10. A costa de grandes sacrificios
SubREINO
SALVACION
EVANGELIO
EL REINO es la meta final EL Reino de los Cielos
SubLA SALVACION va a ser la . El arribo a una situación ya inmutable
Que a de constituir la VIDA ETERNA
El EVANGELIO es el anuncio del Reino y de la Salvación
El evangelizador no debe perder de vista nunca estos tres elementos esenciales de la evangelización. Pues puede desvirtuar su misión evangelizadora
y
Palabras clave en la evangelización de Jesucristo
Muchos que no las entendieron las perdieron de vista, se fueron por el camino de las secundarias, y dejaron de ocuparse en parte, o del todo, de lo que era esencial en su acción evangelizadora.
Así dejaron de ser evangelizadores auténticos
Para convertirse en agentes anunciadores de cualquier otra cosa menos proclamadores del Evangelio, del Reino y de la verdadera salvación.
Dos caminos
Recibe el hombre el reino y la salvación:
El primero proviene de Dios mismo por el camino de la gracia. “gratia” =“favor”
El segundo camino se debe a la iniciativa del hombre a través del esfuerzo y el empeño con que él mismo los busca,
Como dice San Pablo:
Aun este interés y deseo de búsqueda, son gracia divina.
“ Mas por gracia Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril en mi. Antes bien, he trabajado mas que todos ellos. Pero no yo, sino la gracia de Dios que esta conmigo” 1 Co 15,10
Estas dos vías de acceso, son diferentes, pero pueden ser coincidentes, es decir, se presentan una con la otra reunidas de modo que parecen una sola: desde luego la gracia y la misericordia divinas siempre están actuando en bien nuestro.
El primer camino siempre existe
Nuestra disposición en cambio no siempre se presenta.
De esta ultima forma de que se instale el reino y se opere la salvación de lo que se ocupa Paulo VI en este inciso No. 10
Para ello trae dos citas evangélicas:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan” (MT. 11,12)
“La ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, todos se esfuerzan por entrar el”
JUAN EL BAUTISTA
Los dos pasajes nos hablan de un personaje: Juan el Bautista
Que con su vida y misión es como un signo vivo que clausura la antigua alianza
Al mismo tiempo es signo vivo de la inauguración de la Nueva Alianza.
San Marcos relata como actuaba:
San Juan Bautista en su misión:
“Voz que clama en el desierto: “Preparad el camino del señor, rectificar sus sendas” (Mc.1,3).
Ese es el segundo camino por el que han de llegar el Reino y la Salvación, el cual prepara y allana el ingreso de la Gracia.
Para que penetren en ellos
Los hombres tienen que abrir la puerta de sus corazones a partir el anuncio de San Juan. Segundo camino
Ante todo debemos evitar perdernos.
No vamos a abrir un camino que vayamos a recorrer para encontrar el Reino, sino preparamos dentro de nosotros:
La inteligencia
Mediante la Reflexión , y la voluntad motivando los afectos, que son el camino por el que el reino entrara en el corazón.
En por lo que Paulo VI nos recuerda que Cristo había dicho que tan solo los que < saben, pueden y quieren realizar esfuerzos> – los esforzados-
Llegaran a trazar el camino,
Desmontarlo de las viejas malezas de nuestras tendencias desordenadas, allanarlo y pavimentarlo por medio de la docilidad y el desprendimiento, la renuncia a viejos ídolos que nos impiden acercarnos a DIOS.
Cuando el Señor nos anuncia
Que el Reino “esta en tensión” o “sufre violencia” nos propone dos conceptos:
El primero- personal nuestro- indica que para llegar a poseerlo, antes tendremos que hacer muchas renuncias, realizar muchos esfuerzos.
El segundo- ajeno a nosotros-
Es la oposición que encontraremos en el demonio, el mundo y la carne, que ponen toda clase de obstáculos dentro y fuera de nosotros mismos, para que no llegue a instalarse el Reino en nosotros.
-Así pues instruye la exhortación-debemos tomar la resolución de abrir
Un camino
Empleando la en nosotros mismos pese a las fatigas y sufrimientos, a las contradicciones de nuestras tendencias y deseos, a la renuncia a lo que en ocasiones nos parece legitimo, pero que acaso llega a constituirse en una barrera que impide instalarse el Reino en nosotros.
Advertencia evangélica:
No se pueden tener < dos señores; servir a la vez a Dios y a las riquezas> (Mt. 6,24).
La importancia de corregir nuestros defectos antes de mirar los ajenos. Exigimos la perfección a nosotros y ser indulgentes hacia los demás(cf. Mt 7,3).
Entrar por la puerta estrecha
Y olvidar la ancha, soportar las dificultades para ganar el Reino rehuyendo la vida fácil (cf. Mt. 7,13).
No quedarse en aspiraciones y buenos deseos, sino llegar a la acción (cf. Mt Cap. 6 y Cap. 7).
En (Mt. 10,37) la renuncia la amor si ese amor se interpone entre Dios y nosotros.
La renuncia a la vida temporal
(cf.Mt. 10,39) habla de los que aceptan llegar hasta el martirio por la aceptación del Reino, en un deseo extremo de obtenerlo.
Jesús emplea la imagen de la cruz como símbolo de renuncia, aceptación y vida de perfección por la contradicción de si mismo mucho antes de morir.
(Mt 10, 38)
“El que no tome su cruz y me siga, no es digno de mi”
Hacia Dios no hay resignación sino adhesión y aceptación, a ejemplo de María Santísima ante el misterio de la Encarnación.
En el cristiano la aceptación de la cruz tiene un sentido profundo y firme de:
Esperanza
En una remuneración de proporción muy superior al valor de la prueba que conocemos con el nombre de
Del mismo modo la prueba de la cruz de la vida ordinaria puede ser soportada cuando el hombre esta inundado de fe y esperanza.
(2 Tm 4, 6-8)
Pues no hay prueba que supere la alegría de quien esta convencido de la excelencia del premio que le aguarda.
Pablo VI nos previene que nada de esto es posible si antes no se ha efectuado un cambio interior dentro de nosotros. Si no se realiza en nuestro interior la = cambio de opinión; viraje,
conversión
Esto es hacer que en adelante nuestras aspiraciones y deseos miren hacia lo alto, a las cosas santas, limpias de pecado, a todo lo bueno, a Dios, según enseña San Pablo: Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo esta sentado a la diestra de Dios. Aspirar a las cosas de arriba, no a las de la tierra.” (Col. 3,1-2).
El Bautista:
“Convertíos, porque el Reino de los Cielos esta cerca.” (Mt.. 3,2) que es lo mismo por donde Jesucristo comenzó su misión publica, esto es su evangelización (Mt. 4,17). De hecho, lo primero en la evangelización es conseguir que los convocados se conviertan.
La implantación del Reino
depende de que cada uno de los hombres lo acepte en lo personal, Cristo mismo lo declaro a San Pablo en su envío: “Yo te libere de tu pueblo y de los gentiles, a los cuales yo te envío, para que les abras los ojos ; para que se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; y para
(Hch. 26,17-18)
que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia de los santificados mediante la fe en mi.” Todo viene como consecuencia de la conversión.
Paulo VI: para ser evangelizador autentico, debe realizarse en nuestro interior ese cambio interior sin el cual
Nosotros mismos
los evangelizadores, no podemos ser evangelizados.
Y “Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?” (Lc 6,39).Este cambio va a ser para nosotros un gran sacrificio, así lo anuncia el Papa, mas es necesario para quien decida colaborar en la evangelización.
11. Predicación infatigable
Cristo realizo su evangelización con dos factores: la palabra y el signo:
La palabra hablada y escrita, tres son las cualidades que deben existir en la palabra de todo evangelizador: autoridad, verdad, y claridad; y de ellas se habla en las tres citas evangélicas en el doc. de Paulo VI:
Hablar con autoridad:
Como hemos dicho si por la palabra entendemos la Buena Noticia, por la palabra hemos de concebir a aquel que es portador de esa grata noticia. Cristo se presenta a dar la noticia, lo hace a la vista de todos, quienes tan solo aprecian la apariencia de un hombre.
Cristo
Con todo, no es un hombre común que hable por si mismo: es el enviado del Padre, cuya misión es precisamente hablar de aquello que el Padre quiere darnos a saber.
¿Como entiende de letras sin haber estudiado? Decían, los Judíos, asombrados.
Jesús les respondió:
“Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. El que quiera cumplir su voluntad, vera si mi doctrina es de Dios o hablo por mi cuenta.” ( Juan 7, 15-16)
Asimismo, en la ultima cena descubre cual haya sido el mensaje que nos trajo:
(Jn 17,6-8)
“(Padre) He manifestado tu Nombre a los que me has dado sacándolos del mundo. Tuyos eran y tu me los has dado; y ha guardado tu Palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque yo les he comunicado lo que tu me comunicaste; ellos han aceptado verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tu me has enviado.”
La autoridad con que habla Jesús
Es la que proviene de quien le ha enviado, el padre principio de toda existencia y autoridad. De aquí que Jesucristo habla con la mas soberana y plena autoridad, la que se manifiesta en todo su esplendor en la escena de la transfiguración: “ tomo consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar.
(Lc 9,28-35)
Este es mi Hijo, mi Elegido; Escuchadle.”
Este escuchadle es a la vez mandato y sugerencia amorosa del Padre que en un rasgo misericordiosisimo se valió de su Hijo para darnos el mensaje de salvación, después de haber enviado a los profetas que no fueron atendidos.
Hablar con verdad:
Constituye para el evangelizador una gran responsabilidad enseñar la verdad. Y para ello, junto con la invocación de la luz del Espíritu Santo – que no la niega jamás al que la pide con humildad y recta intención- es necesario que se busque su mas amplia instrucción en la medida de sus posibilidades.
Hablar con claridad:
No basta hablar con autoridad y hacerlo sobre la verdad: es necesario saberlo transmitir. Y esto exige preparación.
Estas tres cualidades- en la justa proporción de la persona de Jesús que hablaba- fueron las que hicieron que el maravillara a sus oyentes, que desautorizara a sus oponentes.
(Mt.7,28)
Que los de buena voluntad se le arremolinaran en derredor por escucharle: “ y sucedió que cuando acabo Jesús estos discursos, la gente quedo asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.”
Todo referido a Cristo:
Es el secreto del éxito que consiguen muchos predicadores: no es tanto su modo de exponer, sino lo que exponen, lo cual solo pertenece al que los envió.
Cristo ha de ser quien sea manifestado y el evangelizador debe desaparecer.
Palabras que cambien el corazón
Y el destino: termina el Papa indicando cual es el fruto de la palabra de Cristo: es lo único capaz de que el hombre se transforme en su interior, y que, como consecuencia , de a su vida un cambio de rumbo.
12. Signos evangélicos
El segundo factor en la evangelización de Jesús fue el signo, es decir que apoyo la palabra, la predicación, en signos exteriores y perceptibles por medio de los sentidos, para favorecer a sus seguidores, para hacerles mas fácil el interés por su doctrina. Estos signos exteriores fueron los milagros y el cumplimiento de las profecías.
El milagro
Es un suceso que contraviene las leyes de la naturaleza, cuyo legislador es Dios y por tanto, solamente Dios es quien puede realizar un milagro, o un enviado suyo. Esto sucedió con los profetas.
La necesidad de lo material los hacia aceptar ser llevados a lo espiritual escuchando las enseñanzas. Iban de lo natural a lo espiritual.
La profecía
El cumplimiento de las profecías es también un signo; su importancia puede escapar a nuestros ojos por no ser judíos ni haber vivido en aquellos tiempos: para el judío de entonces, las profecías habrían de servir en su cumplimiento como señal de la llegada del Mesias;
Camino de conversión
Es entonces cuando nos convertimos (convertirse es cambiar el rumbo), y emprendemos el camino detrás de Jesús; somos entonces los pequeños que escuchan el mensaje evangelizador. No era que no creyéramos, si no que había tantas cosas que nos ocultaban la verdad.
Jesús:
“El espíritu del señor Yavhe esta sobre mi, por cuanto que me ha ungido Yavhe. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad” (Is 61,1)