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La Guerra por Malvinas (página 2)




Enviado por Matias Andres Prieto



Partes: 1, 2, 3

En 1833 Manuel Moreno realiza la primera protesta
diplomática a la oficina extranjera por la
usurpación de las Malvinas. Lamentablemente, no se obtiene
respuesta alguna, al igual que los siguientes 4 reclamos
realizados por Moreno.

Los años posteriores se suceden en reclamos a
Gran Bretaña por parte de Cancilleres Argentinos, pero por
toda respuesta, Inglaterra reitera que había dado el
asunto por concluido. Exigida por la ausencia de resultados, la
Argentina toma nuevas formas de protesta pero no obtiene
resultados positivos.

En 1946, se decreta nuestra soberanía sobre el
mar epicontinental y zócalo continental argentino. Fue
aprobado el Art. 73 de la Carta de las Naciones Unidas en pro de
la independencia de los territorios no autónomos. Gran
Bretaña incluyó el archipiélago Malvinas
entre los que se hallaban bajo su administración, en
calidad de colonia. Se efectuó rápida y
enérgica protesta por parte del gobierno
argentino.

En 1948, en la novena Conferencia Interamericana de
Bogotá una declaración niega a las Malvinas como
"territorio autónomo" definiéndolas como
"territorio de facto, ocupado por una potencia
extranjera"

En 1960 se dicta la Resolución 1514 denominada
"Declaración sobre la Concesión de la Independencia
de los Países y Pueblos coloniales" que abarca dos
aperturas conceptuales tendientes a la independencia de los
países: una es la "libre determinación de los
pueblos" y la segunda es "la integridad territorial". Inglaterra
optó por la primera y Argentina por la segunda.

En 1963 se tienen noticias de que Gran Bretaña
concedería la Independencia a las Malvinas. Felizmente
esto había sido previsto por la Argentina que ya en el
año anterior ante la Comisión Jurídica de la
OEA se opuso al ingreso de nuevos miembros a dicha
Organización.

En 1964 el Subcomité III del Comité
Especial de las Naciones Unidas designa a las Malvinas
"territorio a descolonizar".

En 1965 la Asamblea General de las Naciones Unidas dicta
la Resolución 2065 que constituye, sin duda, el paso
más importante de nuestra larga marcha diplomática.
Esta resolución llega a la realidad del
problema.

Gran Bretaña ya no podía determinar por su
cuenta y se vio obligada a entablar conversaciones con la
Argentina. El 20 de julio de 1966 comienzan las negociaciones en
Londres. En 1967 un representante británico, manifestando
que su país se hallaba dispuesto a cumplir con la
resolución 2065, viajó a las Islas para poner en
acuerdo a los malvinenses del traspaso a la Argentina, pero ello
fue inútil "gracias" a la presión ejercida por la
Falkland Islands Company.

A partir de la década de 1970 se inician otros
ciclos de conversaciones que se interrumpen, básicamente
por la negación de Inglaterra a tratar el tema de la
soberanía.

Hasta aquí llegó nuestra lucha en paz: un
largo juicio en el aire que nunca fue satisfecho en su
legítima demanda.

Monografias.com

La ilustración muestra la
ubicación de las islas en la misma plataforma
marítima.

El conflicto. Las
razones que llevaron a la guerra

Causas

La causa fundamental del conflicto armado
ocurrido entre la Argentina e Inglaterra de 1982, se remonta a la
usurpación británica de las Islas en 1833. En ese
año, se expulsa a la población local, y se la
reemplaza por otra, los llamados "kelpers".

Durante casi ciento cincuenta años,
la Argentina produce constantes reclamos diplomáticos, sin
resultados concretos. El conflicto tuvo avances y retrocesos,
pero nunca se llegó al reconocimiento esperado por nuestro
país. Durante largos años la Argentina
proveyó de importantes elementos de supervivencia a la
población residente en las Islas, con el ánimo de
ganarse su confianza y buena voluntad, sin resultados
visibles.

Paulatino distanciamiento entre ambas
naciones

Una de las razones por las cuales el
conflicto armado no se produjo antes, tiene que ver con la
especial relación existente entre Argentina y Gran
Bretaña desde la Independencia de nuestra Patria con
España. Esa relación estuvo signada por la
complementación económica, donde Argentina era el
"granero del mundo"- según una conocida frase de la
época – y Gran Bretaña proveía manufacturas.
La venta de carnes, cueros y granos por parte de nuestro
país, estableció una relación de dependencia
con su principal comprador, Inglaterra. Varias generaciones de
argentinos se educaron en la admiración al Imperio
británico. Todo ello se cortó al finalizar la
Segunda Guerra Mundial, cuando entra en escena los Estados Unidos
de Norteamérica como principal potencia occidental.
Inglaterra pierde poder y se va replegado, abandonando las
antiguas colonias. Son los años de la
descolonización de la India, de China, de los
países sudamericanos.

En la década del 60, Inglaterra
produce su "revolución verde", es decir, comienza a
utilizar su propio territorio para proveerse de materias primas,
dependiendo cada vez menos de las importaciones, que reduce
drásticamente en comparación con principios de
siglo. De esta forma, se va produciendo un paulatino
distanciamiento, lo que permite a la Argentina acentuar los
reclamos de soberanía sobre las Islas
Malvinas.   

A principios de 1982 el régimen
militar, en nuestro país, estaba llegando a su fin. El
descontento popular por el deterioro de la situación
económica y política, sumado al conocimiento sobre
las violaciones de los derechos humanos que amparaba el
régimen, llevaron a la Junta Militar a un callejón
sin salida. Ante los resultados nefastos de la gestión, el
régimen, entró en una crisis casi terminal.La
recuperación de la soberanía sobre las Islas
Malvinas se convirtió en una de las preocupaciones
centrales del gobierno militar encabezado por el General Leopoldo
F. Galtieri, frente a la posibilidad de que Chile obtuviera el
control de Canal de Beagle y Argentina perdiera presencia en el
Atlántico Sur. Para ello comenzó, una ofensiva
diplomática e irreflexible que duraría hasta el
comienzo de la guerra.Argentina se propuso reactivar las
negociaciones y alcanzar algún tipo de acuerdo con
Inglaterra sobre la soberanía de las Islas Malvinas.En
enero de 1982, la Junta militar decidió, retomar las
negociaciones diplomáticas y emplear la fuerza armada en
caso de fracaso de la primera opción (1).

A principios de marzo, el gobierno militar
argentino propuso al gobierno británico acelerar las
negociaciones diplomáticas para "obtener una pronta
solución".Los reclamos de la Argentina fueron adquiriendo
un tono cada vez más agresivo.

(1) La operación militar prevista
inicialmente era incruenta y consistía en el desembarco,
la ocupación y el retiro inmediato de las islas. De este
modo, los militares argentinos buscaban evitar una
reacción del gobierno inglés y obligarlo a una
negociación.Sin embargo, una vez producido el desembarco,
la Junta decidió no retirarse de las islas porque
advirtió que la campaña militar por la
recuperación de la soberanía sobre las Islas
Malvinas podía generar importantes beneficios
políticos internos, ya que los militares necesitaban
realizar una acción espectacular que desviara la
atención del publico del aumento de los conflictos
sociales. La guerra de Malvinas, una causa de
reivindicación nacional de larga tradición, les
permitiría conseguir el apoyo de amplios sectores sociales
que ya comenzaban a mostrar su disconformidad y su
oposición a la dictadura. La antesala de una
guerra

A partir de la segunda visita del
vicecanciller británico Nicholas Ridley y de sus
inaceptables propuestas, no se produjo ningún avance en
las negociaciones; antes bien, las relaciones entre ambos
países se fueron endureciendo hasta culminar con el
episodio de las Georgias y la posterior ocupación militar
de las Malvinas por la Argentina.

A mediados de 1979 visita Buenos Aires y
luego las Malvinas el vicecanciller RIDLEY. A su regreso de las
islas inició una nueva ronda de conversaciones, sin que se
hiciera ningún avance positivo.Posteriormente, hacia fines
de 1980, el señor RIDLEY realizó dos nuevas visitas
a las Malvinas llevando a los isleños tres propuestas del
gobierno británico que, buscando apoyo de éstos por
alguna de ellas, provocaron una verdadera conmoción en el
apacible ánimo de los mismos.

Sintéticamente las propuestas fueron
las siguientes:

a) Condominio o administración
argentino-británica de las islas. Esta propuesta fue
rechazada de plano por todos los pobladores y, a su vez, por los
negociadores del gobierno argentino en New York.b) Congelamiento
de las negociaciones acerca de la soberanía sobre el
archipiélago. También esta alternativa fue
rechazada por la mayoría de los pobladores isleños,
aduciendo que del congelamiento se derivaría una
indefinida incertidumbre que desalentaría todo proyecto
futuro de inversiones encaminada a la explotación de los
recursos naturales (riqueza ictícola, petróleo,
etc.) cuyas perspectivas han cobrado repentinamente notoriedad.
Posteriormente La Comisión de las Islas hizo suya la
propuesta ante el gobierno británico. Por su parte, el
gobierno argentino la rechazó de plano en las
conversaciones que se desarrollaban en New York.c) La tercera
propuesta, que fue la que el vicecanciller apoyó en la
reunión con los pobladores como la más viable a su
juicio, consistía en reconocer la soberanía
argentina, pero condicionada al instantáneo arrendamiento
total de las Islas a Gran Bretaña. La reacción
frente a esta alternativa ni fue unánime. Pese a un
rechazo inicial, contó luego con cierto apoyo de un sector
minoritario. La mayoría se aferró a la
posición de continuar siendo una "colonia" de Gran
Bretaña en "pleno Mar Argentino", posición incitada
por el "Falklands Island Committee" (Comisión de las Islas
Falklands), único grupo de presión organizado
existente.A su regreso al Reino Unido, el vicecanciller Ridley
debió enfrentar un duro debate en la Cámara de los
Comunes sobre las propuestas formuladas a los malvinenses. Entre
otras, el funcionario hizo las siguientes declaraciones ante el
Parlamento:

"No tenemos dudas de nuestra
soberanía sobre las Islas", pero reconoció que la
disputa con la Argentina "causa una continua incertidumbre y
estancamiento poblacional y económico", y más
adelante agregó: " La posibilidad de declarar una zona de
200 millas alrededor de las islas es remota sin acuerdo de la
Argentina…"En síntesis, después de 15 años
de negociaciones (durante la etapa que se inicia con la
Resolución 2.065 de las Naciones Unidas, se desemboca en
las propuestas de Ridley, que evidencia el propósito de
Gran Bretaña de congelar las tratativas sobre el tema
soberanía, buscando una especie de equilibrio o
compensación con el proyecto de cooperación
económica entre ambas naciones para el aprovechamiento de
los recursos del archipiélago.

La decisión de recuperar las
Malvinas

El gobierno militar consideró, a
finales de 1981, que a pesar de las recomendaciones de la
Organización de las Naciones Unidas y de los esfuerzos
diplomáticos y económicos argentinos, el Reino
Unido no accedería a negociar sobre la soberanía.
Por tanto, la Junta Militar previó una alternativa militar
para el caso de que fracasaran las tratativas
diplomáticas. Aprobó la idea del Almirante Jorge
Isaac Anaya de recuperar las Malvinas mediante una acción
sorpresiva e incruenta para las fuerzas inglesas, y
posteriormente negociar el traspaso de la
soberanía.

Se creó una Comisión de
Trabajo Conjunta para realizar el planeamiento de la
recuperación. La Comisión de Trabajo
estableció como fecha más temprana para realizar la
operación el 15 de mayo. Sin embargo, durante marzo de
1982 se producen acontecimientos que alteraron esa fecha, e
incluso, lo que era sólo una alternativa se
transformó en el objetivo principal.

Por lo expuesto la Junta Militar
decidió recuperar las islas Malvinas el día 1º
de abril de 1982, basando la acción en las siguientes
suposiciones:

Que el Reino Unido no
reaccionaría con violencia.

Que EEUU se mantendría al
margen.

Que se podría controlar la crisis
y, por lo tanto, habría negociaciones por la cesión
de la soberanía.

El General Leopoldo Fortunato Galtieri, fue
en su momento un astuto observador de la psicología
argentina. Y jugó con la carta de que el pueblo argentino,
intensamente patriótico, olvidara la inflación de
tres dígitos, la devaluación de la moneda, la
creciente desocupación, el aumento de la deuda externa, y
que no trascendiera, como se veía en esa época que
ya iba a ocurrir, él numero de los 30.000 desaparecidos, y
el reclamo que cada vez con mas fuerza se ejercía desde
Madres de Plaza de Mayo, sobre todo desde el duro revés
sufrido por la entrega del Nóbel de la Paz recibido por
Pérez Esquivel, en su delirio de poder pensó que
todo esto iba a quedar en el olvido si se veía ante la
posibilidad de saldar cuentas de un siglo de antigüedad con
un intruso extranjero

De modo que Galtieri lanzó una
guerra santa para recuperar las Islas Malvinas de manos de los
británicos. La mayoría de los argentinos
jamás habían visitado las islas, muy pocos
serán los que la conocían.

Cuando estalló la guerra, el 2 de
abril de 1982, los argentinos, desde los húmedos llanos
del Paraná hasta las desoladas laderas de los Andes y al
cosmopolita Buenos Aires, enviaron a sus hijos y hermanos a morir
en los fríos páramos de las Malvinas, barridos por
los vientos.

Galtieri cometió un error
fundamental: precipitó una guerra que no podía
ganar. Subestimó el sentimiento de orgullo nacional de los
británicos tradicionalmente fervorosos y su compromiso con
sus pretensiones territoriales.

Sobrestimó la capacidad de la
Argentina para entablar una guerra prolongada, a cientos de
kilómetros de sus costas. Y leyó
erróneamente las señales provenientes de
Washington. Galtieri creyó que Estados Unidos se
mantendría por lo menos neutral, lo queda cuenta sobre su
escasa visión del panorama geopolítico
internacional. Se sintió anonadado cuando resultó
claro que Washington respaldaría a Gran
Bretaña.

Esperaba, cuando menos, la neutralidad
norteamericana durante las negociaciones posteriores a la
invasión, sobre la base de dos vitales acuerdos secretos
que había hecho de proporcionar dinero y hombres para
operaciones de Estados Unidos en América Central, y de una
garantía d e plegarse a cualquier embargo cerealero contra
Rusia debido al castigo de ésta a Polonia.

Pensaba también que sus relaciones
personales con los funcionarios de la administración
Reagan eran tan estrechas, que abandonarían su amistad
histórica con los británicos para ayudar a su nuevo
amigo.

Los primeros planes para la invasión
se elaboraron en septiembre de 1981, se los revisó en
diciembre y se los distribuyó para su
especificación detallada en enero de 1982.

La fecha clave se fijó primero para
mediados de mayo, si fracasaban las negociaciones de
febrero.

Búsqueda de ambos gobiernos por
prevalecer en el poder

Se ha mencionado con demasiada frecuencia
este motivo, que no carece de fundamento. En sus memorias, la ex-
primer ministro inglés, Margaret Thatcher, realza la
importancia del triunfo inglés en Malvinas como un triunfo
personal de su gobierno. Ello le permitió perpetuarse por
dos períodos más en el poder, en un momento en que
los conflictos sociales en su país no le auguraban mucha
fortuna. Es por ello que rechazó toda posibilidad de
solución negociada, llegando incluso a cometer el peor
crimen de guerra de todo el conflicto, el hundimiento del Crucero
ARA. "Gral. Belgrano", para hundir con él la propuesta de
paz realizada por el entonces Presidente del Perú,
Belaúnde Terry y que ya había sido aceptada por la
Argentina y avalada por los EE.UU.

En cuanto al gobierno argentino, es
conocida la situación que atravesaba el gobierno militar,
con malestar creciente de los sectores obreros y el reclamo de
democracia por parte de los sectores políticos.

Intereses petroleros en el
atlántico sur

Como se ha podido observar, la plataforma
submarina que une las Islas al continente argentino, es una de
las zonas potencialmente más ricas del mundo, superior al
Mar del Norte en materia de explotación de hidrocarburos.
Ya existían numerosos informes soviéticos,
norteamericanos e ingleses ( "Informe Shackleton"), donde se
auguraba la explotación de esta importante reserva
petrolera. Por esto un olvidado enclave colonial vuelve a tener
relevancia para la corona británica, y se elaboran las
hipótesis para reafirmar sus intereses en el
Atlántico Sur.

A la zaga de la riqueza petrolera,
también incide la riqueza ictícola del
Atlántico Sur, dada la escasez de la Pesca en otras
latitudes.

Jugada estratégica utilizada por
Inglaterra ante Argentina

Se puede afirmar que el conflicto
bélico de 1982, fue una jugada estratégica
desarrollada por el gobierno inglés sobre el gobierno
argentino. La operación de la inteligencia
británica realizada sobre las Georgias con envío de
obreros argentinos al mando del chatarrero Constantino Davidoff,
produjo el efecto deseado: Al enarbolarse la bandera argentina
sobre esa Isla, Inglaterra tuvo el argumento para "indignarse",
movilizando sus buques hacia la zona y provocando una
reacción en cadena que reinstalaría la vieja
hipótesis de conflicto elaborada por la Armada Argentina
de recuperar por la vía directa a las Islas Malvinas. De
tal forma, si Argentina permanecía impasible a la
provocación, hubiera supuesto una renuncia tácita a
sus derechos soberanos sobre Malvinas

El episodio de las GEORGIAS,
desencadenante del conflicto.

     
   El que tomara la iniciativa sería
rotulado como agresor.

Para la estrategia británica era
indispensable que ese rol sea ocupado por la Argentina.
Así ellos podrían reaccionar militarmente "con
todos los recursos de la Royal Navy" tal como lo tenían
previsto desde 1976 y demostrando nuestro "patoterismo",
desligarse de la tutela de la ONU, actuar en propia defensa y
construir su FALKLAND FORTRESS. Tal fortaleza liquidaría
por completo nuestros reclamos de soberanía.

Ya desde 1976 Argentina, por medio de su
Armada, habían instalado la Estación
científica "Corbeta Uruguay", en Thule.

En 1981, la misma Fuerza, tenía
previsto la instalación de una nueva Base
Científica en Puerto Leith ( Islas Georgias del Sur) a
concretarse en el invierno de 1982.

Hacia fines de mayo de 1981, la empresa
"Georgias del Sur", en cumplimiento de un convenio firmado con
Gran Bretaña, contrató un grupo de operarios
argentinos con la misión de desmantelar una planta
ballenera que se hallaba instalada en la Isla San Pedro (la mayor
de las Georgias del Sur) ocupada al igual que las Malvinas y las
Sándwich del Sur.El 20 de marzo de 1982, Londres
presentó una protesta considerando un hecho grave de
desembarco del personal civil y militar, quienes habían
izado la bandera Argentina y cambiado señales inglesas, y
que además se habían escuchado disparos de armas de
fuego. Esta actitud fue considerada por el gobierno
británico como el primer paso de una invasión.Como
consecuencia, se llevaron a cabo los primeros movimientos de
tropa de ambos países. Argentina envió varias
unidades de la flota de guerra para prestar apoyo y proteger al
citado grupo de ciudadanos, el gobierno ingles por su parte
envió una embarcación militar para desalojar de
inmediato al grupo de trabajadores que había "cometido
actos contrarios a la soberanía británica en la
región". Este hecho hizo pensar al gobierno argentino que
Gran Bretaña estaba utilizando esta oportunidad para
reforzar su presencia militar en las islas.

La reacción
argentina

Ante la descomedida actitud inglesa en
Georgias por el desembarco de los chatarreros, nuestro gobierno
de entonces ordenó considerar seriamente el empleo de la
"alternativa militar", la cual proveía de una
acción militar de envergadura, que se venía
gestando desde enero de 1982 como una hipótesis de
conflicto, en caso de que fracasaran las negociaciones previstas,
en Nueva York para febrero de 1982.

La recomendación estratégica
claramente expresada de este plan consistía en que "la
operación no debía ejecutarse antes del 15 de
mayo". Ello se debía a que cualquier reacción
metropolitana de Gran Bretaña no podría arribar a
Malvinas antes del 5 de junio y para entonces un desembarco
anfibio británico sería imposible, debido a la
llegada del crudo invierno.

Los planificadores británicos
también estaban convencidos de que no podrían
desembarcar en Malvinas y llegar a Puerto Stanley después
del 10-15 de junio, por lo tanto era necesario que Argentina
adelantara la fecha de "recuperación" al 1-2 de abril de
1982. Así ellos tendrían tiempo, de efectuar el
asalto anfibio de rigor antes de que el invierno
llegara.

Esta anticipación de nuestra fecha,
es uno de los principales argumentos para demostrar que el
gobierno británico conocía al detalle nuestros
planes y que manejó el incidente de los chatarreros en
Georgias para hacerlos "abortar" y así ajustar a sus
necesidades la iniciación de nuestra recuperación
de Malvinas.

Ocupación militar de las islas
Malvinas

Durante la noche del 1º de abril de
1982 y la madrugada del viernes 2, parte de la flota argentina de
mar operaba frente a las Islas Malvinas en función de los
planes de recuperación de las islas, bautizado por sus
comandantes "Operación Rosario". Entretanto, la reducida
dotación de británicos en la capital malvinense se
desplegaba en actitud defensiva.Esa misma noche se reunía
el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a pedido de Gran
Bretaña, que denunció "la inminente amenaza de
invasión argentina a las islas". La reacción
argentina fue inmediata. Nuestro embajador denunció ante
las Naciones Unidas la situación de grave tensión
provocada arbitrariamente por Inglaterra en las Georgias.A las
6.30 de la mañana del viernes 2 de abril, las Fuerzas
Armadas argentinas (ejército, marina y aviación)
desembarcaron en las Malvinas tomando posesión de Puerto
Stanley, al que rebautizaron Puerto Argentino. Cabe aclarar
aquí, que también los jóvenes argentinos que
hacían el servicio militar fueron "embarcados y llevados"
hacia el sur. Ellos no combatieron en la guerra porque
tenían una carrera militar sino porque el servicio militar
era entonces obligatorio.  Luego de algunos enfrentamientos
en diversos lugares de la isla (sin bajas Britanicas, pero si de
Argentinos, falleció el capitán de corbeta IM
Giachino y otros Infantes de Marina resultaron heridos)
culminaron con la rendición del gobernador
británico, así fue como la Armada Argentina
levantó la bandera nacional.

Debido al exitoso resultado del operativo,
el gobierno militar comunicó a la población que
"la Republica, por intermedio de las Fuerzas Armadas, mediante
la concreción de una excelentísima operación
conjunta, ha recuperado las Islas Malvinas, Georgias y las
Sándwich del Sur…".

La noticia fue anunciada al país por
cadena oficial y generó una primera reacción de
sorpresa generalizada.

Al día siguiente de la
ocupación era designado gobernador de las Malvinas el
general Mario Benjamín Menéndez, pasando a ser el
segundo gobernador argentino del Archipiélago. El primero
fue Luis Vernet, designado en 1829.

Simultáneamente, tanto el gobierno
inglés como los países de la Comunidad
Económica Europea disponían drásticas
sanciones económicas y financieras contra la
Argentina.

Días de
triunfalismo

Con el episodio sucedido el 2 de abril, el
gobierno y la población, creían que el triunfo
estaba cerca.Además, las autoridades militares argentinas
siempre consideraron improbable que las autoridades
británicas intentaran recuperar militarmente las islas,
estaban confiados en que Gran Bretaña no entraría
en una contienda bélica en territorios tan alejados, y
según creían los estrategas de las Fuerzas Armadas
argentinas, sin importancia para los intereses británicos.
Este error de apreciación fue la razón por la cual
la Junta no tenía previsto un plan de defensa de sus
posiciones una vez que las islas habían sido tomadas. Por
otra parte, confiaban también en que, en caso de un
enfrentamiento armado, las fluidas relaciones que la Argentina
tenía con el gobierno de Ronald Reagan, presidente de los
Estados Unidos, servirían para asegurar, por lo menos, la
neutralidad de ese país en la guerra.Sin embargo, la
reacción británica no fue la que habían
previsto Galtieri y los otros jefes militares. Los grupos
conservadores de aquel país, liderados por la primera
ministra Margaret Thatcher, vieron, al igual que los militares
argentinos, la posibilidad de utilizar la guerra del
Atlántico Sur como un medio para conseguir consenso hacia
su política interna. Rápidamente los
británicos enviaron una gran cantidad de buques de guerra
hacia la zona austral, al mismo tiempo que lograban la
solidaridad de los miembros de la Comunidad Económica
Europea y el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, y también de la OTAN.Argentina, por su parte,
había conseguido un tibio respaldo de la Unión
Soviética y la solidaridad total, aunque no armada, de los
países latinoamericanos. El ministro de Relaciones
Exteriores Costa Méndez, realizó infructuosas
gestiones para lograr el apoyo del gobierno estadounidense, pero
no se pudo lograr. Por el contrario poco después de
terminada la guerra se supo que Estados Unidos había
otorgado apoyo logístico a las tropas
británicas.

Inicialmente, el gobierno de EEUU
cumplió el papel de mediador entre sus aliados. Sin
embargo, la gestión conciliadora, fracasó. La
guerra, entonces, apareció como la única
opción.En principio, la actitud triunfalista en el
gobierno se extendió a todo el pueblo que apoyó con
fervor y entusiasmo el desembarco de la Fuerzas Armadas
argentinas en las islas.El 2 de abril, Galtieri convocó al
pueblo a Plaza de Mayo. Desde el Mundial de Fútbol de
1978, los jefes militares no habían tenido otro
"baño de multitud". La sociedad argentina se vio
arrinconada contra una paradoja imprevista: el régimen que
había sumido el país en una de sus etapas
más tenebrosas, ahora aparecía como paladín
de una vieja y legítima reivindicación: la
recuperación de las Islas Malvinas. Nadie pudo permanecer
al margen acerca del tema; muchos se movilizaron de una u otra
forma, para expresar su apoyo a la acción militar. Una
encuesta registra un 90% de adhesión a los militares.El
pueblo argentino dio un total apoyo a la decisión del
gobierno militar, no sólo con su voz sino también
donando ropa, joyas, dinero, chocolates y todo que podía
ser de ayuda para los chicos de la guerra.Como contraparte de la
euforia que manifestaba el pueblo, sediento de venganza contra la
histórica usurpación inglesa sobre nuestro
país, se hallaban padres y familias enteras rogando por el
regreso de sus hijos; esos hijos que no eran mas que nuestros
soldaditos de 1982, desprotegidos, solos, lejos de sus seres
queridos, con miedo de ser muertos como mucho de sus
compañeros. Algunos de ellos, los que sobrevivían,
enviaban cartas a sus familiares y seres queridos, contando la
verdad de los acontecimientos. …pensemos en la angustia y
desesperación de ellos, tan diferente a la alegría
y euforia de todo del resto de la población, que hablaba
de un triunfo cercano.Así, el clima de euforia aumentaba y
siguiendo instrucciones oficiales, los medios de
comunicación eran los encargados de informar sobre este
episodio, con la misma pasión con que se transmite un
partido de fútbol y con la misma seguridad de que el
partido estaba ganado.Es así entonces, como la sociedad
mantuvo un espíritu triunfalista que era alimentado por
los órganos de prensa manipulados por el régimen
militar. La censura aplicada a la información sobre el
curso de la guerra creó la ilusión de la
victoria.La llegada de los buques de guerra británicos a
las islas hizo evidente que los ingleses consideraban que
tenían muy poco para negociar con el gobierno argentino.
Luego de recuperar sin mayores problemas las Islas Georgias, a
principios del mes de mayo, los británicos comenzaron el
ataque militar contra las Malvinas.A comienzos de junio, la
infraestructura de combate era considerablemente inferior a la
tecnología bélica de los ingleses y las condiciones
alimentarias de los soldados argentinos eran pésimas. Pese
al heroísmo de nuestros soldados y algunos resultados
exitosos de la aviación, el resultado de la guerra iba
mostrando la cruda realidad de la derrota argentina.

Monografias.com

Disposición de fuerzas en la
Operación Rosario

La recuperación

La Fuerza de Tareas Anfibia 40 entró
en acción el 2 de abril. Debió realizar una
redistribución de las tareas de sus elementos de combate,
por las siguientes razones:

La pérdida de la sorpresa ante la
detección de los movimientos navales.

La destrucción de un
helicóptero Puma del Ejército al romperse las
trincas que lo sujetaban en el rompehielos ARA Almirante
Irizar.

Las obstrucciones en la pista.

La instalación de ametralladoras en
el sector.

A las 07:00 hs fue ocupado el aeropuerto,
que se encontraba obstruido para el aterrizaje con
máquinas viales y vehículos volcados. El proceso de
remoción pudo hacerse sin oposición activa. La
tarea, realizada por una Sección de la
Compañía C del Regimiento de Infantería 25,
con el apoyo de una Compañía del BIM 2, fue
esforzada y, a las 07:30 hs estaba finalizada. Horas antes, en
las primeras de la madrugada del 2 de Abril, la IX Brigada
Aérea de Comodoro Rivadavia, tenía un movimiento
inusitado. En la plataforma de la unidad se hallaban estacionados
3 Hércules C-130H y 2 Fokker F-28. Poco después de
la 01:00 arribaron otro Hércules C-130H y un
Hércules KC-130H. A las 00:00 hs comenzaron a ingresar a
la unidad aérea los efectivos del Ejército que
serían transportados a Malvinas: el RI 25 del
Ejército, a cargo del Coronel Seineldín, la
Compañía de Ingenieros de Combate 9 y elementos del
Comando de la IX Brigada de Infantería.

A las 04:00 hs comenzó el embarque
del personal y el material. Se iniciaba así, la
ejecución de la fase Asalto de la Orden de Operaciones
Aries 82.

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Armamento inglés capturado
en la Operación Rosario

La hora prevista originalmente para iniciar
la operación fue demorada por los ya citados
obstáculos sobre la pista de Stanley y la
redistribución de tareas en la operación de
recuperación de las islas. Por lo tanto, el
Hércules C-130H TC-68, comandado por el comodoro
Beltramone, despegó hacia Malvinas a las 05:15 hs,
trasladando al GOE, al Estado Mayor del Componente Aéreo
del Teatro de Operaciones Malvinas (EMCATO), un Elemento Control
Transporte Aéreo y el material para establecer una
terminal de cargas en la nueva unidad aérea de combate. El
Hércules TC-68 se mantuvo en vuelo por espacio de una
hora, orbitando al este de la pista de Stanley, mientras
ésta era despejada de los obstáculos y, previo
aviso, aterrizó a las 08:45 hs, con los elementos que
constituían el embrión de la BAM Malvinas que, pese
a haber sido el primer blanco seleccionado por el enemigo,
reconociendo su importancia vital para el sostenimiento de la
guarnición argentina en las islas, resistiría
cuarenta y cinco días bajo el fuego aéreo y naval y
mantendría su capacidad operativa hasta el último
día.

El GOE ocupó el aeropuerto y
procedió a revisar sus distintas instalaciones. Verificada
la ausencia de elementos que pudieran constituir riesgos para el
personal y material, fue entregando las dependencias a los
encargados de establecer los servicios generales para el
funcionamiento del aeropuerto y los especiales que
permitirían el control del espacio aéreo y de las
aeronaves en operación en el ámbito de Malvinas. El
GOE permaneció en la base para proporcionarle seguridad y
defensa, hasta que fue relevado por una compañía
específica, destacada al efecto desde la I Brigada
Aérea. Siguiendo escalonadamente al primer
Hércules, se trasladó desde Comodoro Rivadavia al
Estado Mayor de la IX Brigada de Infantería, la masa del
RI 25, y la Compañía de Ingenieros 9, con el resto
de los Hércules C-130H y los Fokker F-28, ese mismo 2 de
Abril, antes del mediodía. De acuerdo con lo planificado
por la conducción política, evacuó en los
vuelos de regreso al continente al personal del BIM 2, relevado a
las 14:00 hs por el RI 25, el que quedó a cargo de la
seguridad en Malvinas, actividad que cumplió hasta que fue
relevado, a su vez, el 7 de Abril de 1982. Asimismo, se
trasladó a Comodoro Rivadavia al gobernador Rex Hunt, su
familia y comitiva y a los Royal Marines británicos, todos
los cuales fueron reembarcados en un Boeing B-707 que
despegó de Comodoro Rivadavia a las 23:40 hs, con destino
al aeropuerto de Carrasco en la República Oriental del
Uruguay. El Comando Aéreo Estratégico ordenó
el 2 de Abril el despliegue a Malvinas de una escuadrilla de
Pucará, de la III Brigada, que había arribado el
día anterior a Río Gallegos. A las 16:00 hs,
aterrizaron en Puerto Argentino los primeros aviones de combate:
4 Pucará despegados de Río Gallegos a las 14:00 hs.
Su tarea era ejecutar las operaciones aéreas que le fueran
ordenadas por el comandante del Componente Aéreo Teatro de
Operaciones Malvinas, en el área de las islas. La
seguridad de Puerto Argentino quedó a cargo de la
Compañía de Policía Militar 181 que
arribó el día 3 de Abril de 1982, transportada en
el Hércules C-130H TC-64. Las operaciones predispuestas en
el plan Aries 82 se estaban cumpliendo sin mayores dificultades y
para el día 4 de Abril, estaban completadas. Pero la
situación político-estratégica había
variado y los requerimientos que se sucedieron, incrementaron el
esfuerzo del transporte aéreo en una magnitud insospechada
al inicio de las operaciones. La resolución de la junta
ahora era disuadir al gobierno británico de intentar la
recuperación de las islas por la fuerza, ante el posible
costo económico, político y militar que la empresa
le podría ocasionar. Pero esta alternativa había
sido expresamente descartada sin ser evaluada por ningún
organismo especializado de planificación, de modo que las
órdenes provinieron directamente del máximo nivel
de conducción nacional. Sin embargo, a esta altura de los
acontecimientos la FAA ya había elaborado dos planes que
esperaban la firma de sus comandantes: el plan Mantenimiento de
la Soberanía y el Caburé Azul y Blanco;
además, tenía en borrador la apreciación de
situación del transporte aéreo. Era imposible
avanzar en este plan porque, si bien se intuía cuál
sería la reacción de la Junta de Comandantes en
Jefe en el caso de que Inglaterra no aceptara el hecho consumado
de territorio en disputa ocupado por la Argentina, no se
podía cuantificar los medios que ordenaría
trasladar a Malvinas. Por esta razón se previó la
creación del Comando Conjunto de Transporte y del Comando
Aéreo de Transporte, los que tendrían la enorme
responsabilidad de planificar sobre la marcha.

Monografias.com

AVIONES IA – 58 PUCARA EN CRUCE A LAS
ISLAS (Óleo Carlos García)

La respuesta inglesa

La reocupación de las Islas Georgias
el sábado 26 de abril de 1982, por la Task Force,
hacía prever prontas acciones sobre el objetivo principal
de las Malvinas: Puerto Argentino. En efecto, el día
1º de mayo de 1982, el Reino Unido intentó una
maniobra aeronaval para obtener una victoria rápida sobre
la guarnición argentina.

Estrategia Naval
Argentina

La estrategia naval tomada por los
argentinos eran establecidas en Buenos Aires por las autoridades,
estas eran las siguiente.

-La interdicción con portaaviones de
la zona de las líneas de comunicaciones marítimas,
fue considerada y descartada.

– El uso de buques en puerto en Malvinas
como baterías móviles, fue considerado y descartado
también.

– En definitiva se resolvió emplear
el concepto de "Flota en Potencia" y conscientes como estaban de
la necesidad de conservar una capacidad naval en reserva, como
defensa ante una posible agresión chilena de postguerra,
la conducción argentina decidió no comprometer sus
fuerzas en batallas navales frontales y llevar una guerra de
desgaste lo que a la postre demostró ser la
decisión más atinada.

– La mayor esperanza de la Armada Argentina
era dañar la Fuerza de Desembarco británica. La
idea era atacar durante los desembarcos y aferrar a los
británicos mientras su libertad de maniobra estaba
limitada por esas operaciones.

– Se agregaba a la preocupación
argentina sobre la supervivencia, la generada por la
afirmación del almirante Hayward de la Marina de los
EE.UU. en el sentido de que los satélites eran aptos para
mostrar en todo momento la ubicación de la flota
argentina.

Monografias.com

Portaaviones Armada Argentina ARA 25
de MAYO

Estrategia Naval
Británica

En Londres las autoridades navales
planificaron en forma conjunta una estrategia compuesta por
cuatro fases, en forma de permitir un adecuado dimensionamiento
de sus fuerzas:

– La Primera Fase comenzó el 12 de
abril cuando, los submarinos nucleares de ataque llegaron para
efectuar patrullados antisuperficie al oeste de las Islas con la
Misión primaria de hacer cumplir la Zona de
Exclusión.

– La Segunda Fase se inició el 22 de
abril con el arribo de las unidades de superficie y duró
hasta el desembarco en San Carlos el 21 de mayo. La misión
era establecer superioridad aérea y en el mar en
preparación para el desembarco. Esta fase se podría
describir mejor llamándola de "guerra en el mar". Durante
el período, las Georgias del Sur fueron retomadas y el ARA
Belgrano, HMS Sheffield y B/m Isla de los Estados,
hundidos.

– La Tercera Fase comenzó con el
desembarco el 21 de mayo y continuó hasta el 30 de ese
mes, con el objetivo de establecer una cabeza de playa, apoyar a
las tropas en tierra y protegerlas de ataques aéreos. Los
HMS Ardent, Antelope, Coventry y el B/m Atlantic Conveyor
ingleses y el B/m Río Carcarañá fueron
hundidos durante esta fase.

– La Fase Final comenzó el 30 de
mayo y continuó hasta e1 cese de las hostilidades. La
misión para esta fase fue de apoyo a la guerra terrestre y
protección de las líneas de comunicaciones
marítimas. El buque de desembarco HMS Galahad fue hundido
en ese período.

En total, incluyendo las tres naves que se
hallaban en la zona de operaciones al iniciarse el conflicto, se
movilizaron 121 buques. Resultando muertos 255 hombres durante
las operaciones. Durante los 44 días de combate en
Malvinas, sufrieron bajas a razón de casi 6 hombres por
día de combate.

Las cifras indican que treinta buques
fueron alcanzados por los aviones y misiles argentinos, de los
cuales, la mitad sufrió ataques en más de una
oportunidad. Para suerte de la Task Force, de la gran cantidad de
bombas MK-17 lanzadas, sólo dos hicieron
explosión (HMS Ardent, 21 de mayo y HMS
Antelope, 23 de mayo; esta última, mientras se
intentaba su desarme. En ambos casos los buques resultaron
hundidos).

Más de una decena de estas bombas no
estallaron, o simplemente atravesaron los buques limpiamente, lo
cierto es que el poder de la MK-17 era tal, que se dice
que ante la acción de una de ellas, hubiera correspondido
la destrucción de la nave que la recibiera.

Monografias.com

Porta aeronaves Royal Navy HMS
INVENCIBLE

Errores Argentinos

Algunos errores argentinos en la guerra que
fueron determinantes en su resultado:

– A lo largo de la guerra en el mar, la
Armada Argentina fue advertida de vuelos no coordinados de la
Fuerza Aérea.

– La Fuerza Aérea se negó a
informar al Comandante del Teatro vicealmirante Lombardo, sus
avistajes y contactos.

– Las Fuerzas Conjuntas en Malvinas no
pudieron ejercer control aéreo sobre los aviones de la
Fuerza Aérea volando sobre las islas o en sus
proximidades.

– La Fuerza Aérea envió 10
aviones Pucará a Malvinas sin consultar al Comando de
Teatro.

– El Comandante de las Fuerzas del
Ejército en Malvinas hacía caso omiso del
Gobernador y recibía órdenes del Jefe del Estado
Mayor de Ejército en Buenos Aires.

– Cuando la Armada Argentina tenía
dificultad en la obtención de datos posiciónales
del HMS Invencible, tuvo que "invadir" la central de
Información de Combate en Puerto Argentino para descubrir
que el personal de Fuerza Aérea que manejaba el CIC,
borraba la derrota seguida por los aviones británicos
luego de cada ataque aéreo. El personal naval
comenzó a conservar la información sobre el
recorrido de cada raid, y así logró determinar por
donde aparecerían todos ellos sobre el horizonte. Fue a
partir de ese tipo de análisis, que pudieron describir una
especie de "banana geográfica" que definía la
probable posición de los portaaviones. Esta fue la
metodología "ad hoc" que permitió a la Armada
lanzar el ataque que dio por resultado el hundimiento del
Atlantic Conveyor.

– En general los ataques aéreos
contra la Fuerza de Tarea británica lanzados desde tierra,
fueron dispuestos y partieron desde el continente sin la
necesaria coordinación con los comandos argentinos en las
islas, ni con las fuerzas a las que la aviación basada
allí estaba apoyando.

– Lo mismo cabe decir con respecto a los
escasos raids que fueron lanzados contra las cabezas de playa
británicas. La Fuerza Aérea Argentina afirmó
al comenzar las acciones: "Si la Flota Británica aparece,
nosotros podemos destruirla: esta mentalidad dominó su
acción a lo largo de todo el conflicto.

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ATAQUE AEREO EN BAHIA AGRADABLE (8 de
Junio)

Monografias.com

Ataque aéreo a la fragata HMS
ARDENT (21 de Mayo)

La visita del Papa
Juan Pablo II

Ante la extrema gravedad de la
situación, el Sumo Pontífice decidió viajar
de inmediato a la Argentina, lo cual "configura -según se
estimó en círculos vaticanos- un dramático
gesto de paz sin precedentes en la historia del Pontificado
Romano".El Papa llegó a Buenos Aires el 1 de junio,
permaneciendo en el país dos días, durante los
cuales desplegó una intensa actividad que
comprendió, fundamentalmente, una prolongada entrevista
con la Junta Militar y con el presidente de la Nación, dos
misas concelebradas por él mismo y los cardenales, que
congregaron centenares de miles de Fieles. Una de ellas en
Palermo y la otra, en Luján. Durante esos actos y otras
apariciones ante la multitud, el Papa pronunció
conmovedoras alocuciones en español, instando a toda la
Nación a orar por la paz.En el momento de disponerse a
partir hacia Roma, el Sumo Pontífice mantuvo una
conversación a solas con el presidente Galtieri, cuyos
términos no trascendieron.

Crímenes de
guerra

Hundimiento del crucero ARA. "Gral.
Belgrano"- Una cuestión de Política

Transcribo textualmente la acusación
concreta formulada por ese sector de representantes
británicos: "El cargo es que, en conjunto con el
Secretario de Defensa y el Presidente del Partido Conservador en
ausencia del Secretario de Relaciones Exteriores, el Primer
Ministro de Su majestad, fría y deliberadamente dio la
orden de hundir al Belgrano, sabiendo que una paz honorable
estaba próxima y con el propósito -muy bien
justificado- de que los torpedos del Conqueror hundirían
el plan de paz"

El ex-Presidente peruano Arq. Fernando
Belaúnde Terry, planteó una propuesta de
administración compartida de las Islas Malvinas, Georgias
y Sandwich del Sur por parte de varias naciones y el compromiso
de las potencias beligerantes de discutir la transferencia de la
Soberanía, había sido aceptada por el gobierno
argentino y los Estados Unidos de Norteamérica, Alemania,
Italia, Canadá, etc., faltando la respuesta del gobierno
británico.

Esa respuesta, comprometida para el 2 de
mayo, 19:00 hs. (Hora argentina), llegó anticipadamente: A
las 15:55 hs. Dos torpedos del Submarino HMS. "Conqueror"
impactaron al crucero ARA. "Gral. Belgrano", hundiendo junto a
él, la propuesta de paz.

El crucero ARA. "Gral. Belgrano", al
momento de su hundimiento, se encontraba fuera de la zona de
exclusión militar declarada unilateralmente por Gran
Bretaña.

Esto, a pesar de ser lícito para su
hundimiento, según las normas aplicables a los conflictos
armados en el mar que componen el Derecho Internacional
humanitario, puede ser denunciado como un acto de
perfidia.

Respecto a su condición de buque
militar, podría constituir un blanco para la flota
inglesa; sin embargo, al estar alejándose de la misma, y
encontrarse fuera del alcance de su artillería cualquier
buque británico, u otro objetivo enemigo, no puede ser
considerado un objetivo militar, de cuyo hundimiento pudiera
sacarse una ventaja militar precisa. La única razón
que lo explica es la necesidad política del Gobierno de
Margaret Thatcher de proseguir hasta las últimas
consecuencias las operaciones militares, asegurándose,
como efectivamente ocurrió, una victoria que le permitiera
ser reelecta por dos períodos más en el gobierno.
Y, subsidiariamente, asegurarse los negocios familiares en las
islas australes.

Monografias.com

Lugar donde se hundió el Crucero
Gral. Belgrano

Monografias.com

Submarino Atómico HMS
"Conqueror"

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CRUCERO ARA Gral.
BELGRANO

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Hundimiento del Crucero Gral. BELGRANO
(2 de Mayo)

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Momento final del ARA Gral.
BELGRANO

Fusilamientos de soldados argentinos en
Malvinas

Durante las batallas en las islas se
produjeron fusilamientos de soldados argentinos (excesos de lesa
humanidad) por parte de soldados británicos

Los militares británicos más
comprometidos son: Kent Lukowiak, un cabo de la marina
británica que confesó haber fusilado a un soldado
argentino después de la rendición en la batalla de
Monte Longdon, Gary Sturge y Vincent Brambley, ambos admitieron
haber presenciado el asesinato a sangre fría de soldados
que ya se había rendido y se encontraban
desarmado.

Este último publico un libro dando a
conocer estos hechos.

Intento de homicidio y levantamiento
compulsivo de minas

Anteriormente la Federación de
Veteranos de Guerra había impulsado la constitución
de la Comisión Investigadora de Crímenes de Guerra
con sede en el Ministerio de Defensa, cuyo informe final fuera
analizado por el ex Auditor General de las Fuerzas Armadas,
Brigadier Eugenio Miari, quien constato la comisión de
tres violaciones a las Convenciones de Ginebra en lo atinente al
trato hacia los prisioneros de guerra, por parte de las fuerzas
británicas.

"El Convenio de Ginebra señala que
los prisioneros de guerra deben ser tratados en toda
circunstancia con humanidad estando prohibido por considerarse
infracción grave, cualquier acto u omisión
ilícita que acarree la muerte o ponga en peligro grave la
salud de los mismos (Art.13), los que, además, tienen
derecho a ser respetados en su persona y en su
dignidad"(Art14).

La violación al Convenio de Ginebra
en el caso del ex cabo Carrizo se enmarca perfectamente en los
artículos anteriormente mencionados ya que una vez
despojado de su armamento Carrizo fue acribillado por sus
captores.

El caso del ex subteniente Durán y
los soldados conscriptos Vallejos y Pinatti, la violación
a los Convenios de Ginebra trata sobre el hecho de que soldados
argentinos fueron obligados a realizar tareas peligrosas como el
traslado de municiones y el levantamiento compulsivo de minas. En
este incidente perdió la vida un argentino y otros tres
resultaron heridos.

Confió que el Poder Judicial, la
dirigencia política, los organismos de derechos humanos, y
otros estamentos de nuestra comunidad, acompañen en esta
búsqueda por sancionar los crímenes cometidos por
aquellos que extranjeros que usurpan nuestros
archipiélagos.

Otra cosa que me parece importante
resaltar, es que unos 270 veteranos argentinos de la Guerra de
Malvinas se suicidaron en los últimos 20 años por
falta de atención psicológica y que la gran
mayoría de los sobrevivientes del conflicto con las tropas
británicas, hoy con alrededor de 45 años, a pesar
de las medallas, carecen de empleo, atención medica y
vivienda digna, cuando seria el Estado el que debería
hacerse cargo de ellos.

Situación de las
Malvinas después de 1982. Relación entre argentina
y Gran Bretaña

Desde la firma de la rendición, la
situación jurídico-política con el Reino
Unido por la posesión de las Malvinas no varió
sustancialmente. Nuestro País continúa sosteniendo
su derecho a la soberanía del territorio y sus intenciones
de reanudar las negociaciones bilaterales; pero las mismas se ven
trabadas, dado que el gobierno inglés se mantiene
inflexible en su posición de no avenirse a tratativas que
estén condicionadas por la Argentina a la cuestión
de la soberanía, a la vez que se afirma en la tesis de que
el futuro de las islas debe ser resuelto por los isleños.
En 1985 los ingleses les otorgaron una nueva Constitución
que reconoce el derecho de sus habitantes a la
autodeterminación.

Hacia el final de la década de los
80 y luego de numerosas marchas y contramarchas, los gobiernos de
la Argentina y de Gran Bretaña llegaron a un entendimiento
sobre el modo de restablecer las relaciones diplomáticas
normales interrumpidas a partir del 2 de abril de 1982. Este
acuerdo pudo realizarse porque ambos gobiernos acordaron
reiniciar las relaciones diplomáticas sin discutir
soberanía.

Este tema fue puesto bajo un "paraguas" que
reconocía la existencia del litigio y los reclamos de
soberanía de ambas partes en tanto se dejaban para
más tarde negociaciones concretas al respecto. Sin
embargo, si bien el gobierno del presidente Alfonsín
había avanzado hacia un acuerdo con Gran Bretaña,
la percepción general era que las negociaciones se
habían estancado. Le correspondió al gobierno del
presidente Menem, inaugurado el 9 de julio de 1989, poner en
práctica este mecanismo con la firma de los Acuerdos de
Madrid de febrero de 1990.

La
cuestión de Malvinas en
la Organización de Estados
Americanos (OEA)

Como ocurriera en el caso de la ONU, la
Organización de Estados Americanos (OEA) fue un foro
intensamente utilizado por la diplomacia Argentina para sumar
votos favorables de la región en temas "sensibles" a los
intereses argentinos -particularmente la cuestión de las
Malvinas.

En la XV Asamblea General de la OEA,
reunida en Cartagena de Indias, Colombia, a principios de
diciembre de 1985, 17 países –Brasil, Bolivia, Colombia,
Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras,
México, Uruguay, Nicaragua, Panamá, Paraguay,
Perú, República Dominicana, Surinam y Venezuela
presentaron y aprobaron en forma unánime un proyecto de
resolución que instaba a respetar las resoluciones de la
ONU, de acuerdo con las cuales la Argentina y Gran Bretaña
debían negociar en forma pacífica su disputa de
soberanía sobre las islas Malvinas. No obstante, la
efectividad de dicha resolución fue prácticamente
nula, dado que no modificó la postura
británica.

La XVI Asamblea General de la OEA reunida
en Guatemala, en noviembre de 1986, respaldó el comunicado
del gobierno argentino, que sostenía que la "zona de
exclusión" decretada por Gran Bretaña alrededor de
las Malvinas constituía una "amenaza cierta" a la paz. La
resolución, aprobada por consenso de sus 31 miembros,
instaba a la Argentina y Gran Bretaña a negociar,
criticaba la decisión británica en tanto generaba
un elemento adicional de tensión en el diferendo, y
subrayaba la necesidad de evitar acciones que, como esta medida
británica, agravaran el problema existente en el
Atlántico Sur. Las autoridades británicas
rechazaron la resolución de la OEA, limitándose a
declarar que las potencias pesqueras tendrían que
habituarse a las nuevas disposiciones de Londres.Un nuevo
respaldo de la OEA a la Argentina en la cuestión de
Malvinas tuvo lugar en Río de Janeiro el 4 de febrero de
1987, cuando una resolución del Comité
Jurídico Interamericano, el órgano consultivo del
organismo panamericano, ratificó que "la Argentina tiene
inobjetable soberanía sobre las islas Malvinas", y
calificó como "un acto atentatorio no sólo contra
el derecho sino también contra la paz y la seguridad
internacionales" la decisión británica de
establecer una zona de exclusión pesquera en aguas
ubicadas alrededor del archipiélago. La OEA no
limitó su respaldo a la posición argentina en la
cuestión de Malvinas, sino que también se
pronunció a favor de la continuidad democrática
frente a la crisis militar de Semana Santa que estalló en
abril de 1987. Así, el 22 de dicho mes, Venezuela
presentó ante el foro multilateral una iniciativa para
tratar la crisis militar argentina, moción que fue
respaldada por los representantes de Bolivia, Brasil, Colombia,
Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Perú,
República Dominicana, Uruguay y Trinidad -Tobago.
Finalmente, el Consejo Permanente de la OEA proclamó ese
mismo día 22 "su más firme y categórico
respaldo al presidente Raúl Alfonsín", por sus
esfuerzos destinados a preservar "el alto destino
democrático" de la Argentina. Esta resolución del
Consejo fue aprobada por aclamación, aunque los
representantes de Chile y Paraguay presentaron reservas legales a
la misma.El 1º de marzo de 1988, tuvo lugar en Washington
una Reunión Extraordinaria del Consejo Permanente de la
OEA, convocada por la Argentina para analizar la gravedad y
posibles consecuencias de las maniobras militares que Gran
Bretaña tenía programado realizar días
después en el Atlántico Sur, conocidas con el
nombre de "Fire Focus". Luego de analizar el caso, el Consejo
aprobó por 25 votos a favor, ninguno en contra y la
abstención de Estados Unidos y Santa Lucía una
resolución -copatrocinada por la Argentina, Bolivia,
Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Venezuela, Costa Rica y
República Dominicana- que incluía 4
puntos:

1) exhortación a Gran Bretaña
y la Argentina para entablar negociaciones para resolver lo que
el documento define como "una disputa de
soberanía".

2) preocupación "por el aumento de
tensión en el Atlántico Sur", como consecuencia de
los ejercicios militares programados por Gran Bretaña
entre el 7 y el 31 de marzo de 1988.

3) "esperanza" de que Londres reconsiderara
la decisión de maniobrar en el Atlántico
Sur.

4) transmisión de la
resolución a la ONU.

La cuestión
Malvinas en la Asamblea General de las Naciones Unidas

Colonialismo

Podríamos definir al colonialismo
como

"la sujeción de los pueblos a una
subyugación, dominación y

Explotación extranjera".

Dentro de este marco general se debe ubicar
la cuestión de las Islas Malvinas en el ámbito de
las Naciones Unidas.

A partir de 1964 y a iniciativa de la
República Argentina, la cuestión Malvinas entra en
el debate del Comité de Descolonización de las
Naciones Unidas (Comité de los 24).

Luego del informe favorable de este
comité la cuestión entra en el temario de la
Asamblea General.

Las resoluciones de la Asamblea General no
son de cumplimiento obligatorio, es decir, son
incoercibles.

Resolución 2065

Salvo los acontecimientos de 1982 donde se
cambió la situación del tema, la cuestión
Malvinas siempre se debatió en la Asamblea
General.

Mediante una activa gestión
diplomática, Argentina logra su primer triunfo en las
Naciones Unidas.

El 16 de septiembre de 1965 la XX Asamblea
General de las Naciones Unidas aprueba la Resolución 2065
por la cual se expresa que reconociendo "la existencia de una
disputa entre los gobiernos del Reino Unido de Gran
Bretaña e Irlanda del Norte y la República
Argentina acerca de la soberanía sobre dichas islas"
invita a los gobiernos a "proseguir sin demora las negociaciones
recomendadas por el Comité Especial (Comité de
Descolonización) …a fin de encontrar una solución
pacífica al problema, teniendo debidamente en cuenta las
disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas
y la resolución 1514 de la Asamblea General, así
como los intereses de la población de las islas
Malvinas".

Esta resolución aprobada por 94
votos a favor, 14 abstenciones y ningún voto en contra, es
la base primera de la cuestión en el ámbito de
Naciones Unidas.

Con la aprobación de esta
resolución Argentina logra:

Que las Naciones Unidas descarten para este
caso el principio de libre determinación y acepta el
criterio de la integridad territorial ya que contrario
podría haber solicitado al Reino Unido que arbitrara los
medios necesarios para que este territorio se
independizara.

Acepta el criterio argentino de tener en
cuenta para este caso los intereses de los habitantes y no los
deseos de los mismos como pretendía el Reino
Unido.

Descarta la postura del Reino Unido, de la
no injerencia de la organización internacional en esta
cuestión.

En base a esta resolución y a
través de las negociaciones entre las partes se logra un
acuerdo entre los dos países el 1° de julio de 1971
(Declaración de Buenos Aires) por el cual se facilita la
integración física entre las Islas Malvinas y el
territorio continental argentino (comunicaciones, transportes,
comercio, educación).

Resolución 3160

El 14 de diciembre de 1973, la Asamblea
General de las Naciones Unidas aprueba la segunda
resolución sobre el tema, Res. 3160, por la cual se
expresa el "reconocimiento por los continuos esfuerzos realizados
por el gobierno de la Argentina…para facilitar el proceso de
descolonización y promover el bienestar de la
población de las islas" e insta a los gobiernos a que
"prosigan sin demora las negociaciones para poner término
a la situación colonial".

Se expresa asimismo que las Naciones Unidas
están gravemente preocupadas por el hecho de que han
transcurrido ocho años (desde la Res. 2065 de 1965) sin
que se hayan producido progresos sustanciales en las
negociaciones".

Esta resolución contó con 116
votos a favor, 14 abstenciones y ningún voto en
contra.

Las dos resoluciones mencionadas hasta
aquí para la cuestión Malvinas se encuadran en el
período que hemos denominado cooperación entre el
Reino Unido y la República Argentina.

Resolución 31/49

La relación bilateral entre los dos
país entra en un período crítico por esta
cuestión.

Entre los hechos más importantes que
perturbaron la relación de cooperación se puede
mencionar:

El 2 de marzo de 1975, un contingente de
turistas argentinos y extranjeros, embarcados en el "Regina
Prima" no desembarcaron en Puerto Stanley (Capital de las islas
Malvinas) ya que el capitán se negó a izar la
bandera británica, como solicitaban las autoridades
coloniales de las Malvinas.

El 16 de octubre de 1975 la embajada
británica en Buenos Aires anuncia al gobierno argentino el
envío de una misión a las islas Malvinas para
realizar un relevamiento o estudio de las mismas. Este hecho trae
como consecuencia un cambio de notas entre las partes, la
denuncia Argentina en las Naciones Unidas el 8 de diciembre de
1975 y se declara a la misión inglesa (Shackleton) "no
bienvenida" el 2 de enero de 1976.

Además el gobierno argentino
sugirió el retiro del embajador británico en Buenos
Aires, y no asumió sus funciones el embajador argentino en
Londres.

El 4 de febrero de 1976 el destructor de la
marina argentina "Almirante Storni" efectuó disparos
reglamentarios a proa del buque inglés "Shackleton", que
realizaba investigaciones a 80 millas de las islas Malvinas, sin
autorización del gobierno de Buenos Aires. Interviene
también en la acción un avión argentino que
junto con el "Almirante Storni" escoltan al navío
inglés hasta Puerto Stanley.

Este período conflictivo entre las
partes tuvo sus derivaciones en la Asamblea General de las
Naciones Unidas en la cual se aprueba resolución
31/49.

Por la misma y siguiendo a las anteriores
resoluciones se pide a ambos gobiernos "que aceleren las
negociaciones relativas a las disputas de soberanía" y
expresa su reconocimiento por los continuos esfuerzos realizados
por el gobierno de la Argentina… para facilitar el proceso
de descolonización y promover el bienestar de la
población de las islas".

Pero en esta resolución se produce
una modificación de importancia en relación a las
anteriores. El punto 4 de la misma "insta a las dos partes a que
se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la
introducción de modificaciones unilaterales en la
situación mientras las islas estén atravesando por
un proceso recomendado en las resoluciones arriba mencionadas"
(Res. 2065 y 3160)

Esta modificación motivó que
por primera vez en la cuestión Malvinas, el Reino Unido
votara en contra.

Al mismo tiempo esta actitud del Reino
Unido trajo como consecuencia la abstención de otros
países.

La resolución contó con 102
votos a favor, 1 en contra y 32 abstenciones.

Resolución 37/9

Luego de la guerra de las Malvinas de 1982
el tema es incluido en el temario de la Asamblea General de ese
año y la misma aprueba la resolución 37/9 del 4 de
noviembre de 1982.

En esta resolución como en las
anteriores se solicita que "reanuden las negociaciones para
encontrar en el más breve plazo una solución
pacífica al conflicto de soberanía en el asunto de
las Malvinas".

Contrariamente a las anteriores
resoluciones de la Asamblea General, en ésta se agrega que
el Secretario General "inicie una; nueva misión de buenos
oficios… para ayudar a las partes".

La resolución 37/9 fue aprobada por
90 países, 12 Votaron en contra y 52 Estados se
abstuvieron.

Resolución 38/12

Tal como se había aprobado en el
punto 40 de la resolución37/9 del 4 de noviembre de 1982,
la cuestión Malvinas se incluyó en el orden del
día provisional de la XXXVII sesión de la Asamblea
General.

La parte resolutiva no difiere de la
aprobada el año anterior: La resolución 38/12 fue
aprobada por 87 votos a favor, 9 en contra y 54 abstenciones y 7
ausencias, el 16 de noviembre de 1983.

A partir de 1984 las resoluciones a las que
se llego son todas muy similares entre sí, y
básicamente exhortan a las dos partes a la
negociación y la solución pacifica del
conflicto.

En el siguiente cuadro se hará
referencia a estas resoluciones:

RESOLUCION Y
AÑO

Votos a favor

Abstenciones

Votos en contra

Resolución 39/6 –
1984

89

54

9

Resolución 40/21 –
1985

107

41

4

Resolución 41/40 –
1986

116

34

4

Resolución 42/19 –
1987

114

36

5

Resolución 43/25 –
1988

109

37

5

Resoluciones del Consejo de Seguridad de
la ONU

Las resoluciones que adopta el Consejo de
Seguridad son de cumplimiento obligatorio, se pueden hacer
cumplir por la fuerza si es necesario. Este se dedica a
cuestiones que amenazan la paz y seguridad mundial, poniendo en
riesgo vidas humanas. Es por ello que se ocupo del tema de
Malvinas durante la guerra de 1982, sancionando dos
resoluciones:

Resolución 502 – 02 de Abril de
1982

En esta resolución el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas exige la cesación
inmediata de las hostilidades, el retiro inmediato de todas las
fuerzas argentinas de las islas y exhorta a los gobiernos de la
Argentina y Gran Bretaña a que procuren hallar una
solución diplomática a sus diferencias y a que
respeten plenamente los propósitos y principios de la
Carta de las Naciones Unidas.

Resolución 505 – 26 de Mayo de
1982

El Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas aprueba la Resolución 505; que pide al Secretario
General que emprenda una misión renovada de buenos
oficios, entablando inmediatamente contactos con las partes para
negociar condiciones mutuamente aceptables para una
cesación del fuego; y exhorta a las partes en conflicto a
que cooperen plenamente con el Secretario General en su
misión.

Anexos

Anexo 1

LA DERROTA DE MALVINAS

FIN DE LA DICTADURA MILITAR Y VUELTA A
LA DEMOCRACIA

Cuando la guerra termino, empezaron a ser
difundidas otras versiones de los hechos.

El efecto fue letal para la dictadura: en
Julio de 1982, el general Galtieri renuncia, su lugar es ocupado
por el General Reinaldo Bignone. Para ese entonces la Marina y la
Fuerza aérea se habían retirado de la Junta
Militar.

Bignone trata de imponer por decreto, una
amnistía general por la lucha antisubversiva, los
políticos mas críticos al régimen se oponen
con el respaldo de "las marchas de la resistencia", realizada el
10 de Diciembre, y la "Asamblea de la Civilidad" que
exigían el esclarecimiento de los hechos de violencia
subversiva, la aparición con vida de los detenidos –
desaparecidos y elecciones sin condicionamientos.

Estos hechos provocan el llamado a
elecciones para el 30 de Octubre de 1983.

La ciudadanía renovaba su
interés por la participación y se afiliaba a los
partidos políticos (tradicionales y nuevos) que
surgían al calor de la apertura
política.

En el radicalismo fue elegido en elecciones
internas el Dr. RAUL ALFONSIN, su discurso democrático y
antiautoritario tuvo gran aceptación sobre todo en la
juventud.

En el peronismo sin debate interno y lejos
de una renovación fue elegido candidato el Dr. ITALO
LUDER, su campaña estuvo muy alejada de las preocupaciones
de la sociedad.

El 20 de Octubre se impuso la formula
radical, siendo electo como presidente de la nación el Dr.
Alfonsin, que asumió el 10 de Diciembre con un gran apoyo
social.

El nuevo gobierno se propuso indagar todos
los actos de los gobiernos militares, fundando en 1984 la CONADEP
(Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas), esta investigo los crímenes de la dictadura,
publicando un informe bajo el titulo de "NUNCA MAS" donde se
probaba mas de 9000 casos de represión ilegal y asesinatos
a raíz del terrorismo de estado.

Se realizo la reforma al código de
justicia militar, se arresto a los jefes de las juntas militares
y a líderes de los movimientos guerrilleros como
Montoneros y ERP.

En medio de un clima de inestabilidad se
llevaron a cabo los juicios públicos a las juntas
militares, en 1985, siendo hallados culpables sus
componentes.

Por medio de un plebiscito se acepto el
"Laudo Papal" sobre el conflicto del Beagle de 1978.

El gobierno radical debió hacerse
cargo de una difícil situación económica, en
1985 se lanza el "Plan Austral" el cual congela salarios, precios
y tarifas para equilibrar las cuentas del estado, a pesar de un
gran éxito inicial en 1986 enfrentaba serias dificultades
por el pago de la Deuda Externa, apareciendo en 1987 las
protestas populares y sindicales, a esto se añadió
la protesta de los militares a raíz de los juicios,
desembocando en la "Sublevación Carapintada" la cual fue
sofocada por las marchas populares de apoyo a la democracia y la
negociación del gobierno, para lograr tranquilidad el
presidente dicto las leyes de "Obediencia Debida" y "Punto Final"
que lejos de apaciguar los ánimos generaron los
levantamientos de Monte Caseros y Villa Martelli en
1988.

ANEXO 2

Dijeron Los Ingleses en su
prensa

Los relatos que se agregan a
continuación han sido extraídos de crónicas
de guerra británicas y forman parte del sentimiento
auténtico de soldados que supieron valorar la aptitud de
los artilleros argentinos.

Al igual que un sinnúmero de
otras referencias vinculadas con la valentía y el coraje
evidenciado por soldados de las fuerzas argentinas que
participaron en la gesta de Malvinas, nos permitimos extractar
estas notas a modo de homenaje a quienes modestamente lucharon y
expusieron sus vidas con la templanza propia de nuestros legados
artilleros y, por sobre todo, en reconocimiento hacia quienes
murieron en suelo malvinense.

"Todas las informaciones dejaban entrever
que los argentinos se servían de las elevaciones para
atrincherarse y preparar las mejores posiciones defensivas. El
área quedaba dentro del alcance de los grandes
cañones calibre 155mm que los argentinos desplazaban
constantemente desde una base a otra alrededor de
Stanley".

The Sunday Time Insight Team, Una cara
de la moneda, La Guerra de Malvinas, Editorial Híspame
rica, Buenos Aires, 1983, Pág. 367 y 368.
"El viernes
11 de junio todavía no se había respondido a los
llamamientos, y el efecto de la demora, combinados con las noches
heladas y bombardeos por parte de la artillería argentina,
empezaban a producir cierta frustración. Un pelotón
de Guardias Escoceses tuvo que retirarse ante los intensos
disparos de la artillería pesada argentina y el Regimiento
de Comandos 42 sufrió las primeras bajas, desde el avance,
al verse alcanzado por los proyectiles argentinos".

The Sunday Time Insight Team, Una cara
de la moneda, La Guerra de Malvinas, Editorial Híspame
rica, Buenos Aires, 1983, Pág. 370.

"Los cañones argentinos que estaban
situados alrededor de Stanley, seguían causando estragos
entre las posiciones británicas. Son unos cachorros
endemoniadamente malos y desagradables. Te escupen un proyectil y
estonquea toda la zona".The Sunday Time Insight Team, Una cara
de la moneda, La Guerra de Malvinas, Editorial Híspame
rica, Buenos Aires, 1983, Pág. 377.

En relación con los fuegos de
hostigamiento realizados contra los buques ingleses, según
el testimonio del Teniente de la Armada Británica DAVID
TINKER, "…los proyectiles de los cañones argentinos
caían a unas 50 yardas de distancia de nosotros".Tinker
Hugh, La vida y gallarda muerte del Teniente David
Tinker.

"La artillería argentina
tenía cuatro cañones franceses calibre 155mm.
Durante la campaña estos fueron utilizados con poca
munición. Mientras esperábamos en el Monte KENT,
recibimos más de treinta ráfagas. Durante el ataque
al Monte DOS HERMANAS, aproximadamente 400 proyectiles de alto
poder fueron disparados sobre nosotros en aproximadamente 4
horas".

(Nota: Error del autor. Se trataban de
sólo dos cañones calibre 155mm, Modelo Argentino,
de fabricación nacional)Akhust Gerald R (My), "A
gunner's tale", Fiel Artillery Jornal (US Army), Marzo – Abril
1984, Pag 21.

"Los fuegos de las baterías enemigas
fueron muy efectivas. Finalmente tuvimos muchas dificultades para
localizar los cañones enemigos. Disparamos muchos
proyectiles sobre posiciones simuladas. Demasiado tarde nos dimos
cuenta que tirábamos sobre viejas cubiertas que simulaban
ser cañones, cubiertas por telas de enmascaramiento.
Fueron muy buenos para engañarnos".

Akhust Gerald R (My), "A gunner's tale",
Fiel Artillery Jornal (US Army), Marzo – Abril 1984, Pag
21.

"El 2do Batallón del Regimiento de
Paracaidistas, tuvo escasa oposición, pero considerable
dificultad causada por el fuego de la artillería argentina
calibre 155mm"

– Watson, Bruce W Y Dunn, Peter M
Military lesson of the Falklands Island warviews from the Unites
States, Arms and armours press, Londres, 1984, Pag
164.

"El fuego de la artillería argentina
de 155mm comenzó a caer sobre las posiciones que los
argentinos acababan de perder. Los Infantes de Marina
británicos se protegieron entre las fisuras que
presentaban las rocas, mientras que los proyectiles explotaban
alrededor".

– Thompson Julian, No Picnic, Leo Cooper
in association with Secker and Warburg, London, 1985, Pag
157.

"Con la luz del día el fuego de la
artillería argentina se intensificó bajo la
dirección de los observadores adelantados quienes reglaban
el tiro. El terreno lindante el Monte Dos Hermanas estaba
cubierto de cráteres por las granadas de 155mm".
Thompson Julian, No Picnic, Leo Cooper in association with Secker
and Warburg, London, 1985, Pag 165.

"Los proyectiles de los cañones
calibre 155mm se distinguían de los proyectiles de los
obuses calibre 105mm y de los morteros de 120mm por su fuerte
tronar. Cuanto antes tuviera lugar la siguiente fase era mejor,
pues menos tiempo debieran mis hombres permanecer bajo el fuego
de la artillería argentina".

Thompson Julian, No Picnic, Leo Cooper
in association with Secker and Warburg, London, 1985, Pag
165.

" Las tropas británicas enfrentaron
a una dura artillería de 155mm, que dejó tirados a
heridos y muertos, pertenecientes a las unidades de
asalto".

– Laurence Charles, corresponsal de
guerra del The Daily Telegraph.

ANEXO 3

La Guerra en
imágenes

Monografias.com

Submarino argentino ARA SAN
LUIS

Monografias.com

Ataque de un Pucara en rasante sobre
comandos británicos (Carlos García)

Monografias.com

Ataque aéreo al desembarco en
San Carlos – El pasillo de las Bombas

Partes: 1, 2, 3
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