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Perspectivas económicas de América Latina para el 2012



  1. Introducción
  2. Halagüeñas perspectivas para la
    competitividad latinoamericana, según el
    FEM
  3. Aspectos importantes a considerar en
    América Latina
  4. Breve
    conclusión
  5. Referencias

Introducción

Monografias.com

Segùn el Fondo Monetario
Internacional, el país más afectado por la
desaceleración mundial será el gigante sudamericano
Brasil, cuyo crecimiento será del 4,1 por ciento este
año y del 3,6 por ciento en 2012, cuatro y cinco
décimas menos respectivamente de lo previsto en
abril.

Para otros países de la
región, las perspectivas económicas se han mejorado
considerablemente.

Es el caso del Perú, que,
según el FMI registrará el mayor índice de
expansión en 2011, del 7,5 por ciento, casi un punto
porcentual más que la tasa del 6,6 por ciento esperada
hace tres meses.

Para 2012, sin embargo, el FMI
revisó la previsión de crecimiento de la
economía peruana del 5,8 al 5,9 por ciento, en el marco de
una ralentización generalizada de la economía de
toda la región que, según dijo la semana pasada el
Banco Mundial en su propia revisión de las perspectivas
económicas, resulta "congruente con el potencial
económico subyacente".

El FMI también revisó al alza
su previsión de crecimiento para Chile -del 5,9 al 6,2 por
ciento en 2011 y del 4,9 al cinco por ciento el año
próximo- y para Venezuela que, según el
pronóstico, logrará una expansión del 3,3
por ciento en 2011 -frente al 1,8 por ciento esperado en abril- y
crecerá un 3,9 por ciento en 2012, lo que supone un
aumento de 2,3 puntos porcentuales frente a la estimación
anterior.

El informe mantuvo inalterable su
previsión para el crecimiento de Argentina -del seis por
ciento este año y del 4,6 por ciento en el
próximo-, y aumentó en una décima su
pronóstico de expansión de la economía
mexicana, que este año llegaría al 4,7 por ciento,
aunque se mantendría en un cuatro por ciento en
2012.

Según el documento, tal como
ocurrió en 2010, Sudamérica liderará este
año la recuperación económica en
América Latina y el Caribe, al registrar un crecimiento
del 4,8 por ciento, frente al cuatro por ciento de
Centroamérica y al 4,2 por ciento del Caribe.

Sin embargo, en 2012 la expansión
económica sudamericana se moderará a un 4,2 por
ciento y será superada tanto por Centroamérica (un
4,3 por ciento) como por el Caribe (un 4,5 por
ciento).

Pese a que las perspectivas para la
región son mucho mejores que las dibujadas para las
economías avanzadas (cuya previsión de crecimiento
bajó del 2,4 al 2,2 por ciento en 2011 y se mantuvo en un
2,6 por ciento para 2012), el FMI reiteró sus advertencias
sobre los riesgos que corren los países latinoamericanos y
caribeños.

"Los baches productivos se cerraron en la
mayor parte de la región y aparecen las primeras
señales de sobrecalentamiento: la inflación
está en aumento, los déficits en cuenta corriente
se están expandiendo y los precios de los activos suben
rápidamente. Las alzas globales en los precios de
combustibles y alimentos vuelven más difícil el
desafío de contener la inflación y proteger a los
pobres", afirma el documento.

En este sentido, el FMI insistió en
la necesidad de tomar medidas para evitar una presión de
la demanda sobre la inflación y para reducir el
déficit en cuenta corriente y el endeudamiento del Estado,
aunque subrayó que los gobiernos deben mantener el gasto
social y las inversiones en proyectos "prioritarios" de
infraestructura.

"Los países deben también
seguir fortaleciendo las medidas macroprudenciales y posiblemente
adoptar controles de capital para mejorar la resistencia de sus
sistemas financieros", agregó.

Según el informe, aunque la
recuperación en muchos países de
Centroamérica y del Caribe "cobró alguna fuerza",
su crecimiento "sigue limitado" por algunos factores, entre ellos
los términos de intercambio menos favorables que los que
disfrutan los sudamericanos y, "en algunos casos", el elevado
endeudamiento público.

Además, el organismo apunta que los
países de la región mantienen "fuertes
vínculos con las economías avanzadas con
expansión más lenta", en especial con Estados
Unidos, cuya perspectiva de crecimiento bajó al 2,5 por
ciento para 2011 y al 2,7 por ciento para 2012, frente al
pronóstico anterior del 2,8 y 2,9 por ciento,
respectivamente.

Gran parte de la región,
señala el informe, se ha beneficiado de un intenso
intercambio comercial y de unas condiciones de
financiación externa favorable.

Según el FMI, las economías
latinoamericanas y caribeñas crecieron rápidamente
en la primera mitad de 2011 "encabezadas por una intensa
actividad en muchos de los exportadores de materias primas de la
región".

Otro factor positivo fué la pujante
demanda interna sustentada por "políticas
macroeconómicas acomodaticias", acompañada por
fuertes flujos de capital hacia la región que,
según advierte el Fondo, se han tornado más
volátiles en los últimos meses.

A corto plazo, añade, el crecimiento
lo encabezarán muchos de los exportadores de materias
primas del Cono Sur: Argentina crecerá un 8% este
año, Chile un 6,5%, Paraguay un 6,4%, Perú un 6,2%
y Uruguay un 6%.

Por detrás aparece el principal
motor económico de la región, Brasil, con un 3,8%
de crecimiento, la misma tasa que México.

"En otras regiones, incluida América
Central y el Caribe, la actividad económica es aún
tenue a causa de los vínculos reales más estrechos
con Estados Unidos y otras economías avanzadas, y en
algunos casos, por los altos niveles de deuda pública",
advirtió el texto.

Tras dos años de contracción,
Venezuela registrará una cifra positiva, de 2,8% en 2011.
Colombia crecerá un 4,9% y Centroamérica en su
conjunto un 3,9%.

En tanto que la economía de Ecuador
avanzará este año un 5,8 %, más de dos
puntos y medio de lo que se pronosticó hace seis meses
(3,2 %), mientras que en 2010 creció un 3,6 %. Para 2012,
espera un 3,8 %, un punto más de lo vaticinado en el
informe anterior.

Aunque el ritmo de expansión se ha
moderado a medida que otras economías se han recuperado de
la crisis global, el crecimiento de América Latina y el
Caribe "se mantiene por encima de su potencial" y algunas
economías "pueden estar recalentándose".

Halagüeñas perspectivas
para la
competitividad latinoamericana, según el FEM
7 de Septiembre de 2011

Para eL Fondo Monetario Internacional, la solidez de
los resultados en competitividad tiene que ver con unas
políticas monetarias y fiscales más sólidas
y con una boyante demanda interna, sin olvidar la fuerte demanda
de China de materias primas.

La perspectiva en materia de competitividad
para América Latina es halagüeña en los
próximos años pese a las incertidumbres
económicas en Estados Unidos y Europa, según un
informe presentado por el Foro Económico Mundial
(FEM).

El documento, en el que el FEM recoge las
pautas globales de competitividad, destaca que "la región
ha conseguido capear la recesión global relativamente bien
y ha crecido de manera estable desde 2009" cuando el crecimiento
económico medio se ralentizó.

"Con una tasa de crecimiento en torno al 6
por ciento en 2010 y tasas previstas del 4,75 por ciento en 2011
y del 4,25 por ciento en 2012, la región ha recortado el
diferencial de producción y el exceso de capacidad
generado en los años de la recesión, superando en
resultados a las economías más avanzadas", afirma
el informe del FEM.

No obstante, el FEM advierte de que algunos
países exportadores de materias primas, como Chile y
Brasil -con previsiones de crecimiento del 6,5 y del 4,1 por
ciento, respectivamente- han empezado a mostrar señales de
"sobrecalentamiento" en 2011.

"Hay presiones inflacionarias que han
comenzado a acentuarse y que son cada vez más
preocupantes", indica el informe del Foro.

Son muchos los países que suben en
el ránking de competitividad que elabora anualmente el FEM
con 142 Estados y que tiene entre los 10 primeros a Suiza,
Singapur, Suecia, Finlandia, Estados Unidos, Alemania, los
Países Bajos, Dinamarca, Japón y el Reino
Unido.

México sube ocho puestos en la lista
con respecto al año anterior (del 66 al 58), Perú
sube seis (del 73 al 67), y Bolivia cinco (del 108 al 103), al
igual que Brasil (del 58 al 53).

Mejoran también Panamá (del
53 al 49), Ecuador (del 105 al 101), Argentina (del 87 al 85) y
Uruguay (del 64 al 63), y se mantienen sin cambios Colombia
(puesto 68) y Venezuela (122).

El mayor retroceso lo experimenta la
República Dominicana (que cae del puesto 101 al 110),
seguido de El Salvador (del 82 al 91), Guatemala (del 78 al 84),
Costa Rica (del 56 al 61) y Nicaragua (del 112 al 114), debido
"al empeoramiento de la situación de
seguridad".

Chile sigue figurando como el país
más competitivo de la región, aunque retrocede un
puesto (del 30 al 31) respecto a hace un año.

Sin embargo, el FEM resalta que Chile ha
mejorado su nota global gracias a un marco institucional
sólido y una política económica
anti-cíclica "que han puesto los cimientos que permiten a
este país crecer a un ritmo estable desde principios de la
década de 1990".

En el lado negativo se contrapone la baja
inversión chilena en investigación y desarrollo, la
escasa innovación, la relativa baja calidad de las
instituciones de investigación científica y la
escasa calidad del sistema educativo, sobre todo en
matemáticas y ciencia.

Brasil, por su parte, se beneficia de ser
el décimo mayor mercado interno del mundo, de tener un
entorno empresarial altamente desarrollado (el FEM lo
sitúa en el puesto número 31), un mercado
financiero muy eficiente (40) y un alto nivel de
innovación (44).

Los contras son unas infraestructuras
deficientes (en el puesto 104), los desequilibrios
macroeconómicos (115), la calidad del sistema educativo
(115) y la rigidez del mercado laboral (121).

En el extremo contrario de Chile y Brasil,
el FEM sitúa a Venezuela, que sigue cayendo en la lista
(hasta el puesto 122) pese a registrar este año una ligera
mejora en su resultado global.

El Foro sitúa la calidad de las
instituciones públicas venezolanas en el último
puesto de los 142 países evaluados.

El FEM considera que pese a la
heterogeneidad de la región se pueden identificar cuatro
desafíos comunes para las economías de
América Latina: la debilidad institucional y la
consecuente inseguridad, la deficiencia de las infraestructuras,
el ineficaz reparto de la producción y los recursos
humanos, y el retraso en materia de innovación frente a
otros países emergentes.

El informe no considera desencaminado
hablar de "una década latinoamericana" para describir las
expectativas de progreso económico en la región,
pero insiste en que si no se hace frente a los problemas
reseñados peligra el crecimiento a largo plazo.

Aspectos
importantes a considerar en América
Latina

Desde hace años, la mayoría de
países de América Latina han impulsado una serie de
políticas dirigidas a garantizar un mayor crecimiento, a
través de la promoción del comercio exterior, la
apertura a los mercados internacionales, la transformación
de sus estructuras productivas y

la generación de mayores facilidades e incentivos
para la inversión nacional y extranjera, de tal forma que
sus economías sean más competitivas y puedan tener
una mejor integración en las nuevas dinámicas de la
globalización y la mundialización
económica.

En este contexto, se ha puesto de manifiesto la
importancia de la creación de marcos jurídicos
previsibles y transparentes, dada su correlación con la
disminución de los costes de transacción y el logro
de la competitividad y desarrollo económico, factores que
indudablemente están vinculados a la capacidad de promover
las inversiones nacionales y extranjeras, así como para la
implantación y generación de nuevas actividades
productivas.

La institucionalidad y la seguridad jurídica
constituyen un aspecto clave para el logro de dichos
propósitos, por cuanto permiten establecer una mayor
certidumbre en el desarrollo de la iniciativa privada, generando,
a su vez, las condiciones para que exista la necesaria
transparencia e integralidad en las políticas de
desarrollo económico.

En este sentido, es importante avanzar en el
diseño e implementación de nuevas líneas de
trabajo en el ámbito de la cooperación
internacional, para, de esta manera, acompañar e impulsar
iniciativas regionales que mejoren los marcos jurídicos de
los países latinoamericanos, garantizando el cumplimiento
de las normas, la transparencia, su imparcialidad e independencia
y eviten la incertidumbre y cambios abruptos que puedan
obstaculizar su competitividad y desarrollo humano.

En la medida en que la institucionalidad y la seguridad
jurídica generan las condiciones básicas

para la promoción de un crecimiento
económico sostenido, sostenible e inclusivo, se hace
necesaria la generación de espacios de reflexión y
debate entre lo público y los actores privados en la
región que permitan identificar nuevas líneas de
trabajo para acompañar el desarrollo de iniciativas que
permitan su mejora y fortalecimiento desde una perspectiva
coherente con las políticas de erradicación de la
pobreza y el logro de la cohesión social.

Institucionalidad, seguridad jurídica y
desarrollo en América Latina

Los días 26 y 27 de julio de 2010 se
celebró en Cartagena de Indias (Colombia) el I Encuentro
de Alto Nivel sobre Institucionalidad, Seguridad Jurídica
y Desarrollo en América Latina, propiciado por la FIIAPP
(Fundación Internacional y para Iberoamérica de
Administración y Políticas Públicas). Sus
participantes constituyeron un selecto elenco de especialistas
internacionales en los diferentes temas tratados, pero, en esta
ocasión, no desde una posición académica o
investigadora,como viene siendo habitual en los diferentes
eventos de esta índole, sino precisamente como agentes
protagonistas de los propios procesos que se analizaban, ya que
procedían tanto de la esfera pública
(representantes de los distintos organismos internacionales, de
entidades y organismos públicos nacionales,
gubernamentales y de la judicatura) como de la esfera privada
(representantes de destacadas empresas multinacionales que operan
en la zona, asociaciones empresariales, cámaras de
comercio, empresas de comunicación y gabinetes
jurídicos privados de primera línea en la
región).

Todo ello confería a este Encuentro una
característica que lo hace especialmente valioso y
singular:permite ver la situación desde la óptica
de los propios protagonistas y no sólo de observadores
externos, ya sean del campo académico o de
investigación.

La presente da cuenta del contenido del Encuentro;
atendiendo a su naturaleza y desarrollo, el lector hallará
bajo los títulos "Invirtiendo en América Latina",
"Institucionalidad y seguridad jurídica" y "Desarrollo
económico y cohesión social", once artículos
que pretenden aportar ideas al debate sobre el desarrollo de las
sociedades latinoamericanas, fundamentalmente desde la
perspectiva de la necesaria cohesión social sustentada en
un marco económico y jurídico sólido y
estable.

América Latina está viviendo un cambio de
época. Aunque siguen existiendo desafíos en
términos de convergencia, competitividad,
erradicación de la pobreza y lucha contra la desigualdad
social, prácticamente todos los países de la
región están inmersos en una senda de
crecimiento,progreso y bienestar, que se ve reforzada por unos
niveles de estabilidad democrática y macroeconómica
sin precedentes en su historia reciente.

Como ha señalado la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
los desafíos de la región son enormes y, por ello,
resulta imprescindible hacer una nueva apuesta para garantizar la
sostenibilidad de este cambio de época y asegurar la
consolidación de un modelo de desarrollo basado en la
coherencia entre la igualdad y el crecimiento, una apuesta cuyo
propósito no es otro que "crecer para igualar e igualar
para crecer".

En esta nueva apuesta es imprescindible seguir
fortaleciendo al Estado y a las instituciones
públicas,dotándolas de las capacidades necesarias
para el adecuado cumplimiento de sus funciones y garantizando la
existencia de marcos jurídicos claros, estables y
previsibles, ya que sin éstos es prácticamente
imposible que se puedan generar las condiciones para el
crecimiento y la cohesión social de los países y
territorios de la región.

La experiencia de otras zonas del mundo ha permitido
constatar que los Estados con mayores índices de progreso
y cohesión social son, precisamente, aquellos donde su
sistema de justicia goza de mayor credibilidad y respeto por
parte del conjunto de la ciudadanía.

Una legitimidad que no se deriva de su tamaño u
amplitud, sino de sus capacidades y el efectivo cumplimiento de
su función reguladora de la economía y la sociedad
y la consecuente gestión y resolución de los
conflictos socioeconómicos y políticos que se
puedan originar en la misma.

La crisis financiera internacional y demás
externalidades asociadas a los procesos de globalización
han dejado un importante conjunto de lecciones para todos los
actores del sistema internacional.

Pero, sin lugar a dudas, la más importante es la
constatación de que las instituciones,las normas y los
procesos políticos no pueden ser infravalorados en la
gobernanza de la globalización,el desarrollo humano y la
cohesión social.

Los efectos negativos originados por los mercados
financieros desregulados, sumados al fracaso de la mayoría
de las políticas impulsadas durante el proceso de ajuste,
reforma y liberación (salvo algunos éxitos
relativos en el plano macroeconómico) hacen necesario que
en esta nueva etapa se superen los falsos debates que tienden a
jerarquizar la economía y el mercado en detrimento de la
política y el Estado.

No se puede seguir desconociendo que la política
es un motor de cambio social y ejerce su impacto más
importante en el desarrollo a través del Estado y las
instituciones públicas. La calidad de las instituciones y
de los procesos de políticas públicas es decisiva
para el desarrollo económico y social dentro del sistema
de economía de mercado.

Por lo tanto, es imprescindible que exista un
planteamiento integral entre Estado y mercado, ya que
éstos forman parte de un mismo espacio público cuyo
objetivo en las sociedades actuales no puede ser otro que la
generación de crecimiento económico y el logro de
sociedades cohesionadas.

El desafío de un crecimiento económico,
sostenible e inclusivo

El fracaso del Consenso de Washington en América
Latina ha generado una variedad de respuestas que se presentan
como alternativas al neoliberalismo o como reformas que buscan
afianzarlo, a través de la corrección de algunos de
sus errores más representativos.

En ambos casos se trata de respuestas que, más
allá de sus connotaciones ideológicas, se
caracterizan por estar condicionadas por nuevas formas de
populismo y demagogia que tienden a defender,por una parte, un
fuerte control estatal de la economía, a través de
la crítica a la economía de mercado y al papel del
sector privado.Y por otra, una defensa a ultranza de los
principios del neoliberalismo,sobre todos aquellos que reducen al
Estado a su mínima expresión regulatoria,
deslegitiman a las instituciones públicas, promueve el
individualismo y en definitiva, consideran que el mercado es el
mecanismo idóneo de asignación de recursos y
gobierno de las sociedades.

Estos planteamientos, que se presentan como alternativa
frente al fracaso del neoliberalismo, o apuestan por su
remodelación y fortalecimiento, tienen todavía que
demostrar su validez, pues no parece que estén obteniendo
los resultados esperados.

No obstante, un grupo importante de gobiernos
latinoamericanos e instituciones de la región coinciden en
señalar que la verdadera alternativa frente a esa
posición polarizada debe basarse en el pragmatismo y la
economía social de mercado, donde la empresa privada, pero
socialmente responsable, juegue un rol protagonista en el
desarrollo.

El crecimiento económico sustentado en la
actividad empresarial del sector privado, en el acceso al empleo,
a una renta digna y en políticas redistributivas es el
camino adecuado para superar la pobreza y generar cohesión
social en la región.

Desde luego, no cualquier tipo de crecimiento es
válido y tal como señala el III Plan Director de la
Cooperación Española (2009-2012), lo que se
requiere es "un crecimiento sostenido, sostenible e inclusivo,
sustentado en la participación de la población
desfavorecida en la generación de renta y su acceso a los
beneficios que una mayor riqueza permite a una
sociedad".

Para que este tipo de crecimiento se produzca es
necesario que exista estabilidad macroeconómica,se
promuevan las inversiones y se favorezca el comercio
internacional. En este mundo interconectado y globalizado, donde
las decisiones que se tomen en China pueden afectar a Brasil pero
también a Alemania, la seguridad jurídica, siempre
fundamental, se vuelve aún más
relevante.

En primer lugar, porque provee a las actividades
económicas de mayor certidumbre, lo cual beneficia la
planificación y desarrollo de la iniciativa empresarial.
Segundo, porque disminuye los costes de transacción y
genera la confianza necesaria para promover las inversiones
nacionales y extranjeras, así como para la
implantación y generación de nuevas actividades
productivas de mayor valor añadido.

Éstas son condiciones que, afortunadamente, se
están dando en la región y, como tal, se han visto
reflejadas en el buen comportamiento de sus principales
indicadores socioeconómicos. Por ejemplo,durante la
última década, se ha crecido a una tasa promedio
anual del 5%, al tiempo que se

ha producido una mejora relativa en los índices
de pobreza e indigencia, los cuales han disminuido en 37 y 29
millones de personas respectivamente. Ejemplos de estabilidad y
solidez que, en casi todos los países latinoamericanos,
han permitido afrontar la crisis económica global, cuyos
efectos, de por sí, han sido menores en comparación
con otras zonas del mundo.

A excepción de algunos casos aislados, el
crecimiento y la estabilidad en América Latina han sido
posibles gracias al establecimiento y consolidación de la
democracia, a la seguridad jurídica que se ha generado, a
los incentivos para el buen funcionamiento de los mercados
(nacionales y regionales) y la promoción de la
Inversión Extranjera Directa (IED).

En este último caso, se han registrado aumentos
sin precedentes con entradas que en 2008 alcanzaron los 128.301
millones de dólares y superaron el 13% del total de los
flujos mundiales de IED registrados en 2007, año en el que
estos mismos flujos cayeron hasta el 15%.

No obstante, conviene recordar que en la región
siguen existiendo desafíos importantes en todo lo
referente a la convergencia, la innovación y en
particular, a la transformación productiva y a la
consecuente competitividad que de lugar a economías de
mayor valor añadido que garanticen un crecimiento
más sostenible e inclusivo.

Breve
conclusión

En general, el desempeño de las
economías de la región está en línea
con las expectativas, sobre todo en aquellos países que
están llevando a cabo las metas de inflación y que
han comenzado a retirar sus estímulos fiscales y
monetarios, tales como Brasil y Chile. La demanda interna
está aumentando, pero a un tasa ligeramente inferior
similar o incluso de lo que se pronosticó hace unos meses,
excepto en Argentina y Venezuela, donde ha sido la mayor
flexibilidad generados por mayores precios de exportación
utilizados para aumentar el gasto público.

Referencias

*http://www.un.org/en/development/desa/policy/wesp/wesp_current/2011wesp_pr_latinam_sp.pdf

*http://www.elcomercio.com/negocios/FMI-crecimiento_de_Latinoamerica-sobrecalentamientocrde_0_500949911.html

*http://www.radiohrn.hn/l/content/fmi-am%C3%A9rica-latina-seguir%C3%A1-creciendo-ritmo-robusto

*http://www.elmundo.com/portal/noticias/economia/sollaa_incursionar_en_peru_y_ecuador.php

*http://www.fiiapp.org/uploads/publicaciones/Institucionalidad_seguridad_juridica.pdf

*http://translate.google.co.ve/translate?hl=es&langpair=en%7Ces&u=http://www.bbvaresearch.com/KETD/fbin/mult/ISTLT_16052011_05_tcm348-257104.pdf%3Fts%3D572011

 

 

Autor:

Post-Doctor Omar Gómez
Castañeda

-Economista,Filósofo e Historiador
Latinoamericano.

Monografias.com

Omar R. Gómez Castañeda,Senior,Ph.D, es
Post-Doctor , egresado en el Programa Post-Doctoral en Gerencia
en las Organizaciones de la Universidad "Dr Rafael Belloso
Chacín"(URBE), Maracaibo, Estado Zulia,Venezuela. Doctor
en Administración de Negocios de la universidad
norteamericana: University of Aberdeen International, Aberdeen,
Dakota del Sur, Estados Unidos. Doctor en Economía
Política egresado del Thomas Alva Edison College, Estados
Unidos. Post-grado como "Experto Universitario en Economía
Global Electrónica", egresado de la Universidad de
Málaga, Málaga, España. Economista Colegiado
en el Colegio de Economistas del Estado Zulia, Maracaibo, Estado
Zulia,Venezuela. Miembro del Directorio de Investigadores de la
Red Venezolana de Conocimiento
Económico(REDECONOMIA),adscrita a la Torre del Banco
Central de Venezuela,Avda
Urdaneta,Carmelitas,Caracas,D.Capital,Venezuela.

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