Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Estudio metodológico del texto de Números 12 (El castigo de Mirian)



  1. Introducción
  2. La
    lepra de María
  3. Biografía de
    personajes
  4. Una
    disputa familiar
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

Introducción

En el presente trabajo monográfico se pretende
dar a conocer a grandes razgos por medio de un estudio e
interpretación, el abordaje del texto de (Números
12), en donde el personaje principal "Mirian" se ve confrontada y
duramente castigada según el narrador del libro por la
mano de Yahvé, debido, a su critica con su hermano
Aarón en contra de Moisés por haber tomado como
esposa a una mujer cusita.

El propósito de este trabajo no se reduce a dar a
conocer simplemente los datos del contenido narrativo del texto,
sino que, trata de hacer una ligera critica al comportamiento de
los personajes que se ven involucrados en la trama. Es
interesante que se tome en consideración en este caso,
observar el protagonismo de Yahvé, pues parece que es
quien en ultimas instancias y no Moisés, el que resuelve
el problema (familiar y de liderazgo).

Mirian, una de los personajes más importantes y
líder junto a sus dos hermanos ante el pueblo, finalmente,
es silenciada, castigada y expulsada del campamento por razones
que nos hacen pensar que, tanto sus hermanos Moisés y
Aarón como el propio Yahvé en palabras del
narrador, fungen como grandes autoridades patriarcalistas que
pueden hacer según el sistema de reglas lo que ellos
decidan y, menosprecian la intervención de una mujer que
se toma el valor para poder decidir en asuntos que tenían
mucha relevancia como en este caso con su hermano
Moisés.

8 boca a boca hablo con él, abiertamente y no
enigmas, y contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué,
pues, habéis osado hablar contra mi siervo
Moisés?» 9 Y se encendió la ira de Yahveh
contra ellos. Cuando se marchó, 10 y la Nube se
retiró de encima de la Tienda, he aquí que
María estaba leprosa, blanca como la nieve. Aarón
se volvió hacia María y vio que estaba leprosa. 11
Y dijo Aarón a Moisés: «Perdón,
Señor mío, no cargues sobre nosotros el pecado que
neciamente hemos cometido. 12 Por favor, que no sea ella como
quien nace muerto del seno de su madre, con la carne medio
consumida.» 13 Moisés clamó a Yahveh
diciendo: «Oh Dios, cúrala, por favor.» 14
Yahveh respondió a Moisés: «Si tu padre le
hubiera escupido al rostro, ¿no tendría que pasar
siete días de vergüenza? Que quede siete días
fuera del campamento y luego sea admitida otra vez. 15
María quedó siete días excluida del
campamento. Pero el pueblo no partió hasta que ella se
reintegró. 16 Después el pueblo partió de
Jaserot y acamparon en el desierto de
Parán.

( Números 12. 8-16)[1]

1. La Lepra de
María

Resistirse a la autoridad ordenada por Yahvé ha
sido una tentación común, así como
también lo es el suponer que se habla de parte de
Dios cuando no se ha sido nombrado para esto. A menudo en los
casos de sedición o rebelión, vemos ambas cosas. Y
en el capítulo 12, encontramos a Mirian y a
Aarón
haciendo ambas cosas. Moisés era el
hombre más manso sobre la faz de la tierra
(versículo 3)—una nota insertada probablemente por
Josué o un editor bíblico posterior para poner el
desafío en contra de Moisés en perspectiva. Y este
hombre manso esperó pacientemente a que Yahvé
interviniese y lo apoyase. Él nada hizo para refutar a sus
hermanos. [2]

La gente que está celosa de alguien a menudo los
derriba, esto es lo que Mirian y Aarón hicieron. Ellos
comenzaron atacándolo en relación a "la mujer
cusita que había tomado" (versículo 1). Muchos han
construido teorías sobre ésta acusación. No
tenemos otro registro en las Escrituras de la mujer mencionada
aquí, porque la única mujer que conocemos de
él, Séfora era madianita. Así, no podemos
saber con seguridad cuándo se casó Moisés
con ésta mujer. Es posible que él se casase con
ella décadas antes cuando era príncipe en Egipto,
después de ganar una victoria en contra de Etiopía,
como lo registra Josefo. Este historiador judío del siglo
primero, se refiere a ella como Tharbis, hija del rey de
Etiopía (Antigüedades de los Judíos,
Libro 2, capítulo 10). Moisés pudo haberla
recuperado cuando retornó a Egipto para liberar a los
israelitas–nosotros simplemente no lo sabemos. En todo caso, no
hay registro de que Yahvé emitiese alguna crítica
hacia Moisés por ésta circunstancia.
Verdaderamente, Yahvé exoneró a Moisés,
mostrándolo como fiel en toda Su casa (versículo
7). 

Pero, ¿Mirian y Aarón hablaron
también por Yahvé? ¿No es sancionada su
desautorización de parte Suya? La pregunta nunca
surgió acerca de que Moisés fuese único en
su papel, como el único a través de quien
Yahvé se comunicaba. Al menos Mirian y Aarón
quisieron ser iguales a Moisés. Quizás fueron
celos, quizás fue orgullo, quizás un argumento de
familia. Ellos se convencieron de que tenían un reclamo
válido—después de todo, Mirian era profetisa
(Éxodo 15:20) y Yahvé también le
habló a Aarón (Levítico 10:8; 11:1; 13:1;
Éxodo 6:13; 12:1; etc.). Yahvé entonces les habla a
los tres. Sin embargo, mientras que exonera a Moisés,
Él es duro con Mirian y Aarón. Mirian, al parecer
había sido la instigadora de las críticas
hacía Moisés, ya que su nombre se menciona primero
(versículo 1) y el castigo principal recae sobre ella
(versículos 10, 14). El carácter de Moisés
brilla notablemente cuando él intercede por sus hermanos a
pesar de la traición personal que sintió de parte
de ellos. 

1.1 El problema y su solución

Problema

Nm 12.1- 3: Mirian y Aarón hablaron en
contra de Moisés por la mujer cusita que había
tomado como esposa y exigían que se les considerase por la
posición que tenían ante el pueblo.

Plan y ejecución

V. 4-10: Yahvé Reúne a
Moisés, Mirian y Aarón para hablar con ellos acerca
de la critica que se había levantado entre familia y en
defensa de Moisés. Se dispone a castigar a Mirian con una
lepra en su cuerpo y a Aarón contemplando el malestar de
su hermana.

Solución V. 11-16: Aarón pide
disculpas a Moisés y este intercede a Yahvé por su
hermana Mirian para que le quitase la lepra. Yahvé se
rehusa a la petición de Moisés y pide que sea
echada fuera del campamento por siete días y
después ser reintegrada al grupo.

1.2. Estructura

Espacio

Personajes

Acciones

Nm 12. 1-3

Desierto (Jaserot
campamento)

Mirian y Aarón

Murmuraron en contra de Moisés por la mujer
cusita que había tomado por esposa

Nm 12. 4-8

La tienda del encuentro

Yahvé, Moisés,
Aarón y Mirian

Yahvé se presentó en una columna de
nube. llama a los tres en la tienda del encuentro para
hablar con ellos acerca de lo acontecido.

Nm 12. 9-10

La tienda de encuentro

Yahvé, Moisés, Aarón y
Mirian

Yahvé en forma de nube, se marchó de
ellos por encima de la tienda y, dejó a Mirian con
lepra en su cuerpo.

Nm 12. 11-12

La tienda de encuentro

Aarón

Pide perdón a Moisés por la falta
que habían cometido con Mirian.

Nm 12. 13-14

En la tienda de encuentro

Moisés

Pide a Yahvé para que sane a Mirian y su
petición es negada. Yahvé declara que tiene
que estar siete días fuera del
campamento.

Nm 12. 15

Fuera del campamento

Mirian

Es echada fuera del campamento para que luego de
siete días fuese integrada nuevamente al
grupo.

Nm 12. 16

Desierto de Jaserot

El pueblo

Luego de ser Mirian integrada al campamento,
partió de Jaserot y acamparon en el desierto de
Paran.

1.3. Personajes

Mirian Mujer cusita ( Probablemente
Séfora)

Aarón Yahvé

Moisés El pueblo

1.4. Diálogos

V 1-2: Dialogo de Mirian con
Aarón

V 6-8: Dialogo de Yahvé con
Mirian y Aarón

V 11: Dialogo de Aarón con
Moisés

V 13-14: Dialogo de Moisés
con Yahvé

2. Biografía
de personajes

2.1. AARÓN Hijo de Amram y Jocabed, de la
tribu de Leví (Éx 6.20), hermano mayor de
Moisés (Éx 7.7) y de Mirian (Nm 26.59; 1 Cr 6.3).
Su esposa fue Elisabet y sus cuatro hijos fueron Nadab,
Abiú, Eleazar e Itamar.

En las narraciones más antiguas del Pentateuco se
presenta a Aarón como «boca» de Moisés
(Éx 4.16) ante Faraón. Parece que Aarón
tenía fama de orador, mientras que Moisés se
sentía «torpe de lengua» (Éx 4.10, 14).
Por tanto, Yahvé lo escogió para ayudar a
Moisés en el proceso de liberación de Egipto al
pueblo de Israel (Éx 4.27). Al principio siempre
acompaña a Moisés (Éx 5.1, 4, 20; 6.13; 7.6,
10, 20; 8.5, 12, 16, 25; 9.8, 27; 10.13, 16; 11.10; 12.1, 31;
17.10–12). Pero después del cruce del mar Rojo
parece dejar esta responsabilidad y Moisés habla
directamente al pueblo (Éx 14.13).

Aarón figuró entre los líderes de
Israel (Éx 19.24; 24.9; 34.31) y estuvo con ellos cuando
vieron a Yahvé. Sin embargo, no tuvo cualidades de
líder. Cuando sustituyó a su hermano al subir este
al monte Sinaí, no supo mantener el orden (Éx
32.25) ni pudo resistir las exigencias del pueblo de Israel. Para
complacerlos hizo un becerro de oro. Es posible que tuviera en
mente al sagrado buey Apis de Egipto o al toro de los
cananeos.

El momento cumbre de la vida de Aarón fue cuando
se le nombró sumo sacerdote (Éx 28.1; Lv 8.2). Se
confeccionaron vestidos especiales para este servicio (Éx
28.2ss; 39.1ss), como señal de su autoridad religiosa y de
su representación de Israel ante Yahvé. El relato
de su consagración es minucioso (Éx 29.1–37;
Lv 8). El punto central de su ministerio fue el Día de
Expiación, al entrar en el Lugar Santísimo como
único representante del pueblo de Israel (Lv 16.13, 14).
Yahvé sostuvo la autoridad de su sacerdocio frente a una
rebelión (Nm 16) y la confirmó con el milagro de la
vara que floreció (Nm 17).

El oficio sacerdotal que ejercía no evitó
una lucha por el poder contra Moisés. Quiso justificar sus
proyectos alegando que Moisés había tomado una
mujer cusita (Nm 12.1, 2). Sin embargo, Yahvé intervino
para reafirmar que escogió a Moisés para ser
«boca» de Yahvé.

Por su falta de fe, no se le permitió entrar en
la tierra prometida (Nm 20.12). Entregó el sumo sacerdocio
a su hijo Eleazar en el monte Hor (Nm 20.26; Dt 10.6), donde
murió siendo anciano (Nm 33.38, 39).

2.2. MOISÉS Caudillo y legislador que
sacó de Egipto a los hebreos, los organizó como
nación y los condujo a la tierra prometida. La princesa
egipcia le puso por nombre Mosheh (Éx 2.10),
término cuyo origen quizás sea egipcio. Los
egiptólogos lo consideran una derivación de
???? (hijo) vocablo que más tarde se
hebraizó ( ??????? que significa,
sacar).

Como padres de Moisés la Biblia menciona a Amram
y Jocabed, ambos de la tribu de Leví (Éx 6.20), y
como sus hermanos mayores a Aarón y Mirian. La
afirmación de Filón de que a Moisés lo
instruyeron en toda la sabiduría helenística y
oriental que se acumuló en Alejandría, no
corresponde en este sentido a la realidad de los hechos. El
helenismo y Alejandría son de tiempos bastante
posteriores. Aun más fantástica resulta la
teoría mencionada por Josefo de que Moisés haya
sido un sacerdote de Osiris en Heliópolis y que solo
más tarde adoptó el nombre de Moisés, o la
otra de que él haya intervenido militarmente y con
éxito en una guerra contra Etiopía. De todo esto la
Biblia no dice nada.

Con respecto a la juventud de Moisés, las
Escrituras se limitan a informar que no obstante su
posición social en la corte, no se avergonzó de su
origen (Heb 11.24) y que huyó de la ira del faraón
a Madián, por causa de un incidente violento (Éx
2.11ss) que un compatriota le descubrió y
recriminó. Madián se encuentra en la parte sudeste
de la península de Sinaí. Aquí se
casó con Séfora, la hija del sacerdote Jetro
(Éx 2.21), que según 2.18 se llamaba Reuel. En su
destierro le nacieron a Moisés dos hijos, Gersón y
Eliezer. Este período le fue de no menor importancia que
el tiempo de su educación en la corte del
faraón.

2.3. MIRIAN Nombre que se ha interpretado de
diversas maneras, según la raíz semítica de
la que se trace su derivación. Las varias posibilidades
son: «rolliza», «niña deseada»,
«la que ama o es amada de Yahvé», y «la
amada».

Profetisa y hermana de Moisés y Aarón,
hija de Amram y Jocabed (Nm 26.59). Éxodo 2.4, 7, 8 relata
que una hermana del niño Moisés vigilaba la
arquilla de juncos en que este fue echado al río;
probablemente se tratara de Mirian. Ella dirigió a las
mujeres israelitas en el canto y danza de alabanza después
que cruzaron el mar Rojo (Éx 15.20, 21), y junto con
Aarón se rebeló contra Moisés cuando este se
casó con una cusita. Yahvé castigó a Mirian
con la lepra. Moisés intercedió por ella, y fue
limpia (Nm 12). Cuando Mirian murió, la sepultaron en
Cades (Nm 20.1). En tiempos posteriores se recordaba a Mirian
como líder junto con sus hermanos (Miq 6.4).

2.4. Conceptos

LEPRA Enfermedad infecciosa producida por el
bacilo de Hansen. No obstante haber sido una enfermedad
endémica en el Oriente, es muy dudoso que las diversas
enfermedades que la Biblia menciona como lepra sean la misma y
específica enfermedad que hoy conocemos con este nombre.
La enfermedad bíblica que causa el enblanquecimiento y
deterioro de la piel, por ejemplo, es la que hoy conocemos como
soriasis. Además, desde el punto de vista médico,
en la Biblia se torna más confuso el concepto sobre la
enfermedad de la lepra, por cuanto el término hebreo
???????????? que se traduce lepra, significa igualmente
«castigo de Dios». Por otra parte, con este
término hebreo se designan diversas manchas de moho, o
manchas en las paredes de las habitaciones (Lv 14.33–45),
seguramente de salitre.

Los pasajes de Lv 13 y 14 se dedican a la lepra: la
descripción de sus síntomas y señales, el
procedimiento para diagnosticarla, el diagnóstico
diferencial, los preceptos y las leyes para los enfermos y, por
último, la descripción del complicado ceremonial
para la purificación y limpieza. El ceremonial purificador
se especifica con todo detalle y se señala que lo
realizaba el sacerdote, quien combinaba las funciones de
médico y legislador.

Muchos son los personajes bíblicos que aparecen
como víctimas de la lepra. La primera referencia es el
episodio cuando Dios ordenó a Moises que metiera la mano
en su seno para mostrarle su poder. Al sacarla, estaba
«leprosa como la nieve» (Éx 4.6). Otras
víctimas de la lepra lo fueron Mirian, hermana de
Moisés (Nm 12.10), y el general sirio Naamán (2 R
5.1), pero todos estos sufrieron transitoriamente. Un caso en el
que se hace hincapié, por el contrario, que «fue
leproso hasta el día de su muerte» es el del rey
Uzias, cuya lepra comenzó como una lesión
localizada en la frente (2 Cr 26.20, 21).

Si se tiene en cuenta la descripción de la lepra
como enfermedad que afecta por igual a personas, vestidos y
paredes, y por otra parte, el curso de la dolencia, algunas veces
transitoria y otras permanentes, es evidente que no siempre se
trató de una misma enfermedad. De cualquier manera, en el
pensamiento bíblico la enfermedad de la lepra (signifique
esta enfermedad u otra alteración de la piel) está
siempre asociada con la idea del pecado y es la figura por
excelencia para referirse a sus efectos corruptores y la prueba
objetiva del mal.

INMUNDO Persona, animal o cosa contaminada por
impurezas físicas, rituales o morales, cuya
condición la condenan leyes específicas. Era
inmundo lo que desagradaba a las deidades o lo que
pertenecía a la esfera de lo demoníaco.

En las leyes del Antiguo Testamento, se consideran
inmundos:

1. Las personas que han tenido contacto con un
cadáver (Nm 19.11–22); con algún flujo del
cuerpo humano (sangre, semen, flujos de menstruación y
parto, Lv 12.1–5); con personas leprosas o sus
pertenencias
(Lv 13 y 14); o que han comido carne o
alimentos prohibidos.

2. Algunos animales (Gn 9.4; Éx 22.31; Lv
11.1–47; 17.15; Dt 14.3–21; Hch 15.20,
29).

3. Algunos lugares, por causa de opresión
(Ez 22.24), por prácticas religiosas prohibidas (Jos
22.17, 19), por idolatría (Jer 13.27), por la sangre de
los muertos en las calles (Lm 4.15).

4. Algunos objetos expuestos al contacto con
personas o animales impuros (Lv 13; 14; 15).

Los defectos físicos se consideraban una causa de
inmundicia (Lv 21.16–24) porque deformaban la imagen de
Yahvé. La idolatría era práctica inmunda (Os
6.10) porque violaba la adoración que solo a Dios le
corresponde.

Los procesos de purificación
incluían: una espera de uno, siete o más
días
(Lv 15.28), un ritual que empleaba agua (Lv
15.5), fuego (Nm 31.23), sangre (Lv 14.25) u otro agente
purificador; y muy a menudo un sacrificio como ofrenda de
expiación según el tipo de pecado.

La tradición sacerdotal hebrea consideraba las
leyes de la purificación como parte del pacto mosaico y
esenciales para la supervivencia de la nación; la
violación de estas era ofensa a la santidad de
Yahvé.

En los profetas y los salmos se tiende a subrayar la
limpieza moral y no solo la ceremonial. Esta última se
recalca de nuevo en el período
intertestamentario.

CUS (negro). Transcripción de
????? nombre hebreo y asirio, derivado del egipcio, que en la RV
suele traducirse por «Etiopía».

1. Hijo mayor de Cam y padre de Seba, Havila,
Sabta, Raama, Sabteca y del poderoso Nimrod (Gn 10.6–8; 1
Cr 1.8–10).

2. Región circundada por el río
Gihón, el segundo de los cuatro brazos del río del
Edén (Gn 2.13), tal vez situada al oeste de Asia que
comprendía mayormente a Persia.

3. Hijo de Benjamín, al que David dedica
un ????????? suplicando vindicación (Sal 7,
título).

4. Región situada al sur de Egipto,
quizás Nubia o el norte del Sudán. Tradicionalmente
se identifica con Etiopía, pero para algunos es la moderna
Abisinia.

Al principio solo designaba un reducido territorio
vinculado con las cataratas del Nilo, cerca de Syene (actualmente
Aswan). Rápidamente, entre los propios egipcios y
después entre los hebreos y asirios, la
denominación se hizo más extensiva.
Comprendía por el este hasta el mar Rojo. De allí,
precisamente, se dice que salió Nimrod para establecerse
en Mesopotamia después de iniciar su reino con Babel (Gn
10.8). Puede reforzarse esta opinión con el relato
bíblico que coloca a los árabes «junto»
a los etíopes cuando el Señor los levantó
contra Joram (2 Cr 21.16).

En las profecías contra Egipto, se pone como
límite para la desolación a (Syene) en la frontera
con Etiopía (Ez 29.10; 30.6).[3]

3. Una disputa
familiar

En esta perícopa que tiene una lógica
difícil de discernir, se ve una ocasión de
valorizar a Moisés frente a sus hermanos Mirian y
Aarón. Directamente, se destaca también aquí
a Mirian: en el v. 15 se señala que todo el pueblo
tendrá que esperar el fin de su penitencia para partir de
nuevo. Los sucesos que se narran podrían organizarse
siguiendo dos conflictos:

1.- << Mirian y Aarón murmuraban contra
Moisés a causa de la mujer cusita que este había
tomado por esposa>> (12.1). Como en otros conflictos,
Yahvé zanja el litigio castigando inmediatamente a la
persona cuya queja es rechazada; << desapareció la
nube de encima de la tienda, y Mirian aprecio cubierta de lepra,
blanca como la nieve>> (v. 10). Al verla, Aarón se
llena de miedo: Aarón dijo a Moisés: perdón,
mi señor. No nos hagas responsables del pecado que
neciamente hemos cometido. No dejes a Mirian como un aborto, que
sale ya medio consumido del vientre de su madre (V. 11-12). Como
suele hacer con el pueblo, Moisés intercede: <<Oh
Dios, ¡sánala, por favor¡>> pero esta
vez el Señor no acude a su petición: << Si su
padre le hubiese escupido en el rostro, ¿No
llevaría durante siete días esa vergüenza?

Que sea separada del campamento siete días, al cabo de los
cuales será admitida>> (v. 14).

Si el castigo no se retira por la suplica de
Moisés, es porque tiene un valor ejemplar: hará
jurisprudencia para otros casos de lepra. Dt 24. 8-9 hablara
también del castigo de Mirian, para dar base a una
legislación sobre la lepra.

La dificultad de este texto reside en su punto inicial.
¿ Que es lo que Mirian (y Aarón) reprochan a su
hermano? ¿Quién es esa cusita (o nubia) con la que
se ha casado?
Se duda que se trate de Séfora, la
madianita con la que se caso hace tiempo (Ex 2. 21), a no ser que
el termino << cusita >> se refiera al clan madianita
de Cusán (cf. Hab 3.7). Los targumes explican que se trata
de Séfora; Mirian le reprocharía entonces a su
hermano el haberse separado de su esposa. Pero si se toma
<<cusita>> en el sentido habitual de nubia, se
trataría de un nuevo matrimonio, y con una extranjera. La
reacción de la familia se explica fácilmente. Pero
no se ve por qué Yahve rechaza los reproches de
Mirian.

2.- <<Decían: ¿Acaso Yahvé
ha hablado solo con Moisés? ¿No ha hablado
también con nosotros
?>> (v.2). De hecho, Yahve
va a hablarles, pero para reprocharles su envidia. ¿Les
había hablado antes?
En Ex 15, 20 se dice que Mirian
era profetisa, sin que esto pueda motivarse solo por el hecho de
haber entonado el canto de victoria. Pero ningún texto
habla de revelaciones hechas a Mirian o a Aarón,
independientemente de Moisés. Se trata mas bien de un
problema de autoridad. En Israel tiene autoridad aquel a quien
habla Yahvé. Vista en este sentido, la
reivindicación de Mirian y de Aarón no es
insólita. Algunas tradiciones ponen a los dos hermanos y a
su hermana casi en el mismo plano; por ejemplo Miqueas: "
envíe delante de ti a Moisés, a Aarón y a
Mirian" (Miq 6.4). [4]

3.1. Mirian es castigada

La primera pregunta que se plantea es por qué el
castigo recae sobre la mujer y el varón queda impune. Par
explicar este hecho, algunos autores modernos han apelado a
razones literarias, de genero y teológicas. En el v. 1, la
expresión hebrea wa – tedabber (<<y
ella dijo>>, en femenino singular) parece indicar que
Mirian fue la instigadora de la murmuración.
Además, su nombre es mencionado antes que el de
Aarón, lo cual podría ser un signo de su papel
prominente.

Otros comentaristas ven en la queja una muestra de
racismo, debido a que la mujer cusita era de piel oscura.
Según otros, en cambio, la tradición que ha
preservado estos textos no habría podido soportar la total
descalificación del sumo sacerdote Aarón,
presentándolo como castigado con la lepra. De hecho, aun
en el episodio del becerro de oro (Ex 32) se descubre la
intensión de proteger la integridad de Aarón, no
ocultando sus debilidades sino declarándolo libre del
ejemplar castigo divino. De todas maneras, la cuestión del
castigo unipersonal no ha encontrado una respuesta
concluyente.

Esta reacción divina provoca profundos cambios en
el estado y la función de Aarón y Mirian. El relato
muestra como Aarón, en su condición de sacerdote,
verifica con un examen visual la lepra de Mirian, mientras que en
su condición de profeta apela desesperadamente a
Moisés para que interceda ante Yahvé. Obviamente
Mirian queda confinada fuera de la comunidad, y esta decide no
proseguir el camino de la liberación a causa de las
rebeliones.[5]

3.2. Problema de piel

Mirian estaba callada desde la celebración de la
salida en Éxodo 15: ella y las mujeres en un intenso coro
de cuerpo y voz, de fiesta, de paso. Teóloga de tamboril
en la mano, teología de ritmo y cuerpo. Éxodo en el
femenino plural. Y entonces… ni Sinaí ni
mandamientos. Atraviesa en silencio los 40 capítulos del
Éxodo y de todo el Levítico. Entra en el libro de
Números acompañando la trayectoria de los hermanos
Moisés y Aarón hasta que en el capítulo 12
decide hablar. Escoge golpear el silencio del texto con una
pregunta: ¿Acaso ha hablado el Señor solamente por
Moisés? ¿No ha hablado también por nosotros?
(Números 12,2).

La pregunta enciende la ira de Dios que deja aparecer
sobre el cuerpo de Mirian la lepra y la culpa. Si ella tiene
visiones y sueños, el varón Moisés habla con
Dios cara a cara. ¿Cómo es que osa preguntar por
qué? ¿Cómo osa querer ser como
Moisés? Insubordinada y osada, se va a silenciar
permanentemente a Mirian con la marca del delito en el cuerpo:
¡aborto de su madre, escupitajo del padre! Lepra de
preguntar. Lepra de querer saber por qué esa exclusividad
masculina en el trato con la divinidad. Proscrita y excluida,
Mirian conoce el lugar que le pertenece a la mujer que sospecha y
pregunta. Silenciada en la piel, un cuerpo marcado de castigo por
querer saber… como esa mancha que todas nosotras tenemos.
Una señal de culpa que nos aparta del poder.

Todas y todos traemos bálsamos y ungüentos
de sobrevivencias. Cremas y aceites para no dejar sola a aquella
que se arriesgó a desafiar la lógica de la
exclusión patriarcal. Tomamos el cuerpo de la mujer con la
lepra de la exclusión y repetimos: ¡y el pueblo no
partió! (Números 12,15). Esperó a Mirian
porque se alimentaba de sus sueños y visiones. El
único remedio es no quedar sola.

3.3. Desde una perspectiva de mujeres
negras

No nos alegra el castigo a Mirian, triste que una
persona tenga que pasar por la experiencia de exclusión y
rechazo para saber que el Dios que profesa no es compatible con
esas actitudes. Mirian y Aarón pecaron; primero, al no
discernir entre los estados que son un peligro para el proyecto
de Dios (Dt 7,1-4) y los pueblos para los que también ese
proyecto es una promesa, segundo, al creerse el único
pueblo elegido y beneficiario de los propósitos divinos y,
tercero, al rechazar a los extranjeros
indiscriminadamente.

Esa situación de rechazo es la que viven hoy
cientos de miles de mujeres negras, indígenas, gitanas,
dalits, árabes, que son excluidas, marginadas, rechazadas
como personas, a las que se les niegan sus derechos como seres
humanos, también la viven numerosos pueblos que son
considerados obstáculos al desarrollo hegemónico
que los países del Norte imponen sobre los del
Sur.

3.4. La vida cotidiana: se entiende como un
factor fundamental que posibilita la reflexión sobre las
experiencias de fe. Las relaciones de la vida cotidiana de la
comunidad, llaman a las mujeres a buscar justicia y
liberación a partir de sus experiencias cotidianas. No se
trata por tanto de experiencias en abstracto, sino que involucra
sus cuerpos, sus historias, sus lugares geográficos,
permitiendo una construcción simbólica y
política que parte de sus experiencias. El Dios que
participa de estas experiencias es la fuerza que impulsa cambios
sustanciales en las relaciones de género, de violencia,
tanto en el ámbito privado como público. Ellas
están problematizando elementos culturales incuestionables
para el androcentrismo[6]sistémico, que ve
toda práctica machista como natural de la cultura negra,
encubriendo así las asimetrías de género y
la participación de las mujeres en la historia de las
comunidades. De esta forma se van creando relaciones nuevas
más armoniosas y/o equilibradas entre hombres y
mujeres.

3.5. El cuerpo como lugar de revelación:
El cuerpo es el espacio donde confluyen nuestras alegrías,
angustias, temores, fe y esperanza, es decir, la mujer
experimenta el mundo desde su cuerpo. Los cambios que busca se
viven a través de su cuerpo. A partir de sus cuerpos se
inician nuevos espacios donde acontece la salvación. Por
eso, en respuesta a una sociedad que desvalorizó el cuerpo
de mujer negra y de una teología que durante años
considero impensable el hecho de que este cuerpo negro "cuerpo de
pecado", fuera lugar de revelación, las mujeres negras
reivindican sus cuerpos como espacios sagrados de
revelación.

3.6. La propia subjetividad: La afirmación
de las propias subjetividades significa que optamos por una
teología que revela los trabajos de las mujeres, de una
teología capaz de reconocer su propio valor y aporte,
capaz de incluir las experiencias como partes del lenguaje
teológico. Esta subjetividad parte de su propia
autoestima, esto les ayuda a una autodeterminación en la
reflexión de sus experiencias de fe. Esa subjetividad
refuerza la lucha para salir de la dominación
patriarcal.

Conclusión

El notorio ideal machista de negar a las mujeres todos
los derechos, incluso el derecho al uso de la palabra y del
sentido crítico, es el castigo sufrido por la profetisa
Mirian, hermana de Moisés y Aarón y (Nm 12) por
haber murmurado de Moisés junto con Aarón. Mirian
fue la instigadora de la murmuración. Además, su
nombre es mencionado antes que el de Aarón, lo cual
podría ser un signo de su papel prominente. Pero
ningún texto habla de revelaciones hechas a Mirian o a
Aarón, independientemente de Moisés. Se trata mas
bien de un problema de autoridad. En Israel tiene autoridad aquel
a quien habla Yahvé. Obviamente Mirian queda confinada
fuera de la comunidad, y esta decide no proseguir el camino de la
liberación a causa de las rebeliones, pero si es un
ejemplo digno a todas aquellas mujeres que se atreven a hacerle
frente a la autoridad patriarcal existente en ese
entonces.

Bibliografía

Libros

Buis, Pierre,. El libro de los
Números
. Estella: Verbo Divino, 2000,36.

Fiorenza, Elisabeth Schüssler. As Origens
Cristãs a partir da mulher – Uma nova
hermenêutica.
São Paulo: Ediciones Paulinas,
1992, 56.

Levoratti, Armando, J.. Comentario Bíblico
Latinoamericano
. Estella: Verbo Divino, 2005,
535.

Diccionario

Wilton, Nelson M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la
Biblia
, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000,
c1998.

Internet

Walter, González. La lepra de Mirian. Disponible
en: www.unidamex.org.mx/Lectura_biblica//Numeros12_13.htm
– 21k -. Fecha de acceso, 25 de Octubre de 2007.

Biblias

Biblia de Jerusalén. Nueva
edición traducida y aumentada bajo la dirección de
la Escuela Bíblica de Jerusalén. Bilbao: Desclee de
Brouwer. 1998.

Biblia Reina Valera. Antigua
versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por Cipriano
de Valera (1602). España: Sociedades Bíblicas
Unidas, 1960.

 

 

Autor:

Edgardo Hernández
Silva

Monografía En cumplimiento parcial
de los requisitos para finalizar el curso de estudio e
interpretación de la Biblia

Profesora: María Cristina

UNIVERSIDAD BIBLICA
LATINOMERICANA

San José Costa Rica

12 de Noviembre de 2007

[1] Biblia de Jerusalén. Nueva
edición traducida y aumentada bajo la dirección
de la Escuela Bíblica de Jerusalén. Bilbao:
Desclee de Brouwer. 1998.

[2] Walter, gonzales. La lepra de Mirian.
Disponible en:
www.unidamex.org.mx/Lectura_biblica//Numeros12_13.htm – 21k -.
Fecha de acceso, 25 de Octubre de 2007.

[3] Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario
Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000,
c1998.

[4] Pierre, Buis. El libro de los
Números. Estella: Verbo Divino, 2000,36.

[5] Armando, J. Levoratti. Comentario
Bíblico Latinoamericano. Estella: Verbo Divino, 2005,
535.

[6] Elisabeth Schüssler Fiorenza. As
Origens Cristãs a partir da mulher – Uma nova
hermenêutica. São Paulo: Ediciones Paulinas, 1992,
56.

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter