etc. Este delirio lleva a la muerte o lesiones graves en el
    cónyuge, actos de alteraciones sexuales: sadismo,
    masoquismo, exhibicionismo, etc. Por otra parte, el coito
    excesivamente prolongado, puede ser tan doloroso como para llevar
    hasta el suicidio al cónyuge o al
    alcohólico.

    • La memoria: Se produce un progresivo
      debilitamiento de la memoria; se esto produce por falta de
      buenas percepciones de atención, de
      comprensión, sobre todo voluntaria, por la debilidad
      de la voluntad; por la confusión mental que se crea
      paulatinamente en el alcohólico habitual y en el
      crónico.

    • Delirium tremens: Es un síndrome de
      excitación psíquica con desorientación
      espacial y temporal, violentas alucinaciones (preferentemente
      visuales y táctiles), temblor corporal que
      acompaña este trastorno, se da principalmente en
      individuos de cuatro a más décadas de vida y
      que se hayan dedicado habitualmente a la bebida. La gravedad
      criminal no puede aumentar por el hecho de que el ataque de
      delirium tremens coincide, a veces, con ataques
      epilépticos.

    • 2º Vida afectiva: Para las dosis
      pequeñas de alcohol o en las etapas iniciales del
      alcoholismo crónico, se observa cierta tendencia a la
      euforia, a la felicidad, pero gradualmente, tal estado va
      tomándose de optimista en pesimista, apatía por
      el propio estado. Los enfermos sin faltar a las leyes de la
      honestidad, se limitan a descuidar los propios deberes, o la
      limpieza de una persona o las normas de cortesía,
      descuidan la vida pública y las luchas sociales, los
      sentimientos de religiosidad. En esta categoría se
      encuentran muchas pordioseras profesionales, ladrones
      habituales, madres que prostituyen a las hijas, padres
      incestuosos.

    • 3º Vida volitiva: Es el
      debilitamiento de la voluntad, se manifiesta sobre todo en la
      falta de frenos inhibitorios, esta ausencia de dominio sobre
      la conducta puede explicarse de la siguiente
      manera:

    • Falta de dominio del pensamiento sobre los
      músculos.

    • Por pérdida de la capacidad de
      valoración, sobretodo ética y
      estética.

    • Por debilidad de la voluntad propiamente dicha
      (capacidad de elección y principio de
      acción)

    Dipsomanía.-

    Es la anormal tendencia de beber, puede presentarse por
    muchos factores o causas, de los principales es el alcoholismo
    crónico. Pero la propia dipsomanía puede ser causa
    de alcoholismo, cuando es síntoma de la existencia de
    otras enfermedades mentales que agravan el cuadro total. La
    inclinación a las bebidas puede ser tan pronunciada que,
    para obtener su satisfacción, el ebrio no se
    detendrá ante consideraciones de honor, de vergüenza,
    ni siquiera ante delitos graves: finge, estafa, hurta,
    roba.

    El alcoholismo y otras enfermedades
    mentales.-

    La epilepsia no se manifiesta sino en circunstancias
    extraordinarias, bajo la influencia de emociones intensas. Puede
    también revelarse en forma de intolerancia o de
    reacción patológica al alcohol, el exceso del
    alcohol que provocan accesos convulsivos o crisis
    psíquicas, además de esto el alcoholismo tiene
    relación con varias enfermedades mentales, fuera de la
    epilepsia, ejemplo, la neurosis traumática, en la
    parálisis progresiva, en los estados de excitación
    maniática.

    Alcoholismo y la criminalidad.-

    El alcohol por sí solo no ha de considerarse como
    única causa importante para la ejecución del
    delito, sobre todo si éste es grave. Existen otras causas
    en relación con las cuales el alcoholismo es una fuerza
    más o una mera causa ocasional, por ello a veces sucede
    que entre los alcohólicos que han injerido la misma
    cantidad de alcohol, unos delinquen y otros no; esto es porque
    aquí llega a tallar la personalidad previa de los ebrios,
    la predisposición individual desempeña un papel
    importante, inclusive en la condición sine qua non del
    delito, para evitar confusiones, es preciso tener en cuenta que
    no siempre el delito y alcoholismo se manifiestan juntos, se
    puede atribuir aquél a éste ni siquiera como simple
    causa desencadenante, alcoholismo y delito son efectos de una
    causa común anterior. En los delitos culposos deriva de la
    falta de atención, coordinación, memoria, todos
    estos derivada del uso del alcohol, sobre todo en los delitos de
    tránsito, de omisión. De todo esto deducimos que el
    alcoholismo en cuanto a la criminalidad tiene más
    importancia que cualquier enfermedad mental.

    Consecuencia del consumo del alcohol.-

    Llamaremos criminalidad directa o directamente
    derivada del uso del alcohol: relación entre el estado
    alcohólico y el delito es evidente.

    Criminalidad indirecta: resulta del
    alcoholismo, pero a través de mecanismos más
    complicados y ocultos, difícil de establecer el nexo
    causal con el delito.

    Criminalidad por degeneración
    hereditaria.
    Como consecuencia del alcoholismo de los
    antepasados, presumiblemente trasmitido a sus descendientes la
    criminalidad o alguna anormalidad biológica favorable a la
    aparición de la criminalidad.

    • Criminalidad directa. En su base está
      la destrucción de la personalidad normal y su
      debilitamiento, consecuencia del uso del alcohol en todos los
      estados de embriaguez. La influencia de esta en la
      criminalidad es evidente en las llamadas curvas semanales de
      criminalidad, atribuibles, sobre todo en los delitos por
      lesiones, la mayor cantidad de alcohol que se consumen en los
      días feriados y fines de semana.

    • Criminalidad indirecta. Esta especie de
      criminalidad es más importante que la criminalidad
      directa, estos efectos indirectos son más serios que
      los directos, se manifiestan en la incapacidad de mantener a
      la propia familia y la deteriorización de la vida
      familiar primera causa indirecta a la delincuencia,
      empeoramiento del ambiente familiar, mal ejemplo de los
      padres a jóvenes y niños que están en
      edad de imitación, la familia es indisciplinada y para
      restablecerla se recurre a medios brutales, se pierde el
      respeto por el padre, la madre ebria y peor cuando ambos lo
      son, los niños salen por las calles parte de sus
      vidas, lejos del ambiente hogareño, se integra a
      bandas infanto juveniles y se dedican a pequeños
      delitos.

    • Criminalidad por degeneración
      hereditaria
      . En criminología, se complica, porque
      no se trata simplemente de establecer la relación
      alcoholismo-alcoholismo, sino también y quizás
      más importante, alcoholismo-delincuencia y
      delincuencia-alcoholismo. Los autores consideran no probada
      aún la influencia hereditaria del alcoholismo.
      Lombroso, no solo acepta esta tesis, sino que pretende
      ilustrarla con ejemplos escogidos a
      propósito.

    • Delincuencia derivada de la aplicación de
      erróneas medidas de represión del
      alcoholismo.

    • Arresto y multa. Las más ineficaces. Sufren
      los más pobres.

    • Prohibicionismo da lugar más bien a un
      incremento de la delincuencia.

    EMBRIAGUEZ ALCOHÓLICA

    Trastorno psíquico temporal de
    carácter tóxico que altera los procesos
    cognoscitivos y disminuye el control voluntario de los
    actos.

    CLASIFICACIÓN

    Fortuita. O involuntaria, es la ingestión
    de una o varias copas de alcohol, pero que para la naturaleza
    del sujeto es excesiva,
    razón que cae en embriaguez
    aguda. Es eximente.

    Culposa. O voluntaria. Ingestión ocasional
    o habitual sin moderación, pero sin intensión de
    embriagarse. Es atenuante, si es semiplena.

    Dolosa. O premeditada. Ingestión con
    intensión de cometer un delito o de obtener un eximente
    ("actio liberae in causa", CP, 19). No es eximente, en
    los demás casos es delito culposo.

    Plena. O completa, es el pleno estado de
    confusión donde el ebrio está privado totalmente de
    la inteligencia y carente completamente de la
    voluntad.

    Semiplena. O incompleta. Aún tiene
    capacidad de querer y comprender aunque no
    lucidamente.

    Drogadicción y
    criminalidad

    Estupefacientes.- Definición

    El término "toxicomanía" proviene del
    griego "toxicon", que significa "veneno", y del
    latín "mania", que sería algo así
    como una locura caracterizada por delirio y agitación. Es
    decir, etimológicamente, la toxicomanía
    sería una alteración mental que induce al individuo
    al consumo de un veneno.

    El Comité de Expertos de la Sociedad de las
    Naciones, en 1957, pronunció que la toxicomanía
    es un estado de intoxicación periódica o
    crónica, provocada por el empleo reiterado de ciertas
    sustancias tóxicas
    .

    Es digno destacar que se le otorga a las sustancias
    tóxicomanigenas la calidad del veneno, lo cual es
    correcto, toda vez que ellas poseen una marcada toxicidad propia
    (algunos la denominan "poder tóxicomanogeno", amén
    de la toxicidad derivada del uso prolongado o
    repetido.

    En el orden clínico, los franceses Antonine y
    Maurice Porot, definen: la toxicomanía es una
    apetencia normal y prolongada manifestada por ciertos sujetos
    hacia sustancias tóxicas cuyos efectos analgésicos,
    euforísticos o dinámicos han conocido
    accidentalmente o buscado voluntariamente; apetencia que se ve
    convertida en hábito tiránico y comporta, casi
    inevitablemente, un aumento progresivo de la
    dosis.

    El Comité de Expertos de la Organización
    Mundial de la Salud, dice: "…dependencia respecto a las
    drogas es el estado que resulta de la absorción de una
    droga, repetida periódicamente o
    continuamente
    ".

    Clasificación de los estupefacientes,
    propuesta en 1928 por Ludwing Levin quién dividió a
    estas sustancias en cinco grupos.

    • a) Euphorica.- Comprende los
      venenos sedativos del espíritu, tales como el opio y
      sus derivados: morfina, heroína, codeína,
      dionina. Dicho autor incluye en este grupo la cocaína,
      sobre la cual haremos luego una pequeña
      consideración.

    • b) Phantástica.-
      Comprende los venenos alucinatorios de los sentidos: LSD,
      mescalina (de ciertos cactus alucinógenos),
      psilocibina (de ciertos hongos alucinatorios) y, aunque
      ciertos permisionistas opinen lo contrario, la
      marihuana.

    • c) Inebrantia.- Se incluyen en
      este grupo los venenos embriagadores, como el alcohol y el
      éter, debiéndose incluir también los
      inhalantes, lamentablemente difundidos hoy entre los
      adolescentes (nafta, ésteres, hidrocarburos
      aromáticos, etcétera)

    • d) Hipnótica.- Comprende
      las sustancias narcóticas como los
      barbitúricos, benzodiacepinas, fenotiacinas,
      metaqualona, mazindol.

    • e) Exitantias.- Sustancias
      estimulantes del psiquismo, tales como la cocaína, las
      anfetaminas y el cath y, en menor grado, la cafeína y
      el tabaco.

    La drogodependencia y su relación con el
    delito.-

    La drogodependencia es un agente de incuestionable
    incidencia en la etiología. Cuando se habla de él
    es imposible dejar de hacer consideraciones acerca del rol que
    las drogas cumplen en su génesis y al tratar las
    toxicomanías no podemos omitir sus aspectos
    criminológicos.

    Si la criminología, como señala Laplaza,
    tiene por objeto no sólo ni específicamente el
    estudio del delito, sino que lo trasciende, ocupándose de
    la conducta humana peligrosa como fenómeno individual y
    social, en su descripción, diferenciación,
    correlaciones y causalidad, surge con claridad que las drogas
    ostentan un lugar de privilegio dentro de las múltiples y
    complejas causas criminógenas.

    La bibliografía se incrementa diariamente con
    aportes que no hacen sino reafirmar lo antes dicho, y la
    práctica profesional de todos aquellos que de alguna
    manera están relacionados con el tema lo
    ratifica.

    Un drogadicto, por el solo hecho de serlo, no debe ser
    visto como un delincuente, pero no se puede negar que tal
    condición lo enfrentará con más posibilidad
    y frecuencia con las conductas peligrosas e
    ilícitas.

    La acción negativa de la droga relaciona siempre,
    a quien está de cualquier forma vinculado con ella, con el
    delito, aunque no llegue a cometerlo.

    Si entendemos, con Grispigni, que "la peligrosidad
    criminal es la capacidad de una persona para convertirse con
    probabilidad en autora del delito" el adicto, sin dudas, la
    tiene. Todos representan una peligrosidad "latente", presta a
    materializarse ante circunstancias desencadenantes.

    En una de las conclusiones resultantes de los coloquios
    celebrados en Madrid en 1972, la Real Academia Nacional de
    Medicina de España, refiriéndose a la dependencia a
    drogas, expresó que "es una enfermedad social que
    está afectando especialmente a la juventud en la que causa
    daños físicos, psíquicos y sociales
    llevándola a hacer caso omiso de deberes familiares,
    laborales y morales". Este concepto, que debe ser plenamente
    compartido, sintetiza la incidencia de la droga en los dos
    factores del binomio "individuo – mundo circundante", que
    siempre deben ser analizados al estudiar la etiología del
    delito.

    No obstante lo expuesto, se leen y escuchan opiniones,
    no siempre cumplidas a nivel científico y muchas veces
    evidentemente tendenciosas y especulativas, que restan a
    determinadas drogas acción criminógena, siendo la
    marihuana la que por lo general se toma como ejemplo en la
    controversia.

    No nos debe extrañar esta actitud, ya que algunos
    inclusive, le adjudican a las drogas toxicomanígenas una
    "acción positiva atribuyéndole sus efectos
    negativos a la personalidad de quienes la usan y a la ineficacia
    de quienes deben ejercer el control del consumo.

    Nosotros consideramos que el toxicómano es
    siempre proclive a cometer delitos y a ser víctima de
    ellos y que la droga tiene probada idoneidad para cumplir
    distintos roles en la criminogénesis. La cárcel es
    así, junto con el hospital, el manicomio y el cementerio,
    el epílogo frecuente de la vida de estas desgraciadas
    personas. Sin embargo, la droga no es todo y debe considerarse un
    elemento más a tener en cuenta en el estudio
    criminológico.

    Sus efectos varían en los diferentes individuos y
    por lo tanto no es posible la generalización. Como en
    todos los aspectos, también en el que estamos ahora
    tratando es imprescindible estudiar la personalidad de base del
    adicto delincuente, que es la que "dará vida" a la
    droga.

    La historia criminológica debe seguir en estos
    casos sus lineamientos generales, debiendo prestarse particular
    atención al examen somatopsíquico del interno y a
    los estudios complementarios para satisfacer de la mejor manera
    posible la exigencia expresada en el párrafo
    precedente.

    Recordemos los principales capítulos con que ha
    de contar como mínimo, el estudio
    criminológico:

    • Antecedentes familiares;

    • Relaciones sociales (familiares y
      extrafamiliares);

    • Instrucción;

    • Vida laboral;

    • Antecedentes policiales y judiciales;

    Delito actual.-

    En este capítulo es aconsejable primero hacer una
    síntesis del delito de acuerdo a lo referido en el
    testimonio de sentencia y luego solicitar al procesado que
    exprese su versión del hecho, debe ser posible por
    escrito; Aspecto victiminólogo; Examen
    somatopsíquico
    : Se complementará con todos los
    estudios que se consideren necesarios
    (electroencefalografía, psicodiagnóstico,
    análisis clínicos, etc.); Información
    social
    .

    Con todos estos antecedentes, aportados por los
    distintos integrantes del equipo criminológico, se
    elaborarán las conclusiones de la historia
    criminológica. Ellas son:

    • Diagnóstico de personalidad;

    • Génesis delictiva;

    • Clasificación;

    • Pronóstico;

    Se ha señalado con acierto, refiriéndose
    al alcohol, "que en el fondo de una botella caben todos los
    delitos". Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que en el
    campo de las toxicomanías sucede lo mismo, pero a pesar de
    las copiosas citas bibliográficas careceremos de un
    sólido aval estadístico, debiendo señalar
    que esta falencia no se da sólo en nuestro medio, sino que
    se advierte en general, como lo destaca Pinatel.

    Los delitos relacionados con las "drogas" pueden
    distinguirse en:

    • 1) Los que se cometen bajo la influencia de la
      droga;

    • 2) Los que responden a la "necesidad" de
      conseguirla, condicionada por la sujeción del
      individuo a la droga, es decir, por la
      dependencia;

    • 3) Los previstos en la ley.

    Delitos cometidos bajo la influencia de la
    droga.-

    Las características modalidades guardan
    generalmente relación con el efecto que la acción
    tóxica de la droga produce en el sujeto. Serán
    actos violentos, cargados de agresividad cuando se esté
    bajo la influencia de un estimulante, que se traducirán en
    homicidios, lesiones, desacatos, etc. en muchos casos la
    presencia de otros componentes, como la ansiedad, el temor, el
    pánico, etc., dan al delito peculiares
    características.

    Bajo la acción de los depresores, es poco
    probable la comisión de delitos violentos, habida cuenta
    de la incidencia que tiene sobre la volición traducida en
    una merma de la actividad. Se encuentran aletargados, evadidos de
    la realidad, y en ese estado de ensoñación nada les
    importa que sea ajeno al "paraíso" en el que están
    inmersos; en cambio, los adictos a los opiáceos son muy
    peligrosos en la abstinencia.

    Los barbitúricos, en su cuadro de
    intoxicación aguda, pueden generar automatismos que llevan
    por este mecanismo a la comisión de delitos y
    también a la propia muerte al seguir ingiriendo la droga
    automática e inconscientemente hasta llegar a la dosis
    letal no buscada voluntariamente (falsos suicidas).

    Las perturbaciones perceptivas producidas por los
    alucinógenos ya sea por sí misma o generando
    delirios de distinto contenido son frecuentes causas de delito.
    Desde el conductor alucinado que produce un accidente fatal hasta
    el que mata ante visiones terroríficas y amenazantes,
    existe una gama de posibilidades.

    Los estados delirantes motivados por las drogas
    participan en la psicogénesis delictiva de la misma manera
    que lo hacen cuando responden a otra etiología.

    Las autoagresiones, que llegan al suicidio, son
    también frecuentes. La agresividad se dirige entonces
    hacia el mismo adicto, embargado en el trance generalmente por
    una gran ansiedad. Mientras un cocainómano, por ejemplo,
    preso de una alucinación visual enfrenta el "peligro" y no
    duda en atacarlo, otros "drogados" fugan aterrorizados frente a
    la amenaza y pueden arrojarse por la ventana.

    Existen casos donde la muerte aparenta a un suicidio. Al
    sentirse omnipotentes por el efecto del tóxico, no vacilan
    en colocarse en situaciones inequívocamente suicidas; tal
    el caso de una adolescente que se detuvo en el medio de una
    avenida muy transitada con sus brazos en alto con la
    intención de detener el tráfico que circulaba por
    ambas direcciones. La morgue judicial fue el lógico
    destino de la desgraciada niña, y la peritación
    toxicológica esclareció la real etiología
    del suceso.

    Delitos por omisión también pueden ser
    originados por drogas, ya sea por el efecto propio de las
    depresoras o el "paradójico" de los
    estimulantes.

    La asociación de drogas y de éstas con el
    alcohol potencializan el efecto criminógeno, pudiendo
    llegarse a niveles de extremada peligrosidad en
    psicópatas, epilépticos, postraumatizados
    cráneo-encefálicos, etc.

    Merecen especial atención, por la importancia
    médico-legal y psiquiátrico-forense que tienen, los
    delitos que pueden ser cometidos durante el efecto flash
    back
    , o sea, la reaparición de los síntomas
    psíquicos, propios de la intoxicación aguda sin
    participación de la droga hasta varios meses
    después del último consumo.

    Se produce así una reviviscencia de la
    situación ocurrida tiempo atrás, con las mismas
    posibilidades en el campo criminólogo abocado al estudio
    de la génesis delictiva.

    Sabemos que el organismo sufre las modificaciones
    específicas que la acción de las drogas le genera y
    en tal sentido se producen sus efectos, pero éstos pueden
    ser paradójicos y contrarios a los esperados, eventualidad
    que debe siempre considerarse para efectuar la correcta
    valoración de los hechos. Si una persona, por ejemplo,
    toma anfetaminas próximamente a la iniciación de un
    viaje, lo hará con el objeto de disminuir la
    sensación de fatiga y evitar dormirse en la ruta; sin
    embargo, podrá generar un desastre al perder el control
    del vehículo, como consecuencia de un resultado opuesto al
    buscado.

    En los accidentes de circulación es necesario
    investigar la incidencia etiológica de las drogas. En
    muchos las modalidades del siniestro y las actitudes
    incongruentes de los conductores inducen a pensar en la
    participación tóxica, ratificación que se
    obtiene mediante las peritaciones pertinentes, debiendo
    procederse de igual manera con las víctimas, que pudieron
    serlo por la misma causa.

    Delitos relacionados con la obtención de la
    droga
    .-

    El hábito, o sea, la adaptación del
    organismo a la droga y a la etapa subsiguiente de dependencia, es
    decir, cuando ya se está sujeto a ella, psíquica o
    psicofísicamente, hacen que el adicto trate de conseguirla
    a cualquier precio, sin medir las consecuencias. Cuando es presa
    del síndrome de abstinencia y padece la dramática
    sintomatología de la carencia, que puede ser suprimida
    sólo con la administración de una nueva dosis, el
    "hambre de droga" –la "necesidad"- lo enfrenta con una
    dramática situación que debe resolver sin demora, y
    el delito violento, caracterizado por su impulsividad y
    agresividad, puede ser la única alternativa para
    obtenerla.

    Son frecuentes los robos, hurtos, fraudes, estafas,
    asaltos, falsificación de recetas, malversaciones,
    calumnias, chantajes, etc. Generalmente, intentan no ejercer
    violencia contra las personas, pero cuando la situación
    supera esa posibilidad, se cometen lesiones y
    homicidios.

    La delincuencia en estas circunstancias puede ser
    individual o asociada, siendo frecuente que se organicen grupos e
    integren bandas entre jóvenes adictos para conseguir la
    droga, ya sea robándola directamente de farmacias y
    droguerías, o logrando, mediante el delito, dinero para
    obtenerla, soliendo ser las primeras víctimas familiares y
    amigos.

    El adicto, inmerso en una degradación
    física, psíquica y moral, acepta cualquier
    situación para lograr la droga, que llega a ser su
    única preocupación, resultando así
    víctima de delitos. Comete actos que resultan
    perjudiciales para su propio patrimonio, transformándose
    en presa fácil y codiciada de traficantes y
    usureros.

    En oportunidades la sugestionabilidad y la abulia que
    ostentan, es aprovechada por delincuentes habituales, quienes los
    instigan a participar en delitos, mientras ellos se mantienen al
    margen del hecho, a la espera del botín.

    La prostitución también guarda
    relación con la droga. La mujer adicta no vacila en vender
    su cuerpo para conseguirla, pero si bien el hecho individual
    tiene gran importancia criminológica, el uso que de las
    drogas hacen los tratantes para arrastrar a las mujeres a la
    prostitución lo es de manera superlativa. El gangsterismo,
    organizado para tales fines, recurre a las drogas para captar a
    muchachas, como paso previo a la prostitución, usando
    diferentes tácticas para alcanzar sus perversos objetivos.
    Una de ellas es a través de "jóvenes atractivos"
    que entablan relación con las candidatas y las inician en
    la droga, proveyéndoles en esta etapa de inducción
    todas las dosis requeridas. Cuando ya están habituadas y
    sometidas a la tiránica acción de la droga, se las
    priva bruscamente de ella aduciendo cualquier motivo, y es
    entonces cuando los rufianes han ganado la batalla, y las
    infelices mujeres, con el fin de obtenerla, no vacilan en ejercer
    la prostitución.

    El empleo de las drogas es uno de los instrumentos que
    han facilitado el auge del proxenetismo y ha permitido abandonar,
    en muchos ámbitos, otros medios de sujeción que
    resultaban de mayor riesgo para los tratantes.

    No obstante lo expuesto, las adictas están
    imposibilitadas para "trabajar en forma regular y eficiente",
    llegando a ser rechazadas por los clientes y abandonadas por los
    mismos que las iniciaron en ambas esclavitudes.

    En forma análoga a lo que sucede con las
    alcohólicas, muchas llegan a la prostitución por
    las drogas, y otras tantas han caído en la
    drogadicción por la prostitución.

    Todos los delitos son posibles, y múltiples las
    modalidades para obtener la droga; por ello, luchar contra las
    toxicomanías es hacerlo contra la criminalidad en
    general.

    Delincuencia
    asociada

    Importancia de las asociaciones
    criminales
    .-

    Esto es evidente, sobre todo hoy cuando las grandes
    compañías industriales y comerciales legales
    parecen tener un exacto paralelo en los grupos que se dedican a
    las actividades delictivas.

    La elección relativamente libre, de las
    asociaciones a que uno ha de pertenecer: grupo de amigos, clubes,
    centros de diversión y otras asociaciones, entre ellas las
    criminales, antisociales. Hay, bandas, especialmente juveniles,
    dedicadas a que sus miembros hallen facilidades para drogarse o
    beber alcohol.

    Las asociaciones criminales son principalmente urbanas,
    aunque no faltan casos rurales, (campesinos que elaboran
    cocaína). Se ha podido comprobar que la delincuencia
    asociada en mucho mayor, en número y de gravedad que en
    las llevadas a cabo por criminales aislados.

    Son relativamente escasas las bandas o sectas integradas
    exclusivamente por mujeres aunque abundan las constituidas
    exclusivamente por hombres. Hay mayor número de mujeres en
    grupos pequeños, como las parejas; eso sucede en el aborto
    y el infanticidio, la ejecución es frecuente en
    adolescentes y jóvenes.

    Instintos sociales. La asociación en
    terrenos legales o ilegales, tiene su fundamento en la psique
    humana. El hombre posee una serie de instintos cuyo
    funcionamiento supone la sociedad, como por ejemplo:

    • Instinto genésico.

    • Instinto familiar.

    • Instinto paternal.

    • Instinto dominio y prestigio.

    • Instinto de sumisión.

    • Instinto de lucha.

    Estos instintos desempeñan gran papel en las
    asociaciones y también en muchos delitos, pero, sin
    desconocer su importancia, debemos fijarnos en tres de ellos que
    están en toda asociación:

    • a) La sugestión.

    • b) La simpatía.

    • c) La imitación.

    Las tres implican necesariamente la existencia de por lo
    menos dos personas, agente y paciente, el copiado y el copiador,
    el influyente y el influido. En cada caso el resultado del
    proceso es la asimilación en cierto grado de las
    asociaciones y estados mentales del paciente, a los del
    agente.

    Clases de asociaciones criminales. Haciendo la
    advertencia de que existen tipos intermedios difíciles de
    encasillar, por un lado, tenemos las asociaciones en las cuales
    el delito es una obra planeada, en que existe una racional
    distribución de medios y actividades, que se da en una
    organización previa a la acción delictiva, similar
    a otras asociaciones legales.

    Dentro de este grupo se hallan la pareja delincuente, la
    banda criminal y la secta. Por otro lado, tenemos asociaciones
    meramente circunstanciales y pasajeras; no existe una
    planificación cuidadosa ni permanente, sin fines claros a
    perseguir, se trata de amorfas sin estructuración
    definida. Dentro de este grupo se halla la muchedumbre
    delincuente.

    Hay que anotar que existen asociaciones pasajeras como
    en el caso de amigos que se juntan sólo para comerte
    determinado delito –un asalto, una violación, etc.-
    pero que luego se disuelven. Son delitos circunstanciales que hay
    que distinguir de los cometidos por bandas
    profesionales.

    La pareja delincuente. La sugestión es la
    base de la pareja criminal, sea ella de cualquier índole:
    de dos mujeres, de dos hombres o de hombre y mujer cualquiera sea
    el motivo que las mueve: amor, odio común, codicia,
    etc.

    Clasificación. Las parejas pueden ser
    clasificadas desde dos puntos de vista:

    • a) El sexo de sus componentes (parejas de
      homosexuales y heterosexuales); y

    • b) El móvil que motiva la
      asociación (frecuentemente el amor entre hombre y
      mujer) que resuelven muchas veces en delitos las dificultades
      de amor.

    Caracteres. Actúa como una unidad; casi
    siempre, el masculino, activo desempeña la tarea
    directiva, induce, sugestiona, arrastra al otro; el femenino,
    pasivo, sugestionada, inducida, arrastrada; el primero planea y
    el segundo ejecuta.

    Variedades de parejas criminales.

    • La mujer casada que tiene un amante (para eliminar
      al marido).

    • La pareja infanticida (para provocar aborto),
      actúan solos, pero en complicidad para eliminar las
      pruebas del delito.

    • Las parejas suicidas.

    • Las prostitutas y su rufián.

    La Banda criminal. En la organización
    actual de las empresas industriales y comerciales existe la
    tendencia a la especialización y también a la
    integración. Lo mismo sucede en el mundo criminal, donde
    inclusive se da la lucha contra los competidores. Se han formado
    así bandas que a veces, cubren sus actividades
    ilícitas un gran barrio de una ciudad o país. De
    esta manera, al lado de la pequeña asociación de
    rateros, existen gigantes del crimen, cuyas entradas se computan
    en millones.

    El pequeño ladrón o ratero;
    también necesita de una sociedad para delinquir, necesita
    de cómplices que lo ayude aunque sea como vigías,
    encubridor, receptor de objetos robados (reducidor)

    Las bandas pueden ser clasificadas, en cuanto a su
    organización interna y los medios usados en dos
    tipos:

    • a) Militar: piratas, salteadores de
      tierra, etc.; forman el bandolerismo propiamente dicho, en
      cantidades limitadas.

    • b) Civil, se desarrollan como las
      mercantiles, sin uso de violencia, sino más bien del
      fraude, compra de influencias, etc.

    La secta criminal. Lo que caracteriza
    fundamentalmente a la secta criminal,, en cuento grupo social, es
    la admisión de un código de conducta que, de ser
    llevado a la práctica, coloca a sus miembros ipso facto en
    la ilegalidad. Se notan inmediatamente sus fines criminales. El
    sectario obra en virtud de ideales que él considera
    superiores, tan superiores que por ellos pueden atacarse la moral
    y la legalidad vigente, el castigo, inclusive, no es siempre
    evitado, sino buscado, y se convierte fácilmente a los
    ojos del delincuente en un medio de dar testimonio de la
    profundidad de sus creencias y de hacer resaltar las injusticias
    reinantes. Está convencido de su ideal y busca su ideal
    sin pararse en medio sin en riesgos.

    El elemento moral se centra en una ideología, sea
    ella ética, religiosa, política, social, etc. la
    prédica constante del código respectivo es la que
    crea las condiciones requeridas para que la sugestión
    criminal halle fácil camino.

    Surgen asociaciones para combatir los delitos cometidos
    por los miembros de un extremismo. Otros se asocian para imponer
    justicia estricta a los delincuentes comunes, no castigados,
    "escuadrones de la muerte". La traición y la simple
    debilidad, son consideradas faltas graves por los mecanismos de
    la secta.

    La muchedumbre delincuente. Para la muchedumbre
    no basta, en efecto, que exista una multitud de personas; es
    preciso que entre ellas surjan ciertos lazos comunes, lo que se
    ha denominado alma colectiva, que piense, sienta, y, por
    consiguiente, tome una actitud común frente al tema de que
    se trate, que surja una cierta organización, sin duda no
    tan bien estructurada ni tan duradera como las otros tipos de
    asociaciones, sus miembros integrantes hacen discursos, son
    incitadores, y frenadores que desempeñan, a veces por solo
    breves minutos y mediante dos gritos, el papel de jefes; las
    así formadas pueden ser heterogéneas y
    homogéneas, es decir formadas por elementos más o
    menos similares o por otros diversos. Por ejemplo:
    manifestación callejera de estudiantes varones
    (homogénea), lo mismo que un parlamento o una
    reunión internacional de sabios; en cambio, la muchedumbre
    que ahorcó a los mayores Eguino Escobar puede ser
    considerados heterogénea (niños, adultos, cultos,
    viejos, artesanos, analfabetos, mujeres, obreros,
    etc.)

    Queda establecido el hecho de que el hombre en la
    muchedumbre, realiza actos que no realizaría solo. Las
    razones que se san para ello son las siguientes, según Le
    Bon.

    • 1- El individuo que integra una muchedumbre
      adquiere por ello mismo un sentimiento de poder incontenible
      que anula todos los complejos de miedo o timidez que cada uno
      experimentaría si obrara solo.

    • 2-  En la muchedumbre existe una especie de
      contagio que constituye una fuerza tan poderosa como para
      empujar al individuo a cometer toda clase de extremos. De
      ahí que un valiente, a la cabeza de la muchedumbre,
      arrastre al heroísmo a los demás; y que un
      criminal, impulse a los más atroces
      delitos.

    • 3- El poder crítico queda anulado o poco
      menos. En las muchedumbres se observa la tendencia a
      transformar inmediatamente lo sugerido en acto.

     

     

    Autor:

    Lic. Gustavo Juan Proleón
    Ponce

     

    Partes: 1, 2, 3
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